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Trabajo presentado en el V Congreso Nacional <strong>de</strong> Ciencia Política<strong>Sociedad</strong> <strong>Argentina</strong> <strong>de</strong> Análisis Político14 al 17 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 2001Políticas <strong>de</strong> la excepción: Hei<strong>de</strong>gger y SchmittDiego Hernán RosselloDNI 24.694.120Carrera <strong>de</strong> Ciencia PolíticaUniversidad <strong>de</strong> Buenos Airesisrafel@sion.com/4300-8645


IntroducciónA pesar <strong>de</strong> generar incontables prevenciones y rechazos, pocos dudan que MartinHei<strong>de</strong>gger y Carl Schmitt son dos pensadores capitales <strong>de</strong>l siglo XX. Ambos compartieronel clima <strong>de</strong> época en que Alemania se daba una nueva constitución en Weimar,atestiguaron luego su <strong>de</strong>rrumbe y formaron parte <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> intelectuales queapreciaron en Adolf Hitler la reivindicación <strong>de</strong> las glorias <strong>de</strong>l Sacro Imperio <strong>de</strong>Carlomagno y <strong>de</strong> la Alemania unificada <strong>de</strong> Guillermo I, mediante el establecimiento <strong>de</strong> unIII Reich que las reactualizaba en clave épica. Carl Schmitt y Martin Hei<strong>de</strong>gger pensarony vivieron en épocas tumultuosas don<strong>de</strong> el proyecto iniciado en el siglo XVIII por losphilosophes comenzaba a trastabillar y fueron activos partícipes <strong>de</strong> un proyecto filosóficopolíticotan ambicioso como temerario, tan arriesgado como vejatorio.Es manifiesto que el compromiso político <strong>de</strong> un autor es un hecho <strong>de</strong> no pocarelevancia al momento <strong>de</strong> la exégesis <strong>de</strong> una obra o la hermenéutica <strong>de</strong> un pensamiento.Sin embargo, también es cierto que los avatares biográficos <strong>de</strong> un pensador no sei<strong>de</strong>ntifican sin más, sino tras un cúmulo espeso <strong>de</strong> mediaciones, con las implicanciaspolíticas <strong>de</strong> sus escritos. Creemos que es necesario recordar el compromiso personal eintelectual <strong>de</strong> los autores con el movimiento nacionalsocialista, si bien ambos tienentiempos y alcances específicos, pero no aceptamos que la complejidad y riqueza <strong>de</strong> suspensamientos pueda ser reducida sin más a su engagement por más políticamente fallidoque nos parezca (y expresamente nos lo parece). Aun así, la justa con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> índole moralpoco hace para elucidar los problemas estrictamente políticos y filosóficos que<strong>de</strong>sembocaron en el nacionalsocialismo, como tampoco colabora la sobreactuaciónhumanitaria a la hora <strong>de</strong> neutralizar las embestidas racistas <strong>de</strong> Häi<strong>de</strong>r, sino más bien, porel contrario, tal vez no hacen más que reafirmar la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l FPÖ al agenciarle talaglutinación <strong>de</strong> (necesarias pero no suficientes) consternadas oposiciones 1 . No es<strong>de</strong>scabellado afirmar que si Lukacs es a Hei<strong>de</strong>gger lo que Kelsen a Schmitt, también escierto que Hei<strong>de</strong>gger es a Krieck lo que Schmitt a Rosenberg 2 .El objetivo <strong>de</strong> este trabajo consiste en hacer dialogar dos pensamientos a la luz <strong>de</strong>las importantes afinida<strong>de</strong>s electivas que presentan sus obras e intentar ir más allá <strong>de</strong> las1 Si bien no es el objetivo <strong>de</strong>l presente trabajo, sí nos parece pertinente apuntar que Slavoj Zizek está en locierto cuando, frente a la pregunta ¿por qué nos encanta odiar tanto a Häi<strong>de</strong>r?, encuentra un esbozo <strong>de</strong>respuesta en la escasa diferencia i<strong>de</strong>ológica que separa a la social<strong>de</strong>mocracia europea actualmente en elpo<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los planes aplicados en el gobierno por los partidos liberales y conservadores. Así, Häi<strong>de</strong>r, a<strong>de</strong>más<strong>de</strong> representar al más obsceno espíritu <strong>de</strong> horda, pue<strong>de</strong> ser leído como el fenómeno político que justifica laexistencia –por oposición- <strong>de</strong> una <strong>de</strong>valuada centro-izquierda europea que halla en el nacionalismo racista elúnico elemento <strong>de</strong>l que claramente se diferencia pasando este a justificar, cual consuelo metafísico, la<strong>de</strong>valuada i<strong>de</strong>ntidad progresista <strong>de</strong> aquella. Al efecto ver: Zizek, Slavoj, “¿Por qué nos encanta odiar tanto aHäi<strong>de</strong>r?” , New left review, Madrid, Nº 3, 2001.2 La diferencia entre Alfred Rosenberg y Carl Schmitt es patente al consi<strong>de</strong>rar que el primero fue el creador<strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> Lebensraum o espacio vital, que justificaba los anhelos expansionistas <strong>de</strong> Alemania <strong>de</strong>s<strong>de</strong>una perspectiva biologista y racial y Schmitt, en cambio, acuñó el concepto <strong>de</strong> Grossraum o gran espacio alque consi<strong>de</strong>raba coherente con el <strong>de</strong>recho internacional y equivalente a la norteamericana doctrina Monroe.Aun así, las gradaciones a este nivel <strong>de</strong> compromiso político no pue<strong>de</strong>n significar <strong>de</strong>masiado; sirva como“prueba” <strong>de</strong>l matiz entre ambos autores el hecho <strong>de</strong> que Rosenberg fue con<strong>de</strong>nado a muerte en los juicios <strong>de</strong>Nüremberg y Schmitt resultó absuelto.2


apuntadas comúnmente por los estudiosos: un mismo Zeitgeist y la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong> la“revolución conservadora” 3 . En <strong>de</strong>terminadas cuestiones la relación aparecerá por lacoinci<strong>de</strong>ncia, en otras por la oposición, en vista <strong>de</strong> que también la différence <strong>de</strong> algúnmodo los emparenta. Los puntos <strong>de</strong> contacto que <strong>de</strong>sarrollaremos serán los siguientes:1.- El filósofo <strong>de</strong> Messkirch y el jurista <strong>de</strong> Plettenberg mantuvieron posiciones claramenteenfrentadas en relación con el romanticismo alemán. Criticado duramente por Schmitt<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus primeros escritos, el romanticismo alemán es re-visitado por Hei<strong>de</strong>ggermediante la evocación <strong>de</strong> la poesía <strong>de</strong> Höl<strong>de</strong>rlin. Asimismo, Hei<strong>de</strong>gger da estaturafilosófica a un “estado <strong>de</strong> ánimo” como la angustia, acercándose nuevamente a laestremecida concepción <strong>de</strong> la interioridad propia <strong>de</strong>l romanticismo. También Trakl y lapintura <strong>de</strong> Van Gogh, ambos al interior <strong>de</strong> la matriz expresionista, son motivos quesuscitaron el interés <strong>de</strong>l autor <strong>de</strong> Sein und Zeit. Si bien el romanticismo, el expresionismoy el existencialismo presentan peculiarida<strong>de</strong>s insoslayables, a ojos <strong>de</strong> la romanidadschmittiana aparecen al interior <strong>de</strong> una matriz común.2.- Sendos autores <strong>de</strong>spliegan su reflexión sobre el campo semántico <strong>de</strong> la excepción y lanormalidad, por oposición al universo liberal <strong>de</strong> la discusión racional, la lógica <strong>de</strong>largumento y el contraargumento y el intercambio conmutativo <strong>de</strong> valores. El concepto <strong>de</strong>resolución (Entschlossenheit) es utilizado por Hei<strong>de</strong>gger para calificar el acto por el cualel Dasein se aleja <strong>de</strong>l imperio <strong>de</strong>l se y el uno; Carl Schmitt por su parte, formula sucélebre <strong>de</strong>cisionismo sobre la base <strong>de</strong> una situación <strong>de</strong> excepción que pone en jaque alor<strong>de</strong>n político-institucional vigente y que requiere <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión (Entscheidung) quesuture el or<strong>de</strong>n amenazado por la inminente irrupción <strong>de</strong>l caos.I.- El romanticismo como amigo o enemigoEn principio, cabe hacer una distinción para evitar una i<strong>de</strong>ntificación apresuradaentre dos pensamientos cuyas afinida<strong>de</strong>s distan <strong>de</strong> ser inmediatas u obvias. GabrielNegretto 4 ha sido claro al prevenirnos sobre una forzada lectura hei<strong>de</strong>ggeriana <strong>de</strong> Schmitto una empeñosa hermenéutica schmittiana <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger. En este sentido, la preocupacióncentral <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Carl Schmitt resi<strong>de</strong> en aquello que, un poco esquemáticamente,pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>nominarse lo político-estatal, abarcando con igual <strong>de</strong>streza la ciencia jurídica, lafilosofía política y rebasándose incluso hacia la crítica literaria. Más allá <strong>de</strong> susexcursiones extra-disciplinarias producto <strong>de</strong> una vasta erudición, sus textos clave tienencomo objetivo dar cuenta <strong>de</strong> lo político (das Politische) como actividad específica,separada <strong>de</strong> la estética, la economía y la moral. Para Schmitt, lo político se encuentraconformado por conceptos teológicos secularizados y para dar cuenta <strong>de</strong> ellos inauguróesa peculiar clave <strong>de</strong> lectura a la que en 1923 <strong>de</strong>nominó teología política. Un poco mástar<strong>de</strong>, en 1927, intentó dotar a lo político <strong>de</strong> una gramática propia construyendo la célebredíada amigo-enemigo (Freund-Feind). Así, la estatalidad y la politicidad son el eje <strong>de</strong> supensamiento y la preocupación que vertebra su obra.3 Al efecto ver el ya clásico: Herf, Jeffrey, El mo<strong>de</strong>rnismo reaccionario. Tecnología, cultura y política enWeimar y el Tercer Reich, México, FCE, 1993.4 Negretto, Gabriel, “El concepto <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisionismo en Carl Schmitt. El po<strong>de</strong>r negativo <strong>de</strong> la excepción” enrevista <strong>Sociedad</strong>, Buenos Aires, Nro. 4, 1994, pp. 63-84.3


Para el jurista <strong>de</strong> Plettenberg, el romanticismo no <strong>de</strong>bería ser leído como unacompleja impugnación <strong>de</strong>l cándido optimismo ilustrado y su filosofía <strong>de</strong> la historia<strong>de</strong>rivada basada en las nociones <strong>de</strong> progreso material y moral ilimitado. Moralhumanitaria ilustrada y esteticismo romántico son dos rostros <strong>de</strong> un mismo Jano: lamo<strong>de</strong>rnidad extraviada en la centralidad <strong>de</strong>l individuo; lo apolíneo y dionisíaco comocaras <strong>de</strong> una misma moneda acuñada por el paganismo griego. Al humanismo <strong>de</strong> la razón,el romanticismo alemán agregará una metafísica psicologista <strong>de</strong> la interioridad, el celo <strong>de</strong>lautoescudriñamiento continuo y la actitud esteticista <strong>de</strong> la conversación eterna. ParaSchmitt, el romántico halla en cada suceso mundano la ocasión para reafirmar susubjetividad hipersensible y gozosa; todo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las penas <strong>de</strong> un amor <strong>de</strong>sdichado a laprofundidad <strong>de</strong> una noche estival son la occasio para la contemplación, motivo para elverso o inspiración para la expresión creativa. Al <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> Novalis:Tonos, estados <strong>de</strong> ánimo –el frío estimula la separación <strong>de</strong> los pensamientos<strong>de</strong>lmismo modo que la tormenta la pasión – y ten<strong>de</strong>ncia a la inclinación,viento interior- agua y luz interiores. [...] Con la poesía –que, por así <strong>de</strong>cirlo,únicamente es el instrumento mecánico para ello- se buscan estados <strong>de</strong> ánimointeriores y sacar a la luz pinturas y visiones- quizá también danzasespirituales etc. (cursiva en el original) 6También Schmitt tiene en mente al movimiento romántico como una inclinacióncercana al protestantismo, conciente <strong>de</strong> lo que para Fre<strong>de</strong>ric Schleiermacher significabauna religión basada en la vivencia y la experiencia interior <strong>de</strong> la religiosidad 7 .De todos modos, el antirromanticismo <strong>de</strong> Schmitt se vuelve más asequible si secompren<strong>de</strong> su reivindicación <strong>de</strong> la peculiar forma <strong>de</strong> racionalidad que surge <strong>de</strong> la filiaciónentre catolicismo y tradición romana. La impronta <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong> Roma se hace patenteen Römisher Katolizismus und Politische Form 8 , la respuesta <strong>de</strong> un católico a La éticaprotestante y el espíritu <strong>de</strong>l capitalismo 9 , don<strong>de</strong> se dilucida la particular forma política quesurge <strong>de</strong>l pensamiento católico. Allí Schmitt logra armonizar, en una operación harto6 Novalis (Friedrich von Har<strong>de</strong>nberg), “Fragmentos y estudios II” en Javier Arnaldo (ed.), Fragmentos parauna teoría romántica <strong>de</strong>l arte, Madrid, Tecnos, 1994, p 115.7 Más allá <strong>de</strong> la polémica en <strong>de</strong>rredor <strong>de</strong>l supuesto subjetivismo o spinozismo <strong>de</strong> Schleiermacher citamos unpárrafo que contrasta fuertemente con la romanidad schmittiana: “Tales individuos [héroes, legisladores,inventores] se acreditan, mediante su mera existencia, como enviados <strong>de</strong> Dios y como mediadores entre elhombre limitado y la humanidad infinita. [...] Si a alguien que se mueve en esta senda Dios le conce<strong>de</strong>también, junto con su impulso <strong>de</strong> expansión y <strong>de</strong> compenetración, aquella sensibilidad mística y creadora[...] Un tal individuo es un verda<strong>de</strong>ro sacerdote <strong>de</strong>l Altísimo [...] él les presenta lo Celestial y lo Eterno comoun objeto <strong>de</strong> goce y unión...” (la cursiva es nuestra). Al efecto ver: Schleiermacher, Friedrich, Sobre lareligión, Madrid, Tecnos, 1990, pp 9-10.Esta mediación individual entre lo divino y lo terreno aparecerá también en Hei<strong>de</strong>gger pero encarnada en elpoeta, aunque la mediación entablada por el poeta que “permanece en lo abierto” y a la “escucha que recibe”preten<strong>de</strong> problemáticamente re-<strong>de</strong>scribir el marcado antropocentrismo romántico.8 Schmitt, Carl, Catolicismo y forma política, Madrid, Tecnos, 2000.9 La lúcida proposición <strong>de</strong> esta lectura cruzada <strong>de</strong> Weber y Schmitt pertenece a Catherine Colliot-Thélène.Al efecto ver: Colliot-Thélène, Catherine, “Carl Schmitt versus Max Weber: Juridical Rationality andEconomic Rationality” en Mouffe, Chantal (editor), The Challenge of Carl Schmitt, London, Verso, 1999,pp 138-154.5


Si bien es cierto que el jurista <strong>de</strong> Plettenberg no se pronunció directamente sobre elpensamiento <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger y tampoco el filósofo <strong>de</strong> Messkirch hizo otro tanto, esconocido que ambos mantuvieron una cordial correspon<strong>de</strong>ncia durante años. Para terciarentre los profesores alemanes recurriremos a un temprano admirador <strong>de</strong>l pensamientoschmittiano: Norberto Bobbio. El filósofo y politólogo italiano publicó, en el año en 1944,un elocuente ensayo acerca <strong>de</strong>l existencialismo que, a nuestro enten<strong>de</strong>r, compendia lascríticas que Schmitt hubiera hecho a este movimiento y que pue<strong>de</strong>n hallarse esbozadas alo largo <strong>de</strong> su producción:El existencialismo lleva a la exasperación el motivo romántico <strong>de</strong> lapersonalidad humana, como centro, como individualidad originaria, comosingularidad heroica y solitaria; esta exasperación se hace patente a través <strong>de</strong>la disolución <strong>de</strong>l titanismo romántico en la refinada y atormentada búsqueda<strong>de</strong>l ‘singular’, que se lleva a cabo en forma <strong>de</strong> revelación y <strong>de</strong> confesióníntima... 14O bien, en otro fragmento incisivo:El existencialista es el romántico sin ilusiones; es el romántico <strong>de</strong>silusionado:es <strong>de</strong>cir, el <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte. 15Que Norberto Bobbio provenga <strong>de</strong>l socialismo liberal no impi<strong>de</strong> que, frente a lacuestión <strong>de</strong> la filosofía <strong>de</strong> la existencia, pueda oficiar <strong>de</strong> vocero <strong>de</strong>l jurista alemán. Estetipo <strong>de</strong> afinida<strong>de</strong>s electivas entre partidarios <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ologías enfrentadas también ocurreentre Schmitt y Benjamin. Las observaciones <strong>de</strong>l pensador <strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong> Frankfurtacerca <strong>de</strong>l flâneur bau<strong>de</strong>leriano 16 como íntimamente relacionado con la forma mercancía(por su complejo juego <strong>de</strong> aparición y ocultamiento y <strong>de</strong> alerta <strong>de</strong>spreocupación)constituiría para Schmitt el tipo <strong>de</strong> subjetividad <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte producida por el economicismo<strong>de</strong>l siglo XIX. Flâneur es igual a mercancía porque los románticos ya habían allanado elcamino creando un hombre parcelable en sus inclinaciones y apetitos, refinándolo en sucalidad <strong>de</strong> consumidor experto o suntuario y cincelando sus instrumentos <strong>de</strong> voyeur. QueBenjamin diferenciara al romántico <strong>de</strong>l flâneur no es casual dado el inmanentismo <strong>de</strong> sufilosofía, para Schmitt en cambio, “No se trata aquí <strong>de</strong> romántica o heroica literatura <strong>de</strong>prisión, ni <strong>de</strong> quejas o inundaciones retóricas <strong>de</strong>l estilo <strong>de</strong> Mieri Prisioni <strong>de</strong> Silvio Pellico,ni <strong>de</strong> confesiones lírico subjetivas como Mes Prisons <strong>de</strong> Paul Verlaine, ni mucho menos<strong>de</strong> la Balada <strong>de</strong> la mazmorra <strong>de</strong> Reading <strong>de</strong> Oscar Wil<strong>de</strong>”, el jurista no <strong>de</strong>sea caer en el“histrionismo” <strong>de</strong>l siglo XIX <strong>de</strong>l que su admirado Tocqueville salió in<strong>de</strong>mne. 17 Des<strong>de</strong> elpunto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> las sucesivas <strong>de</strong>spolitizacioens, para Schmitt el siglo XIX es el <strong>de</strong> laneutralización y centralidad <strong>de</strong>l ámbito económico y su epílogo el auge <strong>de</strong>l positivismojurídico, esto recorta a Verlaine y Wil<strong>de</strong>, a Bau<strong>de</strong>laire y Stirner, a Marx y Bakunin en elmismo campo <strong>de</strong> fuerzas post 1848 “<strong>de</strong> impulsos teogónicos y cosmológicos [...] que hoyhace explosión” 18 . A partir <strong>de</strong> Thomas Hobbes, el antropocentrismo en sus diversas14 Bobbio, Norberto, El existencialismo, México, FCE, 1994, p 34.15 Bobbio, Norberto, op. cit., 89.16 Benjamin, Walter, “El flâneur” en Poesía y capitalismo. Iluminaciones II, Madrid, Taurus, 1999,17 Schmitt, Carl, Ex captivitate salus, p 29.18 Schmitt, Carl, op. cit., p 77.7


formas ha producido los impulsos moral-humanitarios, romántico-estetizantes, poético<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ntes,anarco-socialistas y existencial-<strong>de</strong>sesperados.El hombre existencialista es la conciencia infeliz que, al mismo tiempoque ha perdido a su Dios , sabe que es inútil buscarlo. Y la concienciainfeliz se transforma en conciencia turbada: la melancolía –sentimientoaún vago e in<strong>de</strong>finido <strong>de</strong> <strong>de</strong>solación frente a la vanidad <strong>de</strong>l ser: “acaso nohaya nada”- se transforma en la angustia, que nos pone irresisitiblemente,sin posibilidad <strong>de</strong> evasión frente a frente con la nada... 19 (la cursiva esnuestra)En términos <strong>de</strong> Schmitt:Un jurista que se ha educado a sí mismo y a otros muchos para laobjetividad evita narcisismos psicológicos. Los odiosos ejemplos <strong>de</strong> Jean-Jacques Rousseau y <strong>de</strong>l pobre August Strindberg me han quitado lainclinación a <strong>de</strong>claraciones y confesiones literarias. 20¿Pero pue<strong>de</strong> la historia (el tiempo) pasar tan a la zaga <strong>de</strong> lo político canibalizándolomediante estos arrojos superhumanistas 21 ? ¿Hasta qué punto Schmitt pue<strong>de</strong> sostener en elsiglo XX la superioridad formal <strong>de</strong> la Iglesia Católica si no mediante la hobbesiana subvaloración(teórica y fáctica) <strong>de</strong>l sujeto mo<strong>de</strong>rno dando lugar a las obvias justificaciones enfavor <strong>de</strong> aplicar dolor 22 a otros para mantener el or<strong>de</strong>n?Si el existencialismo es un romanticismo <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>nte ya en éste <strong>de</strong>berían aparecer loselementos que configuran la angustia que refiere Bobbio. Y es cierto que ella pue<strong>de</strong>hallarse en Karl Phillip Moritz, paradigma <strong>de</strong>l autoescrudriñamiento y fundador <strong>de</strong> laRevista para la ciencia experimental <strong>de</strong>l alma. En consonancia con la angustia romántica,Hei<strong>de</strong>gger otorga a este peculiar “estado <strong>de</strong>l ánimo” magnitu<strong>de</strong>s filosóficas en su texto <strong>de</strong>1929 Was ist Metaphysic?. Allí Hei<strong>de</strong>gger <strong>de</strong>posita en la angustia la posibilidad <strong>de</strong>revelarnos la nada –mediante la sensación <strong>de</strong> anonadamiento- y con ello la manera <strong>de</strong>concebir a los entes como sosteniéndose en ella y surgiendo <strong>de</strong> ella. La nada <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser locontrario al ente, como en la dogmática cristiana, para ser motivo <strong>de</strong> la interrogaciónallen<strong>de</strong> el ente y el horizonte en el que el ente aparece como tal. Así, la angustia produce19 Bobbio, Norberto, El existencialismo, p 89.-20 Schmitt, Carl, Ex captivitate salus, p 71.La referencia a August Strindberg no es casual puesto que se trata <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los pioneros, junto a FrankWe<strong>de</strong>kind, <strong>de</strong>l teatro expresionista, don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>n hallarse agudas críticas al mundo <strong>de</strong> los adultos frente a lainocencia infantil, un predominio <strong>de</strong> lo onírico y macabro y la intención manifiesta <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir la nociónintuitiva <strong>de</strong> lo verosímil.21 Superhumanismo es un concepto <strong>de</strong> Giorgio Locchi utilizado por Horacio Cagni para calificar alhumanismo germano luego <strong>de</strong> Wagner y Nietzsche. Al efecto ver: Cagni, Horacio, “Ausencia <strong>de</strong> Dios yvitalismo trágico en el fascismo” en Sociológica. Revista argentina <strong>de</strong> Ciencias Sociales, Buenos Aires,Nro. 11/12, 1992/93, (separata).22 La noción <strong>de</strong> dolor <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse aquí en términos estrictamente utilitaristas. Sin embargo, la apelaciónal dolor o cualquier <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la vida humana en términos liberal-individuales parece recaer en losingenuos planteos moral-humanitarios que Schmitt combate con proverbial agu<strong>de</strong>za. Dejamos abierta estapregunta porque exce<strong>de</strong> los lineamientos <strong>de</strong> este trabajo pero la formulamos porque nos parece unainterrogación necesaria y susceptible <strong>de</strong> ser elucidada en profundidad.8


una apertura hacia la nihilidad y relaciona directamente al hombre con la noción <strong>de</strong>fundamento o Grund que no es otra cosa que aquello que da sentido a los entes. Elfundacionalismo <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger se recortará sobre la nihilidad accesible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la angustia ylo no fundado que funda vehiculizado por el Dasein o, más tardíamente, por la obra <strong>de</strong>arte.II.- El pathos <strong>de</strong> la normalidad y la excepciónII. 1.- Hei<strong>de</strong>gger entre la banalidad y la excepciónEl pensamiento <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger ha provisto material para un sinnúmero <strong>de</strong> exégesis,no todas ellas felices, facilitadas tal vez por la excesiva retoricidad <strong>de</strong> su pensamiento.Para no colaborar con una extendida vulgata establecemos cuál es la lectura <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>ggerque nos parece acertada.Nuestra lectura <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger coinci<strong>de</strong> con aquella que impugna, al mismo tiempo,otras dos lecturas factibles:a) la que caracteriza a la cuestión <strong>de</strong>l ser como una pregunta metafísica –en el sentidoque la palabra metafísica adquiere para Carnap- esto es, como pregunta carente <strong>de</strong>sentido en términos <strong>de</strong> formalización en un enunciado protocolar verificable o falsablecon la realidad. En términos estrictos: una proposición formulada en el modo material(no formal) <strong>de</strong>l habla.b) la que inscribe al pensamiento <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger al interior <strong>de</strong> la tradición cristiana quesostiene una noción fuerte <strong>de</strong> ser, sea como presencia plena <strong>de</strong>splegada o comoprobable nuevo advenimiento que termine con el proceso <strong>de</strong> secularización o kenosis(disminución o <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong> las estructuras fuertes <strong>de</strong>l ser).Sostendremos aquí que el pensador <strong>de</strong> Messkirch intentará reformular la tradiciónfilosófica occi<strong>de</strong>ntal en su totalidad al reivindicar a la filosofía pre-socrática como elprimer pensamiento <strong>de</strong>l ser anterior al extravío <strong>de</strong>l pensar en la tradición metafísica. Apartir <strong>de</strong> Sócrates entonces, y como ya lo <strong>de</strong>clarara Nietzsche en El Nacimiento <strong>de</strong> laTragedia, la apuesta filosófica <strong>de</strong> occi<strong>de</strong>nte estuvo signada por la preocupación óntica –noontológica- siendo el neopositivismo contemporáneo a Hei<strong>de</strong>gger la consumación <strong>de</strong> unpensar lógico y matematizante atiborrado <strong>de</strong> objetos <strong>de</strong> cuya existencia no pue<strong>de</strong> darcuenta acabadamente. Por en<strong>de</strong>, la radicalidad <strong>de</strong> la pregunta que inaugura a Sein und Zeitno <strong>de</strong>bería ser escamoteada. Mediante la pregunta que interroga por el ser, el pensadoralemán intenta indagar en un pensar originario que no se agote en el ente y que puedaotorgar sentido a la pregunta: ¿por qué hay ente y no más bien la nada? Si en Sein und Zeitel tiempo es ontologizado y convertido en el horizonte <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong> un Dasein que espuro proyecto 23 , la problemática será luego <strong>de</strong>splazada a la relación entre nada y ser y lanoción <strong>de</strong> Grund aparecerá como el punto arquimédico “puesto” por el Dasein a partir <strong>de</strong>lcual se acce<strong>de</strong> a las cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l ente. Pero ese poner el hombre el fundamento implicaque el pensar basado en él es también ya siempre un no pensar, un no pensar acerca <strong>de</strong>l23 Existe polémica sobre este punto. Quienes preten<strong>de</strong>n fortalecer el vínculo entre el primer Hei<strong>de</strong>gger y lafenomenología <strong>de</strong> Husserl no acordarían en este ontologización <strong>de</strong>l tiempo. Quienes leen a Hei<strong>de</strong>gger enclave posmo<strong>de</strong>rna (como Gianni Vattimo) se apresuran a festejar esa temporalización radical.9


fundamento que actúa como condición <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong> lo pensado. En términos <strong>de</strong> lamo<strong>de</strong>rnidad clásica se trata <strong>de</strong> una postura nihilista –en tanto todo fundamento o Grundtiene el mismo status cognoscitivo o bien una relación equivalente frente a la noción <strong>de</strong>verdad, que entonces se “<strong>de</strong>bilita”- o, en términos contemporáneos, se trata <strong>de</strong> unaposición antiesencialista.Sin embargo, Hei<strong>de</strong>gger luego retraerá esta noción fuerte <strong>de</strong> fundamento en la célebreCarta sobre el Humanismo, conciente <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s neofundacionalistas <strong>de</strong> suconcepción anterior y procurando separarse <strong>de</strong>l existencialismo sartreano. Si en Von Wesen<strong>de</strong>s Grun<strong>de</strong>s <strong>de</strong> 1929 es todavía el Dasein quien pone el Grund –esto es, quien la da un“ser” a los entes- ya en Brief über <strong>de</strong>n Humanismus <strong>de</strong> 1947 el Dasein pasa a sermeramente un “pastor <strong>de</strong>l ser” iniciándose un proceso <strong>de</strong> alejamiento <strong>de</strong> todo probablehumanismo entendido como personalismo 24 o sus formas <strong>de</strong>rivadas. Cualquier forma <strong>de</strong>personalismo constituía para Hei<strong>de</strong>gger una concepción limitada <strong>de</strong> encarar la cuestión <strong>de</strong>l“hombre” que no alcanzaba la radicalidad <strong>de</strong> un ser situado que no es ni Leben, ni animalrationale ni alma trascen<strong>de</strong>nte. Humanismo, personalismo y antropología filosófica eranvías <strong>de</strong> entrada al pensamiento que disgustaban a Hei<strong>de</strong>gger ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Sein und Zeit pero <strong>de</strong>las que parecía no haberse librado <strong>de</strong>l todo.El pathos <strong>de</strong> la normalidad y la excepción correspon<strong>de</strong>, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l corpushei<strong>de</strong>ggeriano, primordialmente a Sein und Zeit. Allí, el Dasein adviene al mundo encondición <strong>de</strong> yecto o arrojado careciendo <strong>de</strong> atributos trascen<strong>de</strong>ntales con los cual ir alencuentro <strong>de</strong> la cosa. Pero ese estar arrojado al interior <strong>de</strong> un horizonte cultural y <strong>de</strong>sentido <strong>de</strong>terminado -el hecho <strong>de</strong> ser-en-el-mundo- pue<strong>de</strong> llevar a que el Dasein no lleguea ser propiamente sí mismo si no consigue historizar su condición <strong>de</strong>bidamente. Esto es,pue<strong>de</strong> quedar preso en la inautenticidad <strong>de</strong> la tradición en la que se halla inmerso si no “esrelativamente a la muerte”. La confrontación con la propia muerte adquiere relevanciaporque la “...muerte es, en la medida en que ‘es’ esencialmente en cada caso la mía” 25 ; sucarácter <strong>de</strong> suceso intransferible finitiza al Dasein quien está entonces en condiciones <strong>de</strong>elegir o <strong>de</strong>cidir ser propiamente sí mismo entre diversas opciones factibles, saliendo <strong>de</strong>limperio <strong>de</strong>l “se” y el “uno”: “Disfrutamos y gozamos como se goza; leemos, vemos yjuzgamos <strong>de</strong> literatura y arte como se ve y juzga; incluso nos apartamos <strong>de</strong>l ‘montón’como se apartan <strong>de</strong> él, encontramos ‘sublevante’ lo que se encuentra sublevante. El ‘uno’,que no es nadie <strong>de</strong>terminado y que son todos, si bien no como suma, prescribe la forma <strong>de</strong>ser <strong>de</strong> la cotidianidad” 26 . Si el Dasein no resuelve o <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> <strong>de</strong> manera anticipatoria a lamuerte, el “uno” (que es lo mismo que todos y que nadie) <strong>de</strong>cidirá por él.Esta <strong>de</strong>valuada visión hei<strong>de</strong>ggeriana sobre lo público recuerda a las prevenciones<strong>de</strong> Tocqueville –el historiador admirado por Schmitt- al momento <strong>de</strong> evaluar la <strong>de</strong>mocracianorteamericana. La sociedad <strong>de</strong>mocrática carece <strong>de</strong> jerarquías <strong>de</strong> todo tipo y pue<strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ra la uniformización <strong>de</strong> las conciencias anulando la libertad <strong>de</strong> gusto y <strong>de</strong> sentimientos. Enlos elocuentes términos <strong>de</strong> Tocqueville:24 Hei<strong>de</strong>gger, Martin, El ser y el tiempo, México, FCE, 1992, p. 59.25 Hei<strong>de</strong>gger, Martin, op.cit., p. 262.26 Hei<strong>de</strong>gger, Martín, El ser y el tiempo, p 143.10


Je promène mes regards sur cette foule innombrable composé d’êtrespareils, où rien ne s’élève ni ne s’abaisse. Le spectacle <strong>de</strong> cetteuniformité universelle m’attriste et me glace, et je suis tenté <strong>de</strong>regretter la société qui n’est plus. 27La noción <strong>de</strong> autenticidad en Sein und Zeit adquiere aires aristocratizantes en tantosemeja la instauración <strong>de</strong> una nueva jerarquía basada en la capacidad anticipatoria y laposibilidad <strong>de</strong> darse un proyecto propio. Aristocracia <strong>de</strong>l espíritu pero jerarquía al fin, porlo que mucho <strong>de</strong>be esta caracterización hei<strong>de</strong>ggeriana a la influencia nietzschiana <strong>de</strong>lübermensch o superhombre autónomo y legislador quien no acepta meramente lo dado eintenta hacer <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> su vida lo que le dictan sus convicciones y valores. No escasual que Schmitt no gustara <strong>de</strong>l histrionismo <strong>de</strong>l siglo XIX si las voces hiperbólicasaclamaban al superhombre como opuesto al hombre <strong>de</strong> la multitud, la complexioopositorum romana <strong>de</strong>sconfiaba <strong>de</strong>l hombre, abrazaba la forma –como claramente seaprecia en Donoso Cortés- y no aceptaba una oposición semejante: ambas eranantropocéntricas.Así, la normalidad y la excepción aparecen en Hei<strong>de</strong>gger como banalidad yautenticidad. Lo banal e inauténtico pertenece al ámbito <strong>de</strong> lo público que <strong>de</strong>scribeTocqueville, Hei<strong>de</strong>gger toma en serio el problema <strong>de</strong> la uniformidad <strong>de</strong>l carácter en lasociedad <strong>de</strong>mocrática don<strong>de</strong>, a su juicio, reinan las habladurías y el ansia <strong>de</strong> noveda<strong>de</strong>s. Unindividuo resuelto no realiza propiamente su sí mismo en el mero estar-con-otros sinoluego <strong>de</strong> haberse finitizado frente a la muerte, proceso en el cual está sólo y en lucha contrala fuerza <strong>de</strong> lo impersonal y multitudinario que tien<strong>de</strong> a retenerlo en lo inauténtico. Frentea la resolución anticipatoria <strong>de</strong> la muerte, los otros son un estorbo que bloquea sin quererlocon la sola fuerza <strong>de</strong> su propia inercia. Esta resolución es fundacional porque <strong>de</strong>fine elproyecto en el cual el Dasein se dará a sí mismo, esto es, <strong>de</strong>fine el horizonte <strong>de</strong>posibilida<strong>de</strong>s propias y queridas por el Dasein.El fundacionalismo en Hei<strong>de</strong>gger vuelve a aparecer en 1929 en Von Wesen <strong>de</strong>sGrun<strong>de</strong>s cuando el pensador <strong>de</strong> Messkich discute la noción <strong>de</strong> fundamento que ya hemoscomentado. En sus términos: “ ‘El Dasein trascien<strong>de</strong>’ significa que en la esencia <strong>de</strong> su seres lo que configura el mundo...” 28 (cursiva en el original). En este texto el Dasein apareceentonces en su condición <strong>de</strong> legislador y dador <strong>de</strong> sentido. Ya en 1936, Hei<strong>de</strong>gger dicta sucurso Der ursprung <strong>de</strong>s Kuntswerkes don<strong>de</strong> reaparecen los aires fundacionalistas pero estavez vehiculizados por la obra <strong>de</strong> arte. En este texto la obra <strong>de</strong> arte se constituye comoaquello no fundado que funda, abriendo un mundo <strong>de</strong> significaciones que no pue<strong>de</strong> serreducido a ninguno <strong>de</strong> los componentes materiales que forman la obra (el óleo y el lienzoen pintura) ni al universo <strong>de</strong> la utilizabilidad en el que el Dasein ya siempre se halla27 “Paseo mi mirada sobre esa muchedumbre innumerable, compuesta <strong>de</strong> seres semejantes, en la que nada seeleva ni se rebaja. El espectáculo <strong>de</strong> esta uniformidad universal me entristece y me hiela, y estoy tentado <strong>de</strong>echar <strong>de</strong> menos a la sociedad que ya no existe” Tocqueville, Alexis, De la démocratie en Amérique II, Paris,Gallimard, 1986, p 453.28 Hei<strong>de</strong>gger, Martin, “De la esencia <strong>de</strong>l fundamento” en Qué es metafísica? y otros ensayos, Buenos Aires,Ediciones Fausto, 1996, p 93.11


arrojado pre-comprendiendo pragmáticamente el “sentido” <strong>de</strong> los objetos a la mano.Resulta claro que el fundacionalismo <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger post 1936, que se agota en 1947,adquiere matices esteticistas que lo separan <strong>de</strong>l fundacionalismo <strong>de</strong>cisionista schmittianoya que éste último mantiene siempre algún tipo <strong>de</strong> relación, más o menos íntima, con laforma político-institucional.II. 2.- Schmitt entre la normalidad y la excepción.Como se ha dicho, la principal preocupación <strong>de</strong> Schmitt resi<strong>de</strong> en la politicidad.Esta politicidad se mueve al interior <strong>de</strong> tres dimensiones teóricas: la metafísica hobbesianaque opone el or<strong>de</strong>n político al caos <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> naturaleza, la complexio oppositorumpropia <strong>de</strong> la iglesia católica romana y la filosofía existencial basada en la facticidad y elor<strong>de</strong>n histórico-concreto.Es curioso que el motivo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación, palabra harto significativa en lafilosofía <strong>de</strong> la existencia, sea el motivo por el cual Bodino y Hobbes se refugian en elestado. Huyendo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperación producida por las diversas concepciones acerca <strong>de</strong> laverdad que tienen lugar en las disputas teológicas, Bodino y Hobbes instalan un ámbitoneutral frente a la creencia religiosa y construyen un soberano bajo el lema Auctoritas nonveritas facit legem. En términos <strong>de</strong> Schmitt:Ellos [Bodino y Hobbes] no han ido al Estado por caprichosino por <strong>de</strong>sesperación, al ver que la intransigencia <strong>de</strong> losteólogos y sectarios atizaba siempre <strong>de</strong> nuevo la guerra civil. 29El silencio <strong>de</strong> los teólogos es la condición <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong> lo político y el monarcaejerce su soberanía <strong>de</strong> manera absoluta e ilimitada para salvaguardar el or<strong>de</strong>n que permiteal hombre salir <strong>de</strong> la animalidad. Des<strong>de</strong> la dimensión hobbesiana, la <strong>de</strong>cisión es expresión<strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> la soberanía por parte <strong>de</strong>l monarca que <strong>de</strong>be intervenir en pos <strong>de</strong>salvaguardar el or<strong>de</strong>n porque este constituye el fondo sobre el cual pue<strong>de</strong>n recortarse lasdiversas subjetivida<strong>de</strong>s individuales. Des<strong>de</strong> la dimensión católica y romana, la <strong>de</strong>cisión reactualizala forma política que es formativa <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n mundano y mediación con el or<strong>de</strong>nextramundano. Así, la <strong>de</strong>cisión es expresión <strong>de</strong> una autoridad trascen<strong>de</strong>nte pero vacía queal <strong>de</strong>cidir sutura y reactualiza la forma política que posibilita el gobierno <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong>acuerdo al dogma.Creemos que la dimensión existencial aparece en Schmitt como un correctivo <strong>de</strong>una forma política que, inspirada en la diáfana racionalidad <strong>de</strong>l catolicismo romano, fuegradualmente vaciada <strong>de</strong> contenido por la mo<strong>de</strong>rnidad. Es él mismo quien construye,todavía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su punto <strong>de</strong> observación afincado en la superioridad formal <strong>de</strong> la iglesiacatólica y gracias a su disposición mental para moverse entre gran<strong>de</strong>s cosmovisiones ymetafísicas, un relato que <strong>de</strong>scribe la historia espiritual <strong>de</strong> la Europa mo<strong>de</strong>rna. En sunarración, que pue<strong>de</strong> ser leída como un proceso <strong>de</strong> racionalización y secularización, elsiglo XVII correspon<strong>de</strong> a la metafísica hobbesiana, primer atisbo <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnidad que29 Schmitt, Carl, Ex captivitate salus, p 69.12


mezcla aún argumentos matemáticos con escolásticos; el siglo XVIII refleja el surgimiento<strong>de</strong> la moral humanitaria basada en la reflexión <strong>de</strong> los philosophes; el XIX es la centuria <strong>de</strong>la economía y el siglo XX trae consigo el predominio <strong>de</strong> la técnica en cuyo campo <strong>de</strong>fuerzas pue<strong>de</strong> situarse el normativismo jurídico <strong>de</strong> Hans Kelsen. Es por esta peculiarperiodización epocal que el pensamiento schmittiano se mantiene escéptico frente a lapostulación mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> la razón humana centrada en el individuo como configuradora ypunto arquimédico a partir <strong>de</strong>l cual explicar el mundo. El positivismo <strong>de</strong> Kelsen seinscribiría al interior <strong>de</strong> la metafísica racionalista comenzada en la Ilustración pero vaciadaya <strong>de</strong> su último hálito <strong>de</strong> autoconciencia. Así, el normativismo jurídico postula al <strong>de</strong>rechocomo una ciencia pura, neutral y avalorativa, cuyo ámbito cognoscitivo no inva<strong>de</strong> lasfronteras <strong>de</strong> la sociología, la filosofía o la historia. El gobierno <strong>de</strong> la ley constituye paraSchmitt la cara política <strong>de</strong> este afán neutralizador y escamoteador <strong>de</strong> una voluntad políticafundacional expresada por una Asamblea Constituyente.Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la estatalidad, una situación <strong>de</strong> excepción (Ausnahme)pone en jaque a la totalidad <strong>de</strong> las instituciones vigentes requiriendo <strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>lsoberano para la restauración <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n dañado o para la creación <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>namientonuevo. La metafísica hobbesiana que opone el or<strong>de</strong>n al caos da sustento a este argumento<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista teológico político. A un menor nivel <strong>de</strong> abstracción, en ladimensión <strong>de</strong> lo jurídico político, la norma es siempre excedida por una realidad cuyacomplejidad no pue<strong>de</strong> ser encorsetada en un marco legal prefijado. Asimismo, la leyrequiere <strong>de</strong> una voluntad para su formulación y aplicación, por lo que todo marco legal esuna formalización a-posteriori <strong>de</strong> una voluntad política histórico-concreta y es efectivizadomediante una voluntad que hace posible su realización. El problema <strong>de</strong>l positivismojurídico resi<strong>de</strong> en que al momento <strong>de</strong> ingresar la voluntad aparece un “quien” cuyasubjetividad exce<strong>de</strong> a los axiomas normativistas.En su texto <strong>de</strong> 1934, Über die drei Arten <strong>de</strong>s rechtwissenschaftlichen Denkens, seproduce la primera expresa reivindicación <strong>de</strong> la facticidad <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n histórico-concretoque da lugar a un <strong>de</strong>recho en situación 30 . El “quien” parece colmarse con la existencia <strong>de</strong>un pueblo espacial y temporalmente situado que elu<strong>de</strong> los dualismos clásicos entre,auctoritas y potestas, sujeto y objeto, recht y macht, dando lugar al concepto <strong>de</strong> nomos. Entérminos <strong>de</strong> la filósofa española Montserrat Herrero López:...nomos es el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> hombres en el espaciogracias al trabajo, las relaciones naturales entre ellos, la tradición y elmodo <strong>de</strong> ser natural <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong> ese pueblo en concreto. Es, portanto, expresión antropológica. [...] Or<strong>de</strong>n significa, en resumen, unamezcla <strong>de</strong> principios morales y racionales, configurados en las30 En este punto los inconvenientes filosóficos y políticos <strong>de</strong> un excesivo situacionismo atraviesan aHei<strong>de</strong>gger y Schmitt por igual. Richard Wolin, en relación con el pensamiento hei<strong>de</strong>ggeriano, sostiene que:“Both resolve [resolución] and the call [llamada <strong>de</strong> la conciencia] are putatively bound to the ´facticalparticularity` of a specific Dasein and its ´situation`. But as a result, <strong>de</strong>cision takes on an entirely arbitrarycharacter; it becomes something particularistic and discrete, unamenable to evaluation according to moregeneral, publicly accessible standards.” Estimamos que lo mismo vale para el konkretes Ordnungs<strong>de</strong>nkenschmittiano. Al efecto ver: Wolin, Richard, The politics of being. The political thought of Martin Hei<strong>de</strong>gger,New York, Columbia University Press, 1990, p 53.13


costumbres, con sentimientos, condicionamientos <strong>de</strong>l entorno y apartir <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que el hombre no pue<strong>de</strong> vivir más que en relacióncon otros hombres. 31No es casual que el párrafo mediante el cual Schmitt introduce la noción <strong>de</strong> nomosen su libro <strong>de</strong> 1934 pertenezca a uno <strong>de</strong> los comentarios que Friedrich Höl<strong>de</strong>rlin incluyó ensu traducción <strong>de</strong> los fragmentos <strong>de</strong> Píndaro 32 . El giro <strong>de</strong> Schmitt hacia la facticidad y elor<strong>de</strong>n concreto viene <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l interlocutor romántico favorito <strong>de</strong> Martín Hei<strong>de</strong>gger,quien en 1936 dicta su primer curso sobre el poeta <strong>de</strong> Lauffen llamado Höl<strong>de</strong>rlin und dasWesen <strong>de</strong>r Dichtung. En esta fructífera intertextualidad <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> los años `30,aparecía ya <strong>de</strong>lineada una clara filiación entre la ontología existencial <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger y el<strong>de</strong>cisionismo <strong>de</strong> Schmitt, ahora direccionado más allá <strong>de</strong>l catolicismo y hacia lafundamentación <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n histórico-concreto. Karl Löwith, discípulo no complaciente <strong>de</strong>Martin Hei<strong>de</strong>gger, captó con inusual certeza esta conexión entre los dos pensadores en suensayo <strong>de</strong> 1935 Politischer Dezisionimsus:Schmitt convierte la agudización extrema <strong>de</strong> la situación política [...]en base <strong>de</strong> su concepto <strong>de</strong>l ser político y lo hace en la línea <strong>de</strong> laontología existencial <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger, según la cual la “situaciónfundamental” <strong>de</strong>l estar humano resi<strong>de</strong> también en el hecho “<strong>de</strong> que es”y “ha <strong>de</strong> ser para”, aunque nadie sepa para qué. Este mero hecho <strong>de</strong>ser y, por tanto, <strong>de</strong> “no no-ser” o el simple hecho <strong>de</strong> que exista unaunidad política son consi<strong>de</strong>rados [...] lo verda<strong>de</strong>ramente fundante, porsu totalidad y radicalidad; en comparación, cualquier “ser qué” resultaindiferente. 33Como refiere Löwith, la irreductible facticidad <strong>de</strong> ser y por en<strong>de</strong> <strong>de</strong> no no-ser,aparecen en Hei<strong>de</strong>gger y Schmitt como un hecho fundante y condición <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong>una <strong>de</strong>cisión en pos <strong>de</strong> la autenticidad y <strong>de</strong> la reactualización <strong>de</strong>l nomos. El pathos <strong>de</strong> lanormalidad y la excepción sumado al fundacionalismo tendrán entonces consecuencias anivel <strong>de</strong>l Dasein y <strong>de</strong>l Volk y ambos autores habitarán un campo semántico que permea loindividual y lo político con una radicalidad común pero también con una misma forma. La<strong>de</strong>cisión no fundada que funda se halla ahora anclada en un or<strong>de</strong>n concreto, pero estafacticidad pue<strong>de</strong> ser infinitamente variable, tanto como pue<strong>de</strong>n serlo las diversas “tomas <strong>de</strong>la tierra” que existen en el mundo. Así, lo histórico-concreto se vuelve un existenciario sincontenido sustancial, muy similar a la hei<strong>de</strong>ggeriana <strong>de</strong>cisión anticipatoria <strong>de</strong> la muerteque tien<strong>de</strong> a la autenticidad.31 Herrero López, Montserrat, El nomos y lo político: la filosofía política <strong>de</strong> Carl Schmitt, Navarra, EUNSA,1997, pp 164-165.32 El párrafo <strong>de</strong> Hól<strong>de</strong>rlin citado por Schmitt es el siguiente: “ El nomos, la ley, es aquí la medida en tantoque es la figura según la cual el hombre se encuentra a sí mismo y a Dios, a la iglesia y al or<strong>de</strong>n estatal y losviejos preceptos heredados que, <strong>de</strong> modo más estricto que el arte, conservan las relaciones vitales, en las quecon el tiempo un pueblo se ha encontrado y se encuentra a sí mismo”. Al efecto ver: Schmitt, Carl, Sobre lostres modos <strong>de</strong> pensar la ciencia jurídica. Estudio preliminar, traducción y notas <strong>de</strong> Montserrat Herrero,Madrid, Tecnos, 1996, p 17.33 Löwith, Karl, “Decisionismo político” en El hombre en el centro <strong>de</strong> la historia. Balance filosófico <strong>de</strong>lsiglo XX, Barcelona, Her<strong>de</strong>r, 1998, p. 44.14


A contrapelo <strong>de</strong> lo que suele esgrimir la crítica, parece ser un excesivo formalismolo que hace caer a ambos autores al interior <strong>de</strong> la racionalidad instrumental propia <strong>de</strong> latécnica que ambos i<strong>de</strong>ntificaron en el Zeitgeist, pero no al interior <strong>de</strong> sus propiasreflexiones. El <strong>de</strong>cisionismo schmittiano, anclado en el or<strong>de</strong>n concreto, extrae su sentido<strong>de</strong> la facticidad <strong>de</strong>l nomos <strong>de</strong>l que surge y al que aspira a nutrir, por lo que su contenido esfundamentalmente situacional. La broma <strong>de</strong> un alumno <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger al salir <strong>de</strong> claseprueba la filiación entre ambos autores: “Estoy <strong>de</strong>cidido pero no sé a qué” 34 . LaEntschlossenheit hei<strong>de</strong>ggeriana también se disolvía en el ahí.Tal vez en los años ´30, la situación histórico-concreta se mostró dispuesta acontestar todas las preguntas, la que interrogaba por el ser, la que inquiría por el soberano,y a dar contenido sustancial a los existenciarios y formas que pronto albergaron contenidos<strong>de</strong>masiado injuriosos.3.- Reflexiones finales y recapitulaciónA modo <strong>de</strong> primer argumento, creemos que <strong>de</strong>bería ser revisada la transitadaoposición político vs. individual para calificar la preocupación central <strong>de</strong> estos pensadorespuesto que en ambos pue<strong>de</strong> hallarse un claro retorno <strong>de</strong> aquello no-pensado que pi<strong>de</strong> sulugar a modo <strong>de</strong> síntoma. En su libro Ex captivitate salus el jurista alemán se ve forzado,en su condición <strong>de</strong> recluso, al autoescrudriñamiento que tanto censuraba y a la confesiónpersonal propia <strong>de</strong> un antropocentrismo hipostasiado. De igual forma, Hei<strong>de</strong>gger notematiza explícitamente problemas <strong>de</strong> índole politica hasta el año 1933, cuando pronunciael célebre discurso <strong>de</strong>l rectorado, allí se hace evi<strong>de</strong>nte un cambio <strong>de</strong> tono y un agudoestiramiento <strong>de</strong> sus conceptos hacia el plano filosófico-político que continúa en susdiscursos como rector durante 1933 y parte <strong>de</strong> 1934.En segundo lugar, creemos que la crítica ha transitado <strong>de</strong>masiado por los tópicos<strong>de</strong> irracionalismo, i<strong>de</strong>ología volkish y autoritarismo <strong>de</strong> Fürherprinzip, al punto que se habanalizado a sí misma creyendo haber conjurado el canto <strong>de</strong> sirenas <strong>de</strong>lnacionalisocialismo por medio <strong>de</strong> la negación <strong>de</strong> la complejidad filosófica que caracterizaa estos autores. Si bien es patente que algunos <strong>de</strong> estos calificativos son propicios paracalificar ciertos pasajes <strong>de</strong> las obras <strong>de</strong> ambos autores, como la ponencia <strong>de</strong> Schmitt sobreel judaísmo en la jurispru<strong>de</strong>ncia y los discursos <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger <strong>de</strong>l período 1933-34,cuadran más sin embargo con el compromiso político personal <strong>de</strong> ambos que no con lainnegable complejidad <strong>de</strong> sus pensamientos. Hasta que no sea zanjada en términos máscabales la noción <strong>de</strong> compromiso y la compleja relación entre un autor y sus escritosoptamos por la intertextualidad y la polémica como base para la impugnación <strong>de</strong>lcontenido político <strong>de</strong> un texto, o <strong>de</strong> sus probables articulaciones políticas.Finalmente, creemos que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva hei<strong>de</strong>ggeriana el <strong>de</strong>cisionismo <strong>de</strong>Schmitt aparece como un último arrebato metafísico que intenta, mediante la voluntad <strong>de</strong>voluntad en este caso estatal, retener una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n político <strong>de</strong> inspiración católica yhobbesiana que la mo<strong>de</strong>rnidad ha socavado en sus fundamentos. También <strong>de</strong>be apuntarse34 Löwith, Karl, “Decisionismo político” , p 100.15


que Hei<strong>de</strong>gger no logra elaborar ninguna teoría política coherente, e incluso su viraje post1947 cumple con todos los requisitos <strong>de</strong> ocasionalismo e ingenuidad política que Schmitt<strong>de</strong>tectaba con agu<strong>de</strong>za en el romanticismo alemán.Conciencia pública y conciencia privada, lo estatal y lo individual, lo general y loparticular, reencontramos aquí los dualismos propios <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad transitados por dosfilósofos alemanes en tiempos <strong>de</strong> sonido y furia. Los escombros <strong>de</strong> esos dualismos llevanhoy el nombre <strong>de</strong> pos/mo<strong>de</strong>rnidad, construcción semántica que indica que los viejosdioses han muerto y que los veni<strong>de</strong>ros aún no anuncian su llegada. Ventura en la que el juspublicum Europaeum ha concluído y el poeta en lo abierto pa<strong>de</strong>ce un silencio más<strong>de</strong>sesperante que el <strong>de</strong> los teólogos.16


Excursus: Hamlet y el drama <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión.Luego <strong>de</strong> una atenta lectura <strong>de</strong> los textos schmittianos sería difícil encontrar unpersonaje en la historia <strong>de</strong> la literatura menos cercano al pensador alemán que elatormentado príncipe <strong>de</strong> Dinamarca. A primera vista, Hamlet es un compendio <strong>de</strong> lasactitu<strong>de</strong>s y tópicos que Schmitt <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ña: in<strong>de</strong>cisión 35 , <strong>de</strong>vaneos proto-románticos sobre lalocura, lo inconciente y la sinrazón 36 , autoescudriñamiento enfermo expresado enmonólogos solipsistas 37 por sólo referir algunos. Sin embargo, ¿por qué y para quéSchmitt escribe sobre Hamlet? La respuesta sólo pue<strong>de</strong> ser una: la continuación <strong>de</strong> supolémica con los románticos.Mediante su interpretación en clave epocal <strong>de</strong> la irrupción <strong>de</strong>l Zeitgeist en la obra<strong>de</strong> Shakespeare, Schmitt <strong>de</strong>splaza el foco <strong>de</strong> atención hacia “fuera <strong>de</strong>l texto” paratransformar a Hamlet en una emanación <strong>de</strong> un acontecimiento histórico paradigmático, enun producto concreto al interior <strong>de</strong> una gran historia <strong>de</strong>l espíritu europeo que comienza avacilar in<strong>de</strong>ciso entre catolicismo y protestantismo, entre Roma y Ginebra*.El discurso schmittiano se mueve entre gran<strong>de</strong>s cosas: siglos <strong>de</strong> neutralizaciónes y<strong>de</strong>spolitizaciones, el proceso <strong>de</strong> secularización <strong>de</strong> la matriz católica, la oposición mar ytierra, el nomos <strong>de</strong> un pueblo, la metafísica <strong>de</strong>l liberalismo y el marxismo, etc. Laincapacidad para lo pequeño, el <strong>de</strong>talle y lo psicológico individual es un rasgo <strong>de</strong> lapeculiar racionalidad que Schmitt <strong>de</strong>clara recibir <strong>de</strong> la tradición romana. De igual formaque el soberano <strong>de</strong> Hobbes podía disponer <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> los individuos pues ésta existíagracias al or<strong>de</strong>n impuesto por el monarca, así también Schmitt, en tanto pensador <strong>de</strong> lopolítico, se blinda contra cualquier pa<strong>de</strong>cimiento <strong>de</strong>l otro al que no <strong>de</strong>be amar ni odiarpersonalmente objetivándolo como enemigo político.Aquí cabe una aclaración, la enemistad política no es, como apresuradamente suele<strong>de</strong>cirse, meramente una oposición belicosa 38 sino que la guerra es el horizonte <strong>de</strong>posibilidad sobre el que tiene lugar una oposición política. Es cuando la oposición políticaya no pue<strong>de</strong> contener a ese antagonismo concreto que estalla la guerra con su “propiagramática”. Aceptado este punto, la oposición amigo-enemigo es menos radical <strong>de</strong> lo quela crítica cree puesto que los partícipes <strong>de</strong>l antagonismo no se hallan separados por unhiato radicalmente insalvable <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que ambos reconocen politicidad en laposición <strong>de</strong>l otro. Esto es, por más radical que sea el grado <strong>de</strong> intensidad <strong>de</strong> la diferenciaóntica <strong>de</strong> marras, los enemigos <strong>de</strong>scansan sobre un terreno que los alberga como fondo nopensado/percibido <strong>de</strong> su oposición: lo político. Así, el gran logro <strong>de</strong> Hobbes habría sido la35 “... por la sencilla razón <strong>de</strong> que en la mera existencia <strong>de</strong> una autoridad va implícita una <strong>de</strong>cisión y la<strong>de</strong>cisión tiene valor en sí misma...” Carl Schmitt, Teología Política. Cuatro ensayos sobre la soberanía, Bs.As., Sthuhart, 1998, pp 77.36 “El exceso <strong>de</strong> interpretaciones psicológicas ha dado lugar a un laberinto inextricable. La psicología es,como ha dicho incluso un gran psicólogo, Dostoiewski, un bastón <strong>de</strong> doble punta al que se pue<strong>de</strong> dar lavuelta a voluntad.” Hamlet o Hecuba. La irrupción <strong>de</strong>l tiempo en el drama.Valencia, p 7.37 “El autoengaño pertenece a la soledad. El solitario piensa y habla consigo mismo, y en el soliloquio,sobradamente conocido, hablamos con un halagador peligroso. [...] ... cada solipsista ve en el no-yo elenemigo”. Schmitt, Carl, Ex captivitate salus, pp 82-83.38 En Der Begriff <strong>de</strong>r Politischen hallamos al menos dos párrafos que alientan la interpretación en clavebelicosa y otros tantos que parecen <strong>de</strong>notar lo contrario. Más allá <strong>de</strong> esto, tomamos una interpretación“mejorada” <strong>de</strong> Schmitt porque nos parece más <strong>de</strong>safiante, la apresurada <strong>de</strong>scalificación en clave bélica <strong>de</strong>los conceptos amigo-enemigo es ya un tópico <strong>de</strong> la crítica que no quisiéramos volver a transitar.17


instauración <strong>de</strong> ese fondo que permite la formulación y resolución <strong>de</strong> los antagonismos sinllegar a la guerra. Ese fondo, das Polítische, es también la condición <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong>toda subjetividad individual cuyo refinamiento en clave romántica no podría ser logradosin un presupuesto dador <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n. Si ello es así ¿para qué ocuparse <strong>de</strong> las penas <strong>de</strong>l jovenHamlet?Volveremos sobre la pregunta luego. El individuo <strong>de</strong> Schmitt se halla yaconcebido/constreñido por un mecanismo <strong>de</strong> estatalidad/politicidad que es el fondo quesostiene a todas sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ser.Creemos que la crítica liberal clásica que acusa a Schmitt <strong>de</strong> sustancialismovolkisch o irracionalismo es inexacta porque justamente el pensamiento Schmittianointenta perjeñar una alquimia entre formalismo y sustancialidad que en última instancia seinclina hacia el primer término <strong>de</strong> la oposición.18

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