Horizontes interculturales en salud y HIV - Family Care International

VIH, enfoque intercultural y políticas públicasEntonces, introducir el enfoque intercultural en las políticas públicas es un reto permanentetanto en la esfera política y jurídica como en el ámbito cotidiano y corporal. 3 Va más allá desuperar las barreras interdisciplinarias, hay que rebasar las barreras culturales que son la expresiónmisma de la naturaleza humana. Si pensamos en los temas de salud sexual y salud reproductivay particularmente de las ITS, el VIH y el SIDA, no podemos abstraernos de unsistema de creencias referidas a la sexualidad y al cuerpo que cobra múltiples significados enlas diversas culturas.Por ejemplo, para los/as tomadores/as de decisiones la respuesta al VIH pude tener significados,contenidos y prioridades distintos de los que puede tener para el personal de las unidades de saluden las parroquias, o de los hospitales provinciales, o de las clínicas de VIH, que conviven con loscasos clínicos día a día. Más aún, el “lenguaje mundo” de estos grupos puede ser muy distinto delas mujeres y hombres indígenas que requieren (o deberían requerir) las atención de los serviciosde salud. La sexualidad, el cuerpo, el sentido comunitario, los referentes de justicia, los principiosde salud preventiva, los usos y costumbres, el trato, la pertenencia étnica, ser hombre, ser mujer,el idioma, la vestimenta, los colores, los olores… todos los elementos que constituyen la vida individualy colectiva se convierten en factores que aumentan o disminuyen las brechas para el accesoy ejercicio de los derechos.En este contexto, la médula del enfoque intercultural en las políticas públicas exige que se hagaefectiva la participación social, que las necesidades y propuestas se traduzcan –como apunta Panikkar–a un lenguaje inteligible, y que se logre una “comunicación lingüística” que requiere almenos un mínimo de agrado y respeto por “el otro” (puntualizando que todos somos “el otro”a los ojos de los otros).3 El cuerpo como el lugar de las representaciones, por tanto de la reproducción de prácticas, el lugar donde se concentra la cultura.El cuerpo “es un locus de significados culturales que van más allá de las experiencias subjetivas para operar en un nivel simbólico,siendo útiles para la mantención y reproducción de un orden social específico. Tales significados están estrechamente implicadascon las estructuras de género” (Donoso 2002: 80).15