configurarse y busca sus formas de expresión y organización, embrionarias, escierto, pero potencialmente amenazadoras pues la revolución cubana avanzahacia el socialismo e indica un camino: para lograr la liberación nacional y socialhay que liquidar la base de sustentación de la dominación imperialista, elcapitalismo dependiente. La revolución cubana demuestra en la práctica lo queteóricamente era obvio: el socialismo es viable y necesario en América Latina.En este contexto las burguesías latinoamericanas no tienen ninguna políticaasequible que proponer en interés de los pueblos. Sólo les quedan losregímenes de excepción, única salida para contener el avance del movimientopopular y revolucionario; para posibilitar la implementación de una políticaeconómica de estabilización monetaria —preconizada por el Fondo MonetarioInternacional— cuyo objetivo es contener la inflación, dar seguridad a losinversionistas extranjeros, generar, en suma, los prerrequisitos para un nuevociclo de acumulación, en base fundamentalmente a la contención de sueldosobreros y la restricción de créditos a la pequeña burguesía, lo que favorece a lasgrandes empresas controladas por el capital extranjero y acelera el proceso deconcentración, centralización y monopolización de la economía. Este nuevomodelo de acumulación, propuesto por el imperialismo, es incompatible con lademocracia y sólo podía ser implementado por regímenes de corte neofascista.En 1964, el golpe militar en Brasil inaugura en América Latina el nuevomodelo de régimen represivo en lo político y en lo económico: las fuerzasarmadas asumen la gestión del gobierno y pasan a implementar, codo con codocon las mejores expresiones del gran capital criollo asociado a las grandescorporaciones imperialistas, un "modelo" que luego servirá de inspiración a todoel cono sur del continente, pese a que esta experiencia pionera coexistirá poralgún tiempo con intentos fraudulentos de desarrollo en la democracia, como la"revolución en libertad" de Frei en Chile, y con el intento de superación delcapitalismo dependiente a través de la utilización de la democracia burguesa, enel mismo Chile de Salvador Allende.No fue pues aleatorio que los primeros intentos de elaboración de las tesissobre la dependencia hayan surgido en Brasil, en los primeros años de la décadade los sesenta, por parte de intelectuales y militantes de la llamada izquierdarevolucionaria. En Brasil, la ideología nacionalista había adquirido un gran augedesde la formación, durante el gobierno Kubitschek, del Instituto Superior deEstudios Brasileños. En varios ambientes universitarios, en sectores de laFacultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Minas Gerais y en eldepartamento de Ciencias Humanas y Filosofía y de Economía de la Universidadde Sao Paulo, se empezaron a cuestionar las tesis del ISEB y a esbozar las de ladependencia. De la misma manera, en la agrupación de izquierda denominadaPolítica Obrera se trató de desarrollar estas tesis en la búsqueda de unafundamentación más sólida para contrarrestar los argumentos que defendían laalianza de clases que preconizaba el Partido Comunista y que había sido llevada ala práctica en el gobierno de Goulart. Pero fue sólo en Chile en donde estas tesispudieron ser sistematizadas y elaboradas de manera más definitiva, pues ahí sedaban las condiciones óptimas para que esta corriente de pensamiento sedesarrollara.Las razones que explican este hecho son varias: hacia Chile convergieron, apartir de mediados de los años sesenta, militantes e intelectuales revolucionarioshttp://www.amauta.lahaine.org 6
de diversos países donde el movimiento revolucionario había sufrido una derrotamomentánea o en donde éste acumulaba fuerzas para una nueva ofensiva. Chilese transformó, en aquella época, en uno de los más importantes centros de laresistencia latinoamericana en contra de las dictaduras. La burguesía chilenapodía entonces darse el lujo de permitir que desde su territorio se abominara a losregímenes represivos. Hacia Chile llegaba además la literatura portavoz de lasresistencias de los pueblos del continente que reflejaba los reveses, lasesperanzas, pero sobre todo la experiencia de luchas que se iba acumulando.Chile era un país muy afectado por la crisis económica y la dominaciónimperialista se acentuaba bajo el gobierno de Frei; pero el movimiento popular,pese a la derrota del FRAP en 1964, ya empezaba a prepararse para la contiendadel año 1970 y mantenía su personalidad propia, su peso específico y amenazadoren la sociedad chilena. Había pues una amplia apertura y el estímulo para eldesarrollo de la ciencia social revolucionaria.Hay otro factor relevante: en Chile estaba ubicada la sede central de losorganismos de las Naciones Unidas, la CEPAL y el ILPES. Paradójicamente,fue del seno de estas instituciones particularmente de la segunda, queprovino bueno parte del cuestionamiento de su propia concepción. ¿Por quéocurrió esto? Estos organismos en esa época pudieron atraer parte de lo mejorde la intelectualidad de izquierda latinoamericana. La atracción quizás seexplique por el hecho de que esta intelectualidad buscaba un ambiente máslibre en donde pudiese desarrollar sus ideas. Y Chile ofrecía entonces esta granventaja. Trabajo han en esa época en estas instituciones persona que han dadouna significativa contribución a los estudios de la dependencia. Pienso enFernando Henrique Cardoso, Aníbal Quijano, Edelberto Torres, FranciscoWeffort, Tomás Amadeo Vasconi y otros. Lo significativo fue el ambiente dediscusión que se pudo armar a través de un conjunto de seminarios entre estaspersonas y el equipo de investigaciones sobre imperialismo y dependenciadirigido por Theotonio Dos Santos, que funcionaba en la Facultad de Economíade la Universidad de Chile, en el Centro de Estudios Socio Económicos (CESO).En Chile se generó pues un muy fecundo ambiente de intercambio de ideas quefue luego enriquecido con la llegada de Andre Gunder Frank y Ruy MauroMarini al CESO. 5Además, en la CEPAL y en el ILPES, había varios economistas como PedroPaz, Maria de Conceicáo Tavares, Carlos Loesa y Antonio de Barros Castroquienes, provenientes de la tradición de pensamiento estructuralista, empiezan unrelevante esfuerzo crítico de sus orígenes teóricos.Ese ambiente político y académico fue sin duda un fuerte estímulo para lajoven intelectualidad chilena, de la cual han surgido muchos de los mássignificativos aportes hacia el nuevo enfoque, Pienso en Enzo Faletto, en OrlandoCaputo y Roberto Pizarro, en Alvaro Briones, en Sergio Ramos, cuyas obras yahan sido divulgadas, pero hay muchos otros. Sin duda, la intensa polémica que sellevaba a cabo entonces sobre la dependencia, al influir de manera significativaen la elaboración del programa de la Unidad Popular, marcó una evolucióncualitativa en la estrategia de lucha revolucionaria en América Latina. Elprograma de la UP contemplaba como meta no sólo terminar con la dominaciónoligárquica-imperialista, sino que planteaba explícitamente nacionalizar lasgrandes empresas monopólicas industriales, mineras, agrícolas, etcétera, valehttp://www.amauta.lahaine.org 7
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