manual para el alumno

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13.07.2015 Views

Temas suplementariosLos profetas y videntesen tiempos antiguosB(B-l) ¿Qué era un profeta entre los hebreos?En el antiguo Israel Dios llamó profetas por la mismarazon ,por la que los llama hoy día. Deben enseñaral pueblo las leyes de Dios y cómo vivirlas, llamar alpueblo al arrepentimiento cuando ello sea necesario ydar testimonio de Jesucristo. La obra de todos los profetasverdaderos, de todas las épocas, consiste en actuarcomo mensajeros de Dios y hacer conocer la voluntadde Dios.El élder John A. Widtsoe explicó que "un profeta esun maestro. Ese es el significado esencial de la palabra.En eña lo que constituye el todo de la verdad, el va gel , revelad? por el Señor al hombre; y bajomsplracIOn lo exphca al entendimiento del hombre. Esun xpositor d la verdad. Además, muestra que elcammo a la fehCldad .humana se encuentra mediantela obediencia a las leyes de Dios. El llama al arrepentimientoa los que se apartan de la verdad. Se tornaen Juchador para que se cumplan los propósitos delSenor c ? n respecto a la familia humana. El propósitode su vida es apoyar el plan de salvación del Señor.Esto lo hace mediante íntima comunión con El, hastaestar 'lleno del Espíritu de Jehová' (Miqueas 3:8; véasetambién D. y C. 20:26; 34:10; 43:16) ..."En el transcurso del tiempo el vocablo 'profeta' halle gado a significar, tal vez principalmente, el llamamientodel hombre que recibe revelaciones e instruc­.ciones del Señor. Erróneamente se ha consideradoque la t r a principal del profeta es la de predeciraconteClmlentos futuros, dar voz a profecías ...peroesto es solamente una de las varias funciones de sullamamiento."Como un profeta es el hombre que recibe revelacionesdel Señor, los títulos 'vidente y revelador' me­.ramente amplían el sentido del título 'profeta' ..."Las revelaciones que recibe pueden ser explicacionesde verdades que ya se han recibido o nuevas verdadesque no estaban en poder del hombre. Tales revelacionesse dan solamente a la persona a quienc mespondan, según el cargo oficial que tenga. El ofi­CIO menor no recibirá revelaciones para el oficio mayor."(Evidences and Reconciliations, págs. 257-58.)¿Qué cualidades son necesarias para que un hombrepueda ser profeta? El élder A. Theodore Tuttlerespondió diciendo:"Principalmente, ¡Dios debe elegirlo como su profeta! Estoes enteramente diferente a que el hombre elija a.DIOS. El Salvador, hablando a sus Apóstoles, dijo: 'Nome elegisteis vosotros a mí sino que yo os elegí a vosotros,y os he puesto para que vayáis y llevéisfruto ...' Ouan 15:16)." 'Creemos que el hombre debe ser llamado deDios, por profecía y la imposición de manos, poraquelos que tienen la autoridad, a fin de que puedapredicar el evangelio y administrar sus ordenanzas. '(Quinto Artículo de Fe.)"El profeta, entonces, es el representante autorizadodel Señor. Aunque el mundo no lo reconozca, elrequisito importante es que Dios hable a través de él. " (Enoference Report, abril de 1973, pág. 11; o Ensign,Jullo de 1973, pág. 18; cursiva agregada. )(B-2) ¿Qué es un vidente?. "El vien t es el que ve con ojos espirituales y per­.Clbe e sIgmfI cado de lo que a otros les parece incomprensible.Por lo tanto, es intérprete y clasificador dela verdad eterna. El ve el futuro desde el pasado yesde el presente. Esto es mediante el poder del Senorque obra a través de él, directa o indirectamente,con la ayuda de instrumentos divinos tales como elUrim y Tumin. En pocas palabras, él es uno que ve,qe anda en la luz del Señor con los ojos abiertos.(Libro de Mormón, Mosíah 8:15-17)." (Widtsoe, Evidencesand Reconciliations, pág. 258.)Como dijo Ammón, "Un vidente es también reveladory profeta" (Mosíah 8:16). Cuando resulta necesario,puede usar el Urim y Tumim o intérpretes sagrados(véase Mosíah 8:13; 28:13--16; 1 Samuel 9:9; 2Samuel 24:11; 2 Reyes 17:13; 1 Crónicas 29:29; 2 Crónicas9:29; 33:19; Isaías 29:10; 30:10; 2 Nefi 3:6-14; D.y C. 21:1; 107:92; 124:94; 125; 127:12; 135:3; Moisés6:36, 38.)(B-3) El papel del profetaAunque los profetas sin duda pensaban mucho encuanto al futuro, la mayor parte de la obra que desarrollaronentre sus contemporáneos fue de naturalezapráctica y de acuerdo con la época. Eran maestros,hombres y guías del pueblo. Eran expositores de laverdad; mostraban que el camino hacia la felicidadhumana es la obediencia a la voluntad divina; llamabanal arrepentimiento a los que se apartaban de laverdad, apoyaban el plan de salvación, y era y es suderecho y responsabilidad aconsejar a los santos entodas las épocas.os .prof .maqumas Impersonales que sencillamente repetíansus mensaJs. Eran grandes personajes, peculiares ensu personahdad y expresión. Veían las cosas a travésde sus propios ojos y de acuerdo con sus circunstancias.Hablaban en el lenguaje y para el entendimientode la gente de su época.Ls diferentes pro .fetas fueron llamados en épocaspartI .culares para satIsfacer necesidades especiales.ObVIamente la mano del Señor estaba en su llamamiento.Por ejemplo, Amós fue llamado en un momentoe que la opulencia y el formalismo religiosose co .mbmaron para producir una gran marea de deca­encIa y pro .miscuidad social. El respondió con un estIloy mensaje adecuados a ese tiempo. Oseas se dirigióal pueblo en un momento en que las formassociales establecidas se esfumaban. Ezequiel, osadoen su lucha por lo recto, declaró: "Sabrán que huboprofeta entre ellos" (Ezequiel 33:33), al hablar de laépoca en que las calamidades predichas caerían sobreel pueblo. Expresó sus clamores de advertencia mientrasestuvo en exilio junto con su pueblo. Isaías predicó

54a un pueblo que, rechazando su mensaje, llegó a sertan inicuo que se condenó a sí mismo. Jeremías vivióen medio de las agonías finales de Jerusalén y advirtióa un rey que prefirió no prestar atención a sus palabrasde modo que sufrió las consecuencias. El élderMark E. Pe tersen dijo acerca de la importancia quetiene la función de los profetas:"Ellos fueron el centro de los tratos del Señor consu pueblo. Tan bien establecido estaba este procedimientoque uno de ellos dijo: 'Porque no hará nadaJehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervoslos profetas' (Amó s 3:7)."En toda la Biblia, tanto en el Antiguo como en elNuevo Testamento, se refleja este importante hecho."Siempre que Dios ha tenido un pueblo en la tierraal cual ha reconocido como suyo, ha proporcionadoguía constante a ese pueblo y lo ha hecho medianterevelación divina dada a través de sus profetas." (EnConference Report, abril de 1970, pág. 82.)En algunas ocasiones hubo al mismo tiempo másde un profeta en Israel, y a veces hubo muchos. Lehiy Jeremías eran contemporáneos (véase 1 Nefí 5:13;7:14), así como muchos otros. Isaías y Miqueas vivieronen la misma época, durante la cual se dirigieron agrupos diferentes. La interrogante acerca de cuál profetatenía autoridad eclesiástica sobre los demás (si esque alguno la tenía) no puede ser contestada porquela información existente es insuficiente. Los Santos delos Ultimos Días somos más conscientes del papel deun profeta presidente porque la naturaleza de la Iglesiahoy día así lo requiere, y porque el Señor ha indicadoque así debe ser. El élder John A. Widtsoe explicó:"Cuando otros, además del Presidente de laIglesia, tienen el título de 'profeta, vidente y revelador',se requiere que el 'poder y la autoridad' así representadosentren en acción solamente por llamamientode parte del Presidente de la Iglesia; de otromodo podría surgir un conflicto de autoridad. Estoqueda bien ilustrado en la práctica de la Iglesia. Porejemplo, un hombre puede ser ordenado sumo sacerdote,oficio en el cual el derecho de presidir es inherente,pero preside solamente si es llamado a hacerlo.Así es también en el ejercicio de autoridad bajo estostítulos sagrados." (Evidences and Reconciliations, pág.257.)Los profetas hablaban acerca de Dios en una maneracomprensible para el débil entendimiento de supueblo. Por esta razón, describían al Señor como poseedorde atributos parecidos del hombre. Por ejemplo,fue descrito como un Dios celoso y muy preocupadopor la reverencia que se le debe rendir. Deseabaser un Dios personal; quería revelarse a su pueblo(véase Exodo 19:10-11), pero el pueblo se asustó y nole permitió llegar directamente a su vida (véase Exodo20:18-19).Se debe recordar, al estudiar la vida y los mensajesde los profetas, que su época y su tiempo no eranexactamente como los del hombre en la actualidad.No había aparatos de televisión, ni automóviles, ninaves aéreas. Por regla general, los profetas estabanlimitados a un zona geográfica más bien pequeña. Actuabandentro de los límites de su cultura, así comolo hacen los profetas hoy en día. (Para obtener másdetalles con respecto al papel de los profetas, véaseExodo 4:12, 16, 30; Números 12:6; 2 Reyes 17:13; Jeremías1:7; Ezequiel 2:7; Mateo 28:20; Hebreos 1:1;Mosíah 8:15; Helamán 5:18; D. y C. 1:38; 20:26; 21:5;84:36.)(B-4) El espíritu de profecía: un don dado a los justosEn un sentido amplio, todo santo debería ser profeta.El élder Bruce R. McConkie explicó:"Los profetas son sencillamente miembros de unaIglesia verdadera, poseedores de un testimonio de laveracidad y de la divinidad de esta obra. Son los santosde Dios que han aprendido mediante el poder delEspíritu Santo que Jesús es el Cristo, el Hijo del Diosviviente."Un visitante celestial sobre el cual el Señor habíapuesto su nombre le dijo al Amado Revelador: 'El testimoniode Jesús es el espíritu de la profecía'. (Apocalipsis19:10.) Esto es, toda persona que recibe revelacióny por ello sabe, independientemente de toda otrafuente, de la condición divina que el Salvador tienecomo Hijo de Dios, posee el espíritu de profecía y esun profeta. Así Moisés exclamó: 'Ojalá todo el pueblode Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espírituen ellos' (Números 11:29). Y así fue que Pabloaconsejó a todos los santos: 'Podéis profetizar todos'y prometió eso a los fieles (1 Cor. 14:31-39)."Un testimonio viene mediante revelación del EspírituSanto, cuya misión es dar 'testimonio del Padre ydel Hijo' (Moisés 1:24). De Cristo, Moroni dice: 'Por elpoder del Espíritu Santo podréis saber que él existe'(Moroni 10:7). La profecía proviene de esa mismafuente y mediante ese mismo poder. En el lenguajede Pedro, 'nunca la profecía fue traída por voluntadhumana, sino que los santos hombres de Dios hablaronsiendo inspirados por el Espíritu Santo' (2 Pedro1:21)."Cuando una persona se sujeta a la ley que le permiteobtener el conocimiento, por revelación, de queel Señor es el Hijo Divino de Dios, se sujeta a la leyque le da el poder, según lo requiera la ocasión, paraprofetizar. En la historia nefita encontramos el relatode un pueblo que obtuvo testimonios y, en consecuencia,también tuvo el don de profecía. Después deexponer el plan de salvación, plan que se aplica mediantela sangre expiatoria de Cristo, el rey Benjamínexpresó el deseo de 'saber si creían las palabras queles había hablado'. La respuesta fue: 'Creemos todaslas palabras que nos has hablado; y además, sabemosde su certeza y verdad por motivo del Espíritu del SeñorOmnipotente', es decir, que habían obtenido testimonios.Entonces dijeron: 'Nosotros mismos, pormedio de la infinita bondad de Dios y las manifestacionesde su Espíritu, tenemos grandes indicacionesde aquello que está por venir; y si fuere prudente, podríamosprofetizar de todas las cosas' (Mosíah 5:1-3).Es decir, el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía;tanto el testimonio como la profecía vienen medianteel poder del Espíritu Santo; y toda persona querecibe la revelación de que Jesús es el Señor es unprofeta y puede, según lo requiera la ocasión y cuandosea guiado por el Espíritu, 'profetizar todas las cosas'."(The Promised Messiah, págs. 23-24.)(B-5) Llamamiento y capacitación de los profetasEl élder John A. Widtsoe expresó este importantepunto de vista en cuanto a los profetas como hombres:"Hay hombres llamados al oficio profético por cau-

54a un pueblo que, rechazando su mensaje, llegó a sertan inicuo que se condenó a sí mismo. Jeremías vivióen medio de las agonías finales de Jerusalén y advirtióa un rey que prefirió no prestar atención a sus palabrasde modo que sufrió las consecuencias. El élderMark E. Pe tersen dijo acerca de la importancia quetiene la función de los profetas:"Ellos fueron <strong>el</strong> centro de los tratos d<strong>el</strong> Señor consu pueblo. Tan bien establecido estaba este procedimientoque uno de <strong>el</strong>los dijo: 'Porque no hará nadaJehová <strong>el</strong> Señor, sin que rev<strong>el</strong>e su secreto a sus siervoslos profetas' (Amó s 3:7)."En toda la Biblia, tanto en <strong>el</strong> Antiguo como en <strong>el</strong>Nuevo Testamento, se refleja este importante hecho."Siempre que Dios ha tenido un pueblo en la tierraal cual ha reconocido como suyo, ha proporcionadoguía constante a ese pueblo y lo ha hecho medianterev<strong>el</strong>ación divina dada a través de sus profetas." (EnConference Report, abril de 1970, pág. 82.)En algunas ocasiones hubo al mismo tiempo másde un profeta en Isra<strong>el</strong>, y a veces hubo muchos. Lehiy Jeremías eran contemporáneos (véase 1 Nefí 5:13;7:14), así como muchos otros. Isaías y Miqueas vivieronen la misma época, durante la cual se dirigieron agrupos diferentes. La interrogante acerca de cuál profetatenía autoridad eclesiástica sobre los demás (si esque alguno la tenía) no puede ser contestada porqu<strong>el</strong>a información existente es insuficiente. Los Santos d<strong>el</strong>os Ultimos Días somos más conscientes d<strong>el</strong> pap<strong>el</strong> deun profeta presidente porque la naturaleza de la Iglesiahoy día así lo requiere, y porque <strong>el</strong> Señor ha indicadoque así debe ser. El élder John A. Widtsoe explicó:"Cuando otros, además d<strong>el</strong> Presidente de laIglesia, tienen <strong>el</strong> título de 'profeta, vidente y rev<strong>el</strong>ador',se requiere que <strong>el</strong> 'poder y la autoridad' así representadosentren en acción solamente por llamamientode parte d<strong>el</strong> Presidente de la Iglesia; de otromodo podría surgir un conflicto de autoridad. Estoqueda bien ilustrado en la práctica de la Iglesia. Porejemplo, un hombre puede ser ordenado sumo sacerdote,oficio en <strong>el</strong> cual <strong>el</strong> derecho de presidir es inherente,pero preside solamente si es llamado a hacerlo.Así es también en <strong>el</strong> ejercicio de autoridad bajo estostítulos sagrados." (Evidences and Reconciliations, pág.257.)Los profetas hablaban acerca de Dios en una maneracomprensible <strong>para</strong> <strong>el</strong> débil entendimiento de supueblo. Por esta razón, describían al Señor como poseedorde atributos parecidos d<strong>el</strong> hombre. Por ejemplo,fue descrito como un Dios c<strong>el</strong>oso y muy preocupadopor la reverencia que se le debe rendir. Deseabaser un Dios personal; quería rev<strong>el</strong>arse a su pueblo(véase Exodo 19:10-11), pero <strong>el</strong> pueblo se asustó y nole permitió llegar directamente a su vida (véase Exodo20:18-19).Se debe recordar, al estudiar la vida y los mensajesde los profetas, que su época y su tiempo no eranexactamente como los d<strong>el</strong> hombre en la actualidad.No había a<strong>para</strong>tos de t<strong>el</strong>evisión, ni automóviles, ninaves aéreas. Por regla general, los profetas estabanlimitados a un zona geográfica más bien pequeña. Actuabandentro de los límites de su cultura, así comolo hacen los profetas hoy en día. (Para obtener másdetalles con respecto al pap<strong>el</strong> de los profetas, véaseExodo 4:12, 16, 30; Números 12:6; 2 Reyes 17:13; Jeremías1:7; Ezequi<strong>el</strong> 2:7; Mateo 28:20; Hebreos 1:1;Mosíah 8:15; H<strong>el</strong>amán 5:18; D. y C. 1:38; 20:26; 21:5;84:36.)(B-4) El espíritu de profecía: un don dado a los justosEn un sentido amplio, todo santo debería ser profeta.El élder Bruce R. McConkie explicó:"Los profetas son sencillamente miembros de unaIglesia verdadera, poseedores de un testimonio de laveracidad y de la divinidad de esta obra. Son los santosde Dios que han aprendido mediante <strong>el</strong> poder d<strong>el</strong>Espíritu Santo que Jesús es <strong>el</strong> Cristo, <strong>el</strong> Hijo d<strong>el</strong> Diosviviente."Un visitante c<strong>el</strong>estial sobre <strong>el</strong> cual <strong>el</strong> Señor habíapuesto su nombre le dijo al Amado Rev<strong>el</strong>ador: 'El testimoniode Jesús es <strong>el</strong> espíritu de la profecía'. (Apocalipsis19:10.) Esto es, toda persona que recibe rev<strong>el</strong>acióny por <strong>el</strong>lo sabe, independientemente de toda otrafuente, de la condición divina que <strong>el</strong> Salvador tienecomo Hijo de Dios, posee <strong>el</strong> espíritu de profecía y esun profeta. Así Moisés exclamó: 'Ojalá todo <strong>el</strong> pueblode Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espírituen <strong>el</strong>los' (Números 11:29). Y así fue que Pabloaconsejó a todos los santos: 'Podéis profetizar todos'y prometió eso a los fi<strong>el</strong>es (1 Cor. 14:31-39)."Un testimonio viene mediante rev<strong>el</strong>ación d<strong>el</strong> EspírituSanto, cuya misión es dar 'testimonio d<strong>el</strong> Padre yd<strong>el</strong> Hijo' (Moisés 1:24). De Cristo, Moroni dice: 'Por <strong>el</strong>poder d<strong>el</strong> Espíritu Santo podréis saber que él existe'(Moroni 10:7). La profecía proviene de esa mismafuente y mediante ese mismo poder. En <strong>el</strong> lenguajede Pedro, 'nunca la profecía fue traída por voluntadhumana, sino que los santos hombres de Dios hablaronsiendo inspirados por <strong>el</strong> Espíritu Santo' (2 Pedro1:21)."Cuando una persona se sujeta a la ley que le permiteobtener <strong>el</strong> conocimiento, por rev<strong>el</strong>ación, de que<strong>el</strong> Señor es <strong>el</strong> Hijo Divino de Dios, se sujeta a la leyque le da <strong>el</strong> poder, según lo requiera la ocasión, <strong>para</strong>profetizar. En la historia nefita encontramos <strong>el</strong> r<strong>el</strong>atode un pueblo que obtuvo testimonios y, en consecuencia,también tuvo <strong>el</strong> don de profecía. Después deexponer <strong>el</strong> plan de salvación, plan que se aplica mediant<strong>el</strong>a sangre expiatoria de Cristo, <strong>el</strong> rey Benjamínexpresó <strong>el</strong> deseo de 'saber si creían las palabras qu<strong>el</strong>es había hablado'. La respuesta fue: 'Creemos todaslas palabras que nos has hablado; y además, sabemosde su certeza y verdad por motivo d<strong>el</strong> Espíritu d<strong>el</strong> SeñorOmnipotente', es decir, que habían obtenido testimonios.Entonces dijeron: 'Nosotros mismos, pormedio de la infinita bondad de Dios y las manifestacionesde su Espíritu, tenemos grandes indicacionesde aqu<strong>el</strong>lo que está por venir; y si fuere prudente, podríamosprofetizar de todas las cosas' (Mosíah 5:1-3).Es decir, <strong>el</strong> testimonio de Jesús es <strong>el</strong> espíritu de profecía;tanto <strong>el</strong> testimonio como la profecía vienen mediante<strong>el</strong> poder d<strong>el</strong> Espíritu Santo; y toda persona querecibe la rev<strong>el</strong>ación de que Jesús es <strong>el</strong> Señor es unprofeta y puede, según lo requiera la ocasión y cuandosea guiado por <strong>el</strong> Espíritu, 'profetizar todas las cosas'."(The Promised Messiah, págs. 23-24.)(B-5) Llamamiento y capacitación de los profetasEl élder John A. Widtsoe expresó este importantepunto de vista en cuanto a los profetas como hombres:"Hay hombres llamados al oficio profético por cau-

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