13.07.2015 Views

Revista - ipnusac

Revista - ipnusac

Revista - ipnusac

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Año 2 - Edición 34 - Agosto/ 2013<strong>Revista</strong>Análisis de laRealidad Nacional58fenómeno de las pandillas juveniles violentasha pasado a ser un tema de relevancianacional. Se trata de un fenómeno urbano,pero que tiene raíces en la exclusión social delcampo, en la huída desesperada de grandesmasas rurales de la pobreza crónica y de laviolencia de las guerras internas que estosúltimos años asolaron la región.Estas pandillas, surgidas siempre en las barriadaspobres de las ciudades cada vez más atestadas ycaóticas, son habitualmente conocidas como “maras”–término derivado de las hormigas marabuntas, queterminan con todo a su paso, metáfora para explicarlo que hacen estas “mara-buntas” humanas–. Lasmismas, según la representación social que se generóestos últimos años, han pasado a ser el “nuevodemonio” todopoderoso. Según el manipulado einsistente bombardeo mediático, son ellas las principalcausa de inestabilidad y angustia de estas sociedades,ya de por sí fragmentadas, sufridas, siempre en crisis;es frecuente escuchar la machacona prédica que “lasmaras tienen de rodilla a la ciudadanía”.El problema, por cierto, es muy complejo; categorizacionesesquemáticas no sirven para abordarlo, por ser incompletas,parciales y simplificantes. Entender, y eventualmente actuar,en relación a fenómenos como éste, implica relacionar unsinnúmero de elementos y verlos en su articulación global.Comprender a cabalidad de qué hablamos cuando nosreferimos a las maras no puede desconocer que se trata dealgo que surge en los países más pobres del continente, conestructuras económico-sociales de un capitalismo periféricoque resiste a modernizarse, y que vienen todos ellos deterribles procesos de guerra civil cruenta en estas últimasdécadas, con pérdidas inconmensurables tanto en vidashumanas como en infraestructura, los cuales hipotecan sufuturo.Las maras, de esa forma, son una expresión patéticamenteviolenta de sociedades ya de por sí producto de largashistorias violentas, o mejor aún: violentadas, hijas de unacultura de la impunidad de siglos de arrastre, de países quese siguen manejando con criterio de Estado finquero dondelas diferencias económicas son irritantes (Guatemala, porejemplo, es el país del mundo con mayor porcentaje deavionetas particulares y vehículos Mercedes Benz de lujoper capita, mientras que más del 50 % de su población estápor debajo del límite de la pobreza, según estimacionesÍndice

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!