12.07.2015 Views

Hacia un enfoque más crítico del trabajo de laboratorio

Hacia un enfoque más crítico del trabajo de laboratorio

Hacia un enfoque más crítico del trabajo de laboratorio

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

dos tipos <strong>de</strong> científico: científicos extremadamente especulativosque «no dudarían en construir <strong>un</strong>a teoríacompleta <strong><strong>de</strong>l</strong> sistema solar sin basarse en ningún dato»,y cientlj%'cos que se basan únicamente en datos que «noserían capaces <strong>de</strong> salvar su propio pellejo si se <strong>de</strong>clarase<strong>un</strong> incendio j<strong>un</strong>to a ellos porque n<strong>un</strong>ca tendrían datossuficientes para probar con seguridad que el fuego esreal».Éstos y otros muchos estudios sociológicos muestranque, contrariamente al estereotipo <strong><strong>de</strong>l</strong> libro <strong>de</strong> texto,cuanto <strong>más</strong> importante es el científico, <strong>más</strong> probable esque se crea en el mito <strong><strong>de</strong>l</strong> científico <strong>de</strong>sinteresado y nocomprometido (Latour y Woolgar 1979, Knorr-Cetina1983, Lynch 1985, Lynch y Woolgar 1990).EL PROBLEMA DE LAS INTERFERENCIASA los estudiantes se les suele pedir frecuentemente quecomprendan la naturaleza <strong><strong>de</strong>l</strong> problema y el procedimientoexperimental (ning<strong>un</strong>o <strong>de</strong> los cuales les sonconsultados), que adopten la perspectiva teórica relacionadacon el tema <strong>de</strong> estudio (con <strong>un</strong>a ayuda mínima <strong><strong>de</strong>l</strong>profesor), que lean, asimilen y sigan las instrucciones<strong><strong>de</strong>l</strong> experimento, que manejen el aparato en cuestión,que recopilen los datos obtenidos, que reconozcan ladiferencia entre los resultados conseguidos y los resultadosque «<strong>de</strong>berían haberse obtenido», que interpretentales resultados y escriban <strong>un</strong> informe <strong><strong>de</strong>l</strong> experimento(a menudo utilizando <strong>un</strong> lenguaje impersonal y curiosamenteoscuro), y se les pi<strong>de</strong> a<strong>de</strong><strong>más</strong> que en todo momentose aseguren <strong>de</strong> comportarse razonablemente bien conel resto <strong>de</strong> compañeros. En resumidas cuentas, el <strong>trabajo</strong>práctico, tal como se lleva a cabo en la actualidad,plantea <strong>de</strong>masiadas barreras innecesarias que dificultanel aprendizaje (<strong>de</strong>masiadas interferencias).Esta serie <strong>de</strong> interferencias hace que los estudiantes aveces sufran <strong>un</strong>a «sobrecarga <strong>de</strong> información» y seanincapaces <strong>de</strong> percibir claramente la «señal <strong>de</strong> aprendizaje».Consecuentemente, es posible que adopten <strong>un</strong>a <strong>de</strong>estas estrategias (Johnstone y Wham 1982):- Adoptar <strong>un</strong> «<strong>enfoque</strong> <strong>de</strong> receta», siguiendo simplementelas instrucciones paso a paso.-Concentrarse en <strong>un</strong> único aspecto <strong><strong>de</strong>l</strong> experimento, conla virtual exclusión <strong><strong>de</strong>l</strong> resto.- Mostrar <strong>un</strong> comportamiento aleatorio que les hace«estar muy ocupados sin tener nada que hacer».- Mirar a su alre<strong>de</strong>dor para copiar lo que están haciendolos <strong>de</strong><strong>más</strong>.- Convertirse en «ayudantes» <strong>de</strong> <strong>un</strong> grupo organizado ydirigido por otros compañeros.En muchos casos, los experimentos pue<strong>de</strong>n simplificarsemediante la eliminación <strong>de</strong> alg<strong>un</strong>os pasos menosimportantes y el empleo <strong>de</strong> aparatos y técnicas <strong>más</strong>sencillas. La cuestión <strong><strong>de</strong>l</strong> premontaje <strong>de</strong> aparatos es <strong>un</strong>tema que merece <strong>un</strong> amplio tratamiento. Muchos estudiantesse esfuerzan por montar complejos aparatos ysienten que ya han «hecho bastante» antes <strong>de</strong> que se hayainiciado la parte conceptualmente significativa <strong>de</strong> laactividad. Lo mismo se pue<strong>de</strong> afirmar sobre la preparacióny el pesaje previos <strong>de</strong> los materiales. Johnstone yWham (1982) preconizan la «recalibración» <strong>de</strong> aparatospara reducir el número <strong>de</strong> <strong>un</strong>ida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> información que<strong>de</strong>ben ser procesadas o el número <strong>de</strong> medidas que <strong>de</strong>benser tomadas. Describen, por ejemplo, cómo <strong>un</strong> aparato<strong>de</strong> corriente continua capaz <strong>de</strong> generar 10 mA1seg pue<strong>de</strong>ser recalibrado para que registre 6,25 x 1016 e-Iseg a fin<strong>de</strong> simplificar <strong>un</strong> experimento para <strong>de</strong>terminar el número<strong>de</strong> Avogadro mediante la electrólisis <strong>de</strong> ácido diluido.Asimismo, po<strong>de</strong>mos encontrar <strong>un</strong>a ampliación <strong>de</strong> estai<strong>de</strong>a en el uso <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nadores y calculadoras programablespara convertir los «datos brutos» en «resultadosfinales», reduciendo así lo que podríamos <strong>de</strong>nominarinterferencias matemáticas. En este sentido resulta incluso<strong>más</strong> eficaz el empleo <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nadores para capturar,procesar y presentar los datos, así como para la supervisióny el control <strong>de</strong> experimentos, lo que permitiríallevar a cabo experimentos <strong>más</strong> complejos y <strong>de</strong> largaduración.RECONCEPTUALIZAR EL TRABAJOPRACTICOMuchas <strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s discutidas con anterioridadson <strong>de</strong>bidas a la manera irreflexiva en que los diseñadores<strong>de</strong> planes <strong>de</strong> estudio y los profesores hacen uso <strong><strong>de</strong>l</strong><strong>trabajo</strong> práctico. En pocas palabras, es sobreutilizado einfrautilizado. Es usado en <strong>de</strong>masía en el sentido <strong>de</strong> quelos profesores emplean las prácticas como algo normal yno como algo extraordinario, con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que servirá<strong>de</strong> ayuda para alcanzar todos los objetivos <strong>de</strong> aprendizaje.Es infrautilizado en el sentido <strong>de</strong> que sólo en contadasocasiones se explota completamente su auténtico potencial.Por el contrario, gran parte <strong>de</strong> las prácticas queofrecemos están mal concebidas, son confusas y carecen<strong>de</strong> valor educativo real.El primer paso necesario para planificar <strong>un</strong> currículo<strong>más</strong> válido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el p<strong>un</strong>to <strong>de</strong> vista filosófico (es <strong>de</strong>cir,aquél que <strong>de</strong>scriba fielmente la práctica científica verda<strong>de</strong>ra)y pedagógicamente <strong>más</strong> eficaz (esto es, aquél queasegure que todos los estudiantes consiguen apren<strong>de</strong>ra<strong>de</strong>cuadamente) es tener claro el propósito <strong>de</strong> <strong>un</strong>a lecciónconcreta. El seg<strong>un</strong>do paso es escoger <strong>un</strong>a actividad<strong>de</strong> aprendizaje que se adapte a estos objetivos. Unaexperiencia <strong>de</strong> aprendizaje pensada para facilitar el <strong>de</strong>sarrolloconceptual necesitará a buen seguro ser diseñada<strong>de</strong> forma muy diferente a <strong>un</strong>a cuyo propósito seaayudar a los estudiantes a compren<strong>de</strong>r aspectos particulares<strong><strong>de</strong>l</strong> método científico, o a generar interés por laciencia, o a aportar información sobre la historia, el<strong>de</strong>sarrollo y el impacto social <strong>de</strong> <strong>un</strong>a i<strong>de</strong>a, proceso oartefacto. A menudo resulta difícil <strong>de</strong>terminar en lapráctica la intención específica contenida en <strong>un</strong>a lecciónconcreta porque los profesores tien<strong>de</strong>n a utilizar el traba-ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1994, 12 (3)


INVESTIGACIÓN Y EXPERIENCIAS DIDÁCTICjo práctico <strong>de</strong>scrito por <strong>un</strong> manual <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> comoparte integral <strong><strong>de</strong>l</strong> curso. Este mismo <strong>enfoque</strong> es el que seemplea para satisfacer <strong>un</strong>a serie <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s con <strong>un</strong>alto índice <strong>de</strong> fracaso, tal como atestiguan las pruebasaportadas por investigaciones llevadas a cabo en estecampo. En mi opinión, los avances <strong>de</strong>ben provenir <strong>de</strong> lare<strong>de</strong>finición y la reorientación <strong><strong>de</strong>l</strong> concepto <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong>práctico y <strong>de</strong> <strong>un</strong>a mejor adaptación <strong>de</strong> la actividad alobjetivo marcado.En ocasiones, es conveniente consi<strong>de</strong>rar que la enseñanza<strong>de</strong> la ciencia consta <strong>de</strong> tres aspectos principales:- El aprendizaje <strong>de</strong> la ciencia, adquiriendo y <strong>de</strong>sarro-1 llando conocimientos teóricos y conceptuales.- El aprendizaje sobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia,<strong>de</strong>sarrollando <strong>un</strong> entendimiento <strong>de</strong> la naturaleza y losmétodos <strong>de</strong> la ciencia, siendo conscientes <strong>de</strong> las interaccionescomplejas entre ciencia y sociedad.- La práctica <strong>de</strong> la ciencia, <strong>de</strong>sarrollando los conocimientostécnicos sobre la investigación científica y laresolución <strong>de</strong> problemas.Se ha asumido con <strong>de</strong>masiada frecuencia que tales objetivostan distintos pue<strong>de</strong>n ser cubiertos por el mismo tipo<strong>de</strong> experiencia <strong>de</strong> aprendizaje. Dado que la ((experimentación~es <strong>un</strong> elemento f<strong>un</strong>damental en la ciencia, muchoscreen que <strong>de</strong>bería ser igual <strong>de</strong> esencial para laeducación científica. Al asumir este hecho, los profesoresy diseñadores <strong>de</strong> planes <strong>de</strong> estudio no realizan ladistinción crucial entre la práctica <strong>de</strong> la ciencia y laenseñanzalaprendizaje <strong>de</strong> la ciencia (Kirschner 1992).A<strong>de</strong><strong>más</strong>, existe la suposición general <strong>de</strong> que el <strong>trabajo</strong>práctico equivale necesariamente a trabajar sobre <strong>un</strong>banco <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> y que este tipo <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> siempreincluye la experimentación (Hodson 1988). Yo piensoque cualquier método <strong>de</strong> aprendizaje que exija a losaprendices que sean activos en lugar <strong>de</strong> pasivos concuerdacon la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que los estudiantes apren<strong>de</strong>n mejor através <strong>de</strong> la experiencia directa, por lo que podría ser<strong>de</strong>scrito como «<strong>trabajo</strong> práctico». En este sentido, el<strong>trabajo</strong> práctico no siempre necesita incluir activida<strong>de</strong>sque se <strong>de</strong>sarrollen en el banco <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong>. Existenotras alternativas válidas como las activida<strong>de</strong>s interactivasbasadas en el uso <strong><strong>de</strong>l</strong> or<strong>de</strong>nador, el <strong>trabajo</strong> conmateriales <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong> casos, las entrevistas, los <strong>de</strong>batesy la representación <strong>de</strong> papeles, escribir tareas <strong>de</strong>diversos tipos, hacer mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os, carteles y álbumes <strong>de</strong>recortes, investigar en la biblioteca, hacer fotografías yví<strong>de</strong>os. Para componer <strong>un</strong> currículo <strong>de</strong> ciencias filosóficamenteválido y pedagógicamente razonable, es necesarioutilizar <strong>un</strong>a gama <strong>de</strong> métodos <strong>de</strong> aprendizaje yenseñanza mucho <strong>más</strong> amplia <strong>de</strong> la que se ha empleadocon regularidad en las asignaturas <strong>de</strong> ciencias <strong><strong>de</strong>l</strong> nivelsec<strong>un</strong>dario, y adaptar las experiencias <strong>de</strong> aprendizaje<strong>más</strong> cuidadosamente y <strong>de</strong> forma <strong>más</strong> específica a losobjetivos <strong>de</strong> las lecciones concretas, siendo totalmenteconscientes <strong>de</strong> las distinciones f<strong>un</strong>damentales que existenentre el aprendizaje <strong>de</strong> la ciencia, el aprendizajesobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia y la práctica <strong>de</strong> laciencia.EL APRENDIZAJE DE LA CIENCIASi queremos que el objetivo <strong><strong>de</strong>l</strong> aprendizaje <strong>de</strong> la cienciase vea cumplido, necesitamos tener en cuenta los últimosconocimientos aportados por la investigación sobre losconocimientos científicos <strong>de</strong> los niños, acerca <strong>de</strong> laadquisición y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> conceptos, especialmentelos datos que sostienen que el aprendizaje es <strong>un</strong> procesoactivo en el que los estudiantes construyen y reconstruyensu propio entendimiento a la luz <strong>de</strong> sus experiencias(Osborne y Wittrock 1983 y 1985, Driver y Be11 1986,Shuell1987). Según Inhel<strong>de</strong>r y Piaget (1958), el estímulopara alcanzar el <strong>de</strong>sarrollo conceptual es reconocerque entre las i<strong>de</strong>as existen contradicciones e incongruencias,y sin embargo los profesores <strong>de</strong> cienciasconcentran su atención en lo concreto, a través <strong>de</strong> losomnipresentes ejercicios <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong>, ofreciendo escasasoport<strong>un</strong>ida<strong>de</strong>s a los estudiantes para po<strong>de</strong>r examinarlos conceptos subyacentes. Más a menudo <strong>de</strong> lo quecabría <strong>de</strong>sear, el profesor es el que proporciona el marcoconceptual, y lo hace <strong>de</strong>jando poco espacio para laconstrucción <strong><strong>de</strong>l</strong> significado personal. El profesor esquien ejerce el control sobre la i<strong>de</strong>ntificación <strong><strong>de</strong>l</strong> problema,la generación <strong>de</strong> hipótesis, el diseño experimental ylos métodos para manipular e interpretar los datos obtenidosgracias a la observación, tal y como Zilbersztain yGilbert (1981) afirman: «La interacción con el profesores <strong>un</strong>a excusa para que el profesor presente su conocimiento»(el énfasis es añadido). Peor aún es el caso enque los profesores son instados frecuentemente a presentarlos experimentos sin <strong>un</strong>a base teórica y a distinguirentre «fenómenos observados y explicaciones propuestaspor el pensamiento creativo <strong>de</strong> la mente humana»(Revised Nuffield Chemistry 1975); <strong>un</strong>a i<strong>de</strong>a absurdaque ha sido discutida <strong>de</strong>tenidamente (Hodson 1986a, b).Un <strong>enfoque</strong> alternativo implicaría: 1) procurar oport<strong>un</strong>ida<strong>de</strong>senfocadas a que los estudiantes exploren lacapacidad que tienen en <strong>un</strong> momento concreto <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>ry evaluar la firmeza <strong>de</strong> sus mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os y teoríaspara alcanzar los objetivos <strong>de</strong> la ciencia; y 2) ofrecerestímulos a<strong>de</strong>cuados para el <strong>de</strong>sarrollo y el cambio.Este <strong>enfoque</strong> parece constar <strong>de</strong> cuatro pasos principales:-I<strong>de</strong>ntificar las i<strong>de</strong>as y los p<strong>un</strong>tos <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> los niños.-Diseñar experiencias para explorar tales i<strong>de</strong>as y p<strong>un</strong>tos<strong>de</strong> vista.- Ofrecer estímulos para que los alumnos <strong>de</strong>sarrollen, yposiblemente modifiquen, sus i<strong>de</strong>as y p<strong>un</strong>tos <strong>de</strong> vista.-Apoyar los intentos <strong>de</strong> los alumnos <strong>de</strong> volver a pensary reelaborar sus i<strong>de</strong>as y p<strong>un</strong>tos <strong>de</strong> vista.En el pasado, existía la ten<strong>de</strong>ncia a asumir que la mayoría<strong>de</strong> los niños no tiene ningún conocimiento científicoantes <strong>de</strong> empezar a estudiar <strong>un</strong> nuevo tema o que, cuandolo tiene, no es difícil sustituir su conocimiento (ina<strong>de</strong>cuado)por el nuestro (superior). Ning<strong>un</strong>a <strong>de</strong> estassuposiciones parece justificada. Los niños tienen i<strong>de</strong>asENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1994, 12 (3)


INVESTIGACIÓN Y EXPERIENCIAS DIDÁCTICcientíficas sobre muchos <strong>de</strong> los temas que se estudian enla escuela, a<strong>un</strong>que a menudo están en <strong>de</strong>sacuerdo con lasi<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los científicos y con frecuencia se muestranreacios a ren<strong>un</strong>ciar a ellas (Gilbert et al. 1982, Osborneet al. 1983). Si ocurre así, hemos <strong>de</strong> adoptar <strong>un</strong>a posturadiferente sobre cómo enseñar y apren<strong>de</strong>r la ciencia.Debería ser <strong>un</strong>a postura basada en explorar, <strong>de</strong>sarrollary modificar las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los niños, en lugar <strong>de</strong> intentar<strong>de</strong>splazarlas o reemplazarlas. De igual modo que lainvestigación científica que lleva al <strong>de</strong>sarrollo o a lasustitución <strong>de</strong> teorías parte <strong>de</strong> la matriz teórica existente,también las activida<strong>de</strong>s concebidas para producir el<strong>de</strong>sarrollo conceptual en los aprendices <strong>de</strong>berían inspirarseen su comprensión. Si aceptamos que el objeto <strong>de</strong>elaborar teorías científicas es la explicación y la predicción,entonces los niños <strong>de</strong>berían ser estimulados paraexplorar sus opiniones poniendo a prueba su capacidadpara la explicación y la predicción. Si se <strong>de</strong>muestra quesus i<strong>de</strong>as no son a<strong>de</strong>cuadas, se les pue<strong>de</strong> animar a que lascambien o a que produzcan otras nuevas (ora sin ayudarles,ora prestándoles la ayuda necesaria).Se pue<strong>de</strong> argumentar que la misma concreción <strong>de</strong> lasexperiencias <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> contribuye significativamentea las interferencias <strong>de</strong> gran parte <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>trabajo</strong> prácticoconvencional y sirve para distraer al aprendiz <strong>de</strong> losconceptos importantes, dificultando <strong>más</strong> que estimulandola adquisición y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> conceptos. A<strong>un</strong>quelos estudiantes pasan gran parte <strong><strong>de</strong>l</strong> tiempo <strong>de</strong> las clases<strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> trabajando con materiales reales (magnesioy azufre, imanes y limaduras <strong>de</strong> hierro, geranios yjerbos), tienen que discutir e interpretar sus hallazgos yofrecer explicaciones <strong><strong>de</strong>l</strong> comportamiento observadohaciendo uso <strong>de</strong> conceptos abstractos (electrones, enlacesquímicos, campos magnéticos, fotosíntesis, etc.). Lamayoría <strong>de</strong> los planes <strong>de</strong> estudio contemporáneo contemplanesta familiaridad con tales conceptos abstractoscomo el auténtico objetivo <strong>de</strong> aprendizaje. A pesar <strong>de</strong>que el <strong>trabajo</strong> en el <strong>laboratorio</strong> es extenso, en el sentido<strong>de</strong> que ocupa gran parte <strong><strong>de</strong>l</strong> tiempo <strong>de</strong> clase, es a menudobreve en referencia al tiempo <strong>de</strong> contacto que permitemantener con la esencia conceptual <strong><strong>de</strong>l</strong> aprendizaje. Es<strong>más</strong>, muchas veces durante las clases <strong>de</strong> ciencia que seimparten en la escuela, resulta muy difícil separar losconceptos abstractos f<strong>un</strong>damentales que estamos buscando<strong>de</strong> los efectos observables: el movimiento brownianocomo prueba <strong><strong>de</strong>l</strong> movimiento aleatorio <strong>de</strong> lasmoléculas, los cambios <strong>de</strong> color durante la diluciónprogresiva <strong>de</strong> <strong>un</strong>a disolución <strong>de</strong> manganato <strong>de</strong> potasio(VII) como evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> partículas, el«comportamiento» <strong>de</strong> las limaduras <strong>de</strong> hierro como <strong>un</strong>aprueba <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> líneas <strong>de</strong> fuerza magnéticas,etc. De modo que, a<strong>un</strong>que los estudiantes perciben el<strong>laboratorio</strong> como <strong>un</strong> lugar don<strong>de</strong> están activos (en elsentido <strong>de</strong> «estar haciendo algo»), muchos son incapaces<strong>de</strong> establecer la conexión entre lo que están haciendoy lo que están aprendiendo (tanto en términos <strong>de</strong> conocimientosconceptuales como <strong>de</strong> conocimientos relativosal procedimiento).Las prácticas <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> que se llevan a cabo en elcolegio son consi<strong>de</strong>radas a menudo por los profesorescomo <strong>un</strong> medio <strong>de</strong> obtener información/datos sobrehechos <strong>de</strong> los que <strong>más</strong> tar<strong>de</strong> se extraerán las conclusionespertinentes. Por lo general, se ha asumido que estosdatos son «puros», no están afectados por las i<strong>de</strong>as quetienen los estudiantes, por lo tanto, éstos no suelenparticipar ni en el diseño ni en la planificación <strong>de</strong>investigaciones experimentales. El fracaso a la hora <strong>de</strong>hacer que los estudiantes participen en la reflexión queprece<strong>de</strong> a <strong>un</strong>a investigación experimental convierte granparte <strong>de</strong> la práctica <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> siguiente en <strong>un</strong> <strong>trabajo</strong>inútil <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el p<strong>un</strong>to <strong>de</strong> vista pedagógico. Un estudianteque carezca <strong>de</strong> la comprensión teórica apropiada nosabrá dón<strong>de</strong> o cómo mirar para efectuar las observacionesa<strong>de</strong>cuadas a la tarea en cuestión, o no sabrá cómointerpretar lo que vea. Por consiguiente, la actividadresultará improductiva, lo cuál incitará a los profesoresa dar las «respuestas». En la práctica, la situación pue<strong><strong>de</strong>l</strong>legar a ser mucho <strong>más</strong> compleja y bastante <strong>más</strong> perjudicial.No es que los niños no posean el marco teóricoapropiado y necesario, sino que a menudo tienen <strong>un</strong>odiferente. Así pues, es posible que miren en el lugar«equivocado», <strong>de</strong> la forma «equivocada» y que haganinterpretaciones «equivocadas», en ocasiones inclusonegando con vehemencia la evi<strong>de</strong>ncia arrojada por laobservación que entra en conflicto con sus i<strong>de</strong>as anterioresal experimento (G<strong>un</strong>stone 199 1). El resultado es quepue<strong>de</strong>n pasarse toda la lección sin compren<strong>de</strong>r correctamenteel objetivo <strong><strong>de</strong>l</strong> experimento, el procedimiento ylos hallazgos, mezclándolos con cualquier concepto erróneoque hayan aportado a la práctica. Naturalmente, tanpronto como se hace evi<strong>de</strong>nte que los marcos alternativos<strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong> los estudiantes van a acabar porhacerles «terminar en otro p<strong>un</strong>to diferente*, los profesoresles hacen saber que su «resultado es equivocado», oque «han hecho el experimento mal», lo que inculca enel estudiante <strong>un</strong>a preocupación por lo que «se suponíaque <strong>de</strong>bía suce<strong>de</strong>r», <strong>más</strong> que por supercepción <strong>de</strong> lo queha sucedido (Wellington 198 1).Mucho se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> otros <strong>enfoque</strong>s alternativos,como las tareas <strong>de</strong> pre<strong>de</strong>cir-observar-explicar <strong>de</strong>sarrolladaspor G<strong>un</strong>stone et al. (1988), en las que se pi<strong>de</strong> a losestudiantes que hagan <strong>un</strong>a predicción por escrito razonandolo que creen que ocurrirá en <strong>de</strong>terminadas situaciones.Durante la <strong>de</strong>mostración siguiente que efectúa elprofesor, los estudiantes ap<strong>un</strong>tan lo que observan y acontinuación se pue<strong>de</strong> exponer cualquier discrepanciasurgida entre las observaciones y su predicción. T<strong>un</strong>nicliffe(1989) ha <strong>de</strong>scrito activida<strong>de</strong>s parecidas en <strong>un</strong>arecopilación <strong>de</strong> estrategias que ella llama «ciencia basadaen el <strong>de</strong>safío».La activida<strong>de</strong>s realizadas con or<strong>de</strong>nador pue<strong>de</strong>n facilitarnos<strong>un</strong> control aún mayor <strong>de</strong> los resultados. Haymuchos experimentos que son <strong>de</strong>masiado difíciles, <strong>de</strong>masiadocaros, consumen <strong>de</strong>masiado tiempo o son <strong>de</strong>masiadopeligrosos para realizarlos <strong>de</strong> otra manera.A<strong>de</strong><strong>más</strong>, el uso <strong>de</strong> simulaciones con or<strong>de</strong>nador, a diferencia<strong>de</strong> los experimentos directos, permite al profesoradaptar la experiencia <strong>de</strong> aprendizaje precisamente a losobjetivos <strong>de</strong> enseñanzalaprendizaje, en lugar <strong>de</strong> lo quees <strong>más</strong> habitual: adaptar los objetivos <strong>de</strong> aprendizaje aENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1994, 12 (3)


las complejida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la realidad. Se pue<strong>de</strong> disminuir oaumentar el nivel <strong>de</strong> complejidad, incluir o excluirciertos aspectos, adoptar condiciones «i<strong>de</strong>alizadas» ycrear <strong>un</strong>a situación experimental que permita a los estudiantesconcentrarse en los conceptos f<strong>un</strong>damentales sinlas distracciones, las dificulta<strong>de</strong>s y el aburrimiento queforman parte <strong>de</strong> tantos y tantos experimentos realizadoscon objetos reales. Al eliminar las interferencias <strong>de</strong> lasexperiencias concretas y facilitar la retroacción inmediatasobre la conveniencia <strong>de</strong> especulaciones y predicciones,las simulaciones con or<strong>de</strong>nador y las bases <strong>de</strong>datos hacen posible que los estudiantes pasen bastante<strong>más</strong> tiempo manipulando i<strong>de</strong>as como medio <strong>de</strong> construirconocimiento. Las activida<strong>de</strong>s basadas en el uso <strong><strong>de</strong>l</strong>or<strong>de</strong>nador pue<strong>de</strong>n resultar a menudo superiores al <strong>trabajo</strong><strong>de</strong> banco convencional a la hora <strong>de</strong> colaborar en el<strong>de</strong>sarrollo conceptual, dado que permiten a los estudiantesexplorar su comprensión teórica y realizar <strong>de</strong> formarápida, fiable y segura investigaciones que consi<strong>de</strong>renrelevantes para ese conocimiento. El ví<strong>de</strong>o interactivo yla realidad virtual ofrecen posibilida<strong>de</strong>s a<strong>un</strong> <strong>más</strong> interesantes(Ferrington y Loge 1992, Leonard 1992). Estasexperiencias <strong>de</strong> aprendizaje <strong>más</strong> «controladas» pue<strong>de</strong>nser empleadas con frecuencia para ayudar a los estudiantesa alcanzar el nivel <strong>de</strong> comprensión conceptual especificadoen el plan <strong>de</strong> estudios. Después se pue<strong>de</strong> emplearel <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> <strong>de</strong> distintos tipos para quelos estudiantes puedan comprobar su nuevo entendimiento<strong><strong>de</strong>l</strong> «m<strong>un</strong>do real)).iEste argumento a favor <strong>de</strong> disminuir el <strong>trabajo</strong> prácticoy aumentar las activida<strong>de</strong>s orientadas a la reflexión no<strong>de</strong>be ser interpretado como <strong>un</strong>a postura que abogue porla sustitución total <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> por métodosalternativos <strong>de</strong> aprendizaje activo. Si convenimosen que la educación en ciencias <strong>de</strong>be girar en torno a<strong>de</strong>scifrar las claves <strong><strong>de</strong>l</strong> m<strong>un</strong>do físico y compren<strong>de</strong>r (yemplear) los conocimientos conceptuales y <strong>de</strong> procedimientoque los científicos han <strong>de</strong>sarrollado para suayuda en esa tarea, el primer paso que se <strong>de</strong>be dar en laenseñanza <strong>de</strong> la ciencia es la familiarización con esem<strong>un</strong>do. En esta etapa, el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> banco resulta esencial.Pue<strong>de</strong> que quizá sea el único modo <strong>de</strong> experimentardirectamente muchos <strong>de</strong> los fenómenos y los hechos queaborda la ciencia. No basta con leer que el magnesioar<strong>de</strong> formando <strong>un</strong>a brillante llama blanca o que la luz se<strong>de</strong>svía al pasar por <strong>un</strong> prisma. Los estudiantes necesitanexperimentar estas cosas directamente y manejar losobjetos y los organismos por sí mismos para así<strong>de</strong>sarrollar<strong>un</strong> bagaje <strong>de</strong> experiencia personal. Es lo queWoolnough y Allsop (1985) llaman «acostumbrarse alos fenómenos» y White (1979, 1991) <strong>de</strong>scribe cómo<strong>de</strong>sarrollar «conocimiento episódico)) o «recopilaciones<strong>de</strong> eventos)). A<strong>de</strong><strong>más</strong>, si se estimula el <strong>de</strong>sarrollo yla intensificación conceptuales animando a los estudiantesa que exploren, elaboren y supervisen sus i<strong>de</strong>asexistentes comparándolas con las aportadas por laexperiencia -la experiencia «real» y la experienciaartificial <strong><strong>de</strong>l</strong> experimento científico-, entonces po<strong>de</strong>mosafirmar que el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> y las investigacionesen el terreno tienen <strong>un</strong> importante papel que<strong>de</strong>sempeñar, pero sólo cuando tales activida<strong>de</strong>s tengan<strong>un</strong>a base teórica y sean bien entendidas por elestudiante.ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1994, 12 (3)EL APRENDIZAJE SOBRE LA NATURA-LEZA DE LA CIENCIAParece razonable suponer que la comprensión que <strong>un</strong>estudiante tiene sobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia y laactividad científica proviene <strong>de</strong> la interacción <strong>de</strong> lasexperiencias que facilita el plan <strong>de</strong> estudios conlas experiencias <strong>de</strong> aprendizaje informales que incluyentelevisión, películas, libros, publicidad, visitas a museos,etc. En términos generales, las influencias <strong><strong>de</strong>l</strong>currículo son <strong>de</strong> dos tipos: las que son planificadasexplícitamente y las que no. En ocasiones, los libros <strong>de</strong>texto presentan mensajes explícitos sobre la naturaleza<strong>de</strong> la ciencia (por ejemplo, los primeros capítulos queofrecen <strong>un</strong>a i<strong>de</strong>a general <strong>de</strong> lo que es la ciencia). Otrasveces, los profesores actúan para poner énfasis en aspectosconcretos <strong><strong>de</strong>l</strong> método científico durante el <strong>trabajo</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong>aboratorio y las discusiones <strong>de</strong> clase. No obstante, es<strong>más</strong> frecuente que los mensajes sobre la naturaleza <strong>de</strong> laciencia sean transmitidos implícitamente, a través <strong><strong>de</strong>l</strong>lenguaje <strong>de</strong> la instrucción, el material biográfico y eldiseño <strong>de</strong> experiencias <strong>de</strong> aprendizaje -sobre todo el<strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> y las tareas escritas-. En conj<strong>un</strong>to,tales mensajes integran <strong>un</strong> plan <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> ciencias«oculto» <strong>de</strong> gran potencialidad (Herron 1977).Para asegurar que los estudiantes tengan éxito en elaprendizaje sobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia, el primerpaso necesario es convertir lo implícito en explícito. Elaprendizaje sobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia es <strong>un</strong>a parteclave <strong><strong>de</strong>l</strong> programa <strong>de</strong> estudios, por lo que hemos <strong>de</strong>programar tal objetivo con sumo cuidado. El seg<strong>un</strong>dopaso necesario es que efectuemos dicha planificaciónconforme a <strong>un</strong> mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o científico que sea válidofilosóficamente:no <strong>un</strong>o basado en el inductivismo, ni el quecontemple la ciencia como <strong>un</strong>a serie algorítmica <strong>de</strong>procesos discretos, ni el basado en estrictos p<strong>un</strong>tos <strong>de</strong>vista popperianos, sino <strong>un</strong> mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong> ciencia que, comomínimo, reconozca la falibilidad y la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia teórica<strong>de</strong> la observación y <strong><strong>de</strong>l</strong> experimento, que aporteconciencia <strong>de</strong> cómo se transmiten los conocimientos<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la com<strong>un</strong>idad científica, que admita que laciencia está influida por consi<strong>de</strong>raciones socioeconómicas,culturales, políticas, éticas y morales, y que hagahincapié en la distinción entre teorías realistas -cuyoobjetivo es explicar- y mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os instrumentalistas -quepersiguen realizar predicciones y establecer <strong>un</strong>a medida<strong>de</strong> control- (Hodson 1993b).Si permitimos que los estudiantes lleven a cabo suspropias investigaciones (véase <strong>más</strong> a<strong><strong>de</strong>l</strong>ante), contribuiremosen gran medida a <strong>de</strong>sarrollar su comprensión <strong>de</strong> lanaturaleza <strong>de</strong> la ciencia. Asimismo, po<strong>de</strong>mos obtener <strong>un</strong>gran beneficio si invitamos a los estudiantes a quereflexionen sobre el progreso <strong>de</strong> aprendizaje personalque hayan experimentado. Por ejemplo, cuando los estudiantesvuelven a examinar y a interpretar las activida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> realizadas en la primera parte <strong><strong>de</strong>l</strong>curso, son capaces <strong>de</strong> trazar paralelos significativosentre el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su comprensión personal y el<strong>de</strong>sarrollo <strong><strong>de</strong>l</strong> conocimiento científico. Es <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacarque alg<strong>un</strong>os sostienen que este tipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s metacognitivasresultan especialmente beneficiosas para lasestudiantes (Novak 1990).


Sin embargo, «acostumbrarse a la práctica científica»implica algo <strong>más</strong> que ser conscientes <strong>de</strong> la naturaleza <strong><strong>de</strong>l</strong>a observación y <strong>de</strong> la experimentación; incluye compren<strong>de</strong>rcómo se valora la investigación científica y seinforma <strong>de</strong> ella. Para alcanzar este nivel <strong>de</strong> comprensión,<strong>de</strong>bemos utilizar <strong>un</strong>a amplia gama <strong>de</strong> otras experiencias<strong>de</strong> aprendizaje activas -por ejemplo, el empleo <strong>de</strong> estudios<strong>de</strong> casos históricos, simulaciones y reconstruccionesdramáticas, representar papeles y hacer <strong>de</strong>bates,llevar a cabo activida<strong>de</strong>s con el or<strong>de</strong>nador y experimentosque impliquen reflexión.La utilización <strong>de</strong> simulaciones con or<strong>de</strong>nador es <strong>un</strong>atécnica especialmente eficaz que permite a los estudiantesimplicarse en los aspectos <strong>de</strong> la ciencia <strong>más</strong> creativosque facilitan la comprensión <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> lapráctica científica. En la mayoría <strong>de</strong> las lecciones que seimparten en el <strong>laboratorio</strong>, a los estudiantes no se lesofrece la posibilidad <strong>de</strong> participar en la elaboración <strong>de</strong>hipótesis ni en el diseño experimental, <strong>de</strong>bido a que losprofesores son reacios a <strong>de</strong>dicar el tiempo necesario;no quieren hacerse cargo <strong><strong>de</strong>l</strong> coste que se <strong>de</strong>rivaría o noquieren correr el riesgo <strong>de</strong> que los estudiantes adoptenestrategias experimentales ina<strong>de</strong>cuadas, ineficaces opotencialmente peligrosas. En consecuencia, los profesorestien<strong>de</strong>n a diseñar todos los experimentos generalmenteantes <strong>de</strong> la lección, y los estudiantes se limitan aseguir sus instrucciones. Las simulaciones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nadorpermiten mejorar los diseños mediocres y que los estudiantes<strong>de</strong>scubran cualquier problema y lo modifiquen oeliminen rápidamente y <strong>de</strong> manera segura. De este modo,los estudiantes apren<strong>de</strong>n <strong>de</strong> sus errores y se les enseña ainvestigar <strong>más</strong> exhaustivamente y con <strong>más</strong> reflexión. Ylo que es <strong>más</strong> importante, <strong>de</strong>scubren que diseñar experimentosno es <strong>un</strong>a labor difícil ni especializada querealizan expertos <strong>de</strong> bata blanca en <strong>laboratorio</strong>s sofisticados.Cualquiera pue<strong>de</strong> hacerlo, incluso ellos mismos.Los experimentos que se llevan a cabo en clase sonpresentados <strong>de</strong>masiado a menudo como el único modo<strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r. En cambio, las simulaciones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nadorhacen posible que distintos grupos <strong>de</strong> estudiantes propongandiferentes procedimientos, alg<strong>un</strong>os <strong>de</strong> los cualesf<strong>un</strong>cionarán mejor, otros peor y otros no f<strong>un</strong>cionarán enabsoluto. Esta situación se parece <strong>más</strong> a cómo es laciencia auténtica. Este tipo <strong>de</strong> experiencias incluye comomínimo tres objetivos <strong>de</strong> aprendizaje: 1) los estudiantesapren<strong>de</strong>n mucho <strong>más</strong> sobre los fenómenos investigadosy los conceptos que pue<strong>de</strong>n aplicarse para explicarlos,porque cuentan con <strong>más</strong> tiempo y pue<strong>de</strong>n manejar estosconceptos; 2) adquieren alg<strong>un</strong>as <strong>de</strong> las técnicas que loscientíficos creativos emplean para i<strong>de</strong>ar y planificarestrategias; 3) apren<strong>de</strong>n que el f<strong>un</strong>cionamiento <strong>de</strong> laciencia se basa en pensar, adivinar e intentar cosas que<strong>un</strong>as veces dan buen resultado y otras no. Poniendo enpráctica estas activida<strong>de</strong>s se consigue <strong>de</strong>smitificar laciencia y hacerla <strong>más</strong> accesible a cualquiera.En este apartado no se hace hincapié en apren<strong>de</strong>r losmétodos <strong>de</strong> la ciencia ni en <strong>de</strong>sarrollar la <strong>de</strong>streza necesariapara utilizar técnicas <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> <strong>de</strong>terminadas,sino en emplear los métodos y procedimientos científi-cos para investigar fenómenos, resolver problemas yseguir intereses concretos.Claro está que si preten<strong>de</strong>mos que los estudiantes practiquenla ciencia con algún sentido, necesitamos <strong>un</strong>mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong> ciencia filosóficamente válido. A efectos <strong>de</strong>que el alumno aprenda sobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia,es posible que se obtenga alg<strong>un</strong>a ventaja si consi<strong>de</strong>ramosque la ciencia abarca cuatro elementos principales:1. Una fase <strong>de</strong> diseño y planificación durante la cuál sehacen preg<strong>un</strong>tas, se formulan hipótesis, se i<strong>de</strong>an procedimientosexperimentales y se seleccionan técnicas.2. Una fase <strong>de</strong> realización en la que se ponen en prácticavarias operaciones y se recogen datos.3. Una fase <strong>de</strong> reflexión en la que se examinan e interpretanlos hallazgos experimentales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintas perspectivasteóricas.4. Una fase <strong>de</strong> registro y elaboración <strong>de</strong> <strong>un</strong> informe en laque se registran el procedimiento y su razón f<strong>un</strong>damental,así como los distintos hallazgos conseguidos, lasinterpretaciones y las conclusiones extraídas para usopersonal o para com<strong>un</strong>icarlas a otros.Al igual que este análisis resulta útil cuando se trata <strong><strong>de</strong>l</strong>aprendizaje sobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia, tambiénpue<strong>de</strong> ser erróneo si <strong>de</strong> lo que se trata es <strong>de</strong> la práctica<strong>de</strong> la ciencia. Estas fases <strong>de</strong> actividad que acabamos <strong>de</strong><strong>de</strong>scribir no aparecen completamente separadas. En realidad,la práctica <strong>de</strong> la ciencia es <strong>un</strong>a actividad pocometódica e imprevisible que exige a cada científicoinventar su propio modo <strong>de</strong> actuar. En este sentido, sepue<strong>de</strong> afirmar que no hay método. Al enfrentarse con<strong>un</strong>a situación particular, los científicos escogen <strong>un</strong> «método»que creen apropiado para la tarea que van arealizar, haciendo <strong>un</strong>a selección <strong>de</strong> los procesos y losprocedimientos a partir <strong>de</strong> los que están disponibles yson aceptados por la com<strong>un</strong>idad <strong>de</strong> los expertos. Y lo quees <strong>más</strong> importante, cuando la com<strong>un</strong>idad valora <strong>un</strong>ainvestigación científica, <strong>un</strong>o <strong>de</strong> los criterios <strong>de</strong> juicioque emplea es analizar los métodos utilizados. ¿Fueronbien escogidos? ¿Se pusieron en práctica satisfactoriamente?Por otra parte, los científicos refinan su manera <strong>de</strong>enfocar <strong>un</strong> problema, <strong>de</strong>sarrollan <strong>un</strong>a comprensión mayor<strong><strong>de</strong>l</strong> mismo y crean procedimientos <strong>de</strong> actuación <strong>más</strong>apropiados y productivos todo al mismo tiempo, simultáneamente.Tan pronto como se <strong>de</strong>sarrolla <strong>un</strong>a i<strong>de</strong>a, essometida a evaluación (por observación, experimentos,comparación con otras teorías, etc.). Alg<strong>un</strong>as veces, esaevaluación lleva a nuevas i<strong>de</strong>as, a otros experimentosdiferentes, o incluso a <strong>un</strong>a ref<strong>un</strong>dición completa <strong>de</strong> lai<strong>de</strong>a original o a la reformulación <strong><strong>de</strong>l</strong> problema. Así, casitodos los movimientos que <strong>un</strong> científico realiza durante<strong>un</strong>a investigación modifican la situación <strong>de</strong> algún modo,haciendo que las <strong>de</strong>cisiones posteriores se tomen <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> <strong>un</strong> contexto alterado. Por lo tanto, la ciencia pue<strong>de</strong> ser<strong>de</strong>scrita como <strong>un</strong>a actividad fluida y holística, y no comoel seguimiento <strong>de</strong> <strong>un</strong>a serie <strong>de</strong> reglas que requierencomportamientos específicos en etapas específicas. EsENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1994, 12 (3)


<strong>un</strong>aactividad orgánica, dinámicae interactiva, <strong>un</strong>aconstanteinteracción <strong>de</strong> pensamiento y acción.A<strong>de</strong><strong>más</strong>, al hacer sus selecciones y al llevar a cabo susestrategias escogidas, los científicos utilizan <strong>un</strong> tipoadicional <strong>de</strong> conocimiento -a menudo pobremente articuladoo incluso aplicado a conciencia- que sólo pue<strong>de</strong>ser adquirido con la práctica <strong>de</strong> la ciencia y que constituyela esencia <strong><strong>de</strong>l</strong> saber hacer <strong><strong>de</strong>l</strong> científico creativo.Este conocimiento combina la comprensión conceptualcon elementos <strong>de</strong> creatividad, <strong>un</strong>a aptitud especial paralos experimentos (el equivalente científico <strong>de</strong> «tenermano para las plantas» <strong>de</strong> <strong>un</strong> jardinero) y <strong>un</strong> complejo <strong>de</strong>atributos afectivos que facilitan el ímpetu necesario <strong>de</strong><strong>de</strong>terminación y compromiso. Con la experiencia, seconvierte en lo que Polanyi (1958) y Oakeshott (1962)llaman maestría. En la práctica, los científicos proce<strong>de</strong>nen parte mediante la racionalización (basada en su comprensiónteórica) y en parte usando la intuición arraigadaen su conocimiento tácito <strong>de</strong> cómo hacer ciencia (sumaestría).Dado que las maneras <strong>de</strong> trabajar <strong>de</strong> los científicos noson fijas ni pre<strong>de</strong>cibles y puesto que implican <strong>de</strong> modomuy personal <strong>un</strong> componente que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la experiencia,no pue<strong>de</strong>n ser enseñadas directamente. Es <strong>de</strong>cir,no se pue<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r a practicar la ciencia aprendiéndose<strong>un</strong>a receta o <strong>un</strong>a serie <strong>de</strong> procesos que puedan seraplicables en todas las situaciones. El único modo eficaz<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r a hacer ciencia es practicando la cienciaj<strong>un</strong>to a <strong>un</strong> experto diestro y experimentado que puedaaportar su ayuda, crítica y consejo sobre la práctica. Alparticipar en <strong>un</strong>a investigación, los científicos aumentansu comprensión <strong>de</strong> lo que constituye hacer ciencia y sucapacidad <strong>de</strong> llevarla a la práctica con éxito. En otraspalabras, practicar la ciencia es <strong>un</strong>a actividad reflexiva:el conocimiento y la habilidad que se tienen en <strong>un</strong>momento concreto <strong>de</strong>terminan la dirección <strong>de</strong> la investigacióny, al mismo tiempo, el echo <strong>de</strong> intervenir en <strong>un</strong>ainvestigación (y lo que es <strong>de</strong>cisivo, reflexionar sobreella) hace que nuestro conocimiento mejore y que nuestrapericia relativa al procedimiento se perfeccione. Deeste modo, la investigación científica abarca lo queChe<strong>un</strong>g y Taylor (1991) <strong>de</strong>nominan <strong>un</strong>a «doble espiral<strong>de</strong> conocimiento». Ahora bien, si los científicos mejoransus conocimientos profesionales a través <strong>de</strong> la práctica,es razonable suponer que los estudiantes apren<strong>de</strong>rán ahacer ciencia (<strong>de</strong> <strong>un</strong>a manera <strong>más</strong> eficaz) práctica ndo laciencia: al principio serán investigaciones sencillas,escogidas tal vez <strong>de</strong> <strong>un</strong>a lista comprobada <strong>de</strong> investigacionesque hayan dado resultados positivos previamente,diseñadas y <strong>de</strong>sarrolladas por el profesor, pero investigacionescompletas al fin y al cabo. Hay alg<strong>un</strong>os datosque ap<strong>un</strong>tan a que pue<strong>de</strong> ser <strong>más</strong> productivo empezar porlos «problemas <strong>de</strong> tipo ingeniería» (cuyo objetivo esoptimizar resultados <strong>de</strong>seados o interesantes) y luegohacer <strong>un</strong>a transición a los «problemas <strong>de</strong> tipo científico»(cuyo objetivo es i<strong>de</strong>ntificar y compren<strong>de</strong>r las relacionescausales entre variables), porque, tal como argumentanlos autores, los primeros se adaptan mucho mejor a lasestrategias intuitivas que los niños emplean para resolverproblemas y su habitual forma <strong>de</strong> pensar. En cambio,Lock (1987) y Fensham (1990) han abogado por lautilización <strong>de</strong> problemas tipo consumidor como <strong>un</strong>amanera <strong>de</strong> iniciar a los estudiantes en investigacionespersonales. Con el tiempo, pue<strong>de</strong>n actuar in<strong>de</strong>pendientemente,escogiendo sus propios temas y enfrentándosea ellos a su manera. Así, experimentan el proceso completo,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntificación inicial <strong><strong>de</strong>l</strong> problema a laevaluación final, incluyendo «la emoción <strong><strong>de</strong>l</strong> éxito y laangustia que provoca la planificación ina<strong>de</strong>cuada o las<strong>de</strong>cisiones erróneas» (Brusic 1992). Con estas activida<strong>de</strong>s,el alumno se acerca lo máximo a lo que es hacerauténtica ciencia.Así como el aprendizaje <strong>de</strong> la ciencia y el aprendizajesobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia no siempre tienen queincluir el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> banco, la práctica <strong>de</strong> la cienciatambién pue<strong>de</strong> a veces emplear otros <strong>enfoque</strong>s. Porejemplo, la consulta <strong>de</strong> bases <strong>de</strong> datos informáticaspermite a los estudiantes explorar i<strong>de</strong>as, hacer predicciones,especular sobre relaciones, confrontarlas con los«hechos» <strong>de</strong> forma rápida y fiable sin las restricciones <strong><strong>de</strong>l</strong>as hojas <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> y las indicaciones <strong><strong>de</strong>l</strong> profesor, y sinla interferencia que provoca el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> banco. Estosmétodos hacen posible que los alumnos investiguen<strong>de</strong>talladamente sus propias preg<strong>un</strong>tas acerca <strong>de</strong> <strong>un</strong>a granvariedad <strong>de</strong> temas sin las limitaciones que imponen lasinstalaciones <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong> ina<strong>de</strong>cuadas, las <strong>de</strong>strezasprácticas poco <strong>de</strong>sarrolladas, la falta <strong>de</strong> tiempo, la carencia<strong>de</strong> materiales o las consi<strong>de</strong>raciones sobre seguridadpersonal.A<strong>un</strong>que el <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> banco no está presente en estasactivida<strong>de</strong>s, sí que son <strong>un</strong> fiel reflejo <strong>de</strong> lo que significala práctica <strong>de</strong> la ciencia. Al utilizar el or<strong>de</strong>nador como<strong>un</strong>a herramienta para encontrar respuesta a sus propiaspreg<strong>un</strong>tas, los estudiantes <strong>de</strong>sarrollan auténticas técnicas<strong>de</strong> investigación y <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> problemas. Se<strong>de</strong>ben analizar las situaciones que plantean problemas,formular preg<strong>un</strong>tas y planificar investigaciones. Graciasa este tipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s, los estudiantes apren<strong>de</strong>n ai<strong>de</strong>ntificar aquellos problemas que son importantes, quevale la pena investigar y que son susceptibles <strong>de</strong> <strong>un</strong>ainvestigación sistemática. Al mismo tiempo, apren<strong>de</strong>nque no todas las preg<strong>un</strong>tas y problemas tienen <strong>un</strong>a únicasolución o <strong>un</strong>a respuesta correcta, y que muchas «soluciones»son provisionales y necesitan ser mejoradas con<strong>un</strong>a investigación posterior. En otras palabras, la práctica<strong>de</strong> la ciencia a menudo genera tantas preg<strong>un</strong>tas comorespuestas pue<strong>de</strong> ofrecer.Es <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar, asimismo, que la investigación científicano siempre es experimental. Muchas investigaciones implicanla búsqueda <strong>de</strong> correlaciones y la búsqueda sistemática<strong>de</strong> la causa y el efecto, a las que les pue<strong>de</strong> seguir laelaboración <strong>de</strong> teorías que proporcionen <strong>un</strong>a explicación.Los sistemas informáticos <strong>de</strong> administración <strong>de</strong> datos son<strong>de</strong> gran utilidad a la hora <strong>de</strong> facilitar y permitir la consulta,la manipulación y la presentación sofisticadas <strong>de</strong> datosesenciales para estudios correlacionales.SEPARADAS PERO RELACIONADAS.NECESARIAS PERO NO SUFICIENTESA<strong>un</strong>que haya resultado útil para eloobjetivo <strong>de</strong> esteartículo consi<strong>de</strong>rar el aprendizaje <strong>de</strong> la ciencia, el apren-ENSENANZA DE LAS CIENCIAS, 1994, 12 (3) 309


dizaje sobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia y la práctica <strong><strong>de</strong>l</strong>a ciencia como activida<strong>de</strong>s separadas, es importanteadmitir su interrelación. En cierto sentido, forman tresorientaciones distintas sobre la misma actividad constructivista,reflexiva e interactiva.Paradójicamente, es la propia idiosincrásica y personalización<strong>de</strong> la investigación científica (la práctica <strong>de</strong> laciencia) la que proporciona al estudiante el estímulopara reconocer y compren<strong>de</strong>r su interrelación. La práctica<strong>de</strong> la ciencia da lugar a tres tipos <strong>de</strong> aprendizaje:primero, la comprensión conceptual intensificada <strong>de</strong>cualquier tema estudiado o investigado; seg<strong>un</strong>do, elaumento <strong><strong>de</strong>l</strong> conocimiento relativo al procedimiento:apren<strong>de</strong>r <strong>más</strong> acerca <strong>de</strong> las relaciones entre la observación,el experimento y la teoría (naturalmente, siemprey cuando se cuente con el tiempo suficiente para lareflexión); tercero, el aumento <strong>de</strong> la habilidad investigadoraque pue<strong>de</strong> llegar a convertirse en maestría. De estemodo, la práctica <strong>de</strong> la ciencia incorpora las otrasactivida<strong>de</strong>s, e1 aprendizaje <strong>de</strong> la ciencia y el aprendizajesobre naturaleza <strong>de</strong> la ciencia. Sin embargo, <strong>de</strong>bido a lanaturaleza idiosincrásica <strong>de</strong> la investigación científica yla gama altamente especializada pero necesariamentelimitada <strong>de</strong> cuestiones conce~tuales aue intervienen encualquier investigación concreta, la Gáctica <strong>de</strong> la cienciaresulta insuficiente para producir el gran <strong>de</strong>sarrolloconceptual que <strong>un</strong> plan <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> ciencia requiere.No se pue<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r suficiente ciencia limitando lasactivida<strong>de</strong>s a la práctica <strong>de</strong> la ciencia. Requiere <strong>de</strong>masiadotiempo y es <strong>de</strong>masiada incierta. A<strong>de</strong><strong>más</strong>, ien absolutonecesitan todos los temas <strong>un</strong> <strong>enfoque</strong> basado en lapráctica <strong>de</strong> la ciencia! Y tampoco se pue<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r losuficiente sobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia si restringimoslas activida<strong>de</strong>s a su práctica. Los estudiantes <strong>de</strong>ben<strong>de</strong>scubrir que la práctica científica es <strong>un</strong>a actividadcompleja construida socialmente. Esta conciencia nopue<strong>de</strong> ser creada únicamente a base <strong>de</strong> dirigir investigacionespersonales sobre temas <strong>de</strong> interés para <strong>un</strong>o mismo.Igualmente, la limitación <strong><strong>de</strong>l</strong> plan <strong>de</strong> estudios a lasactivida<strong>de</strong>s abarcadas por el aprendizaje <strong>de</strong> la ciencia yel aprendizaje sobre la naturaleza <strong>de</strong> la ciencia no pue<strong>de</strong>dotar a los estudiantes para que practiquen la ciencia porsí mismos. A<strong>un</strong>que necesarios, el conocimiento conceptualy el conocimiento sobre los procedimientos que "puedén adoptar los científicos, y que han adoptado-encirc<strong>un</strong>stancias particulares en el pasado, son insuficien-tes para hacer posible que <strong>un</strong> estudiante participe conéxito en la investigación científica. Tal habilidad sólo es<strong>de</strong>sarrollada a través <strong>de</strong> la experiencia. En otras palabras,la práctica <strong>de</strong> la ciencia es el único medio <strong>de</strong>apren<strong>de</strong>r a hacer ciencia y <strong>de</strong> experimentar la cienciacomo <strong>un</strong> acto <strong>de</strong> investigación.En resumen, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que los tres aspectos sonnecesarios y que la experiencia obtenida con buenosresultados en cada <strong>un</strong>o <strong>de</strong> ellos contribuye a la comprensión<strong>de</strong> los restantes, pero ning<strong>un</strong>o es suficiente por sísolo.NOTAS* Ponencia presentada al IV Congreso Internacional sobreInvestigación en la Didáctica <strong>de</strong> las Ciencias y <strong>de</strong> las Matemáticas,celebrado en Barcelona los días 13 al 16 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong>1993. Ha sido traducida <strong><strong>de</strong>l</strong> inglés y revisada por 6. Barberá.1. Nota <strong><strong>de</strong>l</strong> autor: En la primera parte <strong>de</strong> este artículo, lostérminos «<strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong>» (expresión utilizadafrecuentemente en Norteamérica), «<strong>trabajo</strong> práctico» (<strong>más</strong>habitual en Europa y Australasia) y «experimentos» son empleadosprácticamente como sinónimos. En <strong>un</strong> sentido amplio, estorefleja el uso <strong>más</strong> frecuente <strong>de</strong> estas expresiones. Noobstante,<strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cir que he empleado <strong>un</strong>a estratagema premeditada conel fin <strong>de</strong> ilustrar la confusión que pue<strong>de</strong> suscitarse en el <strong>de</strong>batesobre planes <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong> ciencias si no se admite que no todoel «<strong>trabajo</strong> práctico» se realiza en <strong>un</strong> <strong>laboratorio</strong>, y que notodo el «<strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong>» es experimental (Hodson1988). Más a<strong><strong>de</strong>l</strong>ante. he em~leado las distinciones entre<strong>trabajo</strong> práctico (métodos <strong>de</strong> afiendizaje activos) y <strong>trabajo</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong>aboratorio, y entre los diferentes tipos <strong>de</strong> <strong>trabajo</strong> <strong>de</strong> <strong>laboratorio</strong>,para rec~ncé~tualizar el aprendiz-aje activo <strong>de</strong> las ciencias.2. Nota <strong><strong>de</strong>l</strong> revisor: El lector podrá encontrar <strong>un</strong>a magníficaexposición <strong>de</strong> los orígenes <strong><strong>de</strong>l</strong> término mesmérico en el capítulo12 <strong><strong>de</strong>l</strong> libro <strong>de</strong> Stephen Jay Gould (1991) Brontosaurus y lanalga <strong><strong>de</strong>l</strong> ministro (Crítica: Barcelona, 1993), expresión <strong>de</strong>notoria actualidad <strong>de</strong>bido a las patrañas comerciales acerca <strong><strong>de</strong>l</strong>os objetos magnetizados y la salud, y que el autor <strong><strong>de</strong>l</strong> artículola utiliza en sentido figurado en su acepción <strong>de</strong> hipnotizador.APU, 1982. Science in Schools, Age 15, Report No. 1. (DES:Londres).APU, 1989. Science in Schools, Age 13, Review Report (DES:Londres).APU, 1985. Science atAge 15, ScienceReport for Teachers No.5 (DES: Londres).ATKINSON, P. y DELAMONT, S., 1976. Mock-ups and cockups:the stage management of gui<strong>de</strong>d discovery instruction,310 ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1994,12 (3)


en Hammersley, M. y Woods, P. (eds.). The Process ofSchooling: A Sociological Rea<strong>de</strong>r. (Routledge & KeganPaul: Londres).BLISS, J., 1990. Stu<strong>de</strong>nts' reactions to <strong>un</strong><strong>de</strong>rgraduate science:laboratory and project work, en Hegarty-Hazel, E. (ed.),The Stu<strong>de</strong>nt Laboratory and the Science Curriculum.(Routledge: Londres).BRUSIC, S.A., 1992. Achieving STS goals through experientiallearning, Theory into Practice, 3 1, pp. 44-5 1.BUCHAN, A.S. y JENKINS, E.W., 1992. Theintemalassessmentof practical skills in science in England and Wales, 1960-1991, some issues in historical perspective, InternationalJournal of Science Education, 14, pp. 367-380.CAWTHRON, E.R. y ROWELL, J.A., 1978. Epistemology andscience education, Studies in Science Education, 5, pp.31-59.CHEUNG, K.C. y TAYLOR, R., 1991. Towards a humanisticconstructivistmo<strong><strong>de</strong>l</strong> of science learning - changing perspectivesand research implications, Journal of Curriculum Studies,23, pp. 21-40.DRIVER, R., 1975. The name of the game, School ScienceReview, 56, pp. 800-305.DRIVER, R. y BELL, B., 1986. Stu<strong>de</strong>nts' thinking and thelearning of science: a constructivist view, School ScienceReview, 67, pp. 443-456.EBENEZER, J.V. y ZOLLER, U., 1993. Gra<strong>de</strong> 10 stu<strong>de</strong>nts'perceptions of and attitu<strong>de</strong>s toward science teaching andschool science, Journal of Research in Science Teaching,30, PP. 175-186.FENSHAM, P.J., 1990. Practical work and the laboratory inScience for All, en Hegarty-Hazel E. (ed.), The Stu<strong>de</strong>ntLaboratoiy andthe Science Curriculum. (Routledge: Londres).FERRINGTON, G. y LOGE, K., 1992. Virtual reality: a newlearning environment, The Computing Teacher, 19, pp.16-19.FRASER, B.J., 1977. Selection and validation of attitu<strong>de</strong> scalesfor curriculum evaluation, Science Education, 61, pp.317-330.GARDNER, P. y GAULD, C., 1990. Labwork and stu<strong>de</strong>nts'attitu<strong>de</strong>s, en Hegarty-Hazel, E. (ed.), TheStu<strong>de</strong>nt Laboratoryand the Science Curriculum. (Routledge: Londres).GASKELL, P.J., 1992. Authentic science and school science,International Journal of Science Education, 14, pp.265-272.GAULD, C.F. y HUKINS, A.A., 1980. Scientific attitu<strong>de</strong>s: areview, Studies in Science Education, 7, pp. 129-161.GILBERT, J.K, OSBORNE, R.J. y FENSHAM, P.J, 1982.Children's science and its consequences for teaching, ScienceEducation, 66, pp. 623-633.GUNSTONE, R.F., 1991. Reconstructing theory frompracticalexperience, en Woolnough, B.E. (ed.), Practical Science.(Open University Press: Milton Keynes).GUNSTONE, R.F. y CHAMPAGNE, A.B., 1990. Promotingconceptual change in the laboratory, en Hegarty-Hazel, E.(ed.), The Stu<strong>de</strong>nt Laboratory and the Science Curriculum.(Routledge: Londres).GUNSTONE, R.F., MITCHELL, I.J. y THE MONASHCHILDREN'S SCIENCE GROUP, 1988. Two teachingstrategies for consi<strong>de</strong>ring children's science, ICASE YearbookNo. 2, What Research Says to the Science Teacher, pp. 1-12.HARRIS, D. y TAYLOR, M., 1983. Discovery learning inschool science: the myth and thereality, Journal of CurriculumStudies, 16, pp. 277-289.HARTY, H., KLOOSTERMAN, T. y MATKIN, J., 1989.Science hands on teaching-learning activities of elementaryschool teachers, School Science & Mathematics, 89, pp.456-467.HEAD, J., 1982. What can psychology contribute to scienceeducation?, School Science Review, 63, pp. 631-642.HERRON, M.D., 1977. Implicit curriculum - where values arereally taught, The Science Teacher, 44, pp. 30-31.HODSON, D., 1986a. The nature of scientific observation,School Science Review, 68, pp. 17-29.HODSON, D., 1986b. Rethinking therole and status of observationin science education, Journal of Curriculum Studies, 18, pp.381-396.HODSON, D., 1988. Experiments in science and science teaching,Educational Philosophy & Theory, 20, pp. 53-66.HODSON, D., 1990. A critica1 look at practical work in schoolscience, School Science Review, 70, pp. 33-40.HODSON, D., 1993a. Philosophic stance of secondary schoolscience teachers, curriculum experiences and children's<strong>un</strong><strong>de</strong>rstanding of science, Interchange (en prensa).HODSON, D., 1993b. Teaching and leaming about science:consi<strong>de</strong>rations in the philosophy and sociology of science,en Edwards, D. y Scanlon, E. (eds.), Issues in ScienceEducation: Teaching, Learning andAssessment (en prensa).HOFSTEIN, A. y LUNETTA, V.N., 1982. The role of thelaboratory in science teaching: neglected aspects of research,Review of Educational Research, 52, pp. 201-217.HOLTON, G., 1986. The Advancernent of Science and itsBur<strong>de</strong>ns. (Cambridge University Press: Cambridge).INHELDER, B. y PIAGET, J., 1958. The Growth of LogicalThinking. (Routledge & Kegan Paul: Londres).JENKINS, E.W., 1989. Processes in science education: anhistorical perspective, en Wellington, J.J. (ed.), Skills andProcesses in Science Education. (Routledge: Londres).JOHNSTONE, A.H. y WHAM, A.J.B., 1982. The <strong>de</strong>mands ofpractical work, Education in Chemistry, 19, pp. 71-73.KELLY, A., 1988. The customer is always right - girls' andboys' reactions to science lessons, School Science Review,69, pp. 662-676.KEYS, W., 1987.AspectsofScience Education. (NFER-Nelson:Windsor).KIRSCHNER, P.A., 1992. Epistemology, practical work andaca<strong>de</strong>mic skills in science education, Science & Education,1, pp. 273-299.ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1994, 12 (3)


KIRSCHNER, P.A. y MEESTER, M.A.M., 1988. The laboratoryin higher science education: problems, premises and objectives,Higher Education, 19, pp. 81-98.KLOPFER, L.E., 1990. Learning scientific enquiry in thestu<strong>de</strong>nt laboratory, en Hegarty-Hazel, E. (ed.), The Stu<strong>de</strong>ntiaboratory andthe Science Curriculum. (Routledge: Londres).KNORR-CETINA, K.D., 1983. The ethnographic study ofscientific work: towards a constructivist interpretation of 'science, en Knorr-Cetina, K.D. y Mulkay, M. (eds.),Science Obsewed. (Sage: Londres).KYLE, W.C., BONSTEIYER, R.J.,McCLOSKEY, J. y FULTS,B.A., 1985. Science through discovery: stu<strong>de</strong>nts love it,Science & Children, 23, pp. 39-41.LATOUR, B. y WOOLGAR, S., 1979. Laboratory Life: TheSocial Construction of Scientific Facts. (Sage: Londres).LEONARD, W.H., 1992. A comparison of stu<strong>de</strong>nt performancefollowing instruction by interactive vi<strong>de</strong>odisc versusconventional laboratory, Journal of Research in ScienceTeaching, 29, pp. 93-102.LOCK, R., 1987. Practical work, en Lock, R. y Foster, D.(eds.), Teaching Science, pp. 11-13. (CroomHelm: Londres).LOCK, R., 1992. Gen<strong>de</strong>r and uractical ski11 performance inscience; Journal of ~esearck in Science ~eachin~, 29, pp.227-241.LYNCH, M., 1985. Art and Artifact in Laboratory Science.(Routledge: Londres).LYNCH, M. y WOOLGAR, S., 1990. Representation inscientificPractice. (MIT Press: Cambridge, MA).LYNCH, P.P., 1987. Laboratory workin schools and <strong>un</strong>iversities;structures and strategies still largely <strong>un</strong>explored, AustralianScience Teachers Journal, 32, pp. 31-39.LYNCH, P.P. y NDYETABURA, V.L., 1984. Stu<strong>de</strong>nts' attitu<strong>de</strong>sto school practical work in Tasmanian schools, AustralianScience Teachers Journal, 29, pp. 25-29.MAHONEY, M.J., 1979. Psychology of the scientist, SocialStudies of Science, 9, pp. 349-375.MEICHTRY, Y.J., 1992. Using laboratory experiences to <strong>de</strong>velopthe scientific literacy of middle school stu<strong>de</strong>nts, SchoolScience & Mathematics, 92, pp. 437-441.MILLAR, R., 1987. Towards a role for experiment in thescience teaching laboratory, Studies in Science Education,14, pp. 109-118.MILLAR, R., 1989. What is scientific method and can it betaught?, en Wellington, J.J. (ed.), Skills and Processes inScience Education. (Routledge: Londres).MILLAR, R., 1991. A means to an end: the role of processes inscience education, en Woolnough, B.E. (ed.), Practica1Science. (Open University Press: Milton Keynes).MILLAR, R. y DRIVER, R., 1987. Beyond processes, Studiesin Science Education, 14, pp. 33-62.MITROFF, 1.1. y MASON, R.O., 1974. On evaluating thescientific contribution of the Apollo missions via informationtheory: a study of the scientist-scientist relationship,Management Science: Applications, 20, pp. 150 1 - 15 13.MOREIRA, M.A., 1980. A non-traditional approach to theevaluation of laboratory instruction in general physics courses,European Journal of Science Education, 2, pp. 441-448.MURPHY, P., 1991. Gen<strong>de</strong>r differences in pupils' reactions topractical work, en Woolnough, B.E. (ed.), Practical Science.(Open University Press: Milton Keynes).NADEAU, R. y DESAUTELS, J., 1984. Epistemology and theTeaching of Science. (Science Co<strong>un</strong>cil of Canadá: Ottawa).NEWMAN, B., 1985. Realistic expectations for traditionallaboratory work, Research in Science Education, 15, pp.8-12.NERSESSLAN, N.J., 1989. Conceptual change in science andin science education, Synthese, 80, pp. 163-183.NOVAK, J.D., 1990. The interplay of theory and methodologyen Hegarty-Hazel, E. (ed.), The Stu<strong>de</strong>nt Laboratory and theScience Curriculum. (Routledge: Londres).OAKESHOTT, M., 1962. Rational conduct, en Rationalismand Other Essays. (Methuen: Londres).OSBORNE, R., BELL, B. y GILBERT, J., 1983. Scienceteaching and children's views of the world, European Journalof Science Education, 5, pp. 1-14.OSBORNE, R.J. y WITTROCK,M.C., 1983. Learning science:a generative process, Science Education, 67, pp. 489-508.OSBORNE, R. y WITTROCK, M., 1985. Thegenerativelearningmo<strong><strong>de</strong>l</strong> and its implications for science education, Studies inScience Education, 12, pp. 69-87.PIZZINI, E.L., SHEPARDSON, D.P. y ABELL, S.K., 1991.The inquiry leve1 of j<strong>un</strong>ior high activities: implications toscience teaching, Journal of Research in Science Teaching,28, pp. 111-121.POLANYI, M., 1958. Personal Knowledge. (Routledge &Kegan Paul: Londres).REVISED NUFFIELD CHEMISTRY, 1975. Teachers'Gui<strong>de</strong> II. (Longman Londres).ROE, A., 1961. The psychology of the scientist, Science, 9,pp. 349-375.SELLEY, N.J., 1989. Philosophies of science and their relationto scientific processes and the science curriculum, enWellington, J.J. (ed.), SkillsandProcesses inScience Education.(Routledge: Londres).SCHAUBLE, L., KLOPFER, L.E. y RAGHAVAN, K., 1991.Stu<strong>de</strong>nts' transition from an engineering mo<strong><strong>de</strong>l</strong> to a scientificmo<strong><strong>de</strong>l</strong> of experimentation, Journal of Research in ScienceTeaching, 28, pp. 859-882.SCHIBECI, R.A., 1984. Attitu<strong>de</strong>s to science: an update, Studiesin Science Education, 11, pp. 26-59.SHUELL, T., 1987. Cognitive psychology and conceptualchange: implications for teaching science, Science Education,71, pp. 239-240.SMOLICZ, J.J. y NUNAN, E.E., 1975. The philosophical andsociological fo<strong>un</strong>dations of science education: theENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1994,12 (3)


<strong>de</strong>mythologizing of school science, Studies in ScienceEducation, 2, pp. 101-143.STEVENS, P., 1978. On the Nuffield philosophy of science,Journal of Philosophy of Education, 12, pp. 99-1 11.STRIKE, K.A., 1975. The logic of learning by discovery,Review of Educational Research, 45, pp. 461-483TABER, K.S., 1992. Girls' interactions with teachers in mixedphysics classes: results of classroom observation, InternationalJournal of Science Education, 14, pp. 163-180.TOBIN, K., 1988. Differential engagement of males andfemalesin high school sciences, International Journal of ScienceEducation, 10, pp. 239-252.TOBIN, K., 1990. Research on science laboratory activities: inpursuit of better questions and answers to improve learning,School Science & Mathematics, 90, pp. 403-418.TOOTHACKER, W.S., 1983. A critica1 look at <strong>un</strong><strong>de</strong>rgraduatelaboratory instruction, American Journal of Physics, 51,pp. 516-520.TUNNICLIFFE, S.D., 1989. Challenge based science, enHoneyman, B.N. (ed.) Science Education and the Quality ofLife, 1989 ICASE Yearbook, Australian Science TeachersAssociation~Intemational Co<strong>un</strong>cil of Associations for ScienceEducation.WARING, M., 1985. To make the mind strong rather than tomake it full: elementary school science teaching 1870-1904,en Goodson, I.F. (ed.), Social Histories of the SecondaryCurriculum. (Falmer Press: Lewes).WATTS, M. y EBBUTT, D., 1988. Sigthformers' views of theirscience education, 11-16, International Journal of ScienceEducation, 10, pp. 211-219.WELLINGTON, J.J., 1981. What's supposed to happen, Sir?,School Science Review, 63, pp. 167-173.WELLINGTON, J.J., 1988. The place of process in physicseducation, Physics Education, 23, pp. 150-155.WELLINGTON, J.J., 1989. Skills and processes in scienceeducation: an introduction, en Wellington, J.J. (ed.),Skills and Processes in Science Education. (Routledge:Londres).WHITE, R.T., 1991. Episo<strong>de</strong>s and the purpose and conduct ofpractica1 work, en Woolnough, B.E. (ed.), Practical Science.(Open University Press: Milton Keynes).WOOLNOUGH, B.E., 1989. Towards a holistic view ofprocesses in science education, en Wellington, J.J. (ed.),Skills and Processes in Science Education. (Routledge:Londres).WOOLNOUGH, B. y ALLSOP, T., 1985. Practical Work inScience. (Cambridge University Press: Cambridge).YAGER, R.E., ENGLEN, H.B. y SNIDER, B.C.F., 1969.Effects of laboratory and <strong>de</strong>monstration methods upon theoutcomes of instruction in secondary biology, Journal ofResearch in Science Teaching, 6, pp. 76-86.ZILBERSZTAIN, A. y GILBERT, J., 1981. Does practice inthe laboratory fit the spirit?, Australian Science TeachersJournal, 27, pp. 39-44.ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS, 1994, 12 (3) 313

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!