Severino-Di-Giovanni.-El-idealista-de-la-violencia%20(1)

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12.07.2015 Views

El finmuy buscada. Su presentación es buena, bajo todo punto de vista y el trabajo querealizas es de primerísima importancia”. Y más adelante: “El trabajo es buenoy merece el aplauso de los buenos, y su ayuda”. Del segundo volumen —queconsidera “muy bueno”—, critica algunas traducciones.A pesar de los días pesados y calurosos, Severino desplegaráuna actividad incansable. Le quedan algo más de treinta días de vida. Escomo si lo adivinara. Urge la preparación de las bombas fumígenas paraliberar a Alejandro Scarfó, se reúne con otros anarquistas para organizarla resistencia contra la dictadura, quiere que el periódico aparezca conmás asiduidad, el proyecto de la revista de teoría libertaria le entusiasmacada vez más, no olvida el programa de folletos ideológicos, sigueescribiendo para periódicos del exterior, prosigue la recopilación de losescritos de Reclus y no se olvida de la tierra: el maíz ha inundado deverde los fondos, los gallos lo despiertan apenas despunta el sol. El 27 dediciembre le escribe a Treni sus nuevos planes editoriales. “Nuevas ideasme han surgido en la mente respecto de las obras de Reclus”, le dice. Despuésdel quinto volumen, dedicado a la correspondencia, publicará seislibros. Cada uno de ellos será un capítulo de El Hombre y la Tierra yllevarán los siguientes títulos, respectivamente: El estado moderno,Cultura y propiedad, Industria y Comercio, Religión y ciencia, Educación,Progreso. “Cada uno de los seis libros —escribe— tratan un tema en sí que biense puede difundir y propagar sin desmerecer el total de la obra maestra ni, en sí,perjudicarla.”El proyecto no es fácil. Sólo la traducción requiere la dedicaciónexclusiva de una persona. Para ello, Severino le sugiere a Treni quepodría ser Luigi Fabbri. “Creo que, si el traductor se comprometiera, en 7 u 8meses podría editar los seis volúmenes. La edición de los seis libros importaríaun gasto de más de cinco mil pesos, enorme suma de la que me encargaré yopersonalmente, más allá de los otros gastos: dibujos, gastos postales, alquileres,gastos de empaquetamiento, etc., que aumentarían otros mil pesos.” Luego leinforma que los dos primeros volúmenes ya le han costado dos milquinientos pesos. “Qué hermoso, querido Hugo —le dice— sería poder darfin a un trabajo semejante. De manera mejor no podría recordarse el centenariodel nacimiento de Reclus.”Pero todo lleva su tiempo. Las comunicaciones se hacen cadavez más difíciles. Ya en una carta de Treni se puede leer la queja de ésteacerca de lo difícil que es trabajar así por el retardo de la correspondenciay los envíos. Primero, le remite los originales Severino aTreni, éste los traduce y tiene que ir todo de vuelta. Hasta que se produce

Severino Di Giovanni. El idealista de la violenciala pérdida de un importante material. Severino lo toma como unaverdadera derrota. El 3 de enero de 1931 le escribe: “Querido Hugo, hevivido tres días de infierno, créeme, pocas veces en mi vida he sufrido tanto. Lanoticia que tuve —con el paquete que me mandó Barca por medio de Pieretti—del extravío de casi todos los originales de ‘Escritos sociales’ aparte del de la‘Pena de muerte’; del extravío del precioso opúsculo sobre Elia y tres númerosdel ‘Pensiero’ con las traducciones al italiano y del extravío ahora irreparable delos originales y de las pruebas de linotipia del libro de Nino Napolitano:‘Contribuite stirneriani’. Un infierno moral, como ves”.Pero no se da por vencido. Escribirá a Francia para ver si puedevolver a obtener números de publicaciones donde encuentre los ensayosperdidos.En esa carta se explaya sobre su trabajo de recopilación de losescritos de Reclus. Es notable la descripción de todos los datos que vajuntando y las preguntas que le surgen para no caer en errores. Tieneuna vocación innata de investigador. Envía una circular a la prensaanarquista del exterior para que se lo ayude a encontrar 32 trabajos deReclus, desperdigados en publicaciones. “He mandado la circular a diariosfranceses e italianos —dice— y espero que la censura no me las hagadesaparecer. ¡Oh, esta censura, cuántos contratiempos me causa!”Insiste en que Hem Day y Giovanna Berneri trabajen en lasbibliotecas de Bruselas y París recopilando datos. “Y luego —dice— hayviejos y nuevos coleccionistas que tiene verdaderas bibliotecas privadas.Publicar un libro de cartas inéditas sería un verdadero acontecimiento, que meseduce, pero ¿quién sería el héroe que cumpliría con tal esfuerzo? Esfuerzo nodel todo imposible, cuando se lee la biografía de Nettlau las heridas que dejó eltercer volumen (1925) Cartas que no sólo nos permitieron conocer el Reclusíntimo más detallado sino que nos lo haría estimar con más pasión, conocerlo através de tantos hechos que muchas veces lo desfiguran y que lo presentan conun aspecto distinto de lo que era en el fondo”.Toma muy en serio las críticas que Treni le hace sobre lastraducciones, y le escribe: “¿Puedes hacerme saber los títulos, motivos, etc.que encontraste que no son fieles o está equivocado el texto? Te agradeceré así nose reincide en el futuro, no soy un monstruo de intolerancia como a muchos lesplace considerarme. ¡Cómo estaría de contento de que me conocierasíntimamente!”.En esa carta se confirma algo que luego —después de sumuerte— escribirá Fabbri a Malatesta: Severino va madurando, se alejapoco a poco de la confrontación directa. Va aceptando más la discusión

<strong>Severino</strong> <strong>Di</strong> <strong>Giovanni</strong>. <strong>El</strong> <strong>i<strong>de</strong>alista</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> violencia<strong>la</strong> pérdida <strong>de</strong> un importante material. <strong>Severino</strong> lo toma como unaverda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>rrota. <strong>El</strong> 3 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1931 le escribe: “Querido Hugo, hevivido tres días <strong>de</strong> infierno, créeme, pocas veces en mi vida he sufrido tanto. Lanoticia que tuve —con el paquete que me mandó Barca por medio <strong>de</strong> Pieretti—<strong>de</strong>l extravío <strong>de</strong> casi todos los originales <strong>de</strong> ‘Escritos sociales’ aparte <strong>de</strong>l <strong>de</strong> <strong>la</strong>‘Pena <strong>de</strong> muerte’; <strong>de</strong>l extravío <strong>de</strong>l precioso opúsculo sobre <strong>El</strong>ia y tres números<strong>de</strong>l ‘Pensiero’ con <strong>la</strong>s traducciones al italiano y <strong>de</strong>l extravío ahora irreparable <strong>de</strong>los originales y <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pruebas <strong>de</strong> linotipia <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong> Nino Napolitano:‘Contribuite stirneriani’. Un infierno moral, como ves”.Pero no se da por vencido. Escribirá a Francia para ver si pue<strong>de</strong>volver a obtener números <strong>de</strong> publicaciones don<strong>de</strong> encuentre los ensayosperdidos.En esa carta se exp<strong>la</strong>ya sobre su trabajo <strong>de</strong> recopi<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> losescritos <strong>de</strong> Reclus. Es notable <strong>la</strong> <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> todos los datos que vajuntando y <strong>la</strong>s preguntas que le surgen para no caer en errores. Tieneuna vocación innata <strong>de</strong> investigador. Envía una circu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> prensaanarquista <strong>de</strong>l exterior para que se lo ayu<strong>de</strong> a encontrar 32 trabajos <strong>de</strong>Reclus, <strong>de</strong>sperdigados en publicaciones. “He mandado <strong>la</strong> circu<strong>la</strong>r a diariosfranceses e italianos —dice— y espero que <strong>la</strong> censura no me <strong>la</strong>s haga<strong>de</strong>saparecer. ¡Oh, esta censura, cuántos contratiempos me causa!”Insiste en que Hem Day y Giovanna Berneri trabajen en <strong>la</strong>sbibliotecas <strong>de</strong> Bruse<strong>la</strong>s y París recopi<strong>la</strong>ndo datos. “Y luego —dice— hayviejos y nuevos coleccionistas que tiene verda<strong>de</strong>ras bibliotecas privadas.Publicar un libro <strong>de</strong> cartas inéditas sería un verda<strong>de</strong>ro acontecimiento, que meseduce, pero ¿quién sería el héroe que cumpliría con tal esfuerzo? Esfuerzo no<strong>de</strong>l todo imposible, cuando se lee <strong>la</strong> biografía <strong>de</strong> Nett<strong>la</strong>u <strong>la</strong>s heridas que <strong>de</strong>jó eltercer volumen (1925) Cartas que no sólo nos permitieron conocer el Reclusíntimo más <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>do sino que nos lo haría estimar con más pasión, conocerlo através <strong>de</strong> tantos hechos que muchas veces lo <strong>de</strong>sfiguran y que lo presentan conun aspecto distinto <strong>de</strong> lo que era en el fondo”.Toma muy en serio <strong>la</strong>s críticas que Treni le hace sobre <strong>la</strong>straducciones, y le escribe: “¿Pue<strong>de</strong>s hacerme saber los títulos, motivos, etc.que encontraste que no son fieles o está equivocado el texto? Te agra<strong>de</strong>ceré así nose reinci<strong>de</strong> en el futuro, no soy un monstruo <strong>de</strong> intolerancia como a muchos lesp<strong>la</strong>ce consi<strong>de</strong>rarme. ¡Cómo estaría <strong>de</strong> contento <strong>de</strong> que me conocierasíntimamente!”.En esa carta se confirma algo que luego —<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> sumuerte— escribirá Fabbri a Ma<strong>la</strong>testa: <strong>Severino</strong> va madurando, se alejapoco a poco <strong>de</strong> <strong>la</strong> confrontación directa. Va aceptando más <strong>la</strong> discusión

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