Severino-Di-Giovanni.-El-idealista-de-la-violencia%20(1)
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Severino Di Giovanni. El idealista de la violenciadonde vuelca su dolor y el sentido de su amistad hacia Agostino. Estáfechada el 5 de marzo de 1930 (fue publicada el 23 de abril). En ella dadetalles exhaustivos sobre lo falso de las acusaciones. Dice así: “Entre lascontinuas acusaciones que con renovado encarnizamiento y verdadera sañasádica me lanza la policía argentina, algunas me causan tanto asco que no puedomenos que defenderme personalmente, no por la justicia burguesa a la que noreconozco ninguna autoridad de juicio ni le debo, por tanto, la satisfacción de midefensa, sino por los compañeros que integran nuestro movimiento para que,convencidos de la bajeza asquerosa de que es capaz la policía, valoren la infamiade sus inculpaciones. Noticias de un compañero de Rosario me traen la malanueva del asesinato del amigo y compañero Agustín Cremonessi, ocurrido el 20de enero pasado. Las circunstancias y la forma en que ocurrió el hecho, mesumen en un mundo de conjeturas. ¿Los autores del asesinato? ¿Los posiblesmóviles que ha tenido? Hasta ahora el misterio cubre el primer interrogante, yun cúmulo de canallescas y falsas acusaciones responden al segundo.Al día siguiente (del crimen) la policía, después de haber identificadoal cadáver, dio a la prensa los siguientes datos que yo —y cuantos lo hantratado— me rebelo, con toda la fuerza de mi ánimo, a creer: Cremonessi eradesde hacía tiempo confidente de la policía y, por la sospecha de esta traición quetuvieron sus compañeros (yo y otros dos, uno de los cuales me es desconocido)fue eliminado. ¡No, esto es demasiado infame! De una infamia de la que sólo lapolicía es capaz de dar prueba. ¿Cremonessi delator, confidente de la policía?¡No! Conocido por mí y muchos otros compañeros como digno de la confianzaanarquista, ninguno lo cree capaz de tanta bajeza. Su noble alma no podránunca descender a semejante situación. Y ahora, para dar prueba satisfactoriade ello afirmo cuanto sigue:a) La policía, al descubrir la actuación de Cremonessi como delator,trae a colación que Velar, jefe de Orden Social, supo por él quienes eran loscompañeros que más tarde atentarían contra su vida: Di Giovanni y Scarfó.Ahora bien, el compañero que me escribe me dice que ‘si eso fuera ciertoCremonessi estaba loco o se burlaba de la policía. También debo decirte que uncompañero perseguido fue salvado por él de caer en las garras policialesprecisamente pocos días antes de que el verdugo Velar cayera herido por el plomojusticiero’.b) Cremonessi no podía delatar nada porque nada sabía y nada habíaque delatar. (...) Pero la policía dice falsamente que la mujer de Di Giovannihabía avisado oportunamente a Cremonessi que su marido lo buscaba paraasesinarlo. Esto es pura imaginación policial. Novela. Mi compañera está en laabsoluta ignorancia de todo, y no podía poner sobre aviso a Cremonessi de unaintención mía que ni siquiera remotamente pasó por mi mente.
Por la libertad absoluta con las obras de Reclus y la colt 45c) Pero ved a dónde va a parar la inventiva policial: ‘Cremonessi habíaavisado a la policía que los tres peligrosos anarquistas López, Scarfó y DiGiovanni, irían a Rosario para asaltar un banco o una casa de comercioimportante’ (texto de ‘La Capital’ de Rosario, 21-1-30); el comentario policial enla prensa decía: ‘Desde hace días Cremonessi se encontraba inquieto mientras sedirigía a las frecuentes entrevistas con la policía porque había sabido que los tresconocidos anarquistas Scarfó, López y Di Giovanni, al tanto de su traición(textual en comunicado policial) iban a Rosario a asesinarlo’ (publicado en ‘LaNación, 22-1-30). En fin, ¿esos tres benditos fantasmas debían ir a Rosario paraeliminar al ‘traidor’ Cremonessi o para asaltar casas bancarias y comerciales?(...) Poca gloria conquista la policía con la trama de tan contradictorio novelón.El padre de Cremonessi declaró a un redactor de ‘Reflejos’ de Rosarioque el agente de investigaciones Frégoli repetidas veces hizo ofertas vergonzosasa su hijo, y llegó hasta decirle a él que ‘su hijo podría llevar una buena vida siaceptase ayudar a la policía’. A lo que, indignado, lo arrojó violentamente de sunegocio”.Este detalle es importante: el padre de Cremonessi nombra elapellido de un policía. Si no hubiera sido cierto habría sido desmentido.Luego prosigue Di Giovanni: “En una parte de su entrevista, elpobre padre afirma que su hijo le dijo algunos días antes del crimen: ‘la policíame hace imposible la vida; temo que algo grave me ocurra!’. Y añade que élsospecha que los asesinos sean precisamente los de la policía que, creyéndole altanto, cuando no cómplice, de todos los hechos y los complots urdidos por labanda de Di Giovanni, y no pudiendo corromperlo, prefirieron asesinarle en laforma cobarde que lo hicieron. ‘Reflejos’ denuncia las amenazas hechas por lapolicía a un testigo presencial del crimen (ver ‘Reflejos’ 9-2-30).e) Asombra el acalorado interés de la policía de hacer pasar aCremonessi, después de su muerte, como delator. La policía no descubre tanfácilmente la fuente de sus informaciones. Tenemos una prueba de ello en suactitud cuando fue eliminado, en abril del año pasado, ese triste espía Montagna,a quien quería rescatar del fango a todo trance. Ahora en cambio, vomitasobre Cremonessi todas las vilezas de que sólo ella es capaz.Cremonessi quedará siempre para nosotros —y tanto más para mí—como el compañero y amigo carísimo que las duras vicisitudes de las luchassociales nos han arrancado con tanto dolor. La tragedia ha concluido con sumateria. No nos queda más que tenerlo presente, viviente recuerdo de unaafectuosa amistad, en el espíritu y en la realidad de una verdadera militancia tanllena de incidencias que habrían hecho flaquear almas menos fuertes que la suya.Cremonessi ha sido siempre digno de mi confianza y de la de cuantos lo han
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Por <strong>la</strong> libertad absoluta con <strong>la</strong>s obras <strong>de</strong> Reclus y <strong>la</strong> colt 45c) Pero ved a dón<strong>de</strong> va a parar <strong>la</strong> inventiva policial: ‘Cremonessi habíaavisado a <strong>la</strong> policía que los tres peligrosos anarquistas López, Scarfó y <strong>Di</strong><strong>Giovanni</strong>, irían a Rosario para asaltar un banco o una casa <strong>de</strong> comercioimportante’ (texto <strong>de</strong> ‘La Capital’ <strong>de</strong> Rosario, 21-1-30); el comentario policial en<strong>la</strong> prensa <strong>de</strong>cía: ‘Des<strong>de</strong> hace días Cremonessi se encontraba inquieto mientras sedirigía a <strong>la</strong>s frecuentes entrevistas con <strong>la</strong> policía porque había sabido que los tresconocidos anarquistas Scarfó, López y <strong>Di</strong> <strong>Giovanni</strong>, al tanto <strong>de</strong> su traición(textual en comunicado policial) iban a Rosario a asesinarlo’ (publicado en ‘LaNación, 22-1-30). En fin, ¿esos tres benditos fantasmas <strong>de</strong>bían ir a Rosario paraeliminar al ‘traidor’ Cremonessi o para asaltar casas bancarias y comerciales?(...) Poca gloria conquista <strong>la</strong> policía con <strong>la</strong> trama <strong>de</strong> tan contradictorio novelón.<strong>El</strong> padre <strong>de</strong> Cremonessi <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ró a un redactor <strong>de</strong> ‘Reflejos’ <strong>de</strong> Rosarioque el agente <strong>de</strong> investigaciones Frégoli repetidas veces hizo ofertas vergonzosasa su hijo, y llegó hasta <strong>de</strong>cirle a él que ‘su hijo podría llevar una buena vida siaceptase ayudar a <strong>la</strong> policía’. A lo que, indignado, lo arrojó violentamente <strong>de</strong> sunegocio”.Este <strong>de</strong>talle es importante: el padre <strong>de</strong> Cremonessi nombra e<strong>la</strong>pellido <strong>de</strong> un policía. Si no hubiera sido cierto habría sido <strong>de</strong>smentido.Luego prosigue <strong>Di</strong> <strong>Giovanni</strong>: “En una parte <strong>de</strong> su entrevista, elpobre padre afirma que su hijo le dijo algunos días antes <strong>de</strong>l crimen: ‘<strong>la</strong> policíame hace imposible <strong>la</strong> vida; temo que algo grave me ocurra!’. Y aña<strong>de</strong> que élsospecha que los asesinos sean precisamente los <strong>de</strong> <strong>la</strong> policía que, creyéndole altanto, cuando no cómplice, <strong>de</strong> todos los hechos y los complots urdidos por <strong>la</strong>banda <strong>de</strong> <strong>Di</strong> <strong>Giovanni</strong>, y no pudiendo corromperlo, prefirieron asesinarle en <strong>la</strong>forma cobar<strong>de</strong> que lo hicieron. ‘Reflejos’ <strong>de</strong>nuncia <strong>la</strong>s amenazas hechas por <strong>la</strong>policía a un testigo presencial <strong>de</strong>l crimen (ver ‘Reflejos’ 9-2-30).e) Asombra el acalorado interés <strong>de</strong> <strong>la</strong> policía <strong>de</strong> hacer pasar aCremonessi, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte, como <strong>de</strong><strong>la</strong>tor. La policía no <strong>de</strong>scubre tanfácilmente <strong>la</strong> fuente <strong>de</strong> sus informaciones. Tenemos una prueba <strong>de</strong> ello en suactitud cuando fue eliminado, en abril <strong>de</strong>l año pasado, ese triste espía Montagna,a quien quería rescatar <strong>de</strong>l fango a todo trance. Ahora en cambio, vomitasobre Cremonessi todas <strong>la</strong>s vilezas <strong>de</strong> que sólo el<strong>la</strong> es capaz.Cremonessi quedará siempre para nosotros —y tanto más para mí—como el compañero y amigo carísimo que <strong>la</strong>s duras vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong>s luchassociales nos han arrancado con tanto dolor. La tragedia ha concluido con sumateria. No nos queda más que tenerlo presente, viviente recuerdo <strong>de</strong> unaafectuosa amistad, en el espíritu y en <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> una verda<strong>de</strong>ra militancia tanllena <strong>de</strong> inci<strong>de</strong>ncias que habrían hecho f<strong>la</strong>quear almas menos fuertes que <strong>la</strong> suya.Cremonessi ha sido siempre digno <strong>de</strong> mi confianza y <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong> cuantos lo han