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1 - CAR-SPAW-RAC

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USO Y MANEJO DE LA FAUNA SILVESTRE EN LAORINOQUIA COLOMBIANA: CACERÍA YTRÁFICO DE ESPECIESBIODIVERSIDAD DE LA CUENCA DEL ORINOCO:II. ÁREAS PRIORITARIAS PARA LA CONSERVACIÓNY USO SOSTENIBLEE. IrabaF. TrujilloFigura 6. Ejemplar de chigüiro en las sabanas inundables de Casanare. Foto: F. Trujillo.A pesar de que la mayoría de la demanda de carne de chigüirose encuentra en Venezuela, en el interior del paístambién existe un comercio ilegal. Tan solo en Bogotá hayal menos 15 restaurantes típicos del Llano que anuncian laventa de carne de chigüiro. La carne que se vende en estossitios proviene de poblaciones silvestres que son cazadasilegalmente.En algunas zonas de los llanos de Colombia, la gran abundanciade chigüiros hizo que los dueños de los hatos losconsideran como una plaga que compite con el ganado poragua y pastos, en la época seca. Esto estimuló el aprovechamientoirracional y sin ningún control del chigüiro, comouna estrategia para disminuir la competencia (Aldana-Domínguezy Ladino 2006).Las actividades de caza para el comercio ilegal de carne seconocen localmente como “chigüiranzas” y ocurren durantela época seca (enero, febrero y marzo). El métodode caza empleado es selectivo en cuanto al tamaño de losindividuos, pues se prefieren los animales adultos a los juveniles.Sin embargo no permite diferenciar entre hembrasy machos; esto ocasiona que alrededor de la mitad de losanimales cazados sean hembras, lo cual puede afectar negativamentelas tasas de natalidad y hacer insostenible elaprovechamiento (Payan 2007).En la actualidad la caza ilegal constituye la principal amenazapara los chigüiros. Sin embargo, la transformación delhábitat del chigüiro para el desarrollo de cultivos de arrozy especies forestales también constituye una amenaza, asícomo las dificultades para la legalización de la caza comercial.A pesar de esto, en los últimos años se han dado grandesavances en la legislación y normatividad y se espera queel Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorialpueda implementar en los próximos años las normasque se encuentran en proceso de desarrollo.En el Casanare los dueños de los hatos ganaderos dondese encuentran poblaciones silvestres de chigüiros, se hanorganizado en cinco asociaciones de “criadores” de chigüiro,quienes han querido legalizar las actividades de explotaciónde chigüiro bajo la modalidad de caza comercial. Lasasociaciones han participado en el proceso de formulaciónde la normatividad y han ejercido una presión constantepara que ésta sea implementada.El uso legal del chigüiro se ha dado mediante diversas figurasjurídicas. En 1985 el Ministerio de Agricultura y el Inderenapermitieron la caza de especímenes de fauna silvestrecon fines de fomento en zoocriaderos. El programa dezoocría de chigüiro se estableció bajo las modalidades dezoocría intensiva y semiextensiva. El sistema intensivo per-mitía capturar máximo 1.000 individuos silvestres comopie de cría que debían ser mantenidos en altas densidadesen encierros o jaulas. Por su parte, el sistema semiextensivoestablecía el aprovechamiento de la producción obtenida apartir de máximo 15.000 ejemplares capturados del medionatural. En el segundo caso, la población debía permaneceren un determinado predio gracias al mejoramientoambiental y a la protección que el propietario de las tierrasejercía. Esta segunda modalidad solo fue permitida enla Orinoquia. Bajo el sistema de zoocría semiextensiva sepermitió el aprovechamiento de chigüiro del medio naturalcon fines comerciales. Durante 1990 y 2001 se comercializaronlegalmente 135.642 individuos provenientes de laregión de la Orinoquia, específicamente de los hatos de ElCanadá (Arauca), La Aurora y La Prevención (Casanare).La carne fue comercializada principalmente en Venezuela(Figura 7).Los permisos de “zoocría” de chigüiro solo estaban disponiblespara la especie H. hydrochaeris en la región de la Orinoquia.La cuota de aprovechamiento se calculaba comoun porcentaje (entre el 30-20%), de la población estimada apartir de un conteo directo de los animales realizado por laautoridad ambiental. Sin embargo no se tenía una metodologíaestandarizada que permitiera hacer un seguimiento ala sostenibilidad del aprovechamiento, y que justificaran lacantidad de animales que eran permitidos cazar. Adicionalmentelos zoocriaderos legales sirvieron de “fachada” paralegalizar la cacería realizada en forma ilegal.En el año 2000 se promulgó la Ley 611 donde se establecióque el aprovechamiento de la fauna y de sus productos sepuede efectuar a través de la cosecha directa del medio yde zoocría en ciclo cerrado y/o abierto. “Los zoocriaderosabiertos se establecen a partir de la captura periódica enel medio silvestre de individuos en cualquier fase del ciclobiológico. Estos se incorporan en el zoocriadero hastallevarlos a una fase de desarrollo que permita su aprovechamientofinal. Por su parte, los zoocriaderos cerrados seinician con un pie parental obtenido del medio silvestre ode cualquier otro sistema de manejo de fauna. A partir delpie parental se desarrollan todas las fases del ciclo biológicopara obtener los especímenes a aprovechar” (Aldana-Domínguezet al. en prensa).En el 2003 Corporinoquia autorizó la caza de 6.800 chigüirosen el municipio de Paz de Ariporo bajo la figura deaprovechamiento en zoocriaderos abiertos, con el propósitode exportar la carne a Venezuela. Sin embargo, en esemomento las normas para permitir este tipo de exportaciónestaban aún en proceso de formulación y la carne nopudo ser comercializada. Los usuarios se vieron afectadoseconómicamente pues tuvieron que vender la carne en Yopaly los pueblos cercanos a un valor de $4.000/kg en lugarde ganar $16.000/kg en el mercado venezolano (El Tiempo2003).Con el fin de regular el aprovechamiento de chigüiro conmayor claridad, y dado que se estaba permitiendo la cazaFigura 7. Número de animales cazados legalmente en los “zoocriaderos” La Prevención, La Aurora y El Canadá entre 1990 y 2001.Fuente: López et al. (2002), que reportan los expedientes AO1, AO-05 y A63 del Ministerio del Medio Ambiente.160161

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