Historia de la Compañía de Jesús en la provincia del ... - Libr@rsi

Agosto 1702 tiÍ.948. 1702—8—7 71—4— 15Consulta del Consejo de Indias á S. M. sobre lo que ha escrito el Virreydel Perú acerca del gobierno del Colegio Real de San Martin deLima ^ provisión de sus becas y situación de la renta que tiene.—Señor:El Conde de la Monclova, Virrey del Perú, ha representado á V. M.,en carta de 5 de Septiembre pasado de 1700, que habiéndose fundadoen la ciudad de los Reyes el Colegio Real de San Martín elaño 1582, por orden del Virrey D. Martín Enríquez, para que, á imitaciónde los Colegios de Salamanca, Alcalá y México, lograse la juventudde aquel Reino y sus naturales el estudio de las ciencias yaplicación á las letras, le dio reglas y constituciones para su gobiernoy le encomendó, en su Real nombre, al cuidado de los religiososdéla Compañía de Jesús; y por Cédula Real de 5 de Octubre de 1 588se hizo merced á este Colegio de 1. 500 pesos de plata ensayadosen cada un año de renta, para que ayudasen al sustento de 12 colegiales,que habían de ser proveídos por los Virreyes, ó por el queadministrase el Real Patronato, cuya cantidad se mandó situar en indiosvacos; y después, por la falencia de este efecto, por el VirreyPríncipe de Esquilache se consignaron en los novenos reales, con calidadde que las 12 becas fuesen 14, y que se llevase confirmación Real,que no parece tuvo efecto, y por el discurso de mucho tiempo los Virreyesproveyeron las 12 becas, hasta que con el pretexto de defectode la Renta, los religiosos de la Compañía disminuyeron la regalía delos Virreyes en esta provisión, quedando sólo en cuatro becas, y quelas demás fuesen honorarias. Y después, en tiempo del Virrey Duquede la Palata, consiguieron que sólo quedase en una beca escolástica,sin paga, y no contentos con haber reducido las 12 becas a una, ennotable perjuicio de los beneméritos hijos y descendientes de los descubridoresy pobladores de aquel Reino en quien se proveyeron, sucedióque habiendo vacado esta beca la proveyó el Conde de la Monclovaen D. Luis de Oviedo y Herrera, hijo del Conde de la Granja, a quien,con el fomento del P. Diego Altamirano, Visitador de la Compañía, ycon el pretexto de que había extinguido la renta de que gozaba el Colegio,no le quisieron dar la posesión, aunque se expidieron dos decretosdel Virrey para ello; y asimismo resolvieron los religiosos se ex-