13.07.2015 Views

Revista - ipnusac

Revista - ipnusac

Revista - ipnusac

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Año 2 - Edición 34 - Agosto/ 2013<strong>Revista</strong>Análisis de laRealidad Nacional62penal. ¿Por qué las maras son el nuevo demonio? Porque,definitivamente, no lo son. ¿Hay algo más tras esa continuaprédica?¿Una estrategia de control social?Cuando un fenómeno determinado pasa a tener un valorcultural (mediático en este caso) desproporcionado conlo que representa en la realidad, por tan “llamativo”,justamente, puede estar indicando algo. ¿Es creíble acasoque grupos de jóvenes con relativamente escaso armamentoy sin un proyecto político alternativo se constituyan en unproblema de seguridad nacional en varios países al mismotiempo?Hoy día el discurso oficial que barre las distintas nacionescentroamericanas –y Washington también participa enesta “preocupación”, para lo que impulsa una iniciativaregional a nivel militar conocida como Plan Mérida (laréplica mesoamericana del Plan Colombia)– presenta aestas maras como un flagelo de proporciones apocalípticas.Definitivamente el accionar de estos grupos es muy violento(llamativamente violento, nos atreveríamos a decir). En modoalguno, desde ningún punto de vista, se puede minimizar supotencial criminal: matan, asaltan, violan, extorsionan. Todoeso es un hecho. Ahora bien: la dinámica donde todo eso seda abre sugestivas preguntas.Definitivamente, para poder contestarlas a profundidad,deberían realizare investigaciones muy minuciosas que,dada la naturaleza de lo que está en juego, se torna muydifícil, cuando no imposible. Pero pueden intuirse ciertasperspectivas que, al menos, dan idea de por dónde sedirecciona la cuestión.Por lo pronto, y aunque no se disponga de datos concretosterminantes, todo esto deja preguntas que permiten concluiralgunas cosas:• Las maras no son una alternativa/afrenta/contrapropuesta a los poderes constituidos,al Estado, a las fuerzas conservadoras de lassociedades. No son subversivas, no subviertennada, no proponen ningún cambio de nada. Quizáno son funcionales en forma directa a las grandesempresas, pero sí son funcionales para ciertospoderes (poderes ocultos, paralelos, grupos depoder que se mueven en las sombras) que –todoasí lo indicaría– las utilizan. En definitiva, sonfuncionales para el mantenimiento sistémico comoÍndice

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!