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EMPRESAS CON TRADICIÓNLos comienzos de laSastrería FernándezHoy bastan los dedos de una mano paracontar las sastrerías que siguen funcionandoen cada ciudad. Sin embargo en el siglopasado, y esto a riesgo de sonar demasiadolejano en el tiempo es hace apenascincuenta años, las sastrerías proliferabanpor doquier y el oficio de sastre era elde un auténtico artesano de la tela.Curiosamente había más hombres dedicadosa una labor que la sociedad de la épo-ca reservaba para las mujeres de puertaspara dentro, considerándola una de las tareasde la casa, conforme a la moral reinante.Hoy apenas quedan 2 ó 3 sastrerías enOurense, herencia de una tradición familiarque enganchaba en el oficio y en elnegocio a padres y a hijos que aprendíancon sus padres, y así hasta que poco a pocola confección textil fue ganando terrenoy la ropa a medida dejó de ser la estrellade los armarios, pasando a ser un iconodel refinamiento y la elegancia, quetambién cayó en desuso con el paso deltiempo.También las villas y pueblos contaban consastres consagrados por años de trabajo yherencia familiar, que a su vez enseñabana jóvenes aprendices las artes del corte y laconfección. Desde A Peroxa, donde habíatrabajado algunos años como aprendizcon un reconocido sastre, llegaba aOurense Camilo Fernández González afinales de los años 20, concretamenteen 1927. Sus ganas de seguir aprendiendoy de tener proyección más allá de su pueblonatal lo trasladan a la capital, dondenada más llegar se instala en la calle Juande Austria durante los dos primeros años,construyendo poco a poco un sólido negociode sastrería.En los albores de los años 30, ya casadocon Josefa González Taboada, D. Camilova consolidando la Sastrería Fernández,pasando de Juan de Austria a ocupar elD. Camilo Fernández se casó en Ourense conDña. Josefa Gonzálezprimer piso de un inmueble en la Plaza delHierro, una céntrica ubicación que comenzabaa adquirir entonces un marcado caráctercomercial. En ese espacio fija al mismotiempo su residencia, y allí nacerán losdos primeros hijos de un total de siete (seisvarones y una mujer) de los que sóloCamilo Aser y Francisco continuarán el negociode familia. Precisamente son ellosquienes recuerdan hoy los buenos tiemposde esta actividad y las cifras de aquellaDon Camilo Fernández en el taller de la satreríaEl matrimonio con sus siete hijos a mediados del siglo pasadoP Á G I N A 1 9