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de los usuarios, los ingresos han bajado en un ochenta por ciento, mientrasque en el Hospital de niños “Benjamín Bloom” y el hospital San Rafael, eldéficit es de un cincuenta por ciento.Dos millones de dólares al año se recaudaban en el Rosales a través de lascuotas voluntarias y novecientos mil dólares en el hospital Bloom. El directordel Bloom, Ulises Quevedo Iraheta, calcula que, en lo queda del año, dejaránde percibir unos seiscientos mil dólares.Los fondos de las cuotas eran utilizados, en un setenta por ciento, para lacompra de insumos médicos (jeringas, gasas, hilo para suturas, etc), el restopara medicamentos y en algunos hospitales, como el Rosales y el Zacamil,para pago de plazas. En el Hospital Zacamil, ciento cincuenta plazasdependían de la cuota voluntaria, mientras que en el Rosales son entreciento cincuenta y doscientas plazas. El ministro Maza asegura que, en elpaís, unas mil quinientas personas han sido contratadas con el fondo de lascuotas. Por el momento, el pago de estas plazas saldrá de las donacionesque den los pacientes, ya que se ha descartado, según el ministro, cualquiertipo de despidos.Las cuotas proporcionaban doce millones de dólares anuales. En lo que vadel año se han recaudado cinco millones. El déficit, por lo tanto, es de unossiete millones. El presidente Saca habló de un refuerzo económico que se leproporcionará al ministerio de Salud y que podría ser de siete millones,aunque no precisó de dónde saldrán esos fondos. Dijo que podría ser delministerio de Hacienda y o del mismo ministerio de Salud.Ena García, directora de planificación del Ministerio de Salud en 2006,calculo en $12,7 millones el monto que entraba cada año a los centros por la121