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sociedad. Pero el metro para medir este<br />

aporte tenía un truco. Nadie podía tener el<br />

mérito A (Destacado del año) si no había te-‐<br />

nido el mérito B (Destacado del mes), y na-‐<br />

die podía aspirar a Destacado mensual si no<br />

tenía el mérito C (Cumplidor de la Emula-‐<br />

ción Socialista), y nadie alcanzaba este ran-‐<br />

go si no hacía trabajo voluntario y partici-‐<br />

paba en las actividades políticas organiza-‐<br />

das por el sindicato, donde podía incluirse<br />

marchar el primero de mayo, asistir a un<br />

acto en la Plaza o darle un mitin de repudio<br />

a un desafecto. La lealtad política se con-‐<br />

virtió de esta manera en la moneda invisible<br />

sin la cual no tenía sentido entrar a los<br />

mercados donde se podían adquirir los bie-‐<br />

nes subvencionados del campo socialista.<br />

Obviamente, los mecanismos de defen-‐<br />

sa de la personalidad tienen también una<br />

expresión colectiva, y lo que a todas luces<br />

podía interpretarse como un trámite prosti-‐<br />

tuyente, fue sublimado como un rol heroi-‐<br />

co. Éramos David frente a Goliat, éramos<br />

todos �uno en esta hora de peligro� (hora<br />

que nunca terminaba), éramos la voz del<br />

pueblo coreando las consignas. Siempre me<br />

he preguntado quién las inventaba: �Fidel,<br />

seguro, a los yanquis dale duro�. �Fidel,<br />

Fidel, dinos que otra cosa tenemos que ha-‐<br />

cer�. �Pa�� lo que sea , Fidel, pa�� lo que<br />

sea����� simplemente la invocación repetida<br />

y rítmica de su nombre, como un conjuro<br />

que reafirmaba la identidad. También co-‐<br />

reamos lemas más innobles como �¡Pare-‐<br />

dón, paredón!� ��� ¡Que se vayan!��� para<br />

rechazar a los inconformes.<br />

Quinta etapa: El inicio del ocaso<br />

En una noche de jubilo berlinés, sin que<br />

ningún politólogo, ni siquiera un astrólogo<br />

pudiera preverlo, ���������������������<br />

-‐<br />

��������� �como admitiera el propio Fidel<br />

Castro�, todo el andamiaje que sostenía<br />

los proyectos del comandante en jefe en<br />

esta Isla. Reaccionó de forma similar a co-‐<br />

mo lo hizo siempre frente a sus fracasos:<br />

convertir el revés en victoria. Pero esta vez<br />

la victoria se limitaría al intento de conser-‐<br />

var las conquistas alcanzadas.<br />

La declaración de que el país entraba<br />

en el llamado Período Especial implicaba un<br />

reconocimiento tácito de que a partir de<br />

ese momento las leyes del socialismo serían<br />

inaplicables y que lo alcanzado en décadas<br />

de subvención solo podría sostenerse ape-‐<br />

lando a las reglas del mercado.<br />

Como si estuviera asaltando otro cuar-‐<br />

tel, Fidel Castro anunció que nuestra eco-‐<br />

nomía se dolarizaría. Como si nunca hubie-‐<br />

ra promovido una Ofensiva Revolucionaria<br />

para eliminar los últimos vestigios de pro-‐<br />

piedad privada, admitió la posibilidad de<br />

aceptar inversiones extranjeras, el trabajo<br />

por cuenta propia, el alquiler de habitacio-‐<br />

nes en casas privadas, y la extensión de ca-‐<br />

feterías y restaurantes privados. Para sor-‐<br />

presa de todos, el fidelismo podía ser rea-‐<br />

lista, pero eso sí, dejando claro que este<br />

pragmatismo era circunstancial y que,<br />

cuando la ocasión lo permitiera, volvería<br />

por sus fueros.<br />

El principal fundamento de sus concep-‐<br />

tos económicos fue siempre que la justicia<br />

social pod���������������������������<br />

������� , y así fue mientras el precio lo pa-‐<br />

garon otros. A lo largo de su mandato apeló<br />

siempre a la creación de estamentos para-‐<br />

lelos de gobierno, que al principio se escu-‐<br />

daron en organismos aparentemente ino-‐<br />

centes como el Instituto Nacional de Refor-‐<br />

ma Agraria (INRA) y posteriormente en di-‐<br />

versas fórmulas de los llamados Grupos de<br />

Apoyo, hasta desembocar en su última ma-‐<br />

niobra de poder en la sombra, que fue la Ba-‐<br />

talla de Ideas, con su ejército de Trabaja-‐<br />

dores Sociales como tropa de choque.

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