Severino-Di-Giovanni.-El-idealista-de-la-violencia%20(1)

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12.07.2015 Views

El obstinado camino hacia la tragediaEl texto de los volantes que le quitan era el siguiente:¡18 AÑOS EN USHUAIA!¡Y está vivo! El pulmón roto, la garganta herida, la pielpegada a los huesos, ¡y está vivo!El frío, el hambre, el castigo, la muerte, en fin, como uncuervo comiéndole el corazón desde hace 18 años, ¡yestá vivo! ¿A quién espera...? ¿hasta cuándo...? Esperala libertad hasta que se la conquisten los anarquistas...¡18 años Ushuaia y está vivo!RADOWITZKYTambién le secuestran los carteles donde se denuncia que elgobierno prohíbe los actos por Radowitzky:ABAJO LA MORDAZA POLICIALMientras todos los partidos políticos levantan en las callessus tribunas, el pueblo, los obreros, no pueden levantar lassuyas para reclamar la libertad de su noble vindicadorSIMON RADOWITZKYLa policía prohíbe sus conferencias y persigue, por apologíadel crimen, a quienes escriben. Pero ni hablar ni escribir estoda la acción. El pueblo tiene otras armas. Una esLA HUELGA GENERALComité Pro Presos Sociales, Gremios Autónomos yPublicaciones Anarquistas de la Capital.Mientras el país está en un tenso clima electoral, la atmósfera seenrarece por la campaña por Radowitzky que culminará con la huelgageneral.Esa huelga es llevada a cabo por la FORA el 23 de marzo.Severino comentará en “La Diana”, de París, ese acontecimiento así: “Lahuelga general ha sido un buen comienzo, tan es así que se han avivado yafirmado firmemente los valores individuales que han acompañado a esta granprotesta de solidaridad. Desde el primer día, el nombre de fuego de Radowitzkyfue levantado bien alto y gritado bien fuerte el nombre de aquellos tristes y suciosaprovechadores de la puerca política.La parte sana y buena del pueblo —continúa más adelante— noolvida a sus héroes y tiene siempre en el corazón a los que se sacrifican o sonmartirizados, elevándolos por encima de los truhanes y los embaucadores y

Severino Di Giovanni. El idealista de la violenciareclamando en alta voz la liberación de su intrépido y magnífico héroe. A lamañana temprano de ese día, los sabuesos del Departamento de Policía fueronlanzados por todos lados... para arrestar la... voz de la dinamita, que trágica ysolemne acompañaba a la protesta popular. Las medidas coercitivas de nuestra‘primera del mundo’ —como suelen llamarse triunfalmente nuestros policías—después de los atentados del 24 de diciembre de 1927 a los dos máximos feudosbancarios de Wall Street para vengar a Sacco y Vanzetti, han llegado a la alturamáxima del ridículo. Buscaron por todos lados, dieron vuelta a la Repúblicaentera sin descubrir o por lo menos encontrar un pelo de los espectros terroristaso de los fantasmas dinamiteros”.Ese rasgo de conducta de Severino se repetirá siempre: burlarsede la policía, incitarla, hacerla aparecer como derrotada. Luego, en eseartículo pasa a detallar los nuevos atentados con bombas en los que—sin ninguna duda— estuvo su mano. “En la mañana del 23 de marzo—dice— la dinamita, eterna irrefrenable, hizo su aparición imprevista entre losrieles y los edificios de la reina del Plata. Nosotros, que vivimos afuera delinfierno de Ushuaia, tierra maldita, que templamos nuestros corazones con laidea de este gran incitador Simón Radowitzky, de este verdadero héroe, antes deser mártir, no podemos dejar de recoger las aspiraciones y las incitaciones queprovienen de este gran justiciero que nos ha hablado el lenguaje de fuego delejemplo irresistible, y proveer tanta resina para alimentar el incendiopurificador en los infaltables movimientos sociales que vendrán”. Luegoinforma: “Sólo por pocos segundos, una potente bomba no explotó en las manosdel Jefe de Orden Social de la policía. Unos cuantos petardos estallaron bajo lasruedas de los tranvías que llevaba a los crumiros. La misma noche otro atentadohizo suspender el tráfico en el tren eléctrico del Oeste”. “Entretanto—agrega— la policía, continuando con su tradición disolvió por la fuerza unacto de protesta arrestando a algunos compañeros. Es decir, una buena jornada,en la cual ha protestado fuerte y alto la voz de la dinamita. Sólo la libertad deSimón Radowitzky podrá hacerla callar”.El 10 de abril de 1928, Severino publica en el Nº 33 de“Culmine”, en tapa, un análisis de la situación argentina. Lleva un grantitular de siete líneas que dice: “El Pueblo olvida fácilmente, por un trago devino, al patrón que lo veja y lo explota. Hoy más que nunca, en la baraúndacarnavalesca de las elecciones, olvida que tras los vahos del alcohol y las frasesrimbombantes de los demagogos, se alza la cruz de los fariseos de siempre y losescribas los crucificarán, disputándose cotidianamente el pan amargo, con laspromesas falsas que renuevan al repetirse, la farsa. ¿Cuándo este pueblocomprenderá que también el patrón electo por su ‘voluntad’ es igual a losotros?”.

<strong>Severino</strong> <strong>Di</strong> <strong>Giovanni</strong>. <strong>El</strong> <strong>i<strong>de</strong>alista</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> violenciarec<strong>la</strong>mando en alta voz <strong>la</strong> liberación <strong>de</strong> su intrépido y magnífico héroe. A <strong>la</strong>mañana temprano <strong>de</strong> ese día, los sabuesos <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Policía fueron<strong>la</strong>nzados por todos <strong>la</strong>dos... para arrestar <strong>la</strong>... voz <strong>de</strong> <strong>la</strong> dinamita, que trágica ysolemne acompañaba a <strong>la</strong> protesta popu<strong>la</strong>r. Las medidas coercitivas <strong>de</strong> nuestra‘primera <strong>de</strong>l mundo’ —como suelen l<strong>la</strong>marse triunfalmente nuestros policías—<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los atentados <strong>de</strong>l 24 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1927 a los dos máximos feudosbancarios <strong>de</strong> Wall Street para vengar a Sacco y Vanzetti, han llegado a <strong>la</strong> alturamáxima <strong>de</strong>l ridículo. Buscaron por todos <strong>la</strong>dos, dieron vuelta a <strong>la</strong> Repúblicaentera sin <strong>de</strong>scubrir o por lo menos encontrar un pelo <strong>de</strong> los espectros terroristaso <strong>de</strong> los fantasmas dinamiteros”.Ese rasgo <strong>de</strong> conducta <strong>de</strong> <strong>Severino</strong> se repetirá siempre: bur<strong>la</strong>rse<strong>de</strong> <strong>la</strong> policía, incitar<strong>la</strong>, hacer<strong>la</strong> aparecer como <strong>de</strong>rrotada. Luego, en eseartículo pasa a <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>r los nuevos atentados con bombas en los que—sin ninguna duda— estuvo su mano. “En <strong>la</strong> mañana <strong>de</strong>l 23 <strong>de</strong> marzo—dice— <strong>la</strong> dinamita, eterna irrefrenable, hizo su aparición imprevista entre losrieles y los edificios <strong>de</strong> <strong>la</strong> reina <strong>de</strong>l P<strong>la</strong>ta. Nosotros, que vivimos afuera <strong>de</strong>linfierno <strong>de</strong> Ushuaia, tierra maldita, que temp<strong>la</strong>mos nuestros corazones con <strong>la</strong>i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> este gran incitador Simón Radowitzky, <strong>de</strong> este verda<strong>de</strong>ro héroe, antes <strong>de</strong>ser mártir, no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> recoger <strong>la</strong>s aspiraciones y <strong>la</strong>s incitaciones queprovienen <strong>de</strong> este gran justiciero que nos ha hab<strong>la</strong>do el lenguaje <strong>de</strong> fuego <strong>de</strong>lejemplo irresistible, y proveer tanta resina para alimentar el incendiopurificador en los infaltables movimientos sociales que vendrán”. Luegoinforma: “Sólo por pocos segundos, una potente bomba no explotó en <strong>la</strong>s manos<strong>de</strong>l Jefe <strong>de</strong> Or<strong>de</strong>n Social <strong>de</strong> <strong>la</strong> policía. Unos cuantos petardos estal<strong>la</strong>ron bajo <strong>la</strong>sruedas <strong>de</strong> los tranvías que llevaba a los crumiros. La misma noche otro atentadohizo suspen<strong>de</strong>r el tráfico en el tren eléctrico <strong>de</strong>l Oeste”. “Entretanto—agrega— <strong>la</strong> policía, continuando con su tradición disolvió por <strong>la</strong> fuerza unacto <strong>de</strong> protesta arrestando a algunos compañeros. Es <strong>de</strong>cir, una buena jornada,en <strong>la</strong> cual ha protestado fuerte y alto <strong>la</strong> voz <strong>de</strong> <strong>la</strong> dinamita. Sólo <strong>la</strong> libertad <strong>de</strong>Simón Radowitzky podrá hacer<strong>la</strong> cal<strong>la</strong>r”.<strong>El</strong> 10 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1928, <strong>Severino</strong> publica en el Nº 33 <strong>de</strong>“Culmine”, en tapa, un análisis <strong>de</strong> <strong>la</strong> situación argentina. Lleva un grantitu<strong>la</strong>r <strong>de</strong> siete líneas que dice: “<strong>El</strong> Pueblo olvida fácilmente, por un trago <strong>de</strong>vino, al patrón que lo veja y lo explota. Hoy más que nunca, en <strong>la</strong> baraúndacarnavalesca <strong>de</strong> <strong>la</strong>s elecciones, olvida que tras los vahos <strong>de</strong>l alcohol y <strong>la</strong>s frasesrimbombantes <strong>de</strong> los <strong>de</strong>magogos, se alza <strong>la</strong> cruz <strong>de</strong> los fariseos <strong>de</strong> siempre y losescribas los crucificarán, disputándose cotidianamente el pan amargo, con <strong>la</strong>spromesas falsas que renuevan al repetirse, <strong>la</strong> farsa. ¿Cuándo este pueblocompren<strong>de</strong>rá que también el patrón electo por su ‘voluntad’ es igual a losotros?”.

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