poco hablar, mas cuando lo hacía, causaba sorpresa el fervor<strong>de</strong> sus gestos . Así fue -para sorpresa <strong>de</strong> Lucíaquelo oyó <strong>en</strong> cierta ocasión elogiar a Panamá, dando gran<strong>de</strong>salabanzas a la variedad <strong>de</strong> pesca que ofrecían susaguas y a la riqueza <strong>de</strong> sus bosques, ll<strong>en</strong>os <strong>de</strong> sorpresaspara el cazador ; aunque nunca lo oyó hablar <strong>de</strong> mujeres,t<strong>en</strong>ía para ella --sin saber la razón- que resultaban,también, <strong>de</strong> su agrado.La vida <strong>de</strong> Lucía Vernon era m<strong>en</strong>os monótona, cuandodaba con trasoñar el pasado <strong>de</strong> su jefe y lo hacía d<strong>en</strong>oble cuna, con épocas <strong>de</strong> sufrimi<strong>en</strong>to por el amor o laguerra .Aquella mañana, solo se oía <strong>en</strong> el quieto recinto elrunrun <strong>de</strong>l Jefe firmando docum<strong>en</strong>tos y el maquinal tamborileo<strong>de</strong> la secretaria, transida por el trabajo . No llegabahasta ellos, ni asomo <strong>de</strong>l bullicio <strong>de</strong> abajo, ni rompíala quietud el timbre <strong>de</strong>l teléfono, ya que Mr . Staggsolo daba la clave a g<strong>en</strong>te <strong>de</strong> importancia . Era ya la mediamañana cuando se produjo la llamada telefónica quellevo a la angustia a la señorita Vernon . Mr. Stagg contestócon breves palabras y luego permaneció sil<strong>en</strong>cioso,oy<strong>en</strong>do a su interlocutor, por un período interminable<strong>de</strong> minutos . Lucía alzo los ojos con el clic final y vio asu jefe cerúleo, con la muerte <strong>en</strong> la cara . Lucía siguióescribi<strong>en</strong>do, como si tal, porque fuera <strong>de</strong> su carril, no sabíaotra cosa que pedir ayuda, y su juicio le <strong>de</strong>cía que noera esa la hora . La costumbre había mo<strong>de</strong>lado su espírituhacia el ord<strong>en</strong>, <strong>de</strong> manera que cualquier cosa quealterara la sucesión <strong>de</strong> los hechos, requería un largo umbralpara su aclaración . En ello estaba, cuando <strong>en</strong>tro elnegro Thomas para limpiar la oficina . Era Thomas unhombre viejo, a qui<strong>en</strong> se perdonaban sus ocasionales borracheras,<strong>en</strong> mérito a ser el empleado más antiguo . Elnegro hacía gala <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos socarronam<strong>en</strong>te, contandoa los <strong>de</strong>más que Mr. Harnsby, qui<strong>en</strong> fuera el primerGer<strong>en</strong>te <strong>de</strong> la Compañía antes <strong>de</strong> llegar a ser Director <strong>en</strong>80
las oficinas <strong>de</strong> New York, le <strong>en</strong>viaba <strong>en</strong> ocasiones, un cheq uecito <strong>de</strong> regalo, <strong>en</strong> recuerdo a los felices días pasados<strong>en</strong> el trópico .Thomas no faltaba a su trabajo, aunque estuviera borracho,dándole <strong>en</strong>tonces por hablar solo y reírse sin motivo.Era a la vez el más mo<strong>de</strong>sto <strong>de</strong> los empleados yel más seguro <strong>de</strong> su puesto . Hacía diariam<strong>en</strong>te la limpieza,<strong>en</strong> las horas <strong>de</strong> la madrugada, con un carro <strong>de</strong> aseoprovisto <strong>de</strong> escobas, trapeadores, líquidos para brillo y todaclase <strong>de</strong> trapos . Era <strong>en</strong> su oficio un individualista quetiraba al canasto lo sucio e inútil y que ret<strong>en</strong>ía lo <strong>de</strong> valor,sin consultar con nadie . En dos ocasiones <strong>de</strong>volviódocum<strong>en</strong>tos trasc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>tales que habían ido a dar a la basura,no faltando, sin embargo, qui<strong>en</strong> lo culpara <strong>de</strong> la maniobrapara darse prestigio .El negro con la cara achispada y sonri<strong>en</strong>te com<strong>en</strong>zó atrapear con <strong>de</strong>cisión, <strong>en</strong> tanto que Lucía se quedaba manosobre mano .-¿Que hace usted, Thomas? ¿No ve que estamos trabajando?-Sí, Miss Lucy, ya lo vi .Y siguió la limpieza sin hacer caso .Lucía miró a Mr . Stagg <strong>en</strong> busca <strong>de</strong> ayuda, mas estepermaneció sil<strong>en</strong>cioso, con los brazos cruzados, observandofijam<strong>en</strong>te la labor <strong>de</strong>l negro . Su rostro no revelaba yaninguna alteración, aunque había <strong>en</strong> su mirada una cu riosidad, apasionada por lo que acontecía alre<strong>de</strong>dor y cadagesto <strong>de</strong> Thomás al barrer' y frotar las persianas conun trapo, estuviera ll<strong>en</strong>o <strong>de</strong> un profundo significado . Asípermaneció, <strong>en</strong> sil<strong>en</strong>cio, hasta <strong>en</strong>mu<strong>de</strong>cer a Lucía . Elmismo Thomas -que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, estaba borracho- recogiósus trastos y se fue cortado y sin hablar .Lucía t<strong>en</strong>ía una secreta manera para resolver todossus problemas, un íntimo procedimi<strong>en</strong>to, al que se aferrabacon fe ciega . Cuando la vida seguía su curso normal,8 1
- Page 5 and 6:
Determinismo y libertad Humana en l
- Page 7 and 8:
As¡ es como tuve que intervenir pa
- Page 9 and 10:
te . A partir del momento en que de
- Page 11 and 12:
Notemos que todos los actos se colo
- Page 13 and 14:
tavioto del mayor monstruo . Pues b
- Page 15 and 16:
negación y superación, lo ordena,
- Page 17 and 18:
El Pensamiento Sociológico deMaria
- Page 19 and 20:
fueron, quizás, más favorables, e
- Page 21 and 22:
: . El Tomo La IIcida : "¿cuál es
- Page 23 and 24:
igos diseminados en el país, celos
- Page 25 and 26:
(17) .to político más natural y f
- Page 27 and 28:
TU NACIONAL, PORQUE NO HAY NACION"
- Page 29 and 30:
ferencial de Otero, se podría esta
- Page 31 and 32: clones teóricas propias surgidas,
- Page 33: europeo que se ignoraba, o Llaves d
- Page 36 and 37: es hechos en una tradición cultura
- Page 38 and 39: presentan los primeros intentos per
- Page 40 and 41: no puede haber avidez de originalid
- Page 42 and 43: letadores políticos una realidad r
- Page 44 and 45: Una tenue extranjería ha venido, e
- Page 46 and 47: Aquel estado tan singular dé los f
- Page 48 and 49: que hasta ese momento habían orien
- Page 51 and 52: la Generación de Vanguardia en laL
- Page 53 and 54: mo poético . Como es sabido el Van
- Page 55 and 56: nían empleando en su poesía proce
- Page 57 and 58: trio Herrera Sevillano quien ya en
- Page 59 and 60: trabajo, por lo que encontramos evo
- Page 61 and 62: el poeta abandona su formación ini
- Page 63: lo y su poesía han alcanzado perso
- Page 66 and 67: den atentar contra su 'fecundidad o
- Page 68 and 69: do, debe estar completamente limpio
- Page 70 and 71: el primer baño, se la desnuda ante
- Page 73 and 74: La Explotación Arqueológica frent
- Page 75 and 76: para el1501 . Para nosotros su raig
- Page 77 and 78: titución Nacional que el Estado es
- Page 79 and 80: tion and chose the formidable name
- Page 81: La OficinaPorMANUEL FERRER VALDESLa
- Page 85 and 86: que podía observarse al mensajero
- Page 87 and 88: -No sé, tal vez pudiera subir un m
- Page 89: Al ]legar a la oficina sintió reaf
- Page 92 and 93: de una especie de luz absoluta,de l
- Page 94 and 95: de toda su hondura política,social
- Page 96 and 97: MARTINEZ ORTEGA: POEMAS AL SENTIDO
- Page 98 and 99: mirada cae como rayos reveladoresso
- Page 100: KELLY, Isabel MaríaLOMBARDO, Berna
- Page 104 and 105: Mueblería TuñónSucursal :Avenida
- Page 106: iCEMENTO PANAMAOrgullo de la Indust