ANÁLISIS JURÍDICO DE LA DESPENALIZACIÓN.pdf

88también goza de estos derechos, y la vigilancia sobre su aplicación debe ser másestricta en estos casos.“El hombre sin derecho, se rebaja al nivel del bruto; así los romanos no hacían másque sacar una lógica consecuencia de esta idea, cuando colocaban a los esclavos,considerados desde el punto de vista del derecho abstracto a nivel del animal.Tenemos, pues, el deber de defender nuestro derecho, porque nuestra existencia morales directa y esencialmente atacada en su conservación...” 122“Pero mi deber es, en los demás casos, combatir por todos los medios de quedisponga, toda violación al derecho de mi personalidad; sufrirlo sería consentir ysoportar un momento de injusticia en mi vida y esto nunca puede ser permitido.” 123A pesar de lo antiguas que son las enseñanzas de von Ihering (1812-1892), y delsistema socio económico que vivía por ese entonces el mundo, se pueden considerarcomo un antecedente para la evolución de los derechos humanos las palabras anotadasanteriormente. Es así, la individualidad debe sobreponerse cuando sus básicosderechos se ven vulnerados, es en definitiva el título del texto “La Lucha por elDerecho”.La libertad es sin lugar a dudas un derecho civil, primario. Los hombres somos libres,tenemos conciencia, voluntad, libre albedrío; sin embrago, nuestra libertad tiene unlímite que es la Ley y, nace como un medio de contención social, tendiente a evitar elcaos, el desorden, en definitiva la incivilización. Hasta cierto punto el ordenconstituido es un limitante a la libertad, pero no implica que sea dañino, más bien, alcontrario impide el libertinaje que es perjudicial. No obstante esa limitación, la libertades una verdad fáctica entre seres humanos, el poder de decisión, de obrar de acuerdo alos mandatos de conciencia, sin afectar al resto.La libertad física, es sacrificable únicamente por fines supremos, que atienden al biencomún general; por ejemplo, el delincuente que hace caso omiso no sólo a las leyesestablecidas por un Estado, sino también a las leyes naturales y mata a un similar, debe122 VON IHERING RUDOLPH, La Lucha por el Derecho, Ed. Perrot, Buenos Aires, 1977, pág. 80.123 Ídem, pág. 81.