13.07.2015 Views

Aristofanes - Pluto.pdf - Descargar libros gratis

Aristofanes - Pluto.pdf - Descargar libros gratis

Aristofanes - Pluto.pdf - Descargar libros gratis

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Librodot <strong>Pluto</strong> Aristófanes3La escena representa una plaza pública, al fondo de la cual se alza la casa deCremilo. Éste entra seguido de Carión y ambos siguen a <strong>Pluto</strong>, ciego.CARIÓN.-¡Ah, qué penoso es, oh Zeus y grandes dioses, ser esclavo de un amo queanda mal de la cabeza! Si el esclavo da los mejores consejos y al amo se le antoja noseguirlos, no por eso deja de participar de su desgracia. Porque la fortuna no nospermite disponer de este cuerpo, que es nuestro y muy nuestro, y se lo da al que lo hacomprado. ¡Así anda el mundo! Tengo que dirigir a Apolo, al dios cuya pitonisaprofetiza desde el áureo trípode, una justa acusación: que siendo médico y hábiladivino, según se asegura, haya dejado salir de su templo a mi amo atacado de locura,obstinado en seguir a un ciego y empeñado en oponerse al buen sentido, según el cualquien tiene buenos ojos debe guiar al que carece de ellos; pero a mi amo no hay modode hacérselo comprender; y se va detrás del ciego, y por añadidura me obliga a ir a mítambién, sin responder a mis preguntas. No, mi amo, yo no puedo callar si no medices por qué seguimos a ese hombre; te atormentaré, ya que gracias a mi corona 1 nopuedes castigarme.CREMILO.-Pero si continúas fastidiándome. te quitaré la corona y aún te escocerámás.CARIÓN.-¡Tonterías! No pienso dejarte en paz hasta que me digas quién es esehombre. Ten presente que te lo pregunto por tu propio interés.CREMILO.-Pues bien; no te lo ocultaré. Reconozco que eres el más leal de todos misdomésticos y el más hábil... para robarme. Piadoso y justo, yo hacía malos negocios yera pobre.CARIÓN.-Lo sé muy bien.CREMILO.-En tanto que otros, sacrílegos, oradores, sicofantes y malvados, seenriquecían a manos llenas.CARIÓN.-¡Ya lo creo!CREMILO.-En vista de ello, me fui a consultar al oráculo, no por mí, cuya existenciaya tiene casi agotadas las flechas de su carcaj, sino por mi único hijo, y para preguntarsi convendría que, cambiando de conducta, se hiciese canalla, injusto y malvado,1 Los que volvían, como Carión, de consultar el oráculo de Apolo, en Delfos, traían una corona delaurel, que les daba una especie de inviolabilidad.3Librodot

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!