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Los BandidosQueremos con todo esto suponer que no sea un confidente policialcomo Porta y como tantos otros (de alguno de ellos nos habla Federico Gutiérrezen ‘Noticias de Policía’), ni un agente provocador del fascismo en la Argentina.Queremos suponer que sea un hombre sinceramente convencido de que obrandocomo él actúa beneficia a la anarquía. Entonces es un anormal y su lugar está—como habíamos dicho— en el manicomio. No podemos dar públicamente másdatos, pero en reuniones privadas de compañeros se podría examinar mejor elasunto. Basta que por ahora la prensa anarquista de los Estados Unidos conozcaestas tres hipótesis que emitimos sobre su corresponsal en la Argentina:a) Puede ser un agente provocador del fascismo;b) Puede ser uno de esos instrumentos que la policía argentina sueletener a su disposición;c) Puede ser simplemente, un anormal.De lo único que estamos seguros es que no tiene nada que ver niespiritualmente ni sentimentalmente con el anarquismo”.Después de transcribir este artículo, Di Giovanni prosigue: “Asítermina este segundo ataque el compañero Diego Abad de Santillán. Frente atales acusaciones equívocas y contradictorias acompañadas de todas las artespreferidas del jesuitismo, me dirijo a los compañeros de todas las tendencias quequieran clarificar ampliamente mi posición en el movimiento anarquista en laforma que crean mejor. Yo me pondré siempre a disposición de cualquiera que mequiera interrogar bajo cualquier aspecto en ese sentido. Desde ya declaro quejamás me he aprovechado de algún dinero destinado o perteneciente a lasvíctimas políticas, cosa que se podrá comprobar con los documentos; que estoydispuesto a aclarar y probar siempre con documentos en la mano las acusacioneso alusiones que he hecho contra ‘La Protesta’ en ‘L’Adunata dei Refrattari’,‘L’Aurora’ y en otros; que ninguna persona ligada a mí por lazos de iniciativas uotros han caído en manos de la policía (omito el caso de Cremonessi, quien sepresentó espontáneamente). Deseo que esta declaración sea publicada íntegramente,sin omitir nada. Reciben copia de la presente, revistas y diarios anarquistasde lengua italiana”.La carta de Severino tuvo amplia difusión, algunos periódicosagregaron su propia opinión sobre el caso. “L’ Aurora” (Boston), porejemplo, comentó en su número de marzo de 1929: “... declaramos quemantenemos nuestra posición de solidaridad con el compañero Severino DiGiovanni como siempre lo hemos hecho y lo haremos con todos aquellos que hanestado y se mantienen en abierta insurrección contra la sociedad del MIO y delTUYO; que los argumentos de ‘La Protesta’ no nos persuaden para nada sobre elorigen equívoco o policial de los atentados y atentadores en cuestión; por eso
Severino Di Giovanni. El idealista de la violenciadeclaramos francamente que se puede estar en discordia, disintiendo pormuchas razones plausibles con un método de lucha, con la práctica de ciertosprocedimientos en ciertas circunstancias y situaciones, pero no se puede ni sedebe absolutamente, como anarquistas, actuar de tal manera que se pueda darpretextos o indicios a la fuerza del Estado, aunque ésta fuera socialista”.Por su parte, “L’Adunata” —del 2-3-29— comenta: “Dijimos quehubiéramos preferido que las palabras de condena escritas a continuación delatentado (del Consulado) hubieran sido dictadas por el miedo antes que porconvicción, porque si el miedo es humanamente explicable —aunque nojustificable— las convicciones de irreductible hostilidad que ‘La Protesta’ hacegala, no son para nosotros ni explicables ni justificables anárquicamente. El‘coraje’ de ponerse en el coro de la reacción está muy lejos de ser laudable paragente que se pretende anarquista. Naturalmente nosotros rechazamos —y nopor simple motivo de contradicción— una tras otra las tres hipótesis del talDiego Abad de Santillán, el del nombre largo, el cerebro estéril y la conciencia desacristán”.Por su parte, “Germinal”, de Chicago (del 15-3-29), luego detambién haber publicado la carta de Severino, comentará: “noslimitaremos aquí a enviar desde estas columnas los sentimientos de nuestrasolidaridad al compañero Severino Di Giovanni quien —víctima de la reaccióncon la cual está en continua lucha— debe además soportar una campañainexplicable por parte de quienes no estando de acuerdo en el discutibledesarrollo de los hechos, mejor hubieran callado evitando así de caer en el abismode aberraciones increíbles”. Luego desea que en el porvenir no se repitanlas “irritantes y dañosas publicaciones que sólo rinden un buen servicio a losreaccionarios en la caza desplegada contra los rebeldes indómitos”.La polémica se generalizará. De ninguna manera López Arangoni Abad de Santillán cesarán con sus ataques. La discusión se alargabaen el transcurso del tiempo porque los periódicos —como quedadicho— se recibían en Buenos Aires o en Estados Unidos y Europa oviceversa con varias semanas de retardo, ya que venían por correomarítimo. Por eso, sólo el 5 de abril de 1929, Abad de Santillánresponderá a la carta abierta de Severino, de diciembre con estostérminos en los cuales, por un lado reconoce haberse extralimitado, peropor otro continúa con sus insultos: “En ocasión de los actos terroristas, quetanto material dieron en estos últimos años entre nosotros a la crónica policial,hemos aludido a un sinvergüenza, sobre el cual habíamos planteado lassiguientes hipótesis: o bien es un agente fascista, un instrumento policial, o unpobre loco. Aludir a un sinvergüenza y salir ese individuo de la oscuridad para
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Los BandidosQueremos con todo esto suponer que no sea un confi<strong>de</strong>nte policialcomo Porta y como tantos otros (<strong>de</strong> alguno <strong>de</strong> ellos nos hab<strong>la</strong> Fe<strong>de</strong>rico Gutiérrezen ‘Noticias <strong>de</strong> Policía’), ni un agente provocador <strong>de</strong>l fascismo en <strong>la</strong> Argentina.Queremos suponer que sea un hombre sinceramente convencido <strong>de</strong> que obrandocomo él actúa beneficia a <strong>la</strong> anarquía. Entonces es un anormal y su lugar está—como habíamos dicho— en el manicomio. No po<strong>de</strong>mos dar públicamente másdatos, pero en reuniones privadas <strong>de</strong> compañeros se podría examinar mejor e<strong>la</strong>sunto. Basta que por ahora <strong>la</strong> prensa anarquista <strong>de</strong> los Estados Unidos conozcaestas tres hipótesis que emitimos sobre su corresponsal en <strong>la</strong> Argentina:a) Pue<strong>de</strong> ser un agente provocador <strong>de</strong>l fascismo;b) Pue<strong>de</strong> ser uno <strong>de</strong> esos instrumentos que <strong>la</strong> policía argentina sueletener a su disposición;c) Pue<strong>de</strong> ser simplemente, un anormal.De lo único que estamos seguros es que no tiene nada que ver niespiritualmente ni sentimentalmente con el anarquismo”.Después <strong>de</strong> transcribir este artículo, <strong>Di</strong> <strong>Giovanni</strong> prosigue: “Asítermina este segundo ataque el compañero <strong>Di</strong>ego Abad <strong>de</strong> Santillán. Frente atales acusaciones equívocas y contradictorias acompañadas <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s artespreferidas <strong>de</strong>l jesuitismo, me dirijo a los compañeros <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s ten<strong>de</strong>ncias quequieran c<strong>la</strong>rificar ampliamente mi posición en el movimiento anarquista en <strong>la</strong>forma que crean mejor. Yo me pondré siempre a disposición <strong>de</strong> cualquiera que mequiera interrogar bajo cualquier aspecto en ese sentido. Des<strong>de</strong> ya <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ro quejamás me he aprovechado <strong>de</strong> algún dinero <strong>de</strong>stinado o perteneciente a <strong>la</strong>svíctimas políticas, cosa que se podrá comprobar con los documentos; que estoydispuesto a ac<strong>la</strong>rar y probar siempre con documentos en <strong>la</strong> mano <strong>la</strong>s acusacioneso alusiones que he hecho contra ‘La Protesta’ en ‘L’Adunata <strong>de</strong>i Refrattari’,‘L’Aurora’ y en otros; que ninguna persona ligada a mí por <strong>la</strong>zos <strong>de</strong> iniciativas uotros han caído en manos <strong>de</strong> <strong>la</strong> policía (omito el caso <strong>de</strong> Cremonessi, quien sepresentó espontáneamente). Deseo que esta <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración sea publicada íntegramente,sin omitir nada. Reciben copia <strong>de</strong> <strong>la</strong> presente, revistas y diarios anarquistas<strong>de</strong> lengua italiana”.La carta <strong>de</strong> <strong>Severino</strong> tuvo amplia difusión, algunos periódicosagregaron su propia opinión sobre el caso. “L’ Aurora” (Boston), porejemplo, comentó en su número <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1929: “... <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ramos quemantenemos nuestra posición <strong>de</strong> solidaridad con el compañero <strong>Severino</strong> <strong>Di</strong><strong>Giovanni</strong> como siempre lo hemos hecho y lo haremos con todos aquellos que hanestado y se mantienen en abierta insurrección contra <strong>la</strong> sociedad <strong>de</strong>l MIO y <strong>de</strong>lTUYO; que los argumentos <strong>de</strong> ‘La Protesta’ no nos persua<strong>de</strong>n para nada sobre elorigen equívoco o policial <strong>de</strong> los atentados y atentadores en cuestión; por eso