BOLETÃN INFORMATIVO Nº 9 - Asociación de Amigos VÃa da Prata de
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16Los fenómenos sociales están marcados porel efecto “folcklore”, palabra que significacostumbre popular. Ningún fenómeno socialse escapa de este otro que es como ladesembocadura de las corrientes diversas queemergen del comportamiento de las masas.El peregrinaje es un fenómeno ancestral.Su porqué atávico deberíamos encontrarlo en elparadigma bíblico del “Éxodo”, la salida de unasituación de esclavitud, al estado de libertad,aunque las peregrinaciones deben de ser tanantiguas como el ser humano mismo y su porquéatávico debe estar en el ansia de retorno alParaíso, para lo cual, se da un proceso purificador,dado que estamos expulsados del Paraíso porun acto de desobediencia, un “pecado”. Lasperegrinaciones han tenido y tendrán hastael fin de los tiempos carácter purificador.Individuales y colectivas, se pueden buscar yencontrar en todas las literaturas de todas lasculturas de todos los tiempos.Nuestra peregrinación a Santiago, tiene elmismo carácter: purificador. El camino deSantiago nace como penitencia expiatoria degravísimos pecados, como crímenes, fechoríasde la época, asaltos, invasiones con toda clasede fechorías, etc.Hoy, los peregrinos han perdido gran partedel sentido original de la peregrinación y,lanzándose al camino, tratan de descubrir quéocurre que tanta gente lo hace y resultaarrastrada a repetir. Al fin, es un fenómenode masas, convirtiéndose en folcklore, puesya es costumbre popular que la misma Iglesiapromociona, percatándose de los enormesbeneficios espirituales que reporta al peregrinoesta experiencia. La experiencia del Camino hoyacaba siendo la misma que la del peregrino dela edad media, la purificación.Y hay que valorar este fenómeno a los dos nivelesque actúa, el individual, la peregrinación la haceun peregrino de forma individual, y la colectiva,los peregrinos. La sociedad ha generadoun fenómeno terapéutico, la purificaciónabandonada por las corrientes denigratorias delsacramento de la penitencia. El fenómeno actúaen estas dos perspectivas, ambas buenas para elgénero humano, pues la purificación individuales buena, pues el peregrino, que, “refrescado”espiritualmente por el Camino, entra en ladinámica de la “Katársis”, (la autocrítica) o de la“Metanoia”, o cambio de forma de pensar.El peregrino y los peregrinos
17Envuelto por la soledad de los campos, cansadoy dolorido, el peregrino, toma conciencia deque eso es bueno para su vida, su alma,su sentido del tiempo y la eternidad. LaMetanoia surge por sí misma, cambiando la vidadel peregrino y los peregrinos, convirtiendo elCamino en “folcklore”, cambian la vida de lospueblos. Un fenómeno social con capacidad paracrear un “sociotipo” es lo bastante importantecomo para tenerlo en cuenta. El destino denuestro mundo arrastrando aún las secuelastrágicas de la gran última guerra, está siendocambiado por esta nueva “raza” humana,este “sociotipo” que ha adquirido fisonomía,identidad y carácter y al que debemos apoyarpor todos los medios, pues son el “antibiótico”que está curando las llagas abiertas de unmundo convulso y loco que, azotado por las“fuerzas oscuras” que han querido arrasar laestructura de una cultura cristiana milenaria, selanza ciego a un abismo de desidentificación.Osera, se ha unido a esta dinámica, ofreciéndoleslo que, dadas sus condiciones y su precariedad,mejor ha podido a los peregrinos, esperandode las instituciones oficiales la ayudaque precisa para que este servicio a unfenómeno que está configurando la nuevasociedad universal, sea el adecuado, sinescatimar en unos gastos que, lamentablemente,todos sabemos se derrochan por otra parte enatención a fenómenos no ya de menos caráctery proyección social, sino de dudosa incidencia enla estructuración de una sociedad que pretendeser “civilizada”.Fr. Luis de OseraMonasterio de OseraLos peregrinos, los nuevos ángeles de nuestromundo, portadores de la “Buena Nueva” de lafraternidad universal, merecen que todas laspuertas se les abran, todas las institucionesles protejan y nadie explote vilmente estacorriente de vida espiritual, convirtiéndoles en“fuente de consumo”, porque… “Lo que a uno deestos mis humildes hermanos les hiciereis a Míme lo hicisteis”.
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16Los fenómenos sociales están marcados porel efecto “folcklore”, palabra que significacostumbre popular. Ningún fenómeno socialse escapa <strong>de</strong> este otro que es como la<strong>de</strong>sembocadura <strong>de</strong> las corrientes diversas queemergen <strong>de</strong>l comportamiento <strong>de</strong> las masas.El peregrinaje es un fenómeno ancestral.Su porqué atávico <strong>de</strong>beríamos encontrarlo en elparadigma bíblico <strong>de</strong>l “Éxodo”, la sali<strong>da</strong> <strong>de</strong> unasituación <strong>de</strong> esclavitud, al estado <strong>de</strong> libertad,aunque las peregrinaciones <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> ser tanantiguas como el ser humano mismo y su porquéatávico <strong>de</strong>be estar en el ansia <strong>de</strong> retorno alParaíso, para lo cual, se <strong>da</strong> un proceso purificador,<strong>da</strong>do que estamos expulsados <strong>de</strong>l Paraíso porun acto <strong>de</strong> <strong>de</strong>sobediencia, un “pecado”. Lasperegrinaciones han tenido y tendrán hastael fin <strong>de</strong> los tiempos carácter purificador.Individuales y colectivas, se pue<strong>de</strong>n buscar yencontrar en to<strong>da</strong>s las literaturas <strong>de</strong> to<strong>da</strong>s lasculturas <strong>de</strong> todos los tiempos.Nuestra peregrinación a Santiago, tiene elmismo carácter: purificador. El camino <strong>de</strong>Santiago nace como penitencia expiatoria <strong>de</strong>gravísimos pecados, como crímenes, fechorías<strong>de</strong> la época, asaltos, invasiones con to<strong>da</strong> clase<strong>de</strong> fechorías, etc.Hoy, los peregrinos han perdido gran parte<strong>de</strong>l sentido original <strong>de</strong> la peregrinación y,lanzándose al camino, tratan <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir quéocurre que tanta gente lo hace y resultaarrastra<strong>da</strong> a repetir. Al fin, es un fenómeno<strong>de</strong> masas, convirtiéndose en folcklore, puesya es costumbre popular que la misma Iglesiapromociona, percatándose <strong>de</strong> los enormesbeneficios espirituales que reporta al peregrinoesta experiencia. La experiencia <strong>de</strong>l Camino hoyacaba siendo la misma que la <strong>de</strong>l peregrino <strong>de</strong>la e<strong>da</strong>d media, la purificación.Y hay que valorar este fenómeno a los dos nivelesque actúa, el individual, la peregrinación la haceun peregrino <strong>de</strong> forma individual, y la colectiva,los peregrinos. La socie<strong>da</strong>d ha generadoun fenómeno terapéutico, la purificaciónabandona<strong>da</strong> por las corrientes <strong>de</strong>nigratorias <strong>de</strong>lsacramento <strong>de</strong> la penitencia. El fenómeno actúaen estas dos perspectivas, ambas buenas para elgénero humano, pues la purificación individuales buena, pues el peregrino, que, “refrescado”espiritualmente por el Camino, entra en ladinámica <strong>de</strong> la “Katársis”, (la autocrítica) o <strong>de</strong> la“Metanoia”, o cambio <strong>de</strong> forma <strong>de</strong> pensar.El peregrino y los peregrinos
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