Cerámicas hispanorromanas. Un estado de la cuestión - Ex officina ...

Cerámicas hispanorromanas.Un estado de la cuestiónD. Bernal Casasola y A. Ribera i Lacomba (eds. científicos)Editado con motivo del XXVI Congreso Internacionalde la Asociación Rei Cretariae Romanae FautoresEditaColabora

ÍndiceIntroducción. “What are we looking for in our pots?” Reflexiones sobre ceramología hispanorromana ................ 15Darío Bernal Casasola y Albert Ribera i LacombaPrólogo. La cerámica hispanorromana en el siglo XXI .............................................................................................. 37Miguel Beltrán LlorisBLOQUE I. ESTUDIOS PRELIMINARESLos estudios de cerámica romana en las zonas litorales de la Península Ibérica:un balance a inicios del siglo XXI.............................................................................................................................. 49Ramón Járrega DomínguezLos estudios de cerámica romana en las zonas interiores de la Península Ibérica. Algunas reflexiones.................. 83Emilio IllarreguiDe la arcilla a la cerámica. Aproximación a los ambientes funcionales de los talleres alfareros en Hispania......... 93José Juan Díaz RodríguezHornos romanos en España. Aspectos de morfología y tecnología .......................................................................... 113Jaume Coll ConesaEl Mediterráneo Occidental como espacio periférico de imitaciones..................................................................... 127Jordi PrincipalBLOQUE II. ROMA EN LA FASE DE CONQUISTA (SIGLOS III-I A. C.)Las cerámicas ibéricas. Estado de la cuestión........................................................................................................... 147Helena Bonet y Consuelo MataLa cerámica celtibérica............................................................................................................................................. 171Francisco Burillo, Mª Ascensión Cano, Mª Esperanza SaizLa cerámica de tradición púnica (siglos III-I a. C.) .................................................................................................... 189Andrés María Adroher AurouxCerámica turdetana .................................................................................................................................................. 201Eduardo Ferrer Albelda y Francisco José García FernándezCerámicas del mundo castrexo del NO Peninsular. Problemática y principales producciones ............................... 221Adolfo Fernández Fernández

La cerámica “Tipo Kuass” ......................................................................................................................................... 245Ana Mª Niveau de Villedary y MariñasLa cerámica de barniz negro .................................................................................................................................... 263José Pérez BallesterProducciones cerámicas militares en Hispania....................................................................................................... 275Ángel MorilloBLOQUE III. NUEVOS TIEMPOS, NUEVOS GUSTOS (AUGUSTO-SIGLO II D. C.)Las cerámicas “Tipo Peñaflor” .................................................................................................................................. 297Macarena Bustamante Álvarez y Esperanza Huguet EnguitaProducciones de Terra Sigillata Hispánica.............................................................................................................. 307Mª Isabel Fernández García y Mercedes Roca RoumensTerra sigillata hispánica brillante (TSHB) ............................................................................................................... 333Carmen Fernández Ochoa y Mar Zarzalejos PrietoLas cerámicas de paredes finas en la fachada mediterránea de la Península Ibérica y las Islas Baleares ................. 343Alberto López MullorParedes finas de Lusitania y del cuadrante noroccidental ...................................................................................... 385Esperanza Martín Hernández y Germán Rodríguez MartínLucernas hispanorromanas ...................................................................................................................................... 407Ángel Morillo y Germán Rodríguez MartínLas cerámicas “Tipo Clunia” y otras producciones pintadas hispanorromanas....................................................... 429Juan Manuel AbascalLas “cerámicas bracarenses”..................................................................................................................................... 445Rui MoraisEl mundo de las cerámicas comunes altoimperiales de Hispania........................................................................... 471Encarnación Serrano RamosLa producción de cerámica vidriada ........................................................................................................................ 489Juan Ángel Paz PeraltaBLOQUE IV. CERÁMICAS HISPANORROMANAS EN LA ANTIGÜEDAD TARDÍA (SIGLOS III-VII D. C.)Las producciones de terra sigillata hispánica intermedia y tardía.......................................................................... 497Juan Ángel Paz PeraltaLa vajilla Terra Sigillata Hispánica Tardía Meridional .............................................................................................. 541Margarita Orfila PonsLas imitaciones de cerámica africana en Hispania.................................................................................................. 553Xavier AquiluéLa cerámica ebusitana en la Antigüedad Tardía ........................................................................................................ 563Joan Ramon TorresLas producciones de transición al Mundo Islámico: el problema de la cerámica paleoandalusí (siglos VIII y IX)........... 585Miguel Alba Calzado y Sonia Gutiérrez Lloret

BLOQUE V. ALGO MÁS QUE CERÁMICA: LA SINGULARIDAD DE LAS ÁNFORASLas ánforas del mundo ibérico ................................................................................................................................. 617Albert Ribera i Lacomba y Evanthia TsantiniLa producción de ánforas en el área del Estrecho en época tardopúnica (siglos III-I a. C.)...................................... 635Antonio M. Sáez RomeroÁnforas de la Bética.................................................................................................................................................. 661Enrique García Vargas y Darío Bernal CasasolaLas ánforas de la Tarraconense ................................................................................................................................. 689Alberto López Mullor y Albert Martín MenéndezLas ánforas de Lusitania .......................................................................................................................................... 725Carlos FabiãoBLOQUE VI. OTRAS PRODUCCIONES ALFARERAS Y TENDENCIAS ACTUALESEl material constructivo latericio en Hispania. Estado de la cuestión..................................................................... 749Lourdes Roldán GómezTerracotas y elementos de coroplastia..................................................................................................................... 775María Luisa RamosAportaciones de la arqueometría al conocimiento de las cerámicas arqueológicas. Un ejemplo hispano.............. 787Josep M. Gurt i Esparraguera y Verònica Martínez FerrerasEl grupo CEIPAC y los estudios de epigrafía anfórica en España................................................................................ 807José Remesal Rodríguez

La cerámica ebusitana en la Antigüedad TardíaJoan Ramon TorresServei d’Arqueologia. Consell Insular d’Eivissa i FormenteraEste trabajo, de acuerdo con el guión propuesto por loseditores del presente volumen, pretende una síntesis y unbalance actual de la cerámica de fabricación ebusitanaentre los siglos III/IV y VII de la Era Cristiana.Cabe advertir que el conocimiento actual del tema, sibien no puede considerarse un terreno completamenteinexplorado, ni en consecuencia tampoco completamentedesconocido, sí debe ser calificado de incipiente.Incipiente desde el punto de vista de la falta de un estudioamplio de los complejos vasculares, en sus variadoscontextos, y su cuantificación, de un número representativode talleres productores insulares, que sin duda fueronabundantes, de la conclusión de una serie de estudiosarqueométricos sobre cerámicas ebusitanas tardoantiguas,actualmente en marcha, y en definitiva, de un trabajoglobal desde todos los puntos de vista productivos,culturales, económicos, tipológicos y cronológicos.La realidad es que quedan muchos datos importan tes,pro ducto sobre todo de la investigación reciente, por procesar y extraer de ellos las conclusiones oportunas en elsenti do indicado. Precisamente, los matices tipológico ycro nológico serán la piedra angular del presente trabajo,con el convencimiento que se trata de anclajes fundamentales pa ra una correcta extrapolación de los datos a los otroscam pos de estudio conexos. Por falta de espacio en el presente volumen, otros aspectos relacionados con la ce rámicaibi cenca tardía serán dejados para futuras ocasionesDesde el punto de vista crono-tipológico referido sepresentan aquí algunos nuevos tipos, basados en piezas,hasta la fecha, inéditas 1 , en el marco de un ensayo de1 Buena parte de los materiales contenidos en las ilustracionesdel presente trabajo procede de Ramon, 1986, donde se citanlas referencias oportunas. El resto, inédito, en general, es materialdel mismo autor y en algunos casos en colaboración conotros colegas (por ej., Ángeles Martín para es Llimoners y RosaGurrea para es Clot) a quienes se agradece el poder ahora presentarlo.Los materiales de época vándala aquí reproducidosfueron todos ellos publicados en Ramon y Cau, 1997.clasificación del cual hace años se dieron avances (Ramon,1986), pero que se halla aún “en construcción”.PrecedentesLos vasos cerámicos de época romana encontrados endiversas circunstancias en la isla de Ibiza, ya llamaron laatención de los arqueólogos-eruditos de principios delsiglo XX, pero no consiguieron casi nunca ponerlos enrelación con cualquiera de las tres fases históricas de laAntigüedad Tardía, cuyo conocimiento a través de lasfuentes clásicas constituía ya entonces un legado tradicional.En el año 1906 la Sociedad Arqueológica Ebusitanaexcavó sectores funerarios de época imperial ytardoantigua en la bahía de Portmany y en Talamanca(Roman Calbet, 1906, 28) y, en 1907, más tumbas y otroselementos de la misma época frente a la playa de ses Figueretes(Pérez-Cabrero, 1909, 102-103; 1911, 46).En el año 1916, J. Colominas, comisionado por el Institutd’Estudis Catalans, tuvo como objetivo específico lainvestigación de tumbas romanas. Aparte de la necrópolisde can Gavino (Formentera), excavó los cementeriosde can Prats y can Frit, ambos en el término municipalde Sant Antoni de Portmany (Colominas, 1915-1920; 1942).Después, C. Román, en una serie de campañas realizadasen lugares diversos de la isla de Ibiza, localizó,sobre todo en los años 1919 y 1920, diversas tumbas deépoca imperial y tardoantigua en lugares como cas Vildo,can Rempuixa, sa Torrassa, ca na Damiana, can Sala, canSavina, ca n’Arnau, can Guasc y ca na Polla (Román,1921, 12-14 y 25-27).Todo este grupo de investigaciones, centrado en elprimer ventenio del siglo XX, aportó, desde el punto devista ceramológico bajoimperial y tardoantiguo, ante todo,piezas físicas. Éstas, en unos casos, como especialmentelas necrópolis de Sant Antoni y Talamanca, fueron re-

564 CERÁMICAS HISPANORROMANAS. UN ESTADO DE LA CUESTIÓNproducidas fotográficamente junto con, incluso, indicacionesde escala (Roman Calbet, 1906). Sin embargo, nose tienen contextualizaciones claras de las campañas dela Sociedad Arqueológica Ebusitana, mientras que los hallazgosde C. Román, con independencia de memoriasmuy preliminares y poco ilustrativas, han permanecidoinéditos hasta hace poco (Tarradell y Font, 2000), sin quefinalmente su aportación al estudio de la cerámica romanatardía pase también de un estadio similar.De hecho, cabe recordar que la arqueología ebusitanaanterior a la Guerra Civil Española despreció (exceptocasos especiales, como santuarios púnicos, dondeabundaban terracotas) toda intervención en yacimientosque no fueran sepulturas, donde, a efectos simplementemuseológicos, hallar cerámicas y objetos completos eracon diferencia una tarea más sencilla.En síntesis, la aportación a la ceramología tardoantiguade esta etapa arqueológica fue el conocimiento preliminary una base de información acerca de los tipos devasos que más habitualmente contenían las tumbas. Eneste sentido, cabe ahora añadir que se trata de una gamamuy selectiva, puesto que se reduce, prácticamente sinexcepciones, a la presencia –muy esporádica, sobre todoa partir del siglo V– de jarros/as de formato mediano ypequeño.En el marco citado, y como excepción, la aportaciónde Colominas se erige a nivel científico en una especiede oasis. El significativo número de tumbas romanas quellegó a excavar el investigador catalán fue publicado conindicaciones bastante más precisas, de modo que ha sidoposible un grado considerable de contextualización delos hallazgos. En especial, la asociación de una serie detipos cerámicos (RE-0303, RE-0302, RE-0304, RE-0307c,entre otros) con monedas de los siglos III y IV sigue, aúnhoy, siendo una base cronológica firme.Sin embargo, con posterioridad a esta etapa, se produjoun paro casi total en la investigación arqueológicaibicenca, de modo que la actividad de campo no se r ea -nu dó sino ya bien entrada la década de los años 70.Desde entonces y hasta la actualidad, numerosas excavacioneshan ido poniendo en evidencia niveles tantofunerarios, como de hábitat y de industria bajoimperialesy tardoantiguos en la isla de Ibiza.Aparte de intervenciones en las uillae de ses Païssesde Cala d’Hort –edificio A– (Ramon, 1984; 1994; 1995),s’Argamassa –1985-1987– (Gurrea y Fernández, 1995),can Fita –1986– (González y Pacheco, 2002) y es Clot–1979 y 1989– (Gurrea y Ramon, 1999) han sido realizadasotras intervenciones de urgencia en la isla de Ibiza yse han investigado, también con metodología moderna,diversos horizontes bajoimperiales y tardoantiguos, algunosde ellos también funerarios, como las importantesnecrópolis de la calle Aragón núm. 33 –1980– (Ramon,1986) –cementerio urbano que se extiende también porsolares vecinos excavados posteriormente (Esquembre etalii, 2005)–, hort des Llimoners –1998– (Ramon, Martíny Márquez, 2004), hort des Palmer –2002– (Graziani,2004), etc.Sin embargo, la realidad es que la mayor parte de es -tos nuevos datos, hecha salvedad de los avances bi bliográ -ficos antes citados, se hallan aún en curso de pro ce samientoy ahora no han podido ser tenidos en con sideración, sinoa nivel muy parcial, excepto en ca sos como ses Païssesde Cala d’Hort, es Clot, c/ Ara gón núm. 33 o s’hort des Llimoners.En cuanto a la investigación específica de la cerámicaebusitana bajoimperial y tardoantigua, cabe otorgar elgrado de pionero al estudio de los vasos cerámicos de lasnecrópolis de can Gabino, can Prats y can Frit, como seha dicho, excavadas por J. Colominas, a cargo de M. Roca(1974).En los años 80 se publicó el avance de una nuevaclasificación de la cerámica ebusitana de época romana(Ramon, 1986), que entre otros datos, se basó fundamentalmenteen los resultados, muy importantes para latardoantigüedad ebusitana, de las excavaciones realizadasentre 1982 y 1985 en el edificio A de ses Païsses deCala d’Hort (Ramon, 1984; 1994; 1995).Dicha clasificación define tipos de producción in sularbajo la sigla RE (= romano/a ebusitano/a), organizandomediante cuatro cifras, seguidas de letras minúsculas, losvasos por categorías funcionales y morfológicas. Así, porejemplo, las ánforas se enmarcan en RE-01, las jarras dedos asas RE-02, los jarros de un asa RE-03, los cuencos RE-08 y RE-09, etc., pero ya se ha dicho que esta clasificaciónaún no ha sido publicada de modo global.Muchos de los tipos –aunque, ni de lejos, la totalidadde los registrados (en general debido a su mutilación)–fueron presentados en el citado trabajo de 1986. Los másrepresentativos de los pertenecientes al ámbito temporaldel presente trabajo son aquí reproducidos nuevamente(en caso contrario, se cita la publicación original)y, además, se presentan otros no publicados, o no clasificadosantes.

LA CERÁMICA EBUSITANA EN LA ANTIGÜEDAD TARDÍA 565El marco históricoLos más de cuatro siglos que abarca el tema del presentetrabajo se hallan jalonados por tres etapas históricas distintas,que se reflejan claramente a través de las fuentesliterarias antiguas.La primera corresponde al Bajo Imperio Romano,momento de profundas transformaciones económicas,sociales y políticas, cuyo fin, para el caso insular, se sitúaen el año 454, época de Genserico (Víctor Vitensis, Hist.pers. Wand. I, 4, 13), con la anexión de las islas al reinovándalo de Cartago. Cabe señalar que los vándalos yahabían realizado sobre las islas incursiones de saqueoimportantes, como la del 424 (Idacio, Chron., 72), que talvez dejaron rastros de interés arqueológico.La segunda, la época vándala, tuvo comienzo en elaño 454 y acabó con la conquista –o reconquista, si seprefie re– de las islas por parte del Imperio Romano deOrien te, es decir, el mundo bizantino, en la gran épo ca ex -pansiva (Renovatio Imperi) de Justiniano I. Algunos acontecimientosreflejados por las fuentes –por ejemplo, ladeportación a Cartago de Ophilio, obispo de Ebusus, enépoca de Hunerico, en el año 483 (Víctor Vitensis, Hist.pers. Prov. Afr., III, 6, 29)– jalonan una etapa que a nivelarqueológico va siendo paulatinamente conocida.La tercera, es decir, la época bizantina, tiene puestambién un inicio histórico claro, el 534, año de la mencionadaconquista bizantina materializada por Apolinar,enviado por Belisario (Procopio de Cesarea, Bel. Vand.,II, 5- 7), como se ha dicho, en época de Justiniano. Encambio, su límite final resulta bastante oscuro. Se tratade un problema que ha sido planteado en ocasiones distintas(Ramon, 1994; 1995; 2004; 2005), en el sentido deque tampoco está muy claro en qué momento puede hablarsede una ocupación o dominio efectivo islámico dela isla.La realidad arqueológica parece demostrar una continuidaddel mundo bizantino, por lo menos, hasta finalesdel siglo VII o inicios del VIII, a partir de cuando laoscuridad de las fuentes y de la arqueología parecen absolutas.En relación a esto cabe no olvidar que en este momento,tan tardío, aún se registraron posibles intentosbizantinos de intervención militar en costas peninsularespróximas a Ibiza. Es conocido, por ejemplo, el episodiode una “flota griega” que habría sido vencida porel conde Teodomiro, gobernador del levante peninsular(Chron. Muz. 87, 1) sub Egicam et Uitizam Gothorum regibus(698-702 de la Era). Por el resto, para la etapa bizantinade Ibiza no existen otras fuentes literarias directas,dejando de lado la célebre respuesta, a finales delsiglo VI, de Liciniano de Carthago Spartaria al obispoVicente de Ebusus, en época de Mauricio, importantesólo a efectos socio-religiosos.La cerámica ebusitana en la Antigüedad TardíaEl estudio de la cerámica ebusitana de época tardoantiguase halla matizado por una serie de factores, que cabetener en consideración, principalmente:• La existencia de multitud de talleres repartidos por todala isla. A pesar de no haberse estudiado ninguno desdeun punto de vista global, la identificación de fragmentosde desechos típicos de esta fase en las más diversaszonas de la isla pone de manifiesto esta realidad que,al menos en parte, explica una variabilidad de morfologías,en detalle, relativamente alta.• La gran aceptación de cerámicas foráneas en Ibiza duranteel Imperio y Antigüedad Tardía. Se trata, bási ca men te, deuna aceptación o integración selecti va. Ac tualmen te estáclaro que partir del siglo II de la Era Cristiana, sino antes,la fabricación de ollas, cacerolas y otros vasos destinadosa la cocción y/o calentamiento de alimentos desa parecióde los talleres ebusitanos a favor de las pro ducciones norteafricanasy nunca se volvió a recuperar. Del mismo modo,en horizontes de mediados del siglo III (HX-3, avda. España,3) se observa una enorme escasez de vajilla de mesatipo bol, escudilla, plato o cuenco locales, a favor de laimportación de vasos de este tipo, principalmente sigillatasafricanas, aunque también (en el siglo IV) gálicas, tipolucente y, en menor medida, D.S.P. Sin embargo, esta tendencia,a lo largo de la Antigüedad Tardía, volvió a bascularen sentido contrario, puesto que este tipo de vaso es otravez muy frecuente a fines del Bajo Imperio y durante lasfases Vándala y Bizantina.• Un último factor que cabe no perder de vista es que laalfarería bajoimperial y tardoantigua ebusitana fue precedidade una muy importante tradición anterior. Esbien sabido que la isla Pitiusa contó con una industriacerámica muy activa desde la época del asentamientode fenicios en la bahía de Ibiza, en los inicios del sigloVI a. C., hasta la extinción de la época bizantina, casimil trescientos años después. Dicha tradición dejó al-

LA CERÁMICA EBUSITANA EN LA ANTIGÜEDAD TARDÍA 567Figura 1. Ánforas y jarras ebusitanas del Bajo Imperio (siglos III/IV-primera mitad siglo V). 1: Sagunto. 2 y 3: PCH/A, cisterna, nivel V.4: MAEF. 5: can Frit, tumba 2. 6 y 7: Sant Antoni.

568 CERÁMICAS HISPANORROMANAS. UN ESTADO DE LA CUESTIÓNFigura 2. Jarras ebusitanas y cuenco del Bajo Imperio (siglo IV-primera mitad siglo V). 1: cases Barates. 2: can Gavino, tumba 2. 3 y5: idem, tumba 1. 4 y 9-11: PCH/A, cisterna, nivel V. 6: can Frit, tumba 5. 7: es Llimoners. 8: can Frit, tumba 11.

LA CERÁMICA EBUSITANA EN LA ANTIGÜEDAD TARDÍA 569Figura 3. Cuencos ebusitanos del Bajo Imperio (siglos III/IV-primera mitad siglo V). 1: PCH/A, cisterna, nivel IV. 2, 4 y 6: idem, nivel V.3: ca n’Adreuet. 5: Estany des Peix (Formentera).

570 CERÁMICAS HISPANORROMANAS. UN ESTADO DE LA CUESTIÓNFigura 4. Decoraciones incisas monolineales sobre cerámicas ebusitanas bajo imperiales (1-5) y vándalas (6-9). 1-4: PCH/A. 5: es Palmer.6-9: castillo de Ibiza.

572 CERÁMICAS HISPANORROMANAS. UN ESTADO DE LA CUESTIÓNFigura 5. Jarra y grandes cuencos ebusitanos del castillo de Ibiza, época vándala (circa 475-525).

LA CERÁMICA EBUSITANA EN LA ANTIGÜEDAD TARDÍA 573Figura 6. Cuencos ebusitanos diversos del castillo de Ibiza, época vándala (circa 475-525).

LA CERÁMICA EBUSITANA EN LA ANTIGÜEDAD TARDÍA 575bien entendido que sobre el cuello y otras zonas los jarrossuelen llevar bandas y meandros, tanto monolineales,como polilineales.• Puntillado realizado mediante peines de distinto númerode púas (los mismos que se utilizaron para lasbandas y los meandros), que se clavan en perpendicularsobre los vasos sin cocer, pero sin arrastre lateral. Losmotivos con esta técnica son variados y adquieren uncierto grado de libertad compositiva. Pueden citarse, porejemplo, la formación de bandas a modo de espina depescado o los cuadrados cruzados por aspas. El puntilladoaparece también combinado con líneas o bandashorizontales y meandros, seguramente sin agotarlas posibilidades del repertorio.• Ungulados. Se entiende aquí con este nombre los motivosobrados a peine de distintas púas, que van repitiendoa intervalos, generalmente sobre trayectoriashorizontales, segmentos de arco mas bien cortos, querecuerdan la impresión que dejaría una uña humana.Se combinan en unos mismos vasos con líneas horizontalesy meandros.• Círculos impresos. Se trata de círculos en negativo, depoco diámetro, impresos con el extremo de un instrumentotubular. Se pueden agrupar formando zonasamplias o espacios enmarcados por líneas incisas, componiendomotivos geométricos. Se pueden combinarcon dichas líneas incisas o con decoración de palmetas,sin duda, entre otras posibilidades.La segunda fase, que cubre toda o la mayor parte delsiglo VII, se caracteriza, en cambio, por una acentuada decadenciaen la decoración. En este sentido, es significativala desaparición en los horizontes finales de plenosiglo VII, del edificio A de ses Païsses de Cala d’Hort, detodo tipo de palmetas, círculos incisos, puntillados, etc.,descritos para el momento anterior. Únicamente perduranlos meandros y las bandas horizontales, a veces juntasy, a veces, separadas, que ya no parecen combinarse(o lo hacen más raramente) con incisiones monolineales,sino que se trata siempre de una técnica polilineal, únicamentees posible la perduración en este momento delos ungulados.Incluso se observa un uso más restrictivo de dicha técnicay su aplicación preferente en jarros y jarras, pero no–o no tanto, en relación a la fase anterior– sobre otros vasos,como cuencos diversos, estos últimos aparecen mayoritariamenteexentos de decoración incisa, o de otro tipo.Finalmente, cabe decir que las cerámicas bizantinastardías presentan frecuentemente una lechada de arcillablanca en sus caras de mediana calidad, tratándose, porel resto, de las pastas habituales en Ibiza, descritas enmultitud de ocasiones.

576 CERÁMICAS HISPANORROMANAS. UN ESTADO DE LA CUESTIÓNFigura 7. Ánforas ebusitanas de época bizantina (siglos VI-VII). 1: es Llimoners. 2 y 3: es Clot.

LA CERÁMICA EBUSITANA EN LA ANTIGÜEDAD TARDÍA 577Figura 8. Jarras ebusitanas de época bizantina (siglos VI-VII). 1: can Frit, tumba 17, 2: Sant Antoni. 3: can Gavino, tumba 3. 4-8: PCH/A.

580 CERÁMICAS HISPANORROMANAS. UN ESTADO DE LA CUESTIÓNFigura 11. Cuencos y páteras diversas ebusitanas de época bizantina (siglos VI-VII). 1-3 y 6-10: PCH/A. 4: es Palmer. 5: es Llimoners.

LA CERÁMICA EBUSITANA EN LA ANTIGÜEDAD TARDÍA 581Figura 12. Cuencos con pitorro vertedor ebusitanos de época bizantina (siglos VI-VII). 1: PCH/A. 2: ses Figueretes. 3: Ibiza, sin procedenciaconcreta.

582 CERÁMICAS HISPANORROMANAS. UN ESTADO DE LA CUESTIÓNFigura 13. Decoraciones sobre cerámicas ebusitanas de época bizantina. 1-8 y 10-12: PCH/A. 9: platja d’en Bossa (1-2: meandros polilineales.3 y 4: meandros y bandas polilineales. 5 y 7: motivos puntillados. 6 y 9: motivos varios polilineales y bandas. 8: unguladospolilineales. 10: círculos impresos y palmetas. 11: círculos impresos enmarcados por líneas). 12: bandas polilineales.

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