Severino-Di-Giovanni.-El-idealista-de-la-violencia%20(1)

Severino-Di-Giovanni.-El-idealista-de-la-violencia%20(1) Severino-Di-Giovanni.-El-idealista-de-la-violencia%20(1)

12.07.2015 Views

Los BandidosAnte estas líneas de su ex amigo, Severino reaccionó deinmediato y, a través de compañeros anarquistas neutrales invitó a AldoAguzzi a rectificarse o a publicar los documentos del dinero recogido yno publicado en “Culmine”. Al mismo tiempo, en su periódico, DiGiovanni invitó a presentarse a todos aquellos que habían tenido listasde donaciones y que no habían sido publicadas. La suma que se discutíaeran 2.700 francos —es decir, 270 pesos de aquel tiempo— y queSeverino si bien la había publicado en “Culmine” (Nº 33) no la habíaenviado de inmediato a París. Los que estaban junto con él sabían bienque la había utilizado para comprar elementos de lucha, pero lo máspronto que pudo la restituyó y la envió, tal cual aparece como recibidaen el periódico “La Diana”, de París, del 31 de agosto de 1928.En el mismo artículo “Anarquismo o anarco-banditismo”, Abadde Santillán hace una acusación directa contra las publicacionesanarquistas que no están en su línea: “Muchas veces se explica la actitudanarco-banditista de una hoja por los beneficios materiales que recibe de lasprácticas de los asaltos, de la fabricación de moneda falsa, etc. Lo que no nosexplicamos es que periódicos que no transigen con esas actividades, que lasconsideran perniciosas para el anarquismo, conserven una actitud pasiva, comosi nada les interesara la cosa. Sólo un periódico nuestro, ‘Il Risveglio’, deGinebra, ha roto con ese silencio y combate abiertamente el anarco-banditismo.A esa voz unimos la nuestra, guiados por experiencias locales e internacionalespoderosas.Es preciso —continúa Abad de Santillán— si queremos quenuestras ideas merezcan respeto y atraigan las simpatías de todos los hombresgenerosos, nobles y justicieros, que el anarquismo reaccione eficazmente contrael banditismo que se quiere cobijar en su seno. Por razones de moral, por motivosteóricos, tanto como por razones de táctica y para evitar conflictos de conciencia,que si no representan nada para las mentalidades fascistas de la revolución, paralos que no creen legítimo desprenderse de esos ‘prejuicios pequeño-burgueses’,como diría un Lenin cualquiera, representan mucho”.Y luego agrega un párrafo terrible que sólo podía ayudar a larepresión: “Muy a menudo nos hallamos ante el caso de tener que defender adelincuentes que se dicen anarquistas y gritar a todos los vientos su inocencia,aun sabiendo que no tienen nada de inocentes”. Esta frase, leída por losgobernantes podía ser aplicada por éstos a Radowytzky y hasta losmismos Sacco y Vanzetti. Y agrega aún más, en ese tono: “Y la repeticiónde esos casos nos ha hecho gritar bien claro que no se cuente con nosotros paradefender causas que nuestra conciencia repudia, que queremos mantener por lo

Severino Di Giovanni. El idealista de la violenciamenos el derecho a ser francos, a servir sólo a las buenas causas y que preferimosromper toda solidaridad con los simpatizantes del anarco-banditismo antes queasumir actitudes que nos repugnan. Y eso hemos hecho, en medio del escándalo yde la extrañeza de los compañeros de otros países. Tal vez estas palabras seanexplotadas por nuestros adversarios de enfrente en apoyo de su tesis que seesfuerza por unir en una misma expresión el anarquismo y el banditismo. ¿Quéhemos de hacerle? Los que no podían quejarse, en todo caso, son los querefuerzan con todos sus actos esa tesis, elevándola a una especie de teoríarevolucionaria. ¿Para qué callar? Hay en el movimiento anarquista actual unatendencia, que sobre todo se expresa entre los compañeros italianos y españoles,a la práctica de los asaltos, de los atracos, de los golpes de audacia contra bancos,90pagadores, etc. Callarnos, sería cerrar los ojos a un mal funestísimo”.Luego, vuelve a abrir la herida del atentado contra el Consuladoitaliano. Bajo el subtítulo “Los atentados de mayo”, dice: “Se sabe que ‘LaProtesta’ combate el terrorismo sistemático y que no quiere tener nada que vercon los que se refugian en la delincuencia, algunos de los cuales, por su audacia,por su espíritu de iniciativa, por su arrojo, podrían ser inmensamente útiles anuestra causa si se dedicaran a una propaganda seria”. Agrega que “paranosotros los autores de la bomba al Consulado italiano de Buenos Aires sonrepulsivos, como lo son los autores de todo acto esencialmente fascista. Y téngaseen cuenta que no hemos combatido el hecho del 23 de mayo porque no dio en elblanco, si es que lo había, es decir porque no dio muerte al cónsul italiano y alembajador de Italia. Aunque hubiera tenido estas consecuencias no habríamosmodificado el tono de esta condenación absoluta (...) En los atentados de mayono hubo nada de lo que caracteriza los actos justicieros extremos que la historiadel anarquismo reivindica con orgullo; hubo cobardía, irresponsabilidad,despreocupación absoluta por los resultados de un acto de esos ante la opiniónpública, crueldad de corte fundamentalmente fascista. Como se ve, nomodificamos el tono de nuestra actitud, que ha encontrado exagerado ‘La lottahumana’ de París, y que ‘L’Adunata dei Refratari’ de New York atribuyó almiedo de las represalias policiales. Han pasado ya varios meses, la cuestión pasóde actualidad y no sólo no tenemos nada que quitar de lo dicho desde el 24 demayo, sino que aún podríamos añadir que muchas de nuestras sospechas hanhallado nuevas confirmaciones”.Y aquí, Abad de Santillán lanza una acusación que Severino noiba a perdonar jamás y llevaría a la culminación de la tragedia internadel anarquismo argentino. Dice textualmente: “El atentado al consuladoitaliano puede explicarse según estas hipótesis: o bien como obra de un alienadoo bien como un producto de una provocación por sugestión de la policía o del

Los BandidosAnte estas líneas <strong>de</strong> su ex amigo, <strong>Severino</strong> reaccionó <strong>de</strong>inmediato y, a través <strong>de</strong> compañeros anarquistas neutrales invitó a AldoAguzzi a rectificarse o a publicar los documentos <strong>de</strong>l dinero recogido yno publicado en “Culmine”. Al mismo tiempo, en su periódico, <strong>Di</strong><strong>Giovanni</strong> invitó a presentarse a todos aquellos que habían tenido listas<strong>de</strong> donaciones y que no habían sido publicadas. La suma que se discutíaeran 2.700 francos —es <strong>de</strong>cir, 270 pesos <strong>de</strong> aquel tiempo— y que<strong>Severino</strong> si bien <strong>la</strong> había publicado en “Culmine” (Nº 33) no <strong>la</strong> habíaenviado <strong>de</strong> inmediato a París. Los que estaban junto con él sabían bienque <strong>la</strong> había utilizado para comprar elementos <strong>de</strong> lucha, pero lo máspronto que pudo <strong>la</strong> restituyó y <strong>la</strong> envió, tal cual aparece como recibidaen el periódico “La <strong>Di</strong>ana”, <strong>de</strong> París, <strong>de</strong>l 31 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1928.En el mismo artículo “Anarquismo o anarco-banditismo”, Abad<strong>de</strong> Santillán hace una acusación directa contra <strong>la</strong>s publicacionesanarquistas que no están en su línea: “Muchas veces se explica <strong>la</strong> actitudanarco-banditista <strong>de</strong> una hoja por los beneficios materiales que recibe <strong>de</strong> <strong>la</strong>sprácticas <strong>de</strong> los asaltos, <strong>de</strong> <strong>la</strong> fabricación <strong>de</strong> moneda falsa, etc. Lo que no nosexplicamos es que periódicos que no transigen con esas activida<strong>de</strong>s, que <strong>la</strong>sconsi<strong>de</strong>ran perniciosas para el anarquismo, conserven una actitud pasiva, comosi nada les interesara <strong>la</strong> cosa. Sólo un periódico nuestro, ‘Il Risveglio’, <strong>de</strong>Ginebra, ha roto con ese silencio y combate abiertamente el anarco-banditismo.A esa voz unimos <strong>la</strong> nuestra, guiados por experiencias locales e internacionalespo<strong>de</strong>rosas.Es preciso —continúa Abad <strong>de</strong> Santillán— si queremos quenuestras i<strong>de</strong>as merezcan respeto y atraigan <strong>la</strong>s simpatías <strong>de</strong> todos los hombresgenerosos, nobles y justicieros, que el anarquismo reaccione eficazmente contrael banditismo que se quiere cobijar en su seno. Por razones <strong>de</strong> moral, por motivosteóricos, tanto como por razones <strong>de</strong> táctica y para evitar conflictos <strong>de</strong> conciencia,que si no representan nada para <strong>la</strong>s mentalida<strong>de</strong>s fascistas <strong>de</strong> <strong>la</strong> revolución, paralos que no creen legítimo <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> esos ‘prejuicios pequeño-burgueses’,como diría un Lenin cualquiera, representan mucho”.Y luego agrega un párrafo terrible que sólo podía ayudar a <strong>la</strong>represión: “Muy a menudo nos hal<strong>la</strong>mos ante el caso <strong>de</strong> tener que <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r a<strong>de</strong>lincuentes que se dicen anarquistas y gritar a todos los vientos su inocencia,aun sabiendo que no tienen nada <strong>de</strong> inocentes”. Esta frase, leída por losgobernantes podía ser aplicada por éstos a Radowytzky y hasta losmismos Sacco y Vanzetti. Y agrega aún más, en ese tono: “Y <strong>la</strong> repetición<strong>de</strong> esos casos nos ha hecho gritar bien c<strong>la</strong>ro que no se cuente con nosotros para<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r causas que nuestra conciencia repudia, que queremos mantener por lo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!