catalogo ourencine 2000 - Festival de Cine Internacional de Ourense

5F e s t i v a l I n t e r n a c i o n a l d e C i n e I n d e p e n d e n t e d e O u r e n s eHOMENAXE A GONZALO TORRENTE BALLESTERHOMENAJE A GONZALO TORRENTE BALLESTERA TRIBUTE TO GONZALO TORRENTE BALLESTERLa cuantitativamente escasa pero muy destacadavinculación del insigne escritor ferrolano GonzaloTorrente Ballester (1910-1999) con el cine españolmerecía sin duda una reflexión más allá delos breves epígrafes y la escasa atención con quesus biógrafos o analistas literarios suelen referirsea dicho trabajo.Tal empeño no se justifica por el simple motivo desu galaico lugar de nacimiento o por la supuestainjusticia cometida con un eminente guionista, sino–y muy especialmente– porque su relacióncon el cinematógrafo se circunscribe a proyectosfrustrados o llevados a cabo junto a un cineastade la talla –y la relevancia histórica– de JoséAntonio Nieves Conde, y, en consecuencia, por loque un mejor conocimiento de esa colaboraciónpuede suponer a la hora de calibrar la importanciay el extraordinario interés historiográfico y fílmicode una generación –llamada, ya a finales delos años cuarenta, «de los renovadores»– formadapor realizadores que, más o menos de edadescoincidentes, comienzan su actividad en el cineespañol inmediatamente después de finalizada laSegunda Guerra Mundial: Manuel Mur Oti,Antonio del Amo, José Antonio Nieves Conde yArturo Ruiz Castillo.Pese a su muy evidentes disimilitudes, el grupo–al que de manera tangencial podríamos incorporarnombres como los de Carlos Serrano deOsma o Enrique Gómez– presenta una llamativahomogeneidad que, por variadas razones, lo haceparticularmente atractivo a la mirada del historiador.En primer lugar, pero definitivo de cara acomprender las dificultades de su trabajo –quealcanza su periodo álgido entre finales de loscuarenta y la aparición del llamado Nuevo CineEspañol a comienzos de los «felices sesenta»–, eltratarse de una generación puente (casi cabríadecir «emparedada») entre la primera oleada dela postguerra –aquella en la que se encontrabanlos directores más comprometidos en edificar oficialmenteun cinema que pudiese ser tenido porfranquista, empeño saldado con irregular fortuna–y la generación que se da a conocer en losprimeros años cincuenta bajo la declarada influenciadel neorrealismo italiano. Influencia que,lógicamente, también alcanza a esta «generaciónrenovadora» produciendo en algunas de susobras un atractivo cruce entre los modos industrialesy retóricos del cine español de postguerray los hallazgos del neorrealismo italiano.En segundo lugar, y no menos relevante, el mantenimientode un nada desdeñable grado de disidenciapersonal con las estructuras oficiales en que semueven, que a veces consiguen materializar ensus películas, y que proviene tanto del republicanismode algunos (Mur Oti, del Amo), como –y esel caso que ahora va a interesarnos– del «genuino»falangismo de corte hedillista de otros (NievesConde).También falangista, como es sabido, era por entoncesla adscripción ideológica de GonzaloTorrente Ballester, y no es por ello de extrañarque Nieves Conde viese en nuestro escritor y ensu culta pluma sólidos aliados capaces de colaborarcon él en su intento de poner en pie un «cinesocial» –con el problema agrario como eje dealgunas de sus más relevantes propuestas, comoocurrirá asimismo con otros miembros de la generacióncitada– que, tomando el testigo de loque otros films habían intentado ya, no sin dificultades,en la inmediata postguerra española,mostrara desde dentro aquello en lo que se habíaconvertido su anhelado y revolucionario nuevoamanecer de la patria.De la complejidad de tal proyecto –del que laconflictiva Surcos (1951), en cuyo guión participaTorrente Ballester, es pieza fundamental y extraordinaria–da buena cuenta el dificultoso desarrolloposterior de la filmografía de NievesConde (y la definitiva retirada como guionista delescritor, que sólo muchos años después supervisaríala adaptación televisiva de Los gozos y lassombras), pero la profundización en el análisis detal periodo histórico y de los films en tal situaciónsurgidos habrá quizás de arrojar luz sobre las figurasy las obras de unos cineastas atrapados sinquererlo en un asfixiante cerco del diablo y, todavía,sobre las afiladas aristas de un cine hispanoque, pese a lo que todavía se escribe a menudo,es cualquier cosa menos homogéneo, académicoy carente de interés.José Luis Castro de PazJulio Pérez Perucha53