Cuando Inglaterra consi<strong>de</strong>ró la conveniencia <strong>de</strong> apoyar la rebelión, Kitchener -quesobre algunos puntos consultó a mi <strong>de</strong>partamento, y a mí en concreto- meditó muchoacerca <strong>de</strong> a quién elegir como cabeza <strong>de</strong> ese alzamiento. Se consi<strong>de</strong>ró el talante <strong>de</strong> IbnSeud, Emir <strong>de</strong>l Nedj, pero era un fanático wahabita. Yo sometí a su consi<strong>de</strong>ración lasventajas <strong>de</strong> apostar por Hussein: Gran Jerife <strong>de</strong> La Meca, <strong>de</strong>scendía <strong>de</strong>l Profeta ya<strong>de</strong>más era extraordinariamente astuto. No me cabe duda <strong>de</strong> que durante algúl tiempoHussein estuvo jugando con dos barajas, ya que los turcos también le presionaban paraque entrase en la contienda a su lado. Pero creo que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio vio más gananciaen colaborar con Gran Bretaña, sobre todo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que su hijo Abdullah, al quehabía conseguido sacar <strong>de</strong> Constantinopla, se entrevistase en secreto con Kitchener ycon Ronald Storrs 17 en El Cairo y planteara -y entendiese que Gran Bretaña era proclivea sus <strong>de</strong>mandas- las exigencias <strong>de</strong> Hussein <strong>de</strong> la jefatura <strong>de</strong> un Estado árabe queabarcase toda la península, Siria, Palestina y Mesopotamia, y la entrega inmediata <strong>de</strong>armamento. Aunque jamás me ha engañado la mendacidad <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> la política nisu inmensa capacidad <strong>de</strong> traición, creo que en esa ocasión Abdullah imaginó más <strong>de</strong> loque verda<strong>de</strong>ramente se le ofreció; o acaso (Turquía aún no había entrado en la guerra,pero era inminente) Kitchener prometiera lo imposible tratando <strong>de</strong> no per<strong>de</strong>r la pacientey secreta actividad <strong>de</strong> Feyssal sobre la oficialidad <strong>de</strong> Mesopotamia, pero no es probable.Cuando en Abril <strong>de</strong> 1916 los turcos, inquietos y barruntando la rebelión,<strong>de</strong>cidieron organizar un ejército para someter a los árabes como fuese -tropas a las quese unieron las <strong>de</strong> Von Stotzingen-, Hussein comprendió que podía per<strong>de</strong>r la mano, ya<strong>de</strong>lantándose a los preparativos, antes <strong>de</strong> que los turcos fueran <strong>de</strong>masiado po<strong>de</strong>rosos,se <strong>de</strong>cidió por la guerra. Kitchener apoyó el levantamiento <strong>de</strong> El Higaz 18 pero advirtióque la intervención -quizá conociese algunos aspectos <strong>de</strong>l Tratado Sykes-Picot 19 que seestaba «cociendo»- fuese controladísima, sin armamento pesado. Churchill tambiénhabía <strong>de</strong>fendido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía tiempo la i<strong>de</strong>a, y creo que a su <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la ayuda militaral levantamiento no era ajeno un memorándum mío sobre las ventajas <strong>de</strong> cortar en dosel Imperio turco, por Siria, para mermar sus <strong>de</strong>fensas y su acceso a Suez, plan al queañadí la conveniencia <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sembarco en Alejandreta.Es curioso lo bien que siempre me he entendido con Churchill. Creo que es uno <strong>de</strong>los hombres más notables que he conocido. Ambicioso y clarivi<strong>de</strong>nte. Su único puntoflaco es no darse cuenta, o no medir las consecuencias, <strong>de</strong> que con ciertas medidas <strong>de</strong>combate se pone en peligro la moral <strong>de</strong> la lucha. Pero es -y cuánto lo fue entoncesenérgicoy <strong>de</strong>cidido. Muchas veces hemos discutido sobre la evolución histórica <strong>de</strong> laguerra. Winston se alarma menos que yo ante ór<strong>de</strong>nes -que van in crescendo- que yoconsi<strong>de</strong>ro perniciosas y que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego en lugar <strong>de</strong> solucionar los conflictos, losagravan y en ocasiones sitúan a los combatientes en posiciones sin salida. En esto esalgo en lo que él coinci<strong>de</strong> con la mayoría <strong>de</strong> los políticos actuales. Es como si nohubiesen meditado sobre De jure belli ac pacis, <strong>de</strong> Grotius, ni tuvieran noticia <strong>de</strong>Emmerich <strong>de</strong> Vattel, o <strong>de</strong> Clausewitz.-Al enemigo hay que hacerlo papilla. Se trata <strong>de</strong> vencer -me dijo un día enOxford-. Y todo vale.Yo nunca he creído que todo valga. No ya por el horror que se pueda<strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nar en un instante dado, sino por las consecuencias, porque la paz <strong>de</strong>spués nose arma con garantías. Nunca he alimentado animadversión por la guerra. Inclusoaborrezco a los pacifistas. La guerra ha acompañado al hombre siempre y siempre nosacompañará, y muchas veces causa más beneficios que dolor. Pero se trata <strong>de</strong>17 Sir Ronald Storrs (1881-1955). Fue Secretario para Oriente el El Cairo entre 1909 y 1917. Suya fue la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> establecernegociacione secretas con el Jerife Hussein.18 Véase el Apéndice.19 Véase el Apéndice.15
compren<strong>de</strong>r que es un instrumento más <strong>de</strong> la articulación social. Las formas mo<strong>de</strong>rnas<strong>de</strong> luchar, don<strong>de</strong> cada vez toman mayor fuerza las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> guerra sir cuartel, sin or<strong>de</strong>n,sólo <strong>de</strong>strucción, hacen <strong>de</strong>saparecer violentamente la sabiduría que con tanto trabajohabíamos edificado y nos <strong>de</strong>vuelve a la horda. No he dudado cuando he tenido quemandar hombres a la muerte, o a matar a otros, o cuando yo mismo he estado enpeligro. No he pestañeado cuando he volado un tren lleno <strong>de</strong> civiles, aunque se tratasen<strong>de</strong> niños y mujeres. Pero eran acciones <strong>de</strong> guerra. Dudaría mucho sin embargo antes <strong>de</strong>someter al enemigo a condiciones irracionales. Hay que medir la fuerza y hasta el horrorcon sumo cuidado, como se mueven las piezas en el ajedrez. El enemigo jamás pue<strong>de</strong>sentirse como el zorro <strong>de</strong> nuestra caza. La guerra es un instrumento para la paz y, comoClausewitz dice, <strong>de</strong>be ser «posible».Pero creo que <strong>de</strong>sgraciadamente el mundo está tomando otros rumbos. La guerrase ha convertido en algo catastrófico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Revolución francesa. La <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> laaristocracia y la ferocidad ignorante <strong>de</strong> las masas en ascenso, la <strong>de</strong>mocracia y losinventos <strong>de</strong> la industria, todo coadyuva para que no pase mucho tiempo sin que sehagan realida<strong>de</strong>s mis más negras pesadillas. La guerra contra los bóers dio lugar a<strong>de</strong>cisiones que el gran Condé ni siquiera hubiera podido imaginar. ¿Hay mayor<strong>de</strong>sacierto que exaltar la marcha <strong>de</strong> Sherman arrasando Georgia, cuando se trata <strong>de</strong> unabestialidad absoluta, innecesaria, cruel, propia <strong>de</strong> un temperamento criminal y no <strong>de</strong> ungeneral capacitado? Ese «vale todo» <strong>de</strong> Winston, que hiela la sangre, ¿no corrompiójunto a la intransigencia <strong>de</strong> Clemenceau, la peligrosísima estupi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> Wilson, el apoyo<strong>de</strong> tantos ciegos, la paz y el Tratado <strong>de</strong> Versalles? ¡Ese artículo 231! Y qué guerra tanatroz en Europa, qué falta <strong>de</strong> talento militar. Millones <strong>de</strong> muertos para nada, o, peor,para algo peor que la situación prece<strong>de</strong>nte. El Imperio Austrohúngaro era la garantía <strong>de</strong>lequilibrio <strong>de</strong> todos sus territorios. Ya estamos viendo los primeros <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes graves,que dón<strong>de</strong> terminarán. En Rusia han triunfado los comunistas, y las noticias que llegandan cuenta <strong>de</strong> un genocidio que haría santo a Salmanasur III, más hambrunas yepi<strong>de</strong>mias terribles. Y Alemania, cuyas instituciones y cuyo ejército eran avales contrael caos, humillada, vejada más allá <strong>de</strong> lo soportable, con<strong>de</strong>nada al rencor, ¿<strong>de</strong> qué serápasto? Charlotte Shaw 20 me dijo que la situación está pudriéndose a toda velocidad, yque los ojos <strong>de</strong>l pueblo, <strong>de</strong>sesperado, están empezando a mirar con complacencia -yansias <strong>de</strong> <strong>de</strong>squite- a los nacionalistas <strong>de</strong> Hugenberg, y Hitler, y basta ver el proce<strong>de</strong>r <strong>de</strong>su fuerzas <strong>de</strong> choque para imaginar qué pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r.Pero volviendo a los conflictos en <strong>Arabia</strong> y Siria: Churchill no podía -Inglaterrano podía- permitir el cierre <strong>de</strong> los estrechos por parte <strong>de</strong> Turquía, que nos privaría <strong>de</strong> lacarne y el trigo <strong>de</strong> Ucrania y a los rusos <strong>de</strong> recibir pertrechos y municiones; y aúnmenos tolerar el peligro que amenazaría al canal <strong>de</strong> Suez, vital para nósotros. Por eso,cuando comprobó que se habían concentrado, al mando <strong>de</strong> Yemal Bajá, dos cuerpos <strong>de</strong>ejército en Beersheva, a los que iban a unirse tropas <strong>de</strong>l coronel Krees von Kressentein,y cuando el 3 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 1915 Yemal atacó en Ismailía a nuestros soldados hindúes,ya no le cupo duda alguna <strong>de</strong> que había que hacer todo lo posible por liquidar a Turquía.¡Dios, qué peste! Y otra vez la maldita rata, que me mira.Yo quise incorporarme al ejército al estallar la guerra contra Alemania, junto amis hermanos Frank y Will, pero me rechazaron por mi corta estatura. Hablé conHogarth 21 y él consiguió que me aceptaran en el Servicio Geográfico, y muy pronto me20 Esposa <strong>de</strong> Bernard Shaw. Durante los últimos años <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> <strong>Lawrence</strong> mantuvo con éste una estrecha relación, con tintes maternales,ayudándole <strong>de</strong> forma consi<strong>de</strong>rable tanto en sus publicaciones como en otros aspectos más íntimos.21 David George Hogarth (1862-1927). Profesor <strong>de</strong>l Magdalen College <strong>de</strong> Oxford, fue también director <strong>de</strong>l Museo Ashmolean,presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Royal Geographical Society y director <strong>de</strong>l Arab Bureau en El Cairo. Notable arqueólogo -en Chipre, Egipto, Éfeso,Creta y Karkemish-, escritor brillante y hombre <strong>de</strong> acción, dirigió la vocación <strong>de</strong> <strong>Lawrence</strong> hacia la arqueología, primero, y luego16
- Page 2 and 3: LAWRENCE DE ARABIALA CORONA DE AREN
- Page 4 and 5: En recuerdo de mi madre, María del
- Page 6: O THOU, ARABIAN BIRD!-WILLIAN SHAKE
- Page 9 and 10: noche casi podía tocar las estrell
- Page 11 and 12: enormes pórticos cavernosos sobre
- Page 13 and 14: miraba extasiado ese rostro, suave
- Page 15: tumba de Hanza, en las afueras de M
- Page 19 and 20: Bombay 9 de EneroBueno sigo con Egi
- Page 21 and 22: esplandeciente como lomos de sardin
- Page 23 and 24: Las quebradas de olivares hacia Anf
- Page 25 and 26: ese ataque hacia el ala izquierda d
- Page 27 and 28: corazón ardían en ese sueño magn
- Page 29 and 30: vigilaba sus campamentos del desier
- Page 31 and 32: Mando de El Cairo por su retraso y
- Page 33 and 34: Alejandro: Y la tierra temblaba ant
- Page 35 and 36: su arte más sutil en atraerse a to
- Page 37 and 38: como había pensado, apartar la mir
- Page 39 and 40: sus ojos. Los gritos del marroquí
- Page 41 and 42: Llegué a Alepo para Año Nuevo. Me
- Page 43 and 44: continuidad. En uno de los viajes a
- Page 45 and 46: que quisiera y me ofreció al Jerif
- Page 47 and 48: artista en untar con manteca a los
- Page 49 and 50: Establecimos un campamento para alg
- Page 51 and 52: derramarme en esa carne.Abracé a A
- Page 53 and 54: 12 de Enero. Mar Arabigo.Lo que cad
- Page 55 and 56: ultratumba la formación de muertos
- Page 57 and 58: facilitasen dinero y municiones, au
- Page 59 and 60: ¿Y era ésta la esposa de Héctor,
- Page 61 and 62: Le ordené a Alí ibn Hussein que a
- Page 63 and 64: -Sí. Es un espectáculo hermosísi
- Page 65 and 66: presencia del gobernador, Hajim Bey
- Page 67 and 68:
sentirse Dios. En aquel mundo de so
- Page 69 and 70:
Auda y yo. Thomas, henchido de demo
- Page 71 and 72:
He intentado dormir. Pero no puedo.
- Page 73 and 74:
moverse una cabra o un perro. Algun
- Page 75 and 76:
Y subí al Rolls y nos pusimos en m
- Page 77 and 78:
No logré poner orden. Recuerdo mi
- Page 79 and 80:
También me acompañaron mucho la A
- Page 81 and 82:
Qué imbécil.Pero esos casi cinco
- Page 83 and 84:
en un desastre. Tuve que huir, me e
- Page 85 and 86:
Antología de Spoon River, de un no
- Page 87 and 88:
Guy era una imagen amorosa que me e
- Page 89 and 90:
está detrás de las Secciones de A
- Page 91 and 92:
emocionado y que la altura literari
- Page 93 and 94:
En el mar Rojo, frente a Wejh, 19 d
- Page 95 and 96:
NOTA FINAL DE LOS EDITORESEl corone
- Page 97 and 98:
Pero sé que de todos los reyes, s
- Page 99 and 100:
explican estas memorias quien dio l
- Page 101 and 102:
Página 64Más interesante que lo q
- Page 103 and 104:
BIBLIOGRAFÍASobre la rebelión ár