Argentina y Brasil: “Proyecciones Internacionales, Cooperación Sur-Sur e Integración”ciones, y los resultados que el país ha venido cosechando como producto <strong>de</strong> la diversificación <strong>de</strong> sumatriz energética –a pesar <strong>de</strong> formar parte <strong>de</strong> programas y leyes sancionadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la década <strong>de</strong>lsetenta y que las mismas hayan tenido más un fin energético estratégico que ambiental, al momento<strong>de</strong> su entrada en vigor–.Para completar el perfil emisor <strong>de</strong> Brasil, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que se trata <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los cinco estados máscontaminadores <strong>de</strong>l planeta y que, sin embargo, tanto sus emisiones per cápita, como el incrementoanual <strong>de</strong> sus emisiones totales, son bajos. Esto se explica porque más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> sus emisionesson causadas por el uso <strong>de</strong> la tierra.Algunas <strong>de</strong> las medidas que caracterizaron la gestión <strong>de</strong> Lula en la materia fueron: el Plan <strong>de</strong> Acciónpara Prevenir y Controlar la Deforestación en la Amazonia <strong>de</strong> 2004; el Plan Amazonia Sustentabley el Fondo Amazonia <strong>de</strong> 2006; el Plan <strong>Nacional</strong> <strong>de</strong> Cambio Climático en 2008; la ley nacional sobrecambio climático en 2009 –siendo el primer Estado en América Latina en generar una norma <strong>de</strong> estascaracterísticas–, y el Fondo <strong>Nacional</strong> sobre Cambio Climático en 2009, con un presupesto <strong>de</strong> 400millones <strong>de</strong> reales anuales, entre otros.Por su parte, la Argentina es un país en <strong>de</strong>sarrollo que históricamente conformó el bloque <strong>de</strong> negociaciones<strong>de</strong>l G77 + China en los <strong>de</strong>bates climáticos y es el veinticincoavo emisor <strong>de</strong> gases <strong>de</strong> efectoinverna<strong>de</strong>ro a la atmósfera (5).En el período 1990-2005 Argentina incrementó sus emisiones totales en un 40%, en un 20% las emisionesper cápita, y la intensidad <strong>de</strong> carbono en un 15% entre el año 2000 y 2005. A<strong>de</strong>más, el perfilemisor argentino estuvo dado, fundamentalmente, por la participación <strong>de</strong> dos sectores: el energéticoen un 45% en 2005, y el agrícola en un 40% en el mismo año. Por otro lado, se estima que lasemisiones en 2030 serán 105,95% superiores a las <strong>de</strong> 2005, lo que marca un crecimiento anual <strong>de</strong>l3%, y 184,16% mayores que en 1990 (Franchini, 2011).Todo indica que Argentina experimenta una clara y creciente carbonización <strong>de</strong> su matriz, lo cual atentacontra cualquier postura discursiva o compromiso efectivo <strong>de</strong> disminución <strong>de</strong> sus emisiones, aúncomo compromiso voluntario. Sin embargo, esta postura se ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> lado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el noventa, talcomo se señala en el apartado que sigue.142A partir <strong>de</strong> estos datos, nos interesa analizar la diplomacia climática argentina y las modificacionesque ésta ha experimentado en los tiempos recientes como producto <strong>de</strong> algunos simbronazos tanto<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n doméstico como externo. En tal sentido, hacemos una breve mención a los integrantes <strong>de</strong>las estructuras <strong>de</strong>cisorias, los compromisos internacionalmente asumidos vinculados al tópico y lasleyes que fueron <strong>de</strong>sarrolladas como una forma <strong>de</strong> dar respuestas internas a un tópico que arribó ala agenda nacional ambiental principalmente como resultado <strong>de</strong> las presiones e intereses foráneos(Estrada Oyuela, 2007).La diplomacia climática argentina reciente y algunos antece<strong>de</strong>ntesLa cuestión climática alcanzó un espacio, aunque marginal, en la agenda política argentina hacia ladécada <strong>de</strong>l noventa, fundamentalmente como producto <strong>de</strong> la Cumbre <strong>de</strong> la Tierra y en las vísperas<strong>de</strong> su celebración. Este tópico vino <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión por parte <strong>de</strong>l Vicecanciller embajador5- Climate Analysis Indicators Tool (CAIT), World Resources Institute, 2011, Version 8.0., Washington, DC.
Los vaivenes <strong>de</strong> la diplomacia climática argentina (1989-2011)Carlos Ortíz <strong>de</strong> Rozas, <strong>de</strong> nombrar al embajador Raúl Estrada Oyuela como Subdirector General <strong>de</strong>Organismos Internacionales <strong>de</strong> la Cancillería y <strong>de</strong> abocarse éste, entre otros tópicos, a las cuestionesambientales.Si bien existían estructuras burocráticas creadas con el fin <strong>de</strong> <strong>de</strong>linear una política ambiental doméstica,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la asunción <strong>de</strong>l tercer gobierno peronista, los cambios <strong>de</strong> funcionarios y <strong>de</strong> las estructurasque los contenían dificultó una única visión y una especialización en el tópico. Esto fundamentalmenteen el plano <strong>de</strong> la política interna (Bueno, 2010a).La diplomacia climática durante la década <strong>de</strong>l noventa estuvo esencialmente en las manos <strong>de</strong> EstradaOyuela, quien presidió las <strong>de</strong>legaciones argentinas en los foros multilaterales y en las conferenciasabocadas al tópico. A<strong>de</strong>más, en el marco <strong>de</strong> la negociación <strong>de</strong> la CMNUCC, fue coordinador <strong>de</strong>l Clusteron institutional Provisions and Final Clauses <strong>de</strong>l Intergovernmental Negotiations Comitee, y luego,Director <strong>de</strong>l Comité. Asimismo, en 1995 fue presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Grupo Especial <strong>de</strong>l Mandato <strong>de</strong> Berlín, loque implicó que se volviera uno <strong>de</strong> los principales negociadores <strong>de</strong>l Protocolo <strong>de</strong> Kyoto.Esto no sucedió sin roces con la burocracia <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> Ambiente, tal como queda reflejado enlos conflictos hechos públicos en la misma Cumbre <strong>de</strong> Río y otros episodios dados entre el embajadory la secretaria <strong>de</strong> Medio Ambiente, María Julia Alsogaray (6) .La “diplomacia <strong>de</strong>l embajador”(7) , no sólo selló la posición climática argentina durante más <strong>de</strong> unadécada, sino que le dio a Estrada Oyuela un prestigio internacional que es manifiesto en las actasy vi<strong>de</strong>os <strong>de</strong> las conferencias internacionales <strong>de</strong> alto nivel, brindándole la distinción <strong>de</strong> presidir granparte <strong>de</strong> los encuentros y las mesas <strong>de</strong> negociación más relevantes.Más allá <strong>de</strong> esta característica, la posición climática argentina <strong>de</strong>l noventa estuvo absolutamentemarcada por la lógica <strong>de</strong> la política exterior argentina en ésta época, es <strong>de</strong>cir, el alineamiento con lapotencia hegemónica, los Estados Unidos. Esto significó en la práctica, que la Argentina ensayara unrol <strong>de</strong> mediador entre la postura <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>sarrollados, fundamentalmente <strong>de</strong> Estados Unidos,y su reticencia a Kyoto y su grupo histórico <strong>de</strong> pertenencia, los países en <strong>de</strong>sarrollo nucleados en elG77.En este mismo tenor se encontró la elección <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Buenos Aires como se<strong>de</strong> <strong>de</strong> la IV Conferenciasobre Cambio Climático y las posiciones esbozadas por la Argentina. Se trató <strong>de</strong> un encuentro<strong>de</strong> relevancia por cuanto se realizó por primera vez una reunión COP en un país en vías <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo.El ofrecimiento <strong>de</strong> la Argentina como se<strong>de</strong>, fue realizado en el constante intento <strong>de</strong> adquirir una ciertacredibilidad respecto a su compromiso ambiental, al menos frente a la opinión mundial.1436- La <strong>de</strong>legación argentina en la Cumbre <strong>de</strong> Río <strong>de</strong> 1992 estuvo encabezada por el embajador Raúl A. Estrada Oyuela, negociadorprincipal ante las Naciones Unidas, a su vez acompañado por el entonces Subsecretario <strong>de</strong> Recursos Naturales, Humberto Rucchelli.Sin embargo, los medios <strong>de</strong> comunicación revelaron cómo la Argentina había estado representada por dos <strong>de</strong>legaciones con opinionesopuestas. El altercado se suscitó en el marco <strong>de</strong> la Cumbre, cuando Estrada presentó objeciones a la firma <strong>de</strong> la Carta <strong>de</strong> laTierra por la necesidad <strong>de</strong> modificar ciertos términos que comprendía se prestaban a malos entendidos. En ese momento, Ruchelli<strong>de</strong>sacreditó al negociador afirmando que la Argentina firmaría el documento sin objeciones. Estos hechos fueron ratificados porAlsogaray, así como por el Canciller Guido Di Tella al llegar al evento (Bueno, 2010a).7- Nos referimos a la “diplomacia <strong>de</strong>l embajador” haciendo alusión a la actividad emprendida en los foros internacionales por EstradaOyuela, quien <strong>de</strong>terminó las posiciones argentinas en la materia y un rol protagónico por parte <strong>de</strong>l país a través <strong>de</strong> una figurafuerte como la <strong>de</strong>l funcionario en las mesas <strong>de</strong> negociación. A<strong>de</strong>más y fundamentalmente, porque exceptuando momentos en loscuales fue contrariado por Alsogaray o el mismo Di Tella, tuvo el monopolio <strong>de</strong> la diplomacia climática argentina.
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