manual para el alumno

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25zón que llegó a usar un pedazo de cerámica para rascarse.La cara de Job quedó tan desfigurada que susamigos no podían reconocerle. Los gusanos se reproducíanen sus heridas (7:5). Su aliento era tan repulsivoy su cuerpo despedía tal olor, que sus amigos seapartaban de él, y buscó refugio fuera de la ciudad enel monte en el que vivían los leprosos y los expulsados.El dolor era su compañero constante (30:17, 30) ytambién los sueños espantosos (7:14). (The WestministerStudy Edition of the Holy Bible, Westminister Press,Filadelfia, pág. 641, nota.) ..."Segundo: En tanto que anteriormente los jóvenes,los viejos, príncipes y nobles por igual rendían honoresa Job, después se sentía despreciado inclusive poraquellos a los que la sociedad misma rechazaba y vivíaen las afueras del pueblo, entre las zarzas, junto alas zanjas o en cuevas."Job dice de ellos: 'Pero ahora se ríen de mí los másjóvenes que yo, a cuyos padres yo desdeñara ponercon los perros de mi ganado ... Todos les daban gritacomo tras al ladrón ... Hijos de viles, y hombressin nombre, más bajos que la misma tierra. Y ahorayo soy objeto de su burla, y les sirvo de refrán. Meabominan, se alejan de mí, y aun de mi rostro no detuvieronsu saliva. Porque Dios desató su cuerda, yme afligió, por eso se desenfrenaron delante de mirostro. A la mano derecha se levantó el populacho;empujaron mis pies, y prepararon contra mí caminosde perdición. Mi senda desbarataron, se aprovecharonde mi quebrantamiento ... ' (30:1, 5, 8-13) .. ."La pérdida de su prosperidad, posesiones y riqueza,así como la pérdida de la seguridad, era una cosa;y la pérdida de la salud y la fuerza, con el dolor y lamiseria como concurrentes cotidianos, era otra. Peropor alguna razón no explicada, en este cruce críticoen su vida Job sufrió una pérdida que, a su manera,puede haber sido tan significativa como cualquiera delas otras. Perdió el apoyo que los amigos leales y queridosparientes pudieron haberle dado si hubieranquedado junto a él en este momento de prueba. Pero,aunque parece inexplicable, no fue así. En su másprofunda necesidad, Job quedó terriblemente solo,aislado de todo aquel que pudo haber expresado misericordiahacia él en este momento de prueba. Yaquí, una vez más, tuvo al Señor por responsable dehaber producido esta ruptura entre él y sus amigos." 'Hizo alejar de mí a mis hermanos, y mis conocidoscomo extraños se apartaron de mí. Mis parientesse detuvieron, y mis conocidos se olvidaron de mí.Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieronpor extraño; forastero fui yo a sus ojos. Llamé a misiervo, y no me respondió; de mi propia boca le suplicaba.Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, aunquepor los hijos de mis entrañas le rogaba. Aun losmuchachos me menospreciaron; al levantarme, hablabancontra mí. Todos mis íntimos amigos me aborrecieron,y los que yo amaba se volvieron contra mí. Mipiel y mi carne se pegaron a mis huesos, y he escapadocon sólo la piel de mis dientes. ¡Oh, vosotros misamigos, tened compasión de mí, tened compasión demí! Porque la mano de Dios me ha tocado. ¿Por quéme perseguís como Dios, y ni aun de mi carne os saciáis?'(19:13-22.)"Aun la esposa de Job perdió toda esperanza, e incapazde consolarlo, lo instó a 'maldecir a Dios y morir'.ayudar nos dejan desamparados y no recibimos elconsuelo anhelado, muchos en su hora de mayorprueba y necesidad han acudido a la fuente de todosocorro, en necesidad de su presencia. ¿Qué más sinosu gracia puede detener al poder del tentador? Job así.lo hizo también. ¿No había brillado sobre él anteriormentela luz de Dios, siempre que anduvo entre sombras?¿No había sido siempre partícipe de los secretosdel Señor? (21:3-5.) Ciertamente Job podía dirigirseotra vez al Señor en este momento de grantribulación . . ." ... Pero los cielos se mantenían en silencio. Y poruna buena razón: El silencio mismo era parte de laprueba. ¡Pero qué problema planteó esto para Job! Laobscuridad deprimente y profunda lo intimidaba porsu negrura terrible y lo aterraba por su penetración.Escuchemos su ruego angustiado ante el Señor pidiendoalivio para su alma, alivio que incluía una respuestaa su pregunta persistente y nunca contestada:¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ..." '¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?'(13:20-24, cursiva agregada ). 'He aquí, yo clamaréagravio y no seré oído; daré voces, y no habrá juicio.Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; y sobremis veredas puso tinieblas.'da.) '¡Ojalá pudiese disputar el hombre con Dios, comocon su prójimo!'" '¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iríahasta su silla. Expondría mi causa delante de él, y llenaríami boca de argumentos. Yo sabría lo que él merespondiese, y extendería LJ que me dijera.¿Contendería conmigo con grandeza de fuerza? No;antes él me atendería. Allí el justo razonaría con él; yyo escaparía para siempre de mi juez. He aquí iré aloriente, y no lo hallaré, y al occidente, y no lo percibiré;si muestra su poder al norte, yo no lo veré; al surse esconderá y no lo veré.' (23:3-8); cursiva agregada.)"En esta forma Job, privado de sus bienes en formainexplicable para él así como también privado de sufamilia y de su salud, sufriendo grandes dolores todoslos días, privado del apoyo psicológico y espiritualde sus amigos y seres queridos que debieron haberseinteresado, finalmente se encuentra privado delapoyo del Señor, del más grande de todos los consoladores.Nadie parece haber preguntado a Job cuál detodas las pérdidas lo afligió más; pero Job pudo decirdel Señor, en un principio, que así como había dado,también había quitado. Por lo tanto, uno llega a pensarque, a la larga, su mayor pérdida y su necesidadmás apremiante surgieron cuando comprendió que elSeñor no contestaba a sus clamores tan sinceros ..."Estos sentimientos personales de Job exponen algode su sufrimiento espiritual, psicológico y físico y nospreparan para aceptar el hecho de que, para él, bajotales circunstancias, la muerte, en comparación, seríaun gran consuelo. Sin embargo, nos damos cuenta, yes bien notorio, de que Job no parece haber pensadoen el suicidio, sino que sencillamente anhelaba lamuerte. En estas circunstancias aparecen en escenatres consoladores. Para mérito suyo, por deferencia aJob permanecieron en silencio hasta que el amigo terminóde hablar. Las primeras declaraciones que leoyeron exclamar mostraron cuánto y cuán anhelosamenteél deseaba una muerte que constantementeeludía sus castigadas aspiraciones. (Véase Job6:8-11.) ...Bajo estas ci

26La posesión de animales es en el Oriente señal de riqueza"Job, parcialmente aliviado, escuchó la palabra delprimero de los consoladores, el cual le presentó loque vino a ser su máxima aflicción: el desconsuelo delos consoladores a quienes finalmente dijo: 'Consoladoresmolestos sois todos vosotros'. El había intentadoexpresarles cuán profunda era su angustia, y ellos,incomprensiblemente, habían rechazado el grito de sualma y habían sacado conclusiones con respecto a sunecesidad real insinuando que él se había apartadodel Señor y, en consecuencia, sufría una aflicción porparte de El. Aconsejaron que se arrepintiera si es queesperaba volver a tener la gracia divina. Esta imputaciónde pecado, sabiendo que no lo había cometido,enojó a Job. Ciegamente hablaron, no para aliviar lanecesidad de él sino para ellos mismos. Al afirmar anteellos su integridad, lo acusaron de vanagloria e intentaronsacarlo de lo que consideraban una autocomplacencianacida de su vanidad que, según ellos, sefundaba en la convicción de su rectitud personal. Estemalentendido mutuo llevó finalmente a la frustracióna Job y a sus consoladores."La primera acusación fue hecha por Elifaz, quiencomenzó en términos bastante generales pero terminóreprochando a Job de pecados bien definidos, pecadosque nadie que realmente conociera su carácter podríacreer."Haciendo notar que Job mismo había sido la clasede persona que siempre había 'fortalecido al débil y alque tropezaba ... y esforzaba sus rodillas' (véase4:3--4), se sintieron animados a ofrecer a Job la clasede ayuda que juzgaron que él había dado anteriormentea otros. En la mente de Elifaz esto significabaenfrentar a Job a su necesidad real: un reconocimientode su situación. Dijo Elifaz: 'Recapacita ahora; ¿quéinocente se ha perdido? y ¿en dónde han sido destruidoslos rectos? Como yo he visto, los que aran iniquidady siembran injuria, la siegan. Perecen por elaliento de Dios, y por el soplo de su ira son consumidos(4:7-9) , . No había duda en la mente de Elifaz deque Job había sido excluido de la presencia de Dios,habiendo sentido su aliento y el soplo de su ira. Laimplicación era demasiado clara para Job."La 'ley de la cosecha', o el principio de causa yefecto, tiene validez; pero ellos habían razonado al revés,partiendo de los efectos hacia la causa, llegandoa la conclusión de que solamente una vida que no estéen armonía con el Señor puede sufrir tales consecuenciascomo las que estaba sufriendo Job. Comopodemos ver, ellos estaban en error, porque nosotroslos lectores, el Señor, Satanás y Job sabemos que esaconclusión es errónea. Y este juicio erróneo por partede los consoladores hizo irrelevante su consejo. Maséste no fue el único problema que ese consejo planteópara Job: Su doble pérdida, causada por la clase deconsuelo dado por ellos, consistía en ser despojadodel apoyo tan necesario que pudieron darle si hubieranentendido su verdadera posición y también verseforzado a escuchar una clase de crítica insinuante ydesmoralizadora que debe haber socavado su reservapersonal y devastado a un hombre cuyos días habíanpasado sin esperanza. El consejo final de Elifaz fueque Job se humillara, comprometiera su vida a Dios yno despreciara su castigo, y aí el Señor lo sanaría ycuraría sus heridas. ¡Amargo bálsamo en verdad!"Job intentó comunicarse a otro nivel, esperando alcanzarcomprensión. Para ello les dijo cuán penososeran sus dolores. '¡Oh, que pesasen justamente miqueja y mi tormento, y se alzasen igualmente en balanza!Porque pesarían ahora más que la arena delmar' (6:2-3). Pidió a ellos algo que había estado pidiendoal Señor. Si realmente querían satisfacer sunecesidad, debían ayudarlo a ver claramente a fin de

25zón que llegó a usar un pedazo de cerámica <strong>para</strong> rascarse.La cara de Job quedó tan desfigurada que susamigos no podían reconocerle. Los gusanos se reproducíanen sus heridas (7:5). Su aliento era tan repulsivoy su cuerpo despedía tal olor, que sus amigos seapartaban de él, y buscó refugio fuera de la ciudad en<strong>el</strong> monte en <strong>el</strong> que vivían los leprosos y los expulsados.El dolor era su compañero constante (30:17, 30) ytambién los sueños espantosos (7:14). (The WestministerStudy Edition of the Holy Bible, Westminister Press,Filad<strong>el</strong>fia, pág. 641, nota.) ..."Segundo: En tanto que anteriormente los jóvenes,los viejos, príncipes y nobles por igual rendían honoresa Job, después se sentía despreciado inclusive poraqu<strong>el</strong>los a los que la sociedad misma rechazaba y vivíaen las afueras d<strong>el</strong> pueblo, entre las zarzas, junto alas zanjas o en cuevas."Job dice de <strong>el</strong>los: 'Pero ahora se ríen de mí los másjóvenes que yo, a cuyos padres yo desdeñara ponercon los perros de mi ganado ... Todos les daban gritacomo tras al ladrón ... Hijos de viles, y hombressin nombre, más bajos que la misma tierra. Y ahorayo soy objeto de su burla, y les sirvo de refrán. Meabominan, se alejan de mí, y aun de mi rostro no detuvieronsu saliva. Porque Dios desató su cuerda, yme afligió, por eso se desenfrenaron d<strong>el</strong>ante de mirostro. A la mano derecha se levantó <strong>el</strong> populacho;empujaron mis pies, y pre<strong>para</strong>ron contra mí caminosde perdición. Mi senda desbarataron, se aprovecharonde mi quebrantamiento ... ' (30:1, 5, 8-13) .. ."La pérdida de su prosperidad, posesiones y riqueza,así como la pérdida de la seguridad, era una cosa;y la pérdida de la salud y la fuerza, con <strong>el</strong> dolor y lamiseria como concurrentes cotidianos, era otra. Peropor alguna razón no explicada, en este cruce críticoen su vida Job sufrió una pérdida que, a su manera,puede haber sido tan significativa como cualquiera d<strong>el</strong>as otras. Perdió <strong>el</strong> apoyo que los amigos leales y queridosparientes pudieron haberle dado si hubieranquedado junto a él en este momento de prueba. Pero,aunque parece inexplicable, no fue así. En su másprofunda necesidad, Job quedó terriblemente solo,aislado de todo aqu<strong>el</strong> que pudo haber expresado misericordiahacia él en este momento de prueba. Yaquí, una vez más, tuvo al Señor por responsable dehaber producido esta ruptura entre él y sus amigos." 'Hizo alejar de mí a mis hermanos, y mis conocidoscomo extraños se apartaron de mí. Mis parientesse detuvieron, y mis conocidos se olvidaron de mí.Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieronpor extraño; forastero fui yo a sus ojos. Llamé a misiervo, y no me respondió; de mi propia boca le suplicaba.Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, aunquepor los hijos de mis entrañas le rogaba. Aun losmuchachos me menospreciaron; al levantarme, hablabancontra mí. Todos mis íntimos amigos me aborrecieron,y los que yo amaba se volvieron contra mí. Mipi<strong>el</strong> y mi carne se pegaron a mis huesos, y he escapadocon sólo la pi<strong>el</strong> de mis dientes. ¡Oh, vosotros misamigos, tened compasión de mí, tened compasión demí! Porque la mano de Dios me ha tocado. ¿Por quéme perseguís como Dios, y ni aun de mi carne os saciáis?'(19:13-22.)"Aun la esposa de Job perdió toda esperanza, e incapazde consolarlo, lo instó a 'maldecir a Dios y morir'.ayudar nos dejan desam<strong>para</strong>dos y no recibimos <strong>el</strong>consu<strong>el</strong>o anh<strong>el</strong>ado, muchos en su hora de mayorprueba y necesidad han acudido a la fuente de todosocorro, en necesidad de su presencia. ¿Qué más sinosu gracia puede detener al poder d<strong>el</strong> tentador? Job así.lo hizo también. ¿No había brillado sobre él anteriorment<strong>el</strong>a luz de Dios, siempre que anduvo entre sombras?¿No había sido siempre partícipe de los secretosd<strong>el</strong> Señor? (21:3-5.) Ciertamente Job podía dirigirseotra vez al Señor en este momento de grantribulación . . ." ... Pero los ci<strong>el</strong>os se mantenían en silencio. Y poruna buena razón: El silencio mismo era parte de laprueba. ¡Pero qué problema planteó esto <strong>para</strong> Job! Laobscuridad deprimente y profunda lo intimidaba porsu negrura terrible y lo aterraba por su penetración.Escuchemos su ruego angustiado ante <strong>el</strong> Señor pidiendoalivio <strong>para</strong> su alma, alivio que incluía una respuestaa su pregunta persistente y nunca contestada:¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ..." '¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?'(13:20-24, cursiva agregada ). 'He aquí, yo clamaréagravio y no seré oído; daré voces, y no habrá juicio.Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; y sobremis veredas puso tinieblas.'da.) '¡Ojalá pudiese disputar <strong>el</strong> hombre con Dios, comocon su prójimo!'" '¡Quién me diera <strong>el</strong> saber dónde hallar a Dios! Yo iríahasta su silla. Expondría mi causa d<strong>el</strong>ante de él, y llenaríami boca de argumentos. Yo sabría lo que él merespondiese, y extendería LJ que me dijera.¿Contendería conmigo con grandeza de fuerza? No;antes él me atendería. Allí <strong>el</strong> justo razonaría con él; yyo escaparía <strong>para</strong> siempre de mi juez. He aquí iré aloriente, y no lo hallaré, y al occidente, y no lo percibiré;si muestra su poder al norte, yo no lo veré; al surse esconderá y no lo veré.' (23:3-8); cursiva agregada.)"En esta forma Job, privado de sus bienes en formainexplicable <strong>para</strong> él así como también privado de sufamilia y de su salud, sufriendo grandes dolores todoslos días, privado d<strong>el</strong> apoyo psicológico y espiritualde sus amigos y seres queridos que debieron haberseinteresado, finalmente se encuentra privado d<strong>el</strong>apoyo d<strong>el</strong> Señor, d<strong>el</strong> más grande de todos los consoladores.Nadie parece haber preguntado a Job cuál detodas las pérdidas lo afligió más; pero Job pudo decird<strong>el</strong> Señor, en un principio, que así como había dado,también había quitado. Por lo tanto, uno llega a pensarque, a la larga, su mayor pérdida y su necesidadmás apremiante surgieron cuando comprendió que <strong>el</strong>Señor no contestaba a sus clamores tan sinceros ..."Estos sentimientos personales de Job exponen algode su sufrimiento espiritual, psicológico y físico y nospre<strong>para</strong>n <strong>para</strong> aceptar <strong>el</strong> hecho de que, <strong>para</strong> él, bajotales circunstancias, la muerte, en com<strong>para</strong>ción, seríaun gran consu<strong>el</strong>o. Sin embargo, nos damos cuenta, yes bien notorio, de que Job no parece haber pensadoen <strong>el</strong> suicidio, sino que sencillamente anh<strong>el</strong>aba lamuerte. En estas circunstancias aparecen en escenatres consoladores. Para mérito suyo, por deferencia aJob permanecieron en silencio hasta que <strong>el</strong> amigo terminóde hablar. Las primeras declaraciones que leoyeron exclamar mostraron cuánto y cuán anh<strong>el</strong>osamenteél deseaba una muerte que constantemente<strong>el</strong>udía sus castigadas aspiraciones. (Véase Job6:8-11.) ...Bajo estas ci

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