12.07.2015 Views

La Democracia en América Latina: Contribuciones para el Debate

La Democracia en América Latina: Contribuciones para el Debate

La Democracia en América Latina: Contribuciones para el Debate

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

seguridad social, con muy diversos compon<strong>en</strong>tes de solidaridad y difer<strong>en</strong>tesmezclas de participación pública y privada.<strong>La</strong> democracia implica diversidad. <strong>La</strong> ciudadanía pierde s<strong>en</strong>tidocuando se carece de opciones <strong>en</strong>tre las que <strong>el</strong>egir.Esta visión ti<strong>en</strong>e, además, sust<strong>en</strong>to conceptual <strong>en</strong> la idea según la cual<strong>el</strong> desarrollo institucional ti<strong>en</strong>e dos características es<strong>en</strong>ciales: aun si lasfunciones básicas de las instituciones son las mismas, la forma particularque adoptan es variable; y una de las explicaciones básicas de <strong>el</strong>lo esque todo desarrollo institucional implica un proceso activo de apr<strong>en</strong>dizaje,que da lugar a trayectorias difer<strong>en</strong>tes (Rodrik, 2001). Para expresarlo<strong>en</strong> otros términos, esto implica que <strong>el</strong> desarrollo institucional(“capital institucional”), así como la construcción de mecanismos decohesión social (“capital social”) y la formación de capital humano ycapacidad tecnológica (“capital conocimi<strong>en</strong>to”), son procesos es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te<strong>en</strong>dóg<strong>en</strong>os.Es interesante anotar que la idea de que <strong>el</strong> desarrollo institucional yla cohesión social son procesos es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>dóg<strong>en</strong>os ha sido reconocida<strong>en</strong> las concepciones más reci<strong>en</strong>tes de la cooperación <strong>para</strong> <strong>el</strong> desarrollo,<strong>en</strong> las que se hace hincapié <strong>en</strong> que su eficacia dep<strong>en</strong>de d<strong>el</strong> “s<strong>en</strong>tidode pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia” (ownership) de las políticas nacionales. Esteprincipio ha sido aceptado como un requisito es<strong>en</strong>cial de la asist<strong>en</strong>ciaoficial <strong>para</strong> <strong>el</strong> desarrollo y de las políticas de los organismos financierosinternacionales. Sin embargo, la contradicción <strong>en</strong>tre este principio y <strong>el</strong>funcionami<strong>en</strong>to de la condicionalidad internacional es todavía objetode mucha controversia (véase la última sección de este artículo).En contra de esta visión milita <strong>el</strong> “fetichismo de las reformas” que haimplantado <strong>en</strong> la comunidad internacional <strong>el</strong> fundam<strong>en</strong>talismo de mercado,una de cuyas expresiones –y, ciertam<strong>en</strong>te, no la más radical– fue<strong>el</strong> “Cons<strong>en</strong>so de Washington”.Detrás de ésta subyace la idea de queexiste un mod<strong>el</strong>o único de desarrollo, aplicable a todos los países <strong>en</strong>todas las circunstancias, y una visión de la “economía de mercado”comoantagónica d<strong>el</strong> interv<strong>en</strong>cionismo estatal. Los organismos de BrettonWoods impulsaron esta visión a partir de los años 80 a través de laEconomía <strong>para</strong> la democracia365

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!