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Los escolítidos de las coniferas del País VascoAdemás de suponer fuente de riqueza para el sector agrario vasco como podemosver en la Tabla 3, los bosques de P. radiata tienen un importante papel anivel ecológico y medioambiental. Teniendo en cuenta que la transformacióndel medio natural por parte del hombre ha tenido lugar desde tiempos inmemorialesen Euskadi, hoy en día las masas forestales de especies exóticas puedenmitigar el cambio climático global comportándose como sumideros de carbono(Valero 2004). El Protocolo de Kyoto favorece las políticas medioambientalesnecesarias para disminuir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera yentre ellas destaca la protección de los bosques autóctonos y la reforestación delas zonas actualmente degradadas. Así, cuanto mayor sea la superficie forestal,mayor será la regulación ejercida sobre el ciclo del carbono. Como inconvenientesde una silvicultura basada en la explotación intensiva del P. radiata podemoscitar la gran erosión que se produce en los suelos debido al uso de maquinariapesada, la pérdida de bosque autóctono en muchas de las zonas queactualmente están cultivadas y la introducción de plagas y microorganismosexóticos originarios de las áreas de distribución americanas del pino deMonterrey que han sido introducidas en España con su cultivo y que suponenun peligro potencial importante para la biodiversidad autóctona (Alonso-Zarazaga & Goldarazena 2005, López et al. 2007, Romón et al. 2007b). Duranteel año 2006 se ha generalizado el uso de indicadores de sosteniblidad en lasexplotaciones forestales de la Comunidad Autónoma del País Vasco, de formaque se ha hecho un esfuerzo muy importante desde la Administración y el sectorforestal para implementar prácticas silvícolas que reduzcan estos problemas.De esta forma, cada vez más forestalistas vascos se están acogiendo alsello de certificación forestal PEFC ().La existencia de estas grandes masas monoespecíficas favorece la formaciónde importantes focos en los que pueden desarrollarse plagas y enfermedades.En estas plantaciones, las especies consideradas como plaga encuentran unhábitat idóneo para reproducirse, nutrirse y dispersarse. Además, el hecho deimportar una especie exótica, como el pino de Monterrey, supone el riesgo deintroducir junto a ella las posibles enfermedades y organismos que le afectan,los cuales ven favorecido su desarrollo en el nuevo entorno debido a la ausenciade enemigos naturales o la presencia de condiciones ambientales óptimas.Los escolítidos son un grupo de insectos que desempeña de forma natural unpapel importante en el ecosistema, ya que representan las primeras etapas enel reciclaje de la madera muerta en descomposición. Muchas especies europeasde escolítidos pueden considerarse como insectos secundarios, que atacana árboles en estado de deficiencia fisiológica causado por la sequía, por losdaños de lepidópteros defoliadores o por incendios y tormentas. Otros escolítidoscolonizan árboles derribados, talados o muertos que aún quedan en pie. Sin41
S. López, P. Romón, J. C. Iturrondobeitia y A. Goldarazenaembargo, algunas especies de escolítidos son muy destructivas, ya que puedenatacar a árboles sanos, y están consideradas como una gran amenaza para losbosques de coníferas (Ayres & Lombardero 2000), causando grandes pérdidaseconómicas. La cuantificación de los daños producidos es difícil, existiendosolamente unas pocas estimas de las pérdidas generadas por algunas especiesconcretas. Así, por ejemplo Dendroctonus frontalis causa pérdidas anuales porvalor de 237 millones de dólares en el sudeste de Estados Unidos (Price et al.1997). De la misma manera, es destacable el caso de Ips typographus enEscandinavia, cuyos ataques durante la década de 1970 sobre Picea abiessupusieron la destrucción de 2 millones de m 3 de madera (Bakke 1983). En elPaís Vasco, durante 1989 y debido a un prolongado periodo de sequía, una seriede ataques masivos de Tomicus piniperda produjeron pérdidas por valor de 92millones de euros (Amezaga 1993).En líneas generales, podemos distinguir los daños producidos por los escolítidoscomo directos e indirectos. Los daños directos se basan fundamentalmenteen que algunas especies al construir sistemas de galerías bajo la corteza delárbol para reproducirse y alimentarse, pueden alterar el flujo vascular floemático(Fig. 15). En menor medida, también son reseñables los casos de aquellasespecies que atacan las ramas terminales de los árboles (Tomicus spp.) ya quepueden producir una reducción del crecimiento si la pérdida de ramas y follajeresulta severa.Por otro lado, los daños indirectos se deben a la inoculación de esporas y/o fragmentosmiceliares de hongos fitopatógenos. Ejemplo de estas enfermedadesson el chancro resinoso, causado por el hongo Fusarium circinatum, así comoel complejo fúngico del azulado de la madera.En lo que respecta a los hongos responsables del azulado de la madera, se havisto que muchos escolítidos actúan como vectores íntimamente asociados alas especies fúngicas involucradas (Viiri 2002). Este estrecho vínculo está relacionadocon el hecho de que tanto las estructuras sexuales o telomórficas (peritecios)como asexuales o anamórficas (conidióforos) tienen una forma erecta enla que quedan embebidas en un líquido mucilaginoso tanto las ascosporascomo los conidios (Figs. 18 y 19). De esta manera, la transmisión por insectoses más fácil, debido a que se facilita el contacto con el vector, prescindiendoprácticamente de la dispersión anemocórica.Al margen de la depreciación estética de la madera y la reducción del crecimientodel árbol (Fig. 16), este complejo fitopatológico, integrado por especies de hongosde los géneros Ophiostoma, Grosmannia, Leptographium, Pesotum,Sporothrix y Hyalorhinocladiella (Ascomycetes: Ophiostomatales), causa una fuer-42
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<strong>Los</strong> escolítidos <strong>de</strong> <strong>las</strong> coniferas <strong>de</strong>l País <strong>Vasco</strong>A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> suponer fuente <strong>de</strong> riqueza para el sector agrario vasco como po<strong>de</strong>mosver en la Tabla 3, los bosques <strong>de</strong> P. radiata tienen un importante papel anivel ecológico y medioambiental. Teniendo en cuenta que la transformación<strong>de</strong>l medio natural por parte <strong>de</strong>l hombre ha tenido lugar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempos inmemorialesen Euskadi, hoy en día <strong>las</strong> masas forestales <strong>de</strong> especies exóticas pue<strong>de</strong>nmitigar el cambio climático global comportándose como sumi<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> carbono(Valero 2004). El Protocolo <strong>de</strong> Kyoto favorece <strong>las</strong> políticas medioambientalesnecesarias para disminuir <strong>las</strong> emisiones <strong>de</strong> dióxido <strong>de</strong> carbono a la atmósfera yentre el<strong>las</strong> <strong>de</strong>staca la protección <strong>de</strong> los bosques autóctonos y la reforestación <strong>de</strong><strong>las</strong> zonas actualmente <strong>de</strong>gradadas. Así, cuanto mayor sea la superficie forestal,mayor será la regulación ejercida sobre el ciclo <strong>de</strong>l carbono. Como inconvenientes<strong>de</strong> una silvicultura basada en la explotación intensiva <strong>de</strong>l P. radiata po<strong>de</strong>moscitar la gran erosión que se produce en los suelos <strong>de</strong>bido al uso <strong>de</strong> maquinariapesada, la pérdida <strong>de</strong> bosque autóctono en muchas <strong>de</strong> <strong>las</strong> zonas queactualmente están cultivadas y la introducción <strong>de</strong> plagas y microorganismosexóticos originarios <strong>de</strong> <strong>las</strong> áreas <strong>de</strong> distribución americanas <strong>de</strong>l pino <strong>de</strong>Monterrey que han sido introducidas en España con su cultivo y que suponenun peligro potencial importante para la biodiversidad autóctona (Alonso-Zarazaga & Goldarazena 2005, López et al. 2007, Romón et al. 2007b). Duranteel año 2006 se ha generalizado el uso <strong>de</strong> indicadores <strong>de</strong> sosteniblidad en <strong>las</strong>explotaciones forestales <strong>de</strong> la Comunidad Autónoma <strong>de</strong>l País <strong>Vasco</strong>, <strong>de</strong> formaque se ha hecho un esfuerzo muy importante <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Administración y el sectorforestal para implementar prácticas silvíco<strong>las</strong> que reduzcan estos problemas.De esta forma, cada vez más forestalistas vascos se están acogiendo alsello <strong>de</strong> certificación forestal PEFC ().La existencia <strong>de</strong> estas gran<strong>de</strong>s masas monoespecíficas favorece la formación<strong>de</strong> importantes focos en los que pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sarrollarse plagas y enfermeda<strong>de</strong>s.En estas plantaciones, <strong>las</strong> especies consi<strong>de</strong>radas como plaga encuentran unhábitat idóneo para reproducirse, nutrirse y dispersarse. A<strong>de</strong>más, el hecho <strong>de</strong>importar una especie exótica, como el pino <strong>de</strong> Monterrey, supone el riesgo <strong>de</strong>introducir junto a ella <strong>las</strong> posibles enfermeda<strong>de</strong>s y organismos que le afectan,los cuales ven favorecido su <strong>de</strong>sarrollo en el nuevo entorno <strong>de</strong>bido a la ausencia<strong>de</strong> enemigos naturales o la presencia <strong>de</strong> condiciones ambientales óptimas.<strong>Los</strong> escolítidos son un grupo <strong>de</strong> insectos que <strong>de</strong>sempeña <strong>de</strong> forma natural unpapel importante en el ecosistema, ya que representan <strong>las</strong> primeras etapas enel reciclaje <strong>de</strong> la ma<strong>de</strong>ra muerta en <strong>de</strong>scomposición. Muchas especies europeas<strong>de</strong> escolítidos pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse como insectos secundarios, que atacana árboles en estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>ficiencia fisiológica causado por la sequía, por losdaños <strong>de</strong> lepidópteros <strong>de</strong>foliadores o por incendios y tormentas. Otros escolítidoscolonizan árboles <strong>de</strong>rribados, talados o muertos que aún quedan en pie. Sin41