Severino-Di-Giovanni.-El-idealista-de-la-violencia%20(1)

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12.07.2015 Views

Notasanónimo y sean anarquistas”. A partir de ese número se publicaron opiniones,dando la razón a “La Protesta” en un 99%.118Carta Nº 37. La carta anterior corresponde a la carta Nº 36.Fotocopias en poder del autor.11920 de marzo de 1929. En “L’Emancipazione” del 15 de junio de 1929se reproduce la aclaración de Aguzzi sobre el dinero para las Víctimas Políticasque retuvo Di Giovanni. La redacción de dicho periódico agrega a la declaraciónde Aguzzi: “Podemos agregar y asegurar que el dinero en cuestión no fue retenido porintereses o necesidades personales sino para altos fines de lucha y propaganda, con plenoconsentimiento y a conciencia de los organismos acreedores. ¿Sentirá ahora Santillán elimperativo de la debida reparación? ¿El, quien ha calumniado a Di Giovanni taninjustamente y peor todavía en periodos del peligro y de la necesidad, y además de negarlela solidaridad lo ha denunciado en las columnas de ‘La Protesta’ a la policía queafanosamente lo buscaba? Y que a nosotros por el simple motivo de haber desaprobado lainjustificable y condenable proceder y de haberle dado a Di Giovanni y sus compañerosnuestra solidaridad y nuestro aplauso el mismo Santillán nos calificó de canalla. No porlo que personalmente nos toca, pero por la idea y por el movimiento, decimos que unaconducta tal no es compatible ni de parte del periódico ni de parte de quien lo dirige. De notomarse los procedimientos adecuados un inmenso daño pesará sobre el movimientoanarquista de la Argentina”.120Esta reconciliación se llevó a cabo gracias a los oficios de NicolaRecchi, una especie de “ángel bueno” del anarquismo que siempre dio refugio aquienes lo necesitaran. Recchi había llegado de Estados Unidos donde formóparte del grupo de Sacco y Vanzetti. En un atentado perdió una mano, pero pesea ello, en nuestro país mantuvo a su familia con su oficio de albañil. En 1931, pordar refugio a Silvio Astolfi, sufrió prisión, fue bárbaramente torturado yfinalmente expulsado del país por aplicación de la ley de residencia y entregadoal fascismo. Nicola Recchi había nacido en Civitanova Marche (Macerata), en1889. Albañil de oficio. Su prontuario policial de la Prefectura di Macerata nos vamarcando los eslabones de su vida de combatiente: “Emigró en 1908 a América delSur (Buenos Aires) y en 1919 regresó a Italia procedente de Nueva York después de haberperegrinado de un punto al otro de las dos Américas y de allí, a Suiza y Francia.Terminada la guerra italo-austriaca, de la cual desertó, se retiró a Civitanova Marche, sucomuna de origen. En el extranjero de acuerdo a informaciones reservadas, desarrolla enuna década una notable actividad subversiva, tomando parte de todas las manifestaciones,también violentas, y de acciones criminales y terroristas, por las cuales fuedetenido varias veces. En su comuna de origen, favorecido por la propaganda deletérea yderrotista de la posguerra continuó su actividad subversiva participando de todas lasreuniones y conferencias organizadas por los elementos extremistas. Luego adquirió unpuesto de diarios y en él desarrolló también una marcada actividad subversiva (vendíacon preferencia los diarios ‘Avanti’, ‘Unitá’ y ‘Umanitá Nova’) tanto es así que losprimeros ‘squadristi del fasci di combatimento’ de ese tiempo, todavía en formación, lequemaron el puesto de venta por dos veces consecutivas. Como le era imposible continuar

Severino Di Giovanni. El idealista de la violenciacon su actividad antifascista, marchó a Francia en febrero de 1923 y luego a laArgentina”.En las señas particulares enseña su prontuario: “Tiene mutilada la manoizquierda, según el dice por accidente de trabajo en América del Norte. Pero esto no fueposible comprobarlo y se piensa que la mutilación se la ocasionó en alguna acciónterrorista”.Como queda dicho, en 1936, el gobierno argentino del general Justo leaplicó la ley de residencia y lo entregó a la policía fascista separándolo así de sumujer y tres hijitas, dos de ellas argentinas, quienes quedaron en Buenos Aires.Pero continuemos con el prontuario italiano: “En Buenos Aires se hizo conocidonuevamente por sus ideas libertarias y su amplia actividad subversiva. Fue detenidovarias veces por su participación en bandas terroristas. En enero de 1936 fue expulsadode la Argentina y repatriado por su peligrosidad con el orden público”. En la Italiafascista se lo condena a confinamiento político en Ventotene, después de serentregado en Génova el 14 de febrero de 1936. El prontuario va relatando luegola conducta de Recchi en Ventotene donde no pudieron ablandarlo. Suprontuario dice así:“1-4-38: Conserva sus ideas propias. Es vigilado atentamente.1-6-38: Persiste en sus ideas políticas.1-10-38: Continúa observando una equívoca conducta política. Frecuentaasiduamente al grupo de los elementos más peligrosos de la colonia. Es rebelde a cualquierdisciplina y se muestra despreciativo hacia las autoridades. Es vigilado atentamente.4-10-39: Trasladado a la cárcel de Macerata.13-10-39: Condenado a confinamiento en Pisticci”.Finalmente, Recchi —como los demás presos políticos del fascismo—será liberado por los aliados cuando invaden Italia. Recchi permaneció doceaños en Italia —en Civitanova y en Ancona— antes de poder reunirse con sumujer —Beppina— y sus tres hijas que habían permanecido todo ese tiempo—desde que fue expulsado— en la Argentina. El gobierno argentino —en aquelentonces el peronismo— le negó constantemente la visación de regreso. Hastaque en 1956 regresó a la Argentina en forma ilegal y en ese carácter vivió el restode su vida. En 1962 murió Beppina quien por las privaciones y la vida desobresaltos no tenía buena salud y había quedado inválida durante los últimosaños. Nicola Recchi murió en Buenos Aires el 29 de junio de 1975.“L’Internazionale” de Ancona, el 20-10-75 le dedicó un largo artículo a sumuerte. Dirá con amarga ironía: “Nicola Recchi, ferozmente perseguido durante todasu existencia, obligado a vivir una vida clandestina en la Argentina, país donde habíannacido dos de sus hijas, ha muerto sin permiso de residencia. Fue perseguido y acosadopor los esbirros de tres continentes durante medio siglo no por lo que hubiera podidohaber hecho —nunca se le probó jurídicamente ningún cargo— sino por lo que pensaba,por el coraje con que sostuvo sus ideas y por la firmeza heroica con que siempre se negó adoblarse ante las imposiciones y violencias de sus inquisidores. Y justo por eso, loscompañeros de tres generaciones lo querían y estimaban. Y cuando corrió la noticia de

<strong>Severino</strong> <strong>Di</strong> <strong>Giovanni</strong>. <strong>El</strong> <strong>i<strong>de</strong>alista</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> violenciacon su actividad antifascista, marchó a Francia en febrero <strong>de</strong> 1923 y luego a <strong>la</strong>Argentina”.En <strong>la</strong>s señas particu<strong>la</strong>res enseña su prontuario: “Tiene muti<strong>la</strong>da <strong>la</strong> manoizquierda, según el dice por acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> trabajo en América <strong>de</strong>l Norte. Pero esto no fueposible comprobarlo y se piensa que <strong>la</strong> muti<strong>la</strong>ción se <strong>la</strong> ocasionó en alguna acciónterrorista”.Como queda dicho, en 1936, el gobierno argentino <strong>de</strong>l general Justo leaplicó <strong>la</strong> ley <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia y lo entregó a <strong>la</strong> policía fascista separándolo así <strong>de</strong> sumujer y tres hijitas, dos <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s argentinas, quienes quedaron en Buenos Aires.Pero continuemos con el prontuario italiano: “En Buenos Aires se hizo conocidonuevamente por sus i<strong>de</strong>as libertarias y su amplia actividad subversiva. Fue <strong>de</strong>tenidovarias veces por su participación en bandas terroristas. En enero <strong>de</strong> 1936 fue expulsado<strong>de</strong> <strong>la</strong> Argentina y repatriado por su peligrosidad con el or<strong>de</strong>n público”. En <strong>la</strong> Italiafascista se lo con<strong>de</strong>na a confinamiento político en Ventotene, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> serentregado en Génova el 14 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1936. <strong>El</strong> prontuario va re<strong>la</strong>tando luego<strong>la</strong> conducta <strong>de</strong> Recchi en Ventotene don<strong>de</strong> no pudieron ab<strong>la</strong>ndarlo. Suprontuario dice así:“1-4-38: Conserva sus i<strong>de</strong>as propias. Es vigi<strong>la</strong>do atentamente.1-6-38: Persiste en sus i<strong>de</strong>as políticas.1-10-38: Continúa observando una equívoca conducta política. Frecuentaasiduamente al grupo <strong>de</strong> los elementos más peligrosos <strong>de</strong> <strong>la</strong> colonia. Es rebel<strong>de</strong> a cualquierdisciplina y se muestra <strong>de</strong>spreciativo hacia <strong>la</strong>s autorida<strong>de</strong>s. Es vigi<strong>la</strong>do atentamente.4-10-39: Tras<strong>la</strong>dado a <strong>la</strong> cárcel <strong>de</strong> Macerata.13-10-39: Con<strong>de</strong>nado a confinamiento en Pisticci”.Finalmente, Recchi —como los <strong>de</strong>más presos políticos <strong>de</strong>l fascismo—será liberado por los aliados cuando inva<strong>de</strong>n Italia. Recchi permaneció doceaños en Italia —en Civitanova y en Ancona— antes <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r reunirse con sumujer —Beppina— y sus tres hijas que habían permanecido todo ese tiempo—<strong>de</strong>s<strong>de</strong> que fue expulsado— en <strong>la</strong> Argentina. <strong>El</strong> gobierno argentino —en aquelentonces el peronismo— le negó constantemente <strong>la</strong> visación <strong>de</strong> regreso. Hastaque en 1956 regresó a <strong>la</strong> Argentina en forma ilegal y en ese carácter vivió el resto<strong>de</strong> su vida. En 1962 murió Beppina quien por <strong>la</strong>s privaciones y <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>sobresaltos no tenía buena salud y había quedado inválida durante los últimosaños. Nico<strong>la</strong> Recchi murió en Buenos Aires el 29 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1975.“L’Internazionale” <strong>de</strong> Ancona, el 20-10-75 le <strong>de</strong>dicó un <strong>la</strong>rgo artículo a sumuerte. <strong>Di</strong>rá con amarga ironía: “Nico<strong>la</strong> Recchi, ferozmente perseguido durante todasu existencia, obligado a vivir una vida c<strong>la</strong>n<strong>de</strong>stina en <strong>la</strong> Argentina, país don<strong>de</strong> habíannacido dos <strong>de</strong> sus hijas, ha muerto sin permiso <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia. Fue perseguido y acosadopor los esbirros <strong>de</strong> tres continentes durante medio siglo no por lo que hubiera podidohaber hecho —nunca se le probó jurídicamente ningún cargo— sino por lo que pensaba,por el coraje con que sostuvo sus i<strong>de</strong>as y por <strong>la</strong> firmeza heroica con que siempre se negó adob<strong>la</strong>rse ante <strong>la</strong>s imposiciones y violencias <strong>de</strong> sus inquisidores. Y justo por eso, loscompañeros <strong>de</strong> tres generaciones lo querían y estimaban. Y cuando corrió <strong>la</strong> noticia <strong>de</strong>

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