13.07.2015 Views

manual para el alumno

manual para el alumno

manual para el alumno

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

251(24--22) Jeremías 37-39. "Recompensa" de un profetaCuando <strong>el</strong> rey Joacim se reb<strong>el</strong>ó contra Babilonia,fue depuesto, y su tío, Sedequías, fue puesto en sulugar. En este momento de la historia debe haber sidoevidente que las profecías de Jeremías pronto se ibana cumplir. Dos veces había venido Nabucodonosor ydos veces había humillado a Judá sin que nadie se loimpidiera. Pero Sedequías no fue más prudente quesu hermano, Joaquín, ni que su sobrino, Joacim. Eltambién comenzó a buscar formas <strong>para</strong> destruir <strong>el</strong> yugoimpuesto por Babilonia. Sin prestar atención a lasrepetidas advertencias de Jeremías, se reb<strong>el</strong>ó, y unavez más los invasores llegaron contra Jerusalén. (VéaseTemas suplementarios, sección G.)Fue sobre este escenario que los acontecimientos deestos capítulos tuvieron lugar. Jerusalén estaba bajositio, y <strong>el</strong> consejo de Jeremías de que debían rendirseno fue bien acogido. El profeta fue considerado traidory subversivo. En este momento un ejército de Faraónse dirigía hacia <strong>el</strong> norte <strong>para</strong> enfrentarse con lasfuerzas de Nabucodonosor (véase Jeremías 37:5). Nabucodonosortemporariamente se apartó de Jerusalén<strong>para</strong> enfrentar la amenaza d<strong>el</strong> sur. Las esperanzas d<strong>el</strong>os judíos renacieron, pero nuevamente Jeremías lashizo trizas. Profetizó que <strong>el</strong> ejército egipcio retornaríaa Egipto (véase verso 7) y que <strong>el</strong> sitio sería establecidonuevamente. Tan desvalida se vería Judá, de acuerdocon Jeremías, que aunque todo <strong>el</strong> ejército caldeo fueraherido en la batalla con Egipto, igual tendría éxito <strong>para</strong>destruir a Jerusalén (véase verso 8-10).Cuando <strong>el</strong> sitio se levantó, Jeremías decidió regresara la tierra de Benjamín, probablemente <strong>para</strong> visitarsu ciudad natal. Sus enemigos aprovecharon la oportunidad<strong>para</strong> actuar en contra de él. Acusándolo dehuir <strong>para</strong> unirse a los caldeas, los caudillos judíos hicieronque Jeremías fuera arrestado, azotado y arrojadoen la prisión (véase verso 11-15).El carácter débil e indeciso de Sedequías se volvió amanifestar. En secreto mandó buscar a Jeremías <strong>para</strong>preguntarle si había palabra d<strong>el</strong> Señor concerniente aldestino de Jerusalén (véase verso 16-17); sin embargo,cuando los otros líderes demandaron la muerte d<strong>el</strong>profeta por predicar la rendición (véase Jeremías38:1-4), Sedequías respondió débilmente: "He aquíque él está en vuestras manos; pues <strong>el</strong> rey nada puedehacer contra vosotros" (véase verso 5). Pero cuandolos amigos de Jeremías intercedieron por su vida,Sedequías se aplacó y lo dejó en libertad secretamente(véase verso 7-13).La pregunta aguda y sarcástica dirigida al rey por <strong>el</strong>profeta aparece en Jeremías 37:19. Los profetas falsoshabían prometido que los babilonios no atacarían Jerusalény que los que habían sido llevados cautivosvolverían. En ese momento Jeremías citó las palabrasde Moisés en cuanto a cómo discernir entre un profetaverdadero y uno falso. Ahora bien, con los babiloniosrodeando la ciudad, Jeremías preguntó dónde estabanaqu<strong>el</strong>los profetas. La palabra de Jeremías habíademostrado ser la verdadera, y él se encontraba enprisión. La palabra de los otros había sido expuestacomo falsa, ¿y dónde se encontraban <strong>el</strong>los?El capítulo 39 detalla la caída de Jerusalén y <strong>el</strong> trágicofinal de Sedequías y de su familia. Por motivo deque Jeremías había anunciado <strong>el</strong> éxito final de Babilonia,fue dejado libre por los caldeas y tuvo permisode quedar en Jerusalén como hombre libre (véaseverso 11-14).(24--23) Jeremías 40--44. Después de la caída de Judá"Anteriormente mencionamos <strong>el</strong> hecho de que despuésde la caída de Jerusalén, Jeremías fue liberado yse le permitió permanecer en Palestina. De hecho,primero fue llevado encadenado con todos los demáscautivos y llegó hasta Ramá, pueblo a unos ocho kilómetrosal norte de Jerusalén. Aquí <strong>el</strong> capitán de laguardia de los babilonios le quitó las cadenas y le dioprovisiones y un presente, y lo mandó de vu<strong>el</strong>ta aGedalías, nuevo gobernador de Judá, con instruccionesde que le permitieran vivir entre <strong>el</strong> pueblo o irdonde quisiera (40:1-6)."Luego d<strong>el</strong> nombramiento de Gedalías como gobernadorde Judá, muchos judíos en las regiones circunvecinasrecuperaron la confianza y regresaron a supaís natal. Pero uno de <strong>el</strong>los, Isma<strong>el</strong>, <strong>el</strong> hijo de Netanías,parece haber sido enviado por Baalis, rey deAmón, con <strong>el</strong> propósito expreso de matar a Gedalías(40-14). El buen gobernador fue advertido de esto,pero no quiso creer a quienes lo pusieron al tanto d<strong>el</strong>complot. El resultado fue que él, los judíos Y los caldeasque estaban con él en Mizpa fueron asesinados asangre fría por Isma<strong>el</strong> y los otros conspiradores(41:1-3). Otros judíos encontraron la muerte en manosde Isma<strong>el</strong>, y éste escapó a Amón antes de sercapturado (41:4--15)."Después de este incidente, Jeremías recibió algunosd<strong>el</strong> pueblo de Judá, quienes le pidieron que oraraa Dios en bien de <strong>el</strong>los y pidiera consejo y asesoramiento.El profeta oró, y <strong>el</strong> Señor aconsejó a los d<strong>el</strong>pueblo que se quedaran en Judá <strong>para</strong> ser bendecidos.Se les dijo que no temieran al rey de Babilonia, que <strong>el</strong>Señor los salvaría y los liberaría de la mano de aqu<strong>el</strong>monarca y tendría compasión de <strong>el</strong>los. Por otra parte,si iban a Egipto <strong>para</strong> escapar de la guerra y d<strong>el</strong> hambre,se sentirían sumamente desilusionados. Se les dijoque <strong>el</strong> hambre, la pestilencia y la espada serían suterrible destino (42:1-22). Pero los tercos judíos rehusaronescuchar la palabra d<strong>el</strong> Señor dada a través deJeremías y se fueron a la tierra de Egipto, llevandoconsigo al desafortunado profeta y a Baruc (43:1-7)."En Tafnes vino al profeta la palabra d<strong>el</strong> Señoranunciando la destrucción de Egipto en manos d<strong>el</strong>mismo Nabucodonosor que había destruido a JerusalénOeremías 43:8-13)."Así los judíos desobedientes que habían huido d<strong>el</strong>as dificultades en Judá las encontraron frente a <strong>el</strong>losen Egipto. (Véase también 44:12-14.) Jeremías continuófustigándolos por la adoración idólatra de la 'reinade los ci<strong>el</strong>os', pero <strong>el</strong>los rehusaron escuchar suspalabras (44:15--30)." (Sperry, Voice of Isra<strong>el</strong>'s Prophets,págs. 184--85.)(24--24) Jeremías 45. Baruc"Este pasaje es una especie de apéndice que correspondeal capítulo 36, y tiene mucho valor por motivode los detalles que aporta con respecto a la vida deBaruc. El también estuvo acosado por la desesperacióncomo lo estuvo Jeremías y bien pudo decir: 'Ayde mí' (vers. 3). Es posible que al escribir las palabrasde juicio pronunciadas por Jeremías, sabiendo en sucorazón que las mismas eran verdaderas y que todosucedería tal como se decía, se haya sentido deprimidoy se haya llenado de incertidumbre con respecto asu propio futuro. Sabía mucho de los asuntos de Jeremías:Escribió los oráculos pronunciados por <strong>el</strong> profe-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!