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Atlas de las Desigualdades

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ATLAS DE LAS DESIGUALDADESSOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR


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ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIOECONÓMICAS DEL ECUADORSENPLADESSecretaría Nacional <strong>de</strong> Planificación y DesarrolloAv. Juan León Mera No. 130 y Patria, Quito, EcuadorTel: (593) 2 3978900 / Fax: (593) 2 256332www.senpla<strong>de</strong>s.gob.ecSubsecretaría <strong>de</strong> Planificación Nacional, Territorial y Políticas PúblicasDirección <strong>de</strong> Políticas PúblicasEquipo consultor:Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UISA – Universidad Andina Simón Bolívar UASBCentro <strong>de</strong> Planificación y Estudio Social - CEPLAESCoordinación:Carlos Larrea Maldonado (UASB)Gloria Camacho Zambrano (CEPLAES)Elaboración <strong>de</strong> análisis:María Gloria Barreiro, Gloria Camacho Z., Carlos Larrea M., Mónica Maldonado A., Pablo Ospina P., Juan Samaniego F.Equipo técnico:Diego Andra<strong>de</strong>, Camilo Baroja R., William Ibáñez, Ana Isabel Larrea, Nicolás Larrea, Inés Luna, Mónica Maldonado, Cynthia MendozaFotografías:©Archivo SENPLADES, págs: 8, 15, 50, 67, 68, 96, 109, 116, 139 | ©Archivo UNIFEM, págs: 180 | ©Rómulo Moya Peralta, págs: 95,115, 163, 164 |©Gloria camacho Zambrano, págs: 4, 18, 49, 110, 140, 152, 179ISBN_978-9942-07-478-2Quito, 2013Agencias participantes: Alto Comisionado <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH) Alto Comisionado <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Entidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para la Igualdad <strong>de</strong> Género y el Empo<strong>de</strong>ramiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> Mujeres (ONU MUJERES) Fondo <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) Fondo <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas (UNFPA) Organización <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Organización <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) Organización Internacional para <strong>las</strong> Migraciones (OIM) Organización Panamericana <strong>de</strong> la Salud (OPS) Programa <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Programa <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU Hábitat) Programa Mundial <strong>de</strong> Alimentos (PMA)Nota:Las opinones vertidas en esta publicación son <strong>de</strong> respnsabilidad <strong>de</strong> sus autores y no representan el criterio institucional <strong>de</strong> la SENPLADES.Diseño y realización: TRAMA EDICIONES. 2013Correccion y ajuste <strong>de</strong> diegramación: Ing. Alejandro Aguirre SENPLADESJuan <strong>de</strong> Dios Martínez N34–367 y Portugal. Quito – Ecuador. Telfs.: (5932) 2246315 –2246317 / editor@trama.ec | www.trama.ecHecho en Quito, Ecuador. 2013


ContenidoPresentaciónIntroducciónFuentes y metodología51118Desarrollo social, <strong>de</strong>sigualdad y pobrezaEducaciónSalud y equidadViolencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeresMaltrato infantilEmpleo y seguridad socialTrabajo infantilUso <strong>de</strong>l tiempo en trabajo doméstico y <strong>de</strong> cuidadoVivienda21537199113119143155167Bibliografía184


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PresentaciónATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 5


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOREl Ecuador es un referente internacional por sus avances en términos <strong>de</strong> inclusióneconómica y social. Según la Comisión Económica para América Latina y El Caribe(CEPAL), el Ecuador es el país <strong>de</strong> América Latina que más rápidamente haconseguido reducir <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s. Un logro significativo en el continente más<strong>de</strong>sigual <strong>de</strong>l planeta.En pleno siglo XXI, con el grado <strong>de</strong> avance tecnológico que ha alcanzado la humanidad esinadmisible que siga existiendo pobreza y hambre en el mundo. La pobreza es la negación<strong>de</strong> la ciudadanía, pues no permite el ejercicio pleno <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. La <strong>de</strong>sigualdad y la pobrezason los principales obstáculos para alcanzar la sociedad <strong>de</strong>l Buen Vivir. Por ello, elGobierno Nacional ha colocado estos problemas como centrales en la Agenda Pública y seha fijado como meta para el año 2017 erradicar la pobreza extrema.Erradicar la pobreza significa remover sus raíces, eliminarla por completo <strong>de</strong> la vida social.Esto solamente es posible, atacando <strong>las</strong> causas <strong>de</strong>l empobrecimiento. La pobreza es principalmenteun problema político, fruto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad y <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> estructurassociales, políticas y económicas perversas que la reproducen y perpetúan. El sistema <strong>de</strong><strong>de</strong>sigualdad socioeconómica se refuerza constantemente por los procesos <strong>de</strong> exclusiónsocial por género, etnia, edad o condición <strong>de</strong> discapacidad.Para lograr alcanzar la ambiciosa meta <strong>de</strong> erradicar la pobreza extrema en el país es indispensableun análisis <strong>de</strong>sagregado <strong>de</strong> sus principales <strong>de</strong>terminantes y <strong>de</strong> sus expresionesterritoriales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. La <strong>de</strong>sigualdad también es territorial. Sibien los datos nacionales dan cuenta <strong>de</strong> los logros alcanzados en el país, no muestran <strong>las</strong>asimetrías territoriales ni <strong>las</strong> múltiples exclusiones y <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s que históricamente havivido el Ecuador.El <strong>At<strong>las</strong></strong> <strong>de</strong> <strong>las</strong> Desigualda<strong>de</strong>s Socioeconómicas <strong>de</strong>l Ecuador realiza un análisis histórico yterritorializado <strong>de</strong> los distintos tipos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad que han existido y todavía se mantienenen el país, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. Presenta los cambios <strong>de</strong>lEcuador en los últimos 20 años en educación, salud, vivienda, empleo digno, violencia <strong>de</strong>género y maltrato infantil.Se <strong>de</strong>muestra claramente que en el Ecuador estamos viviendo un cambio social inclusivoque combina reducción <strong>de</strong> pobreza, reducción <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad y aumento <strong>de</strong>l consumopor habitante. En períodos anteriores este tipo <strong>de</strong> cambio social era inexistente. Más aún,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ámbito <strong>de</strong> la investigación internacional comparada, son pocos los países en elmundo que logran combinar acertadamente los tres factores mencionados. Ecuador loha logrado, y por ello es fundamental mantener esta perspectiva revolucionaria <strong>de</strong> cambiosocial.Des<strong>de</strong> la noción <strong>de</strong>l Buen Vivir se construyó un Índice <strong>de</strong> Desarrollo Social con 19 indicadoresque <strong>de</strong>scriben cómo vivíamos en 1990 y cómo estamos ahora. El estudio <strong>de</strong>muestra unprogresivo aumento en la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los ecuatorianos y ecuatorianas entre 1990 y2010. Sin embargo, el mejoramiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones sociales es mucho más acelerado


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 9Tanto el marco constitucional como el Plan Nacional <strong>de</strong> Desarrollo consi<strong>de</strong>ran a la reducción<strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s como un elemento indispensable para alcanzar el Buen Vivir. Paralograr este objetivo estratégico es indispensable que el país priorice su atención y recursosen <strong>las</strong> personas y los grupos más rezagados <strong>de</strong> la sociedad y en los lugares en don<strong>de</strong> éstosse encuentran. Para ello, a su vez, los Estados precisan disponer <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> informaciónestadística e indicadores orientados a medir <strong>las</strong> brechas en el disfrute <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos ya<strong>de</strong>cuadamente <strong>de</strong>sagregados para i<strong>de</strong>ntificar a <strong>las</strong> personas y grupos <strong>de</strong> atención prioritaria,con sus respectivas ubicaciones territoriales; los avances y los retos pendientes, <strong>de</strong>acuerdo con el grupo poblacional y su localización geográfica. Únicamente sobre la base<strong>de</strong> esta información se podrá orientar la formulación e implementación <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas, asícomo evaluar su impacto en la reducción <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s.Es en este contexto que se enmarca este <strong>At<strong>las</strong></strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s socio-económicas <strong>de</strong>lEcuador que, a nuestro juicio, constituye un aporte <strong>de</strong> proporciones continentales a laconstrucción <strong>de</strong> una nueva métrica para <strong>las</strong> políticas públicas y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unaperspectiva <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos.Este innovador instrumento técnico, visual y <strong>de</strong> fácil manejo constituye un complemento<strong>de</strong> suma importancia para la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones y para la generación <strong>de</strong> política públicaque permitan avanzar en la implementación <strong>de</strong> los mandatos constitucionales. Su utilizaciónilustrará la continua voluntad <strong>de</strong>l gobierno ecuatoriano <strong>de</strong> construir una sociedadmás justa, en la cual el ejercicio <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos sea el <strong>de</strong>nominador común <strong>de</strong> los habitantes<strong>de</strong> este país.Esperamos que esta herramienta, a cuyo <strong>de</strong>sarrollo el Sistema <strong>de</strong> <strong>las</strong> Naciones Unidas enel Ecuador tuvo el privilegio <strong>de</strong> contribuir técnica y financieramente, se convierta en un referenteindispensable para la formulación y seguimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas <strong>de</strong>l país —yun ejemplo a seguir en otros países— <strong>de</strong> manera que permita cumplir con la necesidad <strong>de</strong>priorizar la atención y los recursos en aquellos grupos y regiones que están más rezagados,así como sostenerla en aquellos en los que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ya, se registran avances importantes enla reducción <strong>de</strong> brechas.Diego ZorrillaCoordinador Resi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> <strong>las</strong>Naciones Unidas en el Ecuador


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IntroducciónATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 11


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOREl sistema nacional <strong>de</strong> inclusión y equidad social es elconjunto articulado y coordinado <strong>de</strong> sistemas, instituciones,políticas, normas, programas y servicios que aseguran elejercicio, garantía y exigibilidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos reconocidosen la Constitución y el cumplimiento <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong>lrégimen <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo.(Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong>l Ecuador, Art. 340)Desigualdad y discriminaciónLa sociedad ecuatoriana constituida por una diversidad<strong>de</strong> culturas, que se expresan a través<strong>de</strong> los pueblos mestizo, afroecuatoriano, montubio,nacionalida<strong>de</strong>s indígenas e inmigrantes<strong>de</strong> varios países, caracterizan la heterogeneidad cultural,la pervivencia <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> vida, cosmovisiones yprácticas socioculturales múltiples.Históricamente la estructuración y formación social <strong>de</strong>valores <strong>de</strong> la sociedad ecuatoriana, en es resultado <strong>de</strong> laimposición <strong>de</strong> la cultura occi<strong>de</strong>ntal euro céntrica, a través<strong>de</strong> la conformación <strong>de</strong> la sociedad colonial y republicana,<strong>de</strong> <strong>las</strong> que se han heredado, características, representacionessociales simbólicas y juicios <strong>de</strong> valor positivos ynegativos. Entre los aspectos negativos está la pervivencia<strong>de</strong> una matriz colonial marcada por relaciones <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r y jerarquías sociales que se manifiestan en actitu<strong>de</strong>sy comportamientos racistas, xenofóbicos, sexistas,es <strong>de</strong>cir, discriminatorios en general. El mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo económico neoliberal, aunque amparado enla <strong>de</strong>mocracia liberal que pregona la libertad individuale igualdad <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, profundizó <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>spor razón <strong>de</strong> género, ciclo <strong>de</strong> vida, discapacidad, origennacional o étnico. Es así como, la diversidad se convierteen sinónimo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad en tanto que, distintosgrupos humanos se quedan rezagados <strong>de</strong> los procesos<strong>de</strong> inversión pública para el “<strong>de</strong>sarrollo”, son excluidos<strong>de</strong> los recursos y beneficios ofertados por el Estado y<strong>de</strong>scalificados por los sistemas educativos, económicos,culturales, <strong>de</strong> participación política, entre otros.La discriminación y exclusión se expresan en <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>so brechas sociales, culturales y económicas, y sereproduce mediante mecanismos y prácticas colonialesprofundamente arraigadas en la formación social ecuatoriana.La <strong>de</strong>sigualdad en el trato, en los procedimientos,en <strong>las</strong> leyes y en el disfrute <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos permite que semantengan privilegios y jerarquías sociales y patrones culturalesque impi<strong>de</strong>n la construcción <strong>de</strong> una sociedad plurinacionale intercultural horizontal inclusiva, con igualdad<strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s y garantías. Los indicadores socialesdan cuenta <strong>de</strong> que pese al avance significativo en la superación<strong>de</strong> la pobreza, y en el ejercicio <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos comola salud, la educación, el empleo, la vivienda, la seguridadsocial <strong>de</strong> la población en general, <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s semantienen, es <strong>de</strong>cir, que los grupos más rezagados siguensiendo <strong>las</strong> mujeres, la población indígena, afroecuatorianay montubia, y <strong>las</strong> personas con discapacidad.En la vida cotidiana la discriminación y exclusión se expresanen el acto consciente o inconsciente <strong>de</strong> diferenciación,distinción, segregación, restricción, invisibilizacióny separación a personas, grupos o culturas, en basea criterios y juicios <strong>de</strong> valor negativos que se construyensocialmente. La discriminación es una situación enla que una persona, grupo <strong>de</strong> personas o culturas, sontratados <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>sfavorable y negativa, por su origene i<strong>de</strong>ntidad cultural, color <strong>de</strong> la piel, orientación sexual,religión, pobreza, edad, discapacidad, género, movilidadhumana. Dicha discriminación estimula la <strong>de</strong>sigualdad,exclusión, inequidad y pobreza.La discriminación implica un trato diferencial al “otro” u“otros”, asumiendo la supremacía <strong>de</strong> un grupo sobrelos <strong>de</strong>más. La discriminación se basa en relaciones <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r que colocan en posición <strong>de</strong> subordinación a <strong>las</strong>mujeres, a personas pertenecientes a nacionalida<strong>de</strong>s


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 13y pueblos indígenas, afroecuatorianos y montubios, apersonas con discapacidad, inmigrantes irregulares yrefugiados, personas GLBTI (Orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad<strong>de</strong> género distinta), niños-niñas y jóvenes. Si bien<strong>las</strong> distintas formas <strong>de</strong> discriminación reciben <strong>de</strong>nominacionesespecíficas, -adulto centrismo cuando se <strong>de</strong>scalificaa los niños-as y adolescentes; xenofobia cuandose <strong>de</strong>scalifica a extranjeros, etnocentrismo cuando se<strong>de</strong>scalifica a pueblos y nacionalida<strong>de</strong>s originarias; sexismo,machismo o misoginia cuando se <strong>de</strong>scalifica a <strong>las</strong>mujeres; homofobia y transfobia cuando se <strong>de</strong>scalifica a<strong>las</strong> personas por su i<strong>de</strong>ntidad u orientación sexual no heterosexual-,el término discriminación es genérico y seráel que se emplee a lo largo <strong>de</strong>l documento.La Constitución Ecuatoriana consigna el concepto <strong>de</strong>discriminación mediante prohibición <strong>de</strong> distinciones irrelevantes,arbitrarias, no razonables o injustas, dirigidas ala negación <strong>de</strong>l goce, disfrute y tutela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>grupos o personas. La discriminación es contraria al principiofundamental <strong>de</strong> la igualdad recogida en el Art. 11.2<strong>de</strong> nuestra Constitución “Nadie podrá ser discriminadopor razones <strong>de</strong> etnia, lugar <strong>de</strong> nacimiento, edad, sexo,i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género, i<strong>de</strong>ntidad cultural, estado civil, idioma,religión, i<strong>de</strong>ología, filiación política, pasado judicial,condición socio-económica, condición migratoria, orientaciónsexual, estado <strong>de</strong> salud, portar VIH, discapacidad,diferencia física; ni por cualquier otra distinción, personalo colectiva, temporal o permanente, que tenga por objetoo resultado menoscabar o anular el reconocimiento,goce o ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos. La ley sancionará todaforma <strong>de</strong> discriminación…”El principio <strong>de</strong> no discriminación se traduce en la prohibiciónpara el Estado, así como para <strong>las</strong> personas engeneral <strong>de</strong> realizar acciones u omisiones que representen<strong>de</strong>sigualdad en el trato, los procedimientos o <strong>las</strong> leyesy que tengan como resultado la discriminación <strong>de</strong><strong>las</strong> personas. Este principio es la columna vertebral <strong>de</strong>los sistemas <strong>de</strong>mocráticos y otorga sentido a la noción<strong>de</strong>l Ecuador como país <strong>de</strong> justicia y <strong>de</strong>rechos, orientadoal Buen Vivir <strong>de</strong> todas y todos los ecuatorianos. Esasí como en este sentido, Ecuador ha incorporado todossus ciudadanos en su legislación interna el contenidonormativo <strong>de</strong> la legislación internacional respectoa la no discriminación y que consta en: la DeclaraciónUniversal <strong>de</strong> los Derechos Humanos, el Pacto Internacional<strong>de</strong> Derechos Civiles y Políticos, la ConvenciónAmericana <strong>de</strong> Derechos Humanos, la Convención Internacionalsobre la Eliminación <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> formas <strong>de</strong>Discriminación Racial, la Convención para la eliminación<strong>de</strong> todas <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> discriminación contra <strong>las</strong> mujeres,la Convención Internacional <strong>de</strong> los Derechos <strong>de</strong>lNiño, la Convención Interamericana para la Eliminación<strong>de</strong> todas <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> Discriminación contra <strong>las</strong> Personascon Discapacidad, la Convención Internacionalsobre los Derechos <strong>de</strong> <strong>las</strong> Personas con Discapacidad,la Declaración sobre la eliminación <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> formas<strong>de</strong> intolerancia y discriminación fundadas en la religión o<strong>las</strong> convicciones, los Principios <strong>de</strong> Yogyakarta , la Declaraciónsobre orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género <strong>de</strong><strong>las</strong> Naciones Unidas, los Convenios 100 y 111 <strong>de</strong> la OITy el Convenio <strong>de</strong> la UNESCO <strong>de</strong> 1960.Según la Declaración Universal <strong>de</strong> los Derechos Humanos,“Todos los seres humanos nacen libres en dignidad y<strong>de</strong>rechos….Toda persona tiene los <strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>sproclamados en esta Declaración, sin distinción alguna<strong>de</strong> raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o <strong>de</strong>cualquier otra índole… Todos tienen <strong>de</strong>recho a igual proteccióncontra toda discriminación que infrinja esta Declaracióny contra toda provocación a tal discriminación…”La Constitución al <strong>de</strong>finir en su Art. 1 al Estado ecuatorianocomo un “Estado constitucional <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos yjusticia, social, <strong>de</strong>mocrático, soberano, in<strong>de</strong>pendiente,unitario, intercultural, plurinacional y laico”, hace el reconocimiento<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> nacionalida<strong>de</strong>s y pueblosdiversos con sus propias formas <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el mundoe i<strong>de</strong>ntidad cultural, y la participación conjunta en todas<strong>las</strong> instancias <strong>de</strong> la vida política, económica, social y cultural<strong>de</strong>l país. El Ecuador es un país unitario en la diversidad,<strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en el disfrute <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos quese manifiestan <strong>de</strong> forma más drástica en <strong>las</strong> poblacionesindígenas, afroecuatorianas y montubias son contrariasa los postulados constitucionales, según los cuales <strong>las</strong>diferencias no pue<strong>de</strong>n ser factores <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad y discriminación.La Constitución <strong>de</strong>l 2008 refleja la igualdad ante la ley, laigualdad en el disfrute <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y la igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s,y consigna todas <strong>las</strong> posibles razones por <strong>las</strong>cuales se prohíbe la discriminación. El Art. 66.4 incluye a laigualdad y no discriminación como un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> libertady <strong>de</strong>sarrolla cada una <strong>de</strong> sus manifestaciones: igualdadformal, igualdad material y principio <strong>de</strong> no discriminación.La doctrina internacional <strong>de</strong> los <strong>de</strong>recho humanosconsi<strong>de</strong>ra a la igualdad y no discriminación como unsolo principio, en tanto que incluye dos nociones complementarias:1. la prohibición <strong>de</strong> la discriminación y,2. la necesidad <strong>de</strong> acciones especiales <strong>de</strong> protecciónorientadas a lograr la igualdad real o positiva. La pri-


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORmera noción incluye la prohibición <strong>de</strong> trato, normas oprocedimientos <strong>de</strong>siguales o diferenciados por razón<strong>de</strong>l sexo, la orientación sexual o religiosa, la condición<strong>de</strong> discapacidad, el origen nacional o étnico o la edad.La eliminación <strong>de</strong> barreras para <strong>las</strong> mujeres en el accesoa la carrera militar o policial es un ejemplo <strong>de</strong> la aplicación<strong>de</strong> esta noción. Para la disminución <strong>de</strong> brechas<strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad, la misma Constitución reconoce elmecanismo <strong>de</strong> acciones afirmativas. “El Estado adoptarámedidas <strong>de</strong> acción afirmativa que promuevan laigualdad real en favor <strong>de</strong> los titulares <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos quese encuentren en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad”.La segunda noción suele causar confusión, en tantoque justifica la implementación <strong>de</strong> medidas <strong>de</strong> protecciónespecial para favorecer a los grupos sociales excluidoshistóricamente. Con estas medidas diferencialesse busca igualar en los resultados. Un ejemplo claro son<strong>las</strong> regulaciones que obligan a contratar a un porcentaje<strong>de</strong> personas con discapacidad en <strong>las</strong> empresas privadasy organismos públicos. A<strong>de</strong>más, se ha logrado incluir aciudadanos que fueron excluidos históricamente <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechoal trabajo. Este trato diferenciado se justifica paraalcanzar la igualdad real o material en los resultados.La igualdad es un concepto normativo que <strong>de</strong>fine el <strong>de</strong>berser o i<strong>de</strong>al social, pero que está lejos <strong>de</strong> cumplirseen la realidad <strong>de</strong> países como el nuestro, marcado pordiferencias económicas y jerarquías sociales. “El principio<strong>de</strong> igualdad no se ocupa <strong>de</strong> lo que suce<strong>de</strong> en la realidad,sino <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>be suce<strong>de</strong>r a saber: que los seres humanos,sean cuales sean sus rasgos comunes o distintivos,<strong>de</strong>ben ser tratados como iguales” (Laporta, 1985) ydisfrutar <strong>de</strong> todos los <strong>de</strong>rechos que un Estado garantiza.Este principio da sentido al contenido y alcance <strong>de</strong> los<strong>de</strong>rechos consignados en la Constitución, <strong>de</strong> tal maneraque su aplicación <strong>de</strong>be llevar a que todas <strong>las</strong> personasdisfruten <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos consagrados como mandatoconstitucional. Para ello, <strong>las</strong> garantías normativas, jurisdiccionalesy <strong>de</strong> política pública posibilitan la exigibilidad<strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos.Las políticas públicas mediante <strong>las</strong> cuales se proveenbienes y servicios a la población <strong>de</strong>ben aplicarse en consonanciacon el principio <strong>de</strong> igualdad y no discriminación,<strong>de</strong> manera que no <strong>de</strong>jen a grupos sociales excluidos <strong>de</strong>los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo.En el Art. 85 <strong>de</strong> la Constitución se introducen dos nocionesrelacionadas con la igualdad y que consolidan la figura<strong>de</strong>l Ecuador como un Estado <strong>de</strong> justicia y <strong>de</strong>rechos,equidad y solidaridad.El numeral 1 <strong>de</strong>l artículo mencionado dice que <strong>las</strong> políticaspúblicas y la prestación <strong>de</strong> bienes y servicios seorientarán a hacer efectivo el Buen Vivir, y todos los <strong>de</strong>rechosse formularán <strong>de</strong> acuerdo con el principio <strong>de</strong> solidaridad.En el numeral 3, el Estado asume la garantía<strong>de</strong> la distribución equitativa y solidaria <strong>de</strong>l presupuestopara la ejecución <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas. La solidaridady la equidad, se plantearían como mecanismos redistributivosen favor <strong>de</strong> los grupos sociales rezagados en elejercicio <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos, o como medios para alcanzarla igualdad en los resultados. La solidaridad y la equida<strong>de</strong>n Estados con limitados recursos económicos, como elnuestro, permiten redistribuir la riqueza mediante la imposición<strong>de</strong> <strong>de</strong>beres u obligaciones al Estado o a los y <strong>las</strong>ciudadanas, en favor <strong>de</strong> personas o grupos humanos encondición <strong>de</strong> exclusión y <strong>de</strong>sigualdad.Des<strong>de</strong> el ámbito <strong>de</strong> lo público, la solidaridad adquiere unsentido especial. Consi<strong>de</strong>rando que una <strong>de</strong> <strong>las</strong> finalida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l Estado es garantizar el bienestar colectivo, éste tiene laobligación no sólo constitucional sino ante todo ética, <strong>de</strong>aten<strong>de</strong>r a <strong>las</strong> personas <strong>de</strong>sprotegidas que viven en situacionesadversas, <strong>de</strong> modo que se garanticen para el<strong>las</strong>condiciones dignas <strong>de</strong> vida y la realización <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos.Se entien<strong>de</strong>, entonces, que igualdad y equidad son dosdimensiones <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> justicia social (Garretón,1999). Por ejemplo, en términos <strong>de</strong> género, la equidadsupone que hombres y mujeres reciban en su justa proporciónlo que como seres humanos les correspon<strong>de</strong> <strong>de</strong>acuerdo con <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s y condiciones que les, impone<strong>de</strong>terminado contexto social y temporal.Por otra parte, la equidad adquiere un carácter políticoen la medida en que tiene un objetivo redistributivo (<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>sen el reparto <strong>de</strong> los recursos) y <strong>de</strong> reconocimiento(<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s socioculturales) (Villegas Arenas,2010). La equidad es un asunto político en la medidaen que inci<strong>de</strong> en el bienestar <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas; particularmente,en el mejoramiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones en quetranscurre la vida <strong>de</strong> los más <strong>de</strong>saventajados (Campbell,2002). Equidad entonces, significa justicia, dando a cadacual lo que le correspon<strong>de</strong>, reconociendo <strong>las</strong> condicioneso características específicas <strong>de</strong> cada persona o grupohumano. Reconocimiento <strong>de</strong> la diversidad sin quesignifique razón para la discriminación.Enfoques <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos para laigualdadEn el nuevo diseño institucional <strong>de</strong>l Estado, según el Art.156 <strong>de</strong> la Constitución, los Consejos Nacionales para laIgualdad son los órganos responsables <strong>de</strong> asegurar laplena vigencia y el ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos consagradosen la Constitución y en los instrumentos internacionales<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos. Para ello, estos Consejos ejerceránatribuciones en la formulación, transversalización,observación, seguimiento y evaluación <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticaspúblicas relacionadas con <strong>las</strong> temáticas <strong>de</strong> género, étnicas,generacionales, interculturales, <strong>de</strong> discapacidad y<strong>de</strong> movilidad humana. Estos Consejos <strong>de</strong>ben coordinarcon <strong>las</strong> entida<strong>de</strong>s rectoras y ejecutoras <strong>de</strong> la política ycon los organismos especializados en la protección <strong>de</strong><strong>de</strong>rechos en todos los niveles. En concomitancia conesto, el Art. 14 <strong>de</strong>l Código Orgánico <strong>de</strong> Planificación yFinanzas Públicas establece que <strong>las</strong> propuestas <strong>de</strong> políticasformuladas por los Consejos Nacionales <strong>de</strong> Igualdadse recogerán en agendas <strong>de</strong> coordinación intersectorialque han sido discutidas y consensuadas en los ConsejosSectoriales <strong>de</strong> la Política para su posterior ejecución.Si bien la nueva estructura institucional, respecto a losConsejos <strong>de</strong> Igualdad, aún no se ha consolidado, noobstante, algunos <strong>de</strong> los anteriores Consejos –CNNA,CDT, CODENPE, CONADIS– formularon <strong>las</strong> llamadasAgendas para la Igualdad, que colocan en el centro <strong>de</strong>atención a sujetos específicos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos: mujeres,


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 15personas con discapacidad, niños-niñas y adolescentesy pueblos y nacionalida<strong>de</strong>s indígenas.Des<strong>de</strong> una perspectiva teórica, es posible i<strong>de</strong>ntificar diversostipos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s. Aunque la realidad escompleja, en una misma persona o grupo <strong>de</strong> personaspue<strong>de</strong>n confluir varios tipos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s. Cuandola discriminación por razón <strong>de</strong> género, condición económicay étnica confluyen, encontramos lo que algunastratadistas han llamado “la trenza <strong>de</strong> la dominación”(Francke 1990). Las variantes <strong>de</strong> esta trenza pue<strong>de</strong>nincluir a personas afroecuatorianas, con discapacidad,<strong>de</strong> la tercera edad o personas refugiadas. Cuanto másvariantes concurran, más aguda será la exclusión y másbaja la posición que ocupan en la escala <strong>de</strong> jerarquíassociales, con lo cual pue<strong>de</strong> llegarse a niveles <strong>de</strong> extremavulnerabilidad. La Constitución en su Art. 35 reconocela necesidad <strong>de</strong> protección especial por parte<strong>de</strong>l Estado a personas que se encuentren en condición<strong>de</strong> doble vulnerabilidad, e i<strong>de</strong>ntifica a: personas adultasmayores, niñas, niños y adolescentes, personas condiscapacidad, mujeres embarazadas, víctimas <strong>de</strong> violenciadoméstica y sexual, entre otras.En suma, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que el Ecuador es un país <strong>de</strong>avanzada a nivel normativo, pues ha incorporado elprincipio y <strong>de</strong>recho a la igualdad y no discriminación. Noobstante, alcanzar la igualdad real en un escenario <strong>de</strong>enorme diversidad es un <strong>de</strong>safío pendiente que <strong>de</strong>mandaesfuerzos a nivel <strong>de</strong> la acción gubernamental, paragarantizar el disfrute <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos colectivos <strong>de</strong> todoslos ciudadanos, hombres y mujeres <strong>de</strong>l Ecuador.Inclusión socialLa inclusión social implica reconocer y valorar cada diferencia,respetar la diversidad y dar respuestas efectivas anecesida<strong>de</strong>s específicas para el disfrute <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosfundamentales en condiciones <strong>de</strong> igualdad. Ante la atávicay compleja gama <strong>de</strong> matices -culturales, sociales,educativos, económicos, legales, estructurales, relacionales,informativos y digitales- que han legitimado la <strong>de</strong>s-igualdad y la exclusión, con décadas <strong>de</strong> postergación, larestitución <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos es una obligación.La inclusión social pasa por <strong>las</strong> dinámicas que vinculan el<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s con el acceso a oportunida<strong>de</strong>sa lo largo <strong>de</strong>l ciclo vital, y con ello, el acceso al bienestar,a re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> relaciones y al ejercicio <strong>de</strong> la ciudadanía. Lainclusión; social lleva a <strong>de</strong>tectar <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s quecada sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos vive en sus procesos <strong>de</strong> inclusión,por ejemplo: más educación pero menos empleo,más acceso a información pero menos acceso a po<strong>de</strong>r,más consumo simbólico que no necesariamente se traduceen más consumo material. Las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s enel <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s y el acceso a oportunida<strong>de</strong>stiene aristas como: situación <strong>de</strong>l hogar <strong>de</strong> origen (poringresos familiares), la territorialidad (urbano-rural), entreotras condiciones que diferencian y segmentan, lo cualindica que <strong>las</strong> brechas <strong>de</strong> inclusión social se replican en<strong>las</strong> nuevas generaciones. Bajo esta óptica, la inclusiónsocial se constituye en el andamiaje para construir unaciudadanía plena, es <strong>de</strong>cir, titularidad efectiva <strong>de</strong> ciudadaníapolítica, civil y social, que implica la participaciónen <strong>de</strong>liberaciones, el acceso a activos, la afirmación <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntidad y la posibilidad <strong>de</strong> contar con re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> relacionesque ayudan a <strong>de</strong>sarrollar el proyecto <strong>de</strong> vida. Su finalidad:consolidar un Estado <strong>de</strong>mocrático, pluralista y laico(Plan Nacional para el Buen Vivir 2009 – 2013), en el quela igualdad sea <strong>de</strong> hecho y no solamente <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho;don<strong>de</strong> integridad y responsabilidad se amalgamen, tantopara exigir <strong>de</strong>rechos como para cumplir obligaciones.Des<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo humano, la inclusiónsocial pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rse como el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>spara el ejercicio <strong>de</strong> liberta<strong>de</strong>s (Sen, 1999).En la práctica, la inclusión implica i<strong>de</strong>ntificar a los sujetos<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos rezagados o excluidos, <strong>de</strong>l disfrute <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos,buscando <strong>de</strong> forma proactiva su inclusión socioeconómica, política y cultural. En este marco, la Constituciónen su Art. 35 visibiliza a varios <strong>de</strong> los colectivos,cuyos <strong>de</strong>rechos han sido tradicionalmente vulnerados ylos posiciona como grupos <strong>de</strong> atención prioritaria. Entreestos grupos están <strong>las</strong> personas con discapacidad, losniños, niñas y adolescentes, <strong>las</strong> mujeres embarazadas,víctimas <strong>de</strong> violencia intrafamiliar y sexual, entre otras.Para asegurar <strong>las</strong> obligaciones <strong>de</strong>l Estado en este campo,se crea el sistema nacional <strong>de</strong> inclusión y equidadsocial como el conjunto articulado y coordinado <strong>de</strong> sistemas,instituciones, políticas, normas, programas y serviciosque aseguran el ejercicio, la garantía y la exigibilidad<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos reconocidos en la Constitución y elcumplimiento <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo.


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ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORFuentes y metodologíaEste <strong>At<strong>las</strong></strong> se propone presentar, en un formato visualy accesible, los avances alcanzados en el <strong>de</strong>sarrollosocial en el Ecuador durante los últimos años, así como<strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales que todavía permanecen.Se analizan, principalmente, <strong>las</strong> dimensiones <strong>de</strong>educación, salud y nutrición, empleo, vivienda, pobrezae inequidad social.Las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s se estudian tomando en cuentala etnicidad, el sexo, los grupos <strong>de</strong> edad, elárea <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia (urbana o rural) y <strong>las</strong> regiones,así como la situación <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas con discapacida<strong>de</strong>s.Este enfoque conceptual se sustenta en lanecesidad <strong>de</strong> universalización <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos sociales.Las fuentes principales <strong>de</strong> información son los Censos<strong>de</strong> población y vivienda <strong>de</strong> 1982, 1990, 2001 y 2010; <strong>las</strong>Encuestas nacionales <strong>de</strong> hogares entre 2005 y 2011; <strong>las</strong>Encuestas <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> 1995 y 2006; laEncuesta nacional <strong>de</strong> relaciones familiares y violencia <strong>de</strong>género contra <strong>las</strong> mujeres, realizada en 2011 por el INEC,y la Encuesta ENDEMAIN <strong>de</strong> 2004. El procesamiento <strong>de</strong>la información ha incluido el empleo <strong>de</strong> varios métodosmultivariados, como regresión múltiple, análisis <strong>de</strong> componentesprincipales y análisis <strong>de</strong> aglomeración. Sin embargo,la información se presenta reduciendo al máximola complejidad estadística y en un lenguaje accesible alos lectores no especializados, y cuenta, a<strong>de</strong>más, conla ayuda <strong>de</strong> abundantes mapas. La información técnicacomplementaria se pue<strong>de</strong> encontrar en el CD adjunto aesta publicación.Se han seleccionado varios indicadores representativospara explorar <strong>las</strong> brechas sociales en <strong>las</strong> dimensiones<strong>de</strong>l estudio, como educación, salud, empleo y vivienda.Cada indicador proporciona una aproximación particularal tema, como lo hacen los indicadores <strong>de</strong> acceso al alcantarilladoo a la electricidad en vivienda. Para obteneruna visión global <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo en algunas dimensiones<strong>de</strong>l análisis, se han elaborado índices <strong>de</strong> síntesis, comolos índices <strong>de</strong> salud y vivienda. También se ha estimadoun índice <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social, a partir <strong>de</strong> 24 indicadores<strong>de</strong> distintas dimensiones. Todos estos índices han sidoelaborados empleando el método <strong>de</strong> los componentesprincipales.Tanto el análisis <strong>de</strong> componentes principales, comootras técnicas similares <strong>de</strong> análisis factorial, han sido ampliamenteempleados en la elaboración <strong>de</strong> indicadorese índices a partir <strong>de</strong> variables numéricas. Estas técnicasse proponen buscar un “factor latente o subyacente”, nosiempre directamente observable, a partir <strong>de</strong> sus distintasmanifestaciones en varias dimensiones sometidas alanálisis empírico. De esta manera, si la cobertura <strong>de</strong> losservicios <strong>de</strong> agua, electricidad, alcantarillado, recolección<strong>de</strong> basura, y el porcentaje <strong>de</strong> viviendas hacinadas, reflejan<strong>de</strong> varias formas la calidad <strong>de</strong> la vivienda en algunasciuda<strong>de</strong>s o parroquias, pue<strong>de</strong> construirse un índice apartir <strong>de</strong> el<strong>las</strong>, mediante una combinación lineal, o sumapon<strong>de</strong>rada <strong>de</strong> <strong>las</strong> mismas.El método <strong>de</strong> los componentes principales asigna pesosrelativos a cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> variables que contribuyena un índice, <strong>de</strong> tal forma que su representatividadsea máxima; en otras palabras, se obtiene el índice (primercomponente principal) que captura el máximo porcentajeposible <strong>de</strong> la varianza conjunta <strong>de</strong> <strong>las</strong> variablesoriginales. 1Este método ha sido empleado en la construcción <strong>de</strong> índices,particularmente en los casos en los que no existeun criterio <strong>de</strong> consenso entre los expertos o especialistas,sobre la importancia relativa <strong>de</strong> <strong>las</strong> variables o <strong>de</strong> <strong>las</strong>dimensiones que lo componen. El método proporcionamayor peso a <strong>las</strong> variables más altamente correlacionadascon el conjunto <strong>de</strong> variables restantes en el sistema.El <strong>At<strong>las</strong></strong> contiene una serie <strong>de</strong> mapas sobre indicadoressocioeconómicos <strong>de</strong>finidos por parroquias y proporcionaal lector información <strong>de</strong>tallada para la planificación yevaluación <strong>de</strong> políticas y proyectos a escala local. Lasparroquias son la división administrativa más pequeña enel país, y se espera que la disponibilidad <strong>de</strong> información1Matemáticamente, el índice se <strong>de</strong>fine como una combinación lineal <strong>de</strong> los indicadores quelo conforman.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 19<strong>de</strong>tallada para <strong>las</strong> parroquias rurales contribuya a fortalecera los Gobiernos Autónomos Desentralizados.Los censos no contienen información sobre <strong>las</strong> parroquiasurbanas, <strong>de</strong> forma que <strong>las</strong> cabeceras cantonalesaparecen como una “parroquia” en los mapas. En el<strong>At<strong>las</strong></strong>, por consiguiente, se c<strong>las</strong>ifican <strong>las</strong> unida<strong>de</strong>s territorialesmínimas con jurisdicción administrativa provenientes<strong>de</strong> los censos, agregando indistintamente parroquiasrurales y cabeceras cantonales, dada la imposibilidad <strong>de</strong>una mayor <strong>de</strong>sagregación. En los mapas, por ejemplo,<strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Quito y Guayaquil no aparecen divididasen parroquias urbanas. Con esta salvedad, el país estádividido en más <strong>de</strong> mil segmentos, proporcionando unainformación muy <strong>de</strong>tallada a escala local.La brecha social entre <strong>las</strong> áreas rural y urbana ha sidotradicionalmente amplia en el Ecuador, y su análisis esfundamental en este estudio. La división administrativa<strong>de</strong>l país <strong>de</strong>fine como ciuda<strong>de</strong>s a <strong>las</strong> cabeceras <strong>de</strong> cantón.Esta c<strong>las</strong>ificación no es la más a<strong>de</strong>cuada para unanálisis social <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s regionales porque,en primer lugar, en <strong>las</strong> principales ciuda<strong>de</strong>s como Quito yGuayaquil, han aparecido áreas urbanas gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong>l cantón, no necesariamente contiguas con <strong>las</strong> áreaspreviamente <strong>de</strong>finidas como urbanas, como en los casos<strong>de</strong> Cumbayá, Tumbaco, Nayón y otros centros enQuito. De acuerdo con el criterio político-administrativo,estas poblaciones se c<strong>las</strong>ificarían como rurales, aunquesu estructura social correspon<strong>de</strong> claramente a centrosurbanos. En segundo lugar, existen algunas cabecerascantonales <strong>de</strong> población muy reducida, que sociológicamentetienen características <strong>de</strong> pequeños pueblos integradosen un tejido social rural, con baja diversificacióneconómica.Se ha adoptado entonces, una <strong>de</strong>finición alternativa, quec<strong>las</strong>ifica como urbanos a todos los centros amanzanadoscon población superior a 5.000 habitantes, y comorurales a <strong>las</strong> áreas dispersas o a los poblados amanzanadoscon población menor a la mencionada. Esta<strong>de</strong>finición es in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la función <strong>de</strong> un núcleopoblado como cabecera cantonal.Varios estudios sobre la relación entre población y estructuraproductiva en <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Ecuador, comoel clásico estudio <strong>de</strong> Carrón y otras investigaciones <strong>de</strong>Larrea, 2 han guiado la adopción heurística <strong>de</strong>l límite <strong>de</strong>5.000 habitantes como el tamaño mínimo <strong>de</strong> los centrosurbanos (5.607 habitantes). Para ilustrar la pertinencia<strong>de</strong>l límite adoptado, observemos el caso <strong>de</strong>l poblado <strong>de</strong>Santa Isabel, en Azuay, que apenas superó los 5.000 habitantesen 2010. En este ejemplo, la agricultura apenasempleó al 11% <strong>de</strong> la PEA, mientras otras activida<strong>de</strong>s típicamenteurbanas evi<strong>de</strong>nciaron un alto grado <strong>de</strong> diversificaciónproductiva. La manufactura ocupaba el 6% <strong>de</strong>la PEA, el comercio el 23%, la construcción el 11%, y losservicios <strong>de</strong> educación y salud el 11%. En contraste, enel cantón El Pan <strong>de</strong> la misma provincia, cuya poblaciónen 2010 fue <strong>de</strong> 3.036 habitantes -y que fue c<strong>las</strong>ificadocomo rural <strong>de</strong> acuerdo con el criterio <strong>de</strong> este <strong>At<strong>las</strong></strong>-, laagricultura absorbía en ese mismo año el 59% <strong>de</strong> la PEA.En este caso, la diversificación productiva era baja.El Buen Vivir y la superación <strong>de</strong> <strong>las</strong>brechas socialesLa nueva Constitución <strong>de</strong>fine la noción <strong>de</strong>l Buen Vivir, osumak kawsay, como el fundamento para la planificaciónnacional y local hacia el <strong>de</strong>sarrollo. El Buen Vivir, basadoen la tradicional cosmovisión indígena <strong>de</strong> los pueblos andinosy amazónicos, se concibe como un proceso haciael mejoramiento participativo <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la vida, apartir no solamente <strong>de</strong> un mayor acceso a bienes y serviciospara la satisfacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s humanas,sino también <strong>de</strong> la consolidación <strong>de</strong> la cohesión social,<strong>de</strong> los valores comunitarios y la participación activa <strong>de</strong>individuos y comunida<strong>de</strong>s en <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones relevantespara la construcción <strong>de</strong> su propio <strong>de</strong>stino, sobre la base<strong>de</strong> la equidad y el respeto a la diversidad. Este procesose inscribe en una relación armónica con la naturaleza,don<strong>de</strong> la plena realización humana no pue<strong>de</strong> exce<strong>de</strong>r loslímites <strong>de</strong> los ecosistemas que la sustentan.Las necesida<strong>de</strong>s humanas integran <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s básicas<strong>de</strong> acceso a la educación, nutrición, salud, empleoy trabajo, vivienda y hábitat, incorporando a<strong>de</strong>más unaforma participativa <strong>de</strong> satisfacer<strong>las</strong>, en concordancia conlos <strong>de</strong>rechos humanos y en ausencia <strong>de</strong> discriminaciónpor etnicidad, cultura, género, grupos <strong>de</strong> edad, región<strong>de</strong> origen o resi<strong>de</strong>ncia, nacionalidad, creencias políticaso valores religiosos y culturales, estado <strong>de</strong> salud y capacidadfísica <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas.Este <strong>At<strong>las</strong></strong> propone una metodología para la evaluacióny el seguimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> brechas sociales, que puedapermitir la progresiva superación <strong>de</strong> <strong>las</strong> inequida<strong>de</strong>s enel país. Sus indicadores e índices han sido elaboradoscon el propósito específico <strong>de</strong> capturar a<strong>de</strong>cuadamente<strong>las</strong> distintas dimensiones <strong>de</strong> la inequidad social y suevolución en el tiempo. Esperamos que este esfuerzo seintegre en una metodología más amplia hacia la construcción<strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> monitoreo <strong>de</strong>l Buen Vivir, yadopte una nueva métrica para la construcción <strong>de</strong> unasociedad equitativa.2Carrón, José María. “El proceso <strong>de</strong> urbanización <strong>de</strong>l Ecuador 1950-1962”, en Carrión, Fernando(Comp.) El Proceso <strong>de</strong> Urbanización en el Ecuador (<strong>de</strong>l siglo XVIII al siglo XX) –Antología-. Quito, El Conejo – CIUDAD, 1986. Larrea, Carlos, “El proceso <strong>de</strong> urbanización <strong>de</strong>l Ecuador1960-1974”. en Carrión, Fernando (Comp.) El Proceso <strong>de</strong> Urbanización en el Ecuador (<strong>de</strong>l sigloXVIII al siglo XX) –Antología -. Quito, El Conejo – CIUDAD, 1986. Larrea, Carlos. “Urbanización yEstructura Social en el Ecuador: 1950-1982.” Quito: CIUDAD, documento no publicado, 1987.


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ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 21Desarrollo social,<strong>de</strong>sigualdad ypobreza


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORDesarrollo social, <strong>de</strong>sigualdad y pobrezaPor Carlos Larrea Maldonado<strong>de</strong>sarrollo nacional, erradicar la pobreza, promover el<strong>de</strong>sarrollo sustentable y la redistribución equitativa <strong>de</strong> losrecursos y la riqueza, para acce<strong>de</strong>r al Buen Vivir.”(Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong>l Ecuador, Art. 3, Lit. 5)Aunque el Ecuador ha logrado avances importantesen su <strong>de</strong>sarrollo social y económicodurante los últimos años, prevalecen aúncarencias significativas heredadas <strong>de</strong> una estructurasocial con gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s que se impuso<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la conquista hispánica. En 2011, el Ecuadorocupaba la posición 83 entre 187 países <strong>de</strong>l mundo, <strong>de</strong>acuerdo con el Índice <strong>de</strong> Desarrollo Humano <strong>de</strong>l PNUD.Su ingreso por habitante se encontraba todavía bajo lamedia latinoamericana 1 ; la pobreza afectaba al 35% <strong>de</strong> lapoblación nacional, y el coeficiente <strong>de</strong> Gini <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdadsocial en el ingreso personal era <strong>de</strong> 0,495 en 2010,valor consi<strong>de</strong>rado alto en el contexto internacional. A lolargo <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l Ecuador han prevalecido pronunciadas<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s regionales, étnicas y <strong>de</strong> género,que han afectado principalmente a la población indígenay afro ecuatoriana, <strong>las</strong> cuales <strong>de</strong> una u otra manera siguenvigentes como se muestra en el presente estudio.En esta sección introductoria se parte <strong>de</strong> una visión <strong>de</strong>conjunto, tanto sobre el cambio social durante los últimosaños, como sobre los retos que aún permanecen, particularmente,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social.El contexto económicoEl cambio social está condicionado por el crecimiento<strong>de</strong> la economía y por <strong>las</strong> políticas sociales y la magnitud<strong>de</strong> la inversión social. El Ecuador ha atravesado por variasetapas en su historia económica y social, con unasucesión <strong>de</strong> ciclos <strong>de</strong> crecimiento y crisis, como se observaen el Gráfico 1. Al “boom” petrolero (1972-1982)le sucedió un prolongado período <strong>de</strong> estancamientoeconómico y ajuste estructural, bajo los lineamientos<strong>de</strong>l llamado “Consenso <strong>de</strong> Washington”. La <strong>de</strong>clinacióneconómica <strong>de</strong> los años 1980 dio lugar a una breve reactivacióneconómica a inicios <strong>de</strong> la década siguiente,que no logró mantenerse y se revirtió con la profundacrisis <strong>de</strong> 1998 y 1999. Durante la primera década <strong>de</strong>lpresente siglo se restableció el crecimiento económico,y a partir <strong>de</strong> 2007 se han fortalecido la inversión socialy el rol <strong>de</strong>l Estado en la economía, bajo una nueva estrategia<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo que busca la transformación económicacon una mayor inclusión social, en un contexto<strong>de</strong> sustentabilidad.El <strong>de</strong>sarrollo social durante <strong>las</strong>dos últimas décadasPara explorar los cambios sociales con <strong>de</strong>talle, se hanprocesado varios indicadores <strong>de</strong> educación, salud, vivienda,empleo y pobreza para todas <strong>las</strong> parroquias <strong>de</strong>lpaís, empleando los Censos <strong>de</strong> población y vivienda <strong>de</strong>1990, 2001 y 2010. Los resultados se presentan en elCuadro 1, que diferencia <strong>las</strong> áreas rural y urbana, y seilustran también en el Mapa 1.El Índice Social Comparativo (ISC) permite evaluar elavance social en los dos intervalos censales, y ha sidoconstruido a partir <strong>de</strong> los 19 indicadores sociales para <strong>las</strong>parroquias <strong>de</strong>l Ecuador en 1990, 2001 y 2010, empleandoel método matemático <strong>de</strong> los componentes principales,que maximiza su representatividad. 2En general, los indicadores sociales mantienen una ten<strong>de</strong>nciaascen<strong>de</strong>nte entre 1990 y 2010. Sin embargo, duranteel primer intervalo censal, entre 1990 y 2001, el avancefue más lento que en el segundo período (2001-2010) enel cual el ritmo <strong>de</strong> mejoras casi se duplica. El mencionadoíndice ascendió <strong>de</strong> 55,2 a 60,4 puntos entre 1990 y2001, con un crecimiento <strong>de</strong>l 0,8% anual. En contraste, elcrecimiento entre 2001 y 2010 alcanzó el 1,3% anual, llegandoa un puntaje <strong>de</strong> 68,1 en el último año mencionado.1El Ecuador alcanzó un ingreso nacional bruto por habitante <strong>de</strong> 7.589 dólares PPA, frentea un promedio latinoamericano <strong>de</strong> 10.119 dólares, a precios <strong>de</strong> 2005. (PNUD, 2011).Consultadoen diciembre 2012 <strong>de</strong>: www.undp.org.2Los indicadores empleados para la construcción <strong>de</strong>l índice social comparativo son: escolaridad,alfabetismo, tasas netas <strong>de</strong> asistencia primaria, secundaria y superior, tasa <strong>de</strong>acceso a la instrucción superior, diferencias por sexo en alfabetismo y escolaridad, personalequivalente <strong>de</strong> salud, porcentaje <strong>de</strong> hijos muertos <strong>de</strong> madres entre 15 y 49 años,porcentaje <strong>de</strong> mujeres en la PEA, porcentaje <strong>de</strong> viviendas con agua potable, alcantarillado,recolección <strong>de</strong> basura, electricidad, pare<strong>de</strong>s apropiadas, piso apropiado, porcentaje <strong>de</strong>viviendas con menos <strong>de</strong> tres persona por cuarto y porcentaje <strong>de</strong> hogares con serviciohigiénico exclusivo. Los indicadores han sido previamente estandarizados, y el índice seha transformado a una escala entre 0 y 100 puntos. El índice social comparativo capturael 50,5% <strong>de</strong> la varianza total <strong>de</strong> los 19 indicadores que lo componen. El Índice tiene <strong>las</strong>iguiente fórmula: ISC = 0.904 * ESCOL24 + 0.707 * ALFAB15 + 0.604 * TPRIM + 0.859 *TSECUN + 0.822 * TSUP + 0.771 * TACSUP + -0.452 * DISEXAL + -0.299 * DISEXESCOL+ 0.714 * PERSAL -0.722 * PNINMUER + 0.233 * PFEMPEA + 0.802 * PAGUA + 0.749 *PALCAN + 0.848 * PBASURA + 0.734 * PELECT + 0.693 * PPARED + 0.602 * PPISO +0.716 * PPERCUA + 0.839 * PSSHH. Los indicadores han sido previamente estandarizados,y el índice se ha transformado a una escala entre 0 y 100 puntos.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 23Entre los indicadores que más han avanzado entre2001 y 2010 sobresalen <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> asistencia a laeducación secundaria y superior, así como la dotación<strong>de</strong> personal <strong>de</strong> salud por cada 10.000 habitantes. Merece<strong>de</strong>stacarse también la consi<strong>de</strong>rable reducción <strong>de</strong>la mortalidad infantil.Ingreso por habitante en el Ecuador: 1950-20107000El Índice Social Comparativo muestra también la persistencia<strong>de</strong> una importante brecha en <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>vida entre <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s y el campo (Gráfico 2), que seevi<strong>de</strong>ncia en todos los indicadores presentados. La pobrezarural, por ejemplo, duplica a la urbana (Cuadro 1).Esta brecha persiste, aunque su magnitud ha <strong>de</strong>clinadomo<strong>de</strong>radamente. La diferencia entre el ISC urbano y ruralera <strong>de</strong> 20 puntos en 1990, 18 puntos en 2001 y bajóa 16 puntos en 2010.Ingreso por habitante (Dólares PPA 2005)600060006000300020001000Etapa bananeraBoompetroleroAjuste neoliberalRevolución CiudadanaIngresoTen<strong>de</strong>ncia0Fuente: Alan Heston, Robert Summers and Bettina Aten, 2012.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES.Índice social comparativo por área: 1990, 2001 y 20101950 1960 1970 1980 1990 2000 20108072,87062,466,46056,95048,1Porcentaje4042,2RuralUrbano302010019902001 2010Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010. Encuestas <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida, 1995, 2006.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-AÍndice social comparativo, por parroquias: 1990ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaZONAS NO DELIMITADASCAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información76,6 - 87,8AZUAY69,3 - 76,564,6 - 69,260,5 - 64,555,2 - 60,449,2 - 55,145,5 - 49,142,3 - 45,438,1 - 42,2EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km19,3 - 38,01:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 1990.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-CÍndice social comparativo, por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZALeyendaLímite parroquialSin información76,6 - 87,869,3 - 76,564,6 - 69,260,5 - 64,555,2 - 60,449,2 - 55,145,5 - 49,142,3 - 45,438,1 - 42,219,3 - 38,0SANTA ELENAGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 27Cuadro 1Indicadores sociales en el Ecuador por área: 1990, 2001 y 2010Área rural Área urbana TotalIndicadores SocialesAño Año Año1990 2001 2010 1990 2001 2010 1990 2001 2010Escolaridad <strong>de</strong> personas <strong>de</strong> 24 o más años(escol24)3,9 4,7 6.0 8,4 8,7 10.0 6,7 7,3 8,7Tasa <strong>de</strong> alfabetismo población <strong>de</strong> 15 y más años 79.0 84.0 87,1 94,3 94,6 96,3 88,3 90,9 93,3Tasa <strong>de</strong> asistencia primaria 84,5 82,9 95,6 93,2 89,3 95.0 89,2 86,6 95,2Tasa <strong>de</strong> asistencia secundaria 23,1 30,2 63,3 58,8 56,9 75,7 43,3 46,2 71,1Tasa <strong>de</strong> asistencia a la educación superior 3.0 4,1 11,3 15,8 18.0 28,1 10,9 13,2 22,6Tasa <strong>de</strong> acceso a la educación superior 3,6 5,4 7,2 20,8 24,9 28,3 14,1 18,1 21,5Diferencia <strong>de</strong> sexo en alfabetismo (hombres -mujeres)7,9 5,2 4.0 2,9 1,7 1,3 4,4 2,9 2,2Diferencia <strong>de</strong> sexo en escol. (hombres - mujeres) 0,8 0,5 0,4 0,9 0,5 0,3 0,9 0,5 0,4Personal equivalente <strong>de</strong> salud por cada 10000habitantesPorcentaje <strong>de</strong> niños muertos, <strong>de</strong> madres entre 15 y49 años6,2 10.0 17,3 43,2 50,6 64,4 29,8 37,1 50,311,9 6,9 4,3 6,7 3,6 3.0 8,3 4,7 3,4Tasa <strong>de</strong> mortalidad infantil (por mil nacidos vivos) 76,2 47,3 35.0 44.0 28,2 25.0 57,8 36,2 28,6Porcentaje femenino en la PEA 24,5 30.0 32,3 31,4 34,5 38,6 29.0 33,1 36,8Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con agua potable al interior 15.0 19,7 24,4 50,7 57,9 64,5 38,3 47,9 55,3Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con alcantarillado 11,8 18.0 21,3 54,5 58,7 63,2 39,7 48.0 53,6Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con eliminación <strong>de</strong> basura 10.0 20,7 41,8 61,1 77,6 87,4 43,4 62,7 77.0Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con servicio eléctrico <strong>de</strong> lared pública54,4 76,3 87.0 90,3 94,4 95.0 77,8 89,7 93,2Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con pare<strong>de</strong>s apropiadas 32,9 48.0 58,2 71,1 79,6 84,5 57,9 71,3 78,5Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con piso a<strong>de</strong>cuado 65,2 67,5 80.0 92,1 87,5 94.0 82,7 82,3 90,8Porcentaje <strong>de</strong> hogares con servicio higiénico <strong>de</strong> usoexclusivoPorcentaje <strong>de</strong> hogares con más <strong>de</strong> 3 personas porcuarto22.0 36,4 72.0 63,5 75,5 84,6 49,2 65,2 81,875,4 81,1 88,7 83,1 85,4 91,7 80,4 84,3 91.0Consumo mensual familiar por habitante ($ <strong>de</strong> 2006) 68,5 65,9 74,4 106.0 119,9 139,1 92,4 102.0 119,7Inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la pobreza 68,5 65,2 58,9 41,3 35,2 29.0 51,2 45,2 38.0Índice social comparativo 42,2 48,2 57.0 62,4 66,4 72,8 55,2 60,4 68,1Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010. Encuestas <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida, 1995, 2006.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORLa <strong>de</strong>scomposición por regiones (Gráfico 3) revela que<strong>las</strong> condiciones sociales más críticas se encuentran en<strong>las</strong> áreas rurales <strong>de</strong> la Amazonía y <strong>de</strong> la Costa, mientrasque la Sierra rural ha alcanzado una ligera ventajarespecto a estas regiones en 2010. Galápagos, por otraparte, mantiene condiciones <strong>de</strong> vida relativamente elevadasrespecto a <strong>las</strong> otras regiones <strong>de</strong>l país, y en el área urbana,la Sierra supera con una diferencia clara a la Costay la Amazonía. Las diferencias en favor <strong>de</strong> la Sierra urbanason <strong>de</strong>finidas, sobre todo, en educación y vivienda.¿Ha sido inclusivo el cambiosocial?El Ecuador ha mejorado sus condiciones sociales enforma lenta durante la década <strong>de</strong> 1990, y este cambiose ha acelerado entre 2001 y 2010. Aunque la brecharural-urbana se ha reducido ligeramente, <strong>las</strong> diferenciaspor área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia persisten y son pronunciadas,así como <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s regionales.Esta visión pue<strong>de</strong> ampliarse respondiendo a la preguntasobre el carácter socialmente inclusivo <strong>de</strong>l cambiosocial. ¿Han sido <strong>las</strong> parroquias pobres <strong>las</strong> que más sehan beneficiado por el cambio, o por el contrario, <strong>las</strong>mejoras se han concentrado en <strong>las</strong> regiones y parroquiasinicialmente más ricas?Para respon<strong>de</strong>r a estos interrogantes se ha empleadoun análisis <strong>de</strong> regresión múltiple, tomando como variable<strong>de</strong>pendiente el cambio relativo <strong>de</strong>l Índice Social Comparativopara cada parroquia, e incluyendo entre <strong>las</strong> variablesin<strong>de</strong>pendientes el índice mencionado al comienzo<strong>de</strong> cada intervalo censal, la proporción urbana en cadaparroquia, así como <strong>las</strong> proporciones <strong>de</strong> indígenas, afroecuatorianosy montubios.Los resultados <strong>de</strong> <strong>las</strong> regresiones sugieren que duranteel período 1990-2001 como en el siguiente (2001-2010),<strong>las</strong> parroquias más pobres obtuvieron mayores avancesrelativos que <strong>las</strong> más ricas. En este sentido, hubo unaten<strong>de</strong>ncia similar a la reducción <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s,<strong>de</strong>bido a que posiblemente la inversión pública en educación,salud y vivienda se concentró en <strong>las</strong> áreas máspobres. Debe recordarse que el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralización<strong>de</strong>l gasto público, que permitió a los municipiosy consejos provinciales recibir una mayor proporción <strong>de</strong>lgasto público, se vio fortalecido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> losaños 1990. La conclusión sobre el carácter socialmenteincluyente <strong>de</strong>l cambio, y la consecuente reducción <strong>de</strong> <strong>las</strong><strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales para los dos intervalos censales<strong>de</strong>be tomarse con cautela, <strong>de</strong>bido a que en varios indicadoreslos avances sociales en <strong>las</strong> áreas más aventajadasson difíciles <strong>de</strong> obtener y se reflejan en cambios pequeñosen <strong>las</strong> esca<strong>las</strong> <strong>de</strong> medida. Si en una ciudad gran<strong>de</strong>,por ejemplo, el porcentaje <strong>de</strong> alfabetismo y la tasa <strong>de</strong>asistencia primaria se encuentran en el 95%, el máximoascenso posible es <strong>de</strong> 5% para llegar a la coberturauniversal. En cambio en una parroquia rural con cifras<strong>de</strong>l 60%, los avances porcentuales pue<strong>de</strong>n ser muchomayores con inversiones iguales. En otras palabras, <strong>las</strong>inversiones en varios indicadores sociales tienen retornos<strong>de</strong>crecientes, conforme mejoran <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> vida.Existen diferencias importantes en el cambio socialentre los dos intervalos. Entre 1990 y 2001, <strong>las</strong> mejorassociales, en igualdad <strong>de</strong> otras condiciones comoel <strong>de</strong>sarrollo social inicial y la proporción urbana, favorecieronmás a <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s que al campo, y tantolos indígenas como los afro<strong>de</strong>scendientes y los montubiosse beneficiaron menos <strong>de</strong> los avances socialesque el resto <strong>de</strong> la sociedad. En consecuencia, <strong>las</strong>mejoras sociales durante los años 1990 tuvieron rasgosmixtos, con ciertos matices redistributivos, perotambién con efectos concentradores en favor <strong>de</strong> <strong>las</strong>áreas urbanas y en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> los mencionadosgrupos étnicos, que han sufrido históricamente <strong>de</strong>procesos <strong>de</strong> discriminación social. A<strong>de</strong>más el avanceÍndice social comparativo por región y área: 1990, 2001 y 2010Porcentaje807060504042,149,059,067,272,178,342,447,655,263,059,669,640,945,854,354,160,468,269,665,962,166,865,574,655,160,368,03020100Sierrra ruralSierra urbana Costa rural Costa urbana AmazoníaruralAmazoníaurbanaGalápagosruralGalápagosurbanoTotalFuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010. Encuestas <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida, 1995, 2006.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES.1990 2001 2010


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 29social en este intervalo fue relativamente lento, comose ha mencionado.En contraste, durante el intervalo siguiente (2001-2010), elritmo <strong>de</strong> mejoras aumentó, y también se observan cambiosen la distribución regional <strong>de</strong> los beneficios. En igualdad<strong>de</strong> otras condiciones como el <strong>de</strong>sarrollo social inicial,<strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s no continúan beneficiándose más <strong>de</strong> <strong>las</strong>mejoras en relación al campo, y tanto los indígenas comolos afroecuatorianos alcanzan más beneficios que el resto<strong>de</strong> la sociedad, <strong>de</strong> manera que solamente los montubioscontinuaron siendo afectados por una menor participaciónen el avance social, respecto al resto <strong>de</strong>l país. Enconsecuencia, el cambio social a partir <strong>de</strong> 2001 es másrápido y también más inclusivo que el <strong>de</strong>l período anterior.Las regresiones múltiples se encuentran en el anexo, quetambién incluye varios cuadros <strong>de</strong> contenido técnico especializado.Sus resultados no necesariamente establecenrelaciones <strong>de</strong> causalidad, pero sugieren factores explicativosen la evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales.cambio socialEl Mapa 2 contiene la distribución, por parroquias, <strong>de</strong> loscambios en el Índice Social Comparativo para los dosintervalos censales en estudio. En el caso <strong>de</strong>l último período(2001-2012), se observa que <strong>las</strong> áreas que más sebeneficiaron, correspon<strong>de</strong>n, en buena medida, a algunas<strong>de</strong> <strong>las</strong> regiones socialmente más <strong>de</strong>primidas <strong>de</strong>l Ecuador,como los páramos <strong>de</strong> la Sierra central (Cotopaxi, Tungurahua,Chimborazo, Cañar), el norte <strong>de</strong> Esmeraldas y elsur-occi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Azuay. También sobresale la franja <strong>de</strong>ceja <strong>de</strong> selva <strong>de</strong> la Amazonía, la Amazonía norte, así comouna parte importante <strong>de</strong> la provincia <strong>de</strong> Manabí. En el otroextremo, entre <strong>las</strong> regiones con menor participación enlos beneficios, se encuentran <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong> mayor <strong>de</strong>sarrollosocial relativo, como Pichincha, Guayas y El Oro.Un caso importante <strong>de</strong> una región socialmente <strong>de</strong>primida,que ha recibido proporcionalmente menos beneficios, esla que correspon<strong>de</strong> a <strong>las</strong> estribaciones <strong>de</strong> la cordillera occi<strong>de</strong>ntal,en <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong> Bolívar y Los Ríos.En síntesis, la mejora en la satisfacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>sbásicas en educación, salud y vivienda, entre 2001y 2010, ha beneficiado principalmente a <strong>las</strong> regiones socialmentemás <strong>de</strong>primidas <strong>de</strong>l Ecuador, y ha sido menospronunciada en <strong>las</strong> áreas <strong>de</strong> mayor <strong>de</strong>sarrollo relativo,con pocas excepciones. Por lo tanto, la mejora social hatenido un carácter redistributivo, confirmando los resultados<strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> regresión.Tipología <strong>de</strong> la satisfacción <strong>de</strong>necesida<strong>de</strong>s básicas en 2010Una vez caracterizado el cambio social <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990 y2001, es importante analizar la configuración social resultanteen 2010, con énfasis en <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s regionales.Para ello se han seleccionado 24 variables sobreeducación, salud, empleo, vivienda y pobreza 3 , y seha realizado con el<strong>las</strong> un análisis <strong>de</strong> componentes principales,<strong>de</strong>finiendo el índice <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social 4 y luegoun análisis <strong>de</strong> aglomeración, que permitieron diferenciarseis tipos <strong>de</strong> parroquias, <strong>de</strong> acuerdo con sus valores enlos 24 indicadores mencionados.El Cuadro 2 sintetiza los promedios en algunos indicadoresrepresentativos para los seis grupos, y el Mapa 3contiene su distribución regional.Los grupos en condiciones sociales críticas sonprincipalmente el 4, 5 y 6, aunque también los grupos2 y 3 tienen serias <strong>de</strong>ficiencias. Esto significa que aproximadamenteun tercio <strong>de</strong> la población nacional sufre porlimitaciones sociales importantes.El Grupo 6, se encuentra principalmente ubicado enregiones cubiertas por selva primaria en la Amazonía yEsmeraldas, y <strong>las</strong> carencias sociales en este caso <strong>de</strong>benser reexaminadas, consi<strong>de</strong>rando que <strong>las</strong> culturas indígenasque habitan esta área no pue<strong>de</strong>n ser a<strong>de</strong>cuadamentevaloradas con estándares propios <strong>de</strong> la sociedad occi<strong>de</strong>ntalcontemporánea. Su participación en la poblaciónnacional es muy baja (0,4%).El Grupo 5, ubicado principalmente en los páramos <strong>de</strong>la Sierra central, tiene el más bajo nivel <strong>de</strong> escolaridad <strong>de</strong>lpaís, con 4,2 años, y un 23% <strong>de</strong> analfabetismo. A<strong>de</strong>máspresenta carencias serias en vivienda, con un acceso alagua potable <strong>de</strong> sólo el 22%, y dispone solamente <strong>de</strong>11,2 médicos equivalentes por cada 10.000 habitantes.A<strong>de</strong>más, sufre en un 54% <strong>de</strong> <strong>de</strong>snutrición crónica infantil,que representa el porcentaje más alto <strong>de</strong>l país.El Grupo 4, ubicado principalmente en <strong>las</strong> áreas colonizadas<strong>de</strong> la Amazonía y también en Esmeraldas, se caracterizapor agudas <strong>de</strong>ficiencias en infraestructura habitacionaly salud. Apenas una <strong>de</strong> cada 5 viviendas tiene3Las variables en educación son: escolaridad, alfabetismo, tasas <strong>de</strong> asistencia a la educaciónbásica, media y superior, acceso a instrucción superior, promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> sobreedad,diferencia por sexo en alfabetismo, personal equivalente <strong>de</strong> salud por cada 10.000habitantes, proporción <strong>de</strong> hijos muertos <strong>de</strong> madres entre 15 y 49 años, proporción <strong>de</strong>madres adolescentes, <strong>de</strong>snutrición crónica <strong>de</strong> niños menores a 5 años, proporción femeninaen la PEA, proporción <strong>de</strong> afiliados al seguro social en la PEA, proporción <strong>de</strong> viviendascon agua potable, alcantarillado, electricidad, recolección <strong>de</strong> basura, pare<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>cuadas,piso a<strong>de</strong>cuado, proporción <strong>de</strong> viviendas con menos <strong>de</strong> 3 personas por cuarto, proporción<strong>de</strong> hogares con servicio higiénico exclusivo, inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la pobreza y consumo mediofamiliar por habitante.4El Índice <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social captura el 41% <strong>de</strong> la varianza total <strong>de</strong> los 24 indicadores quelo componen, y su fórmula es la siguiente: IDS = 0.86 * ESCOLARIDAD + 0.687 * ALFA-BETISMO + 0.348 * A_BASICA + 0.8 * A_MEDIA + 0.82 * A_SUPERIOR + 0.823 * AC_SU-PERIOR - 0.246 * SOBREEDAD - 0.323 * DIF_ALFABETISMO + 0.763 * PER_SALUD-0.534 * PNÑ_MUERTOS - 0.279 * PMD_ADOLECENTES - 0.502 * D_CRONICA + 0.192* PMJ_PEA + 0.518 * PSS_PEA + 0.832 * PVIV_AGUA + 0.761 * PVIV_ALCANTERILLADO+ 0.584 * PVIV_ELECTIRICIDAD + 0.756 * PVIV_REC_BASURA + 0.655 * PVIV_PARED_ADECUADA + 0.489 * PVIV_PISO_ADECUADO + 0.609 * PVIV_NO_HACINAMIENTO +0.615 * PVIV_SSHH - 0.754 * POBREZA + 0.78 * CONSUMO.Cuadro 2Indicadores seleccionados por tipología <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social: 2010GrupoEscolaridadmayores 24 añosTasa <strong>de</strong>analfabetismoPersonal <strong>de</strong> saludDesnutricióncrónicaViviendas conagua potableViviendas con pare<strong>de</strong>sa<strong>de</strong>cuadasÍndice <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo socialPorcentaje <strong>de</strong> lapoblación1 9,8 4,1 67,5 22,2 69,9 87,0 70,0 67,52 6,0 12,5 16,4 35,1 25,1 57,5 49,5 7,73 6,4 11,3 14,2 23,2 23,8 63,2 48,9 18,24 6,8 9,6 16,1 34,5 19,6 33,1 45,6 2,65 4,2 23,2 11,2 54,1 22,1 69,3 40,9 3,76 6,2 13,9 11,5 43,9 4,1 3,0 34,0 0,4Total 8,7 6,8 50,3 25,2 55,5 78,5 62,8 100,0Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2010. Encuestas <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida, 2006.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORagua potable, y solo una <strong>de</strong> cada tres viviendas dispone<strong>de</strong> pare<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>cuadas. La <strong>de</strong>snutrición crónica afecta amás <strong>de</strong> un tercio <strong>de</strong> los niños menores a 5 años.En síntesis, <strong>las</strong> áreas socialmente menos atendidas <strong>de</strong>lpaís se encuentran en los páramos <strong>de</strong> la Sierra centraly <strong>las</strong> zonas colonizadas <strong>de</strong> la Amazonía, pero sus carenciasson distintas en cada caso. En la Sierra centrallos problemas más agudos son la pobreza económica,la inequidad y falta <strong>de</strong> acceso a la tierra cultivable y aotras oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> empleo, y la creciente erosión <strong>de</strong>los suelos, mientras que en la Amazonía prevalecen <strong>las</strong>carencias <strong>de</strong> infraestructura, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> vocaciónagrícola <strong>de</strong> la tierra y la escasa diversificación productiva.Es importante formular y ejecutar políticas específicaspara la atención a estos territorios. La distribucióngeográfica <strong>de</strong> <strong>las</strong> regiones más <strong>de</strong>primidas <strong>de</strong>l país, quemuestra la similitud entre los mapas más recientes yaquellos realizados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990, muestra la continuidad<strong>de</strong> los <strong>de</strong>sequilibrios regionales que históricamente hanafectado al país (Larrea, 1999 y 2006).Pobreza 1990, 2001 y 2010Los censos no tienen información directa sobre ingresoo consumo familiar, que son <strong>las</strong> variables que se utilizanpara estimar la pobreza <strong>de</strong> los hogares, comparando elconsumo (o ingreso) familiar por habitante <strong>de</strong> cada hogarcon el costo <strong>de</strong> una canasta básica que permita satisfacer<strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s básicas <strong>de</strong>l hogar. Este inconvenientese ha superado por el método <strong>de</strong> estimación<strong>de</strong> áreas pequeñas, que extrae mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> regresión<strong>de</strong> una encuesta <strong>de</strong> hogares que contenga informaciónsobre consumo o ingreso, y proyecta estas variables acada hogar <strong>de</strong>l censo, aplicando algunas correccionespropias <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo matemático. Este método se ha <strong>de</strong>sarrollado<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1995 y ha sido ampliamente difundidoy probado. En el caso ecuatoriano se ha empleado elconsumo familiar por habitante, para estimar la pobrezaa partir <strong>de</strong> <strong>las</strong> Encuestas <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida (ECV)<strong>de</strong> 1995 y 2006, que han sido proyectadas a los censos<strong>de</strong> 1990 (ECV, 1995), 2001 y 2010 (ECV, 2006). Losresultados <strong>de</strong> <strong>las</strong> proyecciones <strong>de</strong> 1990 y 2001 pue<strong>de</strong>nconsultarse en otros artículos (Larrea, 2011). 5La reducción <strong>de</strong> la pobreza, que refleja una mejora enlos niveles <strong>de</strong> consumo, y por tanto en el ingreso <strong>de</strong> loshogares, fue relativamente reducida entre 1990 y 2001,y favoreció principalmente a <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s, don<strong>de</strong> elcrecimiento fue mayor (Gráfico 4). En el campo, por elcontrario, la pobreza <strong>de</strong>clinó solo 3 puntos, <strong>de</strong>l 68,5% al65,2%. La mejora urbana fue <strong>de</strong> 6 puntos (<strong>de</strong>l 45,3% en1990 al 35,2% en 2001), similar a la total, que bajó entre51,2% y 45,2%. En el intervalo siguiente, la <strong>de</strong>clinación5Para el estudio se ha adoptado una línea <strong>de</strong> pobreza <strong>de</strong> 64.27 dólares <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong>2006 mensuales por persona, y una línea <strong>de</strong> indigencia <strong>de</strong> 31.92 dólares mensuales porpersona.<strong>de</strong> la pobreza ha sido algo mayor y ha beneficiado mása <strong>las</strong> áreas rurales, don<strong>de</strong> la pobreza en 2010 fue <strong>de</strong>l58,9%. En este último año, la cifra para el área urbanafue <strong>de</strong> 29% y el promedio nacional <strong>de</strong> 38%.El Gráfico 4 ilustra también la amplitud y persistencia <strong>de</strong>la brecha rural urbana. En 2010 la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la pobrezarural duplicaba a la urbana, y la magnitud <strong>de</strong> ladiferencia, <strong>de</strong> aproximadamente 30 puntos, se ha mantenidocasi inalterada.reducción <strong>de</strong> la pobreza?En el caso <strong>de</strong>l cambio en la pobreza, se han elaboradotambién regresiones que vinculan el cambio en la pobrezaen cada intervalo censal con el consumo por habitanteal inicio <strong>de</strong>l período, la proporción urbana y <strong>las</strong>proporciones <strong>de</strong> indígenas, afroecuatorianos y montubios<strong>de</strong> cada parroquia. Los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong>la pobreza han incluido también la escolaridad inicial y laproporción <strong>de</strong> migrantes internacionales <strong>de</strong> cada parroquia,tomada <strong>de</strong>l censo <strong>de</strong> 2001. Esta variable capturael efecto <strong>de</strong>l envío <strong>de</strong> remesas <strong>de</strong> los migrantes internacionalesen la reducción <strong>de</strong> la pobreza.Inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la pobreza por año y área: 1990-2010Porcentaje8070605040302010068,551,241,3Los mo<strong>de</strong>los, reportados en el anexo estadístico, sugierenque la reducción <strong>de</strong> la pobreza no necesariamenteha beneficiado preferentemente a <strong>las</strong> parroquias inicialmentemenos favorecidas en ninguno <strong>de</strong> los dos casos.En ambos intervalos censales, bajo similares condicionesen el consumo inicial por habitante, <strong>las</strong> parroquiascon mayor proporción urbana se beneficiaron más que<strong>las</strong> parroquias rurales, y en <strong>las</strong> parroquias con mayorpoblación indígena recibieron comparativamente menosbeneficios. En el caso <strong>de</strong> los afroecuatorianos, duranteel intervalo 1990-2001, éstos fueron más beneficiados,pero en el intervalo siguiente recibieron menores beneficios.Para los montubios no se obtuvieron resultadossignificativos en ninguno <strong>de</strong> los dos intervalos, y por tanto,pue<strong>de</strong> concluirse que este grupo recibió beneficioscomparables al resto <strong>de</strong> la sociedad.La relación entre reducción <strong>de</strong> la pobreza y consumopor habitante al inicio <strong>de</strong> cada período cambia entre losdos intervalos. En el primero (1990-2001), la pobreza<strong>de</strong>clinó más en <strong>las</strong> parroquias con menor consumo,pero en el segundo intervalo, la relación se invierte, y<strong>las</strong> parroquias más ricas se beneficiaron más. El niveleducativo inicial tiene una asociación positiva con la reducción<strong>de</strong> la pobreza, pero en el segundo intervalo larelación no es significativa.1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010.Encuestas <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida, 1995, 2006. Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES65,245,235,258,938,029,0RuralUrbanoTotal


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 31Mapa 2-AInci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la pobreza, por parroquias: 1990ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaZONAS NO DELIMITADASCAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información6,7% - 48,5%AZUAY48,6% - 51,4%51,5% - 55,6%55,7% - 57,8%57,9% - 60,2%60,3% - 64,7%64,8% - 68%68,1% - 83%83,1% - 90%EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km90,1% - 100%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 1990.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 2-BInci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la pobreza, por parroquias 2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información6,7% - 48,5%48,6% - 51,4%51,5% - 55,6%55,7% - 57,8%57,9% - 60,2%60,3% - 64,7%64,8% - 68%68,1% - 83%83,1% - 90%90,1% - 100%ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 3Tipo <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s básicas insatisfechas, por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZALeyendaLímite provincialSin informaciónGrupo 1Grupo 2Grupo 3Grupo 4Grupo 5Grupo 6SANTA ELENAGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 35La emigración internacional ha jugado también un rolpositivo en la reducción local <strong>de</strong> la pobreza, <strong>de</strong>bido alenvío <strong>de</strong> remesas, pero en el segundo intervalo censal larelación no alcanza un nivel significativo.En síntesis, en la reducción <strong>de</strong> la pobreza, existen elementospara sostener que <strong>las</strong> parroquias con mejorescondiciones iniciales en consumo por habitante y educaciónse han beneficiado más que <strong>las</strong> áreas rurales, y <strong>las</strong>parroquias con población indígena y afroecuatoriana hanrecibido menos ventajas. Estos elementos sugieren unaten<strong>de</strong>ncia a profundizar <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales entre<strong>las</strong> parroquias, que es diferente a los resultados <strong>de</strong> losavances en necesida<strong>de</strong>s básicas. Este contraste pue<strong>de</strong>explicarse porque la reducción <strong>de</strong> la pobreza <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><strong>de</strong> <strong>las</strong> mejoras en los ingresos familiares, que estáncondicionadas por <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los mercadoslaborales locales. Existe una amplia evi<strong>de</strong>ncia sobre elcarácter concentrador <strong>de</strong> <strong>las</strong> estructuras <strong>de</strong> mercado enAmérica Latina, que tien<strong>de</strong>n a perpetuar <strong>las</strong> diferenciasregionales. En contraste, <strong>las</strong> mejoras en educación, saludy vivienda son principalmente el resultado <strong>de</strong> la inversiónsocial <strong>de</strong>l Estado, que han aumentado consi<strong>de</strong>rablemente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2007 y han beneficiado más a <strong>las</strong> áreassocialmente más <strong>de</strong>primidas.reducción <strong>de</strong> la pobrezaEntre 1990 y 2001 la reducción <strong>de</strong> la pobreza fue menor,y sólo benefició a ciertas parroquias, principalmenteurbanas, mientras que en 424 parroquias, con el 29%<strong>de</strong> la población nacional, la pobreza aumentó (Mapas 4y 6). Solamente el 6% <strong>de</strong> la población se benefició conuna reducción <strong>de</strong> la pobreza a un nivel estadísticamentesignificativo 6 .En contraste, durante el intervalo censal 2001-2010,la pobreza disminuyó en el 90% <strong>de</strong> <strong>las</strong> parroquias, y el65% <strong>de</strong> la población se benefició con una reducción <strong>de</strong>la pobreza estadísticamente significativa 7 . Debido a quela reducción <strong>de</strong> la pobreza fue mayor, sus frutos llegaronmás a <strong>las</strong> áreas rurales, como lo muestran los Mapas 4y 6. Los casos <strong>de</strong> aumento <strong>de</strong> la pobreza en <strong>las</strong> parroquiasfueron excepcionales, y solamente el 1% <strong>de</strong> la poblaciónsufrió un <strong>de</strong>terioro estadísticamente significativo.El Mapa 6 ilustra este contraste. Mientras en el primerintervalo censal predominan los colores anaranjado yrojo, que muestran aumento <strong>de</strong> la pobreza, en el intervalomás reciente sobresalen con fuerza los tonos ver<strong>de</strong>s,que indican reducción <strong>de</strong> la pobreza. En particular, <strong>las</strong>áreas <strong>de</strong> la Sierra central, con predominio indígena, alcanzaronmejoras, en algunos casos significativas, conexcepción <strong>de</strong> los páramos <strong>de</strong> Cotopaxi, don<strong>de</strong> continuóel <strong>de</strong>terioro. El Mapa 5 ilustra que la inversión en necesida<strong>de</strong>sbásicas alcanzó resultados importantes tambiénen estos páramos, aunque éstos no condujeron a unareducción <strong>de</strong> la pobreza.Tipología <strong>de</strong>l cambio socialincluyendo pobreza, consumo porhabitante y <strong>de</strong>sigualdadPara que la reducción <strong>de</strong> la pobreza alcance resultadosperdurables en un <strong>de</strong>terminado territorio, es aconsejableque se encuentre acompañada con mejoras en la capacidadproductiva local y con una generación amplia <strong>de</strong>empleo que reduzca la <strong>de</strong>sigualdad social. Para conocerlos lugares y la frecuencia <strong>de</strong> estos cambios simultáneos,se ha c<strong>las</strong>ificado <strong>las</strong> parroquias por sus cambios en tresvariables: pobreza, consumo por habitante (que capturamejoras en la capacidad productiva local) y coeficiente <strong>de</strong>Gini <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social. 8 En cada variable se han diferenciadodos resultados según exista o no una mejoraestadísticamente significativa con un nivel <strong>de</strong> significación<strong>de</strong>l 5%. Como resultado se ha obtenido el Cuadro 3.El 39% <strong>de</strong> la población nacional se ha beneficiado conuna reducción socialmente inclusiva <strong>de</strong> la pobreza,acompañada con aumento <strong>de</strong>l consumo por habitante yuna reducción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social. Este resultado esexcepcionalmente favorable, no solamente si se lo comparacon el período censal anterior, cuando esta combinaciónno se presentó, sino también en el contexto latinoamericano,don<strong>de</strong> estudios comparativos entre más<strong>de</strong> 10 países muestran que este crecimiento socialmenteinclusivo es infrecuente, mientras que han predominadoescenarios <strong>de</strong> <strong>de</strong>terioro o <strong>de</strong> crecimiento no inclusivo.(Ber<strong>de</strong>gué, 2012).El 22% adicional <strong>de</strong> la población ha experimentado simultáneamenteuna reducción <strong>de</strong> la pobreza y un aumento<strong>de</strong>l consumo por habitante, sin mejoras significativas enla <strong>de</strong>sigualdad, situación que indica mejoras importantesque pue<strong>de</strong>n perdurar. Esta información sugiere que la reducciónreciente <strong>de</strong> la pobreza no respon<strong>de</strong> únicamentea transferencias condicionadas <strong>de</strong> dinero, mediante programascomo el bono <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo humano, sino quetambién se fundamenta en una expansión amplia <strong>de</strong> lacapacidad productiva local, con efectos positivos en lareducción <strong>de</strong> la inequidad social y en la generación <strong>de</strong>empleo productivo.6Con un nivel <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong>l 90%.7Con un nivel <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong>l 95%.8Estas variables y sus errores estándar han sido obtenidas aplicando el método <strong>de</strong> estimación<strong>de</strong> áreas pequeñas utilizado para medir la pobreza, con el programa Povmap 2.0.Cuadro 3<strong>de</strong> Gini por parroquias: 2001-2010Mejoras sociales % Población % ParroquiasPobreza+ Consumo+ Gini+ 39,2 19,6Pobreza+ Consumo+ Gini0 22,1 15,7Pobreza+ Consumo0 Gini+ 2,4 2,8Pobreza0 Consumo+ Gini+ 3,4 5,1Pobreza+ Consumo0 Gini0 1,0 1,8Pobreza0 Consumo+ Gini0 19,3 6,2Pobreza0 Consumo0 Gini+ 8,6 24,2Pobreza0 Consumo0 Gini0 3,5 21,6Total casos válidos 99,7 97,0Casos sin información 0,3 3,0Total 100,0 100,0NOTA: El símbolo “+” <strong>de</strong>nota mejoras estadísticamente significativas al 5%, y el símbolo “0” indica que esta condición no se cumple en cada variable analizada.Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2010. Encuestas <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida, 2006.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORExisten, sin embargo, algunas excepciones importantes,ya que algunas regiones <strong>de</strong>l país continúan afectadaspor un <strong>de</strong>terioro social y económico consi<strong>de</strong>rable. Éstees el caso <strong>de</strong> territorios como el páramo <strong>de</strong> la provincia<strong>de</strong> Cotopaxi, ya mencionado, y <strong>las</strong> estribaciones <strong>de</strong> lacordillera oriental en la Amazonía centro-sur en <strong>las</strong> provincias<strong>de</strong> Napo, Pastaza y Morona-Santiago. Tambiénse observa una situación crítica en la provincia <strong>de</strong> Esmeraldasy el norte <strong>de</strong> la Provincia <strong>de</strong> Napo (Mapa 6).Estas regiones, y en particular <strong>las</strong> zonas <strong>de</strong> páramo y <strong>las</strong>áreas <strong>de</strong> colonización antigua en la Amazonía, presentanserias limitaciones ambientales, <strong>de</strong>bido a la erosión <strong>de</strong> latierra (páramos) y el agotamiento progresivo <strong>de</strong> la fertilidadagrícola <strong>de</strong> los suelos amazónicos. En estas regionespue<strong>de</strong> ser apropiado el fortalecimiento <strong>de</strong> programas <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollo rural que combinen la promoción <strong>de</strong> mejorasen los suelos, con programas <strong>de</strong> diversificación productivahacia activida<strong>de</strong>s rurales no agropecuarias. Este tipo<strong>de</strong> políticas ha recibido escasa prioridad en el pasado.Reducción y persistencia <strong>de</strong> lainequidad social en el EcuadorLa actual Constitución se fundamenta en el reconocimiento<strong>de</strong> la universalidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos sociales eneducación, salud, vivienda y superación <strong>de</strong> la pobreza,y establece <strong>las</strong> metas <strong>de</strong>l Buen Vivir como guía fundamental<strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas públicas. Los <strong>de</strong>rechos sociales,por su naturaleza, tienen un carácter progresivo, y susatisfacción obe<strong>de</strong>ce a procesos prolongados que conduzcan,con la activa participación <strong>de</strong>l Estado, a la satisfacción<strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s humanas.En esta sección se esbozan brevemente los avancesalcanzados en este proceso; en particular, durante losúltimos años, y los <strong>de</strong>safíos que persisten. Los estudios<strong>de</strong>tallados que respaldan y amplían <strong>las</strong> principales conclusionespresentadas se encuentran en los siguientescapítulos <strong>de</strong> este libro.Los logros más importantes alcanzados durante los últimosaños correspon<strong>de</strong>n a una pronunciada expansión<strong>de</strong> la cobertura educativa, particularmente en el caso <strong>de</strong>la educación media. La tasa neta <strong>de</strong> asistencia en nivelsecundario ascendió <strong>de</strong>l 46% en 2001 al 71% en 2010,mientras que entre 1990 y 2001 se mantuvo casi inalterada.La cobertura <strong>de</strong> la educación básica ha alcanzadovalores casi universales (95% para la instrucción primariaen 2010), y <strong>las</strong> brechas elevadas <strong>de</strong>l pasado, que afectabana <strong>las</strong> mujeres, a los indígenas y afroecuatorianos sehan reducido o incluso han <strong>de</strong>saparecido, en el caso <strong>de</strong>lgénero. Como resultado, la juventud actualmente goza<strong>de</strong> un mayor nivel educativo, y posiblemente también <strong>de</strong>una educación <strong>de</strong> mejor calidad, como lo revela la <strong>de</strong>clinación<strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong> sobre-edad. Los problemas<strong>de</strong> calidad y pertinencia <strong>de</strong>l sistema educativo ecuatoriano,sin embargo, persisten y son importantes.A pesar <strong>de</strong> estos avances <strong>de</strong> dimensión histórica, persistenbrechas pronunciadas. Los indicadores <strong>de</strong> analfabetismoy escolaridad muestran que, tanto los indígenascomo <strong>las</strong> mujeres, continúan en una situación fuertemente<strong>de</strong>sventajosa. Las mujeres indígenas todavía teníanen promedio menos <strong>de</strong> 4 años <strong>de</strong> escolaridad en2010, frente a una media nacional que sobrepasa al doble<strong>de</strong>esta cifra (8,7 años), y en este grupo, el analfabetismollegaba al 27%, aproximadamente cuatro veces másque la media nacional <strong>de</strong> 6,7%.A<strong>de</strong>más, perduran serias <strong>de</strong>ficiencias en la calidad, pertinenciay capacidad <strong>de</strong> retención <strong>de</strong>l sistema educativo.Varios estudios han <strong>de</strong>mostrado que los conocimientos yaptitu<strong>de</strong>s adquiridos por los estudiantes son insuficientesen áreas básicas <strong>de</strong> lenguaje, matemáticas y capacidad<strong>de</strong> aplicar razonamientos cotidianos. El sistema educativotiene un carácter dirigido básicamente a la culminación<strong>de</strong> <strong>las</strong> carreras universitarias, cuando la inmensa mayoría<strong>de</strong> los niños y jóvenes abandona sus estudios antes <strong>de</strong>cumplir esta meta, encontrándose débilmente preparadosfrente a <strong>las</strong> <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> la sociedad y <strong>de</strong>l mercadolaboral. La diversificación <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s educativas enopciones intermedias es mínima y la <strong>de</strong>serción escolar esalta, sobre todo a partir <strong>de</strong> los 12 años <strong>de</strong> edad.El logro más significativo alcanzado durante los últimosaños es la expansión consi<strong>de</strong>rable <strong>de</strong> la cobertura y calida<strong>de</strong>n la salud pública. El personal promedio <strong>de</strong> salud(por cada 10.000 habitantes) ha subido <strong>de</strong> 37 a 50 médicosequivalentes entre 2001 y 2010. Varios indicadores<strong>de</strong> resultado confirman la efectividad <strong>de</strong> estas políticas.La brecha entre el campo y <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s en el accesoa los servicios <strong>de</strong> salud también se ha reducido, aunquesus valores continúan siendo gran<strong>de</strong>s (Cuadro 1).La mortalidad infantil se ha reducido a aproximadamentela mitad <strong>de</strong> su valor en 1990, con 29 casos por cada milnacidos vivos. También se observan avances importantesen la esperanza <strong>de</strong> vida al nacer y una <strong>de</strong>clinación enla tasa global <strong>de</strong> fecundidad.Persisten, sin embargo, varios problemas cruciales. La<strong>de</strong>snutrición crónica infantil, que reduce irreversiblementeel <strong>de</strong>sarrollo intelectual y psicomotor <strong>de</strong> los niños menores<strong>de</strong> 5 años, continuaba afectando al 26% <strong>de</strong> los niñosen el país. Aunque este indicador también ha mantenidouna ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>clinante, todavía su prevalencia se encuentraen valores alarmantes. A<strong>de</strong>más, la <strong>de</strong>snutriciónafecta sobre todo a los niños indígenas, y en general esmayor en la Sierra rural. La mortalidad infantil es mayoren <strong>las</strong> áreas rurales (35 por mil nacidos vivos) frente a <strong>las</strong>urbanas (25 por mil nacidos vivos), y afecta principalmentea la Sierra y a la Amazonía.Los servicios <strong>de</strong> salud continúan <strong>de</strong>sproporcionadamenteconcentrados en <strong>las</strong> principales ciuda<strong>de</strong>s. Mientras Quitodisponía <strong>de</strong> 92 médicos equivalentes por cada 10.000 habitantes9 en 2010, el promedio nacional era <strong>de</strong> 50; y en 82parroquias, con un total <strong>de</strong> 84.000 habitantes, sobre todoen la Amazonía, no existía en absoluto personal <strong>de</strong> salud.En general, <strong>las</strong> áreas rurales, sobre todo en la Sierra yAmazonía, presentan todavía condiciones críticas <strong>de</strong> salud,con altas tasas <strong>de</strong> mortalidad infantil, así como unaelevada prevalencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición infantil en la Sierra.En la Costa y Amazonía rurales se mantienen todavía <strong>de</strong>ficienciasaltas <strong>de</strong> infraestructura <strong>de</strong> salud.Desafortunadamente, no todos los indicadores <strong>de</strong> saludmuestran avances positivos. El embarazo adolescente,estimado mediante la tasa <strong>de</strong> fecundidad para mujeresentre 15 y 19 años, ubica al Ecuador entre los países conproblemas más severos en América Latina, y no se hareducido significativamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990. Es fundamentalfortalecer la estrategia integrada que se ha propuestopara enfrentar este problema, incluyendo una efectivaeducación sexual, mayor acceso a servicios <strong>de</strong> salud,mejores oportunida<strong>de</strong>s y perspectivas ocupacionalespara mujeres entre 12 y 19 años, entre otros componentes(World Bank, 2012). El Gobierno nacional se encuentraimplementando la Estrategia nacional intersectorial<strong>de</strong> planificación familiar y prevención <strong>de</strong>l embarazo enadolescentes (ENIPLA – PEA) como eje articulador <strong>de</strong> <strong>las</strong>políticas en este sentido.Las condiciones habitacionales <strong>de</strong>l país han mantenidoun ritmo <strong>de</strong> mejora, relativamente sostenido durante <strong>las</strong>últimas tres décadas. Este proceso <strong>de</strong> avance se ha intensificadorecientemente. Uno <strong>de</strong> los logros más significativosse observa en el ámbito <strong>de</strong> la electrificación rural,con coberturas actuales <strong>de</strong>l 87% en 2010, muy superioresal 52% prevaleciente en 1990.Persisten, sin embargo, carencias masivas en el campo<strong>de</strong> la infraestructura habitacional que ha <strong>de</strong>pendido<strong>de</strong>l Estado, en este caso <strong>de</strong> los gobiernos autónomos.Las coberturas nacionales <strong>de</strong> agua potable y alcantarilladoapenas superaban el 50% en 2010, mientras en elcampo la dotación <strong>de</strong> estos servicios no llegaba al 25%.Incluso en el área urbana, una <strong>de</strong> cada tres viviendas carece<strong>de</strong> estos servicios.En general, subsiste, con pocas reducciones, una profundabrecha en <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> vivienda entre <strong>las</strong>áreas urbanas y <strong>las</strong> rurales. En el campo, el grupo menosfavorecido correspon<strong>de</strong> todavía a los pueblos indígenas,9El personal equivalente <strong>de</strong> salud por cada 10.000 habitantes es la suma pon<strong>de</strong>rada <strong>de</strong>lpersonal <strong>de</strong> salud, asignando un coeficiente <strong>de</strong> 1 a los médicos o profesionales con formaciónequivalente, <strong>de</strong> 0.6 a los asistentes profesionales <strong>de</strong> salud, y <strong>de</strong> 0.3 a los asistentes noprofesionales <strong>de</strong> salud, dividida para la población <strong>de</strong> cada localidad, estimada en múltiplos<strong>de</strong> 10.000.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 37que sufren tanto por falta <strong>de</strong> infraestructura como porfalencias en <strong>las</strong> viviendas, particularmente respecto amateriales <strong>de</strong> pare<strong>de</strong>s y pisos.Regionalmente, el déficit <strong>de</strong> infraestructura habitacionales más severo en la Costa y en la Amazonía; en particularen el campo, mientras la Sierra, cuyo crecimientourbano ha sido más pausado, mantiene condicionescomparativamente favorables.La OIT ha promovido la noción <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>cente, a partir<strong>de</strong> un enfoque basado en <strong>de</strong>rechos. El trabajo <strong>de</strong>centeincluye una actividad productiva que genere un ingresodigno, con normas <strong>de</strong> seguridad laboral y protecciónsocial familiar, con perspectivas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo personal,participación en <strong>las</strong> <strong>de</strong>cisiones e integración social, condicioneslaborales estables, <strong>de</strong>rechos a la jubilación ycesantía, una remuneración que permita la satisfacción<strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s humanas <strong>de</strong>l hogar, el <strong>de</strong>recho a laorganización sindical, la ausencia <strong>de</strong> discriminación salarialo laboral por género, etnicidad u otra causa, y la eliminación<strong>de</strong>l trabajo forzado. 10 La Constitución ecuatorianaintegra estos conceptos en la noción <strong>de</strong>l Buen Vivir, quees el eje <strong>de</strong> la planificación para el <strong>de</strong>sarrollo.Aunque no todas <strong>las</strong> nociones <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> trabajo<strong>de</strong>cente pue<strong>de</strong>n ser observadas, empíricamente, apartir <strong>de</strong> la información disponible en <strong>las</strong> encuestas nacionales<strong>de</strong> empleo, algunas <strong>de</strong> <strong>las</strong> más importantesse pue<strong>de</strong>n monitorear. El concepto <strong>de</strong> empleo apropiadopermite observar, empleando <strong>las</strong> encuestas <strong>de</strong>hogares, la calidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones laborales <strong>de</strong>s<strong>de</strong>una perspectiva <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos (Larrea, 2007). Este conceptose <strong>de</strong>fine como una relación laboral con el cumplimiento<strong>de</strong> condiciones laborales mínimas como: uningreso que posibilite la satisfacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>sbásicas, la afiliación a la seguridad social, un contrato onombramiento estable, una jornada laboral <strong>de</strong> no más<strong>de</strong> 48 horas por semana, y que la edad <strong>de</strong>l trabajadorse encuentre entre 15 y 64 años.cifras más recientes se ubican cerca <strong>de</strong>l 5%, uno <strong>de</strong> losvalores más bajos en América Latina. Los datos sobretrabajo infantil, a partir <strong>de</strong> la comparación entre los censos<strong>de</strong> 2001 y 2010, muestran también una importante<strong>de</strong>clinación.A pesar <strong>de</strong> los cambios positivos, como la mejora enla calidad <strong>de</strong>l empleo, el alza en los salarios reales y la<strong>de</strong>clinación <strong>de</strong>l subempleo, persisten importantes problemasestructurales en el mercado laboral ecuatoriano.El subempleo, 11 aunque <strong>de</strong>clinante, es todavía masivo, yafecta a casi un tercio (32%) <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo en elpaís en diciembre <strong>de</strong> 2011.El estudio <strong>de</strong> los factores sociales condicionantes <strong>de</strong>lsalario muestra que el mercado laboral mantiene unaestructura discriminatoria contra <strong>las</strong> mujeres, y tambiéncontra los trabajadores indígenas. En igualdad <strong>de</strong> otrascondiciones, como la educación y experiencia laboral<strong>de</strong>l trabajador, el número <strong>de</strong> horas trabajadas y la forma<strong>de</strong> inserción laboral, los salarios percibidos por <strong>las</strong> mujereseran, en diciembre <strong>de</strong> 2011, un 14% inferiores alos <strong>de</strong> los varones, y la <strong>de</strong>sventaja correspondiente paralos indígenas, respecto al resto <strong>de</strong> la sociedad, tambiénbajo idénticas condiciones laborales, era <strong>de</strong>l 11%.Esta estructura discriminatoria se ha mantenido prácticamenteinalterada a lo largo <strong>de</strong> la década. El mo<strong>de</strong>lomatemático <strong>de</strong> regresión minceriana se presenta en elCuadro 5 <strong>de</strong>l apéndice.Las encuestas nacionales <strong>de</strong> empleo, que se realizananualmente, muestran una continua ampliación en elporcentaje <strong>de</strong> trabajadores con empleo apropiado, quesube <strong>de</strong>l 11% en 2007 al 20% en 2011. Aunque estaúltima cifra es todavía muy baja, muestra un avance consi<strong>de</strong>rabledurante los últimos años, que ha sido el resultado<strong>de</strong> la ampliación en la cobertura <strong>de</strong> la seguridadsocial y <strong>de</strong> un aumento importante en los salarios reales.En el período mencionado la mediana <strong>de</strong> los salarios realesascendió en 55%.Otra característica <strong>de</strong>stacada <strong>de</strong> la evolución laboralreciente es el mantenimiento <strong>de</strong> tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleomo<strong>de</strong>radas, pese a los efectos negativos <strong>de</strong> la crisisfinanciera internacional <strong>de</strong> 2008. El <strong>de</strong>sempleo no hasuperado el 7% durante los últimos cuatro años, y <strong>las</strong>10Véase: OIT. Consultada en diciembre 2012 <strong>de</strong>: http://www.ilo.org/global/topics/<strong>de</strong>cent-work/lang--es/in<strong>de</strong>x.htm.11El subempleo es principalmente una inserción laboral <strong>de</strong> baja productividad queno permite al trabajador alcanzar una remuneración sobre el nivel <strong>de</strong> subsistencia.Existen varias modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> subempleo, como la visible y la invisible. La primera seda cuando el trabajador labora involuntariamente menos <strong>de</strong> 40 horas por semana, yen el segundo caso la remuneración se mantiene bajo un valor mensual consi<strong>de</strong>radoel mínimo aceptable, pese a que el trabajador labora 40 o más horas por semana.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 39Mapa 4-BReducción <strong>de</strong> la pobreza, por parroquias: 2001-2010ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaprovincias_2001Sin información0,34 - 0,640,12 - 0,330,08 - 0,110,05 - 0,070,01 - 0,04-0,04 - 0,00-0,07 - -0,05-0,11 - -0,08-0,37 - -0,12-0,87 - -0,38ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001-2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 5-ACambio social comparativo, por parroquias: 1990-2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información0,37 - 0,710,28 - 0,360,24 - 0,270,20 - 0,230,18 - 0,190,15 - 0,170,11 - 0,140,08 - 0,10-0,01 - 0,07-0,15 - -0,02ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 1990-2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 41Mapa 5-BCambio social comparativo, por parroquias: 2001-2010ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información0,37 - 0,710,28 - 0,360,24 - 0,270,20 - 0,230,18 - 0,190,15 - 0,170,11 - 0,140,08 - 0,10-0,01 - 0,07-0,15 - -0,02ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001-2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 6-ATipo <strong>de</strong> cambio en la pobreza, por parroquias: 1990-2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOZONAS NO DELIMITADASCAÑARMORONA SANTIAGOLeyendaAZUAYLímite provincialSin informaciónMejora estadísticamente significativa al 5%Mejora no estadísticamente significativaDeterioro no estadísticamente significativoEL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 KmDeterioro estadísticamente significativo al 5%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 1990-2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 43Mapa 6-BTipo <strong>de</strong> cambio en la pobreza, por parroquias: 2001-2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOZONA NO DELIMITADACAÑARMORONA SANTIAGOGUAYASLeyendaAZUAYLímite provincialSin informaciónMejora estadísticamente significativa al 5%Mejora no estadísticamente significativaDeterioro no estadísticamente significativoEL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 KmDeterioro estadísticamente significativo al 5%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001-2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 7-ATipo <strong>de</strong> cambio en la pobreza,consumo y <strong>de</strong>sigualdad, por parroquias: 1990-2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOZONAS NO DELIMITADASCAÑARMORONA SANTIAGOLeyendaLímite provincialSin informaciónPobreza+ Consumo+ Gini+Pobreza+ Consumo+ Gini0Pobreza+ Consumo0 Gini+Pobreza+ Consumo0 Gini0Pobreza+ Consumo0 Gini0Pobreza0 Consumo0 Gini+Pobreza0 Consumo0 Gini0EL OROLOJAAZUAYZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 1990-2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 45Mapa 7-BTipo <strong>de</strong> cambio en la pobreza,consumo y <strong>de</strong>sigualdad, por parroquias: 2001-20102001-2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOZONA NO DELIMITADALeyendaLímite provincialSin informaciónPobreza+ Consumo+ Gini+Pobreza+ Consumo+ Gini0Pobreza+ Consumo0 Gini+Pobreza0 Consumo+ Gini+Pobreza+ Consumo0 Gini0Pobreza0 Consumo+ Gini0GUAYASEL OROLOJACAÑARAZUAYZAMORA CHINCHIPEMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 KmPobreza0 Consumo0 Gini+Pobreza0 Consumo0 Gini01:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001-2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORANEXOSCuadro A-1Regresión múltiple <strong>de</strong>l cambio social relativo: 1990-2001Variable <strong>de</strong>pendiente: Proporción <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong>l Índice social comparativo 1990-2001 por parroquias.R = 0,495Variables in<strong>de</strong>pendientes B Error Std. Beta t Constante 0,3620 0,015 23,634 0Proporción urbana 0,0307 0,009 0,129 3,446 0,001Proporción indígena (2010) -0,0412 0,008 -0,161 -4,879 0Proporción montubia (2010) -0,1035 0,013 -0,237 -8,087 0Proporción afroecuatoriana(2010)-0,0519 0,014 -0,11 -3,741 0Índice social comparativo 1990 -0,0049 0 -0,588 -14,269 0Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990 y 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro A-2Regresión múltiple <strong>de</strong>l cambio social relativo: 2001-2010Variable <strong>de</strong>pendiente: Proporción <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong>l Índice social comparativo 2001-2010 por parroquias.R = 0,628Variables in<strong>de</strong>pendientes B Error Std. Beta t Constante 0,405 0,014 28,297 0Proporción urbana -0,002 0,007 -0,01 -0,314 0,754Proporción indígena (2010) 0,020 0,007 0,082 2,743 0,006Proporción montubia (2010) -0,047 0,011 -0,112 -4,227 0Proporción afroecuatoriana(2010)0,018 0,012 0,04 1,52 0,129Índice Social Comparativo 1990 -0,004 0,000 -0,574 -15,714 0Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 47ANEXOSCuadro A-3Regresión múltiple <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> la pobreza: 1990-2001Variable <strong>de</strong>pendiente: Reducción relativa <strong>de</strong> la pobreza 1990-2001R = 0,351Variables in<strong>de</strong>pendientes B Error Std. Beta t Constante 0,023 0,021 1,141 0,254Proporción urbana 0,042 0,020 0,084 2,145 0,032Consumo medio -0,001 0,00024668 -0,184 -4,468 0Proporción indígena (2010) -0,120 0,020 -0,213 -6,078 0Proporción montubia (2010) -0,027 0,031 -0,03 -0,877 0,381Proporción afroecuatoriana(2010)0,071 0,035 0,067 2,046 0,041Proporción <strong>de</strong> migrantes 0,388 0,146 0,089 2,659 0,008Escolaridad <strong>de</strong> personas <strong>de</strong> 24 omás años0,019 0,005 0,201 4,093 0Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010. Encuestas <strong>de</strong> Condiciones <strong>de</strong> Vida, 1995 y 2006.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro A-4Regresión múltiple <strong>de</strong>l cambio social relativo: 2001-2010Variable <strong>de</strong>pendiente: Reducción relativa <strong>de</strong> la pobreza 2001-2010R = 0,352Variables in<strong>de</strong>pendientes B Error Std. Beta t Constante 0,065 0,013 5,025 0Proporción urbana 0,047 0,015 0,111 3,175 0,002Consumo medio 0,001 0 0,192 5,085 0Proporción indígena (2010) -0,049 0,015 -0,108 -3,243 0,001Proporción afroecuatoriana(2010)-0,142 0,026 -0,166 -5,475 0Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010. Encuestas <strong>de</strong> Condiciones <strong>de</strong> Vida, 1995 y 2006.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORANEXOSCuadro A-5Regresión múltiple sobre los factores explicativos <strong>de</strong> los salarios: diciembre 2011Variable <strong>de</strong>pendiente: Logaritmo natural <strong>de</strong>l ingreso salarial total 2011R = 0,737Variables in<strong>de</strong>pendientes B Error Std. Beta t Constante 2,949 0,058 51,22 0Escolaridad 0,011 0,005 0,067 2,268 0,023Experiencia laboral 0,028 0,002 0,567 13,276 0Dummy Mujer -0,141 0,01 -0,089 -13,979 0Dummy Sector informal -0,14 0,023 -0,088 -6,056 0Ln (Horas trabajadas porsemana)0,596 0,013 0,258 45,638 0Dummy Trabajadores agríco<strong>las</strong> -0,278 0,012 -0,152 -23,328 0Dummy Trabajadores domésticos 0,056 0,023 0,015 2,433 0015Escolaridad al cuadrado 0,002 0 0,324 11,719 0Experiencia laboral al cuadrado -0,001 0 -0,538 -5,584 0Experiencia laboral al cubo 1,442E-06 0 0,081 1,351 0,177Dummy Jefe <strong>de</strong> hogar 0,065 0,01 0,043 6,373 0Dummy Indígena -0,113 0,022 -0,029 -5,222 0Dummy Sector público 0,599 0,045 0,304 13,456 0Interacción escolaridad-sectorpúblicoInteracción escolaridad-sectorinformal-0,014 0,003 -0,105 -4,443 0-0,02 0,002 -0,109 -8,025 0Fuentes: INEC, Encuesta <strong>de</strong> hogares ENEMDUR, diciembre 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental, UASB y CEPLAES


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EducaciónATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 53


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOREducaciónPor Juan Samaniego Froment“La educación es un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas a lo largo<strong>de</strong> su vida y un <strong>de</strong>ber ineludible e inexcusable <strong>de</strong>l Estado.Constituye un área prioritaria <strong>de</strong> la política pública y <strong>de</strong>la inversión estatal, garantía <strong>de</strong> la igualdad e inclusiónsocial y condición indispensable para el Buen Vivir.”(Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong>l Ecuador, Art. 26).El sector <strong>de</strong> educación ha vivido, a partir <strong>de</strong> la segundamitad <strong>de</strong> la década pasada, un proceso<strong>de</strong> reformas muy significativo. En noviembre <strong>de</strong>2006 fue aprobado en referéndum el Plan Decenal<strong>de</strong> Educación 2006-2015, el mismo que se haconvertido en política <strong>de</strong> Estado. En 2008 se aprobó yexpidió la Constitución vigente y, a partir <strong>de</strong> ella, distintosinstrumentos legales como el Plan Nacional <strong>de</strong>l BuenVivir y, posteriormente, la Ley Orgánica <strong>de</strong> Educación Intercultural,LOEI 1 . La continuidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas educativasha contribuido a los avances logrados en el sector.Los principios <strong>de</strong> universalidad, gratuidad y calidad <strong>de</strong>la educación <strong>de</strong>limitan el ámbito <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> todos losactores <strong>de</strong>l sistema educativo nacional. El Estado asume<strong>de</strong> manera clara el rol fundamental en el cumplimiento<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación <strong>de</strong> la población.A continuación, se presenta una <strong>de</strong>scripción y análisis<strong>de</strong> los principales indicadores <strong>de</strong> cobertura <strong>de</strong> la educaciónen el Ecuador. El documento consta <strong>de</strong> cuatropartes: en <strong>las</strong> dos primeras se <strong>de</strong>stacan los indicadoresque muestran el logro fundamental <strong>de</strong>l acceso a la educaciónbásica y los avances en el acceso al bachillerato;Luego se <strong>de</strong>scribe la cobertura <strong>de</strong> la educación superiory, por último, se exponen algunos indicadores relativosa <strong>las</strong> brechas que persisten en el sistema educativo, apartir <strong>de</strong> los cuales se sugieren retos y <strong>de</strong>safíos.No se presenta información sobre acceso a la educacióninicial (0 – 4 años) ni evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> laeducación básica y bachillerato. El análisis se centra eninformación disponible que da cuenta <strong>de</strong>l acceso a laeducación en el período inter-censal 2001 – 2010, porárea <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia urbano – rural, sexo y pertenencia aun grupo étnico. Finalmente se plantean los retos y <strong>de</strong>safíosque persisten en el ámbito educativo.Un logro fundamental: el accesoa la educación básicaEl crecimiento <strong>de</strong>l acceso a la educación básica constituyeun logro fundamental <strong>de</strong> la última década. Entre losaños 2001 y 2010 la tasa neta <strong>de</strong> asistencia a la educa-1La LEOI fue aprobada en enero <strong>de</strong> 2011 y publicada en el Registro Oficial No. 417 <strong>de</strong>l 31<strong>de</strong> Marzo 2011. Su Reglamento se expidío en el mes <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2012.Cuadro 1Tasa neta <strong>de</strong> asistencia a la educación básica por área: 2001 y 2010AñoUrbana Rural Total Índice: 2001 = 100% No. % No. % No. % No.2001 82,5 1,565,282 72,6 1,137,376 78,3 2,703,157 100,0 100,02010 91,2 1,894,099 90,3 1,172,040 90,8 3,066,139 110,5 124,3Fuente: INEC Censo <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 55Tasa neta <strong>de</strong> asistencia a la educación básicapor etnicidad y sexo: 2001 y 2010ción básica creció <strong>de</strong>l 78,3 al 90,8%. Los datos permitenconstatar que el crecimiento es más significativo en elárea rural: en la actualidad no existen brechas <strong>de</strong> accesoa la educación básica entre <strong>las</strong> áreas urbanas y <strong>las</strong> rurales,tal como muestran los datos <strong>de</strong>l Cuadro 1.Porcentaje100908070605070,090,2 91,089,276,272,4 74,088,979,678,891,191,0Para el año 2010, el 90,8% <strong>de</strong> niños, niñas y adolescentes<strong>de</strong> nuestro país asisten a la educación básica,lo cual representa un crecimiento <strong>de</strong> 12 puntos porcentualescon respecto al año 2001. El significativo logrotambién evi<strong>de</strong>ncia que prácticamente ya no existanbrechas <strong>de</strong> acceso a la educación básica entre hombresy mujeres o <strong>de</strong>bido a la pertenencia étnico-cultural(Gráfico 1), y que se ha avanzado hacia la universalización<strong>de</strong> este nivel educativo.40302010Indígena Afro<strong>de</strong>scendiente Otros2001 Mujeres 2001 Hombres 2010 Mujeres 2010 HombresEl sustancial avance en el acceso a educación básicase observa principalmente entre la población <strong>de</strong> niños,niñas y adolescentes indígenas, cuya cobertura aumentóen un 20% durante el período inter-censal, seguido por lapoblación afroecuatoriana que subió alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 15%.Este salto en el acceso <strong>de</strong> los grupos tradicionalmentediscriminados en la sociedad ecuatoriana constituye uncambio importante en términos <strong>de</strong> eliminar <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>sen cuanto a cobertura <strong>de</strong> la educación básica.Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESTasa neta <strong>de</strong> asistencia al bachillerato por área: 2001 y 201080La tasa neta <strong>de</strong> asistencia a la educación básica, que sesitúa en un 90%, constituye un logro muy relevante encuanto a equidad y garantía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación.En lo fundamental, es el resultado <strong>de</strong> la continuidad ycombinación <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> ampliación <strong>de</strong> la oferta educativa(incorporación <strong>de</strong>l 8vo., 9no. y 10mo. años en <strong>las</strong>escue<strong>las</strong>) y <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> barreras <strong>de</strong> acceso (gratuidad,eliminación <strong>de</strong> cuotas, alimentación, provisión <strong>de</strong>útiles y uniformes escolares), impulsadas en los últimosaños. A ello se suma la obligación que tienen <strong>las</strong> mujeresbeneficiarias <strong>de</strong>l “bono <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo humano” <strong>de</strong> mantenera sus hijos/as en la escuela.Porcentaje7060504047,967,948,5UrbanaRuralEl crecimiento <strong>de</strong>l acceso a la educación básica, entreotras, ha enfrentado dificulta<strong>de</strong>s relacionadas a la sectorizacióneducativa, sobre todo en <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s más gran<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l país. En efecto, persisten incongruencias entre la<strong>de</strong>nsidad poblacional y la existencia <strong>de</strong> oferta educativaen territorios urbanos <strong>de</strong>terminados, como en el caso <strong>de</strong>la zona sur <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Quito.302010023,2Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES2001 2010Avances en el acceso albachilleratoLa información disponible permite constatar importantesavances con relación al acceso al bachillerato en la últimadécada. De acuerdo con el último censo <strong>de</strong> población(2010), dos <strong>de</strong> cada tres adolescentes <strong>de</strong> 15 a 17 años(60,6%) asisten al bachillerato, mientras que para el año2001 algo más <strong>de</strong> 1 <strong>de</strong> cada 3 adolescentes (38,9%) lohacía, tal como se observa en el Gráfico 2.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOREl avance en el acceso al bachillerato en el período intercensales <strong>de</strong> 20 puntos porcentuales en el área urbana y<strong>de</strong> 25 en el área rural. Empero, el avance es mucho mássignificativo en el sector rural, pues la cifra se duplica, yaque el incremento proporcional es <strong>de</strong>l 109%, mientrasen los centros urbanos es <strong>de</strong>l 41%. Pese a ello, todavíapersisten diferencias en el acceso <strong>de</strong> la población a estenivel educativo por área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, siendo la poblaciónrural la que se encuentra en <strong>de</strong>sventaja.La ampliación <strong>de</strong> la cobertura <strong>de</strong> la educación básicapresionó para el crecimiento <strong>de</strong>l nivel subsiguiente (bachillerato).Causas estructurales como la falta <strong>de</strong> ofertaeducativa y la sobre - edad que se concentran en el bachillerato,explican, entre otros factores, la presencia <strong>de</strong>brechas en el acceso a este nivel educativo, <strong>las</strong> mismasque <strong>de</strong>jan por fuera, sobre todo, a chicos y chicas <strong>de</strong> <strong>las</strong>áreas rurales.Cuadro 2Ecuador: Tasa neta <strong>de</strong> asistencia al bachilleratopor etnicidad: 2001 y 2010I<strong>de</strong>ntidad étnicaIndígenaAfro<strong>de</strong>scendiente2001 2010 Índice: 2001 = 100% N° % N° Año 2001 Año 201016,8 54,897 44,0 68,49728,3 38,049 49,4 64,452Fuente: INEC Censo <strong>de</strong> población 2001 y 2010. Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES100,0 262,2100,0 174,7Otros41,0 661,456 63,1 735,387100,0 153,7Total 38,6 755,432 60,6 868,683 100,0 156,9De manera consistente y a pesar <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejoras observadasen el conjunto, aún persisten <strong>las</strong> diferencias<strong>de</strong>bido a la pertenencia étnico-cultural; pues mientrasla media nacional <strong>de</strong> asistencia al bachillerato es <strong>de</strong>l60,6%, la cifra <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> 16 puntos entre la poblaciónindígena y 11 entre la afroecuatoriana. No obstante,vale resaltar que el porcentaje <strong>de</strong> indígenas <strong>de</strong> 15 a 17años que cursan el bachillerato se ha duplicado y más,siendo este grupo el que presenta mayor crecimientoen la década analizada.Los datos <strong>de</strong> asistencia al bachillerato muestran que enel año 2001 había algo más <strong>de</strong> mujeres que hombresen la educación media, siendo la diferencia entre sí <strong>de</strong>1,8 puntos porcentuales. El crecimiento <strong>de</strong> la asistenciatanto para hombres como para mujeres es notorio enel <strong>de</strong>cenio. En la actualidad continúa la ten<strong>de</strong>ncia y seobserva que hay un 1,2% más <strong>de</strong> mujeres que <strong>de</strong> hombresasistiendo al bachillerato. Ello se explica, en parte,<strong>de</strong>bido a que los hombres abandonan antes los estudiosTasa neta <strong>de</strong> asistencia al bachillerato por etnicidad y sexo: 2001 y 2010802001 Mujeres706062,363,92001 Hombres2010 MujeresPorcentaje504046,241,847,451,439,842,22010 Hombres3026,430,22018,814,810Indígena Afro<strong>de</strong>scendiente OtrosFuente: INEC, Censos <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 57para trabajar. Esta incorporación más temprana al mercado<strong>de</strong> trabajo respon<strong>de</strong> en gran medida a los <strong>de</strong>terminantes<strong>de</strong> género que asignan más a los hombres que a<strong>las</strong> mujeres la responsabilidad <strong>de</strong>l trabajo productivo y <strong>de</strong>sostenimiento <strong>de</strong> la economía familiar.El Gráfico 3, que ilustra el acceso al bachillerato, combinandoel sexo y la i<strong>de</strong>ntidad étnico-cultural, muestraque en el conjunto <strong>de</strong> la población, entre los afroecuatorianosy el resto <strong>de</strong> grupos (blancos, mestizos,montubios), el porcentaje <strong>de</strong> mujeres es mayor que el<strong>de</strong> los hombres, excepto entre la población indígenadon<strong>de</strong> <strong>de</strong> forma recurrente <strong>las</strong> mujeres aparecen en<strong>de</strong>sventaja. Entre los hombres, son los indígenas losque menos acce<strong>de</strong>n al bachillerato, lo que indica quea pesar <strong>de</strong> los avances, este grupo <strong>de</strong> población continúasiendo el más excluido en el país.Acceso a la educación superiorDurante el período inter-censal, la tasa <strong>de</strong> asistenciaa la educación superior creció en un 15%, porcentajeque con seguridad correspon<strong>de</strong> principalmente al últimolustro, como resultado <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas <strong>de</strong> gratuidady ampliación <strong>de</strong> la cobertura <strong>de</strong> estudios superiores.Para el año 2010, el 40,5% <strong>de</strong> la población asistea un establecimiento <strong>de</strong> educación superior.PorcentajeTasa bruta <strong>de</strong> asistencia a la educación superior por área:2001 y 2010605040302010033,98,2Fuente: INEC, Censos <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES50,92001 201019,0Media nacional2001 201024,98 40,48UrbanaRuralAl <strong>de</strong>sagregar los datos por área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, seobser va que entre 2001 y 2010 el incremento esproporcional mente mayor entre los jóvenes <strong>de</strong> la zonarural; sin em bargo, no se ha revertido la asimetría conrespecto a los que resi<strong>de</strong>n en los centros urbanos. Seaprecia que la brecha <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad sigue siendomuy marcada, pues en 2010 la cifra <strong>de</strong>l área urbana(50,9%) casi triplica a la <strong>de</strong>l sector rural (19,0%).Un dato relevante sobre el acceso a educación superiorconstituye la situación <strong>de</strong> hombres y mujeres. De acuerdocon datos <strong>de</strong>l censo <strong>de</strong>l 2010, pue<strong>de</strong> señalarse que,uno <strong>de</strong> cada tres hombres(37,1%) y dos <strong>de</strong> cada cuatromujeres (43,9%) asisten a la educación superior. Elmayor acceso <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres es una realidad que ya seexpresó en el Censo <strong>de</strong>l 2001 y se acentuó en los añossubsiguientes, lo cual muestra avances fundamentalesen materia <strong>de</strong> equidad <strong>de</strong> género.Nuevamente, como se mira en el Gráfico 5, <strong>las</strong> brechas<strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad provienen <strong>de</strong> la pertenenciaétnico-cultural pues, a pesar <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejoras observadasen el período inter-censal, <strong>las</strong> históricas exclusionesy discriminaciones inci<strong>de</strong>n para que los pueblosindígenas y afro<strong>de</strong>scendientes accedan menos a losniveles <strong>de</strong> educación superior, y que los auto<strong>de</strong>finidoscomo blancos y mestizos sean los que tienenmás oportunida<strong>de</strong>s y pue<strong>de</strong>n ejercer este <strong>de</strong>rechoen mayor medida.Tasa bruta <strong>de</strong> asistencia a la educación superior por etnicidad:2001 y 2010Porcentaje504540353025201510506,414,714,2Fuente: INEC, Censos <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES20,526,9Indígena Afro<strong>de</strong>scendiente Otros44,4Media nacional2001 201024,98 40,4820012010


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORBrechas, obstáculose inequida<strong>de</strong>sA<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>las</strong> asimetrías por área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia y etnicida<strong>de</strong>n el acceso a los distintos niveles <strong>de</strong> educación,se observa que son cuatro los ámbitos principales en losque persisten brechas u obstáculos <strong>de</strong> acceso a la educación:i) la brusca caída <strong>de</strong> la asistencia escolar a partir<strong>de</strong> los 15 años; ii) el alto rezago escolar que merma lapermanencia <strong>de</strong> niños y jóvenes en el sistema educativoy la inclusión <strong>de</strong> aquellos que no están estudiando; iii) lapreminencia <strong>de</strong>l analfabetismo entre mujeres indígenas, yiv) <strong>las</strong> notables diferencias <strong>de</strong> años <strong>de</strong> escolaridad <strong>de</strong> lapoblación <strong>de</strong> áreas urbanas y rurales. A continuación, seabordan cada uno <strong>de</strong> estos ámbitos.cióna partir <strong>de</strong> los 15 añosLos logros obtenidos en relación al acceso (casi universal)a la educación básica y los avances alcanzados en elbachillerato, conviven con problemas y brechas al interior<strong>de</strong>l sistema educativo, cuya mayor expresión es la drásticacaída <strong>de</strong> la matrícula escolar que se presenta a partir<strong>de</strong> los 15 años <strong>de</strong> edad.En efecto, la información <strong>de</strong>l último Censo permite constatarque entre los quince y los dieciocho años <strong>de</strong> edad,la matrícula escolar <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> al menos en un 30%. Tamañaconstatación pone en cuestión el tema <strong>de</strong>l accesoal bachillerato, con relación a la diversidad <strong>de</strong> situaciones<strong>de</strong> la población en cuanto a edad, particularida<strong>de</strong>s y necesida<strong>de</strong>seducativas, entre otras.El Gráfico 6 presenta el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la tasa neta <strong>de</strong>asistencia a establecimientos educativos, que ocurre <strong>de</strong>forma similar en hombres y en mujeres, lo que da cuenta<strong>de</strong>l enorme contingente <strong>de</strong> jóvenes que interrumpen suformación y ven limitado su <strong>de</strong>recho a la educación mediao <strong>de</strong> mayor nivel.A escala territorial, <strong>las</strong> provincias amazónicas, Esmeraldasy algunas regiones <strong>de</strong>l litoral presentan mayor concentración<strong>de</strong> población que no asiste a la educación secundaria,tal como pue<strong>de</strong> observarse en el Mapa 1. Estasituación respon<strong>de</strong>ría a la escasez <strong>de</strong> establecimientoseducativos <strong>de</strong> nivel medio o a que son <strong>de</strong> difícil acceso,pero también a que la educación dista mucho <strong>de</strong> <strong>las</strong>expectativas <strong>de</strong> <strong>las</strong> y los jóvenes estudiantes, al rezagoescolar, o a que se ven obligados a incorporarse al mercado<strong>de</strong> trabajo.ciónen edad escolar:El trabajo infantil y juvenil es la primera causa que provocaexclusión escolar. Miles <strong>de</strong> niños y jóvenes que trabajan yestudian, acumulan rezago escolar durante su recorridoeducativo. Cuando el rezago sobrepasa los tres y másaños se convierte en “severo” y <strong>de</strong>viene en abandonoescolar. Diversas evi<strong>de</strong>ncias muestran que los niños, niñasy jóvenes que están estudiando y tienen rezago severo,son muy vulnerables a ser excluidos <strong>de</strong> la escuelao el colegio. Aquellos que no están estudiando y tienenTasa neta <strong>de</strong> asistencia a establecimientos educativos por edad y sexo: 20101009080Porcentaje706050HombreMujerTotal4030200 5 10 15 20 25 30EdadFuente: INEC, Censos <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 59rezago severo, cuentan con escasas oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>reinsertarse y continuar su educación.A pesar <strong>de</strong> los esfuerzos realizados a nivel nacional, eltrabajo infantil es un problema grave en el Ecuador. Deacuerdo con el último Censo <strong>de</strong> la población (2010), untotal <strong>de</strong> 234.000 niños, niñas y adolescentes trabajan,cifra que podría ser más alta si se toma en cuenta que<strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s domésticas encargadas a ellos y el<strong>las</strong> noson consi<strong>de</strong>radas como trabajo infantil.Según los datos <strong>de</strong>l Censo <strong>de</strong> población <strong>de</strong> 2010, <strong>de</strong> untotal <strong>de</strong> 2.946.981 niños, niñas y adolescentes <strong>de</strong> 9 a 18años que asisten a un centro educativo, el 16% tiene rezagoescolar severo, por tanto, un alto riesgo <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong>estudiar. En cambio, <strong>de</strong> los 411.646 niños y adolescentes<strong>de</strong> 9 a 18 años que no estudian, el 45,7% tiene rezagoescolar severo. Si a esto agregamos que, <strong>de</strong> acuerdocon la Encuesta <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> 2009, el 57,4% <strong>de</strong> todoslos niños con rezago escolar severo trabajan, se pue<strong>de</strong>inferir la relación directa entre trabajo infantil y exclusióneducativa. Los cuadros 3 y 4 muestran la dimensión <strong>de</strong>lproblema <strong>de</strong>l rezago escolar severo.El rezago escolar está presente <strong>de</strong> manera fundamentalen la población indígena y afro<strong>de</strong>scendiente. Si bien lainformación inter-censal muestra una reducción <strong>de</strong> unpoco más <strong>de</strong>l 50% <strong>de</strong> rezago escolar severo en el ámbitonacional (<strong>de</strong>l 38,2% en el 2001 al 16% en el 2010), enla actualidad uno <strong>de</strong> cada cuatro niños y adolescentesindígenas y afroecuatorianos tiene rezago escolar severoy, por tanto, se encuentran en grave riesgo <strong>de</strong> abandonarlos estudios y limitar sus oportunida<strong>de</strong>s futuras.El mapa 2 presenta los territorios don<strong>de</strong> prevalece el rezagoescolar. Nuevamente se <strong>de</strong>stacan la Amazonía, laprovincia <strong>de</strong> Esmeraldas y algunas zonas <strong>de</strong>l litoral.En cuanto a la oferta <strong>de</strong> educación existente, el sistemaeducativo <strong>de</strong> nuestro país requiere <strong>de</strong>sarrollar y promoveralternativas que respondan a la complejidad <strong>de</strong>l rezagoescolar severo: intermitencia <strong>de</strong>l recorrido escolar,<strong>de</strong>sescolarización, <strong>de</strong>sestructuración familiar, efectos negativos<strong>de</strong> la vinculación con el trabajo, baja autoestima,ausencia <strong>de</strong> “proyectos <strong>de</strong> vida” entre los jóvenes.El trabajo infantil y la exclusión educativa son dos caras<strong>de</strong> la misma moneda. Garantizar el <strong>de</strong>recho a laeducación a la población en situaciones <strong>de</strong> tamaña vulnerabilidadcomo <strong>las</strong> que provoca el trabajo infantil y juvenil,constituye un <strong>de</strong>safío sustancial <strong>de</strong>l país. Desafíoque <strong>de</strong>manda acciones integrales <strong>de</strong> prevención y erradicación<strong>de</strong>l trabajo infantil y al mismo tiempo la restitución<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación.Cuadro 3Población que asiste a un centro educativoy tiene rezago escolar severo: 2010Edad Total nacional Con rezago severo %9 a 11 958,741 22,799 2,412 a 14 871,435 126,664 14,515 a 17 848,940 220,487 26,018 267,865 94,838 35,4Total 2,946,981 464,788 16,0Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> población, 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 4Población que no asiste a un centro educativoy tiene rezago escolar severo: 2010Edad Total nacional Con rezago severo %9 a 11 20,059 976 4,912 a 14 74,381 12,049 16,215 a 17 192,818 120,210 62,318 124,388 54,788 44,0Total 411,646 188,023 45,7Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> población, 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 5Regazo escolar severo entre indígenas yafro<strong>de</strong>scendientes: 2001 y 2010AñoIndígenasFuente: INEC, Censo <strong>de</strong> población, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESAfroecuatorianosNº % Nº %2001 114.132 54,1 82.698 50,12010 183.026 26,4 171.075 23,6


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-ATasa neta <strong>de</strong> asistencias a niveles <strong>de</strong> educación secundaria, por parroquia: 2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información90,7% - 100%81,1% - 90,6%74,6% - 81%52% - 74,5%45,2% - 51,9%33,1% - 45,1%22,6% - 33%15,4% - 22,5%8,7% - 15,3%0% - 8,6%EL OROLOJAZONAS NO DELIMITADASAZUAYCAÑARZAMORA CHINCHIPEMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 61Mapa 1-BTasa neta <strong>de</strong> asistencias a niveles <strong>de</strong> educación secundaria, por parroquia: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZALeyendaLímite provincialSin información90,7% - 100%81,1% - 90,6%74,6% - 81%52% - 74,5%45,2% - 51,9%33,1% - 45,1%22,6% - 33%15,4% - 22,5%8,7% - 15,3%0% - 8,6%SANTA ELENAGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 63Mapa 2-BPromedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> sobre-edad, por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZALeyendaLímite provincialSin información0,2 - 0,40,5 - 1,11,2 - 2,32,4 - 2,82,9 - 3,53,6 - 5,55,6 - 6,36,4 - 14,214,3 - 19,319,4 - 31,8SANTA ELENAGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORAlfabetización <strong>de</strong> mujeresindígenasLa tasa neta <strong>de</strong> analfabetismo <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 15y más años ha disminuido <strong>de</strong> 9% en el 2001 al 6,8% enel 2010. Sin embargo, la brecha entre el área urbana yrural se mantiene casi invariable: el 12,9% <strong>de</strong> la poblaciónrural es analfabeta, en contraste con el 3,8% <strong>de</strong> la poblaciónanalfabeta que resi<strong>de</strong> en los centros urbanos. La tasa<strong>de</strong> analfabetismo en el área rural en 2010 correspon<strong>de</strong> a420.900 personas que no saben leer y escribir, en contrastecon <strong>las</strong> 251.200 en el área urbana (Censo 2010).El porcentaje <strong>de</strong> mujeres analfabetas es mayor que el <strong>de</strong>los hombres: 7,7% frente a 5,8% en el año 2010. Pesea que <strong>las</strong> diferencias han disminuido en relación con elaño 2001, <strong>las</strong> brechas <strong>de</strong> género persisten, tal como lomuestra el Gráfico 7.La disminución <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> analfabetismo <strong>de</strong> la poblaciónindígena entre los años 2001 y el 2010 es notoria:7,9 puntos porcentuales. Pese a ello, en 2010 persistela brecha entre los distintos grupos étnico-culturales enperjuicio <strong>de</strong> la población indígena, en la cual el porcentaje<strong>de</strong> analfabetismo (20,4%) triplica a la media nacional(6,7%). Así, una <strong>de</strong> cada cinco personas indígenas necesitaser alfabetizada. Las mujeres indígenas, <strong>de</strong> entre todoslos grupos consi<strong>de</strong>rados, son quienes presentan lamás alta tasa <strong>de</strong> analfabetismo con un alarmante 26,8%.Escolaridad <strong>de</strong> la poblaciónPor último, la escolaridad <strong>de</strong> la población es un indicadorque experimenta cambios en el mediano plazo.Aumentar el promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> educación <strong>de</strong> la población<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> políticas integrales y la consecución<strong>de</strong> metas parciales.Se observa (Gráfico 9) que entre 2001 y 2010, tanto enel sector urbano como en el rural, los años <strong>de</strong> estudio <strong>de</strong>la población suben la misma cifra: 1,3 años <strong>de</strong> estudio.La mayor expresión <strong>de</strong> inequidad en el acceso a la educaciónen nuestro país, sigue siendo una diferencia <strong>de</strong>cuatro años entre el promedio <strong>de</strong> escolaridad <strong>de</strong> la población<strong>de</strong> áreas urbanas y rurales.Tasa <strong>de</strong> analfabetismo para la población <strong>de</strong> 15 o más años por sexo y área: 2001 y 20102018,7181615,0RuralUrbana1413,31210,9Porcentaje1086,164,64,343,220HombresMujeresHombresMujeres20012010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 65Tasa <strong>de</strong> analfabetismo por etnicidad y sexo: 2001 y 2010403536,1302526,8IndígenaAfro<strong>de</strong>scendientesPorcentaje201510511,28,619,89,87,96,8 6,313,77,4Resto <strong>de</strong>l país50Mujeres Hombres Mujeres Hombres20012010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESPromedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> escolaridad por área: 2001 y 201012108,710,0Años <strong>de</strong> escolaridad8644,76,0UrbanaRural202001 2010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 3-ATasa <strong>de</strong> analfabetismo, por parroquia: 2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información0,6% - 3,5%3,6% - 5,4%5,5% - 7,9%8% - 10,6%10,7% - 13,4%13,5% - 16,7%16,8% - 21,3%21,4% - 28,3%28,4% - 38,2%38,3% - 100%EL OROLOJAZONAS NO DELIMITADASAZUAYCAÑARZAMORA CHINCHIPEMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 67Mapa 3-BTasa <strong>de</strong> analfabetismo, por parroquia: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZASANTA ELENALeyendaGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información0,6% - 3,5%GUAYASAZUAY3,6% - 5,4%5,5% - 7,9%8% - 10,6%10,7% - 13,4%13,5% - 16,7%16,8% - 21,3%21,4% - 28,3%28,4% - 38,2%EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km38,3% - 100%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORCONCLUSIONES: RETOS Y DESAFÍOSEl análisis <strong>de</strong> la información sobre asistencia a los distintosniveles <strong>de</strong> educación que presentan los Censos<strong>de</strong> población <strong>de</strong> 2001 y 2010, permite establecer <strong>las</strong>siguientes conclusiones y proponer algunos retos y<strong>de</strong>safíos:Se constata un evi<strong>de</strong>nte aumento <strong>de</strong> cobertura <strong>de</strong> laeducación básica en el período inter-censal. Hoy en díano hay brechas a nivel <strong>de</strong> género, área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>nciao etnia. La educación básica está muy cerca <strong>de</strong> universalizarse.Entre el 2001 y el 2010 se registra un importantecrecimiento en el acceso <strong>de</strong> la población al bachillerato.Pese ello, persisten diferencias notorias a nivel<strong>de</strong> campo y ciudad, y la población indígena y afroecuatoriana,en ese or<strong>de</strong>n, son <strong>las</strong> que menos acce<strong>de</strong>na este nivel educativo. Se ha eliminado la brechaentre hombres y mujeres respecto a la asistencia albachillerato.El acceso a la educación empieza a “<strong>de</strong>smoronarse” apartir <strong>de</strong> los 15 años. Pese a los esfuerzos realizados,el acceso universal al bachillerato, constituye un reto<strong>de</strong> corto y mediano plazo.El crecimiento sostenido <strong>de</strong>l acceso a educación básicano ha significado un crecimiento proporcional <strong>de</strong>lbachillerato. Tal constatación evi<strong>de</strong>ncia que la mayorparte <strong>de</strong> la población en edad escolar, que asiste a laeducación básica, lo hace en los primeros seis o sieteaños. Evi<strong>de</strong>ncia, a<strong>de</strong>más, la estrecha relación entretrabajo juvenil y abandono escolar y la necesidad <strong>de</strong>explorar <strong>las</strong> causas provocadas por el propio sistemaescolar, que <strong>de</strong>salentarían en los adolescentes y jóvenesel acceso y la no conclusión <strong>de</strong>l bachillerato.El <strong>de</strong>bate sobre acceso al bachillerato requiere integrardos temas sustanciales: por un lado, la articulación <strong>de</strong>lbachillerato con el trabajo / empleo juvenil y, por otro,el clima escolar en <strong>las</strong> instituciones educativas y sua<strong>de</strong>cuación / respuesta a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s e intereses<strong>de</strong> los adolescentes y jóvenes.La articulación <strong>de</strong> bachillerato y trabajo guarda relacióncon un tema estructural referido al empleo. Ampliarla oferta y promover el acceso al bachillerato, implicaconcretar respuestas a <strong>las</strong> preocupaciones y <strong>de</strong>mandas<strong>de</strong> empleo juvenil.En cuanto a la cultura escolar, es sustancial <strong>de</strong>sarrollarpropuestas y estrategias <strong>de</strong> gestión educativa y pedagógica,que impliquen una mejor comprensión <strong>de</strong>los intereses y preocupaciones <strong>de</strong> los adolescentes yjóvenes. Tamaño <strong>de</strong>safío requiere, por tanto, plantearnuevas comprensiones <strong>de</strong> la relación entre jóvenes,autoridad, y pedagogía, entre otras. El clima escolar,por ejemplo, suele ser percibido por los adolescentescomo “autoritario” y los aprendizajes como “aburridos”o “poco interesantes”, lo cual <strong>de</strong>ja entrever la necesidad<strong>de</strong> avanzar hacia una educación más atractiva y<strong>de</strong>safiante para los adolescentes y los jóvenes, lo cualcontribuiría a mermar el abandono escolar.La brecha <strong>de</strong> mayor significación es el promedio <strong>de</strong>escolaridad: la población que resi<strong>de</strong> en áreas urbanastiene cuatro años más <strong>de</strong> escolaridad, con respecto ala población rural <strong>de</strong>l país.Una brecha notoria es el analfabetismo en <strong>las</strong> mujeresindígenas que llega al 26,8%, frente al 6,8% nacional.Tan gran<strong>de</strong> <strong>de</strong>safío requiere <strong>de</strong> una mirada <strong>de</strong> cortoy mediano plazo, que promueva oportunida<strong>de</strong>s educativaspermanentes para adultos y adultas indígenas,entre el<strong>las</strong>, la alfabetización.El rezago escolar constituye un factor <strong>de</strong>terminanteque alienta la exclusión educativa. Se constata un altorezago escolar severo tanto en la población en eda<strong>de</strong>scolar que se encuentra estudiando, así como en laque está <strong>de</strong>sescolarizada.Los logros evi<strong>de</strong>ntes en el acceso a la educación básicatraen consigo el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> concentrar esfuerzos enla permanencia escolar. Como se ha dicho, el rezagoescolar severo está presente en el sistema educativo yfuera <strong>de</strong> él. Precisa respuestas urgentes, pues constituyela principal causa <strong>de</strong> la exclusión educativa.Los dos mapas presentados permiten constatar, tantola concentración <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong> acceso y sobreeda<strong>de</strong>n algunos territorios (Esmeraldas, provinciasamazónicas), como su dispersión. Tal constatación <strong>de</strong>manda<strong>de</strong> estrategias <strong>de</strong> ampliación <strong>de</strong> la oferta educativadiferenciadas y con visión territorial, <strong>de</strong> acuerdocon realida<strong>de</strong>s y necesida<strong>de</strong>s concretas.Por último, es muy importante contrastar los resultadospositivos que el país ha logrado en materia <strong>de</strong>cobertura, con la calidad <strong>de</strong> la educación. Los avancesen el aumento <strong>de</strong> matrícula escolar requieren <strong>de</strong>investigaciones y estudios sobre calidad, con la finalidad<strong>de</strong> dimensionar el impacto <strong>de</strong> la ampliación <strong>de</strong>cobertura. Es fundamental que el país cuente coninformación permanente sobre los impactos y resultados<strong>de</strong> los procesos pedagógicos en <strong>las</strong> institucioneseducativas.


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ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 71Salud y equidad


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORSalud y equidadPor Carlos Larrea Maldonado“La salud es un <strong>de</strong>recho que garantiza el Estado.”(Art. 32)“Se reconoce y garantizará a <strong>las</strong> personas: El <strong>de</strong>recho a unavida digna, que asegure la salud, alimentación y nutrición,agua potable, vivienda, saneamiento ambiental, educación,trabajo, empleo, <strong>de</strong>scanso y ocio, cultura física, vestido,seguridad social y otros servicios sociales necesarios.”(Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong>l Ecuador, Art. 66, Lit. 2)Varios indicadores <strong>de</strong> síntesis <strong>de</strong> salud, comola esperanza <strong>de</strong> vida al nacer y la mortalidad<strong>de</strong> menores <strong>de</strong> 5 años, han mantenido unaconsistente ten<strong>de</strong>ncia a la mejora en AméricaLatina y entre los países en <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace variasdécadas. Este proceso obe<strong>de</strong>ce a varios factores, comola difusión social <strong>de</strong> los avances tecnológicos en medicinay la expansión en la cobertura <strong>de</strong> servicios básicos<strong>de</strong> salud. En el caso ecuatoriano, la esperanza <strong>de</strong> vidaal nacer ha aumentado <strong>de</strong> 58,9 años en el quinquenio1970-1975 a 75,6 años en el quinquenio actual, mientrasque la mortalidad entre menores <strong>de</strong> 5 años ha <strong>de</strong>clinado<strong>de</strong> 138 por cada mil nacidos vivos en 1970 a 23 en laactualidad. Esta evolución ha sido similar a la ten<strong>de</strong>ncialatinoamericana. En el caso <strong>de</strong> la mortalidad <strong>de</strong> menores<strong>de</strong> 5 años, el Ecuador todavía se mantiene en condiciones<strong>de</strong>sfavorables frente a la media regional, como lomuestra el Gráfico 2.Estos importantes avances, y otros que han sido significativosen el Ecuador como la reducción en la prevalencia<strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s infecto-contagiosas, son porsu naturaleza promedios nacionales y no siempre estánacompañados <strong>de</strong> una mejora en la distribución social yregional <strong>de</strong> los beneficios obtenidos. Este capítulo analizala evolución <strong>de</strong> estas diferencias, tanto en el acceso a losservicios <strong>de</strong> salud como en los resultados alcanzados.Desafortunadamente, no todos los indicadores <strong>de</strong> saludmuestran una evolución favorable. El embarazo adolescentepersiste como un problema serio <strong>de</strong> salud pública,sin mejoras importantes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990, lo cual tiene gravesconsecuencias en la vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres, como lo han<strong>de</strong>mostrado varios estudios que “han encontrado unacorrelación significativa entre la maternidad temprana,menor rendimiento educativo y peores resultados en elmercado laboral para <strong>las</strong> mujeres” (Azevedo, 2011). Segúnel último censo (2010), casi una <strong>de</strong> cada cinco mujeres(18,5%) tenía al menos un hijo a los 19 años <strong>de</strong> edad,y el 18% <strong>de</strong> todos los nacimientos en el país provenían<strong>de</strong> mujeres entre 12 y 19 años.El gasto público en salud en el Ecuador se mantuvo entre1990 y 2006 en niveles cercanos al 1% <strong>de</strong>l PIB, ubicandoal Ecuador en una <strong>de</strong> <strong>las</strong> posiciones más bajas enAmérica Latina (CEPALSTAT). A partir <strong>de</strong> 2007 se produceuna consi<strong>de</strong>rable expansión <strong>de</strong>l gasto social, incluyendoeducación y salud, como se observa en el Gráfico3. Este marcado crecimiento en la inversión social en elúltimo quinquenio pue<strong>de</strong> ser evaluado mediante el estudio<strong>de</strong> los indicadores. En el caso <strong>de</strong> la educación, porejemplo, se pue<strong>de</strong> observar un avance consi<strong>de</strong>rable enla cobertura educativa, principalmente en la educaciónmedia, entre otros resultados.Las políticas <strong>de</strong> salud también <strong>de</strong>ben enfrentar nuevos<strong>de</strong>safíos, como la aparición <strong>de</strong> nuevas enfermeda<strong>de</strong>sresistentes a los antibióticos, la expansión <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>stropicales como resultado <strong>de</strong>l cambio climático,y problemas <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l <strong>de</strong>terioro ambiental y la contaminación.Indicadores <strong>de</strong> saludEn este capítulo se han seleccionado algunos indicadores<strong>de</strong> salud provenientes <strong>de</strong> los censos o inferidos<strong>de</strong> ellos, cuyo análisis permite <strong>de</strong>sagregar los resultadosa escala parroquial y analizar los cambios entre1990 y 2010.Para monitorear el acceso a los servicios <strong>de</strong> salud, seha seleccionado el personal equivalente <strong>de</strong> salud porcada 10.000 habitantes. Esta variable se calcula a partir<strong>de</strong>l número <strong>de</strong> médicos, <strong>de</strong> asistentes profesionales <strong>de</strong>salud, <strong>de</strong> asistentes no profesionales <strong>de</strong> salud y <strong>de</strong> lapoblación <strong>de</strong> cada localidad. En primer lugar, se obtienela suma pon<strong>de</strong>rada <strong>de</strong>l personal <strong>de</strong> salud, asignandoun coeficiente <strong>de</strong> 1 a los médicos o profesionalescon formación equivalente; <strong>de</strong> 0,6 a los asistentes profesionales<strong>de</strong> salud, y <strong>de</strong> 0,3 a los asistentes no profesionales<strong>de</strong> salud. El personal equivalente <strong>de</strong> salud se


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 73Esperanza <strong>de</strong> vida al nacer en el Ecuador y América Latina: 1970-2015807075,674,76060,958,9Esperanza <strong>de</strong> vida (años)504030América LatinaEcuador201001970_19751975_1980 1980_1985 1985_1990 1990_1995 1995_2000 2000_2005 2005_2010 2010_2015Fuente: CEPALSTAT, 2012Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESTasa <strong>de</strong> mortalidad entre menores <strong>de</strong> 5 años en el Ecuador y América Latina: 1970-2015160140138,0120Tasa por mil nacidos vivos10080604061,0EcuadorAmérica Latina2022,815,001965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015Fuente: CEPALSTAT, 2012.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental – UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORtransforma luego en una tasa por cada diez mil habitantes1 .La pon<strong>de</strong>ración busca capturar diferencias en el nivel<strong>de</strong> calificación formal <strong>de</strong>l personal <strong>de</strong> salud. Se han estimadotambién indicadores separados para el personal <strong>de</strong>salud pública y el <strong>de</strong> salud privada. Estos indicadoreshan sido aplicados para todas <strong>las</strong> parroquias a partir <strong>de</strong>los censos <strong>de</strong> 1990, 2001 y 2010.Se ha calculado también el porcentaje <strong>de</strong> personas conacceso a un seguro privado <strong>de</strong> salud, a partir <strong>de</strong>l censo<strong>de</strong> 2010. Este indicador, sin embargo, no está disponiblepara los censos anteriores. Otro indicador similar es el porcentaje<strong>de</strong> afiliados al seguro social en la PEA, que mi<strong>de</strong>el acceso a la seguridad social y sus servicios médicos.Están presentes varios indicadores <strong>de</strong> resultado para elcenso <strong>de</strong> 2010 como: tasa <strong>de</strong> mortalidad <strong>de</strong> menores <strong>de</strong>1Se incluye como médicos a: médicos, cirujanos, odontólogos, nutricionistas y optometristas.Se c<strong>las</strong>ifica como asistentes profesionales <strong>de</strong> salud a: asistentes médicos, asistentes<strong>de</strong>ntistas, farmacéuticos, enfermeros diplomados, parteras diplomadas, fisioterapeutas,ergoterapeutas y técnicos <strong>de</strong> radiografía médica. Entre los asistentes no profesionalesse incluye a: asistentes farmacéuticos, enfermeros y parteras no diplomadas y otros trabajadores<strong>de</strong> salud no c<strong>las</strong>ificados, incluyendo también a los practicantes <strong>de</strong> medicinatradicional y ancestral. Las categorías provienen <strong>de</strong> los grupos ocupacionales i<strong>de</strong>ntificadosen los censos y cambian ligeramente <strong>de</strong> acuerdo a la c<strong>las</strong>ificación ocupacional <strong>de</strong> cadacenso. El indicador ha sido estimado para los censos <strong>de</strong> 1990, 2001 y 2010.5 años, <strong>de</strong>finida como el número promedio <strong>de</strong> niños quefallecen antes <strong>de</strong> cumplir cinco años por cada mil nacidosvivos (<strong>de</strong>sagregada por cantón y área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia);la tasa global <strong>de</strong> fecundidad, que se <strong>de</strong>fine como “el número<strong>de</strong> hijos que en promedio tendría una mujer <strong>de</strong> unacohorte hipotética <strong>de</strong> mujeres que durante su vida fértiltuvieran sus hijos, <strong>de</strong> acuerdo a <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> fecundidadpor edad <strong>de</strong>l período en estudio y no estuvieran expuestasa riesgos <strong>de</strong> mortalidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el nacimiento hasta eltérmino <strong>de</strong>l período fértil” (CELADE, 2012), la tasa <strong>de</strong> fecundida<strong>de</strong>ntre mujeres <strong>de</strong> 15 a 19 años, <strong>de</strong>finida comola probabilidad <strong>de</strong> que una mujer en el mencionado grupo<strong>de</strong> edad tenga un hijo en un año <strong>de</strong>terminado. Estosindicadores han sido <strong>de</strong>sagregados por cantón y áreapara 2010, y se han obtenido resultados preliminarespara 2001 y 1990.Se ha estimado, a<strong>de</strong>más, la prevalencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutricióncrónica entre niños menores <strong>de</strong> cinco años, concebidacomo el porcentaje <strong>de</strong> niños menores a 5 años,cuya relación talla-edad se encuentra por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> dos<strong>de</strong>sviaciones standard <strong>de</strong> la norma internacional <strong>de</strong> crecimiento<strong>de</strong> los niños <strong>de</strong>finida por la Organización Mundial<strong>de</strong> la Salud (OMS). Este indicador ha sido calculadoen el Censo <strong>de</strong> 2010, empleando el método <strong>de</strong> estimación<strong>de</strong> áreas pequeñas, que combina una encuesta conun censo y que aplica variables predictivas comunes <strong>de</strong>la <strong>de</strong>snutrición crónica medida en la encuesta. En estecaso se ha usado la Encuesta <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida<strong>de</strong> 2006. El método se expone con mayor <strong>de</strong>talle en elcapítulo sobre pobreza.Como indicador complementario sobre embarazo adolescente,se ha calculado el porcentaje <strong>de</strong> niños nacidos <strong>de</strong>madres entre 12 y 19 años, sobre el total <strong>de</strong> nacidos vivosdurante los dos últimos años previos al censo, con <strong>de</strong>sagregaciónparroquial, para los censos <strong>de</strong> 2001 y 2010.Para obtener una mayor comparabilidad <strong>de</strong> los cambiosentre los tres últimos censos a escala parroquial,se ha estimado también el porcentaje <strong>de</strong> hijos fallecidos<strong>de</strong> madres <strong>de</strong> entre 15 y 49 años. Este es un indicadorcrudo <strong>de</strong> mortalidad infantil, empleado como un recursocomplementario para mejorar la comparabilidad con mayorresolución geográfica y a lo largo <strong>de</strong>l tiempo, ya que<strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> mortalidad infantil no pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>sagregarsecon facilidad a escala parroquial sin per<strong>de</strong>r significaciónestadística.Gasto público en educación y salud como porcentaje <strong>de</strong>l PIB: 2006-2011655.24% PIB3EducaciónSalud22.62.411.202005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012Fuente: Banco Central <strong>de</strong>l Ecuador, Información estadística mensual, noviembre 2012.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental – UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 75Evolución <strong>de</strong> los indicadores <strong>de</strong>salud a partir <strong>de</strong> 1990El Cuadro 1 sintetiza la evolución <strong>de</strong> varios indicadores<strong>de</strong>mográficos disponibles <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990, cuyos datos todavíaestán sujetos a revisión. El Cuadro 2 presenta elpersonal equivalente <strong>de</strong> salud total, público y privado, yla proporción <strong>de</strong> hijos muertos <strong>de</strong> madres entre 15 y 49años, que permitirán un análisis más <strong>de</strong>tallado, <strong>de</strong>bido aque esta información se ha <strong>de</strong>sagregado por parroquias.Acceso a servicios <strong>de</strong> saludEl personal equivalente <strong>de</strong> salud por cada 10.000 habitantesen el sector público se ha duplicado entre 1990 y2010, pasando <strong>de</strong> 11,8 a 23,2. La mayor parte <strong>de</strong> estecambio ha ocurrido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 2001. El personal <strong>de</strong> saludpública ha crecido más que el privado, y la brechaentre <strong>las</strong> áreas rurales y urbanas se ha reducido, como lomuestran el Gráfico 4 y el Cuadro 2.A pesar <strong>de</strong> estos avances impresionantes, la mayor parte<strong>de</strong>l personal <strong>de</strong> salud continúa <strong>de</strong>sproporcionalmenteconcentrado en el área urbana, particularmente en Guayaquily Quito. Estas metrópolis concentran el 40% <strong>de</strong>lCuadro 1Rural Urbana Nacional1990 2001 2010 1990 2001 2010 1990 2001 2010Tasa <strong>de</strong> mortalidad menores<strong>de</strong> 5 años76,2 47,3 25,9 44,0 28,2 21,9 57,8 36,2 23,4Tasa global <strong>de</strong> fecundidad 5,58 4,54 3,37 3,35 3,05 2,57 4,10 3,52 2,81Tasa <strong>de</strong> fecundidadadolescente (15-19 años)Fuente: INEC, Censos <strong>de</strong> Población, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: SENPLADES, datos provisionales.personal <strong>de</strong> salud pública, mientras que el resto urbanorecibe el 47% y apenas el 13% restante resi<strong>de</strong> en elcampo, don<strong>de</strong> <strong>las</strong> carencias <strong>de</strong> salud son mayores. Laconcentración geográfica <strong>de</strong>l sistema privado <strong>de</strong> salu<strong>de</strong>s aún mayor, con porcentajes <strong>de</strong>l 55% en <strong>las</strong> metrópolis,37% en el resto urbano y 8% en el campo (Cuadro3). Si bien la <strong>de</strong>sigualdad ha <strong>de</strong>clinado a lo largo <strong>de</strong>ltiempo, en 2010 Quito tenía 93 médicos equivalentespor cada 10.000 habitantes, casi el doble <strong>de</strong> la media0,136 0,124 0,128 0,088 0,090 0,090 0,105 0,101 0,102nacional y cinco veces más que en el área rural (17 médicos/10.000hab.). El Gráfico 4 ilustra la inequidad en ladistribución <strong>de</strong>l personal público y privado <strong>de</strong> salud poráreas <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990 hasta 2010. Sobresalentanto el pronunciado crecimiento <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> salud públicaentre 2001 y 2010, como la consi<strong>de</strong>rable reducción<strong>de</strong> la brecha rural-urbana en el último año. En el sectorprivado, por el contrario, el indicador crece más lentamentey mantiene la brechas.Cuadro 2Indicadores <strong>de</strong> Salud por Región y Área: 1990-2010Porcentaje <strong>de</strong> hijos muertos Personal <strong>de</strong> salud Total/ 10000 h. Personal <strong>de</strong> salud privado/ 10000 h. Personal <strong>de</strong> salud público/ 10000 h.Región o ciudad1990 2001 2010 1990 2001 2010 1990 2001 2010 1990 2001 2010Costa rural 11,00 6,24 4,23 5,52 7,39 11,30 3,65 4,50 4,67 1,87 2,89 6,62Costa urbana 7,34 4,19 3,07 36,29 43,44 52,98 24,39 30,01 29,65 11,90 13,43 23,33Costa total 8,51 4,80 3,37 27,25 33,92 43,30 18,30 23,27 23,85 8,95 10,65 19,45Sierra rural 13,76 8,47 4,68 6,32 9,13 22,91 3,11 4,87 10,85 3,21 4,26 12,07Sierra urbana 6,75 3,85 3,27 55,24 64,58 84,43 30,13 39,72 46,95 25,11 24,86 37,48Sierra total 10,04 5,85 3,80 34,74 43,30 62,74 18,80 26,35 34,22 15,93 16,95 28,52Amazonía rural 11,16 7,26 5,16 8,06 8,35 15,96 2,97 3,63 3,76 5,10 4,72 12,20Amazonía urbana 9,25 5,10 3,92 23,26 33,72 50,44 9,73 13,68 13,98 13,53 20,04 36,46Amazonía total 10,62 6,62 4,73 12,78 16,99 29,63 5,07 7,05 7,81 7,72 9,94 21,82Galápagos rural 5,48 3,20 4,10 48,99 22,60 56,19 17,48 7,87 31,18 31,51 14,73 25,01Galápagos urbano 5,37 2,41 2,81 65,91 36,88 72,40 45,41 22,78 26,44 20,49 14,10 45,96Galápagos total 5,43 2,79 3,15 56,41 29,94 68,22 29,74 15,53 27,66 26,67 14,40 40,56(Quito) 5,74 3,37 3,43 67,14 75,56 92,89 37,18 48,86 57,37 29,96 26,70 35,52(Guayaquil) 5,56 3,40 2,63 58,11 64,53 71,79 40,14 46,93 43,75 17,97 17,60 28,04Rural total 12,33 7,37 4,55 6,21 8,32 17,31 3,40 4,60 7,52 2,81 3,72 9,78Urbano total 7,17 4,10 3,17 43,21 51,11 64,54 26,29 33,26 35,57 16,92 17,85 28,97Nacional total 9,23 5,32 3,62 29,83 36,96 50,41 18,01 23,78 27,18 11,82 13,18 23,23Resultados provisionales. Fuente: INEC, Censos <strong>de</strong> Población, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOREn el extremo opuesto <strong>de</strong> <strong>las</strong> metrópolis, se encuentranparroquias que carecen por completo <strong>de</strong> personal <strong>de</strong> salud,<strong>de</strong> tal forma que <strong>las</strong> personas que requieren atenciónmédica, particularmente en emergencias, <strong>de</strong>ben viajar aotra parroquia en busca <strong>de</strong> este servicio. Todas <strong>las</strong> parroquiasen esta grave situación están en el área ruraly entre el<strong>las</strong> la región más afectada continúa siendo laSierra (Cuadro 4).El porcentaje <strong>de</strong> población sin servicios <strong>de</strong> salud en susparroquias <strong>de</strong>clinó <strong>de</strong>l 6,4%, en 1990, al 1,5% en 2001,y al 0,6% en 2010, lo cual representa un avance importanteen la cobertura <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> salud. Sin embargo,en 2010, 84.000 personas todavía carecían <strong>de</strong> esteservicio en sus parroquias, y entre el<strong>las</strong>, más <strong>de</strong> la mita<strong>de</strong>staban en la Sierra, mientras que el resto se distribuíaentre la Costa y la Amazonía.En síntesis, aunque la cobertura <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> saludse ha ampliado consi<strong>de</strong>rablemente, los costos <strong>de</strong> esteservicio para los sectores populares han bajado y la calidad<strong>de</strong> la atención ha mejorado; la inequidad social enel acceso a la salud, aunque reducida, se mantiene aúnen niveles altos.La concentración geográfica y social <strong>de</strong> los servicios privados<strong>de</strong> salud obe<strong>de</strong>ce a que este sector se orienta, engran parte, con el criterio <strong>de</strong>l lucro y tien<strong>de</strong> a ubicarse enlugares don<strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda efectiva es mayor; principalmenteen barrios <strong>de</strong> c<strong>las</strong>e alta y media en <strong>las</strong> principalesciuda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>jando a <strong>las</strong> áreas rurales y a los sectoressubalternos urbanos con serios problemas <strong>de</strong> cobertura.El sistema público <strong>de</strong> salud, por el contrario, está orientadopor el criterio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos universales, y <strong>de</strong>be,en principio, buscar la equidad en la distribución social yespacial <strong>de</strong> sus servicios, e incluso invertir más entre loshogares más pobres. Si bien se observa un importanteavance en este sentido, todavía queda un largo caminopor recorrer. Para analizar con mayor <strong>de</strong>talle este punto,se han calculado dos índices <strong>de</strong> inequidad en el personalequivalente <strong>de</strong> salud por cada 10.000 habitantes.El coeficiente <strong>de</strong> Gini, utilizado en varios capítulos <strong>de</strong>este at<strong>las</strong>, es el indicador más conocido <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdadsocial en la distribución <strong>de</strong> un recurso, 2 en este caso, el2El coeficiente <strong>de</strong> Gini es el indicador más común <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad social en el acceso aun recurso como la tenencia <strong>de</strong> la tierra, el ingreso, el consumo o el capital. Su rango varíaentre 0 y 1. Su valor <strong>de</strong> 0 correspon<strong>de</strong> a una distribución totalmente equitativa y mientrasmás se acerca su valor a 1 es mayor la <strong>de</strong>sigualdad social.personal <strong>de</strong> salud por 10.000 habitantes. Una parte importante<strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social medida por el coeficiente<strong>de</strong> Gini pue<strong>de</strong> provenir <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias en los niveles<strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> parroquias, <strong>de</strong>terminadas por el consumofamiliar por habitante. El índice <strong>de</strong> concentración mi<strong>de</strong> la<strong>de</strong>sigualdad atribuible a <strong>las</strong> diferencias sociales (Wagstaffet al., 1991 y Younge et al, 1997). El coeficiente <strong>de</strong> Giniy los índices <strong>de</strong> concentración pue<strong>de</strong>n estimarse a partir<strong>de</strong> <strong>las</strong> curvas <strong>de</strong> Lorenz, que grafican la distribuciónacumulada <strong>de</strong>l recurso frente a la distribución acumulada<strong>de</strong> la población. El Gráfico 5 ilustra <strong>las</strong> curvas <strong>de</strong> Lorenzpara el personal público <strong>de</strong> salud en 1990, 2001 y 2010.El Cuadro 5 contiene los coeficientes <strong>de</strong> Gini e índices <strong>de</strong>concentración <strong>de</strong>l personal equivalentes <strong>de</strong> salud público,privado y total entre 1990 y 2010. El apéndice metodológicoincluye una explicación más <strong>de</strong>tallada sobre <strong>las</strong>curvas <strong>de</strong> Lorenz, el coeficiente <strong>de</strong> Gini y los índices <strong>de</strong>concentración.Las cifras revelan una importante <strong>de</strong>clinación en la<strong>de</strong>sigualdad en el acceso a los servicios <strong>de</strong> salud pública,que se acentúa entre 2001 y 2010. El índice <strong>de</strong> concentración,que revela la parte <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad atribuiblea diferencias sociales entre <strong>las</strong> parroquias, también<strong>de</strong>clina, mientras que <strong>las</strong> cifras para el sistema privadoPersonal equivalente <strong>de</strong> salud por cada10.000 habitantes por área y sector: 1990, 2001 y 2010403533,335,63028,92526,3201516,917,919902001109,87,5201052,83,73,44,60RuralUrbanoRuralUrbanoPúblicoPrivadoFuentes: INEC, Censos <strong>de</strong> Población, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental – UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 77Cuadro 3Número equivalente <strong>de</strong> médicos por sector y región: 1990, 2001 y 2010N° Sector privado N° Sector público % Sector privado % Sector públicoRegión o ciudad1990 2001 2010 1990 2001 2010 1990 2001 2010 1990 2001 2010Sierra rural 516 921 2.211 533 805 2.459 3,0 3,2 5,6 4,7 5,0 7,3Quito 4.574 7.996 11.354 3.686 4.369 7.029 26,6 27,7 28,8 32,6 27,3 20,9Resto Sierra urbana 2.362 4.065 6.221 2.096 3.178 7.001 13,7 14,1 15,8 18,6 19,9 20,8Costa rural 560 790 862 287 508 1.221 3,3 2,7 2,2 2,5 3,2 3,6Guayaquil 6.245 9.491 10.182 2.795 3.560 6.525 36,3 32,9 25,9 24,7 22,2 19,4Resto Costa urbana 2.744 5.198 7.887 1.591 3.014 7.691 15,9 18,0 20,0 14,1 18,8 22,9Amazonía rural 75 131 168 128 171 545 0,4 0,5 0,4 1,1 1,1 1,6Amazonía urbana 110 256 410 154 374 1.070 0,6 0,9 1,0 1,4 2,3 3,2Galápagos rural 10 7 20 17 13 16 0,1 0,0 0,1 0,2 0,1 0,0Galápagos urbano 20 22 49 9 14 86 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,3Total 17.216 28.877 39.364 11.295 16.007 33.642 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0Subtotal Quito yGuayaquil10.819 17.487 21.535 6.481 7.929 13.554 62,8 60,6 54,7 57,4 49,5 40,3Fuente: INEC, Censos <strong>de</strong> Población, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 4Parroquias sin personal <strong>de</strong> salud por región y área: 1990, 2001 y 20101990 2001 2010Región y áreaN° parroquias Población N° parroquias Población N° parroquias PoblaciónSierra rural 151 347.842 66 108.480 36 48.346Costa rural 87 170.796 30 40.018 15 19.720Amazonía rural 91 93.290 45 27.575 31 16.669Galápagos rural 3 748 2 595 0 0Total 332 612.676 143 176.668 82 84.735% Total nacional 33,9% 6,4% 14,4% 1,5% 8,0% 1%Fuente: INEC, Censos <strong>de</strong> Población, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 5Personal <strong>de</strong> saludCoeficiente <strong>de</strong> GiniÍndice <strong>de</strong> Concentración1990 2001 2010 1990 2001 2010Personal privado <strong>de</strong> salud 0,49 0,459 0,435 0,431 0,414 0,414Personal público <strong>de</strong> salud 0,512 0,444 0,364 0,455 0,398 0,308Personal total <strong>de</strong> salud 0,486 0,436 0,378 0,44 0,408 0,365Nota: los datos correspon<strong>de</strong>n al personal equivalente <strong>de</strong> salud pública, privada y total por cada 10.000 habitantes.Fuente: INEC, Censos <strong>de</strong> Población, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR<strong>de</strong> salud presentan pocos cambios. Sin embrago, losvalores actuales para la distribución social y regional <strong>de</strong>los servicios públicos <strong>de</strong> salud continúan siendo altos, yreflejan que <strong>las</strong> parroquias pobres todavía reciben consi<strong>de</strong>rablementemenos atención <strong>de</strong> salud pública queaquel<strong>las</strong> con mejores condiciones <strong>de</strong> vida.Los Mapas 1 y 2 presentan la distribución parroquial <strong>de</strong>lpersonal equivalente <strong>de</strong> salud privado y público. Al compararlosse pue<strong>de</strong> observar el contraste entre la mo<strong>de</strong>radaexpansión espacial <strong>de</strong> los servicios privados <strong>de</strong> saludy la rápida ampliación <strong>de</strong> la cobertura <strong>de</strong> la salud pública,en particular a partir <strong>de</strong> 2001. El Mapa 2 ilustra también<strong>las</strong> parroquias rurales que todavía tienen servicios mínimoso inexistentes, graficadas en color anaranjado. Estasparroquias se encuentran principalmente en el sur <strong>de</strong>Manabí, el sur <strong>de</strong> Esmeraldas, en <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong> Lojay Cañar en la Sierra, y en el este <strong>de</strong> <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong>Sucumbíos y Orellana, don<strong>de</strong> se encuentran el ParqueNacional Yasuní y la Reserva Faunística Cuyabeno y susáreas <strong>de</strong> influencia. En contraste, los servicios privados<strong>de</strong> salud siguen concentrados en Pichincha, Guayas y<strong>las</strong> áreas urbanas <strong>de</strong> Manabí, Azuay y El Oro, con gran<strong>de</strong>s<strong>de</strong>ficiencias en el resto <strong>de</strong>l país.Curvas <strong>de</strong> Lorenz <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong>l personal<strong>de</strong> salud pública por parroquias: 1990, 2011 y 2010La tasa <strong>de</strong> mortalidad <strong>de</strong> niños menores <strong>de</strong> cinco añosha <strong>de</strong>clinado, aproximadamente, a la mitad entre 1990y 2010; a<strong>de</strong>más, la brecha rural-urbana se ha reducido.Persisten, sin embargo, diferencias sociales importantes.La reducción <strong>de</strong> la mortalidad infantil es una ten<strong>de</strong>nciacompartida por la mayor parte <strong>de</strong> los países en <strong>de</strong>sarrollo,y obe<strong>de</strong>ce principalmente tanto a la difusión <strong>de</strong> la tecnologíamédica como a la ampliación en la cobertura <strong>de</strong>los servicios <strong>de</strong> salud, en particular la atención primaria, ya la ten<strong>de</strong>ncia a la universalización <strong>de</strong> vacunas.El Mapa 3 ilustra los cambios a escala parroquial en elporcentaje <strong>de</strong> hijos vivos <strong>de</strong> madres entre 15 y 49 años.Éste es un indicador crudo que permite, por su alta resoluciónespacial, ubicar los cambios en la mortalidadinfantil y <strong>de</strong>terminar <strong>las</strong> áreas menos favorecidas. Lacomparación diacrónica evi<strong>de</strong>ncia la magnitud <strong>de</strong> <strong>las</strong>mejoras, pero el Mapa <strong>de</strong> 2010 muestra también que,tanto la región <strong>de</strong> altura en la Sierra central como el oriente<strong>de</strong> <strong>las</strong> provincias amazónicas <strong>de</strong> Sucumbíos, Orellanay Pastaza, continúan teniendo una elevada mortalidad.Los territorios amazónicos mencionados correspon<strong>de</strong>na áreas protegidas y territorios indígenas, cubiertosprincipalmente por bosques tropicales primarios, don<strong>de</strong>el acceso a los servicios <strong>de</strong> salud pública es mínimo,mientras que en los páramos andinos la mortalidad estambién una consecuencia <strong>de</strong> la pobreza y <strong>de</strong> una altaprevalencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición crónica.También se encuentra una importante reducción en <strong>las</strong>tasas globales <strong>de</strong> fecundidad, que bajan al aumentar laparticipación femenina en el mercado laboral y <strong>las</strong> tasas<strong>de</strong> asistencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres a centros educativos en todoslos niveles, y también como resultado <strong>de</strong> un mayoracceso a métodos anticonceptivos y el aumento en elingreso por habitante. En este caso, también persiste labrecha rural-urbana, aunque su magnitud relativa se hareducido.Estos cambios contrastan con el panorama <strong>de</strong> la tasa<strong>de</strong> fecundidad entre 15 y 19 años, que se mantiene casiinalterada durante <strong>las</strong> dos décadas <strong>de</strong> análisis, exceptuandouna pequeña reducción en el área rural. Paratodos los restantes grupos <strong>de</strong> edad, la fecundidad ha<strong>de</strong>clinado, como lo muestra el Gráfico 6.El 18% <strong>de</strong> los nacimientos, durante los dos últimos añosprevios al Censo <strong>de</strong> 2010, provinieron <strong>de</strong> adolescentesentre 12 y 19 años <strong>de</strong> edad. El embarazo adolescente,generalmente no <strong>de</strong>seado, limita <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>seducativas y laborales <strong>de</strong> <strong>las</strong> jóvenes, aumenta con frecuenciala vulnerabilidad social <strong>de</strong> los hogares, reduce<strong>las</strong> perspectivas futuras <strong>de</strong> los niños y refuerza la transmisiónintergeneracional <strong>de</strong> la pobreza. De acuerdo conestudios recientes, el embarazo adolescente es más frecuenteen hogares pobres, en el área rural y entre mujerescon baja escolaridad, impactando más a los gruposmás vulnerables <strong>de</strong> la sociedad (World Bank, 2012).186420199020012010EquidistribuciónAmérica Latina mantiene una <strong>de</strong> <strong>las</strong> tasas más altas <strong>de</strong>fertilidad adolescente entre <strong>las</strong> regiones <strong>de</strong>l mundo, solamentepor <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> África Sub-Sahariana y el Sur <strong>de</strong>Asia. En la región, la cifra fue <strong>de</strong> 72 nacimientos por cada1.000 mujeres en 2010, superior al promedio mundial <strong>de</strong>53. A<strong>de</strong>más, este indicador ha bajado lentamente en laregión durante la última década. Entre los países latinoamericanos,el Ecuador ocupaba el sexto lugar, bajo Nicaragua,República Dominicana, Guatemala, Hondurasy Venezuela. El país también se caracterizó por una <strong>de</strong>clinaciónmuy leve <strong>de</strong> esta tasa, según datos <strong>de</strong>l BancoMundial. 3El embarazo adolescente se inicia a los 12 años<strong>de</strong> edad y su prevalencia crece rápidamente, enparticular entre los 15 y 19 años, la fertilidad siguecreciendo hasta los 21 años y posteriormente <strong>de</strong>clina,como lo muestra el Gráfico 7, que ilustra tambiénla diferencia entre <strong>las</strong> áreas urbana y rural.024681Nota: Los coeficientes correspon<strong>de</strong>n al personal equivalente <strong>de</strong> salud pública por cada 10.000 habitantes.Fuente: INEC, Censos <strong>de</strong> Población, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES3Según el Banco Mundial, la tasa <strong>de</strong> fertilidad adolescente <strong>de</strong>l Ecuador fue <strong>de</strong> 81 por milmujeres en 2012, cifra superior a la estimación provisional <strong>de</strong> SENPLADES, a partir <strong>de</strong> unestudio realizado en base al Censo <strong>de</strong> 2010, <strong>de</strong> 102. Según ambas fuentes, el cambioreciente en el indicador ha sido mínimo.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 79Tasa <strong>de</strong> fecundidad por grupos <strong>de</strong> edad: 1990, 2001 y 20100.250.2070.20.1950.1780.164Tasa <strong>de</strong> fecundidad0.150.10.1050.1040.1010.1500.1330.1490.1220.1010.1020.081Nacional 1990Nacional 2001Nacional 20100.0500.0600.0490.0420.0130.0220.0160.00315-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49Fuentes: INEC, Censos <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> 1990, 2001 y 2010.Elaboración: SENPLADES, datos provisionales.Grupos <strong>de</strong> edadProbabilidad anual <strong>de</strong> tener un hijo según edad <strong>de</strong> la mujer y área: 20100.180.160.140.12Probabilidad0.10.080.06UrbanaRuralTotal0.040.02Adolescencia010 15 20 25 30Edad35 40 45 50NOTA: Los datos no han sido ajustados por métodos <strong>de</strong>mográficos ni suavizados mediante regresiones.Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población, 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental – UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-APersonal equivalente <strong>de</strong> salud <strong>de</strong>l sector privado por cada 10000 habitantes,por parroquias: 1990ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información65,8 - 108,311,4 - 65,79,1 - 11,37,3 - 9,05,2 - 7,24,2 - 5,12,8 - 4,11,3 - 2,71,1 - 1,20,0 - 1,0ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 1990.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 81Mapa 1-BPersonal equivalente <strong>de</strong> salud <strong>de</strong>l sector privado por cada 10000 habitantes,por parroquias: 2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información65,8 - 108,311,4 - 65,79,1 - 11,37,3 - 9,05,2 - 7,24,2 - 5,12,8 - 4,11,3 - 2,71,1 - 1,20,0 - 1,0ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-CPersonal equivalente <strong>de</strong> salud <strong>de</strong>l sector privado por cada 10000 habitantes,por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZALeyendaLímite provincialSin información65,8 - 108,311,4 - 65,79,1 - 11,37,3 - 95,2 - 7,24,2 - 5,12,8 - 4,11,3 - 2,71,1 - 1,20 - 1,0SANTA ELENAGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 83Mapa 2-APersonal equivalente <strong>de</strong> salud <strong>de</strong>l sector público por cada 10000 habitantes,por parroquias: 1990ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información109,6 - 392,220,4 - 109,516,3 - 20,314,3 - 16,29,2 - 14,28,7 - 9,15,6 - 8,63,1 - 5,51,1 - 3,00,0 - 1,0ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 1990.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 2-BPersonal equivalente <strong>de</strong> salud <strong>de</strong>l sector público por cada 10000 habitantes,por parroquias: 2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información65,8 - 108,311,4 - 65,79,1 - 11,37,3 - 9,05,2 - 7,24,2 - 5,12,8 - 4,11,3 - 2,71,1 - 1,20,0 - 1,0ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 85Mapa 2-CPersonal equivalente <strong>de</strong> salud <strong>de</strong>l sector público por cada 10000 habitantes,por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZALeyendaLímite provincialSin información109,6 - 392,220,4 - 109,516,3 - 20,314,3 - 16,29,2 - 14,28,7 - 9,15,6 - 8,63,1 - 5,51,1 - 3,00,0 - 1,0SANTA ELENAGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 3-APorcentaje <strong>de</strong> hijos vivos <strong>de</strong> madres entre 15 y 49 años, por parroquias: 1990ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información98,6% - 100%97,1% - 98,5%96,5% - 97%95,4% - 96,4%95% - 95,3%94% - 94,9%93% - 93,9%89,1% - 92,9%86% - 89%63,6% - 85,9%ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 1990.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 87Mapa 3-BPorcentaje <strong>de</strong> hijos vivos <strong>de</strong> madres entre 15 y 49 años, por parroquias: 2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información98,6% - 100%97,1% - 98,5%96,5% - 97%95,4% - 96,4%95% - 95,3%94% - 94,9%93% - 93,9%89,1% - 92,9%86% - 89%63,6% - 85,9%ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 3-CPorcentaje <strong>de</strong> hijos vivos <strong>de</strong> madres entre 15 y 49 años, por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZASANTA ELENALeyendaGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información98,6% - 100%GUAYASAZUAY97,1% - 98,5%96,5% - 97%95,4% - 96,4%95% - 95,3%94% - 94,9%92,5% - 93,9%89,1% - 92,4%86% - 89%EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km85,9%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 89En el campo, la probabilidad <strong>de</strong> embarazo a los 19años <strong>de</strong> edad alcanza aproximadamente el 14%. En<strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s la cifra es <strong>de</strong>l 11%. La mayor inci<strong>de</strong>nciaen el sector rural se explicaría porque dicha poblacióntiene niveles educativos más bajos, con respecto a laurbana, por el menor acceso a información y a mediospara evitar los embarazos, como también por factoresculturales. Dichos valores han sido calculados directamente<strong>de</strong>l Censo, y no han sido ajustados por procedimientos<strong>de</strong>mográficos que compensan el subregistro,como el método <strong>de</strong> Brass. La ten<strong>de</strong>ncia general <strong>de</strong> <strong>las</strong>curvas, sin embargo, es válida, aunque los valores pue<strong>de</strong>ncambiar.En síntesis, el embarazo adolescente en el Ecuador esalto y apenas ha <strong>de</strong>clinado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990, y ha afectadomás a <strong>las</strong> áreas rurales. Un estudio empírico recientesobre el Ecuador (World Bank, 2012), que incluyó unaencuesta <strong>de</strong>tallada y paneles <strong>de</strong> opinión, afirma que losgrupos más vulnerables se caracterizan por la falta <strong>de</strong>oportunida<strong>de</strong>s para <strong>las</strong> mujeres afectadas, con problemas<strong>de</strong> acceso y pertinencia, tanto en el sistema educativocomo en el mercado laboral. En el capítulo sobreeducación se analiza la <strong>de</strong>serción escolar a partir <strong>de</strong> los12 años, que se agudiza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los 15 años <strong>de</strong> edad, ylos problemas adicionales como la sobre-edad y la dificultad<strong>de</strong>l currículo para respon<strong>de</strong>r a <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><strong>las</strong> y los jóvenes.El estudio sobre el embarazo muestra la insuficiencia generalizada<strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> educación sexual queha prevalecido hasta hoy, cuyo contenido es limitado atemas fisiológicos, sin abrir espacios <strong>de</strong> diálogo y discusión<strong>de</strong> los problemas enfrentados por los adolescentes.Aunque el conocimiento sobre métodos anticonceptivoses amplio, su acceso en grupos adolescentes es limitado,por varias barreras, incluyendo <strong>las</strong> culturales. Elcapítulo sobre empleo muestra también que los adolescentes,y en particular <strong>las</strong> mujeres, constituyen uno <strong>de</strong>los grupos más vulnerables en el mercado laboral, conaltas tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y subempleo. Estos problemasafectan sobre todo a jóvenes mujeres con secundariaincompleta o aquel<strong>las</strong> que abandonan la universida<strong>de</strong>n los primeros años.El estudio sobre el embarazo en <strong>las</strong> adolescentes muestratambién el efecto <strong>de</strong> la permanencia <strong>de</strong> los roles tradicionales<strong>de</strong> género, en el cual el principal rol asignadoa <strong>las</strong> mujeres se reduce a sus funciones reproductivas,con actitu<strong>de</strong>s culturales <strong>de</strong> pasividad y cierto fatalismo.Las políticas para reducir la prevalencia <strong>de</strong>l problema<strong>de</strong>ben partir <strong>de</strong> un enfoque integrado, con medidas encaminadasa mejorar la educación sexual <strong>de</strong> los adoles-centes, la pertinencia y flexibilidad <strong>de</strong>l sistema educativo,reducir la sobre-edad y la <strong>de</strong>serción, ampliar el accesoa métodos anticonceptivos, y ofrecer mejores oportunida<strong>de</strong>sen el mercado laboral a jóvenes, en particulara mujeres, con programas <strong>de</strong> capacitación, crédito yasistencia técnica. Debido a la estrecha asociación entrepobreza y embarazo adolescente, es importante unapolítica global encaminada a reducir la pobreza y la inequidadsocial con educación y generación <strong>de</strong> empleoproductivo, sobre todo en <strong>las</strong> áreas rurales.Desnutrición crónica infantilLa <strong>de</strong>snutrición crónica, <strong>de</strong>finida como un severo retardoen el crecimiento físico <strong>de</strong> los niños y niñas menores <strong>de</strong>cinco años, afecta irreversiblemente su <strong>de</strong>sarrollo intelectualy psicomotor, reduciendo <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s futuras enel rendimiento escolar y laboral, así como su resistenciaa enfermeda<strong>de</strong>s. Este problema afecta actualmente al26% <strong>de</strong> los menores a nivel mundial y al 13,6% <strong>de</strong> los/<strong>las</strong>niños/as en América Latina (UNICEF-WHO-World Bank,2012). En el Ecuador, <strong>las</strong> prevalencias provenientes <strong>de</strong>encuestas con medidas antropométricas fueron <strong>de</strong>40,2% en 1986, 32,5% en 1998, 29% en 2004 y 25,9%en 2006. 4 Estas cifras, aunque <strong>de</strong>clinantes, muestran unproblema masivo que afecta el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los niños alpleno <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su potencial físico e intelectual.La <strong>de</strong>snutrición crónica entre los niños menores <strong>de</strong> cincoaños es el resultado <strong>de</strong> factores inmediatos, como <strong>de</strong><strong>de</strong>ficiencias persistentes en la alimentación (en particularproteínas y micro-nutrientes) y/o <strong>de</strong> una elevada exposicióna enfermeda<strong>de</strong>s. Estas <strong>de</strong>ficiencias, a su vez, respon<strong>de</strong>na un conjunto <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong>l entorno social.En este estudio se enfoca principalmente la <strong>de</strong>snutricióncrónica y su relación con condiciones sociales, étnicas yregionales que la afectan.Otras formas <strong>de</strong> <strong>de</strong>snutrición como la global (bajo pesopara la edad) o la aguda (bajo peso para la talla), reflejanen mayor medida cambios <strong>de</strong> corto plazo como consecuencia<strong>de</strong> carencias o enfermeda<strong>de</strong>s recientes. En esteestudio se enfoca principalmente la <strong>de</strong>snutrición crónicay su relación con <strong>las</strong> condiciones sociales, étnicas y regionalesque la afectan. La prevalencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutricióncrónica se mi<strong>de</strong> como el porcentaje <strong>de</strong> niños, cuya tallapara la edad se encuentra al menos dos <strong>de</strong>sviacionesestándar por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> una tabla normativa internacional4Consultado en diciembre 2012 <strong>de</strong>: WHO, http://www.who.int/nutgrowthdb/estimates/en/in<strong>de</strong>x.html Las encuestas fueron DANS 1986, ECV 1998, ENDEMAIN 2004 y ECV 2006.<strong>de</strong> crecimiento infantil <strong>de</strong>finida por la OMS. Los Cuadros6 y 7 contienen la prevalencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición crónicapor región, área y etnicidad, tomados <strong>de</strong> la Encuesta <strong>de</strong>condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> 2006, la fuente más reciente disponiblehasta la fecha.Cuadro 6Desnutrición crónica <strong>de</strong> menores<strong>de</strong> 5 años por región y área: 2006Región Área PorcentajeSierra Rural 43,9Urbano 23,7Total 32,8Costa Rural 25,3Urbano 16,1Total 19,1Amazonía Rural 37,7Urbano 27,4Total 35,2Total país Rural 35,6Urbano 19,4Total 25,9Fuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida, 2006.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 7Desnutrición crónica<strong>de</strong> menores <strong>de</strong> 5 añospor etnicidad indígena: 2006EtnicidadPorcentajeNo indígena 22,6Indígena 50,7Total 25,9Fuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida, 2006.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORLos datos muestran que la <strong>de</strong>snutrición crónica en elcampo (36%) es casi el doble <strong>de</strong> la urbana (19%), y quela Sierra rural es la región más afectada, con una prevalencia<strong>de</strong>l 44%. Los menores indígenas sufren la <strong>de</strong>snutriciónen una proporción (51%) que duplica la medianacional (26%). El Mapa 4, elaborado combinando laEncuesta <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> 2006 con el Censo<strong>de</strong> 2010, mediante el método <strong>de</strong> estimación <strong>de</strong> áreaspequeñas, presenta a la Sierra como la región más afectada,en particular, los páramos centrales entre Cotopaxiy Cañar, que concentran la población indígena, y quepresentan también una mortalidad infantil alta respectoal resto <strong>de</strong>l país. La Amazonía se ubica en una situaciónintermedia, y en la Costa la <strong>de</strong>snutrición es comparativamentebaja, siendo Manabí la provincia más afectada.Estudios previos han sugerido que la mayor prevalencia<strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición en la Sierra rural está asociada conuna dieta compuesta principalmente por carbohidratos,provenientes principalmente <strong>de</strong> la papa, el arroz y <strong>las</strong> harinas,y bajos contenidos <strong>de</strong> proteínas y micronutrientes(Larrea et al., 2001). En la Costa, y en menor medida enla Amazonía, la ingesta <strong>de</strong> proteínas y ciertos micronutrienteses mayor <strong>de</strong>bido a la disponibilidad <strong>de</strong> alimentoscomo el pescado y a una mayor diversificación en la canasta<strong>de</strong> alimentos.Varios estudios especializados, en particular el <strong>de</strong> Larreay Kawachi (2005), contienen un análisis <strong>de</strong>tallado <strong>de</strong>los factores explicativos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición en el Ecuador,diferenciando entre efectos próximos (alimentación,morbilidad) y mediatos (condiciones <strong>de</strong> vida <strong>de</strong>l hogar ysu entorno). La metodología incluye técnicas <strong>de</strong> análisismultinivel y controles por posible endogeneidad.La variable <strong>de</strong> mayor inci<strong>de</strong>ncia entre los factores mediatoses la escolaridad <strong>de</strong> la madre. Sin embargo, la función<strong>de</strong> regresión muestra que los impactos <strong>de</strong> la educaciónprimaria son débiles y los resultados son pronunciadossolamente a partir <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> educación media ysuperior. El reducido efecto <strong>de</strong> la educación básica pue<strong>de</strong>atribuirse a su mala calidad o escasa pertinencia. Eneste contexto pue<strong>de</strong>n ser particularmente útiles programas<strong>de</strong> capacitación nutricional dirigidos a <strong>las</strong> madres.El uso y acceso a los servicios <strong>de</strong> salud (vacunas, atenciónpre-natal y <strong>de</strong>l parto, etc.) tiene también un efectoalto. Su interacción positiva con la etnicidad indígena sugiereel potencial <strong>de</strong> reducir la distancia cultural y lingüística<strong>de</strong>l personal <strong>de</strong> salud pública frente a la población indígena,capacitándolo a<strong>de</strong>cuadamente y reconociendolos valores <strong>de</strong> la medicina tradicional andina.La fertilidad <strong>de</strong> la madre está asociada positivamentecon la <strong>de</strong>snutrición, con un nivel alto <strong>de</strong> significación,como ocurre en mo<strong>de</strong>los para otros países <strong>de</strong> AméricaLatina (2002). El consumo per cápita <strong>de</strong> alimentos, tomadocomo proxy <strong>de</strong>l consumo total y a su vez como<strong>de</strong>terminante inmediato <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición, tiene tambiénun efecto significativo.La evi<strong>de</strong>ncia científica internacional confirma que losniños/as <strong>de</strong> diferentes razas tienen el mismo potencial<strong>de</strong> crecimiento (Semba, 2001). El efecto negativo <strong>de</strong> laetnicidad indígena, controlado por los restantes <strong>de</strong>terminantes,sugiere fuertemente una situación <strong>de</strong> discriminaciónen el acceso y uso <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> salud, acceso aeducación <strong>de</strong> calidad, y otros factores.Las condiciones <strong>de</strong> vivienda e infraestructura habitacionaltienen un efecto menor, particularmente en la situaciónactual <strong>de</strong> la Sierra ecuatoriana, don<strong>de</strong> estas carenciasse han reducido consi<strong>de</strong>rablemente. Su efecto enotras regiones es mayor, como en el caso <strong>de</strong> la Costa.El estudio encuentra también que, entre los factorescontextuales, la <strong>de</strong>sigualdad social a escala provincialaumenta <strong>las</strong> probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>snutrición. La <strong>de</strong>sigualdadreduciría el capital social, aumentaría la <strong>de</strong>sconfianza,la violencia y afectaría negativamente la inversión en<strong>de</strong>sarrollo social y su efectividad.A partir <strong>de</strong> los estudios reseñados, <strong>las</strong> recomendacionespara reducir la <strong>de</strong>snutrición infantil, son <strong>las</strong> siguientes: solamente <strong>de</strong> programas específicos o <strong>de</strong>l acceso alos servicios <strong>de</strong> salud. En vista <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>snutriciónes un efecto <strong>de</strong> la pobreza y la discriminación, la políticanutricional <strong>de</strong>be formar parte <strong>de</strong> un esfuerzo integradopara mejorar <strong>las</strong> condiciones educacionales, enparticular <strong>de</strong> <strong>las</strong> madres, y mejorar <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>vida mediante programas que amplíen el acceso <strong>de</strong>los hogares pobres a la tierra y otros activos productivos(crédito, asistencia técnica, capacitación). Losestudios comparativos internacionales muestran quelos avances en la reducción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición estánasociados a estrategias efectivas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo socialy humano (Milman et al., 2005). infantil <strong>de</strong>be incluir programas <strong>de</strong> capacitación nutricionalpara <strong>las</strong> madres, preferiblemente complementadosen el campo con estrategias <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo ruralpara ampliar la soberanía alimentaria y la diversificaciónproductiva y <strong>de</strong> la dieta <strong>de</strong> los hogares, incluyendocultivos andinos <strong>de</strong> alto valor nutricional como laquinua. yectosnutricionales para niños pre-escolares ymadres embarazadas. En el caso ecuatoriano, lacobertura <strong>de</strong> estos programas llegaba únicamenteal 2% <strong>de</strong> los niños en 1998 y al 15% <strong>de</strong> los hogarescon niños menores <strong>de</strong> 5 años en 2004. Es probableque estos programas hayan ampliado consi<strong>de</strong>rablementesu cobertura en el último quinquenio. Elpeso relativo <strong>de</strong> la suplementación nutricional en elgasto social es muy pequeño, a pesar <strong>de</strong> su enormeimportancia para el <strong>de</strong>sarrollo social, particularmenteal ampliar los futuros horizontes educacionales<strong>de</strong> los niños. cronutrientesy refuerzos alimenticios) se pue<strong>de</strong>nañadir programas <strong>de</strong> fortificación con micronutrientes(hierro, vitamina A, yodo) <strong>de</strong> productos <strong>de</strong> consumomasivo, como <strong>las</strong> harinas, la sal y el azúcar. Todosestos programas tienen costos relativamente bajos yalta efectividad. los grupos sociales y áreas geográficas más afectadas,principalmente la Sierra rural y los indígenas.Es recomendable guiar la focalización con mapas <strong>de</strong><strong>de</strong>snutrición, en lugar <strong>de</strong> emplear mapas <strong>de</strong> pobreza,ya que <strong>las</strong> dos variables tienen distribuciones geográficasdiferentes. nutrición y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social, procurando eliminar <strong>las</strong>distintas formas <strong>de</strong> discriminación en el acceso y uso <strong>de</strong>servicios sociales en salud y educación. Los promotores<strong>de</strong>ben ser miembros <strong>de</strong> los pueblos o nacionalida<strong>de</strong>sindígenas o estar familiarizados con <strong>las</strong> lenguas nativas,sus prácticas culturales y la medicina tradicional.Tipología <strong>de</strong> salud porparroquiasLos indicadores más representativos <strong>de</strong> salud a escalaparroquial en 2010 pue<strong>de</strong>n sintetizarse mediante un índiceque permita establecer un rango <strong>de</strong> parroquias, ycuantificar su avance en la consecución <strong>de</strong> este <strong>de</strong>rechosocial progresivo.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 91Mapa 4Prevalencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición crónica infantil,por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOZONA NO DELIMITADALeyendaCAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información6,3% - 16,4%GUAYASAZUAY16,5% - 21,1%21,2% - 25,2%25,3% - 29,1%29,2% - 32,7%32,8% - 36,5%36,6% - 40,7%40,8% - 46,6%46,7% - 54,8%EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km54,9% - 70,2%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORCuadro 8Tipología <strong>de</strong> salud por parroquias: 2010GrupoNombrePersonalSalud% conSeguroprivado <strong>de</strong>Salud% <strong>de</strong> laPEA conseguridadsocial% <strong>de</strong> hijosmuertosDesnutricioncrónicainfantil% EmbarazoAdolescenteÍndiceSaludPoblación %Nº <strong>de</strong>parroquias%1 Ciuda<strong>de</strong>s con salud favorable 76,1 13,8 40,1 5,7 21,6 15,2 54,6 7991111 55,2 100 9,82345Ciuda<strong>de</strong>s y parroquias costeñascon salud intermediaPueblos y parroquias serranas yamazónicas con <strong>de</strong>snutriciónParroquias costeñas con carenciasseveras en servicios <strong>de</strong> saludParroquias serranas con carenciasseveras en mortalidad y <strong>de</strong>snutrición21,5 6,1 26,5 7,2 21,6 22,6 34,7 3260305 22,5 297 29,021,9 4,8 23,6 8,0 36,9 16,8 29,0 1641410 11,3 323 31,59,8 3,3 17,2 9,0 28,8 24,8 25,0 1186082 8,2 223 21,810,4 2,7 15,7 12,9 57,2 17,6 15,1 404591 2,8 81 7,9Total 50,4 9,9 32,6 6,7 25,2 17,8 43,8 14483499 100 1024 100Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 9Tipología <strong>de</strong> salud por región y área: 2010 (% <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> cada grupo)Región y área Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3 Grupo 4 Grupo 5 TotalSierra rural 3,8% 4,3% 58,6% 19,6% 98,7% 14,1%Sierra urbana 43,7% 15,2% 25,8%Costa rural 0,3% 30,5% 6,6% 60,4% 12,7%Costa urbana 49,2% 58,5% 7,2% 11,2% 42,1%Amazonía rural 0,4% 3,5% 12,3% 7,7% 1,3% 3,1%Amazonía urbana 2,2% 3,1% 1,0% 2,0%Galápagos rural 0,0% 0,0% 0,2% 0,0%Galápagos urbana 0,2% 0,1%Total 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 93El índice <strong>de</strong> salud ha sido construido empleando el método<strong>de</strong> los componentes principales, a partir <strong>de</strong> seisindicadores: personal equivalente <strong>de</strong> salud por 10.000habitantes, porcentaje <strong>de</strong> personas con seguro privado<strong>de</strong> salud, porcentaje <strong>de</strong> la PEA con seguro social, porcentaje<strong>de</strong> hijos muertos <strong>de</strong> madres entre 15 y 49 años,porcentaje <strong>de</strong> madres adolescentes en el total <strong>de</strong> madresdurante los dos años previos al censo y <strong>de</strong>snutricióncrónica infantil. El índice <strong>de</strong> salud captura el 43% <strong>de</strong> lavarianza total <strong>de</strong> los seis indicadores y ha sido transformadoa una escala entre 0 y 100 puntos, como se representaen el Mapa 6 5 .Complementariamente, se ha elaborado una tipologíaparroquial multivariada <strong>de</strong> salud, empleando análisis <strong>de</strong>aglomeración (cluster analysis) con el método <strong>de</strong> Ward,incluyendo los seis indicadores mencionados. Los gruposformados se <strong>de</strong>tallan a continuación y los resultadosse pue<strong>de</strong>n observar en los Cuadros 8 y 9.Grupo1. Ciuda<strong>de</strong>s con condiciones favorables<strong>de</strong> salud. Este grupo, conformado principalmentepor ciuda<strong>de</strong>s gran<strong>de</strong>s y medianas <strong>de</strong> la Costa yla Sierra, incluye más <strong>de</strong> la mitad (55%) <strong>de</strong> la poblaciónnacional, con 100 ciuda<strong>de</strong>s o parroquias. Todos sus indicadoresse encuentran en condiciones superiores ala media nacional. Las cifras <strong>de</strong> acceso a servicios <strong>de</strong>salud duplican o triplican a los <strong>de</strong> todos los grupos restantesy la mortalidad alcanza su valor mínimo. Entre <strong>las</strong>ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l grupo pue<strong>de</strong>n mencionarse Quito, Guayaquil,Cuenca, Machala, Portoviejo, Durán, Manta, Loja,Ambato, Esmeraldas, Riobamba, Milagro, Ibarra, Latacunga,Babahoyo, Sangolquí, Tumbaco, Jipijapa, Puyo,Tena, Cumbayá, Machachi, Bahía, Píllaro, Guayllabamba,Puerto Ayora y Vilcabamba.Grupo 2. Ciuda<strong>de</strong>s y parroquias costeñascon situación intermedia <strong>de</strong> salud. Este grupo,conformado principalmente por ciuda<strong>de</strong>s intermedias<strong>de</strong> la Costa y en menor proporción <strong>de</strong> la Amazonía,se diferencia <strong>de</strong>l anterior por un acceso muy inferior aservicios <strong>de</strong> salud. El personal equivalente <strong>de</strong> salud por10.000 habitantes <strong>de</strong>clina <strong>de</strong> 76, para el primer grupo,a 22 para este tipo, y los otros indicadores <strong>de</strong> accesotambién bajan. Entre los indicadores <strong>de</strong> resultado seobserva un aumento <strong>de</strong>l embarazo adolescente y <strong>de</strong> lamortalidad infantil. El grupo representa el 23% <strong>de</strong> la poblaciónnacional, con 297 ciuda<strong>de</strong>s o parroquias, entre<strong>las</strong> que se <strong>de</strong>stacan Santo Domingo, Quevedo, El Carmen,Montecristi, Quinindé, Lago Agrio, Vinces, Balzar,Pasaje, Santa Elena, Santa Rosa, Huaquil<strong>las</strong>, El Triunfo,La Troncal, Naranjal, Salinas, Shushufindi, Junín, Atacames,Tenguel y Machalilla.Grupo 3. Pueblos y parroquias serranas yamazónicas con alta <strong>de</strong>snutrición. Este grupointegra ciuda<strong>de</strong>s pequeñas y pueblos principalmenteserranos, y se caracteriza por indicadores <strong>de</strong> acceso ala salud algo inferiores al grupo 2, acompañados <strong>de</strong> unaprevalencia alta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición crónica infantil (37%) yuna proporción <strong>de</strong> hijos muertos algo superior al grupoanterior (8%). Este tipo está conformado por 323 parroquiaso ciuda<strong>de</strong>s pequeñas, con el 11% <strong>de</strong> la poblaciónnacional. Lo integran, entre otras, Guaranda, Otavalo,Pujilí, Salcedo, Pelileo, Catamayo, Gualaceo, Píntag,Cotacachi, San Antonio <strong>de</strong> Ibarra, Baños, Guano, Archidona,Santa Isabel, Pallatanga, Sigsig, Alausí, Pautey Alluriquín.Grupo 4. Parroquias costeñas con carenciasseveras en servicios <strong>de</strong> salud. Estegrupo, conformado predominantemente por parroquias<strong>de</strong> la Costa rural y pequeños poblados <strong>de</strong> esta región,presenta <strong>las</strong> mayores carencias en el acceso a servicios<strong>de</strong> salud, con apenas 10 médicos equivalentes por cada10.000 habitantes. A<strong>de</strong>más, el grupo alcanza la mayorproporción <strong>de</strong> madres adolescentes en el país (25% <strong>de</strong>todas <strong>las</strong> madres <strong>de</strong>l grupo). El grupo está compuestopor 223 parroquias que aglutinan al 8% <strong>de</strong> la poblaciónnacional. Lo integran parroquias como Salitre, Palenque,Pedro Carbo, Manga <strong>de</strong>l Cura, La Unión, Ricaurte, Malimpia,Ponce Enríquez, Puerto López, Borbón y Paján enla Costa, Yantzaza en la Amazonía, e Ingapirca y Chunchien la Sierra.Grupo 5. Parroquias serranas con carenciasseveras en mortalidad y <strong>de</strong>snutrición.Este tipo <strong>de</strong> parroquias tiene el promedio más bajo en elíndice <strong>de</strong> salud y combina indicadores <strong>de</strong> acceso comparablesal grupo anterior, con una elevada <strong>de</strong>snutricióninfantil (57%) y la mayor mortalidad infantil <strong>de</strong>l país. Elgrupo está compuesto por 81 parroquias, ubicadas casipor completo en la Sierra rural, que constituyen el 3% <strong>de</strong>la población nacional. Lo integran principalmente Guamote,Cangahua, Columbe, Quinsapincha, Sumbahua,Palmira, Simiatug, Tixán, Nabón, Cebadas, Guangaje,Chugchilán, Licto, Toacazo, Quingeo, Punín, Suscal yFlores. La mayoría <strong>de</strong> estas parroquias están ubicadasen los páramos y aglutinan varias carencias socialesi<strong>de</strong>ntificadas en otros capítulos <strong>de</strong> este at<strong>las</strong>.Los grupos con mayores carencias en salud correspon<strong>de</strong>na los tipos 5 y 4, en este or<strong>de</strong>n, ubicados principalmenteen los páramos andinos y en la Costa rural,que combinan un acceso limitado a servicios <strong>de</strong> salud,con altos niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>snutrición y mortalidad infantil enel grupo 5 andino, y un elevado embarazo adolescenteen la Costa rural (grupo 4). Cada uno <strong>de</strong> estos gruposrequiere <strong>de</strong> una política específica <strong>de</strong> salud, integrada enprogramas más amplios <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social que aportetanto con capacitación y educación, sobre todo a <strong>las</strong>madres, así como también con la ampliación <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> acceso a la tierra, al crédito productivo y ala asistencia técnica, promoviendo la diversificación <strong>de</strong>cultivos y la soberanía alimentaria, con participación localen la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> priorida<strong>de</strong>s. En el caso <strong>de</strong> la Sierra esfundamental a<strong>de</strong>más que el personal <strong>de</strong> salud conozcay respete el idioma kichwa, la cultura indígena y esté familiarizadocon la medicina tradicional andina.En síntesis, los problemas <strong>de</strong> salud pública han sidodiferenciados por los tipos <strong>de</strong> parroquias, y requierenpolíticas y estrategias específicas. En general, en la Sierrarural los problemas más agudos se relacionan conla mortalidad y la <strong>de</strong>snutrición infantil, y requieren, comose ha mencionado, una estrategia multidimensional integrada,que reduzca la pobreza, mejore la calidad y elacceso a la educación, y genere alternativas <strong>de</strong> empleo.Específicamente, en el campo <strong>de</strong> salud se pue<strong>de</strong>n privilegiarla capacitación a <strong>las</strong> madres, programas <strong>de</strong> suplementaciónalimentaria, y la capacitación <strong>de</strong> equipos conconocimiento y sensibilidad frente a <strong>las</strong> culturas e idiomaindígenas.En <strong>las</strong> áreas rurales <strong>de</strong> la Costa y la Amazonía prevalecenprincipalmente carencias en infraestructura básica<strong>de</strong> salud. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ampliar el acceso y calidad <strong>de</strong> laatención primaria, es importante también aten<strong>de</strong>r otras<strong>de</strong>ficiencias sociales que afectan la salud pública, comola limitada cobertura <strong>de</strong>l agua potable y el alcantarillado,principalmente en áreas urbanas y periféricas. En general,en <strong>las</strong> áreas rurales <strong>de</strong>l país el embarazo adolescentecontinúa siendo un problema severo, y su intensidad en<strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s, aunque menor, es también alta. En otraspartes <strong>de</strong> este libro se han esbozado políticas <strong>de</strong> intervenciónintegral, que apoyen los esfuerzos que ya se realizanen este campo.El diseño <strong>de</strong> una política integral <strong>de</strong> salud diferenciada,<strong>de</strong> acuerdo a la tipología, exce<strong>de</strong> los límites <strong>de</strong> este estudio,basado únicamente en indicadores censales, cuyatemática es acotada. Sin embargo, el aporte <strong>de</strong> estaperspectiva es relevante para una aproximación holísticay efectiva.5Su fórmula es: IndSalud = 0.793 * PERSAL + 0.821 * SEGSAL + 0.665 * SSPEA - 0.654* PNINMUE - 0.6 * DCRONIC - 0.239 * PMADALDOL. El Índice ha sido transformado auna escala entre 0 y 100 puntos, y se representa en el Mapa 6.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 5Índice <strong>de</strong> salud, por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOZONA NO DELIMITADALeyendaCAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información67,5 - 97,2GUAYASAZUAY50,7 - 67,441,6 - 50,635,5 - 41,531,0 - 35,427,2 - 30,923,7 - 27,119,9 - 23,614,7 - 19,8EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km3,8 - 14,61:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 95Mapa 6Tipología <strong>de</strong> salud, por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOZONA NO DELIMITADACAÑARMORONA SANTIAGOLeyendaLímite provincialGUAYASAZUAYSin informaciónGrupo 1Grupo 2Grupo 3Grupo 4EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 KmGrupo 51:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORAPÉNDICE METODOLÓGICOMedición <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>ssociales y <strong>de</strong> salud a partir <strong>de</strong> losíndicesUna primera instancia en el análisis <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad socialen los indicadores <strong>de</strong> salud es la estimación <strong>de</strong> indicadoresconvencionales <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad social, a partir <strong>de</strong>los índices establecidos <strong>de</strong> nivel <strong>de</strong> vida y salud maternoinfantil,como <strong>las</strong> curvas <strong>de</strong> Lorenz y el coeficiente <strong>de</strong> Gini.El coeficiente <strong>de</strong> Gini varía entre 0 y 1, y sus valores mayoresindican niveles más altos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad social.Adicionalmente, es útil explorar la asociación entre la<strong>de</strong>sigualdad en salud y la social. Para esta finalidad sonampliamente aplicados los Índices <strong>de</strong> Concentración ysus correspondientes Curvas <strong>de</strong> Lorenz (Wagstaff, Paci yVan Doorslaer, 1991), que se obtienen or<strong>de</strong>nando los hogaresen forma ascen<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong> acuerdo con los índices<strong>de</strong> nivel <strong>de</strong> vida, y graficando los valores relativos acumulados<strong>de</strong> los índices <strong>de</strong> salud, siguiendo una metodologíaplanteada también para la distribución <strong>de</strong>l gasto social,por Yitzhaki y Slemord (Younge, Villafuerte y Jara, 1997).A diferencia <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong> Gini, los Índices <strong>de</strong> Concentraciónpue<strong>de</strong>n tomar valores negativos, y su rango<strong>de</strong> variación correspon<strong>de</strong> al intervalo comprendido entre- 1 y 1. De la misma forma, <strong>las</strong> nuevas curvas <strong>de</strong> Lorenzpue<strong>de</strong>n tener tramos cóncavos o convexos, y pue<strong>de</strong>nubicarse sobre la recta <strong>de</strong> equidistribución, mientras enel caso <strong>de</strong> los coeficientes convencionales <strong>de</strong> Gini, <strong>las</strong>curvas <strong>de</strong> Lorenz no pue<strong>de</strong>n tener concavidad negativa(convexidad). Los Índices <strong>de</strong> Concentración y <strong>las</strong> curvascorrespondientes <strong>de</strong> Lorenz muestran tanto el tipocomo el grado <strong>de</strong> distribución social <strong>de</strong> los satisfactoresanalizados (en este caso el conocimiento, los serviciosy resultados <strong>de</strong> salud, como también la salud maternoinfantilen conjunto) respecto a la <strong>de</strong>sigualdad social.Si los valores <strong>de</strong> los Índices <strong>de</strong> Concentración son positivos,y la correspondiente curva <strong>de</strong> Lorenz se encuentrapor <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> equidistribución, la distribución<strong>de</strong>l recurso analizado (salud) -<strong>de</strong> acuerdo con el nivel <strong>de</strong>vida-, es <strong>de</strong>sigual en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> los pobres, pues éstosse encontrarían en condiciones comparativamentepeores. Por el contrario, cuando los Índices <strong>de</strong> Concentraciónson negativos y la curva <strong>de</strong> Lorenz correspondientese ubica sobre la línea <strong>de</strong> equidad, hay una distribuciónsocial <strong>de</strong>l recurso analizado que favorece a lospobres, como ocurre en numerosos países en el caso<strong>de</strong>l gasto público en educación primaria. El Gráfico A-1ilustra lo mencionado. 6Pue<strong>de</strong> plantearse como una aspiración que los servicios<strong>de</strong> salud pública atiendan preferencialmente a los pobres,disponiendo <strong>de</strong> mayores recursos para que sean<strong>de</strong>stinados a los hogares con más necesida<strong>de</strong>s y menorcapacidad <strong>de</strong> pago. En este caso, su Índice <strong>de</strong> Concentraciónserá negativo. Los valores positivos <strong>de</strong> los Índices<strong>de</strong> Concentración <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> salud muestranuna ina<strong>de</strong>cuada focalización, ya que evi<strong>de</strong>ncian unaconcentración <strong>de</strong> los recursos en sectores sociales conmenores necesida<strong>de</strong>s y mayor capacidad <strong>de</strong> pago.El estudio <strong>de</strong> la vinculación entre <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s socialesy <strong>de</strong> salud es relavante, porque permite <strong>de</strong>terminarel grado <strong>de</strong> éxito alcanzado por <strong>las</strong> políticas <strong>de</strong> salud enmejorar los servicios y <strong>las</strong> condiciones sanitarias entre losgrupos más pobres.6Si se aplican los Indices <strong>de</strong> Concentración a indicadores <strong>de</strong> <strong>de</strong>ficiencias o carencias,como enfermedad, <strong>de</strong>snutrición o mortalidad, la distribución <strong>de</strong> los signos se invierte. Eneste caso, los valores negativos (positivos) implican una distribución en <strong>de</strong>trimento (beneficio)<strong>de</strong> los pobres (Wagstaff, A. y Watabane, N., 2000).Curvas <strong>de</strong> Lorenz para índices <strong>de</strong> concentraciónProporción acumulada <strong>de</strong> los recursosÁrea <strong>de</strong><strong>de</strong>sigualdadsocialLínea <strong>de</strong> equidistribuciónCurva <strong>de</strong> Lorenz: nivel <strong>de</strong> vidaInequidad Recurso A: Afecta a los pobresDistribución <strong>de</strong>l recurso B: beneficia a los pobresMás pobresProporción acumulada <strong>de</strong> la poblaciónor<strong>de</strong>nada por nivel <strong>de</strong> vidaMás ricosNota: Los datos no han sido ajustados por métodos <strong>de</strong>mográficos.Fuente: INEC, Censos <strong>de</strong> Población, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Carlos Larrea M.


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ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 99Violencia<strong>de</strong> génerocontra <strong>las</strong>mujeres


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORViolencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeresPor Gloria Camacho Z.Se reconoce y garantizará a <strong>las</strong> personas:Una vida libre <strong>de</strong> violencia en el ámbito público y privado. El Estadoadoptará <strong>las</strong> medidas necesarias para prevenir, eliminar y sancionar todaforma <strong>de</strong> violencia, en especial la ejercida contra <strong>las</strong> mujeres, niñas, niños yadolescentes, personas adultas mayores, personas con discapacidad y contratoda persona en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sventaja o vulnerabilidad; idénticas medidasse tomarán contra la violencia, la esclavitud y la explotación sexual.(Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong>l Ecuador, Art. 22, literal b).La violencia ejercida contra mujeres y niñas enel ámbito familiar, laboral, educativo, político ocomunitario constituye una violación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechoshumanos, que atenta contra la libertady pone en riesgo la integridad física, emocional, sexualy la vida <strong>de</strong> el<strong>las</strong>. A<strong>de</strong>más limita el ejercicio <strong>de</strong> otros<strong>de</strong>rechos relacionados con su <strong>de</strong>sarrollo personal, susposibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> participación social y su acceso a recursosy servicios, garantizados por la Constitución<strong>de</strong>l Ecuador. Se trata <strong>de</strong> un problema social <strong>de</strong> granmagnitud que afecta a <strong>las</strong> mujeres <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> eda<strong>de</strong>s,culturas, etnias, religiones, i<strong>de</strong>ologías y sectoressocioeconómicos; con efectos <strong>de</strong>vastadores para susvidas, <strong>las</strong> <strong>de</strong> sus hijos e hijas, y para su entorno familiary social.La violencia contra <strong>las</strong> mujeres es un elemento central<strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad y discriminación entre hombres y mujeres.Es el resultado <strong>de</strong> <strong>las</strong> construcciones sociales y culturales<strong>de</strong> género que han naturalizado dichas inequida<strong>de</strong>sy han distribuido el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> forma asimétrica,otorgando mayor autoridad y dominio a los hombres,y colocando a <strong>las</strong> mujeres en un rol subordinado. Estotambién explica su reproducción y persistencia. Se llamatambién violencia <strong>de</strong> género en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> laConvención Interamericana para prevenir, sancionar yerradicar la violencia contra la mujer:“Cualquier acción o conducta, basada en su género,que cause muerte, daño o sufrimiento físico,sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbitopúblico como en el privado”. (Convención <strong>de</strong> Belémdo Pará, 1994)Las agresiones en contra <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres, perpetradassobre todo por esposos, novios y convivientes,contrarían el <strong>de</strong>recho a “una vida libre <strong>de</strong> violencia enel ámbito público y privado”, reconocido y garantizadoen la Constitución <strong>de</strong>l Ecuador <strong>de</strong> 2008 (Art. 66.3b). Previamente, en 2007, el actual Gobierno <strong>de</strong>clarócomo política <strong>de</strong> Estado la erradicación <strong>de</strong> la violenciacontra la niñez, adolescencia y mujeres, y puso enmarcha un Plan nacional para trabajar en esa dirección.Una <strong>de</strong> <strong>las</strong> acciones ha sido la realización <strong>de</strong> unaencuesta que permita contar con información oficialsobre la dimensión y características <strong>de</strong> este problemaen todo el territorio ecuatoriano (INEC, 2011). Al ser laprimera encuesta que mi<strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> violencia, noes posible realizar una comparación para <strong>de</strong>terminar sise han producido cambios en cuanto a su inci<strong>de</strong>ncia oen otros aspectos.Violencia contra<strong>las</strong> mujeresEl primer hallazgo <strong>de</strong> la encuesta es que 1 <strong>de</strong> cada 6mujeres, <strong>de</strong> 15 o más años <strong>de</strong> edad (60,6%) ha vividouna o más formas <strong>de</strong> violencia <strong>de</strong> género –física,psicológica, sexual, patrimonial– a lo largo <strong>de</strong> su vida,perpetrada por una persona conocida o extraña, en losdistintos ámbitos <strong>de</strong>l quehacer social. Esto significa que3’260.340 mujeres ecuatorianas han sufrido algún tipo<strong>de</strong> violencia <strong>de</strong>bido a su condición <strong>de</strong> género.Tipos <strong>de</strong> violenciaCon respecto a la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los tipos<strong>de</strong> violencia se encuentra que, tanto en el ámbito generalcomo en el marco <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> pareja, laviolencia psicológica o emocional es la más frecuente;pues más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres (53,9%) señalanhaber recibido prohibiciones y amenazas, haber sidoencerradas, humilladas u ofendidas, es <strong>de</strong>cir, habersufrido agresiones que atentan contra su dignidad yresquebrajan su autoestima. En or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> magnitud lesigue la violencia física, ya que el 38% <strong>de</strong> mujeres hanrecibido golpes, han sido tironeadas, heridas y <strong>las</strong>timadaspor uno o más agresores, en un claro atentado a suintegridad personal. En tercer lugar aparece la violenciasexual cometida por distintos perpetradores, pues 1<strong>de</strong> cada 4 mujeres (25,7%) ha vivido alguna agresión<strong>de</strong> este tipo, sea que haya sufrido abuso sexual antes<strong>de</strong> cumplir 18 años, haya sido acosada sexualmente,violada u obligada a realizar actos sexuales en contra<strong>de</strong> su voluntad. Dichas imposiciones no solo atentancontra su libertad sexual, sino que suelen tener efectos<strong>de</strong>vastadores en la vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres. Finalmente sesitúa la violencia patrimonial (16,7%), la cual se refiere aldaño, pérdida, sustracción o <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> instrumen-


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 101tos <strong>de</strong> trabajo, bienes, documentos personales o <strong>de</strong> losrecursos económicos <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres.Vulnerabilidad y doblediscriminaciónLa inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la violencia contra <strong>las</strong> mujeres pue<strong>de</strong>aumentar o disminuir <strong>de</strong> acuerdo a ciertos factoresque <strong>las</strong> colocan en una situación <strong>de</strong> mayor o menorvulnerabilidad. Claro ejemplo <strong>de</strong> ello son <strong>las</strong> más altascifras que se observan entre <strong>las</strong> mujeres que señalantener algún tipo <strong>de</strong> discapacidad permanente conrespecto a aquel<strong>las</strong> que no <strong>las</strong> tienen, evi<strong>de</strong>nciandouna doble <strong>de</strong>sigualdad, por <strong>las</strong> construcciones <strong>de</strong> géneroy por su condición <strong>de</strong> discapacitadas. La mayorPorcentaje <strong>de</strong> mujeres que han sufrido algún tipo <strong>de</strong> violencia <strong>de</strong>género (física, psicológica, sexual, patrimonial) por parte <strong>de</strong>cualquier persona: 201139%brecha se encuentra entre aquel<strong>las</strong> que han sufridoviolencia patrimonial y sexual, pues el porcentaje essuperior en 10 y 9 puntos respectivamente, entre <strong>las</strong>mujeres que tienen alguna discapacidad con respectoa <strong>las</strong> que no la tienen.La magnitud <strong>de</strong> la violencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujerestambién difiere entre los distintos grupos étnicoculturales,y presenta variaciones conforme al tipo <strong>de</strong>agresión. Se encuentra que la violencia física es notoriamentemayor entre <strong>las</strong> mujeres indígenas (52,2%) yafro<strong>de</strong>scendientes (47,3%); mientras <strong>las</strong> mujeres blancaspresentan una tasa menor en 20 puntos con respectoa <strong>las</strong> primeras (32,9%). Cuando se trata <strong>de</strong> violenciapsicológica, la distancia entre los dos extremoses <strong>de</strong> 15 puntos, en el más alto están <strong>las</strong> afro<strong>de</strong>scendientes(67,1%), seguidas por <strong>las</strong> indígenas (62,9%), en61%Números Absolutos2.119.9163.260.340NoSícambio en el extremo más bajo se ubican <strong>las</strong> blancascon el 52,7%. En el caso <strong>de</strong> la violencia sexual, tambiénes más elevada la inci<strong>de</strong>ncia entre <strong>las</strong> mujeres afro<strong>de</strong>scendientes(31,2%), esta vez seguidas tanto por <strong>las</strong> indígenascomo por <strong>las</strong> mestizas con tasas menores en 7puntos; mientras la menor inci<strong>de</strong>ncia correspon<strong>de</strong> a <strong>las</strong>montubias (20%). Finalmente, se observa que la violenciapatrimonial es similar en todos los grupos, exceptoen el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres afroecuatorianas que nuevamentepresentan la más alta inci<strong>de</strong>ncia.Las razones <strong>de</strong> estas diferencias se explicarían, encierta medida, porque <strong>las</strong> mujeres que se i<strong>de</strong>ntificancomo blancas por lo general son <strong>de</strong> los estratos socioeconómicosmás altos, situación que les permiteun mayor acceso, a la educación, a recursos simbólicosy materiales. Es <strong>de</strong>cir, tienen mejores oportunida<strong>de</strong>spara <strong>de</strong>sarrollar sus capacida<strong>de</strong>s y su valoraciónpersonal, para empo<strong>de</strong>rarse y afianzarse como ciudadanascon <strong>de</strong>rechos.De otro lado, podríamos inferir que los colectivos opueblos don<strong>de</strong> es más extendido el uso <strong>de</strong> la violencia<strong>de</strong> género (indígenas y afroecuatorianas) son aquellosdon<strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres sufren una fuerte discriminaciónsocial y económica; pero también son subordinadasal interior <strong>de</strong> sus colectivos. El<strong>las</strong> sufren triple discriminación:por ser pobres, por su condición <strong>de</strong> género ypor su pertenencia étnico-cultural. A ello se sumaríanotros factores i<strong>de</strong>ológicos culturales. Por ejemplo, enla mayor agresión sexual contra <strong>las</strong> afro<strong>de</strong>scendientesjugarían un papel los mitos y creencias <strong>de</strong> que sonmujeres “calientes” o poseedoras <strong>de</strong> una hipersexualidad(Hernán<strong>de</strong>z, 2005), así como <strong>las</strong> concepcioneserróneas <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar a <strong>las</strong> personas afros como inferiores.Otro factor cuya asociación con el ejercicio <strong>de</strong> la violencia<strong>de</strong> género se ha comprobado mediante una regresión,es el consumo <strong>de</strong> alcohol por parte <strong>de</strong> loshombres. En tanto los hombres que, en promedio,más ingieren licor son los indígenas seguidos por losafroecuatorianos, no es <strong>de</strong> extrañarse que <strong>las</strong> mujeres<strong>de</strong> estos colectivos sean <strong>las</strong> que sufren violencia enmayor proporción (Camacho, 2012 con base en ECV,2006).Fuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> relaciones familiares y violencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeres, 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORViolencia sexualLa imposición <strong>de</strong> relaciones y prácticas sexuales utilizandola fuerza, amenaza o intimidación, es quizás lamás brutal expresión <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> género,y refleja claramente el ejercicio <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r masculino parasometer o controlar los cuerpos <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres. El total<strong>de</strong> mujeres <strong>de</strong> 15 o más años que siendo niñas oadultas han sido violadas u obligadas a tener relacionessexuales en contra <strong>de</strong> su voluntad, alcanza al 6,7%. Estosignifica que cerca <strong>de</strong> 380 mil mujeres han vivido estetipo <strong>de</strong> agresión, cuyas huel<strong>las</strong> afectan el bienestar físicoy sexual <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas; pero también su vida afectiva,familiar, laboral y social.La agresión sexual contra <strong>las</strong> mujeres es ejercida tantoen el ámbito privado y familiar, como en el ámbito públicoy comunitario. Contrariamente a la i<strong>de</strong>a generalizada<strong>de</strong> que el riesgo <strong>de</strong> sufrir violencia sexual está fuera <strong>de</strong>lhogar, se encuentra que 1 <strong>de</strong> cada 3 casos (31,8%) sonperpetrados por la pareja o ex pareja <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas, que1 <strong>de</strong> cada 4 son responsabilidad <strong>de</strong> distintos parientes<strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres violentadas (25,3%), lo que significa quemás <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> <strong>las</strong> violaciones sexuales ocurren enel entorno personal y familiar <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres. Si a ello sumamosel 26,1% <strong>de</strong> casos en que los perpetradores sonotras personas conocidas (compadres, vecinos, padrinos,colegas) se <strong>de</strong>termina que más <strong>de</strong>l 80% <strong>de</strong> agresoressexuales son personas allegadas y que formanparte <strong>de</strong> la vida cotidiana <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas. Esta particularidadhace que <strong>las</strong> consecuencias <strong>de</strong> estos hechos seanaún más graves, sobre todo en el aspecto psicológico yemocional.Al igual que <strong>las</strong> <strong>de</strong>más formas <strong>de</strong> violencia en contra <strong>de</strong><strong>las</strong> mujeres, la violencia sexual constituye “un componentefundamental en el sistema <strong>de</strong> dominación, no un meroacto <strong>de</strong> abuso individual”. (Fríes y Hurtado, 2010). Tambiénconstituye un <strong>de</strong>lito que atenta contra el <strong>de</strong>rechoa la libertad sexual, a la igualdad y a la integridad <strong>de</strong> <strong>las</strong>mujeres. De ahí que se sostenga que la violencia sexual,al igual que <strong>las</strong> <strong>de</strong>más formas <strong>de</strong> violencia <strong>de</strong> género, esun problema social y político por su origen, magnitud yrepercusiones, y no una actuación aislada e individual <strong>de</strong>un psicópata o un <strong>de</strong>sadaptado social.Cuadro 1Mujeres violadas o forzadas atener sexo, según medios utilizadospor los perpetradores: 2011Medios Número PorcentajeEngaños, chantajes oamenazasUso <strong>de</strong> la fuerza o <strong>de</strong> unarmaPor dinero o fineseconómicos263.075 4,6%216.604 3,8%55.723 1,0%Uno o más medios 379.068 6,7%Fuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> relaciones familiares y violencia <strong>de</strong> género contra<strong>las</strong> mujeres, 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESMujeres que han sufrido violencia <strong>de</strong> género, por perpetrador y tipo <strong>de</strong> agresión: 2011706053,960,65043,448,7Porcentaje403025,735,038,0Pareja o ex parejaOtras personasTotal201010,76,016,714,511,23,010,511,90PatrimonialSexual Física Sicológica Algún tipo <strong>de</strong> violenciaFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> relaciones familiares y violencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeres, 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 103Los resultados <strong>de</strong> la encuesta <strong>de</strong>ben alertar a la socieda<strong>de</strong>n su conjunto, pero también a los <strong>de</strong>cisores <strong>de</strong> políticaspara tomar medidas e impulsar amplios programas paraerradicar estas prácticas. Las agresiones sexuales, a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> violentar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres, dañan susalud física, sexual y psicológica, afectan su vida social yrelacional, y ponen en riesgo la vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas.Violencia por parte <strong>de</strong> la parejao ex parejaDeteniéndonos a mirar quiénes son los principales agresoresen <strong>las</strong> distintas violencias <strong>de</strong> género, hallamos queen todos los casos la mayor proporción recae en loshombres con quienes <strong>las</strong> mujeres tienen u tuvieron unarelación sentimental, aunque los pesos varían <strong>de</strong> una aotra. Las tres cuartas partes <strong>de</strong> mujeres (76%) señalancomo responsables <strong>de</strong> <strong>las</strong> agresiones a sus actuales oanteriores esposos, novios o convivientes; lo que ubicaal espacio familiar y <strong>de</strong> <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> pareja como elprincipal ámbito en que se violentan los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> <strong>las</strong>mujeres. Estos resultados <strong>de</strong>smitifican la noción generalizada<strong>de</strong> que los mayores riesgos para <strong>las</strong> mujeres seencuentran en los espacios públicos; <strong>de</strong> que los responsables<strong>de</strong> <strong>las</strong> agresiones son personas extrañas, y queésta ocurre en contextos ajenos a la vida cotidiana <strong>de</strong>niñas, adolescentes y mujeres adultas.Los datos que arroja la encuesta muestran que el43,4% <strong>de</strong> mujeres reportan haber sufrido violencia psicológica<strong>de</strong> parte <strong>de</strong> su pareja o ex pareja, mientrasalgo más <strong>de</strong> la tercera parte (35%) <strong>de</strong>clara haber sufridoviolencia física, seguida por el 14,5% que indica habervivido agresiones e imposiciones sexuales, y el 10,7%que han sido víctimas <strong>de</strong> violencia patrimonial. La causaque explica estas prácticas es la distribución genérica <strong>de</strong>funciones sociales y familiares, que ha otorgado autoridady po<strong>de</strong>r a los hombres sobre la vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres,sustentado en el tradicional manejo masculino <strong>de</strong> la economíafamiliar, y en la organización patriarcal y jerárquica<strong>de</strong> la sociedad. Entre <strong>las</strong> atribuciones masculinas aúnestá presente la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que son los llamados a preservarla “honra” familiar, mandato que con frecuencia hasignificado un fuerte control sobre la vida <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeresy la sexualidad femenina, o el uso <strong>de</strong> la fuerza para asegurarsu sujeción a los roles tradicionales. De ahí que laviolencia <strong>de</strong> género se ejerza principalmente contra <strong>las</strong>mujeres <strong>de</strong>l núcleo familiar y contra la pareja afectiva o íntima.Se trata <strong>de</strong> una paradoja, puesto que los hombresque dicen amar y proteger a <strong>las</strong> mujeres, son quienes <strong>las</strong>agre<strong>de</strong>n causándoles daño, dolor o sufrimiento.Cualquiera sea el tipo o la frecuencia <strong>de</strong> la violencia, setrata <strong>de</strong> situaciones don<strong>de</strong> no solo se emplea la fuerzafísica, sino sobre todo el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> dominación queasumen muchos hombres <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su condición <strong>de</strong> tales,con el fin <strong>de</strong> imponer sus puntos <strong>de</strong> vista, coartar laautonomía femenina, limitar su acceso a los espaciostradicionalmente masculinos, controlar el cuerpo <strong>de</strong> <strong>las</strong>mujeres o <strong>de</strong>spojarla <strong>de</strong> sus pertenencias físicas, económicasy simbólicas. Todas estas imposiciones queperpetúan la subordinación <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres constituyen<strong>de</strong>litos que atentan contra el <strong>de</strong>recho a la libertad sexual,a la igualdad, a la integridad física, moral, psicológicay sexual <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres, garantizadas en la legislaciónecuatoriana.Mujeres que han sufrido violencia <strong>de</strong> género <strong>de</strong> cualquier persona, por discapacidad y tipo <strong>de</strong> agresión: 2011807067,96061,453,760,4Porcentaje504043,137,934,6Con discapacidad3026,725,4Sin discapacidad2016,4100Física Patrimonial Sexual Psicológica Cualquier tipoFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> relaciones familiares y violencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeres, 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1Porcentaje <strong>de</strong> mujeres que han sido violadas o forzadas a tener sexo,por provincias: 20112011ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información2,9%2,91% - 4,1%4,11% - 4,8%4,81% - 6,2%6,21% - 6,7%6,71% - 6,8%6,81% - 7,2%7,21% - 8,7%8,71% - 9,1%9,11% - 10,5%ZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2011.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 105Mapa 2Porcentaje <strong>de</strong> mujeres que han sufrido violencia <strong>de</strong> género <strong>de</strong> su pareja,por provincias: 20112011ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información36,1% - 38,5%38,6% - 41,9%42% - 44,4%44,5% - 46,4%46,5% - 49,4%49,5% - 53,5%53,6% - 53,5%53,6% - 55,8%55,9% - 57%57,1% - 63,7%ZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2011.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORviolencia <strong>de</strong> géneroEn términos generales, el mapa ilustra que la violencia<strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeres por parte <strong>de</strong> su pareja o expareja es mayor en la Sierra y en la Amazonía; mientras laCosta y Galápagos presentan tasas más bajas, aunquehay ciertas variaciones entre provincias. Por ejemplo, Esmeraldasy Los Ríos tienen un porcentaje <strong>de</strong> inci<strong>de</strong>nciamayor que el resto <strong>de</strong> la región costera, y o la magnitud<strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> violencia es más baja en Loja con respectoal resto <strong>de</strong> la región serrana.Al analizar <strong>las</strong> diferencias regionales <strong>de</strong> acuerdo con losdistintos tipos <strong>de</strong> violencia por parte <strong>de</strong> la pareja, se encuentraque <strong>las</strong> tasas <strong>de</strong> violencia física (39,1%) y psicológica(48,2%) hacia <strong>las</strong> mujeres son más elevadas enla región serrana, aunque seguida muy <strong>de</strong> cerca por laAmazonía, con tasas <strong>de</strong>l 38% y el 46,2% respectivamente.En cambio, se observa que la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la violenciasexual es mayor en la región amazónica (15,9%),que la Sierra tiene una tasa muy similar (15,3%); y que laten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l litoral a presentar tasas más bajas se mantiene.La mayor inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la violencia <strong>de</strong> género en laSierra y la Amazonía respon<strong>de</strong>ría a dos factores que seplantean a manera <strong>de</strong> hipótesis: en ambas regiones seconcentra la población indígena 1 que es la que presenta<strong>las</strong> tasas más altas <strong>de</strong> violencia contra <strong>las</strong> mujeres, y porel mayor consumo <strong>de</strong> alcohol <strong>de</strong> la población masculinacon respecto a <strong>las</strong> otras regiones (ECV, 2006). Si bien elconsumo excesivo <strong>de</strong> licor no es la causa que explica laviolencia hacia <strong>las</strong> mujeres, éste suele actuar para <strong>de</strong>sinhibira los hombres y facilitar su actuación agresiva. Cabemencionar que la <strong>de</strong>nsidad poblacional en la Amazoníaes menor que la Sierra lo que pue<strong>de</strong> relativizar <strong>las</strong> cifras,sin afectar al análisis anterior.Violencia y factoressocioeconómicosSi bien la violencia es un riesgo y un problema que afectaa todas <strong>las</strong> mujeres, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su nacionalidad,cultura, religión, c<strong>las</strong>e social, edad, estado civilo condición laboral, existen algunos factores socioeconómicosque pue<strong>de</strong>n incidir en una mayor o menor probabilidad<strong>de</strong> sufrir violencia por parte <strong>de</strong> la pareja o expareja. Se ha <strong>de</strong>terminado que hay ciertas diferencias <strong>de</strong>acuerdo con el nivel <strong>de</strong> ingresos <strong>de</strong> los hogares, con lapertenencia étnico-cultural, con la escolaridad femeninay por discapacidad.El gráfico 6 muestra que en términos generales no haydiferencias significativas entre los cuatro primeros quintiles;puesto que el porcentaje <strong>de</strong> mujeres violentadas porsus parejas es prácticamente el mismo en todos los tipos<strong>de</strong> agresión. En don<strong>de</strong> se observa un <strong>de</strong>scenso es entre<strong>las</strong> mujeres que pertenecen a hogares ubicados en elquintil <strong>de</strong> mayores ingresos y el quintil <strong>de</strong> menores ingresos.La violencia física baja 10 puntos porcentuales entrelos dos, ya que <strong>de</strong>l 35,8% en el quintil 1 pasa al 26,1%en el quintil 5; también la violencia psicológica disminuye9 puntos porcentuales entre el primero y último quintil.Si calculamos en qué proporción disminuye la magnitud<strong>de</strong> la violencia entre el quintil con mayor tasa y el quintilcon menor tasa, hallamos que la principal variación ocu-Porcentaje <strong>de</strong> mujeres que han sufrido violencia <strong>de</strong> género <strong>de</strong> cualquier persona, por etnicidady tipo <strong>de</strong> agresión: 2011807062,967,16052,554,0 53,8 52,75047,3Porcentaje40302024,816,331,223,539,6 39,532,924,320,014,916,122,218,8Violencia fisicaViolencia sicológicaViolencia sexualViolencia patrimonial100Indígena Afroecuatoriana Montubia Mestiza BlancaFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> relaciones familiares y violencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeres, 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 107rre en la violencia patrimonial con una caída <strong>de</strong>l 37,7%;seguida <strong>de</strong> cerca por la violencia física que baja proporcionalmente36,6 puntos, y por la violencia sexual puesaunque solo <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> 5,2 puntos porcentuales entrelos quintiles 1 y 5; esa diferencia en términos relativossignifica una disminución <strong>de</strong>l 32,3%. Estos cambios seexplicarían porque <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>s y carencias <strong>de</strong> loshogares pobres son mayores y constituyen una fuente<strong>de</strong> tensiones y conflictos, y <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s educativas<strong>de</strong> sus integrantes son menores. En los hogares <strong>de</strong>mayores ingresos <strong>las</strong> mujeres tienen una menor carga <strong>de</strong>trabajo y una mayor escolaridad, factores que aportaríana disminuir los episodios <strong>de</strong> violencia.A pesar <strong>de</strong> lo señalado, los datos confirman que la violencia<strong>de</strong> género ocurre en todos los estratos socioeconómicos,y que ninguna mujer está exenta <strong>de</strong> sufrir malostratos por parte <strong>de</strong> su pareja o ex pareja. Lo que pasaes que su causa originaria es la valoración diferenciada<strong>de</strong> lo masculino y lo femenino. Ésta se expresa en relacionesasimétricas <strong>de</strong> género que discriminan y colocanen situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sventaja a <strong>las</strong> mujeres.Es necesario anotar que una variable que juega un papelpositivo para disminuir la violencia <strong>de</strong> género <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>la pareja, es el nivel educativo. La probabilidad <strong>de</strong> sufrirviolencia por parte <strong>de</strong> la pareja es menor entre <strong>las</strong> mujerescon una escolaridad alta. Vale la pena resaltar que no hayvariaciones significativas entre <strong>las</strong> mujeres que han realizadoestudios primarios o secundarios; pues el <strong>de</strong>scenso<strong>de</strong> la violencia se produce sobre todo entre aquel<strong>las</strong> quetienen 13 o más años <strong>de</strong> educación formal. Esta ten<strong>de</strong>nciase explicaría porque <strong>las</strong> mujeres con mayor educaciónprobablemente tienen mayor autonomía y empo<strong>de</strong>ramiento,atribuciones que contribuirían a disuadir <strong>las</strong> actitu<strong>de</strong>sagresivas <strong>de</strong> su pareja.Mirando <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>sagregada la asociación entre la escolaridady la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los distintos tipos <strong>de</strong> violencia,se constata que la caída es mayor cuando se trata<strong>de</strong> violencia física; pues la cifra se reduce 4 veces entrela observada para <strong>las</strong> mujeres que no accedieron a laeducación (48%) y la que presentan <strong>las</strong> que tienen 20años <strong>de</strong> estudio (12%). En el caso <strong>de</strong> la violencia psicológicay sexual, la disminución es menor, ya que entre unextremo y otro la inci<strong>de</strong>ncia baja aproximadamente a lamitad. En el primer caso pasa <strong>de</strong>l 49 al 24%, mientras enel segundo se observa que la violencia sexual <strong>de</strong>scien<strong>de</strong><strong>de</strong>l 19 al 12%. En cuanto a la violencia patrimonial se veque este tipo <strong>de</strong> agresión no guarda una clara relacióncon el nivel educativo <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres.1El 10,8% <strong>de</strong> la población serrana y el 33,1% <strong>de</strong> la población amazónica se i<strong>de</strong>ntificacomo indígena (Censo, 2010)Perpetradores <strong>de</strong> sexo forzado o violación a <strong>las</strong> mujeres: 20113026,32520Porcentaje1516,914,915,614,41053,62,43,63,41,30Ex esposo o expareja Enamorado Otro familiar Padrastro Hermano PadrastroOtra personaconocidaJefe, supervisor,empleadorPersonal centroseducativosPersona/s<strong>de</strong>sconocida/sFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> relaciones familiares y violencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeres, 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMujeres que han sufrido violencia <strong>de</strong> su pareja o ex pareja según tipo <strong>de</strong> agresión por quintiles: 2011504544,2 45,947,344,5403535,838,6 39,235,735,6Porcentaje3025201510516,112,214,71115,611,71511,326,110,97,6FísicaPsicológicaSexualPatrimonial0Quintil 1 Quintil 2 Quintil 3 Quintil 4 Quintil 5Fuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> relaciones familiares y violencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeres, 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESTasa <strong>de</strong> mujeres que han sufrido violencia <strong>de</strong> su pareja o ex pareja, por tipo <strong>de</strong> agresión y escolaridad: 20110.70.60.50.40.3FísicaPsicológicaSexualPatrimonial0.20.102 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22Años <strong>de</strong> estudioFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> relaciones familiares y violencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeres, 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 109Mapa 3Porcentaje <strong>de</strong> mujeres que han sufrido violencia <strong>de</strong> género <strong>de</strong> cualquier persona,por provincias: 2011ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información47,1% - 49,4%49,5% - 55,3%55,4% - 56,6%56,7% - 58,2%58,3% - 59,5%59,6% - 61,1%61,2% - 65,3%65,4% - 68,8%68,9% - 70,8%70,9% - 72,6%ZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2011.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORCONCLUSIONES: LOGROS Y DESAFÍOSLa violencia <strong>de</strong> género contra <strong>las</strong> mujeres constituye unproblema social <strong>de</strong> gran magnitud, ya que 6 <strong>de</strong> cada10 mujeres ecuatorianas, <strong>de</strong> 15 o más años, ha sufridouna o más agresiones físicas, psicológicas, sexuales opatrimoniales, por el hecho <strong>de</strong> ser mujer.La violencia afecta a <strong>las</strong> mujeres <strong>de</strong> todas <strong>las</strong> eda<strong>de</strong>s,<strong>de</strong> los diversos grupos étnico-culturales, <strong>de</strong> todos lossectores socioeconómicos y <strong>de</strong> <strong>las</strong> distintas regiones<strong>de</strong>l país.Los perpetradores <strong>de</strong> la violencia <strong>de</strong> género son diversosy están presentes en todos los ámbitos <strong>de</strong>lquehacer social. Sin embargo, la mayor parte <strong>de</strong>perpetradores son familiares, allegados y conocidos<strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas, sobre todo esposos, novios o convivientes,hecho que cuestiona la noción <strong>de</strong> la familiacomo un espacio <strong>de</strong> amor y solidaridad, e ignora <strong>las</strong>tensiones, conflictos y uso <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r que existe ensu interior.Los resultados <strong>de</strong> esta encuesta <strong>de</strong>ben constituirseen línea <strong>de</strong> base e insumo para la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisionesrelativas a políticas y programas para disminuirla o eliminarla.Es importante que esta encuesta nacional se realice <strong>de</strong>forma periódica, <strong>de</strong> manera que sea posible hacer unseguimiento a la evolución <strong>de</strong>l problema y conocer elimpacto <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas ejecutadas.Un avance importante en <strong>las</strong> políticas públicas constituyeel Decreto Ejecutivo N° 620 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong>2007 que <strong>de</strong>clara como política <strong>de</strong> Estado la erradicación<strong>de</strong> la violencia <strong>de</strong> género contra la niñez, adolescenciay mujeres, como también la formulación <strong>de</strong> unPlan nacional para ejecutarla.Si bien el Plan Nacional para el Buen Vivir 2009 – 2013propuso “reducir la violencia contra <strong>las</strong> mujeres” (Meta9.4.1), es necesario redoblar esfuerzos y multiplicaracciones para lograr ese objetivo. Se requiere avanzarhacia la institucionalización <strong>de</strong>l Plan nacional para erradicarla violencia <strong>de</strong> género, asegurando el trabajo interinstitucionaly la asignación <strong>de</strong> recursos para trabajaren los ejes <strong>de</strong> trabajo propuestos: cambio <strong>de</strong> patronessocioculturales, sistemas <strong>de</strong> información y registro,protección y atención integral a <strong>las</strong> víctimas, acceso ala justicia <strong>de</strong> forma gratuita, ágil y oportuna.Es fundamental que se dé prioridad a la prevención<strong>de</strong> la violencia <strong>de</strong> género, para lo cual hay que ampliary fortalecer el trabajo para modificar los patrones socioculturalesque fomentan la violencia, incluyendo alos medios <strong>de</strong> comunicación, universida<strong>de</strong>s, escue<strong>las</strong>,colegios, organizaciones barriales, <strong>de</strong> mujeres, entreotras instancias. Este <strong>de</strong>safío <strong>de</strong>be ser asumido tantopor el gobierno central como por los gobiernos locales.Un reto adicional es <strong>de</strong>sarrollar mecanismos para laparticipación <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> mujeres y feminista,<strong>de</strong> <strong>las</strong> organizaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos, <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa<strong>de</strong> la niñez y <strong>de</strong> ONG, servicios e instanciasespecializadas <strong>de</strong> la sociedad civil, en la <strong>de</strong>finición<strong>de</strong> estrategias y en la priorización <strong>de</strong> políticas y programasque se ejecuten para enfrentar la violencia encontra <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 111


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ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 113Maltratoinfantil


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMaltrato infantilPor Berenice Cor<strong>de</strong>ro*Las personas adultas mayores, niñas, niños y adolescentes[...] recibirán atención prioritaria y especializada en losámbitos público y privado. La misma atención prioritariarecibirán <strong>las</strong> personas en situación <strong>de</strong> riesgo, <strong>las</strong> víctimas<strong>de</strong> violencia doméstica y sexual, maltrato infantil. El Estadoprestará especial protección a <strong>las</strong> personas en condición<strong>de</strong> doble vulnerabilidad.(Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong>l Ecuador, Art. 35)Las brechas <strong>de</strong> inequidad en <strong>las</strong>relaciones <strong>de</strong> la infancia y suimpacto en la violencia <strong>de</strong> losadultos contra niños, niñas y adolescentesLas relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r entre adultos y niños, niñas yadolescentes reflejan <strong>las</strong> relaciones inequitativas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rque se expresan en los contextos en los que niñosy niñas viven su cotidianidad, particularmente <strong>las</strong> familias,<strong>las</strong> escue<strong>las</strong> y los espacios públicos. El maltratoy la violencia, en su sentido más amplio, es un acto uomisión ejercido por abuso <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y/o fuerza, queafecta la vida, integridad personal corporal o psíquicao libertad <strong>de</strong> una persona (por lo general niñas, niñosy adolescentes) que amenaza gravemente el <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> su personalidad 1 .El abuso <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> aquellosmás vulnerables se asocia con el género, la edad y lacondición <strong>de</strong> discapacidad.El uso <strong>de</strong>liberado <strong>de</strong> la fuerza o el po<strong>de</strong>r, ya sea en grado<strong>de</strong> amenaza o efectivo (Gelles, 1993) contra la niñez yadolescencia, se refrenda y reproduce en el marco <strong>de</strong>relaciones <strong>de</strong> género y po<strong>de</strong>r inequitativas que son alentadasy toleradas socialmente. La violencia intrafamiliar yel castigo físico/psicológico tienen una carga <strong>de</strong> humillacióny <strong>de</strong>nigración incompatible con la dignidad <strong>de</strong> niños,niñas y adolescentes. Los ecuatorianos aún usan el castigocomo una forma <strong>de</strong> disciplinamiento que no ofreceoportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aprendizaje a niños y niñas. Un mo<strong>de</strong>lo<strong>de</strong> disciplinamiento positivo que asegure el aprendizajebasado en i) la escucha, ii) el diálogo, iii) los acuerdos y iv)el tiempo compartido entre adultos y niños, es <strong>de</strong>cir, unmo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> disciplina positiva o <strong>de</strong> buen trato es lo quese necesita.Presenciar situaciones <strong>de</strong> violencia/conflicto y malos tratos,lesiona severamente la autoestima <strong>de</strong> <strong>las</strong> víctimas yal mismo tiempo es un factor potente <strong>de</strong> riesgo porqueesta pauta <strong>de</strong> conducta será repetida. En el caso <strong>de</strong> losniños, al crecer respon<strong>de</strong>rán con violencia y <strong>las</strong> niñas consumisión (González, 2003).Los factores económicos y emocionales propician la violenciaque pue<strong>de</strong> ser física, sexual, psicológica y emocional.Es sustantivo que <strong>las</strong> políticas, los programas y losplanes superen el enfoque centrado en el tratamiento <strong>de</strong>la víctima y el perpetrador, y se avance hacia una comprensiónsistémica <strong>de</strong> la violencia contra la niñez <strong>de</strong>s<strong>de</strong>una perspectiva integral. Cabe <strong>de</strong>stacar, sin embargo, queavances significativos se registraron a partir <strong>de</strong>l año 2009,cuando el MIES/INFA, creó y puso en funcionamiento laprimera red pública <strong>de</strong> servicios especializados para aten<strong>de</strong>ra <strong>las</strong> víctimas <strong>de</strong>l maltrato infantil y el abuso sexual.Actualmente el país cuenta con 83 Centros <strong>de</strong> Protección<strong>de</strong> Derechos que actúan en coordinación estrecha con lajusticia, atendiendo a cerca <strong>de</strong> 30.000 casos anuales.CifrasEn el país al 2010, según el Observatorio <strong>de</strong> Derechos<strong>de</strong> la Niñez y Adolescencia (ODNA), el maltrato 2 extremoa los niños en el hogar fue <strong>de</strong>l 44 %. El maltratoculturalmente aceptado fue <strong>de</strong>l 31 %. El buen trato es<strong>de</strong>l 22% y la indiferencia fue <strong>de</strong>l 3%. Para llevar a caboel procesamiento <strong>de</strong> datos, a <strong>las</strong> respuestas <strong>de</strong> <strong>las</strong> encuestas<strong>de</strong>l 2000, 2004 y 2010, se <strong>las</strong> agrupó bajo esascuatro categorías analíticas creadas y ya señaladas. Elgráfico 2, elaborado por el ODNA y que ha sido extraído<strong>de</strong>l estudio ya mencionado, muestra los resultadosobtenidos.El 78% <strong>de</strong> <strong>las</strong> respuestas apuntan a que el maltrato esla forma <strong>de</strong> relacionamiento que prima entre adultos yniños. Sólo un 22% <strong>de</strong> la niñez y adolescencia encuestadadijo crecer y <strong>de</strong>sarrollarse en un entorno <strong>de</strong> buenostratos. El 78% restante está sujeto a maltrato extremo(44%), a maltrato culturalmente aceptado (31%), eindiferencia (3%). Este dato, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> confirmar que<strong>las</strong> relaciones tien<strong>de</strong>n hacia el maltrato extremo, permi-*Este artículo ha sido preparado con base en la publicación “Estado <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> laniñez y la adolescencia en Ecuador 1990-2011. A 21 años <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong> los Derechos<strong>de</strong>l Niño”, preparado y publicado por el Observatorio <strong>de</strong> Derechos <strong>de</strong> la Niñez y Adolescencia,ODNA, con el apoyo <strong>de</strong> Plan Internacional, Save the Children, AECID y UNICEF.1Consejo <strong>de</strong> Europa, 1986.2“Estado <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la niñez y adolescencia en Ecuador 1990-2011”. 2012


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 115te conjeturar que <strong>las</strong> concepciones y actitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> losadultos que justificarían el regaño, pue<strong>de</strong>n ser muy parecidasa <strong>las</strong> concepciones y actitu<strong>de</strong>s que conducena los golpes.En torno a la categoría buen trato también existen diferencias.En <strong>las</strong> encuestas <strong>de</strong> 2000 y 2004 procesadaspor el ODNA (Observatorio <strong>de</strong> Derechos <strong>de</strong> la Niñez yAdolescencia) el porcentaje <strong>de</strong> niños, niñas y adolescentesque dijeron solo dialogar con <strong>las</strong> personas adultas,era <strong>de</strong> 5% y 8% respectivamente; mientras actualmentees <strong>de</strong>l 22%. Siguiendo estos datos, po<strong>de</strong>mosconcluir que en la última década los adultos han modificadosignificativamente sus formas <strong>de</strong> relacionamientocon la niñez y adolescencia. Sin embargo, para el 70%,la mayoría <strong>de</strong> niños, niñas y adolescentes, <strong>las</strong> relacionescon sus padres y madres siguen siendo autoritariasy poco <strong>de</strong>mocráticas. De ahí que posiblemente tampocose habrían modificado <strong>las</strong> concepciones y actitu<strong>de</strong>sque sustentan estas formas <strong>de</strong> relacionamiento. Lo muchoo poco que se ha hecho para impulsar la doctrina<strong>de</strong> la protección integral y el paradigma <strong>de</strong> la infanciacomo sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, no parece haber llegado ala vida cotidiana.En el gráfico 2, elaborado por el ODNA, se pone enevi<strong>de</strong>ncia esa cultura <strong>de</strong>l maltrato. Para su elaboración,se han agregado los porcentajes referidos a lacategoría <strong>de</strong> maltrato extremo, maltrato culturalmenteaceptado y <strong>de</strong> indiferencia. Alarmantemente, en <strong>las</strong>tres regiones <strong>de</strong>l país y por grupo étnico, esos porcentajesalcanzan cifras bastante altas: entre el 70%y el 80% <strong>de</strong> la población adulta ecuatoriana es ‘maltratante’y atentan contra los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> niños, niñasy adolescentes, garantizados en la Constituciónecuatoriana y en la normativa internacional. Se constataque el maltrato es una práctica generalizada enlos distintos grupos <strong>de</strong> población, <strong>de</strong> manera que nohay mayores diferencias entre ellos: la inci<strong>de</strong>ncia esmayor con 8 puntos en el área rural en relación conla urbana; en la Sierra el porcentaje se ubica 4 y 5puntos por encima con respecto a la Amazonía y ala Costa respectivamente, y entre la población afroecuatorianala inci<strong>de</strong>ncia se eleva en apenas 2 puntossobre la observada entre la población blanca/mestizay la indígena.Evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> relación por categoría: 2000-2004-2010 (porcentaje <strong>de</strong> NNA <strong>de</strong> 5 a 17 años)6057201050512004200044403635Porcentaje3031222010583350Maltrato ExternoMaltrato Culturamente AceptadoBuen tratoIndiferenciaFuente: INEC, EMEDINHO 2000, ENEMDUR 2004 y ODNA et al 2010.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORRetos para la aplicación <strong>de</strong>nuevos enfoquesEl abordaje <strong>de</strong> la violencia contra la infancia como unproblema estructural requiere enten<strong>de</strong>r la violencia contrala niñez y adolescencia tanto en el espacio público(actuar sobre entornos que aseguren la libertad <strong>de</strong> la niñezy la adolescencia <strong>de</strong> vivir sin miedo, libertad para vivircon dignidad y libertad para vivir sin pobreza) 3 como enel espacio privado, y abordar al menos <strong>las</strong> tres tipologíasbásicas <strong>de</strong> la violencia que han sido i<strong>de</strong>ntificadas.La c<strong>las</strong>ificación que se propone aquí divi<strong>de</strong> la violenciaen tres categorías generales, según <strong>las</strong> características <strong>de</strong>los que cometen el acto <strong>de</strong> violencia: i) la violencia autoinfligida, ii) la violencia interpersonal; iii) la violencia colectiva(OMS, 2010).En el trabajo <strong>de</strong> Fuster, García y Ochoa (1988), respectoal maltrato infantil, se señala que el reconocimiento “<strong>de</strong>la importancia <strong>de</strong> los factores individuales no <strong>de</strong>be eximir<strong>de</strong> los esfuerzos para compren<strong>de</strong>r el contexto socialdon<strong>de</strong> ocurre la agresión y la violencia” (Fuster, García yOchoa, 1988). Estos autores subrayan que <strong>las</strong> distintasinvestigaciones indican que “sólo un 10% <strong>de</strong> los casos<strong>de</strong> violencia familiar pue<strong>de</strong>n atribuirse ‘exclusivamente’ arasgos <strong>de</strong> personalidad, enfermeda<strong>de</strong>s mentales o psicopatológicas”<strong>de</strong> los individuos. Por ello <strong>las</strong> políticas/programas <strong>de</strong> protección social, prevención y atención<strong>de</strong> la violencia, en <strong>las</strong> últimas décadas, tien<strong>de</strong>n a superar<strong>las</strong> “soluciones centradas en el individuo”, y tien<strong>de</strong>na recomendar la adopción <strong>de</strong> nuevos paradigmas paracompren<strong>de</strong>r al niño, niña y adolescente en el marco <strong>de</strong>sistemas/ambientes más amplios con factores múltiplesque interactúan <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> distintos niveles ecológicos (elindividuo, relaciones familiares), transacciones <strong>de</strong> la familiacon sistemas extra familiares (re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> apoyo formalese informales) y variables culturales que apoyan oprevienen la violencia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los macro sistemas.Estos nuevos paradigmas reconocen, apoyados enla teoría <strong>de</strong> sistemas, que la regulación <strong>de</strong> los niveles<strong>de</strong> abuso, negligencia, violencia y maltrato infantil, serelacionan directamente con una multi <strong>de</strong>terminacióny multi dimensionalidad <strong>de</strong> la violencia, y subrayan quecualquier intervención (política, programática y casuística)<strong>de</strong>be reconocer la combinación <strong>de</strong> todos los sistemasimplicados.Dado que la violencia es un problema polifacético conraíces biológicas, psíquicas, sociales y ambientales, <strong>de</strong>beafrontarse en varios niveles diferentes a la vez. El mo<strong>de</strong>loecológico se utiliza para un doble fin: cada categoría <strong>de</strong>lmo<strong>de</strong>lo representa un grado <strong>de</strong> riesgo y también pue<strong>de</strong>nconcebirse como un punto clave para la intervención, es<strong>de</strong>cir, los <strong>de</strong>nominados factores <strong>de</strong> protección.Queda entonces por conocer e i<strong>de</strong>ntificar la violenciacontra la niñez en entornos que vayan más allá <strong>de</strong> laviolencia doméstica. De igual forma hay que generar unplan <strong>de</strong> acción sistémico, tipificar el castigo corporal ya<strong>de</strong>lantar la red pública <strong>de</strong> centros <strong>de</strong> atención para <strong>las</strong>víctimas. Las transformaciones culturales y <strong>las</strong> inequida<strong>de</strong>sen <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r adulto/niño, requeriránmedidas y políticas <strong>de</strong> largo plazo que modifiquensustancialmente <strong>las</strong> relaciones <strong>de</strong> edad y <strong>de</strong> género en<strong>las</strong> familias.3“El enfoque <strong>de</strong> la seguridad humana <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tres estudios <strong>de</strong> caso”. PNUD, IIDH, SanJosé, Costa Rica, 2011.Cultura <strong>de</strong>l maltrato: 2000, 2004, 2010848382808081Porcentaje787678 7878757677747270Total Indígena Afroecuatoriano Blanco/ MestizoUrbana Rural Costa SierraAmazoníaEtniaÁreaRegiónFuente: INEC, EMEDINHO 2000, ENEMDUR 2004 y ODNA et al 2010


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ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 119Empleoy seguridadsocial


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOREmpleo y seguridad socialPor Gloria Camacho Z.“El trabajo es un <strong>de</strong>recho y un <strong>de</strong>ber social, y un <strong>de</strong>rechoeconómico. Establece la garantía <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong>l respeto a<strong>las</strong> personas trabajadoras… mediante remuneraciones yretribuciones justas, condiciones saludables <strong>de</strong> trabajo, ylibertad para escoger y aceptar trabajo”(Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong>l Ecuador, Art. 33)El Ecuador ha sufrido históricamente por la <strong>de</strong>bilidad<strong>de</strong> la economía para proporcionar empleoproductivo a la fuerza <strong>de</strong> trabajo. Esta situaciónse agravó a partir <strong>de</strong> 1982, año en que se inicióla aplicación <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas neoliberales, cuyos pobresresultados se expresaron en un mínimo crecimiento económico.Así, el ingreso por habitante alcanzó un aumentoanual medio <strong>de</strong>l 0.8% entre 1982 y 2006.En contraste, en el período 2006 – 2011, se observaque el ingreso por habitante crece a una tasa casi 6veces mayor, <strong>de</strong>l 4,6% anual, a pesar <strong>de</strong> cierto <strong>de</strong>scensoque se produjo <strong>de</strong>bido a la crisis financiera internacionalque estalló en 2008. Esta recuperación obe<strong>de</strong>ció, principalmente,a los precios favorables <strong>de</strong>l petróleo y otrosbienes <strong>de</strong> exportación, y al crecimiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> remesas<strong>de</strong> los migrantes internacionales, aunque en 2009 empezarona <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r por efecto <strong>de</strong> la crisis en EstadosUnidos y España, principales <strong>de</strong>stinos <strong>de</strong> la migraciónecuatoriana.Hasta 2006, en un contexto <strong>de</strong> mínimo crecimiento y escasadiversificación, apertura comercial y rápido cambiotecnológico, la generación <strong>de</strong> empleo productivo fue restringida.A<strong>de</strong>más, la <strong>de</strong>sregulación laboral condujo a laprecarización <strong>de</strong>l empleo y a la reducción <strong>de</strong> la cobertura<strong>de</strong> la seguridad social y <strong>de</strong> la estabilidad laboral.En ese año se da un cambio en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrolloque se propone superar una economía basada en el extractivismoy en exportaciones primarias, y generar unabase productiva más diversificada y menos <strong>de</strong>pendiente<strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> exportaciones, promoviendo una estrategia<strong>de</strong> sustitución selectiva <strong>de</strong> importaciones. Si bien seestán realizando esfuerzos en ese sentido, el cambio <strong>de</strong>la matriz productiva aún es un <strong>de</strong>safío para el país. Porotro lado, aunque se han promulgado leyes para regularlos mercados y <strong>las</strong> formas <strong>de</strong> organización económica<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mo<strong>de</strong>lo social y solidario, hacen falta incentivosy condiciones para la generación <strong>de</strong> empleo productivo.Los avances en el mercado <strong>de</strong> trabajo se encuentranen la mejora <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> la fuerza laboral, enmarcadaen una estrategia más amplia <strong>de</strong> cambio socialy <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> una sociedad más incluyentey sustentable. A partir <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos reconocidos enla Constitución <strong>de</strong> 2008, en el Plan Nacional para elBuen Vivir 2009-2013 se propone “garantizar el trabajoestable, justo y digno en su diversidad <strong>de</strong> formas” (Objetivo6). Los datos muestran que se ha caminado enesa dirección y se han logrado avances importantes,pero que aún persisten marcadas brechas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdadque colocan en <strong>de</strong>sventaja a diversos grupos <strong>de</strong>población <strong>de</strong>bido a su edad, sexo, lugar <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>nciay/o a su pertenencia étnico-cultural.Condición <strong>de</strong> actividad<strong>de</strong> la PEALa recuperación económica y laboral que se inició en2000, luego <strong>de</strong> la crisis interna <strong>de</strong> fines <strong>de</strong> los 90, hacontinuado y se ha profundizado a partir <strong>de</strong> 2007 comoresultado <strong>de</strong> los cambios en el mo<strong>de</strong>lo económico, yla adopción <strong>de</strong> políticas orientadas a mejorar <strong>las</strong> condiciones<strong>de</strong> vida <strong>de</strong> la población y el mercado laboral.Sin embargo, este proceso no ha sido lineal y ha tenidosus vaivenes <strong>de</strong>bido al impacto <strong>de</strong> la crisis económicainternacional que produjo la <strong>de</strong>clinación <strong>de</strong> algunos indicadoresen el mercado <strong>de</strong> trabajo ecuatoriano. En loque respecta a la condición <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> la poblacióneconómicamente activa (PEA) se observa que en losaños 2008 y 2009 se <strong>de</strong>tuvo el proceso <strong>de</strong> mejora, peroque en los años siguientes se reactivó y la ten<strong>de</strong>nciacontinuó.El análisis <strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> la PEA se haráutilizando <strong>las</strong> categorías <strong>de</strong>sarrolladas por Carlos Larrea(2007), en tanto incluyen una perspectiva <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos,y son: ocupación apropiada, ocupación a<strong>de</strong>cuada (noapropiada), subocupación visible e invisible, y <strong>de</strong>socupaciónabierta u oculta; cada una <strong>de</strong> <strong>las</strong> cuales será analizadamás a<strong>de</strong>lante. Los avances más significativos enla condición <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> la PEA <strong>de</strong>l país son: por un


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 121lado, el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong>l subempleo que <strong>de</strong>l 49,7% observadoen diciembre <strong>de</strong>l 2005 pasó al 31,6% en diciembre<strong>de</strong> 2011, y por otro, el ascenso <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> trabajadorescon empleo apropiado <strong>de</strong>l 8,4% al 20,1% enel mismo período, es <strong>de</strong>cir se duplicó. Ésta es la fuerzalaboral con remuneración que supera la línea <strong>de</strong> la pobreza,con seguridad social, con una jornada <strong>de</strong> trabajojusta, edad a<strong>de</strong>cuada y estabilidad laboral. También hayun incremento <strong>de</strong> trabajadores con ocupación a<strong>de</strong>cuada(no apropiada), es <strong>de</strong>cir, que no son subempleadoso <strong>de</strong>sempleados, pero que no cuentan con alguna <strong>de</strong><strong>las</strong> condiciones requeridas para que su trabajo califiquecomo apropiado.En el período comprendido entre diciembre <strong>de</strong> 2005 y diciembre<strong>de</strong> 2011 se duplicó el porcentaje <strong>de</strong> integrantes<strong>de</strong> la PEA que tiene condiciones apropiadas <strong>de</strong> trabajo,es <strong>de</strong>cir, que reciben una remuneración que permite aun hogar típico superar la línea <strong>de</strong> pobreza, que cuentancon seguridad social, con estabilidad laboral, que tienenuna jornada <strong>de</strong> trabajo no mayor a <strong>las</strong> 48 horas semanales,y se encuentran en edad a<strong>de</strong>cuada para trabajar(entre 15 y 65 años). Este buen <strong>de</strong>sempeño es en granmedida el resultado <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas adoptadas por el actualgobierno en el campo laboral: eliminación <strong>de</strong> la tercerización,elevación <strong>de</strong> los salarios reales, promoción <strong>de</strong>los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los trabajadores, junto con la adopción<strong>de</strong> medidas <strong>de</strong> control sobre su cumplimiento.Uno <strong>de</strong> los indicadores que conforma la ocupación apropiadaes que los trabajadores cuenten con una remuneraciónque posibilite la satisfacción <strong>de</strong> <strong>las</strong> necesida<strong>de</strong>sbásicas. Si bien los ingresos laborales (renta primaria)incluyen tanto los percibidos por los trabajadores asalariadoscomo por los que laboran por cuenta propia, esindudable el impacto <strong>de</strong>l aumento progresivo <strong>de</strong> los salariosque ha dispuesto el gobierno central, como tambiéna un contexto económico favorable, exceptuando losaños <strong>de</strong> la crisis. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la elevación <strong>de</strong>l salario mínimovital realizada cada año, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 2010 se establecióel “salario digno” que correspon<strong>de</strong> al costo <strong>de</strong> la canastabásica familiar dividido para el número <strong>de</strong> perceptores<strong>de</strong>l hogar <strong>de</strong>terminados por el INEC, <strong>de</strong> manera anual.Para el 2011 este salario fue fijado en 350,70 dólares,mientras el salario mínimo vital fue <strong>de</strong> 264 dólares.La mediana <strong>de</strong> ingresos laborales se incrementó enel 80,7% entre diciembre <strong>de</strong> 2005 y diciembre <strong>de</strong>2011 para la población trabajadora en su conjunto.Sin embargo, <strong>las</strong> mujeres siguen percibiendo ingresosmenores a los hombres, aunque la brecha<strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad ha disminuido <strong>de</strong> forma significativa.En 2005 la distancia entre los ingresos femeninos ylos masculinos era mayor, pues los hombres percibíanmontos 40,5% superiores a los que recibían <strong>las</strong>mujeres; mientras en 2011 esta ventaja en favor <strong>de</strong>los trabajadores hombres se ha reducido al 14,1%.Es interesante anotar cómo <strong>las</strong> crisis acentúan <strong>las</strong><strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> manera que la brecha se expan<strong>de</strong>en 2009 y se achica en los años <strong>de</strong> recuperacióneconómica.Condición <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> la PEA: 2005 - 2011605049,74043,2Ocupados apropiadosPorcentaje3035,031,6Ocupados a<strong>de</strong>cuados no apropiadosSubocupados2020,1Desocupados108,46,5 4,502004 20052006 2007 2008 2009 2010 2011 2012Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORDólaresMediana <strong>de</strong> ingresos laborales reales, por sexo: 2005 - 2011(Dólares <strong>de</strong> Dic. 2011)Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAESOcupación apropiada por sexo y área, porcentaje sobre PEA:2005 - 2011Porcentaje3503002502001501005002101701252004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 20123530252015105010,813,52,1 1,8Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES23,729,18,4 7,92005 Hombres 2005 Mujeres 2011 Hombres 2011 Mujeres320300275HombreMujerTotalUrbanaRuralA pesar <strong>de</strong> la mejoría en términos generales ocurrida enel último quinquenio, apenas una quinta parte <strong>de</strong> la fuerzalaboral <strong>de</strong>l país cuenta con una ocupación apropiada,y solo 1 <strong>de</strong> cada 12 trabajadores rurales acce<strong>de</strong> a untrabajo apropiado. En todos los años <strong>de</strong>l período analizadose observa que la condición <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> la PEArural es menos favorable con respecto a la urbana, lo quepone en evi<strong>de</strong>ncia la persistencia <strong>de</strong> <strong>las</strong> asimetrías entreestos dos sectores e, incluso, que se han acentuado enalgunos casos. Al concluir el año 2011 apenas el 8,2%<strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo rural tenía un empleo apropiado,cifra tres veces menor que la PEA urbana en esa condición(25,9%). Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> género se veque el mayor porcentaje <strong>de</strong> ocupación apropiada estáentre <strong>las</strong> mujeres urbanas (29,9%), lo que respon<strong>de</strong>ría asu mayor presencia en el sector público, ubicado principalmenteen los centros urbanos.El análisis <strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> acuerdo conla i<strong>de</strong>ntificación étnico-cultural y según el sexo <strong>de</strong> la poblacióntrabajadora muestra que, entre los años 2005 y2011, pese a los avances para la PEA en su conjunto,<strong>las</strong> brechas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad no se han modificado duranteese período. Los colectivos más rezagados son elmontubio y el indígena, ya que para diciembre <strong>de</strong> 2011apenas 1 <strong>de</strong> cada 20 montubios se encuentra en estacondición (5,2%), y solamente el 7,4% <strong>de</strong> indígenas tieneuna ocupación apropiada. Con 10 puntos por encimase ubican los afroecuatorianos (17,7%), y la situación esmás favorable entre la población mestiza (22,1%) y lablanca (22,9%).Siguiendo la ten<strong>de</strong>ncia general, la población femeninatiene una mayor representación que la masculina en laocupación apropiada, en casi todos los grupos étnicoculturales.La excepción se sitúa entre <strong>las</strong> indígenas,quienes se ubican muy por <strong>de</strong>bajo (4,3%) con respectoa los hombres <strong>de</strong> su mismo pueblo o nacionalidad(10,1%), reiterando la doble discriminación que viven enla sociedad ecuatoriana, tanto por ser mujeres como porser indígenas. Asimismo, se constata que el aumento <strong>de</strong>la fuerza laboral que tiene un trabajo apropiado ha sidomás significativo entre <strong>las</strong> mujeres, en tanto la mejoraentre el<strong>las</strong> ha sido mayor en términos proporcionales. Elcaso más relevante se encuentra entre <strong>las</strong> afroecuatorianas,cuyo acceso al empleo apropiado se ha multiplicadopor cuatro, pasando <strong>de</strong>l 6,4% en el 2005 al 24,1%en el 2011. Un factor que seguramente ha contribuidoa mejorar la inserción laboral <strong>de</strong> <strong>las</strong> trabajadoras es laelevación <strong>de</strong>l salario mínimo vital <strong>de</strong> <strong>las</strong> empleadas domésticas,el cual ha sido equiparado con el <strong>de</strong> los <strong>de</strong>mástrabajadores.Al <strong>de</strong>sagregar por edad a la población económicamenteactiva que tiene una ocupación apropiada se ha <strong>de</strong>terminadoque el grupo menos favorecido es el <strong>de</strong> adolescentesy jóvenes <strong>de</strong> entre 15 y 19 años, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> aquellosque por primera vez buscan trabajo, que no cuentancon mayor calificación pues ni siquiera han concluido


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 123Ocupación apropiada por etnicidad y sexo, porcentaje sobre PEA: 2005 y 2011302525,0 25,124,12005 Hombres2021,520,12005 Mujeres2011 HombresPorcentaje151052,71,610,14,39,711,77,910,56,95,614,64,48,22011 Mujeres0Indígena Blanco Mestizo Afroecuatoriano Montubio*Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES Fuente: INEC, EncuestaOcupación apropiada por sexo y edad, porcentaje sobre PEA: 2005 y 2011353025Porcentaje2015102005 Hombres2005 Mujeres2011 Hombres2011 Mujeres5015 a 19 20 a 24 25 a 29 30 a 44 45 a 59 60 o másFuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORPorcentajeOcupación a<strong>de</strong>cuada (no apropiada) por área,porcentaje sobre PEA: 2005 - 20115045403530252015105040,325,22005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES45,738,4UrbanaRuralla educación media, y que no tienen muchas opcioneslaborales. Esa confluencia <strong>de</strong> factores les obliga a aceptarcualquier empleo, por lo general en condiciones <strong>de</strong>precariedad.En cambio, entre los jóvenes <strong>de</strong> más edad se encuentraque su inserción ha mejorado <strong>de</strong> forma sustancial,en tanto se ha producido un enorme salto en el empleoapropiado en el grupo <strong>de</strong> 25 a 29 años <strong>de</strong> edad, pues <strong>de</strong>l10% en el 2005 la cifra prácticamente se ha triplicado, enel 2011 llega al 29%. Igualmente la presencia <strong>de</strong> jóvenes<strong>de</strong> entre 20 y 24 años entre los ocupados apropiados seha multiplicado por tres, puesto que <strong>de</strong>l 6,9% suben al21,4% en el mismo período. Este cambio ha favorecidosobre todo a los jóvenes urbanos, a aquellos que hanrealizado estudios superiores y que se han incorporadoal aparato estatal <strong>de</strong> forma significativa.Al tomar en cuenta la variable <strong>de</strong> género se confirmauna cierta ventaja <strong>de</strong> la PEA femenina en casi todos losgrupos <strong>de</strong> edad; sin embargo, los hombres <strong>de</strong> 25 a 29años presentan un porcentaje algo mayor (30%) que el<strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres (27,5%) en su acceso a una ocupaciónapropiada. Estos datos constatan que en esta condición<strong>de</strong> actividad se ha modificado la brecha generacional enfavor <strong>de</strong> la población juvenil, excepto en el caso <strong>de</strong> adolescentesy jóvenes <strong>de</strong> entre 15 y 19 años.(no apropiada)PorcentajeSubempleo por área, pocentaje sobre la PEA: 2005 - 20118070605040302010067,939,82004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES50,522,3UrbanaRuralEn esta condición <strong>de</strong> actividad se ubican los trabajadoresque no se encuentran <strong>de</strong>sempleados ni subempleados,pero que no cuentan con todos los beneficios sociales ycondiciones laborales mínimas para que su ocupaciónsea apropiada. Se trata <strong>de</strong> una condición laboral intermediaen la que también los indicadores son superioresentre la fuerza laboral urbana (45,7%) que entre la rural(38,4%). No obstante, el incremento <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong>trabajadores en esta condición es más acentuado entrelos que resi<strong>de</strong>n en el área rural, lo que ha permitido disminuirla brecha con respecto al área urbana. Vale resaltarque esta ten<strong>de</strong>ncia es contraria a la observada en laocupación apropiada don<strong>de</strong> los logros se concentraronen el área urbana y produjeron una mayor <strong>de</strong>sigualdad.En lo que respecta a <strong>las</strong> diferencias <strong>de</strong> género, se encuentraque en esta condición <strong>de</strong> actividad la PEA masculinatiene mayor presencia que la femenina, y que <strong>las</strong><strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s entre ellos permanecen a lo largo <strong>de</strong>ltiempo. Mientras en diciembre <strong>de</strong> 2005 el porcentaje <strong>de</strong>hombres con ocupación a<strong>de</strong>cuada estaba 15 puntospor encima <strong>de</strong>l observado entre <strong>las</strong> mujeres, en diciembre<strong>de</strong> 2011 la distancia es aún mayor, pues alcanza 17puntos porcentuales. Asimismo, la discriminación haciala población indígena no se ha corregido en este período,por lo que su acceso a un empleo mínimamente a<strong>de</strong>cuadoes <strong>de</strong> apenas el 31,1%; mientras éste supera el 43%entre los <strong>de</strong>más grupos étnico culturales. La brecha se


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 125Subempleo por sexo, porcentaje sobre la PEA: 2005 - 20116055,25045,9Porcentaje403037,527,8HombreMujer201002005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAESSubempleo por etnicidad y sexo, porcentaje sobre PEA: 2005 y 201190807067,880,872,42005 Hombres2005 Mujeres2011 Hombres2011 MujeresPorcentaje6050403048,841,247,523,229,144,252,824,734,249,554,330,131,347,343,420100Indígena Blanco Mestizo Afroecuatoriano MontubioNOTA: La categoría “montubio” el INEC la incluyó a partir <strong>de</strong> 2010Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011. Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORPorcentajeDesempleo por área, porcentaje sobre PEA: 2005 - 2011Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAESPorcentaje98765432107,64,4Desempleo por sexo, porcentaje sobre PEA: 2005 - 20111210864202005 20069,04,8Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES2007 2008 2009 2010 2011 20129,54,72004 2005 2006 2007 20085,32,86,23,42009 2010 2011 2012UrbanaRuralUrbanaRuralensancha más aún cuando se observa que solo el 18%<strong>de</strong> mujeres indígenas se ubican en esta condición.La mayor <strong>de</strong>bilidad estructural <strong>de</strong>l mercado laboral ecuatorianoa lo largo <strong>de</strong>l tiempo ha sido el elevado porcentaje<strong>de</strong> subocupación o subempleo <strong>de</strong> la PEA. Aunque estaten<strong>de</strong>ncia continúa, la cifra ha bajado 18 puntos porcentualesentre diciembre <strong>de</strong> 2005 (49,7%) y diciembre <strong>de</strong>2011 (31,6%), en forma consistente con el incremento<strong>de</strong> la fuerza laboral con ocupación apropiada o a<strong>de</strong>cuada.Este resultado positivo no ha modificado <strong>las</strong> asimetríasque colocan en <strong>de</strong>sventaja a los trabajadores <strong>de</strong>lcampo con respecto a los que habitan en <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s,<strong>de</strong> manera que la distancia entre el subempleo rural yel urbano es <strong>de</strong> 28 puntos porcentuales, tanto en 2005como en 2011, año en que más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> la PEArural (51%) se ubica en esta condición <strong>de</strong> actividad.De igual manera permanecen inamovibles <strong>las</strong> inequida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> género en perjuicio <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres; pues si bienhay una <strong>de</strong>clinación <strong>de</strong>l subempleo tanto entre la PEAmasculina como entre la femenina, la <strong>de</strong>sigualdad persistea lo largo <strong>de</strong>l período. Al concluir el año 2005, elporcentaje <strong>de</strong> mujeres subempleadas era mayor en 9puntos que la observada entre los hombres, y en diciembre<strong>de</strong> 2011 era <strong>de</strong> 10 puntos. Es evi<strong>de</strong>nte la doble <strong>de</strong>sventajaque tienen <strong>las</strong> mujeres rurales, tanto por su pertenenciagenérica como por residir en el campo, sectorque no ha contado con políticas específicas para aten<strong>de</strong>rsus necesida<strong>de</strong>s o para remontar <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s socioeconómicas.Similar situación se constata al <strong>de</strong>sagregar el subempleo<strong>de</strong> acuerdo con la pertenencia étnica cultural, más todavíasi se consi<strong>de</strong>ran <strong>las</strong> diferencias por género. Los resultadosmuestran que no se han corregido <strong>las</strong> históricas<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en el mercado <strong>de</strong> trabajo ecuatoriano, <strong>de</strong>manera que la población indígena es la que reiteradamenteaparece con una <strong>de</strong>ficiente inserción laboral: casi<strong>las</strong> tres cuartas partes <strong>de</strong> mujeres (72,4%) y casi la mitad<strong>de</strong> hombres indígenas (48,8%) son subempleados.A<strong>de</strong>más, para este colectivo el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la subocupaciónentre 2005 y 2011 es <strong>de</strong> apenas 8 puntos, es<strong>de</strong>cir, 20 puntos porcentuales por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l promedionacional. Aunque en menor medida, el pueblo montubiotambién se encuentra en <strong>de</strong>sventaja. En contraste,la presencia <strong>de</strong> los afroecuatorianos en el subempleo hadisminuido <strong>de</strong> forma notable, hasta casi igualarse con los<strong>de</strong>más grupos étnico-culturales, lo que podría estar asociadoa su ubicación mayoritaria en el área urbana, queha sido la principal beneficiaria <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas laborales<strong>de</strong>l actual gobierno.En lo que respecta al <strong>de</strong>sempleo, si bien éste es másbajo en el área rural (2,8%) que en la urbana (5,3%), ello


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 127respon<strong>de</strong> a que la <strong>de</strong>socupación es siempre menor entrelos más pobres, que al no contar con otros recursos seve obligado a trabajar en cualquier actividad y condición,generalmente en trabajos informales por cuenta propia,con muy bajos ingresos. A<strong>de</strong>más, el <strong>de</strong>sempleo es menoren el campo porque es muy difícil que algún integrante<strong>de</strong> una familia campesina no haya <strong>de</strong>dicado al menosuna hora a alguna actividad productiva en la semana, encuyo caso pasan a ser subempleados.Los efectos <strong>de</strong> la crisis internacional en el mercado laboralse pue<strong>de</strong>n apreciar en todos los indicadores, tantopor el estancamiento como por el <strong>de</strong>clive <strong>de</strong> los procesos<strong>de</strong> mejora en la situación <strong>de</strong> los trabajadores. Claroejemplo <strong>de</strong> esa ten<strong>de</strong>ncia es la evolución <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleoen el área urbana, el cual inicia en diciembre <strong>de</strong> 2005 conel 7,6%, luego <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> hasta el 6,6% en el 2007, ten<strong>de</strong>nciaque empieza a revertirse en el 2008 y se expan<strong>de</strong>en 2009 hasta llegar al 8,4%, para finalmente recuperarsey <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r al 5,3% en diciembre <strong>de</strong> 2011.Si bien el <strong>de</strong>sempleo es superior entre <strong>las</strong> mujeres entodo el período, se constata que en los años <strong>de</strong> la crisisse profundizaron <strong>las</strong> asimetrías <strong>de</strong> género en <strong>de</strong>smedro<strong>de</strong> la población femenina. En el año 2008 la tasa <strong>de</strong><strong>de</strong>sempleo entre <strong>las</strong> mujeres (9,5) duplicó a la <strong>de</strong> loshombres (4,7) Es preciso anotar que el más marcado<strong>de</strong>sempleo femenino no solo obe<strong>de</strong>ce a la estrategia<strong>de</strong> <strong>las</strong> familias <strong>de</strong> buscar paliar la crisis con el trabajo <strong>de</strong><strong>las</strong> mujeres, sino a la brecha estructural <strong>de</strong> género quehistóricamente <strong>las</strong> ha colocado en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sventajano solo para acce<strong>de</strong>r sino para permanecer en elmercado laboral.Históricamente también adolescentes y jóvenes hansido los más excluidos en el mercado laboral y enfrentanmayores obstáculos para encontrar trabajo.De ahí que <strong>las</strong> mujeres alcancen cifras <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleosumamente altas: 17,6% en el grupo <strong>de</strong> 15 a 19 añosen 2005, elevándose al 22,2% para el 2011, cifra 5 vecesmás alta que la media nacional en ese mismo año(4,5%) y que duplica a la <strong>de</strong> los hombres (8,9%) <strong>de</strong> lamisma edad. Cabe preguntarse por qué ha aumentadoel <strong>de</strong>sempleo en este grupo <strong>de</strong> edad. Una hipótesissería que buena parte <strong>de</strong> el<strong>las</strong> trabajaban como empleadasdomésticas en condiciones precarias y que<strong>de</strong>bido a la elevación <strong>de</strong> los salarios y a los mayorescontroles laborales han <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser contratadas.Este segmento laboral ha disminuido <strong>de</strong>l 4% al 3% enel período intercensal 2001 – 2010. Entre <strong>las</strong> mujeres<strong>de</strong> 20 a 24 años también el <strong>de</strong>sempleo es tres vecesmayor al promedio <strong>de</strong>l país, y supera en 3 puntos almasculino <strong>de</strong>l mismo grupo <strong>de</strong> edad.Al analizar la escolaridad <strong>de</strong> la PEA y su relación con el<strong>de</strong>sempleo entre 2005 y 2011, se encuentra que los másvulnerables son los que han concluido el bachillerato otienen estudios superiores, y más concretamente lostrabajadores con una instrucción correspondiente a losprimeros años <strong>de</strong> universidad. En cambio <strong>las</strong> personasanalfabetas o con educación primaria por lo general nopermanecen largo tiempo en el <strong>de</strong>sempleo, pues al serpobres y carecer <strong>de</strong> protección social, se ven obligadosa crear su propio empleo, casi siempre precario oen condiciones <strong>de</strong> subempleo. Estas cifras corroboranel planteamiento <strong>de</strong> que la juventud actual ha mejoradosustancialmente su acceso a la educación, pero paradójicamenteha disminuido su acceso al empleo (Hopenhayen2004, Gentili 2011, Martínez 2006).condición <strong>de</strong> actividadLos mapas que ilustran la ocupación apropiada dancuenta <strong>de</strong> la mejoría experimentada entre 2005 y 2011, ymuestran que ésta es mayor en <strong>las</strong> provincias don<strong>de</strong> seubican <strong>las</strong> tres principales ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l país: Pichincha,Guayas y Azuay. Este mejor <strong>de</strong>sempeño guarda relacióncon el hecho <strong>de</strong> que en el<strong>las</strong> se concentra la mayorparte <strong>de</strong> empleados estatales o <strong>de</strong> gobierno que, por logeneral, cuentan con nombramientos que les aseguranestabilidad, acceso a la seguridad social, salarios y condicioneslaborales apegadas a la ley.Desempleo por escolaridad: 2005 y 201116141210UrbanaRuralPorcentaje8644,6201,62 4 6 8 10 12 14 16 18 20 220,90,0Fuente: INEC, Encuesta ENEMDUR <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2005 a diciembre <strong>de</strong> 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAESAños <strong>de</strong> estudio


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-AOcupación apropiada, porcentaje sobre PEA, por provincias: 2005ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZALeyendaLímite provincialSin información21,5% - 33,7%18,8% - 21,4%18,3% - 18,7%16,7% - 18,2%15,5% - 16,6%14,8% - 15,4%14,1% - 14,7%7,7% - 14%5,2% - 7,6%4,2% - 5,1%2,3% - 4,1%1,5% - 2,2%CHIMBORAZOGUAYASZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2005.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 129Mapa 1-BOcupación apropiada, porcentaje sobre PEA, por provincias: 2011ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información16,4% - 33,7%14,5% - 16,3%14,3% - 14,4%13,4% - 14,2%13,1% - 13,3%12,9% - 13%11,8% - 12,8%10,5% - 11,7%3,8% - 10,4%3,7%ZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2011.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 2-AOcupación a<strong>de</strong>cuada (no apropiada), porcentaje sobre PEA, por provincias: 2005ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaZONAS NO DELIMITADASCAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información55,3% - 61,7%AZUAY51,2% - 55,2%50,3% - 51,1%48,3% - 50,2%45,4% - 48,2%38,4% - 45,3%36,5% - 38,3%32,5% - 36,4%18,2% - 32,4%EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km15,2% - 29,4%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2005.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 131Mapa 2-BOcupación a<strong>de</strong>cuada (no apropiada), porcentaje sobre PEA, por provincias: 2011ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información55,3% - 61,7%51,2% - 55,2%50,3% - 51,1%48,3% - 50,2%45,4% - 48,2%38,4% - 45,3%36,5% - 38,3%32,5% - 36,4%29,5% - 32,4%15,2% - 29,4%ZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2011.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 3-ADesempleo, porcentaje sobre PEA, por provincias: 2005ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información2,7% - 2,9%3% - 3,1%3,2% - 3,8%3,9% - 4%4,1% - 4,4%4,5% - 4,6%4,7% - 4,9%5% - 6,1%6,2% - 6,9%7% - 9,8%ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2005.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 133Mapa 3-BDesempleo, porcentaje sobre PEA, por provincias: 2011ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información0,7% - 1,1%1,2% - 3,1%3,2% - 3,8%3,9% - 4%4,1% - 4,4%4,5% - 4,6%4,7% - 4,9%5% - 6,1%6,2% - 6,9%7% - 9,8%ZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2011.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 4-ASubempleo, porcentaje sobre PEA, por provincias: 2005ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información33,2% - 35,4%35,5% - 37,5%37,6% - 45,5%45,6% - 55,7%55,8% - 57,1%57,2% - 59,7%59,8% - 61,9%62% - 63%63,1% - 65%65,1% - 74,4%ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2005.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 135Mapa 4-BSubempleo, porcentaje sobre PEA, por provincias: 2011ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información17,5%17,6% - 37,5%37,6% - 45,5%45,6% - 55,7%55,8% - 57,1%57,2% - 59,7%59,8% - 61,9%62% - 63%63,1% - 65%65,1% - 74,4%ZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2011.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORDe otro lado, se observa que en la Sierra central sesitúan los menores porcentajes <strong>de</strong> fuerza laboral conempleo apropiado y a<strong>de</strong>cuado, en tanto estos territoriostienen una alta presencia <strong>de</strong> población campesinae indígena, es <strong>de</strong>cir que sufren mayor discriminación enel mercado <strong>de</strong> trabajo. En cuanto al empleo a<strong>de</strong>cuado(no apropiado) se ve que éste es mayor en la Costatanto en el año 2005 como en el 2011, lo que significaque una importante proporción <strong>de</strong> la PEA <strong>de</strong>l litoral noestá subempleada ni <strong>de</strong>sempleada, pero que tampococuenta con todos los requisitos para ubicarse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>la fuerza laboral con ocupación apropiada.Por la misma razón se observa que, a pesar <strong>de</strong> <strong>las</strong>mejoras entre 2005 y 2011, el subempleo se concentraen la Sierra, particularmente en <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong>Bolívar, Chimborazo y Cañar. También <strong>las</strong> provincias<strong>de</strong> la Amazonía aparecen con elevados porcentajes<strong>de</strong> subempleo, asociados con la ruralidad y con mayorporcentaje <strong>de</strong> población indígena. El caso <strong>de</strong> Sucumbíoses una excepción, ya que al ser una provinciapetrolera tiene un menor subempleo, a la vez que unmayor empleo apropiado y a<strong>de</strong>cuado en los términosconsi<strong>de</strong>rados en este estudio.Cuadro 1Desempleo por discapacidad permanente, % sobre la PEA: 2010Con discapacidad Sin discapacidad TotalN° % N° % N° %14,174 5,1 287,821 5,4 301,995 5,4Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAESAunque el <strong>de</strong>sempleo ha disminuido <strong>de</strong> forma significativaen los últimos años, persisten diferencias regionalesque ubican a la Costa con <strong>las</strong> tasas más altas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación;mientras <strong>las</strong> provincias serranas (Cotopaxi,Bolívar, Chimborazo, Tungurahua), y <strong>las</strong> amazónicas son<strong>las</strong> <strong>de</strong> menor <strong>de</strong>socupación. Ello se explica porque dichosterritorios tienen una mayor población rural (38% laSierra y 67% la Amazonía) con altas tasas <strong>de</strong> pobreza.Por tanto no pue<strong>de</strong>n pasar mucho tiempo sin trabajo,laboran en la parcela familiar para la subsistencia o seven obligados a realizar cualquier actividad, generalmentecomo subempleados y con muy bajos ingresos.Empleo y personas condiscapacidadDe acuerdo con el Censo <strong>de</strong> población <strong>de</strong> 2010, <strong>de</strong>l total<strong>de</strong> la población nacional el 5,6% (816.156) son personasque han tenido discapacidad permanente por más <strong>de</strong>un año. De la PEA total <strong>de</strong>l país, el 5% correspon<strong>de</strong> apersonas con discapacidad. Es probable que esta cifrase haya incrementado como resultado <strong>de</strong> la disposición<strong>de</strong>l Código <strong>de</strong> Trabajo que a partir <strong>de</strong> 2010 establece laobligación <strong>de</strong> contratar a personas con discapacida<strong>de</strong>n al menos el 4% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> trabajadores <strong>de</strong> laempresa. Sin embargo, no es posible <strong>de</strong>terminar el incre-252019,3Porcentaje151012,38,713,2HombreMujer502001 2010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 137mento puesto que no existe información comparable enfuentes anteriores.De los que están en edad <strong>de</strong> trabajar, el 35,3% <strong>de</strong> personascon discapacidad forma parte <strong>de</strong> la PEA, cifra 12puntos por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> personas sin discapacidad(47,4). Esta diferencia se explicaría tanto por <strong>las</strong>mayores dificulta<strong>de</strong>s o discriminación que enfrentan <strong>las</strong>personas con discapacidad para acce<strong>de</strong>r al <strong>de</strong>recho altrabajo, como por el impedimento <strong>de</strong> hacerlo cuando setrata <strong>de</strong> discapacida<strong>de</strong>s graves. A la pregunta sobre <strong>las</strong>razones por <strong>las</strong> que no trabajaron en la última semana,244.038 personas señalan que no lo hicieron porque “lesimpi<strong>de</strong> su incapacidad”, lo que significa que el 46,8% <strong>de</strong>personas con discapacidad permanente y en edad <strong>de</strong>trabajar no lo hacen.En lo que respecta al <strong>de</strong>sempleo, no se registran diferenciassignificativas entre el porcentaje observado entre<strong>las</strong> personas con discapacidad (5,1%) y <strong>las</strong> personas sindiscapacidad (5,4%). Este hecho se pue<strong>de</strong> explicar por<strong>las</strong> medidas adoptadas por el gobierno para favorecer laincorporación al mercado laboral <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas con algunadiscapacidad permanente; pero también a que casila mitad <strong>de</strong> ellos (46,8%) señala que no busca trabajo <strong>de</strong>bidoa su discapacidad. Por tanto, no son consi<strong>de</strong>radoscomo <strong>de</strong>sempleados <strong>de</strong> acuerdo con la <strong>de</strong>finición convencionalque incluye a <strong>las</strong> personas que buscan empleoy no lo encuentran, o <strong>las</strong> que <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> buscarlo peroquisieran trabajar.Seguridad social y jubilación:Conforme al mandato constitucional sobre el <strong>de</strong>recho aun trabajo estable, justo y digno, y que reconoce quela seguridad social es “un <strong>de</strong>recho universal e irrenunciable<strong>de</strong> todas <strong>las</strong> personas trabajadoras” (Art. 34), sehan impulsado algunas políticas encaminadas a ampliarla cobertura y los beneficios <strong>de</strong> la seguridad social. Lapolítica 6.1 <strong>de</strong>l Plan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013 se propone “generar condiciones dignas para eltrabajo y velar por el cumplimiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos laborales”(PNBV, política 6.1). Las acciones <strong>de</strong>sarrolladaspara lograrlo han conseguido mejorar <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong>trabajo, como es el acceso a la seguridad social, particularmente<strong>de</strong> la fuerza laboral asalariada.Entre el censo <strong>de</strong> 2001 y 2010 se observa un importanteincremento <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 15 años quese encuentra afiliada al seguro social, pues el porcentajecrece 7 puntos entre los hombres y casi 5 puntos entre<strong>las</strong> mujeres, manteniéndose la <strong>de</strong>sventaja para la poblaciónfemenina. Ello se explica porque una proporción importante<strong>de</strong> mujeres no participan en el mercado laboral<strong>de</strong>bido a <strong>las</strong> tareas domésticas y <strong>de</strong> cuidado que <strong>de</strong>benasumir, y a que todavía no se ha efectivizado el <strong>de</strong>rechoprogresivo a la seguridad social que manda la Constituciónpara quienes tengan a su cargo el trabajo familiar noremunerado (Art. 333).Si se centra el análisis en la población económicamenteactiva (PEA), el crecimiento es aún mayor pues es <strong>de</strong>alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 10 puntos: <strong>de</strong>l 24,3% <strong>de</strong> mujeres que eranafiliadas en 2001 se sube al 34,2% en 2010, y la tasaentre los hombres afiliados aumenta 12 puntos pues <strong>de</strong>l23,1% pasa al 33,2% en el mismo período. Prácticamentese ha cerrado la brecha <strong>de</strong> género entre la fuerzalaboral en este aspecto.En lo que respecta a la seguridad social, se repiten <strong>las</strong>inequida<strong>de</strong>s en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong>l sector rural. Si bien elseguro social campesino –creado en 1968 y regulado403533,234,230Porcentaje252021,124,3HombreMujer15105020012010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2001 y 2010. Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR252021,820,8Porcentaje151054,77,35,99,48,912,515,19,515,811,214,814,53,68,516,12001 Mujeres2001 Hombres2010 Mujeres2010 Hombres1,80IndígenaMestizoMontubioBlancoAfroecuatorianoFuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAESPersonas <strong>de</strong> 65 y más años que reciben jubilación por área: 2001 y 2010252019,1UrbanaPorcentaje151011,1Rural52,64,102001 2010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 139mediante ley en 1981– acoge a la población rural y a lospescadores artesanales que pertenecen a organizacionespopulares que se afilian al sistema, los campesinosque acce<strong>de</strong>n a este beneficio solo constituyen el 3,3%<strong>de</strong>l total <strong>de</strong> personas que cuentan con seguridad social(Censo, 2010). A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s queafectan a los campesinos, se mantienen <strong>las</strong> discriminacioneshacia los más jóvenes, la población indígenay <strong>las</strong> mujeres.. En el<strong>las</strong> confluyen todas estas exclusionescolocándo<strong>las</strong> en una situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad muyacentuada, tal como lo muestran <strong>las</strong> cifras <strong>de</strong> poblaciónafiliada <strong>de</strong> acuerdo con el sexo y la pertenencia étnico-cultural,<strong>las</strong> cuales señalan a <strong>las</strong> mujeres indígenascomo <strong>las</strong> más discriminadas.Las personas <strong>de</strong> 65 o más años que reciben jubilacióno pensiones en el Ecuador, apenas llega al13,1% <strong>de</strong> acuerdo con el Censo <strong>de</strong> 2010, a pesar<strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong> casi 6 puntos con relación a la cifra(7,6%) obtenida <strong>de</strong> la misma fuente en el 2001. Sibien un porcentaje <strong>de</strong> este grupo <strong>de</strong> población pue<strong>de</strong>aún estar laborando y contar con seguridad social,es evi<strong>de</strong>nte la <strong>de</strong>sprotección en que se encuentra lamayor parte <strong>de</strong> la población adulta mayor <strong>de</strong>l país, entérminos <strong>de</strong> contar con una pensión, con un seguro<strong>de</strong> salud y con los <strong>de</strong>más beneficios sociales que tienenlos jubilados.En concordancia con <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en el accesoa la seguridad social, la población rural es lamás <strong>de</strong>sprotegida, pues para 2010 apenas el 4,1%recibe una jubilación o renta. También <strong>las</strong> mujeresestán en <strong>de</strong>sventaja, pues solo el 9,9% <strong>de</strong> la poblaciónfemenina <strong>de</strong> 65 o más años está jubilada.Asimismo, son los pueblos y nacionalida<strong>de</strong>s indígenaslos que menos cuentan con este beneficio,pues apenas un 2,5% tienen jubilación. Se observaa<strong>de</strong>más que a pesar <strong>de</strong>l incremento observado enel período intercensal para la PEA en su conjunto–sobre todo en el área urbana– este indicador casino creció, pues en el 2001 solo se ubicaba un mediopunto por <strong>de</strong>bajo (2%).Personas <strong>de</strong> 65 y más años que reciben jubilación por etnicidad - 2001 y 2010161414,212Porcentaje1088,18,5IndígenaAfro<strong>de</strong>scendienteResto <strong>de</strong>l país65,0422,02,5020012010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORCONCLUSIONES: LOGROS Y DESAFIÓSEn el período comprendido entre diciembre <strong>de</strong> 2005 ydiciembre <strong>de</strong> 2011 se han producido cambios y mejorassignificativas en <strong>las</strong> condiciones <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> <strong>las</strong>y los trabajadores en su conjunto, que se expresan enun sostenido <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong>l subempleo, el incremento<strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> trabajadores con ocupación apropiaday a<strong>de</strong>cuada, y el <strong>de</strong>clive <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo.Los ingresos laborales reales, tanto <strong>de</strong> la PEA asalariadacomo <strong>de</strong> los trabajadores in<strong>de</strong>pendientes se hanincrementado <strong>de</strong> forma progresiva durante el períodoestudiado, tanto como resultado <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas laboralesadoptadas por el actual gobierno, como por elmejoramiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> condiciones económicas <strong>de</strong>l país,a pesar <strong>de</strong> un cierto estancamiento en 2008 y 2009,<strong>de</strong>bido a la crisis financiera internacional.Hay un incremento <strong>de</strong> población que cuenta con seguridadsocial, sobre todo <strong>de</strong> la PEA. Aunque en menormedida, el número <strong>de</strong> personas <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 65 añosque tienen jubilación también ha crecido; sin embargoaún son bajos los porcentajes <strong>de</strong> población que cuentacon estos beneficios sociales.Estos avances se han producido más en el área urbanaque en la rural, dando como resultado la permanenciae, incluso, el ensanchamiento <strong>de</strong> <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>sentre <strong>las</strong> dos áreas <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia. Si bien el <strong>de</strong>sempleoes mayor en el área urbana, ello se explica por <strong>las</strong> característicaspropias <strong>de</strong>l campo y la mayor pobreza enel sector rural que <strong>de</strong>terminan que quienes allí resi<strong>de</strong>nno puedan pasar mucho tiempo sin trabajo y realicencualquier labor para asegurar su súpervivencia. Por estasmismas razones es menor el <strong>de</strong>sempleo entre losindígenas, y en la Sierra y Amazonía.Las personas con discapacidad tienen una participaciónimportante en la PEA, y presentan una tasa <strong>de</strong><strong>de</strong>sempleo similar que <strong>las</strong> personas sin discapacidad,lo que respon<strong>de</strong>ría a la política <strong>de</strong> acción afirmativaestablecida por el actual gobierno para la inserción laboral<strong>de</strong> quienes tienen alguna discapacidad. No obstante,esta cifra obe<strong>de</strong>cería también al alto porcentaje(48,6) que no buscan empleo <strong>de</strong>bido a que les impi<strong>de</strong>su discapacidad.Las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>bido a la pertenencia étnicoculturalno se han modificado, <strong>de</strong> manera que la poblaciónindígena es la <strong>de</strong> mayor discrimen en el mercadolaboral, seguida por el pueblo montubio y porlos afroecuatorianos. Así lo muestran los indicadoressobre condición <strong>de</strong> actividad, ingresos laborales y seguridadsocial.La inserción laboral <strong>de</strong> los jóvenes <strong>de</strong> entre 25 y 29años ha mejorado notablemente. Sin embargo <strong>las</strong>mayores <strong>de</strong>sventajas la enfrentan los adolescentesentre 15 y 19 años <strong>de</strong> edad, grupo que <strong>de</strong>mandauna atención especial, pues son los que abandonanlos estudios, son trabajadores primerizos que enfrentanmúltiples obstáculos para conseguir empleo,y que generalmente trabajan en condiciones <strong>de</strong> altaprecariedad.Las brechas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad por razones <strong>de</strong> géneropersisten en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres, puesto que el<strong>de</strong>sempleo y el subempleo es mayor entre el<strong>las</strong>; mientrasla ocupación a<strong>de</strong>cuada (no apropiada), los ingresoslaborales, el acceso a la seguridad social y a la jubilaciónes menor. Los indicadores para la PEA femeninasolo son mejores entre la fuerza laboral con ocupaciónapropiada, lo que guarda relación con la mayor presencia<strong>de</strong> mujeres en el sector público. La confluencia <strong>de</strong> varias exclusiones profundizan <strong>las</strong><strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s. De esa manera se encuentra que elcolectivo con mayor discriminación son <strong>las</strong> mujeres indígenasjóvenes, más aún si resi<strong>de</strong>n en el área rural. Cerrar <strong>las</strong> brechas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad plantea el reto <strong>de</strong>pasar <strong>de</strong> políticas universales hacia políticas específicasorientadas a superar <strong>las</strong> históricas discriminacionesen el mercado laboral, y a garantizar el <strong>de</strong>recho altrabajo justo y digno a toda la población, en concordanciacon el mandato constitucional.


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ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 143Trabajoinfantil


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORTrabajo infantilPor María Gloria BarreiroEl Estado adoptará, entre otras, <strong>las</strong> siguientes medidasque aseguren a <strong>las</strong> niñas, niños y adolescentes: Protecciónespecial contra cualquier tipo <strong>de</strong> explotación laboral oeconómica. Se prohíbe el trabajo <strong>de</strong> menores <strong>de</strong> quince años,y se implementarán políticas <strong>de</strong> erradicación progresiva <strong>de</strong>ltrabajo infantil.(Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong>l Ecuador. Art. 46, Lit. 2)En esta sección se presenta una caracterización<strong>de</strong> la situación <strong>de</strong>l trabajo infantil en el Ecuador,empezando por la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l marco institucionaly <strong>las</strong> competencias en el sector públicopara abordar la problemática. El análisis <strong>de</strong> <strong>las</strong> cifras secentra en la población entre 5 y 15 años. Se excluyeronlos datos correspondientes a adolescentes <strong>de</strong> 16 y 17años, pues están en edad permitida <strong>de</strong> ingreso al empleoy su inserción laboral se analiza en el estudio sobreempleo.El análisis se focaliza en los principales indicadores quedan cuenta <strong>de</strong>l comportamiento y evolución <strong>de</strong>l trabajoinfantil en el periodo intercensal 2001-2010 y aborda <strong>las</strong>principales ten<strong>de</strong>ncias, que caracterizan la problemáticaen los últimos 10 años, así como los cambios producidos.Los indicadores seleccionados para el análisis son:- Magnitud <strong>de</strong>l trabajo infantil (número y proporción <strong>de</strong>niños que trabajan)- Trabajo infantil por área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia (urbano/rural) yprovincia- Trabajo infantil y edad, por sexo y pertenencia étnica- Trabajo infantil y educación- Trabajo infantil y rama <strong>de</strong> producciónEl estudio concluye con la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los más importantes<strong>de</strong>safíos que el país todavía enfrenta para cerrar<strong>las</strong> brechas que la problemática <strong>de</strong>l trabajo infantilrequiere.El trabajo infantil en el Ecuador:institucionalidad, normativa ypolítica públicaEl Ecuador ha realizado importantes esfuerzos por erradicarel trabajo infantil, lo que se refleja en la disminución<strong>de</strong> brechas, especialmente en su magnitud en el sectorrural y entre la población indígena; así como entre losniños que solamente trabajan y no estudian.En términos <strong>de</strong> regulaciones, el país cuenta con unmarco normativo claro con relación al trabajo infantil: laConstitución lo prohíbe explícitamente para los menores<strong>de</strong> 15 años, lo establece como situación excepcionalpara los adolescentes mayores <strong>de</strong> 15 y dispone comouna obligación <strong>de</strong>l Estado la implementación <strong>de</strong> programas<strong>de</strong> erradicación progresiva. El Código <strong>de</strong> la Niñez yla Adolescencia, vigente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el año 2003, recoge enregulaciones específicas los instrumentos internacionales<strong>de</strong> los cuales el país es signatario: los convenios <strong>de</strong>OIT 138 (sobre edad mínima) y 182 (peores formas).En relación con <strong>las</strong> competencias institucionales, el Ministerio<strong>de</strong> Relaciones Labores (MRL) es la instancia rectoraen lo que a trabajo infantil se refiere. Des<strong>de</strong> 2009funciona en el Ecuador la mesa interinstitucional políticotécnicaque agrupa a instituciones públicas con competenciaen el tema; es li<strong>de</strong>rada por el MRL y convoca ainstituciones privadas y <strong>de</strong> la cooperación internacionalque participan como organismos <strong>de</strong> consulta, asesoríay asistencia técnica. Esta instancia establece <strong>las</strong> priorida<strong>de</strong>snacionales en términos <strong>de</strong> trabajo infantil, <strong>de</strong>fine ycoordina acciones estratégicas y <strong>de</strong>limita los roles y funciones<strong>de</strong> cada institución.En esta misma línea <strong>de</strong> trabajo, el MRL impulsó la conformación<strong>de</strong> la mesa productiva para la prevención y erradicación<strong>de</strong>l trabajo infantil como un espacio <strong>de</strong> diálogoy coordinación interinstitucional para apoyar la construcción<strong>de</strong> políticas públicas con los gremios productivos<strong>de</strong>l país. Participan en ella, la Cámara <strong>de</strong> Agricultura y<strong>las</strong> asociaciones nacionales <strong>de</strong> gana<strong>de</strong>ros, ma<strong>de</strong>reros,productores <strong>de</strong> palma africana, exportadores <strong>de</strong> bananoy flores, y la cámara <strong>de</strong> la construcción.El MRL también impulsa la Red <strong>de</strong> empresas por unEcuador libre <strong>de</strong> Trabajo Infantil que tiene como objetivocomprometer a <strong>las</strong> empresas para que ejecuten acciones<strong>de</strong> responsabilidad social encaminadas a erradicarel trabajo infantil en toda su ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> valor. Tiene bajosu responsabilidad el sistema nacional <strong>de</strong> inspecciones,que recientemente reorganizó su funcionamiento y elevóel número <strong>de</strong> inspectores <strong>de</strong> 22 a más <strong>de</strong> 200.El MIES/INFA 1 , por su parte, tiene como responsabilidadla organización <strong>de</strong>l sistema nacional <strong>de</strong> protecciónespecial, con el objetivo <strong>de</strong> restituir los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> ni-1Al momento <strong>de</strong> producir este reporte, INFA formalmente <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> existir como institutoadscrito al MIES, a finales <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> diciembre el 2012. Sus competencias seránintegradas a una nueva estructura institucional <strong>de</strong>l MIES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 145ños, niñas y adolescentes, entre los que se prioriza atrabajadores y trabajadoras.En términos <strong>de</strong> política pública, la eliminación <strong>de</strong>l trabajoinfantil está incorporada en los objetivos y metas <strong>de</strong>l PlanNacional <strong>de</strong> Desarrollo 2007-2010 (Senpla<strong>de</strong>s 2007), incluyendola erradicación <strong>de</strong> la mendicidad infantil y en elPlan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013, en el que seprioriza la reducción <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> niños que trabajany no estudian.El gobierno ecuatoriano ha impulsado algunas líneas específicas<strong>de</strong> política pública para la prevención y erradicación<strong>de</strong>l trabajo infantil, entre <strong>las</strong> que se cuentan comoprioritarias, la eliminación <strong>de</strong>l trabajo infantil en bota<strong>de</strong>ros<strong>de</strong> basura para 2011. Este hito constituye un hecho inéditoen la región, pues se trata <strong>de</strong> la primera experienciaen la que se alcanzó la erradicación completa <strong>de</strong>l trabajoinfantil en una actividad económica. Así mismo, elgobierno nacional priorizó la erradicación <strong>de</strong>l trabajo infantilen mercados, camales y terminales terrestres para2012-2013. En el momento actual, se logró ya la erradicación<strong>de</strong>l trabajo infantil en camales.Por otra parte, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2007, el gobierno nacional empiezaa trabajar en torno <strong>de</strong> la erradicación <strong>de</strong> la mendicidadinfantil, entendiéndola como una forma <strong>de</strong> explotaciónlaboral <strong>de</strong> los niños y propone su eliminaciónpara 2013. Des<strong>de</strong> este año, el MIES/INFA en alianza congobiernos locales, organizaciones comunitarias, ONG yla DINAPEN han realizado regularmente una campañanacional anual que, aunque no cuenta con cifras precisassobre el número <strong>de</strong> niños prevenidos o retirados<strong>de</strong> la mendicidad, ha producido una visible reducción<strong>de</strong>l problema y una concientización en la ciudadanía alrespecto.Finalmente, el INFA ha <strong>de</strong>sarrollado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace más<strong>de</strong> una década una serie <strong>de</strong> programas y modalida<strong>de</strong>sdirigidas a superar barreras <strong>de</strong> acceso a la educación;apoyar el sostenimiento <strong>de</strong> niños en riesgo y trabajadoresen el sistema educativo; reinsertar a los niños trabajadoresen el sistema, y erradicar <strong>las</strong> peores formas<strong>de</strong> trabajo infantil (mendicidad, ladrilleras, basurales,minas, por ejemplo).Estas iniciativas se encuentran en la actualidad o en proceso<strong>de</strong> transferencia al Ministerio <strong>de</strong> Educación (en elcaso <strong>de</strong> <strong>las</strong> modalida<strong>de</strong>s educativas) o <strong>de</strong> re-conceptualización,como parte <strong>de</strong> la reorganización interna <strong>de</strong>lMinisterio <strong>de</strong> Inclusión Económica y Social (MIES).Cuadro 1Niños y niñas <strong>de</strong> 15 años que trabajan: 2001 y 2010CategoríaFuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESMedición <strong>de</strong>l trabajo infantil:Las cifras y su complejidadEl trabajo infantil se refiere a la participación <strong>de</strong> niños,niñas y adolescentes en <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s económicas,sean éstas remuneradas o no. El SIISE en Ecuador establececomo criterio para la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> niños trabajadores,a niños, niñas y adolescentes que en la entrevista<strong>de</strong>clararon haber trabajado al menos una horadurante la semana <strong>de</strong> referencia (la semana anterior a laencuesta o censo), en la producción <strong>de</strong> bienes o servicios,<strong>de</strong> acuerdo a la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> cuentasnacionales, por lo que el trabajo doméstico en el propiohogar no es incluido.Es posible, por lo tanto, recuperar información sobretrabajo infantil <strong>de</strong> <strong>las</strong> encuestas <strong>de</strong> hogares, <strong>de</strong> empleoy subempleo y <strong>de</strong> los censos nacionales. Estos instrumentosenfrentan algunos límites para capturar la informaciónsobre trabajo infantil que tienen que ver, porejemplo, con la i<strong>de</strong>a que tienen <strong>las</strong> familias sobre el tema.No en pocas ocasiones el trabajo que realizan los niños/as, se confun<strong>de</strong> con trabajo doméstico o “ayuda encasa” por lo que el trabajo infantil se subregistra. En 2006se realizó una encuesta especializada que captura mayory mejor información, sin embargo para po<strong>de</strong>r hacer unacomparación el presente análisis se basa en los censos<strong>de</strong> 2001 y 2010. Es necesario advertir que los resultadosobtenidos difieren <strong>de</strong> los arrojados por <strong>las</strong> encuestas <strong>de</strong>hogares y <strong>de</strong> empleo, al tratarse evi<strong>de</strong>ntemente <strong>de</strong> instrumentos<strong>de</strong> naturaleza distinta.2001 2010N° % N° %Trabajan 180.509 6,6 116.443 3,5No trabajan 2.567,710 93,4 3.241,177 96,5Total 2.748,219 100,0 3.357,620 100,0Con <strong>las</strong> limitaciones <strong>de</strong> subregistro que pudieran contenerlos censos, constituyen <strong>de</strong> todas maneras, una fuente<strong>de</strong> información privilegiada que permite <strong>de</strong>sagregar lainformación territorialmente por una parte y analizar algunasvariables clave que caracterizan la problemática oque están asociadas a ella como se verá en esta sección.Caracterización <strong>de</strong>l trabajoinfantil en el EcuadorLos indicadores seleccionados para el análisis son magnitud<strong>de</strong>l trabajo infantil, género, etnia, edad, área geográfica,rama <strong>de</strong> actividad y educación. En su conjunto, estainformación permite tener una i<strong>de</strong>a clara <strong>de</strong> la situación<strong>de</strong> trabajo infantil en el país, analizar <strong>las</strong> principales ten<strong>de</strong>nciasy continuida<strong>de</strong>s, así como los cambios producidosen el periodo intercensal y aportar a la i<strong>de</strong>ntificación<strong>de</strong> brechas y líneas <strong>de</strong> política pública para superar<strong>las</strong>.En la actualidad trabajan en el Ecuador 116.443 niños,niñas y adolescentes <strong>de</strong> entre 5 y 15 años. Esto significaque la magnitud <strong>de</strong>l trabajo infantil disminuyó en el periodointercensal <strong>de</strong>l 6,6%, al 3,5%.Esta disminución <strong>de</strong>l trabajo infantil tiene su correlato enun aumento en el acceso a la educación, que se traduceen incremento <strong>de</strong> la matrícula y una disminución <strong>de</strong> niñosy niñas en edad escolar que se encuentran fuera <strong>de</strong>l sistemaeducativo.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORNiños y niñas <strong>de</strong> 15 años que trabajan, por área: 2001 y 2010Porcentaje1210864210,55,53,82,46,63,520012010El trabajo infantil en el Ecuador continúa siendo proporcionalmentemayor en el sector rural, que en el urbano;y su magnitud todavía superior al promedio nacional. Sinembargo, la brecha se ha reducido significativamenteentre 2001 y 2010. De hecho, la mayor reducción <strong>de</strong>ltrabajo infantil se produce en el sector rural: mientras en2001, el 10,5% <strong>de</strong> todos los niños y niñas rurales trabajaban,esta cifra se reduce al 5,5% en 2010.Las provincias que mayor inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> trabajo infantilpresentan, tanto en 2001 como en 2010, son <strong>las</strong> provincias<strong>de</strong> la Amazonía, seguidas por <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong> laSierra. En términos <strong>de</strong> números absolutos, sin embargo,la Sierra concentra el mayor número <strong>de</strong> niños y niñasque trabajan, porque tienen una población mayor que laregión amazónica y por el peso que tiene el sector ruralen relación con la Costa, región que a pesar <strong>de</strong> ser máspoblada, concentra un menor número <strong>de</strong> niños y niñastrabajadores.0Rural Urbano NacionalFuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESNiños y niñas <strong>de</strong> 15 años que trabajan, por región, 2001 y 2010Al ser el trabajo infantil fundamentalmente rural en elEcuador, la rama que más concentra mano <strong>de</strong> obra infantiles la agricultura. Su peso específico ha disminuido,sin embargo, entre 2001 y 2010 <strong>de</strong>l 57 al 36%. Continúansiendo importantes en términos <strong>de</strong> concentración<strong>de</strong>l trabajo infantil, el comercio al por mayor y menor(14,4%); la industria manufacturera (7,9%) y la construcción(4,3%), ramas en <strong>las</strong> que los niños se involucran mayoritariamenteen <strong>las</strong> áreas urbanas.120.000100.00080.00060.00040.00020.000062.712Costa45.221Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES103.047Sierra58.6972001201014.63311.882AmazoníaEl trabajo infantil en el Ecuador, al igual que en el resto<strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región, se incrementa a medidaque los niños crecen y su contribución se torna másimportante para el ingreso familiar. La gran mayoría <strong>de</strong>niños, niñas y adolescentes que trabajan se ubica enel grupo entre 12 y 15 años: 83% para el 2001 y cerca<strong>de</strong>l 79% para el 2010.De acuerdo a los datos <strong>de</strong> los censos 2001 y 2010, elpunto <strong>de</strong> quiebre en el que se incrementa el trabajo infantilse ubica en los 12 años; edad que normalmentecoinci<strong>de</strong> con la terminación <strong>de</strong> la escuela primaria. Enambos casos, existe un incremento entre los 12 y los13 años <strong>de</strong> 6 puntos en la proporción <strong>de</strong> niños/as quetrabajan; mientras que en eda<strong>de</strong>s inferiores oscila entre1 y 2 puntos. Esta ten<strong>de</strong>ncia se mantiene inalterada enel periodo analizado. Si se compara el incremento <strong>de</strong>ltrabajo infantil a partir <strong>de</strong> los 12 años, con los datos <strong>de</strong>matrícula escolar, su aumento coinci<strong>de</strong> con la ten<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong>creciente <strong>de</strong> la matrícula a partir <strong>de</strong>l octavo año <strong>de</strong>educación básica.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 147Estos datos ponen por sí solos como prioridad en términos<strong>de</strong> política pública, el énfasis en expandir la cobertura<strong>de</strong> los años 8, 9 y 10 <strong>de</strong> la educación básica, especialmenteen el área rural, don<strong>de</strong> la brecha en acceso estodavía importante en este grupo <strong>de</strong> edad.El acceso y permanencia en el sistema educativo sueleconsi<strong>de</strong>rarse una <strong>de</strong> <strong>las</strong> estrategias más eficaces paraprevenir y erradicar el trabajo infantil, y este es el casoen el país. Uno <strong>de</strong> los cambios más importantes en estesentido, es el significativo <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong>l número y porcentaje<strong>de</strong> niños excluidos <strong>de</strong>l sistema educativo (in<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong> si trabajan o no). Así, se encuentrauna reducción <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> niños fuera <strong>de</strong>l sistema<strong>de</strong>l 16,8 en 2001 al 6,9 en 2010. Esta cifra tiene sucorrelato en el porcentaje <strong>de</strong> niños que solo estudian,que se incrementa en 10 puntos, <strong>de</strong>l 81 al 91% en elperiodo intercensal.Los esfuerzos por universalizar la educación básica sereflejan en los datos relativos al trabajo infantil; puesmientras en 2001, <strong>de</strong> todos los niños/as que trabajaban,el 73% se encontraba fuera <strong>de</strong> la escuela, esta cifra <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>al 43% en 2010. Existe, por tanto, un cambio significativoen la composición <strong>de</strong>l trabajo infantil en la poblaciónmenor a 15 años: para 2001, la mayor parte <strong>de</strong>todos los niños/as que trabajaban se encontraban fuera<strong>de</strong> la escuela, y para 2010 esta estructura se invierte,ya que la mayor parte <strong>de</strong> quienes trabajan, combinan laactividad laboral con los estudios.La mayor disminución <strong>de</strong> niños y niñas que solo trabajany no estudian, se presenta entre los indígenas. La reducción<strong>de</strong>l número y porcentaje <strong>de</strong> niños que trabajan y noestudian se ha producido en todas <strong>las</strong> regiones y provincias<strong>de</strong>l país, como lo ilustran los mapas.Continúan existiendo <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en algunos cantones<strong>de</strong> <strong>las</strong> provincias amazónicas <strong>de</strong> Zamora, MoronaSantiago y Sucumbíos, en <strong>las</strong> zonas rurales <strong>de</strong> laSierra, especialmente <strong>de</strong> aquel<strong>las</strong> provincias con altapoblación indígena como Tungurahua, Chimborazo yCañar; así como en la frontera norte <strong>de</strong> la provincia<strong>de</strong>l Carchi. En la Costa y en Galápagos, la situaciónaparece inalterada y se ubican zonas o territoritorios<strong>de</strong> concentración <strong>de</strong> niños trabajadores fuera <strong>de</strong>l sistemaeducativo en el cantón Esmeraldas y en la fronteranorte <strong>de</strong> esta provincia, en el cantón San Lorenzo;como también en El Oro, don<strong>de</strong> es importante la actividadpesquera y bananera, y en <strong>las</strong> zonas minerasfronterizas con la provincia <strong>de</strong>l Azuay.Cuadro 2Niños y niñas <strong>de</strong> 15 o menos años <strong>de</strong> edad que trabajan por edad:2001 y 2010EdadFuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 3Niños y niñas <strong>de</strong> 15 o menos años <strong>de</strong> edad que trabajan por rango <strong>de</strong>edad: 2001 y 2010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 4Niños y niñas <strong>de</strong> 15 o menos años <strong>de</strong> edad que trabajan por educación:2001 y 2010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES2001 2010N° % N° %5 1.089 0,6 1.343 1,26 2.609 1,4 1.973 1,77 3.014 1,7 2.443 2,18 3.871 2,1 3.135 2,79 4.072 2,3 3.691 3,210 6.453 3,6 5.363 4,611 9.025 5,0 6.620 5,712 19.917 11,0 10.181 8,713 31.033 17,2 16.858 14,514 44.233 24,5 26.473 22,715 55.193 30,6 38.363 32,9Total 180.509 100,0 116.443 100,0Grupo <strong>de</strong> edad2001 2010N° % N° %30.133 16,7 24.568 21,1Entre 12 y 15150.37683,3 91.875 78,9Total 180.509 100,0 116.443 100,0Categoría2001 2010N° % N° %Solo trabaja 131.984 4,8 50.132 1,5Trabaja y estudia 48.525 1,8 66.311 2,0No trabaja no estudia 329.416 12,0 181.948 5,4Solo estudia 2.238.294 81,4 3.059.229 91,1Total 2.748.219 100,0 3.357.620 100,0


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-AProporción <strong>de</strong> niños y niñas entre 5 y 15 años que trabajan y no estudian: 2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información0,7% - 1,8%1,9% - 2,5%2,6% - 3,2%3,3% - 4,1%4,2% - 5%5,1% - 6,1%6,2% - 7,6%7,7% - 9,9%10% - 14,6%14,7% - 39,2%ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 149Mapa 1-BProporción <strong>de</strong> niños y niñas entre 5 y 15 años que trabajan y no estudian: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZASANTA ELENAGUAYASCHIMBORAZOZONA NO DELIMITADALeyendaCAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información0,7% - 1,8%GUAYASAZUAY1,9% - 2,5%2,6% - 3,2%3,3% - 4,1%4,2% - 5%5,1% - 6,1%6,2% - 7,6%7,7% - 9,9%10% - 14,6%EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km14,7% - 39,2%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORCuadro 5Niños y niñas <strong>de</strong> 15 o menos años <strong>de</strong> edad que trabajan y no estudianpor edad: 2001 y 2010Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESPorcentajeNiños y niñas <strong>de</strong> 15 o menos años <strong>de</strong> edad que trabajanpor sexo: 2001 y 20103025201510Edad2001 2010N° % N° %5 812 0,6 333 0,76 1.445 1,1 302 0,67 1.257 1,0 321 0,68 1.398 1,1 396 0,89 1.339 1,0 350 0,710 2.600 2,0 798 1,611 4.509 3,4 1.280 2,612 13.809 10,5 3.526 7,013 23.921 18,1 7.383 14,714 35.589 27,0 13.432 26,815 45.305 34,3 22.011 43,9Total 131.984 100,0 50.132 100,0Hombres 2001Mujeres 2001Hombres 2010Mujeres 201025,612,811,1Es evi<strong>de</strong>nte que la reducción <strong>de</strong> la brecha en el acceso aeducación es significativa; sin embargo, existen tres ámbitosen los que todavía se presentan serias inequida<strong>de</strong>s:a) el trabajo infantil y la exclusión educativa entre losadolescentes;b) la exclusión educativa <strong>de</strong> los adolescentes en el sectorrural, yc) el rezago escolar entre los niños trabajadores.En términos <strong>de</strong> edad, se pue<strong>de</strong> observar que en el grupo<strong>de</strong> adolescentes <strong>de</strong> entre 14 y 15 años, si bien existeuna reducción en números absolutos <strong>de</strong> aquellos quese encuentran solo trabajando y sin estudiar; la proporciónse mantiene inalterada en el primer caso (26%) y enel segundo, se incrementa <strong>de</strong>l 34 al 43% en el periodointercensal. Es <strong>de</strong>cir, la ten<strong>de</strong>ncia a que se intensifique eltrabajo infantil y al mismo tiempo se agudice la exclusióneducativa en este grupo, no ha sufrido modificaciones enel periodo analizado.En el cuadro siguiente se presenta la información sobretrabajo infantil y exclusión educativa por grupos <strong>de</strong> edad,en el que pue<strong>de</strong> observarse a<strong>de</strong>más, que el porcentaje<strong>de</strong> niños que se encuentran en esta situación (solo trabajando,sin asistir a la escuela), empieza a ser superior alpromedio nacional a partir <strong>de</strong> los 12 años <strong>de</strong> edad.En relación con el área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los niños quese encuentran fuera <strong>de</strong>l sistema escolar, el porcentaje –in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> si trabajan o no- es mayor <strong>de</strong>forma significativa en el sector rural, llegando al 25% enlos adolescentes <strong>de</strong> 15 años.Como se pudo observar en el capítulo <strong>de</strong> educación,persisten también efectos negativos sobre la situacióneducativa <strong>de</strong> los niños, <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l trabajo infantil,como son el rezago escolar severo que sigue siendo unproblema serio en el país y una situación crítica entre niños,niñas y adolescentes trabajadores, al afectar a alre<strong>de</strong>dor<strong>de</strong>l 50% <strong>de</strong> ellos.La ten<strong>de</strong>ncia en relación al género se mantiene en el periodointercensal: el trabajo infantil en el Ecuador, al igualque en el resto <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región, es significativamentemayor entre los niños varones. Para el 2001, 7 <strong>de</strong>cada 10 menores que trabajaban eran niños. En el 2010la proporción se reduce ligeramente, pues 6,6 <strong>de</strong> cada10 son hombres.505 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESEdad5,0Sin embargo, dichos datos no reflejan una situación <strong>de</strong>inequidad para <strong>las</strong> niñas, en tanto <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l trabajo infantilno se incluyen <strong>las</strong> labores domésticas en el propiohogar; al no ser consi<strong>de</strong>rada como una actividad económica.Por ello, suele suce<strong>de</strong>r que el trabajo infantil <strong>de</strong><strong>las</strong> niñas se escon<strong>de</strong> bajo la figura <strong>de</strong> trabajo doméstico.De hecho, tanto en el 2001 como en el 2010, existe unnúmero importante <strong>de</strong> niños, niñas y adolescentes “notrabajan y no estudian”, con cifras superiores a <strong>las</strong> <strong>de</strong>


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 151trabajo infantil: en 2001, estos constituyen el 12% queequivale a 329.416 niños/as, y en 2010 el porcentaje bajaal 5,4% que representa 181.948 niños/as. Si se <strong>de</strong>sagregaesta información por sexo, se tiene que la mayor parte<strong>de</strong> quienes no estudian ni trabajan son mujeres.La categoría “no trabaja y no estudia” lleva a hacerse unapregunta aparentemente obvia: ¿qué hacen estos chicosy chicas? Al <strong>de</strong>sagregar el dato, se tiene que el 6,5%tiene alguna discapacidad y que el 40,8% se encuentrarealizando activida<strong>de</strong>s domésticas en el propio hogar. Deellos, el 87,6% son niñas. No es infundado afirmar queen esta categoría pudiera estar siendo invisibilizado eltrabajo infantil, especialmente <strong>de</strong> <strong>las</strong> niñas, en la medidaen que más <strong>de</strong> 80 mil <strong>de</strong> el<strong>las</strong> (cifra que duplica el número<strong>de</strong> niñas en situación <strong>de</strong> trabajo infantil) aparentementese encuentran realizando “quehaceres domésticos” yno asisten a la escuela.Como se vio anteriormente, la agricultura es la rama quemás trabajo infantil concentra y tanto niños como niñasparticipan <strong>de</strong> <strong>las</strong> labores <strong>de</strong>l campo; <strong>las</strong> niñas a<strong>de</strong>mássuelen encargarse <strong>de</strong> ciertas tareas domésticas. Al momento<strong>de</strong> contestar el cuestionario, los padres suelenasignar más peso al rol reproductivo <strong>de</strong> <strong>las</strong> niñas, y categorizansus activida<strong>de</strong>s como “domésticas”; así realicenactivida<strong>de</strong>s económicas, al igual que los niños varones.Esta es la experiencia <strong>de</strong> varios estudios cualitativos ymediciones in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> trabajo infantil.Es importante, por tanto, que se profundice sobre eltrabajo doméstico y exclusión educativa, y se consi<strong>de</strong>reel mandato constitucional que “reconoce como laborproductiva el trabajo no remunerado <strong>de</strong> auto sustento ycuidado humano que se realiza en los hogares”. Entonces,si niños y niñas se encargan <strong>de</strong>l trabajo reproductivoatentando contra su escolaridad, esta situación <strong>de</strong>beríaser consi<strong>de</strong>rada como trabajo infantil.Los niños, niñas y adolescentes indígenas en el 2001presentaban la mayor inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> trabajo infantil,comparándola con los afro<strong>de</strong>scendientes y el resto <strong>de</strong>la población <strong>de</strong>l país. El 16,2% <strong>de</strong> todos los niños indígenastrabajaban, superando la media nacional en 10puntos. Para el mismo año, los niños afro<strong>de</strong>scendientespresentaban un porcentaje <strong>de</strong> trabajo infantil similaral promedio nacional y los niños auto<strong>de</strong>nominadosmestizos y blancos se encontraban por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l promedionacional.En el caso <strong>de</strong> los niños/as indígenas, esta situación serevierte para 2010 y pue<strong>de</strong> observarse una significativareducción <strong>de</strong>l trabajo infantil <strong>de</strong>l 16 al 7,7%. Continúasiendo superior al promedio nacional (3,5%), pero la brechaha disminuido significativamente. Para el resto <strong>de</strong>niños, la ten<strong>de</strong>ncia no ha variado, pues los niños afro<strong>de</strong>scendientespresentan un promedio similar al nacional(3,9%) y los niños mestizos están ligeramente <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>este promedio (3%). Igual ten<strong>de</strong>ncia se observa entrelos niños que trabajan y no estudian, como lo ilustra elgráfico 4. Nuevamente los datos guardan coherencia con<strong>las</strong> cifras <strong>de</strong> educación, en <strong>las</strong> que el grupo étnico indígenaaparece como el que más ha incrementado su acceso ala educación y ha reducido la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> rezago severo.Cuadro 6Niños y niñas <strong>de</strong> 15 o menos años <strong>de</strong> edad que no estudian por áreay edad: 2010Edad Urbana Rural Total 1,512 4,9 8,8 6,4 2,013 6,8 14,3 9,7 5,414 10,1 19,7 13,7 91,115 14,3 25,7 18,6 100,0Fuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESNiños y niñas <strong>de</strong> 15 o menos años <strong>de</strong> edad que trabajanpor etnicidad: 2001 y 2010Porcentaje454035302520151050Afro<strong>de</strong>scendientes 2001Afro<strong>de</strong>scendientes 2010Indígenas 2001Indígenas 2010Resto <strong>de</strong>l país 2001Resto <strong>de</strong>l país 20104 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16EdadFuente: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES38,017,416,715,88,86,6


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORCONCLUSIONES: LOGROS Y DESAFÍOSEs indudable -y así lo <strong>de</strong>muestran <strong>las</strong> cifras- que el Ecuadorha logrado significativos avances en su lucha contrael trabajo infantil. Esto se evi<strong>de</strong>ncia en la priorización queha recibido el tema en la agenda pública; en el mayoracceso <strong>de</strong> la población infantil a la educación; en la significativareducción <strong>de</strong> niños trabajadores que no estudian;así como en la disminución <strong>de</strong>l trabajo infantil en la población<strong>de</strong> entre 5 y 15 años en general, particularmenteentre los niños indígenas y <strong>de</strong>l sector rural.Persisten sin embargo algunos problemas y <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>sque <strong>de</strong>berán ser tomados en cuenta en el diseño <strong>de</strong>la política y los programas públicos para superarlos: a la adolescencia, que coinci<strong>de</strong> a<strong>de</strong>más con la finalización<strong>de</strong> la educación primaria o <strong>de</strong> los 6 primerosaños <strong>de</strong> la educación básica. A partir <strong>de</strong> los 12 años,se concentra el 80% <strong>de</strong> todo el trabajo infantil. Comose evi<strong>de</strong>nció en el análisis, una <strong>de</strong> <strong>las</strong> estrategias másefectivas para erradicar el trabajo infantil ha sido elmayor acceso a la educación. Por lo tanto, la expansión<strong>de</strong> los tres últimos años <strong>de</strong> la básica es una <strong>de</strong><strong>las</strong> acciones que <strong>de</strong>berán ser priorizadas para avanzaren la erradicación <strong>de</strong>l trabajo infantil. ingresar al empleo no fueron foco <strong>de</strong>l análisis, es necesariomencionar que uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s vacíos en<strong>las</strong> políticas y programas nacionales es el abordaje<strong>de</strong>l trabajo adolescente. La normativa vigente colocaa los adolescentes en un “limbo” pues no hacenparte ni <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas dirigidas a los niños, ni <strong>de</strong> <strong>las</strong>políticas <strong>de</strong> fomento <strong>de</strong>l empleo adulto. Su situaciónse convierte en crítica si se toma en cuenta que elporcentaje <strong>de</strong> adolescentes cabeza <strong>de</strong> hogar ha crecidoen el país y que los espacios formales <strong>de</strong> trabajoson muy restringidos para esta población. bajoinfantil y probablemente el rezago escolar severosea uno <strong>de</strong> los más críticos. Es imprescindibley urgente involucrar más activamente al MINEDUCen los esfuerzos nacionales por erradicar el trabajoinfantil y trabajar a la par, modalida<strong>de</strong>s flexibles queabor<strong>de</strong>n esta problemática. <strong>las</strong> niñas que se encuentran fuera <strong>de</strong>l sistema educativopor efecto <strong>de</strong> su rol reproductivo en el propiohogar. Al no consi<strong>de</strong>rarse como trabajo infantil <strong>las</strong>activida<strong>de</strong>s domésticas, un grupo importante <strong>de</strong> niñasen esta situación pue<strong>de</strong>n potencialmente quedarexcluidas <strong>de</strong> <strong>las</strong> políticas, planes y programas <strong>de</strong>prevención y erradicación <strong>de</strong>l trabajo infantil. De ahí lanecesidad <strong>de</strong> que <strong>las</strong> campañas <strong>de</strong> sensibilización y<strong>las</strong> acciones <strong>de</strong> política pública se enfoquen tambiénen los niños, pero especialmente en <strong>las</strong> niñas que seencuentran categorizadas como que “no trabajan ytampoco estudian”, pues se trata <strong>de</strong> niñas que porrealizar tareas domésticas no tienen la posibilidad <strong>de</strong>asistir a la escuela. disminuyó, pero sigue siendo importante la brechaexistente entre los niños que se encuentran fuera <strong>de</strong>lsistema educativo en perjuicio <strong>de</strong> los que resi<strong>de</strong>n enel área rural. Por lo tanto, es imprescindible redoblaresfuerzos para asegurar su acceso y permanenciaen el sistema educativo, especialmente <strong>de</strong> los niñosmayores y adolescentes <strong>de</strong>l sector rural.Política e institucionalidad pública infantil se encuentra dispersa en varias instancias, loque por sí solo no representaría un problema, sinofuera por la dificultad que se presenta al momento<strong>de</strong> articular esfuerzos, los mismos que se diluyenpor una débil coordinación intersectorial y la duplicación<strong>de</strong> roles. trabajo infantil, sobre todo aquella relacionada al monitoreoy seguimiento que dé cuenta <strong>de</strong>l acceso <strong>de</strong>los niños retirados <strong>de</strong>l trabajo infantil a servicios socialesy <strong>de</strong> la eficacia <strong>de</strong> los mismos. La informaciónsobre trabajo infantil no está articulada a un sistema<strong>de</strong> información por lo que la referencia y contra-referenciaentre <strong>las</strong> instituciones es ineficaz. trabajo infantil <strong>de</strong>s<strong>de</strong> varios actores públicos como elMIES, INFA y el Ministerio <strong>de</strong> Relaciones Laborales,no se ha logrado la atención integral necesaria pararesolver la problemática. Uno <strong>de</strong> los principales <strong>de</strong>safíoses el involucramiento más activo por parte <strong>de</strong>l Ministerio<strong>de</strong> Educación en la <strong>de</strong>finición y ejecución <strong>de</strong>la política pública dirigida a combatir el trabajo infantil;puesto que no se cuenta con una estrategia específicaque apunte a resolver los problemas educativos<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong>l trabajo infantil, especialmente el rezagoescolar severo. trabajo infantil es insuficiente en la actualidad, sobretodo si se toma en consi<strong>de</strong>ración que fue pensadapara respon<strong>de</strong>r al trabajo infantil en el ámbito formal.Sin embargo, la mayor parte <strong>de</strong>l trabajo infantil seconcentra en <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s económicas que realizan<strong>las</strong> familias tanto en la agricultura como en losservicios y el comercio informal, que difícilmente pue<strong>de</strong>nser objeto <strong>de</strong> inspección y regulación oficial. no se acompaña <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> protección especialpara los niños /as que son retirados <strong>de</strong>l trabajo,lo que produce en no pocas ocasiones el reemplazo<strong>de</strong> una actividad laboral por otra. trabajo intersectorial, se <strong>de</strong>fina con mayor claridadla participación <strong>de</strong> los gobiernos locales y <strong>de</strong> los


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 153nuevos consejos nacionales para la igualdad, asícomo la participación <strong>de</strong> actores <strong>de</strong> la sociedadcivil con experiencia en el tema, difícilmente se podránalcanzar <strong>las</strong> metas <strong>de</strong> erradicar la mendicidadinfantil para el 2013, <strong>las</strong> peores formas <strong>de</strong> trabajoinfantil para el 2015 y todo el trabajo infantil para el2020 como ha sido el compromiso asumido por elgobierno <strong>de</strong>l Ecuador.e información que se requiere comunicar para lograrimpacto. Todo ello para generar un proceso <strong>de</strong> movilizaciónsocial en torno <strong>de</strong> la prevención y erradicación<strong>de</strong>l trabajo infantil, posicionando el tema en laopinión pública. Más aún si se toma en cuenta queexisten en el país voces que abogan por una líneaque no se orienta a la erradicación sino a la “dignificación<strong>de</strong>l trabajo infantil”. e incorporar al sector empresarial, organizacionescomunitarias y organizaciones sin fines <strong>de</strong> lucro enlos esfuerzos por combatir el trabajo infantil. Existenvarias e interesantes experiencias que podrían seraprovechadas; más aún si se toma en cuenta que lostemas relacionados con infancia convocan a distintosactores in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su posicionamientopolítico y los consensos suelen fluir con facilidad. infantil (y que no se mi<strong>de</strong> ni en <strong>las</strong> encuestas <strong>de</strong> hogaresni en los censos), es la valoración positiva quetienen <strong>las</strong> familias, especialmente <strong>las</strong> más pobres yrurales. En el país se han realizado esfuerzos paracolocar la problemática <strong>de</strong>l trabajo infantil en el <strong>de</strong>bate<strong>de</strong> la sociedad nacional. Sin embargo, éstos hansido inconexos y aislados, y no se han logrado articularacciones concertadas entre los actores tantopúblicos como privados. Normalmente <strong>las</strong> accionesconcretas referidas a la sensibilización <strong>de</strong> los actoressociales, se han producido a propósito <strong>de</strong> fechas coyunturales(día contra el trabajo infantil) o problemáticasespecíficas (mendicidad) por ejemplo. lizaciónsistemática con objetivos claros, audienciasy estrategias diferenciadas. Las campañas difun<strong>de</strong>nmensajes generales que no aportan a la generación<strong>de</strong> conciencia y no movilizan la acción en torno a problemasprecisos. Es, por lo tanto, imprescindible <strong>de</strong>finircon claridad <strong>las</strong> audiencias, medios más eficientes


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ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 155Uso <strong>de</strong>l tiempoen trabajodomésticoy <strong>de</strong> cuidado


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORUso <strong>de</strong>l tiempo en trabajodoméstico y <strong>de</strong> cuidadoPor Mónica Maldonado A.Se reconoce como labor productiva el trabajo no remunerado<strong>de</strong> autosustento y cuidado humano que se realiza en los hogares(Constitución <strong>de</strong>l Ecuador, Art. 333)El trabajo <strong>de</strong> cuidado y reproductivo que tradicionalmentehan realizado <strong>las</strong> mujeres ha sidopoco visibilizado y valorado, <strong>de</strong> manera que nose han reconocido sus aportes a la economíafamiliar y <strong>de</strong> sus países. Sin embargo, los planteamientos<strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> mujeres y el avance en los estudios<strong>de</strong> género han permitido visibilizar el trabajo domésticoy validarlo como una categoría <strong>de</strong> análisis necesariapara alcanzar una mejor comprensión <strong>de</strong>l aporte al <strong>de</strong>sarrolloque hacen tanto <strong>las</strong> mujeres como los hombres(Bravo, s/f).En el Ecuador esta <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> reconocimiento al trabajo<strong>de</strong> reproducción social que realizan principalmente<strong>las</strong> mujeres, fue tomando cuerpo. Con el fin <strong>de</strong> conocerla dimensión <strong>de</strong> la carga laboral <strong>de</strong> <strong>las</strong> tareas domésticasy <strong>de</strong> cuidado, en el año 2003 la encuesta permanente<strong>de</strong> hogares (ENEMDUR) incluye un bloque <strong>de</strong> preguntassobre el tiempo que los distintos integrantes <strong>de</strong> los hogares<strong>de</strong>dican a esta labor. En el 2005 se realiza la primeraEncuesta sobre el Uso <strong>de</strong>l tiempo en tres provincias, y enel 2007 se lo hace en el ámbito nacional.Los resultados obtenidos <strong>de</strong> <strong>las</strong> encuestas dieron cuenta<strong>de</strong> la magnitud <strong>de</strong> tiempo que <strong>de</strong>manda el trabajo reproductivono remunerado y <strong>de</strong>sprotegido que realizanprincipalmente <strong>las</strong> mujeres. Entre otros factores, estaconstatación contribuyó a que el trabajo doméstico y<strong>de</strong> reproducción familiar sea reconocido por la actualConstitución (2008), como un trabajo productivo y querequiere protección <strong>de</strong>l Estado. Por tanto, en el Art. 33dispone que se extienda <strong>de</strong> forma progresiva la protección<strong>de</strong> la seguridad social para <strong>las</strong> personas que tengana su cargo el trabajo familiar no remunerado en el hogar,ampliando así los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres y personasque realizan esta labor.En la misma línea el Plan Nacional para el Buen Vivir(2009-2013) “reconoce la importancia <strong>de</strong> <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> reproducción social como un eje fundamental <strong>de</strong> unmo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo solidario y equitativo” (PNBV, 2009:37). Por ello, el Buen Vivir entien<strong>de</strong> los procesos productivosen articulación con los procesos reproductivos.Este reconocimiento significa al mismo tiempo i<strong>de</strong>ntificarlos nudos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad que estas activida<strong>de</strong>s relacionadascon el cuidado y la reproducción social han significado.(Pérez, 2011: 11)El estudio <strong>de</strong> esta realidad ha sido incluido en el <strong>At<strong>las</strong></strong>, entanto la inequitativa distribución <strong>de</strong>l trabajo doméstico y<strong>de</strong> cuidado da cuenta <strong>de</strong> una importante <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>género; puesto que son <strong>las</strong> mujeres quienes más asumendichas responsabilida<strong>de</strong>s, lo que limita sus posibilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la realización <strong>de</strong> otras activida<strong>de</strong>s, el accesoal empleo, al <strong>de</strong>scanso y a la recreación. Los datos provienen<strong>de</strong>l módulo sobre el uso <strong>de</strong>l tiempo incluido en laENEMDUR <strong>de</strong> 2011.Quehaceres domésticos: carga<strong>de</strong> tiempo por sexoLa participación <strong>de</strong> hombres y mujeres es distinta según eltipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s domésticas o <strong>de</strong> cuidado que se realizanen el ámbito familiar. Se encuentra que <strong>las</strong> tareas que<strong>de</strong>mandan mayor tiempo <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicación por parte <strong>de</strong> <strong>las</strong>mujeres son: la preparación <strong>de</strong> alimentos (10,6 horas), queocupa más <strong>de</strong> la tercera parte (38,3%) <strong>de</strong> la carga total<strong>de</strong>l trabajo doméstico semanal <strong>de</strong> la población femenina(27,7 horas); seguida por el arreglo <strong>de</strong> la casa (5 horas) y<strong>de</strong> la ropa <strong>de</strong> la familia (4,8 horas), tareas que <strong>de</strong>mandanaproximadamente otra tercera parte (35,4%).El cuidado <strong>de</strong> hijos e hijas y <strong>de</strong> personas adultas mayoresaparece con una carga <strong>de</strong> 3,5 horas a la semana.Sin embargo vale resaltar que se refiere a una atenciónespecífica puesto que el cuidado incluye también la alimentación,la provisión <strong>de</strong> ropa y <strong>de</strong> un espacio limpio ya<strong>de</strong>cuado, el apoyo en la realización <strong>de</strong> <strong>las</strong> tareas escolares,todas activida<strong>de</strong>s orientadas a cuidar y asegurar elbienestar <strong>de</strong> niños, niñas y ancianos. A<strong>de</strong>más, es necesarioseñalar que, por lo general, <strong>las</strong> mujeres realizan variaslabores domésticas <strong>de</strong> forma simultánea, <strong>de</strong> maneraque cuidan a sus hijos mientras hacen otras tareas.En contraste, se observa que la participación <strong>de</strong> loshombres en estas activida<strong>de</strong>s domésticas es bastantemenor; puesto que solo <strong>de</strong>dican 3 horas a la semana ala preparación <strong>de</strong> alimentos, lo que significa menos <strong>de</strong> latercera parte <strong>de</strong>l tiempo que <strong>las</strong> mujeres asignan a dichatarea, en tanto <strong>de</strong>ben hacerla 2 o 3 veces en el día. Deforma similar, el tiempo que utilizan los hombres para lavar,planchar y arreglar la ropa es sustancialmente menor(1,7 horas) al que <strong>de</strong>dican <strong>las</strong> mujeres (4,8 horas). Porotro lado, se encuentra que los hombres intervienen másen tareas consi<strong>de</strong>radas menos “femeninas”, como es elapoyo a los hijos/as en <strong>las</strong> tareas escolares, o el hacercompras para el hogar. Estas diferencias, reflejan el peso<strong>de</strong> <strong>las</strong> construcciones sociales <strong>de</strong> género y la división sexual<strong>de</strong>l trabajo.Como pue<strong>de</strong> observarse en el gráfico 1, la proporción<strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong>dicado a los distintos quehaceres domésticoses claramente mayor en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres.El<strong>las</strong> trabajan 27,7 horas a la semana en dichas tareas,frente a algo más <strong>de</strong> 12 horas en el caso <strong>de</strong> los hombres.Esta disparidad viene a reafirmar la característica<strong>de</strong> la feminización <strong>de</strong>l trabajo doméstico, tarea que tienepoco reconocimiento social o valoración, y sobre todo


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 157no es remunerada, situación que coloca en <strong>de</strong>sventaja amuchas mujeres, en tanto no manejan recursos propios.El Gráfico 2 ilustra que son <strong>las</strong> mujeres quienes asumenen mayor proporción <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s domésticas, in<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong>l nivel educativo que tengan, pues entodos los casos duplican <strong>las</strong> horas <strong>de</strong> trabajo que loshombres <strong>de</strong>dican a este tipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s, reflejandouna mayor carga y una brecha <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad hacia lapoblación femenina.A<strong>de</strong>más, se observa que <strong>las</strong> mujeres que no tienen ningúntipo <strong>de</strong> educación son <strong>las</strong> que más tiempo <strong>de</strong>dicana <strong>las</strong> tareas <strong>de</strong>l hogar (30,9 horas), en contraste conaquel<strong>las</strong> que han accedido a la educación superior (24,9horas), lo que da cuenta <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias intragénero,<strong>las</strong> cuales se explicarían por la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> otras variablescomo pue<strong>de</strong> ser la situación socioeconómica, elárea <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia u otras. Así, <strong>las</strong> personas con menosposibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a algún tipo <strong>de</strong> educación sontambién <strong>las</strong> más pobres, y por lo tanto con menos recursosque les permita aliviar la carga <strong>de</strong>l trabajo doméstico;mientras que aquel<strong>las</strong> mujeres que tienen mayor nivel <strong>de</strong>educación, es muy probable que cuenten con mayoresingresos que les permitan pagar empleadas domésticaso puedan contratar servicios que disminuyan la carga <strong>de</strong>ltrabajo reproductivo.Con frecuencia se encuentran referencias a la escolaridadcomo la base para la solución <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>la sociedad. Sin embargo, el gráfico 2 nos muestra quela educación no conduce a una mayor conciencia <strong>de</strong>corresponsabilidad entre hombres y mujeres en la realización<strong>de</strong> los quehaceres domésticos, ni significa unamodificación <strong>de</strong> los roles <strong>de</strong> género.La participación e intensidad en el trabajo doméstico difiere<strong>de</strong> acuerdo con la edad. El tiempo <strong>de</strong>dicado a <strong>las</strong>tareas para la reproducción social es más bajo entre losmenores <strong>de</strong> 15 años, sin que haya diferencias marcadasentre mujeres (12 horas) y hombres (9,6 horas). A partir<strong>de</strong> los 16 años se incrementa la carga <strong>de</strong> tiempo <strong>de</strong> <strong>las</strong>labores domésticas para unos y otras. Sin embargo éstase dispara entre <strong>las</strong> mujeres hasta llegar a <strong>las</strong> 34,6 horas;mientras entre los hombres se mantiene una <strong>de</strong>dicaciónsimilar en todos los rangos <strong>de</strong> edad, alcanzando el máximo<strong>de</strong> 14,4 horas, lo que significa 20,1 horas menos que<strong>las</strong> mujeres.Horas por semana <strong>de</strong>dicadas a quehaceres domésticos por sexo: 20113027,725HombreMujerNúmero <strong>de</strong> horas20151010,612,3503,05,02,0 2,31,7Arreglo <strong>de</strong> casa Compras Arreglo <strong>de</strong> ropa Preparación <strong>de</strong>alimentos4,83,01,63,5Cuidado <strong>de</strong>niños, ancianos1,11,8Ayudar entareas escolaresTotalFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> empleo ENEMDUR 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORNúmero <strong>de</strong> horasHoras por semana <strong>de</strong>dicadas a quehaceres domésticos por nivel <strong>de</strong>educación: 20113530252015105030,916,528,312,727,7HombreMujer24,911,8 11,4Ninguno Primaria Secundaria SuperiorLa mayor <strong>de</strong>dicación a los quehaceres domésticos seinicia entre la población femenina a los 25 años, etapa enla que muchas mujeres han <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser estudiantes ehijas <strong>de</strong> familia, se han casado o empezado una convivencia<strong>de</strong> pareja, y tienen hijos pequeños. La suma <strong>de</strong>estos factores obligan a <strong>las</strong> mujeres a asumir los roles <strong>de</strong>madres, esposas y amas <strong>de</strong> casa que la sociedad espera<strong>de</strong> el<strong>las</strong>. La leve disminución <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong> trabajoque se observa entre <strong>las</strong> mujeres <strong>de</strong> más edad se explicaporque en esa etapa <strong>de</strong> su ciclo vital los hijos han crecidoy ya no <strong>de</strong>mandan la misma atención.El análisis específico sobre la participación <strong>de</strong> niños yniñas en los quehaceres domésticos <strong>de</strong> sus hogaresmuestra que la principal tarea a la que <strong>de</strong>dican tiempoes al arreglo <strong>de</strong> la casa (3 horas). Es interesante constatarcómo la división <strong>de</strong> roles <strong>de</strong> género se manifiesta ya<strong>de</strong>s<strong>de</strong> tempranas eda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> manera que la asunción<strong>de</strong> <strong>las</strong> distintas tareas por parte <strong>de</strong> los menores <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s casi idéntica a la observada entre la población adulta.Así, <strong>las</strong> principales diferencias por sexo indican que <strong>las</strong>niñas <strong>de</strong>dican más tiempo que los niños a la preparación<strong>de</strong> alimentos y al arreglo <strong>de</strong> ropa, reproduciendo y perpetuandolos estereotipos <strong>de</strong> género.Fuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> empleo ENEMDUR 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAESNúmero <strong>de</strong> horasHoras a la semana que <strong>de</strong>dican a quehaceres domésticospor edad: 2011403530252015105012.09.625.311.113.334.40 a 15 16 a 24 25 a 34Fuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> empleo ENEMDUR 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES34.614.432.0HombreMujer29.113.3 13.735 a 44 45 a 54 55 o másLa <strong>de</strong>nominada jornada doméstica incluye diversas activida<strong>de</strong>sque van más allá <strong>de</strong> los quehaceres domésticos.Para calcularla se suma el tiempo <strong>de</strong>dicado al trabajodoméstico general (preparación <strong>de</strong> alimentos, arreglo <strong>de</strong>casa y <strong>de</strong> la ropa, el cuidado <strong>de</strong> niños o ancianos y laayuda en tareas escolares), al trabajo doméstico auxiliar(traslado a escuela <strong>de</strong> hijos o al trabajo, realización <strong>de</strong>compras) y a otros trabajos domésticos no remunerados(participación comunitaria).Para el año 2011, se encuentra que entre el total <strong>de</strong><strong>las</strong> mujeres, la <strong>de</strong>dicación al trabajo doméstico para suhogar representa un promedio semanal <strong>de</strong> 25,7 horas;mientras en el caso <strong>de</strong> los hombres ésta representa 10,4horas a la semana, es <strong>de</strong>cir, ellos trabajan 15,3 horasmenos que <strong>las</strong> mujeres. Esta distribución asimétrica <strong>de</strong>ltrabajo doméstico da cuenta <strong>de</strong> la persistencia <strong>de</strong> los rolestradicionales <strong>de</strong> género que sobrecarga a <strong>las</strong> mujeresdicha responsabilidad.Con respecto al trabajo doméstico auxiliar, que compren<strong>de</strong>el tiempo semanal <strong>de</strong>dicado a trasladar a los hijosa un centro educativo y al hogar, y la realización <strong>de</strong>compras para el mantenimiento <strong>de</strong> la familia, se observaque los hombres <strong>de</strong>dican 6,1 horas a la semana, cifralevemente mayor a la <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres (5,3 horas). Estamayor participación masculina guarda relación con lamayor presencia <strong>de</strong> los hombres en el ámbito público yal cumplimiento <strong>de</strong> tareas extra-domésticas, acor<strong>de</strong> con<strong>las</strong> asignaciones <strong>de</strong> género para ellos.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 159En lo referente a <strong>las</strong> otras activida<strong>de</strong>s domésticas no remuneradas,entiéndase al número <strong>de</strong> horas <strong>de</strong>dicadasa la participación en mingas, en construcción e infraestructura<strong>de</strong> la comunidad, en sindicatos u organizaciones,en reuniones <strong>de</strong> cooperativas, alguna instancia <strong>de</strong>lEstado y en organizaciones civiles no remuneradas, laparticipación <strong>de</strong> hombres y mujeres es muy similar: 1,2horas semanales los hombres, y 0,9 horas <strong>las</strong> mujeres.No obstante, la mayor participación <strong>de</strong> los hombres en<strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s extra-domésticas y/o comunitarias nocompensa ni equilibra el exceso <strong>de</strong>l trabajo domésticogeneral entre <strong>las</strong> mujeres.Horas por semana <strong>de</strong>dicadas a quehaceres domésticos por niños <strong>de</strong>15 o menos años <strong>de</strong> edad: 20113530253,02,3La carga total <strong>de</strong> los tres tipos <strong>de</strong> trabajo doméstico evi<strong>de</strong>nciaque son <strong>las</strong> mujeres <strong>las</strong> principales responsables<strong>de</strong>l trabajo no remunerado para la reproducción social,pues mientras el<strong>las</strong> <strong>de</strong>dican 31,6 horas a la semana a<strong>las</strong> labores <strong>de</strong>l hogar, los hombres <strong>de</strong>dican casi la mitad<strong>de</strong> ese tiempo (17,2) confirmando que la distribución <strong>de</strong>ltrabajo doméstico no es neutral respecto al género, in<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong> la edad y <strong>de</strong>l estado conyugal <strong>de</strong>mujeres y hombres. Por lo general, <strong>de</strong> acuerdo con elestudio hecho a partir <strong>de</strong> la Encuesta <strong>de</strong> 2007, la uniónconyugal, tanto <strong>de</strong> <strong>las</strong> casadas como <strong>de</strong> <strong>las</strong> que vivenen unión libre, intensifica la carga <strong>de</strong> labores domésticasque realizan <strong>las</strong> mujeres, lo que hace pensar que la lógica<strong>de</strong> organización <strong>de</strong> <strong>las</strong> parejas y la carga <strong>de</strong> trabajo encuanto al cuidado <strong>de</strong> la familia, así como el número <strong>de</strong>hijos inci<strong>de</strong> en esta variación en perjuicio <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres(Armas et al, 2009).La participación <strong>de</strong> hombres y mujeres difiere <strong>de</strong> acuerdoal área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia. En lo que respecta al trabajodoméstico general, éste es mayor entre <strong>las</strong> mujeres<strong>de</strong> ambos sectores; pero sobre todo es mayor para <strong>las</strong>personas <strong>de</strong>l sector rural en comparación a la poblaciónurbana. Esto se explica, principalmente, por el limitadoacceso a algunos servicios, por <strong>las</strong> mayores distanciasy dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> traslado, y por la escasez <strong>de</strong> electrodomésticosque facilitan la realización <strong>de</strong> <strong>las</strong> tareas <strong>de</strong>reproducción familiar. Esta <strong>de</strong>sventaja observada en elárea rural es más acentuada aún para <strong>las</strong> mujeres, quienesson <strong>las</strong> responsables <strong>de</strong> la recolección <strong>de</strong> leña, <strong>de</strong>acarrear el agua, y <strong>de</strong> realizar tareas en condiciones precariasy que <strong>de</strong>mandan mayor tiempo (cocinar con leña,moler manualmente, lavar en el río, etc.) En este caso seevi<strong>de</strong>ncia una doble <strong>de</strong>sigualdad, por ser mujeres y porresidir en el área rural.Otra diferencia que se encuentra es que en el sector ruralel tiempo <strong>de</strong>dicado a otras activida<strong>de</strong>s domésticasno remuneradas es mayor que el que se realiza en loscentros urbanos, lo que da cuenta <strong>de</strong> un mayor capitalsocial entre la población campesina y <strong>de</strong> la permanencia<strong>de</strong> prácticas comunitarias <strong>de</strong> trabajo compartido. En elsector rural la población <strong>de</strong>dica un total <strong>de</strong> 2,4 horas semanalesa activida<strong>de</strong>s como mingas, a la construcciónNúmero <strong>de</strong> horasArreglo <strong>de</strong> casa Compras Arreglo <strong>de</strong> ropa Preparación <strong>de</strong>alimentosFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> empleo ENEMDUR 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAESNúmero <strong>de</strong> horas201510503530252015105010,425,7Nota: Fuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> empleo ENEMDUR 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES1,16,11,85,3HombreMujer1,2 0,8Trabajo doméstico general Trabajo doméstico auxiliar Otro trabajo doméstico noremunerado1,3Cuidado <strong>de</strong>niños y ancianos17,21,4Ayudar en tareasescolaresTotal31,6


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORo a trabajo en obras <strong>de</strong> infraestructura <strong>de</strong> la comunidad,a reuniones <strong>de</strong> organizaciones o cooperativas, u otrasactivida<strong>de</strong>s colectivas. Esta cifra es 8 veces mayor ala observada en el área urbana don<strong>de</strong> sus pobladoresapenas <strong>de</strong>dican 0,3 horas semanales a este tipo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s.Así también se registra una diferencia entre laparticipación <strong>de</strong> hombres y mujeres, 0,4 horas menosque los hombres.La diferencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong>l tiempo entre áreas <strong>de</strong>habitabilidad <strong>de</strong> <strong>las</strong> personas, evi<strong>de</strong>ncia que en el árearural se recarga con más fuerza que en la urbana el trabajo<strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres. La comparación por sector <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>nciaevi<strong>de</strong>ncia que el tiempo promedio semanal que<strong>de</strong>dican <strong>las</strong> mujeres rurales a estas tareas (31,7 horas)es mayor en 6 horas que el <strong>de</strong>dicado por <strong>las</strong> mujeres urbanas(25,8 horas). Dicha disparidad pue<strong>de</strong> relacionarsecon <strong>las</strong> mejores condiciones <strong>de</strong> infraestructura y equipamiento<strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas <strong>de</strong> <strong>las</strong> últimas, <strong>las</strong> facilida<strong>de</strong>s queprestan los electrodomésticos, así como la dotación <strong>de</strong>agua y otros servicios en <strong>las</strong> viviendas, lo que aligera eltiempo <strong>de</strong>dicado a la preparación <strong>de</strong> alimentos o arreglo<strong>de</strong> la casa, etc. (Mapa 1 y 2)Por otro lado, como muestran algunos estudios (Armaset al. 2009, CONAMU 2006), <strong>las</strong> mujeres urbanas <strong>de</strong>stinanmayor parte <strong>de</strong> su tiempo al estudio, a los traslados,a <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> convivencia, <strong>de</strong>porte y entretenimientoy al uso <strong>de</strong> medios masivos <strong>de</strong> comunicación,con relación a <strong>las</strong> rurales. Estas importantes diferenciasestán ligadas a aspectos culturales, costumbres y tradicionespropias <strong>de</strong> su pertenencia étnico-cultural, a la situaciónsocioeconómica, y a <strong>las</strong> oportunida<strong>de</strong>s que dancuenta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad campo-ciudad. La distinta carga<strong>de</strong> tiempo para los quehaceres domésticos (Gráfico 7)confirma esta afirmación, pues en todas <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>sla <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres <strong>de</strong>l sector rural es mayorque <strong>las</strong> <strong>de</strong>l sector urbano.la PEAAl analizar <strong>las</strong> diferencias entre el uso <strong>de</strong>l tiempo para <strong>las</strong>labores domésticas entre <strong>las</strong> mujeres que forman parte<strong>de</strong> la población económicamente activa (PEA) y <strong>las</strong> queno tienen trabajo remunerado, se encuentra que casi nohay diferencias en la jornada doméstica total, como tampocoen el trabajo doméstico general (alimentación, vestido,cuidado). En el caso <strong>de</strong>l trabajo doméstico auxiliar(compras y traslados) éste es mayor para quienes estánen la PEA, en tanto <strong>de</strong>ben movilizarse más para dirigirsea sus trabajos o para <strong>de</strong>jar a sus hijos en <strong>las</strong> guar<strong>de</strong>ríaso al cuidado <strong>de</strong> otras personas. En cambio, participanmenos en activida<strong>de</strong>s comunitarias, mientras hombres ymujeres que no están en la PEA <strong>de</strong>dican más tiempo amingas, reuniones y participación organizativa.Es interesante verificar que la jornada doméstica <strong>de</strong> <strong>las</strong>mujeres no se modifica <strong>de</strong>bido a su participación o noen la PEA. Un punto interesante que se encuentra esque cuando <strong>las</strong> mujeres realizan trabajos remunerados,los hombres intervienen en mayor medida en el trabajodoméstico, sin que ello disminuya la carga <strong>de</strong> tiempoque <strong>de</strong>dican <strong>las</strong> mujeres a estas activida<strong>de</strong>s.A pesar <strong>de</strong> que hoy un importante número <strong>de</strong> mujeresrealizan un trabajo para el mercado, eso no <strong>las</strong> exime <strong>de</strong>su rol <strong>de</strong> ama <strong>de</strong> casa y <strong>de</strong> sus responsabilida<strong>de</strong>s en lareproducción social. Por ello, la fuerza laboral femeninaenfrenta una sobrecarga <strong>de</strong>l trabajo, pues a la jornada laboralse aña<strong>de</strong> el tiempo <strong>de</strong>dicado a <strong>las</strong> tareas domésticasy al trabajo comunitario no remunerado. Estos datoscorroboran la tesis sobre la doble y triple jornada laboral<strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres.3530HombreMujerTotal36,52529,2 30,029,7Número <strong>de</strong> horas201510509,023,617,8Trabajo domésticogeneral6,25,45,7Trabajo domésticoauxiliar0,50,20,3Otro trabajodomésticono remunerado15,6Total23,812,922,9Trabajo domésticogeneral6,05,35,6Trabajo domésticoauxiliar2,62,22,4Otro trabajodomésticono remunerado20,1TotalUrbana RuralFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> empleo ENEMDUR 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 161Horas por semana <strong>de</strong>dicadas a quehaceres domésticos por <strong>las</strong> mujeres según área: 20111412HombreMujer11,71010,1Número <strong>de</strong> horas86424,46,22,12,84,35,83,24,31,72,10Arreglo <strong>de</strong> casaComprasFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> empleo ENEMDUR 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAESArreglo <strong>de</strong> ropa Preparación <strong>de</strong> alimentos Cuidado <strong>de</strong> niños/as y Ayudar en tareas escolaresancianos35HombreMujer31,232,2302526,025,4Número <strong>de</strong> horas201510509,5Trabajo domésticogeneral4,94,7Trabajo domésticoauxiliar1,41,0Otro trabajodomésticono remunerado14,8Total10,8Trabajo domésticogeneral6,86,2Trabajo domésticoauxiliar1,10,6Otro trabajodomésticono remunerado18,4TotalNo participa en PEA Sí participa en PEAFuente: INEC, Encuesta <strong>de</strong> empleo ENEMDUR 2011.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-ANúmero <strong>de</strong> horas <strong>de</strong>dicadas por hombres al trabajo doméstico general,por provincias: 2011ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaZONAS NO DELIMITADASCAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información7,8%AZUAY7,9% - 12,2%12,3% - 20%20,1% - 21,3%21,4% - 22,4%22,5% - 26,6%26,7% - 28,2%28,3% - 29,7%29,8% - 31,7%EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km31,8% - 33,4%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2011.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 163Mapa 1-BNúmero <strong>de</strong> horas <strong>de</strong>dicadas por mujeres al trabajo doméstico general,por provincias:2011ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 20 40 80 120 160Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información15,7%15,8% - 17,7%17,8% - 20%20,1% - 21,3%21,4% - 22,4%22,5% - 26,6%26,7% - 28,2%28,3% - 29,7%29,8% - 31,7%31,8% - 33,4%ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2011.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORCONCLUSIONES Y DESAFÍOSEl análisis sobre el uso <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong>dicado al trabajodoméstico muestra claramente que hay una sobrecarga<strong>de</strong> responsabilidad hacia <strong>las</strong> mujeres con respectoa los hombres, situación que da cuenta <strong>de</strong> una brecha<strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>bido a <strong>las</strong> asignaciones sociales <strong>de</strong>género.Se encuentra que estas asimetrías se acentúan principalmenteentre la población rural, puesto que <strong>las</strong> mujeresrurales, <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>dicar más horas a la realización<strong>de</strong> <strong>las</strong> tareas domésticas, <strong>de</strong>bido a la falta <strong>de</strong> acceso arecursos que aligeren el trabajo doméstico y al menoracceso a algunos servicios. Este hecho refleja <strong>las</strong> diferenciasal interior <strong>de</strong> la población femenina, marcadasprincipalmente por su situación socioeconómica y área<strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia.La participación <strong>de</strong> niños y niñas en <strong>las</strong> tareas domésticasempieza a muy temprana edad. La tarea en la quemás participan es el arreglo <strong>de</strong> la casa. Sin Embargointervienen también en todas <strong>las</strong> <strong>de</strong>más activida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l hogar, incluido el cuidado <strong>de</strong> sus hermanos <strong>de</strong> menoredad, siendo <strong>las</strong> niñas <strong>las</strong> que <strong>de</strong>dican más tiempoa dichas activida<strong>de</strong>s. Estas diferencias <strong>de</strong> género quese manifiestan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> temprana edad evi<strong>de</strong>ncian cómolos roles tradicionales para hombres y mujeres se siguenreproduciendo en la sociedad ecuatoriana.Al consi<strong>de</strong>rar la variable <strong>de</strong> edad se ve que al momentoen que <strong>las</strong> mujeres constituyen una familia, es cuandomás se dispara el tiempo <strong>de</strong>dicado a <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>sdomésticas, lo que significa que la mayor inequida<strong>de</strong>stá en la pareja. La mayor tasa <strong>de</strong> trabajo domésticose registra en la etapa <strong>de</strong>l ciclo vital <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujerescuando tienen hijos pequeños, aunque esto podría variar<strong>de</strong> acuerdo al tamaño <strong>de</strong> la familia y a la estructura<strong>de</strong> cada hogar.La carga <strong>de</strong>l trabajo doméstico no disminuye cuando<strong>las</strong> mujeres forman parte <strong>de</strong> la PEA; por tanto, el<strong>las</strong>enfrentan una doble y hasta triple jornada laboral.Si bien hay una leve <strong>de</strong>clinación <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong>l trabajodoméstico relacionada con el nivel <strong>de</strong> educación,ésta no necesariamente representa una mayor asunción<strong>de</strong>l trabajo doméstico y <strong>de</strong> cuidado por parte <strong>de</strong>los hombres. Se registra una notable brecha en todoslos niveles educativos, ya que <strong>las</strong> mujeres <strong>de</strong>dican eldoble <strong>de</strong>l tiempo para realizar <strong>las</strong> activida<strong>de</strong>s domésticasen comparación con el <strong>de</strong>dicado por los hombres.La leve disminución <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong>stinado a <strong>las</strong> laboresdomésticas y <strong>de</strong> cuidado entre <strong>las</strong> mujeres con másnivel <strong>de</strong> educación, provendría <strong>de</strong> un mayor acceso arecursos o ingresos económicos, lo que les posibilitael acceso a algunos servicios o a contratar personaspara apoyar en la realización <strong>de</strong> estas tareas.Esta carga <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> <strong>las</strong> mujeres, la triple jornadalaboral, pue<strong>de</strong> implicar efectos en su salud y en el aspectoemocional. A<strong>de</strong>más, limita <strong>las</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>participación en otras activida<strong>de</strong>s para su <strong>de</strong>sarrollopersonal, para mejorar su formación o para la recreación,el <strong>de</strong>scanso y el ocio.Es importante recalcar que uno <strong>de</strong> cada cinco hogarestiene jefatura femenina, en cuyo caso la sobrecarga<strong>de</strong> trabajo suele ser mayor; lo que plantea lanecesidad <strong>de</strong> poner atención a este grupo que tienemayor vulnerabilidad.Todo lo expuesto da cuenta <strong>de</strong> la persistencia <strong>de</strong> losroles <strong>de</strong> género, pues no se han modificado <strong>de</strong> formasignificativa, pero también <strong>de</strong> que <strong>las</strong> mujeres no cuentancon suficiente apoyo <strong>de</strong>l Estado o que no existenaún suficientes medios para aliviar la carga <strong>de</strong> trabajo,como centros <strong>de</strong> cuidado infantil o escue<strong>las</strong> <strong>de</strong> calidadcercanas a su lugar <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia.Si bien se ha avanzado en el reconocimiento <strong>de</strong> la carga<strong>de</strong>l trabajo doméstico para <strong>las</strong> mujeres, aún estápendiente concretar mecanismos para la protección<strong>de</strong> <strong>las</strong> amas <strong>de</strong> casa, a través <strong>de</strong>l seguro social talcomo lo establece la Constitución.En la medida en que <strong>las</strong> mujeres han transitado <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el ámbito doméstico al ámbito público se <strong>de</strong>bepropen<strong>de</strong>r a incorporar políticas que fomenten la corresponsabilidady el tránsito <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> susresponsabilida<strong>de</strong>s en el espacio público al privado, yque también revalorice su participación en el cuidado<strong>de</strong> los hijos.Es necesario generar políticas que permitan modificarlos patrones socioculturales, lo que implica una accióninterinstitucional para cambiar los estereotipos <strong>de</strong> género,para fomentar la flexibilización <strong>de</strong> los roles y propiciaruna distribución a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong> <strong>las</strong> tareas domésticaspara alcanzar una mayor equidad entre mujeresy hombres.


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ViviendaATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 167


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORViviendaPor Carlos Larrea MaldonadoLas personas tienen <strong>de</strong>recho a un hábitat seguro ysaludable, y a una vivienda a<strong>de</strong>cuada y digna, conin<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su situación social y económica.(Constitución <strong>de</strong> la República <strong>de</strong>l Ecuador, Art. 30)En este capítulo se realiza un diagnóstico <strong>de</strong>l déficitcuantitativo habitacional <strong>de</strong>l Ecuador y suevolución durante <strong>las</strong> últimas décadas, con elfin <strong>de</strong> conocer los avances y los <strong>de</strong>safíos encuanto al cumplimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a una vivienda a<strong>de</strong>cuaday digna, tal como lo establece la Constitución <strong>de</strong>lpaís. El estudio incluye una <strong>de</strong>sagregación geográfica<strong>de</strong>tallada por parroquias a partir <strong>de</strong> 2001. Las fuentesempleadas son los censos nacionales <strong>de</strong> población y vivienda<strong>de</strong> 1982, 1990, 2001 y 2010, que representanla base empírica más <strong>de</strong>tallada y confiable actualmentedisponible. Como se ha <strong>de</strong>tallado en el capítulo metodológico,se <strong>de</strong>finen como urbanos los centros amanzanados<strong>de</strong> más <strong>de</strong> 5.000 habitantes, in<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong> su condición como cabeceras cantonales. El estudiose realiza empleando la mayor <strong>de</strong>sagregación geográficaposible <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la división político-administrativa,que correspon<strong>de</strong> a nivel parroquial. Como los censos noincluyen información sobre parroquias en <strong>las</strong> cabecerascantonales, éstas aparecen representadas como “parroquias”,y la división empleada agrupa parroquias ruralesy cabeceras cantonales indistintamente.MetodologíaEl análisis parte <strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> ocho indicadores habitacionalesque han sido elaborados en varios estudiosprevios, a partir <strong>de</strong>l Censo <strong>de</strong> 1990 (Larrea et al., 1999),Los indicadores capturan distintas dimensiones <strong>de</strong>ltema, como la infraestructura, la calidad <strong>de</strong> la vivienda yla <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> su ocupación.Los indicadores seleccionados son los siguientes:- Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con agua entubada al interior<strong>de</strong> la vivienda.Incluye a <strong>las</strong> viviendas con abastecimiento <strong>de</strong> agua porred pública <strong>de</strong> tubería <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la vivienda. No siempreel agua entubada es necesariamente potable en elcaso ecuatoriano, pero no se dispone <strong>de</strong> información<strong>de</strong>tallada sobre la calidad <strong>de</strong> este servicio.- Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con acceso a la red pública <strong>de</strong>alcantarillado.- Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con eliminación <strong>de</strong> basura concarro recolector.- Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con servicio eléctrico <strong>de</strong> la redpública.- Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hormigón, ladrilloo bloque.Este indicador y el siguiente preten<strong>de</strong>n capturar la calidad<strong>de</strong> los materiales <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas, reconociendoque una variedad <strong>de</strong> materiales, incluyendo la ma<strong>de</strong>ray el adobe, permiten la construcción <strong>de</strong> viviendas a<strong>de</strong>cuadase inclusive antisísmicas. La gran mayoría <strong>de</strong> <strong>las</strong>viviendas edificadas con materiales no incluidos en losindicadores tienen <strong>de</strong>ficiencias <strong>de</strong> calidad en el medioecuatoriano.- Porcentaje <strong>de</strong> viviendas con piso entablado, <strong>de</strong> parqué,baldosa, vinyl, ladrillo o cemento.- Porcentaje <strong>de</strong> hogares con servicio higiénico <strong>de</strong> usoexclusivo.- Porcentaje <strong>de</strong> hogares con hasta tres personas porcuarto (excluyendo baño y cocina)Este indicador mi<strong>de</strong> la proporción <strong>de</strong> hogares sin hacinamiento,adoptando el punto <strong>de</strong> corte mencionado.A estos indicadores pue<strong>de</strong> añadirse el porcentaje <strong>de</strong> viviendascon techo <strong>de</strong> hormigón, cemento o teja, quecomplementa la información sobre los componentesconstructivos <strong>de</strong> la vivienda. Aunque este indicador es relevanterespecto a <strong>las</strong> características <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas, noha sido incluido en el análisis multivariado que se explicaa<strong>de</strong>lante, porque presenta un comportamiento atípico quepue<strong>de</strong> reducir la calidad <strong>de</strong>l análisis multivariado. En efecto,este porcentaje apenas ha cambiado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1990 sinpresentar una ten<strong>de</strong>ncia clara, y su valor es muy inferior alos <strong>de</strong> sus contrapartes en pare<strong>de</strong>s y piso, ubicándose en34% en 1990; 40% en 2001 y 39% en 2010 1 .Se ha estimado los ocho mencionados indicadores para1982,1990, 2001 y 2010, tanto a escala nacional, comopor regiones y áreas <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l país, y para <strong>las</strong> dosprincipales ciuda<strong>de</strong>s: Quito y Guayaquil. El estudio conjunto<strong>de</strong> los ocho indicadores parte <strong>de</strong> su integración enla categoría amplia <strong>de</strong> <strong>de</strong>ficiencia cualitativa habitacional,<strong>de</strong>finida como el porcentaje <strong>de</strong> viviendas que sufren <strong>de</strong>al menos una carencia entre los indicadores mencionados.Se <strong>de</strong>fine el concepto <strong>de</strong> vivienda a<strong>de</strong>cuada comoaquella que reúne simultáneamente los ocho requisitos<strong>de</strong> los indicadores, esto es, que tiene agua <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>la vivienda, alcantarillado, electricidad <strong>de</strong> la red pública,recolección <strong>de</strong> basura, pare<strong>de</strong>s y pisos a<strong>de</strong>cuados, serviciohigiénico exclusivo y menos <strong>de</strong> tres personas porcuarto. 2 Estos dos nuevos indicadores –<strong>de</strong>ficiencia cualitativahabitacional y vivienda a<strong>de</strong>cuada– proporcionanuna visión dinámica sencilla <strong>de</strong> la evolución habitacional<strong>de</strong>l país a partir <strong>de</strong> 1982.1Los porcentajes <strong>de</strong> viviendas con techo a<strong>de</strong>cuado (hormigón, cemento o teja) en 2010fueron <strong>de</strong> 28% en el área rural y 44% en la urbana. El indicador es alto en la Sierra, con66%, pero <strong>de</strong>clina en la Costa y la Amazonía, con el 20% en cada caso. Su valor mínimopor región y área se presenta en la Costa rural, con el 8%.2La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> vivienda a<strong>de</strong>cuada como indicador no necesariamente correspon<strong>de</strong> aotros conceptos similares propuestos conceptualmente por MIDUVI. MIDUVI e INEC han<strong>de</strong>sarrollado indicadores <strong>de</strong> déficit habitacional cualitativo y cuantitativo, partiendo <strong>de</strong> metodologíasy fuentes distintas a <strong>las</strong> empleadas en este <strong>At<strong>las</strong></strong>, cuya metodología busca lai<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> brechas.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 169Los indicadores <strong>de</strong>finidos, así como una parte importante<strong>de</strong> los presentados en este <strong>At<strong>las</strong></strong>, han sido elaboradoscon la finalidad <strong>de</strong> proporcionar una visión diacrónica <strong>de</strong><strong>las</strong> brechas sociales en el Ecuador. No son compatiblescon otras cifras previamente estimadas por varios organismospúblicos, ya que sus <strong>de</strong>finiciones básicas, comola diferencia urbano-rural, son diferentes. 3Para sintetizar la información eficientemente y facilitarel análisis <strong>de</strong> los cambios entre 1990 y 2010, se haelaborado también un índice comparativo habitacional,empleando análisis <strong>de</strong> componentes principalesa partir <strong>de</strong> los ocho indicadores, <strong>de</strong>sagregados porparroquias, tomando conjuntamente la información <strong>de</strong>1990, 2001 y 2010 4 .3MIDUVI e INEC han <strong>de</strong>sarrollado indicadores <strong>de</strong> déficit habitacional cualitativo y cuantitativo,partiendo <strong>de</strong> metodologías y fuentes distintas a <strong>las</strong> empleadas en este <strong>At<strong>las</strong></strong>, cuyametodología busca la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> brechas.4El porcentaje <strong>de</strong> la varianza total captada por el índice es el 61,4%, y los indicadoresoriginales se incorporan en forma equilibrada, <strong>de</strong> acuerdo a la siguiente fórmula:INCHAB* = 0,838 AGUA* + 0,78ALCAN* + 0,854 RBASU* + 0,807 ELEC* + 0,759 NOHAC* + 0,585 PISO* + 0,84 SSHH* + 0,771 PARED*.Los coeficientes <strong>de</strong> cada varaible en el índice están <strong>de</strong>terminados por el proceso <strong>de</strong> optimizaciónmatemática <strong>de</strong> su rerpesentatividad empleado en el método <strong>de</strong> componentesprincipales.Evolución <strong>de</strong> <strong>las</strong> carenciashabitacionales en el EcuadorEl Cuadro 1 presenta la evolución <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ficiencia cualitativahabitacional por región y área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, paratodos los censos entre 1982 y 2010, y el Gráfico 1 ilustralos porcentajes <strong>de</strong> viviendas a<strong>de</strong>cuadas en el mismointervalo. Las principales conclusiones que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n<strong>de</strong> esta información se sintetizan a continuación.1. La <strong>de</strong>ficiencia cualitativa habitacional en el Ecuadorcontinúa siendo alta. Aproximadamente el 45% <strong>de</strong><strong>las</strong> viviendas en el país carecen todavía <strong>de</strong> agua potabley alcantarillado, y dos tercios <strong>de</strong> el<strong>las</strong> sufren<strong>de</strong> al menos una <strong>de</strong>ficiencia en los ocho indicadoresanalizados.2. Sin embargo, como lo muestran el Gráfico 1 y el Cuadro1, la mejora en <strong>las</strong> condiciones habitacionales<strong>de</strong>l Ecuador ha sido continua <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1982, y ha sidomayor en el último intervalo censal (2001-2010), lo-grando una reducción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ficiencia <strong>de</strong> casi 10%,equivalente al doble <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejoras alcanzadas durantelos intervalos censales anteriores. Esto respon<strong>de</strong>ríaa varios factores: la recuperación económica <strong>de</strong>l paísen la última década, <strong>las</strong> políticas estatales sobre todoa partir <strong>de</strong> 2006, y la enorme inversión en vivienda hechapor el elevado número <strong>de</strong> migrantes que salieronal exterior al cerrar el siglo anterior.3. Sobresalen también gran<strong>de</strong>s diferencias regionales en<strong>las</strong> condiciones habitacionales. Mientras en el área urbanala mitad <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas son a<strong>de</strong>cuadas, en elcampo apenas el 8% alcanza esta condición, Las regionesmás afectadas son la Amazonía, con un déficit<strong>de</strong>l 84%, Galápagos con 82% y la Costa con 71%.Galápagos tiene un déficit alto <strong>de</strong>bido a sus carenciasen alcantarillado, a pesar <strong>de</strong> que en otros indicadorespresenta un perfil comparativamente alto, como seobserva en el Cuadro 2. Solamente la Sierra se <strong>de</strong>stacapor sus condiciones comparativamente mejores.La Costa rural presenta tanto <strong>las</strong> mayores carenciascomo los menores avances.Cuadro 1RegiónCostaSierraOrienteÁreaAño1982 1990 2001 2010Urbana 73,8 71,5 72,2 62,4Rural 99,1 98,9 97,9 97,5Total 87,3 80,0 79,6 72,3Urbana 61,0 56,3 44,9 31,3Rural 98,3 96,4 95,1 87,2Total 82,0 75,0 65,0 51,8Urbana 86,1 81,8 78,0 68,1Rural 98,6 97,0 96,1 93,3Total 96,8 94,0 90,2 83,94. Solamente en la Sierra urbana se alcanzan condicioneshabitacionales claramente ventajosas, con un67% <strong>de</strong> viviendas a<strong>de</strong>cuadas, y una mejora <strong>de</strong> casi13% en el último intervalo censal.5. Obviamente los efectos <strong>de</strong> <strong>las</strong> carencias en infraestructurason distintas entre <strong>las</strong> áreas urbana y rural.La falta <strong>de</strong> agua potable o alcantarillado, por ejemplo,tiene mayores efectos sobre la calidad <strong>de</strong> vidaen <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s que en el campo. Por consecuencia,los datos comparativos por área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong>ben ser leídos con cautela. Sin embargo, es evi<strong>de</strong>nteque <strong>las</strong> brechas entre <strong>las</strong> áreas rural y urbanason pronunciadas no solamente en la dimensión habitacional,sino también en todas <strong>las</strong> dimensiones<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social. El objetivo <strong>de</strong> este estudio esi<strong>de</strong>ntificar y medir brechas, por tanto es indispensableelaborar indicadores comunes o comparablesentre <strong>las</strong> áreas rural y urbana.Urbana 98,3 79,8GalápagosRural 95,2 92,7 69,5 88,7Total 95,2 92,7 84,1 82,0Urbana 68,3 65,0 60,3 50,3TotalRural 98,6 97,3 96,2 92,4Total 83,3 78,1 73,1 64,4Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1982, 1990, 2001, 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORViviendas a<strong>de</strong>cuadas por región y área: 1982, 1990, 2001 y 2010807068,7198219906055,12001201050Porcentaje403028,5 27,826,237,639,043,731,926,935,62012,913,922,018,218,015,916,721,91000,9 1,12,1 2,54,93,61,71,43,06,73,94,87,3Costa urbanaCosta rural Sierra urbana Sierra rural AmazoníaurbanaAmazoníaruralGalápagosTotalNacionalFuentes: INEC. Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1982, 1990,2001, 2010..Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 2Indicadores <strong>de</strong> vivienda (%) por región y área: 1990, 2001 y 2010. Parte IRegiónÁreaAlcantarillado Agua potable Electrividad <strong>de</strong> red pública1990 2001 2010 1990 2001 2010 1990 2001 2010Costa46,2 47,9 55,0 45,6 53,5 63,2 94,6 93,9 93,8(Guayaquil) 54,4 50,1 61,7 47,3 59,5 76,7 97,4 94,7 93,1Sierra 77,0 89,2 93,4 68,3 79,3 84,4 96,1 97,3 99,4(Quito) Urbana 77,8 89,3 95,2 64,7 79,8 85,7 96,7 97,9 99,6Amazonía 48,5 64,6 71,9 43,9 48,1 57,3 92,8 93,9 97,1Galápagos 5,8 29,9 50,8 68,6 96,7 99,5Total 59,5 60,9 70,9 55,5 59,7 71,6 95,2 94,9 96,1Costa3,0 6,9 4,9 6,3 9,8 12,2 40,0 71,5 84,1Sierra 14,1 21,7 30,4 16,9 24,8 31,9 61,9 83,7 92,5Amazonía Rural12,4 18,8 21,0 12,0 15,0 19,5 32,5 49,3 72,4Galápagos 55,3 16,7 44,8 43,4 89,2 97,3Total 9,9 19,3 19,0 12,8 21,5 22,7 51,9 78,1 87,3Costa33,0 35,1 41,6 33,5 40,7 49,6 77,7 87,5 91,2Sierra 47,6 61,5 69,4 44,3 55,9 64,4 80,1 91,7 96,8Amazonía Total19,0 33,8 40,1 17,8 25,8 33,6 43,6 63,7 81,7Galápagos 15,5 29,8 26,8 44,5 50,4 62,6 94,8 93,4 99,0Total 39,5 48,1 53,6 38,2 48,0 55,3 77,7 88,6 93,2Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 171Infraestructura habitacionalLos Cuadros 2, 3 y 4 y el Gráfico 3 presentan los indicadoresseleccionados con más <strong>de</strong>talle. Las mayores carenciasse observan en agua entubada y alcantarillado.En éstos, pese a los avances logrados, el déficit afectaa alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 45% <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas, y el avance en laúltima década ha sido pequeño (cerca <strong>de</strong>l 6%). En el servicio<strong>de</strong> recolección <strong>de</strong> basura el déficit es menor (23%)y la mejora intercensal es gran<strong>de</strong> (15%). Los resultadosmás favorables se observan en el campo <strong>de</strong> la electrificación,ya que en 2010 el 93% <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas <strong>de</strong>l paísdisponían <strong>de</strong> este servicio público, y aun en el sector ruralla cobertura llegó al 87%.Las regiones con mayores problemas <strong>de</strong> servicios habitacionalesson la Costa rural, la Amazonía rural y Galápagos,y <strong>las</strong> principales carencias se observan en el accesoa agua entubada y a alcantarillado.Calidad <strong>de</strong> la viviendaLos indicadores se agrupan en dos c<strong>las</strong>es. Los cuatroprimeros se refieren a infraestructura habitacional (agua,alcantarillado, electricidad y recolección <strong>de</strong> basura), y losrestantes a la calidad <strong>de</strong> la vivienda (pare<strong>de</strong>s, piso, serviciohigiénico y personas por cuarto). El segundo grupomuestra carencias menores y mejoras consi<strong>de</strong>rables enel último intervalo censal (Cuadros 2, 3 y 4). El porcentaje<strong>de</strong> viviendas sin hacinamiento ascendió <strong>de</strong>l 85% al 92%,y en 2010 el 79% <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas tenía pare<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>cuadas,el 91% disponía <strong>de</strong> pisos a<strong>de</strong>cuados y el 82% contabacon servicio higiénico exclusivo. Las regiones másafectadas por carencias en la calidad <strong>de</strong> la vivienda sonla Amazonía rural y la Costa rural.Los Cuadros 2, 3 y 4 también contienen los ocho indicadoresy el índice <strong>de</strong> vivienda para Quito y Guayaquil. Lasdos ciuda<strong>de</strong>s muestran una situación claramente ventajosarespecto a la media nacional, pero Guayaquil mantieneserias carencias <strong>de</strong> infraestructura. En esta última ciudadsolo el 62% <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas tiene alcantarillado, mientrasen Quito la cifra llega al 95% y en Pichincha al 88%. Debemencionarse también que en <strong>las</strong> dos ciuda<strong>de</strong>s <strong>las</strong> carenciasestán espacialmente ubicadas en barrios populares, 4don<strong>de</strong> <strong>las</strong> privaciones sociales alcanzan cifras muy altas.4Los barrios populares son los lugares <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> estratos subalternos urbanos, y nosolamente incluyen asentamientos informales.Índice comparativo habitacionalpor provincias y parroquiasEl Gráfico 2 ilustra el índice comparativo habitacional porprovincias, para 1990, 2001 y 2010. Pichincha se ubicaen primer lugar, con consi<strong>de</strong>rable ventaja sobre el resto <strong>de</strong>lpaís. Las mejoras entre 2001 y 2010 son importantes entodas <strong>las</strong> provincias, particularmente en algunas más postergadas,como Napo y Orellana. Luego <strong>de</strong> Pichincha, elíndice favorece a Galápagos, Tungurahua, El Oro y Azuay,mientras <strong>las</strong> peores condiciones se encuentran en LosRíos, Napo –a pesar <strong>de</strong> <strong>las</strong> mejoras–, Bolívar, Sucumbíos,Orellana, Morona Santiago y <strong>las</strong> zonas no <strong>de</strong>limitadas.El Mapa 1 ilustra el índice comparativo habitacional aescala parroquial en 1990, 2001 y 2010. En los trescasos se muestra un callejón con condiciones altamentefavorables (colores ver<strong>de</strong>s) a lo largo <strong>de</strong> los valles interandinos<strong>de</strong> la Sierra norte y central, con <strong>las</strong> mejorescondiciones en Pichincha. La región serrana presentacondiciones críticas en los páramos <strong>de</strong> la Sierra centralen Cotopaxi, Tungurahua, Bolívar y sobre todo el sur <strong>de</strong>Chimborazo. La Sierra sur presenta un mosaico heterogéneo<strong>de</strong> condiciones, con carencias mayores que en elresto <strong>de</strong> la región.Índice comparativo habitacional por provincias: 1990, 2001 y 201090807020102001199060Porcentaje50403020100PichinchaGalápagosEl OroTungurahuaImbaburaAzuayFuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCarchiGuayasSanto Domingo<strong>de</strong> los Tsáchi<strong>las</strong>CañarSanta ElenaLojaChimborazoManabíZamora ChinchipePastazaEsmeraldasCotopaxiLos RíosNapoSucumbíosBolívarMorona SantiagoOrellanaZonas No Delimitadas


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORCuadro 3Indicadores <strong>de</strong> vivienda (%) por región y área: 1990, 2001 y 2010. Parte IIRegiónÁreaRecolección <strong>de</strong> basura No hacinamiento Servicio Higiénico1990 2001 2010 1990 2001 2010 1990 2001 2010Costa54,2 82,0 93,3 80,3 82,1 89,3 70,1 80,7 86,3(Guayaquil) 56,0 84,4 93,6 80,9 81,6 88,7 73,2 82,8 90,3Sierra 84,2 92,7 97,8 88,5 91,7 95,4 67,7 80,3 87,2(Quito) Urbana 85,1 94,4 98,7 89,5 92,5 96,0 68,4 81,3 89,5Amazonía 74,9 83,1 95,5 85,3 85,3 90,6 51,7 67,8 75,2Galápagos 98,7 99,3 86,6 93,8 74,3 87,3Total 67,5 80,2 95,2 83,9 85,6 91,8 68,9 76,2 86,4Costa4,1 16,7 34,3 74,4 80,3 90,0 25,7 40,4 74,3Sierra 8,6 19,8 45,7 76,3 82,9 92,9 16,3 35,2 73,7Amazonía Rural13,4 18,7 39,6 71,3 73 86,3 13,9 25,1 55,1Galápagos 81,6 87,4 89,4 94,2 76,4 90,2Total 7,5 23,9 40,5 75,3 81,4 91,1 19,7 38,6 72,4Costa38,7 64,1 77,5 78,5 81,3 89,5 56,5 68,8 83,1Sierra 48,8 63,3 78,0 82,8 87,9 94,5 43,7 62,2 82,1Amazonía Total24,7 39,7 60,6 73,9 77,0 87,9 20,8 38,9 62,6Galápagos 84,2 91,5 96,5 88,9 88,1 93,9 66,9 76,3 88,0Total 43,2 62,5 77,0 80,4 84,5 91,6 49,1 64,7 81,7Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 4Indicadores <strong>de</strong> vivienda (%) por región y área: 1990, 2001 y 2010. Parte IIIRegiónÁreaPare<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>cuadas Piso a<strong>de</strong>cuado Índice comparativo habitacional1990 2001 2010 1990 2001 2010 1990 2001 2010Costa72,8 81,0 85,6 94,0 84,8 93,4 60,4 65,1 69,9(Guayaquil) 75,1 83,3 87,9 95,8 84,9 94,2 64,3 68,4 73,7Sierra 79,9 86,9 92,3 95,2 94,0 97,8 69,7 75,1 78,5(Quito) Urbana 84,1 90,7 95,0 96,2 95,0 98,4 71,4 76,8 80,2Amazonía 58,9 63,6 72,4 98,3 94,0 98,7 55,5 62,4 68,5Galápagos 91,1 97,3 90,7 99,1 64,0 65,9 72,8Total 75,7 80,6 88,0 94,6 88,4 95,3 64,0 69,0 73,2Costa24,1 45,6 54,0 75,3 68,4 89,0 40,6 47,9 55,4Sierra 37,6 55,7 68,8 56,6 63,9 74,1 42,7 51,3 60,8Amazonía Rural16,7 22,1 31,8 81,0 79,8 92,1 37,2 43,2 51,9Galápagos 84,5 89,7 88,1 96,9 64,7 69,4 67,6Total 31,3 50,6 59,5 65,3 68,7 81,9 41,6 49,3 57,8Costa57,7 71,2 77,1 88,2 80,0 92,2 54,9 60,7 66,6Sierra 60,1 74,4 83,4 77,1 82,2 88,8 58,6 66,4 72,5Amazonía Total24,5 35,6 47,1 84,2 84,4 94,6 43,2 50,5 59,2Galápagos 85,9 88,3 95,5 97,1 89,7 98,6 64,4 67,6 71,6Total 57,7 71,1 78,5 82,7 81,1 90,8 56,1 62,8 68,7Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 173En la Costa se <strong>de</strong>staca la provincia <strong>de</strong> El Oro, seguidapor Santo Domingo <strong>de</strong> los Tsáchi<strong>las</strong>, el sur <strong>de</strong>l Guayas,y la zona central costera <strong>de</strong> Manabí, mientras <strong>las</strong> áreascríticas se encuentran sobre todo en Esmeraldas, en lamayor parte <strong>de</strong> Manabí, <strong>de</strong> Los Ríos y <strong>de</strong>l norte <strong>de</strong> laprovincia <strong>de</strong> Guayas. En la Amazonía hay un contrasteentre <strong>las</strong> estribaciones <strong>de</strong> la Cordillera Real, a lo largo <strong>de</strong>la troncal Amazónica, con condiciones heterogéneas, yla zona oriental, con carencias críticas. Sin embargo, losindicadores no son fácilmente aplicables para <strong>las</strong> comunida<strong>de</strong>sindígenas <strong>de</strong> la Amazonía, ya que se han construidosobre bases culturales occi<strong>de</strong>ntales.Al comparar los mapas <strong>de</strong> 1990, 2001 y 2010 se observacon claridad la mejora, representada por los tonosmás ver<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mapa <strong>de</strong> 2010. El cambio es más intensoen los valles interandinos <strong>de</strong> la Sierra norte y central, y enel sur <strong>de</strong> la Costa.infraestructura habitacionalLas políticas habitacionales tradicionalmente han concentradosus esfuerzos en dos componentes físicos. Elprimero correspon<strong>de</strong> a la infraestructura, con agua potable,alcantarillado, electricidad y recolección <strong>de</strong> basura,cuya construcción ha sido asumida principalmente porgobiernos locales, y por el Estado nacional en el caso<strong>de</strong> la electricidad. El segundo componente se refiere a lavivienda como tal, en cuanto a sus materiales, área y funciones,cuyas mejoras han sido asumidas por los hogares,con frecuente apoyo crediticio y técnico <strong>de</strong>l Estado.En el Ecuador el déficit <strong>de</strong> infraestructura habitacionales mayor en la Costa, don<strong>de</strong> el crecimiento urbano hasido más intenso y reciente (a partir <strong>de</strong>l auge bananeroiniciado en 1948), y la capacidad <strong>de</strong> gestión <strong>de</strong> losmunicipios menos efectiva. En la Sierra, por el contrario,los centros urbanos son más antiguos, han crecidoa menor ritmo, y los municipios han abastecido mejor<strong>las</strong> <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> infraestructura (Larrea et al., 1999). Lascarencias habitacionales en la Sierra afectan sobre todoa <strong>las</strong> áreas rurales, en particular a los páramos, y se caracterizantambién por problemas serios en la calidad <strong>de</strong><strong>las</strong> viviendas, como se <strong>de</strong>talla en la tipología. El Mapa 2ilustra la distribución regional <strong>de</strong>l acceso a alcantarilladoen 2010. Las áreas en condiciones más críticas se encuentranen la Costa, principalmente en <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong>Esmeraldas, Manabí, Los Ríos y el norte <strong>de</strong> Guayas. Lasituación también es grave en la Amazonía norte (Orellanay Sucumbíos) que ha tenido un rápido crecimiento<strong>de</strong>mográfico vinculado a la extracción petrolera.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>las</strong> diferencias regionales, existen otras inequida<strong>de</strong>sen el acceso a la vivienda, entre <strong>las</strong> cuales una<strong>de</strong> <strong>las</strong> más importantes se relaciona con la pertenenciaétnico-cultural <strong>de</strong>l jefe <strong>de</strong> familia. El Cuadro 7 presentalos ocho indicadores habitacionales <strong>de</strong>sagregados poretnicidad. La información muestra que, en el caso <strong>de</strong> losafroecuatorianos, no existen diferencias significativas ensu acceso a una vivienda a<strong>de</strong>cuada con respecto a lamedia nacional, o si <strong>las</strong> hay, su magnitud es pequeña.Por el contrario, entre la población indígena, <strong>las</strong> diferenciasson pronunciadas. Sólo una proporción baja <strong>de</strong> sushogares cuenta con alcantarillado, agua potable y recolección<strong>de</strong> basura. Ello guarda relación con su ubicaciónen el área rural que tiene una baja dotación <strong>de</strong> serviciosbásicos. En estos casos <strong>de</strong> servicios públicos, y tambiénen el porcentaje <strong>de</strong> viviendas con pisos apropiados, <strong>las</strong>diferencias son consi<strong>de</strong>rables y se han mantenido durantela última década. Es más, los porcentajes <strong>de</strong> accesoa agua y alcantarillado (28% y 29%) entre los hogaresindígenas son inclusive menores que los promedios <strong>de</strong>la Sierra rural. Por consiguiente, la brecha habitacionalpor etnicidad se mantiene elevada y su ten<strong>de</strong>ncia a lareducción entre 2001 y 2010 es relativamente pequeña.Indicadores e índice comparativo habitacional: 1990, 2001 y 2010Índice comparativo habitacionalAgua potable201020011990AlcantarilladoElectricidad <strong>de</strong> red públicaRecolección <strong>de</strong> basuraNo hacinamientoPare<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>cuadasPisos a<strong>de</strong>cuadosServicio HigiénicoFuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 1990, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES0 10 20 3040 50 60 70 80 90 100


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-AÍndice comparativo habitacional por parroquias: 1990ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOLeyendaLímite provincialSin información62,5% - 85,5%54,5% - 62,4%48,5% - 54,4%43,9% - 48,4%40,1% - 43,8%36,4% - 40%32,5% - 36,3%27,4% - 32,4%25,8% - 27,3%10,2% - 25,7%ZONAS NO DELIMITADASCAÑARAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 1990.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 175Mapa 1-BÍndice comparativo habitacional por parroquias: 2001ESMERALDASCARCHIZONAS NO DELIMITADASIMBABURAZONAS NO DELIMITADASPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONAS NO DELIMITADASMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUABOLIVARPASTAZAGUAYASCHIMBORAZOZONAS NO DELIMITADASLeyendaCAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información62,5% - 85,5%AZUAY54,5% - 62,4%48,5% - 54,4%43,9% - 48,4%40,1% - 43,8%36,4% - 40%32,5% - 36,3%27,4% - 32,4%25,8% - 27,3%EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km10,2% - 25,7%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2001.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2001.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 1-CÍndice comparativo habitacional por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZASANTA ELENALeyendaGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARMORONA SANTIAGOLímite provincialSin información62,5% - 85,5%GUAYASAZUAY54,5% - 62,4%48,5% - 54,4%43,9% - 48,4%40,1% - 43,8%36,4% - 40%32,5% - 36,3%27,4% - 32,4%25,8% - 27,3%EL OROLOJAZAMORA CHINCHIPE´200 100 0 200 Km10,2% - 25,7%1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 177Mapa 2Porcentajes <strong>de</strong> viviendas con acceso a la red pública <strong>de</strong> alcantarillado,por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZALeyendaLímite provincialSin información69,4% - 96,2%52,2% - 69,3%39,3% - 52,1%28,4% - 39,2%19,4% - 28,3%12,1% - 19,3%6,6% - 12%3,4% - 6,5%2,6% - 3,3%0% - 2,5%SANTA ELENAGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORMapa 3Tipología habitacional por parroquias: 2010ESMERALDASCARCHIZONA NO DELIMITADAIMBABURAPICHINCHASUCUMBIOSGALAPAGOSSANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS0 25 50 100 150 200Km1:6.500.000ZONA NO DELIMITADAMANABICOTOPAXINAPOORELLANALOS RIOSTUNGURAHUAGUAYASBOLIVARCHIMBORAZOPASTAZALeyendaLímite provincialSin informaciónGrupo 1Grupo 2Grupo 3Grupo 4Grupo 5Grupo 6SANTA ELENAGUAYASZONA NO DELIMITADACAÑARGUAYASAZUAYEL OROZAMORA CHINCHIPELOJAMORONA SANTIAGO´200 100 0 200 Km1:4.500.000Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> población 2010.Información cartográfica: INEC, División político administrativa 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Investigación Socio Ambiental UASB y CEPLAES.


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADOR 179Tipología habitacional en 2010Es importante i<strong>de</strong>ntificar <strong>las</strong> regiones con mayores carenciashabitacionales y los problemas más críticos encada una <strong>de</strong> el<strong>las</strong>. La tipología habitacional agrupa <strong>las</strong>parroquias con problemas similares en categorías homogéneas,y permite <strong>de</strong>finir políticas apropiadas en cadacaso, con miras a reducir <strong>las</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s regionales.La tipología ha sido elaborada a partir <strong>de</strong> los ocho indicadoresestudiados, tomando <strong>las</strong> parroquias en 2010, empleandoanálisis <strong>de</strong> aglomeración (‘cluster analysis’, conel método <strong>de</strong> Ward). Adicionalmente se ha elaborado uníndice <strong>de</strong> vivienda para 2010, como medida <strong>de</strong> síntesis,empleando análisis <strong>de</strong> componentes principales. 5 Esteíndice se ha <strong>de</strong>finido en una escala entre 0 y 100 puntos.A continuación se presentan <strong>las</strong> características <strong>de</strong> los 6grupos <strong>de</strong>finidos, que se ilustran en el Mapa 3, cuyosindicadores se presentan en los Cuadros 5 y 6.Grupo 1. Áreas urbanas con buenas condicioneshabitacionales. Este grupo presenta<strong>las</strong> mejores condiciones habitacionales <strong>de</strong>l país. La cobertura<strong>de</strong> agua potable y alcantarillado bor<strong>de</strong>a el 76%,y en los indicadores habitacionales restantes <strong>las</strong> cifrasfluctúan cerca <strong>de</strong>l 90%. El grupo está integrado por <strong>las</strong>5El índice <strong>de</strong> vivienda 2010 captura el 56% <strong>de</strong> la varianza total <strong>de</strong> los ocho indicadoreshabitacionales, y su fórmula es: INDVIV = 0.83 * AGUA + 0.771 * ALCAN + 0.775 * ELEC +0.817 * BASU + 0.761 * NOHACI + 0.446 * piso + 0.771 * PARED + 0.747 * SSHHprincipales ciuda<strong>de</strong>s, como Quito, Guayaquil, Cuenca,Machala, Portoviejo, Loja, Esmeraldas y Riobamba, ciuda<strong>de</strong>ssatelitales o en proceso <strong>de</strong> conurbación con Quitocomo Cumbayá, Cal<strong>de</strong>rón y Sangolquí, ciuda<strong>de</strong>s pequeñascon buenas condiciones sociales como Baños,Shell, Tulcán, Santa Rosa, Otavalo y Cayambe, entreotras. En total el grupo está integrado por 98 ciuda<strong>de</strong>so parroquias, que representan el 54% <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas<strong>de</strong>l país.Grupo 2. Ciuda<strong>de</strong>s y parroquias con condicioneshabitacionales intermedias. Elgrupo alcanza una cobertura <strong>de</strong> agua potable y alcantarilladocercana al 40%, con los restantes indicadoresfluctuando entre el 75% y el 90%. Está integrado principalmentepor ciuda<strong>de</strong>s intermedias <strong>de</strong> la Costa y algunasparroquias rurales <strong>de</strong> la Sierra, entre <strong>las</strong> primeras se <strong>de</strong>stacanSanto Domingo <strong>de</strong> los Tsáchi<strong>las</strong>, Durán, Quevedo,Daule, Milagro, La Libertad y El Carmen, mientras queen la Sierra aparecen Pelileo, Cañar, Biblián, San Gabriel,Saquisilí, entre otros. En la Amazonía se encuentran <strong>las</strong>ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Lago Agrio y Sucúa. El grupo integra 260parroquias rurales, con el 23% <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas <strong>de</strong>l país.Grupo 3. Áreas rurales y ciuda<strong>de</strong>s pequeñascon carencias en infraestructurahabitacional. Este grupo aglutina a parroquias y pequeñasciuda<strong>de</strong>s con carencias altas en agua potable,alcantarillado y recolección <strong>de</strong> basura. Apenas una quintaparte <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas dispone <strong>de</strong> agua y un octavo<strong>de</strong> el<strong>las</strong> tiene alcantarillado, y solamente el 54% <strong>de</strong> <strong>las</strong>viviendas dispone <strong>de</strong> recolección <strong>de</strong> basura. La mayorparte <strong>de</strong> estas parroquias se ubican en <strong>las</strong> estribaciones<strong>de</strong> la cordillera occi<strong>de</strong>ntal, en <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong> Los Ríosy Santo Domingo, y en la franja costera <strong>de</strong> Santa Elenay el Sur <strong>de</strong> Manabí. Estas 160 parroquias representan el10% <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas <strong>de</strong>l país.Grupo 4. Áreas rurales con carencias eninfraestructura y vivienda. El grupo está integradopor 189 parroquias, principalmente en la Sierrarural, que combinan carencias en infraestructura, principalmenteen agua potable y alcantarillado, con importantesproblemas habitacionales en pare<strong>de</strong>s y pisos. Lasparroquias se concentran en <strong>las</strong> áreas <strong>de</strong> páramo <strong>de</strong> laSierra central y el Azuay, y se extien<strong>de</strong>n a la mayor parte<strong>de</strong> <strong>las</strong> áreas rurales en Loja (Mapa 2). Entre <strong>las</strong> parroquias,en este grupo pue<strong>de</strong>n mencionarse a Guamote,Sumbagua, Simiatug, Achupal<strong>las</strong>, Palmira, Ingapirca, ElCorazón y Poaló. En este grupo, apenas una sexta <strong>de</strong><strong>las</strong> viviendas dispone <strong>de</strong> agua potable, alcantarillado orecolección <strong>de</strong> basura, y aproximadamente la mitad tienepisos y pare<strong>de</strong>s ina<strong>de</strong>cuados. El grupo aglutina al 5%<strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas <strong>de</strong>l Ecuador.Grupo 5. Parroquias rurales en regionestropicales con carencias habitacionalescríticas. Este grupo presenta <strong>las</strong> mayores carencias<strong>de</strong> infraestructura en el país, con una cobertura <strong>de</strong> alcantarillado<strong>de</strong> apenas el 8% y solo el 12,6% acce<strong>de</strong> a aguaCuadro 5Tipología habitacional <strong>de</strong> <strong>las</strong> parroquias: 2010Porcentajes <strong>de</strong> coberturaGrupoAgua Alcantarillado ElectricidadRecolecciónbasuraNohacinamientoPare<strong>de</strong>sa<strong>de</strong>cuadasPisoa<strong>de</strong>cuadoSSHHÍndice <strong>de</strong>viviendaNúmero <strong>de</strong>parroquias% <strong>de</strong> viviendas<strong>de</strong>l país1234Ciuda<strong>de</strong>s en situaciónfavorableCiuda<strong>de</strong>s en situaciónintermediaCarencias eninfraestructuraCarencias eninfraestructura yvivienda76,4 77,4 96,8 93,9 93,0 89,1 95,7 87,0 75,6 98 54,143,7 39,9 92,9 76,0 90,0 75,8 89,7 79,7 66,0 260 22,820,8 12,6 90,0 54,1 90,1 73,5 86,0 78,2 59,9 160 10,018,9 15,2 87,5 18,7 85,0 49,4 50,8 64,0 51,3 189 4,55 Carencias críticas 12,6 8,4 80,2 31,0 86,2 41,2 90,4 69,0 52,7 285 8,36Bosques tropicales nointervenidos4,0 4,6 23,9 8,0 60,8 6,6 66,4 32,3 30,7 32 0,4Total país 55,3 53,6 93,2 77,0 91,0 78,5 90,8 81,7 68,7 1.024 100,0Fuente: Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


ATLAS DE LAS DESIGUALDADES SOCIO-ECONÓMICAS DEL ECUADORCuadro 6Distribución regional <strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> la tipología habitacional: 2010potable. Únicamente el 31% <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas tiene servicio<strong>de</strong> recolección <strong>de</strong> basura; mientras el 59% tiene pare<strong>de</strong>sina<strong>de</strong>cuadas. El grupo se extien<strong>de</strong> principalmenteen <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong> Esmeraldas y Manabí, así como en<strong>las</strong> cuencas <strong>de</strong> los ríos Daule y Babahoyo en la Costa, yen <strong>las</strong> áreas colonizadas <strong>de</strong> la Amazonía, principalmenteen <strong>las</strong> estribaciones bajas <strong>de</strong> la cordillera oriental y el áreapetrolera en el norte. Entre <strong>las</strong> parroquias que lo integranpue<strong>de</strong>n mencionarse Palenque, Baba, Taura, Muisne yCojimíes en <strong>las</strong> Costa, y Shushufundi, Cotundo y Dayumaen la Amazonía. Pertenecen a este grupo 285 parroquias,que representan el 8,4% <strong>de</strong> <strong>las</strong> viviendas <strong>de</strong>l país.Grupo 6. Parroquias en áreas mínimamenteintervenidas <strong>de</strong> la Amazonía y Esmeraldas.Este tipo se extien<strong>de</strong> en áreas cubiertasprincipalmente por bosques tropicales primarios en laAmazonía y Esmeraldas, con baja <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong>mográfica,y habitados principalmente por pueblos indígenas,que combinan una agricultura <strong>de</strong> subsistencia con recolección,caza y turismo comunitario. Aunque <strong>las</strong> carencias<strong>de</strong> infraestructura son muy altas, la noción <strong>de</strong> déficithabitacional es difícilmente aplicable en este caso, yaque <strong>las</strong> culturas ancestrales han <strong>de</strong>sarrollado formas <strong>de</strong>vida que no pue<strong>de</strong>n evaluarse con estándares <strong>de</strong> consumo<strong>de</strong> la sociedad occi<strong>de</strong>ntal.Región y áreaTipo <strong>de</strong> parroquias (Grupos)1 2 3 4 5 6Sierra rural 3,8 22,0 27,1 89,8 4,1Sierra urbana 48,7 3,7 1,9Costa rural 0,2 6,4 45,4 8,1 69,9 16,2Costa urbana 45,4 61,3 26,9 3,1Amazonía rural 0,2 1,6 0,3 0,2 20,8 83,8Amazonía urbana 1,5 4,4 2,1Galápagos rural 0,1 0,2Galápagos urbana 0,1 0,4Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0Fuente: INEC. Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAESCuadro 7Indicadores <strong>de</strong> vivienda (%) por etnicidad: 2001 y 2010Indicadores <strong>de</strong> vivienda% <strong>de</strong> viviendas con aguapotable al interior <strong>de</strong> la vivienda% <strong>de</strong> viviendas con acceso a lared pública <strong>de</strong> alcantarillado% <strong>de</strong> viviendas con eliminación<strong>de</strong> basura con carro recolector% <strong>de</strong> viviendas con servicioeléctrico <strong>de</strong> la red pública% <strong>de</strong> viviendas con pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>hormigón, ladrillo o bloque% <strong>de</strong> viviendas con hasta trespersonas por cuarto% <strong>de</strong> viviendas con pisoa<strong>de</strong>cuado% <strong>de</strong> hogares con serviciohigiénico exclusivoNacional Indígena Afroecuatoriano2001 2010 2001 2010 2001 201047,9 55,3 20,8 28,1 38,8 51,248,0 53,6 21,4 29,1 38,6 47,062,7 77,0 24,4 44,0 63,3 82,789,7 93,2 74,3 83,2 88,5 90,271,3 78,5 53,7 65,2 65,6 73,884,3 91,0 73,0 82,9 77,8 86,582,3 90,8 51,5 66,5 81,3 91,765,3 81,8 26,7 62,0 63,2 78,2Fuentes: INEC, Censo <strong>de</strong> Población y Vivienda, 2001 y 2010.Elaboración: Unidad <strong>de</strong> Información Socio Ambiental UASB y CEPLAES


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