12.07.2015 Views

Lesiones musculares deportivas en localizaciones atípicas

Lesiones musculares deportivas en localizaciones atípicas

Lesiones musculares deportivas en localizaciones atípicas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>Lesiones</strong> <strong>musculares</strong> <strong>deportivas</strong><strong>en</strong> <strong>localizaciones</strong> atípicasDra. Daniela Binaghi 1 , Dra. Valeria Carrozza 2 , Dr. Alejandro Rasumoff 3 ,Dr. José Burgos Flor 4RESUMEN: Las lesiones <strong>musculares</strong> constituy<strong>en</strong> el 30% de las lesiones <strong>deportivas</strong> y afectan con mayor frecu<strong>en</strong>ciaa los músculos isquiotibiales, cuádriceps, gemelo interno y aductor mayor. Sin embargo, otros músculospued<strong>en</strong> sufrir desgarros dando lugar a lesiones atípicas.Si bi<strong>en</strong> la ecografía es la herrami<strong>en</strong>ta diagnóstica de elección cuando se sospecha un desgarro muscular,puede pasar por alto las lesiones <strong>musculares</strong> atípicas principalm<strong>en</strong>te debido a su ubicación. La ResonanciaMagnética (RM) es el método de elección para detectar una lesión muscular atípica, es capaz de determinarsu localización precisa y permite establecer su gravedad.Palabras clave: Desgarro muscular, localización atípica, resonancia magnética.ABSTRACT: Muscle injury constitutes 30% of sports lesions and manly affects the hamstring, quadriceps,medial grastrocnemius and adductor longus. However, other muscles may suffer a strain resulting in atypicalmuscle injury.Although ultrasonography is the diagnostic tool of choice wh<strong>en</strong> muscle injury is suspected, atypical muscleinjury can be overlooked mainly because of its location. Magnetic Resonance Imaging (MRI) is themethod of choice that detects the precise location of the injury and establishes its severity.Key words: Muscle injury, atypical location, magnetic resonance.■ INTRODUCCION1Fundación Favaloro - Hospital Italiano2Investigaciones Médicas3Hospital Italiano -Diagnóstico Maipú4Hospital ItalianoEn los últimos años la actividad deportiva recreacionalo profesional ha aum<strong>en</strong>tado considerablem<strong>en</strong>te,esto ha llevado a un increm<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el númerode consultas traumatológicas de lesiones vinculadasal deporte. En la actualidad, las lesiones<strong>musculares</strong> constituy<strong>en</strong> el 30% del total de las lesiones<strong>deportivas</strong>. De estas, el 90 % afecta a los músculosrecto anterior, isquiotibiales, gemelo internoy aductor mayor. En la mayoría de los casos la lesiónse ubica <strong>en</strong> la unión mio-t<strong>en</strong>dinosa de músculosbiarticulares que pres<strong>en</strong>tan una alta proporciónde fibras tipo II (14). Ocurr<strong>en</strong> típicam<strong>en</strong>te vinculadasa deportes como fútbol, boxeo y básquet (24).Sin embargo, existe un pequeño porc<strong>en</strong>taje de lesiones<strong>musculares</strong> atípicas cuya pres<strong>en</strong>tación clínica espoco clara, por lo tanto, de difícil diagnóstico.La resonancia magnética es el método por imág<strong>en</strong>esde elección para arribar al diagnóstico de unalesión muscular atípica debido a que posee una altas<strong>en</strong>sibilidad para detectar pequeños cambios <strong>en</strong>la masa muscular, esto permite delimitar y clasificarlos distintos tipos de lesiones <strong>musculares</strong> inducidaspor el ejercicio o vinculadas a la actividad deportiva.Luego de revisar las g<strong>en</strong>eralidades de laslesiones <strong>musculares</strong> nos ocuparemos de analizar estetipo de lesiones, determinar los músculos afectados,signos y síntomas, mecanismo lesional; etc.Consideraciones g<strong>en</strong>eralesEl músculo estriado constituye el 40-45% del pesocorporal total. Su unidad básica es la fibra muscular,conectada al hueso a través de los t<strong>en</strong>dones yde la unión mio-t<strong>en</strong>dinosa. Exist<strong>en</strong> dos tipos de fibras<strong>musculares</strong>: las tipo I o de contracción l<strong>en</strong>tay las tipo II o de contracción rápida (14).Las lesiones <strong>musculares</strong> pued<strong>en</strong> clasificarse <strong>en</strong> dosgrandes grupos: directas e indirectas. Las primerasocurr<strong>en</strong> por un traumatismo directo sobre elmúsculo y se divid<strong>en</strong> <strong>en</strong> contusión y laceración.Las lesiones indirectas ocurr<strong>en</strong> por distintos meca-REVISTA DE LA ASOCIACION ARGENTINA DE TRAUMATOLOGIA DEL DEPORTE • Pag. 91


nismos como por ejemplo, elongación (desgarros)y compresión (síndrome compartim<strong>en</strong>tal) (14, 17).Las lesiones por elongación resultan de una contracciónmuscular excéntrica, la que g<strong>en</strong>era mayort<strong>en</strong>sión d<strong>en</strong>tro del músculo y lo hace más s<strong>en</strong>sibleal desgarro (26). Ocurr<strong>en</strong> frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> músculosbiarticulares (aquellos que cruzan 2 articulaciones),pero pued<strong>en</strong> ocurrir <strong>en</strong> otros músculoscon m<strong>en</strong>or frecu<strong>en</strong>cia (14).En una ruptura muscular el primer f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o quese pres<strong>en</strong>ta es la hemorragia, luego la proliferaciónde células inf lamatorias y finalm<strong>en</strong>te la respuestafibrosa (17). Los desgarros se clasifican (14-17) <strong>en</strong>:❑ Grado I: Mínima destrucción el tejido con lesiónhemorrágica. Compromet<strong>en</strong> a m<strong>en</strong>os del5% de las fibras <strong>musculares</strong>.❑ Grado II: Ruptura de más del 5% de las fibras,con pres<strong>en</strong>cia de edema y hematoma.❑ Grado III: Rotura completa a nivel de la uniónmio-t<strong>en</strong>dinosa, con retracción de cabos y formaciónde un ext<strong>en</strong>so hematoma.Diagnóstico por imág<strong>en</strong>esLos desgarros <strong>musculares</strong> pued<strong>en</strong> ser estudiados porecografía y resonancia magnética, observándose distintospatrones <strong>en</strong> relación al grado de lesión. Estospatrones son aplicables a cualquier grupo muscular,tanto <strong>en</strong> las <strong>localizaciones</strong> típicas como atípicas.La RM es un método no invasivo de alta resoluciónanatómica y capacidad multiplanar. El mejor planode estudio es el axial y la secu<strong>en</strong>cia más s<strong>en</strong>sible parala detección de lesiones <strong>musculares</strong> son aquellasque suprim<strong>en</strong> la señal del tejido adiposo, principalm<strong>en</strong>tela secu<strong>en</strong>cia T2 STIR, debiéndose complem<strong>en</strong>tarcon secu<strong>en</strong>cias T1-T2 para obt<strong>en</strong>er unamayor especificidad diagnóstica (26). Es importantedestacar que actualm<strong>en</strong>te se está proponi<strong>en</strong>do ala RM como método de elección para la cuantificacióny seguimi<strong>en</strong>to de los desgarros (23).En las lesiones Grado I se observa un área focal odifusa de mayor int<strong>en</strong>sidad de señal <strong>en</strong> secu<strong>en</strong>ciass<strong>en</strong>sibles al líquido (T2 STIR), debido a la pres<strong>en</strong>ciade edema o hemorragia. No existe distorsiónde la arquitectura del músculo, pudiéndose observarun aum<strong>en</strong>to del diámetro muscular acompañadode líquido peri-fascial (17, 26).En las lesiones Grado II se observa edema y retracciónde las fibras <strong>musculares</strong>, acompañado de unhematoma cuya apari<strong>en</strong>cia varía según su tiempode evolución (17, 26).En las lesiones Grado III hay una ruptura completa conretracción de las fibras <strong>musculares</strong>. La brecha <strong>en</strong>tre elmúsculo y el t<strong>en</strong>dón se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra ocupada por un hematoma,dando lugar al signo del “badajo de campana”,que corresponde a las fibras retraídas que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tranflotando <strong>en</strong> el interior del hematoma (17, 26).La mayoría de las lesiones atípicas correspond<strong>en</strong> alGrado II, por lo tanto, el edema muscular es elprincipal hallazgo imag<strong>en</strong>ológico.La ecografía permite un análisis dinámico de la lesióny debe realizarse con transductores de alta frecu<strong>en</strong>cia(superior a 10 MHz), es el método de elecciónpara la detección y clasificación de los desgarros<strong>musculares</strong> clásicos. Las lesiones <strong>musculares</strong>que afectan a grupos profundos o las lesiones de localizaciónatípica pued<strong>en</strong> pasar inadvertidas <strong>en</strong> el estudioecográfico debido a esto la RM es el métodopor imág<strong>en</strong>es de elección para su diagnóstico.Localizaciones atípicasCuando los desgarros ocurr<strong>en</strong> <strong>en</strong> <strong>localizaciones</strong> atípicassu manifestación clínica es solapada, <strong>en</strong> la mayoríade los casos hay dolor de localización imprecisay de brusca aparición tras un movimi<strong>en</strong>to determinadoo luego de un esfuerzo físico. En el estudioecográfico estas lesiones pued<strong>en</strong> pasar inadvertidasllevando a errores de diagnóstico y, es <strong>en</strong> estos casos,donde la RM pres<strong>en</strong>ta su mayor aporte.Describiremos ahora difer<strong>en</strong>tes grupos <strong>musculares</strong>,ejemplificando con desgarros poco frecu<strong>en</strong>tes.MIEMBRO SUPERIOREl dorsal ancho es un músculo triangular que se exti<strong>en</strong>dedesde las regiones dorsal, lumbar y sacra a lacorredera bicipital (surco inter-tubercular), cubri<strong>en</strong>dola pared posterior e inferior del tronco y formandola pared posterior de la región axilar (20).Su trayecto es ext<strong>en</strong>so, sus fibras trascurr<strong>en</strong> <strong>en</strong> distintasdirecciones y cercano a la corredera bicipital sufr<strong>en</strong>una torsión (las fibras superiores se insertan <strong>en</strong> elsector inferior del surco intertubercular mi<strong>en</strong>tras quelas fibras inferiores <strong>en</strong> el superior). Es el músculo responsablede la ext<strong>en</strong>sión, aducción y rotación internadel húmero; estos movimi<strong>en</strong>tos son realizados <strong>en</strong> asociacióncon el pectoral mayor, redondo m<strong>en</strong>or y otrosrotadores internos del hombro. Los estudios EMGhan <strong>en</strong>contrado que el dorsal ancho y el redondo mayorse activan como una unidad (18).Las lesiones del dorsal ancho son raras (Fig. 1), pocoscasos han sido reportados <strong>en</strong> la literatura y lamayor parte de ellos están vinculados a un ev<strong>en</strong>totraumático <strong>en</strong> jugadores de básquetbol, vóleibol,golf, sky acuático, t<strong>en</strong>is; etc. (1, 8, 18, 21).La lesión de este músculo se pres<strong>en</strong>ta ante una abducciónforzada del brazo <strong>en</strong> rotación externa y hansido clasificadas <strong>en</strong>: 1. Ruptura aislada del t<strong>en</strong>dón y2. Lesión combinada del dorsal ancho con rupturasdel manguito rotador o del redondo mayor (8, 21).El paci<strong>en</strong>te usualm<strong>en</strong>te refiere un ev<strong>en</strong>to traumático.REVISTA DE LA ASOCIACION ARGENTINA DE TRAUMATOLOGIA DEL DEPORTE • Pag. 92


Figura 2: Jugador de t<strong>en</strong>is plano axial T2. A niveldel abdom<strong>en</strong>inferior se observa un increm<strong>en</strong>to <strong>en</strong> la señal de las fibras<strong>musculares</strong> del oblicuo m<strong>en</strong>or izquierdo (flecha negra)vinculado a edema. Lesión compatible con desgarro Grado II.También se observa leve edema muscular <strong>en</strong> las fibras deloblicuo mayoripsilateral (flecha verde).Figura 1: Jugador de Voley. Axial T2 STIR, brazo proximalderecho, abundante edema <strong>en</strong> las fibras proximales y <strong>en</strong> latransición miot<strong>en</strong>dinosa del dorsal ancho compatible con desgarroGrado II. No se observa edema óseo <strong>en</strong> la inserción humeral.Relata dolor, s<strong>en</strong>sación de “desgarro” interno a nivelde la axila, debilidad ante movimi<strong>en</strong>tos de abducción,puede s<strong>en</strong>tir o pres<strong>en</strong>tar una pseudomasa/contractura;etc. En el exam<strong>en</strong> físico puede observarse una tumoracióny/o la formación de un hematoma que seubica <strong>en</strong> el sector postero-medial del brazo (8, 18).Cuando la lesión se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra vecina a la uniónmio-t<strong>en</strong>dinosa tanto la ecografía como la RM handemostrado ser útiles <strong>en</strong> el diagnóstico y <strong>en</strong> la determinaciónde su ext<strong>en</strong>sión (18).Las imág<strong>en</strong>es son fundam<strong>en</strong>tales a la hora de descartarotros diagnósticos pot<strong>en</strong>ciales, si<strong>en</strong>do fundam<strong>en</strong>talrealizar el diagnóstico difer<strong>en</strong>cial conlesiones pseudo-tumorales. La RM es útil ya quedetermina la ext<strong>en</strong>sión de la lesión y detecta lesionesasociadas que podrían estar clínicam<strong>en</strong>teocultas (1, 8).No obstante, es importante recordar que no estáclara la relevancia que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los hallazgos descriptos<strong>en</strong> la RM <strong>en</strong> la conducta médica. Tampocoexiste un algoritmo que recomi<strong>en</strong>de tratami<strong>en</strong>toquirúrgico o conservador ya que una disrupciónt<strong>en</strong>dinosa completa no es un criterio quirúrgicoabsoluto (8).Huy y coautores recomi<strong>en</strong>dan tratami<strong>en</strong>to quirúrgico<strong>en</strong> atletas de elite que requieran restauracióncompleta de la función y de la fuerza muscular; mi<strong>en</strong>trasque Schick<strong>en</strong>dantz y coautores recomi<strong>en</strong>dan tratami<strong>en</strong>toconservador <strong>en</strong> lesiones agudas, habi<strong>en</strong>doreportado el regreso a la actividad de alta competiciónluego de 3 meses de tratami<strong>en</strong>to (8, 21 ).PARED ABDOMINALLa pared abdominal anterolateral está formada básicam<strong>en</strong>tepor cuatro músculos: recto anterior, oblicuo interno,oblicuo externo y transverso (20). Las lesionesde los rectos anteriores son frecu<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> jugadores det<strong>en</strong>is profesional, afectando predominantem<strong>en</strong>te al ladono dominante durante el mecanismo de saque yocurr<strong>en</strong> principalm<strong>en</strong>te a nivel infra-umbilical (5).Por el contrario, los músculos de la pared lateralrara vez son lesionados, formando parte del llamado“side strain syndrome” que afecta a jugadoresde hockey, cricket y de carreras de obstáculos, <strong>en</strong>treotros. Este síndrome esta vinculado a la lesióndel oblicuo m<strong>en</strong>or del abdom<strong>en</strong> a nivel de su insercióncostal y se pres<strong>en</strong>ta clínicam<strong>en</strong>te con dolor <strong>en</strong>el reborde costal (15). (Fig. 2)El oblicuo m<strong>en</strong>or es un músculo ancho, aplanado ytriangular que se aplica a la cara superficial del trasverso.Se dirige desde la cresta ilíaca hacia las últimascostillas, línea blanca y pubis (20); si<strong>en</strong>do importanterecordar que no ti<strong>en</strong>e un trayecto recto sino <strong>en</strong>volv<strong>en</strong>tealrededor del tronco por lo que su curso elípticoofrece v<strong>en</strong>tajas biomecánicas durante los movimi<strong>en</strong>tosde rotación, flexión, ext<strong>en</strong>sión y torsión. Por su ubicaciónpuede ser considerado “multi-articular” (13).La actividad electromiográfica de los músculos abdominalesdurante el saque no ha sido estudiado específicam<strong>en</strong>tepero se supone es similar a la que pose<strong>en</strong> <strong>en</strong>los golpes de bateo (baseball) donde existe una grancoordinación de los distintos grupos <strong>musculares</strong> empezando<strong>en</strong> la cadera, continuando <strong>en</strong> el tronco, y terminando<strong>en</strong> la extremidad superior. Los músculos abdominalesoblicuos han mostrado una alta actividadelectromiográfica durante los movimi<strong>en</strong>tos m<strong>en</strong>cionados,t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do una importante participación <strong>en</strong> la desaceleracióndel tronco luego del saque, lo que justificasu predisposición a lesionarse (13).REVISTA DE LA ASOCIACION ARGENTINA DE TRAUMATOLOGIA DEL DEPORTE • Pag. 93


Desde el punto de vista clínico, este tipo de lesiónno repres<strong>en</strong>ta grandes dificultades diagnósticaspor lo que estudios como la radiografía y la tomografíacomputada están destinados a descartarcompromiso óseo (fracturas costales, avulsión de lacresta ilíaca; etc.). La lesión se localiza con mayorfrecu<strong>en</strong>cia a nivel de la inserción <strong>en</strong> la 11ava. costillaque corresponde al sitio de unión al cartílago y,por lo tanto, se pi<strong>en</strong>sa que es el “punto débil” deeste músculo (15). Casi la totalidad de los casos sepres<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> el lado no dominante debido a unacontracción muscular desbalanceada (13).La RM brinda información de importancia <strong>en</strong> laplanificación de la rehabilitación posterior, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta la alta tasa de recurr<strong>en</strong>cia que pres<strong>en</strong>tanestos desgarros. El manejo es principalm<strong>en</strong>teconservador aunque si la lesión no resuelve se puederealizar aspiración de colecciones, inyección deesteroides y, rara vez, cirugía (15).CINTURA PELVIANAEl 25% de los paci<strong>en</strong>tes con dolor articular pres<strong>en</strong>tanun cuadro de coxalgia. La cadera es una de lasarticulaciones del cuerpo que mayor peso soportay las lesiones que la afectan son particularm<strong>en</strong>tedebilitantes porque compromet<strong>en</strong> la capacidad dedeambulación. Son muchas las causas que pued<strong>en</strong>producir dolor <strong>en</strong> la región de la cadera, <strong>en</strong>tre ellasdebemos descartar la fractura por stress, artritisséptica, necrosis avascular, bursitis, t<strong>en</strong>dinopatíainf lamatoria y desgarro muscular; etc. (24).Los desgarros más frecu<strong>en</strong>tes ocurr<strong>en</strong> <strong>en</strong> el aductormayor, isquiotibiales y recto anterior, como ya hemosm<strong>en</strong>cionado. Sin embargo muchos músculos de estaregión pued<strong>en</strong> verse involucrados, <strong>en</strong>tre los que <strong>en</strong>contramosal psoas-ilíaco, aductor m<strong>en</strong>or, pectíneo,cuadrado crural (2, 16), obturador interno-externo, yglúteo medio. La RM es muy útil <strong>en</strong> el diagnóstico deestas lesiones, permiti<strong>en</strong>do al mismo tiempo descartarlos diagnósticos difer<strong>en</strong>ciales (9). (Fig. 3)La principal manifestación clínica es el dolor, frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>teinguinal o glúteo. Puede existir o no elanteced<strong>en</strong>te de un esfuerzo físico o traumatismo. Eldolor puede ser de desarrollo agudo o crónico conuna evolución variable dado el alto número de casosque no llega a un diagnóstico temprano.D<strong>en</strong>tro de las lesiones <strong>musculares</strong> atípicas podemos<strong>en</strong>contrar desgarros del glúteo medio y m<strong>en</strong>or. Estaslesiones forman parte del amplio espectro de las trocanteritis.La incid<strong>en</strong>cia de este síndrome está aum<strong>en</strong>tando<strong>en</strong> la población jov<strong>en</strong> y, <strong>en</strong> nuestro conocimi<strong>en</strong>to,no se han reportado estudios realizados sobre unapoblación deportista. En un estudio retrospectivo realizado<strong>en</strong> 2008 sobre un total de 250 paci<strong>en</strong>tes estudiadoscon RM se diagnosticaron 35 (14%) lesiones de losFigura 3: Jugador de fútbol. Sagital T2 a nivel de la pelvis. Increm<strong>en</strong>to<strong>en</strong> la int<strong>en</strong>sidad de señal del músculo ilíaco vinculadoa edema muscular, compatible con desgarro Grado I.glúteos medio y m<strong>en</strong>or, de los cuales 28 (80%) ocurrieron<strong>en</strong> mujeres y 22 (62%) afectaron al glúteo medio,observándose un total de 8 rupturas completas,14 rupturas parciales y 13 casos de t<strong>en</strong>dinosis (9).El desgarro de los músculos glúteo medio y m<strong>en</strong>orsuele asociarse a un increm<strong>en</strong>to de líquido bursaly, aunque su causa es poco clara, se sugiere que podríaestar vinculado a un síndrome de fricción provocadopor una t<strong>en</strong>sión ejercida a través de la bandailiotibial, o quizás está vinculado a un trauma directoo a mecanismo de hiperaducción. Esta patologíaha sido descripta <strong>en</strong> corredores amateurs y<strong>en</strong> la práctica de aerobics con “step” (9).Otro ejemplo de lesión muscular atípica es el desgarrodel psoas-iliaco. Se pres<strong>en</strong>ta clínicam<strong>en</strong>te como dolorinespecífico a nivel de la cadera. En un estudio realizado<strong>en</strong> 2009 <strong>en</strong> Cleveland Clinic se analizaron 4862estudios de RM de pelvis y cadera, observándose sólo33 casos de desgarro del psoas-iliaco <strong>en</strong> 32 paci<strong>en</strong>tes.De estos, 16 paci<strong>en</strong>tes fueron m<strong>en</strong>ores de 65 años conrupturas parciales (Grado II) y vinculadas a deporte;los otros 16 fueron mayores de 65 con rupturas completas(Grado III). Esto demuestra igual incid<strong>en</strong>cia <strong>en</strong>ambos grupos etarios, observándose lesiones de mayorGrado a medida que aum<strong>en</strong>ta la edad del paci<strong>en</strong>te.Del total de las lesiones, solo 10 estaban vinculadasa la práctica deportiva (3). En otro estudio publicadoel mismo año <strong>en</strong> British Journal of Sports Medicine,sobre un total de 628 deportistas profesionales, el desgarrodel psoas-ilíaco aparece como una causa preva-REVISTA DE LA ASOCIACION ARGENTINA DE TRAUMATOLOGIA DEL DEPORTE • Pag. 94


l<strong>en</strong>te de dolor <strong>en</strong> jugadores de fútbol (52 casos), detrásde la lesión del aductor mayor (399 casos), demostrandoasí su mayor frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> deportistas (25).La pubalgia repres<strong>en</strong>ta otro gran desafío diagnóstico<strong>en</strong> deportistas, constituy<strong>en</strong>do <strong>en</strong>tre el 8 y el15% de las lesiones <strong>deportivas</strong>. Está vinculada a deportescon “patadas”, por ejemplo: Un tercio de losjugadores de futbol desarrollan pubalgia durantesu carrera. Los diagnósticos difer<strong>en</strong>ciales incluy<strong>en</strong>fracturas por stress, osteitis púbica, hernias <strong>deportivas</strong>y la lesión traumática del aductor mayor-rectoabdominal; lesiones con mecanismos de produccióny pres<strong>en</strong>taciones clínicas difer<strong>en</strong>tes. Esta últimalesión está vinculada al orig<strong>en</strong> común que pres<strong>en</strong>tanestos dos músculos y su participación comoestabilizadores de la sínfisis pubiana (10). D<strong>en</strong>trode este cuadro podemos <strong>en</strong>contrar otras lesiones<strong>musculares</strong> m<strong>en</strong>os frecu<strong>en</strong>tes, que no hemos <strong>en</strong>contradoreportadas <strong>en</strong> la literatura, como el desgarrodel aductor m<strong>en</strong>or, pectíneo y los obturadoresinterno-externo. Su mecanismo lesional es similar,ya que pres<strong>en</strong>tan inserciones contiguas, pero supres<strong>en</strong>tación clínica es inespecífica haci<strong>en</strong>do pocoprobable su sospecha.MIEMBRO INFERIOREs <strong>en</strong> esta localización donde ocurre la mayoría delos desgarros, si<strong>en</strong>do los iquiotibiales y el gemelointerno los músculos más afectados.En un estudio realizado <strong>en</strong> España sobre un totalde 135 atletas (corredores) se observó que 241 paci<strong>en</strong>tespres<strong>en</strong>taban lesiones músculo-t<strong>en</strong>dinosas,de los cuales 52 casos (38.5%) correspondieron alesiones de músculos isquio-tibiales y 28 (20.7%) algemelo interno (6).En un estudio prospectivo realizado sobre 180 paci<strong>en</strong>tesjugadores de fútbol se observó que un 10%pres<strong>en</strong>tó una lesión <strong>en</strong> los músculos isquio-tibiales,principalm<strong>en</strong>te el bíceps femoral seguido por el semit<strong>en</strong>dinosoy, <strong>en</strong> un alto porc<strong>en</strong>taje, de más de unmúsculo simultáneam<strong>en</strong>te. Pued<strong>en</strong> ser lesiones proximaleso distales con porc<strong>en</strong>tajes de 60 y 40% respectivam<strong>en</strong>te,observándose mayor afectación de launión mio-t<strong>en</strong>dinosa <strong>en</strong> todos los casos (6). Dada laalta frecu<strong>en</strong>cia de estas lesiones no nos ext<strong>en</strong>deremos<strong>en</strong> ellas y pasaremos a las m<strong>en</strong>os frecu<strong>en</strong>tes.El recto anterior es el más frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te afectadod<strong>en</strong>tro del grupo anterior del muslo (11). El vasto externopuede lesionarse <strong>en</strong> forma aislada, habiéndosereportado desde desgarros Grado I hasta avulsionesaisladas de su inserción distal. El mecanismo de lesiónmás frecu<strong>en</strong>te es una rápida contracción excéntrica delcuádriceps con la rodilla <strong>en</strong> flexión y el tobillo fijo, pudi<strong>en</strong>dotambién estar relacionado a <strong>en</strong>fermedades metabólicas(falla r<strong>en</strong>al crónica, diabetes, uso crónico deesteroides; etc.) (19). Se manifiesta clínicam<strong>en</strong>te condolor <strong>en</strong> la cara externa del muslo aunque tambiénpuede asociarse a dolor <strong>en</strong> la cara anterior de la rodillavinculado a mecanismos de flexo-ext<strong>en</strong>sión comocorrer, subir escaleras o saltar (síndrome patelo-femoral).El conocimi<strong>en</strong>to de este tipo de lesión muscular esfundam<strong>en</strong>tal para implem<strong>en</strong>tar un tratami<strong>en</strong>to adecuado,evitando que la lesión se exti<strong>en</strong>da o aum<strong>en</strong>te detamaño (11). No t<strong>en</strong>emos conocimi<strong>en</strong>to que existan estudiossobre la preval<strong>en</strong>cia de las lesiones aisladas delvasto externo <strong>en</strong> deportistas de alto r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to, sinembargo, hay múltiples reportes de casos. (Fig. 4).En el tríceps sural es frecu<strong>en</strong>te observar lesiones del gemelointerno. Las lesiones de este grupo muscular sonfrecu<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> el jugador de t<strong>en</strong>is profesional, constituy<strong>en</strong>doel síndrome de "pierna de t<strong>en</strong>ista" que se pres<strong>en</strong>taclínicam<strong>en</strong>te con dolor <strong>en</strong> la cara interna de la piernadurante la práctica deportiva. Durante mucho tiempoeste síndrome se atribuyó a la ruptura del plantar delgado,habiéndose comprobado que se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra vinculadoa la lesión de las fibras del gemelo interno. Por otrolado, los desgarros del sóleo son infrecu<strong>en</strong>tes, <strong>en</strong> un estudiorealizado <strong>en</strong> 2002 con 141 paci<strong>en</strong>tes que pres<strong>en</strong>tabanel síndrome de "pierna de t<strong>en</strong>ista" se comprobó medianteRM y ecografía que 94 (66 %) correspondían adesgarros del gemelo interno, 30 (20%) pres<strong>en</strong>tabanuna colección liquida soleo-gemelar sin ruptura de fibras<strong>musculares</strong>, 2 (1,4%) t<strong>en</strong>ían lesionado el plantar delgadoy <strong>en</strong> 1 solo paci<strong>en</strong>te (0,7%) se observó lesión del soleoque correspondió a un desgarro Grado II. Los restantes14 paci<strong>en</strong>tes pres<strong>en</strong>taron trombosis v<strong>en</strong>osa profunda.La RM contribuye especialm<strong>en</strong>te al diagnósticode lesiones que afect<strong>en</strong> al soleo, ya que pued<strong>en</strong> pasarFigura 4: Jugador de fútbol. Axial T2 STIR, muslo izquierdo.En el vasto externo se observa una disrrupción focal de fibras<strong>musculares</strong> con edema, compatible con desgarro Grado II.También se observa leve edema muscular de aspecto contusivo<strong>en</strong> el crural (flecha negra)REVISTA DE LA ASOCIACION ARGENTINA DE TRAUMATOLOGIA DEL DEPORTE • Pag. 95


Figura 5: Jugador de t<strong>en</strong>is. Axial T2 STIR, pierna derecha.Abundante edema <strong>en</strong> las fibras <strong>musculares</strong> del soleo, apreciándosevolcado hemático peri-fascial. Corresponde a unalesión Grado II.inadvertida <strong>en</strong> el estudio ecográfico debido a su localizaciónanatómica. (Fig. 5). El tratami<strong>en</strong>to es conservador<strong>en</strong> primera instancia, recom<strong>en</strong>dándose elevar el miembroinferior afectado, frio y v<strong>en</strong>das elásticas. El tratami<strong>en</strong>toquirúrgico se recomi<strong>en</strong>da sólo cuando existe comocomplicación un síndrome compartim<strong>en</strong>tal (5).■ CONCLUSIONLuego de haber revisado los grupos <strong>musculares</strong> másfrecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te afectados debemos t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>taque existe un número importante de lesiones <strong>musculares</strong><strong>en</strong> <strong>localizaciones</strong> poco frecu<strong>en</strong>tes o atípicas quepued<strong>en</strong> pasar inadvertida <strong>en</strong> el estudio ecográfico.Es fundam<strong>en</strong>tal el diagnóstico preciso del músculoo grupo muscular afectado y el Grado que pres<strong>en</strong>tala lesión para planificar el tratami<strong>en</strong>to y la posteriorrehabilitación física.La resonancia magnética el método por imág<strong>en</strong>esde elección para detectar una lesión muscular atípicaya que, por su resolución anatómica y su capacidadmultiplanar, nos dará un diagnóstico exactoy nos permitirá, además, descartar otras patologíascon similar pres<strong>en</strong>tación clínica.■ BIBLIOGRAFIA1. Anderson S.: Lattisimus Dorsi T<strong>en</strong>dinosis and Tear: ImagingFeatures of a Pseudotumor of the Upper Limb in FivePati<strong>en</strong>ts, AJR 2005; 185:1145-1151.2. Bano, A.: Persist<strong>en</strong>t sciatica induced by quadratus femorismuscle tear and treated by surgical decompression: a casereport, Journal of Medical Case Reports 2010; 4:236.3. Bui, K.L.: Iliopsoas injury: an MRI study of patterns andpreval<strong>en</strong>ce correlated with clinical findings, Skeletal Radiology2008; 37 (3):245-9.4. Connell, D.: Sonography and MRI of Rectus AbdominisMuscle Strain in Elite T<strong>en</strong>nis Players, American Journal ofRo<strong>en</strong>tg<strong>en</strong>ology 2006; 187:1457–1461.5. Delgado, G.: T<strong>en</strong>nis Leg: Clinical US Study of 141 Pati<strong>en</strong>tsand Anatomic Investigation of Four Cadavers with MRImaging and US, Radiology 2002; 224:112–119.6. De Smet, A.: MR Imaging of the Distribution and Locationof Acute Hamstring Injuries in Athletes, American Journalof Ro<strong>en</strong>tg<strong>en</strong>ology 2000; 174:393–399.7. García Soidán, J.L. y ArufeGiraldes, V.: Análisis de las lesionesmás frecu<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> pruebas de velocidad, medio fondo yfondo, Revista Internacional de Medicina y Ci<strong>en</strong>cias de laActividad Física y el Deporte 2003; vol. 3 pp. 260-270.8. Huy B. Q. Le, Stev<strong>en</strong> T. Lee, et al. Magnetic resonanceimaging appearance of partial latissimus dorsi muscle t<strong>en</strong>dontear. Skeletal Radiology 2009; 38:1107-1110.9. Kingzett Taylor, A.: T<strong>en</strong>dinosis and tears of gluteus mediusand minimus muscles as a cause of hip pain: MR imagingfindings, American Journal of Ro<strong>en</strong>tg<strong>en</strong>ology 1999, 173;1123-1126.10. Koulouris,G.: Hamstring Muscle Complex: An Imaging Review,RadioGraphics 2005; 25:571–586.11. Labore, A.: Vastus lateralis strain associated with patellofemoralpain syndrome: a report of 2 cases, Archives of PhysicsMedical Rehabilitation 2003; 84: 613-615.12. Lee, J.: Sonography of Lower Limb Muscle Injury, AmericanJournal of Ro<strong>en</strong>tg<strong>en</strong>ology 2004; 182:341-351.13. Maquirriain, J.: Uncommon abdominal muscle injury in at<strong>en</strong>nis player: internal oblique strain, British Journal ofSports Medicine 2006; 40: 462–463.14. Muñoz, S.: <strong>Lesiones</strong> <strong>musculares</strong> <strong>deportivas</strong>: diagnóstico porimág<strong>en</strong>es, Revista Chil<strong>en</strong>a de Radiología 2002, 8: 127-132.15. Obaid, H.: Sonographic Appearance of Side Strain Injury,American Journal of Ro<strong>en</strong>tg<strong>en</strong>ology 2008; 191:W264–W267.16. O’Bri<strong>en</strong>, S.: MRI of Quadratus Femoris Muscle Tear:Another Cause of Hip Pain, American Journal of Ro<strong>en</strong>tg<strong>en</strong>ology2007; 189: 1185–1189.17. Pedrosa, C.: Diagnóstico por imag<strong>en</strong>, Ed. Marban-España2008, Tomo 4.18. Pedret C.; Sonography and MRI of latissimus dorsi straininjury in four elite athletes, Skeletal Radiology 2010; DOI10.1007/s00256-010-1007-0.19. Phadnis, J.: Isolated avulsion of the vastus lateralis t<strong>en</strong>doninsertion in a weightlifter: a case report, Cases Journal2009, 2:7905.20. Rouviere, H.: Anatomía humana descriptiva, topográfica yfuncional, 9na Ed. Masson 1994.21. Shely, M.: MR Imaging of Muscle Injury, Magnetic ResonanceImaging Clinics Of North America 2009; 17: 757-793.22. Schick<strong>en</strong>dantz M.: Latissimus Dorsi and Teres Major Tearsin Professional Baseball Pitchers: a case series, The AmericanJournal of Sports Medicine 2009; vol. 37, Nº 10, pp:2016-2020.23. Slavotinek, J.: Muscle Injury: The Role of Imaging in PrognosticAssignm<strong>en</strong>t and Monitoring of Muscle Repair, Seminars inmúsculoskeletal Radiology 2010; 14:194–200.24. Wang, R.: A Systematic Approach to Adult Hip Pain, TheCanadian Journal of Diagnosis 2001, Mayo 96-104.25. Werner, J.: UEFA injury study: a prospective study of hipand groin injuries in professional football over sev<strong>en</strong> consecutiveseasons, British Journal of Sports Medicine 2009;43:1036-1040.26. Wong, L.: Imaging of Muscle Injuries, Journal of HongKong College of Radiologists 2005; 8: 191-201.REVISTA DE LA ASOCIACION ARGENTINA DE TRAUMATOLOGIA DEL DEPORTE • Pag. 96

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!