12.07.2015 Views

Bésame y vente conmigo - Universo Romance, el Portal

Bésame y vente conmigo - Universo Romance, el Portal

Bésame y vente conmigo - Universo Romance, el Portal

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

decir, <strong>el</strong> abu<strong>el</strong>o C<strong>el</strong>e, viajaba a lomos de una Vespa con la familiay las maletas apiñados en <strong>el</strong> sidecar. Julia era viuda d<strong>el</strong>dueño de una importante fábrica de chocolate, empresa queahora dirigía su hijo Álvaro. Los Vega eran de la rama pobre d<strong>el</strong>a familia, parientes de doña Paquita, la difunta d<strong>el</strong> difunto.El marido de Rosita era un modesto marino de chusco. Pero<strong>el</strong> cariño que las dos mujeres se tenían perduraba desde lostiempos en que sus respectivos hijos eran pequeños y veraneabanen Tarabán.Julia tomó a C<strong>el</strong>ia por los hombros para echarle una regañinacariñosa.—Me voy a enfadar contigo. Viviendo en Madrid y no vienesnunca a verme.—Con las clases no tengo tiempo ni de respirar.—¿Y qué hay de tus dibujos? Hay que ver qué talento —laalabó con una admiración sincera—. Con ese don se nace.A C<strong>el</strong>ia se le iluminó <strong>el</strong> rostro de alegría. Julia era la únicapersona que siempre le mostró admiración y la animaba a dedicarsea su carrera.—Acabo de publicar un trabajo. Me pidieron que ilustraraun libro benéfico de cuentos infantiles —explicó—. Y la verdades que estoy emocionada.—No nos habías dicho nada —protestó su madre, molesta yalgo picada.C<strong>el</strong>ia no lo diría nunca, pero no le hacía ilusión compartirla noticia con sus padres, que consideraban su pasión unmero pasatiempo que no daba de comer.—Mamá, ¡si no he tenido tiempo! Además, aún está en laimprenta. Ni siquiera yo lo he visto terminado.—Tienes que decirme dónde venden ese libro —exigió Julia.Muy complacida por su interés, C<strong>el</strong>ia aseguró que así loharía.El tema pasó a segundo plano, porque se acercaron Nico yÁlvaro y la conversación viró por otros derroteros.—¿Visteis a mi chico <strong>el</strong> otro día en las revistas? —preguntóJulia cogiéndose d<strong>el</strong> brazo de su único hijo.23

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!