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58Teresa J. Kirschner y Dolores ClaveroPara cuando sale de nuevo Florinda a escena en el acto segundo, ya sabemos,por la carta que ha escrito a su padre, en la que le ha mandado lasortija con la piedra quebrada, que ha perdido su honor a manos de Rodrigo.«Salgan la Cava y el rey» (Fol. 154v, col. A), dice escuetamente la acotación.En una magnífica escena de confrontación entre Rodrigo y Florinda enla que ella se queja despechada del abandono que sufre, Rodrigo de nuevoalterna en su apelación: «Cava, Cava, mi señora, /¡Ah, Florinda!» (Fol. 125r,col. A).La confusión en cuanto a la figura de Florinda continúa, pues cuandoJulián regresa a la corte de Rodrigo y ella entra en escena, la acotación anuncia:«Florinda salga con luto» (Fol. 126v, col. B); mas cuando se marchadice: «Vanse Julián y la Cava» (Fol. 127r, col. A). Como explica ella misma,la pérdida de su honra queda expresada en el vestido que lleva: «Padre, lamuerte es mi honra,/ y este luto es por la injuria» (Fol. 127r, col. A).Por fin, tiene lugar la escena magistral 26 de la caída de la Cava desde latorre, a finales del acto segundo (Fols. 128r, col. B y 128v, cols. A y B). Enun proceso conjuntamente de exteriorización y de abstracción, el montajesimbólico de la caída física de la Cava evoca su caída moral, a la vez quepone de manifiesto la caída política de España bajo el liderazgo de Rodrigocon el apoyo de sus deudos godos 27 .En efecto, al abrirse la comedia, el ufano Rodrigo arenga a sus partidariosdesde el trono («Siéntase Rodrigo en una silla, los demás en unos26. Para la discusión de esta escena, véase además Kirschner 1998: 52-53.27. Lope parece resistirse a evaluar la figura de Florinda en términos totalmente negativos,ambigüedad que se mantiene en el tratamiento que concede a la muerte del personaje.Aunque el suicidio es reprobable desde la perspectiva cristiana, hay una cierta calidadheroica en la forma en que Florinda asume su destino trágico de chivo expiatorio sobre elque se proyectan los pecados de su comunidad. Es de interés señalar el paralelo entre lainterpretación de la caída de la monarquía visigoda centrada en la violación de Florinday la de la caída de la monarquía romana centrada en la violación de Lucrecia. La matronaromana, violada por el hijo del rey Tarquino, también se suicida para no tener que viviren la deshonra. Sin embargo, las consecuencias de ambas violaciones y suicidios sonnotablemente diferentes en las dos narrativas. Lucrecia denuncia públicamente el actocriminal antes de suicidarse, dando así lugar al levantamiento en masa del pueblo romanoque expulsa a Tarquino de Roma. La valentía de Lucrecia al exponer públicamente suhumillación tiene resultados positivos para el pueblo romano y también para las mujeres,puesto que la denuncia de Lucrecia condujo a la introducción de severas leyes contra laviolación. En el caso de Florinda, la acusación a Rodrigo la lleva a cabo privadamente,puesto que sólo su padre tiene noticia de ella, y las consecuencias negativas, basadas enla venganza privada, llevan inexorablemente a la destrucción de la unidad política logradapor los godos. Lo que es también común en ambas narrativas es el énfasis dado a larelación entre la conducta personal del gobernante, especialmente en lo que se refiere a lapasión amorosa desbocada, y el estado de salud del país que gobierna.

Mito e historia en el teatro de Lope de Vega 59banquillos» [Parte XXV, 370]). Al pronunciarse «legítimo heredero» de lacorona de España, inmediatamente sus vasallos godos lo invisten como rey:«Pónenle la corona y toma el cetro». Pero, apenas Rodrigo los toca, caen alsuelo: «Cáigasele la corona, y el cetro» (Fol. 116 r, cols. A y B), prediciéndoseasí desde el principio de la comedia la caída inminente del dominio godobajo el de los moros. Este pronóstico se repite por segunda vez con el mensajeque Rodrigo encuentra en la cueva de Hércules («Sale Rodrigo mirandoun lienzo y leyendo» [Fol. 117v, col. A]) y se pone de manifiesto por últimay tercera vez al arrojarse la Cava hacia su muerte y perdición.Así se pronuncia desde arriba del segundo corredor del teatro, que emulala torre:cuando veo que he de serde todos llamada Cava,y que este mi nombre acabade España gloria y poder,en extremo arrepentida,acabar quiero mi vida. (Fol. 128v, col. A)Con la caída espectacular desde la torre y a vista del público, pero no hacia eltablado sino hacia el interior de la pared del teatro (Ruano de la Haza y Allen:442-443), como se advierte en la acotación, «Échase tras del teatro porqueacá sería lástima, porque se haría mucho mal» (Fol. 128v, col. B), Lope lografundir en una sola imagen la carga ideológica y política que va ligada a lasexualidad femenina. Florinda-Cava-España deshonradas, invadidas, perdidas,vituperadas al amparo del misógino código que penaliza a la mujer y alo femenino mientras que glorifica al hombre y a lo masculino.Si la figura de Zara está ligada principalmente a la religión y la deFlorinda a la política, la de Solmira hay que vincularla particularmente con latradición literaria (y en algunos casos real) de la mujer varonil. Suplantandoa La Cava, que se suicidó a finales del acto segundo, irrumpe en las tablasen el acto tercero, inmediatamente después que María ha sido degollada.Única representante del sexo femenino a partir de este punto en un trasfondouniformemente masculino, Solmira es rescatada por su hermano Pelayo,quien entra en escena «vestido de moro, con dos espadas» (Fol. 132r, col. B),infiltrándose así en el campo enemigo. Tan pronto como alcanza una de lasdos espadas que le entrega su hermano, Solmira arremete en pleno tabladoen contra de los moros que la están guardando:Pelayo:Solmira:Pelayo:Toma, Solmira, esta espada,que hoy habemos de morir.¿Eres mi hermano?Yo soy

58Teresa J. Kirschner y Dolores ClaveroPara cuando sale de nuevo Florinda a escena en el acto segundo, ya sabemos,por la carta que ha escrito a su padre, en la que le ha mandado lasortija con la piedra quebrada, que ha perdido su honor a manos de Rodrigo.«Salgan la Cava y el rey» (Fol. 154v, col. A), dice escuetamente la acotación.En una magnífica escena de confrontación entre Rodrigo y Florinda enla que ella se queja despechada del abandono que sufre, Rodrigo de nuevoalterna en su apelación: «Cava, Cava, mi señora, /¡Ah, Florinda!» (Fol. 125r,col. A).La confusión en cuanto a la figura de Florinda continúa, pues cuandoJulián regresa a la corte de Rodrigo y ella entra en escena, la acotación anuncia:«Florinda salga con luto» (Fol. 126v, col. B); mas cuando se marchadice: «Vanse Julián y la Cava» (Fol. 127r, col. A). Como explica ella misma,la pérdida de su honra queda expresada en el vestido que lleva: «Padre, lamuerte es mi honra,/ y este luto es por la injuria» (Fol. 127r, col. A).Por fin, tiene lugar la escena magistral 26 de la caída de la Cava desde latorre, a finales del acto segundo (Fols. 128r, col. B y 128v, cols. A y B). Enun proceso conjuntamente de exteriorización y de abstracción, el montajesimbólico de la caída física de la Cava evoca su caída moral, a la vez quepone de manifiesto la caída política de España bajo el liderazgo de Rodrigocon el apoyo de sus deudos godos 27 .En efecto, al abrirse la comedia, el ufano Rodrigo arenga a sus partidariosdesde el trono («Siéntase Rodrigo en una silla, los demás en unos26. Para la discusión de esta escena, véase además Kirschner 1998: 52-53.27. Lope parece resistirse a evaluar la figura de Florinda en términos totalmente negativos,ambigüedad que se mantiene en el tratamiento que concede a la muerte del personaje.Aunque el suicidio es reprobable desde la perspectiva cristiana, hay una cierta calidadheroica en la forma en que Florinda asume su destino trágico de chivo expiatorio sobre elque se proyectan los pecados de su comunidad. Es de interés señalar el paralelo entre lainterpretación de la caída de la monarquía visigoda centrada en la violación de Florinday la de la caída de la monarquía romana centrada en la violación de Lucrecia. La matronaromana, violada por el hijo del rey Tarquino, también se suicida para no tener que viviren la deshonra. Sin embargo, las consecuencias de ambas violaciones y suicidios sonnotablemente diferentes en las dos narrativas. Lucrecia denuncia públicamente el actocriminal antes de suicidarse, dando así lugar al levantamiento en masa del pueblo romanoque expulsa a Tarquino de Roma. La valentía de Lucrecia al exponer públicamente suhumillación tiene resultados positivos para el pueblo romano y también para las mujeres,puesto que la denuncia de Lucrecia condujo a la introducción de severas leyes contra laviolación. En el caso de Florinda, la acusación a Rodrigo la lleva a cabo privadamente,puesto que sólo su padre tiene noticia de ella, y las consecuencias negativas, basadas enla venganza privada, llevan inexorablemente a la destrucción de la unidad política logradapor los godos. Lo que es también común en ambas narrativas es el énfasis dado a larelación entre la conducta personal del gobernante, especialmente en lo que se refiere a lapasión amorosa desbocada, y el estado de salud del país que gobierna.

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