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Felipe II. Imagen del Rey, imagen de los Reinos - Colegio de ...

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Historia AbiertaNÚM. 43 • SEPTIEMBRE, 2010EN ESTE NÚMERO<strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>, una <strong>imagen</strong> controvergidaPaz Bustabad Arribas y Erika Puentes QuesadaLa Universidad en el reinado <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>José Manuel Marchal MartínezCineLibrosAlfonso Rojas QuintanaMartín <strong>de</strong> la Guardia, Ricardo; Pérez Sánchez,GuillermoFrancisco Javier Gómez DíezCONSEJO ASESORLuis Suárez Fernán<strong>de</strong>z<strong>de</strong> la Real Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> la HistoriaMartín Almagro-Gorbea<strong>de</strong> la Real Aca<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> la HistoriaAlfonso Bullón <strong>de</strong> MendozaUniversidad San Pablo-CEUEmilio <strong>de</strong> DiegoUniversidad ComplutenseJosé Andrés-GallegoConsejo Superior<strong>de</strong> Investigaciones CientíficasDIRECTORAntonio Manuel Moral RoncalEDITORLuis ValienteCONSEJO DE REDACCIÓNJesús Bravo LozanoBeatriz Camp<strong>de</strong>rá GutiérrezAna Rosa Domínguez SantamaríaJosé Francisco Forniés CasalsJosé Luis Martínez SanzRicardo Colmenero MartínezEDITORIALFELIPE <strong>II</strong>.IMAGEN DEL REY,IMAGEN DE LOS REINOSDedicamos el presente número a reflexionar sobre uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> monarcasmás emblemáticos <strong>de</strong> la Casa <strong>de</strong> Austria: el rey Pru<strong>de</strong>nte. El primerartículo estudia la <strong>imagen</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> monarca en su tiempo y también tras sumuerte, llegando hasta la que ofrecen actualmente <strong>los</strong> libros <strong>de</strong> CienciasSociales <strong>de</strong> la ESO a <strong>los</strong> alumnos españoles. La proyección pública<strong><strong>de</strong>l</strong> monarca no sólo <strong>de</strong>terminó la visión que sus súbditos y otros europeostuvieron, sino que también llegó a forjar una <strong>de</strong>terminada <strong>imagen</strong><strong>de</strong> sus reinos e inmensos territorios. Así, la estela <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>de</strong> Españallegó a inundar una época <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> España, y para bien opara mal, la propaganda oficial y la Leyenda Negra ofrecieron, cadacual con sus métodos y medios, una <strong>de</strong>terminada <strong>imagen</strong> <strong><strong>de</strong>l</strong> rey perotambién <strong>de</strong> sus reinos, fundiéndose figura y espacio como en otras épocasy régimenes políticos. El monarca católico, por las terribles vicisitu<strong>de</strong>spersonales y políticas <strong>de</strong> su reinado, facilitó la propaganda contraria,sumamente hostil <strong>de</strong> protestantes y rivales europeos. Pero, en lí -neas generales, no actuó peor ni mejor que sus coetáneos, asumiendolas doctrinas propias <strong>de</strong> un príncipe <strong><strong>de</strong>l</strong> Renacimiento contrarreformista,<strong>de</strong> un tiempo convulso y cambiante, don<strong>de</strong> llevó hasta el final <strong>de</strong> suvida su papel <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una Monarquía polisinodial, joven todavía ydébil precisamente por ello en sus lazos <strong>de</strong> unión.El segundo artículo presenta un panorama <strong>de</strong> la Universidad en elreinado filipino, <strong>de</strong>smontando tópicos propios <strong>de</strong> la famosa LeyendaNegra, situando las intervenciones <strong>de</strong> la Corona en su tiempo, la segundamitad <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XVI, cuando el espíritu <strong><strong>de</strong>l</strong> Renacimiento –todavía latente–tuvo que acomodarse a la <strong>de</strong>smembración religiosa <strong>de</strong> Europa ya la nueva etapa <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la Iglesia Católica, marcada por la celebración<strong><strong>de</strong>l</strong> Concilio <strong>de</strong> Trento y la Contrarreforma. Si el cine es unafuente fundamental para el estudio <strong><strong>de</strong>l</strong> Arte y <strong>de</strong> la Cultura contemporáneas,resulta a<strong>de</strong>cuado añadir una reflexión crítica sobre una recientepelícula sobre la corte <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>, La Conjura <strong>de</strong> El Escorial (2008),ya que la cinematografía, en muchas ocasiones, se inventa la Historia,pero influye <strong>de</strong>cisivamente en conformación intelectual <strong>de</strong> numerosaspersonas. Nuestra tradicional sección <strong>de</strong> libros cierra este número, <strong>de</strong>dicadoal siglo XVI hispano, que esperamos sea <strong><strong>de</strong>l</strong> agrado <strong>de</strong> nuestrosabnegados lectores.Historia I AbiertaCDL SEPTIEMBRE 2010 / 13


FELIPE <strong>II</strong>: IMAGEN DEL REY, IMAGEN DE LOS REINOSnados <strong>de</strong> Enrique V<strong>II</strong>I, Eduardo VI,María Tudor o Isabel I; escánda<strong>los</strong> reales<strong>los</strong> ofreció ampliamente EnriqueV<strong>II</strong>I, como el juicio a Ana Bolena; formas<strong>de</strong> gobernar autoritarias se pue<strong>de</strong>nver en la corte francesa durante el reinado<strong>de</strong> Enrique IV; y si se le acusa <strong><strong>de</strong>l</strong>ento en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones, tambiénlo fue la inglesa Isabel que mantuvodieciocho años en prisión a su sobrinaMaría Estuardo, alargando el momento<strong>de</strong> su ejecución.Quizá fuesen más ganadas las críticas<strong>de</strong> su propio pueblo, el castellano,quien a lo largo <strong>de</strong> su reinado llegó averle como una pesada carga. El costo<strong>de</strong> todas las empresas que abordó <strong>Felipe</strong><strong>II</strong> supuso una fuerte presión a la haciendacastellana que en <strong>los</strong> últimosaños se encontraba en la miseria. Perono sólo Castilla, a la muerte <strong><strong>de</strong>l</strong> rey todos<strong>los</strong> reinos <strong>de</strong> la Monarquía católicaestaban afectados ya por la guerra, la<strong>de</strong>uda o la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia. Por eso no <strong>de</strong>be<strong>de</strong> extrañar que en sus últimos años,viéndole ya muy enfermo, el pueblocastellano manifestara su sentir en lasiguiente frase: «si el rey no muere, elreino muere».IMAGEN DEL REY TRAS SUMUERTENo terminó con su muerte la propagandanegativa <strong><strong>de</strong>l</strong> rey. Durante el reinado<strong>de</strong> su hijo, <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>I, se <strong>de</strong>sarrollópor una parte una obra nostálgica <strong>de</strong> <strong>los</strong>tiempos gloriosos <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo anterior ypor otra una obra crítica a la <strong>imagen</strong> <strong>de</strong><strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> como la <strong>de</strong> Sancho <strong>de</strong> Moncada.Aunque abúlico y a la sombra <strong>de</strong> supadre, <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>I era visto por unos comoun contrapunto al tiempo <strong>de</strong> guerraanterior. Y había un <strong>de</strong>seo general <strong>de</strong>pacificación que encontró satisfacciónen las treguas que se firmaron conFrancia, Inglaterra y <strong>los</strong> rebel<strong>de</strong>s holan<strong>de</strong>ses.A<strong>de</strong>más su pasividad hacia elpo<strong>de</strong>r se veía como un respiro frente alexacerbado control gubernamental quesu padre había ejercido.La historiografía liberal <strong><strong>de</strong>l</strong> XIX lefue también hostil: <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> como representante<strong>de</strong> la Monarquía absoluta,trabajando solo y aislado en El Escorial,sintiéndose sólo responsable anteDios, distaba mucho <strong><strong>de</strong>l</strong> concepto burgués<strong><strong>de</strong>l</strong> monarca constitucional. Y paraentonces, se había convertido en elrepresentante <strong>de</strong> lo nefasto <strong>de</strong> nuestrapropia historia. Schiller y Verdi ofrecieronen sus «Don Car<strong>los</strong>» una historiatriste <strong>de</strong> <strong>los</strong> amores frustrados <strong><strong>de</strong>l</strong>príncipe –transformado en un joven gallardoy valiente– y <strong>de</strong> la reina Isabel–sufriendo un amor imposible– y suasesinato por un rey ce<strong>los</strong>o. Se le representónuevamente como cruel e intransigente,aunque no apareció solo, las figuras<strong><strong>de</strong>l</strong> duque <strong>de</strong> Alba y <strong><strong>de</strong>l</strong> InquisidorGeneral incrementan su lado oscuro.Durante el XX el tratamiento otorgadoa la figura <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> por <strong>los</strong> historiadoresespañoles, especialmentedurante el Franquismo, pasó <strong>de</strong> la críticaa eludir cualquier supuesto que invalidarao menoscabara su persona, comounos posibles amores con la Princesa<strong>de</strong> Eboli. En las últimas décadas <strong><strong>de</strong>l</strong>XX <strong>los</strong> hispanistas han rehabilitado supersona, llegando como Henry Kamena convertirle en el buen rey pru<strong>de</strong>nte.Por su parte Manuel Fernán<strong>de</strong>z Álvarezen su libro «<strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> y su tiempo»<strong>de</strong>staca su protagonismo en un momento<strong>de</strong>cisivo <strong>de</strong> la historia, su buenhacer pero también sus errores, algunoscon consecuenciasonerosas para nuestrahistoria. Pero todavíahoy, a pesar <strong>de</strong> dichareivindicación, la <strong>imagen</strong><strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> es, parael público en general,la <strong>de</strong> un rey <strong>de</strong> mirasestrechas, aisladoen el Escorial, burócrata,<strong>de</strong>masiado minucioso,sombrío ycruel.EL RETRATO: ARTEAL SERVICIO DELPODERRetratos <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong><strong>II</strong> hay muchos. Peropartamos <strong>de</strong> las siguientescuestiones:¿cuál es la <strong>imagen</strong> másfiable que tenemos <strong>de</strong>él? ¿El retrato <strong>de</strong> Tizianoque lo representacomo príncipe renacentista?,o ¿el <strong>de</strong> SofonisbaAnguisola quelo pinta con el rosarioen la mano, propio <strong><strong>de</strong>l</strong>a Contrarreforma?¿El que pinta AntonioMoro tras la batalla <strong>de</strong>San Quintín, mirandoHistoria V Abiertaseguro <strong>de</strong> sí al mundo?, o ¿el <strong>de</strong> Pantoja<strong>de</strong> la Cruz, vestido <strong>de</strong> negro, ya triste,viejo y cansado? ¿Quién fue <strong>Felipe</strong><strong>II</strong>? ¿«El buen rey pru<strong>de</strong>nte» que nos dibujaKamen? o ¿el personaje triste,suspicaz y <strong>de</strong>sconfiado que nos perfilaGregorio Marañón en su estudio sobreAntonio Pérez? ¿O <strong>de</strong>beríamos mirartodos sus retratos para formar un calidoscopiomás veraz <strong>de</strong> su persona? Elrey se nos revela entre el humanismo<strong>de</strong> la primera mitad <strong><strong>de</strong>l</strong> XVI, con el queconvivió por educación y por <strong>los</strong> viajesque realizó como príncipe, y la intolerancia<strong>de</strong> la segunda mitad como feroz<strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> la Contrarreforma. Entre la<strong>imagen</strong> <strong>de</strong> su padre, el emperador Car<strong>los</strong>que guió sus pasos con sus Instruccionesy quien le preparó para el gobierno–asumió su primera regenciacon 16 años– y la soledad <strong>de</strong> su retiroen El Escorial manejado como un títerepor su secretario Antonio Pérez y sospechando<strong>de</strong> todo y <strong>de</strong> todos.No <strong>de</strong>be olvidarse que <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> fueun príncipe renacentista. Había tenidoLa infanta Isabel Clara Eugenia y su enana MagdalenaRuiz, Madrid, Museo <strong><strong>de</strong>l</strong> Prado.CDL SEPTIEMBRE 2010 / 17


FELIPE <strong>II</strong>: IMAGEN DEL REY, IMAGEN DE LOS REINOSVista nocturna <strong><strong>de</strong>l</strong> Real Monasterio <strong>de</strong> San Lorenzo <strong>de</strong> El Escorial, resi<strong>de</strong>nciafavorita <strong><strong>de</strong>l</strong> rey pru<strong>de</strong>nte.Alegoría <strong>de</strong> la educación <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong><strong>II</strong>I, hijo <strong><strong>de</strong>l</strong> rey pru<strong>de</strong>nte, Madrid,Museo <strong><strong>de</strong>l</strong> Prado.18 / SEPTIEMBRE 2010 CDLHistoria VI Abiertauna educación europea diseñada paragobernar amplios territorios. Para elloviajó por Alemania y Flan<strong>de</strong>s, tambiénestuvo en Inglaterra. Su fallo fueron <strong>los</strong>idiomas, dominaba sólo el castellano,el portugués y el latín, lo que le dio fama<strong>de</strong> silencioso ante parte <strong>de</strong> sus súbditos.Como príncipe renacentista, fueun gran mecenas <strong>de</strong> las artes. Se interesópor el arte en todas sus manifestaciones<strong>de</strong>sarrollando gustos europeos–fruto <strong>de</strong> sus viajes por el continente–que hoy po<strong>de</strong>mos admirar entre las coleccionesreales como la selección <strong>de</strong>pinturas <strong>de</strong> El Bosco, las esculturas <strong><strong>de</strong>l</strong>os Leoni o la rica colección <strong>de</strong> tapices.También fue importante su interés porla música y <strong>los</strong> jardines. En arquitecturasupervisó la construcción <strong>de</strong> su monasterio-palacio<strong>de</strong> El Escorial, don<strong>de</strong>,en su biblioteca, po<strong>de</strong>mos observar suactuación como gran mecenas <strong>de</strong> las letras.Pero también fue un monarca tri<strong>de</strong>ntino.Fue <strong>de</strong>fensor <strong><strong>de</strong>l</strong> catolicismohasta sus últimas consecuencias, en untiempo en que cualquier disi<strong>de</strong>ncia religiosaera consi<strong>de</strong>rada –en todas partes–como un acto <strong>de</strong> traición al rey.Nadie estaba libre <strong>de</strong> sospecha ni siquieraaltos cargos, por muy cercanosal monarca que estuvieran, como se observóen el proceso al arzobispo Carranza.Sobre su religiosidad y rigor esejemplo lo que manifestara a uno <strong>de</strong> <strong>los</strong>con<strong>de</strong>nados como luteranos en 1559:«yo traeré leña para quemar a mi hijosi fuere tan malo como vos». Triste premonición,pues nueve años <strong>de</strong>spuéstendría que encarcelar a su hijo Car<strong>los</strong>,acusado <strong>de</strong> traición.En cuanto a su faceta como gobernante,<strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> actuó como un monarcaabsoluto tan solo temeroso <strong>de</strong> la voluntaddivina; con un fuerte sentido <strong><strong>de</strong>l</strong>a responsabilidad, administró durajusticia; tenía siempre el voto <strong>de</strong>cisivo,aunque leía las recomendaciones <strong>de</strong>sus consejeros. Su necesidad <strong>de</strong> recibirla información por escrito le convirtióen el «rey <strong>de</strong> <strong>los</strong> papeles», un monarcaburócrata. Esta forma <strong>de</strong> trabajar <strong>de</strong>morabala toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones y, en ocasiones,las frustraba. Con respecto a sussúbditos –atendiendo a las teorías políticas<strong>de</strong> la época– <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> actuaba comosu Señor Natural. Los rebel<strong>de</strong>s holan<strong>de</strong>ses,no se <strong>de</strong>fendieron contra unconquistador, sino contra su señor, loque explica mejor la necesidad <strong>de</strong> unapropaganda que justificara su rebeldía.Fue un rey burócrata con amplios territorios,don<strong>de</strong>, no bien asentaba lapaz en uno, surgía el conflicto en otro.La política matrimonial <strong>de</strong> sus bisabue<strong>los</strong>y la suerte o <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> unos hijoshabían sumado en las manos <strong>de</strong> su padre–Car<strong>los</strong> I– una herencia <strong>de</strong>scomunal,en un tiempo en que se estaba gestandoen Europa un sentimiento nacional.Así frente a <strong>los</strong> sueños <strong>de</strong> MonarquíaUniversal <strong><strong>de</strong>l</strong> Emperador –sueñosque <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ría también <strong>Felipe</strong>– surgiríael temor en Francia, Inglaterra o enel propio Papado <strong>de</strong> verse arrinconadoso, peor, engullidos por la Monarquíahispana. ¿Cómo extrañarnos al veraliados a cristianos y musulmanescuando en 1580 se produce la unióncon Portugal? Pero si su padre no <strong>de</strong>jó<strong>de</strong> visitar sus dominios, acudiendo alconflicto cuando este se presentaba,<strong>Felipe</strong> acabó limitado a Castilla. Fuemenos viajero como rey, condicionadopor cuestiones políticas, por su forma<strong>de</strong> trabajar y tal vez por apego emocionalo como refugio en lo conocido,siendo reticente a salir <strong>de</strong> ella salvo encasos <strong>de</strong> necesidad como así hizo parafavorecer la unión <strong>de</strong> Portugal o cuandola fuga <strong>de</strong> Antonio Pérez. Esta renuenciaa salir quizá se <strong>de</strong>bería a queodiara el continuo vagar <strong>de</strong> una corte aotra y <strong>de</strong>seara un Palacio propio. Locierto fue que El Escorial se convirtióen su proyecto, su pasión y su lugar <strong>de</strong>trabajo, su casa y, finalmente, su tumba.Eficiente y práctico, <strong>de</strong> carácter rece<strong>los</strong>o,tras el año «horribilis» <strong>de</strong> 1568–con la traición, prisión y muerte <strong><strong>de</strong>l</strong>príncipe Car<strong>los</strong> y, meses <strong>de</strong>spués, lamuerte <strong>de</strong> su amada esposa Isabel <strong>de</strong>Valois– se fue volviendo más tortuoso,<strong>de</strong>sconfiado e implacable con aquel<strong>los</strong>que le hicieron frente como Egmont,Montigny, o el mismo Escobedo. En sulado más humano como hijo, hermano,amante, marido y padre, <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> nosrevela a un hombre más cercano. Aunquerecogido en Castilla, en sus relacionespersonales estuvo abierto a variadasinfluencias europeas –sus matrimoniosson un ejemplo <strong>de</strong> ello– y especialmentea la influencia femenina. In-


FELIPE <strong>II</strong>: IMAGEN DEL REY, IMAGEN DE LOS REINOSfluencia femenina en lo humano que noen lo político.Como hijo, por las ausencias <strong>de</strong> supadre, estuvo ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> su madre–hasta su muerte cuando contaba 12años–, su aya –portuguesa, quien tambiénlo fue <strong>de</strong> su hijo Car<strong>los</strong>– y sus hermanasMaría y Juana. Hubo influenciamasculina, tuvo entre sus preceptores aSilíceo y a Sepúlveda; y,especialmente,a don Juan <strong>de</strong> Zúñiga, su ayo y mayordomo;todos el<strong>los</strong>, eso sí, castellanos.Como compañero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su niñezestuvo el portugués Ruy Gómez <strong>de</strong> Silva,también Luis <strong>de</strong> Requesens, <strong>de</strong> lanobleza catalana. A ambos, como contodos <strong>los</strong> que le probaron su amistad <strong>de</strong>joven, apoyó y dio su confianza. Poco<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> su madre, elemperador asumió personalmente sueducación política incorporándole a lastareas <strong>de</strong> gobierno, y así al cumplir <strong>los</strong>16 años lo <strong>de</strong>jó como regente <strong>de</strong> la Monarquía,enviándole sus Instrucciones einculcándole responsabilidad, rigor ycelo.Y como padre en su trato a <strong>los</strong> hijosque más tiempo le vivieron, po<strong>de</strong>mosdiferenciar entre su relación con elpríncipe Car<strong>los</strong> y <strong>Felipe</strong>, su here<strong>de</strong>ro, ylas hijas <strong>de</strong> Isabel <strong>de</strong> Valois. Isabel ClaraEugenia y Catalina Micaela fueronla gran pasión <strong><strong>de</strong>l</strong> rey y su consuelotanto por carta como por su compañíaen sus últimos años. Sobre sus sentimientoscomo padre son buena muestrala correspon<strong>de</strong>ncia que mantuvo conellas don<strong>de</strong> consta su preocupación porasuntos propios <strong>de</strong> la infancia <strong>de</strong> sushijos y su afecto por las dos mayores,en especial hacia Isabel Clara Eugenia.Diferentes fueron sus relaciones consus hijos Car<strong>los</strong> y <strong>Felipe</strong> a <strong>los</strong> que no<strong>de</strong>dicó tanto cariño como a sus hijas,pero por <strong>los</strong> que si se preocupó. Tuvoocho hijos –sin contar <strong>los</strong> que nacieronmuertos– la mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuales nollegó a vivir <strong>de</strong>masiado tiempo. Car<strong>los</strong>era el hijo <strong>de</strong> su primera esposa, <strong>de</strong>cuerpo frágil y <strong>de</strong> carácter inestable,cuyas excentricida<strong>de</strong>s y excesos aumentarontras un <strong>de</strong>sgraciado acci<strong>de</strong>nte.Así la tranquilidad <strong>de</strong> tener un here<strong>de</strong>rose vería perturbada por la creciente<strong>de</strong>sconfianza, y totalmente sacudidacon la certeza <strong>de</strong> su rebelión y traición.En 1568 el rey prevalecía sobre el padrey <strong>Felipe</strong> encerraría a su hijo en susaposentos. Tampoco <strong>Felipe</strong>, el que seríael futuro <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>I, tranquilizabamucho a su progenitor quien temía–como se <strong>de</strong>mostraría <strong>de</strong>spués– que se<strong>de</strong>jase gobernar. A<strong>de</strong>más la mediocridad<strong>de</strong> su hijo <strong>de</strong>bió ser más evi<strong>de</strong>nte alcontrastarle con Alberto, su sobrino,quien <strong>de</strong>stacaba en todo y por el quesentía un evi<strong>de</strong>nte orgullo.Religiosidad extrema, gobernanteentregado, riguroso y concienzudo, padreafectuoso pero también duro, lealcon aquel<strong>los</strong> que le fueron fieles, sinpiedad para <strong>los</strong> que se le enfrentaron…muchas son las facetas <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>. Loshechos se entrelazan con <strong>los</strong> rumores.Lo cierto es que <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>, por las <strong>de</strong>sgraciasque le acontecieron y el secretismocon el que las llevó, facilitó lapropaganda hostil que sus enemigos<strong>de</strong>sarrollaron contra él. Pero en líneasgenerales, no actuó peor ni mejor quesus coetáneos, fue un hombre <strong>de</strong> sutiempo, <strong>de</strong> un tiempo convulso y cambiante,don<strong>de</strong> él llevó hasta el final supapel y, por su labor comprometida,sus aciertos y, también, por sus errores,<strong>de</strong>be ser recordado.LA ACTUALIDAD: FELIPE <strong>II</strong> EN LAESOSobre el retrato <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> que seenseña en <strong>los</strong> centros escolares se <strong>de</strong>benseñalar varias cuestiones. Por unaparte la <strong>imagen</strong> pre<strong>de</strong>terminada <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong><strong>II</strong> que tiene eleducador, producto <strong>de</strong>su propia educación, ypor otra la que <strong>de</strong>riva<strong>de</strong> <strong>los</strong> textos escolaresque se utilizan en elaula. La conjunción <strong>de</strong>ambas <strong>de</strong>terminará elconcepto o imágenesque el alumno pue<strong>de</strong>adoptar como propias.El profesor <strong>de</strong>Ciencias Sociales <strong>de</strong>beenseñar el sigloXVI –según la legislaciónvigente– en 2º <strong><strong>de</strong>l</strong>a ESO. Teniendo encuenta la extensión <strong><strong>de</strong>l</strong>temario –población ysociedad, y socieda<strong>de</strong>spreindustriales– <strong>de</strong>be<strong>de</strong>dicarle al tema <strong><strong>de</strong>l</strong>siglo XVI, entre sietey ocho sesiones –realesseis como mucho–,en las que tiene quehacer ver al alumno<strong>los</strong> hechos que condujerona la formaciónHistoria V<strong>II</strong> AbiertaCristo <strong>de</strong> El Escorial, obra <strong>de</strong>Benvenuto Cellini.<strong>de</strong> la hegemonía española, <strong>los</strong> asuntospeninsulares y <strong>los</strong> europeos; así comotratar <strong>los</strong> rasgos, causas y consecuencias<strong>de</strong> la Reforma protestante y laContrarreforma; la conquista y colonización<strong><strong>de</strong>l</strong> Nuevo Mundo; sin olvidarcompletar el <strong>de</strong>sarrollo cultural y artístico<strong>de</strong> la época: el Renacimiento. A<strong>de</strong>más<strong>de</strong> tratar las características propias<strong>de</strong> la Comunidad Autónoma, en quéVista <strong><strong>de</strong>l</strong> puerto <strong>de</strong> Sevilla en el siglo XVI, principalentrada y salida <strong><strong>de</strong>l</strong> comercio español hacialas Américas.CDL SEPTIEMBRE 2010 / 19


FELIPE <strong>II</strong>: IMAGEN DEL REY, IMAGEN DE LOS REINOSreino estaba integrada, característicassocio-económicas, trascen<strong>de</strong>ncia,aportación cultural, etc. Teniendo encuenta que raramente se trabaja en laenseñanza con grupos <strong>de</strong> similares capacida<strong>de</strong>s,el tiempo que se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>dicara la persona <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> y a suLeyenda Negra es pequeño, casi anecdótico.En cuanto a la <strong>imagen</strong> que el profesortiene, es variada. Depen<strong>de</strong> <strong>de</strong> variosfactores: su escolaridad, sus interesespersonales o su mentalidad. Por ejemplo,<strong>los</strong> profesores que rondan <strong>los</strong> cuarentaaños han sufrido un proceso interesanteque cabe mencionar. Por suedad asistieron al colegio en tiempos<strong>de</strong> la dictadura y allí recibieron una<strong>imagen</strong> glorificada <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>. Tras laescuela, el tiempo <strong>de</strong> universidad – yaen la <strong>de</strong>mocracia– satanizó a <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>por su intolerancia, su centralismo y suautoritarismo, pues se había convertidoen el símbolo <strong>de</strong> la etapa anterior. Después,ya ejerciendo la docencia han tenidoque acercar la época a <strong>los</strong> alumnos,obligados a enfriar su controvertidaversión <strong><strong>de</strong>l</strong> personaje. El problemaes que en ese intento <strong>de</strong> encontrar la tanansiada objetividad se tien<strong>de</strong> a distanciarse<strong>de</strong>masiado <strong>de</strong> la historia.Otro punto a consi<strong>de</strong>rar es la <strong>imagen</strong><strong><strong>de</strong>l</strong> monarca en <strong>los</strong> libros <strong>de</strong> texto. Engeneral el enfoque es básicamente elmismo: la neutralidad en busca <strong><strong>de</strong>l</strong> rigorhistórico. Los manuales <strong>de</strong> textoexplican –antes <strong>de</strong> o tras mencionar elcontexto socioeconómico y la organizaciónpolítica– que hereda <strong>de</strong> su padreuna situación política conflictiva; situaciónque tuvo que mantener para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rsu hegemonía continental, loque supuso el agotamiento <strong>de</strong> la Hacienday varias bancarrotas, creandouna situación que generó, a la larga, la<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia económica en el XV<strong>II</strong>. Elmensaje es evi<strong>de</strong>nte: gran<strong>de</strong>s dominios,conflicto permanente y enormegasto. También se explica que durantesu reinado se acentúa el centralismo yel autoritarismo. En aras <strong>de</strong> ese rigor,<strong>los</strong> manuales, que presenta el mercadoeditorial, elu<strong>de</strong>n valoraciones personalespositivas o negativas como la diferenciaciónentre Austrias mayores oAustrias menores y han reducido la informaciónpersonal sobre <strong>los</strong> personajesclave. Todo nos viene a indicar quela <strong>imagen</strong> que hace años se tenía <strong>de</strong> estosreyes ha cambiado. Ya no se glorificala figura <strong>de</strong> Car<strong>los</strong> I, ni se le contraponela <strong>de</strong> su hijo, más bien <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>20 / SEPTIEMBRE 2010 CDLHistoria V<strong>II</strong>I Abiertaaparece como una continuidad <strong>de</strong> supadre.Los estudiantes <strong>de</strong> Secundaria, con<strong>los</strong> que trabaja el profesor, están en plenaadolescencia, tiempo don<strong>de</strong>, aunquecontradictorios, sus fuertes <strong>de</strong>seos <strong>de</strong>socialización y autoafirmación pue<strong>de</strong>nser aprovechadas para el <strong>de</strong>sarrollo <strong><strong>de</strong>l</strong>a clase <strong>de</strong> Ciencias Sociales. Su mayorconsciencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>más, y <strong>de</strong> su pertenenciaa un grupo les hace más receptivosa i<strong>de</strong>ales y mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os <strong>de</strong> comportamiento.Pero resulta difícil sentir laHistoria como propia si nos la presentan<strong>de</strong> forma fría y aséptica. El profesor<strong>de</strong> Ciencias Sociales <strong>de</strong> la ESO se enfrentaa varios dilemas: completar al finalizarel curso todo el temario o al menosla mayor parte; convencer al alumno<strong>de</strong> que lo que le aporta en el aula tieneutilidad para su vida futura y motivarlespara que se integren en el proceso<strong>de</strong> enseñanza-aprendizaje.En conclusión, resulta evi<strong>de</strong>nte quela percepción que dicho alumno tenga<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> en gran parte <strong><strong>de</strong>l</strong> criterio <strong><strong>de</strong>l</strong>profesor y <strong>de</strong> <strong>los</strong> recursos que esteaporte a las clases. Es aquí don<strong>de</strong> sepue<strong>de</strong> trabajar un material más efectivocomo <strong>los</strong> textos literarios o la filmografía.En relación a <strong>los</strong> textos <strong>los</strong> alumnospue<strong>de</strong>n leer pequeños fragmentos <strong><strong>de</strong>l</strong>as novelas ejemplares <strong>de</strong> Cervantes o<strong><strong>de</strong>l</strong> Lazarillo para acercarse a las emociones<strong>de</strong> la población <strong><strong>de</strong>l</strong> XVI; y a <strong>los</strong>más lectores se les propone novela histórica,más polémica, ya que traduceuna visión más subjetiva <strong><strong>de</strong>l</strong> rey, como«Las Hogueras <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Rey</strong>» <strong>de</strong> P. Casals,«El Señor Natural» <strong>de</strong> L. Passuth o «Elsueño <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>» <strong>de</strong> E. Maass. Encuanto a audiovisuales, se generan <strong>de</strong>batescon la visualización <strong>de</strong> partes <strong>de</strong>una película como «La conjura <strong>de</strong> ElEscorial». También se presta para el tema«Elisabeth: la Edad <strong>de</strong> Oro» o algúncapítulo <strong>de</strong> la serie «Santa Teresa<strong>de</strong> Jesús», cada una <strong>de</strong> las cuales conformauna i<strong>de</strong>a más o menos positiva<strong><strong>de</strong>l</strong> rey, aunque la severidad, religiosida<strong>de</strong>xtrema y austeridad predominan.La familiaridad con la que la población<strong>de</strong> entre 10 y 17 años maneja vi<strong>de</strong>ojuegosy se comunica a través <strong>de</strong> las nuevastecnologías (re<strong>de</strong>s sociales, Messenger…)es otra puerta para la enseñanza.Una puerta que algunos docentesse resisten a abrir, pero que, hoy porhoy, es un complemento tecnológicoi<strong>de</strong>al para utilizarlo con adolescentes.Afortunadamente el mercado <strong>de</strong> <strong>los</strong> vi<strong>de</strong>ojuegosy <strong>de</strong> <strong>los</strong> juegos <strong>de</strong> rol también<strong>los</strong> ofrece <strong>de</strong> contenido histórico,que –sin ser fieles completamente a lahistoria y permitiéndose licencias –brindan a <strong>los</strong> jóvenes la posibilidad <strong>de</strong>ponerse en la piel <strong>de</strong> diferentes personajesy vivir acontecimientos que sucedieronen el pasado. En este sentido eljuego Europa Universalis permite acce<strong>de</strong>ra la historia europea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1399hasta 1820. El tiempo dirá <strong>de</strong> su efectividada la hora <strong>de</strong> motivar al adolescenteen el estudio <strong>de</strong> las ciencias sociales.Para Américo Castro era fundamentalque la juventud comprendiera quiény cómo somos históricamente para «evitarerrores e ineficacias» y sobre todo«para contemplar su <strong>imagen</strong> real en elespejo <strong>de</strong> su historia». Todavía hoy <strong>los</strong>españoles, como señala G. Tremlett, seguimoscuestionándonos quiénes somos.Sigue siendo fundamental, pues,conocer <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> venimos y por qué hemosllegado hasta aquí.En el siglo XVI <strong>los</strong> súbditos <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong><strong>II</strong> –flamencos, napolitanos, castellanos,navarros, portugueses, catalanes,etc.– participaron <strong>de</strong> un sueño universal.Sueño fracasado, ciertamente, peroreal durante un siglo. La historia <strong>de</strong> cadauno <strong>de</strong> el<strong>los</strong> se entrecruzó <strong>de</strong>jandosu huella en cada territorio. Que <strong>los</strong>alumnos españoles se acerquen y valorena figuras fundamentales <strong>de</strong> su historiacomo lo fue <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> es, por todoello, un camino para construir su propiaconciencia y, su forma <strong>de</strong> interpretarel mundo.BIBLIOGRAFÍACASTRO, A., La realidad histórica <strong>de</strong> España.México, FCE, 1987.CORTÉS SALINAS, C. y FERNÁNDEZ-MAYO-RALES PALOMEQUE, J., Ciencias Sociales.Geografía e Historia. Proyecto S.M.Secundaria. Madrid, 2008.FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, M., <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> y sutiempo. Madrid, Espasa Calpe, 1998.KAMEN, H., <strong>Felipe</strong> <strong>de</strong> España. Madrid, SigloXXI, 1997.KAMEN, H., El enigma <strong><strong>de</strong>l</strong> Escorial. El sueño<strong>de</strong> un rey., Madrid, Siglo XXI, 2009.MARAÑÓN, G., Antonio Pérez. El hombre,el drama, la época, Espasa Calpe, 1947.PARKER, G., <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>. Madrid, Cátedra,1995.SCHEPPER, H., «Las i<strong>de</strong>as político-religiosas<strong>de</strong> Guillermo el Taciturno». Torre <strong><strong>de</strong>l</strong>os Lujanes, nº 34, octubre 1997.TREMLETT, G., España ante sus fantasmas.Un recorrido por un país en transición.Madrid, 2006.


FELIPE <strong>II</strong>: IMAGEN DEL REY, IMAGEN DE LOS REINOSLA UNIVERSIDAD EN ELREINADO DE FELIPE <strong>II</strong>Por José Manuel Marchal MartínezUniversidad <strong>de</strong> AlcaláEL reinado <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> supone uno<strong>de</strong> <strong>los</strong> periodos <strong>de</strong> mayor esplendor<strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>sespañolas, coincidiendo con el pleno<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> estos centros y el crecimientoexponencial en el número <strong>de</strong>estudiantes y colegiales. Es <strong>de</strong>stacableel rápido auge en la fundación <strong>de</strong> centrosuniversitarios, bien sean colegiosmayores y menores, o fundacionesuniversitarias <strong>de</strong> carácter benéficoasistencial.Supone a<strong>de</strong>más el periodo<strong>de</strong> la <strong>de</strong>finitiva configuración <strong>de</strong> lasfundaciones establecidas en España<strong>de</strong>s<strong>de</strong> finales <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XV, particularmentelas realizadas por el car<strong>de</strong>nal Jiménez<strong>de</strong> Cisneros a principios <strong><strong>de</strong>l</strong>XVI. Universida<strong>de</strong>s como las <strong>de</strong> Alcalá,Salamanca, Baeza, Granada, Santiagoo Ávila conocen sus momentos<strong>de</strong> mayor brillantez, claustros <strong>de</strong> profesoresdoctos e ilustres y rentas, parasufragar sus muchos gastos, en alza.También <strong>de</strong>stacó el reinado <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong><strong>II</strong> como un periodo <strong>de</strong> aparición <strong>de</strong>nuevas fundaciones, con centros universitariosen Oviedo (1574), Gerona(1561), Córdoba (1572), o Zaragoza(1583), todos el<strong>los</strong> <strong>de</strong>bidos a <strong>los</strong> esfuerzose intereses <strong>de</strong> <strong>los</strong> cabildos municipalesy <strong>de</strong> patronos fundadores.Resultó claro este esfuerzo intelectual,cuyos resultados repercutieron en lapropia Monarquía y en la Iglesia. Losnuevos centros formaban sacerdotes yletrados que con rapi<strong>de</strong>z ocupabanpuestos <strong>de</strong> enorme relevancia en el organigrama<strong>de</strong> la Iglesia o <strong>de</strong> la Monarquíahispana (obispos, inquisidores,oidores en audiencias y chancillerías,canónigos, alcal<strong>de</strong>s, etc.), o que pasabana enriquecer <strong>los</strong> claustros universitarioscon su enseñanza (ocupando cátedras).En el ámbito exterior peninsular elpatronazgo <strong>de</strong> la Corona alcanza a fundacionescomo las <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Colegio</strong> <strong>de</strong> SanClemente <strong>de</strong> Bolonia, la universidadGregoriana en Roma, o la universidad<strong>de</strong> Duay en Flan<strong>de</strong>s, o universida<strong>de</strong>s<strong><strong>de</strong>l</strong> Nuevo Mundo, como las <strong>de</strong> SantoDomingo, Lima, México, Santa Fe <strong>de</strong>Bogotá o Quito. Exponentes <strong>de</strong> una intenciónclara por parte <strong><strong>de</strong>l</strong> rey <strong>de</strong> dominarla vida académica, con una mayorintervención en <strong>los</strong> expedición <strong>de</strong> gradosy títu<strong>los</strong> académicos y la organización<strong>de</strong> <strong>los</strong> puestos docentes, tal y comose estaba comenzando a aplicar en<strong>los</strong> reinos peninsulares. Hacia 1556,Historia IX Abiertacon el inicio <strong><strong>de</strong>l</strong> reinado español <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong><strong>II</strong>, la situación <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>sen Castilla, estaba centrada en su granmayoría en torno a la institución universitariapor excelencia: <strong>los</strong> colegiosmayores. Estos centros académicoseran <strong>los</strong> auténticos motores <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>sy entre sus pare<strong>de</strong>s –y a lasombra <strong>de</strong> sus rentas– vivían <strong>los</strong> principalesprofesores y oficiales <strong><strong>de</strong>l</strong> ámbitouniversitario. Eran el centro <strong>de</strong> toda laactividad académica y en torno a su órbitagiraban otro tipo <strong>de</strong> instituciones,<strong>de</strong> menor alcance e influencia, aunque<strong>de</strong> significativa importancia: <strong>los</strong> colegiosmenores.Sepulcro <strong><strong>de</strong>l</strong> car<strong>de</strong>nal Cisneros, creador <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Alcalá,en la capilla <strong>de</strong> San Il<strong>de</strong>fonso, Alcalá <strong>de</strong> Henares.CDL SEPTIEMBRE 2010 / 21


FELIPE <strong>II</strong>: IMAGEN DEL REY, IMAGEN DE LOS REINOSSan Jerónimo, <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> la fachada <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Colegio</strong> Mayor <strong>de</strong> San Il<strong>de</strong>fonso,Alcalá <strong>de</strong> Henares.22 / SEPTIEMBRE 2010 CDLPatio <strong>de</strong> las Escuelas Menores, Universidad <strong>de</strong> Salamanca.Historia X AbiertaEl acceso a un colegio mayor estabaregulado por complejos mecanismos<strong>de</strong> examen y pruebas <strong>de</strong> limpieza <strong>de</strong>sangre, precisamente impuestas duranteel reinado <strong><strong>de</strong>l</strong> rey pru<strong>de</strong>nte, que filtrabany regulaban el acceso a estos organismos<strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado número<strong>de</strong> individuos. Generalmente y en suamplia mayoría estas personas fueronclérigos, religiosos y laicos (aunque éstosno empezaron a generalizarse hastael siglo XV<strong>II</strong>I). Se trataba <strong>de</strong> una institucióncolegiada, coral, que actuabaconjuntamente, y que <strong>de</strong>fendía sus <strong>de</strong>rechosy privilegios con fortaleza. Muchoshistoriadores hablan <strong>de</strong> la cohesióncolegial para <strong>de</strong>finir el hecho <strong>de</strong>que <strong>los</strong> colegiales mayores universitariossupusieron –en el ámbito hispánico–un auténtico grupo <strong>de</strong> presión e influencia,y <strong>de</strong> promoción personal aotros organismos <strong>de</strong> gobierno <strong>de</strong> laIglesia y <strong>de</strong> la Monarquía.Teniendo en cuenta esta importantefunción social y académica, como caminopara mayores empleos, el accesoa <strong>los</strong> colegios –tanto mayores comomenores– ocupó el interés <strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes,clérigos ordinarios, religiososo laicos. Fue especialmente relevanteen torno a las principales ór<strong>de</strong>nes religiosas,que llamadas por la formaciónacadémica que estos centros podíanofrecer, y dada la cuantía <strong>de</strong> sus rentas,pasaban a integrarse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las estructurasuniversitarias, con la fundación<strong>de</strong> conventos-colegio. Las universida<strong>de</strong>s,a su vez se apresuraron a integrara estas ór<strong>de</strong>nes, dado el respaldosocial y el prestigio intelectual y económico<strong><strong>de</strong>l</strong> que gozaban. Es el caso <strong><strong>de</strong>l</strong>establecimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> diez colegios <strong>de</strong>religiosos que durante el reinado <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong><strong>II</strong> se contabilizaron en la universidad<strong>de</strong> Salamanca, o <strong>de</strong> la fundación1592 <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Colegio</strong> <strong>de</strong> San Patricio <strong>de</strong> launiversidad <strong>de</strong> Alcalá (<strong>de</strong>stinado a alojara clérigos estudiantes irlan<strong>de</strong>ses).La propia vida institucional y académica<strong>de</strong> <strong>los</strong> colegios mayores solíachocar con diversas jurisdicciones.Muchas eran las influencias y <strong>los</strong> po<strong>de</strong>resque podían tener interés en controlar<strong>de</strong> una u otra forma un colegio mayor.A<strong>de</strong>más, la creación <strong>de</strong> nuevos colegiosmenores o la implantación <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nesreligiosas con conventos-colegiopodían ser causa <strong>de</strong> conflicto. Es porello, que durante la segunda mitad <strong><strong>de</strong>l</strong>siglo XVI este tipo <strong>de</strong> conflictos se generalizarony se establecieron comofórmula <strong>de</strong> arbitraje, legislación y organizaciónlas llamadas visitas. Las visitasfueron <strong>los</strong> instrumentos elaborados<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Consejo Real, <strong>de</strong> quien <strong>de</strong>pendieron<strong>los</strong> oficiales que las efectuaban,para dotar <strong>de</strong> marcos normativos,reajustar <strong>los</strong> mecanismos colegiales, y<strong>de</strong> acuerdo a unas pragmáticas comunes,reelaborar las estructuras organizativas<strong>de</strong> <strong>los</strong> colegios mayores, y poren<strong>de</strong>, <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s. Se trató, enresumen, <strong>de</strong> un arbitraje <strong><strong>de</strong>l</strong> rey parafacilitar que Monarquía y Universidadllegaran a un entendimiento.El funcionamiento efectivo <strong>de</strong> <strong>los</strong>colegios mayores se logró gracias a laor<strong>de</strong>nación académica e institucionaluniversitaria, tomando mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os que resultabannotoriamente efectivos duranteel reinado <strong><strong>de</strong>l</strong> rey pru<strong>de</strong>nte. Por elloes el mo<strong><strong>de</strong>l</strong>o <strong>de</strong> la universidad <strong>de</strong> Salamancael que se exporta a otros ámbitosuniversitarios <strong>de</strong> la Monarquía queestaban en conflicto. En 1585, las Cortes<strong>de</strong> Aragón, reunidas en Monzónacordaron, para la reforma <strong>de</strong> la universidad<strong>de</strong> Lérida, que se aplicasen <strong>los</strong>mismos estatutos y faculta<strong>de</strong>s que <strong>los</strong>existentes en la universidad <strong>de</strong> Sala-


FELIPE <strong>II</strong>: IMAGEN DEL REY, IMAGEN DE LOS REINOSmanca. A<strong>de</strong>más, en el ámbito americano,muchas fueron las universida<strong>de</strong>sque tomaron como ejemplo al estudiosalmantino en la regulación <strong>de</strong> sus normativasacadémicas, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> quefueron objeto <strong>de</strong> visitas, como las efectuadasa la universidad <strong>de</strong> México en1577 o la <strong>de</strong> Lima <strong>de</strong> 1588.Durante el reinado <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> segeneralizan también <strong>los</strong> Libros <strong>de</strong> Matrícula,documentos en <strong>los</strong> que se consignabael ingreso <strong>de</strong> estudiantes en lasaulas, su proce<strong>de</strong>ncia y las rentas <strong>de</strong> lasque disponía para el pago <strong>de</strong> su educación.De esta época hay estudios interesantes,como <strong>los</strong> <strong>de</strong> Richard L. Kagan<strong>de</strong>dicados a analizar la proce<strong>de</strong>ncia geográfica<strong>de</strong> <strong>los</strong> estudiantes <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>sespañolas durante la épocamo<strong>de</strong>rna, aunque con especial interésen el reinado filipino. En la obra Universidady sociedad en la España mo<strong>de</strong>rna,este historiador analiza y estimaque fueron cerca <strong>de</strong> 20.000 <strong>los</strong> estudiantesque asistieron a clase en las aulasuniversitarias españolas en el últimotercio <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XVI. Un númeromuy significativo y notoriamente superior,en palabras <strong><strong>de</strong>l</strong> autor, a otros casoseuropeos. El estudiante universitarioespañol <strong><strong>de</strong>l</strong> último tercio <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo yano era el estudiante <strong>de</strong> época medievalque asistía a la universidad por razones<strong>de</strong> perfil más intelectual o <strong>de</strong> caráctermás docto y magistral, sino que se trataba<strong>de</strong> un individuo inmerso en unaestructura colegial y universitaria quele capacitaría para <strong>de</strong>sempeñar oficiosen las principales ramas <strong>de</strong> la administración<strong>de</strong> la Monarquía o <strong>de</strong> la Iglesia.Es significativo el paulatino incremento<strong>de</strong> colegiales mayores durante elreinado <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>, por ejemplo, en<strong>los</strong> cabildos catedralicios como canónigosdoctorales, magistrales o lectorales,teniendo en cuenta la profunda formaciónque <strong>de</strong>bían <strong>de</strong> poseer <strong>los</strong> individuosque optaban a ocupar esos cargos.Por ello se generaliza la exigenciapor parte <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong> haber cursadoestudios en alguna universidad y haberobtenido el grado mínimo <strong>de</strong> licenciadopara muchos <strong>de</strong> <strong>los</strong> oficios y beneficiosa <strong>los</strong> que se podían aspirar poroposición o <strong>de</strong>signación. Esta prácticatiene su origen en la reforma eclesiásticaemprendida por el car<strong>de</strong>nal Jiménez<strong>de</strong> Cisneros, a finales <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XV, yque tiene uno <strong>de</strong> sus hitos más importantesen la fundación <strong><strong>de</strong>l</strong> colegio mayor<strong>de</strong> San Il<strong>de</strong>fonso, y universidad <strong>de</strong>Alcalá, dotada ésta <strong>de</strong> un carácter másteológico, puesta enparalelo con la universidad<strong>de</strong> Salamanca,que tenía un caráctermás volcado hacia el<strong>de</strong>recho.Teología y <strong>de</strong>rechoson las dos disciplinasque con mayor profusiónse enseñarán enlas aulas universitariasespañolas, aunque lamedicina también tendrásu edad <strong>de</strong> oro (sobretodo en el ámbitolevantino). La primeraestaba encaminada aformar a un clero capaz<strong>de</strong> combatir en lasdisputas a las que en lasituación internacional–con la ruptura <strong><strong>de</strong>l</strong>mundo protestante– seenfrentaba España.Son múltiples <strong>los</strong> casosen <strong>los</strong> que graduadosteólogos intervienenen solicitu<strong>de</strong>s <strong><strong>de</strong>l</strong>a Monarquía. Son,por ejemplo, crucialesen la intervención <strong><strong>de</strong>l</strong>claustro <strong>de</strong> teólogos<strong>de</strong> la universidad <strong>de</strong>Alcalá, mediante un informe dirigido a<strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> sobre la conveniencia <strong>de</strong> sureclamación en la sucesión al trono <strong>de</strong>Portugal en 1580. En ese sentido seráninnumerables las consultas teológicaselevadas por la corona a las universida<strong>de</strong>sespañolas durante esta época. El<strong>de</strong>recho, tanto civil como canónico (ésteen menor grado), estaba orientado aformar a ministros y oficiales <strong>de</strong> la administraciónregia. Graduados, bachilleres,licenciados y doctores salidos <strong><strong>de</strong>l</strong>as aulas universitarias tenían como<strong>de</strong>stino natural la estructura interna <strong><strong>de</strong>l</strong>gobierno <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>. La <strong>de</strong>manda <strong><strong>de</strong>l</strong>etrados en la estructura administrativa<strong><strong>de</strong>l</strong> reino era fundamental, y eran muchos<strong>los</strong> cargos accesibles para <strong>los</strong> privilegiados<strong>de</strong>ntro <strong><strong>de</strong>l</strong> mundo universitario,como el caso <strong>de</strong> <strong>los</strong> colegialesmayores. Los consejos, las chancillerías,las audiencias, <strong>los</strong> corregimientos,las escribanías, la inquisición, etc.,eran <strong>los</strong> <strong>de</strong>stinos <strong>de</strong> mejor acceso paraun colegial mayor salido <strong>de</strong> su universidad.Se localizan <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esa llamadacohesión colegial, en la que el individuo,como parte <strong>de</strong> un colegio, unainstitución coral <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r e influencia,Historia XI AbiertaAula <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Salamanca, pintura <strong>de</strong>M. <strong>de</strong> Cervera.logra la promoción <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la estructuraadministrativa. Existe un caso paradigmáticoy que recientemente ha estudiadoBennassar en una conferenciaeditada por la universidad <strong>de</strong> Valladolid<strong>de</strong>dicada a estudiar la figura <strong>de</strong> Fernando<strong>de</strong> Valdés (1483-1568), el InquisidorGeneral <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> <strong>de</strong> 1556 a1566, en el que encontramos a un eclesiástico,un obispo, que participa en ungrado elevado <strong>de</strong> la estructura interna<strong>de</strong> la Monarquía, como miembro <strong><strong>de</strong>l</strong>Consejo <strong>de</strong> la Inquisición, presi<strong>de</strong>nte<strong><strong>de</strong>l</strong> Consejo Real, y más tar<strong>de</strong> como InquisidorGeneral (que era un cargo queproveía el rey), formado en <strong>de</strong>recho canónicoen la universidad <strong>de</strong> Salamancay que <strong>de</strong>sarrollará la práctica totalidad<strong>de</strong> su vida al servicio <strong>de</strong> la Corona. Elcaso <strong>de</strong> Fernando <strong>de</strong> Valdés, le sirve alprofesor Bennassar para concretar loque en su opinión es el periodo <strong>de</strong> laconfesionalización <strong>de</strong> la Monarquíahispánica, en un ejemplo perfectamentegráfico <strong>de</strong> la interacción que existióentre la Corona y la Iglesia.Quizá uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> rasgos más conocidos<strong><strong>de</strong>l</strong> reinado <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>, en lo referidoa las universida<strong>de</strong>s, y que se ha que-CDL SEPTIEMBRE 2010 / 23


FELIPE <strong>II</strong>: IMAGEN DEL REY, IMAGEN DE LOS REINOS24 / SEPTIEMBRE 2010 CDLrido ver <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la historiografía <strong>de</strong> la«Leyenda Negra» como uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> puntoscruciales y «negros», es la conocidareal pragmática <strong>de</strong> 1559. Fechada el 22<strong>de</strong> septiembre, en ella <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> prohibíaa <strong>los</strong> estudiantes españoles salir a estudiaro enseñar en universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> fuera<strong>de</strong> las fronteras peninsulares, con la excepción<strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Colegio</strong> <strong>de</strong> San Clemente<strong>de</strong> Bolonia. Esta medida se ha queridover como parte <strong>de</strong> la reacción frente a lareforma protestante, con la persecución<strong>de</strong> cualquier foco <strong>de</strong> tipo luterano o protestante,y sobre todo como la principalmedida para la persecución <strong>de</strong> <strong>los</strong> orígenesdoctrinales e i<strong>de</strong>ológicos <strong>de</strong> la reforma,que con más seguridad arraigaríanen el ámbito universitario. La razóni<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong> esta medida ha primado yha sido la más difundida, y por el contrariola razón real <strong>de</strong> esta medida, argumentadacon amplitud en la real pragmática–que tiene por objeto evitar el<strong>de</strong>spoblamiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> colegios mayoresuniversitarios y la salida <strong>de</strong> dineroen rentas en metálico para sufragar <strong>los</strong>estudios <strong>de</strong> estudiantes en el extranjero–se ha visto relegada por interpretacionesmás negativas e i<strong>de</strong>ologizadas.Esta interesante revisión, propuesta porRuiz Martín, es <strong>de</strong> enorme interés paracompren<strong>de</strong>r las implicaciones reales <strong><strong>de</strong>l</strong>a real pragmática. A la luz <strong>de</strong> <strong>los</strong> argumentosauténticos <strong><strong>de</strong>l</strong> documento, lasmedidas planteadas en el texto se inscribenperfectamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> otras,mandadas guardar por esas fechas, relativasal lujo y a la vida que <strong>de</strong>bían <strong><strong>de</strong>l</strong>levar <strong>los</strong> colegiales y que fueron prioritariasa adoptar en la reforma <strong>de</strong> <strong>los</strong> colegiosmayores, en la última fase <strong><strong>de</strong>l</strong>reinado <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>. Todas ellas estabanencaminadas a hacer guardar extremocelo y sobriedad en la vida académica,recuperando costumbres que caían en<strong>de</strong>suso, como la <strong>de</strong> la vida monacal, <strong>de</strong>coro y estudio, a la que estaban obligados<strong>los</strong> colegiales mayores en <strong>los</strong> principalescentros universitarios castellanos,y que fueron cumpliéndose con dificultady que son advertidas en muchas<strong>de</strong> las visitas.A gran<strong>de</strong>s rasgos po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>finir elreinado <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>, en su aspecto universitario,como una etapa <strong>de</strong> gran y dinámicaactividad fundadora y reformadora.Un periodo <strong>de</strong> efervescencia ycrecimiento exponencial en centros yestudiantes, a la vez que un momento<strong>de</strong> grave inestabilidad i<strong>de</strong>ológica y política,que fue resuelto o encauzado conmedidas <strong>de</strong> amplio alcance. De estaforma, durante el reinado <strong>de</strong> este príncipe<strong><strong>de</strong>l</strong> Renacimiento, la figura <strong>de</strong> <strong>los</strong>colegiales mayores adquirió su <strong>de</strong>finitivaforma, como elementos fundamentalesy estructurales <strong>de</strong> la administracióny el gobierno <strong>de</strong> la Monarquía.BIBLIOGRAFÍAAJO GONZÁLEZ DE RAPARIEGOS Y SAINZDE ZÚÑIGA, Cándido Mª., Historia <strong>de</strong>Fachada <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Colegio</strong> Mayor <strong>de</strong> San Il<strong>de</strong>fonso, Alcalá <strong>de</strong> Henares.Historia X<strong>II</strong> Abiertalas Universida<strong>de</strong>s Hispánicas. Origen y<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su aparición a nuestrosdías, Ávila-Madrid, ed. 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CINE E HISTORIACINE E HISTORIALA CONJURA DE EL ESCORIALpor María <strong><strong>de</strong>l</strong> Mar López Talavera (Universidad Complutense)HACE unos años, Antonio <strong><strong>de</strong>l</strong> Real dirigió unaficción histórica inspirada en el asesinato <strong><strong>de</strong>l</strong>secretario <strong>de</strong> don Juan <strong>de</strong> Austria, por lo que elfilm se a<strong>de</strong>ntró, sobre todo, en la presentación <strong><strong>de</strong>l</strong>a corte <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong>. En este escenario <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r eintrigas se urdió –según el equipo guionista– la eliminación<strong><strong>de</strong>l</strong> consejero <strong><strong>de</strong>l</strong> hermano bastardo <strong><strong>de</strong>l</strong>monarca. Y, como la propia literatura popularsiempre ha divulgado ante sucesos extraños o <strong>de</strong>difícil explicación, «el traidor fue Bellidos y el impulsosoberano». Es <strong>de</strong>cir, el secretario regio AntonioPérez (interpretado por Jason Isaacs) –con lacomplicidad <strong>de</strong> la princesa <strong>de</strong> Éboli (Julia Ormond)–asume el amargo papel <strong>de</strong> Bellidos, perocon la aquiescencia <strong>de</strong> <strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> (Juanjo Puigcorbé),«el impulso soberano». Si bien, aparentemente,surge una <strong>imagen</strong> negativa <strong><strong>de</strong>l</strong> rey pru<strong>de</strong>nte, locierto es que ésta se matiza al mostrar al espectadorque, en el fondo, había sido engañado por AntonioPérez, el cual le había encizañado con su hermanastro,gobernador <strong>de</strong> Flan<strong>de</strong>s, inocente <strong>de</strong> lasacusaciones <strong>de</strong> ansia <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Eso sí, la figura <strong>de</strong><strong>Felipe</strong> <strong>II</strong> se humaniza y se muestra como un príncipe<strong>de</strong> Renacimiento, al no presentarle permanentementevestido <strong>de</strong> luto ni ajeno a las fiestas cortesanasy distracciones cinegéticas, incluso <strong>de</strong>slizandola posibilidad <strong>de</strong> que hubiera elegido como amantea la Princesa <strong>de</strong> Éboli.Sin embargo, esta ambiciosa película –en presupuesto,reparto internacional <strong>de</strong> actores, evocaciónhistórica– no logró un guión coherente, el cual se<strong>de</strong>slizó sin excesivas sorpresas sobre la trama <strong><strong>de</strong>l</strong>asesinato, mezclando forzadamente historias paralelaspara alargar <strong>los</strong> 128 minutos finales <strong>de</strong> metraje.El rigor histórico –salvo el notorio esfuerzo por el vestuario que resulta digno resaltar– no alcanza <strong>los</strong> mínimos exigibles auna producción <strong>de</strong> estas características. La trama discurre en 1578 y las obras <strong>de</strong> El Escorial no finalizaron hasta 1584, por loque resulta imposible que en esa época se pudiera mostrar la totalidad <strong><strong>de</strong>l</strong> edificio, tal y como se hace en el film. La manera enque se muestra la <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> la princesa <strong>de</strong> Éboli es pura invención, así como la ambientación <strong>de</strong> un prostíbulo árabe en elMadrid <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XVI como si estuviera sacado <strong>de</strong> un cuento <strong>de</strong> las mil y una noches. El progresismo intelectual mal entendido,que tanto impera en nuestra industria cinematográfica, impuso, lógicamente, escenas anticlericales, totalmente absurdas ysacadas <strong>de</strong> contexto como la <strong><strong>de</strong>l</strong> fraile que no sólo proporciona venenos sino que abusa sexualmente <strong>de</strong> un africano. Y qué <strong>de</strong>cir<strong><strong>de</strong>l</strong> esperpéntico personaje <strong>de</strong> Mateo Vázquez (Jordi Mollá), burócrata, sacerdote, experimentado espadachín y policíaavezado, que va <strong>de</strong>scubriendo la trama como si fuera el monje-<strong>de</strong>tective <strong>de</strong> El nombre <strong>de</strong> la Rosa. Finalmente, el espectadortiene la impresión <strong>de</strong> que todos <strong>los</strong> principales personajes participaron en el crimen –hasta el duque <strong>de</strong> Alba y <strong>los</strong> criados– porlo que ha visto, más que una recreación histórica, un film policíaco con influencias <strong>de</strong> la literatura <strong>de</strong> Agatha Christie y <strong>de</strong>Umberto Eco. ¿Hasta qué punto, pues, no ha sido, nuevamente, un intento fallido <strong><strong>de</strong>l</strong> cine español? La verdad es que renunciara la consulta o a <strong>los</strong> consejos <strong>de</strong> historiadores profesionales lleva a este tipo <strong>de</strong> guiones.Historia X<strong>II</strong>I AbiertaCDL SEPTIEMBRE 2010 / 25


LIBROSAlfonso Rojas QuintanaJosé María Gil-Robles. Historia <strong>de</strong> un injusto fracasoMadrid, Sintesis, 2010El género biográfico se enriquece con esta obra, basada en laexcelente tesis doctoral <strong><strong>de</strong>l</strong> autor, sobre uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> políticosfundamentales <strong>de</strong> la Segunda República: José María Gil-Robles(1898-1980). Figura controvertida y famosa no sólo por sutrayectoria política sino por la multitud <strong>de</strong> enemigos que trataron<strong>de</strong> vilipendiar al máximo su figura durante el siglo XX, <strong>de</strong>tal manera que no resulta extraño que, aún hoy, apostar por publicaruna biografía <strong><strong>de</strong>l</strong> político salmantino es un ejercicio <strong>de</strong>audacia editorial, que todos <strong>los</strong> historiadores <strong>de</strong>bemos agra<strong>de</strong>cer,no obstante, a sus responsables. Y resulta ser una posibilidadpara el público lector, ya que nos encontramos ante unabiografía claramente actualizada según <strong>los</strong> parámetros másexigentes.Gil Robles, nacido en el seno <strong>de</strong> una familia tradicionalista,se inició en política durante <strong>los</strong> años veinte, en <strong>los</strong> primeros inicios<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia cristiana, catapultándose a través <strong>de</strong> susactivida<strong>de</strong>s en la Asociación Católica <strong>de</strong> Propagandistas que elautor disecciona. La caída <strong>de</strong> la Monarquía provocó una catarsisen las filas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>recha, naciendo Acción Nacional, efímeroy fracasado germen <strong>de</strong> lo que más tar<strong>de</strong> sería Acción Popular,don<strong>de</strong> Gil-Robles, poco a poco, se convirtió en uno <strong>de</strong> sus lí<strong>de</strong>resmás importantes, patrocinando la creación <strong>de</strong> la CEDA(Confe<strong>de</strong>ración Española <strong>de</strong> Derechas Autónomas), el más importantegrupo <strong>de</strong> fuerzas <strong>de</strong>rechistas y católicas, <strong>de</strong> enormerespaldo popular. Las elecciones municipales <strong>de</strong> 1933 –tan olvidadaspor la historiografía frente a las <strong>de</strong> 1931– dieron la primeravictoria electoral al centro-<strong>de</strong>recha frente a la izquierda –<strong>de</strong>s<strong>de</strong>hacía dos años en el po<strong>de</strong>r–, y en el otoño <strong><strong>de</strong>l</strong> mismo año, esavictoria se sellaría a nivel nacional con unos resultados totalmenteinesperados. Las izquierdas republicanas no pudieroncreerlo: era imposible que la <strong>de</strong>recha y el centro ganaran laselecciones pues ellas eran «el pueblo» y «el pueblo» siempregana en <strong>de</strong>mocracia, y siempre <strong>de</strong>bería votar a la izquierda. De la falta <strong>de</strong> reflexión política sobre <strong>los</strong> errores <strong><strong>de</strong>l</strong> primer bienio(1931-1933) surgió la radicalización <strong>de</strong> la izquierda, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Azaña a Prieto, y la preparación <strong>de</strong> la revolución <strong>de</strong> 1934. El autoranaliza el papel <strong>de</strong> Gil-Robles en esta dificilísima y amenazadora situación, sus contactos con el Partido Radical, sus intentos<strong>de</strong> centrar la República, <strong>de</strong> lograr un acuerdo con El Vaticano, y las constantes críticas <strong>de</strong> la izquierda y <strong>de</strong> la extrema <strong>de</strong>rechasobre su actuación. Las elecciones <strong>de</strong> 1936 volvieron a volcar el panorama político y la <strong>de</strong>recha cedista entró en una catarsisque fue aprovechada por <strong>los</strong> grupos más extremistas para preparar un alzamiento militar contra el Frente Popular.Si bien Gil-Robles colaboró con la España nacional, siempre intentó que su compromiso fuera con la nación y no con personasen concreto como Franco. Sin embargo, su figura y papel <strong>de</strong>sarrollado hasta entonces le valieron el odio <strong>de</strong> la izquierda–que logró su expulsión <strong>de</strong> Francia– y el <strong>de</strong> <strong>los</strong> falangistas y carlistas en la otra orilla. En 1938 rompió con Franco y se pasó ala oposición monárquica, intentando ser fiel a Juan <strong>II</strong>I <strong>de</strong> Borbón durante más <strong>de</strong> treinta años. Tras la Segunda Guerra Mundial,Gil Robles apostó por un panorama político en el cual, tras la caída <strong><strong>de</strong>l</strong> franquismo, España se asemejaría a Italia, por loque era necesario crear una gran Democracia Cristiana que pusiera freno tanto a la <strong>de</strong>recha más conservadora como a la izquierdaradical, en colaboración con <strong>los</strong> socialistas que habían reflexionado tras la experiencia <strong>de</strong> la guerra y evitaban hablar<strong>de</strong> una revancha radical (¡Qué olvidados están ahora esos planteamientos!). Sin embargo, Gil-Robles se equivocó en sus planteamientos,aunque mantuvo siempre la ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> la oposición a Franco. Durante la Transición, <strong>los</strong> grupúscu<strong>los</strong> <strong>de</strong>mócratacristianosno lograron entroncar con la realidad española, siendo un fracaso electoral sus planteamientos en 1977 y 1979 frentea la UCD que ganó limpiamente esas elecciones. El libro se cierra con un repaso a <strong>los</strong> textos inéditos <strong><strong>de</strong>l</strong> político y una a<strong>de</strong>cuadabibliografía.ANTONIO MANUEL MORAL RONCAL26 / SEPTIEMBRE 2010 CDL Historia XIV Abierta


LIBROSMartín <strong>de</strong> la Guardia, Ricardo; Pérez Sánchez, GuillermoEn el sexagésimo aniversario <strong>de</strong> la Declaración Universal <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos humanos:pasado, presente y retos (1948-2008)Instituto <strong>de</strong> Estudios Europeos, Valladolid, 2009Los lectores pue<strong>de</strong>n ya obtener las actas <strong>de</strong> las Jornadas <strong>de</strong> Estudioy Análisis que dieron título a este libro, llevadas a cabo porel Instituto <strong>de</strong> Estudios Europeos <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Valladolid,bajo la dirección <strong>de</strong> <strong>los</strong> profesores Ricardo Martín <strong>de</strong> laGuardia y Guillermo A. Pérez Sánchez, quienes ya habían coordinadoanteriormente publicaciones colectivas y realizado artícu<strong>los</strong>especializados sobre la historia <strong>de</strong> las relaciones internacionales.El conjunto <strong>de</strong> especialistas reunidos proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> diversasuniversida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> España y <strong>de</strong> ámbito internacional. Se pue<strong>de</strong>nobservar tres enfoques <strong>de</strong> estudio a lo largo <strong>de</strong> la obra. El primerenfoque ha abarcado un análisis politológico sobre el significadoy el valor <strong>de</strong> la Declaración Universal <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos,aprobada por la Asamblea General <strong>de</strong> Naciones Unidas enParís en 1948. Los profesores Manuel Balado Ruiz-Gallegos yDalmacio Negro Pavón han abordado dicho enfoque en sendosensayos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las perspectivas clásica y racionalista <strong><strong>de</strong>l</strong> iusnaturalismo,respectivamente. Mª Carmen Fernán<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la CigoñaCantero ha valorado las coinci<strong>de</strong>ncias y diferencias fi<strong>los</strong>óficasexistentes entre las Declaraciones universales <strong>de</strong> 1789 y <strong>de</strong> 1948.El segundo enfoque ha consistido en la presentación y crítica<strong><strong>de</strong>l</strong> funcionamiento <strong>de</strong> las principales instituciones internacionaleseuropeas como mo<strong><strong>de</strong>l</strong>os <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> <strong>los</strong> principios <strong>de</strong> laDeclaración Universal. A este respecto, Ignacio García Vitoria haexplicado el proceso <strong>de</strong> incorporación <strong><strong>de</strong>l</strong> texto <strong>de</strong> la DeclaraciónUniversal a la jurispru<strong>de</strong>ncia europea a través <strong>de</strong> las principalesorganizaciones europeístas. Alfredo Allué Buiza ha comparadola diversidad <strong>de</strong> procedimientos <strong>de</strong> extensión <strong><strong>de</strong>l</strong> sufragio aextranjeros en cada uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> niveles que conforman la organizaciónpolítica en la Unión Europea. Este tipo <strong>de</strong> organización hasido criticado por Luis F. Lobo-Fernan<strong>de</strong>s, quien ha propuestouna mayor homogeneidad jurídica <strong>de</strong>ntro <strong><strong>de</strong>l</strong> espacio comunitario.Finalmente, José Manuel Azcona y Matteo Re ha comparado la actuación <strong>de</strong> las fuerzas <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong> Italia y España enla lucha contra el terrorismo– y <strong>de</strong> <strong>los</strong> terroristas con sus víctimas– .El tercer enfoque ha presentado <strong>los</strong> problemas <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> la Declaración <strong>de</strong> 1948 en dos espacios geopolíticos: la ex Europa<strong><strong>de</strong>l</strong> «socialismo real» y <strong>los</strong> Estados <strong>de</strong> ámbito islámico. Los trabajos <strong>de</strong> Luis Arranz Notario y <strong>de</strong> Stéphane Courtois abordaronla relación intelectual entre el totalitarismo contemporáneo con la tradición jacobina <strong>de</strong> la Revolución Francesa. RicardoMartín <strong>de</strong> la Guardia y Guillermo A. Pérez Sánchez han explicado la historia <strong>de</strong> la polémica intelectual suscitada sobre la aceptación<strong><strong>de</strong>l</strong> comunismo como una versión <strong>de</strong> totalitarismo y han homenajeado a la figura <strong>de</strong> Solzhenitsyn. Mª Purificación SánchezZamorano y Ana E. Juncos han reflexionado sobre las lecciones extraíbles <strong>de</strong> las Guerras Yugoslavas transcurridas entre 1991 y2001; así como sobre sus consecuencias políticas. Jesús López-Me<strong><strong>de</strong>l</strong> Báscones ha valorado las contradicciones existentes, enmateria <strong>de</strong> liberta<strong>de</strong>s civiles y políticas, <strong>de</strong>ntro <strong><strong>de</strong>l</strong> espacio internacional <strong>de</strong> la OSCE. El estudio <strong>de</strong> Pedro Buendía ha explicadoel significado <strong>de</strong> la Declaración islámica <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos, que fue aprobada por la Conferencia <strong>de</strong> Estados islámicos en ElCairo en 1990. Ignacio Gutiérrez <strong>de</strong> Terán Gómez-Benita expuso la diferencia entre las nociones islámica y occi<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.Por último, Car<strong>los</strong> Echevarría Jesús y Gustavo Morales Delgado han analizado la historia reciente <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s islámicascomo resultado <strong>de</strong> una dialéctica entre la occi<strong>de</strong>ntalización en interacción con el panarabismo y el yihadismo.Ha sido marca <strong>de</strong> todas las ponencias compaginar la investigación científica con la valoración moral propia <strong>de</strong> cada autor.Por otra parte, cada una <strong>de</strong> las ponencias incluye pertinentes anotaciones a pie <strong>de</strong> página que han <strong>de</strong> permitir al lector profundizarsus conocimientos.PABLO ESCOLANO MOLINHistoria XV AbiertaCDL SEPTIEMBRE 2010 / 27


LIBROSFrancisco Javier Gómez DíezEspaña. Liberalismo y vertebración nacional (1780-2009)La Coruña, Netniblo, 2009. 184 páginas.Nos encontramos ante una Historia Contemporánea<strong>de</strong> España que estudia el proceso <strong>de</strong> instauración,consolidación y crisis <strong><strong>de</strong>l</strong> Estado liberal español, fundamentalmente.Analiza <strong>los</strong> límites <strong><strong>de</strong>l</strong> llamado «fracaso»<strong><strong>de</strong>l</strong> liberalismo como proyecto <strong>de</strong> vertebraciónnacional, vinculado esencialmente a la <strong>de</strong>bilidad <strong><strong>de</strong>l</strong>Estado y a la incapacidad para resolver <strong>los</strong> problemassociales <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la extensión <strong><strong>de</strong>l</strong> capitalismo y,por otro lado, el cuestionamiento sistemático <strong>de</strong> <strong>los</strong>valores políticos liberales, tanto por movimientos tradicionalistasy contrarrevolucionarios (carlistas, neocatólicos,integristas) como por <strong>los</strong> sectores revolucionarios<strong>de</strong> la izquierda, cuya responsabilidad en la<strong>de</strong>bilidad <strong><strong>de</strong>l</strong> régimen liberal y, más tar<strong>de</strong>, liberal-<strong>de</strong>mocráticono asumen muchos <strong>de</strong> sus dirigentes e intelectualesorgánicos (capítu<strong>los</strong> 2, 3 y 4).La gran transformación <strong>de</strong> la sociedad española enel siglo XIX, aunque lenta, <strong>de</strong>sató una auténtica convulsiónsocial que se manifestó en la división partidista,con elementos <strong>de</strong>sestabilizadores como el exclusivismopolítico o el retraimiento, la conflictiva situaciónreligiosa, la intervención <strong><strong>de</strong>l</strong> Ejército en la vidapolítica –¿<strong>los</strong> militares llamaron o fueron llamadospor <strong>los</strong> políticos?–, un intermitente trasfondo guerracivilista(esas tres guerras carlistas o el conflicto cainita<strong>de</strong> 1936), una <strong>de</strong>samortización que aumentó <strong>los</strong>agravios sociales más que resolver<strong>los</strong> o el progresivoauge <strong>de</strong> <strong>los</strong> movimientos nacionalistas e in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntistasperiféricos (capítu<strong>los</strong> 5 y 6).El sistema <strong>de</strong> la Restauración (1875-1923) intentóser un remedio político para lograr cierta calma política,pero el mundo europeo <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo XIX se hundió durante la Primera Guerra Mundial, lo que afectó igualmente a España. Ytras el liberalismo ¿qué? En la Europa <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s masas <strong>de</strong> <strong>los</strong> años 20 se llevó a la práctica regímenes totalitarios (comunismo,fascismo, nazismo, dictaduras) o una profundización <strong>de</strong>mocrática (Países Nórdicos y Gran Bretaña). La sociedad española,tras el fracaso institucionalizador <strong>de</strong> la dictadura <strong>de</strong> Primo <strong>de</strong> Rivera, intentó también esa segunda vía, durante la <strong>II</strong>República, que también fracaso en sus intentos <strong>de</strong> lograr institucionalizarse y, lo peor, <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nó una Guerra Civil (capítulo7. Liberalismo y revolución). Tendría que pasar un segundo régimen dictatorial para que <strong>los</strong> españoles volvieran a intentarun segundo régimen <strong>de</strong>mocrático, en el que nos encontramos pero, lamentablemente, aún lejos <strong>de</strong> haber alcanzado un consensonacional que garantice una convivencia estable (capítulo 9. Democracia y liberalismo: <strong>los</strong> límites <strong>de</strong> la normalización).El libro anima al lector a capturar el código QR con su dispositivo móvil, para acce<strong>de</strong>r a información ampliada no incluida.Es un código <strong>de</strong> barras en dos dimensiones y es gratis, aunque resulta necesario el uso <strong>de</strong> internet en el móvil. Resulta recomendabletener una tarifa plana <strong>de</strong> datos o utilizar conexión Wi-Fi.28 / SEPTIEMBRE 2010 CDL Historia XVI AbiertaANTONIO MANUEL MORAL RONCAL

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