Historia de la Compañía de Jesús en la provincia del ... - Libr@rsi

Septiembre 1704 33razón se me manda por V. M, será muy del desagrado de V. AI. y deello se me hará particular cargo en mi residencia. Y que del recibode este Real Despacho dé cuenta á V. M. en la primera ocasión que seofrezca.Sobre que por ahora sólo puedo responder á V. M. que quedo prevenidode todo lo que en este particular me manda V. M. advertir,para estar con el cuidado conveniente de que se observen las RealesOrdenes de V. M. en materia tan de su Real servicio. Sin que hayasabido hasta la fecha de ésta cosa particular sobre esta materia de quedar cuenta á V. M., y que no ha sido necesario elexhorto á los Preladosde las Religiones con la gran providencia de enviarles V. M. susReales Despachos sobre lo mismo, con que están celosísimos de executarlo que V. M. les ordena. Y en quanto á los Papeles impresos queel Despacho cita, no ha llegado á mi noticia que los tenga ningunapersona; pero puedo decir á V. M. que todas las Provincias de las Indias,por la experiencia que tengo de ellas, por el tiempo que estuveen la Nueva España y por elmucho que he estado aquí, son tan lealesá V. M. y tan constantes en la fidelidad que han observado todos sushabitantes en ellas con losReyes nuestros Señores (que están en gloria),antecesores de V. M.; que dudo mucho que llegue el caso quehaya persona, de ninguna esfera, que falte, ni con el pensamiento, ásu obligación en lasirve de mandarme decir en sulealtad; y que yo comprendo todo lo que V. M. seDespacho, de tal importancia, para nodisimular la más leve culpa en el mayor delito, que es la infidelidad;que á un Ministro de la Audiencia de Quito, que me consta que conbuen celo me escribió que había visto un papel manuscrito, que porlos puertos del Norte se había introducido en aquella ciudad, expresandoen él Máximas perjudiciales, pues se inclinabaá las de los enemigosde esta Corona, y no al verdadero servicio de V. M., sin haberpodido averiguar ni cómo ni quién había introducido dicho Papel, yque si yo quisiese me lo remitiría, le respondí: que en tales casos ledecía que si pudiese haber averiguado qué persona le había escrito, óintroducido, debiera haberle mandado ahorcar sin darme cuenta; yque no pudiéndose haber logrado esto debiera haber quemado elPapel,para que, por contingencia, no se pudiese volver á leer, y le ordené leTomo v. 3