Severino-Di-Giovanni.-El-idealista-de-la-violencia%20(1)

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12.07.2015 Views

Severino Di Giovanni. El idealista de la violenciasímbolos y por eso quieren voltearlos. La gorda sanguijuela yankee quieresaciarse con su sangre. ¡No lo permitamos jamás! ¡Aunque nos cueste cualquiersacrificio! Todo el pueblo, que trabaja y que sufre, que aspira a su redencióneconómica y moral, educado en una conciencia nueva de derechos y, de deberes,con toda la generosidad de su espíritu, ese pueblo que ha dado al mundo los mássublimes rebeldes, ese pueblo que es todo, huracán y serenidad, venganza y amor,alegría y dolor, lanza su grito ensordecedor de advertencias: ¡LIBERTAD ASACCO Y VANZETTI!.Las horas corren velozmente, cada segundo que pasa debe ser unacatapulta lanzada violentamente contra la fortaleza de la reacción burguesa. Noperdamos tiempo en discutir cómo y cuándo se debe actuar. Todo es bueno, cadamomento es propicio. Seamos enemigos de las órdenes del día y de las asambleasllenas de demagogos: ¡ACTUAR, ACTUAR, ACTUAR, como el rayo, fuertecomo el ciclón, potente como un cataclismo! Sin tardar más, como rabiosos, comolocos. Con la rabia de la venganza y la locura del dolor, SACCO Y VANZETTIdeben ser arrancados con violencia de las manos del verdugo, ya mismo. Lashoras transcurren y nos llevan a la consumación de un crimen, epílogo de untrabajo urdido vilmente por el cual se ha logrado organizar la trama más pérfidaque recuerde la humanidad. Pero esto no debe suceder porque al desafío hemosrespondido: ‘¡TENGAN CUIDADO LOS VERDUGOS DE SACCO YVANZETTI...!’¿TODO ESTA PERDIDO? ¡TODAVÍA NO!”Esta proclama redactada por el obrero gráfico Severino DiGiovanni es tal vez una de las más bellas páginas de los movimientosrevolucionarios proletarios. El autor quería alertar que los poderes deEstados Unidos se proponían repetir la lección de 1887 en Chicago,cuando ahorcaron a los dirigentes huelguistas; esta vez habían elegidoprecisamente a dos inmigrantes italianos (las víctimas de Chicago—salvo una— también eran extranjeros). Y además, Severino ponía elacento en la acción para repudiar a todos aquellos que sólo hablabanpero cuando llegaba el momento de actuar salían con alguna meradeclaración o algún paro simbólico.En este número se referirá a lo mismo, a la falta de acción —quees su obsesión—, en el caso de Matteotti. Dice: “Dentro de algunos días losrevolucionarios de los códigos y de los órdenes del día, conmemorarán el segundoaniversario del martirio de Giacomo Matteotti. Habrá discursos, vivas, mueras ytodos los recursos archiconocidos que se usan en ceremonias similares. Seaugurará el triunfo de sus partidos inspirándose en la tumba del muerto. Seanatemizará al gobierno fascista recordando todos los excesos, todos los varios

Por Nicola Sacco y Bartolomeo VanzettiMatteottis caídos bajo el garrote de la ferocidad reaccionaria; pero esos, los‘revolucionarios de la partidocracia’, los revolucionarios de carnet y cuota, noserán jamás capaces de hacer algo bueno, más que la conquista de algunamedallita o de un ministerio más o menos del tipo fascista. Entre tanto, hastaque llegue ese momento, partidarios de ellos: concurrid a donar dinero para... unmonumento al mártir”.Sacco y Vanzetti no son ejecutados ese año. La agonía en lacárcel de Charlestown se prolongará 15 meses más. Su destino dependedel juez Thayer y del gobernador Fuller. Las instancias son rechazadasuna a una. La agitación mundial crece: estallan bombas en Barcelona,París, Madrid y se cometen actos terroristas en todas las ciudades dondeexiste un proletariado , más o menos organizado.Esta tregua de quince meses no significa para Severino undescanso. Ya en el número 8 de “Culmine” ha comenzado a agitar porSimón Radowitzky, el joven anarquista que mató al jefe de policíacoronel Ramón Falcón y quien desde hace más de quince años está en elpenal de Ushuaia. “El martirio de Simón Radowitzky” titulalaprimera plana y “Los horrores de la Siberia argentina” será el subtítulo.Califica al ministro de Justicia e Instrucción Pública del gobiernoradical, Antonio Sagarna, como “ministro digno del zar”, ya que permiteque a los presos se los castigue diariamente y vivan en condicionesinfrahumanas.A pesar de la pérdida de toda la biblioteca y de sentirseperseguido, Severino trata de forzar su legalidad haciéndose ver ypromocionando su periódico. Apoya, por ejemplo, a la Escuela Racionalistadel Tigre, que ha sido fundada por maestros libertarios, y organizapicnics y representaciones teatrales en beneficio de “Culmine”,para poder financiar su salida. La primera velada teatral se realiza el 22de mayo y se lleva a cabo en el salón Vorwärts facilitado por lossocialistas alemanes. El cuadro filodramático “Sembrando flores”representa el monólogo dramático en dialecto romano “Boja societá” deA. Giuliani; luego ya en italiano el boceto dramático de Upton Sinclair,“Jim Faraday”; “Glorei italiche”, de Lorenzo Stechetti; y por último “Finde Fiesta”, drama en un acto de Palmiro de Lidia. La entrada esvoluntaria.La policía no encuentra nuevas pistas de la bomba en laembajada norteamericana pero intuye que, a cada momento, la mismamano puede llevar a cabo un nuevo intento.

<strong>Severino</strong> <strong>Di</strong> <strong>Giovanni</strong>. <strong>El</strong> <strong>i<strong>de</strong>alista</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> violenciasímbolos y por eso quieren voltearlos. La gorda sanguijue<strong>la</strong> yankee quieresaciarse con su sangre. ¡No lo permitamos jamás! ¡Aunque nos cueste cualquiersacrificio! Todo el pueblo, que trabaja y que sufre, que aspira a su re<strong>de</strong>ncióneconómica y moral, educado en una conciencia nueva <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y, <strong>de</strong> <strong>de</strong>beres,con toda <strong>la</strong> generosidad <strong>de</strong> su espíritu, ese pueblo que ha dado al mundo los mássublimes rebel<strong>de</strong>s, ese pueblo que es todo, huracán y serenidad, venganza y amor,alegría y dolor, <strong>la</strong>nza su grito ensor<strong>de</strong>cedor <strong>de</strong> advertencias: ¡LIBERTAD ASACCO Y VANZETTI!.Las horas corren velozmente, cada segundo que pasa <strong>de</strong>be ser unacatapulta <strong>la</strong>nzada violentamente contra <strong>la</strong> fortaleza <strong>de</strong> <strong>la</strong> reacción burguesa. Noperdamos tiempo en discutir cómo y cuándo se <strong>de</strong>be actuar. Todo es bueno, cadamomento es propicio. Seamos enemigos <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l día y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s asambleasllenas <strong>de</strong> <strong>de</strong>magogos: ¡ACTUAR, ACTUAR, ACTUAR, como el rayo, fuertecomo el ciclón, potente como un cataclismo! Sin tardar más, como rabiosos, comolocos. Con <strong>la</strong> rabia <strong>de</strong> <strong>la</strong> venganza y <strong>la</strong> locura <strong>de</strong>l dolor, SACCO Y VANZETTI<strong>de</strong>ben ser arrancados con violencia <strong>de</strong> <strong>la</strong>s manos <strong>de</strong>l verdugo, ya mismo. Lashoras transcurren y nos llevan a <strong>la</strong> consumación <strong>de</strong> un crimen, epílogo <strong>de</strong> untrabajo urdido vilmente por el cual se ha logrado organizar <strong>la</strong> trama más pérfidaque recuer<strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad. Pero esto no <strong>de</strong>be suce<strong>de</strong>r porque al <strong>de</strong>safío hemosrespondido: ‘¡TENGAN CUIDADO LOS VERDUGOS DE SACCO YVANZETTI...!’¿TODO ESTA PERDIDO? ¡TODAVÍA NO!”Esta proc<strong>la</strong>ma redactada por el obrero gráfico <strong>Severino</strong> <strong>Di</strong><strong>Giovanni</strong> es tal vez una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s más bel<strong>la</strong>s páginas <strong>de</strong> los movimientosrevolucionarios proletarios. <strong>El</strong> autor quería alertar que los po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>Estados Unidos se proponían repetir <strong>la</strong> lección <strong>de</strong> 1887 en Chicago,cuando ahorcaron a los dirigentes huelguistas; esta vez habían elegidoprecisamente a dos inmigrantes italianos (<strong>la</strong>s víctimas <strong>de</strong> Chicago—salvo una— también eran extranjeros). Y a<strong>de</strong>más, <strong>Severino</strong> ponía e<strong>la</strong>cento en <strong>la</strong> acción para repudiar a todos aquellos que sólo hab<strong>la</strong>banpero cuando llegaba el momento <strong>de</strong> actuar salían con alguna mera<strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración o algún paro simbólico.En este número se referirá a lo mismo, a <strong>la</strong> falta <strong>de</strong> acción —quees su obsesión—, en el caso <strong>de</strong> Matteotti. <strong>Di</strong>ce: “Dentro <strong>de</strong> algunos días losrevolucionarios <strong>de</strong> los códigos y <strong>de</strong> los ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l día, conmemorarán el segundoaniversario <strong>de</strong>l martirio <strong>de</strong> Giacomo Matteotti. Habrá discursos, vivas, mueras ytodos los recursos archiconocidos que se usan en ceremonias simi<strong>la</strong>res. Seaugurará el triunfo <strong>de</strong> sus partidos inspirándose en <strong>la</strong> tumba <strong>de</strong>l muerto. Seanatemizará al gobierno fascista recordando todos los excesos, todos los varios

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