12.07.2015 Views

Enero Nº 50 - Biblioteca Virtual El Dorado

Enero Nº 50 - Biblioteca Virtual El Dorado

Enero Nº 50 - Biblioteca Virtual El Dorado

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ía que aqudlo era pura falsedad, pues él más que nadie había visto el cadáverde su ama antes de ser sepultado, comenzÓ a entrar en dudas, porlo cual resolvió informar a don Alonso sobre los rumores que eIrculaban.Habiase ido para la ciudad de Panamá don l'e(lro Antonio en viajede negocios y por olvidar sus penas, y aquel di¡i el décimo después delentierro de doña Soledad, encontrábase afligidisimo don Alonso, víéndosesin su mujer y sin su hijo no quedándole otra compañía que la del fielPedro Nii:olás y la de un sacerdote misionero que, desde el entierro de ladifunta, visitaba diariamente la casa.acomodado en un silón y sumido enLlegó Pedro Nicolás de la calle y encontró a su ¡imO en una alcoba,la más profunda meditación. Tímidamente,y haciendo mudlOs preambulos, infÓrmole todo lo que la genLe deeia,terminando por preguntarle si aquello era verdad y opinando, que elasunto (,:ra muy peligroso, pues conducía a que los ladrones profanacen elcadáver por robarse las joyas que la acompañaban_Como todo en realidad no era más que una absurda conseja forjadapor la imaginación chismosa y calenturienta dd puehlo, don ¡\lanso mostrósemuy incómodo y dijo así a su criado:--Es inereible, Pedro Nicolás, que en una mente equilibrada pueda(:aber tan grande y extravagante adefesio. No profanes la memoria de tuama y 8iiñora uniéndola a tan ridiculas versiones. Preocúpate únicamentepor las cosas que atañen a tu amo y a tu hogar y no prestes oidos a las absurdasleyendas (le la gente sin ofieio. <strong>El</strong>eva tus oraciones por la saludeterna de tu amo y pidcle al Señor que nos de cristiana resignación parasoportar el vado que nos ha dejado.Di:sde aquí:1 dia y con estas palabras, quedó convencido por conipldoPedro Nicolás di: la ridiculez y falsedad de lo que la gi:nte decía, pero noasi Micaela, su mujer, quien cada vez que su esposo llegaba a su casa, comen:zabaa (licirle:--Ve:z esta pobreza en que nos encontramos, y pensar que tu ama prefirióirse a hi tumba con todas sus riquezas, sin dejamos siquiera un anilloo un arete.A lo cual Pedro Nicoliis contestaba:-Mujer cabe:za de roca eres tú, que más que nadie sabe y conoci~ quemi difunta ama ~ólo Ilevóse a la tumba su túnica mortuoria. Porque siemprEhas de salirme con esas cosas'? Otra vez que me 10 digas, voy a propinarteuna paliza que te deje maltredia las posaderas. Y con éstas uotras palabras quedaba solucionado por el momento el conflcto malrimonial.PAGINA 54 LOTERIA .

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!