Urabá: entre la abundancia y la disputa territorial. - Gobernación de ...

3AgradecimientosQueremos agradecer a la Universidad EAFIT y la Gobernación de Antioquia por los recursospara la realización de esta investigación.A Isabel Gutiérrez y Jorge Ignacio Castaño de la Asesoría de Paz de la Gobernación deAntioquia, sin compromiso por la región y el departamento, esta investigación no hubierasido posible.A Isaac Beltrán y Verónica Muñoz, consultores de Naciones Unidas, por las discusionesacadémicas y las pistas que nos dieron sobre cómo interpretar el último periodo.Al General Hernán Giraldo, por permitirnos el acceso a la Brigada 17 en Carepa, Antioquia, endonde pudimos avanzar en nuestro trabajo de campo.A Mario Agudelo por sus invaluables aportes, llenos del conocimiento de alguien que ha vividoy sentido Urabá.A los asistentes al Panel de Expertos realizado en la Universidad EAFIT. Los profesores: JorgeLotero (Universidad de Antioquia), Ana María Iregui (Banco de la República), Ever Álvarez(Colegio Mayor de Antioquia), Juanita Villaveces (Universidad del Rosario), Carlos FelipeGaviria (Universidad de Antioquia) y Sebastián Aparicio (ECSIM).A las personas de la región de Urabá que hicieron parte del trabajo de campo, que nospermitieron entrar en sus experiencias y, sobretodo, en sus esperanzas para un mejor Urabá.Todos los resultados y conclusiones expresadas en el trabajo son responsabilidad exclusiva delos autores y no representan la opinión de la Universidad EAFIT o la Gobernación deAntioquia.

72011). En este sentido, la presente investigación busca analizar las relaciones entre lasestructuras de propiedad de la tierra y las disputas territoriales en el Urabá antioqueño 3 ,haciendo especial énfasis en la identificación y caracterización de los mecanismos detransferencia de tierra que operaron en la región en diferentes períodos del conflicto y surelación con las estructuras de propiedad de la tierra actuales.Se propone una metodología mixta: cualitativa y cuantitativa, la cual provee una compresiónmultidimensional de los diferentes factores que han intervenido en las configuración de lasestructura de propiedad de la tierra en Urabá. En primer lugar, se identificaron cincocategorías de actores a los cuales se le aplicaron diferentes instrumentos cualitativos:entrevistas informales conversacionales, historias de vida, entrevistas semi-estructuradas ygrupos focales, cada uno en diferentes momentos de la investigación. En segundo lugar, seutilizó información catastral para analizar las estructuras de propiedad en la región en elperíodo 2006-2011, haciendo una primera aproximación a la relación entre las estructuras depropiedad y violencia en las veredas que componen la región. Aunque no se pretende generarrelaciones de causalidad debido a la complejidad de los fenómenos y su secuencialidad, sebusca generar al debate sobre las diferentes relaciones. La investigación está compuesta porcinco capítulos.El Capítulo I propone una aproximación teórica a la relación entre tierra y violencia que secentra en la transferencia de tierras como expresión y catalizador del conflicto armado. Sediscute la importancia de la definición y protección de los derechos de propiedad por partedel Estado en contextos de conflictos en los que múltiples actores ven en la tierra tanto un fino un medio para llevar a cabo sus objetivos. Así, la transferencia de tierras –legal e ilegal,formal e informal– puede ser parte importante de las dinámicas del conflicto. El reto empíricoque resulta de esta aproximación teórica al objeto de estudio es el análisis de los mecanismosde transferencia que han incidido en regiones de conflicto como Urabá.El Capítulo II hace un análisis histórico de la confrontación armada en Urabá. Partiendo de laliteratura secundaria y el trabajo de campo realizado durante la investigación, se propone unaperiodización de la confrontación armada en la región haciendo énfasis en las disputas por latierra. Así pues, en cada uno de estos se identifican los actores que consolidan el controlterritorial y el papel de la tierra dentro de la confrontación armada como incentivo y móvil dela misma. Los periodos que se van a tratar comienzan desde la llegada de los primero gruposguerrilleros a Urabá hasta la actualidad. En el Capítulo III, se trata la metodología del trabajode campo y se identifican nueve mecanismos de transferencia de tierra que operaron enUrabá: colonización, invasión, repoblamiento, titulación, mecanismos colectivos, mercado detierras, despojo material, falsificación y suplantación, y venta forzada. Se discuten los agentesy beneficiarios, la lógica interna, la naturaleza legal o ilegal, los objetivos e incentivos. Estosmecanismos se adhieren a diferentes períodos y escenarios en el conflicto e historia de laregión de Urabá.3 Dadas que las particularidades en la información catastral y la historia misma del conflicto, hace de deVigia del Fuerte y Murindó distintos a los demás municipios de la región, estos son excluidos delanálisis.

8El Capítulo IV analiza la información catastral de la región en el período 2006-2011, haciendoun análisis por municipio de las principales variables catastrales y proponiendo una primeraaproximación a las posibles relaciones entre las estructuras de propiedad y los diferentesconflictos territoriales en el Urabá a nivel veredal. Los resultados sugieren una relaciónpositiva entre los tamaños y número de predios por propietario y las zonas en disputa por lasFARC y las AUC en el sur, haciendo que las veredas donde se presentó dicho conflicto lospropietarios tienen en promedio predios 4.9 % más grandes y 41 % más predios. En el caso dela zona histórica de las FARC, se encuentra un comportamiento particular, ya que lospropietarios en promedio tienen predios más pequeños (-5 %) pero mayor número depredios (35.6 %). Para la zona denominada de control territorial definido, solo es significativaen el número de predios indicando que en promedio existe un menor número de predios porpropietario. En la variable de informalidad en la tenencia de la tierra, solo es significativa laszonas históricas de las FARC donde, en promedio, existe un 14 % más de informalidad.Finalmente, el Capítulo V realiza una reflexión sobre los principales discusiones de losdiferentes capítulos a manera de conclusión.

Capítulo I:El papel de la transferencia de tierras en los conflictos armados: unaaproximación teórica.El inicio de un conflicto armado es la suma de múltiples factores objetivos y subjetivos queconfluyen en un mismo momento histórico para encontrar en las armas la única salida(Grossman, 1999; Collier y Hoeffler, 2002; Justino, 2008). Una vez el conflicto inicia,independiente de las motivaciones iniciales, se crean dinámicas donde los gruposinvolucrados buscan mecanismos para garantizar la supervivencia a nivel táctico yeconómico. En este contexto, la apropiación de activos aparece como una manera eficaz definanciar e intensificar el conflicto (De Soysa, 2002; Korf, 2005) que, si bien en ocasiones no esel fin último de los grupos armados, constituye un medio de subsistencia y de preservacióndel conflicto (Velásquez, 2008).Este hecho se agudiza aún más en los conflictos de naturaleza agraria, donde activos como latierra se convierten en un instrumento de poder territorial y, a la vez, en las motivaciones delmismo. Un ejemplo de ello es el caso colombiano, donde la ocupación territorial y el desalojode población civil han sido y siguen siendo estrategias de guerra adoptadas por gruposarmados (Ibáñez y Querubín, 2004), lo cual adquiere nuevos matices gracias a la expansióndel narcotráfico (Suárez y Vinha, 2003). Lo anterior crea círculos de violencia marcados por laviolación de derechos humanos, un mercado de tierras impulsado por la demanda de losnarcotraficantes, una alta concentración de la tierra, menor crecimiento económico, bajaproductividad agrícola, menores salarios y mayores niveles de violencia y criminalidad(Reyes, 1987; Castaño, 1999; Gaviria y Muñoz, 2007; PNUD, 2011).Aunque la apropiación de activos en medio del conflicto aparece de manera recurrente en laliteratura, se carece de una aproximación conceptual que permita entender los mecanismos,dinámicas y los principales efectos en la sociedad. En este sentido, el presente capitulo buscaproponer una aproximación conceptual al análisis de los incentivos por la transferencia detierra en medio del conflicto y los diferentes mecanismos que operan para conseguirlo.El capitulo se divide en tres secciones. La primera inicia con un breve resumen de losprincipales aportes sobre la importancia de la definición de los derechos de propiedad en unasociedad, haciendo énfasis en la tierra. Posteriormente, analiza el papel del Estado comogarante de los derechos de propiedad de la tierra y las principales distorsiones que generandiferentes tipos de conflictos. Por su parte, la segunda sección teoriza la persistencia delconflicto basado en los cambios en la función de la tierra, los actores armados y el tipo deconflicto. Finalmente, la tercera sección introduce una base analítica sobre diferentesmecanismos de apropiación de tierras en medio del conflicto.

101.1. Tierra, derechos de propiedad y EstadoEsta sección comienza con una definición del valor de la tierra desde tres perspectivas:simbólica, económica y estratégica-militar; esto permite sentar las bases para la comprensiónde los derechos de propiedad de la tierra como una institución clave en el andamiaje delEstado liberal. Luego, revisa algunos de los aportes conceptuales más relevantes al estudio delorigen de las guerras civiles desde la perspectiva de la ausencia o debilidad estatal.1.1.1. Tierra y derechos de propiedadLa definición del valor de la tierra ha sido un tema recurrente en la literatura económica ypolítica. Las diferentes aproximaciones pueden ser resumidas en tres grandes dimensiones.En primer lugar, el valor simbólico, el cual se refleja en el sentido de pertenencia y arraigoque, en ocasiones, puede marcar las identidades individuales y grupales. En este sentido, seconcibe la tierra como territorio que tiene un valor intangible que puede representar derechoshistóricos, o tener un significado religioso o cultural que define la identidad de cada uno de losintegrantes de grupos étnicos o religiosos 4 (O’Lear et al., 2005). En la actualidad estesignificado simbólico de la tierra, se refleja en la definición del territorio de los Estadosliberales como un bien y patrimonio común para todos los ciudadanos, por lo cual seconsidera uno de los componentes básicos, junto con la gente y el gobierno, que dota al Estadode una personalidad moral, soberana y universalmente reconocida por la ley y la comunidadinternacional (Zartman, 2001).Pero además de ser una representación de la identidad, la historia y la política de gruposhumanos, la tierra también es un recurso económico valioso que representa un mayor estatussocial y poder político, lo cual incentiva su apropiación y transferencia (Ibáñez y Querubín,2004; Gaviria y Muñoz, 2007). Desde el punto de vista económico, la tierra es a la vez unactivo de capital y financiero, es decir, es un recurso tangible que representa un valormonetario “real” y que permite el acceso a otros recursos naturales que se pueden usar ovender por un valor monetario (Keynes, 1986; O’Lear et al., 2005).Finalmente, la tierra (más comúnmente llamada territorio o terreno cuando se hace alusión aesta última dimensión), tiene un valor estratégico y militar que sale a relucir en contextos deconflictos armados. Corredores de movilización y aprovisionamiento, posiciones ventajosas(para defensa o ataque), fronteras y retaguardias son elementos que se ven influenciadosdirectamente por las características y la posesión del terreno, lo cual hace que sea un recurso4 Esto es también conocido como el valor social de la tierra, lo cual da cuenta del espacio donde sedesarrollan las relaciones sociales.

11valioso en tiempos de guerra y paz. Estas tres dimensiones se conjugan para hacer de la tierraun recurso socioeconómico de primera importancia, y de los derechos que protegen lapropiedad sobre ésta una institución clave en las sociedades modernas. Estas dimensiones delvalor de la tierra se resumen en el gráfico 1.Gráfico 1. Dimensiones del significado de la tierra.Fuente: elaboración propia.En su último Informe Nacional de Desarrollo Humano para Colombia, el Programa de lasNaciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hace eco de estas dimensiones:“[…] la tierra no es solo un factor de producción o un activo de inversión; tambiénsigue siendo una fuente de riqueza, poder y prestigio […] es un factor de produccióny un modo de vida; desempeña un papel rentístico y de especulación; también se haconvertido en un instrumento de la guerra […] del lavado de activos del narcotráfico,y además genera poder político ligado a la violencia ejercida por grupos armadosilegales” (PNUD, 2011, p. 181).En los Estados liberales, el acceso a la tierra está institucionalizado en la forma de un derecho.Si las instituciones se definen como las reglas de juego (formales e informales, creadas yevolucionadas) que determinan la estructura de incentivos en una sociedad y la distribuciónde los recursos políticos, económicos, culturales, entre otros (North, 1993), los derechos depropiedad pueden definirse como “una institución económica que determina la asignación delos recursos disponibles y establece quiénes serán los dueños de los beneficios de dichosrecursos y su distribución” (Velásquez, 2008, p. 125). Así, solamente tienen sentido si lasautoridades públicas pueden usar la coerción para la protección y definición de los derechos

12de propiedad, excluyendo a terceros que no los poseen legalmente 5 (Gallo, 2010) o si lasociedad tiene mecanismos de autorregulación bien definidos.En este sentido, una débil definición de los derechos de propiedad introduce distorsiones enlos mercados incrementando los costos de transacción y la ineficiencia productiva (Coase,1994). Empero, una definición precisa y respaldada por el poder del Estado puede sercircunvalada por actores racionales que, tras un proceso de aprendizaje, aprovechan lasselectividades estratégicas de las instituciones para su propio beneficio 6 . En este sentido,Acemoglu, Johnson y Robinson (2004) señalan que la promoción del crecimiento económico alargo plazo depende en parte de la construcción de instituciones políticas que dan el poder aélites interesadas en salvaguardar los derechos de propiedad de la sociedad en general. Así, elpapel de Estado como garante de la definición de los derechos de propiedad se torna de vitalimportancia para el buen funcionamiento de los mercados de tierra, pues crea incentivos(positivos o negativos) y selectividades estratégicas para distintos mecanismos deapropiación y protección de tierras (legales o ilegales, formales o informales).Esta apreciación no es distante a lo propuesto por la teoría contractualista moderna, donde sepiensa el Estado como una organización creada por un contrato social con la funciónsalvaguardar la propiedad individual (principalmente la vida, aunque también la tierra o lapropiedad inmueble) (Hobbes, 1940; Locke, 1996). Con el paso al Estado de derecho, lapropiedad privada sobre la tierra se convierte en un derecho civil (primera generación) y losderechos de propiedad uno de los pilares del liberalismo político y económico, a la vez que suprotección se entiende como una de las funciones “mínimas” del Estado contemporáneo(Fukuyama, 2004, p. 23).1.1.2. La tierra y el conflicto: ¿fin o medio?Pero, ¿qué sucede cuando el Estado falla al realizar esta función “básica” o simplementecuando la intensidad de sus funciones es limitada? Con frecuencia, un Estado en crisis seconvierte en la raíz del problema del conflicto cuando grupos excluidos socialmente selevantan en armas y, posteriormente, buscan financiación por medio de actividades ilegales,entre ellas, la apropiación de activos. La tesis de los agravios como fuente de los conflictosarmados señala que habría un conjunto de “condiciones objetivas” –desigualdad económica,5 En este caso en particular, los derechos de propiedad hacen referencia a las reglas que determinan laposesión, asignación, distribución y redistribución de tierras.6 Si entendemos las instituciones a la manera de North (1993), los actores deben actuar teniendo encuenta el marco de limitaciones y oportunidades, opciones y estrategias dado por las instituciones, estoes, su “selectividad estratégica”. Si bien en ocasiones esto lleva a que se desestimulen cierto tipo deacciones y decisiones, los agentes pueden pasar por un proceso de “aprendizaje estratégico” y a adaptarsus acciones a las instituciones existentes para promover sus intereses (McAnulla, 2002, p. 280-1). Esteconcepto de aprendizaje estratégico puede ayudar a entender mecanismos de apropiación de tierrasque no utilizan la fuerza (o la amenaza del uso de la fuerza) y que se mueven entre la legalidad y lailegalidad, como el testaferrato.

13opresión política, distribución inequitativa de la tierra, entre otras– que justificaría lainsurgencia y las actividades criminales encaminadas a reparar dichas condiciones, sea pormedio de la redistribución de recursos económicos o la reorganización del poder políticolocal, regional o nacional (Azar, 1990; Gurr, 1993; Homer-Dixon, 1999; Stewart, 2000;Zartman, 2001; Regan, 2009). Evidentemente, aquí la apropiación y redistribución de tierrases un fin esencial.En otras ocasiones, no es la desigualdad social, sino las motivaciones e intereses privados deunos pocos lo que motiva el conflicto. La tesis de la codicia señala que los conflictos armadostienen mayor probabilidad de ocurrir en contextos donde hay posibilidades de apropiarse debienes y recursos. Específicamente, sostiene que algunas luchas comienzan en un intento porapropiarse de las ganancias de las rentas en regiones donde hay abundancia de recursosnaturales (Collier, 2000; Azam y Hoeffler, 2002; Collier y Hoeffler, 2002; De Soysa, 2002;Collier et al., 2003). En estos casos, se tiende a mantener el discurso retórico que hacereferencia a supuestos agravios para ganar apoyo civil o militar (aumentar el reclutamientovoluntario) (Zartman, 2005). Sin embargo, cuando los derechos de propiedad están biendefinidos y protegidos, los actores armados deben recurrir a otros mecanismos distintos alsaqueo o las donaciones voluntarias. En este punto, entra en juego el aprendizaje estratégico yla implementación de mecanismos de transferencia que no lleven a un enfrentamiento directocon el Estado, sino más sutiles, como el testaferrato, las ventas forzadas y la corrupción.Adicionalmente, existen propuestas que señalan tomar en cuenta ambas perspectivas 7 . Pocosconflictos son causados exclusivamente por codicia o agravios; típicamente, las característicasde cada conflicto, junto con las realidades, desigualdades y agravios históricos, económicos ypolíticos interactúan de manera íntima para crear las condiciones para la violencia(Ballentine, 2003; Zartman, 2005). Algunos estudios sugieren que la codicia y los agravios serefuerzan mutuamente debido a que la economía de la guerra y la economía civil estánentrelazadas (Keen, 2000; Collinson et al., 2003; Goodhand, 2003; Korf, 2004). De igualmanera, la transferencia puede nacer de agravios o codicia y luego reproducirse por unarazón distinta. Por ejemplo, una vez comienza el conflicto, se produce una lógica automática(económica y política) de “clientelismo de tierras”: la modificación de los derechos depropiedad de tal forma que haya una redistribución de tierras que asegurar la lealtad políticamilitarpara mantener el orden (Velásquez, 2008), pero también como parte de una“economía criminal” organizada alrededor de la criminalidad (por ejemplo, la droga y en7 La versión reelaborada de Collier, Hoeffler y Rohner (2009) se acerca a la tesis del “Estado débil”cuando sostiene que las rebeliones tienden a ocurrir donde son viables, sea porque hay recursoseconómicos, posibilidades de reclutamiento o un vacío de autoridad estatal. La debilidad estatal ha sidoreconocida como causante y consecuencia de los conflictos armados; de hecho, es un punto crítico en lacreación de una ventana de oportunidad militar y económica (Ballentine, 2003; Englebert y Ron, 2004).Por lo tanto, factores políticos y económicos son de igual importancia y el equilibrio entre ambos esideal para fortalecer el Estado (Dunning, 2005; Snyder y Bhavnani, 2005) y finalmente, terminar elconflicto. Ballentine (2003) lo plantea en los siguientes términos: “la capacidad relativa del Estado parafuncionar como centro, lo cual incluye la provisión de seguridad, gobernanza efectiva en todo elterritorio y una distribución equitativa de los bienes públicos, tienen una relación directa con laincidencia del conflicto armado” (p. 9).

14menor medida del oro y la madera) que financia el conflicto o que busca generar beneficiosprivados (Giraldo, 2011) 8 .Finalmente, hay casos en los que el contexto de un Estado débil –en oposición a un Estadofuerte– abre una “ventana de oportunidad” para el conflicto. La fortaleza estatal se expresa enun mayor número de funciones realizadas con mayor efectividad (Fukuyama, 2004; 2005).Entre estas funciones destacan: crear un ambiente que propicie el crecimiento económicosostenible y equitativo; establecer y mantener instituciones políticas que sean legítimas,transparentes y con rendición de cuentas; proteger a la población de conflictos violentos ycontrolar el territorio; promover las libertades civiles y políticas; y satisfacer las necesidadesbásicas humanas de la población (Rotberg, 2003; Rice y Patrick, 2008). En contraste, lafragilidad, debilidad o falla estatal se refiere a la ausencia de la capacidad o voluntad parallevar a cabo las funciones básicas del Estado. En términos más operativos, el uso de la fuerza(presencia militar o policial), la administración de justicia, la recolección de impuestos y laredistribución de rentas son elementos que pueden ser utilizados como indicadores proxy dela presencia y la capacidad estatal en una región.Velásquez (2008) llama la atención sobre esta hipótesis del “Estado débil” 9 , según la cual “losconflictos y los episodios de violencia no son aleatorios, y ocurren con mayor frecuencia en loslugares donde el Estado está ausente o donde sus instituciones son débiles” (2008, p. 124). Enel caso colombiano, la apropiación de la tierra históricamente ha sido un problema social deprimer orden 10 , lo cual se combina con una tendencia a una “presencia diferenciada” delEstado: éste tiene una mayor o menor centralidad institucional en los procesos sociales ypolíticos según el lugar (González, 2003).La debilidad institucional en la definición y defensa de los derechos de propiedad, lasdesigualdades y los ánimos de lucro privado crean ventanas de oportunidad para gruposinsurgentes e intensifican conflictos ya existentes (Velásquez, 2008, p. 124). Empero, laausencia del Estado de un espacio no conduce necesariamente a una situación de anomia yconflicto, ya que en ocasiones el Estado es sustituido por grupos al margen de la ley o paraestatales.Donde el control territorial está dividido entre actores y la confrontación esconstante, los índices de violencia suelen ser altos y la apropiación violenta de activos usual.En cambio, esto no sucede en donde la presencia del Estado es completa o mínima mientras lade otra organización es total (Kalyvas, 2008, p. 401-2). Así, el espacio que deja el Estado puedeser copado por otra organización para formar y mantener un orden alterno y que funcionacomo un sistema de gobierno ilegal con poder sobre la sociedad.La construcción y mantenimientos de este tipo de orden se logran por medio de diversosmecanismos que resultan similares a los que emplea el Estado. Entre estos, destacan el uso dela fuerza física o coerción, la recolección de tributos o extorsiones, y finalmente, la8 Cabe anotar que el resultado de esta redistribución sería distinto a aquel que se lograría en unambiente competitivo (Skarpedas y Syropoulos, 1997, p. 101).9 Para un mayor desarrollo de esta hipótesis, ver Oquist (1978).10 Ver, por ejemplo, Uribe de Hincapié (1990), Ibáñez y Querubín (2004), Acemoglu et al. (2007), PNUD(2011), entre otros.

15apropiación y redistribución de tierras (Brands, 2009). Con frecuencia, los más afectados poresto (usualmente en la forma de desplazamiento forzado) tienden a ser aquellos que sonidentificados como partidarios de algún actor enemigo, sea el Estado, la sociedad civil u otrogrupo armado al margen de la ley (Steele, 2011).No obstante, de otro lado, una mayor presencia del Estado (cuando éste es débil en otrasformas), no significa necesariamente la ausencia de conflicto, violencia o actividades ilegales.Por ejemplo, cuando el Estado sufre de corrupción sistémica 11 todo el sistema funciona demanera “enferma” (Rose-Ackerman, 2008). Así las cosas, el problema de la protección de losderechos de propiedad y la transferencia de tierras se relaciona de forma estrecha con lafortaleza de la presencia estatal y su permeabilidad frente a la cuestión de la corrupción. Bajoeste contexto, la comprensión del papel de la transferencia de la tierra y la participación delEstado en la definición y protección de los derechos de propiedad requiere hacer unacaracterización del conflicto armado, los actores insertos y sus relaciones con la tierra comoun elemento fundamental en las motivaciones iniciales y persistencia del conflicto armado.1.2. Actores, tierra y perpetuación del conflictoComo se ha visto, las guerras civiles se caracterizan por una pluralidad de motivaciones, entrelas que destacan los agravios, la codicia y la oportunidad que ofrece la debilidad estatal. A másde esto, las guerras civiles posmodernas se caracterizan por la multiplicidad de actoresarmados involucrados, el desdibujamiento de las fronteras entre guerra y paz, la erosión de ladistinción entre combatientes y civiles, y la pérdida de la noción de combate clásico a campoabierto (Giraldo, 2009). Son un tipo de conflicto armado que conjuga características de lo queUppsala Conflict Database Program (UCDP) llama conflictos armados (1) intraestatales (entreun gobierno soberano y un partido no gubernamental); (2) no estatales (entre dos gruposarmados organizados no gubernamentales); e (3) instancias de violencia unilateral contra ungrupo que no ofrece resistencia efectiva, usualmente civiles 12 . Esta complejidad hace que seaútil analizar el conflicto armado por díadas, o pares de actores opuestos, para comprendermejor algunas dinámicas del conflicto (Harbom, Melander y Wallensteen, 2008) y diferencias11 La corrupción sistémica sucede cuando la mayoría de los funcionarios están involucrados en actos decorrupción, usando ilegalmente su posición en el gobierno para promover ganancias propias ointereses privados. Una característica distintiva de este tipo de corrupción es que las agencias delgobierno encargadas de prevenir la corrupción se han vueltos corruptas (Klitgaard, 2004).12 Este resumen de la tipología de UCDP sigue las definiciones operacionales presentadas en Harbom yWallensteen (2010).En la tipología de otro proyecto –Correlates of War (COW)– la guerra civil posmoderna incluiríainstancias de guerras: (1) civiles (Estado central vs. organización de oposición); (2) internas regionales(entre gobiernos locales o regionales y organizaciones de oposición); y (3) intercomunales (entreorganizaciones no estatales) (Sarkees y Wayman, 2010).En este trabajo, se asume que categorías analíticas como las de UCDP y COW no son excluyentes entre síy que, en cambio, para el caso colombiano conviene resaltar la complejidad del conflicto y la variedadde actores que en él se presentan.

16en la comprensión del papel de la tierra. Este tipo de definiciones hace especial énfasis en eltema de los actores armados no-estatales presentes en el conflicto. Es posible identificar porlo menos cuatro tipos de grupos armados no-estatales 13 : (1) grupos insurgentes; (2) gruposmilitantes; (3) bandas urbanas y caudillos; y (4) milicias privadas, fuerzas policiales ycompañías de seguridad (Krause y Milliken, 2009). En primer lugar, la insurgencia buscaestablecer un dominio sobre la población en territorios donde el Estado es débil y hayrecursos económicos importantes, para lo cual hace uso de acciones violentas (asesinatosselectivos, escaramuzas, enfrentamientos) y estratégicas (infiltración, espionaje, corrupción).En segundo lugar, aunque los grupos militantes se asemejan a los insurgentes, difieren deestos en que no tienen un control efectivo o constante de una región y el nivel de intensidadde la violencia que producen es menor. Por su parte, en tercer lugar, las bandas urbanas y loscaudillos tienen como propósito ganar beneficios ilegales a través del control de los recursosnaturales (incluyendo la tierra), el narcotráfico, la trata de personas, los secuestros, entreotros. Generalmente, estos grupos no aparecen en la literatura del conflicto armado, perorecientemente han cobrado mayor peso relativo en términos de intensidad de la violencia y sehan entremezclado con otros tipos de actores no-estatales. Por último, están las miliciasprivadas, las fuerzas policiales y las compañías de seguridad tienen generalmente tresorígenes: (1) son empleadas por los Estados para complementar o reemplazar las fuerzaspúblicas; (2) el sector privado las usa para proveer seguridad a la propiedad privada y acompañías; o (3) son creadas por comunidades por razones de autodefensa. La gráfica 2resume la relación de los distintos tipos de grupos con la tierra.Gráfico 2. Tipos de grupos armados y motivación por la tierra.13 Un quinto tipo, grupos caracterizados por tener redes transnacionales y usar estrategias terroristas,no es relevante para este trabajo.

17Fuente: elaboración propia.La multiplicidad de actores armados –incluyendo tanto a los ilegales como al aparatocoercitivo del Estado– configura entonces una ecología de competidores armados, en la quelas acciones de los actores y los choques entre ellos van a estar en una relación estrecha consus distintas visiones sobre la tierra.Estos tipos de grupos armados tienen varios elementos en común. En cuanto a los medios,recurren a dos tipos de tácticas (Brands, 2009). Primero, se involucran en todo tipo deviolencia, masiva o selectiva: asesinatos, pequeñas incursiones o enfrentamientos armados,desplazamiento forzado, masacres, tortura, invasión de tierras, etc. Segundo, infiltran,corrompen, o debilitan las instituciones estatales. Para ello, emplean violencia desmedida ocalculada con el fin de dominar zonas geográficas donde puedan dirigir a la población y operarlibres del control estatal 14 . Adicionalmente, suelen estar involucrados en actividades ilícitascomo narcotráfico, extorsión, lavado de activos, tráfico en personas, secuestro, sicariato, ventade armas, y delincuencia común para financiar sus organizaciones e incluso generanactividades mixtas con economías legales. Por ejemplo, utilizan la extorsión como un sistemade impuestos para acumular recursos financieros provenientes de la población civil, aunquetambién para mantener un tipo de “orden” y reconocimiento en la sociedad con un códigoespecial de comportamiento que debe seguirse (Brands, 2009).Este tipo de coerción crea un nuevo sistema, el cual funciona como un gobierno alterno eilegal con poder sobre la sociedad (Skaperdas, 2001; Krause y Milliken, 2009). En esteaspecto, el papel de la tierra se reduce principalmente al del espacio geográfico necesario paraoperar una empresa militar. La razón de su importancia sólo cambia en el caso de accionescomo las invasiones promovidas por grupos armados y el desplazamiento forzado, momentosen que se convierte en medio de movilización social (que sirve para promover los interesesdel grupo involucrado) o un bien económico y militar deseable.Por otro lado, en cuanto a los fines de estos grupos y los conflictos en los que se encuentraninmersos, es posible identificar a la tierra como un elemento de primera importancia. Como yase ha mencionado, la tierra tiene un gran valor por múltiples motivos, lo cual hace que hayasido causa común de violencia en cualquier lugar y en cualquier periodo (Zartman, 2001). Lagráfica 2 mostró las visiones que distintos tipos de actores tienen sobre la tierra. Retomandoalgunas de las discusiones expuestas, esa multiplicidad de visiones en pugna puede ser origende conflictos o combustible para los ya existentes.De esta manera, la tierra como recurso clave cumple diversos papeles en distintos momentosen regiones con baja urbanización, poca presencia del Estado y bondades económicas ogeoestratégicas. Por un lado, es motivo de agravios que alimentan una sensación de14 A diferencia de la intención de tomar control del Estado central o local, este comportamiento tiendemás a menoscabar la funcionalidad estatal en un espacio determinado para poder actuar sin suregulación (Brands, 2011).

18inconformidad y posteriormente, el nacimiento de un conflicto armado –aunque en ocasionestambién la explotación codiciosa de la misma también está en el origen del conflicto. Por otrolado, el papel de la tierra está relacionado principalmente con la posibilidad de explotarlapara beneficio personal o de un grupo reducido: el caso de la agricultura, la ganaderíaextensiva y el narcotráfico, entre otras actividades. Igualmente, cuando el conflicto mengua yse avizora la posibilidad de una terminación pronta, la tierra aparece como un elementoesencial de cualquier estrategia de paz y reparación de víctimas.En últimas, la cuestión de los medios y fines de los actores armados indica que losmecanismos o formas de violencia y transferencia de tierras tienen una relación estrechaligada al papel y el valor que tiene la tierra en el conflicto. En otras palabras, algunas formasde violencia activan mecanismos de transferencia de tierras específicos; igualmente, distintosfines y motivaciones hacen que algunos de estos sean más atractivos. La debilidad o lafortaleza estatal y la presencia de otros competidores armados también tienen una influenciaclave en estas acciones y estrategias. La siguiente sección introduce una propuesta de análisiscentrada en los mecanismos de transferencia de tierras en contextos de conflicto armado y, deesta manera, sienta las bases para los siguientes capítulos.1.3. Mecanismos de transferencia una propuesta metodológicaAunque en la literatura existe una amplia compresión de los incentivos iniciales que hacenque inicie un conflicto, y el papel que juega la tierra en los objetivos que buscan cada uno delos actores que intervienen en las acciones violentas, los trabajos que entiendan cuáles son lasdinámicas o mecanismos, legales e ilegales, por medio de los cuales los diferentes gruposejercen presión sobre la transferencia de tierra son escasos. Esto tiene dos razonesprincipales. En primer lugar, existe una tendencia a la generalización de los mecanismos detransferencia de tierra en zonas de conflicto, haciendo una conexión directa entre éstos y loshechos violentos, lo cual desconoce comportamientos particulares de los mercados de tierraque podrían ser propiciados por el conflicto pero no son necesariamente parte de él. Unsegundo elemento es la falta de información de campo que permita caracterizar yconceptualizar los diferentes tipos por medio de los que se transfieren derechos de propiedadpor medios legales o ilegales en contextos de conflicto.Así pues, una tipología de los mecanismos de transferencia de la tierra incluye lacaracterización de una serie de aspectos de cada mecanismo En primer lugar, al reconocerque todo proceso de transferencia busca unos objetivos, persigue unos fines, se identificanaquellos que se intentan alcanzar a través de cada mecanismo. Segundo, se identifica quién esel agente que realiza la acción en cuestión (quién lleva a cabo, permite o acciona el acto detransferencia de tierras) y quién el beneficiario 15 . Un tercer aspecto es la lógica interna de15 La pregunta por los beneficiarios de la transferencia se encuentra estrechamente relacionada con lapregunta por los agentes. Puede parecer difícil distinguir entre ambos conceptos, ya que en algunas

19cada mecanismo: la forma en que opera o funciona. Cuarto, la naturaleza del mecanismo,entendida como el carácter (legal o ilegal, formal o informal). Finalmente, los incentivos (deconducta y contexto) que hacen que el mecanismo sea deseable o estratégico para el agente ylos beneficiarios.Este enfoque centrado en los mecanismos de transferencia de tierras permite retomar loselementos teóricos expuestos. Primero, la violencia no sería un mecanismo propiamente, sinoque se trata un hecho o proceso que activa o inhibe algunos de estos mecanismos. Segundo, ladebilidad o fortaleza de la presencia del Estado y de los derechos de propiedad en una regióncrea una estructura de incentivos que promueve o inhibe algunos mecanismos para ciertosactores (una “selectividad estratégica”). Tercero, reconocer y diferenciar entre actores(insurgentes, civiles, sectores productivos, agencias estatales) es importante en tanto algunosmecanismos son preferidos por ciertos actores mientras que son desdeñados por otros.Además, puede haber enfrentamientos (violentos) entre actores que se encuentran inmersosen procesos de apropiación de tierras, sea para redistribuirlas o para enriquecerse a través deellas; igualmente, la salida o entrada de un actor a la escena puede tener efectos sobre lasdinámicas del conflicto y los mecanismos preferidos. Finalmente, algunos mecanismos sonespecialmente adecuados como medios para alcanzar ciertos fines –estratégicos, militares,económicos– mientras que otros parecen ser fines en sí mismos. Esto significa que la visión yconcepción que se tiene de la tierra es determinante a la hora de conectar objetivos ymecanismos.De esta forma, construir tipos de mecanismos de transferencia de tierra que permitan develarrelaciones entre acciones violentas y estructuras de propiedad reviste múltiples retos.Primero, proponer una comprensión de la dinámicas del conflicto (actores, diadas, lógicas ycontrol territorial) que permitan analizar la incidencia de los actores en el territorio, susmotivaciones y su concepción de la tierra. Un segundo reto a enfrentar es la conceptualizaciónde los mecanismos de transferencia de tierra que se desarrollaron en medio del conflicto y laregión.En este sentido, el siguiente capítulo trata de construir una línea de tiempo de laconfrontación armada en clave de tierra donde se hace un especial énfasis en los actores, sucontrol territorial y sus acciones en Urabá. Posteriormente, con base en el trabajo cualitativo,se expone la construcción de los tipos de mecanismos que han operado en la región en lasdiferentes épocas. El cuarto capítulo presenta una exploración de los datos catastrales paraUrabá.ocasiones el agente y el beneficiario son uno mismo. No obstante, como se verá más adelante, esto noocurre en todos los casos

20Capítulo II:Urabá: una historia de disputa por control territorial.Una propuesta de periodización del conflicto armado.“Urabá es un laboratorio de la realidad colombiana.Aquí siempre pasa primero, lo que va pasar en el resto del país [sic]”.Trabajo de campo, Entrevista 9.Colombia se ha convertido en un modelo de conflicto armado prolongado, de violacionesconstantes de los derechos humanos y de una creciente economía criminal (Giraldo,2011). A través de los años, el conflicto colombiano ha fluctuado de motivaciones políticas(agravios), hasta llegar a un conflicto con fines lucrativos de carácter económico (codicia).No obstante, entre las diferentes etapas existe un factor común: la búsqueda por eldominio territorial, en particular, el control sobre la tierra. Esto se debe no sólo a suimportancia estratégico-militar, sino también al papel en el desarrollo económico de lasregiones, lo cual permite obtener poder político y económico. Más aún, cuando en unmismo territorio confluyen recursos naturales y económicos, acompañados de aspectos delocalización estratégicas en términos militares y de comercio de cultivos ilícitos. Estogenera una presión de los grupos armados por el control del territorio, creando una“paradoja de la abundancia” (Ballentine y Nitzschke, 2005, p. 3).Uno de estos casos es el Urabá antioqueño, el cual cuenta con bondades geográficas,sistemas agroindustriales y una diversa riqueza natural y cultural 16 . Es una región “[…]producto de una dinámica histórica en la que han interactuado culturas, espacios,intereses hegemónicos de poder y concepciones excluyentes de desarrollo, conjunto derelaciones donde también han terciado los grupos insurgentes y paramilitares.”(Aramburo, 2009, p. 82). Urabá es una región del Departamento de Antioquia, ubicada enel noroeste del país extendiéndose hasta la frontera con Panamá sobre el mar Caribe. Estaregión tiene grandes cualidades: puertos, sistemas montañosos, selvas, cultivos, entreotros recursos que hacen de esta zona un lugar geoestratégico ideal para la producciónagrícola, pero también en un territorio importante para las actividades ilegales como: elingreso de mercancía de contrabando, el tráfico ilegal de armas, el narcotráfico, entreotros.Todos estos elementos han hecho de esta región antioqueña un territorio en disputa porgrupos ilegales, que según el Observatorio del Programa Presidencial de DerechosHumanas y DIH “[…] han luchado por mantener su presencia, expandiéndose y16 En Urabá conviven cinco etnias indígenas, comunidades afrocolombianos, campesinos mestizos ypobladores.

21contrayéndose, de acuerdo al ritmo y a las circunstancias de la confrontación armada, asícomo a las alianzas y rivalidades que se tejen en torno al manejo de lo ilícito y lasconveniencias estratégicas” (2006, p. 5)Este interés constante de los grupos al margen de la ley en la región podría estar asociadoa la capacidad de estas organizaciones de apropiarse del Estado a nivel local (Duncan,2004). Por muchos años, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y elEjército Popular de Liberación (EPL), y después las Autodefensas Unidas de Colombia(AUC) eran quienes tenían control del territorio pero también eran quienes imponían elorden. Así, el grupo armado con el control territorial, “[…] ejerce el monopolio de laviolencia, imparte justica, extrae tributos y, en ocasiones, organiza la prestación deservicios sociales […]” (Duncan, 2004, p. 4). Es decir, se crea una “selectividad estratégica”de parte de los actores armados para coartar la acción del Estado, en particular, en susfunciones de protección de los derechos de propiedad. Esta estructura de podercomplejiza las organizaciones al margen de la ley y permite potenciar sus finanzas,demarcar un territorio con presencia militar, pero sobretodo consolidar una base social yconvertirse en una autoridad local tangible para la comunidad.Estas dinámicas son plausibles bajo la ausencia o debilidad del Estado 17 , lo cual genera lascondiciones necesarias para el surgimiento, mantenimiento y desarrollo de organizacionesal margen de la ley, más allá de su naturaleza ideológica. En este sentido, se crea ungobierno ilegal con poder en la sociedad (Skaperdas, 2001; Krause y Milliken, 2009). Estose evidenció en la región, donde “[…] los hurtos eran reportados por los habitantes a lasautodefensas, quienes imponían restricciones y castigos a los delincuentes, inclusoproblemáticas como el maltrato intrafamiliar, problemas entre vecinos y el no pago dedeudas eran de conocimiento de mandos medios que imponía sanciones […]” (OPP 18 ,2006, p. 22). Estas organizaciones toman particular interés en una de las funciones básicasde un Estado moderno: la protección de los derechos de propiedad de la tierra, más aún,cuando históricamente existe poca claridad en su definición. En este contexto, se creó unclima propicio para que Grupos al Margen de la Ley (GML) se aprovecharan para adelantarprocesos de colonización de tierras, invasiones, repoblamientos, ocupaciones y despojos.Procesos que años después generarían grandes catástrofes humanitarias como lasmasacres y los desplazamientos forzados.De este modo, la compresión de un territorio como Urabá debe hacerse de maneraestructural, en especial, si se pretende comprender las estructuras de propiedad y losmecanismos de transferencia de tierra. En este sentido, es necesario develar los hechoshistóricos precedentes que configuraron el presente de Urabá, desde la perspectiva de losactores, el control territorial y sus intereses sobre la tierra.17 Estos procesos de debilidad del Estado responden no solo a la presión de los grupos armados,existen condiciones geográficas e históricas que crean condiciones iniciales adversas para lapresencia del Estado. Más cuando se tienen territorios tan diversos en pequeñas zonas, como es elcaso de Urabá (Duncan, 2004; Aramburo, 2009)18 Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos y DIH (OPP).

22Así, el presente capitulo pretende hacer un análisis histórico de las confrontacionesarmadas que se dieron a lo largo del territorio de Urabá, en ningún sentido, se pretendeser exhaustivo con todos los hechos históricos de la región, el análisis se concentra enaquellos acontecimientos que modificaron la configuración del territorio, y la presiónsobre la tierra. Cada periodo entonces tendrá características propias de actores y conflicto,además, de mecanismos de transferencia de tierra particulares que serán estudiados en elpróximo capítulo.Como resultado del análisis documental y el trabajo de campo 19 , se identificaron cincoperiodos de confrontación armada, cada uno de ellos con diferentes características,actores, lógicas, diadas de confrontación (confrontaciones entre dos actores, por ejemploFARC vs Estado), y mecanismos de transferencia de tierra, estos son: 1970-1991, 1991-1994, 1994-2001, 2001-2006 y 2006-2011. Generalmente, cada periodo tiene como puntode partida un hecho histórico para la región, se empieza con la llegada de las primerasguerrillas al territorio urabeño, pasando por desmovilizaciones de algunos gruposinsurgentes, luego por años con altos índices de desplazamiento, hasta llegar a una nuevalógica del conflicto de naturaleza económica. A continuación se desarrollará en detallecada uno de estos periodos.2.1. Antecedentes de la confrontación armada en UrabáCuando se habla de conflicto armado en Colombia es necesario remontarse hasta la épocade la colonia cuando se daban las primeras contradicciones y malestares sociales en el paísasociado a las estructuras sociales y las desigualdades en el acceso de la tierra, para esteentonces la idea era guiada bajo la consigna “morada y labor”, bajo la consigna que latierra debía ser para quien la trabajara (Ibáñez y Muñoz, 2010). No obstante, fue solohasta 1850 que se pueden hablar de brotes de violencia en donde, contrario a lo sucedidodurante la época colonial, la estructura de dominación social se había debilitado. Colonos,terratenientes y el Estado tenían objetivos diferentes e irreconciliables, el único objetivoen común era el acceso a la tierra (Oquist, 1980; LeGrand, 1988). En el entretanto, elGobierno nacional trató de generar políticas que propiciaran una distribución másequitativa de la tierra a través de la titulación de baldíos, la aplicación de la fronteraagrícola y la titulación 20 , en particular, la entrega de tierras públicas a privados para queadelantaran procesos productivos (Ibánez y Muñoz, 2010).En este período, Urabá eran tierras en su mayoría inundadas y con amplias coberturas debosques densos que hacían casi imposible el acceso. No obstante, el proyecto de tener una19 Las especificidades del trabajo de campo son presentados en el siguiente capítulo.20 “Los procesos de colonización generaron disputas de tierras entre terratenientes y colonos. Loscampesinos colonizaban tierras por fuera de la frontera agrícola y los grandes propietariosusurpaban esas tierras, convirtiendo a los colonos en arrendatarios” (Ibañez y Muñoz, 2010).

23salida al mar y la consolidación de sistemas agroindustriales, siempre tuvo a la regiónentre las principales prioridades de expansión productiva y urbana del departamento y laNación. Como ejemplo de esto en esta época el General Rafael Uribe Uribe “[…] puso depresente la obligación de Antioquia de colonizar y preservar para Colombia esta regiónfronteriza […]” (Parsons, 1996, p. 59). Esto generó oleadas de colonización las cuales sevenían adelantado en la región desde los siglos XVII y XVIII.En 1930 se funda el Partido Comunista en Colombia, apoyado por un gran número decampesinos que ven en él su sustento político para lucha por la tierra. Esto generó elambiente propicio para el primer intento de reforma agraria en el país: la ley 200. Estapropendía por la explotación productiva de la tierra, la creación de créditos agrarios y lacreación de estancias judiciales para la definición de los derechos de propiedad (Ibáñez yMuñoz, 2010). No obstante, este proceso tuvo un diseño insuficiente y fracasó.Posteriormente, entre los años cuarenta y cincuenta, un evidente sectarismo bipartidista yuna confrontación directa entre el Partido Conservador y Liberal, dio inicio a la época deLa Violencia. En medio de la confrontación, nacen movimientos sociales que se venrepresentados en guerrillas campesinas como fueron los “chusmas” y los “Churabitas”,guerrillas liberales y conservadoras respectivamente. La lucha constante entre lospartidos y el enfrentamiento entre estas guerrillas tenía como motor un ideal político ypor su puesto el poder. Durante esta época la lucha por la tierra se vio entremezclada conla lucha bipartidista y el uso premeditado de la violencia como instrumento para laconsecución de tierras (Ibáñez y Muñoz, 2010).En 1953 se da en Colombia un golpe de Estado por el General Gustavo Rojas Pinilla, dandocomienzo al primer gobierno militar en Colombia. Cuatro años más tarde, en 1957, unparo empresarial derroca a Rojas Pinilla y el país pasa a ser dirigido con una junta militar,quienes en 1958 entregan el poder al Frente Nacional 21 . Aunque en este período sehicieron varios intentos reformas agrarias, no se logró contener las presiones sociales quedieron inicio a las guerrillas 22 . Estos grupos al margen de la ley vieron en la tierra su granincentivo y objetivo estratégico-militar, y se inclinaron hacia la competencia por losrecursos naturales, encontrando en estos una forma de subsistir y de prolongar elconflicto en las diferentes regiones del país.Estos años de violencia persistente generaron grandes oleadas de desplazamiento,creando flujos de personas que se movilizaron a zonas alejadas del país con abundancia enrecursos naturales y disponibilidad de tierra. Estas oleadas de colonización llegaban aestas zonas generalmente a través de la tala de bosque primario, para establecer pequeñasexplotaciones agrícolas de subsistencia (Fals, 1977; LeGrand, 1980).21 Este frente es un periodo de acuerdo entre el Partido Conservador y el Liberal, que quienes con elFrente Nacional buscaban: 1) acabar con la violencia y los enfrentamientos entre partidos; 2)recuperar el orden institucional; y 3) modernizar el Estado. Así pues se da pasa a un periodo degobierno donde cada cuatro años se alternaba quién gobernaba, periodo que duró 16 años.22 Se destacan los siguientes grupos guerrilleros: FARC (1964), ELN (1965), EPL (1967), M-19(1973).

24Para esa época, Urabá era una región ideal para los procesos de colonización, grandesextensiones de tierra de excelente calidad con una débil definición de derechos depropiedad, y disponibles para su explotación (Parsons, 1996). Adicionalmente, dado laspolíticas de promoción para el establecimiento de sistemas agroindustriales bananeros ypalmicultores en la región, se contaba con un elemento adicional: empleo. Así, la región deUrabá a mediados de siglo se caracterizaba por la abundancia de tierra, un nacientesistema agroindustrial, un creciente número de colonos sin título de propiedad y una clasetrabajadora en aumento que darían el escenario propicio para la aparición de grupos deextrema izquierda.“[…] entonces toda esa gente se fue viniendo para acá [Urabá] hacer tierra, comola desplazaron de allá, […], vos te venís te gusta la tierra abrí la tierra y todo […]entonces vos coges tumbas la montaña le siembras maíz y enseguida le siembrasel pasto y vas haciendo eso, en dos años vos tenes un potrero ya, y ya la casita losranchos de paja. Entonces vos llamas a tu hermano ve esto está muy vacano poracá venite [sic]” (Trabajo del campo, Entrevista, 09).2.2. 1970-1991: Primera etapa de confrontaciónLas guerrillas de izquierda surgen en el Urabá antioqueño a finales de la década de lossesenta y principios de los setenta, para entonces en algunos municipios de Urabá ya sepodían señalar tres actores armados: FARC, EPL y Ejército. Históricamente el EPL nace enel alto Sinú y el alto San Jorge a principios de los setenta, asentándose donde antes habíanestado las zonas de refugios de las guerrillas liberales, y crean una base de apoyo de laperiferia en los municipios de Dabeiba, Mutatá y Chigorodó, de donde partiría un procesode colonización de tierras baldías y de invasiones a predios privados. En particular,personas desplazadas por la Violencia, las cuales se aprovechaban de grandes extensionesde tierras baldías y de la poca presencial estatal para ocupar estos terrenos paraemprender proyectos productivos y de vivienda. Así pues, en esta década el proceso detransferencia de tierras estuvo de la mano “[…] de concentración de la propiedad y sulegalización en manos de agentes extrarregionales, interesados en ella para ser utilizadaen forma de ganadería extensiva o para la producción de banano y palma africana” (Uribe,1992, p. 155).Por su parte, las FARC llegan a Urabá en 1975 bajo mandato del Secretariado. De estamanera arribó a la zona el Frente Quinto, comandado por Alberto Martínez y compuestopor aproximadamente 20 hombres (Trabajo de campo, Entrevista 13). En este primermomento FARC y EPL llegan de manera paralela, sin confrontación directa entre ambos.Rápidamente logran permear la sociedad incentivando la formación de cooperativas detrabajadores, labor social y alfabetización de los campesinos, formando bases sociales queles serviría años más tarde de apoyo político.

25En la década de los setenta, Urabá era tierra bananera por excelencia, no obstante, unacrisis en el mercado internacional presionó a los cultivadores bananeros a incrementar suproductividad, limitada por los costos de transporte y la poca tecnología. De este modo, lareforma se concentró en la reducción de costos laborales, lo cual redujo significativamentelas condiciones de los campesinos trabajadores, creando un ambiente de malestar entreellos. Estas condiciones históricas fueron la justificación perfecta para la expansión de lasimpatía de la población por las guerrillas, las cuales proveían un respaldo político yarmado a las luchas laborales. Así, el conflicto entre “patrones y obreros” fue el escenarioideal para consolidar bases sociales significativas a través del trabajo político.Así, a mediados de la década de los setenta había un claro apoyo a los principalessindicatos de la región, Sintagro y Sintrabanano, quienes tenían apoyo del EPL y las FARC,respectivamente. Empero, “[…] el proceso de sindicalización se caracterizara por lapresión de la armas y se desarrollara bajo la consigna de mantener el conflicto, más que delograr reivindicaciones para los trabajadores” (OIT/USDOL, 2004, p. 28). Esto generó unapresión directa de los grupos armados en contra de los empresarios. Al respecto una líderde víctimas en Urabá menciona que: “La guerrilla estaba explotando de manera muysevera a los empresarios, y digo muy severa con vacunas, con extorsiones, con de todo, yles daban armas, les daban ropa, les daban medicamentos, ósea una cosa, en aras defortalecer a un movimiento guerrillero fueron violentando demasiado también a losempresarios” (Trabajo de campo, Entrevista 05).Para 1970, de manera paralela, en Colombia se lideraba un nuevo proyecto campesino. Enla celebración del primer congreso de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos(ANUC) 23 se desestiman los procesos de colonización como herramientas para adelantaruna reforma agraria, haciendo necesario buscar otras soluciones para la redistribución dela tierra donde se le pudiera otorgar la tierra para quien la trabaje, de este modo, seaprobó la expropiación como mecanismo para entregar predios, y se propuso elestablecimiento de explotaciones agrarias colectivas (Rudqvist, 1983, p. 7).Lo anterior sienta las bases para que se lleven a cabo invasiones en tierras que seconsideraban tierra no utilizadas, dando paso a que se convirtieran en un instrumentousual de transferencias de tierras en el territorio nacional, en Urabá especialmente el EPLla hizo popular (Uribe, 1992, p. 62). En 1973, se lleva a cabo una de las primerasinvasiones propiciadas por el EPL, en el corregimiento El Tres, en Turbo, un predio congrandes bondades, con tierras extensas, planas, en medio del eje bananero y cercana a lacabecera municipal de Turbo. Dos años más tarde, en 1975, se llevaría a cabo otra invasiónestratégica, propiciada por la ANUC en las afueras de Currulao y aledaña a la vía Turbo-Apartadó. Lo importante de estas invasiones era que estas permitían acercarse más haciael eje bananero, zona de interés para los grupos y asociaciones de izquierda campesinas,23 Aunque desde mediados de los sesenta se inicia el proceso de la ACNUC, fue solo hasta estecongreso sonde se constituye ésta formalmente y se plantean diferentes políticas en relación elagro y la tenencia de la tierra.

26donde podían encontrar tierras ideales para el cultivo y cercanas a corredores vialesestratégicos. Como consecuencia,“entre 1970 y 1976 se agudizó el proceso de las invasiones masivas a las áreas deganaderías extensivas, proceso que también abarcó la zona de Urabá; en ellaestuvo acompañado de desalojos, asesinatos de líderes agrarios,encarcelamientos y de las primeras denuncias de violación a los derechoshumanos […]” (Uribe, 1992, p. 162).A pesar del fuerte trabajo social y político que adelantaba el EPL y las FARC en la zona,dentro de estas organizaciones hubo varias fragmentaciones. Entre 1974 y 1975 el EPLestaba diezmado “[…] a tal punto que para finales de 1975, del EPL escasamente quedarondoce combatientes” (Agudelo, 2005, p. 62). Aun así, estos seguían liderando invasiones,como la hecha en Puerto Cesar en tierras cercanas al mar y ubicadas detrás de Coldesa,una empresa Colombo-Holandesa emblemática en la zona y que contaba con 4.000hectáreas de cultivos de palma africana. Tres años más tarde, en 1978, las FARC tendríanuna de las bajas más importantes, cuando uno de sus líderes, Bernardo Gutiérrez, decidesalirse de sus filas junto con su grupo de apoyo, dadas las diferencias que éste tenía con elsecretariado de las FARC. El descontento del campesinado con las FARC, su modusoperandi y la falta de debates dentro de la organización (Villarraga y Plazas, 1994, p. 139)fueron algunas de las causas para que Bernardo Gutiérrez se separara de este grupo almargen de la ley, y comenzara un nuevo trabajo político-militar con el EPL, a través de losnúcleos Marxista-Leninistas. Fue a partir de esta ruptura que se da inicio alenfrentamiento directo entre FARC y EPL, y el momento en que se empieza a escribir unade las épocas más violentas en la historia del Urabá antioqueño, época de colonizaciones,invasiones y despojos. En este orden de ideas y en relación con la distribución del controlterritorial por los grupos insurgentes la subregión de Urabá se divide en dos, en el norte sedefine como área de influencia del EPL y el sur se convierte en área de control de las FARC(ver mapa 1).Comenzando la década de los ochenta, el conflicto sindical-laboral persiste en la zona y seubica en medio del enfrentamiento entre el EPL y las FARC, a esto se le podría llamar unsindicalismo a “sangre y fuego” que llevaría a una militarización del conflicto sindical,haciendo indispensable que el Estado interviniese. Como resultado de este procesomuchos líderes sindicales fueron asesinados. Fue después del XI Congreso del PartidoComunista Marxista Leninista (PCCML) que el EPL decide centrar las baterías en la zona, yhacer una trabajo más fuerte con el sector sindical e ingresar más a las cabecerasmunicipales para apuntar a las áreas urbanas, que estratégicamente les daría un mayorcontrol social y político en la región. Así pues, “toda la organización [EPL] miraba consimpatía ‘los avances de la lucha revolucionaria’ en la zona […] miles de obrerosbananeros fueron incorporados a la lucha política sindical. Cientos de hombres nutrieronlas filas guerrilleras […]” (Villarraga y Plazas, 1994).

27Entre 1982 y 1983 se llevan a cabo las invasiones del Barrio Policarpa (Apartadó),invasión urbana en Necoclí, El Totumo (Necoclí), Punta Piedra, esta última fue una de lasmás violentas perpetrada por la FARC, donde 18 campesinos de la base social del EPLfueron asesinados. Según una líder de víctimas en Urabá: “En el Urabá [entre los años] 82y 84 fue terrible la violencia entre las FARC y el EPL […] peleando los territorios […]porque si tienes control del territorio tienes control social […]” (Trabajo de campo,Entrevista 05). Desde comienzos de esta década la guerrilla de las FARC comienza afortalecerse, para este entonces el Frente Quinto ya era comandado por Efraín Guzmán,quien tenía una gran acogida por parte de los diferentes campesinos de la zona. Entre1981 y 1982 las FARC pasan a tener aproximadamente 100 hombres (Trabajo de campo,Entrevista 13).A mediados de los ochenta, también se da un proceso de invasiones masivas, estas sellevaban a una presión en los mercados de tierra bajando los precios de la tierra demanera significativa. Estas invasiones se daban usualmente en propiedades deempresarios bananeros, pero éstas no surgen por presión de los campesinos, sino que sellevaban a cabo como parte de un proyecto político-social de largo plazo de las guerrillas,que tenía por objetivo recuperar tierras que no estaban siendo productivas, según ellos,para dárselas a campesinos que la utilizarán mejor y que hacían parte de sus basessociales. Según un funcionario gubernamental entrevistado:“La justicia era la guerrilla y […] para los años 80 […] los campesinos iban aretomar el poder por que el Estado no […], entonces hablaban que la justicia lahacía la guerrilla […] y el Estado había quedado corto en la legalidad de lossuelos, ha quedado corto en todo […]” (Trabajo del campo, Entrevista, 06).Dentro de la lógica de la apropiación de las tierras se podía evidenciar cómo las FARC, ensu pensar político, adelantaban procesos de colonizaciones e invasiones en tierra rural.Por el contrario el EPL se concentró más en las invasiones urbanas, bajo la figura de laextinción de dominio, invasiones que los acercarían más al eje bananero y a ejercer uncontrol político de grandes cabeceras como lo fueron Turbo y Apartadó. Para ese entonces,en la región se daba una poca presencia estatal dada la llegada tardía del aparatocoercitivo del Estado a la región. Aunque anteriormente existía una presencia limitada delEjército, la llegada del aparato militar en Urabá se da en 1980 cuando llega el BatallónBejarano proveniente del Amazonas. Y es en 1983 donde a través de orden ministerial secrea el Comando Operativo Número 1, en lo que era el Batallón Voltígeros, la cual buscabaplanear y conducir operaciones contraguerrillas (Ejército Nacional, Séptima División,2006) para poder ejercer un control militar y social en la zona, zona con alta influencia deGML y poca presencia estatal 24 .No obstante, la estrategia ideológica por parte de los GML había influenciadoprofundamente la configuración y el control del territorio en Urabá, ya que “el control24 Aunque en 1988 se crea una Jefatura Militar en la Zona, está fue desactivada en 1990 retornandonuevamente al Comando Operativo No.1 (Ejército Nacional, Séptima División, 2006).

28territorial hace parte de esos elementos estructurales de la guerra […] lo que permitesostener unos tejidos sociales, sostener el control territorial y por ende tener el control yel poder” (Trabajo de campo, Entrevista 04). Las invasiones más significativas que sedieron para ese entonces fueron las del 24 de Diciembre en Turbo (1984), veredaCalifornia en Turbo (1985) y Coldesa (1986). Gracias a estas invasiones y su trabajo comoautoridad política y militar, el EPL empieza consolidarse y a expandirse, y para 1984 secrea el Frente Jesús María Alzate y la Unidad Urbana Bernardo Franco. Por su parte lasFARC pasan a tener 500 hombres en la región y se produce un primer desdoblamiento delgrupo y partir de este fortalecimiento se da paso a la creación del Frente 18 comandadopor Román Ruiz, frente que se va a ubicar cerca de la rivera del río San Jorge (Trabajo decampo, Entrevista 13).La década de los ochenta se caracteriza por un intento de un proceso de paz con elGobierno de Belisario Betancourt el cual, entre otras, garantizó un cese al fuego de losgrupos guerrilleros 25 , lo cual les permitió una reorganización estratégica y laconsolidación de sus políticas para consolidar bases sociales. Entre ellas, se intensifican lasinvasiones de tierra, en particular, las dirigidas por el EPL quienes con el movimiento de“los recuperadores de tierra” incrementaron las invasiones a mediados de los ochenta. Trasel fracaso de las negociación y el fin de la tregua, las FARC y el EPL pasan a enfrentarsepor las tierras cercanas a Currulao, es en este momento en el que el conflicto se recrudece,puesto que EPL trata de invadir algunas tierras en esta zona de Urabá, la cual por añoshabía sido territorio de las FARC por excelencia.Para 1986 había un tercer frente de las FARC en la zona, el Frente 34, que estaba al mandode Isaías Trujillo. En 1987 se crea la coordinadora guerrillera Simón Bolívar junto con lasFARC, el ELN, el Movimiento 19 de Abril (M19) y otras guerrillas de izquierda. Dada laconfrontación entre estos dos grupos guerrilleros, en esta década “[…] el escenario de lalucha por la tierra se hace más complejo y se confunde, a veces, con otros escenarios deconfrontación como el armado y el de la lucha partidista por el control institucional ycontra institucional del territorio” (Uribe, 1992, p. 165). Así, la confrontación por la tierraen la región del Urabá toma un tinte más político en donde “[…] los intereses específicosde las fuerzas sociales se imbrican con las prácticas políticas y los actores socialesterminan por adscribirse a proyectos políticos o militares de corte ambicioso y deresultados más violentos y complejos” (Uribe, 1992, p. 165). El mapa 1 resume el controlterritorial de los diferentes grupos armados al finalizar este periodo.25 Este proceso de paz pretendía darle una salida pacífica al conflicto armado en Colombia, así pues“El viraje gubernamental se fundamentó en la búsqueda de entendimiento con el movimientoarmado […]” (Villarraga y Plazas, 1994, p. 165) y buscó concertar compromisos para que se dieraeste proceso, algunos de estos fueron la amnistía general para los presos, una reforma política y ladescentralización del Estado (Villarraga y Plazas, 1994).

29Mapa 1: Composición territorial en Urabá de GML, 1970-1991.Fuente: elaboración propia.2.4. 1991-1994: Desmovilización y emergencia de nuevos actoresA finales de la década de los ochenta, algunos hechos en la región y el mundo modificaronel panorama del conflicto. Tras las primeras elecciones populares, la aparición de losprimeros indicios de paramilitarismo en la región 26 , sumado a la caída del muro de Berlín26 Aunque existe evidencia de que fue a finales de los ochenta que inician las primeras accionesarmadas de los paramilitares en la región a través de una masacre perpetrada por Fidel Castaño encontra de las bases sociales del EPL en Punta Coquitos, algunas actores entrevistados llaman laatención que el proceso de compra de tierra había empezado mucho antes a mediados de losochenta.

30y la masacre de Pueblo Bello, Turbo, en la que son asesinados 45 campesinossimpatizantes del EPL, este grupo entra una profunda reflexión que daría inicio a lasnegociaciones de paz con el Gobierno Nacional, en cabeza de César Gaviria, y en mayo de1991 la firma de un pacto social por medio del cual se realiza la desmovilización. Entre lospuntos negociados, se encuentra una propuesta para esclarecer el modelo sobre latenencia y la formalización de las tierras en la región, también la importancia de laconcertación en el proceso “[…] el EPL propuso conseguir en la región un pacto social,como primer paso para vincular a toda la sociedad al proceso y para generar un espaciopermanente, con el ánimo de saldar las tensiones y canalizar en otros términos losconflictos” (Villarraga y Plazas, 1994, p. 393).Algunos de los desmovilizados del EPL, inician un proceso político dentro de la legalidadsoportado por las bases sociales que en otrora apoyaron su actividad militar, elmovimiento Esperanza, Paz y Libertad. Con un actor menos en la zona se pensaría quehubo una disminución del conflicto, pero esto no fue así. Las FARC se consolidó en la zonay declara como objetivo militar a los desmovilizados del EPL por considerarlos traidores.Como respuesta, algunos de los desmovilizados ingresan a las filas de las organizacionesdel Estado y otros deciden retomar las armas creando los Comandos Populares. Una líderde víctimas en Urabá cuenta:“[Cuando] se desmoviliza el EPL en el [año] 91 y las FARC empiezan asesinar a todos losdesmovilizados, estos desmovilizados como reacción conforman otro grupo que se llamolos Comandos Populares […] eran grupos élites […] especializados en matar y en otra cosa,esos grupos élites nuevamente los organizaron y los pusieron atacar a las FARC peroatacaban a sus centros [sic]” (Trabajo de campo, Entrevista 05).Este nuevo escenario fue propicio para la consolidación y expansión de las FARC en lazona. Ya en 1992 las FARC contaban con un frente más, el Frente 57. En total eran cuatrolos frentes que tenían presencia en esta subregión y en algunas veredas eran estos quienesejercían un fuerte control territorial y social dada la poca presencia estatal en sectoreslejanos. De este modo, las FARC comienzan una segunda etapa del conflicto liderandoataques y masacres, en particular, “[…] comenzaron a atacar y asesinar a los reinsertadosy las bases políticas del nuevo movimiento político, como una manera de mermar supotencial electoral” (OPP, 2006, p. 9).Por su parte, el Comandante del Ejército como respuesta de la nueva escalada de violenciaen la región, ordena la creación de la Brigada 17 en diciembre de 1993. Con esta nuevaunidad en la región se buscaba incrementar la capacidad operativa en la región a través dela unión y coordinación del Batallón de Infantería No.31 Voltígeros, Batallón de InfanteríaNo.32 General Francisco de Paula Vélez y el Batallón de Contraguerrillas No.35 CoronelJaime Gerardo Díaz López (Ejército Nacional, Séptima División, 2006).En el entretanto, los hermanos Castaño aprovechan sus bases militares en Córdoba paraentrar a Urabá por el norte, perpetrar crímenes en contra del EPL y comprar tierrasincrementando su control territorial. En 1992 se dan las invasiones de La Chinita y Las

31Brisas, dirigidas por las FARC. Este mismo año el Frente Quinto inicia una campaña deexterminio contra los Comandos Populares, en este contexto, las Autodefensas Unidas deCórdoba y Urabá (ACCU) cambian de estrategia y pasan a apoyar a los desmovilizados delEPL. No en vano un año antes, tras la desmovilización del EPL se funda FUNPAZCOR,organización que en 1991 le entrega más de 10.000 hectáreas a 150 desmovilizados delEPL y 2.500 campesinos. Estratégicamente las ACCU buscan consolidar una base social enla zona. Así pues, “[…] los Castaño que avanzaban desde Necoclí y Arboletes hacia el ejebananero, dieron un importante apoyo financiero a los Comandos Populares, que seconvirtieron en la clave para la entrada de las autodefensas al Urabá” (López, 2010, p. 79).Entre 1992 y 1994, “[…] se dio un notable descenso en la actividad de las agrupaciones deautodefensas, la cual estaba determinada en gran medida por la pugna al interior delCartel de Medellín” (OPP, 2006, p. 10). En este contexto, se podía evidenciar un reflejo dela realidad que atravesaba el país para ese entonces, durante esos años se daba laemergencia del fenómeno del narcotráfico acompañado del fortalecimiento de lasautodefensas. Para este tiempo el contrabando, el tráfico de armas y el narcotráfico seconvertían en un medio económico y de financiación de estos grupos insurgentes en laregión de Urabá. En particular, la producción de coca abrió la posibilidad de encontrarnuevas posibilidades económicas para los GML modificando las dinámicas del conflicto aobjetivos más económicos donde el testaferrato, las ventas forzadas y la corrupciónsurgen como mecanismos de transferencia de tierras, intensificando el desplazamientoforzado como estrategia para ejercer control territorial (Velásquez, 2008). Además, secreó una nuevo actor en el conflicto, ya que la coca “[…] rebasó el mero fenómeno delictivopara pasar a convertirse en un nuevo factor de poder representado en capital, tierras ygran capacidad de penetración y corrupción” (Villarraga y Plazas, 1994, p. 221).Es sólo hasta 1993, tras la muerte de Pablo Escobar, que los hermanos Castaño salen de laorganización Los Pepes 27 y pueden concentrar sus esfuerzos en la consolidación delproyecto paramilitar en la subregión del Urabá. Es en 1994 que se da uno de los episodiosmás violentos en Urabá: La masacre de la Chinita, en la que son asesinados 35 obreros enel municipio de Apartadó. Es “[…] con la irrupción de Castaño al eje ganadero de Urabá en1994, con la consolidación de San Pedro de Urabá y luego de un frustrado ataque de lasFARC en diciembre de 1994, se inició el proceso de expansión del grupo [paramilitar] […]”(OPP, 2006, p. 11).Para este año los Comandos Populares persistían y se estaban recomponiendomilitarmente, no obstante, seguían siendo insuficientes para contener el despliegueofensivo de las FARC. Así, la alianza entre las autodefensas y los Comandos Populares seintensificó, terminando por absorberlos completamente 28 . Lo anterior permitió que la27 “Perseguidos Por Pablo Escobar”: organización criminal (narcotraficantes y sicarios), compuestapor varios enemigos y ex amigos del narcotraficante Pablo Escobar, líder del Cartel de Medellín28 Un hecho importante en las alianzas y posterior integración, fue la desmovilización de losComandos Populares a mediados de los noventa dirigido directamente por Carlos Castaño elprincipal líder paramilitar en ese momento.

32penetración de los grupos de autodefensas fuera mucho más efectiva al heredarcorredores y territorios estratégicos de los Comandos Populares. Como respuesta a laexpansión de las FARC, los grupos paramilitares empezaron a atacar las bases de la UniónPatriótica (UP), el Partido Comunista y a todos los que consideraban apoyos de las FARC.Según una líder de víctimas en Urabá:“[Los Comandos Populares] cogieron y se aliaron con los paramilitares […]entonces ese territorio que era del EPL quedó de las FARC o de los paramilitares[…] y el que no quería lo asesinaban, el que no se sometía a eso lo mataban,entonces si usted no era de acá era de allá, sino lo mataba la guerrilla lo matabanlos paramilitares […]” (Trabajo de campo, Entrevista 05).Para ese entonces también había una crisis de legitimidad del gobierno nacional cuando sedescubrió que el nuevo gobierno de 1994 estuvo penetrado por dineros del narcotráficoen la campaña política del entonces candidato Ernesto Samper Pizano. Por esa razón, laperspectiva de un proceso de paz entre la guerrilla y el nuevo gobierno nacional sedisolvió. Esa crisis de gobernabilidad: a) cambió la perspectiva de acceso al poder de laguerrilla y afirmó su radicalización con el Estado, mientras la reacción del gobiernonacional fue prohibir los diálogos regionales; y b) favoreció la aparición de los gruposparamilitares, y la distorsión del objetivo inicial de las Convivir (Cooperativas deVigilancia y Seguridad Rural) 29 pasando de un propuesta gubernamental para laparticipación comunitaria en la consolidación de seguridad en la región, a un gruposimpatizante e, incluso, en brazos del paramilitarismo, y como respuesta a esa crisis delgobierno y a la expansión de la guerrilla (Suárez, 2007).En diciembre de 1994, los grupos paramilitares y las FARC expidieron comunicados a lapoblación civil donde declaraban sus objetivos militares. La ofensiva de las FARC iba desdeel eje bananero hacia el norte, las cuales coincidían con la avanzada de los gruposparamilitares que venían desde el norte hacia el eje bananero, generando unaconfrontación directa. Sin embargo, las FARC fracasaron en la ofensiva porque no teníanel conocimiento del territorio ni de la población donde tradicionalmente había estado elEPL, ahora bajo el control de los paramilitares, lo cual los deja en una posición estratégicadesventajosa que marcó su derrota en su expansión al norte (Suárez, 2007). Algo similarsucedió con la expansión de las autodefensas al sur, en territorio históricamente de lasFARC, en la región en municipios como Mutatá y Dabeiba y en zonas cercanas la Serraníade Abibe donde el conocimiento del terreno y las bases sociales hicieron fracasar encontadas ocasiones la expansión de las autodefensas al sur.En poco tiempo las “Convivir” se volvieron populares entre los empresarios y la población,los cuales después de más de una década de consolidación de las FARC tenían una opciónde seguridad y protección. No obstante, dado sus convergencias con el proyecto de29 Las “Convivir” fueron creadas bajo el Decreto 356 de 1994 de la Gobernación de Antioquia. Conestas asociaciones se pretendía crear un nuevo instrumento de participación comunitaria enfocadoen la seguridad del campo, pero en especial sobre la seguridad de grandes empresas.

33expansión paramilitar, no tardaron en surgir alianzas e integraciones que transfiguró unainiciativa de seguridad gubernamental en una herramienta para la consolidación de lasautodefensas en la región. Así, los empresarios y habitantes que inicialmente habíanapoyado las Convivir, resultaron financiando organizaciones con fuertes vínculos con elproyecto paramilitar, no obstante, esta ayuda más que un apoyo al ideario estratégicomilitar de las autodefensas, era la respuesta a la poca presencia estatal y su debilidad paragarantizar la seguridad de los ciudadanos.Este segundo periodo, se denomina el primer periodo de transición pues no es claroquiénes eran los actores reales que ejercían control en la zona. Durante estos años, esllevada a cabo la desmovilización de uno de los grupos armados más fuertes de la región, apartir del cual se empiezan a gestar nuevos grupos con la idea de ejercer control sobre losterritorios que el EPL controlaba. Hay entonces un proceso de cambio dentro de lasdinámicas de confrontación armada, incluso dentro de las lógicas de apropiación de lastierras, pues ya las colonizaciones e invasiones no se dan como proyecto a llevar, pero si sehabla de un proceso de repoblamiento de algunos predios y sectores de la región. El mapa2, resume la configuración del territorio de los grupos al margen de la ley.

34Mapa 2: Composición territorial en Urabá de GML, 1991-1994.Fuente: elaboración propia.2.5. 1994-2001: Un proyecto paramilitar se consolida en UrabáEstratégicamente, los hermanos Castaño llegan a la región de Urabá desde finales de ladécada de los 80, de la mano con el fenómeno del narcotráfico que encuentra en la zonauna “[…] situación estratégica frente al mercado internacional, […] ventaja comparativa[derivada] de una vieja práctica contrabandista y […] la existencia de redes complejas detránsito desconocidas y no controladas por la autoridades” (Uribe, 1992, p. 166). Así, elnarcotráfico sirvió de puente para el dominio político y militar de las autodefensas, lo cualestuvo acompañado de compras de grandes extensiones de tierras en toda la región.

35Fue solo hasta 1994 que en la región se da un enfrentamiento directo entre lasAutodefensas Unidas de Córdoba y Urabá (ACCU) y la guerrilla de las FARC, en añosanteriores y tras la desmovilización del EPL, el dominio más fuerte lo ejercía las FARC, solohasta 1994 se empieza a desencadenar el movimiento paramilitar tangible en la zona. Ensu mayoría, estas acciones sucedieron en el norte. Unos meses más tarde, en 1995, losparamilitares una vez consolidaron su control sobre el norte del territorio de Urabá,desapareciendo el Frente 58 de las FARC, inician su proceso de consolidación hacia el surhacia el eje bananero, convirtiendo el año de 1995 en un punto de quiebre de la historiadel conflicto armado en la región. Se inicia un recrudecimiento del conflicto y comoconsecuencia el número asesinatos, masacres, desplazamiento y despojos se incrementande manera alarmante. Los corregimientos de San José de Apartadó en Apartadó y Bajirá enMutatá se convierten en territorios centrales de las disputas entre estos actores armados,debido a su importancia estratégico-militar por su salida al mar y cercanía de lascabeceras municipales, además por las bondades productivas de las tierras.Dos razones fueron esenciales para que se diera la movilización continua en ese año de losgrupos paramilitares hacia el eje bananero: a) la ofensiva de la guerrilla de las FARC en elnorte para bloquear la expansión de los grupos paramilitares y frenar la erosión de ladisidencia del EPL; y b) la crisis del Estado (Suárez, 2007). Durante este periodo el ejebananero pasaba por una de las arremetidas más violentas, tras la cual las FARC retiraronsus grupos de influencia de las ciudades y se vieron obligadas a replegarse hacia laSerranía de Abibe y hacia los municipios de Debeiba, Riosucio y Mutatá. Para enero de1995, Carlos Castaño —que venía avanzando por el norte de Urabá en la frontera conCórdoba— anunció en un comunicado su entrada al eje bananero, la cual cumplió con unamasacre de 18 víctimas el 12 de agosto, en la discoteca de Aracatazo, en un barrio de laUnión Patriótica en Chigorodó. No obstante, esta masacre se la auto-atribuyó un grupollamado los Comandos de Alternativa Popular como retaliación por la violencia generadapor las FARC contra los obreros bananeros y los militantes de Esperanza, Paz y Libertad(aunque el nombre fue usado para confundir a las FARC, realmente la masacre fuecometida por los paramilitares). Las FARC contestaron al ataque con una masacre de 16víctimas (contra obreros militantes de Esperanza, Paz y Libertad) en la finca Los Cunas, el29 de agosto del mismo año.En este periodo, las masacres como instrumento de guerra se incrementaron,especialmente las perpetuadas por las FARC en contra de los exmilitantes y simpatizantesdel EPL. En este contexto, los paramilitares rápidamente aprovecharon esa división entrelas FARC y la antigua guerrilla del EPL, para alterar y luego insertarse dentro de unbalance de fuerzas favorable en la guerra en el eje bananero.Ya en 1996 se da un proceso de reconfiguración y consolidación de los diferentes gruposque actuaban en la zona. Para ese año las FARC buscaban ejercer un control de suterritorio y evitar la expansión de los paramilitares, por su parte este último eran losactores desencadenantes y portadores de la iniciativa bélica dentro de la región de Urabá(Suárez, 2007, p. 83). La confrontación armada que ya se daba para 1997, tenía el fin de

36tomar el control de puntos estratégicos, lugares neurálgicos que le permitieran ejercer unfuerte control de la zona y con potencialidades económicas para sus actividades ilegales.En particular, “[…] la actividad creciente de las FARC se apoyó en las infracciones al DIHmás que en las acciones bélicas de iniciativa táctica” (Suárez, 2007, p. 83). Laconfrontación armada entre las FARC y los grupos de autodefensas durante este periodono fue una confrontación directa entre ellos sino que se centraba en atacar a la poblacióncivil simpatizante de su enemigo, su fin era entonces asegurar territorio de retaguardia yel control territorial en determinadas zonas.Uno de los fenómenos con mayor repercusión dentro del conflicto armado durante elgobierno Samper fue la mutación y transfiguración de las Convivir en brazos delparamilitarismo en el año 1997. De este modo, se violó el principio de distinción entrecombatientes y población civil. En 1997 llegó el nuevo mapa político después de loscomicios electorales que se caracterizó por la continuación del Partido Liberal en latotalidad de las alcaldías del norte de Urabá, en Mutatá y Chigorodó en el sur; el ascensodel movimiento de Esperanza, Paz y Libertad a las alcaldías de Apartadó y Carepa; y elascenso de la Unión Cristiana en Riosucio y Unguía 30 . El mapa político preservó sucomposición interna en las elecciones del año 2000 31 .Es necesario destacar que en ese mismo año se da una de las “rupturas estratégicas” de lasautodefensas en el nivel nacional, con el desarrollo de la primera conferencia nacional dedirigentes y comandantes de las “autodefensas campesinas” y la conformación de lasAutodefensas Unidas de Colombia (AUC). El “éxito” del modelo Urabá impulsó suexpansión, favorecido por la coyuntura de seguridad que se estaba viviendo en esemomento. Así, desde 1996 y hasta mediados de 1998, la insurgencia comenzó a poner enpráctica su nueva forma de operar, según la cual [...] dejarían de esperar al enemigo paraemboscarlo y en su lugar irían en pos de él para buscarlo, asediarlo y coparlo” (Rangel,1999, p. 23).Desde 1997 después de la oficialización de la llegada de las AUC bajo el comando de loshermanos Castaño, se crean los primeros bloques de autodefensas como lo fue el BloqueElmer Cárdenas, liderado por Fredy Rendón Herrera alias “El Alemán”. Entre 1996 y 1998,en la zona del eje bananero se redujeron significativamente los enfrentamientos bélicoscomo señal del comienzo del dominio paramilitar en su disputa territorial con las FARC.Así, las zonas del eje bananero y el norte terminaron por quedar bajo control paramilitar(García y Aramburo, 2011, p. 321). El Mapa 3, muestra la configuración territorial enUrabá de las organizaciones criminales en el período 1994-2001.En medio del conflicto entre los paramilitares y las FARC, el Ejército jugó un papelmarginal por su poca capacidad comparativa con los grupos ilegales, no obstante,30 Aunque estos dos municipios son del departamento del Choco, dado que están en el límite conUrabá están muy cercanas a la realidad de la región.31 Solamente siendo sus principales novedades, el acceso a la Alcaldía de Turbo del candidato delmovimiento de Esperanza, Paz y Libertad y el ascenso a la Alcaldía de Carepa por el Partido Liberal

37compartían con los paramilitares la batalla en contra de las FARC, lo cual generóalianzas 32 . Entre las diferentes operaciones conjuntas que presumiblemente llevaron acabo de manera conjunta, se resalta la Operación Génesis en 1996, como respuesta de unataque de las FARC en el municipio de Riosucio contra el Ejército Nacional, en donde sehizo una arremetida en contra las bases sociales y militares de las FARC, provocando undesplazamiento forzado masivo de cerca de 4.500 campesinos desde Riosucio hastaMutatá y dejando un amplio ‘territorio sin población’. Algunas de estos campesinos secrearon diferentes formas de protección con la esperanza de quedarse afuera de laviolencia, entre las que se destacan las comunidades de paz 33 .“Estuvimos en la casa del general para que nos diera vía libre para tomarnos RíoSucio el 20 de diciembre de 1996. […] El 9 de enero de 1997 la guerrilla se quisotomar Río Sucio y el puesto de policía. Luego, coordinamos con Rito Alejo laOperación Génesis para llevar guías y sacar a la guerrilla del sector”Versión libre de ex-jefe paramilitar ante tribunal de Justicia y Paz.Durante estos años los paramilitares estuvieron concentrados en una guerra contra laguerrilla de las FARC, su objetivo final era aniquilar este grupo que hacía presencia en elsur de Urabá y así asegurar el control territorial del eje bananero. Con esta ofensiva sebuscaba acabar con una retaguardia estratégica histórica de acceso a la zona, garantizandoel exterminio material y simbólico de los vestigios restantes del anterior orden políticoregional. El despliegue ofensivo de los paramilitares en contra de las FARC se inició otravez el 12 de diciembre de 1997 con la incursión al centro de operaciones del Bloque JoséMaría Córdoba de las FARC en el corregimiento Puerto Lleras entre Riosucio y Mutatá y, eldespliegue ofensivo de los paramilitares que se extendió el resto del año 1998 en Mutatá(mientras también el Ejército Nacional tuvo combates con las FARC).A partir de 1998, como respuesta a la ofensiva paramilitar, las FARC deciden adoptar unaestrategia de reconquista del territorio y “[…] los grupos paramilitares se conviertennuevamente en los actores desencadenantes y su incursión activa ciclos ofensivos ycontraofensivos con la guerrilla de las FARC con interposición de población civil” (Suárez,2007, p. 83). En 1999, el avance de las FARC en Urabá se hizo manifiesto con la toma de labase de las ACCU conocida como “La Secreta”; posteriormente ingresaron al corregimiento32 Para entonces la Brigada 17 del Ejército estaba bajo el mandato de general (r) Rito Alejo del Río.El cual, según declaraciones de exjefes paramilitares, tenía reuniones constantes para lacoordinación de operaciones. “El general Rito Alejo era mi amigo. Lo admiraba mucho. Era unhombre que odiaba a la guerrilla. Nos reunimos varias veces con él para coordinar lasoperaciones”(versión libre, ex-jefe paramilitar).33 Una de las comunidades de paz más emblemáticas e importantes es la de San José de Apartadó.Ésta se ubica en un centro geográfico estratégico dentro de la guerra regional, es una zonapolíticamente importante e históricamente con fuertes nexos con la Unión Patriótica, el PartidoComunista y las FARC. Estas organizaciones sociales se presentan como una “[…] respuesta a lanecesidad de la población civil de establecer mecanismos frente a los actores armados quedesarrollen el Derecho internacional humanitario en busca de su propia protección” (Valenzuela,2010, p. 198). No obstante, fueron considerados objetivo militar por los paramilitares que entremayo 1996 y marzo 1997, perpetraron cuatro masacres solo en esta comunidad.

38Nutibara de Frontino y a la Hacienda Tolová en Tierralta Cordoba. Por su parte, Castaño,en retaliación por dichas incursiones, atacó las comunidades de San José de Apartadó,asesinando cerca de 15 personas.El 2001 se convirtió en un nuevo momento de ruptura en la confrontación armada. Lasautodefensas perdieron su marcada influencia en las zonas limítrofes de Urabá 34 , lo quegeneró una contraofensiva por parte de este grupo armado, donde prevaleció laconfrontación directa entre los actores, situación que estuvo acompañada de una gravecrisis humanitaria generada por un bloqueo alimenticio. En particular, el Nudo deParamillo se convertía en el más importante escenario de confrontación armada directaentre la guerrilla y las autodefensas. Prueba de esto es que 2001 haya sido uno de los añoscon mayor nivel de desplazamiento forzado en el país, así “[…] la población expuesta agrupos paramilitares aumentó años tras año, desde 1998, y llegó a su pico en 2001, elmismo año en el que el número de desplazamientos en el departamento llego a su puntomás alto” (López, 2010, p. 13).En los años siguientes, aunque las confrontaciones entre las autodefensas y las FARCpersistían especialmente en los límites con la serranía, existía una clara definición delcontrol territorial (ver mapa 3). Durante estos años, se dio un proceso de reorganizacióndel dispositivo de las autodefensas en la zona. La jurisdicción del Eje Bananero fueasumida por dos frentes: el frente Turbo, comandado por “Hernán Hernández” – quiénluego asumió la comandancia del Bloque Conjunto Calima en el departamento del Valle – yel Frente Bananero, a cargo de alias “Cepillo”. Estas dos estructuras se encontraban bajo elmando de Carlos Castaño, y uno de sus hombres de confianza, “Pedro Ponte”. En el Urabáchocoano, con la incursión de los grupos de autodefensa a la región del Atrato, seconfiguró el Bloque Elmer Cárdenas, al mando de alias “El Alemán”.En este contexto de constante violencia y consolidación del proyecto paramilitar, losmercados de tierras se vieron afectados profundamente. Los altos niveles deincertidumbre en la ciudadanía bajaron considerablemente los precios de todas las tierrasen Urabá, especialmente, en las zonas alejadas de poco interés estratégico-militar para lasautodefensas y con una débil definición de los derechos propiedad. En este contexto,aparecen compradores espontáneos que compraron tierras a bajo costo, algunos de ellospersonas de la región que compraron como una simple respuesta del mercado y otrosincentivados por el accionar mismo de los grupos paramilitares. En zonas de mayorinterés para los grupos armados, se realizaron ventas forzadas por parte de losparamilitares quienes en ocasiones titulaban la transacción o simplemente despojaban sintítulos.“[…] la tierra no valía nada, […] si habían tierras que valían lo que era toda el ejebananero a lado y lado, pero vos de ahí para ya vos podías conseguir tierra, yoconseguí 92 hectáreas de tierra por tres millones de pesos imagínate, y aquí en34 En particular, en los municipios de Dabeiba, Ituango, Peque en Antioquia y amplias zonas deMontelíbano, Puerto Libertador, Tierralta y Toledo en Córdoba.

39San José le entregaban uno tierras la que quisiera porque muchas de esas tierrasno tenían títulos [sic]” (Trabajo de campo, Entrevista 09).Mapa 3: Actores armados en Urabá, 1994-2001.Fuente: elaboración propia.2.6. 2001-2006: Hegemonía y desmovilización de las AUCEste período comienza en el momento en que las AUC parecen superar militarmente a lasFARC, lo cual se ve reflejado en la disminución de las confrontaciones, y va hasta mediadosde 2006, cuando termina la desmovilización de las AUC con la entrega de armas del últimobloque y nace el fenómeno de las llamadas bandas criminales emergentes (BACRIM). Lasalida y entrada de actores va acompañada también de cambios en los mecanismos de

40apropiación de tierras. En general, esta etapa se caracterizó por un dominio militar de losbloques paramilitares en el centro y el norte de la región, una retirada (violenta) de lasFARC hacia la periferia, las negociaciones de los grupos paramilitares con el gobierno y ladesmovilización de estos, seguida de la emergencia de las nuevas bandas criminales.Hacia 2001, las FARC estaban desplazándose hacia su retaguardia debido al éxito de laofensiva paramilitar en la región. Los Frentes 5, 18, 34 y 57 con influencia en la región yáreas cercanas empezaron a retirarse a zonas de difícil acceso. Pero las FARC no veían suretirada inicial como una acción definitiva. Según testimonios de una desplazada de lavereda La Culebra (San Pedro de Urabá), un guerrillero le habría dicho: “Estas tierras sonnuestras y vamos a luchar por ellas” (citada en Peña, 2001). En marzo de 2001, este grupoincursiona en Pavaradoncito, corregimiento de Mutatá, donde matan a una persona ydesplazan 45 familias. A finales de ese mismo año, las AUC se toman Dabeiba,enfrentándose con las FARC. Al año siguiente, las FARC llevaron a cabo una nueva ofensivaque incluyó el bloqueo a Murindó (de abril a mayo), una masacre en Apartadó de nuevepersonas (26 de abril) y, ya en el Urabá chocoano, la masacre de Bojayá (2 de mayo) en laque murieron 119 personas.Sin embargo, para finales de 2004, las FARC ya se habían replegado a sus viejas posicionesen el Darién, el Urabá chocoano y el Nudo del Paramillo. Esto dejó a las AUC como elprincipal actor en una región donde el Estado nunca había sido fuerte y los viejos actoresarmados se habían desmovilizado (EPL) o retirado a sitios periféricos (FARC). El dominiode las AUC estuvo impulsado por simpatías o aquiescencias de la población civil. Parecíahaber una connivencia de parte de la sociedad civil, incluidas las estructurasempresariales, con el proyecto paramilitar. Tanto así que, en palabras de un funcionariopúblico de la región, “Urabá se paramilitarizó absolutamente” (Trabajo de campo,Entrevista 03). Aunque esta afirmación es probablemente una exageración, habla de lapercepción que algunos actores tenían de esta etapa: la creación de un gobierno alternoilegal por parte de las AUC.En el marco del dominio paramilitar, en agosto de 2002 inició el proceso dedesmovilización, desarme y reinserción (DDR) de las AUC seguido de un cese dehostilidades unilateral decretado por esta organización en diciembre del mismo año. Apartir de ese momento y hasta agosto de 2006 hubo “38 actos colectivos dedesmovilización de las AUC (con 31.671 personas, entre hombres y mujeres), 34estructuras desmontadas y 18.051 armas entregadas […]” (Valencia, 2007, p. 148). De esegran total de desmovilizados, “el 32% […] se encontraban en Antioquia” 35 (Valencia, 2007,p. 159). El 25 de noviembre de 2003 ocurrió la desmovilización del Bloque CaciqueNutibara en Medellín (870 hombres). Posteriormente, el 25 de noviembre de 2004, sedesmovilizaron 451 integrantes del Bloque Bananero, mientras que 1.227 del Elmer35 Algunas cifras de desmovilizados de las AUC entre 2002 y 2006 en los municipios del Urabáantioqueño: Turbo con 646, San Pedro de Urabá con 467, Apartadó con 439 y Carepa con 412(Valencia, 2007, p. 159).

41Cárdenas (los últimos en desmovilizarse en el país), lo hicieron entre el 30 de abril y el 15de agosto de 2006.Sin embargo, el cese de hostilidades y el proceso de DDR no implicaron una disminuciónen la violencia ni en la apropiación de tierras en la región. Entre diciembre de 2002 yprincipios de 2006 las AUC habrían asesinado un promedio de 600 personas anualessegún cifras de la Comisión Intereclesial Justicia y Paz (citado en Tenthoff, 2008, p. 3-4).Desde 2001 y hasta 2005, el Bloque Elmer Cárdenas hizo presencia constante en la región,ya que este grupo no entró a la mesa de negociaciones general en 2002, sino que entró enun proceso aparte que comenzó en octubre de 2005. El control paramilitar se extendió porcasi todo Urabá, especialmente en las zonas agroindustriales (banano, palma y madera) yturísticas, con un poco de presencia en zonas selváticas o montañosas, en este sentido estegrupo logra aprovechar su dominio territorial en la región para llevar a cabo actividadesilícitas, dando paso a grandes despojos, casos de ventas forzadas, desplazamientos y engeneral a la vulneración de los derechos humanos de la población civil. Hacia 2003, elBloque Cacique Nutibara administraba casi 700 hectáreas de cultivos de coca alrededor deTurbo, Necoclí, San Pedro de Urabá y Tierralta (departamento de Córdoba), además decontrolar los corredores de salida al mar (Tenthoff, 2008, p. 5-6).En este período de dominio territorial de las Autodefensas, en las antiguas zonas endisputa territorial se presentó un “repoblamiento” de nuevos campesinos y el inicio deproyectos productivos que encontraban una región abundante en recursos que habíaestado por años inaccesible y que ahora se encontraba en una relativa “tranquilidad”. Eneste contexto, no tardaron en aparecer inversionistas dispuestos a iniciar procesosproductivos en la región en busca de reactivar sistemas agroindustriales alternativos albanano y la ganadería. Aunque todos estos procesos de cierta manera tenían que convivircon la presencia y control de los grupos paramilitares en la zona y conflictos de tierra deantaño heredados de más de cuatro décadas de disputa por el territorio, algunas personascercanas a los grupos paramilitares aprovecharon para hacer parte de estos proyectospara insertarse en la vida civil, más aún, cuando estaba cerca la desmovilización. Esto creóun ambiente desfavorable para la consolidación de los proyectos, llevando al fracaso a lamayoría de ellos.“[…] el proyecto palmicultor en Urabá nació, incluso, con ayuda del Gobiernonacional. El problema en la región es que algunas personas con antecedentes semetieron al proyecto […] esto los satanizó hasta tal punto que dicen quetodos los palmicultores somos paramilitares. Eso no es así. Lo único que esverdad es que la palma fracasó y todos los que apostamos estamos quebrados ycon problemas con la ley” (Trabajo de campo, Entrevista 19).En este mismo período, dado que la desmovilización era inminente, se inician una serie deirregularidades en las titulaciones y transferencia de tierras con el afán de legalizarlasantes del inicio de las negociaciones. Asimismo, aparecen terceros que inician procesosilegales sistemáticos de legalización de tierras sacando ventaja de las debilidades

42institucionales y el contexto de transición que bridaba las desmovilización. Estosdiferentes mecanismos serán tratados en el siguiente capítulo.Mapa 4: Actores armados en Urabá, 2001-2004.Fuente: elaboración propia.2.7. 2006-2011: Bandas criminales emergentes y restituciónLa desmovilización de estas estructuras paramilitares en una región que es un epicentrode producción, procesamiento y rutas del narcotráfico implicó que en 2006,inmediatamente tras la desmovilización de las AUC se rearmaran “estructuras ilegales deprotección”, compuestas en ocasiones por paramilitares (incluidos desmovilizados),armadas a partir de viejas caletas y enfocadas en dinámicas delincuenciales,

43específicamente el narcotráfico, “[…] por lo cual disputaban contactos, alianzas, territoriosy rutas que anteriormente tenían las estructuras paramilitares” (CNRR, 2010, p. 104, 121).Adicionalmente, dado que en Urabá “[…] la delincuencia común no fue regulada, sinosometida, por la presencia de los grupos de autodefensas” (OPP, 2006, p. 22), quienes eneste sentido controlaban el crimen como parte de su modus operandi y su forma de controlsocial y político del territorio, al desaparecer el grupo regulador estos gruporeaparecieron rápidamente. Estas organizaciones son conocidas como Bandas CriminalesEmergentes (BACRIM), nombre dado por el Gobierno Nacional. En este sentido Urabáhace parte de una de las zonas del país con mayor presencia de las BACRIM, perpetuandola situación de inseguridad y la lucha por el control del territorio desde la lógica delnarcotráfico.Problemas como la delincuencia común, en cabeza de pandillas, bandas o combos;extorsión y narcotráfico, salieron a flote desde la última desmovilización. Mucho de estassituaciones de inseguridad se debe en gran medida también a la falta de oportunidadeslaborales para los ex paramilitares y la falta de regulación estatal en la zona. De este modo,se ha presenciado un alza en los índices de violencia en Urabá que“[…] además de los homicidios realizados por la guerrilla, los cuales se dieronpara ganar influencia en las zonas que eran dominadas por grupos deautodefensas, castigar lealtades y apoyos, se debe tener en cuenta el aumento dela presencia de grupos delincuenciales en la zona, las disputas y vendettas entrenarcotraficantes, así como los asesinatos selectivos, que buscan mantener eldominio y la ‘seguridad’” (OPP, 2006, p. 39).Adicionalmente, aunque las FARC han sido militarmente debilitadas, vienen retomando elcontrol de zonas donde habían sido replegadas en años anteriores y que se encuentran sinla suficiente presencia institucional. Adicionalmente, dado que el accionar de las BACRIMno corresponde a fines políticos, se hacen plausibles alianzas estratégicas que permitan laconsolidación y persistencia de la producción y transporte de cultivos ilícitos en la región.“Las FARC hoy están en las fincas bananeras, con una política que no es deasesinar trabajadores, sino de cómo gana un espacio que lo habían perdido, enuna alianza muy delicada […] con los paramilitares […] hoy la guerrilla noenfrenta los paramilitares, ni los paramilitares se están enfrentando a la guerrilla,sino que hay alianza estratégica entre ellos de no agresión […] con el propósito demantener los cultivos ilícitos.” (Trabajo de campo, Entrevista 14).Así, en Urabá históricamente se ha creado una cultura de ilegalidad en donde el crimen hatenido mucho alcance, hasta controlar el Estado. En la auditoria de la violencia en Turbo,realizada por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y Delito, y la Gobernación deAntioquia (2011), se plantea que en parte esta cultura ilegal ha sido fomentada por la altacapacidad de financiación ilícita de los grupos criminales. En este sentido, los recursos queestos recogen de sus actividades ilícitas superan en ciertos casos, los recursos de los

44gobiernos locales y por ende es más difícil para las instituciones hacer cumplir la leycuando jueces, fiscales y policías han logrado ser intimidados y cooptados por los gruposal margen de la ley. Se genera entonces una ecología criminal adecuada para estosdelincuentes.En relación con la tierra, los intereses y móviles de estas bandas criminales giranalrededor de predios que son valiosos para el desarrollo de las actividades ilegales, enparticular, para la siembra de la mata de coca, centro de acopio, puertos y demás rutas delnarcotráfico. En este orden de ideas, “[…] el control del territorio es importante para elnarcotráfico porque garantiza la articulación de diversas actividades de la cadena de valordel negocio ilegal” (UNODC y Gobernación de Antioquia, 2011, p. 11), generando que losíndices de violencia aumenten en la zona nuevamente.A todo esto, se le suman las diferentes tensiones que se vienen desarrollando en la regiónpor la aplicación de la ley 1448 de 2011 36 la cual pretende, entre otras cosas, restituirtierras a las víctimas del conflicto. No obstante, dada la complejidad histórica de losdiferentes mecanismos de transferencia de tierra que han operado en la región, y laaparición de oportunistas en busca de provecho económico de este proceso; se vienegestando conflicto entre los mismos ciudadanos de la región que buscan proteger o serrestituidos.“Urabá en estos momentos es una suma de asuntos de tierra históricos noresueltos agravados por la presencia de todos los grupos armados en general yunos oportunistas” (Trabajo de campo, Entrevista 09).Los grandes retos de esta ley se centran en poder hacer una restitución integral, comoplantea un funcionario de una ONG: “[…] el reto está en que la Vicepresidencia, AcciónSocial, el Ministerio de Justicia, el Ministerio del Interior se sienten con la sociedad civil,con los campesinos e identifiquen cuáles son los móviles y cuáles son los intereses deestos grupos sobre estas tierras, empezar a cortar los vínculos que hay entre las tierras yel narcotráfico” (Trabajo de campo, Entrevista 10). El desafío que hoy plantea la regiónestá en crear las condiciones de seguridad para los beneficiarios de las restituciones. Así,es necesario entender que “[…] una restitución no significa devolverte un título que te fueusurpado, o que fue obtenido fraudulentamente […] va desde la entrega material, hasta laposibilidad de tener, de acceder, de hacer unos retornos asistidos claros, con oportunidadde inclusión en lo económico […]” (Trabajo de campo, Entrevista 04).36 Ley de víctimas y restitución de tierras, la cual tiene por objeto atender, reparar y proteger laspersonas que hayan sido víctimas del conflicto armado en el país.

45Mapa 5: Actores armados en Urabá, 2006-Actualidad.Fuente: elaboración propia.2.8. Hechos estilizados de la línea de tiempo 37Desde los años ochenta, pero más fuertemente desde inicios de la década de los noventa, elnarcotráfico ha jugado un papel sustancial en la dinámica del conflicto en Urabá. Estefenómeno ayudó a impulsar una nueva racionalidad de la violencia donde se cambiaronlos motivos político-militares por motivos económicos, aunque no es la única razón detrás.El gráfico 3 muestra el comportamiento de la producción de coca en los diferentesmunicipios de Urabá, se destaca su poco protagonismo con respecto al resto deldepartamento, incluso, el 2003 siendo el año con mayor número de hectáreas (hta)cultivadas está por debajo del promedio departamental por municipio (34.1 hectáreas).Turbo es el municipio que presenta mayor persistencia de cultivos de coca con unpromedio de 20.6 hta , esto se debe especialmente al 2003 donde se reportaron 151hectáreas. Estos resultados no sorprenden por dos motivos esenciales: en primer lugar,Urabá se consolida más como una zona de embarque más que de producción; en segundo37 Esta sección presenta las principales estadísticas de violencia para Urabá, no obstante, no sepretende ser exhaustivo en su revisión. Para una revisión descriptiva detallada ver Suárez (2007) yGarcía & Aramburo (2011).

46lugar, dadas las dificultades en la recolección de la información en zonas montañosas dealta nubosidad 38 , algunas de estas cifras podrían ser subestimadas.Gráfico 3: Área cultiva en coca en los municipios de Urabá. 2000-2010 (hectáreas)Fuente: Naciones Unidas – Proyecto Simci, 2011.En cuanto la intensidad del conflicto, los diferentes períodos han estado acompañados deescaladas en la intensidad de la violencia en la región. El período 1994-1995, donde seconsolida el proyecto paramilitar se presenta como el período más violento. En 1996, enUrabá hubo una tasa promedio de homicidio de 271 personas por cada cien mil habitantes,siendo Chigorodó, Apartadó y Carepa los municipios más violentos con unas tasas de 705,536 y 337 respectivamente. Aunque esta tendencia se mantuvo en el período, a medidaque se configuraba una hegemonía de poder en la región el número de homicidios seredujo de manera importante. No obstante, se destaca el municipio de Mutatá, localizadoal sur de la región y con una influencia histórica de las FARC, por su persistencia en tasasde homicidio altas, teniendo un comportamiento irregular en 2005 con una tasa dehomicidios de 434 por cada cien mil habitantes. De esta manera, en el período 1993-2008,el municipio con mayores tasas de homicidio en Urabá es Mutatá con un promedio de 198homicidios, seguido de Chigorodó 186 y Apartadó con 165 (ver gráfico 4).38 Para mayor información sobre las dificultades de la recolección de información ver informeSistema Integrado de Monitoreo de Cultivos (SIMCI) de Nacionales Unidas.

47Gráfico 4: Tasa de homicidios para los municipios de Urabá.Fuente: CEDE – Universidad de los Andes basado en Vicepresidencia, 2011.Ahora bien, en cuanto a los actores de las acciones armadas contra la población, las cifrasconfirman la descripción cualitativa de los períodos. En primer lugar, entre 1993-1995, sedestacan las acciones de las FARC como el líder de las actividades bélicas en la zona, con79 ataques concentrados en Apartadó (26) y Turbo (21). Posteriormente, entre 1996-2001, aunque las FARC sigue manteniendo un importante rol en las acciones armadas encontra de la población civil, aparecen las Autodefensas como un actor importante,haciendo que las FARC se replieguen hacia el sur, así, las acciones empiezan a presentarseen Mutatá (Suárez, 2007). Esta tendencia permanece en el período 2001-2006, donde en lamayoría de las regiones hay un descenso en los ataques, pero persisten en las zonascercanas a las zonas montañosas (ver gráfico 3). No obstante, en la mayoría de los casoslos ataques no fue posible establecer el autor (ver gráfico 5). Pero, más allá de esto, sedestacan nuevamente los períodos de transición del dominio territorial como los másviolentos, en particular, en el período 1993-1995 se presentaron 232 ataques y para 1994-2001 se redujo levemente a 201. El municipio con mayor número de ataques es Apartadócon 358 en total, seguido de Turbo con 234, luego Chigorodó con 122 y Mutatá con108(ver gráfico 5).

Gráfico 5: Número de acciones armadas en contra de la población civil.48a) Periodo 1993 – 1995 b) Periodo 1995 - 2001c) Periodo 2001 – 2006 d) Periodo 2006 - 2009Fuente: CEDE – Universidad de los Andes basado en Vicepresidencia y Policía Nacional, 2011.

Estos ataques sobre la población civil tienen diferentes efectos, en particular, cuando sepopularizan instrumentos de guerra como las masacres. Esto fue particularmente cierto en losconflictos de las FARC en contra los desmovilizados del EPL y en el proceso de consolidaciónde los paramilitares en la región. El año con mayor víctimas por masacres fue 1995, con 116víctimas, concentradas en Turbo (31) y Apartadó (35). Esta tendencia se mantuvo en elperíodo posterior 1995-2000, en donde Turbo tuvo un promedio de 10 víctimas de masacrepor año. En suma, Apartadó es el municipio con mayor número de víctimas de masacres en elperíodo 1993-2009, con un total de 174 víctimas, seguido por Turbo con 135 (ver gráfico 6).Gráfico 6: Número de víctimas por masacres para los municipios de Urabá.Fuente: CEDE – Universidad de los Andes basado en Vicepresidencia, 2011.Otro efecto importante sobre la población es el desplazamiento forzado, lo cual mantuvo a laregión de Urabá como una de las regiones con mayor número violaciones a los derechoshumanos durante casi una década (García & Aramburo, 2011). Aunque el fenómeno semantiene durante el período donde se dispone información, en 1997 se presenta el mayornúmero de personas desplazadas con un total 53,729 personas, Turbo tiene la mayorcontribución con 23,285 personas. En promedio en el período 1997-2009, Apartadó y Turboson los municipios con mayor número de personas desplazadas con un total de 23,743 y43,920 respectivamente (ver gráfico 7). Los principales destinos de la población desplazadafue Medellín y los principales centros poblados de región, en particular, Apartadó (García &Aramburo, 2011).

50Gráfico 7: Número de personas desplazadas.Fuente: CEDE – Universidad de los Andes basado en Acción Social, 2011.Detrás del desplazamiento, existe no solo el acto de la movilización de la población sinotambién el abandono sistemático de la tierra, lo cual propicia que algunas personas o gruposde interés se aprovechen de la debilidad institucional de las regiones para establecermecanismos ilegales de transferencia de tierra. De este modo, en ocasiones, el desplazamientose utilizó para apropiarse de las tierras (Gaviria & Muñoz, 2007).En síntesis, las estadísticas confirman las descripciones cualitativas sobre la periodización delconflicto armado en Urabá. En particular, se destacan los períodos de transición en el controlterritorial como los más violentos de los últimos años. No obstante, estas estadísticas nopermiten observar las dinámicas de los mecanismos de transferencia de tierra que sedesarrollaron en Urabá durante los diferentes períodos, para esto, es necesario realizar unacaracterización y compresión de cada uno de las maneras, legales e ilegales, que se utilizaronen la región para transferir los derechos de propiedad. Esto se estudiará en el próximocapítulo.2.9. Cambios en Urabá: una regionalización del conflictoUna de las principales características del conflicto armado en Urabá es que los principales(guerrilla y paramilitares) operaban con dos lógicas diferentes y opuestas. La actividadguerrillera se concentró en combates con las fuerzas estatales mientras los paramilitares seenfocaron casi exclusivamente en los hechos unilaterales, causando fuertes daños a lapoblación civil, particularmente en materia de homicidios (García y Aramburo, 2011). Esto sejustifica bajo de la ideología de los dos grupos: cambio socio-político de las guerrillas y cambioeconómico para los afectados de la política de las guerrillas por parte de los paramilitares. A

51partir de 2002, las acciones unilaterales parecen reenfocarse hacia otra dinámica relacionadacon la actividad del narcotráfico (García y Aramburo, 2011). Esta configuración del territoriose ha modificado como resultado de la desmovilización de los grupos paramilitares en 2005,en este nuevo contexto, no existen grupos ilegales luchando uno contra otro o con el Estado enun conflicto a gran escala 39 , por el contrario, se identifican grupos involucrados en lasactividades criminales del narcotráfico, tráfico de armas y contrabando, cometiendo actos deviolencia como desplazamiento forzoso, apropiación de tierra y homicidios contra poblacióncivil que están en su camino o con otras palabras, es violencia unilateral contra la poblacióncivil.Este nuevo escenario puesto en perspectiva, permite realizar una regionalización dediferentes sectores donde se han librado históricamente las luchas por territorio. El mapa 5muestra una propuesta de regionalización basado en la historia del conflicto de la región. Sedestacan tres grandes regiones en el Urabá: territorio histórico de las FARC, territoriosdisputados por las FARC y las AUC y la zona de dominio territorial. La primera zona, es aquellaque ha estado bajo el control de las guerrillas sin sufrir modificaciones a través de losdiferentes períodos. La segunda zona, fueron los escenarios de los enfrentamientos entre lasFARC y AUC, generalmente, fueron los viejos terrenos de las FARC que fueron perdidos en laépoca de conflicto 1995-2001; estas zonas coinciden con las de mayor incidencia en númerode masacres y desplazamiento ya que fue donde se libró mayor número de enfrentamientos.Finalmente, la tercera región, da cuenta del territorio donde históricamente ha existido unaclara definición del control territorial y no se han presentado enfrentamiento directos deactores para tomar su poder, en particular, son las zonas del EPL que posteriormente fuerontomados por los Comandos Populares y finalmente cedidos a los paramilitares. Estacaracterización no significa que no se presentaron hechos violentos en las regiones, esto soloda cuenta del análisis transversal de los diferentes períodos en el presente capitulo y suclaridad en la definición del control territorial.39 En una escala menor, la violencia en Urabá durante algunos años puede ser clasificada, siguiendo ladefinición de UCDP, como un conflicto menor y no como guerra civil.

52Mapa 6: Regionalización del conflicto en Urabá.Fuente: elaboración propia.

53Capítulo III:Mecanismos de transferencia de la tierra en el Urabá antioqueño.Resultados cualitativosEl capitulo anterior introdujo las principales dinámicas del conflicto en la zona de Urabá ensus diferentes composiciones territoriales y actores a través de la historia. Una de lascaracterísticas de esta perspectiva es la multi-dimensionalidad de cada parte del conflicto, queinvolucró actores e intereses que se convertían en una motivación y un fin en el mismomomento. Esta complejidad histórica ha configurado una estructura de sociedad que esresultado de años de abundancia en recursos y de disputas territoriales, donde tanto lapoblación civil, la agroindustria y las estructuras de propiedad se han visto afectadas.En particular, la tierra rural ha sido el lugar de enfrentamiento y el botín en disputa, lo cual esalimentando por la alta informalidad en los derechos de propiedad. En este contexto, tantoactores ilegales y legales usaron diferentes métodos o mecanismos para transferir tierra, enocasiones a través de la lógica del mercado o usando métodos coercitivos como la violencia.Algunos de estos mecanismos se activan como resultado de la violencia, mientras otroscorresponden a procesos judiciales o de mercado.Pero, más allá de los procesos que inciden en su aparición, es importante llamar la atenciónsobre la simultaneidad y codependencia que se tejen alrededor de cada uno de losmecanismos. Esto implica que en un momento histórico determinado con condicionessimilares, se pudieron presentar en una misma vereda o corregimiento tanto mecanismos deorden legal como ilegal, utilizados por actores de distinta naturaleza y objetivos. En estesentido, la naturaleza de los actores no condiciona necesariamente la naturaleza de losmecanismos de transferencia de tierra: un actor ilegal podría utilizar tanto métodoscoercitivos como legales para adquirir los derechos de propiedad sobre un predio. Así, lageneralización en los procesos de transferencia de derechos de propiedad sobre la tierra enUrabá es una imprecisión, puesto que su complejidad corresponde a la complejidad misma delterritorio.Lo anterior implica llevar a cabo una abstracción de cada uno de los mecanismos, de maneraque se puede identificar aquellos objetivos que se intentan alcanzar a través de cada uno deellos; quién es el agente y el beneficiario; la lógica interna de cada mecanismo; su naturaleza,entendida como el carácter legal o ilegal, formal o informal; y los incentivos (de conducta ycontexto) que hacen que el mecanismo sea deseable o estratégico para el agente y losbeneficiarios.En este sentido, el presente capítulo busca caracterizar los diferentes mecanismos detransferencia de derechos de propiedad sobre la tierra que han estado presentes en la historiade Urabá. Para esto, se introducen los resultados cualitativos del trabajo de campo. El capitulose divide en cuatro secciones, incluyendo esta introducción. La siguiente busca introducir losprincipales aspectos metodológicos del trabajo de campo, diseño de la muestra y las

54limitaciones. Posteriormente, se iniciará con el descripción –apoyada en el trabajo de campo–de los diferentes mecanismos a partir de las dimensiones de análisis propuestas. Finalmente,se hará una propuesta sobre la periodización e interacción de los diferentes mecanismos enUrabá.3.1. Apuntes metodológicos del trabajo de campoEl trabajo de campo para la construcción de los mecanismos de transferencia de la tierra enUrabá que aquí se presenta es de carácter cualitativo. El objetivo central de este capítulo esreconstruir estos mecanismos a través de la compresión de las experiencias de vida eimaginarios de los principales actores que intervienen en la realidad de Urabá. En estesentido, se usaron varios tipos de instrumentos cualitativos: entrevistas informalesconversacionales, historias de vida, entrevistas semi-estructuradas y grupos focales, cada unoen diferentes momentos de la investigación.Las entrevistas conversacionales se realizaron en un primer momento. Las preguntas seformularon en torno a un asunto que se exploró ampliamente, sin usar ninguna guía quedelimitara el proceso. En estas entrevistas, no se buscaba obtener información sistemáticasino por el contrario, captar el margen de variabilidad en la información que reportan losentrevistados. Por su parte, las historias de vida se realizaron en un segundo momento paratratar de identificar casos emblemáticos de empresarios, víctimas y victimarios quepermitieran una aproximación vivencial a los principales temas de interés.Finalmente, las entrevistas semi-estructuradas y los grupos focales se realizaron en un tercermomento en la cual se tenía una guía de entrevista la cual procuraba un marco de referencia apartir del cual se plantean los temas pertinentes al estudio. Esto permitía ir ponderando quétanta más información se necesitaba para profundizar en cada uno de los mecanismos yposibilitaba un proceso de recolección más sistemático y, por lo tanto, un mejor manejo de lainformación.Dado que el objetivo del trabajo de campo busca la reconstrucción de los diferentesmecanismos de transferencia de tierra, los diferentes instrumentos cualitativos fueronsistematizados y analizados de forma transversal, obteniendo las principales categoríasemergentes alrededor de los mecanismos, pero omitiendo detalles de cada uno de losinstrumentos. La privacidad de las fuentes se mantiene en el análisis.3.1.1. Selección de la muestraSe identificaron cinco categorías de actores: sociedad civil, organizaciones nogubernamentales, empresarios y sector productivo, entes estatales y actores armados. Para laselección de las personas entrevistadas se procuró centrarse en actores claves que podríanrecoger la opinión y la experiencia de una población más amplia. Además, se identificaron

55casos y personajes emblemáticos de la región para cada uno de las categorías de los actores. Elproceso de contacto se realizó de manera ágil gracias al apoyo de los funcionarios de la Oficinade Paz de la Gobernación de Antioquia, investigadores y personas comprometidas con laregión.Se redactó un protocolo de contacto para establecer el vínculo inicial con los posiblesentrevistados y las guías de entrevistas, cuya estructura variaba según la categoría delentrevistado 40 . Cada entrevista fue realizada por una o dos personas, con un promedio deduración de una hora y media 41 ; en ocasiones, participó el grupo de trabajo completo. En tantolos entrevistados lo permitieron, se obtuvieron grabaciones de las entrevistas. En los demáscasos, el análisis se centró en los diarios de campo. El proceso de triangulación final entre lasentrevistas y diarios de campo se realizó en los días posteriores a las entrevistas. Al final, seha cuidado el anonimato de los entrevistados y, a través del texto, son nombrados según laclasificación genérica de las entrevistas o la función que ejercen.3.1.2. Limitaciones de los resultados empíricosLa investigación cualitativa tiene por naturaleza algunas limitaciones que son importantesmencionar. En primer lugar, dado que el intento de esta sección consiste en la compresión deuna realidad social, política y económica, no se pretende ser exhaustivo en la recolección de lamuestra: es decir, la validación externa surge de la capacidad de comprender la realidad, node ser representativa y mucho menos generalizable. En segundo lugar, como problemageneral de la investigación en ciencias sociales, tanto la selección de la muestra como elenfoque teórico pueden tener sesgos asociados a las preconcepciones de los investigadores.No obstante, en un intento por controlar este tipo de sesgos, se realizaron encuentros y foroscon expertos académicos y actores inmersos en la realidad del territorio, con el fin deminimizarlos.En este sentido, los resultados deben leerse como una propuesta de compresión de la realidadque abre el camino para que otras investigaciones se aproximen a ella, tanto desde locualitativo como desde lo cuantitativo.3.2. Tipos de mecanismos de transferencia de tierrasTras el trabajo de campo se identificaron nueve mecanismos de transferencia de derechos depropiedad sobre la tierra, cada uno de ellos con características individuales que han operadoen diferentes momentos históricos de la región. La separación de cada uno de ellos no40 El protocolo de contacto y las guías de entrevista se encuentra en los Anexos.41 En el caso de las historias de vida, las entrevistas fueron sustancialmente más largas.

56significa que funcionan de manera aislada. Por el contrario, las dinámicas de la región hicieronposible que algunos de ellos operaron simultáneamente. Los mecanismos identificados son:colonización, invasión, repoblamiento, titulación, mecanismos colectivos, mercado de tierras,despojo material, falsificación y suplantación y venta forzada.La caracterización de cada uno de estos mecanismos se realiza desde diferentes dimensiones:1) definición o caracterización; 2) agente que realiza la acción (quién lleva a cabo, permite oacciona el acto de transferencia de tierras); 3) beneficiario que obtiene provecho de la accióndel agente; 42 4) lógica interna o forma de operación; 5) naturaleza, entendida como el carácterlegal o ilegal, formal o informal; 6) objetivos que se intentan alcanzar a través del mecanismo;e 7) incentivos que hacen que éste sea deseable o estratégico para el agente y losbeneficiarios. A continuación se desarrollará cada uno de los mecanismos.3.2.1. ColonizaciónLa colonización de tierras es el proceso adelantando por personas privadas, naturales ojurídicas, en el cual ocupan un determinado territorio donde no hay definición de los derechosde propiedad o en baldíos de la nación. Este mecanismo surge durante los procesos deampliación de la frontera agrícola, creación de asentamientos, intensificación de laexplotación de recursos naturales y cambio de vocación de la tierra de bosque a uso agrícola.En Urabá, la colonización se ha dado desde el siglo XVI debido a sus múltiples beneficios y lasaptitudes de los suelos, apto para actividades renovadas tales como el aprovechamientomaderero, la minería, el caucho y la agroindustria (Parsons, 1996). Esto, sumado a unaprecaria definición de los derechos de propiedad, creaba un escenario de incentivos para quepequeños campesinos llegaran espontáneamente a radicarse en las tierras 43 .Después de su llegada, los colonos inician la parcelación, limpieza y tala de los árboles parapoder ocupar y emprender proyectos productivos. Posteriormente, después de la ocupación,los individuos podían iniciar un proceso de “titulación” con el fin de obtener los derechos depropiedad sobre las tierras colonizadas, para esto, “[…] el colono tenía que construir una casa,limpiar por lo menos 4 hectáreas en los primeros seis meses, y sembrar siquiera una hectáreade yuca, plátano, caña de azúcar, o de pasto artificial […]” (Parsons, 1996, p. 61), este tipo deprocesos incentivado por el Gobierno 44 buscaba la consolidación y poblamiento de la regiónen la primera época del siglo XX. Dada la disponibilidad de las tierras, algunos colonosconstituyeron grandes predios privados que luego eran titulados legalmente. No obstante,42 Agentes y beneficiarios pueden coincidir, como se verá más adelante, pero en otras ocasiones se tratade aspectos diferentes.43 Un proceso de colonización importante fue causado por la época de la Violencia a mediados de siglodonde hubo grandes desplazamientos de la población (ver Capítulo II).44 “La Asamblea Departamental en 1913 elaboró un lista de incentivos para nuevos colonos a lo largo dela ruta” (Parsons, 1996, p. 61), los decretos que emitía la Asamblea tenían el fin último de promover lacolonización de Urabá.

57esta formalización no fue un hecho generalizado entre los pequeños colonos, creando unambiente de alta informalidad en la tenencia de la tierra.La naturaleza de estas colonizaciones es ilegal, en tanto el colono pasa a convertirse en unocupante de tierras del Estado. No obstante, en cuanto el colono obtiene los derechos depropiedad formal a través del gobierno se convierte en un acto legal. Estas colonizacionesfueron el primer impulso para crear lo que hoy es Urabá, aunque sin ninguna planificación niorden. Al respecto, una líder de víctimas anota:“Colombia ha sido un país de [colonizaciones], las ciudades nuestras han nacido deperiodos de [colonizaciones] pero eso no es ni porque la guerrilla quiso, es porqueno habido una estructuración de planificación que diga se va a diseñar las ciudades[…] todos los municipios nacieron de [colonizaciones] y siguen creciendo yreproduciéndose, lo que acabó de pasar en Urabá […]” (Trabajo de campo, Entrevista05).Los incentivos que hacían esta región deseable y estratégica para los agentes y beneficiarios,fueron la falta de presencia estatal y la abundancia en recursos naturales. Aunque la tierra erade difícil acceso, la poca definición de los derechos de propiedad y la baja presencia estatalhacia que la instalación para los nuevos colonos fuera a muy bajo costo. A lo cual se le sumabaun creciente sistema agroindustrial, el cual proveía opciones de empleo a un númerosignificativo de personas. Como señala un funcionario gubernamental de Mutatá:“En el [año] [19]45, salieron […] esas plantaciones de caucho con todo ese montaje,eso había vivero, eso había ganadería, eso había una cantidad de cosas, había serviciomédico, escuelas desde el 45 una cosa muy importante, generó empleo para muchagente, por eso es que vino gente [a colonizar] […] del departamento de Caldas, vinode varias partes del país y se quedaron ahí […]” (Trabajo de campo, Entrevista 06).Un tercer incentivo para estos mecanismos en la región de Urabá fue la seguridad. Muchascolonizaciones se adelantaron como resultado de la época de La Violencia que se dio a lo largodel territorio. Los nuevos colonos buscaban llegar a una zona segura, donde pudieran levantarsu casa e iniciar proyectos campesinos productivos, en especial, cultivos de supervivencia.Tabla 1: Principales dimensiones del mecanismo de colonización.DimensiónDefiniciónObjetivoCaracterísticaOcupación por parte de privados de territorio donde no hay definiciónde los derechos de propiedad o baldíos.Los colonos que llegaban a Urabá pretendían adelantar en estosterritorios procesos productivos y de vivienda.

58AgenteBeneficiarioLógica internaNaturalezaIncentivosPequeños Campesinos.Pequeños Campesinos.Los colonos que llegaban a esta zona generalmente procedían a ocuparlos terrenos baldíos del Estado, parcelando, limpiando y talando paraadelantar en ellos procesos productivos y de vivienda.Ilegal ya que el predio era ocupado sin permiso y sin una adecuadatitulación.Grandes extensiones de tierras, predios baldíos, poca institucionalidad,bajos precios, incentivos gubernamentales y desplazados por LaViolencia.Fuente: elaboración propia.En conclusión, la colonización es un mecanismo de transferencia de tierras que ha estadopresente a lo largo de los años en varios territorios colombianos, para el caso de Urabá fueparticularmente importante dadas las condiciones geoestraégicas ideales para adelantarproyectos productivo lo cual se convierte en un incentivo para llegada de colonos.3.2.2. TitulaciónLa titulación se refiere a la entrega formal y legal de derechos de propiedad a personasnaturales o jurídicas por parte del Estado a petición de estos o por políticas de titulación debaldíos 45 . Esta última se utilizó en los primeros momentos de la consolidación de Urabá,donde el Gobierno usaba la titulación como un incentivo para que medianas y grandesempresas llegaran a la región para establecer sistemas agroindustriales, en una zona con altasbondades productivas..De este modo, Urabá se convirtió en una opción de inversión para empresarios nacionales 46 einternacionales que llegaban a establecer sistemas de monocultivo para su exportación oconsumo local, los productos más emblemáticos fueron el caucho, la palma y el banano. Unejemplo, fueron las empresas holandesas caucheras que llegaron a Mutatá promovidas por elGobierno para que invirtieran en la región y pudieran llevar a cabo proyectos productivos deganadería, banano, explotación de madera, caucho, entre otros.45 Por tanto, la caracterización de este mecanismo sigue el Código Civil colombiano y las definicionesdisponibles en el sitio de la CNRR: http://www.cnrr.org.co/contenido/09e/spip.php?rubrique159.46 Sobre todo antioqueños, cordobeses y samarios que tenían otro tipo de actividad en las ciudades.

59Ahora bien, otra forma de operar de este mecanismo es a petición de alguna persona,generalmente colonos o segundo compradores de colonos con títulos de propiedad informal.Estos pueden ser de tres tipos: (1) poseedores, entendidos como aquellas personas queejercen materialmente actos de señor y dueño sobre un predio de manera pacífica, pública ysin interrupciones; (2) tenedores, quienes ejercen actos de dominio sobre el predio, peroreconociendo que otra persona es dueña o tiene mejor derecho (puede tener un contratoverbal o escrito con ésta); y (3) ocupantes, esto es, aquellos que explotan terrenos baldíos.Con el fin de iniciar el proceso el interesado debe probar que el predio ha sido poseído, tenidou ocupado en un tiempo determinado. En el caso de los poseedores, pueden adquirir lapropiedad sobre el predio tras cinco o diez años, dependiendo de si su posesión es regular(justo título y buena fe) o irregular (hay conocimiento desde el inicio de que no se es dueñoy/o no hay título o contrato que acredite una relación de dueño con el bien). En cuanto a lostenedores, pueden pasar a ser propietarios, pero antes cambian su estatus: en el momento enque deciden mostrar la intención de tener propiedad, pasan a ser poseedores. Finalmente, losocupantes deben demostrar la ocupación con documentos, inspecciones, testimonios y demás,para luego continuar con el proceso. En algunos casos, poseedores, tenedores u ocupantesrealizan un pago por el predio para poder ser propietarios o realizan un proceso denegociación con el propietario original. Igualmente, la titulación puede ser activada por otrosmecanismos de transferencia (invasiones y colonizaciones).Dada la abundancia de recursos naturales y el precedente histórico de colonización de Urabá,la titulación es el mecanismo que más presencia ha hecho en la región. La titulación puedetener efectos mixtos sobre la concentración de la tierra, puesto que puede haber titulación degrandes predios en unas pocas manos (colonos, ocupantes de grandes baldíos que piensanutilizarlos para proyectos productivos) o distribución de la tierra en pequeños y medianospredios para campesinos sin propiedad.La titulación a ocupantes es una función que compete al Instituto Colombiano para elDesarrollo Rural (INCODER) 47 . Según un funcionario de esta entidad, “La mayoría de loscampesinos ya tiene muy claro cómo es el procedimiento para la recuperación de la tierra”,aunque existe un escollo principal en el proceso: la realización del plano topográfico delpredio que debe hacerse con recursos del solicitante para acceder a la titulación (Trabajo decampo, Entrevista 02). Empero, no todos los reclamantes pueden costear la realización delplano, lo cual es un obstáculo en el proceso de titulación.Cuando la titulación no puede llevarse a cabo, los poseedores, tenedores o ocupantespermanecen con derechos de propiedad informal lo cual los hace vulnerables a otros tipos demecanismos de carácter ilegal, tales como la falsificación y la suplantación, los cuales seránabordados más adelante. Aún así, en la opinión del mismo funcionario del INCODER, esto noha limitado en gran medida el acceso a la titulación, principalmente porque “[…] la gente estámuy ilusionada que puedan recuperar la tierra” o de titularla, especialmente teniendo en47 Para una revisión detallada de los pasos de titulación ver: www.incoder.gov.co.

60cuenta que Urabá sería, en palabras de la misma funcionaria, “[…] de las regiones del paísdonde más baldíos pueden existir, fuera de los Llanos […]” (Trabajo de campo, Entrevista 02).La naturaleza de este mecanismo es evidentemente legal: se trata de la creación del derechode propiedad. Sus objetivos son varios: proteger la propiedad privada, permitir el uso de latierra como capital y dar respuesta a demandas ciudadanas. Este mecanismo permite al nuevopropietario mejorar su calidad de vida, disminuyendo los niveles de conflicto social por mediode la distribución de títulos a poseedores, tenedores y ocupantesLos principales incentivos para acudir al Estado para llevar a cabo la titulación es la mayorseguridad del bien y del propietario. En comparación con la situación que viven poseedores,tenedores y ocupantes, un bien inmueble ya titulado es menos propenso a ser apropiado pormedio de la coerción. Sin embargo, la debilidad estatal en la zona y la presencia de múltiplesactores armados con intereses en la tierra no han permitido que la titulación sea un mediopara “blindar” la propiedad. Como destaca una líder de víctimas en Urabá:“[...] en este momento no hay garantías […] mire, hay gente que me dice: ‘cuando a míme titulen esas tierras, yo como hago para ir a vivir allá, a mí me da miedo’ […] es eltemor lógico de la persona […] tienen miedo porque no ven las garantías.” (Trabajode campo, Entrevista 05).En pocas palabras, la titulación es un mecanismo de transferencia de tierras eminentementelegal que, sin embargo, se encuentra acotado en Urabá debido a que la debilidad estatal limitael acceso al mismo y lleva a que los derechos de propiedad no estén establecidos de formafirme. En palabras de un funcionario de la CNRR, “no hay una lectura clara de la guerrajurídica que hay” en Urabá (Trabajo de campo, Entrevista 04).Una forma particular de este mecanismo es la titulación colectiva, por medio de la cual seadjudican derechos de propiedad a minorías étnicas reconociendo su propiedad histórica ysimbólica, según la Constitución de 1991 48 . Entre 1966 y 2005, el Estado colombiano haotorgado un total de 777 títulos colectivos, de los cuales 641 son resguardos indígenas y 136territorios negros (Cárdenas, s.f.). En este caso, la titulación es colectiva y no individual.Nuevamente, el Estado es el agente, pero en esta ocasión los beneficiarios son un subconjuntoacotado de la población: comunidades indígenas y afrocolombianas con posesión ancestralsobre un espacio geográfico 49 .Dos elementos juegan en contra de la titulación colectiva como mecanismo de transferenciacon una función de redistribuir y proteger territorios de minorías indígenas yafrocolombianas organizadas. Primero, según la lógica de este mecanismo, una comunidad48 En la cual se reconoce la protección de comunidades indígenas o afrocolombianas en territoriostradicionalmente ocupados para preservar su cultura y ofrecerles posibilidades de desarrollarproyectos productivos colectivos.49 En el país, la extensión de los territorios colectivos va desde 7 hectáreas (cabildo indígena “Paez delas Mercedes” en Caldono, con 12 familias) hasta 5,8 millones de hectáreas (el resguardo “PredioPutumayo” en Leticia–Puerto Leguízamo, con 2.067 familias) y el territorio colectivo promedio tieneuna extensión de 46.170 hectáreas y es ocupado por 184 familias (Cárdenas, s.f.).

61captura individualmente los beneficios del derecho de propiedad (explotación agrícola,vivienda, entre otros) a la vez que asume colectivamente los costos del mismo, con lo cual hayun riesgo alto de caer en la llamada “tragedia de los comunes”: los integrantes de lacomunidad individualmente acaban con los recursos del territorio pese a que, en el largoplazo, no es conveniente para ninguno de ellos (Hardin, 1968). Segundo, si bien en términosestrictamente legales, las propiedades colectivas en el país no pueden ser vendidas oreapropiadas, estas han sido ocasionalmente transferidas a privados individuales.Tabla 2: Principales dimensiones del mecanismo de titulación.DimensiónDefiniciónObjetivoAgenteBeneficiarioLógica internaNaturalezaIncentivosCaracterísticaEntrega formal y legal de derechos de propiedad a personas naturales ojurídicas por parte del Estado (por petición o políticas de titulación debaldíos).Cumplir funciones básicas del Estado (protección de la propiedadprivada), permitir el uso de la tierra como activo de capital y manejartensiones sociales.Estado colombiano.Privados, ya sea individuales o colectivos (comunidades indígenas yafrocolombianas).Proceso.Formal y legal.Mayor seguridad en la tenencia de la tierra.Fuente: elaboración propia.En síntesis, la titulación es un mecanismo formal y legal por medio del cual se crea un derechode propiedad sobre un bien que anteriormente era baldío o se encontraba abandonado. Deesta manera, el Estado como agente da respuesta a las demandas sociales y redistribuyetierras. Aún así, y aunque la titulación ha sido una constante en la región durante las últimasdécadas (colonos e invasores que pasan a ser poseedores con el tiempo) la titulación se perfilacomo uno de los mecanismos de transferencia claves para el proceso de restitución de tierrasen Urabá y el país.

623.2.3. Mercado de tierrasEn el mercado de tierras se define el intercambio de libre entrada y salida de derechos depropiedad sobre la tierra a través de un precio acordado por las partes. En este mecanismopuede intervenir cualquier persona natural o jurídica, ya sea como oferente o demandante. Adiferencia de otros bienes, la tierra tiene mecanismos de formación de precios complejos yaque provee múltiples servicios, cuya valoración no corresponde necesariamente a las lógicasde un mercado. Aunque en la literatura económica existe un amplio debate sobre losdeterminantes del precio de la tierra, estos se podrían resumir en los siguientes aspectos: lascaracterísticas físicas del predio, vías de acceso y variables asociadas al entorno 50 .En Urabá se presentaron dos tipos de transacciones. En primer lugar, existe un intercambioformal donde el predio en negociación tiene derechos de propiedad definidos a partir de unaescritura pública, por lo tanto, se realiza a través contratos formales registrados en la notaríay posteriormente en la oficina de instrumentos públicos. Empero, pueden existirtransacciones de predios con derechos de propiedad definidos que no se registran en unanotaria, dejando como prueba de la transacción solo el contrato de compraventa. Entre lasmúltiples razones para este comportamiento, está la debilidad del Estado y la pocacredibilidad de los ciudadanos en las instituciones oficiales. Un segundo tipo de transacción,es la que se realiza sobre predios con títulos de propiedad informales, generalmente resultadode mecanismos como la colonización. De este modo, en este mercado no se negocia el derechode propiedad sobre la tierra sino el derecho de iniciar procesos de titulación y reclamación alEstado para su posterior titulación. Estas transacciones se hacen de manera informal ya que eltítulo de propiedad es inexistente, no obstante, los contratos pueden ser registrados ennotarias sin que esto implique algún tipo de propiedad.Estos mercados se diferencian no solo por el tipo de título de propiedad en negociación, sinotambién por los mecanismos de diseño de precios.“[…] uno compraba y luego eso se hacía todo por el INCORA […] ellos [INCORA] sabíaque yo no llevaba ni 5 años viviendo allá ni nada, Narciso [el colono] si llevaba másde 5 años […] creo que 7 años había hecho esa finca y llevaba 92 hectáreas […], estanto que cuando la compre yo tenía dentro de la finca 8 hectáreas todavía enmontaña […] hicimos compraventa y todo, terminamos el compraventa hay mismome fui yo para el INCORA, bueno necesito que me titulen esta finca [sic]”.(Trabajo de campo, Entrevista 09).Los efectos del mercado de tierras sobre la concentración de la tierra pueden ser mixtos:grandes predios son repartidos en predios menores que son vendidos de forma separada; o,por el contrario, un comprador “engloba” varios predios adyacentes. El objetivo de este50 En la discusión sobre los mecanismos de generación de precio de la tierra, se destacan los trabajos deDavid Ricardo y Carlos Marx.

63mecanismo es la transferencia del derecho sobre la tierra, para ejercer propiedad sobre lospredios. Esto puede estar motivado por diversas razones: producción agrícola o ganadera,estrategia militar, inversión, reventa, especulación, entre otros. Se trata de un medio denaturaleza principalmente legal. Sin embargo, pueden existir distorsiones del mercado“inducidas” que hacen que ciertas transacciones sean un acto delictivo. En particular, lageneración de asimetrías de información puede llevar a que especuladores, de manerapremeditada o espontánea, modifiquen la percepción de los dueños sobre las condiciones decontexto del predio lo cual se ve reflejado inmediatamente en su precio, de este modo, sepueden aprovechar para comprar a precios muy bajos a través de un contrato formal ylegal 51 . No obstante, esta desinformación puede ser producida tanto para el oferente como eldemandante, lo cual puede crear escenarios en los cuales se realizan transacciones de “buenafe” con precios bajos.Este tipo de transacciones, realizado generalmente por personas de la región, se hacen desdela legalidad donde el riesgo que quiere renunciar el demandante es transferido al compradora través del mecanismo del precio. Es decir, el acto ilegal surge cuando la distorsión esinducida por el agente que quiere comprar, pero esto no implica que todas las transaccionesque se realicen sean de carácter ilegal. No obstante, dado la informalidad de algunastransacciones y la coyuntura de la ley de restitución de tierra, han aparecido unageneralización sobre todas las transacciones realizadas en períodos de conflicto, dondecualquier comprador es considerado culpable a priori, desconociendo la realidad delterritorio.“[…] cuantas veces fue usted allá […] ofrecerme esa tierra, cuantas veces fue, yo no lobusqué […]. Y cuando hicimos negocio usted estuvo de acuerdo y yo le pagué […],ahora me dice que yo lo obligué para que me metan a la cárcel y le devuelvan latierra” (Trabajo de campo, Entrevista 14).El principal incentivo del mercado de tierras es el uso productivo de los predios o, en algunoscasos, el nivel de los precios. El primer incentivo remite a una de las tres dimensiones delvalor de la tierra. Por su parte, el segundo incentivo responde a una lógica de mercado deoferta y demanda. De esta manera, cuando alguien compra a un precio bajo debido adistorsiones producto de la violencia, está asumiendo un riesgo equivalente a la diferenciaentre el precio que pagó y el precio del predio bajo condiciones “normales”. Este riesgo esmucho más fácil de asumir cuando hay distorsiones de información (asimetría) y entran ajugar especuladores que buscan propagar información o utilizar la que tienen para ganarprecios favorables. En ciertas ocasiones, la especulación está relacionada con la presencia deactores armados, actividades ilícitas o actos violentos en el marco del conflicto armado.En otras ocasiones, la diferencia en precios no es producto de la violencia y la especulación,sino de la informalidad de los derechos de propiedad. Un ocupante puede vender un predioque tiene de forma informal; en este caso, el comprador paga un precio menor, pero asume elcosto (económico y burocrático) de tramitar posteriormente la titulación del predio a su51 En la Ley de Víctimas esto es tipificado como compra por precio irrisorio.

64nombre. Luego, la compra de predios en el mercado en un contexto de violencia no significanecesariamente compra a bajo precio, precio irrisorio u obligado. En Urabá, se dieron ambostipos de transacción (legal e ilegal).Tabla 3: Principales dimensiones del mecanismo de mercado de tierras.DimensiónDefiniciónObjetivoAgenteBeneficiarioLógica internaNaturalezaIncentivosCaracterísticaIntercambio de libre entrada y salida de derechos de propiedad sobre latierra.Transferencia del derecho sobre la tierra, para ejercer propiedad sobrelos predios.Personas naturales y jurídicas (además del Estado en casos detransferencia formal y legal).Personas naturales y jurídicas.Los involucrados intercambian de forma libre, racional y voluntaria,aunque no necesariamente legal y formal, derechos de propiedad porotros bienes financieros o de capital. La racionalidad puede verselimitada por distorsiones debido a la violencia o asimetrías deinformación.Legal e ilegal, formal e informal.Productividad de la tierra y precios.Fuente: elaboración propia.3.2.4. InvasiónCuando se habla de invasiones se hace referencia a toda ocupación llevada a cabo de manerapremeditada e ilegal, en la cual un grupo de personas decide invadir territorios privados depersonas o empresas. En Urabá este mecanismo de transferencia de tierras fue adelantadodesde finales de los setenta hasta mediados de los ochenta, en especial, entre 1985 y 1986,momento en que se dio un proceso de invasiones masivas, impulsadas por las guerrillas: “Eneste marco, se dio además una emergencia violenta de luchas por la recuperación de la tierraprotagonizada por organizaciones campesinas, acompañada de movimientos de pobladoresurbanos” (OPP, 2006, p. 8).

65Las guerrillas y campesinos simpatizantes ideaban estas invasiones de manera premeditada,buscando predios privados sin un uso aparente que poseían una buena ubicación en términosde acceso a carretera y cercanía a los centros urbanos. Para el pequeño campesino era unaoportunidad de poseer tierras, mientras para las guerrillas constituían un instrumentopolítico que le permitieran consolidar poder en dichos sectores. Las tierras invadidas eranocupadas por simpatizantes del EPL y las FARC, lo cual les permitía crear su propio fuerte enla zona y sus retaguardias. Aunque algunos desmovilizados de las FARC señalan que aunque“[…] en Urabá hasta donde yo recuerdo pues los que orientaron el tema de invasión fue el EPL[…], sin embargo era una política que las FARC tampoco desechaba […]” (Trabajo de campo,Entrevista 01). De hecho,“[...] un interés por conservar el control territorial porque son sectores de movilidad,no hay un interés por que la tierra sea productiva [...] por el contrario les interesasubsumir esos sectores en una pobreza absoluta porque eso además es lo que lespermite tener ese tejido social controlado, es condicionar y limitar las posibilidadeseconómicas del tejido social para precisamente poder tener ese control” (Trabajo decampo, Entrevista 04).Las invasiones son de naturaleza ilegal. La motivación más importante es la consolidación debases sociales y áreas de retaguardia por parte de las guerrillas. Estas organizacionesconsideraban las invasiones como políticas propias bajo figura de extinción de dominio. Erauna forma de adelantar una suerte de reforma agraria en la zona, bajo la consigna: “la tierrapara el que la trabaje” (Trabajo de campo, Entrevista 17). Aunque ese mecanismo es similarcon el de despojo material, es diferente por los incentivos: invasiones pasaron por razonespolítico-militares y sociales, mientras las de despojo material son más económicos. Por eso,sus puestos en la historia coinciden en diferentes épocas, invasión con el período del conflictopolítico-militar y el despojo material con el período del conflicto económico y la economíacriminal.El principal incentivo de este mecanismo es la debilidad del Estado para proteger lapropiedad privada, a lo cual se le sumaba la poca institucionalidad para poder legalizar yotorgar títulos de propiedad. No obstante, como uno de los principales resultados de ladesmovilización del EPL, algunas de estas invasiones fueron posteriormente tituladas a travésdel INCORA, y posteriormente el INCODER. Quién negoció directamente con los dueños paratitular a los invasores. Estas dinámicas de formalización de las invasiones generaronconfusiones entre las negociaciones privadas entre los invasores y los reales propietarios y elaccionar del Estado 52 .Uno de los casos más emblemáticos de Urabá que da cuenta de los diferentes mecanismos detransferencia de tierras fue la invasión adelantada por el EPL en propiedades de la empresacolombo-holandesa Coldesa en 1986. Este predio era constituido por cerca de cuatro mil52 Un caso emblemático de esta confusión es el caso de la Vereda California, donde se presenta unanegociación previa entre los propietarios y los invasores, no obstante, a raíz del accionar del Estado y laparticipación de personas escrupulosas se crea una confusión que lleva varios años en los estradosjudiciales.

66hectáreas de tierras, de las cuales, dos mil fueron ocupadas por militantes del EPL yentregadas a obreros, campesinos y simpatizantes del grupo guerrillero y otras fueronincendiadas (Trabajo de campo, Entrevista 17).Tabla 4: Principales dimensiones del mecanismo de las invasiones.DimensiónDefiniciónObjetivoAgenteBeneficiarioLógica internaNaturalezaIncentivosCaracterísticaHace referencia a una ocupación de un terreno de manera premedita eilegal, donde no hay un respeto por los derecho de propiedad legítimosque alguien tiene sobre dicho terreno.Ejercer un control político y militar para controlar zonas altamenteimportantes dentro su lógica en el conflicto armado colombiano.Guerrillas y campesinos.Guerrillas y campesinos.Las guerrillas con estas invasiones buscaban consolidarideológicamente sus bases sociales en estos territorios y a su vezejercer un control político-militar para fines estratégicos dentro de lalucha armada.Ilegal e informal.Baja institucionalidad, capacidad de movilización de campesinos ysimpatizantes, posibilidad de crear retaguardias y poder ejercer uncontrol político-militar en diferentes zonas.Fuente: elaboración propia.En conclusión, las invasiones eran herramientas estratégicas y políticas de las guerrillas. Estosveían en la tierra no solo un recurso económico para los campesinos, sino que en el trasfondode su retórica veían la importancia de la tierra en un valor estratégico militar, que a fin decuentas era el aliciente para continuar con la lucha por el control territorial donde el Estadoejercía poca presencia.3.2.5. RepoblamientoPor repoblamiento se entiende la acción de ocupar predios que alguna vez estuvieronhabitados, pero sus derechos de propiedad no son claros, debido a que sus dueños originales

67tuvieron que abandonar el predio por diferentes presiones. Generalmente este mecanismoera utilizado por los grupos al margen de la ley (FARC, EPL y AUC), quienes en busca decontrol territorial ocupaban predios que habían sido abandonados por causas colaterales delas acciones armadas, como desplazamiento (desplazamiento debido al temor), asesinatos oamenazas. Generalmente los nuevos habitantes o los beneficiarios eran campesinossimpatizantes o familiares de los grupos armados, muchos que fueron también víctimas deldesplazamiento posteriormente. En palabras de un desmovilizado de las FARC:“Las FARC llegan, recogen esas tierras y se apoderan […] entonces empiezan asembrar, después que ya abren nuevamente que ya estaban perdidas empiezan aubicar familias, lo que llamaba el General Guzmán una época Familias Farianas [...] loque llamó las FARC en una época retorno, un retorno ya con personal, nodirectamente los colonos dueños de estas tierras sino otras personas [...] lo llamanreubicación, reubicar personas que son desplazadas por la violencia [...]” (Trabajo decampo, Entrevista 01).La intención o la lógica de los líderes guerrilleros y de los paramilitares que promovían estemecanismo como política no era titular posteriormente estas tierras, sino crear un territoriodonde pudieran ubicar a sus familiares y simpatizantes para consolidar sus retaguardias y portanto sus bases sociales.El repoblamiento es una acción de naturaleza ilegal e informal, y en cierto sentido,premeditada puesto como resultado de las acciones militares de conquista de territorio,existían una inevitable movilización de personas no simpatizantes que dejaban sus prediosabandonados. Así, se daba una redistribución de las tierras donde las personas beneficiadaspasaban a ser ocupantes y a tener de manera física, más no jurídica, un territorio donde vivir ycultivar. De esta manera, el repoblamiento es el final de una cadena de transferencia de tierra:primero, se da el abandono de la tierra por motivos violentos, luego, después de que seestablece un dominio territorial los nuevos actores deciden usar los predios abandonadospara su beneficio o el de sus familias.Pero ¿qué hacia tan interesante repoblar un territorio? El control territorial era uno de losgrandes incentivos para los grupos al margen de la ley, se convertía entonces en una delineamientos político-militares por excelencia, incrementado por la debilidad del Estado. Enúltimas, parece que fue una estrategia extendida en la región y utilizada con cierta frecuencia.Dos desmovilizados de las FARC hacen un recuento de algunos de los sitios en los que estaorganización promovió el repoblamiento como mecanismo de apropiación:“[…] la zona del río Esmeralda [...], el río Mulato, Las Nieves, La Esperanza,Resbalosa, Nain, Mono Macho, La Unión, La Ilusión, Bella vista, Caño Seco, todo lo fueel área Cristalina, Miramar, La Miranda, todas las veredas que componen el cascourbano de San José de Apartadó y la zona rural de Apartadó [...] [en general tierrasque] […] tenían sus dueños, pero esas personas fueron desplazadas por la violencia:en una incursión de las autodefensas, las tierras quedaron solas […]” (Trabajo decampo, Entrevista 01).

68El repoblamiento para los objetivos e incentivos dichos aquí, terminó como mecanismo usadodespués de la desmovilización de los paramilitares en 2006. Con la aparición de las BACRIM yel cambio de los incentivos de las FARC (de incentivo político-militar a uno económico), lasbases sociales nunca más tuvieron tanta importancia y el repoblamiento cesó comomecanismo de transferencia de tierra.Tabla 5. Principales dimensiones del mecanismo de repoblamiento.DimensiónDefiniciónObjetivoAgenteBeneficiarioLógica internaNaturalezaIncentivosCaracterísticaLa ocupación de predios que anteriormente habían sido poblados porotras personas.El objetivo de estos repoblamientos era controlar el territorio ydisponer de tierras que estaban desocupadas para dárselas a sus basessociales, familiares y simpatizantes.Guerrillas y Paramilitares.Guerrillas, paramilitares y campesinos.Los repoblamientos eran llevados a cabo en predios donde anteshabitaban otras personas, las cuales por diferentes razones ya no vivíanen ellos.Este mecanismo era llevado a cabo de manera premeditada e ilegal.Territorios inhabitados, poca institucionalidad y la posibilidad deconsolidar áreas de influencia (control político y social).Fuente: elaboración propia.En síntesis, el repoblamiento les permitió a los GML entretejer territorio donde estos ejercíancontrol político y militar. De manera exitosa y eficaz, lograron establecer una dinámica derepoblamiento que estaba inmersa en la lógica del conflicto armado y pudieron utilizar estopara beneficio suyo, de los campesinos, simpatizante y familiares.

693.2.6. Despojo materialEl despojo material de tierras es más que una acción, es un proceso en el cual intervienenvarios actores con lógicas diferentes para despojar y desplazar la gente de su tierra de formaviolenta. Según el Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación yReconciliación (CNRR), el despojo material se define así:“Puede considerarse como despojo aquel proceso por medio del cualinvoluntariamente un grupo o un individuo se ven privados material ysimbólicamente por fuerza o coerción, de bienes muebles e inmuebles, lugares y/oterritorios sobre los que ejercían algún uso, disfrute, propiedad, posesión, tenencia uocupación para la satisfacción de necesidades. El despojo es el proceso mediante elcual, a partir del ejercicio de la violencia o la coacción, se priva de manerapermanente a individuos y comunidades de derechos adquiridos o reconocidos ensu condición humana, con relación a predios, propiedades y derechos sociales,económicos y culturales” (2010, p. 49).Los agentes que realizan y se benefician del despojo son en su mayoría grupos armadosilegales, entre los que encuentran las guerrillas, los paramilitares, las BACRIM y según elresultado del trabajo de campo y fuentes secundarias, algunas veces el Ejército Nacional encompañía de los grupos paramilitares (Trabajo de campo, Entrevistas 05 y 06; Tenthoff,2008). Por ejemplo, una líder de víctimas en Urabá afirma que:“El Ejército les ayudaba, los apoyaba [a los paramilitares], [en] muchas de lasoperaciones que ellos hicieron en Bajirá, en Curbaradó, en Cacadita, sobre todo laregión de las Milipias y muchas de las que hicieron en San Pedro, en Mutatá, lamayoría fueron en compañía del Ejército. […] Entonces no era tanta la debilidad delEstado, sino la complicidad del Estado” (Trabajo de campo, Entrevista 05).La lógica de este mecanismo radica en la ilegalidad del acto, debido a que unos actoresdespojan y desplazan intencionalmente a propietarios, poseedores, tenedores y ocupantes desus tierras y/o bienes ilegalmente 53 —sin que se produzca una titulación legal de la tierra. Elmecanismo es opuesto a la entrega voluntaria o deseada de un bien material o inmaterial y enel cual media el uso de violencia. Comúnmente, estos métodos no incluyen combates con otrosgrupos armados y los mecanismos son el desplazamiento 54 y amenazas (verbal o física), las53 Según el Artículo 128 de la Ley 1152 de 2007, algunas instituciones de atención a la poblacióndesplazada han identificado y descrito los derechos y calidades que las personas tienen sobre lastierras. Entre ellas están propietarios, poseedores, tenedores y ocupantes.54 Hay dos tipologías de desplazamiento que encierran distintas lógicas pertinentes a la apropiación dela tierra. La primera define el desplazamiento como:“Efecto colateral de la guerra cuando el objetivo de ella es el control territorial por parte de los actoresarmados que despliegan acciones bélicas bajo la forma de combates, bombardeos, reclutamientoforzado, agresiones, hurto, secuestro, homicidios selectivos, entre otros actos que siembran terror eincertidumbre entre la población; entonces, para alejarse del campo de batalla y proteger su vida, sus

70cuales puede durar por un tiempo antes que el despojo ocurre. Cuando a finales de los ochentae inicios de los noventa el incentivo del conflicto político-militar progresivamente cambia auno económico, el despojo material aparece en la historia de Urabá.El narcotráfico tiene un vínculo directo con el mecanismo porque la tierra es en el mismomomento su principal activo pero también es un bien estratégico para su transporte.Actualmente, el narcotráfico es uno de los objetivos más importantes de ese mecanismo.Como señala una líder de víctimas en Urabá:“Todas las tierras que nos despojaron a nosotros casi todas están con cultivos de droga […] Ylas que no tienen cultivo las tienen para procesar en los laboratorios […] ellos siemprenecesitarán las tierras para tener sus rutas de tráfico de drogas, de tráfico de armas, deinsumos, de tráfico de personas” (Trabajo de campo, Entrevista 05). También, se hadocumentado que alguna tierra obtenida a través de este mecanismo de manera ilegal ha sidousada a veces, por los paramilitares o por personas que tienen algún vínculo con ellos paraactividades u objetivos legales como la ganadería, la madera, la minería, y plantaciones depalma africana (Trabajo de campo, Entrevista 06 y 16). Así continua la cadena detransferencia de la tierra y pasa a través de diferentes manos o mecanismos: en principio fuedespojada por fuerza violenta o por venta forzada, después la tierra, por otros mecanismosentra a un mercado de tierras para ser vendida con documentos falsos (o en el caso de ventaforzada, con papeles que parecen legales). Es posible que también un grupo privado deindividuos adquiera la tierra por repoblamiento, es decir, cuando el grupo toma control sobretierra que parecía ‘abandonada’, para hacerla productiva apropiándose de ella, aunque notiene título oficialmente. Esta manera de apropiación de tierra ha sido una manera deintegración de los paramilitares en la sociedad, la cual ha contado con contribucioneseconómicos por parte del Estado, empresarios, cooperación internacional, y políticas a travésde cambios constitucionales y nuevos decretos que los favorecen en su accionar (Tenthoff,2008).Los agentes o beneficiarios que aprovechan el uso de la tierra, lo hacen por incentivos como:la debilidad del Estado debida a la poca presencia en la región, la falta de aplicación de la leypor la policía y el Ejército, la corrupción de múltiples funcionarios que trabajan para el Estado,y la informalidad de la tenencia de la tierra, que no protege a los dueños de propiedad. Porestas razones, los grupos armados tienen tanto poder y hacen lo quieren en la región sin queel Estado o sus representantes puedan hacer mucho.bienes y su futuro, la población abandona sus asentamientos y huye en busca de refugio” (García yAramburo, 2011, p. 325).La segunda tipología definida por los mismos autores, define el desplazamiento forzado como:“Objetivo propio de la guerra, encaminada a derrotar, tanto a las supuestas bases sociales del enemigo,como a apropiarse de la tierra mediante amenazas colectivas de desalojo, […] expropiaciones de tierras,además de la amplia gama de acciones descritas en la primera tipología” (García y Aramburo, 2011, p.325).Según estas definiciones, hay varias formas de violencia que ocurren bajo del término dedesplazamiento.

71Un caso que muestra bien el mecanismo de despojo, es el desplazamiento masivo de losterritorios colectivos de los consejos comunitarios de afrocolombianos de Jiguamiandó yCurbaradó, Chocó en 1997 por los paramilitares, que provocó un desplazamiento de cerca de4.000 personas hacia los municipios de Turbo y Mutatá, provocando pobreza y abandono degran parte del territorio muy cercano al Urabá antioqueño 55 . Se ha constituido en uno de losmayores despojos de territorio documentado hasta hoy. Un funcionario gubernamental deMutatá afirma: “[…] mi familia y mis padres nos quedamos en Mutatá y vimos matar gentedemasiado [sic]”. Cuando se indaga sobre los autores, responde: “[…] era[n] de lasautodefensas […] allá vivimos desde el año 97 hasta esta fecha, nos ha tocado vivir unacantidad de transformaciones, graves, delicadas como estas, paralelo a este desplazamientos[…]” (Trabajo de campo, Entrevista 06). Poco tiempo después del desplazamiento en 2001,compañías privadas con el apoyo del Estado, incentivadas por el proyecto palmicultor,sembraron palma africana en esas tierras donde habían hecho el desplazamiento. Algunos deestos llegaron por medios legales a la zona, mientras que otros lo hicieron apoyados en lailegalidad 56 . El proyecto palmicultor fue parte del plan elaborado por el Estado para estimularel desarrollo económico en la región de Urabá chocoano. Pero como señala una funcionaria dela CNRR, hay otros motivos:“[…] entre los límites entre Antioquia y Choco para el lado de Bajirá que son tierrasóptimas para la producción pero ideológicamente han estado condicionadas por lasFARC y no hay un interés absoluto por optimizar económicamente la tierra lo que hayes un interés por conservar la el control territorial porque son sectores de movilidad,no hay un interés por que la tierra sea productiva no, por el contrario les interesasubsumir esos sectores en una pobreza absoluta porque eso además es lo que lespermite tener ese tejido social controlado, es condicionar y limitar las posibilidadeseconómicas del tejido social para precisamente poder tener ese control […]” (Trabajode campo, Entrevista 04)Según García y Aramburo (2011) el despojo material ha destruido o está en proceso dedestruir algunas de las territorialidades culturales de la región. Por ejemplo, los gruposindígenas en el proceso de desplazamiento, pierden sus conexiones con parte de susmiembros, sus costumbres, sus estructuras sociales y actividades económicas. Algunos gruposson tan pequeños que la pérdida de sus tierras, significa la pérdida de su cultura para siempre.Lo mismo aplica para los grupos afrocolombianos.Tabla 6. Principales dimensiones del mecanismo de despojo material.DimensiónCaracterística55 Aunque este caso no corresponde al Urabá propiamente, dado su cercanía e importancia a nivelnacional es citado de manera intencional.56 Actualmente, se está llevando a cabo un proceso de restitución de predios en estos territorios.

72DefiniciónObjetivoAgenteBeneficiarioLógica internaNaturalezaIncentivosDespojo y el desplazamiento de la gente de su tierra de forma violenta yunilateral.Actividades ilícitas (cultivos de coca, producción, rutas de distribución,etc.) y actividades productivas legales relacionados con proyectosproductivos agrícolas o mineros.Grupos armados: las guerrillas, los paramilitares, las BACRIM, elEjército Nacional (en compañía de los paramilitares).Grupos armados: guerrillas, paramilitares, BACRIM; y otros interesadosen apropiar tierras para diversos usos.El mecanismo radica en la ilegalidad del acto y es opuesto a la entregavoluntaria o deseada de un bien material o inmaterial y en el cual mediael uso de violencia. No produce título legal sobre la tierra.Ilegal e informal.La debilidad del Estado debida a su poca presencia, la falta deaplicación de la ley, la corrupción de múltiples funcionarios estatales, yla informalidad de la tenencia de la tierra.Fuente: elaboración propia.En conclusión, el despojo material es un mecanismo de transferencia de tierra perverso yviolento que afecta de forma directa la población civil. Este mecanismo tuvo un mayor auge,desarrollo y apogeo cuando el conflicto cambió su estructura político-militar a una estructuraeconómica. Este mecanismo persiste en Urabá actualmente y es uno de los más comunes paraentender las relaciones y los problemas entre propietarios de tierras.3.2.7. Venta forzadaLa venta forzada hace referencia al hecho de obligar a un propietario o poseedor a vender susbienes o tierras a través de un contrato o carta de compraventa, usando violencia unilateral enla forma de amenazas, desapariciones, torturas o asesinato de familiares, vecinos y amigos.Los propietarios son despojados de su derecho de propiedad de forma forzosa y aunque eldueño recibe un pago por su tierra, el precio es irrisorio e injusto en comparación al valor dela tierra en un mercado de tierras sin grandes distorsiones. En contraste con el despojomaterial, aquí se realiza un documento legal que oficializa la transacción lo cual facilita laentrada a mercados de tierra y la llegada de un tercer comprador.

73La naturaleza de este mecanismo es ilegal porque no hay voluntad de la transacción y la ventaincluye el uso de violencia. A diferencia del mercado de tierras, la entrada y la salida no sonlibres. El problema radica en la visibilidad del proceso ante la comunidad, en la medida que lapercepción de otras personas es que la transacción es legal porque existen documentosauténticos. De esta manera, la titulación de la tierra sigue su curso normal y aunque la tierrafue adquirida de manera ilegal pasa a tener estatus legal. Por eso, la venta forzada es diferenteal proceso de despojo material, el cual es ilegal en todo momento, desde el inicio hasta el final;empero, son similares porque los dos mecanismos usan la violencia como instrumento a llegara su meta. De la misma manera que el despojo material, y la falsificación y la suplantación, laventa forzada apareció progresivamente con el cambio del conflicto político-militar a unoeconómico a finales de los años ochenta e inicios de los noventa.El objetivo es tener tierra titulada a un precio menor que el valor real en el mercado detierras. Igualmente, se busca apropiarse de tierra valiosa por una o varias razonesrelacionadas con actividades ilícitas (cultivos de coca, producción, rutas de distribución, entreotros), pero también legales relacionados con proyectos productivos agrícolas o mineros. Elincentivo es la debilidad del Estado, la falta de la aplicación de la ley por parte del Estado yalta la impunidad que reina en la región que hace este tipo de accionar un mecanismorecurrente. Con dichas condiciones, es fácil para los grupos armados quitar la tierra y otrosbienes para tenerlos, usarlos o venderlos con titulo aparentemente legal y lograr una granganancia.Un buen ejemplo de concentración de la tierra como el efecto del mecanismo de venta forzadaes el caso del dueño de cinco de las mejores haciendas de Turbo: 'Las Margaritas', 'El Consejo','Puertorriqueño', 'Nueva Ilusión' y 'Los Claveles'. En julio de 1996, el dueño recibió solamente11 millones de pesos (un precio irrisorio) para sus casi 200 hectáreas de tierra fértil. Cuatroaños después, sus cinco fincas resultaron fusionadas con una hacienda de mayor tamaño(409,9 hectáreas) que hoy figura a nombre de Kenia Gómez Toro y de Rosa María Castaño,esposa e hija del asesinado jefe paramilitar Carlos Castaño Gil (Verdad Abierta, 2009).Tabla 7. Principales dimensiones del mecanismo de venta forzada.DimensiónDefiniciónObjetivoCaracterísticaEl hecho de obligar a un propietario o poseedor a vender sus tierras através de un contrato o carta de compraventa por un precio irrisorio,usando violencia unilateral.Tener tierra titulada a un precio menor que el valor real en el mercadode tierras para razones relacionadas con actividades ilícitas (cultivos decoca, producción, rutas de distribución, el lavado de activos, etc.) yactividades productivas legales relacionados con proyectos productivosagrícolas o mineros.

74AgenteBeneficiarioLógica internaNaturalezaIncentivosGrupos armados: las guerrillas, los paramilitares y las BACRIM.Grupos armados: las guerrillas, los paramilitares y las BACRIM.El mecanismo es opuesto a la entrega voluntaria o deseada de un bienmaterial y en el cual media el uso de violencia. El problema radica en lapercepción de otras personas, que la transacción es legal porqueexisten documentos auténticos. De esta manera, la titulación de la tierrasigue su curso normal y así tierra adquirida de manera ilegal pasa atener estatus legal.Ilegal y formal.La debilidad del Estado debida a su poca presencia, la falta deaplicación de la ley y alta impunidad.Fuente: elaboración propia.En conclusión, la venta forzada es un mecanismo ilegal pero que se apoya de mecanismoslegales. Por esto, como la falsificación y la suplantación, es un mecanismo peligroso, porquesimilarmente se pueden adelantar otros procesos legales que pueden complicar la situaciónde restitución de las tierras a sus dueños originales. Como el despojo material, el mecanismose desarrolló cuando el conflicto cambió de uno político-militar a uno económico y aúnpersiste como un mecanismo válido para los miembros de economías criminales en la regiónde Urabá hasta hoy.3.2.8. Falsificación y suplantaciónLa falsificación de documentos o firmas oficiales, y la suplantación de personas para generartransferencia de tierra aparentemente de manera legal es la base de este mecanismo. Losagentes y beneficiarios son grupos armados, funcionarios estatales 57 (de INCODER, Oficina deRegistro de Instrumentos Públicos, notarías, entre otros) y grupos privados que aprovechan lainformalidad de tenencia de la tierra y la debilidad estatal para conseguir alguna forma debeneficio. Este mecanismo tuvo diferentes manifestaciones en el región de Urabá: en primerlugar, existen evidencias de la existencia de oficinas “paralelas” o “fantasmas” del INCODER,donde una persona o grupo de personas deciden a aprovechar la debilidad estatal para usarlas herramientas legales a su favor con el fin de quitar, cambiar o transferir la titulación de unpredio, generalmente baldíos de la nación, falsificando resoluciones y demás documentos57 Un funcionario gubernamental de Mutatá respondió así a la pregunta si los grupos armados usanpapeles falsos o es otra gente aprovechando la situación: “Otra gente aprovechando la situación […] conpapales falsos y los grupos armados usan más como fuerza, presión” (Trabajo de campo, Entrevista 06).

75legales expedidos por la institución 58 . En segundo lugar, este mecanismo aparece cuandoalguien falsifica papeles tales como poderes, contratos de compraventa y otros que hacenposible la transacción del predio a través de notarias y registros públicos. En tercer lugar, esla suplantación física del propietario quien se presenta en una notaria para realizar latransacción.Como consecuencia, el dueño no puede retornar a su tierra porque hay otra persona que diceser el propietario y tiene documentos legales que soportan esa afirmación. La naturaleza delacto parece legal, hasta el momento que se descubre que los documentos o la identidad de laspersonas involucradas es falsa. Este mecanismo constituye una forma visible de debilidadestatal, en la medida que el Estado es incapaz de ejercer control y regulación sobrefuncionarios o entidades públicas. Una líder de víctimas en Urabá habla sobre la debilidad delEstado:“Hay barbaridad en las oficinas paralelas [de INCODER], oficinas fantasmas, quenosotros mismos los denunciamos [...] Eso si salió, eso se formó un escándalograndísimo [...] pero era una verdad que había que sacarlo y quedó claro y estádemostrado que si hay una, porque el mismo superintendente notariado y registrodespués que le entregamos 786 casos de falsos títulos mando una comisión a Urabá averificar a la oficina de instrumentos públicos [...] pero todavía están trabajando ahí,perfectamente” (Trabajo de campo, Entrevista 05).Según un funcionario actual del INCODER, este problema se ve agravado por la demora en losprocesos legales y la impunidad, lo cual crea incentivos para la ilegalidad en los procesos detitulación de los pequeños campesinos: si se realiza la solicitud en el INCODER “[...] en 7 mesesu 8 meses tienes tu título, mientras esta gente [los falsificadores] le ofrece a los campesinos[...] en 15 días le entrego el título” (Trabajo de campo, Entrevista 02).Similar al despojo material, la falsificación y la suplantación aparecieron progresivamente conel cambio del conflicto político-militar a uno económico. Una diferencia significativa con eldespojo material es que la falsificación y la suplantación aparecen como un proceso legal en lacual no media la violencia e incluso el propietario no se entera, así, si no existe una demandasobre la legalidad de los documentos esta podría permanecer impune fácilmente.El objetivo de este mecanismo es tener propiedad con un título ‘legal’ derivado de un procesoadministrativo (que en apariencia es legal) sin haber pagado por el predio y sin el uso deviolencia. Por lo tanto, los grupos armados pueden usar la tierra (legalmente adquirida) paraactividades productivas legales. Es posible que la actividad productiva sea el velo queposibilite cubrir una actividad ilegal como el lavado de activos proveniente de una actividadilegal criminal.58 Según la Ley 1152 de 2007: “La propiedad de los terrenos baldíos adjudicables, sólo puede adquirirsemediante título traslaticio de dominio otorgado por el Estado a través del INCODER en los términosestablecidos en la presente ley, o por las entidades públicas en las que delegue esta facultad.”.

76Los incentivos son similares al mecanismo de despojo material y venta forzada. Se trata,principalmente, de una debilidad inminente del Estado donde la corrupción pone al serviciode grupos de interés los principales mecanismos de titulación y legalización de derechos depropiedad. Pero, sea cual sea el objetivo que se busque o los incentivos que motiven laapropiación por falsificación o suplantación, estos mecanismos tienen efectos claros sobre laconcentración de la tierra y la estructura de propiedad en la región. En tanto parecen serllevados a cabo por terratenientes o grupos armados que buscan un control territorial (y asíconcentrar la tierra en pocas manos) para aumentar su poder económico.El caso a continuación muestra cómo los mecanismos no funcionan aisladamente, sino queinteractúan en una cadena de eventos en el tiempo. El caso en particular se da en la Joba,Necoclí. En 1986, Cristobalina Martínez compró una finca de 70 hectáreas por seis millones depesos (mecanismo de mercado de tierras). Pero en 1993 el jefe paramilitar alias 'CarlosCorrea' despojó a la familia de esta tierra (mecanismo de despojo material). El 10 de mayo de2007, el INCODER emitió la Resolución 0413, en la que incluyó su finca en el registro depredios rurales abandonados por los desplazados. Esto, supuestamente, garantizaba que no sehiciera ninguna transacción con aquel predio. Sin embargo, el 26 de diciembre del mismo año,apareció la Resolución 3605, con la que el INCODER resolvía: "Adjudicar a Luis AlbertoEcheverri Bedoya […] el terreno baldío denominado La Joba" (Trabajo de campo, Entrevista07). En los archivos del INCODER dicha resolución hace referencia a un caso diferente: “[…] laresolución 3605 […] no tiene nada que ver con la finca la Joba […] copiaron el número, y lafecha y todo, [pero] este otro papel es falso […]” (Trabajo de campo, Entrevista 07). Eldocumento que le adjudicó La Joba a Echeverri, es un documento falso que no salióoficialmente del INCODER y con el cual la Oficina de Registro de Instrumentos Públicoslegalizó el despojo del terreno. Después de algún tiempo, Echeverri traspasó el predio aparientes suyos, y uno de ellos lo vendió a un tercero (el mecanismo del mercado de tierras),el 30 de diciembre de 2009 (Trabajo de campo, Entrevista 07). Todavía se espera laresolución del caso.Tabla 8. Principales dimensiones del mecanismo de falsificación y suplantación.DimensiónDefiniciónObjetivoAgenteCaracterísticaLa falsificación de documentos o firmas oficiales, y la suplantación depersonas para generar transferencia de tierra aparentemente demanera legal.Tener tierra titulada sin pagar y sin el uso de violencia para razonesrelacionadas con actividades ilícitas (cultivos de coca, producción, rutasde distribución, el lavado de activos, etc.) y actividades productivaslegales relacionados con proyectos productivos agrícolas o mineros.Grupos armados, funcionarios estatales (de INCODER, Oficina deRegistro de Instrumentos Públicos, notarías, entre otros) y grupos

77privados que aprovechan la situación.BeneficiarioLógica internaNaturalezaIncentivosGrupos armados, funcionarios estatales (de INCODER, Oficina deRegistro de Instrumentos Públicos, notarías, entre otros) y gruposprivados que aprovechan la situación.El mecanismo es opuesto a la entrega voluntaria o deseada de un bienmaterial y en el cual media el uso de estafa. El problema radica en lapercepción de otras personas, que la transacción es legal porqueexisten documentos auténticos. De esta manera, la titulación de la tierrasigue su curso normal y así tierra adquirida de manera ilegal pasa atener estatus legal.Ilegal e formal en apariencia.La debilidad del Estado debida a su poca presencia, la corrupción demúltiples funcionarios estatales, la falta de aplicación de la ley y altaimpunidad.Fuente: elaboración propia.4. Los mecanismos de transferencia de tierra: relaciones y persistencia enel tiempoLa presente sección busca establecer las relaciones entre los diferentes mecanismos detransferencia de tierra y sus diferentes vigencias en el tiempo basados en la triangulación delos diferentes testimonio del trabajo de campo y la revisión de literatura secundaria realizadaen el Capítulo I y II. Se pretende entonces hacer una primera aproximación a las dinámicas detierra en Urabá, de manera que permita generar algunas hipótesis que serán contrastadas enel Capítulo IV con información catastral de la región.Los mecanismos legales de transferencia de tierra de titulación y de mercado de tierras, hanestado presentes en la historia de Urabá. Mientras los mecanismos ilegales coinciden condiferentes épocas de la historia, diferentes tipos de conflicto y diferentes actores.En principio la colonización de Urabá se dio con colonos que escapan de la Violencia en otrasregiones del país y que buscaban nuevas oportunidades en una región fértil y sin explorar. Asílos primeros propietarios de la tierra fueron colonos. Posteriormente, grupos de guerrillasiniciaron un proceso de invasión a la fuerza con el propósito de mantener el control social ytener apoyo político de la población en su conflicto político-militar contra el Estado. Dentro desu perspectiva la guerrilla asumía estas acciones como necesarias para brindar lo necesario ala población pobre. Más adelante con la llegada de los grupos paramilitares se inició el despojomaterial, el cual coincidió con el cambio del conflicto de uno político-militar a uno económico.

78Asimismo, aparece el repoblamiento, acción a seguir después del despojo material. Con lo cualla venta forzada, la falsificación y suplantación empezaron lentamente a ser mecanismos detransferencia de la tierra después de la llegada de los paramilitares y del consecuente cambiode orientación del conflicto, y aunque la violencia juega un papel importante en activar uobstruir los mecanismos, la violencia per-se no es un mecanismo, es solo el instrumento (vergráfico 8).De los ocho mecanismos analizados dos son legales y formales: la titulación y el mercado detierras; dos son legales en apariencia y formales: la venta forzada y la falsificación ysuplantación. Mientras cuatro, son ilegales e informales: la colonización, las invasiones, elrepoblamiento y el despojo material. Es posible que cada mecanismo exista y funcione por sísolo, sin embargo, se evidencia que los mecanismos funcionan en cadena, donde unmecanismo legal que se aplica, puede volverse ilegal y crear las bases para que surja y seafirme otro mecanismo ilegal, pero también un mecanismo ilegal que se aplique puedevolverse legal. Todos los mecanismos pueden cambiar de legales a ilegales o viceversafácilmente, por la falta de formalidad en la titulación de la tierra y por la poca presenciaestatal en la región.Un ejemplo de encadenamiento legal de transferencia de tierra es cuando la tierra es tituladay se vende bajo las condiciones del mercado de tierras: eso es un ejemplo ideal cuando serespetan los derechos de propiedad y la legalidad. Otro ejemplo que muestra unencadenamiento en la transferencia de tierra inicia con la colonización como mecanismohistórico de la región o con el mercado de tierras. Después, la tierra puede pasar por variosprocesos: titulación por el Estado, venta por el mercado de tierras o despojo por los grupos almargen de la ley. Si sucede este último, después puede haber repoblamiento por parte deotros individuos, con lo cual la tierra se mantiene de manera ilegal y sin título –eso hace que latierra pueda seguir en otros procesos de transferencia– y complique la posibilidad dereasignar la tierra a los colonos o propietarios que originalmente fueron desplazados, esteencadenamiento evidencia cómo un predio legalmente concebido, puede tornarse ilegal. Perosi sucede una venta legal, puede suceder que el propietario sea víctima de grupos armados ysea forzado a vender o se falsifiquen documentos para venderla a otra persona en el mercadode tierras, que sin ser legal, parece como legal (ver gráfico 9).Los eslabonamientos perversos y complejos entre los mecanismos de tenencia de la tierra enUrabá, hacen que estos problemas sean difíciles de remediar más aun cuando se encuentra envigencia la Ley de Víctimas, cuando para zonas enteras se hace necesaria una investigacióndetallada para determinar la veracidad y legalidad de los derechos de propiedad. El siguientecapitulo revisa las estadísticas catastrales en el Urabá haciendo especial énfasis en la revisiónde las diferentes zonas donde se evidencia el funcionamiento de cada uno de los mecanismos.

Gráfico 8. Persistencia en el tiempo de los mecanismos de trasferencia de tierra.Fuente: elaboración propia.

80Gráfico 9. Relaciones entre los mecanismos.Fuente: elaboración propia.

Capítulo IV:Estructuras de propiedad en Urabá: aproximación cuantitativa a losefectos de la violenciaUrabá ha sido un territorio de constantes cambios en la configuración de su territorio, enmedio de los cuales el control y la propiedad de la tierra han jugado un papel importante enlas diferentes etapas del conflicto. Esto se ve reflejado en la multiplicidad de mecanismos detransferencia de tierra que actúan de manera paralela en cada una de los períodos del tiempo,los cuales fueron utilizados por los diferentes actores para lograr sus objetivos. Cada uno deestos procesos generó dinámicas que dieron como resultado la estructura de propiedad de laregión.El presente capitulo busca introducir el análisis de la información catastral para losmunicipios de Urabá en el Departamento de Antioquia en el período 2006-2011 59 .Adicionalmente, se hará una primera aproximación a la relación entre las estructuras depropiedad y violencia en las veredas que componen la región. Aunque no se pretende generarrelaciones de causalidad debido a la complejidad de los fenómenos y su secuencialidad, sebusca generar al debate sobre las diferentes relaciones.El capitulo está compuesta por tres secciones. La primera introduce los principales resultadospara el análisis catastral de Urabá, haciendo especial énfasis en los índices de concentraciónde la tierra. La segunda sección analiza algunas relaciones exploratorias entre variables deconcentración de la tierra y algunas dimensiones del conflicto. Finalmente, la última secciónrealiza pruebas estadísticas para las zonas históricamente en disputa resultado de la línea detiempo, donde presumiblemente operaron mayores mecanismos de transferencia de tierra.4.1. Estructuras de propiedad rural en UrabáEl Urabá antioqueño ocupa un área geográfica de 1,177,578 ha, lo que lo convierte en lasubregión más extensa del departamento, representando el 18,61% de su territorio. A 2011,el sector rural ocupa un 99.62% del área catastral total, con 1,055,552 ha. Además, en laszonas rurales de la subregión está concentrado el 51.49% del avalúo catastral y el 37.22% delárea construida, distribuidos entre el 34.07% de los predios y el 34.84% de los propietariostotales 60 .59 Los datos y metodología de análisis utilizada en esta sección son tomados de la investigación“Estructuras de propiedad de la tierra en Antioquia. 2006-2011”, realizada por la Universidad EAFIT yla Gobernación de Antioquia.60 Es importante resaltar que la mayoría municipios de Urabá adelantaron procesos de actualización delcatastro rural entre 2005 y 2009.

82En Urabá, la tierra rural está distribuida fundamentalmente entre propietarios privados conpredios destinados a labores agropecuarias (68.16%), Comunidades indígenas y Negritudes(18.46%) y el Estado y sus instituciones (11.51%), tal como se aprecia en el gráfico 10. Apesar de que la propiedad privada agropecuaria es predominante, Urabá es la subregióndonde este tipo de propiedad tiene el menor peso relativo. Mientras que, por el contrario, laproporción del área que ocupan las propiedades de minorías es la más alta entre lassubregiones, y ha crecido de manera importante entre 2006 y 2011 (de 15,24% a 18.46%).Gráfico 10. Estructura de la propiedad de la tierra en Urabá.Fuente: elaboración propia.Ahora bien, realizando el análisis por municipio se encuentra que la propiedad privada ruralagropecuaria es también predominante. Es posible, sin embargo, encontrar algunasdiferencias en la magnitud de los pesos relativos de los tres tipos de propiedad principales enUrabá según la ubicación de los municipios en la subregión. En efecto, en los de la zona delNorte la tierra rural está prácticamente toda distribuida en predios privados destinados aactividades agropecuarias; así, en Arboletes dichos predios ocupan el 99.46% del territoriorural, en Necoclí el 89.51%, en San Juan de Urabá el 99.58% y en San Pedro de Urabá el99.29% (ver gráficos A3.1). Pero, en la zona del Centro de Urabá, la situación es menoshomogénea; en Apartadó, la estructura es similar a la de los municipios de la zona Norte, conuna ocupación del 95.88% de la zona rural por predios privados agropecuarios. En Turbo,Carepa y Chigorodó, sin embargo, aunque esta propiedad representa un gran porcentaje,también ocupa un lugar importante la propiedad del Estado con un 26.29%, 8.87% y 17.71%del terreno rural en esos municipios, respectivamente. Y, por último, más al sur de esta zona,la propiedad de minorías adquiere relevancia, pues en Turbo ocupa un 11.29%, en Chigorodóun 5.14%, y en Mutatá -el que está más al sur de la zona Centro- este tipo de propiedadalcanza a representar el 38.22% de la tierra rural municipal.

834.1.1. Propiedad privada agropecuaria rural en Urabá: análisis de rangosEl análisis de desigualdad de la propiedad de la tierra pretende identificar los resultados delos mecanismos de apropiación sobre la distribución de la propiedad de la tierra privada quees dedicada a la producción agropecuaria. Centrarse en este tipo de propiedad permiteaproximar un entendimiento de los efectos de la interacción de los agentes que participan deun modo u otro en los mercados de tierras de la región. A continuación, se presenta unanálisis de la distribución y concentración de la propiedad privada agropecuaria en Urabá ylos municipios que la conforman.Las tabla 1 proporciona información sobre el porcentaje de propietarios y de tierra ruralprivada productiva concentrada por cada uno de los 13 rangos de áreas por propietario queallí se establecen 61 . Empero, el análisis se resumen las siguientes categorías de tipos depropietarios según las cantidades de tierra que poseen:Microfundistas: menos de 3 hectáreas (ha).Minifundistas: entre 3 a 10 hectáreas (ha).Pequeños propietarios: entre 10 a 20 hectáreas (ha).Medianos propietarios: entre 20 a 200 hectáreas (ha).Grandes propietarios: más de 200 hectáreas (ha).La estructura de distribución de la propiedad privada agropecuaria en Urabá, que no tuvocambios importantes entre 2006 y 2011, se caracteriza por la concentración de la tierra entrepropietarios con más de 20 ha, tal como se exhibe en la tabla 1. En efecto, en 2011, losmedianos y grandes propietarios reúnen el 49.35% y el 37.32% de la tierra a pesar querepresentan tan sólo el 26.82% y el 2.02% de los propietarios, respectivamente. Por su parte,los microfundistas y minifundistas constituyen el 31.74% y el 25.30% de los propietarios peroconcentran el 1.33% y el 5.1% de la tierra, respectivamente (ver tabla 1).61 Estos rangos responden a la propuesta realizada por la Universidad de los Andes y el InstitutoGeográfico Agustín Codazzi, la cual se destaca por su fácil agregación a diferentes definiciones de tiposde propiedad.

84Tabla 1. Rangos de propiedad privada rural agropecuaria Urabá.Fuente: elaboración propia.Sin embargo, hay que señalar que los medianos propietarios son un grupo representativo encasi todos los municipios, mientras los grandes no. En efecto, en lugares como Apartadó,Carepa, Mutatá y San Pedro de Urabá la mayoría son medianos propietarios, quienesconstituyen el 44.21%, 32.94%, 40.91% y 30.42% del total, respectivamente. En Necoclírepresentan el 26.17%, llegando a ser el segundo grupo más numeroso después de losmicrofundistas y los minifundistas, respectivamente. Mientras, en otros municipios comoArboletes, Chigorodó, San Juan de Urabá y Turbo, donde predominan los microfundistas yminifundistas, los medianos propietarios son el tercer grupo más representativo. Noobstante, los grandes propietarios son el grupo minoritario en todos los municipios a pesar deser el primero o segundo con más tierra.Ahora bien, la situación de los microfundistas y minifundistas es, a grandes rasgos, contraria ala de los medianos y grandes propietarios; estos constituyen la mayor parte de lospropietarios, pero son los que menos tierra poseen en la mayor parte de los municipios 62 . EnApartadó constituyen el 37.92% de los propietarios y tienen el 4.86% de la tierra, enArboletes representan el 57.52% y concentran el 6.07%, en Carepa son el 52.96% y acumulanel 5.42%, en Chigorodó constituyen el 63.66% y reúnen el 7.12% y en Mutatá son el 36.15% yconcentran el 3.24%, en Necoclí representan el 57.65% y reúnen el 5.77%, en San Juan deUrabá son el 80.14% y tienen el 14.65% y en San Pedro de Urabá son el 49.41% y tienen el7.25%, en Turbo son el 60.01% y poseen el 7.38% (ver gráficos A3.2).62 Las excepciones son Apartadó y Mutatá donde juntos son incluso menos que los medianospropietarios, y San Juan de Urabá donde sí representan la mayoría pero los minifundistas concentranun poco más que los pequeños propietarios.

854.1.2. Índices de concentración de la tierra en UrabáEl coeficiente de Gini es un índice comúnmente utilizado parar medir la desigualdad en latenencia de la tierra, debido a su simplicidad en el análisis y facilidad de realizar ejercicioscomparativos 63 . Con el fin de lograr una visión más comprehensiva sobre las dinámicas dedistribución de la tierra rural agropecuaria en Urabá y sus municipios, se presenta acontinuación el análisis de la desigualdad con base en dos tipos de medición: el Gini depropietarios que calcula la desigualdad en la distribución de la variable hectáreas porpropietario, y el Gini de hogares que mide la concentración sobre la variable hectáreas porhogar incluyendo aquellos sin tierra 64 .Urabá es la segunda subregión del departamento con mayor desigualdad en la distribución dela tierra tanto desde la perspectiva de propietarios como de hogares. En efecto, como seaprecia en los gráficos 3 y 4, aún cuando hay una situación generalizada de alta concentraciónen todas las subregiones, Urabá despunta a 2011 con un Gini de propietarios de 0.8235 y unode hogares de 0.8926. De hecho, en el caso del Gini hogares la subregión muestra los mayoresniveles de desigualdad en el período 2006-2008, y después se mantiene en niveles muycercanos a los de Valle de Aburrá que pasa a ser la más desigual 65 .En este punto, hay que destacar un hecho importante y es que a diferencia de lo que ocurrecon otras subregiones como Oriente, Norte u Occidente, Urabá se mantiene en nivelescomparativamente altos para los Gini de propietarios y de hogares. Esto sugeriría unaestructura de distribución de la propiedad en Urabá, que si bien es desigual, no estácaracterizada por un número muy significativos de hogares sin tierra; y, en consecuencia, dehaber algún nivel de presión demográfica sobre la tierra podría conducir más al incrementodel tamaño de los predios existentes que a la adquisición o formación de nuevos 66 . Estoevidencia una de las principales hipótesis sobre la abundancia en recursos naturales y entierra en la región (ver gráfico 11).63 El índice de Gini arroja un valor entre cero y uno, donde cero (0) significa que todos los propietariostienen la misma cantidad de tierra (igualdad absoluta); y uno (1) que toda la tierra está concentrada enun solo propietario (desigualdad absoluta).64 La variable hectáreas por hogar constituye realmente una estimación con base en dos supuestos: i)los propietarios pertenecen a un hogar de la zona rural del municipio donde tienen su propiedad, lo queimplica que allí residen; y, ii) cada hogar tiene máximo un solo propietario. Para un análisis de suslimitaciones y potencialidades ver: “Estructuras de propiedad de la tierra en Antioquia. 2006-2011” dela Universidad EAFIT y la Gobernación de Antioquia.65 Cuando los Ginis de propietarios y hogares son corregidos por calidad a través de una transformaciónde las variables usando las hectáreas promedio por Unidad Agrícola Familiar a nivel municipal, Urabáse muestra, de hecho, como la subregión con mayor concentración en Antioquia. Para una discusiónmetodológica sobre los índices, ver “Estructuras de propiedad de la tierra en Antioquia. 2006-2011” dela Universidad EAFIT y la Gobernación de Antioquia.66 Naturalmente, esta hipótesis tiene validez en el marco de los supuestos contemplados por el Gini dehogares.

86Gráfico 11. Coeficientes de Gini para las subregiones de Antioquia. 2006-2010.a) Gini propietarios b) Gini hogaresFuente: elaboración propia.Los resultados de los Ginis de propietarios y hogares en los municipios de Urabá son altostodos pero exhiben importantes diferencias entre sí, no obstante, se encuentran casi todos pordebajo de los niveles globales para la subregión. En 2011, los cinco que presentan mayordesigualdad desde el punto de vista de la tierra por propietarios son, en orden, San Juan deUrabá, Chigorodó, Necoclí, Arboletes y Turbo, con valores de 0.8162, 0.797, 0.7931, 0.7827,0.7569, respectivamente (ver gráfico 11, panel a). Pero, desde el punto de vista de la tierra porhogares son, en orden, Carepa, San Juan de Urabá, Necoclí, Apartadó y Turbo con niveles de0.9037, 0.8929, 0.8865, 0.8857 y 0.8695, respectivamente (ver gráfico 11 panel b). Cabedestacar el caso de Apartadó que muestra un escenario de mucha mayor concentración alincluir la estimación de familias sin tierra, esto es, que en 2011 presenta el Gini propietariosmás bajo (0.6267) pero el cuarto Gini hogares más altos.Ahora bien, el balance del período 2006-2011 en materia de desigualdad en la tenencia de latierra en Urabá es muy distinto al de la mayoría de sus municipios tomados en formaseparada. En efecto, entre 2006 y 2011 los Ginis de propietarios y hogares en Urabá cayeronde 0.8303 a 0.8235 y de 0.8966 a 0.8926, respectivamente, lo que implica una leve mejora enlos indicadores. En cambio, los únicos municipios de la subregión donde también cedió ladesigualdad desde una perspectiva de propietarios fueron Apartadó (0.6575 a 0.6217) yTurbo (0.7582 a 0.7569); y, desde la perspectiva de hogares, Apartadó (0.8861 a 0.8857), SanPedro de Urabá (0.8180 a 0.7984) y Turbo (0.8739 a 0.8695). En el resto aumentó ladesigualdad, tal como ilustran en el gráfico 11.

87Gráfico 11. Coeficientes de Gini para los municipios de Urabá. 2006-2011.a) Gini propietarios b) Gini hogaresFuente: elaboración propia.Finalmente, se realiza una propuesta para la compresión de la desigualdad de la propiedad dela tierra a nivel veredal a través del índice de Gini de propietarios por vereda 67 . Existen varioselementos a resaltar de los principales resultados. En primer lugar, el comportamientodiferenciado de los índices de las veredas que se localizan alrededor de la carretera, haciendoque en promedio tengan índices de concentración de la tierra mayores a los que están másalejados. En promedio, los índices de Gini para las veredas cerca de la carretera es de 0.83(0.03 desviación estándar) mientras los que están a mayor distancia es de 0.76 (0.05desviación estándar, esta diferencia es estadísticamente significativa 68 . Este mismocomportamiento es similar con la cercanía al mar.Como es esperarse, la zona bananera tiene mayores índices de concentración debido a lanaturaleza de la producción. Asimismo, en el norte de Urabá, específicamente las veredas deArboletes y San Juan De Urabá, se destaca un comportamiento sistemático de concentraciónde la tierra con índices, en promedio, mayores de 0.79 muy cerca de la estimación de la regióncompleta. Esto podría deberse a la ganadería extensiva que se desarrolla con particularintensidad en la zona (ver mapa 7 69 ).67 Dado que el nivel de desagregación, los diferentes índices de Gini tienen a converger en un mismovalor, es decir, tanto el Gini de tierras, hogares y propietarios tienden a comportarse de igual manera.68 La distancia se mide como la distancia euclidiana del centro del polígono de las veredas y la carretera.69 En el proceso de apareamiento entre la información catastral y el censo de Veredas departamental nofue posible encontrar algunas equivalencias, lo cual explica los espacios en blanco en el mapa 7.

88Mapa 7. Gini de propietarios veredal. 2011.Fuente: elaboración propia.4.1.3. Dinámicas de propietarios: una aproximación a los mercados de tierraOtro elemento importante de analizar en las estructuras de propiedad de la región de Urabá,es el comportamiento de las dinámicas de los propietarios en el tiempo. Aunque cinco años esun período muy corto para develar tendencias estructurales sobre el cambio de lasestructuras, este análisis permite tener una primera aproximación a las dinámicas de losmercados de tierra en la subregión. Para esto, se comparan la base de datos catastrales entre2006 y 2011, con el fin de encontrar cuál es la dinámica de los predios y los propietarios en el

89tiempo 70 . La tabla 2 muestra los cambios de las estructuras de propiedades, para tres tipos depropietarios: aquellos que se encontraron en 2006 y 2011 (“Propietarios 2006 y 2011”), losque aparecen en 2006 pero no en 2011 (“Propietarios solo 2006”) y los nuevos propietariosque fueron encontrados en 2011 pero no estaban en 2006 (“Nuevos propietarios 2011”) 71 .Se destaca en primer lugar que los propietarios que permanecieron en los dos períodosposeían en 2006 el 82.1% de los predios (32,467 predios), en 2011 pasaron a constituir el79,1% de los predios, no obstante, el área que constituían tuvo una leve disminución de100,551.5 (ha) a 97,339 (ha). Ahora bien, en cuando a los propietarios que dejan de serlo en el2011, constituían el 24.8% del área del terreno y poseían el 17.9% de las propiedades. Por suparte, los nuevos propietarios, que básicamente ocupan el espacio de los propietarios quedesaparecen en el tiempo, incrementan el número de hectáreas en 700, no obstante, estadiferencia no es estadísticamente significativa (ver tabla 2).Tabla 2. Cambio de propietarios Urabá. 2006-2011.Númeropropiedades2006Tamañopropiedades2006 (ha)Númeropropiedades2011Tamañopropiedades2011 (ha)Propietarios 2006 y 201126,643(82.1%)100,551.5(75.2%)27,049(79.1%)97,339.36(74.1%)Propietarios solo 20065,824(17.9%)33,238.39(24.8%)0 0Nuevos propietarios 2011 0 0Fuente: elaboración propia.7,126(20.9%)33,958.59(25.9%)Pero, estos resultados no permiten acercarse a las verdaderas dinámicas de concentración ofragmentación de las estructuras de propiedad en Urabá. Para esto, es preciso realizar unanálisis detallado de las principales modificaciones al interior de los propietarios quepermanecen en el tiempo, en particular, en cuanto a los cambios realizados en el número depropiedades y su tamaño. La Tabla 3, se concentra en los propietarios encontrados en 2006 y2011 (“Propietarios 2006 y 2011”), proponiendo una tipología de los diferentes cambios en eltiempo, en particular: dinámicas de concentración y fragmentación.El 67.7% de los propietarios encontrados en los dos períodos no modificaron ni el número depropiedades ni el terreno, estos constituyen para el 2011 el 57.5% del número depropiedades y el 43.9% del terreno. Este resultado da cuenta de la poca movilidad de laestructura de propiedad en Urabá lo cual está asociado, entre otros factores, al corto períodode tiempo de estudio. Un segundo punto son las dinámicas de concentración al interior de los70 Este análisis fue propuesto a nivel nacional por primera vez por Ibáñez y Muñoz (2010).71 Cabe recordar que se entiende por propietarios aquella persona natural o jurídica registrada en elCatastro departamental, a la cual se le suman todas las propiedades y tamaños de los predios a sunombre en los municipios de Urabá.

90propietarios, en este punto hay dos procesos: propietarios que incrementaron el número dehectáreas en su poder pero permanecieron con el mismo número de propiedades y aquellosque incrementaron tanto sus propiedades y su tamaño. Estos propietarios que en el 2006constituían el 14.7% del total de propietarios y poseían el 20.1% de la tierra en Urabá,incrementaron significativamente el número de hectáreas bajo su control y permaneciendoproporcionalmente estables en cuanto al número de propietarios, en 2011 poseían el 32.8%de la tierra pero seguían representando el 21.3% del total de propietarios. Esto demuestrauna importante dinámica de concentración de la tierra presente en la región, la cual en cortotiempo muestra su rápida capacidad de incrementar tamaños de predio y concentrar.Otra manera de aproximarse a los mercados de tierra es a través de las dinámicas defragmentación o desconcentración, las cuales buscan caracterizar aquellos propietarios queentre el período 2006–2011 disminuyeron ya sea el número de propiedades o el área deterreno, o ambos. Entras las cuatro tipologías encontradas, se destacan dos: primero, aquellospropietarios que en el período de estudio disminuyeron tanto el número de predios y sustamaños, los cuales constituían en 2006 el 3.5% de los propietarios con el 18.3% de la tierra,no obstante, para el 2011 redujeron su participación en el área de terreno a la mitad (9.4%).La segunda tipología son aquellos con igual número de propiedades y menor número dehectáreas, los cuales ocupaban el 15.4% del terreno en 2006, pero en 2011, se reducen al11.2% del área (ver tabla 3).Tabla 3. Tipologías de cambio de los propietarios constantes. 2006-2011.PropietariosNúmeropropiedades2006Tamañopropiedades2006Númeropropiedades2011Tamañopropiedades2011Propiedades yterreno constante12,796(67.7%)15,544(58.3%)42,769.42(42.5%)15,544(57.5%)42,769.42(43.9%)Dinámicas de concentraciónPropiedadesconstantes másterreno2,002(10.6%)2,422(9.1%)8,263.331(8.2%)2,422(9.0%)9,952.111(10.2%)Más propiedadesmás terreno776(4.1%)1,888(7.1%)11,934.58(11.9%)3,342(12.4%)22,034.39(22.6%)Dinámicas de fragmentaciónMenos propiedadesmenos terreno666(3.5%)2,608(9.8%)18,428.13(18.3%)1,451(5.4%)9,167.018(9.4%)Propiedadesconstante menosterreno2,529(13.4%)3,847(14.4%)15,486.53(15.4%)3,847(14.2%)10,913.23(11.2%)

91Más propiedadesmenor terreno97(0.5%)234(0.9%)3,172.213(3.2%)395(1.5%)1,700.387(1.7%)Menos propiedadesmenos terreno28(0.1%)100(0.4%)497.2867(0.5%)48(0.2%)802.8019(0.8%)Fuente: elaboración propia.4.1.4. Informalidad en la tenencia de la tierraUna de las motivaciones más sobresalientes y reiterativas del análisis de los diferentesmecanismos de transferencia de tierra expuestos en el capitulo anterior, fue la poca definiciónde los derechos de propiedad. Esta característica no solo incentivó a las oleadas decolonización en los primeros momentos de la historia en Urabá, sino que también que facilitóel funcionamiento de mecanismos ilegales como el despojo material y la venta forzada 72 . Lapresente sección presenta las estimaciones de los índices de informalidad en la tenencia de latierra para Urabá y para cada uno de sus municipios 73 .En el período 2006-2011 el porcentaje de predios sin matricula inmobiliaria en la base de semantuvieron estables 74 . En el 2006 el 36.87% de los predios eran informales, mientras en2011 el 34.21% de los predios en Urabá poseían derechos de propiedad informales (vergráfico 12). En cuanto a la composición de los municipios, la región sur de la región, enparticular, Mutatá se caracteriza por los mayores índices en donde para el 2011 cerca del47% de los predios era informales. Llama la atención los municipios de Turbo y Apartadó, porsus altos índices de informalidad de la tierra, con 43.05% y 40.96% respectivamente (vergráfico A3.3). Estas zonas coinciden con las de mayor disputa histórica, este tipo de relacionesserán exploradas en la próxima sección.72 En Colombia son poco los trabajos que se aproximan a la medición de la informalidad. El trabajo deVelázquez (2007) es el pionero con información agregada, luego Ibáñez y Muñoz (2010) y Fernández(2010) obtienen una aproximación más consistente con datos desagregados.73 La informalidad en la tenencia de la tierra se define como el índice entre área de predios registradosen Catastro que no poseen información de matricula inmobiliaria sobre el total del área catastral delmunicipio. Para una discusión del índice ver Ibáñez y Muñoz (2010) y Fernández (2010).74 Un elemento para tener en cuenta en las aproximaciones de informalidad, son las diferencias de lainformación de la propiedad de la tierra que existe entre Catastro y la Oficina de Registros eInstrumentos Públicos, debido a que algunas de las transacciones de tierra son registradas en unainstitución y la otra no, lo cual hace que en algunas ocasiones no sea equivalente. No obstante, estefenómeno no es particular en Antioquia, lo cual podría introducir sesgos en la lectura de la realidad deinformalidad en la región.

92Gráfico 12. Informalidad en la tenencia de la tierra en Urabá.Fuente: elaboración propia.4.2. Violencia y propiedad de la tierra: ¿existe una relación?La disputa por el territorio ha acompañado la historia y la configuración de la región de Urabá.En medio de los diferentes periodos, la propiedad y el control sobre tierra ha tenidodiferentes valores simbólicos, económicos y político-militares que la han mantenido en elcentro de las motivaciones y persistencias del conflicto. De esta manera, se han desarrolladonueve diferentes formas de transferencia de tierra, ilegales y legales, que han operado en laregión dando como resultado la actual estructura y distribución de la propiedad rural.Esta complejidad reviste de dificultades a las aproximaciones cuantitativas de las relacionesentre las variables socioeconómicas con la estructura de propiedad de la región. Esto esparticularmente cierto para la violencia, la cual genera una círculo contínuo de codependenciay determinación con las estructuras de propiedad, impidiendo encontrar las relacionesaisladas entre cada una de ellas (Ibañez y Muñoz, 2010). En este sentido, la tierra debeentenderse como una dimensión estructural que requiere visiones holísticas de la realidadpara entender sus dinámicas y sus estructuras.Esta sección presenta una primera propuesta a la medición de las posibles relaciones queexisten entre diferentes variables catastrales y la disputa territorial en la región de Urabá. Esimportante aclarar que dichas aproximaciones no pretenden ser concluyentes y mucho menosestablecer relaciones de causalidad entre las variables, los resultados deben leerse como unapropuesta de correlaciones que deben ser leídos de manera transversal con los hallazgoscualitativos. Los datos catastrales utilizados son a nivel veredal para el año 2011, lo cualpermite tener una unidad de análisis menor incrementando el número de la muestra y laheterogeneidad entre cada uno de los individuos. No obstante, dada la falta de informaciónadicional al mismo nivel, se propone la construcción de diferentes variables resultados delanálisis cualitativo, que permite configurar una aproximación de efectos fijos.

93A continuación se hace una breve referencia a las bondades y dificultades de la propuestametodológica. Luego, se introduce la estadística descriptiva de las principales variablesutilizadas, para finalizar con las estimaciones y análisis de los resultados.4.2.1. Apuntes metodológicosEl principal reto metodológico que enfrenta la aproximación cuantitativa de la propiedad de latierra es la omisión de variables explicativas y las diferentes fuentes de endogeneidad. Para elprimer reto, se propone realizar un modelo de efectos fijos, en la cual se busca controlar lainformación no observada con dummies que si bien no permiten tener conclusionesdesagregadas sobre los canales de las relaciones, permiten que las relaciones sobre losobservables sean más eficientes y consistentes (Cameron y Trivedi, 2006).En cuanto a las fuentes de endogeneidad sobre las variables del conflicto y la estructura depropiedad, dada la escasez de información se encuentra poca evidencia sobre su solución.Fernández (2010) propone solucionar el problema usando variables instrumentales,instrumentando con variables de disputas sobre la tierra en el siglo pasado para eliminar losproblemas de endogeneidad. En el caso veredal de Urabá, debido a la falta de informaciónsobre violencia desagregada y la inexistencia de datos cuantitativos históricos al respecto, nofue posible tratar de establecer soluciones instrumentales para las fuentes de endogeneidad.La imposibilidad de controlar estas fuentes de endogeneidad y limitación de la informaciónobservable a nivel veredal, son dos elementos que deben tenerse en cuenta en la lectura einferencia de los resultados. No obstante, más allá de las limitaciones, los resultadospresentados a continuación permiten tener una primera aproximación sobre las relaciones delas variables de violencia y las estructuras de propiedad.4.2.2. DatosAl igual que la sección anterior, esta está basada en la información del Sistema de InformaciónCatastral de Antioquia, siguiendo la metodología de la investigación “Estructuras depropiedad de la tierra en Antioquia. 2006-2011”, realizada por la Universidad EAFIT y laGobernación de Antioquia. Dado que se pretende hacer un análisis a nivel veredal, seconstruyeron tres diferentes aproximaciones de las estructuras de propiedad: 1) tamañopromedio de predios en hectáreas por propietario en cada vereda; 2) Número promedio depredios por cada propietario en cada vereda 3) índice de informalidad en la tenencia de latierra por vereda. Se excluye el análisis del Gini tierras veredal principalmente por su pocavariabilidad y cercanía a 0 dado el grado de homogeneidad al interior de las veredas.

94En cuanto a las variables explicativas, se construyeron algunas variables basados en larevisión cualitativa del Capítulo II y III, específicamente, el mapa 6 sobre la regionalización delconflicto donde se propuso tres zonas diferentes: 1) zona histórica de presencia de las FARC;2) zona de dominio territorial y 3) territorio que fue disputado por las AUC y las FARC.Adicionalmente, se utiliza información de Acción Social para desplazamiento y algunasvariables socioeconómicas de la región.En Urabá, para el censo veredal de 2010 existen 713 veredas, de las cuales se logró realizar unemparamiento de 653 75 . En promedio, en la veredas estudiadas se encuentran que unpropietario tiene 39.5 hectáreas y 1.3 predios, no obstante, las altas desviaciones estándardan cuenta de la amplia heterogeneidad, existiendo casos en los cuales los predios son de 0.05hectáreas. En cuanto a la informalidad, en línea con lo que se desarrolló en la sección pasada,en promedio las veredas en Urabá tiene un índice de informalidad en la tenencia de la tierrade 34%, existiendo casos de completa informalidad. En cuanto a la regionalización que sepropone, se distinguen que el 27% de las veredas corresponden a zonas donde hubo dominioterritorial, el 71% de estas estuvieron en medio de los enfrentamientos entre las AUC y FARC,finalmente, 11% están en zonas históricas de las FARC 76 . Finalmente, en cuanto aldesplazamiento, se encuentra que en 56% de las veredas hubo desplazamiento de al menosuna persona mientras que el 65% recibieron por desplazamiento (ver tabla 4).Tabla 4. Estadísticas descriptivas.Variable Observaciones MediaDesviaciónEstándarMinMaxHectáreas promedio por propietario 653 39.581 43.371 0.058 572.845Número de predios promedio porpropietarios653 1.316 0.421 1 4.929Índices de informalidad 653 0.347 0.256 0 1Zona dominio territorial (si=1) 653 0.270 0.444 0 1Zona disputada AUC-FARC Norte (si=1) 653 0.379 0.485 0 1Zona disputada AUC-FARC Sur (si=1) 653 0.336 0.473 0 1Zona histórica FARC (si=1) 653 0.112 0.315 0 1Distancia a la carretera (km) 653 6.326 9.248 0 56.324Distancia al mar (km) 653 8.456 9.529 0 56.324Número de personas desplazadas mayora 140 personas (media) (si =1)653 0.381 0.486 0 1Personas recibidas (si=1) 653 0.652 0.477 0 1Vereda a orilla mar (si=1) 653 0.119 0.325 0 1Vereda a orilla de carretera (1) 653 0.230 0.421 0 1Fuente: elaboración propia.75 El proceso de consolidación de la base de datos, algunas veredas no lograron ser homogenizadas entodas las bases de datos, en este sentido, se procedió en un proceso de depuración borrando las veredassin información completa.76 Estas variables dummies por zonas no exhaustivas entre ellas, es decir, existen algunas veredas lascuales no se logró definir territorio, esto hace que las tres variables no sean linealmente dependientes.

954.2.2. Resultados empíricosLas estimaciones se realizaron a través de mínimos cuadrados ordinarios para 653 veredas dela subregión de Urabá. Todas las estimaciones fueron corregidas por clúster de municipio, loque garantiza errores robustos. Los efectos fijos se hacen a dos niveles: municipales ycorregimiento, siendo los segundos los que capturan en mayor proporción las característicasno observadas 77 . Cada uno de los modelos, cumplen con los supuestos básicos,específicamente sobre los residuales que hacen posible la aplicación de la técnica 78 . La tabla 5muestra los resultados para las tres diferentes aproximaciones a las estructuras de propiedad.En general, los resultados y magnitudes de los parámetros son estables a través de lainclusión de nuevos controles y, específicamente, con la introducción de los efectos fijos porcorregimiento, lo cual implica robustez en las relaciones.Existen dos comportamientos que llaman la atención en los resultados. En primer lugar, losresultados sugieren una relación positiva entre los tamaños y número de predios porpropietario y las zonas en disputa por las FARC y las AUC en el sur, haciendo que las veredasdonde se presentó dicho conflicto los propietarios tienen en promedio predios 4.9% másgrandes y 41% más predios. En el caso de la zona histórica de las FARC, se encuentra uncomportamiento particular, ya que los propietarios en promedio tienen predios máspequeños (-5%) pero mayor número de predios (35.6%). Para la zona denominada de controlterritorial definido, solo es significativa en el número de predios indicando que en promedioexiste un menor número de predios por propietario. En la variable de informalidad en latenencia de la tierra, solo es significativa las zonas históricas de las FARC donde, en promedio,existe un 14% más de informalidad.Ahora bien, en cuanto a las demás variables control, las veredas con mayor desplazamientoforzado presentan un menor número de propiedades por propietario (-59%), por su parte, lasveredas que recibieron a los desplazados tiene menor número y tamaño de predios.Finalmente, los resultados sugieren que las veredas que están a orilla del mar tiene, enpromedio, menor número y tamaño predios por propietarios, además, la distancia hacia elmar incrementa la informalidad en la tenencia de la tierra.Aunque los resultados son robustos, futuros trabajos deberían incluir mayor número decontroles a nivel veredal que permitan validar y contrastar los resultados aquí presentados.77 La división política de los municipios es: municipio, corregimiento y vereda; siendo esta última lamínima división para cada municipio.78 Para controlar la varianza y la magnitud de los parámetros se presenta el modelo en logaritmos.

Tabla 5. Resultados de las estimaciones.Log. Tamaño promedio predios porpropietarioLog. Número promedio predios porpropietarioÍndice de informalidad(I) (II) (III) (I) (II) (III) (I) (II) (III)Zona dominio territorial (si=1) -0.009 -0.007 -0.001 -0.259 -0.198 -0.243** -0.093 -0.073 -0.067[0.016] [0.011] [0.024] [0.144] [0.155] [0.086] [0.060] [0.059] [0.066]Zona disputada AUC-FARC Sur (si=1) 0.049*** 0.047*** 0.049** 0.516*** 0.499*** 0.419** 0.048 0.038 -0.062[0.009] [0.012] [0.015] [0.098] [0.088] [0.127] [0.076] [0.081] [0.065]Zona disputada AUC-FARC Norte (si=1) 0.008 0.013 0.012 -0.032 -0.076 -0.087 0.060 0.020 0.084[0.025] [0.0240] [0.020] [0.379] [0.381] [0.243] [0.108] [0.098] [0.104]Zona histórica FARC (si=1) -0.040 -0.053** -0.043** 0.567** 0.505*** 0.356*** 0.140* 0.150** 0.142**[0.034] [0.020] [0.013] [0.173] [0.137] [0.088] [0.063] [0.057] [0.048]Distancia a la carretera (km) 0.006 0.0015 0.016 0.002 -0.010* -0.005[0.005] [0.0014] [0.021] [0.010] [0.0048] [0.003]Distancia al mar (km) -0.003 -0.001 0.005 0.008 0.007* 0.006*[0.002] [0.001] [0.010] [0.007] [0.003] [0.002]Vereda a orilla mar (si=1) -0.027** -0.062** -0.220* -0.434* 0.010 0.036[0.009] [0.020] [0.103] [0.228] [0.064] [0.112]Vereda a orilla de carretera (1) 0.017 0.002 0.159* 0.039 -0.073** -0.062Número de personas desplazadas mayor a140 personas (media) (si =1)[0.014] [0.018] [0.079] [0.136] [0.030] [0.046]-0.055*** -0.009 -0.700*** -0.592** 0.008 0.031[0.010] [0.013] [0.111] [0.198] [0.039] [0.023]Personas recibidas (si=1) -0.071*** -0.018** -0.762*** -0.595** 0.009 0.011[0.017] [0.007] [0.100] [0.212] [0.038] [0.027]Efectos fijos municipales Si Si Si Si Si Si Si Si SiEfectos fijos corregimiento No No Si No No Si No No SiObservaciones 653 653 653 653 653 653 653 653 653R-Cuadrado 0.076 0.101 0.335 0.155 0.194 0.377 0.166 0.186 0.340Log-verosimilitud 352.0 361.1 459.6 -777.8 -762.2 -678.1 23.06 30.66 99.42Errores robustos estimados por clúster de Municipio. * p

Capítulo V:Conclusiones y recomendaciones generales.La tierra como recurso clave cumple diversos papeles en distintos momentos en regiones conbaja urbanización, poca presencia del Estado y bondades económicas o geoestratégicas. Porun lado, es motivo de agravios que alimentan una sensación de inconformidad queposteriormente se convierte en la motivación para el nacimiento de un conflicto armado. Porotro lado, puede generar dinámicas de codicia bajo posibilidad de generar sistemasproductivos rentables para beneficio personal o de un grupo reducido, tales como:agricultura, la ganadería extensiva y el narcotráfico, entre otras actividades. Esto hace que seconvierta en un activo invaluable para los diferentes actores de la región, en especial, cuandola debilidad del Estado es aprovechada para generar un control territorial alterno al Estado.En este contexto, el desarrollo de mecanismos de transferencia de tierras legales o ilegales,que permitan la apropiación de territorio se vuelven esenciales en la consolidación deldominio territorial. Así, actores ilegales activan diferentes formas de apropiarse utilizandométodos como la violencia o las mismas fuerzas del mercado de tierras. De esta manera, loshechos violentos no son en sí mismo un mecanismo propiamente, sino que es acción queactiva o inhibe algunos de ellos. Los diferentes mecanismos corresponden, en su gran parte, ala naturaleza misma del actor, haciendo que la salida o entrada de un actor a la escena puedetener efectos sobre las dinámicas de la transferencia de tierra.Estas dinámicas han estado presentes en el Urabá Antioqueño, donde la abundancia derecursos naturales y una localización privilegiada han despertado el interés de diferentesactores ilegales que, aprovechándose de la debilidad del Estado, han generado unaconfiguración del dominio territorial en diferentes períodos donde la apropiación de la tierraaparece como un instrumento eficaz para garantizar el control y la persistencia del conflicto.Aunque la tierra ha sido históricamente un recurso abundante, fue utilizada como incentivoideológico (agravio) del conflicto pero que con la inmersión del narcotráfico, se transformó aun móvil económico y por tanto en codicia.La historia del conflicto en Urabá puede resumirse en cinco grandes períodos: una primeraetapa de confrontación, entre 1970-1991, el cual se caracteriza por la llegada de las guerrillasy el inicio de un conflicto por la tierra entre la colonización y procesos de invasiones quebuscaban consolidar las bases sociales de los grupos guerrilleros. Vino después un período detransición que inicia con la desmovilización del EPL y la consolidación de las FARC, finalizacon la llegada de las paramilitares. En este período surgen las masacres como un instrumentode guerra e inicia el desplazamiento como una manera de generar procesos de repoblamiento.El período siguiente entre 1995-2001, fue el más violente de la región, en donde se presentóun enfrentamiento entre el naciente proyecto paramilitar y las guerrilla de las FARC, la cualestaba consolidada por una estratega de acciones armadas en contra de las bases sociales y laconquista de territorio.

98Esta disputa, terminó con el repliegue de las FARC a las zonas montañosas a sus territorioshistóricos y la configuración de un dominio territorial de los grupos paramilitares. En esteperíodo, se consolida una reactivación productiva de la región por las nuevas condiciones deseguridad, esto permitió la aparición de mecanismos de transferencia de tierra que buscabanaprovechar el control de los gobiernos legales para ingresar a los mercados legales. Ladesmovilización de los grupos paramilitares termina este período, dando paso a unaemergencia casi natural de la criminalidad que estuvo subordinada y que comienza amanifestarse de distintas maneras y a reorganizarse, para aprovecharse de actividades comoel narcotráfico. El presente de Urabá, está marcado por un accionar de las BACRIM las cualescentran sus intereses en la codicia, abriendo la posibilidad de crear alianzas delictivas congrupos criminales como las FARC.A lo largo de los años la poca presencia estatal, tanto de su aparato coercitivo-militar como anivel institucional, han generado un ambiente de poca definición y protección de los derechosde propiedad sobre la tierra. En donde se facilita el funcionamiento de mecanismo detransferencia de tierra de orden legal e ilegal. Se identifican ocho mecanismos detransferencia de tierras: colonización, invasión, repoblamiento, titulación, mercado de tierras,despojo material, falsificación y suplantación, y venta forzada. Desde sus diferentesdimensiones de cada mecanismo: definición; agente que realiza la acción y beneficiario queobtiene provecho de esa acción; lógica interna o forma de operación; naturaleza, entendidacomo el carácter legal o ilegal, formal o informal; objetivos que se intentan alcanzar a travésdel mecanismo; e incentivos que hacen que éste sea deseable o estratégico.Estos mecanismos se adhieren a diferentes períodos y escenarios en el conflicto e historia dela región de Urabá. Algunos trabajan solos y otros secuencialmente en una cadena detransferencia de tierra. Aunque la violencia juega un papel importante en activar u obstruirlos mecanismos, no es un mecanismo en si mismo. Un ejemplo legal y sencillo de transferenciade tierra es cuando la tierra es titulada y se vende bajo las condiciones del mercado de tierras(el mecanismo de mercado de tierras): eso es un ejemplo ideal cuando se respetan losderechos de propiedad. Por su parte, un ejemplo cuando los mecanismos funcionansecuencialmente, es cuando la tierra empieza con la colonización como uno de los primerosmecanismos en la cronología histórica de la región. Después, podría pasar por variosprocesos: titulación por el Estado, venta por el mercado de tierras o despojo por los grupos almargen de la ley. Posiblemente, después de un despojo material por ejemplo, puede pasar porrepoblamiento, cuando la población regresa a la tierra baldía después del desplazamientoforzado. También, después de una venta legal, puede pasar por venta forzada o falsificaciónpara venderla otra vez. Esa cadena de mecanismos, en su mayoría ilegales, es posible debido ala falta de los derechos de propiedad.En Urabá se identifica el mecanismo de la titulación por parte del Estado y el mercado detierras como los mecanismos más recurrentes en los diferentes períodos históricos de laregión, asimismo, entre los mecanismos ilegales se destaca su aparición en los períodos dedominio territorial de algún grupo ilegal. En resumen, se tiene una historia con cambios en lasconfiguraciones del territorio que han determinado a su vez la aparición de mecanismos de

99transferencia de tierra que han modificado las estructuras de propiedad de la tierra actual enUrabá.La tierra rural en Urabá está distribuida fundamentalmente entre propietarios privados conpredios destinados a labores agropecuarias (68.16%), Comunidades indígenas y Negritudes(18.46%) y el Estado y sus instituciones (11.51%). La estructura de distribución de lapropiedad privada agropecuaria, se caracteriza por la concentración de la tierra entrepropietarios con más de 20 ha, en 2011, los medianos y grandes propietarios reúnen el49.35% y el 37.32% de la tierra a pesar que representan tan sólo el 26.82% y el 2.02% de lospropietarios, respectivamente. Por su parte, los microfundistas y minifundistas constituyen el31.74% y el 25.30% de los propietarios pero concentran el 1.33% y el 5.1% de la tierra.Urabá es la segunda subregión del Departamento de Antioquia con mayor desigualdad en ladistribución de la tierra tanto desde la perspectiva de propietarios como de hogares. Para2011 con un Gini de propietarios es de 0.8235 y hogares de 0.8926. Así mismo, en el período2006-2011 el porcentaje de predios sin matricula inmobiliaria en la base de se mantuvieronestables. En el 2006 el 36,87 % de los predios eran informales, mientras en 2011 el 34.21 %de los predios en Urabá poseían derechos de propiedad informales.Existen dos comportamientos que llaman la atención en los resultados. En primer lugar, losresultados sugieren una relación positiva entre los tamaños y número de predios porpropietario y las zonas en disputa por las FARC y las AUC en el sur, haciendo que en lasveredas donde se presentó dicho conflicto los propietarios tienen en promedio predios 4.9%más grandes y 41% más predios. En el caso de la zona histórica de las FARC, se encuentra uncomportamiento particular, ya que los propietarios en promedio tienen predios máspequeños (-5%) pero mayor número de predios (35.6%). Para la zona denominada de controlterritorial definido, solo es significativa en el número de predios indicando que en promedioexiste un menor número de predios por propietario. En la variable de informalidad en latenencia de la tierra, sólo es significativa las zonas históricas de las FARC donde, en promedio,existe un 14% más de informalidad.Ahora bien, en cuanto a las demás variables control, las veredas con mayor desplazamientoforzado presentan un menor número de propiedades por propietario (-59%), por su parte, lasveredas que recibieron a los desplazados tiene menor número y tamaño de predios.Finalmente, los resultados sugieren que las veredas que están a orilla del mar tienen, enpromedio, los propietarios tienen en promedio menor número y hectáreas, además, ladistancia hacia el mar incrementa la informalidad en la tenencia de la tierra.

1005.2. Implicaciones de política pública sobre tierra en UrabáLa debilidad del Estado aparece como un elemento central en la historia del surgimiento ypersistencia del conflicto armado en Urabá. Esto ha generado un ambiente de poca definicióny protección de los derechos de propiedad de la tierra que han permitido círculos de violenciadonde la tierra pasa de medio a fin, entre los diferentes actores. En este sentido, en el UrabáAntioqueño existe un reto de fortalecimiento y credibilidad del Estado, lo cual permitareconfigurar la confianza de una población que ha visto pasar diferentes estructuras dedominio territorial paralelas al Estado.En este proceso, la tierra tiene un papel fundamental en la reconstrucción de la efectividad dela relación Estado-Sociedad. Ya que gran parte del accionar de los diferentes grupos armadosen Urabá se concentró en el desarrollo de mecanismos de transferencia de tierra, lamodificación y la clarificación de los derechos de propiedad en la región es un instrumentoque permite que el ciudadano reconstruya su credibilidad sobre el Estado permitiendoreconstruir la hegemonía de las armas y la hegemonía de poder.Esta es una conclusión, que es transversal con el último Informe Nacional de DesarrolloHumano, el PNUD en donde se afirma: “Una política pública que tenga como miras […] ladisminución de conflictos […] requiere modificar la actual estructura de tenencia ydistribución de la tierra, con una activa intervención del Estado” (PNUD, 2011, p. 183).En la región de Urabá, existe un elemento particular al cual debe ponerse especial atención: Latitulación de tierras por parte del Estado. Este mecanismo de transferencia de tierra ha jugadoun papel importante en las estructuras de propiedad, la cual a su vez ha permitido queaparezcan otras formas de apropiación de forma ilegal. Más aún con los altos índices deinformalidad en la tenencia de la tierra, lo cual implica un proceso responsable con la historiade la región para generar procesos de titulación. Esto implica mejorar el acceso del ciudadanoa los servicios estatales, especialmente la titulación y la justicia.Todos estos procesos de fortalecimiento institucional, deben estar fundamentados en dosprocesos: seguridad y lucha anti-corrupción. De este modo, el Estado debe recuperar elmonopolio de las armas en la región, ante un escenario donde las nuevas estructurascriminales de las BACRIM y las alianzas con las FARC, pone un reto para evitar la reactivacióndel conflicto. Así, el reto a nivel de seguridad se centra en la capacidad de controlar gruposdiezmados y desarrollar mecanismos que permitan entender las nuevas formas deorganización empresarial de las BACRIM.Por último, la lucha anti-corrupción es la más clara muestra de reconstrucción de la eficienciadel Estado en la región. De manera, que se consoliden los procesos de reconciliación que selleva a cabo en la región y que no se permita una reactivación del conflicto. No obstante, laaplicación de la política de restitución de tierras trae nuevos retos en la reconfiguración delterritorio que serán tratados a continuación.

1015.2.1. El Futuro de Urabá: entre la restitución y la reconciliaciónEn un conflicto de largo aliento como el de Urabá, donde han operado mecanismos detransferencia de tierra de orden ilegal desde los años setenta, el diseño y aplicación de lapolítica de restitución de tierra exige una responsabilidad con la historia de cada una de lasparticularidades que se han configurado a través del tiempo. En este sentido, la generalizacióno criminalización a priori de los diferentes disputas por la tierra podría ser la motivación parala reactivación entre conflictos entre la misma población civil que, durante años ha sidovíctima del conflicto.Así, se deben crear unidades especializadas de la Fiscalía que investiguen y examinen cadauna de las reclamaciones para determinar la serie de propietarios, tenedores y ocupantes quehan pasado por el terreno en disputa y los mecanismos de transferencia de tierras que hanoperado en él para así acercarse a una respuesta más acertada y justa a la pregunta: “¿A quiénrestituyo?”. Es decir, se debe hacer un análisis minucioso y riguroso de la historia que haydetrás de un determinado predio. Es necesario entender cómo se llegó a poseer la tierra, sihubo o no titulación, si fue víctima de los grupos al margen de la ley, y especialmente esatierra qué posibles intereses pueden suscitar en las bandas criminales, las FARC y en losnarcotraficantes; es hacer que la tierra deje de ser netamente instrumental y se convierta enuna reconfiguración de la legalidad de la región de Urabá.En este proceso, más que priorizar al que se alega como víctima o victimario, se debe primarla clarificación y la contextualización de los diferentes mecanismos de transferencia de tierraque operaron en un período con una configuración territorial definida. Esto reducirá laparticipación de intermediadores que hacen de la restitución un nuevo proceso devictimización a través de las vías del Estado.Con la restitución se debe de tratar de “[…] cerrar esa brecha que había entre las víctimas y lasinstituciones del estado porque para nadie era ajeno, pues la gente conocía que aquí la policíafue cómplice de los paramilitares, conocían al ejercito que fue cómplice de los paramilitaresen sacar la gente en asesinar la gente, que la fiscalía usted no podía ir allá a denunciar porqueen seguida el paramilitar tenia la denuncia en la mano [sic]” (Trabajo de campo, Entrevista08) es devolverla la confianza a la gente. Por tanto un gran reto es hacer una restituciónintegral, en la que todas las instituciones se sienten con la sociedad civil, con los campesinos eidentifiquen cuales son los móviles y cuáles son los intereses de los grupos al margen de la leysobre estas tierras, es empezar a cortar los vínculos que hay ente las tierras y el narcotráfico.Es un trabajo coordinado entre las diferentes instituciones estatales, a quienes le concierneeste tema. Se trata entonces que “[…] la defensoría del pueblo [tenga una] estructura quepermita una relación directa, por ejemplo entre el ministerio público y la víctima en la defensay la representación judicial de sus intereses […]” (Trabajo de campo, Entrevista 04). Esfortalecer estas entidades, que el ciudadano pueda denunciar y adelantar su proceso de

102reclamación, ya que por muchos años “[…] se perdió la confianza de la población frente a lasinstituciones, partiendo desde eso porque un campesino no se atreve a denunciar un bandidode esos, porque lo detiene y lo sueltan a los tres días y hasta le dicen quien fue que le dio dedo,hay mismo van y lo matan, así de ese tamaño andan en Urabá hoy, entonces la situación estámuy complicada” (Trabajo de campo, Entrevista 09).Por tanto lo importante es consolidar el Estado desde lo local (Duncan, 2004), es evitar quelos GML se apropien del Estado en regiones como esta. Es volver a “[…] a poner las basesmilitares en los sitios estratégicos, que hoy los tienen en las brigadas [sic]” (Trabajo de campo,Entrevista 09), así como establecer “[…] una comisión de fiscales especializados en Urabá quevivan en la brigada o en el batallón o en la base de los policías pero que estén ahí, porseguridad para poder hacer toda la condena de esos bandidos que están allá [sic]” (Trabajo decampo, Entrevista 09), es volver a hacer una presencia en la zona, acompañada defuncionarios adecuados y transparentes pero que sobretodo que conozcan la complejidad dela región donde “la tierra es de todos”.

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110AnexosA1. Protocolo de contactoNúmero de llamadas: 2 1. Contacto 2. Confirmación de la entrevista1. Saludo: Muy buenos días/tardes.2. Le habla _________________ de la Universidad EAFIT. En este momento laDecanatura de Ciencias y Humanidades de la Universidad está adelantando unainvestigación sobre el manejo de tierras y el conflicto en Urabá, llamada: ‘losefectos de concentración de la tierra y la violencia en Urabá’ de la cual yo hagoparte del equipo de trabajo.3. Lo estamos llamando porque quisiéramos contar con su participación en lainvestigación ya que (Usted, su fundación, su organización, empresa) ha sidoimportante dentro de la región de Urabá por estas razones…(documentarse que aquién vamos a entrevistar qué hace, cómo, dónde y por qué es importante paranosotros).4. La idea es que nos podamos reunir para conversar de 30 a 45 minutos, y que noscuente sobre lo que pasó en Urabá y porqué esta región es tan importante cuandouno habla de tierras y de conflicto interno. Queremos que nos ayude a entenderesta situación desde su perspectiva como (víctima, empresa, actor una vez activoen el conflicto, organización no gubernamental).5. Quedamos entonces para la fecha: ______ hora: _____. De todas maneras yo levuelvo a llamar para confirmar la cita.6. Muchas gracias por su tiempo. Que tenga un feliz día/tarde.

111A2. Guías de entrevistasSociedad civil, organizaciones no gubernamentales y entes estatalesContactos:Información anónimaPreguntas:1. ¿Qué hace su fundación/ asociación?2. ¿Cuáles han sido los logros de su organización en la región de Urabá?3. ¿Cuáles han sido las dificultades que han enfrentado en cuanto a temas de conflictoarmada, la tierra, desplazamiento y violencia?4. ¿Puede decirme cómo la gente ha perdido sus tierras, es decir, cómo los grupos almargen de ley se apropiaron de ciertos territorios?5. En la investigación que hemos adelantado, se ha visto que hubo desplazamiento,masacres, compra de tierras por precios irrisorios, testaferrato, entre otros comomecanismos para apropiarse de la tierra, ¿qué opina Usted de estos?6. ¿Cómo veía Usted al EPL, FARC, AUC y ahora a las BACRIM? Y ¿Cuál era su relacióncon ellos? ¿Cuáles fueron los motivos de cada uno en relación a la tierra?7. ¿Qué cree Usted que es el incentivo de estos grupos al margen de la ley (GML) paraejercer control sobre Urabá?8. ¿Por qué cree Usted que la tierra es importante para los GML?9. ¿Qué papel juega la tierra dentro del conflicto interno en Urabá?10. ¿Por qué Urabá y no otras zonas del departamento? ¿Qué tiene las tierras de Urabáque no tienen otras?11. ¿En su opinión, porque cree que las compañías privadas (y/o multinacionales y sussubsidiarios Colombianos) vienen a Urabá, en vez de otras regiones, para hacernegocios (invertir plata, energía, tiempo)? ¿Qué papel tienen ellas en relación alconflicto, la apropiación de la tierra, los GML hoy? ¿Tuvieron un papel en esteproceso antes de hoy…desde los años sesenta?12. ¿Qué cree Usted de la Ley de Víctimas? ¿Qué le falta a esta ley? ¿Cree que va serexitosa?13. ¿Cree Usted que la tierra fue un medio o fin para los GML?14. ¿Cuál es el papel de su fundación o asociación en este problemática? ¿Cuálesproyectos y eventos tienen y a cuantas personas les ayudan?15. ¿Cuáles riesgos de la seguridad tiene su organización? ¿Ustedes habíanamenazados por los GML?16. ¿Considera algunas fechas que hayan marcado la vida de los habitantes de Urabá?¿Un especia de antes y un después?17. ¿Cómo estaría Urabá si los AUC no se hubieran desmovilizado?18. ¿Cuál cree Usted que es la salida del conflicto? ¿Cómo se ve el futuro de Urabá?

11219. ¿Qué piensa sobre el narco-tráfico en la región…y que es el papel de la tierra eneste sentido?20. ¿Cuál es el o los municipios que más han sufrido con el conflicto interno?21. ¿Cuáles han sido los cambios más grandes con tiempo en la región con respecto ala tierra y la seguridad?Empresarios y sector productivoContactos:Información anónimaPreguntas:1. ¿Cómo podría Usted describir la estructura productiva de Urabá?2. ¿Cuáles cree Usted que son los principales retos para el desarrollo de estaestructura productiva?3. ¿Podría Usted delimitar cuáles elementos sociales, culturales y políticos sirvieronpara la consolidación de esta estructura productiva?4. ¿Cuál es el papel histórico de la tierra en los proyectos productivos de la región?5. ¿En la producción bananera qué papel tiene la tierra?6. ¿Usted cree que la estructura productiva de Urabá ha estado por fuera del conflictoarmado?7. ¿Cuáles han sido los mecanismos de protección del sector productivo en contra dela violencia en Urabá?8. ¿Cree Usted que la unión entre empresas y sindicatos ayudó a disminuir los efectosde la violencia sobre la producción?9. ¿En la desmovilización del EPL, uno de las actividades de reinserción fue lainserción en actividades productivas, cree Usted que esto podría pasar con elproceso de reinserción y la Ley de Víctimas?10. ¿En la Cadena de Valor de la producción, en cuál de los elementos cree Usted que latierra juega un papel preponderante?11. ¿Desde el sector productivo, cómo ve Usted la nueva Ley de Víctimas,específicamente, las políticas de restitución de tierras?Actores armadosContactos:Información anónimaPreguntas:1. ¿Cuál era el papel de la tierra para Ustedes: un botín de guerra para repartir comopago, un forma de financiar el conflicto, el fin que buscaban al organizarse yarmarse?

1132. ¿Por qué escogían los lugares y las tierras en las que realizaban despojos,invasiones y demás? ¿Lo hacían por su ubicación, por su potencial económico o porlas personas que las habitaban?3. ¿Qué formas tenían para apropiarse de tierras además del uso de la fuerza y lasamenazas (testaferrato, compra por suma irrisoria…)?4. ¿Quiénes eran las víctimas habituales del despojo?5. Según el lugar y el propietario, ¿Cómo cambiaban sus acciones? ¿Por qué se hacíanmasacras a veces y homicidios individuales en otras?6. ¿Cómo ve el origen y las acciones de los nuevos grupos armados que han surgidoen los últimos años (las BACRIM)?7. ¿Qué oportunidad de éxito tendrá la Ley de Víctimas y la restitución de tierras?¿Qué necesita para ser exitosa?8. ¿Cómo hubiera redistribuido la tierra si hubiera triunfado o si todavía estuvieracon presencia en el conflicto?

114A3. Estadísticas catastrales para los municipios de UrabaGráfico A3.1. Estructuras de propiedad por municipio.ApartadóArboletes

115CarepaChigorodóMurindóMutatá

116NecoclíSan Juan de UrabáSan Pedro de UrabáTurbo

117Gráfico A3.2. Estructuras de propiedad por municipio.ApartadóArboletes

118CarepaChigorodóMurindóMutatá

119NecoclíSan Juan de UrabáSan Pedro de UrabáTurbo

120Gráfico A3.3. Informalidad en la tenencia de la tierra en Urabá.ApartadóArboletes

121CarepaChigorodóMurindóMutatá

122NecoclíSan Juan de UrabáSan Pedro de UrabáTurbo