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Sobre estornudos y bostezos - Biblioteca Virtual en Salud Rep ...

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MEDICINA VERNÁCULARev Med DomDR-ISSN-0254-4504ADOERBIO 001Vol. 60 No. 3Septiembre-diciembre, 1999269<strong>Sobre</strong> <strong>estornudos</strong> y <strong>bostezos</strong>Rubén Daría Pim<strong>en</strong>tel*EstornudasEl estornudo es siempre considerado como muy <strong>en</strong>ojosoaugurio cuando se origina la vfspera de año nuevo.Paracombatir susconsecu<strong>en</strong>cias se imponevisitar <strong>en</strong>toncesa ''tres familias que t<strong>en</strong>gan apellidos distintos" y pedira cada una de ellas un pastelillo "<strong>en</strong> forma de tortuga" quees indisp<strong>en</strong>sable comerse antes de medianoche.La tradición de hacer votos, unida al estornudo.,hacfaremontar esta costumbre a los primeros sujetos de nuestrahistoria, pret<strong>en</strong>diéndose que Gregorio el grande instituyósus letanfas mayores -a principos del siglo VII- acausa de una epidemia que se ext<strong>en</strong>dió por Italia y quehacía estornudar a m<strong>en</strong>udo y aún morir. La cre<strong>en</strong>ciapopular alemana precisaba que no había que estornudardurante la nochebu<strong>en</strong>aafin de proteger losestablos de losepizootias. El saludo profiláctico se propagó universalm<strong>en</strong>te,y Craner' refería <strong>en</strong> el siglo XVII que se considerabamuy reprochable no decir a algui<strong>en</strong> <strong>en</strong> tal caso: "Diosos b<strong>en</strong>diga". Durante el r<strong>en</strong>acimi<strong>en</strong>to se decfa va <strong>en</strong>Escociaque sólo losidiotaseran incapacesde estornudar.La adivinación antigua permanecía ligada a la casa,puesto que se le <strong>en</strong> Rousard2que se estimaba <strong>en</strong> Franciacomo <strong>en</strong> sfntoma de mala suerte estornudar sin mirar alsol. Montaigne3,<strong>en</strong> sus <strong>en</strong>sayos, asignó, sin embargo, alestornudo un justo lugar "parece qu il vi<strong>en</strong>t de la teste, etestgns blasme, LuyFaisons athonnest recueil. No vousmoquez pas de cette subtilité: elleest, dict-on, d'Aristote".Plinio, Propercio, Cátulo hicieron m<strong>en</strong>ción del estornudocomo presagio. De medianochea mediodfa era nefasto;de mediodía a medianoche,favorable. Los matices deinterpretaciónofrecíanunrefinami<strong>en</strong>toextremo:trafabu<strong>en</strong>asuerte a las personas pres<strong>en</strong>tes cuando se producfa a suderecha: mala, <strong>en</strong> cambio, si t<strong>en</strong>ía lugar a su izquierda. Elvoto popular de los romanos era <strong>en</strong>tonces "Salve" o bi<strong>en</strong>"Ab, Tove" (Por Júpiter). Plutarco, por su parte, veía aldemonio familiar de Sócrates manifestarse... <strong>en</strong> sus<strong>estornudos</strong>. Homero no desdeñó hablar del estornudo:cuando Telérmeco estornuda P<strong>en</strong>élopese alegra e infierede ella que sus deseos serán at<strong>en</strong>didos. Algui<strong>en</strong> dijo queel estornudo es "como un orgasmo frustado".Jefe de Investigación. C<strong>en</strong>tro de Gastro<strong>en</strong>terología, Complejo HospitalarioDr. Luis E. Aybar.En fin el estornudo es despedir o arrojar con viol<strong>en</strong>ciael aire de los pulmones, por la aspiración involuntaria yrep<strong>en</strong>tina promovida por un esHmulo que actúa sobre lamembrana pituitaria.BostezosAl igual que el estornudo, el bostezo es objeto de losdiversos tabúes que hay que respetar escrupulosam<strong>en</strong>te,so p<strong>en</strong>a de ser víctima de las influ<strong>en</strong>cias.Del mismo modo, cuando la explicación g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>teadmitida pret<strong>en</strong>de demostrar que la costumbre de llevarsela mano a la boca, al sobrev<strong>en</strong>ir el bostezo, provi<strong>en</strong>e deciertas <strong>en</strong>fermedades epidémicas y no es más que unapráctica de cortesía profiláctic, nosotros preferimos descubrir<strong>en</strong> ello un vestigio de la idea primitiva de que ciertosespíritus al acecho <strong>en</strong>contraban así atajado el paso y seveían impedidos de perpetrar su obra de posesión.Son muchas las teorías que exist<strong>en</strong> acerca del bostezo.El hombre bosteza desde que era un feto, algo que alos adultos les resulta tan inútil como un sollozo. Unaflamante teoría ha sido publicada, por varios ci<strong>en</strong>Hficosnorteamericanos, <strong>en</strong> el semanario británico New Sci<strong>en</strong>tist.RichardRoberts et al.4del C<strong>en</strong>tro de G<strong>en</strong>ética y Diagnósticopr<strong>en</strong>atal de Signal Mountain, <strong>en</strong> T<strong>en</strong>esse, estudiaronci<strong>en</strong>tos de ecografías de fetos con posibles problemasmédicos. Descubrieron que el bebé aún no nacido yabosteza y solloza desde la undécima semana de gestación.Y afirman que el bostezo es un mecanismo deseguridad para la protección de los pulmones del bebé,cuando éste aún está <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o materno.5Sólo después del nacimi<strong>en</strong>to, cuando ya no ti<strong>en</strong><strong>en</strong>inguna función física, el bostezo se transforma <strong>en</strong> unm<strong>en</strong>saje de gran relevancia social, para expresar el aburrimi<strong>en</strong>to.Los investigadores de Roberts rechazan <strong>en</strong>tonces lateoría de la falta de oxfg<strong>en</strong>o. "No hay razón -dijo WiIIBlackburn, uno de los estudiados- para los <strong>bostezos</strong> osollozos de niños o adultos".Los pulmones del feto, explicaron los ci<strong>en</strong>Hficos, segreganuna sustancia que ayuda a formar el líquidoamniótico.Si este fluido no puede salir de los pulmones,las futuras vías respiratorias se dilatan <strong>en</strong> forma excesiva


<strong>Sobre</strong> <strong>estornudos</strong>y <strong>bostezos</strong>.y sufr<strong>en</strong> daños. Así lo demuestran los bebés con obstruccionescongénitas que impid<strong>en</strong> al líquido salir, qui<strong>en</strong>esmuchas veces nac<strong>en</strong> con los pulmones deformados.En el país cuando una persona bosteza se dice queti<strong>en</strong>e sueño, hambreo ganas de robar.Otros lo interpretancomo cansancio, falta de interés y hay qui<strong>en</strong>es afirmanque los <strong>bostezos</strong> son contagiosos.En realidad el bostezo consiste <strong>en</strong> hacerinvoluntariam<strong>en</strong>te, abri<strong>en</strong>do mucho la boca, inspiraciónl<strong>en</strong>ta y profunda y luego espiración, también prolongada yg<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te ruidosa. Es indicio de tedio, debilidad, etc.,y más ordinariam<strong>en</strong>te de sueño.Actualm<strong>en</strong>te, es una opinión g<strong>en</strong>eralizada <strong>en</strong>tre muchaspersonas incultas, que los actos de comer y bebervan acompañados de peligros especiales, pues <strong>en</strong> esosmom<strong>en</strong>tos el alma puede escapar por la boca o serraptada,extraída por las artes mágicas de alg(¡n<strong>en</strong>emigopersonal.Pareceser cre<strong>en</strong>cia común que losespíritus quehabitan <strong>en</strong> nosotros,<strong>en</strong>tran y sal<strong>en</strong> del cuerpo por la boca.Por eso es es<strong>en</strong>cial que los hombres "se cuid<strong>en</strong>" cubri<strong>en</strong>dosu boca, pues si el espíritu nuestro ha salido, algún otroerrante pueda "aprovechar" para introducirse. LosZafimanelosde Madagascar, cierran concerrojo suspuertasdurante las comidas y difícilm<strong>en</strong>te permit<strong>en</strong> que algui<strong>en</strong>les vea comi<strong>en</strong>do. Los Warua tampoco permit<strong>en</strong>que se les ve comer o beber y así se repite <strong>en</strong> muchasculturas. El etnólogo Sir James George Frazier,5 autor de"La Rama Dorada",apunta que int<strong>en</strong>tó pagarle a varios deestos primitivosparaque le permitieran verloscomery quetodos sus int<strong>en</strong>tos fueron fallidos. Agrega que cuando seles ofrece untrago, la mayoría pid<strong>en</strong> unatela para taparsemi<strong>en</strong>tras beb<strong>en</strong>.Si estas son precauciones adoptadas porla g<strong>en</strong>te común, las que tom<strong>en</strong> los reyes serán extraordinarias.El rey de Loango no puede dejarse ver comi<strong>en</strong>doni bebi<strong>en</strong>dopor ningúnservivi<strong>en</strong>te (hombre oanimal) bajop<strong>en</strong>a de muerte. Cu<strong>en</strong>tan que <strong>en</strong> una ocasión su perrofavorito <strong>en</strong>tró a la habitación donde el rey ingería susalim<strong>en</strong>tos e inmediatam<strong>en</strong>te fue sacrificado.5Incluso, el propio hijo del rey <strong>en</strong>tró sin avisar a estesagrado recinto, sin querer observó a su padre beber y alacto fue obligado a vestirse de gala para despedirse de lavida, <strong>en</strong> pres<strong>en</strong>cia de todos lossúbditos. Pero novayamostan lejos. Se sorpr<strong>en</strong>dería usted si le contamos lo quehac<strong>en</strong> nuestros conciudadanos para atraer la bu<strong>en</strong>a omala suerte.Refer<strong>en</strong>cias1. Craner. Citado por Caro Baroja Julio. Las bruja sy su mundo, Madrid(España): Alianza Editorial, 1990.2. Ronsard. Citado porLisón Tolosana Carmelo. Antropología culturalde Galicia. Madrid (España): 1971.3. Montaigne. Citado por Levy-Bruhl Luci<strong>en</strong>. La m<strong>en</strong>talidad primitiva,Bu<strong>en</strong>os Aires (Arg<strong>en</strong>tina), 1992-:55.4. Roberts Richard. Estudios ecográticos de Fetos. New Sci<strong>en</strong>tial.1998.5. Londres (ANSA). Los tetos bostezan y sollozan. Nacional, SantoDomingo (<strong>Rep</strong>. Dom.), viernes 16 de abril de 1999, p. 23, col. 1-3[Exterior].6. Frazer James. la rama dorada, México, 1972: 269. .Revista Médica DominicanaInforma que debido a un error involuntario, el nombre de la doctora Deysi Hernández Durán fueomitido de la lista de autores del artículo: Hallazgos <strong>en</strong>doscópicos <strong>en</strong> paci<strong>en</strong>tes con sangradogastrointestinal alto admitidos <strong>en</strong> el C<strong>en</strong>tro de Gastro<strong>en</strong>terología del Hospital Dr. Luis E. Aybar,durante el período 1995-1996,publicado <strong>en</strong> la Revista Médica Dominicana 1999; 60(2): 147-150.La doctora Deysi Hernández Durán pres<strong>en</strong>tó,junto a las otras autoras, el tema anterior como tesis<strong>en</strong> la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con el asesorami<strong>en</strong>to del Dr. Juan OrtizPérez y posteriorm<strong>en</strong>te a esta revista para publicación.270

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