Severino-Di-Giovanni.-El-idealista-de-la-violencia%20(1)

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12.07.2015 Views

Los Bandidosbailes, loterías, conciertos musicales, hasta excursiones campestres y otrasfunciones del género. Se hacen circular listas por Gino Lucetti, Sante Pollastri,Gino D’Ascanio, por la viuda de Giuseppe Turchi, por Gigi Damiani; y elanarquista Salvador Cortese —objeto de mi informe Nº 1895— es el secretariodel Comité de Buenos Aires por Víctimas Políticas del Fascismo. En el curso delas investigaciones ha sido posible saber a través de la policía argentina que enoctubre de 1929, el anarquista Geremía del Giudice, hijo de Enrico y de Maríadel Fabbro, nacido en Rivolto (Udine) el 15-2-03, fue detenido por actitudsospechosa, y revisado su cuerpo, se encontraron en su posesión listas desuscripción a favor de Gino D’Ascanio. Sobre Del Giudice informaré al ministrodel Interior. En cuanto a los promotores de los fondos mencionados son LinoBarbetti, Aldo Aguzzi, Carlo Fontana, Salvatore Cortese y Luiggi Fabbri, este97último residente en Montevideo”.El periódico anarquista “Impulso” de enero de 1929 publica,bajo el título “Yrigoyen, agente fascista”, el siguiente artículo: “Desde queel actual gobierno subió al poder no se permiten en la Capital Federal mitinesantifascistas o antiimperialistas. Esta colaboración con el fascismo culminó díasatrás con un bárbaro atropello perpetrado en Olivos, donde el comisario y unpiquete de cien marineros disolvieron a culatazos un picnic antifascista, sintener en cuenta para nada el gran número de mujeres y niños presentes. Sedetuvieron a más de cuarenta compañeros. Faltos de espacio para dar másdetalles nos limitamos a expresar nuestra indignada protesta contra esasalvajada fascista”.Ese verano será para Severino una continua espera y uncontinuo cambiar de escondrijo. En sus cartas a América se nota cómosufre la separación de ella. A pesar de la persecución, se preocupa portodos. En su carta del 10 de enero le dice a América que tiene destinadauna suma para que Paulino pueda irse al exterior. Le ruega que vaya avisitar a Teresina para que ésta y sus hijos abandonen el barrio deValentín Alsina “ahora que puedo ayudarla”. También se lamenta de lasuerte de Elena Serra, la novia de Alejandro Scarfó. (”¡Pobre compañera!Luego de haber bebido las delicias del amor encontró en el fondo del cáliztantas amarguras”.) La prisión del novio se prolongará, al parecer,indefinidamente. Pero Severino ve la salida para la muchacha: que Elenaluche también por las ideas. Así le escribe a América: “Pero ella, para serdigna de la vida, de las vicisitudes que se suceden, debe mostrarse fuerte, deberomper el cerco de las costumbres femeninas y elevarse hacia el reino de la fuerzay la belleza (...) Sólo así será grandiosamente digna de nuestra existenciarebelde”.

Severino Di Giovanni. El idealista de la violenciaSeverino concebía el amor pero imantado a la idea, a la lucha“porque vivir monótonamente las horas de lo adocenado, de los resignados, delos acomodados, de las conveniencias, no es vivir la vida, es solamente vegetar ytransportar en forma ambulante una masa informe de carne y huesos. A la vidaes necesario brindarle la elevación exquisita de la rebelión del brazo y la mente”.La comunicación entre Severino y América se hace muy difícil.Ella es vigilada celosamente por los padres. En la carta del 22 de enero, éllamenta lo que América tiene que sufrir por parte de sus progenitores.En ese tiempo cuentan con la ayuda de Pepe, José Scarfó, hermano deella, quien es el que sirve de intermediario para las cartas. Los padreshan creído que América iba a la habitación de su hermano Alejandropara visitar a García Oliver. De Severino no sospechan nada.Los amantes se han dado plazo hasta marzo. Por su parte, lospadres no quieren que América siga estudiando. Si esa amenaza secumple, ella dejará el hogar. Severino en la misma carta le pone elejemplo de las jóvenes rusas Hessa Helpman y Sofía Perowskaia,quienes muy jóvenes —la segunda apenas tenía quince años de edad—dejaron la casa de sus padres para seguir una vida independiente y unacorriente política revolucionaria.Severino le escribe que él trabajará y con alguna economía quehaga podrán vivir juntos y ella seguir estudiando. Pero por el momentotodo eso no es más que un sueño. Severino apenas si tiene contacto conalgunos compañeros y —en su carta del 10 de enero se nota— presientealguna traición. Hay alguien que ha hablado o dado alguna pista.Severino escribe esta frase: “Esperemos, ya les daré una lección ejemplar a estaclase de gente”. Pero lo que más le hace sufrir es la separación de su amadaAmérica. Así le escribe: “yo... yo me devoro. No puedo vivir, te deseo tanto,tanto en cada instante de mi vida. ¡Quisiera apretarte tan fuerte! Amarte comosólo yo puedo amarte. Embriagarme en ti todo entero y después... después volver aembriagarme una vez más y de nuevo, de nuevo hasta el agotamiento. Pero es sóloun sueño, sé que todo es para mí una quimera, toda una voluntad que propone undeseo imposible, pero que después, a falta de otra cosa, se contenta con volver a su98reino del sueño y perderse en sus oscuros meandros”. Su refugio preferido esel Delta. Allí trabajará en la cosecha de duraznos. El 22 de enero escribirá aAmérica: “Aquí el aire es puro, el verde es inmenso e infinito; el agua, amarillapero fresca y muy buena para poder bañarse continuamente; y ¡la libertad! En fin,es algo inconcebible. Quiero mandar un cajón de duraznos a tu hermano José,¿cómo debo hacer? ¿Puedo mandarlo con un compañero directamente a su casa enhoras de la tarde cuando él está? Así también tú podrás probar la fruta que hacosechado tu biondo cativello”.

<strong>Severino</strong> <strong>Di</strong> <strong>Giovanni</strong>. <strong>El</strong> <strong>i<strong>de</strong>alista</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> violencia<strong>Severino</strong> concebía el amor pero imantado a <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a, a <strong>la</strong> lucha“porque vivir monótonamente <strong>la</strong>s horas <strong>de</strong> lo adocenado, <strong>de</strong> los resignados, <strong>de</strong>los acomodados, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s conveniencias, no es vivir <strong>la</strong> vida, es so<strong>la</strong>mente vegetar ytransportar en forma ambu<strong>la</strong>nte una masa informe <strong>de</strong> carne y huesos. A <strong>la</strong> vidaes necesario brindarle <strong>la</strong> elevación exquisita <strong>de</strong> <strong>la</strong> rebelión <strong>de</strong>l brazo y <strong>la</strong> mente”.La comunicación entre <strong>Severino</strong> y América se hace muy difícil.<strong>El</strong><strong>la</strong> es vigi<strong>la</strong>da celosamente por los padres. En <strong>la</strong> carta <strong>de</strong>l 22 <strong>de</strong> enero, él<strong>la</strong>menta lo que América tiene que sufrir por parte <strong>de</strong> sus progenitores.En ese tiempo cuentan con <strong>la</strong> ayuda <strong>de</strong> Pepe, José Scarfó, hermano <strong>de</strong>el<strong>la</strong>, quien es el que sirve <strong>de</strong> intermediario para <strong>la</strong>s cartas. Los padreshan creído que América iba a <strong>la</strong> habitación <strong>de</strong> su hermano Alejandropara visitar a García Oliver. De <strong>Severino</strong> no sospechan nada.Los amantes se han dado p<strong>la</strong>zo hasta marzo. Por su parte, lospadres no quieren que América siga estudiando. Si esa amenaza secumple, el<strong>la</strong> <strong>de</strong>jará el hogar. <strong>Severino</strong> en <strong>la</strong> misma carta le pone elejemplo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s jóvenes rusas Hessa Helpman y Sofía Perowskaia,quienes muy jóvenes —<strong>la</strong> segunda apenas tenía quince años <strong>de</strong> edad—<strong>de</strong>jaron <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> sus padres para seguir una vida in<strong>de</strong>pendiente y unacorriente política revolucionaria.<strong>Severino</strong> le escribe que él trabajará y con alguna economía quehaga podrán vivir juntos y el<strong>la</strong> seguir estudiando. Pero por el momentotodo eso no es más que un sueño. <strong>Severino</strong> apenas si tiene contacto conalgunos compañeros y —en su carta <strong>de</strong>l 10 <strong>de</strong> enero se nota— presientealguna traición. Hay alguien que ha hab<strong>la</strong>do o dado alguna pista.<strong>Severino</strong> escribe esta frase: “Esperemos, ya les daré una lección ejemp<strong>la</strong>r a estac<strong>la</strong>se <strong>de</strong> gente”. Pero lo que más le hace sufrir es <strong>la</strong> separación <strong>de</strong> su amadaAmérica. Así le escribe: “yo... yo me <strong>de</strong>voro. No puedo vivir, te <strong>de</strong>seo tanto,tanto en cada instante <strong>de</strong> mi vida. ¡Quisiera apretarte tan fuerte! Amarte comosólo yo puedo amarte. Embriagarme en ti todo entero y <strong>de</strong>spués... <strong>de</strong>spués volver aembriagarme una vez más y <strong>de</strong> nuevo, <strong>de</strong> nuevo hasta el agotamiento. Pero es sóloun sueño, sé que todo es para mí una quimera, toda una voluntad que propone un<strong>de</strong>seo imposible, pero que <strong>de</strong>spués, a falta <strong>de</strong> otra cosa, se contenta con volver a su98reino <strong>de</strong>l sueño y per<strong>de</strong>rse en sus oscuros meandros”. Su refugio preferido esel Delta. Allí trabajará en <strong>la</strong> cosecha <strong>de</strong> duraznos. <strong>El</strong> 22 <strong>de</strong> enero escribirá aAmérica: “Aquí el aire es puro, el ver<strong>de</strong> es inmenso e infinito; el agua, amaril<strong>la</strong>pero fresca y muy buena para po<strong>de</strong>r bañarse continuamente; y ¡<strong>la</strong> libertad! En fin,es algo inconcebible. Quiero mandar un cajón <strong>de</strong> duraznos a tu hermano José,¿cómo <strong>de</strong>bo hacer? ¿Puedo mandarlo con un compañero directamente a su casa enhoras <strong>de</strong> <strong>la</strong> tar<strong>de</strong> cuando él está? Así también tú podrás probar <strong>la</strong> fruta que hacosechado tu biondo cativello”.

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