CUADERNOS DE <strong>BDSM</strong> - nº8dominación. A esto hay que añadir que, por educación, las mujeres pueden sentirse máscómodas en su papel de sumisas que de amas.Recordemos que hasta hace bien poco la represión sexual de las mujeres era casi total,por lo que muchas mujeres aún utilizan su papel de sumisas para saltarse sus propiasbarreras e inhibiciones: “Yo esto no lo quiero hacer, pero como me lo manda miamo…..” Esta sería la base de las fantasías de violación. También los sumisos puedenusar los mandatos como una forma de hacer lo que de otra manera no se atreverían,como por ejemplo, vestir de señora. Sin embargo, el hombre que decide ser sumiso,debe enfrentarse a una barrera ancestral de prejuicios, por lo que el argumento de “serobligados” tiene menos fuerza. Es curioso como casi todos los sumisos practican la“feminización”, empezando por usar un tanga y terminando con la sodomización.Vemos un machismo solapado, ya que vestirse de mujer debería ser vivido como unorgullo para ellos, no como un castigo. Es como si al entregarse, asumieran un papelreservado a las mujeres. Desde luego, esto es una trampa cultural de siglos, de la que nose escapa fácilmente. Los niños crecen con el temor constante de no ser bastantehombres y este es un motivo de preocupación y de humillación constante.Si lo analizamos bien, pocos serían aquellos que en un momento u otro no han probadoo fantaseado con estar al otro lado del látigo. El caso más frecuente es el de pasar de sersumiso a dominante, y esto tiene su explicación, ya que ser sometido es en ciertamanera, más sencillo. Menos frecuente es pasar de ser amo o sumiso, aunque también seda, por supuesto. El papel de sumiso es más pasivo, requiere menos preparación demateriales y de sesiones, y es perfecto para aquellas personas que les guste dejarsellevar, mientras que el papel de amo es más activo y será del agrado de aquellas otrasque prefieran organizar las cosas. Pero cuidado, no nos dejemos engañar, quien pienseque un amo tiene más personalidad y más fortaleza que un sumiso, se equivoca medio amedio. Se necesita tanto esfuerzo para ser un buen sumiso como para ser un buen amo,solo que su papel es distinto. De hecho, algunas personas muy manipuladoras y egoístaseligen conscientemente ser sumisas, porque la sumisión les otorga una preponderanciaque en su vida diaria no tienen y exigen que otra persona (su amo) viva pendiente de loque quieren y lo no quieren hacer. De ninguna manera es el dominante el que mandasiempre en una relación, ni de lejos. Es el poder de los débiles, más sutil, pero desdeluego igualmente eficaz. Considerar que el amo educa a su sumiso, resulta ingenuo en lamayoría de los casos. Quizá puede ocurrir que el amo sea mayor en edad y tenga mayorexperiencia que el sumiso, y de hecho esas relaciones son frecuentes, con lo cual,efectivamente, algo puede enseñarle, y el sumiso, en estos casos, refuerza el placer deabandonarse a la infancia, pero aún así, es la interacción de ambos la que permite hacercrecer el vínculo que les une y que ambos aprendan el uno del otro.Naturalmente, aquel miembro de la relación, sea dominante, sea sumiso, que expreseadoración por la otra parte, bien porque se ha enamorado y no es correspondido, bienporque idealiza a la otra parte, será en definitiva quien juegue con desventaja, sinninguna duda.Queda un porcentaje de personas, mal toleradas en el ambiente <strong>BDSM</strong> por lo general,que somos switch (al menos en el territorio español, ya que en otros países el papelambivalente es más común y mejor apreciado). Con este término definiremos a aquellaspersonas que en un plazo de tiempo muy breve son capaces de pasar de dominantes asumisas y viceversa, sin definirse del todo por ninguno de los dos papeles. Se nosPag. 56
CUADERNOS DE <strong>BDSM</strong> - nº8considera muchas veces simplemente indecisos, cuando no directamente oportunistas.Es verdad que para nosotros establecer una relación D/S profunda y duradera es másraro, pero también es cierto que nuestras posibilidades de juego se duplican. Es posibleser sumiso de una persona, y amo de otra, y que ambas relaciones sean significativas,no solo sesiones esporádicas y esto lo digo por experiencia propia. Ser switch escomparable a ser bilingüe, según el momento, según el estado de ánimo, o según conquien hables, utilizas un idioma u otro. La razón puede estar en que nos gusta ante todola novedad, la experimentación y el cambio.3- Estados alterados de conciencia.Me referiré a continuación a la percepción alterada de los sentidos que puede ocurrir enel transcurso de una sesión. Definiremos el término “sesión”, como aquel espacio detiempo en el cual los participantes, representando sus respectivos papeles, experimentanun cierto grado de violencia física o verbal, siendo su duración variable, pero limitadaen el tiempo, con un comienzo y un final, claramente identificados.a) Subspace.En el transcurso de una sesión, algunas personas experimentan el llamado“subspace”, más fácilmente alcanzado por las sumisas, ya que las mujeres suelenmanifestar mayor poder de introspección. Este es un estado auto hipnótico derelajación, que sería muy interesante analizar con electrodos en un entornocontrolado. Probablemente, el cerebro alcanza un ritmo alfa (típico de los primerosestadios del sueño), aunque sin pruebas de laboratorio no puedo asegurarlo. Lapersona se sumerge en una especie de “trance”, que le permite soportar mejor eldolor y que suele considerarse placentero, si bien algunas personas se asustan delo que están sintiendo. En principio, este estado es inocuo, y se puede entrar y salirde él con relativa facilidad. El único inconveniente, es que el individuo es másfácilmente sugestionable a lo que se le diga o se puede dejar llevar por suimaginación, recordando posteriormente sucesos que no existieron y olvidandosucesos que sí pasaron. Para entrar en subspace, el sujeto debe poner de su parte,tiene que querer hacerlo, sino, inducirlo es imposible. Una de las claves paraconseguirlo, es el control de la respiración diafragmática, más profunda yrelajante. Todo el entorno de una sesión contribuye a entrar en ese estado: laprivación sensorial, la tranquilidad, las rutinas conocidas, los golpes rítmicos, y lavoz suave y tranquila del amo. Yo he trabajado con enfermos de dolor crónico y lainducción a la hipnosis es un arma terapéutica importante en estos casos, ya que enese estado, se libera endorfina que mitiga el dolor y esta experiencia es asimilableal subspace.Al ser un estado de hipnosis, cualquiera puede alcanzarlo, también los dominantesen el transcurso de una sesión, si bien es más difícil, porque requiere “dejarse ir” yes incompatible con el control total de la situación, aunque si las sesiones sonsuficientemente rítmicas y ensayadas, puede ocurrir.Pag. 57