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Paramilitarismo, desmovilización y política - Programa de las ...

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<strong>Paramilitarismo</strong>, <strong>de</strong>smovilización y política¿Qué va a pasar con <strong>las</strong> AUC?IntroducciónLas negociaciones <strong>de</strong> paz que a<strong>de</strong>lanta el gobierno con losparamilitares, el proceso <strong>de</strong> reinserción, la aprobación <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>justicia y paz el pasado mes <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2005 y la incorporación enpolítica <strong>de</strong> los <strong>de</strong>smovilizados fueron los temas abordados en el Foro“<strong>Paramilitarismo</strong>, <strong>de</strong>smovilización y política. ¿Qué va a pasar con <strong>las</strong>AUC?”.El Foro realizado el pasado 21 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2005 gracias a laAlianza conformada por El Tiempo, la revista Semana, Caracol Radio,Fescol y el PNUD se enmarca en la serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>bates que con expertosen los temas <strong>de</strong> coyuntura realiza la Alianza.El Foro abre el diálogo a la controversia respetuosa, a la formulación<strong>de</strong> propuestas, a la <strong>de</strong>nuncia y al planteamiento <strong>de</strong> opcionesrelevantes para la actual coyuntura política, pero así mismo y, sobretodo, para el futuro <strong>de</strong>l país.Las muchas páginas escritas sobre el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización, sinduda, como bien lo dice en <strong>las</strong> palabras <strong>de</strong> instalación <strong>de</strong> este foro,el director <strong>de</strong> El Tiempo, Rafael Santos, evi<strong>de</strong>ncian: “cantidad <strong>de</strong> líosy vacíos que hay, mucho <strong>de</strong>seo pero también mucha improvisación.Esta es una oportunidad para disipar esos nubarrones que hay en elproceso y que se puedan hacer <strong>las</strong> respectivas aclaraciones”.Estas memorias ∗ recogen los aspectos más álgidos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate y <strong>de</strong> <strong>las</strong>intervenciones <strong>de</strong> los panelistas, así como los aspectos centrales <strong>de</strong><strong>las</strong> ponencias <strong>de</strong>l Fiscal General <strong>de</strong> la Nación, Mario Iguarán; <strong>de</strong>ldirector <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong> Estudios Políticos Internacionales <strong>de</strong> laUniversidad <strong>de</strong>l Rosario, Mauricio Romero y <strong>de</strong>l senador Rafael Pardo.Panel 1. Alcances <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> justicia y pazPanel 2. Los paramilitares y la reinserciónPanel 3. Los exparamilitares y su participación en políticaPanel 4. Discusión y conclusiones. Posición <strong>de</strong>l gobierno********∗ Estas memorias fueron elaboradas por <strong>las</strong> periodistas Marcela Giraldo y CamilaGonzález. Las relatorías <strong>de</strong>l Foro fueron realizadas por Juliana Vergara, MarioAndrés Mejía y Juan Nicolás Garzón. Como documento <strong>de</strong> referencia también setuvo en cuenta el <strong>de</strong> la relatoría general <strong>de</strong>l Foro <strong>de</strong> Amparo Díaz, <strong>de</strong>l PNUD.1


Panel 1Alcances <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> justicia y pazMo<strong>de</strong>rador. Alejandro Santos. Director revista SemanaPonente. Mario Iguarán. Fiscal General <strong>de</strong> la NaciónPanelistas- Amerigo Incalcaterra. Director a.i. Oficina <strong>de</strong> la Alta Comisionada <strong>de</strong> <strong>las</strong>Naciones Unidas para los Derechos Humanos- Roberto Camacho. Senador <strong>de</strong> la República- Markus Schultze-Kraft. Director Colombia/An<strong>de</strong>s Project InternationalCrisis Group- Alirio Uribe. Director Colectivo <strong>de</strong> Abogados José Alvear Restrepo- Iván Cepeda. Columnista El Espectador.Presentación <strong>de</strong>l panelEl panel 1 tuvo como eje temático la discusión sobre la polémica ley<strong>de</strong> justicia y paz, a partir <strong>de</strong> un acercamiento al marco jurídico que leda fundamento al proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización y reinserción, conespecial énfasis en el proceso a<strong>de</strong>lantado por <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas unidas<strong>de</strong> Colombia (AUC). A partir <strong>de</strong> la ponencia <strong>de</strong>l Fiscal Mario Iguarán,los panelistas y el público abordan el <strong>de</strong>bate.Ponencia: Fiscal General <strong>de</strong> la Nación, Mario IguaránJusticia también es conformidadEl Fiscal señala que la ley <strong>de</strong> justicia y paz incluye tres componentes:normas rectoras, procedimiento e implementación.Las normas rectoras. Se refieren al principio <strong>de</strong> universalidad.Durante el proceso para hacer la ley se sostuvieron encuentros con2


diversos sectores interesados, incluso por ser potencialesbeneficiarios.La ley indica qué es justicia, qué es verdad y qué es reparación. Enefecto, afirma que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la ley la justicia no correspon<strong>de</strong> alcontexto tradicional <strong>de</strong> proporcionalidad. Pero justicia también esconformidad: “Si <strong>las</strong> víctimas, si los colombianos, con su volunta<strong>de</strong>xteriorizada a través <strong>de</strong>l Congreso, se sienten conformes con ochoaños <strong>de</strong> prisión, con reparación integral, verdad y justicia, po<strong>de</strong>mosconsi<strong>de</strong>rar que esa conformidad correspon<strong>de</strong> al término <strong>de</strong> justicia”.De todos modos, <strong>de</strong>staca, la ley es un marco que sólo arroja unaverdad jurídica, una verdad procesal. La ley no impi<strong>de</strong> que se activenotros mecanismos, incluso administrativos, para que se conozca laverdad. Es el caso <strong>de</strong> la Comisión Nacional <strong>de</strong> Reconciliación yReparación que recomendará los criterios <strong>de</strong> reparación. Al respecto,consi<strong>de</strong>ra que al menos en el papel lo contemplado por la ley enreparación es suficiente (incluye restitución, rehabilitación,compensación económica, reparación simbólica y reparacióncolectiva): “Tenemos una ley que no es perfecta, pero que contemplatodos los aspectos; es responsabilidad nuestra que a través <strong>de</strong> ella sepuedan lograr la justicia, la verdad y la reparación”.En cuanto al procedimiento: es una etapa que surte el gobierno para<strong>de</strong>terminar quiénes pue<strong>de</strong>n ir en la lista porque cumplen losrequisitos <strong>de</strong> elegibilidad (<strong>de</strong>smovilización, <strong>de</strong>smantelamiento,entrega <strong>de</strong> secuestrados, entrega <strong>de</strong> bienes, cese <strong>de</strong> hostilida<strong>de</strong>s,entrega <strong>de</strong> menores).Sería pru<strong>de</strong>nte que el <strong>de</strong>creto reglamentario estableciera tiempos yresponsabilida<strong>de</strong>s respecto a los requisitos <strong>de</strong> elegibilidad para po<strong>de</strong>rcomenzar a aplicar la ley. Para ello la Fiscalía está preparando un3


equipo especializado. “Tengo que reconocer -afirma- que tomamosnota <strong>de</strong> <strong>las</strong> observaciones hechas por la sociedad civil. Por eso lehemos solicitado a la cooperación internacional el adiestramiento <strong>de</strong>nuestros fiscales para conocer sobre los <strong>de</strong>litos que incorpora la ley”.Sostiene así mismo que la imputación no será con base en loconfesado, sino con base en la información legalmente obtenida; porello se le ha pedido la sociedad civil brindar información sobre <strong>las</strong>personas que creen van a someterse a la ley.Con base en lo confesado y en la información legalmente obtenida, laFiscalía tendrá sesenta días para <strong>de</strong>sarrollar el proceso: “Yo tambiéncreo que sesenta días son muy pocos para hacer una investigación <strong>de</strong>esta naturaleza. Pero esto es más que una investigación: la Fiscalía ylos jueces harán un proceso <strong>de</strong> verificación. La esencia <strong>de</strong> la ley es ladisposición por parte <strong>de</strong> estas personas a asumir la responsabilidad, acolaborar con la justicia y con la verdad. La Fiscalía y los juecesverificarán sobre todo unas imputaciones y unos cargos parallamarlos a juicio”.Polémica sobre la ley <strong>de</strong> justicia y pazLa ley <strong>de</strong> justicia y paz, aprobada el pasado mes <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2005 porel Congreso <strong>de</strong> Colombia y que servirá como marco jurídico para la<strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 12.000 paramilitares -buena parte <strong>de</strong> ellosacusados <strong>de</strong> secuestros, homicidios, masacres y narcotráfico-, abre<strong>las</strong> puertas al análisis y la polémica por parte <strong>de</strong> la sociedad civil, lacomunidad internacional, <strong>las</strong> instituciones y <strong>las</strong> mismas víctimas <strong>de</strong>los actores <strong>de</strong>l conflicto armado colombiano.Se trata <strong>de</strong> un tema <strong>de</strong> gran controversia en círculos académicos ypolíticos, pero cuya pedagogía es fundamental para enten<strong>de</strong>r unproceso que será la semilla <strong>de</strong> otros. Surgen entonces los4


Derechos Humanos, asegura que un proceso <strong>de</strong> reparación exigeconocer la verdad.De lo contrario, se pregunta “¿sobre qué bases se pue<strong>de</strong> hacer unproceso <strong>de</strong> reparación?”. El enfoque <strong>de</strong> la Oficina ha sido el <strong>de</strong> prestarsu asesoría para que se fortalezcan esos elementos. Sin embargo, laley ofrece el mismo tratamiento a <strong>las</strong> <strong>de</strong>smovilizaciones colectivasque a <strong>las</strong> individuales, lo cual no estimula los acuerdos colectivos.En su último informe sobre Colombia, correspondiente a 2004 ypresentado ante la Comisión <strong>de</strong> Derechos Humanos en el pasado mes<strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2005, la Alta Comisionada <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para losDerechos Humanos, Louise Arbour, recomienda al gobierno y alCongreso, que en <strong>las</strong> negociaciones entre el Estado y grupos armadosilegales, se estableciera un marco jurídico con mecanismos quereconocieran y garantizaran los <strong>de</strong>rechos a la verdad, a la justicia y ala reparación <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas.Observaciones <strong>de</strong> la ONU a la ley 975Plantea los siguientes argumentos sobre la ley en términos <strong>de</strong>:• La ley no estimula en forma clara el logro <strong>de</strong> acuerdoscolectivos entre el gobierno y los grupos armados ilegales paraque estos últimos hagan cesar en forma <strong>de</strong>finitiva sus ataques,abandonen <strong>las</strong> armas, se marginen <strong>de</strong>l conflicto armado y<strong>de</strong>smonte, <strong>de</strong> modo efectivo, sus estructuras ilícitas• La ley no contiene referencia alguna ni al conflicto armadointerno ni al Derecho Internacional Humanitario (DIH), con ellohace que en sus disposiciones no exista claridad sobre el tipo<strong>de</strong> <strong>de</strong>litos sancionables con la llamada pena alternativa y esacarencia pue<strong>de</strong> convertir en <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> esta pena a6


sobre <strong>las</strong> víctimas la carga <strong>de</strong> obtener la realización <strong>de</strong> <strong>las</strong>prestaciones reparatorias y aborda <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>fectuosa laobligación estatal <strong>de</strong> <strong>de</strong>parar no sólo cuando ello le correspon<strong>de</strong><strong>de</strong> manera directa, sino cuando los procesados no hayanquerido o podido cumplir con <strong>las</strong> medidas individuales <strong>de</strong> lainstitución in<strong>de</strong>mnización y rehabilitación.Lagunas y silencios <strong>de</strong> la leyDe acuerdo con el análisis <strong>de</strong> Naciones Unidas, la ley no es a<strong>de</strong>cuada,puesto que pue<strong>de</strong> contribuir a la impunidad y a la continuidad <strong>de</strong>lmovimiento paramilitar. “La ley 975 <strong>de</strong> 2005 pue<strong>de</strong> contribuir, consus lagunas y con sus silencios, al robustecimiento <strong>de</strong> la impunidad”.Según la ONU esta normativa trae consigo siete consecuenciasgraves, a saber:• Tien<strong>de</strong> a dar píe a la reiteración <strong>de</strong> los crímenes atroces• Pue<strong>de</strong> generar más violencia, porque abre espacios a lavenganza privada• Lesiona el sentido social <strong>de</strong> la justicia y <strong>de</strong> la verdad• Quebranta importantes principios y normas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechointernacional <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos y <strong>de</strong>l DIH• Constituye un obstáculo para el logro <strong>de</strong> una paz auténtica ydura<strong>de</strong>ra• Diluye hasta un extremo inadmisible la frontera entre lotolerante y lo inaceptable• Obstaculiza el arraigo <strong>de</strong> la reconciliación.La ONU preguntaEn este sentido, la Oficina reitera que la normativa no reúne loselementos esenciales aconsejables para una justicia transicional que,en tanto un instrumento para lograr una paz sostenible, logre dos8


objetivos: ofrecer beneficios para que los grupos armados ilegales se<strong>de</strong>smovilicen y cesen sus hostilida<strong>de</strong>s; y garantizar <strong>de</strong> maneraa<strong>de</strong>cuada los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas <strong>de</strong> los crímenes atrocescometidos por los miembros <strong>de</strong> esos grupos.Para una mayor eficacia en su tarea <strong>de</strong> observación, la Oficina hapuesto en conocimiento <strong>de</strong> la Fiscalía General <strong>de</strong> la Nación, <strong>de</strong>lConsejo Superior <strong>de</strong> la Judicatura y <strong>de</strong> la Procuraduría General <strong>de</strong> laNación una serie <strong>de</strong> preguntas sobre <strong>las</strong> medidas que estasinstituciones adoptarán para ejercer <strong>las</strong> competencias que prevé laley. Entre el<strong>las</strong>, Incalcaterra menciona:¿Cuáles <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l gobierno se encargarán <strong>de</strong> elaborary entregar la lista <strong>de</strong> personas que serán potenciales<strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> los beneficios previstos en la ley?¿Cuáles autorida<strong>de</strong>s estatales van a certificar el cumplimiento<strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los requisitos <strong>de</strong> elegibilidad y en qué tiempo?¿Qué <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse por <strong>de</strong>smantelamiento <strong>de</strong> un grupoarmado organizado al margen <strong>de</strong> la ley?¿Cómo hará el Estado para elaborar la relación <strong>de</strong> la totalidad<strong>de</strong> los bienes producto <strong>de</strong> la actividad ilegal <strong>de</strong> <strong>las</strong> personasprocesadas?¿Cuál será el contenido <strong>de</strong>l acta <strong>de</strong> compromiso suscrita por el<strong>de</strong>smovilizado individual ante el gobierno?¿Cuál será el lugar <strong>de</strong> permanencia <strong>de</strong> los imputados durantela investigación?¿Cuáles son <strong>las</strong> acciones previstas para tomar <strong>de</strong> maneraa<strong>de</strong>cuada, factores como la edad, el género y la salud <strong>de</strong> <strong>las</strong>víctimas?¿Cuáles instrucciones se darán a los fiscales para el buenabordaje <strong>de</strong> los interrogatorios?¿Cuáles criterios se aplicarán para acumular la penaalternativa cuando con posterioridad a la sentencia impuesta9


al <strong>de</strong>smovilizado se conozca la comisión <strong>de</strong> otros hechospunibles?¿Qué tipo <strong>de</strong> capacidad se prevé para los funcionarios <strong>de</strong> larama judicial y <strong>de</strong>l Ministerio Público que tendrán a su cargo<strong>las</strong> actuaciones señaladas en la ley?Difícil contexto políticoPor su parte otra voz <strong>de</strong> la comunidad internacional, MarkusSchultze-Kraft, director Colombia/An<strong>de</strong>s Project International CrisisGroup, manifiesta preocupación sobre dos aspectos: la Fiscalía no<strong>de</strong>be tratar <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la ley sino <strong>de</strong> implementarla y sobre elcontexto político complejo en que surgió la ley. “El proceso empezócon mal pie, es <strong>de</strong>cir, con <strong>las</strong> negociaciones <strong>de</strong> Santa Fe <strong>de</strong> Ralito.Esto reflejó mucha confusión hacia el exterior”, expresa.En Europa, por ejemplo, no se ha entendido muy bien cómo se hallegado a esta ley. Existía la preocupación <strong>de</strong> que ésta llegaba en malmomento, es <strong>de</strong>cir, llegaba al final casi <strong>de</strong>l mandato <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nteÁlvaro Uribe, mientras que se supone que su meta es la<strong>de</strong>smovilización y reinserción <strong>de</strong> grupos armados irregulares eilegales. En este sentido, según Schultze-Kraft, el tiempo es unaspecto en <strong>de</strong>finitiva problemático porque el tiempo político <strong>de</strong> esteperiodo se está acabandoLa elaboración <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> justicia y paz constituye un procesoparalelo y turbulento. “Y tampoco había, según nuestra percepción,suficiente transparencia en este proceso legislativo, al que siguieronmuchas confusiones. Y solo para mencionar, por ejemplo, en lareunión <strong>de</strong> Cartagena en febrero <strong>de</strong> 2005, el encuentro entre elgobierno nacional y el G-24 don<strong>de</strong> no se sabía cuál iba a ser lapropuesta <strong>de</strong>l gobierno porque al parecer existían varias versiones”.10


A<strong>de</strong>más, preocupa el hecho <strong>de</strong> que la ley no <strong>de</strong>bió haber salido <strong>de</strong>una relación subordinada, sino producto <strong>de</strong> un espacio in<strong>de</strong>pendiente.Buscar una mirada <strong>de</strong> conjunto hacia <strong>las</strong> víctimas <strong>de</strong> los gruposirregulares en general y el fortalecimiento <strong>de</strong> la institucionalidadcolombiana en pro <strong>de</strong> la reconciliación y el fin <strong>de</strong>l conflicto a través <strong>de</strong>los elementos <strong>de</strong> verdad, justicia y reparación, son <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>simperiosas <strong>de</strong>l proceso. Sin embargo, <strong>de</strong>ja abierto elcuestionamiento: ¿cómo fortalecer la institucionalidad colombianapara el alcance <strong>de</strong> la verdad, la justicia y la reparación?Iniciativa pioneraLa ley <strong>de</strong> justicia y paz es un proyecto innovador y único. Para elcongresista Roberto Camacho, la ley 975 busca respon<strong>de</strong>r a <strong>las</strong>pautas internacionales. “Esta ley es pionera y pue<strong>de</strong> ser un marcoreferencial para otros procesos internacionales”.Es la primera <strong>de</strong> su tipo que se factura en el mundo para buscar unproceso <strong>de</strong> paz con organizaciones armadas al margen <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>conformidad con <strong>las</strong> pautas, no los estándares, porque esosestándares no existen, <strong>las</strong> pautas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional y <strong>de</strong> lostratados que Colombia ha firmado en estas materias.Acerca <strong>de</strong> <strong>las</strong> observaciones que hace la ONU a través <strong>de</strong> la voz <strong>de</strong>Incalcaterra, Camacho observa que fueron todas consi<strong>de</strong>radas y<strong>de</strong>batidas en su <strong>de</strong>bido tiempo cuando se hizo la redacción <strong>de</strong>lproyecto <strong>de</strong> ley. La asesoría <strong>de</strong> la ONU fue atendida en la medida enque los propósitos <strong>de</strong> la ley se ajustaran realmente a esas asesorías.De igual manera, se consi<strong>de</strong>ra que la ley será útil también parafuturos proyectos <strong>de</strong> paz con <strong>las</strong> guerril<strong>las</strong>. “En este caso <strong>las</strong>auto<strong>de</strong>fensas están en un proceso, pero esperamos que el día <strong>de</strong>11


mañana <strong>las</strong> otras organizaciones armadas al margen <strong>de</strong> la ley como<strong>las</strong> Farc, el ELN -y ojalá sea lo más rápido posible-, también sesometan a parámetros similares, porque hoy no pue<strong>de</strong>n haberconsejos <strong>de</strong> paz simples y llanos <strong>de</strong> amnistía e indulto sino que tienenque involucrar todos estos elementos”, sostiene el ponente <strong>de</strong> la ley.En su opinión, no es un proceso por medio <strong>de</strong>l cual el Estado,lamentablemente, logra someter a estas personas y organizacionespara aplicarles el imperio <strong>de</strong> la ley y la autoridad como <strong>de</strong>bió habersido y como era lo i<strong>de</strong>al. Es un acuerdo <strong>de</strong> partes, <strong>de</strong> manera que elprimer elemento que tenía que tener la ley era su realismo, que elsupremo bien <strong>de</strong> la paz fuera real y posible <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los cánonesaceptables por <strong>las</strong> partes.El senador, interpreta el fenómeno <strong>de</strong> los paramilitares como político,haciendo uso <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> Estado fallido para dar explicación alsurgimiento <strong>de</strong> ejércitos paraestatales que usurpan el po<strong>de</strong>r y laautoridad como acto <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa y autoridad. Al buscar llenar aquelvacío histórico <strong>de</strong>jado por el Estado, el paramilitarismo se conviertepara el senador Camacho en un acto <strong>de</strong> corte político.Sobre la posibilidad <strong>de</strong> una intervención en política <strong>de</strong> quienes fueronmiembros <strong>de</strong> grupos paramilitares, afirma que los beneficiarios <strong>de</strong> laley no podrían hacerlo por haber sido con<strong>de</strong>nados por <strong>de</strong>litos graves.Al final, si la ley es buena, regular o mala, se sabrá con el paso <strong>de</strong>ltiempo. Sin embargo, es importante valorar el gran esfuerzo <strong>de</strong><strong>de</strong>claración <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho público en Colombia para resolver un conflictoo una situación que le estaba haciendo mucho daño al país.12


No hay lugar a la verdadPara Alirio Uribe, <strong>de</strong>l Colectivo <strong>de</strong> Abogados José Alvear Restrepo,no se pue<strong>de</strong> hacer justicia si no se conoce la verdad. La ley noestablece consecuencias por no <strong>de</strong>cir la verdad, lo que la conviertemás en un proceso <strong>de</strong> auto perdón, es más una ley residual y es “unaespecie <strong>de</strong> marco jurídico para garantizar la impunidad”.“No habrá verdad, porque la ley -y ese fue el <strong>de</strong>bate central en elCongreso-, no establece ninguna consecuencia por no <strong>de</strong>cir laverdad; es <strong>de</strong>cir, 21.800 paramilitares no tienen que <strong>de</strong>cir la verdad.La ley prevé la acumulación <strong>de</strong> penas, que no pue<strong>de</strong>n ser superioresa un máximo <strong>de</strong> ocho años. Entonces hay es un proceso <strong>de</strong> autoperdón. ¿Sobre cuáles elementos se hará justicia y reparación si noconocemos la verdad que posibilita hacer justicia y al no haberla nopodremos garantizar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas?”, expresa.Califica a la ley <strong>de</strong> justicia y paz <strong>de</strong> “residual”, con relación al primermarco legal (ley 782 y <strong>de</strong>creto 128). La ley 975 “es el marco jurídicopara garantizar la impunidad”. En últimas, la ley <strong>de</strong> alternatividad tansólo es aplicada a 1% <strong>de</strong> los <strong>de</strong>smovilizados. Por ello el <strong>de</strong>smonte <strong>de</strong>lparamilitarismo no parece ser viable.La anterior afirmación se sustenta en los mismos datos <strong>de</strong> la Fiscalía:en agosto <strong>de</strong>l 2005, existían 11.414 paramilitares reinsertados, <strong>de</strong> loscuales 2.616 lo hicieron <strong>de</strong> forma individual y 8.798 colectiva;a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> 5.005 guerrilleros. Esto da un total <strong>de</strong> 16.419 personas.De todos el<strong>las</strong>, a tan sólo 55 les es aplicada la ley 975, que están por<strong>de</strong>litos diferentes a rebelión, sedición, asonada y conspiración.En conclusión, <strong>de</strong> estos 16.400 pasarán a la ley <strong>de</strong> justicia y paz tansolo 55, es <strong>de</strong>cir, que los otros 16.400 ya están indultados, tienenauto inhibitorio, preclusión <strong>de</strong> investigación o cesación <strong>de</strong>13


procedimiento. De igual forma -también según la Fiscalía-, <strong>de</strong> éstos161.400 paramilitares, trece son <strong>de</strong> mando y <strong>de</strong> éstos, diez tienencargos por narcotráfico.Califica la entrega <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong> “irrisoria”, por cuanto hasta elmomento se conoce que el bloque Meta ha entregado tan solo diezcamionetas; el Libertador, cuatro vehículos, cinco motos, dos lanchasy cuatro motores; el Montes <strong>de</strong> María, cuatro vehículos; y el que máslo ha hecho es el Catatumbo: 105 fincas, 56 inmuebles, ocho canoas,dos lanchas, quince motores y diez vehículos.En síntesis para Uribe, esta ley “permite una continuidad <strong>de</strong> laestructura paramilitar, ya que no busca <strong>de</strong>tener su funcionamientosino hacerle una especie <strong>de</strong> reingeniería al paramilitarismo”. Laverdad, en suma, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> culpa por parte <strong>de</strong>l<strong>de</strong>smovilizado y <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> acogimiento <strong>de</strong> acusación.Finalmente resalta la intención <strong>de</strong> diferentes ONG <strong>de</strong> buscar elescenario internacional para procesar crímenes <strong>de</strong> lesa humanidad y<strong>de</strong> guerra cometidos en el país.Víctimas: brillan por su ausenciaLas víctimas pi<strong>de</strong>n, como base para un proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilizaciónreal y completo <strong>de</strong> <strong>de</strong>smonte <strong>de</strong>l paramilitarismo. Sobre ello hayconsenso, pero también <strong>de</strong>sconfianza por la eventualidad <strong>de</strong> que sehaga realidad. “Cuando nos hemos pronunciado en contra <strong>de</strong> esteproceso y <strong>de</strong>l marco jurídico <strong>de</strong>l mismo es porque sentimos que no sevan a <strong>de</strong>smontar los paramilitares y que estamos en un proceso <strong>de</strong>paramilitarización <strong>de</strong>l país y <strong>de</strong> la política”, observa Alirio Uribe.Las víctimas no son tenidas en cuenta como actores fundamentales<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> la ley y se les reduce a espacios y14


tiempos limitados y <strong>de</strong> poca repercusión. No son reconocidas por unaley, como sí lo son los victimarios. Son <strong>de</strong>sconocidas para la ley <strong>de</strong>justicia y paz, en la cual tampoco se reconoce la participación <strong>de</strong>funcionarios estatales y mucho menos el vínculo entre el Estado, <strong>las</strong>Fuerzas Militares y paramilitares, según coinci<strong>de</strong>n algunos panelistas.Se hizo evi<strong>de</strong>nte la existencia <strong>de</strong> asociaciones <strong>de</strong> victimas en <strong>las</strong> dosúltimas décadas, con lo que se hace referencia a la posibilidad <strong>de</strong>participación activa <strong>de</strong> el<strong>las</strong> y no bajo la figura <strong>de</strong> una Comisión que<strong>de</strong>sarticula el proceso histórico <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas. “Las víctimas nonecesitamos que nos representen”, manifiesta el columnista IvánCepeda, otro <strong>de</strong> los expertos participantes en este panel.Sostiene que estas víctimas han sido <strong>de</strong>sconocidas por una ley quetampoco reconoce la participación <strong>de</strong> agentes estatales en crímenes<strong>de</strong> lesa humanidad. “Hasta que no se reconozca que agentesestatales han cometido crímenes contra la humanidad será muy difícilavanzar hacia la erradicación plena y total <strong>de</strong> <strong>las</strong> causas que hanmotivado el conflicto armado y buena parte <strong>de</strong> sus daños y el impacto<strong>de</strong> la violencia”, afirma Cepeda.La participación <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas no se resuelve en foros, sino cuandoson sujetos procesales. La ley no es un acuerdo entre <strong>las</strong> partes y nole resta po<strong>de</strong>r a los grupos paramilitares, pues “esto no correspon<strong>de</strong>a la ley sino a la voluntad política”.La recién creada Comisión <strong>de</strong> Reparación y Reconciliación ha tenidoun comienzo un poco en falso al señalar que auspiciará la creación <strong>de</strong>asociaciones <strong>de</strong> víctimas. “No necesitamos que nadie nos organicesino que sencillamente se respete nuestro <strong>de</strong>recho a existir y actuarpúblicamente, eso es lo que le hemos reclamado al Estado en15


múltiples escenarios y también lo hemos dicho a los agentes <strong>de</strong>violencia en Colombia”, manifiesta.Un camino hacia la impunidadLa ley en <strong>de</strong>finitiva no es ese acuerdo entre partes contrincantes que<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una discusión y una negociación han logrado acordarciertas reg<strong>las</strong> <strong>de</strong> juego. Se ha tratado <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> conciliaciónlogrado a través <strong>de</strong> varias etapas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mesa <strong>de</strong> negociación <strong>de</strong>Ralito entre el Alto Comisionado con los comandantes paramilitares.Para el movimiento <strong>de</strong> víctimas <strong>de</strong> crímenes <strong>de</strong> Estado, constituye unpapel fundamental el concepto <strong>de</strong> dignidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas. A través<strong>de</strong> este proceso <strong>de</strong> discusión no se reconoce su existencia, unelemento fundamental <strong>de</strong> la reconciliación. Se requiere que haya unano repetición efectiva <strong>de</strong> los crímenes.Según Cepeda, hay suficiente documentación para afirmar que no sonlos agentes estatales quienes han actuado como ruedas sueltas enconvivencia con los grupos paramilitares. Hay una historia y unasestructuras que han actuado en <strong>las</strong> últimas décadas que muestranque estos grupos han sido una estrategia contrainsurgente. Lamayoría <strong>de</strong> los instructores <strong>de</strong> los grupos paramilitares son retirados<strong>de</strong> la fuerza pública y en todas <strong>las</strong> estructuras <strong>de</strong> estos grupos existeun responsable <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones con el ejército y la policía.En conclusión –según Cepeda-, en un contexto electoral, el problemano es solamente el <strong>de</strong> la verdad, la justicia y la reparación, sino si vaa volver ha haber <strong>de</strong>mocracia en Colombia y que tanto los elegidoscomo los electores puedan ejercer sus <strong>de</strong>rechos políticos en medio <strong>de</strong>tantos intereses y conflictos.16


Hizo entrega al Fiscal General <strong>de</strong> un informe <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones <strong>de</strong><strong>de</strong>rechos humanos que con<strong>de</strong>nsa 14.400 casos en los que estaríanimplicados grupos paramilitares y funcionarios <strong>de</strong>l Estado.17


Panel 2Los paramilitares y la reinserciónMo<strong>de</strong>rador. Rodrigo Pardo. Editor revista Semana.Ponente. Mauricio Romero. Investigador y director <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong>Estudios Políticos Internacionales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong>l RosarioPanelistas- Alfredo Witschi-Cestari. Representante resi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Programa</strong> <strong>de</strong><strong>las</strong> Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- Alonso Salazar. Secretario <strong>de</strong> Gobierno <strong>de</strong> la Alcaldía <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín- Darío Villamizar. Coordinador <strong>de</strong>l <strong>Programa</strong> <strong>de</strong> la Alcaldía <strong>de</strong> Bogotá<strong>de</strong> Atención a la Población Reincorporada complementario al<strong>Programa</strong> <strong>de</strong> Reinserción <strong>de</strong>l Gobierno Nacional- Luis Evelis Andra<strong>de</strong>. Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Organización NacionalIndígena <strong>de</strong> Colombia- José Félix Lafaurie. Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración Nacional <strong>de</strong>Gana<strong>de</strong>ros (Fe<strong>de</strong>gán)- Juan B. Pérez. Asesor <strong>de</strong> la Oficina <strong>de</strong>l Alto Comisionado para la Paz- Jairo Libreros. Experto en seguridad y <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la UniversidadExternado <strong>de</strong> Colombia.Presentación <strong>de</strong>l panelEl panel 2 tuvo como eje temático la discusión sobre la polémica <strong>de</strong>los paramilitares y la reinserción, a partir <strong>de</strong> la ponencia presentadapor el investigador Mauricio Romero. El tema <strong>de</strong>l paramilitarismo semueve entre dos polos: <strong>de</strong> una parte, están los optimistas, paraquienes el país atraviesa por un periodo <strong>de</strong> transición hacia elposconflicto y la paz; y en el otro extremo están quienes afirman quevivimos en un periodo <strong>de</strong> consolidación <strong>de</strong> nuevas mayoríaselectorales con una alta probabilidad <strong>de</strong> que el conflicto y la violenciase prolonguen. Expertos <strong>de</strong> diferentes ten<strong>de</strong>ncias y sectores abordanestos aspectos.1


Ponencia: Mauricio Romero, investigadorNarcotráfico vs fortalecimiento <strong>de</strong> la civilidadEl tema <strong>de</strong>l paramilitarismo se mueve entre dos polos: por un ladoestán los optimistas, para quienes el país está atravesando por unperiodo <strong>de</strong> transición hacia el posconflicto y la paz; en el otroextremo están quienes afirman que vivimos en un periodo <strong>de</strong>consolidación <strong>de</strong> nuevas mayorías electorales con una altaprobabilidad <strong>de</strong> que el conflicto y la violencia se prolonguen.Centroamérica podría ser un referente importante para abordar estostemas en varios aspectos:• Inclusión política. En Centroamérica se dio un mecanismoamplio <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> todos los sectores sociales, queestaba inmersa en un ambiente generalizado <strong>de</strong> reconciliación.En el caso colombiano estas dos condiciones no se cumplen o almenos son relativas. Ni en Centroamérica ni en Colombia huboni hay un plan <strong>de</strong> reinserción como tal, puesto que este tipo <strong>de</strong>programas por lo general son el resultado y <strong>de</strong> políticas yprácticas proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l extranjero. “En el país se observamás bien una recomposición <strong>de</strong> elites tradicionales regionales,así como una inclusión <strong>de</strong> sectores ligados <strong>de</strong> manera directa oindirecta con el narcotráfico, por ello se dice que los sistemaspolíticos locales y la <strong>de</strong>mocracia están en riesgo”.• Políticas <strong>de</strong> equidad y distribución <strong>de</strong> recursos. En Colombia lanegociación está ratificando la concentración <strong>de</strong> riqueza ytierras por medios violentos• Reformas en áreas <strong>de</strong> seguridad y disminución <strong>de</strong>l gasto militar.En Colombia se está privatizando la seguridad y se constituyencompañías privadas creadas por grupos ligados a los<strong>de</strong>smovilizados y a los antiguos jefes <strong>de</strong> <strong>las</strong> AUC. A su turno, el2


narcotráfico se constituye en un gran obstáculo para elfortalecimiento <strong>de</strong> la civilidad.En este panorama surgen varios interrogantes: ¿Cuál es el objetivo<strong>de</strong> la reinserción? ¿Cómo realizar el papel <strong>de</strong> Estado en el proceso?¿Por qué la reinserción tiene un perfil bajo en el Estado y elprotagonismo lo están asumiendo más los niveles subnacionales? ¿Elproyecto <strong>de</strong> reinserción con los paramilitares es compatible con unaconcepción civilista y <strong>de</strong>mocrática? Todas estas preguntas quedanplateadas para reflexionar en torno a el<strong>las</strong> y están por respon<strong>de</strong>r.El <strong>de</strong>bate: reconciliación, necesidad apremianteLa reinserción ya no es un problema para mañana, es <strong>de</strong> hoy y <strong>de</strong>beresolverse hoy. Las Naciones Unidas <strong>de</strong>ben estar más involucradas enel proceso, es imposible que el proceso siga sin su presencia, ya seacomo garantes, asesoras o verificadoras, ya que cuentan con laexperiencia y reconocimiento necesarios para dotarlo <strong>de</strong> mayorlegitimidad, en especial, en el ámbito internacional.Alfredo Witschi-Cestari, representante resi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l PNUD, dice:“Soy <strong>de</strong> Naciones Unidas y me siento con <strong>las</strong> manos bloqueadasporque ha habido en el contexto <strong>de</strong> los buenos oficios, <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>que nos alejamos <strong>de</strong> todo el proceso <strong>de</strong> negociación y <strong>de</strong><strong>de</strong>smilitarización. Estoy totalmente <strong>de</strong> acuerdo con eso, pero lareinserción va más allá <strong>de</strong> los reinsertados”. Es un problema socialcivil que concierne a la comunidad, a los colombianos en general, queincluye a los <strong>de</strong>splazados y a <strong>las</strong> víctimas. Para Witschi es importantecontar con el instrumento que significa la comisión <strong>de</strong> reconciliaciónporque si el débil tiene dificulta<strong>de</strong>s pue<strong>de</strong> utilizarlo.3


Witschi, en su condición <strong>de</strong> representante <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas,contribuye con su aporte en este panel <strong>de</strong> reinserción exponiendoaspectos que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva internacional <strong>de</strong>ben ser tenidosen cuenta durante el actual proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización y reinserción<strong>de</strong> los combatientes <strong>de</strong> <strong>las</strong> Auto<strong>de</strong>fensas Unidas <strong>de</strong> Colombia.Una visión <strong>de</strong> conjuntoEn general, “el proceso <strong>de</strong> reinserción parece no estar cumpliendocon unos principios básicos <strong>de</strong> reconciliación a partir <strong>de</strong> los cualespodría forjarse una paz más sólida: pero sin reconciliación el proceso<strong>de</strong>finitivamente fracasa”. Por esta razón la ley <strong>de</strong> justicia y pazrequiere <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> elementos que la complementen y con loscuales a primera vista no cuenta, para enfrentar problemas quehacen parte <strong>de</strong> toda la situación como el narcotráfico, la tragedia <strong>de</strong>l<strong>de</strong>splazamiento y la reparación a <strong>las</strong> víctimas.Los cuatro aspectos que se <strong>de</strong>ben tener en cuenta son: <strong>las</strong>implicaciones sociales <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> inserción, <strong>de</strong> suerte qué tanto<strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s, los <strong>de</strong>splazados y los reinsertados se comuniquen yreconcilien entre ellos. Si esto no suce<strong>de</strong> antes <strong>de</strong>l proceso mismo, ala llegada <strong>de</strong> la nueva gente es imposible lograrlo. “Conozco el caso<strong>de</strong> dos corregimientos con una población total <strong>de</strong> tres mil personas enuna parte <strong>de</strong>l país, que van a recibir a cuatro mil reinsertados, lo queimplica con <strong>las</strong> respectivas familias cinco, seis o siete mil personasadicionales. ¿Cuál es el resultado <strong>de</strong> eso? La posibilidad <strong>de</strong> tres milnuevos <strong>de</strong>splazados”, anota Witschi.El otro es la necesaria participación <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas. En estadimensión se hace especial énfasis y se recuerda que contar con laexperiencia y legitimidad internacional <strong>de</strong> la ONU es clave para elbuen curso <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> reinserción a<strong>de</strong>lantado en Colombia4


Es fundamental también el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s proyectos <strong>de</strong>reconstrucción y se <strong>de</strong>sestima –en opinión <strong>de</strong> la ONU- la creación <strong>de</strong>una oficina central para que administre todo lo concerniente a lareinserción, puesto que más bien se requieren el establecimiento <strong>de</strong>procesos <strong>de</strong> coordinación <strong>de</strong> políticas coherentes.En cuanto a la Comisión <strong>de</strong> Reconciliación se la califica como unorganismo débil pero que ante <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s actuales <strong>de</strong>be serempleado, buscando su máximo aprovechamiento. Por otra parte, esfundamental que el proceso amplíe su mirada y la participación <strong>de</strong>toda la sociedad, <strong>las</strong> instituciones y la intervención <strong>de</strong> la ONU, puestoque es una situación que compete a todo el conjunto <strong>de</strong>l paísEn pro <strong>de</strong> la reconstrucción <strong>de</strong>l paísEn opinión <strong>de</strong> Witschi, <strong>de</strong>be haber una visión <strong>de</strong> conjunto y no esnecesaria una oficina central <strong>de</strong> reinserción, porque el problema es <strong>de</strong>competencia <strong>de</strong> todo el gabinete, no solo <strong>de</strong> uno o dos ministerios,sino <strong>de</strong> todos y cada uno <strong>de</strong> ellos. A<strong>de</strong>más, instituciones <strong>de</strong>l Estadocomo el Instituto <strong>de</strong> Bienestar Familia (ICBF) tienen un papel claveen el proceso <strong>de</strong> reinserción, “entonces más que una oficina que seocupe <strong>de</strong> eso, tiene que haber un proceso <strong>de</strong> coordinación y <strong>de</strong>división política que los lleve a todos a realizar su trabajo”, señala.De otra parte, la ley 975 necesita ser complementada con otras leyesy acciones. Tiene que ser reglamentada, y no resolverá el problemapor sí sola, porque no es más que una pequeña parte <strong>de</strong> algo muchomás gran<strong>de</strong>. Según Witschi: “Me preocupa no ver muy bien cómo losotros elementos que constituyen el marco <strong>de</strong> operación y trabajo <strong>de</strong>un proceso <strong>de</strong> reinserción y <strong>de</strong> reconciliación pue<strong>de</strong> llevarse a cabo.Sin reconciliación no es posible llegar a nada”.5


La reinserción no es una parte <strong>de</strong> la solución, tiene que ir a la par conla solución <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas y <strong>de</strong>splazamiento. ¿Cómo sepue<strong>de</strong> llevar a cabo una reinserción que sea coherente y que tengaposibilidad <strong>de</strong> contribuir a la paz dura<strong>de</strong>ra? Es muy complicadomientras existan cientos <strong>de</strong> miles <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazados sin solución, puestoque ellos también tienen que ser reinsertados.El país <strong>de</strong>be reconstruirse, se requiere <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s planes para elloscon el sector privado, con todos los sectores y con la comunidadinternacional -los bancos internacionales, el Banco Mundial, laCorporación Andina <strong>de</strong> Fomento (CAF). En este sentido, Witschipropone negociar los fondos requeridos, buscar la factibilidad <strong>de</strong>lcanje <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda externa que permita que los pagos se hagan a unfondo <strong>de</strong> reparación y no a los acreedores internacionales.Experiencia <strong>de</strong> los gobiernos localesTanto Bogotá como Me<strong>de</strong>llín se han constituido en centros receptores<strong>de</strong> la afluencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilizados <strong>de</strong> <strong>las</strong> AUC en proceso <strong>de</strong>reinserción hacia la vida civil. Los dos gobiernos se han visto en laobligación <strong>de</strong> incluir <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus respectivos planes, capítulosespecíficos en los cuales se trata <strong>de</strong> manera especial el tema <strong>de</strong> la<strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> combatientes, en especial, en lo concerniente a<strong>las</strong> políticas públicas que se <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>sarrollar para la plenareinserción tanto económica como social <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> población.Bogotá, todo un procesoEl Plan <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo Bogotá sin indiferencia 2004-2007 creó unprograma complementario <strong>de</strong> atención para la poblaciónreincorporada que se encuentra en la ciudad. Éste ha sufrido unafuerte crisis durante sus seis meses <strong>de</strong> puesta en marcha conrespecto a los reincorporados que se encuentran en albergues. En losbarrios existe la sensación <strong>de</strong> que los robos, el bandolerismo y la6


inseguridad están estrechamente ligados a la presencia <strong>de</strong> los<strong>de</strong>smovilizados en los diversos sectores.“Esta crisis nos ha permitido conocer la problemática <strong>de</strong> Bogotá, nobasarnos en estudios y especulaciones, sino ir directamente a losalbergues a trabajar con los mismos incorporados esta problemática”,observa Darío Villamizar, coordinador <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> Atenciónpara la población reincorporada <strong>de</strong> la Alcaldía <strong>de</strong> Bogotá.La Alcaldía viene <strong>de</strong>sarrollando programas específicos para que elpaso <strong>de</strong> los <strong>de</strong>smovilizados <strong>de</strong> los albergues a hogares comunes enlos barrios sea lo menos traumático posible y por tanto ha trabajadopara acercar la oferta distrital a los <strong>de</strong>smovilizados en una labor quese está realizando en forma mancomunada con <strong>las</strong> alcaldías locales.A<strong>de</strong>más, en pro <strong>de</strong> una labor efectiva y positiva el gobierno local hamotivado la participación conjunta <strong>de</strong> los cinco actores <strong>de</strong>l proceso:los reinsertados, la sociedad en general, el gobierno nacional, elgobierno distrital y <strong>las</strong> organizaciones sociales.En el caso <strong>de</strong>l Plan <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo este programa está inscrito en loque se llama el eje <strong>de</strong> reconciliación. Éste es uno <strong>de</strong> los propósitosclaros que tiene la Alcaldía <strong>de</strong> Bogotá para la poblaciónreincorporada. Esto señala, <strong>de</strong> alguna manera, <strong>las</strong> diferenciassustanciales que tiene el gobierno local con el nacional relacionadascon la participación <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilizados y reincorporados enactivida<strong>de</strong>s militares, así sea <strong>de</strong> manera voluntaria como lo señalanlos artículos 9 y 10 <strong>de</strong> la ley 128 o el <strong>de</strong>creto 2767 y peor aún elartículo 11 <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> justicia y paz, que consagra la obligatoriedad<strong>de</strong> la colaboración <strong>de</strong> los <strong>de</strong>smovilizados individuales para el<strong>de</strong>smantelamiento <strong>de</strong> sus grupos y con esto tendrían <strong>de</strong>recho a losbeneficios que se les brindan.7


De manera que hasta lo que en el momento ha sido consagrado comovoluntario ahora es obligatorio a partir <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> justicia y paz. “Nonos gusta que a los <strong>de</strong>smovilizados que se encuentran en Bogotá seles lleven operativos militares, así suscriban actas afirmando lavoluntariedad <strong>de</strong> la acción. Esto conlleva problemas para ellos, susfamilias y los <strong>de</strong>más reincorporados que se encuentran en un barrio oen una localidad y, en general, para la ciudad”.Según Villamizar, no cabe duda <strong>de</strong> que algunos <strong>de</strong> los problemas quese presentaron en marzo, abril, mayo e incluso julio y que llevaron <strong>de</strong>alguna manera a cambiar la política <strong>de</strong>l gobierno nacional han sidoocasionados por motivo <strong>de</strong> retaliaciones contra personas que hancolaborado con información. La situación ha tomado talesdimensiones que a modo <strong>de</strong> ver <strong>de</strong> la Alcaldía los inci<strong>de</strong>ntespresentados en algunos albergues <strong>de</strong>ben ser interpretados comoretaliaciones directas con motivo <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> antiguosmiembros <strong>de</strong> <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas en operaciones militares.En <strong>de</strong>finitiva, la Alcaldía <strong>de</strong> Luis Eduardo Garzón se muestra contrariaa la política <strong>de</strong>l gobierno nacional en lo concerniente a la participación<strong>de</strong> ex miembros <strong>de</strong> <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas en operaciones militaresa<strong>de</strong>lantadas por <strong>las</strong> Fuerzas <strong>de</strong>l Estado. Según el gobierno distritalesta participación <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong> carácter voluntario y no <strong>de</strong>beconstituirse en un requisito <strong>de</strong> obligatorio cumplimiento para que losreinsertados puedan acce<strong>de</strong>r a los beneficios económicos y <strong>de</strong> ley queel gobierno nacional ha diseñado.Villamizar propone la realización <strong>de</strong> un encuentro <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s quehan tenido mayor afluencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilizados y <strong>de</strong> reincorporados,tales como Bogotá, Me<strong>de</strong>llín, Cali, Montería y Cúcuta. Se trataría <strong>de</strong>evaluar la actual política <strong>de</strong> reinserción <strong>de</strong>l gobierno nacional para8


diseñar en forma conjunta una serie <strong>de</strong> recomendaciones, así comointercambiar experiencias <strong>de</strong> los logros obtenidos.Me<strong>de</strong>llín: nnecesidad <strong>de</strong> productividad y <strong>de</strong>mocratizaciónLa Alcaldía <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín le ha apostado al proceso <strong>de</strong> reinserción condos supuestos: que la mayor parte <strong>de</strong> los reinsertados puedantransformarse en seres productivos para la sociedad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diversospuntos <strong>de</strong> vista no solo como obreros o empleados, sino como sujetos<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia; y con la institucionalización como objetivoindispensable <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong> la reinserción <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> la ciudad. Sin la consecución <strong>de</strong> estos dos objetivos,la Alcaldía consi<strong>de</strong>ra que el programa fracasará <strong>de</strong> forma inevitable.“Si cualquiera <strong>de</strong> esos dos aspectos nos falla, para nosotros elproceso está trunco. No tiene sentido que se sigan haciendoreinserciones si eso no conllevan al fortalecimiento <strong>de</strong>l Estado entodos sus niveles y ese es para nosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vistapolítico y estratégico el gran <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> todo este proceso”, expresaAlonso Salazar, secretario <strong>de</strong> Gobierno <strong>de</strong> la Alcaldía <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín.Por eso, es fundamental <strong>de</strong>nunciar todo cuánto haya <strong>de</strong> irregular enel proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización y reincorporación, así como aceptarerrores por parte <strong>de</strong>l propio gobierno. Para que <strong>las</strong> <strong>de</strong>nuncias tengansentido tienen que ser veraces.Se trata <strong>de</strong> un proceso muy complejo y heterogéneo <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín-opina Salazar-, es una reacción social que ha permitido a paso muylento una disminución <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> homicidios, fortalecimiento <strong>de</strong> laorganización social y comunitaria y <strong>de</strong> una conciencia social muchomás atada al espíritu <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> 1991 que a los9


pensamientos intransigentes <strong>de</strong> antes <strong>de</strong> esa Carta, tanto <strong>de</strong><strong>de</strong>rechas como <strong>de</strong> izquierdas.El paramilitarismo encierra un conjunto <strong>de</strong> intersecciones muycomplejas <strong>de</strong> diseccionar, en <strong>las</strong> cuales está el fenómeno <strong>de</strong>lnarcotráfico, el tema asociado con la lucha contrainsurgente, <strong>las</strong>acciones <strong>de</strong> estos grupos contra sectores <strong>de</strong>mocráticos y <strong>de</strong>izquierda, que la ciudad los ha vivido <strong>de</strong> manera dramática y <strong>de</strong> otrasformas extendidas <strong>de</strong> criminalidad que plantean una conjunción.Es un <strong>de</strong>ber político <strong>de</strong> la Alcaldía y <strong>de</strong> la sociedad procurar que elproceso <strong>de</strong> reincorporación sea auténtico y sincero y si no es asíestablecer <strong>las</strong> <strong>de</strong>nuncias <strong>de</strong> los procedimientos y <strong>las</strong> movilizacionesnecesarias para que sea replanteado o abolido en pro <strong>de</strong> queColombia avance hacia un proceso <strong>de</strong> paz.“Des<strong>de</strong> la Alcaldía hemos dicho que este proceso es insuficiente, nosólo por todo lo que el Estado tendrá que hacer para que la paz lleguea nosotros, sino <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la paz y la negociaciónmás inmediata. Insistimos en que sin mecanismos reales <strong>de</strong>reparación esto es un proceso absolutamente cojo”, sostiene.El gobierno <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín ha apoyado <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>cidida el proceso<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio <strong>de</strong> la campaña electoral <strong>de</strong>l entonces candidato yactual alcal<strong>de</strong> Sergio Fajardo. Durante su administración se hatrabajado con relativo éxito en los programas <strong>de</strong> reinserción con los<strong>de</strong>smovilizados <strong>de</strong> <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas <strong>de</strong>l Bloque Cacique Nutibara. Elnúmero total <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilizados <strong>de</strong> este Bloque ascien<strong>de</strong> a 864. En laactualidad cursan 80 procesos <strong>de</strong> ex miembros <strong>de</strong> dicho bloque en laFiscalía General, 20 <strong>de</strong>smovilizados han sido <strong>de</strong>tenidos por unespectro muy amplio <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos, mientras que 33 ex integrantes <strong>de</strong>l10


Cacique Nutibara están en prisión por causa <strong>de</strong> <strong>de</strong>litos cometidosantes <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización.Según <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s antioqueñas ésta es una muestra más <strong>de</strong> queel proceso no se traduce en borrón y cuenta nueva y por tanto serequiere compromiso por parte <strong>de</strong> la sociedad en general, voluntadpolítica para aplicar la ley y conciencia <strong>de</strong> que sin reparación elproceso es incompleto.En días pasados la Organización Internacional para <strong>las</strong> Migraciones(OIM) a<strong>de</strong>lantó un estudio sobre el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización enMe<strong>de</strong>llín, con resultados en general positivos, pero con la claridad <strong>de</strong>que no está exento <strong>de</strong> dificulta<strong>de</strong>s. Para <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s, lo esenciales que para la sociedad se está recuperando una mano <strong>de</strong> obra <strong>de</strong>guerra muy gran<strong>de</strong> que estaba causando un gran daño.Las minorías étnicas tienen la palabraExiste un acuerdo general frente al hecho <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>smovilización yla reinserción <strong>de</strong> ex combatientes es un asunto que compete no sóloal Estado, sino a la sociedad en su conjunto y por tanto requiere <strong>de</strong> laactiva participación <strong>de</strong> <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s indígenas, <strong>de</strong> <strong>las</strong> negritu<strong>de</strong>s,<strong>de</strong> los campesinos, <strong>de</strong> la aca<strong>de</strong>mia, <strong>de</strong>l sector privado, entre otros.En la medida en que este proceso no sea lo más concertado y pluralposible, es muy poco probable que la sociedad logre reconciliarse ypor tanto fracasará <strong>de</strong> forma inexorable. Unos <strong>de</strong> los problemascentrales que requiere <strong>de</strong> una solución inmediata, es el concernientea la repartición <strong>de</strong> la tierra y el acceso a ésta.Para el representante indígena Luis Evelis Andra<strong>de</strong>, “hablar <strong>de</strong>reinserción implica necesariamente recordar que quienes van a entrar11


en este proceso por la experiencia que hemos vivido han generadodolor, han generado <strong>de</strong>sarraigo, han generado <strong>de</strong>splazamiento”.En este sentido es indispensable abrir escenarios posibles paraescuchar la palabra <strong>de</strong> <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s, que digan qué está pasandoy hacia dón<strong>de</strong> reorientar el proceso para que el Estado tome <strong>las</strong>respectivas <strong>de</strong>terminaciones y <strong>las</strong> medidas más pertinentes en or<strong>de</strong>na que este proceso <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> reinserción sea efectivo.Ahora bien, esto no se pue<strong>de</strong> hacer sin la sociedad civil. Es imposibleque se ignore el trabajo que ésta hace, por ejemplo, el papel <strong>de</strong> laIglesia y <strong>de</strong>l sector privado que participa <strong>de</strong> la propuesta y que estádispuesto a contribuir por su propia iniciativa.Los <strong>de</strong>smovilizados se van a reinsertar en comunida<strong>de</strong>s que existen,por tanto <strong>las</strong> van a afectar <strong>de</strong> forma directa, tercia Witschi, entonceses indispensable que estén involucradas en el proceso y vean subeneficio y no necesariamente que se conviertan en receptorespasivos y se constituyan luego en presa fácil <strong>de</strong> la situación.Este proceso <strong>de</strong> reinserción <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> que en efecto se haganrealidad los procesos <strong>de</strong> verdad, pero no solo referida a losvictimarios directos –quienes se reinsertan-, sino a todos a quieneshan participado <strong>de</strong> este proceso paramilitar, incluido el mismoEstado, ya sea por acción u omisión. En este sentido, la reparacióntendrá que darse también en <strong>las</strong> dos direcciones y, en especial, <strong>de</strong>begarantizarse el retorno <strong>de</strong> <strong>las</strong> tierras a <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s negras,indígenas y campesinas <strong>de</strong>splazadas.Al igual que otros panelistas insiste en los cuestionamientos <strong>de</strong> losindígenas frente a la participación <strong>de</strong> ex combatientes paramilitaresen operaciones militares. “Deben abrirse escenarios para escuchar <strong>las</strong>12


voces <strong>de</strong> <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s... Los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los reinsertados nopue<strong>de</strong>n violar en forma directa o indirecta los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> <strong>las</strong>víctimas”, concluye.Tierras a sus dueñosEs un hecho que <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s indígenas, <strong>las</strong> afrocolombianas y,en general, todas aquel<strong>las</strong> minorías étnicas que tienen asiento en elpaís, se han visto afectadas por <strong>las</strong> dinámicas <strong>de</strong> la confrontaciónarmada que vive Colombia. Asimismo, uno <strong>de</strong> los puntos en loscuales se hace más hincapié por parte <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los sectores<strong>de</strong> opinión es la necesidad <strong>de</strong> que la reparación se haga por vía <strong>de</strong> la<strong>de</strong>volución <strong>de</strong> <strong>las</strong> tierras para aquel<strong>las</strong> poblaciones a <strong>las</strong> cuales leshan sido usurpadas mediante el empleo ilegitimo <strong>de</strong> la violencia.Las comunida<strong>de</strong>s indígenas y varios sectores <strong>de</strong> la sociedad sepreguntan si la ley <strong>de</strong> justicia y paz contempla mecanismos efectivospara que estas poblaciones sin tierra puedan materializar su <strong>de</strong>seo <strong>de</strong>acce<strong>de</strong>r realmente a una porción <strong>de</strong> suelo. Sin embargo, otro puntomuy importante para estos grupos tiene que ver con el efectivo<strong>de</strong>smantelamiento <strong>de</strong> la estructura paramilitar.De manera específica, <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s indígenas reclaman unamayor participación y vocería <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l proceso que se a<strong>de</strong>lanta con<strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas, a la vez que <strong>de</strong>nuncian graves <strong>de</strong>ficiencias que a sumodo <strong>de</strong> ver tiene el proceso en lo que se refiere al retorno <strong>de</strong> <strong>las</strong>comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>splazadas y <strong>las</strong> garantías para éstas, la situación <strong>de</strong>los pueblos indígenas en un contexto <strong>de</strong> posconflicto y los <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas y su vocería.Andra<strong>de</strong> se refiere a la necesidad imperiosa <strong>de</strong> que el proceso con losparamilitares conlleve a que <strong>las</strong> instituciones y el Estado rompan13


<strong>de</strong>finitivamente con la influencia, económica, política y social queestos grupos ilegales han ejercido durante años.Preocupa en suma el posconflicto, qué va a pasar con los pueblosindígenas con relación a sus territorios y posiciones, y qué suce<strong>de</strong>rá<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> paz. El proceso <strong>de</strong> reinserción y los <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> los reinsertados no pue<strong>de</strong> obviar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas.Sector privado y productivoEn opinión <strong>de</strong> José Félix Lafaurie, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>raciónNacional <strong>de</strong> Gana<strong>de</strong>ros (Fe<strong>de</strong>gan), en su calidad <strong>de</strong> representante <strong>de</strong>lsector privado, coinci<strong>de</strong> con sus antecesores en el uso <strong>de</strong> la palabraen el sentido <strong>de</strong> que el país ha avanzado más en <strong>de</strong>smovilización,menos en reinserción y muy poco en atención a los territorios.De otra parte el proceso <strong>de</strong>be garantizar tres aspectos esenciales.• Que se cumpla con lo acordado• Que <strong>de</strong>finitivamente se establezca el monopolio <strong>de</strong> la fuerza enmanos <strong>de</strong>l estado• Que se <strong>de</strong>fina los temas sobre la distribución <strong>de</strong> la tierra, con elfin <strong>de</strong> generar condiciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social que contribuyancon el bienestar colectivo y la cohesión socialFalta conciencia sobre lo que suce<strong>de</strong> en <strong>las</strong> regiones. Una parte <strong>de</strong>lsector más vulnerable rural son los 403.000 gana<strong>de</strong>ros que tienenmenos <strong>de</strong> cincuenta animales, es <strong>de</strong>cir, un patrimonio que no alcanzaa superar los 40 millones <strong>de</strong> pesos. Esos son la carne <strong>de</strong> cañón. Si elproceso no se hace <strong>de</strong> forma dinámica volverán a ser presa nosolamente <strong>de</strong> los grupos insurgentes, sino <strong>de</strong> ciertos actores socialesque inician con pequeños <strong>de</strong>litos y llegan a la criminalidad.14


Si la sociedad no acoge a los <strong>de</strong>smovilizados en <strong>las</strong> zonas urbanas orurales, serán mano <strong>de</strong> obra calificada para la guerra, en manosquizás <strong>de</strong>l mayor generador <strong>de</strong> conflicto como lo es el narcotráfico.Perspectiva <strong>de</strong>l gobierno nacionalJuan B. Pérez, asesor <strong>de</strong>l Alto Comisionado para la Paz, <strong>de</strong>jó enclaro los beneficios generados por el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización,sobre todo en materia <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público. Para el gobierno es claro que<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> negociación con los paramilitares, <strong>las</strong>masacres, homicidios, reclutamiento forzoso –en especial, <strong>de</strong>menores <strong>de</strong> edad- y secuestros, atribuidos a estos grupos, handisminuido y en algunos casos <strong>de</strong>saparecido.Según <strong>las</strong> proyecciones gubernamentales al finalizar 2005, alre<strong>de</strong>dor<strong>de</strong> 22.000 miembros <strong>de</strong> la AUC habrán <strong>de</strong>jado <strong>las</strong> armas comoresultado <strong>de</strong>l proceso con esta organización y sus diversas facciones.Ya lo hicieron 10.554. Sin embargo, aun no es clara la manera cómose va a financiar el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> algo más <strong>de</strong>22.000 personas, ya que se requiere <strong>de</strong> una gran cantidad <strong>de</strong>recursos económicos y humanos.Es <strong>de</strong> incalculable valor que aquellos individuos que han venido<strong>de</strong>linquiendo se reincorporen a la vida civil y a su vez hagan parte <strong>de</strong>la dinámica económica <strong>de</strong> la sociedad. Sin embargo, esto supone ungran reto para <strong>las</strong> autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>bido a que si bien a estos individuosse les <strong>de</strong>be dar una ocupación, no es serio pensar que estas personasvan a estar dispuestas a integrarse al mercado laboral en condicionessimilares a <strong>las</strong> <strong>de</strong> un trabajador que <strong>de</strong>vengue el salario mínimo, es<strong>de</strong>cir, en condiciones sociales y económicas inferiores en comparacióna <strong>las</strong> que tenían antes <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> la ilegalidad.15


Por esta razón se han consi<strong>de</strong>rado programas que apuntan aconvertir a los <strong>de</strong>smovilizados en trabajadores productivos que <strong>de</strong>manera paulatina tengan la posibilidad <strong>de</strong> constituirse en socios <strong>de</strong>sus negocios e incluso en verda<strong>de</strong>ros empresarios.Para el tejido social es <strong>de</strong>finitiva la participación <strong>de</strong>l sector privado.Del mismo modo <strong>de</strong>ben hacer parte <strong>de</strong> este proceso los campesinos<strong>de</strong> <strong>las</strong> diversas regiones e incluso grupos <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazados noocasionados por parte <strong>de</strong> los grupos paramilitares. Así mismo, elgobierno es consciente sobre la necesidad <strong>de</strong> que se a<strong>de</strong>lante unproceso <strong>de</strong> acompañamiento sicosocial con los <strong>de</strong>smovilizados.En cuanto a la financiación <strong>de</strong> los proyectos productivos, la nación haproyectado que éstos <strong>de</strong>ben provenir <strong>de</strong> créditos agropecuarios y <strong>de</strong>lsistema financiero. Estos dineros serán manejados por una fiducia. Lai<strong>de</strong>a es establecer al menos ocho empresas que vinculen a no menos<strong>de</strong> cuatro mil cabezas <strong>de</strong> familia.El origen <strong>de</strong> <strong>las</strong> tierras posiblemente otorgadas a los <strong>de</strong>smovilizados<strong>de</strong>be ser transparente. Esto será garantizado por parte <strong>de</strong> losorganismos <strong>de</strong> control <strong>de</strong>l Estado, la Defensoría <strong>de</strong>l Pueblo y <strong>las</strong>entida<strong>de</strong>s oficiales mediante la creación <strong>de</strong> comités locales. Aquellos sprovenientes <strong>de</strong> los grupos ilegales a los cuales se les compruebenproblemas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n penal no podrán ser parte <strong>de</strong>l proceso.La <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas constituye un mecanismo queabre <strong>las</strong> puertas a un eventual proceso <strong>de</strong> paz con los movimientosinsurgentes, en la medida en que estas organizaciones armadas haninsistido en la necesidad <strong>de</strong> acabar con el paramilitarismo, comocondición fundamental para iniciar un proceso <strong>de</strong> negociación16


Mercado ilícito <strong>de</strong> armasEl mercado ilícito <strong>de</strong> armas generado a partir <strong>de</strong> la firma <strong>de</strong> losacuerdos <strong>de</strong> paz en Centroamérica, lleva a un análisis sobre <strong>las</strong>ituación a la que está expuesta Colombia en esta materia al culminarel proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>fensa.Para los especialistas como Jaime Libreros, investigador <strong>de</strong> laUniversidad Externado <strong>de</strong> Colombia, el proceso con la AUC fortalecela carrera armamentista interna y pue<strong>de</strong> significar el crecimientoexponencial en los índices <strong>de</strong> homicidios, grupos <strong>de</strong> pandil<strong>las</strong> yaumento <strong>de</strong> grupos <strong>de</strong> seguridad privada, como sucedió en variospaíses centroamericanos.La <strong>de</strong>sproporción que existe en este último aspecto en los países <strong>de</strong>Centroamérica es evi<strong>de</strong>nte. Los casos guatemalteco y salvadoreño <strong>de</strong>posguerra ilustran esta situación. En el primero, la relación es <strong>de</strong>catorce mil guardias privados por seis mil policías, mientras que enEl Salvador la relación es <strong>de</strong> veinte mil privados por trece mil policías.El Estado <strong>de</strong>be ser consiente <strong>de</strong> que en los procesos <strong>de</strong> paz no existeuna equivalencia entre un hombre <strong>de</strong>smovilizado por un armaentregada y resulta evi<strong>de</strong>nte que en ningún ejército legal o ilegalexiste una relación <strong>de</strong> un arma por cada hombre.El problema es tan grave que la media internacional indica que 27%<strong>de</strong> <strong>las</strong> armas ilegales que manejan los grupos armados no seentregan y este porcentaje alcanza 30% en Colombia. Esto significaque cerca <strong>de</strong> doce mil fusiles, tres mil pisto<strong>las</strong> y 70% <strong>de</strong> <strong>las</strong> granadasno serán entregados al finalizar el proceso.De tal suerte que el mercado negro <strong>de</strong> armas en el país se dispararácon la <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>fensa. Este problema17


<strong>de</strong>be ser abordado <strong>de</strong> manera inmediata por parte <strong>de</strong>l gobiernonacional, en la medida en que se tiene establecido que en sectorescomo Soacha están i<strong>de</strong>ntificadas más <strong>de</strong> novecientas pandil<strong>las</strong> todasel<strong>las</strong> ávidas <strong>de</strong> material bélico.En este sentido –concluye- el papel <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas podría sermuy valioso a raíz <strong>de</strong> sus experiencias con la <strong>de</strong>strucción simbólica <strong>de</strong>armas, el trueque armas-proyectos productivos y la participación <strong>de</strong>sectores <strong>de</strong> la sociedad civil en los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarme.18


Panel 3Los ex paramilitares y su participación en políticaMo<strong>de</strong>rador. Roberto Pombo. Editor general El TiempoPonente. Rafael Pardo. Senador <strong>de</strong> la RepúblicaExpertos- Francisco Leal Buitrago. Docente Universidad <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s- María Jimena Duzán. Periodista y columnista- Juan Manuel Toro. Representante <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración Nacional <strong>de</strong>Concejales-Orinoquia- Carlos Alonso Lucio. Asesor político <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong>Santa Fe <strong>de</strong> Ralito- León Valencia. Director Corporación Nuevo Arco Iris- Carlos Gaviria Díaz. Senador <strong>de</strong> la República- Claudia López. Investigadora y columnista Semana.com.Presentación <strong>de</strong>l panelEl panel 3 aborda un can<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>bate sobre la participación <strong>de</strong> los<strong>de</strong>smovilizados en política. El consenso en general <strong>de</strong> los panelistasotorga una gran trascen<strong>de</strong>ncia al hecho <strong>de</strong> la intervención <strong>de</strong> losparamilitares, reinsertados o no, en la política nacional, regional ylocal, incluso muchos <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong> manera abierta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes <strong>de</strong> quese iniciara el proceso <strong>de</strong> conversaciones <strong>de</strong> paz en Santa Fe <strong>de</strong> Ralito.Algunos a<strong>de</strong>más aportan al <strong>de</strong>bate datos sobre lo que se ha conocidocomo el mapa <strong>de</strong> “los innombrables”, es <strong>de</strong>cir, su participación en elseno <strong>de</strong> varios espacios políticos como el Congreso, <strong>las</strong> asambleas<strong>de</strong>partamentales y los concejos municipales. Se insiste mucho en ladiscusión que los relevos <strong>de</strong> elites en la historia <strong>de</strong>l país no hanalterado la concentración <strong>de</strong> la riqueza y el ingreso, lo cual es unindicador <strong>de</strong> la ineficacia política <strong>de</strong> dichas elites. Y se sostiene que la<strong>de</strong>bilidad política <strong>de</strong>l Estado colombiano ha sido una constante<strong>de</strong>terminante, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> surgen los vacíos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r que <strong>de</strong>jan espacioa la ilegalidad y <strong>de</strong>bilitan la <strong>de</strong>mocracia.1


Ponencia: senador Rafael PardoClaridad y transparencia en los mecanismos <strong>de</strong> participaciónpolíticaLos principales puntos planteados por el senador Pardo en suintervención se refieren a:• Desmovilización y reincorporación. Uno <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>lproceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización es el económico, ya que sepreten<strong>de</strong> convertir en microempresarios urbanos y legales apersonas que vienen <strong>de</strong> la ilegalidad armada. Pero es necesarioencontrar mecanismos para que la gente pueda tener empleo,pero en un contexto don<strong>de</strong> se eviten <strong>las</strong> situaciones <strong>de</strong><strong>de</strong>sigualdad con los ex combatientes. Por ello, en los procesos ybeneficios <strong>de</strong> la reincorporación <strong>de</strong>bería incluirse a los excombatientes <strong>de</strong>l servicio militar obligatorio, una población muypobre y vulnerable “que <strong>de</strong>bería tener acceso por lo menos abecas y cupos que les permitan terminar su secundaria”• Reparación a <strong>las</strong> víctimas. La ley <strong>de</strong> justicia y paz <strong>de</strong>jó vacíosen el tema <strong>de</strong> la reparación a <strong>las</strong> víctimas. Sin embargo, aúnpue<strong>de</strong>n crearse mecanismos legales <strong>de</strong> restitución <strong>de</strong> bienes,en particular, <strong>de</strong> bienes agríco<strong>las</strong>• Mecanismos <strong>de</strong> financiación. Se proponen dos fuentes <strong>de</strong>financiación adicionales a <strong>las</strong> existentes aunque insuficientes,con<strong>de</strong>nas a reparación a victimarios y presupuestos públicosque son: canje <strong>de</strong> <strong>de</strong>uda externa con <strong>de</strong>stino al fondo <strong>de</strong>reparación para financiación <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> reparacióncolectivos y aportes <strong>de</strong>l sector privado para estímulos <strong>de</strong>generación <strong>de</strong> empleos para ex combatientes. Se propone unaintensa campaña <strong>de</strong> consecución <strong>de</strong> cooperación externa para2


apoyo <strong>de</strong> estos programas y que este programa haga parte <strong>de</strong>lPlan nacional <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo 2006-2010• Participación en política <strong>de</strong> miembros <strong>de</strong> grupos paramilitares<strong>de</strong>smovilizados. Plantea que los mecanismos <strong>de</strong> participación<strong>de</strong>ben establecerse por encima <strong>de</strong> la mesa <strong>de</strong> diálogo, no por<strong>de</strong>bajo. No tiene legitimidad colarse en listas. Por eso propusollegar a un compromiso expreso y un sistema <strong>de</strong> verificaciónque incluye: no participar en estas elecciones pero sí en <strong>las</strong> <strong>de</strong>asambleas y concejos <strong>de</strong>l 2007, a través <strong>de</strong> una circunscripciónespecial, previa verificación <strong>de</strong> la no reinci<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong> laresolución <strong>de</strong> la situación judicial <strong>de</strong> los posibles candidatos• Urge reconcialiación nacional. Se requiere <strong>de</strong> un programanacional <strong>de</strong> atención a víctimas <strong>de</strong> la violencia y a sus excombatientes para que pueda haber una real reconciliaciónnacional. No es suficiente la atención a ex paramilitares que se<strong>de</strong>smovilicen ni a ex guerrilleros <strong>de</strong>sertores. La reconciliaciónexige dar atención a <strong>las</strong> víctimas y a los ex soldados, exsuboficiales y ex oficiales hasta el grado <strong>de</strong> teniente. Así comoun trabajo <strong>de</strong> la sociedad en general, que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá en granmedida <strong>de</strong>l éxito en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los programas con <strong>las</strong>víctimas y a los ex combatiente. Para los ex soldados seproponen programas <strong>de</strong> educación y capacitación, así comoterapias tanto sicológicas como físicas, con énfasis especial enlos que sufren discapacida<strong>de</strong>s, en particular, pérdida <strong>de</strong>miembros u órganos; para los ex combatientes ilegalesprogramas <strong>de</strong> empleo y <strong>de</strong> generación <strong>de</strong> ingresos, así como <strong>de</strong>atención sicológica en los casos en que los especialistas losrecomien<strong>de</strong>n; y para <strong>las</strong> víctimas programas <strong>de</strong> reparacióncolectivos y <strong>de</strong> in<strong>de</strong>mnización y restitución individuales.3


Polémica sobre el contexto políticoEl relevo <strong>de</strong> elites tanto <strong>de</strong> la economía como <strong>de</strong> la política en lahistoria <strong>de</strong>l país ha tenido una constante sin excepción, no obstantelos cambios estructurales que han ocurrido sobre todo en el siglopasado no se han alterado la concentración <strong>de</strong> la riqueza y el ingreso.Sin embargo, en <strong>las</strong> últimas décadas se ha pasado <strong>de</strong> un país pobre,rural, atrasado, a uno urbano y mo<strong>de</strong>rnizado en términos capitalistas<strong>de</strong>pendientes. Éste es un indicador importante acerca <strong>de</strong> la eficacia oineficacia política <strong>de</strong> <strong>las</strong> elites. Cuando se habla <strong>de</strong> relevo <strong>de</strong> elites,no se hace referencia a un relevo absoluto.Por otra parte, se evi<strong>de</strong>ncia la constante <strong>de</strong>bilidad política por parte<strong>de</strong>l Estado que ha permitido amplios e importantes espacios sociales<strong>de</strong> ilegalidad. El corolario principal <strong>de</strong> este raquitismo estatal ha sidola fragilidad <strong>de</strong> la tradicional <strong>de</strong>mocracia formal, aunque se hamantenido más que en otros países <strong>de</strong> América Latina.Así, el último relevo <strong>de</strong> <strong>las</strong> elites políticas fue en la década <strong>de</strong> 1980tras la crisis <strong>de</strong> representación <strong>de</strong>l bipartidismo liberal-conservadorestimulado por el Frente Nacional. A raíz <strong>de</strong> éste, <strong>las</strong> elites regionalesinician su ascenso. En este contexto, el narcotráfico y elparamilitarismo se fortalecen, con la complacencia <strong>de</strong> algunas eliteseconómicas y políticas, en particular, <strong>las</strong> rurales, <strong>de</strong> sectoresestatales y <strong>de</strong> la fuerza pública, dando paso en la década <strong>de</strong> 1990 aun proyecto político paramilitar relativamente autónomo paracombatir a <strong>las</strong> guerril<strong>las</strong>.Este proyecto político fracasa en la medida en que el paramilitarismoes controlado por empresarios ilegales que aprovechan la <strong>de</strong>bilidad<strong>de</strong>l Estado, la apertura y globalización para enriquecerse sobre labase <strong>de</strong>l narcotráfico. Surgen así re<strong>de</strong>s regionales que se imponen através <strong>de</strong> la violencia y capturan exce<strong>de</strong>ntes económicos. Es la4


transformación <strong>de</strong> estos empresarios ilegales en auténticas mafiasque <strong>de</strong> alguna forma sofisticada son crimen organizado.Nace, entonces, un proyecto político alternativo al que se le pue<strong>de</strong>calificar <strong>de</strong> “proyecto político mafioso”. No constituye un fenómeno <strong>de</strong>movilidad social sino <strong>de</strong> legitimación <strong>de</strong> la ilegalidad. Está <strong>de</strong>stinado acontrolar el Estado, que se materializa con el inicio <strong>de</strong> la negociacióncon los paramilitares, la <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> sus grupos, los proyectos<strong>de</strong> ley <strong>de</strong> alternatividad penal y <strong>de</strong> verdad, justicia y reparación y laley <strong>de</strong> justicia y paz.La base <strong>de</strong> este proyecto político fue la violencia, el enriquecimientoilícito y el <strong>de</strong>splazamiento. Es un inmenso botín económico producto<strong>de</strong> acciones criminales, <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> población, apropiaciónviolenta <strong>de</strong> tierras, clientelismo armado y subordinación <strong>de</strong> <strong>las</strong> elitesregionales y la emergencia <strong>de</strong> nuevas. Es el inicio exitoso <strong>de</strong> unnuevo y pronto relevo <strong>de</strong> <strong>las</strong> elites políticas.Este nuevo relevo <strong>de</strong> elites es trascen<strong>de</strong>ntal por sus implicaciones<strong>de</strong>bido a que transforma <strong>de</strong> manera estructural lo económico, políticoy social. “No es simplemente un fenómeno <strong>de</strong> movilidad social, sino<strong>de</strong> legitimación <strong>de</strong> la criminalidad e ilegalidad que al producir unanueva institucionalidad rompería con los ya <strong>de</strong>bilitados patronesmorales <strong>de</strong> la sociedad y entronizaría estructuras <strong>de</strong>predadoras muydifíciles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar”, observa el investigador Francisco Leal,quien a la vez se pregunta ¿cómo contrarrestar este fenómeno?Se trata <strong>de</strong> un reto difícil, por no <strong>de</strong>cir imposible. Se podríaaminorarlo o <strong>de</strong>bilitarlo, a través <strong>de</strong> medidas institucionales como elrespeto por la institucionalidad; el fortalecimiento <strong>de</strong> la reformapolítica <strong>de</strong> 2003; la reforma <strong>de</strong>l sistema electoral y, como5


complemento, la búsqueda <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> partidos que seafuncional a la <strong>de</strong>mocracia.“Los innombrables” hacen políticaSe hace evi<strong>de</strong>nte, aunque <strong>de</strong> una manera en cierta forma “solapada”,el hecho <strong>de</strong> que paramilitares, y ahora ex miembros <strong>de</strong> <strong>las</strong> AUC,intervienen en la política regional <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace varios años.De acuerdo con la columnista María Jimena Duzán, es importantela intervención en política <strong>de</strong> los ex combatientes, es una opciónsiempre y cuando su presencia no atente contra la dignidad <strong>de</strong> <strong>las</strong>víctimas, se haga <strong>de</strong> manera transparente y <strong>de</strong> acuerdo con <strong>las</strong>normas y controles que exige la Constitución colombiana.Se advierte, la creación <strong>de</strong> una nueva c<strong>las</strong>e política <strong>de</strong>nominada,precisamente por el origen <strong>de</strong> don<strong>de</strong> vienen “los innombrables”. Estáconformada por personas que no hablan claro con el país, que estántratando <strong>de</strong> imponer sus candidatos en todas <strong>las</strong> regiones <strong>de</strong> manera<strong>de</strong>sigual a través <strong>de</strong> un clientelismo armado, que están atemorizandoa la población y que son, en gran parte, los culpables <strong>de</strong> laautocensura <strong>de</strong> diferentes periódicos en los ámbitos local y regional.Esta nueva elite rural construye un fenómeno narcoparapolítico, queopera como un factor <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la c<strong>las</strong>e políticatradicional. Por ejemplo, opina Duzán, es bastante probable que los“caciques” tradicionales <strong>de</strong>l Norte <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r estén siendo<strong>de</strong>splazados por el nuevo representante <strong>de</strong> esta c<strong>las</strong>e política.“Lo otro curioso es que casi todos están en <strong>las</strong> listas uribistas”,sostiene Duzán, quien agrega que ese es otro componente <strong>de</strong> estanueva c<strong>las</strong>e política, no porque respondan a un “uribismo” furibundo,sino porque tienen vocación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r.6


Sin duda, el periodismo tiene una responsabilidad en <strong>de</strong>velar quienesson “los innombrables”, lo cual constituye un proceso largo y difícil,porque en <strong>las</strong> regiones estas personas tienen cada vez más po<strong>de</strong>r.“Contras” <strong>de</strong> la <strong>de</strong>smovilizaciónEl representante <strong>de</strong> los concejales <strong>de</strong> la Orinoquia, Juan ManuelToro, hace un reconocimiento al gobierno <strong>de</strong> Uribe Vélez por lainstitucionalización o la actitud <strong>de</strong> responsabilidad en este proceso.De igual modo, Toro acepta <strong>las</strong> dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong><strong>de</strong>smovilización actual <strong>de</strong> los grupos paramilitares. “No es fácil, nadaen el país lo es, quiénes más que nosotros que estamos en <strong>las</strong>regiones po<strong>de</strong>mos reconocer lo que pasa en cada municipio. Portanto, <strong>de</strong> buena fe estamos totalmente inmiscuidos y predispuestos aeste proceso que se está dando”, enfatiza.Las inquietu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los 3.500 concejales representados por <strong>las</strong>Fe<strong>de</strong>raciones en 350 municipios acerca <strong>de</strong>l proceso radican en <strong>las</strong>dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> crear proyectos productivos y empleo para <strong>las</strong>personas reinsertadas, y más ahora que ingresan a este ejercicio <strong>de</strong>empleo mil o dos mil personas, en cada municipio.Por otra parte, en los últimos cinco años ha habido 250 concejalesmuertos por causa <strong>de</strong>l conflicto. “No queremos ser más víctimas <strong>de</strong>este proceso, los concejales <strong>de</strong>l país queremos ser coprotagonistas<strong>de</strong>l mismo, nos correspon<strong>de</strong> li<strong>de</strong>rar la búsqueda <strong>de</strong> tolerancia políticay social sobre todo con los movimientos políticos y socieda<strong>de</strong>sregionales”, expresa Toro.Otra inquietud <strong>de</strong> los concejales obviamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> laintervención en política, es el control estricto que <strong>de</strong>be haber a la7


financiación y a la tolerancia <strong>de</strong> los sectores <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha e izquierdacon otros grupos. Es fundamental enten<strong>de</strong>r la diferencia.Pensar en el posconflictoEl afán <strong>de</strong> todo este complejo proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización ha <strong>de</strong>jadoolvidado un tema trascen<strong>de</strong>ntal que es el <strong>de</strong>l posconflicto. CarlosAlonso Lucio, en su calidad <strong>de</strong> asesor político <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong><strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> Santa Fe <strong>de</strong> Ralito, señala que “el proceso se hacentrado en recoger listados, recibir los fusiles y pagar 358.000 pesosmensuales a cada <strong>de</strong>smovilizado”.De esta manera, se trata <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> paz parcial que se ocupó<strong>de</strong> la <strong>de</strong>smovilización, antes que <strong>de</strong> la reincorporación social yformación <strong>de</strong> proyectos productivos. Es mucho más lento hacercultivos y proyectos agroindustriales que incorporen al trabajo a miles<strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilizados, que <strong>de</strong>sarrollar políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización.Esta lentitud <strong>de</strong>ja a su paso una posible multiplicación <strong>de</strong> la“bandolerización” y la <strong>de</strong>lincuencia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>smovilizados, teniendo encuenta que no hay control sobre <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los excombatientes. Lucio propone crear un sistema <strong>de</strong> guardias ruralespara controlar aunque sea en forma temporal ese alto grupo <strong>de</strong>personas que se está reincorporando a la violencia.“El país no alcanza a medir <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> lo que es unapolítica errada <strong>de</strong> reinserción como lo ha sido hasta hoy. Es unaformulación simple para un problema tan complejo”, señala. ElEstado ha <strong>de</strong>bido asumir la incorporación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>smovilizadospermitiendo, por ejemplo, que se les diera una formación y unadisciplina militar a cargo <strong>de</strong> <strong>las</strong> Fuerzas Militares. Otro problema<strong>de</strong>terminante que ni el gobierno ni <strong>las</strong> AUC han tenido la voluntad <strong>de</strong>asumir, es el <strong>de</strong>l narcotráfico, que pue<strong>de</strong> entrar en una fase <strong>de</strong>8


“ruralización”, complicando el conflicto y la respuesta estatal. Esposible que éste absorba a un alto porcentaje <strong>de</strong> los <strong>de</strong>smovilizados.A<strong>de</strong>más, es un proceso parcial también porque se realiza en medio <strong>de</strong>conflictos que continúan vivos y se ocupó <strong>de</strong> la negociación con unosólo <strong>de</strong> los actores que hoy configuran la realidad <strong>de</strong> violencia y crisiscolombiana. La guerrilla no está en proceso <strong>de</strong> paz, el narcotráficocontinúa funcionando y continúa a<strong>de</strong>más con un proceso <strong>de</strong>“ruralización” <strong>de</strong> los carteles.Lo grave <strong>de</strong> toda esta situación es tener miles <strong>de</strong> personas recién<strong>de</strong>smovilizadas sin saber qué están haciendo, qué ocurre cuandoreciben el cheque mensual, a qué se <strong>de</strong>dican, cuál es supreocupación. De allí pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>rivarse la multiplicación <strong>de</strong> la<strong>de</strong>lincuencia en regiones enteras <strong>de</strong>l país. No solo está lapreocupación que ha expresado el gobierno nacional y muchossectores <strong>de</strong> la opinión respecto a que estas zonas que han sido<strong>de</strong>salojadas por la <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizacionesparamilitares sean retomadas eventualmente por organizacionesguerrilleras, sino que al interior <strong>de</strong> esas mismas zonas semultipliquen <strong>de</strong> forma salvaje los índices <strong>de</strong> <strong>de</strong>lincuencia común.Para Lucio el paramilitarismo es más un fenómeno político que unaorganización política por lo que no consi<strong>de</strong>ra viable la creación <strong>de</strong> unsolo partido. El punto <strong>de</strong> unión fue la lucha antiguerrillera. Pero sí esun fenómeno regionalizado, fe<strong>de</strong>rativo, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia entre losbloques, sin una i<strong>de</strong>ntidad política. “Otra cosa es que puedan teneruna inci<strong>de</strong>ncia alta en la actividad política regional, ejerciendo <strong>de</strong>manera oficial unos <strong>de</strong>rechos políticos que han asumido, <strong>de</strong> hecho, enla clan<strong>de</strong>stinidad. Es más preocupante garantizar el pluralismo y los<strong>de</strong>rechos políticos <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>más fuerzas en <strong>las</strong> regiones dominadaspor el paramilitarismo; son regiones en don<strong>de</strong> la violencia estáprotagonizando la política”, concluye.9


En síntesis, no hay en este momento una política que garantice unareinserción efectivamente para los veinte mil <strong>de</strong>smovilizados que secompletarán a diciembre <strong>de</strong> 2005. Los proyectos productivos que estáimpulsando el gobierno, son mucho más lentos que la realidad enseguridad que pue<strong>de</strong> venir a azotar esas regiones a muy corto plazo,y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la actividad política no se pue<strong>de</strong> olvidarque hoy al margen <strong>de</strong> los paramilitares y <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> paz <strong>de</strong> SantaFe <strong>de</strong> Ralito la violencia está protagonizando la política misma. Serequiere que hagan una política <strong>de</strong> cara el país.No hay justicia sin reparaciónPara el senador Carlos Gaviria, esto le causa gran preocupación, enespecial, en vista <strong>de</strong> lo que se podría llamar la reconstrucción <strong>de</strong> unasociedad pacífica y <strong>de</strong>mocrática. “Veo muy compleja la situación y<strong>de</strong>masiado lejana la posibilidad <strong>de</strong> que esto ocurra”, observa.Justicia y paz es una ley <strong>de</strong> cumplimiento <strong>de</strong> promesas electorales, esevi<strong>de</strong>nte que <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas, en concepto <strong>de</strong> Gaviria, apoyaron aldoctor Uribe en su campaña y en su proyecto y lo han hecho acambio <strong>de</strong> que él les haga gran<strong>de</strong>s concesiones y éstas se han hecho<strong>de</strong> qué manera y a mi modo <strong>de</strong> ver a costa <strong>de</strong> la sociedad colombianaGaviria no acepta que el paramilitarismo sea un <strong>de</strong>lito político. Losparamilitares han incurrido en <strong>de</strong>lincuencia común. “Se pue<strong>de</strong> pensarque estoy incurriendo en una contradicción porque fui ponente <strong>de</strong> laley 782 que autorizó al gobierno a conversar, a dialogar, a negociarcon los paramilitares y lo hice a conciencia y paciencia <strong>de</strong> lo quehacía, porque siempre he pensado que en Colombia la paz hay quebuscarla por esa vía, no únicamente por razones axiológicas sinoincluso pragmáticas. Es la única vía que pue<strong>de</strong> llevar a la paz”.Es importante la <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> estos grupos porque <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luegoacordaban la terminación <strong>de</strong>l conflicto, no <strong>de</strong> una forma tan optimista10


como que aportaban a la paz, pero sí a una etapa <strong>de</strong> terminación <strong>de</strong>lconflicto. Sin embargo, la ley <strong>de</strong> justicia y paz “pone <strong>de</strong> presente todala tradición <strong>de</strong> injusticia <strong>de</strong>l Estado colombiano, que ha sidotradicionalmente injusto”. Esta ley va a crear sin duda situacionesirreversibles, por ejemplo, en materia penal, aunque no en cuanto ala reparación. Cuando <strong>las</strong> víctimas que<strong>de</strong>n sin reparación, cuandohaya que reparar<strong>las</strong> es vergonzoso lo que se establece en esta ley.En este sentido, el senador cita dos <strong>de</strong>spropósitos: cuando alguienadquiere una <strong>de</strong>uda en función <strong>de</strong> un contrato o en virtud <strong>de</strong> unaculpa extra contractual, todo el patrimonio <strong>de</strong> esa persona respon<strong>de</strong>por la <strong>de</strong>uda. Sin embargo, en esta ley se les exige a los miembros<strong>de</strong> <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas que aporten a un fondo para la reparación <strong>de</strong>víctimas los bienes adquiridos <strong>de</strong> forma ilegítima. Pero aquellosadquiridos así no les pertenecen y por tanto no es un aporte <strong>de</strong> ellos.En segundo lugar, darles tratamiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>lincuentes políticos ysediciosos es un exabrupto porque la sedición, <strong>de</strong> acuerdo con elCódigo Penal, se da cuando los que mediante el empleo <strong>de</strong> <strong>las</strong> armaspretendan impedir el libre funcionamiento <strong>de</strong>l régimen constitucionalo legal vigente incurrirán en prisión <strong>de</strong> dos a ocho años y multa <strong>de</strong>cincuenta a cien salarios mínimos. “¿Cómo es posible que seconstruya una realidad a contramano <strong>de</strong> la realidad verda<strong>de</strong>ra? El<strong>de</strong>recho pue<strong>de</strong> a menudo valerse <strong>de</strong> ficciones, pero esta ficción<strong>de</strong>sborda toda la capacidad que pueda tener un legislador para actuar<strong>de</strong> ese modo”. Se le da al paramilitarismo la calidad <strong>de</strong> movimientocontraguerrillero, pero si lo fuera, no sería político. Los <strong>de</strong>litos que secometen en función <strong>de</strong> ellos son políticos, porque tratan <strong>de</strong> cambiarla sociedad en función <strong>de</strong> otra mejor.Está claro que como grupo contraguerrillero pretendían que laguerrilla no lograra sus propósitos o en el mejor <strong>de</strong> los casos11


<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> ella, atentando contra los bienes <strong>de</strong> los poseedores <strong>de</strong>tierra en el campo. Por tanto, por eso se les llamaban movimientos<strong>de</strong> auto<strong>de</strong>fensa, pero cuando uno se <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> <strong>de</strong> una agresión noestá incurriendo en un <strong>de</strong>lito político sino en uno común.El punto más sensible <strong>de</strong> toda la discusión es el <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas.Mientras no se les halla in<strong>de</strong>mnizado y reparado, no se sepa quiénesson los victimarios y éstos hayan pagado una pena proporcional enfunción <strong>de</strong> la paz que pue<strong>de</strong>n aportar con la <strong>de</strong>smovilización, nohabrá justicia. Es evi<strong>de</strong>nte que hay que darles un tratamiento másbenévolo, pero no cuáles <strong>de</strong>litos, que en el Código Penal tienen penas<strong>de</strong> hasta cuarenta años se paguen con una pena <strong>de</strong> cinco años. Es sinduda, termina Gaviria, “un proyecto <strong>de</strong> largo alcance autoritario, quesustenta el statu quo en Colombia”.El paramilitarismo ganó la guerraLa Corporación Nuevo Arco Iris, en cabeza <strong>de</strong> León Valencia, hahecho un minucioso seguimiento al fenómeno paramilitar y a <strong>las</strong>negociaciones durante año y medio con el patrocinio <strong>de</strong>l gobiernosueco. Grupos <strong>de</strong> investigación en ocho regiones clave <strong>de</strong>l país don<strong>de</strong>está el fenómeno paramilitar han logrado un trabajo académico, serioe in<strong>de</strong>pendiente, que ha arrojado <strong>las</strong> siguientes conclusiones.El país <strong>de</strong>be aceptar que los paramilitares en el norte <strong>de</strong>l país, en elnororiente, en Antioquia ganaron una guerra a los actores armados.De una guerra, no se sale a la <strong>de</strong>mocracia. “El que gana la guerraimpone <strong>las</strong> condiciones. Le ganaron la guerra a la <strong>de</strong>mocracia, a los<strong>de</strong>rechos humanos, a la Constitución <strong>de</strong> 1991 y a la elite que surgiócon Gaviria en los años noventa”, asegura Valencia.Por otra parte, los estudios mencionados concluyen que estos gruposcambiaron el mapa político <strong>de</strong> estas zonas <strong>de</strong> una forma drástica, no12


leve. Valencia muestra que <strong>las</strong> alianzas políticas se transformaron en<strong>de</strong>partamentos en Córdoba, Sucre, Bolívar, Magdalena, César,Guajira, Antioquia; a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> Arauca, los Santan<strong>de</strong>res y Casanare.El país asiste a una recomposición <strong>de</strong> la vida política nacional, explicaValencia, la <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> los paramilitares será parcial ya queno se han dado todas <strong>las</strong> variables que ellos exigen, la másimportante <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, la <strong>de</strong>rrota militar <strong>de</strong> <strong>las</strong> Farc. Ante esta realidad,la batalla <strong>de</strong> la sociedad colombiana <strong>de</strong>bería empezar a buscar unatransición <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> <strong>las</strong> regiones, ganar pluralismo frente almando único y a la dictadura <strong>de</strong> un actor armado. “Lo malo no es laparticipación en política, sino la ausencia <strong>de</strong> pluralismo; hacen políticacon armas que racionalizan y fortalecen los cacicazgos”.Paramilitares: dueños <strong>de</strong>l mapa políticoOtra investigación sobre el tema <strong>de</strong> la penetración política paramilitaren el país, cuyas fuentes correspon<strong>de</strong>n a la Oficina <strong>de</strong> DerechosHumanos <strong>de</strong> la Vicepresi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República, la RegistraduríaNacional <strong>de</strong>l Estado Civil y la Policía Nacional, arrojan conclusionescontun<strong>de</strong>ntes acerca <strong>de</strong>l tema.La investigadora y columnista <strong>de</strong> Semana.com, Claudia López,presenta este estudio, que a<strong>de</strong>más refleja un atípico proceso <strong>de</strong>consolidación política en <strong>las</strong> elecciones <strong>de</strong> Congreso <strong>de</strong> 2002 y <strong>de</strong>mandatarios locales <strong>de</strong> 2003, tras la toma paramilitar <strong>de</strong> ciertosterritorios.¿Cuál fue la estrategia política? Entre 1998 y 2003, los gruposparamilitares, y algunos sectores <strong>de</strong> <strong>las</strong> c<strong>las</strong>es políticas regionales,formularon y aplicaron una estrategia <strong>de</strong> consolidación política y toma<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r que se vio materializada entre 2002 y 2003, y que habíasido precedida por una ola <strong>de</strong> masacres (éstas aumentaron en664%), homicidios selectivos y <strong>de</strong>splazamiento forzado. La estrategia13


se basó en la creación y asignación <strong>de</strong> “distritos electorales”, nooficiales, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>signaron los candidatos que <strong>de</strong>bían ganar. Elloen alianza con la c<strong>las</strong>e política tradicional. Los <strong>de</strong>partamentos endon<strong>de</strong> ha sido más contun<strong>de</strong>nte este fenómeno son: Magdalena,Antioquia, Santan<strong>de</strong>r, Bolívar, Boyacá, Córdoba, César y Sucre.A través <strong>de</strong> numerosos gráficos fundamentados todos ellos basadosen datos oficiales <strong>de</strong> la Registraduría Nacional y la Vicepresi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>la República, la investigadora muestra la relación entre masacres,homicidios y la toma paramilitar <strong>de</strong> ciertos territorios. Tras estosfenómenos, siguió la posterior “toma política” con alianzas conpolíticos tradicionales y nuevos hacia la consolidación <strong>de</strong>l controlterritorial. En algunos casos incluso con candidatos únicos.En <strong>las</strong> regiones mencionadas, los candidatos lograron “saltosolímpicos” en el número <strong>de</strong> votos entre una elección y otra, y llegarona “conquistar” hasta 95% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> la votación en ciertosmunicipios. Frente a los hechos, López plantea que la sociedadcolombiana <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>r y enfrentar la situación, <strong>de</strong> un modo quele permita buscar mecanismos reales para fortalecer una <strong>de</strong>mocracia<strong>de</strong>bilitada. Propone, entonces, que los políticos involucrados en esasalianzas se sometan a la ley 782 y reciban indulto político <strong>de</strong> maneraque se “revinculen” al ejercicio <strong>de</strong>mocrático legal.En conclusión, queda en el ambiente pesimismo y la sensación <strong>de</strong> que<strong>de</strong> este proceso político no se pue<strong>de</strong> esperar nada. Según Gaviria,existe un proyecto político autoritario y los paramilitares<strong>de</strong>smovilizados o reinsertados van a servir sin duda ese proyecto. Eneste sentido, lo “limpio”, “honesto” y “<strong>de</strong>seable” sería que hubiera unpartido que se llamara por su nombre o que confesara sus propósitos.Es muy difícil pensar en una competencia en igualdad <strong>de</strong>circunstancias con personas <strong>de</strong> esta naturaleza, que no se han14


<strong>de</strong>sarmado y por tanto habría que competir con personas quemantienen intacto su patrimonio y a<strong>de</strong>más sus armas.Fondo <strong>de</strong> reparación colectiva para <strong>las</strong> víctimasComo parte fundamental <strong>de</strong> <strong>las</strong> conclusiones, el senador ponenteRafael Pardo, reflexiona sobre la necesidad <strong>de</strong> hacer una nueva leyque mejore el tema <strong>de</strong> reparación en términos <strong>de</strong> equidad y <strong>de</strong> queno sea aleatoria la reparación.La ley 975 no tiene un procedimiento <strong>de</strong> restitución <strong>de</strong> bienes, uno <strong>de</strong>los puntos medulares <strong>de</strong> la acumulación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r político en <strong>las</strong>tierras don<strong>de</strong> los paramilitares dominan, “no solamente dicen porquién votar, sino van a <strong>las</strong> fincas y dicen véndame la finca usted, ymejor así no negociamos con su viuda. Y así se han apropiado <strong>de</strong>millones <strong>de</strong> hectáreas”. Si hay restitución, se pue<strong>de</strong> plantear que segenere un fondo importante <strong>de</strong> reparación colectiva para <strong>las</strong> víctimas,a la comunidad internacional y a los contribuyentes colombianos.Las leyes para <strong>de</strong>smontar organizaciones criminales tienen que tener:una dosis suficiente <strong>de</strong> castigo, una dosis suficiente <strong>de</strong> incentivos yuna recompensa social por lo que va a ocurrir.La ley <strong>de</strong> verdad, justicia y reparación tiene una dosis inmensa <strong>de</strong>incentivo, o sea un perdón judicial <strong>de</strong>scomunal a cambio <strong>de</strong> muy pococastigo -sí hay cárcel pero no hay elementos que introduzcanproporcionalidad frente a <strong>las</strong> penas- y casi cero <strong>de</strong> recompensa social,porque no va haber paz completa, no podrá darse un <strong>de</strong>smonte pleno<strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones armadas y no habrá una ampliación <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia y <strong>las</strong> liberta<strong>de</strong>s.15


Panel 4Discusión y conclusionesLa posición <strong>de</strong>l gobierno: José Obdulio GaviriaEn representación <strong>de</strong>l gobierno, el doctor José Obdulio Gaviria,asesor <strong>de</strong> la presi<strong>de</strong>ncia, acompaña el cierre <strong>de</strong>l foro y respon<strong>de</strong> alos cuestionamientos <strong>de</strong> los asistentes. Este panel contó con lamo<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la periodista Judith Sarmiento, <strong>de</strong> Caracol radio.Queda la preocupación <strong>de</strong> si realmente la ley <strong>de</strong> justicia y pazserá el fin <strong>de</strong>l paramilitarismo. La mayoría <strong>de</strong> los panelistasconsi<strong>de</strong>raron que no, que al contrario lo que estaba propiciandoera una paramilitarización mucho más profunda <strong>de</strong> la sociedad ypolítica colombiana. Incluso Amerigo Incalcaterra entregó undocumento en el cual se consignan <strong>las</strong> preocupaciones <strong>de</strong> <strong>las</strong>Naciones Unidas frente a esta ley porque no estimula el logro <strong>de</strong>acuerdos colectivos, le da el mismo peso a la <strong>de</strong>smovilizaciónindividual que a la colectiva, convierte el paramilitarismo en un<strong>de</strong>lito político, no se refiere a funcionarios públicos implicadoscomo autores o cómplices <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> acciones paramilitares y noasegura una verdad real.José Obdulio Gaviria. Acerca <strong>de</strong> si la ley pondrá fin alparamilitarismo, es una mala pregunta. La ley simplemente es uninstrumento, acompañado <strong>de</strong> unos procesos. Colombia estáviviendo un proceso enmarcado en la seguridad <strong>de</strong>mocrática quetiene por objeto que todos los colombianos podamos vivir <strong>de</strong>ntro1


<strong>de</strong> una estructura social que tenga una gran inci<strong>de</strong>ncia estatal, es<strong>de</strong>cir que el ejercicio firme <strong>de</strong> la autoridad esté monopolizado por<strong>las</strong> instituciones, por la fuerza policiva.Cuando se habla <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> organizaciones ilegales sehace referencia al secuestro, homicidios, extorsiones, <strong>de</strong>strucción<strong>de</strong> infraestructura y pérdidas <strong>de</strong> la comunidad en don<strong>de</strong> esasorganizaciones están presentes. El hecho <strong>de</strong> que exista unsufrimiento gran<strong>de</strong> y extenso <strong>de</strong> <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>s lleva a unapolítica <strong>de</strong> corazón gran<strong>de</strong> en el sentido <strong>de</strong> que es bueno que se<strong>de</strong>smovilicen, que se les dé una oportunidad a más <strong>de</strong> 50.000compatriotas alzados en armas, que actúan en organizacionesilegales. Ese el propósito <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los llamadosestándares internacionales.En el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la sociedad y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho penal también seestablece la figura <strong>de</strong>l perdón y la atenuación <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong>venganza o el cobro <strong>de</strong> los <strong>de</strong>litos <strong>de</strong> sangre hasta llegar enciertos momentos a un equilibrio en don<strong>de</strong> la pena tenga un ciertoequilibrio. Esa es la ten<strong>de</strong>ncia universal o lo que llamanestándares internacionales y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> éstos una pena alternativapara quienes estuvieron secuestrando, matando, extorsionando ytorturando, pue<strong>de</strong> ser una buena salida al problema social queeso implica. Esa es la ley <strong>de</strong> alternatividad penal.Esta ley, <strong>de</strong> ninguna manera, pone fin al paramilitarismo, al ELNni a <strong>las</strong> Farc. Sin embargo, constituye un buen instrumento paraque esas organizaciones se rediman <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> unas penas2


alternativas. Se están hablando <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 19.000 compatriotasacogidos por ella. La ley es universal puesto que obra paracualquier organización que esté alzada en armas ilegal y pue<strong>de</strong>nacogerse a ella y <strong>de</strong> hecho lo están haciendo, en forma individualo colectiva como ha está sucediendo con <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas.La ley tiene una característica <strong>de</strong> equilibrio gracias al propósito <strong>de</strong>la paz y la no impunidad. El hecho <strong>de</strong> que los paramilitares se<strong>de</strong>sarmen, entreguen sus fusiles, se quiten sus ridícu<strong>las</strong> gorras yvestidos militares, y <strong>de</strong>jen <strong>de</strong> extorsionar, ¿cómo va a verse comouna profundización <strong>de</strong>l paramilitarismo? Otra cosa es que susestructuras económicas enraizadas y unidas al narcotráfico ysecuestro persistan. Ese no es ya un asunto particular <strong>de</strong> lafuerza pública y un gasto <strong>de</strong> la sociedad en su conjunto, sino untema que corre por cuenta <strong>de</strong> la Fiscalía General <strong>de</strong> la Nación.¿Hasta dón<strong>de</strong> la ley sirve <strong>de</strong> legitimadora <strong>de</strong> un proceso políticoque empezó hace tiempo? Claudia López presentó cifras <strong>de</strong>votación <strong>de</strong> personas abiertamente vinculadas al paramilitarismo,que obtuvieron más <strong>de</strong> 70% en los municipios don<strong>de</strong> antes nohabían hecho política, y que por esa vía empezó a incrustarse enla sociedad el fenómeno con un componente <strong>de</strong> cultura mafiosaque está reemplazando a la dirigencia política tradicional.JOG. La política <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong>mocrática supone acabar <strong>de</strong>forma absoluta con el paramilitarismo, guerrilla y narcotráfico. Elfenómeno <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones armadas que generaban un po<strong>de</strong>rparalelo al <strong>de</strong> los políticos corruptos elegidos por unanimidad y3


con candidatos únicos, <strong>de</strong>saparecerá en <strong>las</strong> próximas elecciones.Esta es una tarea no solamente <strong>de</strong>l gobierno sino <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong>la sociedad porque la seguridad <strong>de</strong>mocrática compete también acooperantes, fuerza pública, rama judicial y políticos.No hay ayuda internacional porque se ha pedido que no la haya.Cuando se hable <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> reinserción y reconciliación se<strong>de</strong>be pensar en los miembros <strong>de</strong> la comisión creada por el artículo51 <strong>de</strong> la ley. A partir <strong>de</strong> su conformación y luego <strong>de</strong> que seestablezca el mecanismo <strong>de</strong> selección <strong>de</strong> los dos miembros <strong>de</strong> <strong>las</strong>víctimas, el papel <strong>de</strong>l ejecutivo será secundario.Ellos comenzarán a fijar <strong>las</strong> políticas básicas <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>stemas: verdad, justicia y reparación. Eduardo Pizarro, presi<strong>de</strong>nte<strong>de</strong> la comisión, ha dicho que no es propiamente una comisión <strong>de</strong>verdad en el sentido estricto <strong>de</strong> la palabra, pero si es lo que másse parece a una en Colombia, incluso su papel pue<strong>de</strong> ser superioral que hicieron el padre Camilo Torres, Monseñor Guzmán yOrlando Fals Borda con respecto al tema <strong>de</strong> la violencia enColombia en la década <strong>de</strong> los 50, y a la comisión creada por elPresi<strong>de</strong>nte Alberto Lleras en 1962.Se recoge por parte <strong>de</strong>l auditorio un sentimiento pesimista,inquietu<strong>de</strong>s sobre el proceso, se dijo por ejemplo que la guerracontra el paramilitarismo se ha perdido y más la Constitución <strong>de</strong>1991. ¿Hasta dón<strong>de</strong> se está consolidando un acuerdo <strong>de</strong> paz quereconoce la realidad <strong>de</strong> una guerra perdida y que por consiguientetiene una fuerte influencia <strong>de</strong> los conceptos <strong>de</strong> los ganadores?4


JOG. En primer lugar, el Estado o por lo menos el que dirige elPresi<strong>de</strong>nte Uribe no hace la guerra y no piensa en términos <strong>de</strong>guerra, simplemente ejerce sus funciones, en particular la <strong>de</strong>lartículo 2º <strong>de</strong> la Constitución.El paramilitarismo <strong>de</strong>jó una guerra perdida en el sentido <strong>de</strong> queperdieron miles <strong>de</strong> vidas, bienes, recursos y oportunida<strong>de</strong>s eimplantó un régimen <strong>de</strong> terror en ciertas regiones como Urabá,Me<strong>de</strong>llín en la época <strong>de</strong> Fi<strong>de</strong>l Castaño, así como la supresión <strong>de</strong>miles <strong>de</strong> dirigentes <strong>de</strong> la UP, entre otros. En ese sentido claro quees una sociedad que perdió muchísimo.Hay un planteamiento en cuanto a que la <strong>de</strong>smovilización <strong>de</strong> losaparatos militares <strong>de</strong>l paramilitarismo no va a ser total porque semetieron en este proceso con la convicción <strong>de</strong> que el gobierno <strong>de</strong>Álvaro Uribe le ganaría la guerra a <strong>las</strong> Farc y como no ha sido así,han <strong>de</strong>cidido no crear un partido o movimiento político. Nomantendrán <strong>las</strong> actuales estructuras <strong>de</strong> po<strong>de</strong>, sino que <strong>las</strong>continuarán con sus alianzas. Es <strong>de</strong>cir, no se <strong>de</strong>smovilizan <strong>de</strong>ltodo porque no se acabó la razón <strong>de</strong> su existencia: <strong>las</strong> Farc.JOG. Seamos realistas. Es errado pensar que el paramilitarismoes un partido político. Son ejemplos aislados. No van a dar unbrinco frente a ninguno <strong>de</strong> los movimientos políticos existentes enel país. En segundo término, es cierto que el objetivo <strong>de</strong> laformación <strong>de</strong> <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas fue enfrentar a <strong>las</strong> Farc, al ELN yal EPL en su momento.5


Este gobierno está <strong>de</strong>cidido a enfrentar el tema. En octubre hay16.000 nuevos soldados, se están preparando 10.000 policíasmás, se hace un esfuerzo fiscal enorme para tener seguridad, seva a comprar y alquilar una gran flota <strong>de</strong> helicópteros y aviones.Se trata <strong>de</strong> un tema <strong>de</strong> atención inmediata.Es necesario enten<strong>de</strong>r que esa “ayudita” <strong>de</strong> <strong>las</strong> AUC era una malaayuda. Por ejemplo, ¿por qué <strong>las</strong> AUC que invirtieron tanto tiempoy dinero a la zona norte <strong>de</strong> la Sierra Nevada <strong>de</strong> Santa Marta, laconvirtieron en un infierno? Igual por ejemplo en la zona <strong>de</strong>lCatatumbo. De manera que el que se <strong>de</strong>smovilice en <strong>las</strong> AUC,libera fuerzas estatales para seguir persiguiendo con más interés,intención, espíritu y pasión a <strong>las</strong> otras organizaciones ilegales.Más allá <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate sobre lo que está pasando en cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong>regiones colombianas, el mensaje que envió el fenómenoparamilitar en muchas regiones <strong>de</strong>l país fue el <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>hacer <strong>las</strong> cosas por la fuerza. Hay muchas zonas don<strong>de</strong> losjóvenes reciben el mensaje <strong>de</strong> que si se organizan en un grupitopara matar, asesinar y quitarle a <strong>las</strong> personas su propiedad, van atener éxito. Ese es el modus operandi <strong>de</strong>l paramilitarismo. ¿Cómocontribuye la ley <strong>de</strong> justicia y paz a que una generación jovenreciba el mensaje <strong>de</strong> que en Colombia es posible confiar en que eldía <strong>de</strong> mañana no va a llegar una persona armada y lo va a sacara uno <strong>de</strong> su tierra si uno no tiene un ejército propio?6


JOG. La ley <strong>de</strong> justicia y paz es un instrumento <strong>de</strong> la política <strong>de</strong>seguridad <strong>de</strong>mocrática, que es la que da la garantía <strong>de</strong> ello. Tuvoque resolver temas como el siguiente: se ha recuperado <strong>las</strong>ituación <strong>de</strong> 317 municipios cuyos alcal<strong>de</strong>s huyeron amenazados<strong>de</strong> muerte, y la <strong>de</strong> otros 300 sin un sólo miembro <strong>de</strong> la PolicíaNacional ni soldados en los cascos urbanos <strong>de</strong> <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>scapitales. Hoy la totalidad <strong>de</strong> los alcal<strong>de</strong>s están haciendo eltrámite <strong>de</strong> sus asuntos administrativos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cabeceramunicipal, todos los municipios tienen un comando <strong>de</strong> policía confuncionarios. El gran mensaje que tiene que dar la sociedad esque recupera y es capaz <strong>de</strong> tener la presencia y el monopolio <strong>de</strong>la fuerza por parte <strong>de</strong>l Estado, que el <strong>de</strong>lito no paga, que <strong>las</strong>uerte tar<strong>de</strong> o temprano <strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones criminales es lacárcel o ser dados <strong>de</strong> baja.La ley <strong>de</strong> justicia y paz al fin y al cabo ya es ley. Está claro queexiste buena voluntad para la <strong>de</strong>smovilización, pero hay unapregunta que inquieta mucho a todos los colombianos: ¿Quévamos a hacer con los <strong>de</strong>smovilizados hacia el futuro? Porque elpaternalismo <strong>de</strong> Estado parece que tampoco va a funcionar comose observó en el barrio Teusaquillo <strong>de</strong> Bogotá, don<strong>de</strong> la<strong>de</strong>socupación <strong>de</strong> los reinsertados se convirtió en una bomba <strong>de</strong>tiempo. Antes que <strong>de</strong>smovilizarlos, se <strong>de</strong>be pensar hacia dón<strong>de</strong>van a ser conducidos porque si empuñaron <strong>las</strong> armas en contra<strong>de</strong>l Estado es porque un día se vieron abandonados por éste.JO. El redimensionamiento y la redireccionalización <strong>de</strong>l procesoqueda en manos <strong>de</strong> la Comisión y <strong>de</strong> su director Eduardo Pizarro.7


Es interesante el caso <strong>de</strong> Me<strong>de</strong>llín, allá se cometieron errores muygraves al principio y luego <strong>de</strong> un gran proceso <strong>de</strong> estudio con más<strong>de</strong> veinte sicólogos y sicólogas, abogados y expertos en materiasque incumben al tema, se acentuó la educación. Hoyprácticamente 80% <strong>de</strong> los reinsertados <strong>de</strong>l bloque han entrado aprocesos educativos, unos universitarios en el Sena e inclusoalgunos en formación escolar porque eran muy jóvenes y notenían ni siquiera el bachillerato.Carlos Alonso Lucio, asesor político <strong>de</strong> <strong>las</strong> auto<strong>de</strong>fensas diceque hoy hay miles <strong>de</strong> <strong>de</strong>smovilizados con los cuales no hay uncontacto más allá <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong> su cheque mensual, los cualespodrían estar en la <strong>de</strong>lincuencia y bandolerismo seducidos porotros actores armados. En ese sentido, ¿sería necesaria laexistencia <strong>de</strong> una oficina central <strong>de</strong> reinserción que dé un manejomás estatal y ofrezca una política más coherente que permita queuna vez <strong>de</strong>smovilizada la gente y entregadas sus armas noque<strong>de</strong>n a su suerte esperando unos proyectos productivos lentos?JOG. Que la comisión trace <strong>las</strong> políticas y que haya un AltoComisionado o una oficina casi que <strong>de</strong> rango ministerial porque seestá hablando hoy <strong>de</strong> 20.000 personas y si se logra un procesocon el ELN podrían ser 23.000 o 24.000.Pero eso ¿se ha consi<strong>de</strong>rado la posibilidad <strong>de</strong> crear esta oficin?JOG. La llegada <strong>de</strong> Eduardo Pizarro León Gómez, Jaime JaramilloPaneso, Ana Teresa Bernal, Patricia Buriticá y el padre Nel Beltrán8


ha cambiado por completo el nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate interno sobre eltema, puesto que ellos tienen no solamente una gran sabiduríasino que su elevado nivel, prestancia y su función <strong>de</strong> seguimientoy verificación hace que el futuro inmediato <strong>de</strong> ese proceso setenga que transformar.Hizo énfasis en que el gobierno tiene la política <strong>de</strong> seguridadnacional, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este esquema ha habido <strong>de</strong>tenciones masivas<strong>de</strong> casi 7.000 <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales 5.500 personas quedaron libresporque no se les pudo vincular <strong>de</strong> ser auxiliares <strong>de</strong> la subversión.La ley <strong>de</strong> justicia y paz <strong>de</strong>ja a un lado efectivamente que hayaverdad, justicia y reparación y se dice que para construir la pazes necesario sacrificar el principio <strong>de</strong> la verdad, “que haya justiciaprocesal” y reparación, que el pueblo colombiano tenga quemeterse la mano al bolsillo para que haya reparación porque losparamilitares muy poco van aportar a ella. En todo este proceso,se ha <strong>de</strong>sconocido el papel <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas porque la comisión norepresenta su voz. El<strong>las</strong> han dicho con claridad que a nadie lece<strong>de</strong>n la palabra y que no se sienten representados por nadie nisiquiera por la Comisión, ¿cómo se pue<strong>de</strong> construir un proceso <strong>de</strong>paz “cuando los paramilitares siguen cometiendo atrocida<strong>de</strong>s”,cuando en Ciudad Bolívar hace quince días hubo una marcha yhoy <strong>de</strong>nunciaron 16 asesinatos?JOG. El tema <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas lo traslado a Eduardo Pizarro, JaimeJaramillo Paneso, al padre Nel Beltrán, Ana Teresa Bernal yPatricia Buriticá con el objeto <strong>de</strong> que no solamente tengan en9


cuenta su aseveración sobre que <strong>las</strong> víctimas no quieranrepresentarse en esa Comisión, sino también que no van a seroídas. La primera afirmación <strong>de</strong> Eduardo ha sido que ese es elobjetivo principal: oír y buscar los mecanismos viables <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>la estructura real <strong>de</strong> la sociedad colombiana para su reparación.Reparación que incluye no solamente una satisfacción económica,sino también moral.Se va a oír a <strong>las</strong> víctimas, pero Colombia va a oír la verdad <strong>de</strong> loque hicieron los paramilitares en este país. El Fiscal habló <strong>de</strong> quemuy posiblemente se apuntaría a una verdad procesal, pero si laFiscalía no tiene nada que acusar, como muchas veces ha pasado,no habrá posibilidad <strong>de</strong> que esta gente le diga al país la verdad, asabiendas <strong>de</strong> que apenas van a pagar a lo sumo ocho años <strong>de</strong>cárcel al menos que cuenten todo lo que hicieron.JOG. El objetivo venganza, propósito <strong>de</strong> la ley penal, queda enmanos <strong>de</strong> los jueces para que no sea un círculo vicioso <strong>de</strong> accióny reacción. No creo en la bondad, valor y altura moral <strong>de</strong> ninguno<strong>de</strong> los alzados en armas hoy en Colombia, han abandonadoincluso los propósitos iniciales <strong>de</strong> la lucha política y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1991tienen cada vez más la característica <strong>de</strong> bandas organizadas porel crimen. En consecuencia, lo i<strong>de</strong>al sería que la propia autoridadinvestigativa tuviera un gran expediente sobre cada uno <strong>de</strong> estosseñores, parece que no ocurre así, eso es una realidad, no sepue<strong>de</strong> esperar <strong>de</strong> ellos confesiones por espíritu práctico puestoque si <strong>de</strong>spués los pillan, les pasa lo que a los Rodríguez queterminaron sometidos a nuevos procesos en el exterior.10


Cuando se dice que la Comisión no es <strong>de</strong> la verdad, se aclara quetrabaja todavía en medio <strong>de</strong> unas difíciles situaciones <strong>de</strong>seguridad puesto que hay dos organizaciones armadas quecontinúan actuando. El que se lograra <strong>de</strong>velar los crímenescometidos por <strong>las</strong> llamadas “elites” es un asunto <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong>la sociedad: <strong>de</strong> Asonal Judicial, la policía, <strong>las</strong> organizaciones <strong>de</strong>inteligencia, el ejército y los cooperantes.Por ejemplo, no entiendo por qué cuando una persona cometecrímenes, no es acusada con la autoridad judicial a través <strong>de</strong> unsistema <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> testigos. Esto lleva a la impunidad, noes un solo problema <strong>de</strong>l Estado sino <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> la sociedad.¿Cuál es la radiografía <strong>de</strong>l gobierno nacional sobre lo que estásucediendo en la región <strong>de</strong>l Catatumbo y cuál sería la solución operspectiva que se tiene para salir <strong>de</strong> esa situación?JOG. No me siento capaz <strong>de</strong> contestar esa pregunta. Se trata <strong>de</strong>una situación muy <strong>de</strong>licada y grave en la que confluyen <strong>las</strong>acciones <strong>de</strong> <strong>las</strong> tres organizaciones armadas ilegales o criminales,el <strong>de</strong>splazamiento ha sido terrible y está totalmente copado porcoca. El Estado está tratando <strong>de</strong> hacer todo lo humanamenteposible por remediar esa situación que es <strong>de</strong> máximoexacerbamiento criminal.Preocupa que no aparece para nada la responsabilidad <strong>de</strong>l Estadoen la ley <strong>de</strong> justicia y paz. Hay muchos casos <strong>de</strong> víctimas <strong>de</strong>11


crímenes <strong>de</strong> Estado que han tenido que salir <strong>de</strong>l país porque losparamilitares que actuaron en convivencia con la fuerza públicafueron exonerados por la justicia. Son muchos los casos <strong>de</strong>personas amenazadas por pedir la justicia legítimamente,inclusive miembros <strong>de</strong> la rama judicial que en el cumplimiento <strong>de</strong>sus funciones han sido amenazados. Entonces, el problema <strong>de</strong>una ley como ésta es que no aparece para nada el Estadoinvolucrado en la convivencia, complicidad y ór<strong>de</strong>nes dadas comoautores intelectuales <strong>de</strong> muchas masacres, <strong>de</strong>splazamientos,torturas y <strong>de</strong>sapariciones forzadas.A <strong>las</strong> víctimas siempre se les ha mostrado ante la opinión públicacomo un sector <strong>de</strong> personas vengativas haciendo alusión a la i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> que se pi<strong>de</strong> justicia como venganza. Tienen todo el legítimo<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> pedir la verdad, la justicia y la reparación sin sermostrados como enemigos <strong>de</strong> la paz o gente rencorosa, llena <strong>de</strong>odio que busca la polarización. Una ganancia sería que <strong>las</strong>ociedad escuchara a <strong>las</strong> víctimas, oyera <strong>de</strong>nuncias como lo <strong>de</strong>Mutatá <strong>de</strong> boca <strong>de</strong> los propios campesinos <strong>de</strong>splazados.JOG. Crímenes <strong>de</strong> Estado, ese es un tema grueso. En<strong>de</strong>terminados momentos en Colombia hubo crímenes <strong>de</strong> Estado.En el caso concreto <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong>mocrática, elejercicio <strong>de</strong> la transparencia y control no solamente social sinopolítico y judicial es absoluto. Ojalá no se cuele ni un sólo crimendirigido, orientado o presenciado por funcionarios <strong>de</strong>l Estado.Pero el hecho mismo <strong>de</strong> que usted hable como habla, <strong>de</strong> que elConsejo <strong>de</strong> Estado con todas <strong>las</strong> <strong>de</strong>ficiencias y limitaciones y12


particularmente con lentitud consi<strong>de</strong>re uno por uno esos crímenescomo fal<strong>las</strong> en el servicio <strong>de</strong>muestra que no son crímenes <strong>de</strong>Estado sino crímenes cometidos por miembros <strong>de</strong>l Estado, fal<strong>las</strong><strong>de</strong>l servicio por ejemplo en los crímenes cometidos por algunasorganizaciones <strong>de</strong> policías en retenes, actos <strong>de</strong> patrulla <strong>de</strong>lejército, entre otros. En esos casos, quienes <strong>de</strong>ben respon<strong>de</strong>r son<strong>las</strong> personas que investidas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r estatal actúan no comofuncionarios <strong>de</strong>l Estado sino como criminales.Eso es un <strong>de</strong>bate que queda a fin <strong>de</strong> saber si hayresponsabilida<strong>de</strong>s estatales, y éstas implican también el pago <strong>de</strong>unas in<strong>de</strong>mnizaciones que se tasaran <strong>de</strong> común acuerdo según seestá avanzando por la vía <strong>de</strong> la conciliación.Iván Cepeda, interviene: “Más que una pregunta es aterrizar enla realidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> cosas y bajar <strong>de</strong> esa retórica, a la cual nos tieneacostumbrados el gobierno. Estuve en Mutatá y me encontré conla siguiente situación. En el pueblo está Hermógenes Maza que esel segundo al mando <strong>de</strong>l frente Hermes Cár<strong>de</strong>nas y está protegidopor el jefe <strong>de</strong> la policía quien le sirve <strong>de</strong> escolta personal. Elambiente <strong>de</strong>l municipio es muy difícil porque existen unas reg<strong>las</strong>impuestas por este señor <strong>de</strong> que cualquier persona que no esté<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un perímetro, la <strong>de</strong>saparecen. Sale uno <strong>de</strong> Mutatá y acinco minutos hay un retén paramilitar en el cual me sorprendióver a varios <strong>de</strong> estos hombres con civiles, uno <strong>de</strong> ellos tenía unapañoleta <strong>de</strong> una unidad contra guerrilla <strong>de</strong>l ejército y hubo quepagarle un retén, ellos son los que controlan ahí y uno les pagapor el beneficio y por el bien <strong>de</strong> la región. Los cultivos <strong>de</strong> palma13


son <strong>de</strong>l mismo señor. ¿Y usted me dice que allí el ejército tienepresencia y controla la situación? Le pediría el favor <strong>de</strong> quehablemos sobre hechos reales, sobre la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> lo queestamos viendo. Ahí no hay ningún control, hay una convivenciafranca entre un grupo <strong>de</strong> paramilitares, la policía, el ejército y <strong>las</strong>empresas palmicultoras que han <strong>de</strong>sterrado mediante la‘operación génesis’ a los campesinos que vivían en esas tierras ya una comunidad afro<strong>de</strong>scendiente que gracias a la ley 70 <strong>de</strong>1993 tiene <strong>de</strong>recho sobre ese territorio comunitario. Luego vienen<strong>las</strong> Farc, hacen un operativo ahí y el gobierno reacciona frente aeso. Eso es lo que está pasando con la ley <strong>de</strong> justicia y paz, no esque no vaya acabar con el paramilitarismo es que no le va arestar el po<strong>de</strong>r que tiene el fenómeno”.JOG. Tomo nota. Me parece que es una acción criminal <strong>de</strong> eseseñor y <strong>de</strong>l jefe <strong>de</strong> la policía. No estoy diciendo que acepto suacusación. Debe hacerla <strong>de</strong> manera directa al Fiscal. Me parecegravísimo que una región llamada a ser <strong>de</strong> paz y convivenciaesté siendo sometida al oprobio <strong>de</strong> tener ese po<strong>de</strong>r que ustedmanifiesta, que un señor que rememora ese nombre terrible <strong>de</strong>lpeor criminal <strong>de</strong> la época <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia también entroniceun po<strong>de</strong>r igual <strong>de</strong> borrachín matón en una zona tan importante.14

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