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(Portelli, 1991). En sus relatos se observa la presencia de elementos fácticos, utópicos yevaluativos. Historia personal que no sólo es pasado sino cosmovisión, modo de hacer en elpresente y actitud preparatoria de futuro (Bagú, 1994: 86). Historia y políticacodeterminándose en un espacio y tiempo dado, en la medida que la política es accióntendiente a la realización de lo proyectado.Historias de vida, que a través del ejercicio de la memoria se revelan como instanciaseficaces para develar los procesos de constitución y transformación de identidades políticaspersonales y colectivas. Nos permiten reconstruir la forma en que los sujetos en situaciónconfiguran su relación con el otro y simultáneamente su relación consigo mismos. Es decircomprender cómo se estructura la dinámica de las identidades, esa configuracióninterdefinida de sujetos que por definición están en movimiento (Landowski, 1996). En elcaso de este estudio los relatos posibilitaron, en alguna medida, reconstruir los modos enque a través del tiempo se establecen, mantienen y modifican los atributos, roles yposiciones relativas que interdefinen a los distintos grupos que constituyeron la militanciasanjuanina de izquierda de los años '60 y '70.Por otra parte, otro aspecto considerado valioso de este abordaje resulto de la cualidad quetienen las historias de vida de arrojar luz sobre las prácticas sociales que informan lavoluntad política. Esto permitió, a su vez, comprender el doble carácter que asume larealidad social como contexto de producción de la práctica política y al mismo tiempocomo objeto de esas prácticas. En este sentido, el abordaje de la política a partir de lastrayectorias de vida resulta relevante cuando se intenta acceder "al movimiento de loconcreto real en su permanente mutación y en sus múltiples contradicciones" (Borón,1991). Entender el movimiento real como articulación entre lo devenido (lo estructural) y loque está deviniendo (lo potencial), dinámica de lo real en donde las prácticas de los sujetostransforman constantemente en realidad los contenidos potenciales en cuanto los propiossujetos constituyen esa realidad potencial (Zemelman, 1989). Las trayectorias de vida delos entrevistados, autoreferenciados como protagonistas y actores de la historia, ponen enevidencia este carácter dinámico de la realidad social. Sus representaciones y prácticasenmarcadas en una opción ideológica de cambio develan la primacía de lo potencial, loporvenir por sobre lo dado, lo estructural.Finalmente, quisiéramos concluir esta ponencia con una reflexión que nos colocanuevamente en el punto de partida, el de repensar la práctica investigativa y los procesos ymodos de construcción de conocimiento que ésta genera. En este sentido podemos decirque el abordaje teórico - metodológico adoptado no sólo permitió la producción cooperativade conocimiento sino que significó una transformación de los sujetos involucrados en ella.Es en el acto mismo de la narración, en ese encuentro consigo y con el otro de investigadorentrevistado,que hechos y situaciones, lo real -cosa en sí- deviene en realidad cosa para sí.Y la mirada retrospectiva (aprés coup) que ofrece el relato y su posterior relectura no sólopermite acceder a los "hechos" sino a la relación entre éstos y quienes fueron protagonistasde los mismos. He aquí puesta en juego esa subjetividad, que Benasayag define comoconstrucción - creación. (Benasayag, 1998).Para muchos de los entrevistados, la instancia de encuentro comunicacional se vivenció ysignificó como un espacio de reconocimiento social. Reconocimiento que operaba desde el17