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1 - CAR-SPAW-RAC

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USO Y MANEJO DE LA FAUNA SILVESTRE EN LAORINOQUIA COLOMBIANA: CACERÍA YTRÁFICO DE ESPECIESBIODIVERSIDAD DE LA CUENCA DEL ORINOCO:II. ÁREAS PRIORITARIAS PARA LA CONSERVACIÓNY USO SOSTENIBLEE. IrabaF. Trujillocia de las especies. De manera interesante, por citar unejemplo, en los años ochenta en la Amazonia colombianaalgunos estudios concluían que en diciembre y enero habíamás disponibilidad de fauna y que por eso los datos de caceríay pesca eran los mayores. Sin embargo, al cruzar estainformación con estudios biológicos no se veía un patrónque respaldara esto; por otro lado, al hacer una evaluaciónsocio-económica se encontró que el esfuerzo de cazadoresy pescadores aumentaba en respuesta a las festividades dediciembre y la necesidad de útiles escolares y uniformespara sus hijos. Esto ponía de manifiesto que el relacionamientotradicional con la fauna se iba modelando por laseconomías de la región. De manera similar, se ha identificadola importancia de hábitats estratégicos para garantizarla permanencia de fauna como son los salados, pero hastala fecha los esfuerzos de conservación han sido muy incipientes.Para el manejo de la fauna existen diversas variables quedeben ser tenidas en cuenta, y una de ellas es el componentelegal. En Colombia, la fauna terrestre está consideradacomo un recurso protegido con legislación específica,pero en el caso de la fauna acuática, desafortunadamenteha sido definida más como un recurso hidrobiológico, cuyomanejo depende más de instancias del orden pesquero quedel propio Ministerio de Ambiente, Vivienda y DesarrolloTerritorial. Este divorcio conceptual ha generado inconsistenciasen el manejo de los recursos faunísticos del país a lolargo del tiempo. Igualmente, vinculado al tema legal, estáel tráfico de especies, que en Colombia presenta cifras muypreocupantes, en término de animales sacados ilegalmentedel país, decomisos e inversión económica del Estadopor frenar este flagelo (Cruz-Antía y Gómez 2010, Gómez1997, Trujillo 2009).Ante esta situación, el Gobierno colombiano ha promovidovedas, ha generado normativas, e incluso ha apoyado procesoslocales basados en acuerdos de conservación. Entreestos últimos sobresalen las iniciativas de ONGs, ParquesNacionales y Resguardos Indígenas alrededor del manejode la tortuga charapa en el medio Caquetá (Hildebrandy Peñuela 1994, Monje y Martínez 2008). Desde entoncesexiste un número interesante de esfuerzos dirigidos adiversos grupos de fauna, muchos de ellos acompañadosigualmente por las Corporaciones Regionales, pero quede alguna manera siguen sin consolidarse de manera definitiva.Esto genera una disyuntiva seria, ya que es precisorealizar un ejercicio serio que permita reflexionar sobreel uso de fauna en el país, evaluar los vacíos normativos yrecoger lecciones aprendidas tanto buenas como malas delos procesos adelantados, todo esto dentro del marco delConvenio de Diversidad Biológica, y ajustando el uso deestas especies en los principios generales de Addis Abeba(Trujillo et al. 2010b). Estos principios fundamentalmentebuscan generar unas condiciones de uso sostenible comoinstrumento para combatir la pobreza y lograr un desarrolloadecuado, garantizando que todos los actores que administrany usan los recursos tomen parte activa de esteproceso.El presente caso de estudio no pretende ser un análisis exhaustivodel estado del arte sobre cacería y uso de fauna enColombia, pero si presenta la situación general en la Orinoquia,por lo que se ilustran diversos procesos a través decasos de estudio en los que existe información disponible.METODOLOGÍAEl análisis del uso de fauna para la Orinoquia colombiana,se basó en la revisión de literatura científica, reportes, tesisde grado, capítulos de libros, entre otros, enfocados en lacacería, el aprovechamiento de fauna por comunidades localesy el tráfico de especies para presentar una evaluaciónpreliminar. Esto último se abordó a través de una revisiónde información de incautaciones de fauna por parte de laPolicía Nacional, además de datos de las CorporacionesAutónomas.El capítulo se divide en tres secciones: la primera, sobrecacería de fauna por comunidades indígenas y llaneras; lasegunda, enfocada en casos de estudio de especies con altapresión de caza como el chigüiro, las tortugas del géneroPodocnemis y los manatíes (Trichechus manatus); y la última,analiza el tráfico de especies en la región. Las especiesseleccionadas en la segunda parte se abordaron dado su nivelde amenaza y la disponibilidad de información.RESULTADOSCacería de fauna por comunidades locales(indígenas y llaneros)La cacería es una de las actividades más antiguas del serhumano que junto a la agricultura consolidaron los asentamientoshumanos en muchos lugares del planeta. Enmuchos países, la transformación y deterioro de los ecosistemassumados a un aumento poblacional severo, hicieronque esta actividad fuera desapareciendo y dando pasoa la domesticación de animales como fuente de proteína.Sin embargo, se sabe que al menos en 62 países del mundomuchos pueblos dependen aún de esta actividad para accedera su principal fuente de alimento (Redford y Robinson1991, Steartman y Redford 1995).Moure y Etter (2001) identifican modalidades de caceríade subsistencia en Colombia, afirmando que cuatro estánpresentes en el Orinoco. Las modalidades varían entre síde acuerdo a la dependencia de carne que provee la cacería.De esta manera, si para los indígenas cazadores-recolectoreses la principal fuente, para los colonos y campesinosésta solo complementa su dieta. En el caso cultural tambiénexiste una diferenciación en cuanto a la importanciade la cacería; para los indígenas define roles de género (elpapel masculino) y muestra su presencia en el territorio,en contraste para las comunidades no indígenas, la caceríatiene una baja valoración cultural y es una actividad de tipotransitorio determinada básicamente por la accesibilidad ydisponibilidad de la fauna culturalmente aceptada para elconsumo.IndígenasLos espacios donde los indígenas capturan las especies queaprovechan pueden estar asociados a cuerpos de agua o azonas de tierra firme y dependen de la estacionalidad delas lluvias. En los bosques inundables es posible encontrarreptiles como el morrocoy (Chelonoidis denticulata), el cachire(Paleosuchus palpebrosus), monos como Cebus apellay Alouatta seniculus, fauna acuática y también aves quesirven para la consecución de proteína (Ayres et al. 1997,Rodríguez 2006). La zona de tierra firme es la que habitanlas comunidades y donde poseen conucos (sistemas de producciónde mínima utilización de insumos implementadospor indígenas y campesinos), en éstas zonas se produceuna mayor extracción de medianos y pequeños mamíferoscomo danta (Tapirus terrestris), lapa (Agouti paca), venado(Mazama americana), venado sabanero (Odocoileus virginianus),picure (Dasyprocta fuliginosa) y báquiro (Tayassupecari). Dentro de ésta zona de tierra firme están los rastrojos(lugar donde hubo conuco y se está dando sucesiónvegetal) que son muy importantes en la dinámica de losecosistemas por ser espacios en regeneración que ofrecenalimento para la fauna silvestre.No son muy numerosos los estudios que hay sobre caceríaen el Orinoco colombiano, e igualmente no existe unaaproximación metodológica equivalente entre ellos. Algunosmiden la importancia de una especie en términos deporcentaje de captura y otros de manera cualitativa por lapercepción de los cazadores sobre si una especie es abundanteo no.Rodríguez (2006), por ejemplo reportó que en la selva deMatavén los indígenas cazan especies de acuerdo al tipode ecosistema. Los parches de selva por ejemplo, ofrecenhábitats para aves y mamíferos tanto arbóreos como terrestres,como la pavas (Penelope jacquacu), tucán (Ramphastossp.), paujil (Crax sp.) picure, (Dasyprocta fuliginosa), cachicamo(Dasypus kappleri), lapa (Agouti paca), oso palmero(Tamandua tetradactyla), venado (Mazama americana) ymico de noche (Aotus sp.), entre otros. El cachicamo (Dasypusnovemcinctus), el picure (Dasyprocta sp.) y el báquiro(Pecari tajacu) son especies que se adaptan en cierto gradoa las modificaciones antrópicas del paisaje por lo cual sepueden encontrar en la transición entre conucos y bosques.Algunos otros animales que también son objeto de caza enesta región, corresponden a la tortuga arrau (Podocnemisexpansa), la terecay (Podocnemis unifilis), venado sabanero(Odocoileus virginianus), oso perezoso (Bradypus variegatus)y pato aguja (Anhinga anhinga). Este estudio, concluyóque los mamíferos corresponden al grupo que más aportabiomasa a la actividad de cacería.Usos de la faunaEs de resaltar que los indígenas han dejado de lado muchosde los usos que le daban a ciertas especies en el pasado yaque las creencias han variado con el tiempo. La abstinenciade ciertas carnes que no eran aceptadas socialmente, hadesaparecido y actualmente son consumidas por adultos yjóvenes. También se tejen una serie de creencias alrededorde lo que una mujer embarazada y su pareja no deben comer.Por otro lado, hay especies que no se capturaban en elpasado pero debido a factores de tipo económico hoy endía son utilizadas (Vanegas 2006). Rodríguez (2006) identificóque la evangelización tuvo una fuerte influencia en losusos que los indígenas le dan a la fauna silvestre en cuantoa la medicina, el simbolismo y las propiedades mágicas deciertos subproductos de los animales, suprimiendo muchasde sus manifestaciones culturales. Actualmente, los usospredominantes corresponden a la alimentación, la comercialización,el intercambio y regalo, el control y la tenenciacomo mascota (Robinson y Bodmer 1999, Ojasti 2000).AlimentaciónSe prefieren animales que tengan un buen tamaño que puedanser consumidos por varias personas, entre los cualesestán la lapa (Agouti paca) y el báquiro (Pecari tajacu) (Rodríguez2006). Los reptiles también tienen un papel importante,especialmente las tortugas del género Podocnemis.Rodríguez (2006) reporta que algunas otras especies queson cazadas para consumo por los indígenas Curripaco dela Selva del Matavén son: Tapirus terrestris, Mazama gouazoubira,Odocoileus virginianus, Hydrochaeris hydrochaeris,150151

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