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Untitled - Corte Interamericana de Derechos Humanos

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ÍndiceNota <strong>de</strong> la edición | 6Prólogo | 8Alejandro MadrazoEntre el <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir y el <strong>de</strong>recho a la procreación:la pugna por la interpretación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos reproductivosen la Suprema <strong>Corte</strong> mexicana | 12Lidia CasasDe la negación a la represión <strong>de</strong> la sexualidadadolescente en Chile | 32Sandra DughmanHeteronormatividad, Mujeres Lesbianas y un EnfoqueRelacional a los <strong>Derechos</strong> | 55Gabriela RobledoEl <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> la Ciudadanía y la subjetividadlésbica: avances y tensiones | 76Adriana PalavecinoEl Derecho a la I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> las Personas Transgéneras | 904


Ximena GauchéUna Mirada a la No Discriminación por I<strong>de</strong>ntidad<strong>de</strong> Género y Orientación Sexual <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los DesarrollosInternacionales <strong>de</strong> Soft Law | 113Chloé S. GeorasColonialidad, “Performance” y Género:la Saga <strong>de</strong> Lorena Bobbit * | 134Constanza ToroGénero y Corrupción. Reflexiones sobre cómoincorporar una perspectiva <strong>de</strong> género en el campo<strong>de</strong> la lucha contra la corrupción | 159Nicole LacrampetteEl Sistema <strong>de</strong> Comunicaciones Individualesante el Comité CEDAW: ten<strong>de</strong>ncias jurispru<strong>de</strong>ncialesy <strong>de</strong>safíos futuros. | 179Hoja final | 199Bibliografía | 2005


Nota <strong>de</strong> la ediciónEste libro es una compilación <strong>de</strong> trabajos que fueron seleccionadosluego <strong>de</strong> su presentación en el primer encuentro académicosobre Justicia, Género y Sexualidad, realizado el 13 y 14 <strong>de</strong> julio<strong>de</strong> 2009. El encuentro que da paso a esta publicación fue organizadoconjuntamente por el Centro <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> <strong>de</strong> laUniversidad <strong>de</strong> Chile y la Red Latinoamericana <strong>de</strong> Académicos/as <strong>de</strong>l Derecho (Red Alas). Reunió a investigadoras/es, abogadas/os, profesoras/es y estudiantes <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>10 países latinoamericanos, Estados Unidos y España.En la selección <strong>de</strong> textos que presenta este libro, sus autores/as someten a discusión interesantes <strong>de</strong>bates emergentes en elcampo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, motivando un análisis crítico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva<strong>de</strong> género. Alejandro Madrazo analiza los argumentos jurídicosque tensionan la discusión sobre el <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir y el<strong>de</strong>recho a procrear, en el marco <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>spenalización<strong>de</strong>l aborto en México DF. Lidia Casas revisa exhaustivamente laspolíticas públicas y leyes sobre la educación sexual en Chile ysus repercusiones en el acceso al <strong>de</strong>recho a la salud sexual y reproductiva<strong>de</strong> las/os adolescentes. Hay un conjunto <strong>de</strong> trabajospertenecientes a Sandra Dughman, Gabriela Robledo, AdrianaPalavecino y Ximena Gauché, que dan cuenta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintasópticas, sobre los problemas asociados a la heteronormatividad,sus implicancias en la ciudadanía <strong>de</strong> las mujeres lesbianas6


PrólogoTengo el agrado y honor <strong>de</strong> presentar el libro Justicia, Género ySexualidad editado por el Centro <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> <strong>de</strong> laFacultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile (CDH).Este libro es el resultado <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> académicas y académicos<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho en Latinoamérica sobre temas muchas vecesolvidados por las faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la región. Fue precisamentela ausencia o falta <strong>de</strong> protagonismo <strong>de</strong> las categorías<strong>de</strong> género y sexualidad en la enseñanza <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho la quellevó a un grupo <strong>de</strong> profesoras <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho a formar la Red <strong>de</strong>Académicos Latinoamericanos ALAS en el año 2004 y a organizarespacios <strong>de</strong> discusión académica sobre temas relacionadoscon género y sexualidad. Uno <strong>de</strong> esos espacios fue abierto porel Centro <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> laUniversidad <strong>de</strong> Chile y la Red ALAS en el Encuentro sobre Género,Sexualidad y Derecho organizado en Santiago <strong>de</strong> Chile enjulio <strong>de</strong>l año 2009.Durante dos días más <strong>de</strong> 100 académicos y profesionales <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho discutieron sobre discriminación, género y reproducción<strong>de</strong> jerarquías, violencia, <strong>de</strong>rechos humanos y sexualida<strong>de</strong>sdiversas. La conversación generada en ese espacio, se plasmahoy en Género, Sexualidad y Derecho con artículos escritos porprofesores/as, investigadores/as y activistas <strong>de</strong> la región sobretemas tan variados como discriminación, violencia, corrupción,8


ciudadanía, entre otros, pero que comparten una visión crítica<strong>de</strong> los sistemas jurídicos latinoamericanos y <strong>de</strong> sus cómplicesmas cercanos: las faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.Lamentablemente la enseñanza <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho en Latinoaméricaha abierto pocos espacios para el análisis crítico <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho,contribuyendo a una marcada <strong>de</strong>sconexión entre el <strong>de</strong>recho quese estudia y el <strong>de</strong>recho que se vive. A partir <strong>de</strong> los años ochentasurgen en la región grupos que han hecho invaluables aportesen distintos países para <strong>de</strong>rribar las barreras que mantienen alas mujeres en una situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sventaja tanto en los espaciospúblicos como privados. Lentamente han ido surgiendo a<strong>de</strong>másorganizaciones que se han <strong>de</strong>dicado a visibilizar a las personas<strong>de</strong> sexualida<strong>de</strong>s diversas y a mostrar la abierta discriminación oincluso realidad paralela en la que viven.El trabajo <strong>de</strong> la sociedad civil ha sido esencial para, por ejemplo,que se reconozcan formalmente algunos tipos <strong>de</strong> daño queafectan especialmente a las mujeres. En este sentido es necesario<strong>de</strong>stacar el trabajo al interior <strong>de</strong> ciertas comisiones <strong>de</strong> verdady reconciliación por i<strong>de</strong>ntificar la violencia sexual contra mujerescomo instrumento específico <strong>de</strong> tortura, y <strong>de</strong>stacar el surgimiento<strong>de</strong> legislación sobre violencia doméstica o intrafamiliar.Lamentablemente, en el análisis crítico <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho quieneshan estado más ausentes han sido las faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho.Esta es una ausencia grave porque allí don<strong>de</strong> la sociedad civilestá llamada a actuar con rapi<strong>de</strong>z, a tener una agenda específica,la aca<strong>de</strong>mia está llamada a analizar el <strong>de</strong>recho, a estudiar loque funciona y lo que no funciona y a tener como agenda centralun compromiso con la razón y la justicia. Este compromiso, sinembargo, se ha usado como excusa para no mezclar la realidadcon el <strong>de</strong>recho.Estudiamos <strong>de</strong>recho penal sin <strong>de</strong>tenernos un minuto siquieraa analizar qué hace que la violación sexual sea diferente a un<strong>de</strong>lito <strong>de</strong> lesiones. En algunos países latinoamericanos estudiamossin análisis alguno la sanción a la violación sexual conyugalcomo figura penal <strong>de</strong> menor punibilidad que la violación sexualperpetrada por una persona diferente al cónyuge. Estudiamos9


<strong>de</strong>recho constitucional sin <strong>de</strong>tenernos un minuto a pensar si el<strong>de</strong>recho a la privacidad <strong>de</strong> un hombre gay recibe la misma protecciónlegal que el <strong>de</strong> un hombre heterosexual; o si se reconoceel mismo grado <strong>de</strong> privacidad a una mujer embarazada que a unhombre o a una mujer que ha hecho una transacción financiera.Estudiamos la propiedad sin <strong>de</strong>tenernos a pensar si el <strong>de</strong>rechoestará contribuyendo <strong>de</strong> alguna manera a que las mujeres seandueñas <strong>de</strong> menos <strong>de</strong>l 1% <strong>de</strong> la propiedad en el mundo.El <strong>de</strong>recho se estudia mayoritariamente, partiendo <strong>de</strong> la premisaque funciona, y que funciona igual para todos.La aca<strong>de</strong>mia no es el lugar para que estén todos <strong>de</strong> acuerdo en<strong>de</strong>spenalizar el aborto, ni en tipificar el femicidio, ni en eliminarel requisito <strong>de</strong> diversidad <strong>de</strong> sexos en el matrimonio. Pero es sinduda el lugar don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>ben enfrentar estos temas. Las salas <strong>de</strong>clases <strong>de</strong>ben dar cuenta <strong>de</strong> las consecuencias <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho en lavida <strong>de</strong> las personas y los profesores <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>ben mostrara sus alumnos como se vive el <strong>de</strong>recho por distintos individuos.No solo las escuelas <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho se han negado a discutir la realidad,sino que, en muchos casos, han marginado a los profesorescomprometidos con mostrar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su práctica, <strong>de</strong>s<strong>de</strong>su percepción por los usuarios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho. Quienes hoy egresan<strong>de</strong> las escuelas <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho serán quienes mañana <strong>de</strong>cidan si serlesbiana y ser madre son condiciones incompatibles o no. Seránlos que <strong>de</strong>cidirán si ser prostituta y ser víctima <strong>de</strong> violación soncondiciones incompatibles o no; serán los que argumentaránfrente a una jueza que la ley <strong>de</strong> violencia intrafamiliar se <strong>de</strong>beaplicar a parejas <strong>de</strong>l mismo sexo; serán los que presenten un proyecto<strong>de</strong> ley para <strong>de</strong>spenalizar el aborto. Si nunca se enfrentarona estos temas en las escuelas <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho, es probable que evitenenfrentarse a ellos o no los vean si quiera como un problema,una vez que egresen.El objetivo <strong>de</strong> Género, Justicia y Sexualidad es precisamentediscutir temas que han estado ausentes <strong>de</strong> las salas <strong>de</strong> clases ycomenzar a acercar a las faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho hacia una nuevamirada <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>be ser la aca<strong>de</strong>mia legal.10


A nombre <strong>de</strong> Red ALAS aprovecho la oportunidad para agra<strong>de</strong>cerel trabajo que el CDH realizó en la organización y coordinación<strong>de</strong>l Primer Encuentro Académico <strong>de</strong> Justicia, Géneroy Sexualidad y en la compilación y edición <strong>de</strong> Justicia, Géneroy Sexualidad. Nuestros especiales agra<strong>de</strong>cimientos a Nelly Berenguer,jefa <strong>de</strong> Administración <strong>de</strong>l CDH, por el apoyo técnicoen todas las gestiones logísticas y administrativas <strong>de</strong>l evento; aVerónica Undurraga, quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong> la dirección <strong>de</strong>l ProgramaMujeres <strong>de</strong> este centro, apoyó los aspectos académicos <strong>de</strong>l proyectoy a Marcela Sandoval, investigadora <strong>de</strong>l CDH que tuvo a sucargo la coordinación <strong>de</strong>l encuentro y la edición <strong>de</strong> la publicación.Asimismo, agra<strong>de</strong>cemos a las/os autoras/es <strong>de</strong> los artículosaquí publicados por la actualización que hicieron <strong>de</strong> los mismos,a OXFAM por su contribución financiera al encuentro y a la FundaciónFord por su constante apoyo a la Red ALAS.Macarena Sáez TorresCoordinadora Red ALAS11


Entre el <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir y el <strong>de</strong>recho a laprocreación: la pugna por la interpretación<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos reproductivos en la Suprema<strong>Corte</strong> mexicana *Alejandro Madrazo LajousDoctor en Derecho por la Universidad <strong>de</strong> Yale (2006). Investigador Nivel I <strong>de</strong>lSistema Nacional <strong>de</strong> Investigadores y actualmente se <strong>de</strong>sempeña como profesorinvestigador titular <strong>de</strong> la División <strong>de</strong> Estudios Jurídicos <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong> Investigacióny Docencia Económicas (CIDE). Se ha <strong>de</strong>sempeñado en litigios <strong>de</strong> alto interéspúblico ante la <strong>Corte</strong> Suprema <strong>de</strong> México, y se ha involucrado en importantescasos relativos al <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> las telecomunicaciones, el control <strong>de</strong>l tabaco, losmatrimonios entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo y la <strong>de</strong>spenalización <strong>de</strong>l aborto. Hapublicado en México y el extranjero sobre temas que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la educación legaly la cultura jurídica en México, la influencia <strong>de</strong> la teología sobre la metodologíajurídica, el control <strong>de</strong>l tabaco, <strong>de</strong>rechos sexuales y reproductivos, libertad <strong>de</strong>expresión y <strong>de</strong>recho electoral, y, más recientemente, política <strong>de</strong> drogas.ResumenEl artículo 4º <strong>de</strong> la Constitución mexicana es fuente <strong>de</strong> interpretacionesdiversas que hasta hoy compiten por imponerse. Por unaparte, el precepto sirve como fundamento al “<strong>de</strong>recho a la procreación”,que es un <strong>de</strong>recho individual oponible al Estado consistenteen impedir que éste obligue a alguien a la procreación. Secompone <strong>de</strong> dos facetas, la primera, <strong>de</strong> la libertad sexual, que sepresume se ejerce “positivamente” con la finalidad específica y <strong>de</strong>terminada<strong>de</strong> procrear, y la segunda <strong>de</strong> responsabilidad, en don<strong>de</strong>* Una versión más extensa <strong>de</strong> este trabajo fue presentada en el Seminario en Latinoamérica<strong>de</strong> Teoría Constitucional y Política, edición 2009, en Asunción, Paraguay. La presenteversión fue adaptada para el Encuentro Académico Latinoamericano <strong>de</strong> Justicia, Géneroy Sexualidad. Lo que aquí se presenta es una versión abreviada y revisada, con algunoscambios sustantivos, <strong>de</strong> la ponencia original que ya ha sido publicada en las memorias <strong>de</strong>lSELA 2009.12


el <strong>de</strong>recho es reducido a una protección frente a terceros <strong>de</strong> que lagestación no sea interrumpida. De este <strong>de</strong>recho surgen obligacionesa cargo <strong>de</strong> los “progenitores”; la <strong>de</strong> la mujer <strong>de</strong> llevar a términosu embarazo y la condición <strong>de</strong> que su ejercicio sea responsable einformado. En segundo término se encuentra la interpretación<strong>de</strong>l precepto acogida por la Suprema <strong>Corte</strong>, como consagración<strong>de</strong> un “<strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir”, con menor elaboración conceptual.Importa la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la igualdad substantiva entre hombres ymujeres, la mínima intervención <strong>de</strong>l Estado en la reproducción, elcarácter personalísimo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, y la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> lamaternidad como un <strong>de</strong>recho específico <strong>de</strong> las mujeres.“Entonces, en mi ánimo personal, al hacer esta pon<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>intereses, tomo muy en cuenta, que no hay imposición <strong>de</strong> embarazos,sino en todo caso, ejercicio no responsable <strong>de</strong> la libertadsexual <strong>de</strong> la mujer.”“El <strong>de</strong>recho a la vida está protegido por la Constitución expresamentey no así el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la mujer a <strong>de</strong>cidir unilateralmentesobre su cuerpo; (…) no existe disposición constitucional que expresamentereconozca la libertad <strong>de</strong> la mujer para <strong>de</strong>cidir sobresu cuerpo; no <strong>de</strong>sconozco la existencia <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>recho pero no tienerango constitucional entre nosotros.”Ministro Presi<strong>de</strong>nte Guillermo I. Ortíz MayagoitiaSesión extraordinaria vespertina <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2008.“¿Qué entonces hay que afectar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres? Afectarlosligeramente.”Ministro Mariano Azuela GüitrónSesión extraordinaria vespertina <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2008.“Quizás sea cierto que el embarazo sea una especie <strong>de</strong> esclavitud,¿pero acaso no todos somos productos <strong>de</strong> un embarazo?”Voto <strong>de</strong> Minoría suscrito por los Ministros Sergio Salvador AguirreAnguiano, Mariano Azuela Güitrón, y Guillermo Ortíz MayagoitiaAcción <strong>de</strong> inconstitucionalidad 146/2007 y su acumulada 147/2007.13


IntroducciónEl <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir está consagrado textualmente en la ConstituciónMexicana. El artículo 4º constitucional, en su párrafo segundoestablece que:“Toda persona tiene <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir <strong>de</strong> manera libre, responsablee informada sobre el número y el espaciamiento <strong>de</strong> sus hijos.”Es difícil imaginar un texto constitucional que consagre el <strong>de</strong>rechoa <strong>de</strong>cidir en forma más explícita. En menos <strong>de</strong> una década,la Suprema <strong>Corte</strong> mexicana ha fallado en dos ocasiones sobre laliberalización <strong>de</strong> la interrupción legal <strong>de</strong>l embarazo. 1 En ambasocasiones ha sostenido su constitucionalidad, pero no ha sustentadosu pronunciamiento apoyándose en el pasaje citado <strong>de</strong>l artículo4º constitucional. En ambas ocasiones, se ha enfocado másen aspectos técnicos sobre la construcción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho penal queen aspectos sustantivos sobre el <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir <strong>de</strong> las mujeres.En el caso 2 fallado en agosto <strong>de</strong> 2008 –<strong>de</strong>l que me ocuparé eneste artículo– tanto las partes como algunos <strong>de</strong> los Ministrosabordaronla cuestión sobre el contenido y extensión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechoconsagrado en el artículo 4º constitucional. 3 El juicio se caracterizópor poner en evi<strong>de</strong>ncia una enorme discrepancia entre lasinterpretaciones que se ofrecieron <strong>de</strong>l texto constitucional. Apesar <strong>de</strong> la polémica que se presentó entre las partes y que se retomóen varias <strong>de</strong> las intervenciones <strong>de</strong> los Ministros durante la1 Acción <strong>de</strong> inconstitucionalidad 10/2000, fallada en enero <strong>de</strong> 2002; y acción <strong>de</strong> inconstitucionalidad146/2007 y su acumulada 147/2007 fallada en agosto <strong>de</strong> 2008.2 Las reformas impugnadas modificaron el Código Penal <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral y la Ley <strong>de</strong>Salud <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong>spenalizando el aborto voluntario durante el primer trimestrey estableciendo el servicio gratuito <strong>de</strong> interrupción legal <strong>de</strong>l embarazo a las mujeres quelo soliciten. Gaceta Oficial <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral, «Decreto por el que se reforma el CódigoPenal para el Distrito Fe<strong>de</strong>ral y se adiciona la Ley <strong>de</strong> salud para el Distrito Fe<strong>de</strong>ral,» 26 <strong>de</strong>abril <strong>de</strong> 2007: 2-3.3 A fin <strong>de</strong> ser transparente, <strong>de</strong>bo señalar que representé a una <strong>de</strong> las partes en litigio -laAsamblea Legislativa <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral (ALDF)- ante la Suprema <strong>Corte</strong> (técnicamente, fungícomo “<strong>de</strong>legado” <strong>de</strong> la ALDF) durante su tramitación.14


eproductivos en el contexto mexicano actual. Lo anterior condos propósitos: primero, porque tanto la legislación <strong>de</strong>l DistritoFe<strong>de</strong>ral como el fallo <strong>de</strong> la Suprema <strong>Corte</strong> se han convertido enun referente regional en la materia, y es importante enten<strong>de</strong>r laslimitaciones <strong>de</strong> lo logrado en México y no sobredimensionarlo;segundo, porque mi impresión es que la ausencia <strong>de</strong> una propuestasustantiva sobre los <strong>de</strong>rechos reproductivos plasmados en eltexto constitucional se explica en parte por la falta <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate en laaca<strong>de</strong>mia jurídica mexicana sobre el tema. Resulta fundamentalque ésta se inserte en una conversación más amplia, en especialcon el resto <strong>de</strong> la región latinoamericana, para que nos retroalimenteen este esfuerzo.El artículo se divi<strong>de</strong> en 2 secciones. La primera sección preten<strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntificar y analizar la versión <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos reproductivos<strong>de</strong> las mujeres que durante el reciente caso sobre la <strong>de</strong>spenalización<strong>de</strong>l aborto ofrecieron quienes preten<strong>de</strong>n penalizar a lasmujeres que abortan, <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong> la <strong>Corte</strong>. Esta versión fue<strong>de</strong>nominada por sus proponentes como el “<strong>de</strong>recho a la procreación”.La segunda sección busca i<strong>de</strong>ntificar y analizar lo que el<strong>de</strong>bate ha ofrecido como alternativa al “<strong>de</strong>recho a la procreación”,<strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong> la <strong>Corte</strong>, que <strong>de</strong>nominaré “<strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir”.El <strong>de</strong>recho a la procreaciónLas dos autorida<strong>de</strong>s que interpusieron acciones <strong>de</strong> inconstitucionalida<strong>de</strong>n contra <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spenalización <strong>de</strong> la interrupción <strong>de</strong>lembarazo en el Distrito Fe<strong>de</strong>ral –la Procuraduría General <strong>de</strong> laRepública (en a<strong>de</strong>lante, PGR) y el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Comisión Nacional<strong>de</strong> los <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> (en a<strong>de</strong>lante, PCNDH)– ofreceninterpretaciones convergentes <strong>de</strong>l segundo párrafo <strong>de</strong>l artículo 4ºconstitucional. En forma consistente, ambas se refieren al <strong>de</strong>rechoconstitucional establecido en ese pasaje como “<strong>de</strong>recho <strong>de</strong>procreación” o “<strong>de</strong>recho a la procreación”. 55 El presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la CNDH también lo refiere como “<strong>de</strong>recho a la reproducción humana”.Demanda inicial <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> inconstitucionalidad sometida por José Luis Soberanes16


Como se explica en las páginas que siguen, el <strong>de</strong>recho a la procreaciónes un <strong>de</strong>recho muy distinto al “<strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir”, aunquesea exactamente el mismo texto constitucional que les sirva<strong>de</strong> fundamento. En esta sección intentaré reconstruir el concepto<strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho a la procreación” que se perfila tanto <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandaspresentadas por la PGR y el PCNDH, como <strong>de</strong>l voto minoritario <strong>de</strong>los tres Ministros que apoyaron sus peticiones. A fin <strong>de</strong> minimizarel riesgo <strong>de</strong> que mi posición personal (adversa, por <strong>de</strong>cir lo menos,a las propuestas que aquí se analizan) tergiverse el “<strong>de</strong>recho a laprocreación” que nos ofrecen PGR y CNDH, y que complementanlos ministros disi<strong>de</strong>ntes, me permitiré citar sus textos in extenso.Facetas y finesFue el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la CNDH quién, en su <strong>de</strong>manda, elaborócon mayor <strong>de</strong>talle el “<strong>de</strong>recho a la procreación”. Para él, el “<strong>de</strong>rechoa la procreación” es, en primer lugar, un <strong>de</strong>recho individualoponible al Estado que consiste en impedir que el Estado obliguea alguien a la procreación:El <strong>de</strong>recho a la procreación es, ciertamente, un <strong>de</strong>recho individual sobretodo bajo la consi<strong>de</strong>ración que a nadie pue<strong>de</strong> obligársele a procrear. 6¿A qué se refiere el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la CNDH por “procreación”?Aunque es equívoco en su uso <strong>de</strong>l término “procreación” –puesnunca es suficientemente explícito como para <strong>de</strong>terminar si porprocreación se refiere al coito o la fecundación exitosa <strong>de</strong>l óvulo–queda claro que se refiere a un momento específico, que se agotaal ocurrir. 7 Veamos qué nos dice en su <strong>de</strong>manda el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> laCNDH sobre el <strong>de</strong>recho a la procreación:Fernán<strong>de</strong>z, presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la CNDH, p. 29 visible en www.cndh.org.mx/lacndh/accionesIncontit/<strong>de</strong>rechoVida.pdf(en a<strong>de</strong>lante, Demanda PCNDH).6 Demanda PCNDH, pág. 32.7 Existe una ambigüedad persistente en la totalidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda, ya nunca se aclara sila “procreación” se refiere al acto sexual o a la fecundación.17


Sobre la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la mujer nos dice:Esta auto<strong>de</strong>terminación, <strong>de</strong> querer ubicársele correctamente, la encontramosantes <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la procreación. Alguien pue<strong>de</strong>disponer <strong>de</strong> su cuerpo antes <strong>de</strong> haber ejercido el <strong>de</strong>recho a la procreación,lo que es aceptable, pues hay que reconocer que siendo la vidaun bien <strong>de</strong> la persona que se integra en el círculo <strong>de</strong> su libertad, pue<strong>de</strong>aquella fácilmente disponer sobre su propia sexualidad e integridad, encuanto que esta conducta es un acto que la ley no prohíbe.En cambio, la faceta <strong>de</strong> responsabilidad que comporta el ejercicio libre<strong>de</strong> la sexualidad implica que se evalúe, precisamente por la posibilidadmisma <strong>de</strong> la procreación, la situación antes <strong>de</strong> ejercer el <strong>de</strong>recho, a fin <strong>de</strong>tomar las medidas conducentes a lo <strong>de</strong>seado, ya que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ejercidoencontrará limitaciones frente a la vida <strong>de</strong>l producto <strong>de</strong> la concepción yfrente al progenitor. 11La construcción <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho a la procreación” que nos ofreceel PCNDH pue<strong>de</strong> entonces articularse, hasta el momento, <strong>de</strong>la siguiente forma: el “<strong>de</strong>recho a la procreación” se compone <strong>de</strong>dos facetas. La primera “faceta”, llamémosle <strong>de</strong> la libertad sexual,pue<strong>de</strong> manifestarse <strong>de</strong> dos formas: en “sentido positivo” y en“sentido negativo” (por oposición al primero). En “sentido positivo”resulta un <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> “ejercicio conjunto”, específicamente“en pareja”, <strong>de</strong> sostener coito. En “sentido negativo” constituye un<strong>de</strong>recho individual, oponible al Estado, consistente en que nadiepueda ser obligada(o) a “procrear”, esto es, al coito.Una segunda “faceta”, llamada por Soberanes “<strong>de</strong> responsabilidad”,inicia con la “procreación”, en don<strong>de</strong> el <strong>de</strong>recho es reducidoa una protección frente a terceros <strong>de</strong> que la gestación no seainterrumpida. Al lado <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho reducido, surgen obligacionesa cargo <strong>de</strong> los “progenitores”; en específico, la obligación <strong>de</strong> lamujer <strong>de</strong> llevar a término su embarazo.Llamemos a la primera faceta el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> “libertad sexual”,y a la segunda el “<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> procreación” en sentido estricto.Hay un último rasgo <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho a la procreación” (esto es, <strong>de</strong>l11 Demanda PCNDH, pág. 36.19


conjunto que componen las dos facetas enunciadas) que articulala vinculación necesaria entre ambas facetas y que vale lapena subrayar: la concatenación entre la “libertad sexual” y el“<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> procreación” stricto sensu, no sólo es cronológica,sino también instrumental. La libertad sexual, ejercida “en sentidopositivo”, tiene como finalidad activar la segunda faceta: la<strong>de</strong> procrear. En otras palabras, la libertad sexual pue<strong>de</strong> ejercersecomo abstención o como medio para el ejercicio <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho<strong>de</strong> procreación” en sentido estricto. La construcción que se nosofrece no contempla el ejercicio <strong>de</strong> la libertad sexual “en sentidopositivo” con fines distintos a la procreación.Otorgándole el beneficio <strong>de</strong> la duda, suponemos que el Presi<strong>de</strong>nte<strong>de</strong> la CNDH no preten<strong>de</strong> sostener que en todos o en lamayoría <strong>de</strong> los casos el coito tiene o <strong>de</strong>be tener por finalidad lareproducción. Tampoco es posible sostener seriamente que, enlos hechos, todas (inclusive, la mayoría <strong>de</strong>) las personas cuentancon la información suficiente y los métodos anticonceptivos suficientementeeficaces como para estar en posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> quesolo el coito que se realiza con el fin <strong>de</strong> resultar en fecundación,<strong>de</strong>semboque en ella. En consecuencia, sus afirmaciones <strong>de</strong>benser entendidas como un llamado a que el <strong>de</strong>recho impute la finalidad<strong>de</strong> procrear a quién “ejerce en sentido positivo” su libertadsexual. Volvamos sobre el texto citado:Si se <strong>de</strong>cidió procrear no <strong>de</strong>be actuarse en contra <strong>de</strong> la procreación,pues entonces se pue<strong>de</strong> llegar al absurdo <strong>de</strong> supeditar la procreación ala simple voluntad <strong>de</strong> una persona.”El “<strong>de</strong>recho a la procreación” que nos ofrece el Ombudsmanpresume que la “libertad sexual” se ejerce “positivamente” con lafinalidad específica y <strong>de</strong>terminada <strong>de</strong> procrear. Esta atribución<strong>de</strong> intencionalidad es fundamental. La finalidad ficta que se leimputa a quienes participan <strong>de</strong>l coito es la pieza que explica granparte <strong>de</strong> la caracterización <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho a la procreación”.En primer lugar, la teleología que se imputa al <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong>la sexualidad explica la vinculación necesaria entre la “libertadsexual” y el “<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> procreación”, stricto sensu, al grado que20


formen una unidad conceptual. Si la libertad sexual es un medioy un requisito para la aparición <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> procreación”,ello explica por qué se concibe como una “faceta” inicial <strong>de</strong> unsolo <strong>de</strong>recho, y no como un <strong>de</strong>recho en sí mismo. En segundo lugar,se explica también el carácter binario <strong>de</strong> la libertad sexual: ose ejerce “negativamente”, mediante la abstención, con el fin <strong>de</strong>evitar la procreación; o bien se ejerce “positivamente”, medianteel coito, para procurar la procreación. El concepto <strong>de</strong> “<strong>de</strong>recho<strong>de</strong> procreación” no admite que la “faceta <strong>de</strong> libertad sexual” seejerza por placer, por amor, por obtener un ingreso, por curiosidad,por necesidad, por <strong>de</strong>porte, por venganza o por cualquiera<strong>de</strong> las infinitas razones, distintas a la reproducción, por las quelas personas ejercen el coito.En tercer lugar, el carácter binario <strong>de</strong> la libertad sexual explica,a su vez, porqué el Ombudsman no “ve” “por ningún lado”el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la mujer a la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> su cuerpo: lamujer no tiene más alternativa que la que se presenta entre elejercicio “positivo” o el ejercicio “negativo” <strong>de</strong> la libertad sexual.Si el coito tiene una finalidad <strong>de</strong>terminada, necesaria, entoncesla libertad se limita a empren<strong>de</strong>r la búsqueda <strong>de</strong> esa finalidad oa no empren<strong>de</strong>rla. Los órganos reproductivos se usan para procrearo no se usan: esas son las alternativas. No pue<strong>de</strong> haber auto<strong>de</strong>terminaciónsi los usos <strong>de</strong>l cuerpo están pre<strong>de</strong>terminados.Finalmente, la presunción explica porqué la libertad sexualse ejerce “en sentido positivo” <strong>de</strong> forma conjunta y, específicamente,en pareja (heterosexual y por vía vaginal, se entien<strong>de</strong>).Para procrear no se necesita ni más ni menos que una pareja,mujer y hombre. Más, menos o distintos tipos <strong>de</strong> participantessobran, faltan o <strong>de</strong>rrotan el propósito <strong>de</strong>l ejercicio “positivo” <strong>de</strong>la libertad sexual. Todo presupone una concepción específica <strong>de</strong>lo que es la reproducción “normal” que no incluye tecnología,ni números distintos a dos. 12 Se trata <strong>de</strong> una concepción que seestima natural.12 No interesa aquí contravenir su presunción <strong>de</strong> normalidad, sino simplemente enten<strong>de</strong>rcuál es el concepto <strong>de</strong> “<strong>de</strong>recho a la reproducción” que nos ofrece.21


Derecho condicionadoLa PGR es mucho menos abundante en su interpretación <strong>de</strong>lsegundo párrafo <strong>de</strong>l artículo 4º constitucional. A diferencia <strong>de</strong>lPCNDH, la PGR no ofrece un perfil articulado <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho <strong>de</strong>procreación” (así lo <strong>de</strong>nomina), pero sí aporta un elemento claroque es compatible con lo sostenido por el PCNDH, y complementala construcción <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho a la procreación”.Al igual que el PCNDH, la PGR –tras invocar selectivamentepasajes <strong>de</strong>l proceso legislativo que culminó con la inclusión <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho constitucional– nos da su opinión al respecto:… no queda lugar a dudas, que el Po<strong>de</strong>r Reformador [...], reconoció enel numeral constitucional en estudio, el inherente <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> las personasa <strong>de</strong>cidir <strong>de</strong> manera libre, responsable e informada el número yespaciamiento <strong>de</strong> sus hijos.No obstante, <strong>de</strong>be <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacarse que […] la libertad <strong>de</strong> procreación, quees tanto <strong>de</strong>l hombre como <strong>de</strong> la mujer según lo analizado, significa queel ejercicio <strong>de</strong> dicho <strong>de</strong>recho está sujeto a tres requisitos:1. Que la <strong>de</strong>cisión sea libre.2. Que sea responsable.3. Que sea informada.Si se analiza cuidadosamente tanto el precepto constitucional comolos motivos que le dieron origen, se arriba a la ineludible convicción <strong>de</strong>juicio <strong>de</strong> que el empleo <strong>de</strong> la medida abortiva no pue<strong>de</strong> ser consi<strong>de</strong>radocomo el ejercicio <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong> procreación, ya que entonces elloobviamente no sería producto <strong>de</strong> la responsabilidad y la información,porque supone un embarazo no planeado en forma responsable. 13Con la aportación <strong>de</strong> la PGR, el “<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> procreación” quedacondicionado a que su ejercicio sea responsable e informado.Esto es, si el <strong>de</strong>recho no se ejerció con responsabilidad, entoncesno se pue<strong>de</strong> gozar <strong>de</strong> él. Se trata <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho condicionado asu <strong>de</strong>bido uso. Por necesidad lógica, sostiene, el aborto no pue<strong>de</strong>13 Demanda inicial <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> inconstitucionalidad sometida por Eduardo Medina-Mora Icaza, Procurador General <strong>de</strong> la República, p. 96, en archivo con el autor (en a<strong>de</strong>lante,Demanda PGR). Énfasis en el original.22


fundarse en el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> procreación (responsable), pues, por<strong>de</strong>finición, el aborto implica necesariamente un embarazo irresponsable.La minoríaEn agosto <strong>de</strong> 2008, la Suprema <strong>Corte</strong> falló a favor <strong>de</strong> la constitucionalidad<strong>de</strong> las reformas que <strong>de</strong>spenalizaban la interrupción voluntaria<strong>de</strong>l embarazo durante el primer trimestre <strong>de</strong> gestación. SeisMinistros y dos Ministras se pronunciaron por sostener la reforma.Tres Ministros, incluido el Ministro Ponente (Sergio Salvador AguirreAnguiano) y el Ministro Presi<strong>de</strong>nte (Guillermo Ortiz Mayagoitia),se pronunciaron por la inconstitucionalidad. El proyecto <strong>de</strong> AguirreAnguiano, en que se proponía <strong>de</strong>clarar inconstitucional la <strong>de</strong>spenalización<strong>de</strong>l aborto durante el primer trimestre <strong>de</strong> gestación porconsi<strong>de</strong>rarla contraria al <strong>de</strong>recho a la vida <strong>de</strong>l óvulo fecundado, fuerechazado por la mayoría calificada <strong>de</strong> la <strong>Corte</strong> y la elaboración <strong>de</strong> lasentencia pasó a la ponencia <strong>de</strong>l Ministro José Ramón Cossío. Cadauno <strong>de</strong> los Ministros que votaron por la constitucionalidad elaboróun voto concurrente por separado. 14 En contraste, los ministros queformaron la minoría emitieron un voto disi<strong>de</strong>nte en conjunto. Eseste voto el que nos interesa, pues en él se rescatan diversos elementos<strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> procreación” o “<strong>de</strong>recho a la procreación”que proponen el PCNDH y la PGR.En primer lugar, el nombre <strong>de</strong>l concepto –“<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> procreación”–fue retomado tanto en el voto <strong>de</strong> minoría 15 como en elproyecto <strong>de</strong> Aguirre Anguiano. 16 La minoría también i<strong>de</strong>ntificó elejercicio <strong>de</strong> la libertad reproductiva con la libertad <strong>de</strong> sostener o nosostener coito:14 Con la notable y <strong>de</strong>safortunada excepción <strong>de</strong>l Ministro José Ramón Cossío que prefiriólimitarse a la sentencia que redactó a nombre <strong>de</strong> la mayoría.15 Voto <strong>de</strong> minoría en la acción <strong>de</strong> inconstitucionalidad 146/2007 y su acumulada147/2007, pág. 54.16 Proyecto <strong>de</strong> sentencia realizado por el Ministro Sergio Salvador Aguirre Anguano, pág.368. En a<strong>de</strong>lante, Proyecto.23


Si bien a nadie pue<strong>de</strong> imponérsele un embarazo, cuando éste se <strong>de</strong>riva<strong>de</strong>l ejercicio sexual libremente ejercido (sic) y <strong>de</strong>cidido y no impuestomediante coacción, la condición <strong>de</strong> responsabilidad a que se sujetaeste <strong>de</strong>recho en la Constitución impone el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> no interrumpirlo. 17Más aún, la minoría sostiene la imposibilidad <strong>de</strong> la imposición<strong>de</strong> un embarazo:… hablar <strong>de</strong> embarazos impuestos es <strong>de</strong>sconocer toda la protecciónque la Constitución y las leyes secundarias dan a la mujer para queejerza su libertad sexual, <strong>de</strong> la cual, como lógica consecuencia, pue<strong>de</strong>nresultar embarazos, por lo que no hay posibilidad constitucional ni legal<strong>de</strong> imposición <strong>de</strong> embarazos. 18Al afirmar la imposibilidad constitucional y legal <strong>de</strong> la imposición<strong>de</strong> un embarazo, los ministros <strong>de</strong> la minoría están recogiendotácitamente la propuesta <strong>de</strong>l PCNDH <strong>de</strong> que la voluntad<strong>de</strong> procrear sea imputada a quienes sostienen coito. Preten<strong>de</strong>n,así, que el <strong>de</strong>recho niegue que el coito pueda ejercerse con unfin distinto al <strong>de</strong> procrear 19 . Y esta negación podría implicar nosólo la falta <strong>de</strong> protección, sino la imputación <strong>de</strong> consecuenciascomo si hubiese sido realizado para procrear.En tercer lugar, la minoría retoma la aportación <strong>de</strong> la PGRsosteniendo que la libertad sexual es un <strong>de</strong>recho condicionado;un <strong>de</strong>recho que obliga más <strong>de</strong> lo que faculta:…no se está ante supuestos <strong>de</strong> imposición <strong>de</strong> embarazos sino en todocaso, ante un ejercicio no responsable <strong>de</strong> la libertad sexual <strong>de</strong> la mujer;y, por la otra, que la libertad sexual se sujeta constitucionalmente a lascondiciones <strong>de</strong> información y responsabilidad.…el artículo 4º constitucional contempla obligaciones a cargo <strong>de</strong> lamujer para disfrutar <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos… 2017 Voto <strong>de</strong> minoría, pág. 5518 Voto <strong>de</strong> minoría, pág. 16319 Llama la atención que la minoría no contemple la posibilidad <strong>de</strong> un embarazo producto<strong>de</strong> una violación. Es <strong>de</strong> suponerse que, al afirmar la imposibilidad “constitucional”y “legal” <strong>de</strong> que existan embarazos no <strong>de</strong>seados, la minoría presume la plena eficacia <strong>de</strong>“la protección que la Constitución y las leyes secundarias dan a la mujer para que ejerza sulibertad sexual”. La presunción es en<strong>de</strong>ble, pero aquí no interesa <strong>de</strong>sacreditar la propuesta<strong>de</strong> interpretación <strong>de</strong> la minoría, sino exponerla.20 Voto <strong>de</strong> minoría, pág. 163-4. Énfasis agregado.24


En esta tesitura, los Ministros <strong>de</strong> la minoría consi<strong>de</strong>ran quelas “consecuencias <strong>de</strong> la libertad sexual ejercida con irresponsabilidad<strong>de</strong>ben ser asumidas por su causante.” 21En cuarto lugar, la minoría (hipotética o contradictoriamente)sostiene también la necesidad <strong>de</strong> ejercer el “<strong>de</strong>recho a la procreación”en forma conjunta o “en pareja”, cuando se lleva a caboun aborto:La posibilidad <strong>de</strong> la madre <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir unilateralmente sobrela muerte <strong>de</strong>l producto en gestación, menoscaba ese <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>lpadre, cuya voluntad no es tomada en cuenta al respecto.Así como la concepción fue realizada por dos personas, resultailógico que el resultado <strong>de</strong> la misma no sea compartido entrelas dos personas que la produjeron. 22En quinto lugar, tenemos que, junto con el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> laCNDH, los Ministros disi<strong>de</strong>ntes no ven en el párrafo segundo <strong>de</strong>lartículo 4º constitucional <strong>de</strong>recho alguno <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>terminación<strong>de</strong> la mujer: “El precepto en análisis no consagra expresamentelos <strong>de</strong>rechos a la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l cuerpo y a un plan <strong>de</strong>vida, que los Ministros <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong>rivan implícitamente.” 23El (potencial) <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidirQuienes participamos en la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spenalización <strong>de</strong>laborto invocamos en repetidas ocasiones los <strong>de</strong>rechos sexualesy reproductivos <strong>de</strong> las mujeres, citamos el párrafo segundo <strong>de</strong>lartículo 4º constitucional y los pasajes pertinentes <strong>de</strong> cuantotratado internacional se pronuncia al respecto. Sin embargo, noofrecemos un concepto dogmático plenamente articulado sobreel <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir que fungiera como contrapeso al “<strong>de</strong>rechoa la procreación”. Tampoco los Ministros y Ministras queformaron la mayoría ofrecieron en el fallo una caracterización21 Voto <strong>de</strong> minoría, pág. 172.22 Voto <strong>de</strong> minoría, pág. 175.23 Voto <strong>de</strong> minoría, pág. 56.25


sustantiva <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho. Afirman la existencia, importancia ypreeminencia <strong>de</strong> unos y otros <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres, pero noelaboran el contenido normativo <strong>de</strong>l texto constitucional. A<strong>de</strong>más,la dispersión <strong>de</strong> votos concurrentes y la ausencia <strong>de</strong> referenciascruzadas explícitas que precisen con qué porciones <strong>de</strong>los votos concurrentes ajenos cada Ministro participante en lamayoría coincidía, son circunstancias que dificultan i<strong>de</strong>ntificarun discurso común o, inclusive, un diálogo entre Ministros queestuvieron por sostener la constitucionalidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>spenalización<strong>de</strong>l aborto. Ese diálogo, esa interpretación común quedóen gran medida pendiente. Veamos algunas <strong>de</strong> las afirmacionesmás sustantivas entre los pronunciamientos <strong>de</strong> los ministros.El ministro Góngora Pimentel sostiene que los <strong>de</strong>rechossexuales y reproductivos “son la puerta <strong>de</strong> acceso al reconocimiento<strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra igualdad y el ejercicio pleno <strong>de</strong> laciudadanía.” 24 Sin duda es relevante establecer la vinculación íntimaentre <strong>de</strong>rechos sexuales y reproductivos y otros <strong>de</strong>rechos,como los <strong>de</strong> ciudadanía y el <strong>de</strong> equidad, pero ello no es más queel señalamiento <strong>de</strong> una vinculación con otros <strong>de</strong>rechos.El ministro Valls, en su voto particular, también vincula loque él llama la “libertad reproductiva” y “libertad <strong>de</strong> procreación”con otros <strong>de</strong>rechos fundamentales, concretamente conel libre <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su personalidad y su salud. 25 Aporta doselementos –la mínima intervención <strong>de</strong>l Estado y el carácter personalísimo<strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión– que podrían servir para construiruna caracterización más sustantiva. 26 Sin embargo, no abundamayormente en ellos. Ahora bien, a pesar <strong>de</strong> no abundar en suinterpretación, la calificación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión como “personalísima”es un elemento clave para la construcción conceptual <strong>de</strong>l24 Voto concurrente que formula el Ministro Genaro David Góngora Pimentel en la acción<strong>de</strong> inconstitucionalidad 146/2007 y su acumulada 147/2007, pág. 10. (en a<strong>de</strong>lante,Voto Góngora).25 Voto concurrente que formula el Ministro Sergio A. Valls Hernán<strong>de</strong>z en la acción <strong>de</strong>inconstitucionalidad 146/2007 y su acumulada 147/2007, pág. 9. (en a<strong>de</strong>lante, Voto Valls).26 Voto Valls, pág. 1026


<strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir: contrasta abiertamente con el “ejercicio conjunto”que requiere el “<strong>de</strong>recho a la procreación” propuesto porel bloque conservador. Más abajo, al analizar la sentencia, se explorarála importancia <strong>de</strong> este punto.El ministro Franco estima que existe un <strong>de</strong>recho exclusivo <strong>de</strong>las mujeres que <strong>de</strong>nomina “<strong>de</strong>recho a la auto<strong>de</strong>terminación enmateria <strong>de</strong> maternidad,” 27 pero no lo elabora conceptualmente.Asimismo, subraya las modalida<strong>de</strong>s que el texto constitucionalestablece referentes a la responsabilidad e información con que<strong>de</strong>ben abordarse estos temas, pero a diferencia <strong>de</strong>l Procuradory los Ministros disi<strong>de</strong>ntes, no consi<strong>de</strong>ra que éstas sean condicionantespara el ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, sino que constituyenobligaciones a cargo <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> proporcionar la informacióna<strong>de</strong>cuada para tomar la <strong>de</strong>cisión y los medios necesarios parallevarla a cabo responsablemente. 28También la Ministra Sánchez Cor<strong>de</strong>ro reconoce la vinculaciónque existe entre la “libertad reproductiva” y otros <strong>de</strong>rechoscomo la dignidad, la auto<strong>de</strong>terminación y el libre <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>la personalidad 29 , pero no elabora mayormente el contenidonormativo <strong>de</strong> la “libertad reproductiva”.Finalmente, el Ministro Silva Meza es quién, en su voto particular,más enfáticamente reprocha que “la problemática <strong>de</strong> la mujer”solo sea abordada “en vía <strong>de</strong> consecuencia” 30 por los Ministrosdisi<strong>de</strong>ntes y por el proyecto <strong>de</strong> sentencia original. 31 Sostiene quela i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres es indispensable27 Voto concurrente que formula el Ministro Fernando Franco González Salas en la acción<strong>de</strong> inconstitucionalidad 146/2007 y su acumulada 147/2007, pág. 8. (en a<strong>de</strong>lante, VotoFranco).28 Voto Franco, págs. 15-6.29 Voto concurrente que formula la Ministra Olga Sánchez Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> García Villegas enla acción <strong>de</strong> inconstitucionalidad 146/2007 y su acumulada 147/2007, pág. 7. (en a<strong>de</strong>lante,Voto Sánchez).30 Voto concurrente que formula el Ministro Juan N. Silva Meza en la acción <strong>de</strong> inconstitucionalidad146/2007 y su acumulada 147/2007, págs. 6-7. (en a<strong>de</strong>lante, Voto Silva).31 Se queja también que la sentencia no recoja el énfasis que la mayoría dio a los <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> las mujeres. Voto Silva, pág. 1.27


para resolver la cuestión constitucional planteada. Consistentecon su crítica, i<strong>de</strong>ntifica los <strong>de</strong>rechos fundamentales <strong>de</strong> las mujeresinvolucrados (“la vida, la salud, la igualdad, la no discriminación,la libertad sexual y la reproductiva, la auto<strong>de</strong>terminacióny la intimidad”) y, en referencia al pasaje constitucional que nosocupa señala:En torno a la igualdad <strong>de</strong> género, liberta<strong>de</strong>s sexual y reproductiva,<strong>de</strong>bo <strong>de</strong>cir que tanto <strong>de</strong>l texto, como <strong>de</strong>l proceso legislativoque culminó con la reforma la artículo 4º constitucional…,se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que la consagración <strong>de</strong> los postulados ahí contenidosobe<strong>de</strong>ció en gran medida a mitigar la discriminación <strong>de</strong> laque en ese entonces aquejaba al género femenino.(…) Así las cosas, es claro que lo que el Legislador quiso plasmar fue el<strong>de</strong>ber <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> no intervenir en una <strong>de</strong>cisión personal como lo esla planificación familiar, adquiriendo a<strong>de</strong>más el claro compromiso <strong>de</strong>dotar a la población <strong>de</strong> los medios suficientes e idóneos para ejercer loque se <strong>de</strong>nomina ‘paternidad responsable`. 32Silva Meza aporta tres elementos importantes a la <strong>de</strong>terminación<strong>de</strong> los “alcances” <strong>de</strong> la “libertad sexual y la reproductiva”:a) existe una vinculación estrecha con la igualdad (sustantiva,suponemos) <strong>de</strong> género; b) conjuntamente se orientan a mitigarla discriminación por motivo <strong>de</strong>l género; y, c) se traducen en dosobligaciones concretas a cargo <strong>de</strong>l Estado: no intervenir en las<strong>de</strong>cisiones personales <strong>de</strong> planificación familiar y dotar <strong>de</strong> losmedios suficientes (información y servicios, po<strong>de</strong>mos suponer)para el ejercicio “responsable” <strong>de</strong> la reproducción.Por último, la sentencia <strong>de</strong> la <strong>Corte</strong> parece evitar pronunciarsesobre la interpretación <strong>de</strong>l artículo cuarto constitucionaly más bien enfocar su argumentación sobre la existencia <strong>de</strong> un<strong>de</strong>recho a la vida <strong>de</strong>l óvulo fecundado y en cuestiones <strong>de</strong> competencialegislativa para <strong>de</strong>spenalizar conductas en general. Elpasaje <strong>de</strong> la sentencia que aborda los <strong>de</strong>rechos fundamentales<strong>de</strong> las mujeres establece lo siguiente:32 Voto Silva págs. 10-1.28


Este Tribunal consi<strong>de</strong>ra que la medida utilizada por el Legislador resulta<strong>de</strong> este modo idónea para salvaguardar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres,pues la no penalización <strong>de</strong> la interrupción <strong>de</strong>l embarazo tienecomo contraparte la libertad <strong>de</strong> las mujeres para que <strong>de</strong>cidan respecto<strong>de</strong> su cuerpo, <strong>de</strong> su salud física y mental e, incluso, respecto <strong>de</strong> su vida,pues no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>sconocer que aun en la actualidad, como lo refiereclaramente el legislador <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral en su exposición <strong>de</strong> motivos,existe mortandad materna. 33Los <strong>de</strong>rechos fundamentales a los que la sentencia se refiereson la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l cuerpo, la salud y la vida, pero no lareproducción, no el <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir. La omisión es importante yllama la atención que la <strong>de</strong>spenalización <strong>de</strong>l aborto se consi<strong>de</strong>reuna medida idónea para salvaguardar una multiplicidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechosfundamentales, pero no el <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir el número yespaciamiento <strong>de</strong> los propios hijos. La omisión, sin embargo, esconsistente con la estructura general <strong>de</strong> la sentencia que, comose mencionaba, evita pronunciarse sobre el artículo cuarto constitucional.34Sin embargo, la sentencia ofrece también una clave para vislumbrarel perfil <strong>de</strong>l potencial <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir que habrá <strong>de</strong>construirse a partir el texto constitucional. La parte más relevante<strong>de</strong> la sentencia, en lo que al <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir se refiere, se encuentrahacia el final <strong>de</strong>l octavo consi<strong>de</strong>rando, cuando da respuesta alargumento ofrecido por los <strong>de</strong>mandantes <strong>de</strong> que el varón tienetambién un <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir la interrupción <strong>de</strong>l embarazo, por loque ésta <strong>de</strong>be <strong>de</strong> condicionarse a la aprobación <strong>de</strong>l hombre partícipeen la fecundación. La sentencia rechaza el argumento 35 y, al33 Sentencia en la acción <strong>de</strong> inconstitucionalidad 146/2007 y su acumulada 147/2007,pg. 183.34 Esta omisión <strong>de</strong> abordar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho fundamental -a <strong>de</strong>cidir el número y espaciamiento<strong>de</strong> los hijos- que se habría esperado fuese una pieza relevante en la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> la<strong>Corte</strong>- explica, en parte, la multiplicidad <strong>de</strong> votos concurrentes que se emitieron y el hecho<strong>de</strong> que en su mayoría mencionen dicho <strong>de</strong>recho.35 La sentencia sostiene que la medida adoptada por el legislador local -<strong>de</strong>jar la <strong>de</strong>cisiónsobre la interrupción <strong>de</strong>l embarazo exclusivamente en manos <strong>de</strong> la mujer- es “razonable”pues i) la continuación <strong>de</strong>l embarazo “tiene consecuencias distintivamente permanentes yprofundas para la mujer”; ii) porque las cargas relacionadas con el embarazo, que “podrían29


hacerlo, rechaza también la propuesta <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>recho consagradoen el artículo cuarto constitucional es “<strong>de</strong> ejercicio conjunto”,tal como los proponentes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la procreación sostienen.El <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir, en el caso <strong>de</strong> las mujeres, es un <strong>de</strong>rechoindividual que no pue<strong>de</strong> condicionarse a la voluntad <strong>de</strong>l hombre.Así, la sentencia refleja la posición que el ministro Valls afirma enforma mucho más explícita: el <strong>de</strong>recho reproductivo consagradoen el artículo cuarto constitucional es “personalísimo”.A manera <strong>de</strong> conclusiónEsta revisión sucinta <strong>de</strong> los votos y <strong>de</strong> la sentencia, nos arroja unpanorama menos alentador <strong>de</strong> lo que la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> constitucionalidad<strong>de</strong> la interrupción legal <strong>de</strong>l embarazo parecería ofrecera primera vista: existe poco diálogo constructivo entre los ministrosque apoyaron la constitucionalidad; más que diálogo, setrata <strong>de</strong> posicionamientos individuales que no se engarzan concretamentelos unos con los otros. Existe una enorme dispersiónen la terminología empleada por los Ministros para referirse al“<strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir” que consagra el artículo 4 constitucional, loque dificulta la articulación <strong>de</strong> un discurso constitucional sólido(y que contrasta con la consistente referencia a un “<strong>de</strong>recho a laprocreación” o “<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> procreación” entre la minoría <strong>de</strong> la<strong>Corte</strong>, la PGR y el PCNDH). Asimismo, vemos que, en la mayoría<strong>de</strong> los casos, la invocación <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho consagrado en el artículo4º se limita a eso: a referirlo, o bien a señalar un vínculo con otros<strong>de</strong>rechos fundamentales, mas no a <strong>de</strong>sempacar su contenido sustantivoy sus implicaciones normativas.ser asumidas por los participantes masculinos”, encuentran una garantía “imperfecta” enel or<strong>de</strong>namiento jurídico; iii) es difícil <strong>de</strong>terminar la paternidad durante las 12 primerassemanas. El que los argumentos <strong>de</strong> la sentencia se articulen en términos <strong>de</strong> la “razonabilidad”<strong>de</strong> la <strong>de</strong>spenalización no permite consi<strong>de</strong>rar éstos argumentos como diciendo algodirectamente acerca <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir. Sin embargo, la primera <strong>de</strong> las tres -la carga <strong>de</strong>lembarazo recae <strong>de</strong>sproporcionadamente en la mujer- es un argumento que pue<strong>de</strong> articularsedirectamente para justificar el ejercicio individual <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir. La sentenciano lo hace, pero el argumento se pue<strong>de</strong> retomar en el futuro.30


Ahora, los votos concurrentes y la sentencia sí ofrecen algunoselementos sustantivos sobre las implicaciones normativas <strong>de</strong>ltexto constitucional: la importancia <strong>de</strong> reconocer el <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidirpara alcanzar la igualdad substantiva entre hombres y mujeres(Góngora); la mínima intervención <strong>de</strong>l estado en la reproduccióny el carácter personalísimo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir (Valls); laauto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la maternidad como un <strong>de</strong>recho específico<strong>de</strong> las mujeres (Franco); la importancia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir parael libre <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la personalidad (Sánchez); y la importancia<strong>de</strong> reconocer el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> las mujeres a <strong>de</strong>cidir como medio paramitigar la discriminación <strong>de</strong> género (Silva). Estos elementos noson ni consistentemente sostenidos o mayormente elaborados,pero <strong>de</strong>berán <strong>de</strong> servir como la base a partir <strong>de</strong> la cual la mayoría<strong>de</strong> la <strong>Corte</strong> construya una interpretación articulada y sustantiva<strong>de</strong>l pasaje constitucional que habla <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir el númeroy espaciamiento <strong>de</strong> los hijos.La <strong>Corte</strong> no ha articulado plenamente el <strong>de</strong>recho a <strong>de</strong>cidir,aún. Sin embargo –y esto no es menor– sí ha rechazado –explícitamentey por una mayoría calificada <strong>de</strong> ocho votos– el <strong>de</strong>rechoa la procreación, con todas las implicaciones que tiene. Esto, sinduda, es un avance importante; pero no suficiente. Es preciso quela <strong>Corte</strong> dote <strong>de</strong> contenido al texto <strong>de</strong>l artículo 4 o constitucional,si hemos <strong>de</strong> avanzar sólidamente hacia la equidad <strong>de</strong> género y alreconocimiento pleno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres, específicamente,el <strong>de</strong>recho al acceso a un aborto legal y seguro.Al final <strong>de</strong>l día y en la medida en la que avanza el <strong>de</strong>bate constitucional,estoy convencido <strong>de</strong> que la <strong>Corte</strong> ofrecerá una interpretaciónsustantiva <strong>de</strong>l segundo párrafo <strong>de</strong>l artículo 4º <strong>de</strong> laConstitución. Las tensiones políticas y sociales latentes ante lain<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> un pasaje constitucional tan polémico e importante,aconsejan construir una interpretación sustantiva y noadoptar una política minimalista. Cuál vaya a ser esa interpretación,<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> quiénes logren impulsar mejor su versión <strong>de</strong>los <strong>de</strong>rechos reproductivos; pero para impulsarla, es preciso primeroarticularla.31


De la negación a la represión <strong>de</strong> la sexualidadadolescente en Chile * Lidia Casas B.Licenciada en Derecho por la Universidad Diego Portales y abogada; Magíster enDerecho por la Universidad <strong>de</strong> Toronto. Candidata a doctora por la Universidad<strong>de</strong> Ottawa. Profesora Asociada e investigadora <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> laUniversidad Diego Portales (Santiago-Chile). En esta universidad es coordinadora<strong>de</strong>l área Género y <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>. Esparte <strong>de</strong> la Red Latinoamericana <strong>de</strong> Académicas/os <strong>de</strong>l Derecho Red Alas.Resumen: En Chile las y los adolescentes no son consi<strong>de</strong>rados titulares<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación integral en sexualidad. Con estapremisa, este artículo revisa la historia reciente <strong>de</strong> la educaciónsexual en Chile, particularmente la legislación, políticas y programassobre esta materia y cómo se ha gestado el rechazo a la educaciónsexual obligatoria a partir <strong>de</strong> la negación <strong>de</strong> la sexualidad <strong>de</strong>las/los adolescentes. Asimismo, presenta parte <strong>de</strong> los resultados<strong>de</strong> un estudio realizado en el año 2008 sobre los reglamentos <strong>de</strong>escuelas <strong>de</strong> Santiago, cuyo objeto era <strong>de</strong>terminar si estos estatutoseran respetuosos <strong>de</strong> la legislación nacional y el <strong>de</strong>recho internacional<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos. Cabe <strong>de</strong>stacar que en áreascomo la discriminación a causa <strong>de</strong> VIH, el embarazo y la conductasexual <strong>de</strong> los estudiantes, este estudio reflejó el mayor nivel <strong>de</strong>omisión en los reglamentos.IntroducciónChile es un país <strong>de</strong> contrastes. Las tasas <strong>de</strong> mortalidad materna sehan reducido hasta el punto <strong>de</strong> ser comparables con las <strong>de</strong> países<strong>de</strong>sarrollados 1 y casi el 99% <strong>de</strong> los partos son atendidos por pro-* Este trabajo contó con la colaboración <strong>de</strong> Claudia Ahumada, LLM, Consejera en temas<strong>de</strong> Género <strong>de</strong>l Programa Conjunto <strong>de</strong> las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA ONUSIDA.1 SHEPARD, Bonnie, CASAS, Lidia. Abortion policies and practices in Chile: ambiguitiesand dilemmas. Reproductive Health Matters. 15(30):202–210, 2007.32


fesionales <strong>de</strong> la salud 2 . No obstante, la tasa <strong>de</strong> embarazo adolescentees <strong>de</strong> aproximadamente un 15% 3 . Esto es un reflejo <strong>de</strong> lasdramáticas contradicciones en la sociedad chilena: el <strong>de</strong> la abundanciay el abandono.Los datos <strong>de</strong> los nacidos vivos <strong>de</strong> mujeres menores <strong>de</strong> 19 añosson sensibles a la clase social, es <strong>de</strong>cir, disminuyen en la medidaque sube el estrato social <strong>de</strong> las adolescentes 4 . En números,la tasa <strong>de</strong> natalidad <strong>de</strong> las mujeres menores <strong>de</strong> 19 años pertenecientesa zonas adineradas <strong>de</strong> Santiago es menor a un 4%,cifra comparable con las <strong>de</strong> Holanda, Noruega o Suecia 5 . Por elcontrario, en las zonas pobres <strong>de</strong> la misma ciudad las cifras <strong>de</strong>nacimientos para este grupo etario oscilan entre un 15% y un25% y se asemejan a la realidad que viven las mujeres jóvenes<strong>de</strong> Ghana en África o <strong>de</strong> Colombia y República Dominicana enAmérica Latina 6 .La preocupación por el embarazo <strong>de</strong> adolescentes en Chile seremonta a los años sesenta, cuando el gobierno <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nteEduardo Frei Montalva creó <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l Ministerio<strong>de</strong> Educación la “Comisión <strong>de</strong> la Vida Familiar y EducaciónSexual” (Comité <strong>de</strong> Vida Familiar y Educación Sexual). Posteriormenteen 1972 se implementó un programa <strong>de</strong> educación2 SCHIAPPACASSE, Verónica, VIDAL, Paulina, CASAS, Lidia, et al. Chile: situación <strong>de</strong> lasalud y los <strong>de</strong>rechos sexuales y reproductivos. Santiago, Corporación <strong>de</strong> Salud y PolíticasSociales, Instituto Chileno <strong>de</strong> Medicina Reproductiva y el Servicio Nacional <strong>de</strong> la Mujer,2003, p. 52.3 INSTITUTO NACIONAL DE ESTATISTICAS. Fecundidad en Chile. Situación reciente. [Enlínea] Santiago, 2006, p. 10. [Consulta: 21 <strong>de</strong> agosto 2010].4 INSTITUTO NACIONAL DE JUVENTUD. OBSERVATORIO DE JUVENTUD. 5 ta EncuestaNacional <strong>de</strong> Juventud. [En línea] Santiago, 2007, p. 165. [Consulta: 21Agosto 2010].5 WHO EUROPE. Atlas of Health in Europe. [En línea] 2 a ed, Copenhagen, 2008. p.16. [Consulta: 21 Agosto 2010].6 WHO, UNFPA. Pregnant Adolescents, Delivering on Global Promises of Hope. [En línea]Geneva, WHO, 2006. p. 8. [Consulta: 21 Agosto 2010]33


sexual, pero éste fue suspendido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l golpe <strong>de</strong> Estado <strong>de</strong>l11 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1973 7 .Chile ha participado en los foros mundiales como un paísque abraza los <strong>de</strong>rechos humanos y que tuvo una presi<strong>de</strong>ntaque ejerció un li<strong>de</strong>razgo distinto. No obstante, las políticas y losprogramas en materia <strong>de</strong> sexualidad y reproducción se ejecutansin incorporar una perspectiva <strong>de</strong> género y <strong>de</strong>rechos humanos.Este trabajo examina y explica cómo la negación <strong>de</strong> la sexualidad<strong>de</strong> los adolescentes y <strong>de</strong> sus expresiones, y la ausencia <strong>de</strong>educación sexual obligatoria en las escuelas, son algunos <strong>de</strong> loselementos <strong>de</strong> un escenario caracterizado por la escisión entre laretórica <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y la negación <strong>de</strong> los mismos. Para estosefectos, se examina la legislación, las políticas y programas <strong>de</strong>la historia reciente <strong>de</strong> la educación sexual en Chile y su impactoen los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las y los adolescentes. Esta revisión incluyeel accionar <strong>de</strong> los gobiernos <strong>de</strong> la Concertación a partir <strong>de</strong> 1990y algunas consi<strong>de</strong>raciones sobre los primeros meses <strong>de</strong> un gobierno<strong>de</strong> <strong>de</strong>recha cuyas acciones, hasta ahora, dan cuenta <strong>de</strong>lregreso hacia un discurso don<strong>de</strong> la sexualidad y su ejercicio, estáconstreñida al espacio <strong>de</strong> la familia, el matrimonio y los tradicionalesroles <strong>de</strong> género.A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las leyes, políticas y programas estatales, se analizaroncomo fuentes secundarias, los discursos <strong>de</strong> la prensaen temas relacionados con la educación sobre sexualidad y lasexualidad <strong>de</strong> los adolescentes. Específicamente, se examinaronlos diarios El Mercurio -medio conservador, perteneciente auno <strong>de</strong> los consorcios periodísticos más importantes <strong>de</strong>l país- yLa Nación, <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong>l Estado 8 . Igualmente, se revisaronalgunos casos <strong>de</strong> la <strong>Corte</strong> <strong>de</strong> Apelaciones <strong>de</strong> Santiago entre losaños 2004 y 2006, así como la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> 2008 <strong>de</strong>l Tribunal7 COLLAO, Ondina y HONORES, Carmen Gloria. Hacia una pedagogía <strong>de</strong> la sexualidad.[En línea] Viña <strong>de</strong>l Mar, CIDPA, 2000. p. 15.[Consulta: 21 <strong>de</strong> agosto 2010]8 En ambos casos, sus portales <strong>de</strong> web permiten el acceso libre a búsqueda <strong>de</strong> información.34


Constitucional <strong>de</strong> Chile sobre la píldora <strong>de</strong> anticoncepción <strong>de</strong>emergencia y la consejería a adolescentes.En el contexto <strong>de</strong> esta revisión histórica, el presente artículotambién presenta parte <strong>de</strong> las conclusiones <strong>de</strong> un estudio realizadoen el año 2008 sobre los reglamentos escolares en la RegiónMetropolitana <strong>de</strong> Santiago 9 , cuyo objetivo era <strong>de</strong>terminarsi estos estatutos eran respetuosos <strong>de</strong> la legislación nacional y el<strong>de</strong>recho internacional <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos. En este estudiose analizó una selección aleatoria <strong>de</strong> 250 escuelas (22% <strong>de</strong>l totalen algunos distritos educativos). La muestra final incluyó 189reglamentos escolares. Este trabajo también incluyó un estudio<strong>de</strong> casos consistente en entrevistas semi-estructuradas a directores,profesoras/es, padres y representantes <strong>de</strong> los estudiantesen siete escuelas.La sociedad <strong>de</strong>l doble estándarShallak 10 y Blofield 11 han caracterizado a Chile como una sociedadcon un doble discurso. El sexo y la sexualidad son retratadosen todas partes: en la venta <strong>de</strong> cerveza, <strong>de</strong> cigarrillos, <strong>de</strong> automóviles,<strong>de</strong> <strong>de</strong>sodorantes y <strong>de</strong> otros productos. No obstante,mientras se advierte la existencia <strong>de</strong> una tensión entre las iniciativasgubernamentales en sexualidad y reproducción, impulsadaspor los gobiernos <strong>de</strong> la Concertación, y las Organizacionesno Gubernamentales <strong>de</strong> la Sociedad Civil (ONGs), se observa lainsistencia <strong>de</strong> la élite política y social conservadora por aplazarla educación sexual.9 CASAS, Lidia, AHUMADA, Claudia, RAMOS, Liliana, et al. La convivencia escolar: componenteindispensable <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación. Estudio <strong>de</strong> los Reglamentos Escolares.[En línea] Revista Justicia y <strong>Derechos</strong> <strong>de</strong>l Niño 2008 (10), pp. 317-40.[Consulta: 23 <strong>de</strong> agosto 2010]10 SHALLAT, Lesak. Rites and rights: Catholicism and contraception in Chile. En: MIRSKY,J.; RADLETT, M. (eds.) Private <strong>de</strong>cisions, public <strong>de</strong>bate: women, reproduction and population.Londres, Panos. 1994. p. 152.11 BLOFIELD, Merike. The politics of “moral sins”: a study of abortion and divorce incatholic Chile since 1990. Santiago, FLACSO, 2001.35


En los últimos años, la élite política y social conservadorachilena ha promovido la censura <strong>de</strong> las campañas televisivassobre la prevención <strong>de</strong>l VIH y el SIDA mediante el uso <strong>de</strong> condones12 y la prohibición por parte <strong>de</strong>l Tribunal Constitucional <strong>de</strong>la prescripción y entrega <strong>de</strong> píldora <strong>de</strong> anticoncepción <strong>de</strong> emergenciaen el sistema <strong>de</strong> atención público <strong>de</strong> salud 13 . Párrocos yautorida<strong>de</strong>s municipales se opusieron a una campaña informativasobre la prevención <strong>de</strong> las infecciones <strong>de</strong> transmisión sexualy los embarazos no <strong>de</strong>seados que incluía la distribución <strong>de</strong> preservativosen las playas durante el verano <strong>de</strong> 2004. Procuraronque se impusieran multas a los/las monitores/as <strong>de</strong> salud queparticiparon en esta iniciativa y el obispo Medina, actual car<strong>de</strong>nalen el Vaticano, se refirió a los monitores indicando que Satanásusa distintos disfraces 14 .El doble estándar en materia <strong>de</strong> sexualidad es un subproducto<strong>de</strong> la transición <strong>de</strong>mocrática y <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> voluntad políticaen el posicionamiento en la agenda pública <strong>de</strong> temas que agitanlas aguas en la oposición, en el clero y en la propia Concertación.A esto precisamente se refiere el Informe <strong>de</strong>l PNUD sobre DesarrolloHumano en Chile <strong>de</strong>l 2010 cuando i<strong>de</strong>ntifica vetos externose internos en los factores y obstáculos <strong>de</strong>l cambio político ycultural 15 .Lo anterior no implica que no existan avances en la materia.Pese a que las últimas administraciones estuvieron encabezadaspor socialistas -Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet12 CABAL, Luisa, LEMAITRE, Julieta y ROA, Mónica (eds.). Cuerpo y Derecho. Legislacióny jurispru<strong>de</strong>ncia en América Latina. Bogotá, Center for Reproductive law and Policy, Facultad<strong>de</strong> Derecho Universidad <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s y Temis. 2001, p. 136.13 TRIBUNAL CONSTITUCIONAL. CHILE. Recurso <strong>de</strong> Inconstitucionalidad Rol 740-07.Sentencia 22 <strong>de</strong> abril, 2008. [En línea] [Consulta: 29agosto, 2010]14 FACULTAD DE DERECHO, UNIVERSIDAD DIEGO PORTALES. Informe anual sobre<strong>de</strong>rechos humanos en Chile 2004. Hechos 2003. [En línea] Santiago, Universidad DiegoPortales, 2004, pp. 229-30. [Consulta: 4 Febrero 2010]15 UNDP. Desarrollo Humano en Chile. Género: los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> la igualdad 2010. Santiago,UNDP, 2010, pp. 286-297.36


(2006- marzo <strong>de</strong> 2010)- la sensación es que tenemos un largocamino por recorrer.Evi<strong>de</strong>ntemente, la sexualidad juvenil se relaciona con la ética,los valores, las costumbres y las actitu<strong>de</strong>s hacia el sexo y lasexualidad <strong>de</strong>l mundo público adulto. Esto no es nuevo y, talcomo señala Shepard, la división política sobre este tema haafectado tanto las agendas políticas nacionales, como las internacionales16 . La relación asimétrica entre los adolescentes yadultos <strong>de</strong>termina que se hable o no <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los hogares sobresexualidad, el que exista o no educación sexual en las escuelas ysi pue<strong>de</strong>n o no acce<strong>de</strong>r a servicios <strong>de</strong> salud reproductiva exentos<strong>de</strong>l reproche moral <strong>de</strong> los prestadores <strong>de</strong> salud. En el discursopúblico y en la implementación <strong>de</strong> las políticas públicas existeuna brecha entre la construcción <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> los adolescentescomo seres inocentes y asexuados, y sus verda<strong>de</strong>ras necesida<strong>de</strong>sy <strong>de</strong>rechos. Incluso cuando se reconoce la existencia <strong>de</strong>la sexualidad adolescente, ésta tien<strong>de</strong> a ser vista como un problema<strong>de</strong> la sociedad y <strong>de</strong> los encargados <strong>de</strong> formular políticasen esta materia, sin consi<strong>de</strong>rar a las/los adolescentes 17 . Ello seaprecia en el aumento <strong>de</strong> la edad para el consentimiento sexualy las repercusiones en la política criminal <strong>de</strong>l Ministerio Públicoen relación a las adolescentes menores <strong>de</strong> 14 años que solicitananticonceptivos 18 - 19 .16 SHEPARD Bonnie. Conversation and controversies: a sexuality education programmein Chile. En su: Running the obstacle course to sexual and reproductive health: lessonsfrom Latin America. Westport CN, Praeger, 2006, p. 133.17 CASAS, Lidia, AHUMADA, Claudia, RAMOS, Lliliana, et al. La convivencia escolar: componenteindispensable <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación. Estudio <strong>de</strong> los Reglamentos Escolares.Op. cit. y MOORE, Susan, ROSENTHAL, Doreen. Adolescent sexual behaviour. En: ROKERDebi, COLEMAN John, (Eds). Teenage Sexuality. Health, Risk and Education. Amsterdam,Harwood Aca<strong>de</strong>mic Publishers. 1998. p. 35.18 CASAS, Lidia. Confi<strong>de</strong>ncialidad <strong>de</strong> la información médica, <strong>de</strong>rechos a la salud y consentimientosexual <strong>de</strong> los adolescentes. [En línea] Revista SOGIA, vol. 12, nº 13, pp. 94-111, Santiago,2005. [Consulta:28 agosto 2010]19 AHUMADA, Claudia. Statutory rape law in Chile: for or against adolescents? [En línea]Journal of Politics and Law. Toronto, Canada. 2009. [Consulta: 10 agosto 2010]37


Primer tiempo: la negación <strong>de</strong> la sexualidadEl sistema educativo en Chile es un reflejo <strong>de</strong> las contradiccionespolíticas y sociales <strong>de</strong> las últimas dos décadas. La actual estructura<strong>de</strong>l sistema educativo y el régimen jurídico que establece escuelasmunicipales y privadas subsidiadas por el Estado se heredó<strong>de</strong> la dictadura. La Ley Orgánica Constitucional <strong>de</strong> Enseñanza sepromulgó sólo unas horas antes que el General Pinochet <strong>de</strong>jara elpo<strong>de</strong>r en marzo <strong>de</strong> 1990. El carácter cuasi-constitucional <strong>de</strong> estaLey requiere <strong>de</strong> una altísima mayoría para modificarla, lo que hapropiciado que todos los cambios en esta materia sean el producto<strong>de</strong> largas negociaciones. Si bien la política pública es <strong>de</strong> incumbencia<strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo ésta ha sido objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate políticointerno como a todo tipo <strong>de</strong> presiones políticas externas.Tras el advenimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, las organizaciones nogubernamentales y las instituciones académicas exigieron unapolítica <strong>de</strong> educación sexual a la luz <strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong> los embarazos<strong>de</strong> adolescentes, así como <strong>de</strong>l creciente incremento <strong>de</strong>l contagio<strong>de</strong>l VIH y el SIDA. Para entonces, Chile ya había ratificadola mayoría <strong>de</strong> los pactos internacionales <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos,incluida la Convención internacional sobre los <strong>Derechos</strong> <strong>de</strong>lNiño (CDN). Como respuesta, se convocó en 1991 a una Comisiónpara elaborar una propuesta <strong>de</strong> política pública sobre educaciónsexual. Dos años más tar<strong>de</strong>, la Comisión adoptó la “Política <strong>de</strong>Educación Sexual”. Ésta consi<strong>de</strong>ró los intereses <strong>de</strong> los directores<strong>de</strong> escuelas, sostenedores (dueños), profesores, padres y autorida<strong>de</strong>sreligiosas 20 . Si bien esta política proporcionó un marco hastaesa fecha inexistente, lo cierto es que no incluyó un plan <strong>de</strong> trabajoque hiciera tangible su implementación. Esta tarea quedó enmanos <strong>de</strong> cada comunidad, las que <strong>de</strong>bían <strong>de</strong>finir los contenidosy enfoques <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> acuerdo a sus necesida<strong>de</strong>s. Es<strong>de</strong>cir, se alcanzó un acuerdo sobre un procedimiento que permitíadar cabida a la diversidad <strong>de</strong> puntos <strong>de</strong> vista sobre la sexualidady la fuerte fractura política que marcaba este tema. Éste se basó20 MINISTERIO DE EDUCACION. Política <strong>de</strong> Educación en Sexualidad. Para el mejoramiento<strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la Educación. 5 a ed. Santiago, 2003.38


en la premisa <strong>de</strong> que la educación sobre sexualidad es importantepara los niños y los jóvenes, y que la familia tiene un papel primordial,por tanto el diseño <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong>bía contar con laparticipación <strong>de</strong> los padres 21 .La <strong>de</strong>claración expresa en la Política sobre la falta <strong>de</strong> consensotambién significó que los padres tenían el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> restringir asus hijos <strong>de</strong> participar en cualquier actividad <strong>de</strong> educación sobrela sexualidad en la escuela.“Consi<strong>de</strong>rando que […] resulta imposible encontrar modo [sic] <strong>de</strong> estructurarun discurso único que pueda ser incorporado al currículum escolar,se requiere <strong>de</strong> un mecanismo que permita <strong>de</strong>scentralizar las <strong>de</strong>cisionessobre aspectos en que existan normas, valores y creencias diversas” 22 .Esto fue percibido como una victoria parcial; la educaciónsexual podría ser aplicada y mejorada teniendo en cuenta queotras acciones <strong>de</strong>berían llevarse a cabo.En 1995 el Ministerio <strong>de</strong> Educación y otros organismos gubernamentales,con el apoyo <strong>de</strong>l UNFPA, trabajaron para poner enmarcha una experiencia educativa que incluyó tres días <strong>de</strong> talleressobre sexualidad con estudiantes, profesores y padres 23 . La experiencia,conocida como JOCAS (Jornadas <strong>de</strong> Conversación sobreAfectividad y Sexualidad) se aplicó en 5 escuelas 24 . En 1996, la JO-CAS se introdujeron en el sistema educativo causando gran oposición,especialmente por parte <strong>de</strong> la jerarquía <strong>de</strong> la Iglesia Católicaque <strong>de</strong>claró que la iniciativa carecía <strong>de</strong> “valores morales” y que lasexualidad es un asunto privado que sólo pue<strong>de</strong> ser hablado <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> la familia 25 . Junto con esta crítica, la oposición política y la21 Ibid. p. 33.22 Ibid. p. 32.23 GUERRERO, Elizabeth, PROVOSTE, Patricia, VALDES, Alejandra. La <strong>de</strong>sigualdad olvidada:género y educación en Chile. En: Equidad <strong>de</strong> género y reformas educativas. HexagramaConsultoras, FLACSO-Buenos Aires, Instituto <strong>de</strong> Estudios Sociales ContemporáneosUniversidad Central <strong>de</strong> Bogotá. Santiago, 2006. p. 123.24 Ibid.25 Ibid. p. 124.39


Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Instituciones Educativas Privadas constituyeronuna férrea resistencia.A pesar <strong>de</strong> la oposición, el Ministerio mantuvo el programacon la esperanza <strong>de</strong> que las comunida<strong>de</strong>s escolares tuvieran el interésen <strong>de</strong>sarrollar sus propios programas <strong>de</strong> estudios 26 . No obstante,en 1999 menos <strong>de</strong>l 37% <strong>de</strong> todas las escuelas que recibíanfinanciamiento público implementaron este programa 27 , luego separalizó como una iniciativa oficial, aunque algunas escuelas siguenaplicando el mo<strong>de</strong>lo.Las JOCAS siguen siendo recordadas como un momento importanteen la incorporación <strong>de</strong> la educación sobre sexualidad enlas escuelas. Eran muy populares, se aplicaron en todo el país y ladinámica <strong>de</strong> la conversación sobre sexualidad <strong>de</strong>scansaba en losparticipantes <strong>de</strong> cada comunidad. Se perciben como más cercanasal público objetivo y más <strong>de</strong>mocráticas. Su limitación es quela experiencia, fue concebida como una serie <strong>de</strong> “eventos” queno alcanzaban a satisfacer las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las/los jóvenes enel sistema educativo 28 . Una encuesta realizada en 2004, tras unadécada <strong>de</strong> la Política, mostró que los orientadores escolares, losdirectores y sostenedores coincidían en que las JOCAS permitieronabrir “conversaciones sobre la sexualidad”, pero se perdió impulsoa causa <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> continuidad 29 .Este panorama no ha variado sustantivamente en los últimosaños. Si bien la mayoría <strong>de</strong> las escuelas privadas tiene algún tipo<strong>de</strong> programa <strong>de</strong> educación sobre sexualidad, son pocas las escuelaspúblicas que <strong>de</strong>sarrollaron sus propios programas y menos <strong>de</strong>l10% <strong>de</strong> los docentes han adquirido los conocimientos para hacer26 MINISTERIO DE EDUCACION. Jornadas <strong>de</strong> Afectividad y Sexualidad. . [En línea] Santiago,1999. [Consulta: 22 <strong>de</strong> febrero<strong>de</strong> 2009].27 GUERRERO, Elizabeth, PROVOSTE, Patricia, VALDES, Alejandra. La <strong>de</strong>sigualdad olvidada:género y educación en Chile. Op. cit.28 COLLAO, Ondina y HONORES, Carmen Gloria. Hacia una pedagogía <strong>de</strong> la sexualidad.Op. cit.29 MINISTERIO DE EDUCACION. Comisión <strong>de</strong> evaluación y recomendaciones sobre educaciónsexual. Santiago, 2005, p. 5.40


frente a la sexualidad en el aula 30 . Des<strong>de</strong> el año 2000, ha habidoiniciativas aisladas que carecen <strong>de</strong> la continuidad necesaria enlas escuelas. En su lugar, centros académicos y organizacionesno gubernamentales han ofrecido una variedad <strong>de</strong> programas einiciativas. Parte <strong>de</strong> esta oferta se ha concentrado en la entrega<strong>de</strong> información y esfuerzos algunos <strong>de</strong> los cuales proporcionaninformación a las/los adolescentes sobre servicios <strong>de</strong> salud relacionadoscon la protección <strong>de</strong> embarazos no <strong>de</strong>seados y las infecciones<strong>de</strong> transmisión sexual (ITS). Otros, siguiendo el mo<strong>de</strong>lo estadouni<strong>de</strong>nse<strong>de</strong> Teen Star 31 , han hecho hincapié en la abstinenciacomo forma <strong>de</strong> prevención tanto <strong>de</strong>l embarazo, como <strong>de</strong> las ITS.Mientras tanto la transformación cultural y la necesidad <strong>de</strong>abrir la conversación sobre sexualidad se instaló en los medios<strong>de</strong> comunicación social. Un programa <strong>de</strong> radio escuchado entodo el país, incluso en taxis y autobuses, se convirtió en una<strong>de</strong> las más importantes fuentes <strong>de</strong> información para los jóvenesy adolescentes 32 y fue la inspiración <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> películas.El conductor <strong>de</strong>l programa logró lo que las políticas públicasno habían podido hacer: permitir a la gente a hablar librementesobre el sexo. Este cambio se manifestó en la prensa escrita, asíen un tabloi<strong>de</strong> que habitualmente trae <strong>de</strong> portada una mujerescasamente vestida incluyó en su edición dominical en la sección30 SUAREZ, Claudio, NAVARRETE, Diego, RIFFO, Paola et al. Temas <strong>de</strong> la sexualidad quepreguntan adolescentes en la prensa. [En línea] Revista SOGIA, vol. 11, nº 3, 2004, p. 85. [Consulta: 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010]31 COLLAO, Ondina y HONORES, Carmen Gloria. Hacia una pedagogía <strong>de</strong> la sexualidad.Op. cit; CID, Paulina. La experiencia comunitaria sobre trabajo en sexualidad con jóvenes.[En línea] Santiago, Epes, 2004. ;[Consulta: 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>2010]; SUAREZ, Claudio, TOLEDO, V, LUENGO, Ximena, et al. Impacto <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong>educación sexual Adolescencia Tiempo <strong>de</strong> Decisiones. En: MOLINA, Ramiro, SANDOVAL,Jorge, GONZALEZ, Electra (eds.) Salud sexual y reproductiva en la adolescencia. Santiago,Editorial Mediterráneo, 2003; LEON, Paula, MINASSAIN, Matías, BORGOÑO, Rafael et al.Revista Pediatría Electrónica on line. 5(1):46-48, 200832 BARRIENTOS, Jaime. Nueva normatividad <strong>de</strong>l comportamiento sexual juvenil en Chile.[En línea] Última Década, nº 24, CIDPA Valparaíso, julio 2006, pp. 81-97. [Consulta: 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010]41


Vida afectiva y Salud 33 , una invitación a los lectores a enviarsus preguntas. CEMERA, un centro académico especializado ensalud sexual y reproductiva asumió el papel <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r laspreguntas <strong>de</strong> los lectores, personas <strong>de</strong> todo el espectro etarioy pertenecientes a sectores <strong>de</strong> clase media baja o más pobres.Entre los lectores <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 11 a 19 años <strong>de</strong> edad, laspreguntas se concentraron en seis áreas: (i) relaciones sexuales(incluidas preguntas sobre sexo anal y oral), (ii) anatomía genital,(iii) embarazo adolescente, (iv) homosexualidad, (v) ITS y (vi)masturbación. Chile Unido, una organización que trabaja sobrecuestiones <strong>de</strong> la familia y que rechaza el aborto, también se ocupó<strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r preguntas. Estos resultados son una muestra <strong>de</strong> lanecesidad urgente <strong>de</strong> los adolescentes <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> informacióncompleta y exacta 34 . Más <strong>de</strong>l 60% <strong>de</strong> los estudiantes encuestadosen 2004 <strong>de</strong>claró que su principal fuente <strong>de</strong> información fue latelevisión y no la familia 35 . Materiales para los padres también secensuraron, una publicación dirigida a padres fue guardada enbo<strong>de</strong>gas por el Ministerio <strong>de</strong> Educación, ya que el material se loconsi<strong>de</strong>ró ofensivo, pues trataba el tema <strong>de</strong> la masturbación 36 .Shepard utiliza la analogía <strong>de</strong>l vaso medio lleno o medio vacíopara evaluar las JOCAS, en un intento <strong>de</strong> mostrar que ha habidoprogresos. Pese a estar <strong>de</strong> acuerdo, las expectativas <strong>de</strong> la administraciónBachelet fueron enormes, como también lo fueron respecto<strong>de</strong> Lagos. La realidad ha <strong>de</strong>mostrado que el progreso en ciertascuestiones, como la sexualidad, pue<strong>de</strong> quedarse atrás incluso bajoadministraciones progresistas. En este tema, durante el gobierno<strong>de</strong> Lagos, el Ministro <strong>de</strong> Educación convocó a una nueva comisiónpara evaluar lo que había sucedido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> diez años <strong>de</strong>la aprobación inicial <strong>de</strong> la Política <strong>de</strong> Educación Sexual en 1993.Expertos, maestros, apo<strong>de</strong>rados/as, directores y estudiantes fueronconvocados a título personal. También se llamó a conocidos33 SUAREZ, Claudio, NAVARRETE, Diego, RIFFO, Paola et al. Temas <strong>de</strong> la sexualidad quepreguntan adolescentes en la prensa. Op. cit., pp. 85-86.34 Ibid.35 Op. cit p. 4436 Op. cit42


especialistas <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> la educación <strong>de</strong> la sexualidad. Esta Comisiónestuvo abierta a las opiniones <strong>de</strong> la comunidad, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong>diversos lugares, grupos <strong>de</strong> la sociedad civil expresaron su frustraciónsobre cómo los gobiernos <strong>de</strong> Chile no habían sabido respon<strong>de</strong>ra los <strong>de</strong>safíos en la última década. Otros expresaron ciertapreocupación por la posibilidad <strong>de</strong> que la creación <strong>de</strong> esta comisiónsignificara un cambio en el status quo, esto es, la eventualinstalación <strong>de</strong> programas obligatorios <strong>de</strong> educación sexual en todaslas escuelas. Se argumentó que la disposición constitucionalsobre la libertad <strong>de</strong> enseñanza impediría que el gobierno pudierahacer cualquier cambio en la política o la ley.La Comisión en 2005 tomó nota que pese a que la política <strong>de</strong>1993 se basó en los <strong>de</strong>rechos humanos, no hizo mención a los <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong>l niño. En lugar <strong>de</strong> ello, el documento <strong>de</strong>scribe largamentelos <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres <strong>de</strong> los padres, pero omite señalar quecualquier intervención estatal o incluso la parental <strong>de</strong>ben procurarel interés superior <strong>de</strong>l niño, en consonancia con la autonomíaprogresiva <strong>de</strong> los adolescentes con el fin <strong>de</strong> proteger, entre otros<strong>de</strong>rechos, su salud, integridad y la seguridad. Pudiera explicarseque la falta <strong>de</strong> referencia a la Convención que había sido ratificadaapenas unos pocos años antes, era una falta <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong>las obligaciones que emanan <strong>de</strong> dicho instrumento. Por ello, unadécada <strong>de</strong>spués, la nueva Comisión <strong>de</strong>claró que cualquier cambioen la política <strong>de</strong>bía tener como eje la Convención sobre los <strong>Derechos</strong><strong>de</strong>l Niño y <strong>de</strong>más tratados internacionales sobre <strong>de</strong>rechoshumanos que abor<strong>de</strong>n o se imbrican en los temas <strong>de</strong> educación ysexualidad 37 .El consenso alcanzado en 1993 se basó en la promesa <strong>de</strong> queera necesaria la participación <strong>de</strong> los padres o <strong>de</strong> la familia, pero loshechos muestran que ello no ocurrió. Un estudio encargado por elMinisterio <strong>de</strong> Educación encontró que menos <strong>de</strong> un tercio <strong>de</strong> lasescuelas privadas invitó a los padres a talleres <strong>de</strong> educación <strong>de</strong> lasexualidad, mientras que en las escuelas municipales esa cifra era37 MINISTERIO DE EDUCACION. Comisión <strong>de</strong> evaluación y recomendaciones sobre educaciónsexual. Op. cit. p. 14.43


inferior al 12% 38 . Las comunida<strong>de</strong>s escolares no estaban abiertaspara hacer frente a estos problemas a menos que fueran presionadas.Se alcanzó un nuevo consenso en 2005 basado en el respeto <strong>de</strong>la diversidad <strong>de</strong> puntos <strong>de</strong> vista sobre la sexualidad, pero reconociendoel rol <strong>de</strong>l Estado para acortar las brechas entre aquello queno hacen las familias y las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> información y apoyoque se requieren para las/los adolescentes. También se concluyóque los docentes no tienen los conocimientos ni habilida<strong>de</strong>s necesariaspara proporcionar educación en sexualidad, por lo tanto,gran parte <strong>de</strong> la labor y las energías necesarias en cualquier cambio<strong>de</strong>bían poner atención en la formación <strong>de</strong> profesores/as y enla producción <strong>de</strong> material educativo.Se diseñó un plan <strong>de</strong> trabajo para cinco años en el que se invitóa las escuelas a aplicar un nuevo programa <strong>de</strong> educación sexual 39 .Como un <strong>de</strong>éjà vue, los recursos financieros se redujeron y el proyectoperdió prioridad en la administración Bachelet. Los activistasy las organizaciones no gubernamentales se refirieron a estanueva situación como el final <strong>de</strong> la educación <strong>de</strong> la sexualidad enlas escuelas 40 .Segundo tiempo: La regulación <strong>de</strong> la sexualidad en lasescuelasA lo largo <strong>de</strong> los años, se escucha evi<strong>de</strong>ncia anecdótica en losmedios sobre casos <strong>de</strong> estudiantes sancionados (expulsados, suspendidoso a quienes se les revoca su matrícula) entre otras causas,por su comportamiento sexual. Fue común escuchar, la situación<strong>de</strong> las adolescentes embarazadas discriminadas y <strong>de</strong> sanciones a38 Ibid. p. 28.39 ENTREVISTA a Débora Solís. Sexualidad en los colegios. [En línea] CLAM, entrevistas,13 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2007. ; [Consulta: 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2009].40 ARENAS, Leo. El fin <strong>de</strong> la educación sexual en Chile. [En línea] Observatorio Género yEquidad, 9 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2008. [Consulta: 4 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2009].44


estudiantes por tener una presentación personal que no se consi<strong>de</strong>raraacor<strong>de</strong> con los valores morales o la normativa escolar.Los casos en tribunales han sido resueltos con diferentesresultados 41 , y no siempre pensando en la protección <strong>de</strong> los/asestudiantes. Las escuelas han argumentado que, una vez que lospadres o una familia matriculan a un estudiante, aceptan y sonconscientes <strong>de</strong> las normas que rigen en la comunidad escolar yque, por lo tanto, ni los padres ni los estudiantes pue<strong>de</strong>n quejarse<strong>de</strong> los procedimientos o <strong>de</strong> cualquier sanción impuesta encaso <strong>de</strong> trasgresión a las mismas. Ello motivó primero una recomendaciónministerial a fin <strong>de</strong> prevenir la sanción a las estudiantesembarazadas 42 y posteriormente una ley que prohíbe ladiscriminación en la escuela por causa <strong>de</strong> embarazo o crianza <strong>de</strong>los hijos 43 . A ello se sumó, un reglamento y una ley que prohíbela discriminación por VIH 44 , la prohibición <strong>de</strong> suspen<strong>de</strong>r a losestudiantes durante el año escolar por la morosidad en los pagosy se establecieron acciones afirmativas en la ley a fin que las escuelascon subvención estatal tengan al menos un 15% <strong>de</strong> niñosque se consi<strong>de</strong>ran en situación <strong>de</strong> vulnerabilidad social 45 . Todos41 CASAS, Lidia, CORREA, Jorge y WILHELM, Karina. Descripción y análisis jurídico acerca<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación y discriminación. Santiago, Universidad Diego Portales, 2001(Cua<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> Análisis Jurídico 12), pp. 115-230.42 MINISTERIO DE EDUCACION. Circular 247 <strong>de</strong> 1991. El caso emblemático fue litigadoen la <strong>Corte</strong> <strong>de</strong> Apelaciones <strong>de</strong> La Serena, Carabantes v. Araya, rol 21.633, 25 diciembre 1997), enque la <strong>Corte</strong> Suprema mantuvo firme la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong> expulsar a una joven porsu embarazo. La familia <strong>de</strong>nunció la situación ante la Comisión <strong>Interamericana</strong> <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong><strong>Humanos</strong> don<strong>de</strong> se alcanzó un acuerdo amistoso: COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERE-CHOS HUMANOS. Informe N o 33/02, Acuerdo Amistoso, Petición 12046, Mónica CarabantesGalleguillos v. Chile. [En línea] 12 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2002. [Consulta: 25 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2010].43 LEY 19.688. CHILE. Modifica la ley nº 18.962, Orgánica Constitucional <strong>de</strong> Enseñanza, enlo relativo al <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> las estudiantes que se encuentren embarazadas o que sean madreslactantes <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a los establecimientos educacionales. 5 agosto 2000. [En línea] [Consulta: 27<strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010].44 LEY 19.779. CHILE. Establece normas relativas al virus <strong>de</strong> inmuno <strong>de</strong>ficiencia humana ycrea bonificación fiscal para enfermeda<strong>de</strong>s catastróficas. 14 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2001. [En línea] [Consulta: 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2009].45 LEY 19.979. CHILE. Modifica el régimen <strong>de</strong> jornada escolar completa diurna y otros cuerposlegales. 28 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2004. [En línea]45


estos cambios se realizaron en consonancia con las obligacionesque emanan <strong>de</strong> la Convención sobre <strong>Derechos</strong> <strong>de</strong>l Niño para garantizarel <strong>de</strong>recho a la educación hasta los 18 años.Los reglamentos <strong>de</strong> convivencia escolar constituyen un conjunto<strong>de</strong> normas internas que <strong>de</strong>ben establecer los principiosrectores y normas <strong>de</strong> la comunidad escolar. Contienen reglas sobrematerias disciplinarias, presentación personal, puntualidady asistencia y, en general, regulan el comportamiento <strong>de</strong> las/losestudiantes. Se basa en la premisa que son una creación <strong>de</strong> todala comunidad, pero en la práctica estos reglamentos son establecidospor la administración con poca participación <strong>de</strong> los padreso estudiantes.En 2007, la UNICEF y el Ministerio <strong>de</strong> Educación encargaronun estudio sobre los reglamentos escolares, discriminación y el<strong>de</strong>bido proceso para evaluar precisamente si éstos se a<strong>de</strong>cuaban alas normas existentes, cómo participaba la comunidad en su elaboracióny cuál era el sentido <strong>de</strong> las normas 46 .En la matriz <strong>de</strong> análisis se distinguieron tres categorías:cumplimiento, incumplimiento y omisión. Esta última se refierea los silencios en algunas <strong>de</strong> las variables medidas, por ejemplo,en la existencia <strong>de</strong> procedimientos para aplicar una sanción. A suvez, para establecer la conformidad <strong>de</strong>l reglamento se <strong>de</strong>terminóque éste cumplía cuando satisfacía los requisitos legales - aunquesólo fuese mínima y formalmente- y que no lo hacía cuando conteníadisposiciones contrarias a la ley. En el cuadro 1 se observa elsilencio <strong>de</strong> disposiciones relativas al embarazo, VIH, sexualidady la discriminación. Estas omisiones contrastan con la <strong>de</strong>talladaregulación <strong>de</strong> la presentación personal <strong>de</strong> las/los estudiantes,don<strong>de</strong> se regula la posibilidad o la prohibición <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> (i) piercings,(ii) pelo largo/corto, <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados estilos o colores, (iii) ellargo <strong>de</strong>l vestido, (iv) el tipo <strong>de</strong> pantalones y (v) el uso <strong>de</strong> accesorios,entre otras. [Consulta:20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2009].46 CASAS, Lidia, AHUMADA, Claudia, RAMOS, Lliliana, et al. La convivencia escolar: componenteindispensable <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la educación. Op. cit.46


Tabla 1Sub dimensiónCumplimientoIncumplimientoCumplimientoOmisiónParcialParticipación<strong>de</strong> padres yestudiantesAcceso ypermanenciaDebidoProcesoPresentaciónpersonal43,6 52,7 96,3 3,7DiscriminaciónEmbarazo y VIH/SIDA13,2 79,8 93,0 7,0Comportamientosexual1,6 60,9 62,5 37,5Discapacidad 17,9 82,1 100,0 0,0Raza, origennacional o etnia5,3 94,7 100,0 0,0Religión/credo 6,0 87,7 93,7 6,3RendimientoAcadémico13,8 83,6 97,4 2,6Cobros 7,9 91 99,0 1,1Sentidoeducativo y 47,6 8,5 56,1 43,9disciplinaProcedimiento 62,0 N/A 62,0 38,0Proporcionalidad<strong>de</strong> lasanciónUniformeUso <strong>de</strong>accesorios70,4 18,0 88,4 11,684,6 14,4 99,0 1,1* Los resultados <strong>de</strong> esta sección no fueron tabulados ya que no existe leyo norma obligatoria sino meras instrucciones ministeriales.*Los resultados indican que la mayoría <strong>de</strong> las escuelas cumplenla ley. Sin embargo, las áreas omitidas en estos códigos sonmotivo <strong>de</strong> preocupación, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> aquellas áreas reguladas47


contrarias a la ley. En el caso <strong>de</strong> embarazo y el VIH, casi el 80%<strong>de</strong> los reglamentos escolares no hacen mención a ellos y más<strong>de</strong>l 60% <strong>de</strong> ellos omite toda mención sobre la conducta sexual.Con todo, se aprecia que el embarazo tiene mayor registro enlos reglamentos escolares y don<strong>de</strong> parece haber una mayor conciencia<strong>de</strong> la discriminación. Todos los entrevistados <strong>de</strong>l estudioseñalaron que las normas internas se modificaron con posterioridada la reforma legal, pese a la instrucción ministerial <strong>de</strong>1991 que instaba a las escuelas a no sancionar a las adolescentesembarazadas. En todos los casos estudiados en que se mencionael embarazo, el reglamento escolar sigue la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la licencia<strong>de</strong> maternidad establecida en la legislación laboral. Es <strong>de</strong>cir, unpermiso a partir <strong>de</strong>l séptimo mes <strong>de</strong> embarazo por lo que la adolescenteno asiste a clases, pero va una vez a la semana a recogersus tareas y a rendir pruebas, luego regresa <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un período<strong>de</strong> tres meses post parto. En una <strong>de</strong> las escuelas <strong>de</strong>l estudio<strong>de</strong> casos, la licencia <strong>de</strong> pre natal se a<strong>de</strong>lantó argumentando quela escuela no tenía las condiciones necesarias para acoger a lasestudiantes más allá <strong>de</strong> una cierta etapa <strong>de</strong>l embarazo, basandoesta <strong>de</strong>cisión en los posibles riesgos en caso <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>nte.Fue un resultado inesperado saber el número <strong>de</strong> escuelas queregula la sexualidad o su expresión en forma contraria al <strong>de</strong>rechoa la intimidad <strong>de</strong> los estudiantes (37,5%), cifra comparable a losresultados sobre el procedimiento y la disciplina. En las escuelas<strong>de</strong> ambos sexos, “pololear” en general no está prohibido, pero sílo están las expresiones <strong>de</strong> “gran afecto”. El lenguaje utilizadoen ocasiones es obsoleto y oscuro para la cultura juvenil. A vecesse utilizan conceptos vagos como “contrario a la moral y lasbuenas costumbres”. De hecho, algunos interpretan esto comoinclusivo <strong>de</strong> besos y caricias, mientras que otros consi<strong>de</strong>ran quese refieren a relaciones sexuales <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la escuela. La finalidad<strong>de</strong> estas normas, según los entrevistados, es asegurar quelos estudiantes no crean que la escuela es un parque o el salón<strong>de</strong> su casa. En un caso, se pudo comprobar que un reglamentoprohíbe pololear o acariciarse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una cierta distancia <strong>de</strong>las instalaciones <strong>de</strong>l establecimiento.48


Las escuelas también cuentan con normas no siempre escritassobre la orientación sexual. Las entrevistas mostraron reaccionesvariadas hacia la homosexualidad. Las/los estudiantesentrevistada/os hablaron <strong>de</strong> sus compañeros gays y lesbianas,pero esta situación no siempre fue reconocida por los directoreso docentes. Una respuesta común entre las/los estudiantesfue que “los gays” no son discriminados, en tanto no tenganuna actitud abiertamente homosexual. Un director señaló que“no <strong>de</strong>bía estar obligado a aceptar aquello que la sociedad noha aceptado”. Tanto estudiantes como apo<strong>de</strong>rados/as reconocieronen las entrevistas que se producen casos <strong>de</strong> expulsióno cancelación <strong>de</strong> matrícula por la orientación sexual <strong>de</strong> las/losestudiantes. Es interesante enmarcar estas opiniones en el contexto<strong>de</strong> los resultados <strong>de</strong> una encuesta realizada a estudiantes yprofesores. El 79% <strong>de</strong> los estudiantes y el 81% <strong>de</strong> los profesoressostienen que ni lesbianas ni homosexuales <strong>de</strong>ben ser obligadosa ocultar su orientación sexual 47 . En relación a la discriminación<strong>de</strong> las embarazadas adolescentes, la encuesta indica que el 90%<strong>de</strong> los padres <strong>de</strong>claró que las niñas no <strong>de</strong>ben ser expulsadas osancionadas; el 82% <strong>de</strong> los estudiantes y el 75% <strong>de</strong> los docentesopinaron <strong>de</strong> la <strong>de</strong> la misma forma.Estos resultados muestran la dificultad que enfrentan las escuelaschilenas cuando se trata <strong>de</strong> reconocer que las/los niña/os y las/los adolescentes son seres sexuados. La omisión y el incumplimientoda cuenta muy bien <strong>de</strong>l <strong>de</strong>safío que supone reconocera las/los jóvenes estudiantes como titulares <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos.Las entrevistas con las/los estudiantes son un testimonio <strong>de</strong> laexistencia <strong>de</strong>l reconocimiento <strong>de</strong> “otros”, incluidas las lesbianasy los gays y las madres adolescentes. El mundo adulto no alcanzaa ver ni a apreciar la diversidad social como lo hacen las/losjóvenes.47 MINISTERIO DE EDUCACION. Comisión <strong>de</strong> evaluación y recomendaciones sobre educaciónsexual. Op. cit. 23.49


Tercer tiempo: la represión <strong>de</strong> la sexualidadEsta narrativa da cuenta <strong>de</strong> una sexualidad castigada en elentorno educativo y <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> reconocimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos,lo que se traduce en polémica cuando la sexualidad adolescenteemerge.En el plano judicial, la sexualidad se consi<strong>de</strong>ra una virtudmoral objetiva, que se circunscribe a los adultos. Un ejemplo <strong>de</strong>ello es el caso que se presentó en contra <strong>de</strong> una estación <strong>de</strong> televisión<strong>de</strong> Chile y que buscaba una sanción por haber exhibidoun programa don<strong>de</strong> aparecían adolescentes en un juego llamado“striptease cultural”, en el que las adolescentes se quitabanalgunas piezas <strong>de</strong> ropa y bailaban sensualmente 48 . Un tribunaldictaminó que este programa no era aceptable, indicando quela serie invitaba a las/los menores a seguir los comportamientosque resultan más a<strong>de</strong>cuados para el mundo <strong>de</strong> los adultos, juntocon enviar un mensaje don<strong>de</strong> la sexualidad aparece como <strong>de</strong>sprovista<strong>de</strong> afecto 49 .En los últimos años, varios casos <strong>de</strong> estudiantes lesbianas ygays han exigido que el Ministerio <strong>de</strong> Educación adopte medidascontra las prácticas discriminatorias en la escuela. La percepción<strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong> la abstinencia y la castidad que algunas escuelasconfesionales y no confesionales persiguen crea una cultura<strong>de</strong> control y represión 50 que afecta todas las expresiones <strong>de</strong>sexualidad juvenil. A finales <strong>de</strong> 2007, los medios <strong>de</strong> comunicacióninformaron que un par <strong>de</strong> adolescentes fueron suspendidos<strong>de</strong> la escuela cuando solicitaron información al orientador <strong>de</strong>l48 CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO. Sentencia Rol Nº 10592-03, <strong>de</strong> 19 abril 2004.[En línea] [Consulta: 20 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2009].49 Ibid., consi<strong>de</strong>rando 8º.50 CENTRO DE DERECHOS HUMANOS. Informe Anual sobre <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> en Chile2008. Santiago, Facultad <strong>de</strong> Derecho, Universidad Diego Portales, 2008, p. 242 y CEN-TRO DE DERECHOS HUMANOS. Informe Anual sobre <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> en Chile 2007.Hechos 2006. Santiago, Facultad <strong>de</strong> Derecho, Universidad Diego Portales, 2007, p.293-295.50


liceo sobre el uso <strong>de</strong> la “píldora <strong>de</strong>l día siguiente”. La sanción fuelevantada una vez que el Ministerio <strong>de</strong> Educación intervino 51 .La discriminación <strong>de</strong> género también estuvo presente en elcaso <strong>de</strong> una niña cuya matrícula fue cancelada <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> quese subieran a internet imágenes grabadas sin su conocimientoo consentimiento, que fueron captadas mientras tenía sexo oralcon otro estudiante en un espacio público. Ella fue sancionada,pero no su pareja sexual ni quien grabó las imágenes. La escuela<strong>de</strong>claró que la niña había comprometido la reputación <strong>de</strong> la escuelay a todo el alumnado femenino 52 .En el 2005, el Movimiento <strong>de</strong> Integración y Liberación Homosexual(MOVIHL) lanzó su “Brigada Gay Juvenil”, la que marchóhasta el Ministerio <strong>de</strong> Educación para instar al respeto <strong>de</strong>los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las estudiantes gays y lesbianas 53 . El 2004 habíanmarchado 300 estudiantes secundarios cuando dos <strong>de</strong> sus paresfueron expulsados. Finalmente, la medida se revocó por la intervención<strong>de</strong> la autoridad central 54 .La discriminación contra las lesbianas y los gays es constantementereportada por las/los activistas y son pocos aquelloscasos en que obtienen intervención 55 . La primera encuesta <strong>de</strong>la “Marcha <strong>de</strong>l Orgullo y Diversidad Sexual en Chile” encontró51 GUTIERREZ, Nicolás. Alumnos <strong>de</strong> octavo básico: suspendidos por pedir la ‘píldora’.[En línea] El Mercurio, 27 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2007. [Consulta: 29 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>2010].52 COLEGIO La Salle saca lecciones <strong>de</strong> un hecho que lo conmocionó. [En línea] El Mercurio,7 octubre 2008. [Consulta: 29 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010].53 MOVIMIENTO DE INTEGRACION Y LIBERACIÓN HOMOSEXUAL. Lanzan primera brigada<strong>de</strong> estudiantes gays y lesbianas <strong>de</strong> enseñanza media. [En línea] Movilh, 8 <strong>de</strong> mayo2005. [Consulta: 29 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010].54 CENTRO DE DERECHOS HUMANOS. Informe Anual sobre <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> en Chile2007. Op. cit., p. 449.55 MOVILH. Informe Anual. <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> Minorías Sexuales Chilenas (Hechos2007). [En línea] Santiago, febrero 2008. [Consulta: 29 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010].51


que el lugar <strong>de</strong> estudios es el espacio don<strong>de</strong> más predominan lasacciones homofóbicas y discriminatorias 56 . Las/los estudianteshomosexuales señalan que se les da un trato discriminatorioy que si los reglamentos señalan que se prohíbe pololear <strong>de</strong>beaplicarse esta regla a todos, no sólo a los homosexuales 57 .EpílogoEn Chile ha sido difícil avanzar en el reconocimiento <strong>de</strong> unamayor diversidad y tolerancia, particularmente en el plano <strong>de</strong>la sexualidad. Pese a las buenas intenciones que han existido<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la recuperación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, la implementación <strong>de</strong>un programa <strong>de</strong> educación sexual ha enfrentado los reveses <strong>de</strong>una agenda política cargada <strong>de</strong> los inconvenientes y trabas instigadospor las fuerzas conservadoras que niegan la titularidad<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las/los jóvenes. Los arreglos institucionales ypolíticos hacen que sea difícil cualquier reforma que abarqueun programa universal <strong>de</strong> educación sexual mientras la retóricaconservadora siga afirmando que la familia es la fuerza central<strong>de</strong> la educación, a pesar <strong>de</strong> que la información fáctica revela queéstas no son la fuente primaria <strong>de</strong> información para los adolescentes.Ejemplo <strong>de</strong> ello son las reiteradas polémicas y batallas judicialesen torno a la distribución <strong>de</strong> la “píldora <strong>de</strong>l día <strong>de</strong>spués”a las adolescentes, don<strong>de</strong> se argumentó que los padres eran losúnicos que <strong>de</strong>bían hablar con sus hijos sobre la sexualidad y noel Estado, pese a lo que <strong>de</strong>muestran los datos 58 .A mediados <strong>de</strong>l 2009 un dictamen <strong>de</strong> la Contraloría General<strong>de</strong> la República rechazó que los municipios, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la esfera56 BARRIENTOS, Patricio, MEZA, Fabiola, GOMEZ, Susan et al. Política, <strong>Derechos</strong>, Violenciay Diversidad Sexual. Primera Encuesta Marcha <strong>de</strong>l Orgullo y Diversidad Sexual, 2007.Santiago, Instituto <strong>de</strong> Medicina Social, CLAM. 2008, p. 39.57 ¿CÓMO SE VIVE la homosexualidad en el Escuela? Una experiencia para repensar laeducación sexual. Revista Docencia. X (26):62-66, agosto <strong>de</strong> 2005, p. 66.58 MINISTERIO DE EDUCACION. Comisión <strong>de</strong> evaluación y recomendaciones sobre educaciónsexual. Op. cit.52


<strong>de</strong> su autonomía, pudieran entregar el anticonceptivo. Esta <strong>de</strong>cisióngeneró en el fragor electoral nuevos bríos para una reformalegal, que incluyera, entre otros aspectos, la garantía <strong>de</strong> accesoefectivo a todos los métodos anticonceptivos y a la educaciónsexual para adolescentes. Este proyecto <strong>de</strong> ley se promulgó enenero <strong>de</strong> 2010, al día siguiente <strong>de</strong>l ballotage 59 . Michelle Bacheletlogró insertar el lenguaje <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos, pero aún falta lareglamentación <strong>de</strong> esta legislación, por lo que aún no es posiblemedir la eficacia <strong>de</strong> este cuerpo legal.El cambio <strong>de</strong> gobierno también marca un cambio en lo cultural.Hoy algunos se aferran a seguir manteniendo un discurso entorno a la abstinencia y negación <strong>de</strong> la sexualidad, en una cultura<strong>de</strong>l silencio que ya emergió en el seno <strong>de</strong> las nuevas autorida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> gobierno 60 y el retiro <strong>de</strong> materiales para docentes elaborados<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el programa <strong>de</strong> educación en sexualidad porque se estimóque no contribuían y contenían material explícito <strong>de</strong> sexo 61 .Muchos se aferran a seguir manteniendo un discurso en tornoa la abstinencia y negación <strong>de</strong> la sexualidad, en una cultura<strong>de</strong>l silencio, la cual emergió en el seno <strong>de</strong> las nuevas autorida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> gobierno 62 . Hay otras señales: el retiro <strong>de</strong> materiales para docenteselaborados para el programa <strong>de</strong> educación en sexualidad,59 Ley 20.418, publicada en el Diario Oficial el 28 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2010.60 En agosto 2010 se filtró a los medios <strong>de</strong> comunicación una minuta <strong>de</strong> discusión <strong>de</strong>lServicio Nacional <strong>de</strong> la Mujer para enfrentar el embarazo y sexualidad adolescente. La minutainstaba a la abstinencia y a retrasar el inicio <strong>de</strong> las relaciones sexuales al momento <strong>de</strong>l matrimonio.SITIO WEB religioso inspira minuta <strong>de</strong>l SERNAM sobre familia. [En línea] El Mostrador,2 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010. [Consulta: 29 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010]61 LA NACION. Enlaces revisa curso <strong>de</strong> sexo <strong>de</strong>nunciado por Puente Alto. 12 agosto2010. Disponible en: http://www.lanacion.cl/noticias/site/artic/20100812/pags/20100812094203.html [citado el 30 <strong>de</strong> agosto 2010].62 En agosto 2010 se filtró a los medios <strong>de</strong> comunicación una minuta <strong>de</strong> discusión <strong>de</strong>lServicio Nacional <strong>de</strong> la Mujer para enfrentar el embarazo y sexualidad adolescente. La minutainstaba a la abstinencia y a retrasar el inicio <strong>de</strong> las relaciones sexuales al momento <strong>de</strong>lmatrimonio. SITIO WEB religioso inspira minuta <strong>de</strong>l SERNAM sobre familia. [En línea] ElMostrador, 2 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010.[Consulta: 29 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010] .53


se estimó que contenían material explícito <strong>de</strong> sexo y no contribuíanen nada 63 .En los últimos años Chile ha recibido las recomendaciones<strong>de</strong> los órganos <strong>de</strong> vigilancia <strong>de</strong> los tratados <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos<strong>de</strong> Naciones Unidas, don<strong>de</strong> se le solicita que adopte leyes,políticas y programas que respeten los <strong>de</strong>rechos humanos en elámbito <strong>de</strong> la reproducción y la sexualidad 64 . En el presente statusquo, los <strong>de</strong>rechos humanos <strong>de</strong> las/los adolescentes son involucradosy, en última instancia, son violados. Esta situación es incompatibletanto con la legislación nacional como internacional<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos. Si la política sobre el sexo y la sexualidadno consi<strong>de</strong>ra a las/los jóvenes como titulares <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, Chileno sorteará los <strong>de</strong>safíos a la plena observancia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechoshumanos.63 ENLACES revisa curso <strong>de</strong> sexo <strong>de</strong>nunciado por Puente Alto. [En línea] La Nación,12 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010. [Consulta: 30 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010].64 COMITÉ DE DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES Y CULTURALES. Observaciones Finales:Chile. 56º Sesión, 26 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2004, U.N. Doc. E/C.12/1/Add.105; COMMITTEEON THE RIGHTS OF THE CHILD. Concluding Observations: Chile. U.N. 3 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2002,Doc. CRC/C/15/Add.173.54


Heteronormatividad, Mujeres Lesbianas y unEnfoque Relacional a los <strong>Derechos</strong>Sandra Dughman Manzur,Magíster en Derecho (LL.M., Universidad <strong>de</strong> Toronto, becaria Fundación Ford),Abogada (<strong>Corte</strong> Suprema <strong>de</strong> Chile), Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales(Universidad <strong>de</strong> Chile) y Bachiller en Teología (CET-Chile). Se <strong>de</strong>sempeñacomo Asociada <strong>de</strong> Programa en la Asociación para los <strong>Derechos</strong> <strong>de</strong> la Mujer y elDesarrollo (AWID). Des<strong>de</strong> 2009 colabora con el Programa <strong>de</strong> Derecho en SaludSexual y Reproductiva (Facultad <strong>de</strong> Derecho, Universidad <strong>de</strong> Toronto) generandoinvestigación académica e informes en <strong>de</strong>recho para tribunales localese internacionales. Es miembro y ex-alumna <strong>de</strong>l Canadian Institutes of HealthResearch (CIHR) y <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Derecho en Salud Sexual y Reproductiva.Correo electrónico <strong>de</strong> contacto: sdughman@awid.org.ResumenLa mujer lesbiana no ostenta una pertenencia íntegra al Estado/nación. La heteronormatividad y el heterosexismo institucionalizadoimpulsan la heterosexualidad como elemento <strong>de</strong>finitorio<strong>de</strong>l ámbito social y político liberal. La mujer lesbiana comienzaa ser representada política y socialmente mediante su normalización,pero no es integrada completamente en su ciudadanía.Su integración se produce al reconcebir la autonomía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unenfoque relacional como el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> “nuestra propialey”, que nos libera <strong>de</strong> las relaciones opresivas y las transforma.Dicho <strong>de</strong>scubrimiento se produce en un espacio moral y legalconocido como el “dominio imaginario”. Las instituciones públicas<strong>de</strong>ben proteger este espacio y fomentarlo. A su vez, aquellosque crean políticas públicas y que interpretan valores sociales<strong>de</strong>ben comprometerse a mantener un diálogo social constante ydinámico con la mujer lesbiana. La finalidad última es que esteincipiente sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos se constituya también en fuente<strong>de</strong> valoración y auto-representación.55


Introducción 1Dentro <strong>de</strong> una concepción liberal <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos fundamentales,la autonomía y la ciudadanía <strong>de</strong> las mujeres lesbianas 2 están en<strong>de</strong>sventaja. El paradigma heterosexual, inmerso en nuestro sistemajurídico, se entien<strong>de</strong> como un fenómeno natural y no comouna construcción política o cultural. Dicho entendimiento tienecomo resultado que una serie <strong>de</strong> “privilegios”, fomentados porel Estado a través <strong>de</strong> sus normas jurídicas e instituciones públicas,se dirijan exclusivamente a aquellos que, se <strong>de</strong>finen o actúan<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los parámetros <strong>de</strong> la monogamia heterosexual 3 .Las sutiles y gran<strong>de</strong>s diferencias que existen entre mujereslesbianas y heterosexuales impi<strong>de</strong>n que la inequidad, queenfrentan aquellas que optan por una sexualidad diversa, sesolucione mediante una fórmula <strong>de</strong> igualdad formal. El amoldamiento<strong>de</strong> la mujer lesbiana a un estilo <strong>de</strong> vida heterosexualno es posible. Las instituciones que se han creado en función<strong>de</strong>l patriarcado y la premisa <strong>de</strong> superioridad <strong>de</strong>l hombre sobrela mujer y que tienen como función subyugarla y estereotiparlacomo la encargada <strong>de</strong> “poblar la tierra” no son <strong>de</strong>seables, ni reproducibles.Des<strong>de</strong> este sistema institucional opresivo surge la <strong>de</strong>mandapor un espacio que nos permita volver a concebir nuestrasdiferencias más allá <strong>de</strong> nociones arbitrarias. Un lugar <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> las normas jurídicas y su aplicación práctica en el cual se recreeel concepto <strong>de</strong> los “<strong>de</strong>rechos fundamentales” <strong>de</strong> forma talque reconozcan y amparen la libertad necesaria para imaginar1 Todas las citas cuyo original se encuentran en inglés han sido traducidas al castellano porla autora <strong>de</strong> este artículo, a no ser que se indique lo contrario.2 Para los efectos <strong>de</strong> este artículo, agrupamos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> “mujeres lesbianas”a todas aquellas personas que se auto-i<strong>de</strong>ntifican como “mujer” y que mantienen relacionessexuales y emocionales con otras personas que también se auto-i<strong>de</strong>ntifican como “mujer”.3 RYDER, Bruce. Straigth Talk: Male Heterosexual Priviledge. Queen’s Law Journal.16(2):287-312, 1991, p. 290.56


nuestras diferencias sexuales, 4 <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un marco contextualy sin olvidar nuestra naturaleza social 5 .La lesbiana como sujeto y ciudadana reclama reconocimientolegal y político. Dicho reconocimiento <strong>de</strong>be apuntar primeramentea su visibilidad social y luego a concebirla como fuente<strong>de</strong> significado y representación legítimos 6 . Aquello, implica suparticipación activa en la reconstrucción <strong>de</strong> valores humanosfundamentales, instituciones y relaciones. Los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> unapersona se constituyen y forman por sus relaciones, y es únicamente<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este contexto, que sus capacida<strong>de</strong>s pue<strong>de</strong>nser protegidas y conceptualizadas <strong>de</strong> forma que promuevan subienestar. Sólo <strong>de</strong> esta manera podremos visualizar una verda<strong>de</strong>ramembrecía social y política que sea inclusiva y valorativa<strong>de</strong> la diferencia.En el siguiente artículo argumentaré que la heteronormatividadinstitucional, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un concepto liberal <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos yciudadanía, impi<strong>de</strong> a la mujer lesbiana una pertenencia íntegraal Estado/nación. En este sentido, un enfoque relacional que informeun nuevo contenido a los conceptos <strong>de</strong> ciudadanía, <strong>de</strong>rechosy particularmente autonomía, logrará impulsar la transformacióninstitucional, política y social necesaria para ponertérmino a la discriminación subyacente que prevalece en el heterosexismoinstitucionalizado, y transformar a este incipientesujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos (la mujer lesbiana) en fuente <strong>de</strong> significadovalórico.4 CORNELL, Drucilla. At the Heart of Freedom. Princeton, Princeton University Press,1998, p. 6.5 NEDESLKY, Jeniffer. Law, Autonomy, and the Relational Self. Prontamente en OxfordUniversity Press, 2011, Capítulo 3.6 CORNELL, Drucilla. At the Heart of Freedom. Op. cit., p. 6.57


Heteronormatividad, heterosexismo y pertenenciaal Estado/naciónLa heteronormatividad presupone que existe un or<strong>de</strong>n natural<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> las relaciones humanas. Este or<strong>de</strong>nnatural se manifiesta socialmente en la composición <strong>de</strong> las relacionesfamiliares y <strong>de</strong> género, por tanto, <strong>de</strong> acuerdo a una miradatradicional “existen diferencias naturales y fundamentalesentre los hombres y las mujeres.” 7 Más aún, la atracción por elsexo opuesto, y así el matrimonio entre un hombre y una mujeres—<strong>de</strong> acuerdo a esta visión—la manifestación normal y natural<strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n preestablecido, ya sea por la fuerza <strong>de</strong> la naturalezao la creencia religiosa, que perpetúa la cosificación y subordinación<strong>de</strong> las mujeres y <strong>de</strong> las manifestaciones alternativas<strong>de</strong> sexualidad. 8La concepción liberal <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos constitucionales, particularmentela interpretación, contenido y aplicación que lostribunales <strong>de</strong> justicia dan a los mismos, está calada con este tipo<strong>de</strong> concepciones sociológicas respecto al significado <strong>de</strong> la mujer,el hombre, la familia, la reproducción y la ciudadanía. A pesar <strong>de</strong>la evolución que ha sufrido la sociedad postmo<strong>de</strong>rna, el or<strong>de</strong>n“natural” explicado a través <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>raciones biológicas es lajustificación subyacente para obstruir la capacidad <strong>de</strong> agenciaque toda mujer lesbiana posee para construir su vida y su familia<strong>de</strong> acuerdo con su autonomía.Dentro <strong>de</strong>l contexto Canadiense, por ejemplo, BrendaCossman 9 sugiere que los gays y las lesbianas se encuentran enproceso <strong>de</strong> convertirse en sujetos plenamente reconocidos ymiembros igualitarios <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la organización política <strong>de</strong> la7 RYDER, Bruce. Straigth Talk: Male Heterosexual Priviledge. Op. cit., p. 288.8 Ibíd.9 Véase: COSSMAN, Brenda. Lesbians, Gay Men, and the Canadian Charter of Rights andFreedoms. Osgoo<strong>de</strong> Hall Law Journal 40(3):223-250, 2002; COSSMAN, Brenda. Sexual Citizens.The Legal and Cultural Regulation of Sex and Belonging. Stanford, Standford UniversityPress, 2007.58


sociedad. 10 Principalmente, mediante la capacidad <strong>de</strong> invocarlos <strong>de</strong>rechos y las prácticas culturales y políticas que <strong>de</strong>notanla adhesión a un Estado/nación (p.ej. mediante la capacidad <strong>de</strong>contraer matrimonio legítimamente). 11 Ella afirma que con la recienteincorporación <strong>de</strong>l sujeto homosexual “la ciudadanía estásiendo sexuada, privatizada, y auto-disciplinada.” 12El discurso judicial que dominaba las <strong>de</strong>mocracias occi<strong>de</strong>ntalesmo<strong>de</strong>rnas—y que aún sigue dominando ciertas socieda<strong>de</strong>sen que las relaciones iglesia/estado no están <strong>de</strong>l todo claras o separadas—sebasaba en la familia nuclear heterosexual como laestructura natural para la crianza y cuidado <strong>de</strong> otros miembros<strong>de</strong>pendientes. 13 Es <strong>de</strong>cir, otorgaba preeminencia a la forma por sobrela función y al establecimiento legal <strong>de</strong> una familia conceptualbasada en el binario masculino/femenino. Sin embargo, la progresivaintegración, reconocimiento y fusión <strong>de</strong> otros sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la concepción monógama <strong>de</strong> la familia ha viradolevemente el énfasis hacia la función en vez <strong>de</strong> la forma. Es <strong>de</strong>cir,la familia, más que la estructura fija <strong>de</strong> un hombre, una mujer e hijos,es ahora el lugar en el cual se cuida <strong>de</strong> otros seres <strong>de</strong>pendientes<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una relación sexual monógama normalizada. En unsistema político liberal con una clara separación entre las esferaspúblicas y privadas <strong>de</strong> la vida, las parejas lesbianas comienzan aser legitimadas mediante su normalización y familiarización. 14La jurispru<strong>de</strong>ncia, en la aplicación e interpretación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosconstitucionales es permeable a la visión social que losjueces tienen respecto <strong>de</strong> concepciones estereotipadas sobreconfiguraciones sociales, relaciones apropiadas y valores preeminentes.Por ejemplo, a finales <strong>de</strong> los ochenta, mediante un caso10 COSSMAN, Brenda. Sexual Citizens. The Legal and Cultural Regulation of Sex and Belonging.Op. cit., pp. 2, 160 y 162.11 Ibíd., p. 5.12 Ibíd., p. 2.13 COSSMAN, Brenda. Lesbians, Gay Men, and the Canadian Charter of Rights and Freedoms.Op. cit., p. 246.14 Ibíd.59


conocido como Andrews v. Ontario, 15 la <strong>Corte</strong> Suprema canadiensesostuvo que las parejas <strong>de</strong>l mismo sexo eran biológicamentediferentes <strong>de</strong> las parejas heterosexuales, y que por tanto no tenían<strong>de</strong>recho a una igualdad formal. 16 Seguido <strong>de</strong> Layland 17 y Mossop 18la <strong>Corte</strong> continúo basándose en supuestas diferencias biológicaspara reforzar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la “familia no incluía a parejas <strong>de</strong>l mismosexo.” 19 Con Egan, 20 la <strong>Corte</strong> estableció que una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>cónyuge basada en diferencias <strong>de</strong> sexo violaba la sección 15 sobreigualdad <strong>de</strong> la Canadian Charter of Rights and Freedoms (CartaFundamental <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> y Liberta<strong>de</strong>s Canadiense) constituyendodiscriminación, aunque esta fuera justificable en virtud <strong>de</strong> lasección primera <strong>de</strong> la misma 21 por razones <strong>de</strong> índole biológicas. 22En Vriend 23 hubo una innovación, la opinión mayoritaria juzgóque discriminar en contra <strong>de</strong> lesbianas y gays infringía la sección10 constituyendo discriminación no justificable en base a la secciónprimera. 24 Más aún en M. v. H, 25 a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> reconocer la legi-15 Véase Andrews v. Ontario (Minister of Health) (1988), 49 D.L.R. (4th) 584 (Ont. H.C.J.).16 COSSMAN (2002), ob. cit., p. 225.17 Véase Layland v. Ontario (Minister of Consumer y Commercial Relations) (1993), 104D.L.R. (4th) 214 (Ont. Ct. Gen. Div.).18 Véase Mossop v. Canada (A.G.), [1993] 1 S.C.R. 554.19 COSSMAN, Brenda. Lesbians, Gay Men, and the Canadian Charter of Rights and Freedoms.Op. cit., p. 228.20 Véase Egan v. Canada (1993), 103 D.L.R. (4th) 336 (F.C.A.), aff’d [1995] 2 S.C.R. 513.21 La Canadian Charter of Rights and Freedoms (Carta Fundamental <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> y Liberta<strong>de</strong>sCanadiense) establece en su sección primera que “garantiza los <strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>sestablecidos en ella con sujeción únicamente a los límites razonables prescritospor ley en tanto puedan ser manifiestamente justificados en una sociedad libre y<strong>de</strong>mocrática.” CANADIAN CHARTER OF RIGHTS AND FREEDOMS. Part I of the ConstitutionAct, 1982, Promulgada el 29 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1982. [En línea] (en inglés) [Consulta: 10 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2009]22 COSSMAN, Brenda. Lesbians, Gay Men, and the Canadian Charter of Rights and Freedoms.Op. cit., pp. 229 y 230.23 Véase Vriend v. Alberta (1996), 181 A.R. 16 (C.A.).24 COSSMAN, Brenda. Lesbians, Gay Men, and the Canadian Charter of Rights and Freedoms.Op. cit., p. 231 y 232.25 Véase M. v. H. (1996), 142 D.L.R. (4th) 1 (Ont. C.A.), aff’d [1999] 2 S.C.R. 3.60


timidad <strong>de</strong> las relaciones homosexuales, afirmó la necesidad <strong>de</strong>protegerlas jurídicamente. 26Cossman reconoce que M. v. H. 27 “introdujo un nuevo sujetojurídico,” 28 formado a través <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong> la igualdad formaly <strong>de</strong>sviado <strong>de</strong> la exclusión tradicional basada en las diferenciasbiológicas. Este nuevo sujeto <strong>de</strong>splazó el heterosexismo <strong>de</strong> lasubjetividad jurídica en el contexto familiar. 29 Sin embargo, elproblema que Cossman ve en este nuevo reconocimiento es queninguna <strong>de</strong> las estructuras tradicionales han sido reconceptualizadas,es más, esta nueva subjetividad legal se ha conformado ynormalizado según la ya tradicional <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las relacionesfamiliares:Mientras que la heteronormatividad <strong>de</strong> la familia pue<strong>de</strong> habersido <strong>de</strong>safiada, su rol en un mundo crecientemente privatizadono lo ha sido, y los sujetos jurídicos gays y lésbicos han sidoabsorbidos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta familia. 30El prece<strong>de</strong>nte judicial canadiense más importante y que <strong>de</strong>safíala concepción heterónoma <strong>de</strong> la composición familiar esHalpern. 31 Es aquí don<strong>de</strong> la <strong>Corte</strong> <strong>de</strong>claró que la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>familia otorgada por el <strong>de</strong>recho común inglés, que excluía a lasparejas <strong>de</strong> mismo sexo, constituía una causal <strong>de</strong> discriminaciónanáloga a las establecidas expresamente en la Carta FundamentalCanadiense creando, por tanto, una distinción formal en basea la orientación sexual. Aplicando el read-in-remedy 32 la <strong>Corte</strong>26 COSSMAN, Brenda. Lesbians, Gay Men, and the Canadian Charter of Rights and Freedoms.Op. cit., p. 234.27 M. v. H., ob.cit.28 Ibíd., p. 245.29 Ibíd.30 Ibíd., p. 238.31 Halpern v. Canada (Attorney General) [2003] O.J. No. 2268 (ONCA)32 Remedio judicial <strong>de</strong> lectura interpretativa mediante el cual las cortes leen más allá <strong>de</strong>lo establecido literalmente por las palabras integrando nuevos significados a la ley.61


invalidó la antigua <strong>de</strong>finición informada por el <strong>de</strong>recho común 33e introdujo una nueva que la <strong>de</strong>fine como “la unión voluntaria y<strong>de</strong> por vida <strong>de</strong> dos personas con exclusión <strong>de</strong> cualquiera otra.” 34La <strong>Corte</strong> concluyó que la institución <strong>de</strong>l matrimonio influenciabaprofundamente las relaciones <strong>de</strong> igualdad y dignidad y que,por tanto, era necesario incluir <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la misma a las parejas<strong>de</strong>l mismo sexo. 35En este contexto, la heterosexualidad ya no <strong>de</strong>fine en su esenciatodas las formas <strong>de</strong> pertenencia y membrecía al Estado/nación.36 Las mujeres lesbianas han adquirido <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beresy, en cierta medida, han sido incluidas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la ciudadanía.Esta inclusión implica una conformación a estándares fijos y almismo tiempo, una contribución a la reconstrucción <strong>de</strong>l contenidoconceptual <strong>de</strong> pertenencia y subjetividad jurídica. 37 Sinembargo, la ciudadanía es más que un juego o una tensión entrela pertenencia y la inclusión, representa una transformación <strong>de</strong>los fundamentos <strong>de</strong> cómo se entien<strong>de</strong> y practica la ciudadanía,<strong>de</strong>rogando la heteronormatividad “más allá <strong>de</strong> la dicotomía homosexual/heterosexual.”38A pesar <strong>de</strong> este avance, las instituciones y su regulación jurídicacontinúan contribuyendo a privilegiar y beneficiar a laspersonas heterosexuales. 39 El peso tradicional entre los interesesprivados y públicos, y la incapacidad <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la situación<strong>de</strong> una persona <strong>de</strong> acuerdo a sus circunstancias sociales y susrelaciones, junto con una concepción tradicional <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos,no le han permitido a la mujer lesbiana lograr ser un verda<strong>de</strong>rosujeto jurídico visible, capaz y empo<strong>de</strong>rado, que a través <strong>de</strong> la33 Dicha <strong>de</strong>finición incluía como elemento central la unión voluntaria y <strong>de</strong> por vida <strong>de</strong>un hombre y una mujer.34 Halpern v. Canada, ob. cit., párrafos 155 y 156.35 NEDESLKY, Jeniffer. Law, Autonomy, and the Relational Self. Op. cit., Capítulo 6.36 COSSMAN, Brenda. Sexual Citizens. The Legal and Cultural Regulation of Sex and Belonging.Op. cit., p. 9.37 Ibíd., pp. 9 y 10.38 Ibíd., p. 2.39 RYDER, Bruce. Straigth Talk: Male Heterosexual Priviledge. Op. cit., p. 293.62


toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones que alteran sustancialmente su vida, puedacontribuir a un resultado <strong>de</strong>mocrático que fortalezca un contenidovalórico social dinámico.Autonomía: <strong>de</strong>scubriendo “nuestra propia ley” através <strong>de</strong>l “dominio imaginario”La tradición liberal ha fusionado autonomía con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.Su objetivo principal consiste en señalar límites al Estadoy a otros ciudadanos estableciendo un “muro <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos” queprotegen al sujeto <strong>de</strong> los abusos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. La lógica inmersa enesta particular visión política es que el “hombre más perfectamenteautónomo es, pues, el más perfectamente aislado.” 40 Sinembargo, esta construcción liberal <strong>de</strong> autonomía sólo pue<strong>de</strong> serposible <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una concepción ficticia <strong>de</strong>l ser. 41 La naturalezahumana <strong>de</strong>muestra ser <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> las relaciones y, por lotanto, la autonomía sólo es posible si <strong>de</strong>sarrollamos relacionesque la fomenten y permitan, en lugar <strong>de</strong> preocuparnos en <strong>de</strong>sarrollarel montaje <strong>de</strong> un complejo mecanismo proteccionistapara salvaguardarnos en contra <strong>de</strong>l Estado, las instituciones públicaso cualquier otra relación relevante. 42Más aún, las capacida<strong>de</strong>s humanas se <strong>de</strong>sarrollan en el contexto<strong>de</strong> las relaciones y es “únicamente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong> esasrelaciones que uno pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r cómo fomentar las capacida<strong>de</strong>s,<strong>de</strong>finir y proteger los <strong>de</strong>rechos, o promover su bienestar.” 43Debido a esto, necesitamos alejarnos <strong>de</strong> aquella percepción individual<strong>de</strong>l ser y acercarnos hacia una multiforme percepciónque incluya, como ingrediente esencial, la dimensión social <strong>de</strong> lohumano. Aquí, la inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia es central para la vida política,sobre todo la interrogante sobre cómo garantizar la auto<strong>de</strong>terminación<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong> las fuerzas colectivas, <strong>de</strong> forma40 NEDESLKY, Jeniffer. Law, Autonomy, and the Relational Self. Op. cit., capítulo 3.41 Ibíd42 Ibíd.43 Ibíd.63


tal, que incluya las relaciones sociales, políticas, afectivas, etc.que sean relevantes y enriquezca el antiguo método <strong>de</strong>l examen<strong>de</strong> conflictos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos e intereses. 44Asimismo, los gobiernos <strong>de</strong>ben preocuparse <strong>de</strong> liberar a susmiembros <strong>de</strong> las relaciones opresivas. Estas relaciones promuevenestereotipos y discriminaciones subyacentes que ensamblanuna <strong>de</strong>finición impuesta y arbitraria sobre el ser <strong>de</strong> una personay sobre cómo <strong>de</strong>be comportarse o a lo que tiene <strong>de</strong>recho. 45 Unenfoque relacional <strong>de</strong>l ser, sirve el propósito <strong>de</strong> distinguir entreaquellas estructuras <strong>de</strong> relaciones que promueven la autonomía<strong>de</strong> aquellas que la socavan. 46 Por ejemplo, las parejas lesbianasque intenten ejercer su <strong>de</strong>recho a tener hijos mediante la utilización<strong>de</strong> tecnologías reproductivas, es <strong>de</strong>cir mediante la ayuda <strong>de</strong>lEstado, se encuentran sujetas a sus requerimientos burocráticos,formándose así relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. El Estado, <strong>de</strong>acuerdo al enfoque relacional, <strong>de</strong>biera preocuparse <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> relacionesque está promoviendo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un examen contextual<strong>de</strong> las mujeres lesbianas y sus necesida<strong>de</strong>s. En las palabras <strong>de</strong> Ne<strong>de</strong>lsky:El propósito <strong>de</strong> enfocarse en el papel central <strong>de</strong> las relaciones no es el<strong>de</strong> valorizarlas como tales, ni es tampoco asumir que todas las relacionesexistentes merecen ser preservadas. Por el contrario, el objetivoes exactamente distinguir entre aquellas estructuras <strong>de</strong> relación quepromueven la autonomía <strong>de</strong> aquellas que la menoscaban (…) Es sólocuando tal atención a la relación sustituye a la mera estipulación <strong>de</strong>autonomía como una característica humana, que el concepto <strong>de</strong> autonomíapue<strong>de</strong> guiar la transformación <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong>structivashacia aquellas que promueven la autonomía <strong>de</strong> todos. 47En este contexto, Jennifer Ne<strong>de</strong>lsky propone reconcebir la autonomíacomo “ser gobernado por la propia ley.” 48 Es <strong>de</strong>cir, unapersona <strong>de</strong>be ser capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar y mantener la capacidad <strong>de</strong>44 Ibíd., capítulo 6.45 Ibíd., capítulo 3.46 Ibíd.47 Ibíd.48 Ibíd.64


encontrar su propia ley y <strong>de</strong> analizar y juzgar “que estructuras <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r, patrones <strong>de</strong> conducta en las relaciones, y prácticas personalesfomentan aquella capacidad.” 49 Llegar a ser plenamente autónomos,es <strong>de</strong>cir, encontrar “nuestra propia ley”, no es una tareasolitaria, sino que sugiere un viaje “<strong>de</strong>lineado por la sociedad en lacual vivimos y las relaciones que forman parte <strong>de</strong> nuestra vida.” 50La capacidad <strong>de</strong> llegar a ser autónomos está íntimamente ligadacon el entendimiento, análisis y juicio <strong>de</strong> nuestras relaciones,y la distinción y promoción <strong>de</strong> aquellas que fomentan la autonomía.“Nuestra propia ley” está inmersa en el individuo perono necesariamente se forma por el individuo. Éste la <strong>de</strong>sarrollaen conexión con otros mediante un proceso <strong>de</strong> reconocimientoy afirmación. Esta ley se basa en los valores, límites, or<strong>de</strong>n y comandosque vienen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l individuo, una combinaciónentre el <strong>de</strong>recho y la libertad.El camino para <strong>de</strong>scubrir “nuestra propia ley” pue<strong>de</strong> combinarsecon el “dominio imaginario” <strong>de</strong> Drucilla Cornell. AunqueCornell está claramente vinculada a una concepción clásica <strong>de</strong>autonomía como in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, lo que aquí interesa rescatar esese espacio íntimo moral y legal <strong>de</strong> la búsqueda. 51 Para ser exactos,un espacio <strong>de</strong> libertad para “recrearnos como seres sexuados,como personas con emociones y racionalidad” libres <strong>de</strong>toda <strong>de</strong>finición jerárquica <strong>de</strong>l ser. 52 Tanto Ne<strong>de</strong>lsky como Cornellestán <strong>de</strong> acuerdo en liberar al ser <strong>de</strong> las imposiciones y opresionesexternas; sin embargo, Cornell se centra en la protección<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos individuales como la principal herramienta paraadquirir esta libertad y Ne<strong>de</strong>slky, sin abandonar los <strong>de</strong>rechos,concibe una transformación <strong>de</strong> las instituciones y <strong>de</strong> las relaciones<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su calidad <strong>de</strong> opresivas hacia una calidad <strong>de</strong> protectoras<strong>de</strong> la autonomía.49 Ibíd.50 Ibíd.51 CORNELL, Drucilla. At the Heart of Freedom. Op. cit., p. 15.52 Ibíd., p. ix.65


El “dominio imaginario” es una invitación a participar <strong>de</strong>las riquezas <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la libertad, para así evaluar yrepresentar quiénes somos cuando nos liberamos <strong>de</strong> toda imposiciónsexual. 53 Cornell centra su análisis en la igualdad social,que ella interpreta como la emancipación <strong>de</strong> las opcionessexuales impuestas por el Estado y <strong>de</strong> las instituciones que refuerzanaquellas imposiciones. 54 Ella afirma que cuando cadapersona tenga “<strong>de</strong>recho” al “dominio imaginario”, entonces elEstado no podrá forzar a una persona a jugar un rol <strong>de</strong>terminado,ya sea por ley, o por manipulación <strong>de</strong> las institucionessociales. Ella construye esta libertad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> lalibertad sexual, una libertad sexual que no preten<strong>de</strong> sustituira la igualdad sino que re<strong>de</strong>finirla <strong>de</strong> forma que pueda servir ala libertad. 55 La concepción implementada por Cornell se encuentrainmersa en el reconocimiento corporal <strong>de</strong>l ser comoun “ser sexuado.” 56 Enriquecido por el “dominio imaginario,”ella consi<strong>de</strong>ra la sexualidad como un ingrediente clave <strong>de</strong> laauto<strong>de</strong>finición. 57 El imago sexual es inseparable <strong>de</strong>l ego corporaly por tanto, <strong>de</strong>negarle a una persona vivir su ser sexuado escomo “socavar el más básico ser <strong>de</strong>l ser” 58 .Las mujeres lesbianas incluyen <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su igual valor intrínsecola capacidad <strong>de</strong> generar su propia evaluación <strong>de</strong> las<strong>de</strong>cisiones que afectan su vida, y esas evaluaciones, no solo<strong>de</strong>ben ser razonadas por los tribunales <strong>de</strong> justicia como factoreso elementos a tomarse en consi<strong>de</strong>ración, sino que comoaspectos esenciales <strong>de</strong> una persona concebida políticamentelibre. 59 La capacidad <strong>de</strong> generar y evaluar los planes <strong>de</strong> vida53 Ibíd., p. ix, x, xi.54 Ibíd., p. xi.55 Ibíd., p. xii.56 Ibíd., p. 8.57 Ibíd.58 Ibíd., p. 37.59 Ibíd., p. 19.66


como, por ejemplo, la opción <strong>de</strong> concebir un hijo mediante eluso <strong>de</strong> técnicas <strong>de</strong> reproducción asistidas, sólo es posible <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> un “dominio imaginario” protegido y promovido institucionalmente.Las instituciones que sean reconcebidas paraamparar y promover este nuevo concepto <strong>de</strong> autonomía, <strong>de</strong>bentener como objetivo el provocar, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los miembros<strong>de</strong> una sociedad, un bienestar <strong>de</strong>finido por su propio contextoy entendimiento, dando prominencia a un set particular <strong>de</strong> valoresdon<strong>de</strong> este nuevo sujeto lésbico, reconocido y legitimado,es invitado a participar <strong>de</strong> su construcción, <strong>de</strong>finición, conceptualizacióne interpretación.El “dominio imaginario” es un espacio moral que nos permiteimaginar quiénes somos cuando nos constituimos en nuestropropio fin y nos reivindicamos como nuestra propia persona. 60Este “santuario inviolable” <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong>finido por la persona, yaque no son el <strong>de</strong>recho o el Estado los encargados <strong>de</strong> conceptualizarla diferencia sexual o <strong>de</strong> constituirle en fuente <strong>de</strong> significado,sino que <strong>de</strong> reconocer aquella conceptualización y ampararla. 61El “dominio imaginario” entrega al individuo el <strong>de</strong>recho a exigirla auto-representación <strong>de</strong> su ser sexuado con el fin <strong>de</strong> convertirseen una fuente reconocida <strong>de</strong> valores morales y jurídicos. 62Encarnando, así, el significado <strong>de</strong> la diferencia sexual <strong>de</strong> formaconsistente con la libertad. 63 No obstante, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un contextoliberal, la ansiedad por la libertad se soluciona mediante la individuación,la liberación <strong>de</strong> las relaciones para convertirnos ennuestras propias personas. 64 Esta inalcanzable y ficticia visiónteórica <strong>de</strong> la realidad funciona más como fuente <strong>de</strong> frustraciónque como un incentivo, ya que el individuo no pue<strong>de</strong> separarse<strong>de</strong> la historia y la cultura que le hacen ser quien es. Consi<strong>de</strong>rar60 Ibíd., p. 8.61 Ibíd., p. 23.62 Ibíd.63 Ibíd., p. 19.64 Ibíd., ob. cit., p. 63.67


nuestras relaciones en lugar <strong>de</strong> excluirlas, y transformar aquellasque fomentan la opresión para que promuevan la autonomíaes una respuesta más coherente.Mujeres lesbianas, instituciones públicas y <strong>de</strong>rechosEl estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho exige a las instituciones básicas que evalúena todos los habitantes como “personas libres e iguales” cuyos <strong>de</strong>rechosno pue<strong>de</strong>n ser “fácilmente anulados en el nombre <strong>de</strong> unbien superior”. Así también, nuestras diferencias sexuales sonvalorativamente equivalentes entre sí. 65 Éstas enriquecen la vidasocial y cultural <strong>de</strong> la sociedad haciendo necesaria su visibilidady celebración. En Chile, mediante fallos judiciales más bien marcadospor creencias basadas en el fundamentalismo religioso <strong>de</strong>la iglesia católica, los tribunales <strong>de</strong> justicia no necesariamente leexigen <strong>de</strong> jure a las mujeres lesbianas que vivan su sexualidad ensecreto—a través <strong>de</strong> fallos que evi<strong>de</strong>ntemente <strong>de</strong>struyen los conceptos<strong>de</strong> familia que ellas han creado para ellas mismas—sinoque se lo están exigiendo <strong>de</strong> facto. 66La <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> hoy, <strong>de</strong> acuerdo a la <strong>de</strong>finición y práctica<strong>de</strong> los actuales gobiernos occi<strong>de</strong>ntales, no pue<strong>de</strong> por sí misma65 Ibíd., ob. cit., p. 11.66 Por ejemplo en Chile, la <strong>Corte</strong> Suprema le quitó la tuición <strong>de</strong> sus hijas a una jueza <strong>de</strong> laRepública por vivir su sexualidad abiertamente. Si bien la <strong>Corte</strong> no le exigió a la jueza queescondiera su sexualidad, las terribles consecuencias <strong>de</strong> la visibilización fueron, este caso, lapérdida <strong>de</strong> sus hijas. En las propias palabras <strong>de</strong> la <strong>Corte</strong> Suprema: “ (...) no es posible <strong>de</strong>sconocerque la madre <strong>de</strong> las menores <strong>de</strong> autos, al tomar la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> explicitar su condiciónhomosexual, como pue<strong>de</strong> hacerlo libremente toda persona en el ámbito <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos personalísimosen el género sexual, sin merecer por ello reprobación o reproche jurídico alguno,ha antepuesto sus propios intereses, postergando los <strong>de</strong> sus hijas, especialmente al iniciaruna convivencia con su pareja homosexual en el mismo hogar en que lleva a efecto la crianzay cuidado <strong>de</strong> sus hijas separadamente <strong>de</strong>l padre <strong>de</strong> éstas (...) Que, aparte <strong>de</strong> los efectos queesa convivencia pue<strong>de</strong> causar en el bienestar y <strong>de</strong>sarrollo psíquico y emocional <strong>de</strong> las hijas,atendida sus eda<strong>de</strong>s, la eventual confusión <strong>de</strong> roles sexuales que pue<strong>de</strong> producírseles porla carencia en el hogar <strong>de</strong> un padre <strong>de</strong> sexo masculino y su reemplazo por otra persona <strong>de</strong>lgénero femenino, configura una situación <strong>de</strong> riesgo para el <strong>de</strong>sarrollo integral <strong>de</strong> las menoresrespecto <strong>de</strong> la cual <strong>de</strong>ben ser protegidas (…)” Para un completa lectura <strong>de</strong> la sentencia véase:CORTE SUPREMA. CHILE. Sentencia <strong>de</strong> 31 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2004. Recurso <strong>de</strong> Queja. [En línea][Consulta: 3 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2010].68


proteger, promover y fomentar la autonomía. En este sentido,Ne<strong>de</strong>lsky opina que “las mayorías <strong>de</strong>mocráticas pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>cidirtrabar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los individuos y <strong>de</strong> las minorías.” 67 La participaciónciudadana no se agota con la posibilidad <strong>de</strong> elegir anuestros representantes, o hacer presentaciones ante un tribunal,sino que es necesario también implementar “mecanismospara fomentar y facilitar el planteamiento <strong>de</strong> preguntas respecto<strong>de</strong> la compatibilidad institucional con la autonomía.” 68 Dichosmecanismos tendrán como objetivo analizar e instruir a las institucionesrespecto <strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> la autonomía, guiar lasprácticas públicas y privadas para que promuevan y protejan laautonomía y para que provean los recursos necesarios que permitanal cuerpo judicial tener la capacidad <strong>de</strong> remediar las violacionescometidas en su contra, con el objeto <strong>de</strong> que “los ciudadanos/miembrospuedan responsabilizar a sus instituciones<strong>de</strong>mocráticas.” 69Es responsabilidad <strong>de</strong>l Estado crear y guiar las institucionespúblicas con el objeto <strong>de</strong> proteger este valor jurídico. Ahorabien, dicha protección no busca imitar la ya bien conocidaresponsabilidad negativa <strong>de</strong> “<strong>de</strong>jar ser”, sino que incluye laobligación positiva y afirmativa <strong>de</strong> ofrecer un espacio moral y legal—el “dominio imaginario”— que nos permita encontrar “nuestrapropia ley” y así visibilizarnos, auto<strong>de</strong>finirnos, auto-valorarnos yconstituirnos en fuente <strong>de</strong> significado jurídico, político y social. El“dominio imaginario” no es una esfera <strong>de</strong> aislamiento solitario. Porel contrario, es <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> las relaciones y <strong>de</strong> las institucionesno sólo en los medios <strong>de</strong> protección, sino que también en laentrega <strong>de</strong> contenido. Dar contenido a la búsqueda <strong>de</strong> “nuestrapropia ley” requiere una obligación activa <strong>de</strong>l Estado que faciliteel cuestionamiento social y político <strong>de</strong> las instituciones públicaspon<strong>de</strong>rando todos los procedimientos <strong>de</strong> adopción <strong>de</strong> políticaspúblicas con los contornos <strong>de</strong> la autonomía.67 NEDESLKY, Jeniffer. Law, Autonomy, and the Relational Self. Op. cit., capítulo 3.68 Ibíd.69 Ibíd.69


Las instituciones <strong>de</strong>bieran preocuparse <strong>de</strong> las experienciassubjetivas que ellas provocan en las vidas que influencian. Todaslas personas afectadas por una política o por un proceso <strong>de</strong>toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión pue<strong>de</strong> ser un participante activo en lugar <strong>de</strong>un simple <strong>de</strong>stinatario pasivo <strong>de</strong> aquellas <strong>de</strong>cisiones. 70 Las instituciones<strong>de</strong>ben estar conscientes <strong>de</strong> cómo aquellos que interactúany <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> estas <strong>de</strong>cisiones experimentan <strong>de</strong> formaemocional, intelectual y social esas interacciones. Por ejemplo,¿cómo interactúan las mujeres lesbianas con el sistema <strong>de</strong> saludy como perciben aquella interacción? Dicha interacción, ¿lespermite fomentar su autonomía? El hecho <strong>de</strong> que existan normativasque exigen restricciones excesivas, requisitos arbitrariosy sin otro fundamento que la imposición <strong>de</strong> una moralidad<strong>de</strong>terminada ¿se transforman en barreras que interfieren <strong>de</strong>sproporcionadamenteen la creación <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> familias que ellasquieren construir? ¿Cómo logramos que las mujeres lesbianasformen parte <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> políticas públicas quelas afectarán directamente?Las instituciones requieren reconocer la diversidad, estarabiertas a las diferencias y el entendimiento <strong>de</strong> otros. Los tribunales<strong>de</strong> justicia al consi<strong>de</strong>rar sus <strong>de</strong>cisiones, <strong>de</strong>ben tener cuidado<strong>de</strong> promover y amparar relaciones que respeten y fomentenla autonomía, invitando a aquellos que van a ser influenciadospor esas <strong>de</strong>cisiones a involucrarse en el proceso interpretativo ycreativo <strong>de</strong> las normas jurídicas. Si las mujeres lesbianas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n<strong>de</strong>l Estado y particularmente <strong>de</strong>l marco normativo <strong>de</strong> un sistema<strong>de</strong> salud particular para po<strong>de</strong>r engendrar hijos y construiruna familia <strong>de</strong> acuerdo con su propia ley, entonces esta instituciónpública <strong>de</strong>be mantener una flexibilidad que tome en consi<strong>de</strong>raciónlas circunstancias particulares <strong>de</strong> las mujeres y parejaslesbianas, y su habilidad <strong>de</strong> construir relaciones que les permitantener hijos. La copulación heterosexual no pue<strong>de</strong> constituir70 Ibíd.70


el elemento <strong>de</strong>finitorio que separe a aquellos que pue<strong>de</strong>n o noengendrar, o que separe a los buenos <strong>de</strong> los malos padres.La autonomía <strong>de</strong>be “servir como un estándar que mi<strong>de</strong> los resultados<strong>de</strong>mocráticos.” 71 Como ya mencionamos, la protecciónconstitucional <strong>de</strong> la autonomía no es solamente un esfuerzo <strong>de</strong>protección <strong>de</strong>l individuo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una esfera en la cual el Estadono pue<strong>de</strong> inmiscuirse, sino que pue<strong>de</strong> ser comprendida comola estructuración <strong>de</strong> relaciones entre el colectivo y el individuoque la fomente y proteja. El mecanismo <strong>de</strong> responsabilizar a ungobierno a valores dinámicos básicos que han sido establecidospor todos los miembros <strong>de</strong> la nación, es posible a través <strong>de</strong>l diálogo.En su mayor parte, ese diálogo se lleva a cabo mediante larevisión judicial que permite medir la <strong>de</strong>mocracia con sus valoresfundamentales. 72 Una nueva concepción <strong>de</strong> autonomía <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> un enfoque relacional mol<strong>de</strong>a las instituciones <strong>de</strong> maneraque se estructuren <strong>de</strong> forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r, escuchar y <strong>de</strong>cidir <strong>de</strong>acuerdo a los cambios sociales bajo el respeto y la promoción <strong>de</strong>las relaciones humanas mo<strong>de</strong>rnas. Esto es, <strong>de</strong> acuerdo a los valoresfundamentales, instituciones y políticas públicas creados ymol<strong>de</strong>ados por las mismas personas a quienes sirven.Nuestras cartas fundamentales son instrumentos útiles parareconocer que los sujetos sociales tienen <strong>de</strong>recho a ser protegidosy promovidos, tienen <strong>de</strong>recho a ser visibles y a ser fuente<strong>de</strong> representación en sí mismos. La concepción relacional sirvepara reforzar la autonomía <strong>de</strong> las mujeres lesbianas <strong>de</strong> forma tal<strong>de</strong> adquirir plena ciudadanía y <strong>de</strong> reconstruir la igualdad comola capacidad <strong>de</strong> alcanzar el mayor bienestar <strong>de</strong>l sujeto humano<strong>de</strong> acuerdo a su propio contexto y relaciones.Los <strong>de</strong>rechos constitucionales <strong>de</strong>ben servir a múltiples propósitos.No tienen como único fin estructurar relaciones <strong>de</strong>igualdad entre los ciudadanos y equiparar el <strong>de</strong>sequilibrio <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r entre el ciudadano y el Estado, sino que también <strong>de</strong>ben71 Ibíd., capítulo 6.72 Ibíd.71


preocuparse <strong>de</strong> las relaciones que se forman entre ellos. 73 Unenfoque relacional <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l análisis judicial sitúa el contextocomo un ingrediente clave, revelando las discrepancias entre losvalores sociales subyacentes. 74 Consi<strong>de</strong>ra cuáles son los valoresa los que <strong>de</strong>ben dárseles prominencia y qué tipo <strong>de</strong> relacionesestán estructurando las normas jurídicas entre la ciudadana lesbianay el colectivo.Los <strong>de</strong>rechos constitucionales son instrumentos que permitenal ciudadano reclamar ante la ley y las instituciones: liberta<strong>de</strong> igualdad. El análisis liberal kantiano <strong>de</strong> éstos admite que el individuose constituya en fuente <strong>de</strong> sus propias evaluaciones y enla <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las diferencias sexuales, 75 al mismo tiempo quelo protege <strong>de</strong> las intrusiones impropias y arbitrarias <strong>de</strong>l Estado.No es consistente con una sociedad <strong>de</strong>mocrática que dichos <strong>de</strong>rechossean <strong>de</strong>rogados en nombre <strong>de</strong> un “bien superior,” <strong>de</strong>benser utilizados <strong>de</strong> forma en que se priorice la libertad <strong>de</strong> todos ypropenda hacia una evaluación igualitaria <strong>de</strong> nuestras diferenciassexuales. 76 Sin embargo, el reconocimiento y la protección<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a representar nuestro ser sexuado no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sligarse<strong>de</strong> aquel espacio don<strong>de</strong> nuestras relaciones tanto sexualescomo filiales son nutridas. 77 Una verda<strong>de</strong>ra representación <strong>de</strong>lser, por tanto, se construye e informa tanto por aquel ámbitoíntimo y solitario <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>seos, convicciones, instintos,pensamientos, conocimiento, y todo aquello que forma parte <strong>de</strong>nuestro complejo mundo interior, como <strong>de</strong> aquellas relacionesque no solamente influencian aquel mundo interior, sino quetambién le dan contenido.La interpretación y aplicación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos constitucionales<strong>de</strong>be guardar coherencia con un significado controvertido y73 Ibíd.74 Ibíd.75 CORNELL, Drucilla. At the Heart of Freedom. Op. cit., p. 11.76 Ibíd.77 Ibíd., p. 62.72


cambiante. Dentro <strong>de</strong> este marco po<strong>de</strong>mos visualizar los <strong>de</strong>rechoscomo una <strong>de</strong>cisión colectiva en la implementación <strong>de</strong> ciertosvalores fundamentales que construyen las relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r,responsabilidad, confianza y obligaciones. 78 No po<strong>de</strong>mos eludirel hecho <strong>de</strong> que las diferentes culturas y sistemas políticos puedaninterpretar, conceptualizar y aplicar los valores <strong>de</strong> diferentemanera, dando prioridad a uno por sobre otros. 79 En suma, esimportante concentrarnos en el tipo <strong>de</strong> relaciones que queremospromover, los valores que están en juego y cómo las institucionespue<strong>de</strong>n contribuir a esa promoción. 80En cuanto a la igualdad y la no-discriminación es fundamentalconocer qué tipo <strong>de</strong> igualdad estamos promoviendo. Laigualdad formal se centra en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> equivalencia; ve a todaslas personas y juzga a todas las personas como lo mismo y cuandose utiliza un sujeto/mo<strong>de</strong>lo en comparación, la mayor <strong>de</strong> lasveces tiene como resultado la aplicación <strong>de</strong> estándares, cualida<strong>de</strong>s,capacida<strong>de</strong>s y ventajas <strong>de</strong>l sujeto/mo<strong>de</strong>lo. La igualdad sustancial,en contraste, no se fundamenta en la comparación <strong>de</strong>dos sujetos, pue<strong>de</strong> perfectamente consistir en la comparaciónentre la situación <strong>de</strong> un sujeto y el alcance <strong>de</strong> la mejor calidad <strong>de</strong>vida y bienestar <strong>de</strong>l mismo sujeto en consi<strong>de</strong>ración a sus propiascircunstancias contextuales.El análisis que los tribunales <strong>de</strong> justicia realizan respecto <strong>de</strong>leyes que han sido <strong>de</strong>safiadas como inconstitucionales, en basea una igualdad formal, muchas veces promueven <strong>de</strong>sigualdad.Este análisis sólo se preocupa en <strong>de</strong>scubrir si el lenguaje utilizadopor la norma en particular es neutral y no favorece, privilegiao alu<strong>de</strong> a algún grupo en particular con la exclusión <strong>de</strong>otro. Cumpliendo este requisito, la normativa se consi<strong>de</strong>ra igualitariaaunque las consecuencias <strong>de</strong> su aplicación sean discriminatorias.En este sentido es necesario introducir un análisis que78 NEDESLKY, Jeniffer. Law, Autonomy, and the Relational Self. Op. cit., capítulo 6.79 Ibíd.80 Ibíd.73


consi<strong>de</strong>re la igualdad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un análisis sustancial. Este esfuerzoadicional, exigible a nuestros jueces, consiste en tomar en consi<strong>de</strong>racióntodos los elementos relevantes y no únicamente losformales; implica el reconocimiento y la articulación <strong>de</strong> valoresdinámicos, a través <strong>de</strong> un diálogo constante y siempre crecienteentre los afectados por las normas y las instituciones que tienenla responsabilidad <strong>de</strong> aplicarlas. Un enfoque en el tipo <strong>de</strong> relacionesque las normas jurídicas promueven, cambia el enfoque<strong>de</strong> los tribunales hacia el contexto, el diálogo, la participación yla visibilidad <strong>de</strong> todos los miembros <strong>de</strong>l Estado/nación.ConclusiónAl inicio <strong>de</strong> este artículo nos propusimos analizar la forma enque la concepción liberal <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y ciudadanía no permite ala mujer lesbiana una total pertenencia social y política. Propusimosla necesidad <strong>de</strong> dar un nuevo contenido a ciertos conceptosesenciales para impulsar una transformación institucional,social y política que promueva el fin <strong>de</strong> la heteronormatividady <strong>de</strong>l heterosexismo institucionalizado y así, abrir el espacionecesario para que la mujer lesbiana, como sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos,también se constituya en fuente valórica. Dijimos que dichatransformación era posible a través <strong>de</strong> un enfoque relacional. Es<strong>de</strong>cir, mediante el estudio <strong>de</strong> nuestras relaciones relevantes conel fin <strong>de</strong> distinguir aquellas <strong>de</strong> carácter opresivas <strong>de</strong> aquellas queprotegen y fomentan la autonomía.Decidimos volver a concebir la noción <strong>de</strong> autonomía <strong>de</strong> formatal <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar atrás su clásica noción individualista para conceptualizarlacomo la habilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir “nuestra propialey”. Dicho <strong>de</strong>scubrimiento es posible <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un espacio moraly legal <strong>de</strong> libertad —el dominio imaginario— amparado porel Estado. Dicho <strong>de</strong>scubrimiento no es una tarea solitaria sinoque se nutre <strong>de</strong> nuestras relaciones y <strong>de</strong>be incluir la capacidad<strong>de</strong> <strong>de</strong>sechar o transformar aquellas relaciones que no fomentanla autonomía.74


Consi<strong>de</strong>ramos como un elemento central <strong>de</strong> esta transformaciónel responsabilizar a las instituciones y a los creadores <strong>de</strong> laspolíticas públicas respecto <strong>de</strong> la obtención <strong>de</strong> resultados <strong>de</strong>mocráticos.Indicamos que el mecanismo para la reestructuración<strong>de</strong> las relaciones entre el Estado y la mujer lesbiana, y aquellasentre el colectivo y la mujer lesbiana es el diálogo. Un diálogo dinámico,constante, enriquecido, honesto y valiente que se atrevaa <strong>de</strong>safiar las estructuras tradicionales <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y las premisassociales con el fin <strong>de</strong> que los valores, las instituciones o las políticaspúblicas sean creados y mol<strong>de</strong>ados por las personas que seven afectados por estas políticas. De esta forma, lograremos quela mujer lesbiana se constituya en fuente <strong>de</strong> valoración y autorepresentacióninfluenciando y contribuyendo a la creación <strong>de</strong>un sistema político y social inclusivo <strong>de</strong> la diversidad.75


El <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> la Ciudadanía y la subjetividadlésbica: avances y tensionesGabriela Robledo AchávalAbogada feminista. Resi<strong>de</strong> en Argentina. Maestría en Antropología Social encurso, Universidad Nacional <strong>de</strong> Córdoba (UNC), Argentina. Investigadora <strong>de</strong>lPrograma Interdisciplinario Mujer y Género (PIEMG), Facultad <strong>de</strong> Filosofía yHumanida<strong>de</strong>s, (CIFFyH, UNC). Adscrita al Proyecto <strong>de</strong> Investigación Subjetivida<strong>de</strong>scontemporáneas: cuerpos, erotismos y performances (CIFFyH, UNC). Integrante<strong>de</strong> la Comisión editorial <strong>de</strong> la revista “Polémicas feministas” (PIEMG,CIFFyH, UNC.). Participa en el Movimiento <strong>de</strong> Mujeres <strong>de</strong> Córdoba, Argentina.ResumenLa imposición <strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> mujer sobre las lesbianas niegaa éstas la existencia jurídica, enmarcándolas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una categoríacreada por el discurso hegemónico. Se sostiene que la imposición<strong>de</strong> esta condición “invisibiliza” a las lesbianas y se traduceen su <strong>de</strong>sconocimiento como ciudadanas y en una falta <strong>de</strong>reconocimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos que les son propios. La exclusión<strong>de</strong> las sexualida<strong>de</strong>s no heterosexuales se cristaliza en diversasinstituciones que operan como productores y reproductores <strong>de</strong>una heterosexualización totalizante. El artículo plantea que trasla noción <strong>de</strong> “mujer” utilizada en las leyes y políticas públicas yhasta en la agenda feminista, subyace la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> mujer heterosexual.Se exploran a<strong>de</strong>más dos aspectos <strong>de</strong> la vida civil <strong>de</strong> laslesbianas que integran la agenda <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> los colectivos, asaber, el acceso a la salud y la maternidad.Propósito <strong>de</strong>l trabajoEl propósito <strong>de</strong> este trabajo es plantear la discusión que subyacea la lucha por los <strong>de</strong>rechos civiles <strong>de</strong> las lesbianas, su inteligibilidadpolítica y la tensión <strong>de</strong> sostener una posición crítica frenteal mismo sistema productor <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y exclusiones.76


Sin per<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vista que la misma noción <strong>de</strong> lesbiana es no esencialistay provisoria, pero estratégicamente reviste importanciapolítica, intentaré una mirada que <strong>de</strong>snaturalice las categorías“sexo “y “género”, entendiendo estas categorías comoel producto y el proceso <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> tecnologías socialesdon<strong>de</strong> la esencialización <strong>de</strong> las subjetivida<strong>de</strong>s opera como unaestrategia <strong>de</strong> control para mantener la estabilidad e impedir lasvariaciones en las i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los sujetos.La existencia lesbiana y la inteligibilidad política: laviolencia <strong>de</strong> la invisibilidadPolíticamente, para ser inteligibles, las lesbianas se incluyen<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la categoría mujeres, motivo por el que dicha categoría<strong>de</strong>be ser analizada críticamente, tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectivaepistemológica como ontológica 1 .La condición <strong>de</strong> existencia jurídica <strong>de</strong> las y los sujetos es serheterosexual. Los cuerpos y la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> “mujer” construidapor los discursos hegemónicos, asume y prescribe la heteronormatividad.Más aún, las políticas públicas se construyencomo respuesta a esta concepción <strong>de</strong> mujer, incluso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>las reivindicaciones feministas.Esta subsunción <strong>de</strong> las diferentes i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s sexuales yexpresiones <strong>de</strong> género en el binomio mujer- varón invisibilizaotras realida<strong>de</strong>s y cuando no se nombra a las personas, se<strong>de</strong>shumaniza. La constitución política subjetiva es construidaa partir <strong>de</strong> una situación <strong>de</strong> fragilidad social y <strong>de</strong> la posibilidad<strong>de</strong> resistencia frente a esta condición. La violencia ontológicaestá imbricada en el or<strong>de</strong>n normativo a partir <strong>de</strong> cierta lectura<strong>de</strong> los cuerpos y <strong>de</strong> sus relaciones sexuales y afectivas. En estaprimera <strong>de</strong>finición restrictiva <strong>de</strong> lo humano está la base misma<strong>de</strong> la exclusión.1 Muchas mujeres cuyas conductas entran <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los parámetros que <strong>de</strong>lineamos, noutilizan la palabra “lesbiana” para <strong>de</strong>finirse a sí mismas, <strong>de</strong>cisión que es respetable, pero alos fines <strong>de</strong>l presente texto, utilizaremos ese término para hacer referencia a todas aquellasmujeres que tiene relaciones erótico-afectivas con mujeres.77


Tempranamente, Wittig 2 <strong>de</strong>safía la construcción cultural mujerpara encontrar una sujeta lesbiana. Señala entonces que, la lesbiana,como condición <strong>de</strong> su existencia civil, <strong>de</strong>be “aprobar” ciertospactos <strong>de</strong> heteronormatividad que en realidad <strong>de</strong>terminan elmodo <strong>de</strong> producción y transmisión <strong>de</strong>l conocimiento que a su vez,la invisibilizan. Estos pactos son constitutivos <strong>de</strong> una sociedaddon<strong>de</strong> el binario hombre-mujer está naturalizado, permitiendolegitimar una coherencia sexual y social. Son pactos que excluyena las sexualida<strong>de</strong>s no heterosexuales, que se cristalizan en institucionescomo el matrimonio y que operan como productores yreproductores <strong>de</strong> la heterosexualización totalizante.Existe cierto consenso en <strong>de</strong>finir “presunción heterosexista”como la presunción <strong>de</strong> que todo el mundo es heterosexual, hastaque <strong>de</strong>muestre o se <strong>de</strong>muestre lo contrario. Esto contribuye areforzar la concepción <strong>de</strong> “hecho natural” <strong>de</strong> la heterosexualidady la consiguiente invisibilización y fobia hacia las sexualida<strong>de</strong>s disi<strong>de</strong>ntes<strong>de</strong> esta presunción, que opera en <strong>de</strong>finitiva como norma.Debido al mecanismo <strong>de</strong> invisibilización, la lesbiana permanececamuflada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ropaje <strong>de</strong> la presunción <strong>de</strong> heterosexualidadobligatoria.De modo que la lesbiana, aunque pueda ser conceptualizadacomo mujer, no es la mujer <strong>de</strong> los códigos civiles que se encuentraen relación a un varón, ni la mujer <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> salud y <strong>de</strong>rechosreproductivos cuyos <strong>de</strong>rechos son previstos y enmarcados<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una relación heterosexual.En tal contexto, si la primera violencia es ontológica, la existencialesbiana se <strong>de</strong>shumaniza y por en<strong>de</strong>, se ve afectada lasubjetividad cotidiana. A partir <strong>de</strong> una lectura totalizante <strong>de</strong> loscuerpos, se subsumen los modos <strong>de</strong> subjetividad e intereses <strong>de</strong>las lesbianas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la categoría hegemónica mujeres y se lasconsi<strong>de</strong>ra incluida <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus términos, lo que vuelve irrealsu existencia.2 WITTIG, Monique. La Mente Hetero. [En línea] http://www.zapatosrojos.com.ar/pdg/Ensayo/Ensayo%20-%20Monique%20Wittig.htm78


El menoscabo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos civiles, económicos y culturalesque se infringe a las lesbianas, no suscita mayores reclamos<strong>de</strong> reparación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento que por <strong>de</strong>finición se trata <strong>de</strong>sujetos inexistentes y por tanto, sin <strong>de</strong>rechos. Quien no existeno tiene <strong>de</strong>rechos.Existen cientos <strong>de</strong> mecanismos cotidianos que producen yreproducen una y otra vez esta negación <strong>de</strong> la existencia más allá<strong>de</strong> la <strong>de</strong>sprotección jurídica positiva. Las lesbianas por ejemplo,no aparecen en los medios <strong>de</strong> comunicación más que con el fin<strong>de</strong> añadir morbosidad a las noticias. Por ejemplo, un periodistaal relatar el caso <strong>de</strong> una lesbiana que se inseminó artificialmentey cría a su hijo con su pareja dijo “esto es muy complicado, unamaraña <strong>de</strong> lesbianas” 3 . Si no aparecen lesbianas en los textos escolares,si no hay figuras públicas que abiertamente se manifiestencomo lesbianas, si no existen en la currícula universitaria nien los protocolos <strong>de</strong> salud investigaciones sobre la salud <strong>de</strong> laslesbianas, es sencillo compren<strong>de</strong>r como cualquier expresión <strong>de</strong>protección a la “familia” o a la “mujer” se basa en la presuncióntácita <strong>de</strong> ir dirigida a mujeres heterosexuales.Si no hay un sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, no hay <strong>de</strong>rechos. Pero el problemaparece no agotarse en la inexistencia <strong>de</strong> un discurso queincluya a las personas con una orientación sexual y expresión<strong>de</strong> género no hegemónicas. Existe una frontera i<strong>de</strong>ológica parala inteligibilidad humana, una línea que <strong>de</strong>marca cómo son y<strong>de</strong>ben ser los humanos y humanas. Me pregunto en este sentido,¿cuáles cuerpos y cuales vidas existen? ¿Cómo promover laconstrucción <strong>de</strong> las sujetas excluidas <strong>de</strong> los pactos heteronormativos?3 Periodista Gustavo Tobi en el noticiero <strong>de</strong>l canal 12 <strong>de</strong> Córdoba en 2009.79


Ciudadanía y aspectos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>batePara este breve análisis llamaré ciudadanía a la conformación <strong>de</strong>sujetos con la posibilidad <strong>de</strong> ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos que el Estadoreconoce y garantiza.El Estado liberal y su discurso jurídico y médico, positiviza enocci<strong>de</strong>nte en el siglo XIX las <strong>de</strong>sventajas cívicas <strong>de</strong> las mujeres,refiriéndose a minusvalías que naturalizaron las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<strong>de</strong> género. Me refiero a la condición jurídica <strong>de</strong> “menor” <strong>de</strong> lamujer. En ese marco surgen las restricciones a la ciudadanía civil<strong>de</strong> las mujeres, como lo fue en Argentina la prohibición <strong>de</strong> votarhasta mediados <strong>de</strong>l siglo pasado, la imposición <strong>de</strong> seguir eldomicilio <strong>de</strong>l marido como si fuera el suyo, o hasta hace menos<strong>de</strong> diez años, el concepto <strong>de</strong> infi<strong>de</strong>lidad diferenciado, según el<strong>de</strong>lito fuera cometido por un hombre o por una mujer.En un segundo momento, y a partir sobre todo <strong>de</strong> la rúbrica<strong>de</strong> tratados internacionales, el Estado empieza a consi<strong>de</strong>rar -almenos formalmente- a las mujeres como sujetos abstractos con<strong>de</strong>rechos universales en toda la región. Si bien esto ha significadoun gran avance para la ciudadanía <strong>de</strong> las mujeres, <strong>de</strong> ningunamanera resuelve los obstáculos concretos que presuponenla <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> género y la hegemonía <strong>de</strong> género. Hoy existela patria potestad compartida, el <strong>de</strong>recho a voto <strong>de</strong> las mujeres,la administración conjunta <strong>de</strong> los bienes matrimoniales, yel <strong>de</strong>recho recíproco <strong>de</strong> herencia. Pero aún con esas leyes y susconsecuencias materiales y simbólicas en la sociedad, ¿gozanlas mujeres <strong>de</strong> ciudadanía plena en paridad con los hombres?¿Qué suce<strong>de</strong> con las transgénero o las lesbianas? Ha operado uncambio social que incorpora a la mujer como actora social, pero<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un Estado que i<strong>de</strong>ológicamente mantiene premisas <strong>de</strong>hegemonía <strong>de</strong> género y <strong>de</strong> heterosexualidad obligatoria.Aquí me <strong>de</strong>tengo y vuelvo a las otras mujeres. El tipo <strong>de</strong> leyesmencionadas favorecen los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres con unsentido universalista, pero invisibiliza a esas otras mujeres, aquienes en realidad no aseguran ni intentan asegurar ninguno<strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos. Me refiero a aquellas que por sus relacionesinterpersonales no están ligadas a un hombre, un esposo, con el80


que puedan medirse para llegar al ansiado fifty- fifty en términos<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> familia y civiles. Aquellas leyes beneficiosaspara las mujeres, ¿benefician a las lesbianas?La lucha por los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres, y los análisis <strong>de</strong>género en los términos que se ha venido trabajando, no pue<strong>de</strong>asegurar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las lesbianas porque a la base <strong>de</strong> estasluchas y análisis, las mujeres como categoría, correspon<strong>de</strong> a unsignificante vacío, en el sentido <strong>de</strong> Laclau, que se ha completado<strong>de</strong> acuerdo a la naturalización <strong>de</strong>l binario hombre- mujer. Don<strong>de</strong>dice mujeres en las leyes, en las políticas públicas, y hasta engran medida, en las reivindicaciones feministas, <strong>de</strong>be leerse:mujeres heterosexuales.El género es una manera <strong>de</strong> dividir el po<strong>de</strong>r, una línea quetraza el espacio <strong>de</strong> varones en lo público y <strong>de</strong> mujeres en lo privado.Esta división <strong>de</strong>marca cómo <strong>de</strong>be ser entendido lo humano.Siendo el género performativo, la construcción y apropiación <strong>de</strong>lo femenino en clave patriarcal asegura la vigencia <strong>de</strong> la institución<strong>de</strong> la heterosexualidad obligatoria, que otorga estabilidad ycoherencia a la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l sujeto “mujer” no sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unaperspectiva social o jurídica, sino justamente como sujeta.La ciudadanía implica la existencia <strong>de</strong> normas <strong>de</strong> reconocimiento<strong>de</strong> lo humano don<strong>de</strong> las lesbianas puedan encuadrarsecomo ciudadanas reconocibles. Las normas <strong>de</strong> reconocimientoson esenciales para la constitución <strong>de</strong> lo humano, siempre quesea recíproco. Pedir reconocimiento u ofrecerlo no significa pedirque se reconozca lo que uno ya es. Pedir reconocimiento uofrecerlo significa instar un futuro en correlación y reciprocidadreal con los otros. En el pedido <strong>de</strong> reconocimiento, en la <strong>de</strong>manda,nos volvemos algo nuevo porque nos constituimos comosujetos y sujetas a causa <strong>de</strong> un <strong>de</strong>seo y una necesidad <strong>de</strong>l otroque tiene lugar en el lenguaje, sin el que, como recuerda JudithButler 4 , no podríamos existir.Este reconocimiento recíproco constituye una validación <strong>de</strong>la propia existencia.4 BUTLER, Judith. Vida Precaria. Buenos Aires, Paidós, 2005.81


La i<strong>de</strong>ntidad lesbiana, como dijimos provisoria, <strong>de</strong>sborda lacategoría tradicional <strong>de</strong> género, la exce<strong>de</strong>, la sobrepasa. Este excesose explica porque la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> género <strong>de</strong>scansa dialécticamenteen el binomio varón-mujer. La mujer encerrada en el binomio noes la lesbiana, por más esfuerzos <strong>de</strong> analogía que intentemos. Laslesbianas, sujetas a un doble proceso <strong>de</strong> invisibilización en razón<strong>de</strong> su género y <strong>de</strong> su sexualidad, son triplemente lo otro, en el sentido<strong>de</strong> Simone <strong>de</strong> Beauvoir; lo Otro para otras mujeres, para losvarones, y a causa <strong>de</strong> esto muchas veces, para ellas mismas.El género, como locus, se <strong>de</strong>bilita como categoría para explicary promover los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres que no tienen comocontrapunto <strong>de</strong> su existencia a un varón. De esto da cuenta eldoloroso y persistente enfrentamiento <strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong> los movimientos<strong>de</strong> mujeres y feministas con los colectivos <strong>de</strong> lesbianas.Más allá <strong>de</strong> que estas últimas, piensen, trabajen y <strong>de</strong>fiendancada una <strong>de</strong> las consignas propuestas, la pregunta es por quémuchas veces son invisibilizadas por sus propias compañeras.¿Cómo es que frente a las reivindicaciones <strong>de</strong> las lesbianas seprioricen sistemáticamente otras <strong>de</strong>mandas en la agenda feminista?Si bien <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las agendas con “conciencia <strong>de</strong> género”el <strong>de</strong>recho al acceso a la salud y los <strong>de</strong>rechos sexuales aparecencomo priorida<strong>de</strong>s, no hay distinción entre las reivindicaciones<strong>de</strong> las mujeres heterosexuales y <strong>de</strong> las lesbianas, teniendo encuenta que el significado e implicancias <strong>de</strong> la salud, no es totalmenteasimilable en uno u otro caso. El <strong>de</strong>recho al aborto,por ejemplo es ciertamente una cuenta pendiente para todas lasmujeres. In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> que una lesbiana pueda tenersexo con un hombre o ser violada, causa mayor preocupaciónpara quienes por su práctica heterosexual y por su situación <strong>de</strong>género, traducida en ocasiones en violencia sexual y coacción,ven resentida su autonomía sexual, sin embargo las lesbianasfeministas no dudan en apoyar la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> este <strong>de</strong>rechofundamental.Por otro lado, el “<strong>de</strong>recho a la maternidad” invocado por muchaslesbianas para acce<strong>de</strong>r legal y gratuitamente a las técnicas<strong>de</strong> fertilización asistida por medio <strong>de</strong> bancos <strong>de</strong> espermas <strong>de</strong>82


donantes anónimos; no ha recibido el mismo apoyo. ¿No sonambas <strong>de</strong>mandas -fertilización asistida y legalización <strong>de</strong>l aborto-acciones <strong>de</strong> disposición <strong>de</strong>l propio cuerpo, consecuencia <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>terminación y libertad sexual que el Estado<strong>de</strong>bería tutelar y facilitar? ¿Qué sujeto se tiene en mente cuandose habla en nombre <strong>de</strong> las mujeres? ¿Cómo po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>reste silencio? Como vemos, queda pendiente un intenso trabajosobre la representación <strong>de</strong>l sujeto <strong>de</strong> la política feminista y sobrela heteronormatividad que dirige las políticas que alienta. Elhecho <strong>de</strong> que quienes no tienen una sexualidad o expresión <strong>de</strong>género hegemónica se convierta sistemáticamente en una discusiónsecundaria o en “temas específicos” a tener en cuenta enuna agenda remota, es una señal <strong>de</strong> alerta que suena cada vezcon más fuerza.Otro ejemplo <strong>de</strong>l acceso a la salud es la consulta ginecológica.Suce<strong>de</strong> que la medicina opera como brazo “normalizador” y“patologizador”. Así, una investigación realizada en Latinoaméricaconcluye que (a las lesbianas) “les <strong>de</strong>sconcierta e inhibe que sehaga marcado hincapié en el tema <strong>de</strong> la anticoncepción, que se dépor sentada su heterosexualidad y que cuando explican que mantienenrelaciones sexuales con mujeres se las consi<strong>de</strong>re inactivaso se ignore a sus parejas” 5 . El informe realizado por una organizaciónargentina 6 concluye que: Ante la respuesta <strong>de</strong> que “no noscuidamos” con métodos anticonceptivos, como se da por sobreentendido-,hay gesticulaciones o expresiones, falta <strong>de</strong> información<strong>de</strong> los/as profesionales sobre las formas <strong>de</strong> protección para evitarla transmisión <strong>de</strong> infecciones <strong>de</strong> transmisión sexual (ITS) en las relacioneslésbicas que <strong>de</strong>muestran adjudicarnos cierta irresponsabilidadpor no cuidarnos.” Esta falta <strong>de</strong> reconocimiento en el ámbito<strong>de</strong> la salud, y más precisamente el <strong>de</strong> la consulta ginecológica5 Se ha utilizado como referencia el informe: EIVEN. Laura, SARDÁ, Alejandra y VILLAL-BA, Verónica. Lesbianas, salud y <strong>de</strong>rechos humanos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva latinoamericana.Un aporte para la discusión y la reflexión. 9° Encuentro Internacional Mujer y Salud(Toronto, Canadá).6 ESPACIO DE ARTICULACIÓN LÉSBICA. Cambiemos las preguntas, Campaña Nacional poruna atención digna <strong>de</strong> las lesbianas en los sistemas <strong>de</strong> salud, realizada en 2006 en Argentina.83


niegan tácitamente las experiencias y existencia <strong>de</strong> las lesbianas,aún cuando se las tenga frente a frente y <strong>de</strong>snudas.Para modificar las bases <strong>de</strong> la exclusión, resulta imprescindiblepreguntarse sobre la existencia concreta <strong>de</strong> las personas, enel interjuego <strong>de</strong> las subjetivida<strong>de</strong>s no sólo sexuales sino <strong>de</strong> clase,etnia y otras, como un ejercicio previo al reconocimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos.Quien virtualmente no existe no tiene <strong>de</strong>rechos ni pue<strong>de</strong>formar parte <strong>de</strong> ningún pacto civil.Sin embargo, hoy se piensa con más profundidad en la eliminación<strong>de</strong> fronteras excluyentes, en un proceso que siempre implicaautorreflexividad, en la manera en que, diversas organizaciones,como el Movimiento <strong>de</strong> Mujeres <strong>de</strong> Córdoba, se ha preguntadopor quiénes son las mujeres que se supone representa y ha podidoescuchar qué dicen ellas <strong>de</strong> sí mismas, creando una comisión <strong>de</strong>“Diversidad sexual” que canaliza estas voces.4. Nuevos avances y tensionesMatrimonio igualitarioEl 15 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2010 se aprobó en Argentina la ley <strong>de</strong>l matrimonioigualitario. El 22 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2010 se promulgó la ley26.618 y se reglamentó el <strong>de</strong>creto 1054/2010 poniendo fin a años<strong>de</strong> disputa por el reconocimiento a las uniones entre personas<strong>de</strong>l mismo sexo.Aunque existen cientos <strong>de</strong> mecanismos cotidianos que produceny reproducen una y otra vez esta negación <strong>de</strong> la existenciamás allá <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sprotección jurídica positiva, la ley <strong>de</strong> equiparación<strong>de</strong> matrimonio civil entraña una nueva dimensión <strong>de</strong>percepción simbólica <strong>de</strong> las lesbianas y <strong>de</strong> los homosexuales. Laequiparación legal como sujetos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos civiles que reconoceel matrimonio entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo, es sin duda,una ley para celebrar. En su génesis está buena parte <strong>de</strong> la historia<strong>de</strong>l movimiento GLTTBI <strong>de</strong> Argentina y sus luchas tenacespor la igualdad <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos civiles.84


De cualquier manera, la igualdad <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos civiles es unacondición necesaria aunque no suficiente para impulsar la construcción<strong>de</strong> una <strong>de</strong>mocracia radical. Nada garantiza que el acceso<strong>de</strong> lesbianas y gays al “matrimonio igualitario” (en Argentinao en otro países) implique mayor producción y profundidad <strong>de</strong>lpensamiento crítico. La aspiración a una <strong>de</strong>mocracia radicalexige problematizar el heterosexismo como discurso normativoque construye y regula los cuerpos, lo que Butler <strong>de</strong>nomina lamatriz discursiva <strong>de</strong> la sexualidad obligatoria (Butler: 2002).Proyecto <strong>de</strong> Ley <strong>de</strong> técnicas <strong>de</strong> reproducción humanaasistida (TRHA)A nivel nacional Argentina cuenta con la Ley <strong>de</strong> Salud ReproductivaNº 25.673 que, <strong>de</strong>clarativamente en su art.2 inc. f “garantizaa toda la población el acceso a la información, orientación yprestación <strong>de</strong> servicios, y promueve entre sus objetivos: alcanzarpara la población el nivel más alto <strong>de</strong> salud sexual y procreaciónresponsable con el fin <strong>de</strong> que pueda adoptar <strong>de</strong>cisiones libres<strong>de</strong> discriminación, coacciones o violencia”. No obstante, a laslesbianas que <strong>de</strong>sean tener hijos, pareciera que no se las cuentacomo población a la que se <strong>de</strong>be garantizar este <strong>de</strong>recho, másbien le son negadas las posibilida<strong>de</strong>s técnicas y jurídicas.Actualmente se <strong>de</strong>bate intensamente este tema. El 30 <strong>de</strong>noviembre <strong>de</strong> 2011 la Cámara <strong>de</strong> Diputados <strong>de</strong> Argentina votóen general el proyecto <strong>de</strong> Ley <strong>de</strong> Fertilidad Asistida aunque sindarle media sanción por no haberse votado en particular cadanormativa.El proyecto establece como requisito <strong>de</strong> acceso la presentación<strong>de</strong> un diagnóstico <strong>de</strong> infertilidad <strong>de</strong> la pareja casada paraacce<strong>de</strong>r a las técnicas <strong>de</strong> reproducción asistida, lo que lo convierteen discriminatorio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en que quedan excluidastanto las mujeres lesbianas solteras -a quienes vulnera el<strong>de</strong>recho constitucional <strong>de</strong> formar familia-, como los matrimonios<strong>de</strong> parejas <strong>de</strong> lesbianas que quisieran acce<strong>de</strong>r a las técnicas85


<strong>de</strong> reproducción humana asistida (TRHA). Esta mirada biologizante<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos a<strong>de</strong>más viola flagrantemente a la ley <strong>de</strong>Matrimonio Igualitario, cuyo artículo 42 garantiza la igualdadante la ley <strong>de</strong> todos los matrimonios. 7Es posible medir el “pulso político” en este tema aún sin leyexpresa. Es <strong>de</strong>stacable el fuerte lobby que ejerció la Iglesia Católicaen los <strong>de</strong>bates, expresando estar en contra <strong>de</strong> cualquier tipo<strong>de</strong> “técnicas <strong>de</strong> reproducción artificial”, a su juicio, por violar ladignidad <strong>de</strong>l matrimonio y el or<strong>de</strong>n establecido por Dios. Cuántourge en estos momentos la consolidación <strong>de</strong> un estado laico. Sonfrecuentes las excusas <strong>de</strong> los médicos que aludiendo a consi<strong>de</strong>raciones“éticas” se niegan a practicar inseminaciones a lesbianaso a mujeres solteras. La reticencia también está plasmada ennumerosos documentos emitidos por la doctrina nacional. Porejemplo, en las conclusiones <strong>de</strong>l VII Congreso Internacional <strong>de</strong>Derecho <strong>de</strong> Daños <strong>de</strong> 2002 8 se señala que con respecto a “la filiación<strong>de</strong> la persona concebida por inseminación artificial o fecundaciónin vitro en mujer soltera, viuda, separada <strong>de</strong> hecho,separada personalmente, divorciada o cuyo matrimonio ha sido<strong>de</strong>clarado nulo, con semen <strong>de</strong> donante: estamos en presencia <strong>de</strong>una filiación extramatrimonial. La paternidad quedará <strong>de</strong>terminadaen el caso que el donante reconozca al hijo. Creemos queen una futura regulación legal <strong>de</strong>bería prohibirse o limitarse asupuestos extremos esta posibilidad, puesto que va en contra <strong>de</strong>linterés superior <strong>de</strong>l niño/a traducido en su <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> contar conun emplazamiento filial pleno (materno y paterno), garantizador<strong>de</strong>l respeto <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad. Creemos viable el planteo por el7 Matrimonio Civil. Ley 26.618 y Decreto 1054/2010. Matrimonio Civil. ARTICULO 42.— Aplicación. Todas las referencias a la institución <strong>de</strong>l matrimonio que contiene nuestroor<strong>de</strong>namiento jurídico se enten<strong>de</strong>rán aplicables tanto al matrimonio constituido por DOS(2) personas <strong>de</strong>l mismo sexo como al constituido por DOS (2) personas <strong>de</strong> distinto sexo.Los integrantes <strong>de</strong> las familias cuyo origen sea un matrimonio constituido por DOS (2)personas <strong>de</strong>l mismo sexo, así como un matrimonio constituido por personas <strong>de</strong> distintosexo, tendrán los mismos <strong>de</strong>rechos y obligaciones.8 VII CONGRESO INTERNACIONAL DE DERECHO DE DAÑOS. Buenos Aires, 2, 3 y 4 <strong>de</strong>octubre <strong>de</strong> 2002 - Facultad <strong>de</strong> Derecho, Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires.86


hijo <strong>de</strong> un reclamo reparador frente al equipo médico, establecimientomédico y la madre por haberlo privado intencionalmente<strong>de</strong>l vínculo paterno”.De este texto se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que, en primer lugar, se priorizaun vínculo con un donante anónimo, y en segundo lugar, <strong>de</strong>jasin seguridad jurídica el vínculo familiar <strong>de</strong> la(s) madre(s) consu hijo/a argumentando un supuesto interés <strong>de</strong>l niño/a, cuandoen realidad, no hace más que <strong>de</strong>sprotegerlo. Por último, comocoerción disuasiva, la ley establece un tipo <strong>de</strong> responsabilidadcivil al equipo médico interviniente. Un donante <strong>de</strong> semen tienepara nuestra ley más <strong>de</strong>rechos que una madre. Pero esto no seríalo más acuciante, sino que <strong>de</strong> verificarse el caso en que la madrebiológica fallezca o se ausente, el niño o niña quedará <strong>de</strong>samparadoafectiva y económicamente y será arrancado <strong>de</strong> su hogarpara ser “colocado” con familiares sanguíneos o directamente enuna casa para niñas y niños huérfanos.Finalmente, reconocidas juristas argentinas consi<strong>de</strong>ran, alhablar <strong>de</strong> Nuevas Tecnologías Reproductivas (NTR) que: “Frentea aquellas dos voces que representarían los dos extremos <strong>de</strong>l camino-la <strong>de</strong>l niño y la <strong>de</strong> la madre biológica- , en el medio solo tenemossilencio (…) el cual es interrumpido esporádicamente connoticias <strong>de</strong> corte sensacionalista (madres‐abuelas, solicitud <strong>de</strong>inseminación artificial por lesbianas) cuya finalidad no es precisamenteinformar a la sociedad” 9 . Es estrictamente cierto en loque refiere al silencio. Hay silencio, hay invisibilidad, hay negación<strong>de</strong> la legitimidad en tanto seres humanos y en tanto familia.Según la Plataforma <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> la Cuarta ConferenciaMundial <strong>de</strong> la Mujer <strong>de</strong> Beijing cuyos principios Argentina adoptaen la Ley <strong>de</strong> Salud Sexual y Procreación Responsable, el elemento<strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos sexuales y reproductivos,como <strong>de</strong>rechos humanos, es la posibilidad <strong>de</strong> las personas, <strong>de</strong>9 FODOR, Sandra y LACHOWICZ, Marta M. 1° Jornadas <strong>de</strong> Bioética y Derecho, CátedraUNESCO <strong>de</strong> Bioética (Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires), Asociación <strong>de</strong> Abogados <strong>de</strong> BuenosAires, 22 y 23 <strong>de</strong> Agosto <strong>de</strong> 2000.87


controlar y <strong>de</strong>cidir sobre su sexualidad incluyendo la reproducciónsin sufrir violencia ni discriminación 10 .En futuras sesiones, las organizaciones <strong>de</strong> diversidad sexualintentarán que se trabaje con el concepto <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> la OrganizaciónMundial <strong>de</strong> la Salud (OMS), que sostiene que “La salu<strong>de</strong>s un estado <strong>de</strong> completo bienestar físico, mental y social, y nosolamente la ausencia <strong>de</strong> afecciones o enfermeda<strong>de</strong>s.” 11AdopciónRespecto a la adopción, si una lesbiana quería adoptar elhijo/a biológico <strong>de</strong> una compañera o su opción era la adopciónconjunta, en Argentina estaban prohibidas ambas situacioneshasta la reciente aprobación <strong>de</strong>l matrimonio igualitario 12 . HoyArgentina es el único país en la región don<strong>de</strong> actualmente doslesbianas pue<strong>de</strong>n adoptar conjuntamente.ConclusionesDebido a la distinta ubicación <strong>de</strong> la mujer (que se presume heterosexual)y la lesbiana, se reclaman <strong>de</strong>rechos civiles según susrealida<strong>de</strong>s, sin implicar ello <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> cuestionar instituciones ydiscursos opresivos.La sanción <strong>de</strong>l matrimonio igualitario nos compromete amantener una mirada crítica don<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos civiles <strong>de</strong> las10 Plataforma <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> la Cuarta Conferencia Mundial <strong>de</strong> la Mujer <strong>de</strong> Beijing (septiembre1995).11 Preámbulo <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> la Organización Mundial <strong>de</strong> la Salud, que fue adoptadapor la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York <strong>de</strong>l 19 <strong>de</strong> junio al 22<strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1946, firmada el 22 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1946 por los representantes <strong>de</strong> 61 Estados (OfficialRecords of the World Health Organization, Nº 2, p. 100), y entró en vigor el 7 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>1948. La <strong>de</strong>finición no ha sido modificada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1948.12 El 15 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2010 se aprobó la ley <strong>de</strong> matrimonio igualitario en Argentina. La votacióntuvo 33 votos <strong>de</strong> los senadores a favor, 27 en contra y hubieron tres abstenciones.Argentina es el primer país <strong>de</strong> Latinoamérica y el Caribe en igualar los matrimonios heterosexualescon los homosexuales.88


distintas sujetas y sujetos sean realmente incluidos en políticaspúblicas antidiscriminatorias o <strong>de</strong> igualdad civil en relación auna orientación sexual y expresión <strong>de</strong> género no heterosexualo disi<strong>de</strong>nte.La subsunción <strong>de</strong> las lesbianas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la categoría mujeresy su consiguiente invisibilización, produce una representaciónhegemónica <strong>de</strong> los sujetos, que entra en colisión permanentecon el objetivo <strong>de</strong>l acceso real <strong>de</strong> ciudadanía. Mientras esta situaciónpermanezca en los discursos y en la práctica, el nudocentral <strong>de</strong> la exclusión seguirá firmemente atado y no será posiblelograr el ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos. La ciudadanía para todas ytodos, continuará fragmentada.89


El Derecho a la I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> las PersonasTransgénerasAdriana PalavecinoAbogada Universidad <strong>de</strong> Chile. Entre sus labores, se <strong>de</strong>sempeñó como asesora jurídica<strong>de</strong>l Servicio Nacional <strong>de</strong> la Mujer <strong>de</strong> la Región <strong>de</strong> Maule <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1999 hasta2004, en el área <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y la participación <strong>de</strong> las mujeres.Des<strong>de</strong> 2004 a la fecha es abogada encargada <strong>de</strong> la unidad jurídica <strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong>Registro Civil e I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la Región <strong>de</strong>l Maule. Paralelamente, entre los años2001 y 2007, fue docente <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> Familia, Introducción al Derecho y MediaciónFamiliar en las universida<strong>de</strong>s Tecnológica <strong>de</strong> Chile y Autónoma <strong>de</strong> Chile, enambos casos, en las se<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Talca. Des<strong>de</strong> 2008 a la fecha es docente <strong>de</strong> DerechoCivil y Mediación en la Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Talca. Respectoa sus activida<strong>de</strong>s gremiales, pue<strong>de</strong> mencionarse que es miembro <strong>de</strong>l directorio <strong>de</strong>lColegio <strong>de</strong> Mediadores <strong>de</strong> Chile A.G. por el período 2010-2011. Entre sus antece<strong>de</strong>ntesacadémicos, ha cursado diplomados en Derecho <strong>de</strong> Familia, Mediación Familiary Docencia Universitaria y es Magíster en Derecho con mención en DerechoPrivado <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile. Ha colaborado en diversas publicaciones <strong>de</strong>sarrollandotópicos relativos al Derecho <strong>de</strong>l Trabajo y la Seguridad Social, Derecho<strong>de</strong> Familia, Derecho Sucesorio, Mediación Familiar y <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>.ResumenEn Chile, a través <strong>de</strong>l art. 5º inciso 2º <strong>de</strong> la Constitución se incorporan,a partir <strong>de</strong> tratados internacionales, el <strong>de</strong>recho al nombrey a la propia i<strong>de</strong>ntidad. En cuanto a la legislación sobre la materia,la ley 17.344 admite un po<strong>de</strong>r restringido sobre el nombre,mermado por el art. 31 <strong>de</strong> la Ley 4.808 cuya interpretación por laautoridad ha impedido mayoritariamente que se acojan las pretensiones<strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre y <strong>de</strong> sexo en los documentosi<strong>de</strong>ntificatorios <strong>de</strong> las personas transgéneras. Críticas a lo anteriorson la falta <strong>de</strong> inconveniente en amparar la pretensión individual<strong>de</strong> <strong>de</strong>finir los elementos constitutivos <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad.Los únicos límites razonables a la auto<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidadson la inalterabilidad <strong>de</strong> su pertenencia al género humano y laevitación <strong>de</strong> que su ejercicio se instrumentalice para fines ilíci-90


tos. No otros, en tanto la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho,al menos en lo que al nombre y sexo se refiere, <strong>de</strong>bieraquedar entregada a la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la persona titular,con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> factores objetivos sociológicos o biológicos.Asimismo, la opción <strong>de</strong> política legislativa <strong>de</strong>l Estado paragarantizar el <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>be estar <strong>de</strong>terminada porel respeto a la dignidad <strong>de</strong> la persona y a su auto<strong>de</strong>terminación.Planteamiento <strong>de</strong> la cuestiónCuando una persona transgénera quiere cambiar el nombre ysexo en sus documentos i<strong>de</strong>ntificatorios -como la partida <strong>de</strong> nacimiento,cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad y pasaporte- su aspiración implicarecurrir a los tribunales y en esta se<strong>de</strong>, para acoger su pretensión;usualmente se exige que el nombre guar<strong>de</strong> armonía con elsexo registrado en su partida <strong>de</strong> nacimiento, que se <strong>de</strong>terminóbiológicamente, o bien, que se haya cambiado quirúrgicamente<strong>de</strong> sexo. 1Esto, jurídicamente, plantea las siguientes interrogantes:Primera. Si la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l nombre y sexo <strong>de</strong> las personastransgéneras pue<strong>de</strong> quedar entregada exclusivamente a su auto<strong>de</strong>terminaciónconforme a la autopercepción <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad sexual,o viene <strong>de</strong>limitada, metajurídicamente, por factores objetivos1 En sentencia <strong>de</strong> 26 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2006, causa Rol 1252/2006, caratulada Lazcano PhillipsWendy Roxana, seguida ante la <strong>Corte</strong> <strong>de</strong> Apelaciones <strong>de</strong> La Serena, el consi<strong>de</strong>randosegundo indica: “Que no obstante lo anterior, no ha sido posible, hasta el presente, materializary hacer efectiva la resolución <strong>de</strong> un tribunal <strong>de</strong> la República (…) toda vez que elServicio <strong>de</strong> Registro Civil e I<strong>de</strong>ntificación se ha negado a practicar la inscripción <strong>de</strong>l nuevonombre <strong>de</strong>l peticionario, expresando que <strong>de</strong>be existir concordancia entre el nombre <strong>de</strong>linscrito y su sexo, según lo or<strong>de</strong>na el artículo 31 <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Registro Civil e I<strong>de</strong>ntificación,criterio que aparece confirmado en el Oficio N°2444 <strong>de</strong> fecha 28 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2006, <strong>de</strong>lDirector Nacional <strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong> Registro Civil e I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> fojas 48 y 49, específicamenteen el punto 6 <strong>de</strong>l mismo.” Por su parte, <strong>de</strong>l consi<strong>de</strong>rando tercero se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> queen el presente caso hubo operación <strong>de</strong> reasignación <strong>de</strong> sexo, razón por la cual se resolviófavorablemente la solicitud <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre <strong>de</strong>l peticionario: “Que en estos autos haquedado meridianamente claro, merced a la prueba suministrada, que el peticionario es unpaciente con transexualismo; su fenotipo es masculino…”91


sociológicos (mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> género que obe<strong>de</strong>cen a concepcionesantropológicas tradicionales o predominantes en <strong>de</strong>terminadassocieda<strong>de</strong>s) o bien, biológicos (dimorfismo sexual <strong>de</strong> la especie).Segunda. Si la respuesta a la pregunta anterior es neutral<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la dignidad y libertad <strong>de</strong> la personay, por tanto, la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s una mera opción <strong>de</strong> política legislativa in<strong>de</strong>pendiente<strong>de</strong> esos valores, o si la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a lai<strong>de</strong>ntidad viene en cierto modo <strong>de</strong>terminada por el respeto a ladignidad <strong>de</strong> la persona y a su auto<strong>de</strong>terminación.Tercera. Si en Chile la opción asumida por los órganos <strong>de</strong>lEstado limita la auto<strong>de</strong>terminación en función <strong>de</strong> un criterioexterno <strong>de</strong> índole anatómica, cabe preguntarse si esa opción eslegítima o <strong>de</strong>be ser revisada y cambiada para un a<strong>de</strong>cuado respetoy promoción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad.Para respon<strong>de</strong>r estas interrogantes se revisará si nuestro or<strong>de</strong>namientojurídico reconoce el <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad y, en laafirmativa, cuál sería el contenido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho y sus límites, ycuáles objeciones podrían plantearse a una concepción amplia eincluso amplísima <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad.Luego, como el sistema <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos se ha universalizado,para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho,es ilustrativo analizar cómo se ha <strong>de</strong>finido ese contenido en elDerecho comparado, tanto por la doctrina como por la Jurispru<strong>de</strong>ncia.Las hipótesis que se <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rán en esta ponencia son:Primera. La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad,al menos en lo que al nombre y sexo se refiere, <strong>de</strong>biera quedarentregada a la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la persona titular, conin<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> factores objetivos sociológicos o biológicos.Segunda. El Estado no es neutral, no da lo mismo la posición<strong>de</strong> política legislativa que adopte, la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l contenido <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>be estar <strong>de</strong>terminada por el respeto ala dignidad <strong>de</strong> la persona y a su auto<strong>de</strong>terminación, valores fundantes<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico chileno.92


Tercera. La opción asumida por los órganos <strong>de</strong>l Estado quelimita la auto<strong>de</strong>terminación en función <strong>de</strong> un criterio externo<strong>de</strong> índole anatómica, <strong>de</strong>be ser revisada y cambiada para un a<strong>de</strong>cuadorespeto y promoción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad.Derecho a la i<strong>de</strong>ntidad en el or<strong>de</strong>namiento jurídicochilenoFundamentoLa primera dificultad que se presenta a la hora <strong>de</strong> buscarel <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad en nuestro or<strong>de</strong>namiento jurídico esque no aparece explícitamente consagrado en la ConstituciónPolítica ni en el Código Civil. Asimismo, la doctrina chilena hatratado escasamente este <strong>de</strong>recho a propósito <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Filiación,vinculándolo a la libre investigación <strong>de</strong> la paternidad ymaternidad. 2 Los autores coinci<strong>de</strong>n en indicar que se trata <strong>de</strong>un <strong>de</strong>recho previsto en los artículos 7 y 8 <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong>los <strong>Derechos</strong> <strong>de</strong>l Niño y 18 <strong>de</strong> la Convención Americana sobre<strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>. 32 Así pue<strong>de</strong> verse en: VELOSO, Paulina, ETCHEBERRY, Leonor, MUÑOZ, Andrea. El NuevoEstatuto Filiativo y las Modificaciones al Derecho Sucesorio, a la luz <strong>de</strong> las Normas <strong>de</strong> laLey N°19.585. Segunda edición, Santiago, LOM Ediciones Ltda., 2000, p. 27; GOMEZ DE LATORRE, Maricruz. El sistema filiativo chileno. Santiago, Editorial Jurídica <strong>de</strong> Chile, 2007,p. 47; RAMOS, René, Derecho <strong>de</strong> Familia. Quinta edición actualizada, Santiago, EditorialJurídica <strong>de</strong> Chile, 2005, tomo II, p. 373.3 El art. 7 <strong>de</strong> la CDN dispone que: “1. El niño será inscripto inmediatamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>su nacimiento y tendrá <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidady, en la medida <strong>de</strong> lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos.” El art. 8 <strong>de</strong>lmismo instrumento señala: “1. Los Estados Partes se comprometen a respetar el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong>l niño a preservar su i<strong>de</strong>ntidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relacionesfamiliares <strong>de</strong> conformidad con la ley sin injerencias ilícitas. 2. Cuando un niño sea privadoilegalmente <strong>de</strong> algunos <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad o <strong>de</strong> todos ellos, los EstadosPartes <strong>de</strong>berán prestar la asistencia y protección apropiadas con miras a restablecer rápidamentesu i<strong>de</strong>ntidad.” El art. 18 <strong>de</strong> la CADH dispone: “Derecho al Nombre. Toda personatiene <strong>de</strong>recho a un nombre propio y a los apellidos <strong>de</strong> sus padres o al <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> ellos.93


La posición mayoritaria <strong>de</strong> la dogmática constitucional sostieneque en la Constitución Política existe un catálogo <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechosabierto, constituido por los <strong>de</strong>rechos fundamentales queenumera su artículo 19 y los contenidos en los Tratados Internacionalesratificados por Chile y vigentes, los que se incorporan al<strong>de</strong>recho interno en virtud <strong>de</strong>l artículo 5° inciso 2° <strong>de</strong> la Constitución,entre los que se cuenta el <strong>de</strong>recho al nombre y el <strong>de</strong>recho ala propia i<strong>de</strong>ntidad. 4Aunque esta postura no es unánime, <strong>de</strong> todos modos, podríaconstruirse dogmáticamente el <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad, a partir<strong>de</strong>l material normativo explícito <strong>de</strong> la Constitución. Por <strong>de</strong> pronto,su norma fundante, el artículo 1° inciso 1°, dispone que: “Laspersonas nacen libres e iguales en dignidad y <strong>de</strong>rechos.” Esteenunciado no es una constatación sociológica o una <strong>de</strong>claraciónpoética, sino un mandato dirigido al Estado y sus órganos en elsentido que las personas <strong>de</strong>ben ser tratadas conforme a su dignidady como sujetos libres y, por en<strong>de</strong>, como titulares <strong>de</strong> un espacio<strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión y <strong>de</strong> actuación en que no caben intromisiones <strong>de</strong>carácter externo. Esta prescripción cumple una doble función:fundante como fuente material <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y, a la vez, orientadora<strong>de</strong> su interpretación. El Estado <strong>de</strong>be <strong>de</strong>splegar una producciónnormativa que concretice los mecanismos para la a<strong>de</strong>cuadaprotección y expresión <strong>de</strong> la dignidad humana, cuidandoa la vez <strong>de</strong> franquear los mayores ámbitos posibles <strong>de</strong> ejercicio<strong>de</strong> la autonomía individual.Enseguida, la Constitución establece el principio <strong>de</strong> servicialidad<strong>de</strong>l Estado frente a la persona humana, en el artículo 1°,inciso 3°, subordinando incluso la promoción <strong>de</strong>l bien común alpleno respeto a los <strong>de</strong>rechos y garantías que la Constitución establece.El Constituyente impone al Estado una función promo-La ley reglamentará la forma <strong>de</strong> asegurar este <strong>de</strong>recho para todos, mediante nombressupuestos, si fuere necesario.”4 NOGUEIRA, Humberto. Los <strong>de</strong>rechos esenciales o humanos contenidos en los tratadosinternacionales y su ubicación en el or<strong>de</strong>namiento jurídico nacional: doctrina y jurispru<strong>de</strong>ncia.Ius et praxis. (9)1:403-466, enero 2003, pp. 415-416.94


cional señalándole que: “<strong>de</strong>be contribuir a crear las condicionessociales que permitan a todos y a cada uno <strong>de</strong> los integrantes <strong>de</strong>la comunidad nacional su mayor realización espiritual y materialposible.” Entonces, el Estado <strong>de</strong>be favorecer las condicionesmateriales y <strong>de</strong>spejar los obstáculos para el <strong>de</strong>senvolvimientopleno <strong>de</strong> la personalidad <strong>de</strong> los individuos, lo cual supone otorgarel máximo <strong>de</strong> facilida<strong>de</strong>s posibles para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> cadaproyecto vital. Y la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> éste, por respeto a la auto<strong>de</strong>terminación<strong>de</strong> los sujetos, <strong>de</strong>be quedar entregada a cada cual y seinicia a partir <strong>de</strong> la autopercepción <strong>de</strong>l sujeto, conforme a la cualse <strong>de</strong>fine a sí mismo en el mundo y se proyecta históricamente,lo que configura el <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad.GOMEZ DE LA TORRE se pregunta: “¿Qué se entien<strong>de</strong> por<strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad? No hay <strong>de</strong>finición dogmática ni en laley, ni en la Convención <strong>de</strong> los <strong>Derechos</strong> <strong>de</strong>l Niño. Esta última, sibien establece sus características, no da un concepto”. 5 Agregaque: “el <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad pertenece a la gama <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechoshumanos <strong>de</strong> tercera generación. Doctrinariamente, se entien<strong>de</strong>como aquel <strong>de</strong>recho personalísimo ‘<strong>de</strong>l que goza todo ser humanoa ser uno mismo, en su compleja y múltiple diversidad<strong>de</strong> aspectos, alcanzando <strong>de</strong> esta forma su propia i<strong>de</strong>ntidad’. Serelaciona con los atributos <strong>de</strong> ser único e irrepetible, frente almundo social que ro<strong>de</strong>a al individuo”. 6FIGUEROA indica que en el <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad se han distinguidodos facetas: el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> toda persona a conocer supropia i<strong>de</strong>ntidad personal y a que nadie se inmiscuya in<strong>de</strong>bidamentepara alterar su i<strong>de</strong>ntidad personal, o para discriminarla, opara <strong>de</strong>smerecerla en razón <strong>de</strong> esa misma i<strong>de</strong>ntidad personal. 75 GOMEZ DE LA TORRE, Maricruz. El Sistema Filiativo Chileno. Op. cit., p. 49.6 MOLINA, Eduardo y VIGGIOLA, Lidia, “Protección constitucional <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad<strong>de</strong>l hijo extramatrimonial”, ponencia presentada en el Congreso Internacional <strong>de</strong><strong>de</strong>rechos y garantías en el siglo XXI, Asociación <strong>de</strong> Abogados <strong>de</strong> Buenos Aires, 1999, p. 2,citados por GOMEZ DE LA TORRE, Maricruz, op. cit, p. 49.7 FIGUEROA, Gonzalo. Derecho Civil <strong>de</strong> la Persona: Del Genoma al Nacimiento. Santiago,Editorial Jurídica <strong>de</strong> Chile, 2007, pp. 260 y ss.95


En mi opinión, este último aspecto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidada que se refiere FIGUEROA requiere ser complementado ya queresulta insuficiente concebir la i<strong>de</strong>ntidad en un sentido puramentegarantístico (estatus negativo) <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa frente a cualquierintromisión in<strong>de</strong>bida <strong>de</strong> la esfera privada, sin contemplarla,al mismo tiempo, como un <strong>de</strong>recho activo <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminación(estatus positivo) sobre los elementos que la configuran.ContenidoEntre los elementos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad están el nombrey el sexo. La forma jurídica clásica para i<strong>de</strong>ntificar a un individuoes a través <strong>de</strong> su nombre y <strong>de</strong>l sexo biológico con el cualnació, datos que se consignan en su partida <strong>de</strong> nacimiento. ElEstado, a través <strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong> Registro Civil e i<strong>de</strong>ntificación,asume una función i<strong>de</strong>ntificatoria <strong>de</strong> la población, por razones<strong>de</strong> bien común.De manera rudimentaria y limitada, nuestro or<strong>de</strong>namientojurídico admite un cierto po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> disposición sobre el nombreteniendo en cuenta que dicho atributo viene impuesto al sujeto<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el nacimiento. Así, la Ley 17.344 en su artículo 1° consagrael <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> toda persona a solicitar, por una sola vez, que se leautorice para cambiar sus nombres o apellidos, o ambos a la vez,en los tres casos que indica. 8El procedimiento para solicitar el cambio <strong>de</strong> nombre es <strong>de</strong>tipo voluntario, y antes <strong>de</strong> fallar, el juez <strong>de</strong>be oír al Servicio <strong>de</strong>Registro Civil e I<strong>de</strong>ntificación, organismo que informará favorableo <strong>de</strong>sfavorablemente la modificación.La disposición sobre el nombre se ve limitada por esta mismaley, al haber incorporado al artículo 31 <strong>de</strong> la Ley 4.808 sobreRegistro Civil, un inciso según el cual: “No podrá imponerse al8 Cuando unos y otros sean ridículos, risibles o la menoscaben moral o materialmente;cuando el solicitante haya sido conocido durante más <strong>de</strong> cinco años, por motivos plausibles,con nombres o apellidos, o ambos diferentes <strong>de</strong> los propios; y en los casos <strong>de</strong> filiaciónno matrimonial o en que no se encuentre <strong>de</strong>terminada la filiación.96


nacido un nombre extravagante, ridículo, impropio <strong>de</strong> personas,equívoco respecto <strong>de</strong>l sexo o contrario al buen lenguaje.”Este precepto en un primer momento se constituyó en unobstáculo para que fueran acogidas las pretensiones <strong>de</strong> cambio<strong>de</strong> nombre <strong>de</strong> las personas transgéneras. Se interpretó por la autoridadadministrativa que no podía informar favorablementeuna solicitud <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre que no concordara con elsexo registral.Creo que dicha interpretación restrictiva es errónea puestoque la norma se refiere a la facultad <strong>de</strong> los Oficiales Civiles<strong>de</strong> impedir que se imponga al recién nacido un nombre quele menoscabe, sin embargo, respecto al trámite <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong>nombre producido durante el transcurso <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l inscrito,esta misma norma <strong>de</strong>biera interpretarse en un sentido amplio,entendiendo que el espíritu <strong>de</strong>l legislador ha sido que en la individualización<strong>de</strong>l sujeto, en su partida <strong>de</strong> nacimiento, existaconcordancia <strong>de</strong> género entre el nombre y el sexo, interpretaciónque fundamentaría que junto con el cambio <strong>de</strong> nombre seacceda al cambio <strong>de</strong> la mención <strong>de</strong>l sexo, <strong>de</strong> manera que existala <strong>de</strong>bida armonía entre ambos y <strong>de</strong> este modo los transexualescuenten con documentación i<strong>de</strong>ntificatoria que concuer<strong>de</strong> conel sexo vivido o autopercibido.De otra parte, la Ley 17.344 no consi<strong>de</strong>ra el cambio <strong>de</strong> sexo enla partida como causal <strong>de</strong> justificación <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> nombre, ycomo se señala en un proyecto <strong>de</strong> reforma a la Ley 4.808: “… noexiste mecanismo legal alguno para obtener el cambio <strong>de</strong> sexoasignado en la inscripción <strong>de</strong> nacimiento efectuada ante el registrocivil, <strong>de</strong> tal forma que aún cuando la persona pueda habersido conocida por más <strong>de</strong> cinco años con un nombre distinto alinscrito, po<strong>de</strong>mos llegar a la situación <strong>de</strong> que el juez o el oficial<strong>de</strong>l registro civil se nieguen a la inscripción <strong>de</strong>l nuevo nombre,por ser este equívoco respecto <strong>de</strong>l sexo señalado en la partida <strong>de</strong>nacimiento, y aun cuando se inscriba el nuevo nombre, la per-97


sona que ha cambiado su sexo, seguirá siendo individualizadalegalmente con el sexo <strong>de</strong>signado en la referida partida.” 9En la práctica, ambas modificaciones se solicitan conjuntamenteen el procedimiento no contencioso <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre,pero la regla general es que se les haga lugar sólo cuando hayoperación <strong>de</strong> reasignación <strong>de</strong> sexo. 10El Servicio <strong>de</strong> Registro Civil e I<strong>de</strong>ntificación ha distinguidoúltimamente tres hipótesis que podrían plantearse a propósito<strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> las personas transgéneras y la formaen que proce<strong>de</strong> en cada una <strong>de</strong> ellas, a saber:a) Solicitud <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre, sin que se solicite a la vezcambio <strong>de</strong> sexo, ni haya operación <strong>de</strong> reasignación sexual: “…la solución para el caso enunciado no se encuentra regulada ennuestra legislación, <strong>de</strong> un modo expreso, ni en la Ley N°4.808sobre Registro Civil, ni en la Ley N°17.344, que autoriza el cambio<strong>de</strong> nombres y/o apellidos, se regulan los efectos que tendría elcambio <strong>de</strong> sexo <strong>de</strong> una persona en las partidas <strong>de</strong>l Registro Civil(…) En virtud <strong>de</strong> lo expuesto y en ausencia <strong>de</strong> normas legales queregulen el cambio <strong>de</strong> sexo, este Servicio informa a los tribunales<strong>de</strong> justicia, que a falta <strong>de</strong> norma legal correspon<strong>de</strong> al Juez <strong>de</strong> lacausa resolver acerca <strong>de</strong> la proce<strong>de</strong>ncia o improce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> larectificación solicitada” 11 .9 Moción parlamentaria que modifica la Ley 4.808 sobre Registro Civil permitiendo elcambio <strong>de</strong> sexo <strong>de</strong> las personas con disforia <strong>de</strong> sexo, que replica casi en su integridad la Leyespañola 3/2007: BOLETÍN N°5679-18. [En línea] Modifica la ley N° 4.808, sobre RegistroCivil e I<strong>de</strong>ntificación, permitiendo el cambio <strong>de</strong> sexo <strong>de</strong> las personas con disforia <strong>de</strong> sexo.Ingreso: 7 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2008. [Consulta: 15-08-2010].10 Sólo conocemos dos fallos en Chile, <strong>de</strong> un tribunal <strong>de</strong> Rancagua y otro <strong>de</strong> Antofagasta,que or<strong>de</strong>naron el cambio <strong>de</strong> nombre y <strong>de</strong> sexo sin necesidad <strong>de</strong> cirugía <strong>de</strong> reasignación <strong>de</strong>sexo y pese al informe <strong>de</strong>sfavorable <strong>de</strong>l Registro Civil. Véanse en: ULLOA, Daniel. Transexualesganan en tribunales: inéditos fallos les permiten cambiar su nombre sin cirugía<strong>de</strong> reasignación sexual. [En línea] Opus Gay. [Consulta: 15 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010].11 Ordinario <strong>de</strong> la Subdirección Jurídica <strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong> Registro Civil e I<strong>de</strong>ntificaciónN°0013 <strong>de</strong> 5 <strong>de</strong> Enero <strong>de</strong> 2010, p. 5.98


) Solicitud <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre y <strong>de</strong> sexo, sin operación<strong>de</strong> reasignación sexual: “Es el caso <strong>de</strong> una peticionaria que poseeun trastorno <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad sexual, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> temprana edadla hace i<strong>de</strong>ntificarse con el sexo masculino, por lo cual se hacomportado y se ha sentido sicológicamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siemprecomo un varón, condición que la <strong>de</strong>fine como transexual, presentandouna clara incompatibilidad entre su sexo anatómicofemenino y aquel que siente como propio, esto es el masculino,situación que le ha provocado menoscabo moral, llevándola autilizar como únicos nombres propios el <strong>de</strong> ‘Sebastián Eduardo’,por más <strong>de</strong> cinco años, y por los aludidos motivos plausibles (…)Este caso, tampoco tiene solución al amparo <strong>de</strong> la Ley N°4.808sobre Registro Civil, ni la Ley N°17.344, que autoriza el cambio <strong>de</strong>nombres y/o apellidos (…) El Tribunal <strong>de</strong>be tener presente al momento<strong>de</strong> resolver la petición, lo establecido por el artículo 31 <strong>de</strong>la ley N°4.808, sobre Registro Civil que dispone que el nombre <strong>de</strong>‘un nacido’ <strong>de</strong>be ser concordante con su sexo, norma que luego<strong>de</strong> un nuevo análisis a la luz <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> las personas quepresentan trastornos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género, estimamos que ellegislador la hace exigible al momento <strong>de</strong> practicarse la inscripción,oportunidad en la cual, no pudo constatarse un <strong>de</strong>sarrollosicológico diferente al <strong>de</strong>l sexo orgánico. En la situación <strong>de</strong> unatransexualidad <strong>de</strong>bidamente acreditada en autos, con las certificacionesmédicas competentes, en opinión <strong>de</strong> este Servicio, sepodría sostener que llegado el inscrito a su mayoría <strong>de</strong> edad, consu sexo orgánico inalterable, constatado que este no es acor<strong>de</strong> alsexo síquico que distintas pericias médicas <strong>de</strong>muestren <strong>de</strong> maneraindubitable, y que aconsejan la rectificación que se requiere,se tendría el mérito para que el Tribunal pueda pon<strong>de</strong>rar laproce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a la rectificación <strong>de</strong> los nombres propios<strong>de</strong>l titular <strong>de</strong> la inscripción, atendida esta información sobreviniente,<strong>de</strong> la cual no pudo tenerse conocimiento al momento<strong>de</strong> la inscripción…” 12 . Vale <strong>de</strong>cir, entrega al juez la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>12 Ordinario cit., pp. 5-6.99


acce<strong>de</strong>r a la solicitud <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> sexo <strong>de</strong>l peticionario con elmérito <strong>de</strong> la prueba médica que conste en el expediente y queacredite la disforia <strong>de</strong> género. 1313 En causa Rol 109-2009, seguida ante el 2° Juzgado <strong>de</strong> Letras <strong>de</strong> Talca, caratulada “SepúlvedaArenas Juan”, que correspon<strong>de</strong> a la solicitud <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre y <strong>de</strong> sexo <strong>de</strong>una transexual femenina sin operación <strong>de</strong> reasignación sexual, el órgano administrativosiguiendo este criterio indica que: “Con todo, se hace presente a S.S. que respecto <strong>de</strong>lcambio <strong>de</strong> nombres ‘Juan Evaristo’ por ‘Tatiana Carolina’, ello resultaría proce<strong>de</strong>nte en lamedida que se acogiera el cambio <strong>de</strong> sexo solicitado, en virtud <strong>de</strong> lo dispuesto por losartículos 17 y 18 <strong>de</strong> la Ley N° 4.808, <strong>de</strong> 1930 sobre Registro Civil.” En la parte final indicaque: “…consi<strong>de</strong>rando la ausencia <strong>de</strong> normas que regulen la materia y <strong>de</strong> estimarlo S.S. asíproce<strong>de</strong>nte, probados los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> hecho que han motivado la petición <strong>de</strong> autos,S.S. podría también otorgar una solución jurídica a la situación sometida a su conocimiento,or<strong>de</strong>nando a este Servicio anotar al margen <strong>de</strong> la inscripción <strong>de</strong> nacimiento <strong>de</strong>l peticionario,una autorización para que el inscrito obtenga documentos <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad, con losnombres y eventualmente sexo que las certificaciones médicas pertinentes <strong>de</strong>muestrencorrespon<strong>de</strong>n a su verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género, en tanto no se acredite que medianteintervención quirúrgica <strong>de</strong> reasignación <strong>de</strong> sexo biológico a su i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género, existeconcordancia entre éste y su nombre, lo que podría dar lugar a la rectificación en los rubrospertinentes <strong>de</strong> su nombre y sexo, como se resuelve en estos casos cuando las personas sesometen a tratamientos hormonales y quirúrgicos.” Sin embargo, el informe <strong>de</strong>l RegistroCivil no bastó al sentenciador quien igualmente <strong>de</strong>negó el cambio <strong>de</strong> sexo accediendo sóloal cambio <strong>de</strong> nombres <strong>de</strong> la afectada con fecha 10 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong>l año en curso. Así, en elconsi<strong>de</strong>rando octavo <strong>de</strong>l fallo, señala que: “En lo que respecta al cambio <strong>de</strong> sexo, si bien elpeticionario presenta una i<strong>de</strong>ntidad sexual femenina en su condición <strong>de</strong> transexual, el informemédico agregado a fojas 22 refiere que presenta genitales externos masculinos con<strong>de</strong>sarrollo normal, concluyéndose que el examen físico general correspon<strong>de</strong> a un hombreadulto. En estas condiciones, a juicio <strong>de</strong> este sentenciador, no resulta admisible la solicitud<strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> sexo registral, en razón <strong>de</strong> las complicaciones futuras <strong>de</strong> inseguridad quepue<strong>de</strong> presentar dicho cambio, en especial si se tiene en cuenta la posibilidad <strong>de</strong> procreacióny paternidad <strong>de</strong>l solicitante, lo que no pue<strong>de</strong> obviarse (…) aceptar el cambio <strong>de</strong> sexoen su registro <strong>de</strong> nacimiento, implicaría introducir elementos <strong>de</strong> inseguridad para el futuroque pue<strong>de</strong>n afectar a terceros por lo que manteniéndose la más mínima posibilidad <strong>de</strong>una paternidad <strong>de</strong>l peticionario, no resulta proce<strong>de</strong>nte acce<strong>de</strong>r a su solicitud.“ Critico esta<strong>de</strong>cisión porque implica que para reconocer el <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l transexual es precisopreviamente que éste sea castrado, exigencia que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> innecesaria y vejatoriano impi<strong>de</strong> que el transexual pueda engendrar mediante técnicas <strong>de</strong> reproducción humanaasistida. Objetando este razonamiento jurídico, Cabral sostiene: “La posibilidad <strong>de</strong> personasque, habiendo ‘cambiado <strong>de</strong> sexo’ conservaran intacta su capacidad reproductivaconstituye uno <strong>de</strong> los fantasmas que con más insistencia asedian la producción jurídicasobre transexualidad. En ese sentido, el Derecho argentino no es la excepción. Según laopinión <strong>de</strong> Stephen Whittle, este asedio <strong>de</strong>be leerse en una clara clave eugenésica –allídon<strong>de</strong> la patologización <strong>de</strong> la transexualidad volvería socialmente in<strong>de</strong>seable la reproducción<strong>de</strong> transexuales. Sin embargo, y al menos en el contexto <strong>de</strong>l Derecho argentino, lapreocupación incesante es aquella vinculada con el bienestar psicofísico <strong>de</strong> posibles hijose hijas biológicos/as <strong>de</strong> transexuales sometidos/as a la doble amenaza <strong>de</strong> una materpaternidada la vez transexual y homosexual (el “cambio <strong>de</strong> sexo” <strong>de</strong> un progenitor convertiría a100


c) Solicitud <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre y <strong>de</strong> sexo con operación<strong>de</strong> reasignación sexual: “Nos encontramos ante una situación<strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> sexo que tiene inci<strong>de</strong>ncia directa en la partida<strong>de</strong> nacimiento <strong>de</strong>l peticionario toda vez que se hace necesarioconformar ésta a la nueva realidad, alterando la mención ‘sexo<strong>de</strong>l inscrito’ y sus nombres propios (…) El artículo 31 <strong>de</strong> la LeyN°4808, dispone que el nombre <strong>de</strong> una persona <strong>de</strong>be ser concordantecon su sexo (…) En virtud <strong>de</strong> lo expuesto y en ausencia<strong>de</strong> norma legal que regule el cambio <strong>de</strong> sexo, en opinión <strong>de</strong> esteServicio, es el Tribunal el que <strong>de</strong>be resolver acerca <strong>de</strong> la proce<strong>de</strong>nciao improce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la rectificación solicitada.” 14La postura adoptada por el Servicio <strong>de</strong> Registro Civil e I<strong>de</strong>ntificaciónfrente a esta problemática merece diversos comentarios.La distinción que se hace entre el primer y el segundo casoes prácticamente innecesaria, toda vez que en la generalidad <strong>de</strong>las situaciones, los transexuales solicitan que se rectifique tantoel nombre como el sexo en su partida <strong>de</strong> nacimiento puestoque la sola modificación <strong>de</strong>l nombre no soluciona la situación<strong>de</strong> menoscabo y <strong>de</strong> discriminación a que se ven expuestos cotidianamente.Enseguida, resulta confusa la interpretación que se hace <strong>de</strong>lartículo 31 <strong>de</strong> la Ley N° 4.808, al sostener que esta norma no resultaaplicable a los transexuales puesto que la concordanciaque exige entre el nombre y el sexo <strong>de</strong>l inscrito se refiere al momento<strong>de</strong> nacer y no a situaciones sobrevinientes <strong>de</strong> cambio enla i<strong>de</strong>ntidad sexual durante el transcurso <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l inscrito,para luego señalar que si hay operación <strong>de</strong> reasignación sexual,es justamente esta norma la que obligaría a rectificar ambassu hijo o hija en alguien con dos madres” o con “dos padres”). Esta preocupación alcanzano solamente a aquellas personas trans que no tienen hijos/as en el momento <strong>de</strong> solicitarla ‘rectificación sexual’, sino también a aquellas personas que han tenido hijos/as biológicos/ascon antelación a tal solicitud, y que por esa razón no serían apto/as” CABRAL,Mario, Ciudadanía (trans)sexual, véase en: http://www.cubaalamano.net/voces/images/<strong>de</strong>bates/ TransCuba/ documentos/ciudadan%EDa%20(trans)%20sexual.pdf, consultadael 23-10-2010.14 Ordinario cit., pp.6-7.101


menciones en la partida <strong>de</strong> nacimiento <strong>de</strong>l transexual intervenidoquirúrgicamente.En <strong>de</strong>finitiva, <strong>de</strong> acuerdo a la postura más reciente <strong>de</strong> esteservicio público, se entrega al juez toda la autoridad para <strong>de</strong>cidiren uno y otro caso si acce<strong>de</strong> a la solicitud <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre y<strong>de</strong> sexo, observándose un tímido avance en cuanto a no pronunciarse<strong>de</strong>sfavorablemente en el caso <strong>de</strong> ausencia <strong>de</strong> operación <strong>de</strong>reasignación sexual como ocurrió otrora.Sin embargo, en mi opinión resulta impertinente que el Servicio<strong>de</strong> Registro Civil e I<strong>de</strong>ntificación manifieste en sus informes lanecesidad <strong>de</strong> que obre en autos prueba pericial médica en tornoa acreditar la disforia <strong>de</strong> género, en lugar <strong>de</strong> limitar su pronunciamientoexclusivamente a materias que le competen, tales como, siel solicitante registra antece<strong>de</strong>ntes criminales, si tiene hijos menores<strong>de</strong> edad a quienes pudiere afectar el cambio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad, siregistra matrimonio, entre otras.Por último, reitero que, sin preten<strong>de</strong>r <strong>de</strong>sconocer el importanterol <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la población que cumple el Servicio <strong>de</strong>Registro Civil, no se <strong>de</strong>be confundir i<strong>de</strong>ntidad con i<strong>de</strong>ntificación,pues la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>muestra o reconoce la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> unapersona pero no la constituye o la conce<strong>de</strong> por gracia. La i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s anterior a la i<strong>de</strong>ntificación, toda vez que sólo pue<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificarselo que existe, lo que tiene i<strong>de</strong>ntidad. Las personas transexualespor el solo hecho <strong>de</strong> existir <strong>de</strong>tentan una i<strong>de</strong>ntidad, laque constituye un <strong>de</strong>recho fundamental, lo cual es in<strong>de</strong>pendiente<strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntificación. La partida <strong>de</strong> nacimiento y la cédula nacional<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad no confieren la i<strong>de</strong>ntidad a las personas transexualessino que lisa y llanamente las acreditan y la i<strong>de</strong>ntificación siempre<strong>de</strong>biera estar supeditada a la verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l titular.En efecto, la i<strong>de</strong>ntificación como instrumento preventivo alservicio <strong>de</strong>l bien jurídico <strong>de</strong> la seguridad pública reconoce comolímite el <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad. Como analizábamos supra <strong>de</strong>acuerdo con el mandato constitucional contenido en el artículo19 N°26, la regulación legal <strong>de</strong> las garantías constitucionales nopue<strong>de</strong> establecer requisitos o cargas que afecten los <strong>de</strong>rechos ensu esencia. Y en este caso sí se produce tal afectación por cuanto102


la i<strong>de</strong>ntificación se antepone como un bien superior al <strong>de</strong>recho ala i<strong>de</strong>ntidad, el cual, como se ha <strong>de</strong>mostrado, tiene amparo constitucionaly legal.Límites al <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidadPreguntar sobre el contenido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad significapreguntar también por sus límites, vale <strong>de</strong>cir, hasta dón<strong>de</strong>pue<strong>de</strong> llegar la cobertura <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico en relacióncon la pretensión <strong>de</strong>l sujeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar autónomamente loselementos que configuran su i<strong>de</strong>ntidad.En este sentido, FIGUEROA señala que le “parece lícito modificarvoluntariamente la propia i<strong>de</strong>ntidad personal, cuando conello no se atente contra otros intereses jurídicos protegidos. Si eslícito al sujeto cambiar <strong>de</strong> nombre (o <strong>de</strong> pseudónimo) y modificarsu firma, tomar una filiación diferente a la originaria (como suce<strong>de</strong>en el caso <strong>de</strong> la adopción) y modificar el estado civil, todos loscuales constituyen elementos estáticos <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad personal,no se divisan inconvenientes para que el sujeto pueda modificartambién su patrimonio genético que constituye otro elemento estático<strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad.” 15Coincidimos con FIGUEROA en cuanto a que, no se vislumbrainconveniente en amparar la pretensión <strong>de</strong> cada individuo <strong>de</strong> <strong>de</strong>finirlos elementos constitutivos <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad conforme a suautocomprensión y proyecto vital. Así las cosas no consi<strong>de</strong>ramosque haya objeciones sustantivas para ofrecer amparo jurídico a lapretensión <strong>de</strong> las personas transgéneras <strong>de</strong> consignar en los registrosy documentos oficiales, el nombre y el sexo que se conformecon la autocomprensión <strong>de</strong> su i<strong>de</strong>ntidad sexual, incluso, obviandosu conformación biológica y/o lo inusual que ello pudiera parecerfrente a los mo<strong>de</strong>los tradicionales o predominantes <strong>de</strong>l género ennuestra sociedad.15 FIGUEROA, Gonzalo. Derecho Civil <strong>de</strong> la Persona: Del Genoma al Nacimiento. Op. cit.,p. 273.103


Acaso el único límite que razonablemente se podría oponer ala auto<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad por cada sujeto dice relación conla inalterabilidad <strong>de</strong> su pertenencia al género humano. De modotal que, el or<strong>de</strong>namiento jurídico no podría amparar la pretensión<strong>de</strong> autoexclusión o disponibilidad sobre la condición humana,por cuanto como se señaló, es precisamente la pertenencia algénero humano y la dignidad asociada a esta condición las quefundamentan la existencia y contenido <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad.Una segunda fuente <strong>de</strong> limitación razonable <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a lai<strong>de</strong>ntidad viene dada por la evitación <strong>de</strong> que su ejercicio se instrumentalicepara fines ilícitos 16 . Con todo, la evitación <strong>de</strong>l frau<strong>de</strong> y<strong>de</strong>l perjuicio a terceros no pue<strong>de</strong> dar pie a un cercenamiento <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad, por en<strong>de</strong>, las limitaciones bajo este fundamentohan <strong>de</strong> ser razonables y proporcionadas al fin perseguido.Por ello, nos parece criticable que la ley <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> nombre noautorice el mismo si en el respectivo extracto <strong>de</strong> filiación apareciereque el solicitante se encuentra actualmente procesado o ha sidocon<strong>de</strong>nado por crimen o simple <strong>de</strong>lito que merezca pena aflictiva,a menos que en este último caso hubieren transcurrido más <strong>de</strong>diez años contados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fecha en que quedó ejecutoriada lasentencia <strong>de</strong> con<strong>de</strong>na y se encuentre cumplida la pena. A<strong>de</strong>más<strong>de</strong> la evi<strong>de</strong>nte vulneración <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong> presunción <strong>de</strong> inocenciay non bis in i<strong>de</strong>m, se produce una discriminación indirectarespecto <strong>de</strong> aquellos colectivos como las personas transgénerasque por el alto grado <strong>de</strong> marginación social que les afecta tienenseveras dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inserción en el mercado formal <strong>de</strong> trabajo,y en la práctica se ven compelidas a <strong>de</strong>dicarse a la prostitución y/oa activida<strong>de</strong>s ilícitas.Des<strong>de</strong> ciertas concepciones antropológicas esencialistas seplantean objeciones a una noción amplia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad,afirmando que una concepción <strong>de</strong> la sexualidad subje-16 Al respecto, FIGUEROA indica que: “…los or<strong>de</strong>namientos jurídicos han establecido el<strong>de</strong>lito <strong>de</strong> suplantación <strong>de</strong> persona y castigan los cambios <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad, las cirugías <strong>de</strong>formadorasy otros ardi<strong>de</strong>s para eludir la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> inculpados en crímenes o <strong>de</strong>litos.Incluso existen legislaciones en que constituye falta no portar permanentemente la cédula<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad.” Ibid., p. 266.104


tivista, y <strong>de</strong>l matrimonio y la familia <strong>de</strong> corte cultural, acabannegando la existencia <strong>de</strong> una base filosófico-antropológica permanente<strong>de</strong> estas realida<strong>de</strong>s y las soluciones poseen una fundamentaciónreduccionista. 17 Volveremos sobre ello.Configuración <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>n el Derecho ComparadoFERNANDEZ, refiriéndose a este <strong>de</strong>recho, plantea que: “Cadapersona elabora su proyecto <strong>de</strong> vida, único, intransferible,cuya realización comporta la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminadapersonalidad.”. 18El jurista peruano explica que: “…por ser libres y po<strong>de</strong>r valorar,<strong>de</strong>cidimos o elegimos un proyecto <strong>de</strong> vida, tratamos portodos los medios a nuestro alcance <strong>de</strong> cumplirlo, <strong>de</strong> concretarlo,<strong>de</strong> ejecutarlo durante el curso <strong>de</strong> nuestra vida, salvo que, en algúnmomento <strong>de</strong> nuestro existir, cambiemos o modifiquemos,en alguna medida, el proyecto existencial.” 19La <strong>Corte</strong> Constitucional <strong>de</strong> Colombia, en un fallo <strong>de</strong> 1995, dilucidael sentido y alcance <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho al señalar que: “El17 Para esta posición, el subjetivismo se refleja en el rol <strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong> la voluntadcuando una persona <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> cambiar su i<strong>de</strong>ntidad sexual, que niega el principio personalista<strong>de</strong> la unidad sustancial <strong>de</strong>l cuerpo y el espíritu que caracteriza a la persona humana.Para superar la situación <strong>de</strong> íntima contradicción entre ambos, sugieren una terapia psicológicaque <strong>de</strong>vuelva la unidad perdida a los transexuales, pues la operación quirúrgicaacentuaría esa <strong>de</strong>sintegración. Es evi<strong>de</strong>nte que, en la solución planteada, prevalece un criterio<strong>de</strong> primacía <strong>de</strong>l sexo biológico. CAMPS, Marina. I<strong>de</strong>ntidad Sexual y Derecho. EstudioInterdisciplinario <strong>de</strong>l Transexualismo. Navarra, Eunsa, Ediciones Universidad <strong>de</strong> Navarra,S.A., 2007, pp. 496-497.18 Citado por FIGUEROA, Gonzalo. Derecho Civil <strong>de</strong> la Persona: <strong>de</strong>l genoma al nacimiento.Op. cit., p.261.19 Aña<strong>de</strong> que: “Al <strong>de</strong>cir ‘medios’ nos referimos a todo aquello <strong>de</strong> que se vale nuestro serpara realizarse, es <strong>de</strong>cir, nuestro cuerpo o soma, nuestra psique, los ‘otros’, las cosas <strong>de</strong>lmundo. Todo ello, en una u otra medida o manera, contribuye ya sea a la realización exitosa<strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> vida o a su fracaso, a su <strong>de</strong>strucción, a su frustración o a su menoscabo yretardo. Véase en: FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. ¿Existe un daño al proyecto <strong>de</strong> vida?[En línea] [Consulta: 25<strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2009].105


<strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad, en su estrecha relación con la autonomía,i<strong>de</strong>ntifica a la persona como un ser que se auto<strong>de</strong>termina,se autoposee, se autogobierna, es <strong>de</strong>cir, es dueña <strong>de</strong> sí y <strong>de</strong> susactos.” 20En la jurispru<strong>de</strong>ncia inglesa se reconocen dos etapas en materia<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad sexual. 21 La primera que aplica el <strong>de</strong>nominadocriterio BSD (biological sex is <strong>de</strong>terminant), en virtud <strong>de</strong>l cualpara <strong>de</strong>finir el sexo <strong>de</strong> una persona se atien<strong>de</strong> a factores biológicos.Resulta emblemático el caso Corbertt v. Corbett (1963) don<strong>de</strong>se cuestiona si pue<strong>de</strong> existir un matrimonio entre una mujertransexual, April Ashley, y el Sr. Corbett, un hombre. El juez Ormrodresolvió que: “El matrimonio es una relación que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><strong>de</strong>l sexo, no <strong>de</strong>l género.” 22Una segunda etapa comienza a partir <strong>de</strong> 1999, con la Sex DiscriminationRegulations, que incluye medidas tendientes a aminorarla discriminación hacia el transexualismo.En 2004 se adopta por el Parlamento la Gen<strong>de</strong>r RecognitionBill, cuyo objetivo es el reconocimiento legal y registral y el darefectos legales plenos a las distintas i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s sexuales queuna persona pue<strong>de</strong> adoptar a lo largo <strong>de</strong> su vida sin que sea forzosauna intervención quirúrgica. En los últimos casos se resuelveque el sexo no tiene trascen<strong>de</strong>ncia jurídica y que cada persona20 Citado por VELOSO, Paulina, ETCHEBERRY, Leonor, MUÑOZ, Andrea. El Nuevo EstatutoFiliativo y las Modificaciones al Derecho Sucesorio, a la luz <strong>de</strong> las normas <strong>de</strong> la LeyN°19.585. Op. cit., pp. 26-27.21 CAMPS, Marina. I<strong>de</strong>ntidad Sexual y Derecho. Estudio interdisciplinario <strong>de</strong>l transexualismo.Op. cit., pp. 397 y ss.22 En idéntico sentido: caso S-T (formerly J.) v. J., 3 WLR 1287, Sentencia <strong>de</strong> 21 <strong>de</strong> noviembre<strong>de</strong> 1996; y Re F (Minors) (Denial of contact), (1993), 2 FLR 677; (1993) Fam Law 673;(1993) Fam Law 15; (1992) 1 RCR 541, Sentencia <strong>de</strong> 19 <strong>de</strong> Enero <strong>de</strong> 1993. Con el caso P. v. S.and the Cornwall County Council (UK), Case C-13/94 (1996)I ECR 2143; (1996) 2 C MLR 247,se introduce una jurispru<strong>de</strong>ncia que consi<strong>de</strong>ra cualquier diferencia <strong>de</strong> trato que tenga sucausa en el sexo (sex-based) como una acción discriminatoria. En esta última dirección:Chessington World of Adventures Ltd.v Reed (1997) IRLR 556, sentencia <strong>de</strong> 27 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>1997 y R. v. Secretary of State for Defence, ex parte Perkins (1997) IRLR 297, sentencia <strong>de</strong> 13<strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1997. En 2001 se resuelve el caso Fitzpatrick v. Sterling Housing AssociationLtd. (2001) AC27, extendiendo beneficios a pareja homosexual que consi<strong>de</strong>ra como cónyuge<strong>de</strong> arrendatario fallecido.106


tiene <strong>de</strong>recho a ejercer su i<strong>de</strong>ntidad sexual, respetándose todaorientación sexual, evitándose así toda discriminación sexual.Por su parte, primeramente España adoptó un criterio sociopsicológico,pero junto con ello, se reconocía cierto valor alsexo biológico, por ejemplo para el matrimonio, surgiendo lateoría <strong>de</strong> la ficción que reconoce jurídicamente a quien adquiereuna apariencia sexual opuesta a la <strong>de</strong>l nacimiento, pero con limitación<strong>de</strong> efectos 23 .En una segunda etapa, reconoce plenos efectos jurídicos alcambio <strong>de</strong> sexo y al criterio sociopsicológico fundado en el libre<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la personalidad.En una tercera etapa ampara toda orientación sexual, no resultandotrascen<strong>de</strong>nte la i<strong>de</strong>ntidad sexual <strong>de</strong> la persona ni siquierapara la celebración <strong>de</strong>l matrimonio 24 .Por último, el 15 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2008 entra en vigencia la Ley3/2007, reguladora <strong>de</strong> la rectificación <strong>de</strong> la mención <strong>de</strong>l sexo23 Véase FJ 3, RJ 1987, 5045. Aquí el Tribunal Supremo Español sostiene que: “la <strong>de</strong>cisiónque se adopte ha <strong>de</strong> ser netamente jurídica, pues la puramente biológica no pue<strong>de</strong> aceptarseen tanto en cuanto ésta no pue<strong>de</strong> haber cambio <strong>de</strong> sexo, ya que continúan inmutables loscromosomas masculinos”. Agrega que: “El varón operado transexualmente no pasa a ser unahembra, sino que ha <strong>de</strong> tenérsele por tal (…) será una ficción <strong>de</strong> hembra si se quiere, pero el<strong>de</strong>recho tien<strong>de</strong> su protección a las ficciones…” En igual sentido, STS 3 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1989, RJ1989,1993. El mismo tribunal acepta un recurso <strong>de</strong> casación por enten<strong>de</strong>r que la resoluciónrecurrida, al no admitir el cambio <strong>de</strong> sexo registral <strong>de</strong>l actor está impidiendo el libre <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> su personalidad, a la que tien<strong>de</strong> su sexo físico que es <strong>de</strong> mujer.24 CAMPS, Marina. I<strong>de</strong>ntidad sexual y <strong>de</strong>recho, estudio interdisciplinario <strong>de</strong>l transexualismo.Op. cit., pp. 436 y ss.107


ante el Registro Civil, excluyéndose la cirugía e intervención judicial,para acogerla.25 26Para el Tribunal Europeo <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, la cuestión<strong>de</strong> cambio <strong>de</strong> sexo tiene pleno reconocimiento en el ConvenioEuropeo <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, especialmente en sus artículos8, 12 y 14. 27 Esta judicatura ha adoptado sus <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el pluralismo cultural, aceptando las diversas concepciones <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntidad sexual <strong>de</strong> cada país. 28 El primer caso que se presenta25 El art. 4 <strong>de</strong> dicha normativa dispone que: “1. La rectificación registral <strong>de</strong> la mención <strong>de</strong>lsexo se acordará una vez que la persona solicitante acredite: a) Que le ha sido diagnosticadadisforia <strong>de</strong> género. La acreditación <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> este requisito se realizará medianteinforme <strong>de</strong> médico o psicólogo clínico, colegiados en España o cuyos títulos hayan sido reconocidosu homologados en España, y que <strong>de</strong>berá hacer referencia:1. A la existencia <strong>de</strong> disonancia entre el sexo morfológico o género fisiológico inicialmenteinscrito y la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género sentida por el solicitante o sexo psicosocial,así como la estabilidad y persistencia <strong>de</strong> esta disonancia. 2. A la ausencia<strong>de</strong> trastornos <strong>de</strong> personalidad que pudieran influir, <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>terminante, en laexistencia <strong>de</strong> la disonancia reseñada en el punto anterior. b) Que ha sido tratada médicamentedurante al menos dos años para acomodar sus características físicas a las correspondientesal sexo reclamado. La acreditación <strong>de</strong>l cumplimiento <strong>de</strong> este requisito seefectuará mediante informe <strong>de</strong>l médico colegiado bajo cuya dirección se haya realizadoel tratamiento o, en su <strong>de</strong>fecto, mediante informe <strong>de</strong> un médico forense especializado.2. No será necesario para la concesión <strong>de</strong> la rectificación registral <strong>de</strong> la mención <strong>de</strong>l sexo <strong>de</strong>una persona que el tratamiento médico haya incluido cirugía <strong>de</strong> reasignación sexual. Los tratamientosmédicos a los que se refiere la letra b) <strong>de</strong>l apartado anterior no serán un requisitonecesario para la concesión <strong>de</strong> la rectificación registral cuando concurran razones <strong>de</strong> salud oedad que imposibiliten su seguimiento y se aporte certificación médica <strong>de</strong> tal circunstancia.”26 Resulta interesante observar el hito que marca esta normativa en el sentido <strong>de</strong> dar lugara cambio <strong>de</strong> sexo sin intervención quirúrgica. Así, pue<strong>de</strong> advertirse que antes <strong>de</strong> su entradaen vigencia, se <strong>de</strong>niega la pretensión por ese motivo en sentencias <strong>de</strong>: TRIBUNAL SUPREMO.ESPAÑA. Sentencia N° 811/2002. Sala <strong>de</strong> lo Civil, 6 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2002; AUDIENCIA PRO-VINCIAL DE BARCELONA. Recurso N° 200/2002. 7 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2003; AUDIENCIA PROVINCIALDE VALENCIA. Sentencia N° 113. 24 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2004; y AUDIENCIA PROVINCIAL DE BAR-CELONA. Sentencia N° 475/2005. 1 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2005.27 El art. 8 <strong>de</strong>l CEDH dice: “Derecho al respeto <strong>de</strong> la vida privada y familiar. 1. Toda personatiene <strong>de</strong>recho al respeto <strong>de</strong> su vida privada y familiar, <strong>de</strong> su domicilio y <strong>de</strong> su correspon<strong>de</strong>ncia.2. No podrá haber ingerencia <strong>de</strong> la autoridad pública en el ejercicio <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho sinoen tanto en cuanto esta ingerencia esté prevista por la ley y constituya una medida que, enuna sociedad <strong>de</strong>mocrática, sea necesaria para la seguridad nacional, la seguridad pública, elbienestar económico <strong>de</strong>l país, la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n y la prevención <strong>de</strong> las infracciones penales,la protección <strong>de</strong> la salud o <strong>de</strong> la moral, o la protección <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y las liberta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>los <strong>de</strong>más.”28 Por su parte, el art.12 dispone: “Derecho a contraer matrimonio. A partir <strong>de</strong> la edadnúbil, el hombre y la mujer tienen <strong>de</strong>recho a casarse y a fundar una familia según las leyes108


por transexualismo es el <strong>de</strong> X. v. The Fe<strong>de</strong>ral Republic of Germany(1974) en que el <strong>de</strong>mandante se somete a una operación <strong>de</strong>varón a mujer e intenta infructuosamente cambiar su nombre ysexo en el Registro Civil. Finalmente, se llega a un acuerdo amistosoefectuándose una anotación marginal en su partida, y elTEDH ratifica dicho acuerdo, adoptando un criterio positivistasin entrar en el fondo <strong>de</strong> la cuestión.Otro criterio asume en el caso Van Oosterwijck v Bélgica(1976), en que a un transexual varón se le niega la rectificación<strong>de</strong> su nombre por proce<strong>de</strong>r sólo en caso <strong>de</strong> error. En este casoel TEDH consi<strong>de</strong>ró por unanimidad que hubo violación <strong>de</strong>l artículo8 <strong>de</strong>l Convenio, pues concibe el <strong>de</strong>recho a la vida privadacomo aquél que tiene cada uno a vivir como <strong>de</strong>see y al pleno <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> su personalidad.En el caso Anita Eriksson el Asta Goldsmidt v Swe<strong>de</strong>n (1989),el TEDH adopta un criterio psicológico, al negar la pretensión<strong>de</strong> casarse a las <strong>de</strong>mandantes, una transexual mujer reconocidacomo mujer en el Registro Civil, sin operación quirúrgica, y unamujer, indicando que el artículo 12 <strong>de</strong>l Convenio reconoce el <strong>de</strong>rechoal matrimonio a personas <strong>de</strong> distinto sexo.Crítica a las concepciones esencialistas obiologicistas <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad sexualObe<strong>de</strong>cer a concepciones morales incluso con fundamento religiosoen materia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad sexual no se condice con un estadolaico, <strong>de</strong>mocrático, inclusivo y tolerante.Des<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista práctico, sostener una concepciónmetafísica inalterable <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad, especialmente <strong>de</strong> la sexual,nacionales que rijan el ejercicio <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho.” Y el art. 14: “Prohibición <strong>de</strong> discriminación.El goce <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>s reconocidos en el presente Convenio ha <strong>de</strong> serasegurado sin distinción alguna, especialmente por razones <strong>de</strong> sexo, raza, color, lengua,religión, opiniones políticas u otras, origen nacional o social, pertenencia a una minoríanacional, fortuna, nacimiento o cualquier otra situación.”CAMPS, Marina. I<strong>de</strong>ntidad Sexual y Derecho. Estudio Interdisciplinario <strong>de</strong>l Transexualismo.Op. cit., pp. 445-492.109


conlleva que aquellos sujetos que tienen la <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> experimentarsu cuerpo o biología como una cárcel, que<strong>de</strong>n con<strong>de</strong>nadosa una perpetua exclusión y discriminación. En este caso, el<strong>de</strong>recho, en lugar <strong>de</strong> ser una herramienta <strong>de</strong> libertad frente a lacon<strong>de</strong>na social, reafirma la ejecutoriedad <strong>de</strong> dicha con<strong>de</strong>na. Todavíapeor, cuando exige la mutilación o agresión biológica parajustificar un reconocimiento <strong>de</strong> la nueva i<strong>de</strong>ntidad sexual.Respon<strong>de</strong>, asimismo, a esta visión esencialista <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidadsexual, la exigencia <strong>de</strong> algunos or<strong>de</strong>namientos <strong>de</strong> acreditar disforia<strong>de</strong> género, toda vez que se quiera modificar la i<strong>de</strong>ntidad aún sinalteración <strong>de</strong>l sexo biológico. Ello supone que la auto<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>los elementos configuradores <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad no es un atributo <strong>de</strong>toda persona sino <strong>de</strong> aquéllas que conforme a <strong>de</strong>terminados patrones<strong>de</strong> suyo discutibles pa<strong>de</strong>cerían una patología en torno a sui<strong>de</strong>ntidad sexual. Entonces, el ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidadqueda condicionado a la acreditación frente a la administracióno a los tribunales, normalmente mediante peritaje médico, <strong>de</strong> ladisforia sexual, lo cual no nos parece respetuoso <strong>de</strong> la auto<strong>de</strong>terminación<strong>de</strong> la persona humana.Cabe preguntarse qué intereses jurídicos resultarían agraviadosa tal punto que resulte necesario que el or<strong>de</strong>namiento jurídicoerija semejantes barreras al ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad.Por <strong>de</strong> pronto, no vislumbramos alguno.Hacia a una nueva concepción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong>la dignidad humana y la auto<strong>de</strong>terminaciónLa noción <strong>de</strong> dignidad entraña la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> excelencia o <strong>de</strong> realce<strong>de</strong> la persona humana. Esta exaltación <strong>de</strong> la persona que es ladignidad se fundamenta en los extraordinarios atributos que <strong>de</strong>finenla condición humana -libertad y racionalidad- y que elevan alindividuo humano por encima <strong>de</strong> todos los <strong>de</strong>más seres. Ser digno,significa, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> “poseedor <strong>de</strong> dignidad”, ser “merecedor<strong>de</strong> algo”. Parece razonable admitir -ya como inmediata intuiciónmoral, ya a través <strong>de</strong> un juicio meditado- que ese algo que merecetoda persona en virtud <strong>de</strong> su dignidad es respeto, vale <strong>de</strong>cir,miramiento, consi<strong>de</strong>ración y <strong>de</strong>ferencia a su estatus <strong>de</strong> persona,<strong>de</strong> criatura libre y racional. Aunque admite otras formulaciones,110


traducido a términos kantianos este <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> respeto insta a contemplara cualquier persona siempre al mismo tiempo como unfin en sí misma y no utilizarla nunca solo como medio. 29Al igual que lo que se argumentó en su oportunidad a propósito<strong>de</strong> la reforma filiativa, la institución <strong>de</strong>l matrimonio y la <strong>de</strong> lafamilia pue<strong>de</strong>n ser muy valiosas y el Estado tiene el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> protegerlasy fortalecerlas, pero no pue<strong>de</strong> preten<strong>de</strong>r hacerlo a costa<strong>de</strong> discriminar a las personas transgéneras (y a cualquier persona)impidiendo que ejerzan su <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad y lleven a cabosu proyecto <strong>de</strong> vida, porque eso implica transformarlas en un mediopara promover un fin, por muy valioso que éste sea. Las personasjamás han <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse un medio, son un fin en sí mismas,justamente este aspecto es esencial a la dignidad humana.Hay que consi<strong>de</strong>rar como un dato <strong>de</strong>cisivo que el reconocimiento<strong>de</strong> la autonomía significa concebir a la persona comoagente moral responsable <strong>de</strong> sus propias <strong>de</strong>cisiones, y que, “cuantomás fundamental sea y mayor alcance tenga una <strong>de</strong>terminada<strong>de</strong>cisión sobre la vida <strong>de</strong> un individuo, más sustancial es el interés<strong>de</strong> éste por disfrutar <strong>de</strong> auto<strong>de</strong>terminación para tomarla” 30A partir <strong>de</strong> lo expuesto, creemos que la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l contenido<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad, al menos en lo que al nombre y sexose refiere, <strong>de</strong>biera quedar entregada a la auto<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> lapersona titular, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> factores objetivos sociológicoso biológicos.Asimismo, la opción <strong>de</strong> política legislativa <strong>de</strong>l Estado para garantizarel <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>be estar <strong>de</strong>terminada por elrespeto a la dignidad <strong>de</strong> la persona y a su auto<strong>de</strong>terminación, valoresfundantes <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico chileno. En este senti-29 Así en: PALAVECINO, Claudio. La intimidad <strong>de</strong>l trabajador y la prohibición <strong>de</strong> discriminaciónlaboral frente a los análisis genéticos. [En línea] Revista <strong>de</strong> Derecho (Valdivia). Vol.18, No. 2, 2005, pp. 27-53.< h t t p : / / w w w . s c i e l o . c l / s c i e l o . p h p ? s c r i p t = s c i _ a r t t e x t & p i d = S 0 7 1 8 -09502005000200002&lng=es&nrm=iso> [Consulta: 14 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2009].30 BUCHANAN, A., BROCK, D. W., DANIELS, N. y WIKLER, D. Genética y Justicia. Madrid,Cambridge University Press, 2002, p. 202.111


do, no nos parece que la ley española sea el mo<strong>de</strong>lo más digno <strong>de</strong>ser emulado por nuestro or<strong>de</strong>namiento jurídico.Finalmente, la posición asumida por los órganos <strong>de</strong>l Estado-en particular los tribunales <strong>de</strong> Justicia y el Servicio <strong>de</strong> RegistroCivil e I<strong>de</strong>ntificación- que limita la auto<strong>de</strong>terminación en función<strong>de</strong> un criterio externo <strong>de</strong> índole anatómica (sexo biológico), <strong>de</strong>beser revisada y cambiada para un a<strong>de</strong>cuado respeto y promoción<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad. Pues si la Constitución (art. 19 N°2)prohíbe toda discriminación arbitraria y es tal la que se basa en laraza, el origen, el sexo, etc., no pue<strong>de</strong> ser el propio Estado el quediscrimine arbitrariamente fundándose en la i<strong>de</strong>ntidad sexual <strong>de</strong>las personas.112


Una Mirada a la No Discriminación porI<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> Género y Orientación Sexual <strong>de</strong>s<strong>de</strong>los Desarrollos Internacionales <strong>de</strong> Soft Law *Ximena Gauché MarchettiAbogada, Universidad <strong>de</strong> Concepción. Doctora en Derecho, Programa <strong>de</strong> DerechoInternacional y Relaciones Internacionales, Instituto Universitario <strong>de</strong>Investigación Ortega y Gasset y Universidad Autónoma <strong>de</strong> Madrid. Máster en<strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, Universidad Internacional <strong>de</strong> Andalucía. Máster en Diplomaciay Relaciones Internacionales, Escuela Diplomática, Ministerio <strong>de</strong>Asuntos Exteriores y <strong>de</strong> Cooperación <strong>de</strong> España y Universidad Complutense<strong>de</strong> Madrid. Profesora Asociada, Facultad <strong>de</strong> Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad<strong>de</strong> Concepción, Chile.ResumenEste trabajo presenta, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la realidad <strong>de</strong> ineficacia <strong>de</strong>l DerechoInternacional <strong>de</strong> los <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> especialmente enla parcela referida a la sexualidad, una panorámica <strong>de</strong> los principalesinstrumentos consi<strong>de</strong>rados <strong>de</strong> soft law que han venidoabriendo espacios a la consi<strong>de</strong>ración normativa <strong>de</strong> la discriminaciónpor i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género y por orientación sexual.Antes se hace una breve conceptualización <strong>de</strong> qué y cuálesson los instrumentos que pue<strong>de</strong>n entrar en esta categoría <strong>de</strong> softlaw, todo ello en una presentación que busca atribuirles algún* Este artículo, actualizado en septiembre <strong>de</strong> 2010 por la autora, y la ponencia que ledio origen, se enmarcan a su vez en la Tesis “Discriminación por Sexualidad en el DerechoInternacional <strong>de</strong> los <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>. Con especial referencia a la Discriminación porOrientación Sexual e I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> Género” que la autora realizó para optar al Grado Académico<strong>de</strong> Doctora en Derecho por la Universidad Autónoma <strong>de</strong> Madrid, bajo la dirección<strong>de</strong>l Profesor José Antonio Pastor Ridruejo y en el Programa <strong>de</strong> Doctorado en Derecho Internacionaly Relaciones Internacionales <strong>de</strong>l Instituto Universitario <strong>de</strong> Investigación Ortegay Gasset, calificada en julio <strong>de</strong> 2011 por el Tribunal <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa con máxima distinción porunanimidad.113


valor, especialmente a aquellos que emanan <strong>de</strong> actores estatalesy otros sujetos internacionales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una posición que asumeque no todo aquello que se da en llamar soft law ha <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarsecomo “no <strong>de</strong>recho” sino que lo mira como elementocoadyuvante a las manifestaciones formales que dan vida a estadisciplina.IntroducciónHoy existe respaldo institucional y jurispru<strong>de</strong>ncial para consi<strong>de</strong>rara la no discriminación como un mandato eje <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>njurídico <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos.Sin embargo, si bien se pue<strong>de</strong> asumir con fundamento queexisten normas abiertas para sancionar toda clase <strong>de</strong> discriminación1 , es un hecho cierto que no todos los criterios <strong>de</strong> discriminaciónhan sido consi<strong>de</strong>rados <strong>de</strong> la misma forma en los<strong>de</strong>sarrollos tradicionales, y si bien cada vez es más abundantela lista <strong>de</strong> rasgos i<strong>de</strong>ntitarios que quedan protegidos sin dudamuchos aspectos no reciben real interés normativo por los sujetosinternacionales.En esa lógica, varios aspectos referidos a la sexualidadcomo rasgo <strong>de</strong>finitorio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l ser humano - específicamentela i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género y la orientación sexual - quedanfuera <strong>de</strong> una protección expresa y con ello se coloca en situación<strong>de</strong>smejorada a personas lesbianas, gays, transgéneros,bisexuales e intersexuales. (LGTBI).Efectivamente, la prohibición <strong>de</strong> “discriminación por sexo”que leemos en varios tratados internacionales suele hacerseen verdad sinónima sólo <strong>de</strong> lo que es en realidad el sexo: lasdiferencias biológicas entre hombres y mujeres.Sin embargo,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio en los Estados Unidos <strong>de</strong> América <strong>de</strong> la llamada1 Ejemplo es el artículo 26 <strong>de</strong>l Pacto Internacional <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> Civiles y Políticos.114


“revolución sexual” a mitad <strong>de</strong>l siglo XX 2 cada vez es más frecuenteque muchos aspectos referidos a la sexualidad humanasean especialmente consi<strong>de</strong>rados por mujeres y hombres paravivir libremente su i<strong>de</strong>ntidad en buena parte <strong>de</strong>l planeta. Des<strong>de</strong>la reivindicación por una cierta i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género, hastala posibilidad <strong>de</strong> manifestar libremente el amor por alguienque pue<strong>de</strong> ser o no <strong>de</strong>l mismo sexo o género, la sexualidad esparte ya <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong> muchos individuos y se construye enclave <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos.Estos cambios en la sociedad han otorgado visibilidad a lasexclusiones que viven muchos y muchas por causas vinculadasa su sexualidad y hacen que la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> mecanismosefectivos <strong>de</strong> protección sea entonces una cuestión relevante,siendo insuficiente adoptar instrumentos <strong>de</strong> promoción y protección<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos sólo <strong>de</strong> la mujer, contar con cláusulasabiertas <strong>de</strong> no discriminación, o enten<strong>de</strong>r que la sexualidadforma parte <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>recho a la vida privada” para en realidad irgenerando vehículos internacionales <strong>de</strong> lucha contra la discriminaciónque viven los grupos LGTB.Como a<strong>de</strong>más en el caso <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género y laorientación sexual se conjugan condicionantes <strong>de</strong> tipo social,político, religioso o cultural, el establecimiento <strong>de</strong> marcos jurídicosa<strong>de</strong>cuados y efectivos no ha sido un tema fácil <strong>de</strong> abordaren las instancias internacionales.Esto ha dado espacio al nacimiento <strong>de</strong> importantes <strong>de</strong>sarrollossin real fuerza vinculante y que forman parte <strong>de</strong> lo que sepue<strong>de</strong> llamar un cuerpo <strong>de</strong> soft law en la materia 3 ; categoría2 Sobre este proceso véase SOUTHERLAND, Harold P. Love for sale – Sex and the SecondAmerican Revolution. Duke Journal of Gen<strong>de</strong>r Law and Policy. 15(1):49-125, 2008.3 Esto no supone ausencia <strong>de</strong> estas materias en los ámbitos formales <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n internacional.En efecto y como ejemplo, hay que <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Derecho Internacional seviene abriendo paso lentamente la incorporación <strong>de</strong>l criterio <strong>de</strong> la orientación sexual en elmarco <strong>de</strong> la no discriminación. A propósito <strong>de</strong> la comunicación individual <strong>de</strong> Nicolás Toonencontra Australia (Doc. CCPR/C/50/D/488/1992), el Comité <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> <strong>de</strong>claróen 1994 que las leyes nacionales que penalizan el sexo consensuado entre varones adultos,violan el <strong>de</strong>recho a la privacidad y el principio <strong>de</strong> la libre <strong>de</strong>terminación, agregando quela referencia a la expresión sexo que se contiene en las cláusulas <strong>de</strong> no discriminación <strong>de</strong>l115


amplia que sirve a buena parte <strong>de</strong> la doctrina internacionalistapara incluir la enorme cantidad <strong>de</strong> actos e instrumentos <strong>de</strong>variada significación tanto en cuanto a su <strong>de</strong>nominación, a susfines, a los sujetos y/o actores internacionales que intervienenen su nacimiento y su puesta en ejecución y que ha venido aerosionar en alguna medida el rol “clásico” que han tenido lostratados y la costumbre internacional como fuentes principales<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacional. A<strong>de</strong>más, el soft law no sólo ha<strong>de</strong>terminado el alcance <strong>de</strong> la técnica normativa sino que a<strong>de</strong>másha alterado el marco <strong>de</strong> esta, especialmente en el ámbito<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos y su protección.Sobre estas premisas, a continuación presentaré qué se pue<strong>de</strong>enten<strong>de</strong>r por soft law, para luego mostrar su estado actual<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo que son los más recientes instrumentos<strong>de</strong> soft law para la no discriminación por razón <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>género y orientación sexual, reflexionando luego sobre su realalcance y significación para avanzar en lograr la igualdad <strong>de</strong>todos los seres humanos.Entendiendo la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> soft law.Sobre la base <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>recho internacional es no formalistay voluntario, lo cierto es que es esa voluntad <strong>de</strong> los Estados laque <strong>de</strong>termina el “quantum” <strong>de</strong> juridicidad <strong>de</strong> los acuerdos quecelebren.Esta es la cuestión en que se mueve el soft law.Aunque el nombre genera diferencias académicas entrequienes lo usan –encontrando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> quienes <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n suPacto Internacional <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> Civiles y Políticos (artículos 2.1. y 26) <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rsecomo comprensiva <strong>de</strong> la orientación sexual.Si bien no me parece correcto asimilar las expresiones sexo y orientación sexual, no es posiblenegar la trascen<strong>de</strong>ncia que tal asimilación provoca en el marco <strong>de</strong> los remedios jurídicoscontra la no discriminación frente a los vacíos <strong>de</strong> los tratados internacionales encuanto a la orientación sexual como criterio <strong>de</strong> discriminación expresamente protegido.116


existencia y utilidad 4 hasta quienes lo rechazan por existir yaotros nombres que bien pue<strong>de</strong>n usarse, como lex in statu nascendio <strong>de</strong>recho en agraz, distinguiendo a<strong>de</strong>más el soft law formal<strong>de</strong>l material 5 – en general se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que la expresiónalu<strong>de</strong> a una gama variada <strong>de</strong> instrumentos que reciben nombrestambién diversos: códigos <strong>de</strong> conducta, memorándum <strong>de</strong>entendimiento, actas, directrices, programas, principios, <strong>de</strong>claraciones,resoluciones <strong>de</strong> organizaciones internacionales.Más allá <strong>de</strong> la variedad <strong>de</strong> nombres, siguiendo la agrupaciónque hace Mazzuelos 6 , parece que las principales manifestaciones<strong>de</strong> soft law quedan constituidas hoy por las resolucionesno obligatorias <strong>de</strong> las organizaciones internacionales, el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> los actores no estatales y los acuerdos interestatales queno vinculan jurídicamente.En cuanto a las primeras, algunas notas especiales merecenlas resoluciones <strong>de</strong> la Asamblea General <strong>de</strong> las Naciones Unidas,que tiene una amplia competencia como surge <strong>de</strong>l artículo10 <strong>de</strong> la Carta y que, conforme al artículo 13, promueve estudiosy hace “recomendaciones” para los más variados fines, entreellos, ayudar a hacer efectivos los <strong>de</strong>rechos humanos y lasliberta<strong>de</strong>s fundamentales <strong>de</strong> todos, sin distinción por motivos<strong>de</strong> raza, sexo, idioma o religión.Si bien sólo está facultada para formular recomendacionesno vinculantes a los Estados a propósito <strong>de</strong> cuestiones <strong>de</strong> carácterinternacional que correspondan a su ámbito <strong>de</strong> competencia,ha adoptado medidas políticas, económicas, humanitarias,sociales y jurídicas que han influido - o preten<strong>de</strong>n influir- en la vida <strong>de</strong> miles <strong>de</strong> personas.4 PASTOR RIDRUEJO, J. A. Curso <strong>de</strong> Derecho Internacional Público y Organizaciones Internacionales.12ª edición, Madrid, Editorial Tecnos, 2008, pp. 153-154. BOYLE, A. E. Somereflections on the relationship of treaties and soft law. International and Comparative LawQuarterly (ICLQ). 48(4):901-913, octubre 1999.5 MAZZUELOS BELLIDO, Ángeles. Soft Law: ¿mucho ruido y pocas nueces? [En línea]Revista Electrónica <strong>de</strong> Estudios Internacionales, v. 8 (2004). [Consulta: 22 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2006]6 Ibid.117


Frente a su existencia la cuestión central es si a partir <strong>de</strong> unaresolución se pue<strong>de</strong> hacer exigible una conducta a un Estado.Al respecto se refiere Pastor Ridruejo, quien partiendo <strong>de</strong> lapremisa <strong>de</strong> que aquellas resoluciones <strong>de</strong> la Asamblea Generalno son per se obligatorias para los Estados miembros y que éstano es un órgano legislativo mundial, concluye que no se pue<strong>de</strong>suponer que las resoluciones en cuestión <strong>de</strong>jen <strong>de</strong> producirefectos en la formación <strong>de</strong>l Derecho Internacional. En esalógica agrega que estas <strong>de</strong>claraciones pue<strong>de</strong>n constituir unafuente <strong>de</strong> este <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> manera similar a la formación <strong>de</strong>lconsensus en las conferencias para la codificación y <strong>de</strong>sarrolloprogresivo <strong>de</strong>l Derecho Internacional 7 .Agrega que hay que distinguir los efectos que pue<strong>de</strong>n produciren función <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> resolución: algunas <strong>de</strong>claran oconfirman normas consuetudinarias en vigor; otras <strong>de</strong>sarrollany precisan algunos <strong>de</strong> los principios fundamentales <strong>de</strong> laCarta y otras contienen nuevos principios <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional.Así las cosas, Pastor es <strong>de</strong> la opinión que algunas pue<strong>de</strong>nser el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong> una norma consuetudinaria y tambiénpue<strong>de</strong>n ser el punto final <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>recho 8 .Con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> estas consi<strong>de</strong>raciones, factores queinci<strong>de</strong>n en el valor <strong>de</strong> la resolución y su impacto en la sociedadinternacional son la forma <strong>de</strong> su aprobación (unánimemente,con fuerte mayoría, por consenso o aún con oposición), eltiempo necesario para su adopción, su contenido, y la aplicaciónposterior que hagan los Estados. En otras palabras, todasaquellas circunstancias que ro<strong>de</strong>an su adopción. Ejemplo clásicoes la Declaración Universal <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, adoptadacomo Resolución 217 (A) en 1948 9 .7 PASTOR RIDRUEJO, J.A. Curso <strong>de</strong> Derecho Internacional Público y Organizaciones Internacionales.Op. cit., p. 150.8 Véase: Ibid., pp. 151-152.9 Sobre el punto, Carrillo Salcedo señala “Pero las resoluciones y <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> contenidonormativo <strong>de</strong> la Asamblea General <strong>de</strong> las Naciones Unidas pue<strong>de</strong>n contribuir también118


La <strong>Corte</strong> Internacional <strong>de</strong> Justicia en tanto ha dicho que lasresoluciones <strong>de</strong> la Asamblea General, incluso aunque no seanvinculantes, pue<strong>de</strong>n a veces tener valor normativo. En ciertascircunstancias pue<strong>de</strong>n proveer una importante evi<strong>de</strong>ncia paraestablecer la existencia <strong>de</strong> una norma o la aparición <strong>de</strong> unaopinio iuris 10 . Este sería un enfoque que vincula directamentela resolución con la formación <strong>de</strong> una costumbre internacionala lo que hay que agregar la posibilidad <strong>de</strong> que <strong>de</strong> la resoluciónse <strong>de</strong> paso a un tratado.Sin embargo, la pregunta sigue viva cuando la necesariaopinio iuris colectiva o el acuerdo para la norma convencionalse encuentran en formación.Es en ese espacio don<strong>de</strong> el valor real <strong>de</strong> las resoluciones presentacomplicaciones al clásico esquema <strong>de</strong> fuentes y conducea hablar <strong>de</strong> soft law.Los principios <strong>de</strong> buena fe, <strong>de</strong>l estopell 11 y la regla <strong>de</strong>l efectoútil sirven como argumentos para sostener que un cierto grado<strong>de</strong> normatividad se les pue<strong>de</strong> atribuir. Así, si bien no existe unaeventual sanción por su incumplimiento sí es posible pedir alEstado consecuencia <strong>de</strong> actuar en sentido congruente a ellas.En otras palabras, si bien no serían exigibles en una se<strong>de</strong> juala formulación <strong>de</strong> principios generales <strong>de</strong>l Derecho internacional <strong>de</strong> rango estructural o constitucional.Este es el caso, en mi opinión, <strong>de</strong> la Declaración Universal <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>,que recogió principios generales <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho reconocidos por las naciones civilizadas y dioprecisión, a<strong>de</strong>más, a principios generales <strong>de</strong>l Derecho internacional <strong>de</strong>sarrollando el <strong>de</strong>la dignidad intrínseca <strong>de</strong> la persona que había proclamado la Carta <strong>de</strong> San Francisco, en1945”. CARRILLO SALCEDO, J.A. Dignidad frente a la barbarie. La Declaración Universal <strong>de</strong>los <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, cincuenta años <strong>de</strong>spués. Madrid, Editorial Trotta, 1999, pp. 92-96.10 CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA. Opinión Consultiva sobre la legalidad <strong>de</strong> laamenaza o el empleo <strong>de</strong> armas nucleares. En: ASAMBLEA GENERAL DE NACIONES UNI-DAS. Desarme general y completo. 19 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1996, U.N. Doc. A/51/218. Párrafo 70.11 La expresión estopell <strong>de</strong>nota la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que un estado pue<strong>de</strong> llegar a verse obligado poractos que estrictamente carecen <strong>de</strong> valor jurídico a fin <strong>de</strong> impedir que otro se perjudiquecon el mérito <strong>de</strong> las contradicciones <strong>de</strong>l primero. Comparto en todo caso con el ProfesorRemiro Brotons que el estopell <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jarse para el ámbito estrictamente procesal paragarantizar un aparato conceptual operativo y una función específica aunque residual en elDerecho Internacional. Véase: REMIRO BROTONS, A., “et al”. Derecho Internacional. Valencia,Tirant Lo Blanch, 2007, pp. 308-310.119


isdiccional, sí lo pue<strong>de</strong>n ser en se<strong>de</strong> política. Aún más, en elámbito estrictamente convencional, la relación <strong>de</strong> los artículos55 y 56 <strong>de</strong> la Carta <strong>de</strong> las Naciones Unidas pue<strong>de</strong> servir <strong>de</strong> marcopara reconocer en ellas un germen <strong>de</strong> obligatoriedad a lossujetos internacionales.La cuestión no es en todo fácil <strong>de</strong> resolución y se complicamás cuando el contenido <strong>de</strong> esas resoluciones alu<strong>de</strong> a modificarnormas <strong>de</strong> carácter vinculante, cuando se les incorporapor vía <strong>de</strong> referencia en tratados internacionales o cuando sepreten<strong>de</strong> llegar a establecer una norma <strong>de</strong> ius cogens. Acá esdon<strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong> sujetos, contenido y circunstanciasque ro<strong>de</strong>an su adopción cobran especial relevancia. Hasta la<strong>de</strong>nominación que las partes usen, <strong>de</strong>claración o simplementerecomendación, pue<strong>de</strong> ser un elemento que ayu<strong>de</strong> 12 .En el ámbito específico <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género y la orientaciónsexual el análisis <strong>de</strong> estas circunstancias llevaría a vercon bastante cautela el real “peso” - en cuanto soft law evi<strong>de</strong>ntemente- <strong>de</strong> los últimos instrumentos internacionales, temasobre el que volveré luego.Ahora bien, cuando vamos al <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los actores no estatalesel tema se enlaza directamente con la constatación <strong>de</strong>actores internacionales que empiezan a tomar un cierto protagonismoen la formación <strong>de</strong> las fuentes; rol que en el esquematradicional sólo está reservado a los Estados y a las organizacionesinternacionales 13 .La cuestión no es menor pues claramente estos múltiplesactores no estatales, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Organizaciones No Gubernamenta-12 Sin duda más trascen<strong>de</strong>ncia han tenido algunas <strong>de</strong> las resoluciones adoptadas comoDeclaraciones por la ONU, como la Declaración Universal <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> (1948), laDeclaración sobre los principios jurídicos que <strong>de</strong>be regir las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los estados en la exploracióny utilización <strong>de</strong>l espacio ultraterrestre (1963), la Declaración sobre la concesión <strong>de</strong>la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia a los países y pueblos coloniales (1960) o la Declaración <strong>de</strong>l Milenio (2000).13 Véase: GAUCHE, X. La intervención <strong>de</strong> la sociedad civil en el marco <strong>de</strong> las NacionesUnidas: un nuevo cauce para el logro <strong>de</strong>l Desarrollo Humano. En: ALVAREZ, A. y GAUCHE,X. (Eds.). Reflexiones sobre Desarrollo Humano: <strong>Derechos</strong>, Política y Globalización. Concepción,Facultad <strong>de</strong> Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad <strong>de</strong> Concepción, 2008, (Colección<strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Estudios en Desarrollo Humano), pp. 139-171.120


les (ONG’s) hasta empresas transnacionales, han ido <strong>de</strong>sarrollandociertos instrumentos con la pretensión <strong>de</strong> darles ciertogrado <strong>de</strong> valor normativo a la par por cierto <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong>esta influencia cada vez mayor en la elaboración <strong>de</strong> normas internacionalesvinculantes.Esos instrumentos pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse también como softlaw 14 y lo que los hace especialmente interesantes es su gestación<strong>de</strong>s<strong>de</strong> actores que carecen <strong>de</strong> personalidad jurídica <strong>de</strong><strong>de</strong>recho internacional, a diferencia <strong>de</strong> otros instrumentos queentran en esta categoría <strong>de</strong> “<strong>de</strong>recho blando”.Nuevamente el ámbito <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos muestramuchos ejemplos. Des<strong>de</strong> la Declaración Universal <strong>de</strong> los <strong>Derechos</strong><strong>de</strong> los Pueblos, <strong>de</strong> 1976 15 , pasando por las Directrices <strong>de</strong>Maastricht sobre Violaciones a los <strong>Derechos</strong> Económicos, Socialesy Culturales, <strong>de</strong> 1997 16 hasta los Principios <strong>de</strong> Yogyakartasobre la Aplicación <strong>de</strong> las Leyes Internacionales <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong><strong>Humanos</strong> en relación con la Orientación Sexual y la I<strong>de</strong>ntidad<strong>de</strong> Género, <strong>de</strong> 2006.Un tercer grupo <strong>de</strong> instrumentos son los acuerdos interestatalesque no vinculan jurídicamente. En este caso volvemos ainstrumentos emanados <strong>de</strong> sujetos internacionales y nos movemosen los acuerdos que los Estados firman sin el ánimo <strong>de</strong>hacer surgir <strong>de</strong> ellos una obligación internacionalmente exigible.El ejemplo emblemático ha sido el Acta Final <strong>de</strong> Helsinski,<strong>de</strong> 1975 o más recientemente la Declaración <strong>de</strong> Durban y el14 En ese sentido se ha dicho que el soft law se integraría, entre otro tipo <strong>de</strong> instrumentospor: “…statements prepared by individuals in a non-governmental capacity, but wichpurport to lay down international principles”. CHINKIN, C. M. The challenge of Soft Law:Development and Change in International Law. International and Comparative Law Quarterly(ICLQ). 38(4):850-866, 1989, p. 851.15 Adoptada en Argel por la Liga Internacional para la Liberación y los <strong>Derechos</strong> <strong>de</strong> losPueblos.16 Adoptadas por un grupo <strong>de</strong> expertos invitados por la Comisión Internacional <strong>de</strong> Juristas,el Instituto <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> Urban Morgan <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong> Américay el Centro <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Maastricht,en el marco <strong>de</strong>l 10º aniversario <strong>de</strong> la adopción <strong>de</strong> los Principios <strong>de</strong> Limburgo sobreAplicación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos económicos, sociales y culturales.121


Programa <strong>de</strong> Acción, documento resultado <strong>de</strong> la ConferenciaMundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobiay las Formas Conexas <strong>de</strong> Intolerancia celebrada en Durban,en 2001.Nuevamente acá surgen muchas interrogantes que nopue<strong>de</strong>n en todo caso cegar ante la abrumadora realidad <strong>de</strong> suexistencia y su utilidad como mecanismos para dar espacio amuchos temas <strong>de</strong> la agenda <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos. Prueba <strong>de</strong>ello es el seguimiento que los Estados hacen <strong>de</strong> estos acuerdos,lo que abona a la tesis <strong>de</strong> que algún grado <strong>de</strong> obligatoriedadsurge <strong>de</strong> ellos. Ejemplo ha sido la Conferencia <strong>de</strong> Examen <strong>de</strong>Ginebra, <strong>de</strong>stinada a evaluar el proceso hacia el logro <strong>de</strong> losobjetivos planteados en Durban, celebrada entre el 20 y 24 <strong>de</strong>abril <strong>de</strong> 2009.Instrumentos <strong>de</strong> soft law para la garantía <strong>de</strong> la nodiscriminación por i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género y orientaciónsexual.La generosidad <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> los Estados y <strong>de</strong> actores noestatales permitiría hacer una abundante selección <strong>de</strong> instrumentosque podría encuadrar en lo que antes he precisadocomo soft law.Sin embargo, dadas las limitaciones <strong>de</strong> este espacio y porla trascen<strong>de</strong>ncia que tiene el tema, sea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista<strong>de</strong> su in<strong>de</strong>finida naturaleza jurídica como <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la óptica <strong>de</strong>su reciente impacto sustantivo a la cuestión <strong>de</strong> la no discriminaciónsólo me referiré a los Principios <strong>de</strong> Yogyakarta sobre laAplicación <strong>de</strong> las Leyes Internacionales <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>en relación con la Orientación Sexual y la I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> Género,y a los instrumentos adoptados en la materia en el seno <strong>de</strong> laONU y <strong>de</strong> la OEA.122


Los Principios <strong>de</strong> Yogyakarta sobre la Aplicación<strong>de</strong> las Leyes Internacionales <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>en relación con la Orientación Sexual y la I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>GéneroEn noviembre <strong>de</strong> 2006 fueron adoptados en Indonesia losllamados Principios <strong>de</strong> Yogyakarta, presentados oficialmente enmarzo <strong>de</strong> 2007 coincidiendo con la sesiones <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong><strong>Humanos</strong> <strong>de</strong> la ONU en Ginebra, y relanzados en noviembre<strong>de</strong> 2007 a las Naciones Unidas en Nueva York con el patrocinio <strong>de</strong>Argentina, Brasil y Uruguay.En su elaboración trabajó un grupo <strong>de</strong> expertos internacionalesen <strong>de</strong>rechos humanos, provenientes <strong>de</strong> 25 países <strong>de</strong> todas lasregiones <strong>de</strong>l planeta y <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>l activismo, la oficialidad, lajudicatura y la aca<strong>de</strong>mia.Bajo una óptica que se basa en la dignidad, la igualdad y la libertad<strong>de</strong> todo ser humano a gozar y ejercer los <strong>de</strong>rechos que atodos se reconocen, sin que tenga inci<strong>de</strong>ncia alguna el sexo, el género- o la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género - o su orientación sexual, los Principiosvienen a sostener <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista sustantivo unaproyección <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> no discriminación.Des<strong>de</strong> otra perspectiva, lo que hacen es recoger cómo se <strong>de</strong>beríaaplicar la legislación internacional sobre <strong>de</strong>rechos humanos alas cuestiones <strong>de</strong> orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género, estableciendorecomendaciones para cada caso.Así, los principios 1º al 3º consagran justamente el principio <strong>de</strong>no discriminación en el goce <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos universalesy el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> toda persona a ser reconocida ante la ley. Losprincipios 4º al 11º abordan los <strong>de</strong>rechos referidos a la seguridadhumana y personal. Los principios 12º al 18º establecen la no discriminaciónpor orientación sexual o i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género para elgoce <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos económicos, sociales y culturales. Los principios19º al 21º refieren la importancia <strong>de</strong> gozar <strong>de</strong> libertad <strong>de</strong>expresión, <strong>de</strong> opinión y <strong>de</strong> asociación. Los principios 22º y 23º,en tanto, tratan la libertad <strong>de</strong> movimiento y el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> todos asolicitar asilo si alguien es perseguido por su orientación sexual o123


i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género. Los principios 24º al 26º se refieren al <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> las personas a participar en la vida cultural y familiar <strong>de</strong> lacomunidad. El principio 27º, por su lado, se refiere a los <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos y la obligación estatal<strong>de</strong> proteger a quienes <strong>de</strong>fiendan los <strong>de</strong>rechos en función <strong>de</strong>una orientación sexual o por i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género. Finalmente, losprincipios 28º al 29º establecen el <strong>de</strong>recho a recursos legales y areparaciones en el marco <strong>de</strong> la <strong>de</strong>bida responsabilidad.Como se aprecia entonces, éste es un enfoque que busca quela orientación sexual y la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género se tengan en cuentapara no discriminar en el goce <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos ya reconocidosinternacionalmente más que un enfoque que busque aportar a laconstrucción <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos especiales para estas minorías sociales.En esa lógica, bien vale la pena preguntarse qué valor jurídicotienen estos Principios, especialmente si consi<strong>de</strong>ramos que incluyen16 recomendaciones dirigidas a instituciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechoshumanos, organismos profesionales, patrocinadores, ONG’s, a laAlta Comisionada <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> <strong>de</strong> Naciones Unidas, alas propias Naciones Unidas, a los órganos <strong>de</strong> los tratados, a losProcedimientos especiales y a otros agentes.Des<strong>de</strong> un estricto punto <strong>de</strong> vista jurídico hay que reconocerque no son una fuente <strong>de</strong> obligación para los Estados. Sin embargo¿es posible y acertado restarles todo mérito normativo? Lacuestión <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong>l soft law resulta acá aplicable como un ejemplo<strong>de</strong> instrumento que emana <strong>de</strong> actores no estatales y que busca<strong>de</strong>cir cómo <strong>de</strong>ben interpretarse normas convencionales.La Declaración <strong>de</strong> las Naciones Unidas sobreOrientación Sexual e I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> GéneroEsta Declaración tuvo su origen en una iniciativa francesarespaldada por la Unión Europea, lanzada en mayo <strong>de</strong> 2008 yque fue presentada oficialmente en la ONU el 18 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong>2008, siendo leída por el <strong>de</strong>legado <strong>de</strong> Argentina.124


Está firmada por 66 estados 17 consi<strong>de</strong>rando que habiendoquedado abierta a la firma, en marzo <strong>de</strong> 2009 el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>los Estados Unidos, Barak Obama, la ha suscrito también.En lo sustancial, el texto leído urge a los Estados miembros<strong>de</strong> la ONU a tomar las medidas necesarias, sobre todo legislativas,a fin <strong>de</strong> que la orientación sexual y la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> génerobajo ninguna circunstancia sean castigadas <strong>de</strong> manera penal.Pone alerta sobre los atropellos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos que sufre la comunidadLGTB y llama a evitar que por la preferencia sexual serealicen prácticas como “el uso <strong>de</strong> la pena <strong>de</strong> muerte; ejecucionesextrajudiciales, sumarias o arbitrarias; tortura y otros tratoso penas crueles, inhumanos o <strong>de</strong>gradantes; el arresto o <strong>de</strong>tenciónarbitrarios, y la <strong>de</strong>negación <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos económicos, socialesy culturales, incluido el <strong>de</strong> la salud”.En lo que toca a su carácter <strong>de</strong> soft law hay que <strong>de</strong>cir que enla i<strong>de</strong>a original <strong>de</strong> sus promotores se trataba <strong>de</strong> adoptarla comouna “resolución” <strong>de</strong> la Asamblea General, i<strong>de</strong>a que no prosperópor encontrar fuerte oposición en un grupo <strong>de</strong> países que llegandoa formalizar su rechazo, aprobaron una <strong>de</strong>claración ensentido contrario.Nuevamente acá cabe preguntarse sobre su naturaleza, sobretodo porque parece <strong>de</strong>stinada en lo sustancial a querer influir enlos ór<strong>de</strong>nes normativos internos.La respuesta conduce otra vez a la pertinencia <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarel soft law.17 Los países que la han firmado son: por AFRICA: Cabo Ver<strong>de</strong>, República Centroafricana,Gabón, Guinea-Bissau, Mauricio, Santo Tomé y Príncipe. Por AMERICA: Argentina, Bolivia,Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Estados Unidos, México, Nicaragua, Paraguay,Uruguay, Venezuela. Por ASIA: Armenia, Georgia, Israel, Japón, Nepal, Timor Oriental.Por EUROPA: Albania, Alemania, Andorra, Austria, Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria,Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Gracia, Hungría,Islandia, Irlanda, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Montenegro,Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumania, San Marino, Serbia, Eslovaquia, Eslovenia,España, Suecia, Suiza, República <strong>de</strong> Macedonia, Reino Unido. Por OCEANIA: Australiay Nueva Zelanda.125


Las Resoluciones <strong>de</strong> la OEA sobre <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>,Orientación Sexual e I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> GéneroEl 3 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2008 la Asamblea General <strong>de</strong> la OEA aprobóuna Resolución <strong>de</strong>nominada <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, OrientaciónSexual e I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> Género 18 que en lo sustancial y consi<strong>de</strong>randocomo marco normativo las <strong>de</strong>claraciones universal y americana<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos básicamente “manifiesta su preocupaciónpor los actos <strong>de</strong> violencia y las violaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechoshumanos relacionadas, cometidos contra individuos a causa <strong>de</strong>su orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género” y encarga a los órganosrespectivos <strong>de</strong> la OEA incluir el tema en su agenda.Ante semejante manifestación <strong>de</strong> buen propósito siguió unapreocupación continental fuertemente impulsada por Brasilquien en mayo <strong>de</strong> 2009 propuso una nueva resolución 19 que, conbastante más elocuencia, buscaba seguir manteniendo el temaen la agenda <strong>de</strong> la organización.Este proyecto incorporó nuevos elementos como el conceptoexpresión <strong>de</strong> género que se vincularía con las manifestacionesexternas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad sexual, como sería por ejemplo el vestuario.En su fundamento, un aspecto interesante es que toma notaen el Preámbulo <strong>de</strong> la Declaración sobre Orientación Sexual eI<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> Género presentada en Naciones Unidas, lo cual vienea reforzar la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la cierta fuerza que tiene el soft law.Sobre esto la verdad es que resulta interesante que el instrumentoal cual se alu<strong>de</strong> tenga en si mismo una fuerte carencia <strong>de</strong>“legitimidad” en su gestación, claro, como instrumento blando.18 ASAMBLEA GENERAL. ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS. ResoluciónAG/RES. 2435 (XXXVIII-O/08). <strong>Derechos</strong> humanos, orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género.Aprobada en la cuarta sesión plenaria, celebrada el 3 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2008.19 PROYECTO DE RESOLUCIÓN. <strong>Derechos</strong> humanos, orientación sexual e I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>género. Presentado por la <strong>de</strong>legación <strong>de</strong> Brasil. Aprobado por la Comisión en su sesión <strong>de</strong>l15 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2009. Doc. OEA/Ser.G CP/CAJP-2739/09126


En tal sentido, no parece que una <strong>de</strong>claración suscrita por 14 <strong>de</strong>los 34 miembros <strong>de</strong> la OEA sea un texto con gran peso político.En la parte resolutiva <strong>de</strong>sarrolla <strong>de</strong> forma más <strong>de</strong>tallada elenfoque <strong>de</strong> prevención e investigación <strong>de</strong> los actos <strong>de</strong> violenciay violaciones <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos cometidos a causa <strong>de</strong> laorientación sexual, la i<strong>de</strong>ntidad y expresión <strong>de</strong> género.Con esa propuesta y en medio <strong>de</strong> lo que fue el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>ltrigésimo noveno período <strong>de</strong> sesiones <strong>de</strong> la OEA, el 4 <strong>de</strong> junio<strong>de</strong> 2009 se aprobó una segunda Resolución sobre <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>,Orientación Sexual e I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> Género 20 que estableceque se con<strong>de</strong>nan los actos <strong>de</strong> violencia y las violaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechoshumanos relacionados, perpetrados contra individuos acausa <strong>de</strong> su orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género y señala laimportancia <strong>de</strong> la Declaración adoptada sobre la materia por lasNaciones Unidas en 2008, es <strong>de</strong>cir, un instrumento blando tomanota <strong>de</strong> otro instrumento blando.Esta nueva resolución no incluye en <strong>de</strong>finitiva la noción expresión<strong>de</strong> género y se enmarca en la cultura <strong>de</strong> la no violenciaque se tomó como eje en este año 2009 en la OEA y que terminócon una referencia expresa a la violencia generada por cualquiertipo <strong>de</strong> discriminación, incluida la basada en la orientaciónsexual 21 .En el texto <strong>de</strong> esta segunda resolución se urge a los Estadosa investigar hechos <strong>de</strong> violencia que ocurren por esta razón y seles insta a asegurar y proteger a los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanosque trabajan en temas sobre violencia contra individuospor i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género u orientación sexual.20 ASAMBLEA GENERAL. ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS. ResoluciónAG/RES. 2504 (XXXIX-O/09). <strong>Derechos</strong> humanos, orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género.Aprobada en la cuarta sesión plenaria, celebrada el 4 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2009.21 Efectivamente, en la Declaración Hacia una Cultura <strong>de</strong> la no Violencia <strong>de</strong> San Pedro <strong>de</strong>Sula adoptada en Honduras el 4 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2009 (Doc. AG/17-09) se establece que hayque garantizar el respeto a los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los pueblos indígenas, los afro-<strong>de</strong>scendientes,los migrantes y sus familias y las personas en situación <strong>de</strong> vulnerabilidad, particularmenteaquellos afectados por la violencia generada por cualquier tipo <strong>de</strong> discriminación, incluidala basada en el origen racial o étnico, la orientación sexual y la xenofobia.127


Des<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista normativo, se hace un llamado a laComisión <strong>Interamericana</strong> <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> y a otros órganos<strong>de</strong>l sistema para incluir el tema en sus agendas.Si bien esta resolución ha sido apoyada por los grupos continentalesque <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los grupos LGTB ha sidotambién criticada por no incluir en <strong>de</strong>finitiva la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> expresión<strong>de</strong> género que es la causante <strong>de</strong> buena parte <strong>de</strong> las violentasmanifestaciones <strong>de</strong> intolerancia que viven estos grupos.La crítica, junto a un serio llamado a la institucionalidad americanaa avanzar en el camino <strong>de</strong> la no discriminación por orientaciónsexual e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género se formalizó antes inclusoen la llamada Declaración <strong>de</strong> San Pedro Sula, <strong>de</strong> la Coalición <strong>de</strong>lesbianas, gays, bisexuales, travestis, transexuales, transgénero eintersex <strong>de</strong> las Américas.Se trata por cierto <strong>de</strong> otro instrumento <strong>de</strong> soft law (emanado<strong>de</strong> actores no estatales) adoptado por diversas organizacionesLGTB reunidas en Honduras en mayo <strong>de</strong> 2009, amparándoseen algunas directrices <strong>de</strong> la Asamblea General <strong>de</strong> la OEA que<strong>de</strong>terminan un marco normativo para promover y fortalecer laparticipación <strong>de</strong> la sociedad civil en la misma y en el proceso <strong>de</strong>Cumbres <strong>de</strong> las Américas y señalando la importancia <strong>de</strong> la resoluciónadoptada en 2008.En este instrumento manifestaron su preocupación por laomisión <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad y expresión <strong>de</strong> género puestoque ella es parte fundamental <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> la libertad culturaly construcción i<strong>de</strong>ntitaria.Agrega el texto - en lo que bien se pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar un <strong>de</strong>sarrolloprogresivo <strong>de</strong>l tema - que la violencia no sólo se circunscribea ataques físicos, maltrato policial, abuso <strong>de</strong> autoridad ocrímenes <strong>de</strong> odio. También incluye prácticas <strong>de</strong> violencia privada,como son uniones matrimoniales forzadas, el sometimientoa estereotipos y roles <strong>de</strong> género que restringen el libre <strong>de</strong>sarrollo<strong>de</strong> la personalidad y la sexualidad, el encierro forzado y la torturaen clínicas <strong>de</strong> “rehabilitación”, que muchas veces concluyenen suicidio, refiriendo claramente que en el caso <strong>de</strong> afro<strong>de</strong>scendientes,mujeres, indígenas, jóvenes, migrantes, ancianos y dis-128


capacitados se acentúa la violencia ejercida contra las personaspor razón <strong>de</strong> su orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad y expresión <strong>de</strong>género.Lo más relevante es la <strong>de</strong>manda que hacen a la OEA para incluirla i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género en su programa <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho a la i<strong>de</strong>ntidad,<strong>de</strong> manera que inste a los Estados a <strong>de</strong>sarrollar la normatividady el marco legal necesario para eliminar la exclusión socialpor medio <strong>de</strong>l reconocimiento jurídico <strong>de</strong> estas personas.En la misma línea hace un llamado a que los Estados miembros<strong>de</strong>l Caribe Anglófono eliminen las leyes que criminalizan lasrelaciones sexuales entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo y todas aquellasotras leyes que limiten el libre <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la personalidado inciten a la violencia social; a que los Estados se comprometana diseñar políticas nacionales e integrales orientadas a la implementación<strong>de</strong> buenas prácticas en todos los ámbitos, sociales,educativos y profesionales y la creación <strong>de</strong> observatorios que <strong>de</strong>ncuenta <strong>de</strong> la situación vigente <strong>de</strong> violaciones a <strong>de</strong>rechos humanos.Insta asimismo a que la Asamblea General adopte la Convención<strong>Interamericana</strong> Contra el Racismo y Toda Forma <strong>de</strong> Discriminacióne Intolerancia 22 y a que los Estados miembros se comprometana concluir la negociación <strong>de</strong>l anteproyecto respetando losavances sustantivos logrados durante los últimos años.Sin duda esta última es la parte más relevante: un documentoque emana <strong>de</strong> actores no estatales hace un fundado y sólido llamadoa los actores estatales a la codificación y al <strong>de</strong>sarrollo progresivo<strong>de</strong>l tema.Durante el año 2010 y en el marco <strong>de</strong>l 40vo. período <strong>de</strong> sesiones<strong>de</strong> la OEA, celebrado esta vez en Lima, Perú, el tema fuenuevamente consi<strong>de</strong>rado adoptándose el 8 <strong>de</strong> junio la resolución“<strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, Orientación Sexual e I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>Género” 23 que, patrocinada por Brasil y copatrocinada por Boli-22 PROYECTO DE RESOLUCIÓN. Proyecto <strong>de</strong> Convención <strong>Interamericana</strong> Contra el Racismoy Toda Forma <strong>de</strong> Discriminación e Intolerancia. Doc. AG/Doc. 4959/09.23 ASAMBLEA GENERAL. ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS. ResoluciónAG/RES. 2600 (XL-O/10). <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, Orientación Sexual e I<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> Género.129


via, se <strong>de</strong>staca no sólo por con<strong>de</strong>nar los actos <strong>de</strong> violencia y <strong>de</strong>violaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos cometidos contra personaspor su orientación sexual o su i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género y expresarsu preocupación por la violencia que afecta a los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong>los <strong>de</strong>rechos humanos que trabajan estos temas, sino que instaa<strong>de</strong>más a los Estados miembros a adoptar todas las medidasnecesarias para combatir las violaciones por orientación sexualo i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género, garantizando el pleno acceso a la justiciapara sus víctimas, pidiendo a la Comisión <strong>Interamericana</strong> queestudie la posibilidad <strong>de</strong> realizar un estudio temático.Por primera vez, esta resolución incluye la noción <strong>de</strong> discriminaciónpor orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género, instando alos Estados a tomar medidas contra ella.El llamado que se hace a la Comisión a realizar un estudio temáticoes sin duda relevante pues, aunque en sí mismos carecen<strong>de</strong> fuerza vinculante, tales informes tienen en verdad en el marco<strong>de</strong>l sistema interamericano, al menos, un peso político relevanteque pue<strong>de</strong> ayudar en esta causa <strong>de</strong> no discriminar a nadie por viviro sentir una sexualidad diversa.Reflexiones finalesMuchas parcelas <strong>de</strong> ese enorme mundo en constante construcciónque se llama “<strong>de</strong>rechos humanos” son especialmentesensibles a acuerdos vinculantes.Prueba <strong>de</strong> ello es la enorme cantidad <strong>de</strong> programas, recomendaciones,principios o directrices, por citar los principales instrumentos<strong>de</strong> extraña calificación normativa que dan lugar para quela discusión sobre el soft law se instale en el mundo jurídico <strong>de</strong> los<strong>de</strong>rechos humanos.Ahora bien, la cuestión <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género y la orientaciónsexual parece ser el tema en estos tiempos que pue<strong>de</strong> regularseprincipalmente por esta vía.Al parecer, la sola i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> pensar en la regla <strong>de</strong>l pacta sunt servandaaleja a los Estados <strong>de</strong> los tratados y ni aún las mal usadasfiguras <strong>de</strong> las reservas o las <strong>de</strong>claraciones interpretativas sirvenpara afirmar una voluntad colectiva regional o <strong>de</strong> pretensión uni-130


versal a favor <strong>de</strong> la no discriminación por i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género uorientación sexual, partiendo a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la premisa <strong>de</strong> que cadavez es más frecuente que los Estados extiendan el uso <strong>de</strong>l soft lawpara evitar el avance <strong>de</strong> la erosión <strong>de</strong> su soberanía.Por otro lado, la complejidad <strong>de</strong> factores que inci<strong>de</strong>n en lamateria, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> religiosos, valóricos y culturales hasta los propios<strong>de</strong> <strong>de</strong>recho positivo interno hace que nos movamos en un temaparticularmente sensible. Tan sensible como lo son en estos tiemposbuena parte <strong>de</strong> las cuestiones que emanan <strong>de</strong> la sexualidadhumana en un amplio sentido. El conflicto que produce la i<strong>de</strong>a<strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r la parentalidad a parejas <strong>de</strong>l mismo sexo en muchassocieda<strong>de</strong>s es un claro ejemplo <strong>de</strong> cómo se podrán hacer distintasapreciaciones <strong>de</strong> lo que involucra la sexualidad en la vida <strong>de</strong> laspersonas, resultando muy difícil - si no imposible - encontrar unaposición que no lleve parte <strong>de</strong> razón y parte <strong>de</strong> sin razón frenteal tema <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos reclamados por los gays y lesbianas a obtenerun reconocimiento formal a sus uniones afectivas estables,po<strong>de</strong>r formar una familia y criar hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ellas, y el <strong>de</strong>recho<strong>de</strong> niños y niñas a ser amados y crecer en contextos familiares armónicos,cualquiera sea la preferencia sexual <strong>de</strong> sus padres biológicos.En esa línea <strong>de</strong> pensamiento no resulta entonces difícil enten<strong>de</strong>rla complejidad que encierra el usar el esquema clásico <strong>de</strong>fuentes <strong>de</strong> obligación para los Estados.Ante esta realidad entonces y la cuestión sobre dón<strong>de</strong> se ubicany qué valor tienen los instrumentos blandos que se adoptan,la rica variedad que muestra la vida internacional parece aconsejarir caso a caso para ver que “grado” <strong>de</strong> obligatoriedad se pue<strong>de</strong>dar a cada texto consi<strong>de</strong>rando múltiples aspectos.Ese análisis <strong>de</strong>bería hacerse en todo caso optando por reconocerla utilidad <strong>de</strong> su existencia antes que instar por omitir suconsi<strong>de</strong>ración o estimar que lo soft <strong>de</strong>be ser sinónimo inmediato<strong>de</strong> “no <strong>de</strong>recho”.En efecto, esta opción ayuda a que el sistema internacionalnormativo no que<strong>de</strong> estancado ya que permite que los principalessujetos <strong>de</strong>sarrollen distintos niveles normativos y a la vez que131


actores no estatales puedan intervenir en aquellos temas que vanrequiriendo un tratamiento normativo por soft que éste sea.A<strong>de</strong>más, en el caso <strong>de</strong> los Estados, esta vía pue<strong>de</strong> ser útil paraobviar el trámite <strong>de</strong> pasar por los órganos legislativos en el nivelinterno que pue<strong>de</strong>n no estar en un cierto momento y tiempodispuestos a consentir que las autorida<strong>de</strong>s comprometan jurídicamenteal Estado pudiendo también saltar engorrosos procedimientospara su reforma en el plano internacional.Des<strong>de</strong> esa mirada y hablando <strong>de</strong> su utilidad, bien vale pensaren que sea mejor contar con un instrumento blando que con untratado plagado <strong>de</strong> reservas, <strong>de</strong>claraciones interpretativas o queuse la enorme gama <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> flexibilidad que hoy muestrala práctica 24 para abordar así nuevos temas <strong>de</strong> la agenda social.Sin embargo, al no ser realmente “<strong>de</strong>recho internacional” muchascuestiones surgen y quedan sin respuesta.¿Qué valor se les pue<strong>de</strong> atribuir <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> codificacióny <strong>de</strong>sarrollo progresivo <strong>de</strong>l Derecho Internacional <strong>de</strong> los <strong>Derechos</strong><strong>Humanos</strong>? ¿Qué <strong>de</strong>recho gobierna en realidad estos instrumentos?¿Cómo se incorporan a las jurisdicciones domésticas?Mención aparte para las sanciones por incumplimiento. Siello es ya un tema difícil en el ámbito <strong>de</strong> los tratados ¿Qué po<strong>de</strong>mosesperar frente a las infracciones <strong>de</strong>l soft law? ¿Sirven <strong>de</strong>algo cuando la violación es sistemática y masiva, y obe<strong>de</strong>ce a unapolítica <strong>de</strong> un gobierno <strong>de</strong>terminado? ¿Sirven cuando se trata <strong>de</strong>las que Nash llama “violaciones estructurales” 25 a los <strong>de</strong>rechos humanosen las cuales bien se enmarca la situación <strong>de</strong> las minoríassexuales en algunos países?A<strong>de</strong>más, es necesario constatar que a través <strong>de</strong>l soft law lo quehay es un recurso a <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> normas primarias y no secundarias.24 El tema ha sido tratado en MARTIN, P. Flexibilidad y Tratados Internacionales. Madrid,Editorial Tecnos, 2003, 250 p.25 NASH, C. La codificación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos en el ámbito internacional y elproceso <strong>de</strong> codificación: ¿continuidad o cambio? En: MARTINIC, M. y TAPIA, M. (Drs.).Sesquicentenario <strong>de</strong>l Código Civil <strong>de</strong> Andrés Bello. Pasado, presente y futuro <strong>de</strong> la codificación.Santiago, Facultad <strong>de</strong> Derecho, Universidad <strong>de</strong> Chile, Editorial Lexis Nexis, 2005,Tomo II, p. 1179.132


Si enten<strong>de</strong>mos que normas primarias <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n internacionalson aquellas que regulan las conductas <strong>de</strong> los sujetos y establecen<strong>de</strong>rechos y obligaciones en la forma <strong>de</strong> hacer o no hacer <strong>de</strong>terminadascosas, y por normas secundarias aquellas que principalmentei<strong>de</strong>ntifican las consecuencias por la violación <strong>de</strong> normasprimarias, aparece claro que la utilidad que pue<strong>de</strong> prestar el softlaw se reduce al ámbito <strong>de</strong> las primeras con todas las interrogantesformuladas.Una respuesta académica iría por <strong>de</strong>cir que si bien no tienencarácter jurídico vinculante, sí producen “consecuencias” jurídicasen aplicación <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> buena fe y <strong>de</strong>l estopell y que tambiénpodrían servir como reglas <strong>de</strong> interpretación <strong>de</strong> acuerdosvinculantes, a lo cual habría que agregar la posibilidad <strong>de</strong> hacerlosexigibles en se<strong>de</strong> política o diplomática.Finalizo apuntando que adhiero a seguir usando el soft law ymantener los problemas en el <strong>de</strong>bate ya que en tanto no se logrenconsensos en la materia por los verda<strong>de</strong>ros operadores jurídicoses una forma <strong>de</strong> ayudar a darle visibilidad a la necesaria proteccióncontra las discriminaciones por i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género y orientaciónsexual.Este es un tema <strong>de</strong> aquellos en que el Derecho <strong>de</strong>be marcarel cómo <strong>de</strong>berían ser las cosas consi<strong>de</strong>rando la realidad social ylas múltiples valoraciones que <strong>de</strong> la cuestión se pue<strong>de</strong>n hacerpero que por ahora sólo se queda en buenas intenciones. Y entrebuenas intenciones y no intenciones, mejor sean las buenasintenciones.133


Colonialidad, “Performance” y Género:la Saga <strong>de</strong> Lorena Bobbit *Chloé S. Georas**Traducción: Magali SánchezCatedrática Auxiliar, Escuela <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Puerto Rico; B.A.en Economía <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Puerto Rico (1987); M.A. en Historia <strong>de</strong>l Arte<strong>de</strong> S.U.N.Y., Binghamton (1997); J.D. New York University School of Law (2004).Autora <strong>de</strong>l libro “Rediviva: lost in a trancelations”, Editorial Isla Negra, 2006;Libros Nómadas, 2001.ResumenEl artículo explora cómo diferentes acercamientos teóricos a losaspectos narrativos, performativos y culturales <strong>de</strong> los juicios,especialmente los famosos, articularon la fascinación <strong>de</strong>l públicocon la saga <strong>de</strong> Bobbitt. Se contextualiza el escenario <strong>de</strong>l casoa explorar, la localización <strong>de</strong> los latinos en el imaginario social* Para cumplir con el espacio provisto para esta publicación, algunas secciones <strong>de</strong>l trabajooriginal <strong>de</strong>l cual este trabajo se <strong>de</strong>riva han sido omitidas y otras se han sintetizado.La versión original <strong>de</strong> este artículo se redactó para un curso <strong>de</strong> “performance” y <strong>de</strong>rechoen NYU School of Law en 2004. Mi agra<strong>de</strong>cimiento a los profesores <strong>de</strong> dicho curso, PeggyCooper Davis y Richard Schechner, por sus comentarios y ediciones valiosas a este trabajo.Sin embargo, cualquier error u omisión <strong>de</strong> esta versión revisada son exclusivamente míos.** La traducción <strong>de</strong> este artículo fue realizada por Magali Sánchez (2009) y revisada porla autora. Esta traducción al igual que el artículo original están bajo una licencia CreativeCommons conocida como Attribución 3.0 Puerto Rico. Un resumen <strong>de</strong> dicha licencia estádisponible en http://creativecommons.org/licenses/by/3.0/pr.La referencia bibliográfica <strong>de</strong> la publicación previa <strong>de</strong> esta versión corta en españoles: GEORAS, Chloé. Colonialidad, performance y género: La saga <strong>de</strong> Lorena Bobbitt. En:Derecho, Género e Igualdad: Cambios en las estructuras androcénticas. Barcelona, CentroAntígona, Universidad Autónoma <strong>de</strong> Barcelona (publicación <strong>de</strong> los trabajos presentadosen la conferencia celebrada en marzo <strong>de</strong>l 2009), 2009. Existe, a<strong>de</strong>más, una versión másextensa en inglés: GEORAS, Chloé. Performance, Literary and Cultural Studies in the Courtroomand Beyond: The Bobbitt Saga. Revista <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Abogados <strong>de</strong> Puerto Rico.69(1), enero-abril 2008.134


americano y transamericano, enfatizando en los <strong>de</strong>bates postcoloniales<strong>de</strong> la colonialidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y la posición <strong>de</strong> AméricaLatina como espacio <strong>de</strong> otredad en contra <strong>de</strong> la cual EstadosUnidos reifica su propia mo<strong>de</strong>rnidad y progreso civilizatorio.A<strong>de</strong>más se explora cómo los análisis narrativos y performativospue<strong>de</strong>n ofrecer nuevas interpretaciones <strong>de</strong> los juicios famosos,para apreciar mejor sus implicaciones culturales y políticas, ycómo ellos sirven para enjuiciar la normalidad hegemónica, alcuestionar el status quo. Por último, se analizan las historiaspresentadas por la <strong>de</strong>fensa y fiscalía en el caso Bobbitt, que finalmenteconvierten a Lorena Bobbitt en una importante figuraen la zona <strong>de</strong> contacto <strong>de</strong>l imaginario transamericano al reinscribirtropos <strong>de</strong> índole racial y sexual altamente controvertidos,que hacen visible la colonialidad <strong>de</strong> los discursos y las representaciones<strong>de</strong> los latinos en Estados Unidos.Introducción: “El corte más cruel” 1El 23 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1993 en Manassas, Virginia, luego <strong>de</strong> años <strong>de</strong>abuso verbal y físico que según testimonios culminó en otro episodio<strong>de</strong> violación marital, Lorena Bobbitt tomó un cuchillo <strong>de</strong>mesa <strong>de</strong> mango rojo y ocho pulgadas <strong>de</strong> largo y le cortó el penea su esposo y ex-Marine, John Wayne Bobbitt 2 . Se fugó en un carro,llevándose el pene que luego <strong>de</strong>scartó en un área <strong>de</strong> vegetación,don<strong>de</strong> fue rescatado por una brigada <strong>de</strong> rescate policiaco yreenlazado quirúrgicamente al cuerpo <strong>de</strong> su esposo. John Waynefue enjuiciado y absuelto <strong>de</strong> los cargos <strong>de</strong> violación marital. Enfrentandouna posible con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> hasta veinte años por dañodoloso, Lorena alegó no recordar el acto e invocó las <strong>de</strong>fensas <strong>de</strong>incapacidad mental y el Síndrome <strong>de</strong> la Mujer Maltratada en respuestaal argumento <strong>de</strong>l fiscal <strong>de</strong> que fue un acto <strong>de</strong> venganza.1 THE Unkin<strong>de</strong>st Cut of All: Enough Already. U.S. News & World Report. Página14, 31 <strong>de</strong>enero <strong>de</strong> 1994.2 En lo sucesivo Lorena Bobbitt será abreviada como “Lorena” y John Wayne Bobbittcomo “John Wayne”.135


Lorena fue juzgada no culpable por razón <strong>de</strong> incapacidad mentaly pasó meramente unos días en un hospital mental antes <strong>de</strong> serpuesta en libertad 3 .A través <strong>de</strong> su corte transgresivo “sentido alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>lmundo” 4 , Lorena Bobbitt no sólo amputó el órgano que simbolizabasu miseria, sino que logró fama instantánea. La maquinariaglobalizada <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación diseminó la infamesaga <strong>de</strong> Bobbitt, apropiada <strong>de</strong> maneras variadas según ansieda<strong>de</strong>sculturales profundamente enraizadas.En este artículo exploro cómo diferentes acercamientos teóricosa los aspectos narrativos, performativos y culturales <strong>de</strong> losjuicios, especialmente los juicios famosos, articularon la fascinación<strong>de</strong>l público con la saga <strong>de</strong> Bobbitt. La primera seccióncontextualiza el escenario <strong>de</strong>l caso al explorar la localización <strong>de</strong>los latinos en el imaginario social americano y trans-americanocon un énfasis particular en los <strong>de</strong>bates poscoloniales <strong>de</strong> la“colonialidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r”. La segunda sección explora cómo losanálisis narrativos y performativos pue<strong>de</strong>n ofrecer nuevas interpretaciones<strong>de</strong> los juicios famosos para apreciar mejor sus implicacionesculturales y políticas. La tercera y última sección analizalas historias presentadas por la <strong>de</strong>fensa y la fiscalía y cómoéstas reinscriben tropos <strong>de</strong> índole racial y sexual, altamentecontrovertidos, característicos <strong>de</strong> la colonialidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r.Colonialidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y el imaginario trans-americanoLa noción <strong>de</strong> Quijano <strong>de</strong> la “colonialidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r” muestracómo, a pesar <strong>de</strong>l éxito <strong>de</strong> las luchas por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia enAmérica Latina en el siglo XIX, las formas <strong>de</strong> dominación (étnicas,raciales y económicas) se reinscriben <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong>los nuevos Estados nacionales. Mientras que la colonización im-3 Pasajes <strong>de</strong>l juicio en este artículo fueron publicados por KANE, Peter. The Bobbit Case:transcripts of the sex trial that shocked the world. Pinnacle Books, 1994. En lo sucesivoserá abreviado como “Transcripción”.4 LIMBAUGH, Rush. No tears for Lorena. Newsweek. 24 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1994.136


perial clásica normalmente se refiere a una dominación ampliay directa <strong>de</strong> los territorios por un po<strong>de</strong>r central, la colonialidad<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r nombra una forma <strong>de</strong> dominación más matizada, <strong>de</strong>satadapor los hegemonistas culturales neo-coloniales 5 . Las jerarquíasetno-raciales <strong>de</strong>l colonialismo se reinscriben en la esferasocial a pesar <strong>de</strong> la erradicación formal <strong>de</strong>l colonialismo. Por lotanto, la colonialidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r pue<strong>de</strong> existir sin una administracióncolonial al igual que la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia pue<strong>de</strong> existir sin unproceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>scolonización (América Latina) 6 . La importanciaque Quijano atribuye a las construcciones culturales <strong>de</strong> la historiacolonial, tales como raza y etnia, muestra la imposibilidad <strong>de</strong>conceptualizar únicamente las relaciones materiales <strong>de</strong> la dominación,es <strong>de</strong>cir, sin ver su inscripción en el imaginario social <strong>de</strong>la misma: las representaciones y el lenguaje que el po<strong>de</strong>r empleaen el <strong>de</strong>batido terreno <strong>de</strong> la inequidad. La colonialidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>res un eje <strong>de</strong> dominación inscrito en, pero diferente a, los ejescapitalistas <strong>de</strong> la explotación. La colonialidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y la mo<strong>de</strong>rnidadson engendros <strong>de</strong> la expansión y colonización europeaque llevan a la invención <strong>de</strong> las Américas, Europa y África enuna nueva geografía mundial que privilegia a Occi<strong>de</strong>nte comoel imaginario social hegemónico y proclama el sistema mundialcapitalista 7 .Los Estados Unidos, caracterizado por la <strong>de</strong>nominada colonización<strong>de</strong> pobladores (“settler colonization”) que logró lain<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia sin la <strong>de</strong>scolonización, está profundamente implicadaen las historias <strong>de</strong> la colonialidad <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r a través <strong>de</strong>l5 QUIJANO, Aníbal. “Raza”, “etnia” y “nación” en Mariátegui: Cuestiones abiertas. En:VV. AA. José Carlos Mariátegui y Europa: El otro aspecto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scubrimiento. EncuentroInternacional. Lima, Empresa Editora Amauta S.A., 1992, 167p. QUIJANO, Aníbal. Colonialidady mo<strong>de</strong>rnidad/racionalidad. Perú Indígena. (29):11, 1993; QUIJANO, Aníbal, Mo<strong>de</strong>rnity,i<strong>de</strong>ntity and utopia in Latin America. Boundary. (2):140, 1992.Jersey, Princeton University Press, 2000.6 QUIJANO. “Raza”, “etnia” y “nación”. Op. cit.7 QUIJANO. Mo<strong>de</strong>rnity, i<strong>de</strong>ntity and utopia in Latin America. Op. cit.; MIGNOLO, Walter.Local histories, global <strong>de</strong>signs: coloniality, subaltern knowledges and bor<strong>de</strong>r thinking.Nueva Jersey, Princeton University Press, 2000.137


<strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong> jerarquías étnicas, raciales y sexuales que mantienena los otros en su lugar, a pesar <strong>de</strong>l lenguaje inclusivo <strong>de</strong>l liberalismoestadouni<strong>de</strong>nse. América Latina es uno <strong>de</strong> los espacios<strong>de</strong> incalculable otredad en contra <strong>de</strong> la cual Estados Unidos reificasu propia mo<strong>de</strong>rnidad y progreso civilizatorio. Por lo tanto,las i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s latinas en los Estados Unidos están inscritas enlargas y complejas historias <strong>de</strong> conquista y dominación que seremontan a la invención <strong>de</strong> las Américas y no pue<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>rsefuera <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong>l imaginario social <strong>de</strong> la colonialidad <strong>de</strong>lpo<strong>de</strong>r 8 .Los latinos son diferentes <strong>de</strong> otras oleadas <strong>de</strong> inmigrantes europeosa Estados Unidos. Primero, los chicanos y puertorriqueñoshan sido directamente “colonizados, discriminados y <strong>de</strong>sgarradosentre un discurso <strong>de</strong> asimilación/ciudadanía y las realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>la discriminación racial y la pobreza” 9 . Segundo, el resentimiento<strong>de</strong> los que han sido afectados por las intervenciones <strong>de</strong> EstadosUnidos en América Latina ha <strong>de</strong>sembocado en una resistencia ala asimilación. En vez <strong>de</strong> encaminarse inexorablemente hacia laasimilación, la diáspora latina en este momento <strong>de</strong> globalización,existe en “un espacio contrapuntual en/<strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad, don<strong>de</strong>la patria no es meramente abandonada sino que entra en procesosy configuraciones multi-direccionales. […] [Los latinos] habitan simultáneamentey/o alternativamente muchos espacios culturalesy políticos <strong>de</strong> articulación política y cultural. Esta pluralidad <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntificaciones (en oposición a i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s estables) fluctúa entrelo nacional y lo transnacional […]” 10 . En este sentido, po<strong>de</strong>mos<strong>de</strong>cir que los latinos son parte <strong>de</strong> un imaginario trans-americano,una geografía cultural o cronotopo habitado por personas trans-8 LAÓ MONTES, Agustín. Mambo montage: the latinization of New York City. En: LAÓMONTES, A., DÁVILA, A. (Eds.). Mambo montage: the latinization of New York City. NuevaYork, Columbia University Press, 2001. pp. 1, 5-6.9 POBLETE, Juan (citando a Suzanne Oboler). Introduction. En: POBLETE, J. (Ed). CriticalLatin American Studies. Minnesota, University of Minnesota Press, 2003, pp. ix, xviii.10 Ibid., p. xx (siguiendo a James Clifford y a Edward Said).138


nacionales “cuyas vidas inci<strong>de</strong>n <strong>de</strong> formas complejas con los significadosheterogéneos <strong>de</strong> los símbolos <strong>de</strong> la ‘americanidad’” 11 .Lorena Bobbitt se convirtió en una figura importante en lazona <strong>de</strong> contacto <strong>de</strong>l imaginario trans-americano que hizo visiblela colonialidad <strong>de</strong> los discursos y las representaciones <strong>de</strong>los latinos en Estados Unidos. Lorena simultáneamente <strong>de</strong>sestabilizóy reificó las fronteras políticas y culturales, altamentepolarizadas en términos raciales y <strong>de</strong> género, que articulan elimaginario colonial mo<strong>de</strong>rno americano.Acercamientos narrativos y performativos a los juiciosfamososEn un litigio las partes articulan historias que compiten“ante un tribunal público cuya <strong>de</strong>cisión se basa en la ley, tieneel potencial <strong>de</strong> ser la <strong>de</strong>terminación final en torno a la disputaentre las partes y sirve como prece<strong>de</strong>nte o autoridad persuasivaen futuros casos o controversias similares” 12 . A pesar <strong>de</strong> losaños <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate sobre la influencia <strong>de</strong> la política, economía ei<strong>de</strong>ología sobre las <strong>de</strong>cisiones jurídicas, la visión tradicional ydominante <strong>de</strong> la ley es que es un proceso <strong>de</strong> evaluación neutral.Por el contrario, académicos que provienen <strong>de</strong> los estudios críticos<strong>de</strong> <strong>de</strong>recho enraízan el escenario legal en un análisis <strong>de</strong>relaciones <strong>de</strong> dominio y perciben la mencionada apariencia <strong>de</strong>neutralidad legal como efecto <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. La ley no se percibecomo un reflejo <strong>de</strong> una verdad objetiva separada <strong>de</strong> la especificidadcultural, sino como inscrita interactivamente en procesosculturales 13 . Al analizar las inscripciones culturales <strong>de</strong> unjuicio, el análisis narrativo, los estudios <strong>de</strong> “performance” y la11 MOYA, P. y SALDÍVAR, R. Fictions of the Trans-American Imaginary. MFS Mo<strong>de</strong>rn FictionStudies 49(1):1-18, p. 16, 2003.12 AMSTERDAM, A., COOPER Davis, P., ADERSON F. NYU Lawyering Program Readings.2003, pp. 210-211.13 DAVIS, Peggy C. Contextual legal criticism: a <strong>de</strong>monstration exploring hierarchy and“feminine” style. New York University Law Review. 66(6):1635-1681, 1991, pp. 1640-1643.139


antropología han mostrado ser espacios fructíferos para evaluarlas formas y estrategias <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r articuladas a través <strong>de</strong>los procedimientos legales.Los estudios legales contextuales se <strong>de</strong>svinculan <strong>de</strong> interpretacionespositivistas y objetivas <strong>de</strong> la ley y privilegian una reexaminaciónpos-estructural <strong>de</strong> cómo la ley constituye lo social através <strong>de</strong> categorías y premisas legales que organizan configuracionesparticulares <strong>de</strong> discursos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Los <strong>de</strong>bates pos-estructuralistassobre las estrategias discursivas que inscriben lainterpretación <strong>de</strong> un texto, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> las intenciones<strong>de</strong> su autor, han hecho visible los fundamentos i<strong>de</strong>ológicos<strong>de</strong>l discurso y han abierto el camino para el análisis narrativo <strong>de</strong>los textos legales. El lenguaje ya no se entien<strong>de</strong> como representativo<strong>de</strong> una realidad, sino como constitutivo <strong>de</strong> dicha realidad.El privilegiar unos discursos en oposición a otros y el <strong>de</strong>spliegueselectivo <strong>de</strong> términos y soluciones se vuelven relevantes cuandolas partes proponen “hechos” <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> estructuras interpretativasque compiten entre sí 14 .Los estudios <strong>de</strong> “performance” van más allá <strong>de</strong> la suposicióncomún <strong>de</strong> que la realidad es una construcción social al reconocerque “nuestras vidas se estructuran <strong>de</strong> acuerdo a modos <strong>de</strong>conducta repetidos y socialmente sancionados” y, por lo tanto,plantea “la posibilidad <strong>de</strong> que toda actividad humana pueda, potencialmente,ser consi<strong>de</strong>rada como “performance”, o al menostoda actividad llevada a cabo con consciencia <strong>de</strong> si misma” 15 . In<strong>de</strong>pendientemente<strong>de</strong> la mirada <strong>de</strong> las prácticas culturales don<strong>de</strong>“algunas acciones se consi<strong>de</strong>rarán “performances” y otrasno,” el principio <strong>de</strong> “performance” pue<strong>de</strong> ser aplicado a “todoslos aspectos <strong>de</strong> la vida social y artística. El “performance” yano se limita al escenario, a las artes y al ritual. La performati-14 DEENER, Elisa. A mediation tale. Manuscrito, 2004, pp. 1-3; COOB, S. y RIFKIN, J. Practiceand paradox: <strong>de</strong>constructing neutrality in mediation. Law & Soc. Inquiry. 16(1):35-64,1991, pp. 37-38.15 CARLSON, Marvin. Performance: a critical introduction. Londres, Routledge, 1996, pp.4-5.140


vidad está siempre ligada a la inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y elconocimiento” 16 . Los juicios son particularmente susceptibles aun análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> los estudios <strong>de</strong> “performance”dadas sus estructuras dramáticas inherentes 17 .La estructura narrativa <strong>de</strong> los cuentos se ha aplicado exitosamenteal análisis <strong>de</strong> los procesos legales. Feingensen enfatizala concepción melodramática <strong>de</strong> los juicios por daños como narrativasdon<strong>de</strong>: (1) la agencia individual se percibe como causa<strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte; (2) las características intrínsecas <strong>de</strong>l individuoson el centro <strong>de</strong> la causalidad <strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte; (3) los personajes<strong>de</strong>l juicio se divi<strong>de</strong>n entre los buenos y los malos; (4) el foco <strong>de</strong>ljuicio es el sufrimiento <strong>de</strong> la víctima; y, (5) el bien triunfa sobreel mal en el juicio 18 . La estructura narrativa <strong>de</strong> los cuentos mol<strong>de</strong>anuestro pensamiento y es un medio crucial a través <strong>de</strong>l cualse articulan legalmente las transgresiones y violaciones. Dichaestructura narrativa ha emergido <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong> los juicios: unestado estable don<strong>de</strong> prevalecen las normas se <strong>de</strong>sestabiliza poruna transgresión que requiere algún tipo <strong>de</strong> acción que restaureo transforme el status quo 19 .Estas formas <strong>de</strong> análisis procesal claramente están en <strong>de</strong>udacon la forma en que el antropólogo Victor Turner teoriza sobrela experiencia humana generalmente organizada alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>“dramas sociales” o “unida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> procesos”. Los dramas sociales,incluyendo los juicios, representan secuencias <strong>de</strong> eventos,públicamente ejecutados, que típicamente se estructuranen cuatro fases: (1) Fase <strong>de</strong> transgresión don<strong>de</strong> se viola algunanorma en el campo <strong>de</strong> las relaciones sociales. (2) Fase <strong>de</strong> crisistales como el duelo y su intensificación que pue<strong>de</strong> llegar a ser16 SCHECHNER, Richard. Performance studies—an introduction. Londres, Routledge,2002, pp. 30, 114.17 Ibid., p. 177.18 FEIGENSON, Neal. Legal meaning in the age of images: acci<strong>de</strong>nts as melodrama. NewYork Law School Law Review. 43(3-4):741-810, 1999-2000, p. 745.19 AMSTERDAM, A. y BRUNER, J. Minding the law. Boston, Harvard University Press,2000, pp. 113-114.141


co-extensiva con una crisis estructural a menos que se contenga.Esta fase es don<strong>de</strong> se revela el verda<strong>de</strong>ro rostro <strong>de</strong> la situación.(3) Fase <strong>de</strong> reparación don<strong>de</strong> hay un intento por limitar la crisisa través <strong>de</strong> mecanismos compensatorios o conciliatorios <strong>de</strong>miembros representativos <strong>de</strong>l sistema social. (4) Fase <strong>de</strong> reintegracióno reconocimiento <strong>de</strong> un cisma irreparable 20 . Los juicioscomo dramas sociales <strong>de</strong>muestran los aspectos narrativos <strong>de</strong>la expresión social y momentos que marcan rituales <strong>de</strong> paso liminalesdon<strong>de</strong> las normas simultáneamente se suspen<strong>de</strong>n y serevelan, abriendo un espacio para su reinscripción o transformación.En su aplicación <strong>de</strong> la teoría literaria psicoanalítica al análisis<strong>de</strong> los juicios, Felman <strong>de</strong>spliega el concepto <strong>de</strong>l “abismo” cultural.Un abismo nos habita como un “vacío interno” que resiste serconcientizado y no pue<strong>de</strong> verse. El trauma como abismo se convierteen un espacio “acci<strong>de</strong>ntado” a través <strong>de</strong>l cual la cultura serevela como una brecha incognoscible 21. El abismo no pue<strong>de</strong> sertotalizado y, por lo tanto, los argumentos finales <strong>de</strong> un juicio nopue<strong>de</strong>n abarcar o contener dicho abismo. La ley trata <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>run puente sobre este abismo incontenible a través <strong>de</strong> racionalizacionesy codificaciones legales en su intento <strong>de</strong> insularse <strong>de</strong>la implacable irregularidad e irracionalidad <strong>de</strong>l abismo. Aunquela ley trata <strong>de</strong> crear un fundamento consciente para el abismoesencialmente inconsciente e infundado, la historia <strong>de</strong> la ley y eltrauma es la <strong>de</strong> dos barcos en la noche <strong>de</strong>stinados a reinscribirrepetitivamente el trauma, <strong>de</strong>safiando la clausura que busca laley. Por lo tanto, la ley está pre<strong>de</strong>stinada a fracasar en su intento<strong>de</strong> transformar el abismo traumático en hechos indubitables 22 .De esta manera, el juicio <strong>de</strong> Núremberg, The Kreutzer Sonata yel caso <strong>de</strong> O.J. Simpson se convierten en repeticiones compul-20 TURNER, Victor. Social dramas and ritual metaphors. En su: Dramas, fields and metaphors.Nueva York, Cornell University Press, 1974, pp. 23, 38-42.21 FELMAN, Shoshana. The juridical unconscious. Boston, Harvard University Press,2002, 91 p.22 Ibid., pp. 95, 162.142


sivas <strong>de</strong> experiencias traumáticas <strong>de</strong>l Holocausto, sexismo y/oracismo.Tanto Turner como Felman ofrecen estructuras teóricas paraenten<strong>de</strong>r el conflicto, pero Turner lo hace <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el análisis antropológico/culturalmientras que Felman aplica el psicoanálisisal inconsciente colectivo social. Ya que la historia para Felmanse anima por un inconsciente inmanente que es <strong>de</strong>sconocido einaccesible, ella pue<strong>de</strong> negar la agencia interpretativa <strong>de</strong> distintosactores en el escenario social y poner énfasis en su incapacidad<strong>de</strong> ver en lugar <strong>de</strong> enfatizar las múltiples interpretaciones,visibilida<strong>de</strong>s y representaciones que ro<strong>de</strong>an cualquier conflictotraumático. Por ejemplo, los abogados no están con<strong>de</strong>nados necesariamentea negar la existencia <strong>de</strong> un trauma subyacente através <strong>de</strong> codificaciones legales, sino que pue<strong>de</strong>n ejercer ciertaagencia interpretativa en cómo maniobran <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las reglas ypresentan los “hechos” 23 .Felman niega las múltiples apropiaciones y luchas sobre significadosque no son reducibles a modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ceguera, en vez<strong>de</strong> conceptualizarlas como diálogos creativos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> camposmás amplios <strong>de</strong> conflicto social, tanto <strong>de</strong>ntro como fuera <strong>de</strong>l escenariolegal. En contraste, según Turner los actores sociales noestán imposibilitados <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r ver o concientizar un conflicto.El momento <strong>de</strong> la crisis pue<strong>de</strong> ser el momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>senmascararel status quo (que aunque no fuera como una verdad <strong>de</strong>finitiva,aún así contrasta con la incognoscibilidad ulterior planteada porFelman). En Turner, pue<strong>de</strong> haber resolución en algunos escenarios<strong>de</strong> crisis, mientras que en Felman el abismo traumático estácon<strong>de</strong>nado a <strong>de</strong>sembocar en reinscripciones legales repetitivas.Sin embargo, el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Turner pue<strong>de</strong> sacrificar la complejidad<strong>de</strong> eventos que son comprimidos muy estrictamente en suestructura <strong>de</strong> cuatro fases y, al igual que el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Felman,no acomoda fácilmente el problema <strong>de</strong> múltiples apropiacionesy posicionalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sujetos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un mismo conflicto, es23 AMSTERDAM, A. y HERTZ, C. An analysis of closing arguments to a jury. New York LawSchool Law Review. 37(1-2):55-122, 1992, p. 58.143


<strong>de</strong>cir, cómo la violación <strong>de</strong> una norma por parte <strong>de</strong> una personapue<strong>de</strong> constituir la reparación <strong>de</strong> un agravio para otra. Turnermantiene un acercamiento lineal, tanto pragmático como teleológico,a los momentos abismales <strong>de</strong> crisis, fragmentándolos ensegmentos operacionales que permiten el funcionamiento <strong>de</strong>los sistemas sociales, mientras que Felman apunta hacia las irresolublesdisfuncionalida<strong>de</strong>s filosóficas y circularida<strong>de</strong>s repetitivas<strong>de</strong> los traumas históricos en formaciones sociales que, noobstante, requieren la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones. A pesar <strong>de</strong> sus diferencias,tanto Felman como Turner ofrecen teorías para navegarlas heridas traumáticas <strong>de</strong> imaginarios sociales que pue<strong>de</strong>nresurgir en diferentes escenarios y que a menudo no pue<strong>de</strong>n sercomprendidos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l lenguaje y proporciones <strong>de</strong> la ley. A<strong>de</strong>más,nos ayudan a conceptualizar los momentos estructurales<strong>de</strong> cambios liminales en el estatus quo al igual que los procesos<strong>de</strong> su reificación.Los múltiples anillos <strong>de</strong> audiencias invocados por un juicioson cruciales para enten<strong>de</strong>r su relación con la constitución <strong>de</strong>los imaginarios sociales y el cuerpo político. Los juicios criminalesen particular son mandatorios en tanto surgen <strong>de</strong> una violaciónen contra <strong>de</strong> una comunidad y, como tal, invocan el cuerpopolítico que requiere ser reparado por la ley 24 . Los procedimientoscriminales implican necesariamente al “pueblo” como espectador<strong>de</strong>l proceso histórico <strong>de</strong> establecer interpretacioneshegemónicas <strong>de</strong> eventos perpetrados contra el sistema 25 .Aunque todos los juicios tienen un sesgo <strong>de</strong> espectáculo enla medida que su función es anunciar y hacer respetar normas ymostrar que el sistema funciona, algunos juicios son más teatralesque otros porque envuelven, por ejemplo, eventos históricostrascen<strong>de</strong>ntales (Holocausto) o celebrida<strong>de</strong>s (O.J. Simpson y MichaelJackson). Según Felman, “sería apropiado <strong>de</strong>cir que cadajuicio <strong>de</strong> envergadura envuelve ‘algo más gran<strong>de</strong> que la ley’. En24 ARENDT, Hannah. Eichman in Jerusalem. Nueva York, Penguin Books, 1992, 261 p.25 FELMAN, Shoshana. The juridical unconscious. Op. cit., p. 81.144


todo juicio <strong>de</strong> importancia, y <strong>de</strong>finitivamente en todo juicio <strong>de</strong>gran significado histórico o político, se dilucida algo ajeno a laley en términos legales y se somete a la estrechez <strong>de</strong> las <strong>de</strong>finicioneslegales” 26 .Contrario a los juicios normales don<strong>de</strong> es más difícil haceruna <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> traumas históricos que yacen bajo la superficie<strong>de</strong> conflictos raciales, sexuales, clasistas y coloniales, losjuicios famosos tienen, a pesar <strong>de</strong>l cinismo <strong>de</strong> Felman hacia losprocedimientos y codificaciones legales, una oportunidad única<strong>de</strong> hacer planteamientos más abarcadores sobre injusticias sociales.El reto está en tornar el juicio en una crítica <strong>de</strong> normassociales que generalmente permanecen indiscutidas y tras bastidores.Una estrategia legal exitosa <strong>de</strong> un juicio famoso no permiteque la búsqueda <strong>de</strong> los “hechos” inmediatos <strong>de</strong>l caso seaobstáculo al planteamiento <strong>de</strong> una crítica estructural; en otraspalabras, no permite que el revólver literal en la cara ocluya elrevólver estructural en la cara. Los abogados pue<strong>de</strong>n ampliar laesfera <strong>de</strong> lo “factual”, estirando sus límites interpretativos parainvocar metafóricamente la sociedad y “verda<strong>de</strong>s” normativas,como, por ejemplo, en el caso <strong>de</strong> O.J. Simpson, don<strong>de</strong> el racismose transmutó <strong>de</strong> una opinión a un hecho <strong>de</strong>l caso. Un juiciofamoso pue<strong>de</strong> redirigir la mirada acusatoria <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los sospechososusuales hacia la sociedad y la ley como los actos estructurales<strong>de</strong> violencia, relocalizando el lugar <strong>de</strong> la monstruosidad criminala un escenario más complejo, don<strong>de</strong> los actos criminalesse convierten en síntomas en vez <strong>de</strong> <strong>de</strong>sviaciones <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n y laarmonía. El cuestionamiento se enfoca alternativamente en cuáles el or<strong>de</strong>n social, para quién es y quién pagará el precio por laarmonía <strong>de</strong> unos a costa <strong>de</strong> otros. Los juicios famosos, por consiguiente,no están con<strong>de</strong>nados a ser repeticiones <strong>de</strong> traumashistóricos, sino que pue<strong>de</strong>n ser enjuiciamientos <strong>de</strong> la normalidadhegemónica, mostrando, por ejemplo, la inmanencia <strong>de</strong>lracismo o el “bystan<strong>de</strong>r nation” que se vuelve cómplice con los26 Ibid., p. 65.145


actos criminales legalmente sancionados <strong>de</strong>l fascismo, como enel juicio extraordinario <strong>de</strong> Eichman 27 .Los juicios normales se basan en la premisa <strong>de</strong> la existencia<strong>de</strong> un status quo legítimo que es transgredido por un acto ilegaly el juicio es la búsqueda <strong>de</strong>l remedio legal para reestablecer elestatus quo. En un juicio famoso es precisamente el status quolo que está siendo enjuiciado y la normalidad misma se vuelvepotencialmente criminal. La historia y sus valores normativosse convierten en el espejo incómodo don<strong>de</strong> las normas socialeslucen anómalas y las costuras <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r ya no se escon<strong>de</strong>n trasun velo <strong>de</strong> universalidad, sino que se lucen contingentes e históricamenteespecíficas. Un juicio famoso exitoso escapa a laslimitaciones <strong>de</strong>l procedimiento y la evi<strong>de</strong>ncia para revelar losimaginarios sociales subyacentes a las violencias cotidianas quearticulan formas hegemónicas <strong>de</strong> dominación como armoníasocial.Los juicios son representaciones dramatizadas diestramente,que mantienen a una audiencia cautiva mediante el estímulo <strong>de</strong>reacciones emotivas, lo cual a su vez traza “dinámicas <strong>de</strong> comunicaciónsimbólica intensamente cargadas” 28 entre abogados, audienciasy espacios contenciosos <strong>de</strong> los imaginarios sociales enmomentos <strong>de</strong> crisis marcados por la transgresión <strong>de</strong> alguna norma.Los abogados <strong>de</strong> un juicio famoso se encuentran en una encrucijada<strong>de</strong> obligaciones múltiples y conflictivas, al intentar servirlos intereses <strong>de</strong>l cliente, manejar el horizonte interpretativo <strong>de</strong>los procedimientos judiciales y luchar con las resemantizaciones<strong>de</strong> los eventos en diferentes espacios políticos-nacionales y transnacionales.Las <strong>de</strong>cisiones performativas <strong>de</strong> los abogados, tantonarrativas como estratégicas, pue<strong>de</strong>n arraigar o socavar la i<strong>de</strong>o-27 “Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> nuestras instituciones legales y estándares morales <strong>de</strong> enjuiciar,esta normalidad era mucho más aterradora que todas las atrocida<strong>de</strong>s acumuladasporque implicaba que este nuevo tipo <strong>de</strong> criminal, quien es <strong>de</strong> hecho hostis generis humani,comete su crimen bajo circunstancias que hacen casi imposible que él sepa o sienta queestá haciendo un mal”. ARENDT, Hannah. Eichman in Jerusalem. Op cit., p. 276.28 SCHRAGER, Sam. The trial lawyer`s art. Fila<strong>de</strong>lfia, PA, Temple University Press, 1999,13p.146


logía dominante, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> cómo entablan con las configuracionesi<strong>de</strong>ológicas subyacentes que constituyen el acto comoviolación <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social 29 . Por lo tanto, el espacio legal pue<strong>de</strong> serun escenario para la reificación <strong>de</strong> una verdad cuya contingenciahistórica <strong>de</strong>be ser escondida bajo un manto <strong>de</strong> neutralidad y universalidad,o para el <strong>de</strong>smembramiento <strong>de</strong> dichas normas a través<strong>de</strong> formas directas <strong>de</strong> confrontación o complicida<strong>de</strong>s subversivasque parodian los tropos dominantes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro.Barbarismo v. catolicismo: Las historias narradas porlos abogadosJohn Wayne Bobbitt, epítome <strong>de</strong> la masculinidad con su icóniconombre evocador <strong>de</strong>l expansionismo americano, y LorenaBobbitt, la manicurista latina “<strong>de</strong>licada” <strong>de</strong> 95 libras en una búsquedafallida <strong>de</strong>l “sueño americano”, fueron terreno fértil para variadasapropiaciones por parte <strong>de</strong> la cultura popular y los medios.Los secretos y <strong>de</strong>talles íntimos <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> la pareja reveladosdurante el juicio estarían a la intemperie interpretativa, tanto parala corte como para los círculos más amplios <strong>de</strong> espectadores <strong>de</strong>ljuicio. Esto planteó un reto para los abogados <strong>de</strong> las partes, porqueinevitablemente tendrían que privilegiar una línea narrativa a expensas<strong>de</strong> otras, según sus <strong>de</strong>cisiones estratégicas y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> laslimitaciones legales sustantivas y procesales.Los fiscales representaron a John Wayne como la víctima <strong>de</strong>l“acto calculado y malicioso <strong>de</strong> venganza” <strong>de</strong> su esposa, reclamandoque “no hay justificación […] o excusa para tomar la ley en susmanos, para incapacitar a su esposo.” 30 . La fiscalía <strong>de</strong>claró queJohn Wayne no recordaba haber tenido sexo (forzado) con Lorenala noche <strong>de</strong>l ataque. En todo caso, según John Wayne el matrimonioera un fracaso y pensaba divorciarse. La fiscalía trató <strong>de</strong> mantenerel foco en la herida sufrida por John Wayne como resultado<strong>de</strong>l acto criminal cometido por Lorena.29 Ibid., p. 14.30 Transcripción, pp. 432, 21.147


Luego <strong>de</strong>l testimonio <strong>de</strong> varios testigos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa sobre elcomportamiento abusivo <strong>de</strong> John Wayne hacia Lorena, la fiscalíatuvo que admitir en su argumentación final que existía violenciamutua en la relación 31 . Sin embargo, la fiscalía utilizó este reconocimientopara reafirmar su narrativa <strong>de</strong> una mujer totalmente encontrol <strong>de</strong> sus acciones, tomando medidas absurdamente excesivas<strong>de</strong> venganza. La fiscalía argumentó que Lorena sabía lo queestaba haciendo y que no estaba temporalmente incapacitada por<strong>de</strong>mencia, ni actuaba impulsada por la pasión. La fiscalía enmarcósu caso como un conflicto entre la civilización y la barbarie,entre la ley y el caos 32 .En marcado contraste, la <strong>de</strong>fensa presentó a Lorena como una“joven, diminuta, <strong>de</strong>licada e ingenua mujer, […] que por años, segúnmostraría la evi<strong>de</strong>ncia, sufrió extrema brutalidad y violenciaperpetrados por la misma persona que al tomar los votos <strong>de</strong> matrimonioprometió protegerla y honrarla” 33 . La <strong>de</strong>fensa relató unahistoria sincopada <strong>de</strong> frecuentes “violaciones, palizas, puñetazos,empujones, bofetadas […], estrangulamiento y amenazas <strong>de</strong> másviolencia” 34 . Plantearon que Lorena provenía <strong>de</strong> un “hogar muyunido, tradicional y estrictamente católico” en Ecuador (luegoVenezuela) e hizo hincapié en “las costumbres culturales en lascuales Lorena se crió, las cuales enfatizan el rol <strong>de</strong> la mujer en lafamilia. [Una] mujer es consi<strong>de</strong>rada la espina dorsal <strong>de</strong> la familia.Y la mujer es la culpable si el matrimonio fracasa” 35 .31 Ibid., p. 433.32 “Este es un caso sobre la ira, es un caso sobre la venganza y es un caso sobre la retribución.Su marido llegó a casa, estaba embriagado [...], él quería tener sexo, ella no, ese es su<strong>de</strong>recho. Él la forzó a tener sexo, ella estaba molesta y tomó represalias en su contra. Pero,uste<strong>de</strong>s saben […] nosotros no vivimos en un mundo gobernado por la venganza. Nosotrosno vivimos en una sociedad don<strong>de</strong> manda el que posee el cuchillo más gran<strong>de</strong>. Vivimos enuna sociedad regida por la ley y es la razón por la cual se encuentran hoy aquí. Y les dirémás. Esto no se trata <strong>de</strong> una persona que estaba sola y a la <strong>de</strong>riva, inocente e ingenua enun país extranjero. Ella tenía opciones y conocía esas opciones. Tenía un sistema <strong>de</strong> apoyotanto emocional como físico, legal y religioso [...].” Ibid, p. 444.33 Ibid., p. 21.34 Ibid., p. 22.35 Ibid.148


La <strong>de</strong>fensa presentó el caso <strong>de</strong> Lorena como una versión <strong>de</strong>l“sueño americano”. A los dieciocho años, Lorena llegó a los EstadosUnidos para vivir con la familia Castro, conoció a JohnWayne, se enamoró locamente <strong>de</strong> él y salió con él por muchosmeses. El no mostró ninguna inclinación hacia la violencia. Lorenatestificó que ella estaba “enamorada <strong>de</strong> él. Para mí lo representabatodo. Fue el comienzo <strong>de</strong> una familia aquí en los EstadosUnidos. Y siento que quería tener hijos más a<strong>de</strong>lante, como unafamilia tradicional. Era sólo el principio <strong>de</strong> mi sueño” 36 . Pero el“sueño americano” se <strong>de</strong>shizo durante el primer mes cuando el“reinado <strong>de</strong>l terror matrimonial” comienza, escalando en severidady frecuencia, tanto física como verbalmente, a través <strong>de</strong>ltiempo.La <strong>de</strong>fensa reclamó que Lorena sufría <strong>de</strong>l Síndrome <strong>de</strong> la MujerMaltratada, en tanto que ella “<strong>de</strong>sarroll[ó] sentimientos <strong>de</strong><strong>de</strong>sesperanza e impotencia al punto que ella creía que la situaciónera tal que no tenía a dón<strong>de</strong> ir; ningún lugar don<strong>de</strong> estuvieraa salvo” 37 . A<strong>de</strong>más, Lorena ce<strong>de</strong>, en contra <strong>de</strong> sus creenciasreligiosas, a las exigencias <strong>de</strong> John Wayne <strong>de</strong> hacerse un aborto.Ella comienza a <strong>de</strong>sarrollar otros problemas <strong>de</strong> salud y lostestigos peritos le diagnostican una <strong>de</strong>presión severa, Síndrome<strong>de</strong>l Estrés Pos-traumático y Desor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Pánico al momento <strong>de</strong>l<strong>de</strong>smembramiento <strong>de</strong> John Wayne, como resultado <strong>de</strong> los años<strong>de</strong> abuso marital que la llevaron a un agudo brote sicótico. La<strong>de</strong>fensa presentó a Lorena como una persona que se encontrabatemporalmente incapacitada, tan <strong>de</strong>teriorada por el abuso maritalque no tenía capacidad alguna para controlar su impulsoirresistible, enfatizando su terror ante la conducta abusiva <strong>de</strong>John Wayne.La <strong>de</strong>claración inaugural <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa culmina con la propuesta<strong>de</strong> que la vida <strong>de</strong> Lorena era “más valiosa” que el pene <strong>de</strong>36 Ibid., p. 154.37 Véase Ibid., pp. 24-28.149


John Wayne. 38 . La <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l jurado oscilará entre la historia <strong>de</strong>la fiscalía <strong>de</strong> ira y represalia calculada o la historia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa<strong>de</strong> incapacidad mental, <strong>de</strong>fensa propia e impulso irresistible.La estrategia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa era reificar a Lorena, probandoque ella pertenecía a una cultura ancestral e inmutable, atrapadaen los valores <strong>de</strong> la tradición, el catolicismo y la familia. Lorenareforzó el relato <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa al testificar que “mamá y papá soncomo niños pequeños, agarrados <strong>de</strong> manos. Hay mucho amoren mi familia. Mi hermano y hermana, nosotros todos, diría quejuntos, somos una familia normal, amorosa y católica” 39 . Comoparte <strong>de</strong> su reificación en dicho espacio tradicional, la <strong>de</strong>fensarepresenta el aborto como un acto que va en contra <strong>de</strong> la naturaleza<strong>de</strong> Lorena, implicando que John Wayne la obligó a escogerentre su esposo y su hijo, entre el <strong>de</strong>seo egoísta <strong>de</strong> John Wayne<strong>de</strong> <strong>de</strong>shacerse <strong>de</strong> un bebé que él no quería y la crianza católicatradicional <strong>de</strong> Lorena 40 .El aborto se convierte en una imposición contranatura en vez<strong>de</strong> una <strong>de</strong>cisión 41 . Dado el tropo feminista <strong>de</strong> “elegir” (“choice”),la posición <strong>de</strong> Lorena es profundamente irónica. Privada <strong>de</strong> escogerno tener un aborto, Lorena es obligada a actuar en contra<strong>de</strong> su propia naturaleza. Esto es un golpe a su autoestima <strong>de</strong>lcual nunca se recupera- al menos mientras permanece casadacon John Wayne. En general, el testimonio <strong>de</strong> Lorena y la argumentación<strong>de</strong> su <strong>de</strong>fensa la convierten en la personificación <strong>de</strong>38 “Damas y caballeros, enfrentamos la yuxtaposición entre la vida <strong>de</strong> Lorena Bobbitty el pene <strong>de</strong> John Wayne Bobbitt. La evi<strong>de</strong>ncia mostrará que en la mente <strong>de</strong> Lorena fue elpene ineludible <strong>de</strong> John Wayne el que le causó el mayor dolor, el mayor temor y la mayorhumillación. Y les propongo que al final <strong>de</strong> este caso, usted llegará a una conclusión: unavida vale más que un pene. Gracias.” Ibid.39 Ibid., p. 150.40 Ibid., pp. 24-25.41 Esto explica porqué el movimiento pro vida se apropió <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> Lorena comoun ejemplo <strong>de</strong> su lucha. Por ejemplo, la página web www.lifenews.com <strong>de</strong>clara que la violencia<strong>de</strong> Lorena no era meramente el resultado <strong>de</strong> la violencia doméstica sino, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>“estrés pos-traumático <strong>de</strong> un aborto realizado en contra <strong>de</strong> su voluntad”. ERTELT, S. Newreport on Lorena Bobbit case focuses on forced abortion. [En línea] [Consulta: 15 <strong>de</strong> enero 2004].150


causas conservadoras en contra <strong>de</strong>l divorcio, aborto, sexo no tradicional(anal) y familias no tradicionales (mujer proveedora) 42 .Lorena es la inmigrante suplicante cuyo único <strong>de</strong>seo es una integracióntotal al sueño “blanco” <strong>de</strong> la asimilación conservadora.La Defensa <strong>de</strong>l Síndrome <strong>de</strong> la Mujer Maltratada resultaigualmente problemática. Se dice que años <strong>de</strong> abuso conducen aun arraigado sentido <strong>de</strong> impotencia y <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes psiquiátricos,tales como severas <strong>de</strong>presiones, Síndrome <strong>de</strong>l Estrés Post-traumáticoy Desor<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Pánico. Aunque el propósito <strong>de</strong> la Defensa<strong>de</strong>l Síndrome <strong>de</strong> la Mujer Maltratada es invocar consi<strong>de</strong>racionessociales y estructurales en el análisis <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> la mujermaltratada, la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>scansa sobremanera en la patologización<strong>de</strong> las mujeres al enlazar su conducta a características internas<strong>de</strong> su psicología 43 . El argumento <strong>de</strong>l Síndrome <strong>de</strong> la MujerMaltratada posee una tensión explicativa insostenible entre elargumento socio-estructural <strong>de</strong>l abuso y la individualización<strong>de</strong> la responsabilidad basándose en características internas. Porun lado, el Síndrome <strong>de</strong> la Mujer Maltratada quiere señalar lascausas sistémicas <strong>de</strong>l sufrimiento <strong>de</strong> ésta y, por otro lado, ocultadichas causas sistémicas al personalizar la causalidad basándoseen las <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s intrínsecas <strong>de</strong> la mujer maltratada. Un individualismoproblemático y patologizante se filtra en el análisis<strong>de</strong> los problemas estructurales y sistémicos <strong>de</strong> la violencia enrelaciones íntimas.Las limitaciones <strong>de</strong> la Defensa <strong>de</strong>l Síndrome <strong>de</strong> la Mujer Maltratadase complican aún más con las reificaciones culturales yraciales en el caso <strong>de</strong> mujeres que no son blancas. La cultura <strong>de</strong>Lorena, don<strong>de</strong> las mujeres son la “espina dorsal <strong>de</strong> la familia” yson responsables por su éxito, es la verda<strong>de</strong>ra espina dorsal <strong>de</strong>42 Transcripción, pp. 88, 136-39, 151, 182.43 FILETTI, Jean. From Lizzie Bor<strong>de</strong>n to Lorena Bobbitt: violent women and gen<strong>de</strong>redjustice. Journal of American Studies. 35(3):471-484, 2001, pp. 3, 471, 476. “[A]l vincular laviolencia cometida por mujeres a “características sicológicas internas en vez <strong>de</strong> factorescircunstanciales”, la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l “Síndrome <strong>de</strong> la Mujer Maltratada”asegura que factoresambientales que afectan la violencia no son examinados. Ibid., p. 480.151


los argumentos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa sobre la implacable impotencia <strong>de</strong>Lorena. Según <strong>de</strong>clara Lorena, el divorcio “es una situación humillante;es una vergüenza. Me sentiría avergonzada” 44 . El momentomás inquietante <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa es cuando la doctora SusanFeister, la psiquiatra experta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa, <strong>de</strong>clara que dada lasingularidad <strong>de</strong>l acto <strong>de</strong> Lorena, ella sintió la necesidad <strong>de</strong> llevara cabo exámenes adicionales <strong>de</strong> perfil psicológico 45 .La clara implicación <strong>de</strong> las <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> Dr. Feister es quesólo una persona ignorante y culturalmente rígida recurriría acortar un pene luego <strong>de</strong> años <strong>de</strong> abuso y violación. La <strong>de</strong>fensa sepropone mostrar que el acto <strong>de</strong> Lorena no fue un acto típico <strong>de</strong>mujeres que sufren los efectos <strong>de</strong>l Síndrome <strong>de</strong> la Mujer Maltratada.A pesar <strong>de</strong> esfuerzos por tomar “en consi<strong>de</strong>ración el hecho[…] <strong>de</strong> su trasfondo español,” la <strong>de</strong>fensa en última instancia reificay racializa a Lorena, inscribiéndola en un espacio cultural<strong>de</strong> estupi<strong>de</strong>z, ignorancia e irracionalidad sicótica. La infantilización<strong>de</strong> Lorena como una “mujer que era joven, casi una niña entérminos <strong>de</strong> su falta <strong>de</strong> experiencias <strong>de</strong> vida” 46 invita una miradapaternalista para proteger su vulnerabilidad patologizada y nublacompletamente la compleja agencia <strong>de</strong> sus acciones.Contrario a la presentación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la cultura <strong>de</strong> Lorenacomo católica y tradicional, la fiscalía reifica a Lorena comoparte <strong>de</strong> una cultura anárquica, bárbara y caótica, don<strong>de</strong> “el pu-44 Transcripción, p. 151.45 “Dado que la situación era tan inusual – cortar un pene – sentí que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> laentrevista clínica abarcadora, era importante obtener pruebas sicológicas para ver si habíanotros factores sicológicos que pudieran estar presentes, confirmando o <strong>de</strong>smintiendomi punto <strong>de</strong> vista. [...] [...] Las pruebas sicológicas mostraron que Lorena tenía un nivel <strong>de</strong>inteligencia fronterizo normal – al lado inferior <strong>de</strong> lo normal. Y esto fue incluso luego <strong>de</strong>que la puntuación fuera recalculada para tomar en consi<strong>de</strong>ración que pudiera tener dificulta<strong>de</strong>scon las secciones <strong>de</strong> idioma en la prueba <strong>de</strong>bido al hecho <strong>de</strong> su trasfondo Hispano.[La] prueba mostró que Lorena era una persona que utilizaba <strong>de</strong>fensas muy rígidas y teníamaneras rígidas <strong>de</strong> lidiar y que, bajo situaciones <strong>de</strong> emoción o estrés extremo, su procesonormal <strong>de</strong> razonamiento se <strong>de</strong>scalabraba y cambiaba el tipo <strong>de</strong> pensamiento racional.En esos momentos ella tenía lo que nosotros consi<strong>de</strong>ramos como aspectos sicóticos ensu pensamiento o aspectos que sugieren una ruptura <strong>de</strong> su pensamiento con la realidad”.Ibid., pp. 344-345.46 Ibid., p. 345.152


ñal más gran<strong>de</strong> gana” 47 . Se enfatiza el instinto sexual y po<strong>de</strong>res<strong>de</strong> seducción <strong>de</strong> Lorena. John Wayne no sólo reclama nunca haberviolado a Lorena, sino ser víctima <strong>de</strong>l los instintos sexuales<strong>de</strong> Lorena aún cuando él estaba <strong>de</strong>masiado exhausto para tenerrelaciones sexuales. Lorena, quien “por costumbre” vestía “ropainterior <strong>de</strong> seda” alegadamente exigió que John Wayne, a pesar<strong>de</strong> estar exhausto, tuviera relaciones con ella en la noche infameque pasó a la notoriedad mundial 48 .De acuerdo con la fiscalía, Lorena es una mujer con una misión:dame placer o pagarás el precio. No es meramente unavenganza porque John Wayne es un marido infiel que pasa lasnoches con otras mujeres, sino una venganza porque no pue<strong>de</strong>ejecutar sus funciones sexuales. Bajo esta estrategia narrativa,Lorena es representada como una mujer <strong>de</strong> excesos sexuales y<strong>de</strong>sviaciones ilimitadas en la búsqueda <strong>de</strong> satisfacer sus necesida<strong>de</strong>sprimitivas. Mientras la fiscalía reifica a Lorena como parte<strong>de</strong> una cultura anárquica y bárbara, la <strong>de</strong>fensa la reifica comoparte <strong>de</strong> una cultura congelada en el tiempo marcada por valorestradicionales y católicos. In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> si Lorena pertenecea un monolito cultural <strong>de</strong>l estancamiento o a un monolitocultural <strong>de</strong>l caos, la realidad es que en ambos escenarios ellaestá inscrita en un espacio <strong>de</strong> atraso e inmutabilidad que la impulsaa actos sintomáticos <strong>de</strong> violencia, según la fiscalía, o contrael cual sólo pue<strong>de</strong> escapar a través <strong>de</strong> rupturas sicóticas <strong>de</strong>exceso e irracionalidad, según la <strong>de</strong>fensa. De esta manera, tantola fiscalía como la <strong>de</strong>fensa se reinscriben en los tropos <strong>de</strong>l imaginariosocial mo<strong>de</strong>rno y colonialista en sus representaciones <strong>de</strong>las inscripciones culturales patológicas <strong>de</strong> Lorena.La violación para la fiscalía fue el corte “fatal”, mientras quepara la <strong>de</strong>fensa lo fue la relación <strong>de</strong> abuso marital; la crisis parala fiscalía fue la anarquía social resultante <strong>de</strong> las acciones <strong>de</strong> Lorena,mientras que para la <strong>de</strong>fensa la crisis fue el estado emocionalpatológico <strong>de</strong> Lorena a manos <strong>de</strong> su esposo abusivo. Al47 Ibid., p. 444.48 Ibid., pp. 88-90.153


<strong>de</strong>clarar a Lorena no culpable por razón <strong>de</strong> incapacidad mental,las acciones <strong>de</strong> reparación <strong>de</strong>l juicio reivindican legalmente aLorena. Perversamente, sin embargo, a pesar <strong>de</strong>l éxito legal <strong>de</strong>lequipo <strong>de</strong>fensor, la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> Lorena fue también una traiciónen su complicidad con los supuestos racistas <strong>de</strong> la fiscalía y lasociedad racista en general.En la batalla entre la vida y el pene, la vida habrá ganado labatalla legal, pero la mirada imperial ganó la batalla simbólicaque mantiene a sus otros en un espacio falo-dominado, patologizadoy racializado. Hay una crítica <strong>de</strong> la violencia por género,pero es una crítica ambivalente en la medida que se establecea costa <strong>de</strong> patologizar a Lorena y reificar un imaginario colonialmo<strong>de</strong>rno que recoloniza a Lorena. En este sentido, el juiciomarca un momento <strong>de</strong> reintegración <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología hegemónicadadas las reinscripciones problemáticas (neo) coloniales <strong>de</strong>largumento <strong>de</strong>l Síndrome <strong>de</strong> la Mujer Maltratada. La <strong>de</strong>fensamantiene eficazmente a Lorena fuera <strong>de</strong> prisión, pero a costa <strong>de</strong>reificar tropos culturales <strong>de</strong> racismo y sexismo profundamenteenraizados.In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> lo que realmente creía la <strong>de</strong>fensa,la pregunta y punto crucial <strong>de</strong> este <strong>de</strong>bate es: ¿Podía la <strong>de</strong>fensahaber ganado el caso sin <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los mencionados estereotiposracistas y sexistas? Lorena como trabajadora inmigranteinexperta, sin historial <strong>de</strong> activismo político y quien expresó culpabilidady arrepentimiento por sus acciones, logró poco apoyoy mayormente con<strong>de</strong>na por parte <strong>de</strong> las élites intelectuales(feministas) en Estados Unidos. Los partidarios <strong>de</strong> Lorena quelograron visibilidad en los medios no incluían figuras públicaslegítimas sino que se mantenían <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los confines <strong>de</strong> reaccionespopulares que a menudo resultaban sórdidas y al margen154


<strong>de</strong> la sociedad 49 . Dada la ausencia <strong>de</strong> presión legítima externa, lapregunta es si los abogados <strong>de</strong> Lorena pudieron haber articuladouna narrativa que no la patologizara <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> límites <strong>de</strong> la ley yque fuera igualmente efectiva en <strong>de</strong>jarla en libertad. Quizás no,pero creo que es importante señalar cómo las <strong>de</strong>cisiones legalesen torno a la narrativa <strong>de</strong>sarrollada por la <strong>de</strong>fensa participaron ono en los prejuicios i<strong>de</strong>ológicos que subyacieron al juicio.No es mi intención subestimar la importancia <strong>de</strong> que Lorenasaliera libre <strong>de</strong>l juicio, sino mostrar cómo las estrategias, categoríasy narraciones utilizadas por la <strong>de</strong>fensa y la fiscalía replicaronlegalmente el abuso que Lorena había soportado <strong>de</strong> su esposo.Muchas apropiaciones populares <strong>de</strong> la saga <strong>de</strong> Lorena tambiénreforzaron presunciones arraigadas con respecto a raza ymujeres latinas. Un análisis <strong>de</strong>l humor y los chistes que surgieronen torno a la saga <strong>de</strong> Lorena revela que la raza <strong>de</strong> John Waynenunca se menciona, reforzando la blancura (“whiteness”)como la norma implícita en la sociedad estadouni<strong>de</strong>nse. Loscomentarios sobre Lorena, sin embargo, hacen referencia a suherencia latina. “En algunos chistes Lorena, y por inferencia todaslas latinas, se presenta como emotiva, irracional, impre<strong>de</strong>cible,inepta o estúpida. Camille Paglia la llamó ‘una latina vivaz’,mientras que miembros <strong>de</strong> la población en general satirizabansu herencia lingüística […]” 50 . Los medios se enfocaron en la pareja,primero, en términos <strong>de</strong> género y, segundo, en términos <strong>de</strong>etnia y raza, a expensas <strong>de</strong>l aspecto <strong>de</strong> clase porque es “tan frecuentementeevitado, naturalizado o por lo <strong>de</strong>más invisibilizadoen la cultura estadouni<strong>de</strong>nse. Los medios […] tenían poco que<strong>de</strong>cir sobre las presiones que Lorena y John confrontaron comomiembros <strong>de</strong> la clase trabajadora que peleaban entre sí por sus49 PERSHING, Linda. His wife seized his prize and cut it to size: folk and popular commentaryon Lorena Bobbitt. National Women’s Studies Association Journal. 8(3):1-35, 1996,p.16. A<strong>de</strong>más, cuando había apoyo, tendía a ser en la línea <strong>de</strong> la victimización. Ehrenreichveía a Lorena como “una mártir más en la historia larga y llorosa <strong>de</strong> violación y abuso <strong>de</strong> lasmujeres”. DEEM, Melissa. From Bobbitt to SCUM: Re-memberment, scatological rhetorics,and feminist strategies in the contemporary U.S. Public Culture. 8(3):511-537, 1996, p. 517.50 Ibid., p. 5.155


vicisitu<strong>de</strong>s económicas, en vez <strong>de</strong> cuestionar el sistema económicoprevaleciente” 51 .Las resemantizaciones <strong>de</strong> Lorena como una mujer con apetitossexuales insaciables o como una católica <strong>de</strong>vota, marcanlo que Aparicio y Chávez-Silverman llaman “tropicalizaciones”hegemónicas, a través <strong>de</strong> las cuales símbolos o produccionesculturales latinos se asimilan <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> “valores más normativosy dominantes que resultan atractivos al público dominanteamericano, cuya recepción reafirma su dominio sobre culturasminoritarias. […] Esta gama <strong>de</strong> temas no sólo sugiere una integracióncultural, sino a<strong>de</strong>más su transformación en objetos <strong>de</strong>consumo más que en prácticas sociales y culturales” 52 .Las representaciones mediáticas <strong>de</strong> las mujeres latinas se inscribenen intereses hegemónicos que adquieren su mayor fuerzacuando más se distancian <strong>de</strong> representaciones culturales complejasy matizadas, o sea, cuando hacen un “refrito” <strong>de</strong> representacionessobre-manoseadas y estereotípicas <strong>de</strong> una sobresexualizaciónque es distintiva <strong>de</strong> aquella utilizada para representar alos <strong>de</strong> amerindios o afroamericanos 53 . Un caso pertinente es lapelícula Colors, don<strong>de</strong> el personaje <strong>de</strong> la latina fluctúa entre losestereotipos familiares <strong>de</strong> la chica buena sexualmente mo<strong>de</strong>stay la mujerzuela promiscua en excitación perpetua 54 . El planteamiento<strong>de</strong> la fiscalía en el juicio <strong>de</strong> Bobbitt intentó <strong>de</strong>scartar la51 Ibid., pp. 7-8.52 APARICIO, Frances (entrevistada por Juan Zevallos Aguilar). Latino Cultural Studies.En: POBLETE, J. (Ed.). Latin American and Latino Studies. Minnesota, University of MinnesotaPress, 2003, pp. 3- 25. “Muchas prácticas culturales antagónicas son tropicalizadas<strong>de</strong> esta manera. La tropicalización hegemónica da paso a un discurso que <strong>de</strong>linea lo Latinocomo una otredad exótica y primitiva, el objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la sociedad dominante. Dichosdiscursos continúan expandiéndose en el turismo, la educación, el cine, la música yla literatura”. Ibid., p. 29.53 BENAMOU, Catherine. Those earrings, that accent, that hair: a dialogue with MaríaHinojosa on latinos/as and the media. En: SHOHAT, E. (Ed.). Talking visions: multiculturalfeminism in a transnational age. The MIT Press, 1998, pp. 325-326.54 CRENSHAW, Kimberle. Beyond racism and misogyny: black feminism and 2 live crew.En: TIETJENS MEYER, D. Feminist social thought: a rea<strong>de</strong>r. Nueva York, Routledge, 1997,pp. 245, 251.156


posibilidad <strong>de</strong> violación sexual mediante el uso <strong>de</strong>l tropo <strong>de</strong> lamujer latina en estado <strong>de</strong> celo constante por el hombre blanco 55 .Las latinas representan una amenaza cultural e invocan un sentido<strong>de</strong> criminalidad mediante la insinuación erótica y la agresividadsexual 56 .La sexualidad y el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> Lorena son expresiones culturalespeligrosas y polivalentes que tenían que ser resemantizadaspara domesticar sus implicaciones, manteniendo un control hegemónicosobre los excesos potenciales <strong>de</strong> los significados <strong>de</strong>lacto <strong>de</strong> Lorena y obstruyendo ver sus cuestionamientos <strong>de</strong> historiasraciales y coloniales <strong>de</strong> dominación. El cuerpo <strong>de</strong> Lorenase convirtió en una metáfora colonial y <strong>de</strong> género en necesidad<strong>de</strong> la regulación hegemónica <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>seos. Lorena evoca, porlo tanto, la relación entre el cuerpo político contemporáneo yla historia <strong>de</strong> la mirada imperial. La “tropicalización” <strong>de</strong> Lorenadurante el juicio se convierte en un drama sobre la “autenticidad”<strong>de</strong> lo indígena, abriendo la caja <strong>de</strong> Pandora <strong>de</strong> las obsesionescoloniales <strong>de</strong> los Estados Unidos y siendo más sintomático<strong>de</strong> las proyecciones culturales <strong>de</strong> los Estados Unidos sobre susotreda<strong>de</strong>s latinas que un documento “realista” <strong>de</strong> la otredad.El <strong>Corte</strong> más GentilUna <strong>de</strong> las más inquietantes “tropicalizaciones” <strong>de</strong> Lorena, luego<strong>de</strong>l juicio, se reportó en el Washington Post. Cinco meses <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> recomenzar su trabajo como manicurista en un salón <strong>de</strong>Virginia:ha estado abarrotada <strong>de</strong> clientes – muchos <strong>de</strong> ellos hombres. […] .Supatrón, quien ha visto su negocio incrementar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que Lorena Bobbittse unió a la empresa, estuvo presto [para ser entrevistado]. “Cuan-55 SHOHAT, Ella. Introduction. En: SHOHAT, E. (Ed.). Talking visions: multicultural feminismin a transnational age. Op. cit., pp. 1-3.56 HINOJOSA, María, en: BENAMOU, Catherine. Those earrings, that accent, that hair: adialogue with Maria Hinojosa on latinos/as and the media. Op. cit., p. 339.157


do la gente llega, pi<strong>de</strong>n específicamente a Lorena para que les haga susuñas […]. La pobrecita no tiene <strong>de</strong>scanso.” […].Des<strong>de</strong> que Bobbitt se incorporó a Illusions, dijo Wheeler (el dueño), lacuriosidad sobre ella atrae muchos clientes, particularmente hombresque se regalan entre sí certificados para una sesión con la celebridadlocal 57 .Esta fue la máxima fantasía sexual <strong>de</strong> sumisión racial y sexual.Del “corte más cruel” 58 , según reportado luego <strong>de</strong> que Lorena lecortara el pene a John Wayne, al corte más gentil <strong>de</strong> todos loscortes, <strong>de</strong>l afilado cuchillo que cercena a las cuidadosas tijeritasque acicalan, <strong>de</strong> la mordida al ladrido, los utensilios para cortar<strong>de</strong> Lorena se templaron para dar placer a los hombres, quienesintercambiaban certificados <strong>de</strong> regalo para ser acicalados por lamujer más “peligrosa” <strong>de</strong>l planeta. El corte <strong>de</strong> Lorena ya no eracon un cuchillo que cercenaba la autoridad masculina, sino contijeras <strong>de</strong> manicura que restablecían la supremacía masculina enuna fantasía <strong>de</strong> sumisión gratificada57 SMITH, Leef. Lorena Bobbitt: A favorite among men in salon set. The WashingtonPost. Washington, D.C., 15 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1995, D03.58 Supra, nota 2.158


Género y Corrupción. Reflexiones sobre cómoincorporar una perspectiva <strong>de</strong> género en elcampo <strong>de</strong> la lucha contra la corrupciónConstanza Toro JustinianoAbogada, licenciada en Ciencias Jurídicas por la Universidad <strong>de</strong> Chile. Actualmentese encuentra cursando estudios <strong>de</strong> posgrado en The London School ofEconomics and Political Science, don<strong>de</strong> lleva a cabo el segundo año <strong>de</strong>l Masteren Administracion Publica, mención en Políticas Públicas y Económicas. Durantelos años 2007-2010 fue investigadora <strong>de</strong>l Programa <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>y Democracia, <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong>la Universidad <strong>de</strong> Chile. En el contexto <strong>de</strong> este programa, integró el equipo académicoque imparte el Diploma <strong>de</strong> Postítulo “Transparencia, accountability ylucha contra la corrupción”.ResumenEste artículo examina los posibles vínculos que pue<strong>de</strong>n establecerseentre género y corrupción. Por un lado, revisa la tesis queha sostenido que las mujeres serían menos susceptibles <strong>de</strong> participaren actos corruptos, y que ante mayor presencia <strong>de</strong> mujeresen el espacio público, habría menores niveles <strong>de</strong> corrupción.Esta tesis abriría la puerta a la recomendación <strong>de</strong> incorporar unamayor cantidad <strong>de</strong> mujeres a los espacios públicos, como unanueva herramienta <strong>de</strong> lucha contra la corrupción. En este artículose somete a revisión esta tesis y se cuestionan algunos <strong>de</strong> losfundamentos que estarían <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> esta concepción. Asimismo,en la segunda parte <strong>de</strong> este artículo, se examinan otras posiblesrelaciones entre género y corrupción, asumiendo la perspectiva<strong>de</strong> las mujeres como potenciales víctimas <strong>de</strong> la corrupción. Eneste sentido, se analiza si ésta pue<strong>de</strong> o no tener un efecto diferenciadoen las mujeres.159


IntroducciónEn las últimas décadas se ha consolidado la necesidad <strong>de</strong> incorporarla perspectiva <strong>de</strong> género en el análisis <strong>de</strong> todas las cienciassociales. En este sentido, ya no sólo se habla <strong>de</strong> igualdad <strong>de</strong> género- propósito que fue recogido entre los <strong>de</strong>nominados Objetivos<strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l Milenio 1 - sino que se manejan tambiénlos conceptos <strong>de</strong> “enfoque <strong>de</strong> género”, “perspectiva <strong>de</strong> género”,“transversalidad <strong>de</strong> género”, “género en el <strong>de</strong>sarrollo (GED)”, entreotras <strong>de</strong>nominaciones. No siempre las diferencias entre estostérminos son claras, pero no correspon<strong>de</strong> aquí <strong>de</strong>tallar lasprecisiones conceptuales que los distinguen. Basta con <strong>de</strong>stacarla creciente importancia que ha adquirido <strong>de</strong>sarrollar en cadadisciplina social una mirada que rescate y reflexione en tornoa los diferentes roles y funciones que llevan a cabo hombres ymujeres en una sociedad, que analice las causas tras las diferenciasy que en ese sentido constituya un aporte para reducir ladiscriminación que histórica y socialmente ha recaído sobre lasmujeres 2 .1 En particular, se señala como el tercer objetivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l milenio promover la“igualdad <strong>de</strong> género y el empo<strong>de</strong>ramiento <strong>de</strong> la mujer”. En este contexto, igualdad entrelos géneros implica igualdad en todos los niveles <strong>de</strong> la educación y en todos los ámbitos <strong>de</strong>trabajo, el control equitativo <strong>de</strong> los recursos y una representación igual en la vida pública ypolítica. Para mayor información sobre este objetivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l milenio ver: NACIO-NES UNIDAS. Objetivo 3: Promover la igualdad entre los sexos y el empo<strong>de</strong>ramiento <strong>de</strong> lamujer. [En línea] [Consulta:28 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2010].2 Para más información sobre los dilemas que plantea la categoría <strong>de</strong> género, ver: LA-MAS, Marta. Usos, dificulta<strong>de</strong>s y posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la categoría género. En: LAMAS, Marta(comp.) El Género: la construcción cultural <strong>de</strong> la diferencia sexual. [En línea] México, PUEG-UNAM, 1996. [Consulta: 3 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2010]; DE BARBIERI, Teresita.Sobre la categoría género. Una introducción teórico-metodológica. Revista Debates enSociología. (18):145-169, 1993; DE BARBIERI, Teresita. Certezas y malos entendidos sobrela categoría <strong>de</strong> género. [En línea]. Estudios <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos IV. San José, InstitutoInteramericano <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> (IIDH), 1995. [Consulta:25 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2010].160


El campo <strong>de</strong> la lucha contra la corrupción y promoción <strong>de</strong>la transparencia y rendición <strong>de</strong> cuentas, no escapa <strong>de</strong> esta necesidad.Sin embargo, el vínculo entre género y corrupción nosuele ser un tema <strong>de</strong> investigación para quienes están <strong>de</strong>dicadosa estas materias. Más aún, existen muy pocos estudios que abordanla relación entre género y corrupción. Este artículo buscacontribuir al <strong>de</strong>bate académico, en base a una reflexión sobrecómo incorporar una perspectiva <strong>de</strong> género en el campo <strong>de</strong> lalucha contra la corrupción. Para ello comenzaré examinando algunosestudios que han <strong>de</strong>sarrollado una visión particular <strong>de</strong> larelación género/corrupción, para continuar con las implicanciasque se <strong>de</strong>rivan <strong>de</strong> éstos y las críticas que es posible formular aconstrucciones como esas. Finalmente, sugiero una línea alternativapara <strong>de</strong>sarrollar la relación género/corrupción.¿Son las mujeres menos corruptas que loshombres?Para comenzar, pue<strong>de</strong> resultar útil pensar –aunque sea en términospuramente teóricos- en qué aspectos <strong>de</strong>l campo anticorrupciónpodría incidir la variable <strong>de</strong> género. En este sentido, po<strong>de</strong>mospreguntarnos por la influencia que pue<strong>de</strong> tener la variable <strong>de</strong> géneroen la ocurrencia <strong>de</strong> fenómenos <strong>de</strong> corrupción (es <strong>de</strong>cir, comouno <strong>de</strong> los factores que <strong>de</strong>terminan el nivel <strong>de</strong> corrupción en uncontexto dado); en la forma en que se manifiestan estas conductas;y/o en las consecuencias o efectos que tiene la corrupción.Retomaré esta distinción al momento <strong>de</strong> sugerir la forma en quefuturos estudios podrían incorporar la variable <strong>de</strong> género.Los primeros estudios que se preguntaron por la relación entregénero y corrupción datan <strong>de</strong> 1999 y 2001 respectivamente. Setrata <strong>de</strong> los estudios “Gen<strong>de</strong>r and Corruption” <strong>de</strong> Anand Swamy,Stephen Snack, Young Lee y Omar Azfar, <strong>de</strong>sarrollado en el CentroIRIS <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Maryland; y “Are Women Really the‘Fairer’ Sex? Corruption and Women in Government” <strong>de</strong> DavidDollar, Raymond Fisman y Roberta Gatti, <strong>de</strong>sarrollado en un grupo<strong>de</strong> investigación <strong>de</strong>l Banco Mundial.161


En términos muy generales, estos estudios se basan en investigacionesempíricas que <strong>de</strong>mostrarían que las mujeres son menospropensas a participar en actos corruptos, y a partir <strong>de</strong> ahí, sugierenque incrementar el nivel <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> las mujeres enforos públicos, tales como parlamentos, legislaturas, gobierno, yotros espacios, pue<strong>de</strong> ser una herramienta eficaz <strong>de</strong> lucha contrala corrupción.El estudio realizado por Dollar et al., hace expresa alusión ala literatura que sostiene las diferencias <strong>de</strong> conducta que distinguiríana hombres <strong>de</strong> mujeres. De acuerdo a estos autores, habríanumerosos estudios experimentales que <strong>de</strong>mostrarían que lasmujeres tienen una mayor ten<strong>de</strong>ncia a exhibir una conducta <strong>de</strong>ayuda hacia los <strong>de</strong>más; que votan en base a consi<strong>de</strong>raciones sociales;que obtienen más altos puntajes en pruebas <strong>de</strong> integridad;y que se comportan <strong>de</strong> manera más generosa al momento <strong>de</strong> enfrentar<strong>de</strong>cisiones económicas. A partir <strong>de</strong> estos resultados, planteanque las mujeres serían menos propensas a sacrificar el biencomún por intereses individuales, y que esa característica resultaespecialmente relevante a la hora <strong>de</strong> analizar el rol <strong>de</strong> las mujeresen los gobiernos.Para <strong>de</strong>sarrollar esta hipótesis, este estudio examinó la relaciónentre la participación femenina en los gobiernos y los niveles<strong>de</strong> corrupción, en varios países. Como medida <strong>de</strong> la variable<strong>de</strong> corrupción se utilizó el índice <strong>de</strong> corrupción <strong>de</strong> InternationalCountry Risk Gui<strong>de</strong>, y en cuanto al nivel <strong>de</strong> participación femeninase basaron en los resultados <strong>de</strong> la publicación “Las mujeresen los parlamentos: 1945-1995: estudio estadístico mundial” <strong>de</strong> laUnión Interparlamentaria. El cruce <strong>de</strong> estos datos arrojó que lapresencia <strong>de</strong> parlamentarias femeninas tendría un efecto significativo3 en los niveles <strong>de</strong> corrupción, ya que mientras más altoseran los índices <strong>de</strong> participación femenina, más bajos eran los niveles<strong>de</strong> corrupción.3 Según el estudio <strong>de</strong> Dollar et al. la variable <strong>de</strong> participación femenina produciría una<strong>de</strong>sviación <strong>de</strong> casi un 20% en la variable <strong>de</strong> corrupción. Para más <strong>de</strong>talles sobre los resultados,ver: DOLLAR, David., FISMAN, Raymond, y GATTI Roberta. Are women really the“fairer” sex? Corruption and women in government. The World Bank, Policy Research Reporton Gen<strong>de</strong>r and Development, Working Paper Series No. 4, octubre <strong>de</strong> 1999, pp. 4 y ss.162


El estudio <strong>de</strong> Swamy et al., sigue la misma línea planteada porDollar et al., pero amplía aún más los datos y fuentes empíricasutilizadas. En este caso, los investigadores comienzan presentandolos datos <strong>de</strong> la Encuesta Mundial <strong>de</strong> Valores (World ValuesSurveys) que recoge la actitud <strong>de</strong> las mujeres hacia situacioneshipotéticas <strong>de</strong> soborno, para <strong>de</strong>stacar lo que ellos llaman micro-evi<strong>de</strong>ncia.Esta encuesta, al indagar sobre el nivel <strong>de</strong> aceptación<strong>de</strong> varias conductas <strong>de</strong>shonestas o ilegales, muestra queen igualdad <strong>de</strong> circunstancias un porcentaje significativamentesuperior <strong>de</strong> mujeres consi<strong>de</strong>ra que las conductas ilegales o <strong>de</strong>shonestas–entre ellas el soborno- nunca son justificables 4 .En un segundo nivel (nivel Meso 5 ), pero también en el plano<strong>de</strong>l comportamiento individual, el estudio <strong>de</strong> Swamy et al. recogelos datos <strong>de</strong> una encuesta realizada por el Banco Mundialen Georgia que reflejó las conductas <strong>de</strong> empresarios y empresariasen contextos reales <strong>de</strong> sobornos. Esta encuesta mostró quelas empresas cuyos dueños o gerentes eran mujeres recurrieronmucho menos a sobornos cuando entraron en contacto conagencias <strong>de</strong> gobierno 6 .Por último, el estudio <strong>de</strong> Swamy et al. muestra también datosa nivel macro, es <strong>de</strong>cir, datos comparativos por países, <strong>de</strong>l mismomodo en que se mostraron en el estudio <strong>de</strong> Dollar et al. En4 Según este estudio, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> un quinto más <strong>de</strong> hombres que mujeres (27,6% frentee 22,7%), consi<strong>de</strong>ra que a veces o siempre resulta justificable recurrir al soborno. Dicho <strong>de</strong>otro modo, la probabilidad <strong>de</strong> que un hombre responda que aceptar un soborno es “nuncajustificable” es 4,3 puntos porcentuales menos que la probabilidad <strong>de</strong> que una mujerlo haga. Para más <strong>de</strong>talles sobre los resultados, ver SWAMY, Anand., KNACK, Stephen.,LEE, Young., y AZFAR, Omar. Gen<strong>de</strong>r and corruption. Journal of Development Economics.64(1):25-55, 2001, pp. 30 y ss.5 Así lo <strong>de</strong>nomina el estudio: GTZ. Corruption and Gen<strong>de</strong>r. Approaches and Recommendationsfor TA. Focal Theme: Corruption and Trafficking in Women. Division 42, SectorProject: Development and Testing of Strategies and Instruments for the prevention of Corruption.Bonn, Alemania, 2004, p. 16.6 De acuerdo al estudio, “en promedio, las empresas cuyos dueños o gerentes eran mujeresrecurrieron a sobornos en 4,6% <strong>de</strong> las ocasiones en que entraron en contacto con unaagencia <strong>de</strong> gobierno”. Este porcentaje es casi el doble (12,5%) cuando se trata <strong>de</strong> dueños ogerentes hombres. Para más <strong>de</strong>talles, ver: SWAMY, Anand., KNACK, Stephen., LEE, Young.,y AZFAR, Omar. Gen<strong>de</strong>r and corruption. Op. cit., pág. 32.163


este caso, Swamy et al. hacen una comparación entre el Índice<strong>de</strong> Percepción <strong>de</strong> Corrupción <strong>de</strong> Transparencia Internacional yel índice Graft 7 con varias medidas <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> la mujeren política y el comercio (proporción <strong>de</strong> mujeres legisladorasen los parlamentos, proporción <strong>de</strong> ministras y altas funcionarias<strong>de</strong> gobierno y participación femenina en la fuerza laboral). Estacomparación arrojó que una mayor participación <strong>de</strong> las mujeresse asocia a menores niveles <strong>de</strong> corrupción.Es importante aclarar que estos estudios reconocen que lasdiferencias que advierten podrían <strong>de</strong>berse a un conjunto <strong>de</strong>otros factores, y que éstos podrían distorsionar los verda<strong>de</strong>rosresultados <strong>de</strong> la relación entre género y corrupción. Es por ello,que ambos estudios incorporan en su análisis variables talescomo el estatus laboral <strong>de</strong>l sujeto, el nivel <strong>de</strong> educación, la nacionalidad,el sector económico, la agencia gubernamental conla cual se tiene contacto, la presencia <strong>de</strong> inversionistas extranjeros<strong>de</strong> la empresa en cuestión, el nivel <strong>de</strong> comercio <strong>de</strong>l país, ladiversidad étnica, la condición <strong>de</strong> ex - colonia, entre otros factores.8 Al incorporar estas variables en el análisis, es posible extraerla injerencia <strong>de</strong> estos otros factores, distinguiéndolos <strong>de</strong> lavariable <strong>de</strong> género. De este modo, los estudios en cuestión, <strong>de</strong>scartanque los resultados que advierten respondan a estas otrasvariables y no al género.7 “Graft” es un término coloquial en inglés para aludir a maniobras poco transparentes,corruptas, tramposas. El índice Graft, es una herramienta construida por los investigadoresKaufmann, Kraay y Ziodo-Lobaton en 1999, como parte <strong>de</strong> una medición más amplia entorno a la calidad <strong>de</strong> la gobernabilidad en distintos países, medición que abarca entre otrasvariables la efectividad <strong>de</strong>l gobierno y el respeto al Estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho. Los investigadoresincluyen este índice, ya que a diferencia <strong>de</strong>l IPC <strong>de</strong> Transparencia Internacional, cubre máspaíses.8 En lenguaje estadístico, estas variables son <strong>de</strong>nominadas “variables dummies” o variablesficticias. Con ellas, los autores “corrigen” o evitan eventuales distorsiones, ya que alcuantificarlas logran aislar la variable <strong>de</strong> género. Para más <strong>de</strong>talles sobre la metodología <strong>de</strong>estos estudios, en particular, sobre el uso <strong>de</strong> las variables dummies, ver SWAMY, Anand.,KNACK, Stephen., LEE, Young., y AZFAR, Omar. Gen<strong>de</strong>r and corruption. Op. cit., pp. 33-34;y DOLLAR, David., FISMAN, Raymond, y GATTI Roberta. Are women really the “fairer” sex?Corruption and women in government. Op. cit., pp. 3-4, respectivamente.164


Con posterioridad a estos estudios, han surgido otras investigacionesque reafirman esta tesis que reconoce a las mujerescomo menos corruptas o más probas. El estudio <strong>de</strong> María FernandaRivas -“An experiment on corruption and gen<strong>de</strong>r” (2006)-por ejemplo, se propone someter a prueba esta tesis con el objeto<strong>de</strong> confirmar si los datos advertidos por las investigaciones previas<strong>de</strong>muestran verda<strong>de</strong>ras diferencias <strong>de</strong> género, o se <strong>de</strong>benmás bien, a diferencias en cuanto a inserción laboral y política<strong>de</strong> las mujeres. Este estudio evalúa también que las diferenciasque se advierten entre el comportamiento <strong>de</strong> hombres y mujeresse <strong>de</strong>ban a distintos grados <strong>de</strong> aversión al riesgo (en tantoinvolucrarse en conductas corruptas se asocia al riesgo <strong>de</strong> serpenalizado/a por éstas) y no a diferencias <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n ético. Es porello que Rivas <strong>de</strong>sarrolla un experimento neutralizando estasvariables, para lo cual utiliza un “ambiente controlado”, con elobjeto <strong>de</strong> someter a prueba a hombres y mujeres en las mismascondiciones 9 . Los resultados <strong>de</strong> este experimento confirmaríanque las mujeres son significativamente menos corruptas que loshombres 10 .Otro estudio, <strong>de</strong> Benno Torgler y Neven T. Valev (2006), examinasi las mujeres serían más propensas a acatar el or<strong>de</strong>n establecido,razón que podría estar tras los resultados empíricos quemuestran a las mujeres como menos corruptas y menos proclivesa actos ilegales tales como la evasión <strong>de</strong> impuestos. Este estudiose propone investigar si las mujeres tendrían mayor disposiciónque los hombres para comprometerse a acatar el or<strong>de</strong>namientolegal y <strong>de</strong>terminar la evolución <strong>de</strong> estas actitu<strong>de</strong>s a lo largo <strong>de</strong>l9 Para más información sobre el diseño <strong>de</strong> este experimento, RIVAS, María Fernanda.An experiment on corruption and gen<strong>de</strong>r. Uruguay, Departamento <strong>de</strong> Economía, Facultad<strong>de</strong> Ciencias Sociales, Universidad <strong>de</strong> la República, Documento <strong>de</strong> Trabajo Nº 8, 2006, pp.8 y ss.10 De acuerdo a este estudio, cuando los hombres asumían el rol <strong>de</strong> “empresa” que podíaofrecer sobornos, un 85% <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>cidió hacerlo, mientras que en el caso <strong>de</strong> las mujeresesa cifra bajaba a un 65%. Asimismo, las transferencias promedio en el caso <strong>de</strong> los hombresfue <strong>de</strong> 6, mientras que en el caso <strong>de</strong> las mujeres fue <strong>de</strong> 3.1. En cuanto a la aceptación <strong>de</strong>sobornos, el rol <strong>de</strong> hombres y mujeres también fue estadísticamente significativo, un 76%<strong>de</strong> los hombres aceptó el soborno vs. un 58% <strong>de</strong> las mujeres.165


tiempo, comparando grupos <strong>de</strong> similar edad. Para ello, utiliza losdatos <strong>de</strong> la Encuesta Mundial <strong>de</strong> Valores (World Values Surveys)y <strong>de</strong> la Encuesta Europea <strong>de</strong> Valores (European Values Surveys).Nuevamente, la conclusión es que las mujeres se muestran másdispuestas a acatar y cumplir el or<strong>de</strong>n legal y que a<strong>de</strong>más estasdiferencias entre hombres y mujeres se mantendrían a lo largo<strong>de</strong>l tiempo 11 .El camino recorrido por estas investigaciones no es nuevo.Las explicaciones que, como éstas, buscan encontrar un patrónque diferencie las conductas <strong>de</strong> hombres y mujeres, se han intentadoantes en otros campos como la psicología cognitiva 12 ,pero también en otras ciencias sociales, siendo probablementelas teorías más conocidas aquellas que se han sostenido en elárea <strong>de</strong> la criminología, campo en don<strong>de</strong> existen estudios quemuestran que las mujeres <strong>de</strong>linquirían menos que los hombrese intervendrían menos en <strong>de</strong>litos violentos e incluso en cierto11 Para más <strong>de</strong>talles sobre el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> este estudio ver TORGLER, Benno, y VALEV,Neven T. Women and illegal activities: gen<strong>de</strong>r differences and women’s willingness tocomply over time. Suiza, Center for Research in Economics, Management and the Arts(CREMA), Working Paper No. 2006-15, 2006. Cabe señalar sin embargo, que existen estudiosprevios justamente en el sentido contrario, es <strong>de</strong>cir, que sostienen que las diferenciasen las orientaciones morales <strong>de</strong> las mujeres se presentan en la adolescencia y se iríanatenuando a medida que pasa el tiempo. Es el caso <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong> COHN, Lawrence.Sex differences in the course of personality <strong>de</strong>velopment: A meta – análisis. PsychologicalBulletin 109(2):252-266, 1991, citado en: ALOISIO, Carlos y PÉREZ MUÑOZ, Cristián.Género y Corrupción: ¿Son las mujeres un arma eficaz en el combate contra la corrupción?¿Y es <strong>de</strong>seable que lo sean? Montevi<strong>de</strong>o, Departamento <strong>de</strong> Filosofía, Universidad Católica<strong>de</strong>l Uruguay, 2006.12 Son muy numerosos los estudios que han ahondado en supuestas diferencias moralesentre hombres y mujeres, que se han preguntado si éstas son más generosas, máshonestas, más solidarias, etc. Entre los investigadores que han <strong>de</strong>sarrollado este campo,DOLLAR, David., FISMAN, Raymond, y GATTI Roberta. Are women really the “fairer”sex? Corruption and women in government. Op. cit., menciona a A.H. Eagly y M. Crowley,T.G. Goertzel, Denis Ones y Chockalingam Viswesvaran, Saundra Glover, Michelle Reiss yKaushik Mitra, Catherine Eckel y Philip Grossman, etc. En un sentido contrario, Aloisio yPérez alu<strong>de</strong>n a las investigaciones <strong>de</strong> Lawrence Cohn, Dennis Krebs y Sandra Vermeullen,Gary Bolton y Elena Katok, Marshall Schminke, Bram Cadsby y Elizabeth Maynes, SusanPharr, Daniel Aldrich y Rieko Kage, Shira Keshet, etc.166


tipo <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes 13 . Con esto, quiero <strong>de</strong>stacar que la búsqueda<strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> explicaciones y constataciones basadas en lasdiferencias <strong>de</strong> género está lejos <strong>de</strong> ser un fenómeno reciente.Sin embargo, me parece relevante esclarecer cuáles son las implicancias<strong>de</strong> tesis como éstas para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>sarrollar una visióncrítica <strong>de</strong> estas investigaciones.Implicancias y críticas a estas tesisSegún hemos <strong>de</strong>sarrollado en el acápite anterior, la principalimplicancia <strong>de</strong> aquellos estudios que sostienen que las mujeresserían empíricamente menos corruptas que los hombres, es queentonces ésta sería una buena razón para promover y aumentarla participación política y laboral <strong>de</strong> las mujeres como un medioeficaz para reducir la corrupción.Frente a este razonamiento, es posible distinguir dos tipos <strong>de</strong>críticas. Por un lado, es posible revisar el modo en que se llevana cabo este tipo <strong>de</strong> estudios. A este conjunto <strong>de</strong> objeciones las<strong>de</strong>nominaré “críticas metodológicas” 14 . Pero por otro lado, es posibleanalizar las investigaciones que hemos repasado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unaperspectiva más sustantiva, en tanto, son objeciones que no seconcentran en las condiciones bajo las que se <strong>de</strong>sarrollaron estosestudios, sino que examinan la implicancia o razonamiento quese construye en base a estas investigaciones empíricas. Es <strong>de</strong>cir,se trata <strong>de</strong> críticas que rebaten el <strong>de</strong>ducir <strong>de</strong> ciertos resultados lanecesidad y/o conveniencia <strong>de</strong> aumentar la participación política13 SWAMY, Anand., KNACK, Stephen., LEE, Young., y AZFAR, Omar. Gen<strong>de</strong>r and corruption.Op.cit., alu<strong>de</strong> expresamente a esta coinci<strong>de</strong>ncia entre sus conclusiones y algunasinvestigaciones en el plano <strong>de</strong> la criminología. En este sentido, citan a M.R. Gottfredsony T. Hirshi, y a R. Paternoster y S. Simpson. Los primeros también son citados por Torglery Valev, quienes rescatan los intentos <strong>de</strong> estos estudios por esbozar posibles razones trasestas diferencias. Existen diversas explicaciones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la criminología, algunas argumentanuna mayor capacidad <strong>de</strong> auto-control <strong>de</strong> las mujeres, otras enfatizan en las menoresoportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>linquir que tendrían las mujeres.14 Estas critican apuntan a lo que se conoce en lenguaje econométrico como “vali<strong>de</strong>zinterna”. Objeciones a la “vali<strong>de</strong>z externa” <strong>de</strong> estos estudios apuntarían en cambio a laposibilidad <strong>de</strong> extraer conclusiones <strong>de</strong> los mismos aplicables a otras circunstancias o contextos.167


y laboral <strong>de</strong> las mujeres. A este segundo grupo <strong>de</strong> objeciones las<strong>de</strong>nominaré “críticas <strong>de</strong> fondo”. Ambas críticas –aunque a través<strong>de</strong> distintos métodos- dan luces sobre cómo la relación <strong>de</strong> hombresy mujeres frente a la corrupción <strong>de</strong>be ser comprendida juntoa otros elementos y tomando en cuenta el contexto específico.Críticas MetodológicasDentro <strong>de</strong> este grupo <strong>de</strong> objeciones, podría cuestionarse enprimer término la confiabilidad <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> investigacionesen el plano <strong>de</strong> las ciencias sociales, más allá <strong>de</strong> las condicionesespecíficas en que se llevaron a cabo los estudios señalados enel acápite anterior. En este sentido hay quienes cuestionan la posibilidad<strong>de</strong> “<strong>de</strong>scubrir” leyes o generalizaciones empíricas en elcampo <strong>de</strong> las ciencias sociales. Así por ejemplo, Alasdair MacIntyreha señalado que “las ciencias sociales son predictivamenteen<strong>de</strong>bles y que no <strong>de</strong>scubren leyes generales” 15 . Para este autor, lasgeneralizaciones <strong>de</strong> las ciencias sociales se caracterizan por unaespecial falibilidad 16 que <strong>de</strong>termina que éstas carezcan <strong>de</strong> un realpo<strong>de</strong>r predictivo.Cuestiona este autor, que las generalizaciones en el campo<strong>de</strong> las ciencias sociales si bien cuentan con un gran conjunto <strong>de</strong>ejemplos que las confirmarían, suelen coexistir también con numerososejemplos que probarían lo contrario, contraejemplosque no parecen afectar el mantenimiento <strong>de</strong> la generalización <strong>de</strong>lmodo en que suce<strong>de</strong> en el campo <strong>de</strong> las ciencias naturales o matemáticas.A partir <strong>de</strong> ahí, razona que estas generalizaciones socialescarecen <strong>de</strong> cuantificadores universales (no tendrían la forma<strong>de</strong> razonamiento universal), y a<strong>de</strong>más aña<strong>de</strong> que carecen también<strong>de</strong> “modificadores <strong>de</strong> alcance”, es <strong>de</strong>cir, no es posible <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> for-15 Ver MACINTYRE, Alasdair. Tras la Virtud. Segunda edición, Barcelona, Editorial Crítica,2004, p. 118.16 Para MacIntyre esta falibilidad dista <strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> “refutables” <strong>de</strong> las generalizacionescientíficas. En este sentido, MacIntyre dice que “los propios científicos sociales ensu mayor parte adoptan <strong>de</strong> hecho una actitud tolerante hacia los contraejemplos, actitudmuy diferente <strong>de</strong> la <strong>de</strong> otros científicos naturales o filósofos popperianos <strong>de</strong> la ciencia”.Ver Ibid., pág. 119.168


ma concreta bajo qué condiciones estas generalizaciones seríanválidas. En tercer lugar, MacIntyre señala que las generalizaciones<strong>de</strong> las ciencias sociales -como la que realizan Swamy y Dollar etal. al afirmar la tesis <strong>de</strong> que a mayor presencia <strong>de</strong> mujeres habríamenos corrupción- no conllevan un conjunto bien <strong>de</strong>finido <strong>de</strong>condiciones <strong>de</strong> verificación, y por lo tanto, no pue<strong>de</strong>n asumir laforma <strong>de</strong> leyes 17 .En <strong>de</strong>finitiva, MacIntyre <strong>de</strong>sarrolla el argumento <strong>de</strong> que “losasuntos humanos”, <strong>de</strong> los cuales se ocupan las ciencias sociales,serían impre<strong>de</strong>cibles, y si bien las ciencias sociales pue<strong>de</strong>n explicar(retrospectivamente) ciertos fenómenos, no podrían pre<strong>de</strong>cir(prospectivamente) los mismos. De ahí, que investigaciones comolas <strong>de</strong>sarrolladas por Swamy y Dollar et al. no sirvan para <strong>de</strong>ducirque es conveniente y/o necesario aumentar la participación <strong>de</strong> lasmujeres con el objeto <strong>de</strong> reducir la corrupción.En un segundo plano, hay quienes critican el modo en queestos autores habrían <strong>de</strong>sarrollado sus estudios. Así por ejemplo,para Hung – En Sung estos estudios incurren en la <strong>de</strong>nominada“falacia <strong>de</strong> división”, en tanto extraen conclusiones sobre el comportamientoindividual solamente a partir <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> datosagregados 18 . Es <strong>de</strong>cir, Sung critica que estos estudios carezcan<strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia sobre el vínculo entre los niveles micro y macro. ParaSung, los resultados <strong>de</strong> los estudios examinados se explican nopor el nivel <strong>de</strong> participación femenina, sino por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>un “sistema político equitativo”, poniendo <strong>de</strong> ese modo el énfasisen el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia liberal en los respectivos países,medida a través <strong>de</strong> condiciones institucionales tales como el respetoal Estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho, la libertad <strong>de</strong> prensa y una <strong>de</strong>mocraciaelectoral.17 En este contexto, el término <strong>de</strong> leyes se utiliza no como norma jurídica, sino en elsentido <strong>de</strong> “ley científica”, es <strong>de</strong>cir, como proposición que afirma una relación constanteentre dos o más variables.18 También se alu<strong>de</strong> a esta falacia como “inferencia ecológica”. Ver: SUNG, Hung-En.Fairer sex or fairer system? Gen<strong>de</strong>r and corruption revisited. En: ALOISIO, Carlos y PÉREZMUÑOZ, Cristián. Género y Corrupción: ¿Son las mujeres un arma eficaz en el combatecontra la corrupción? ¿Y es <strong>de</strong>seable que lo sean? Op. cit.169


Una crítica similar es la que formulan los investigadores AdoraCheung y Rey Hernán<strong>de</strong>z-Julián 19 . Estos autores llevan a cabo unainvestigación a lo largo <strong>de</strong> varios Estados <strong>de</strong> EE.UU. y en principioconfirman los datos que reflejan una correlación entre altas tasas<strong>de</strong> participación femenina y bajos niveles <strong>de</strong> corrupción. Sin embargo,<strong>de</strong> acuerdo a estos autores, los resultados <strong>de</strong> estudios comolos <strong>de</strong> Swamy y Dollar et al. podrían estar sesgados por el hecho<strong>de</strong> comparar características <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> países en un únicomomento <strong>de</strong>l tiempo, lo que invisibiliza una serie <strong>de</strong> otros factoresque pue<strong>de</strong>n explicar los resultados obtenidos, como por ejemplo,mejores constituciones, mayor respeto a los <strong>de</strong>rechos humanoso un mejor Estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho. Todas estas variables influiríantanto en la reducción <strong>de</strong> la corrupción como en el aumento <strong>de</strong> laparticipación <strong>de</strong> las mujeres, pero al comparar los datos en sólo unmomento <strong>de</strong>l tiempo, el efecto <strong>de</strong> estas otras variables pue<strong>de</strong> habersido atribuido a la presencia femenina en los gobiernos. Examinaren cambio, cómo cambia la participación femenina en unlugar dado, controlando el efecto <strong>de</strong> estas otras variables, pue<strong>de</strong>arrojar mayores luces <strong>de</strong> su efecto en la corrupción. Al hacer estoen varios Estados <strong>de</strong> EE.UU., estos autores cuestionan la tesis <strong>de</strong>que a mayor participación <strong>de</strong> mujeres habría menos corrupción.Por último, existen estudios experimentales que refutarían losresultados obtenidos por Dollar y Swamy et al. Uno <strong>de</strong> éstos, esel estudio <strong>de</strong> Vivi Alatas et al. que al examinar datos <strong>de</strong> Australia,India, Indonesia y Singapur, obtienen que mientras en Australiaexistirían diferencias <strong>de</strong> género en las actitu<strong>de</strong>s frente a lacorrupción, en el resto <strong>de</strong> los países examinados estas diferenciasno existirían. De ahí que estos autores concluyan que no existendiferencias universales <strong>de</strong> género en el ámbito <strong>de</strong> la corrupción,sino que por el contrario, estas diferencias respon<strong>de</strong>rían a aspectosculturales que resultan ser específicos <strong>de</strong> cada contexto 20 .19 CHEUNG, Adora y HERNÁNDEZ-JULIÁN, Rey. Gen<strong>de</strong>r and Corruption: A Panel - DataAnalysis. Estados Unidos, University of Rochester y St. Lawrence University, 2006.20 Para más <strong>de</strong>talles sobre esta investigación ver: ALATAS, Vivi, CAMERON, Lisa, CHAUD-HURI, Ananish, ERKAL, Nisa, y GANGADHERAN, Lata. Gen<strong>de</strong>r and corruption: insights froman experimental analysis. Melbourne, The University of Melbourne, Research Paper N° 974,2006.170


Críticas <strong>de</strong> FondoPero no sólo es posible criticar la metodología <strong>de</strong> estos estudios,sino que existen críticas que objetan el razonamientoa partir <strong>de</strong>l cual los estudios que hemos examinado concluyenque aumentar la participación <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong>be ser promovidacomo un método para combatir la corrupción. Es <strong>de</strong>cir, asumiendolos datos que muestran estas investigaciones, ¿es convenientepromover a partir <strong>de</strong> ahí la participación política y laboral<strong>de</strong> las mujeres?Una primera gran crítica que <strong>de</strong>be formularse a estos estudios,es que se sustentan sobre la base <strong>de</strong> conceptos subjetivos.Las mediciones <strong>de</strong> corrupción que utilizan estos estudios sonmediciones <strong>de</strong> percepción, y por tanto son mediciones subjetivasque están <strong>de</strong>terminadas por patrones culturales. Esto significa,que dichos estudios no tendrían el carácter “neutro” queparecen tener, en virtud <strong>de</strong>l cual pareciera que sólo recogen datosestadísticos <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada realidad. Por el contrario,estas investigaciones más que advertir o <strong>de</strong>scubrir patrones <strong>de</strong>diferencia entre hombres y mujeres, no harían más que reflejar–y en cierto modo reproducir – los patrones <strong>de</strong> discriminaciónque tradicionalmente recaen sobre las mujeres.Al no consi<strong>de</strong>rar lo anterior, estos estudios corren el riesgo<strong>de</strong> limitarse a reflejar los prejuicios que la sociedad tiene sobrelas mujeres y más aún, contribuir en la construcción <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminadoestereotipo <strong>de</strong> mujer.A<strong>de</strong>más, al sustentar la tesis <strong>de</strong> que las mujeres serían menoscorruptas que los hombres, se corre el riesgo <strong>de</strong> incurrir enposturas que asumen la existencia <strong>de</strong> diferencias ontológicas entrehombres y mujeres 21 . Dicho <strong>de</strong> otro modo, se naturalizan las21 Estas posturas son fuertemente criticadas por una rama <strong>de</strong>l feminismo, que sostienenque es necesario <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> lado el énfasis en las diferencias, en tanto son éstas las que tradicionalmentehan relegado a las mujeres al ámbito doméstico y a una posición <strong>de</strong> inferioridadrespecto <strong>de</strong> los hombres. Para esta rama – <strong>de</strong>nominada Feminismo <strong>de</strong> la Igualdad- lasdiferencias <strong>de</strong> género han sido utilizadas como instrumento <strong>de</strong> dominación masculina, porlo que persiguen como objetivo la igualdad <strong>de</strong> género. No obstante, hay otra rama –Fe-171


diferencias. Simplificando este tipo <strong>de</strong> análisis pue<strong>de</strong> llegarse alextremo <strong>de</strong> sostener que las “mujeres serían esencialmente másprobas que los hombres”, pasando por alto la influencia culturalen la construcción <strong>de</strong> los géneros y los roles que socialmente seasigna a mujeres y hombres.Es por ello que quienes critican estos estudios insisten en quelos resultados obtenidos no respon<strong>de</strong>n a verda<strong>de</strong>ras diferencias<strong>de</strong> sexo –diferencias ontológicas entre hombres y mujeres-, sino auna diferencia <strong>de</strong> géneros, entendiendo la noción <strong>de</strong> género comouna construcción social, en tanto las diferencias recaerían en lasoportunida<strong>de</strong>s que tienen las mujeres <strong>de</strong> incurrir en actos corruptos.Se alu<strong>de</strong> a la dificultad por parte <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r alas esferas e instancias don<strong>de</strong> se dan las oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> incurriren actos corruptos: altos cargos, círculos <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r o re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> confianza.Todas estas limitaciones estarían <strong>de</strong>terminadas culturalmente,y en este sentido forman parte <strong>de</strong> la construcción social <strong>de</strong>los roles <strong>de</strong> género y esto no se ve reflejado cuando se afirma quelas mujeres serían menos corruptas que los hombres.Anne Marie Goetz constata lo irónico que resulta que históricamentefueron exactamente este tipo <strong>de</strong> argumentos esencialistaslos que mantuvieron alejada <strong>de</strong> la vida política a las mujeres,en tanto se sostenía que éstas eran inherentemente incapaces <strong>de</strong>tener pensamiento abstracto, razonamiento ético o alguna otravirtud masculina necesaria para la vida pública. Por el contrario,se sostenía que las virtu<strong>de</strong>s femeninas <strong>de</strong> cuidado eran las quejustificaban su rol privado en el ámbito <strong>de</strong>l hogar. Lo paradójico esque ahora, estas mismas características las harían necesarias y/oconvenientes para la vida pública.minismo <strong>de</strong> la Diferencia- que por el contrario, supone la existencia <strong>de</strong> diferencias entrehombres y mujeres, aunque ello no <strong>de</strong>biese interpretarse como un signo <strong>de</strong> inferioridad <strong>de</strong>éstas últimas. Esto hace que sea especialmente complejo examinar las posturas feministasen estas cuestiones, ya que hay autoras que han promovido razones como éstas, paralograr una mayor participación pública <strong>de</strong> las mujeres. De todos modos, una <strong>de</strong>scripciónacabada <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> estas corrientes requiere introducir una serie <strong>de</strong> matices que exce<strong>de</strong>nel objeto <strong>de</strong> este trabajo.172


Pero asumir la existencia <strong>de</strong> diferencias ontológicas entrehombres y mujeres no sólo se basaría en premisas que no estaríanlo suficientemente sustentadas, sino que lo que resulta más gravees que sirven <strong>de</strong> base para un razonamiento injusto y discriminatorio,lo que será el punto <strong>de</strong> partida para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las críticasmás profundas a estos estudios.En este punto, es necesario hacer un alcance. He sostenido,que los estudios examinados en el acápite anterior corren el “riesgo”<strong>de</strong> caer un posiciones esencialistas. De hecho, Swamy et al.señalan expresamente que “no preten<strong>de</strong>mos haber <strong>de</strong>scubiertoalguna diferencia esencial, permanente o biológicamente <strong>de</strong>terminadaentre hombres y mujeres. En efecto, las diferencias <strong>de</strong>género que observamos podrían atribuirse a la socialización, alacceso <strong>de</strong>sigual a las re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> corrupción, o al conocimiento <strong>de</strong>cómo inmiscuirse en prácticas corruptas, o a otros factores” 22 . Sinembargo, es claro que a pesar <strong>de</strong> hacer esta prevención, estudioscomo los que <strong>de</strong>scribimos en el acápite anterior, están formuladosen un lenguaje que no profundiza ni examina las razones tras losresultados que muestran, por lo que invisibilizan esos patronesculturales que están <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las diferencias observadas.Correspon<strong>de</strong> examinar ahora las objeciones que es posible formularfrente a estos estudios, no por sostener que existen las diferenciasobservadas entre hombres y mujeres, sino por basarse enéstas como fundamento para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas públicas 23 ,en este caso, el <strong>de</strong> promover el aumento <strong>de</strong> participación políticay laboral femenina como medio <strong>de</strong> lucha contra la corrupción 24 .22 SWAMY, Anand., KNACK, Stephen., LEE, Young., y AZFAR, Omar. Gen<strong>de</strong>r and corruption.op.cit., p. 27.23 A pesar <strong>de</strong> que, como veremos a continuación, esta aproximación ha sido expuesta aprofundas críticas, hay lugares en que se han intentado políticas públicas basadas en estosargumentos. Entre los ejemplos más recurrente, está la política <strong>de</strong> incorporar más mujeresa la policía <strong>de</strong> Lima, Perú, o al personal <strong>de</strong> Aduanas en México. También hay algunas experiencias<strong>de</strong> este tipo en la administración pública <strong>de</strong> Uganda.24 Tal vez una primera consi<strong>de</strong>ración que podría hacerse a este razonamiento, sería el <strong>de</strong>incurrir en la <strong>de</strong>nominada “guillotina <strong>de</strong> Hume” que consiste precisamente en la falacia <strong>de</strong><strong>de</strong>ducir <strong>de</strong> premisas <strong>de</strong>scriptivas, conclusiones normativas. Sin embargo, por razones <strong>de</strong>espacio no <strong>de</strong>sarrollaré esta línea crítica.173


En este contexto, el error no consiste en promover dicha participaciónsino en hacerlo por las razones equivocadas. Si <strong>de</strong>bepromoverse la participación pública <strong>de</strong> las mujeres es por razones<strong>de</strong> justicia y equidad. Introducir, en cambio, este otro tipo <strong>de</strong>razones <strong>de</strong>splaza a un segundo plano los argumentos <strong>de</strong> justiciay los reemplaza por razones que instrumentalizan a las mujeres25 .Por último, los estudios examinados incurren en otro granerror, que es generalizar a “las mujeres” como un solo gran grupohomogéneo, al menos en cuanto a actitu<strong>de</strong>s frente a la corrupción,ignorando <strong>de</strong> este modo las múltiples diferencias quepue<strong>de</strong>n existir por motivos <strong>de</strong> etnia, raza, clase social, u otras.Tal como señala Walzer, “presumiblemente, las mujeres actuaráncomo los hombres en política: esto es, haciendo uso <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>rque tienen para lograr sus objetivos, no sólo como miembros<strong>de</strong> su género (o <strong>de</strong> sus familias), sino también como miembros<strong>de</strong> otros grupos, y como individuos. Es precisamente por eso queen <strong>de</strong>mocracia no hay razones para su exclusión” 26 .La perspectiva <strong>de</strong> género en el campo <strong>de</strong> la luchacontra la corrupciónPero no quisiera terminar este trabajo únicamente reflexionandoen torno al <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> si las mujeres <strong>de</strong>ben ser consi<strong>de</strong>radasmás o menos corruptas y <strong>de</strong> si es válido consi<strong>de</strong>rar estas razonespara promover su inclusión en la vida pública. Me pareceque este cuestionamiento es importante pero limitado, ya que25 En este mismo sentido, Aloisio y Pérez señalan que “si <strong>de</strong>cimos que dado que las mujeresson menos corruptas que los hombres, nuestras instituciones esenciales <strong>de</strong>beránser dirigidas por ellas, no estamos apostando por un criterio basado en la justicia o en laequidad, sino más que nada en la eficiencia”. A<strong>de</strong>más, señalan que un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> este tipoiría en contra <strong>de</strong> una verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>mocracia representativa. Ver: ALOISIO, Carlos y PÉREZMUÑOZ, Cristián. Género y Corrupción: ¿Son las mujeres un arma eficaz en el combatecontra la corrupción? ¿Y es <strong>de</strong>seable que lo sean? Op. cit., pp. 17 y ss.26 Ver: WALZER, Michael. Spheres of Justice. A <strong>de</strong>fense of Pluralism and Equality. EE.UU.,Basic Books, 1983, p. 241.174


se centra únicamente en el papel que <strong>de</strong>sempeñarían las mujerescomo factor condicionante en la ocurrencia <strong>de</strong> fenómenos<strong>de</strong> corrupción, y tal como señalé al comienzo <strong>de</strong> este trabajo, lareflexión en torno a incorporar una perspectiva <strong>de</strong> género en elámbito <strong>de</strong> lucha contra la corrupción está lejos <strong>de</strong> agotarse eneste único aspecto. Es fundamental preguntarse también cómoafecta la variable <strong>de</strong> género en la manifestación <strong>de</strong> la corrupción,qué impacto tiene la corrupción, y en particular ¿cómo afecta lacorrupción a las mujeres?Sobre estas interrogantes existe muy poca investigación empíricay académica, por lo que lo primero que salta a la vista esla necesidad <strong>de</strong> profundizar en las mediciones <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong> lacorrupción que tomen en cuenta el factor <strong>de</strong> género, es <strong>de</strong>cir queexaminen la condición <strong>de</strong> las mujeres, en comparación con loshombres, como víctimas <strong>de</strong> la corrupción. Sin embargo, aún conla poca información disponible es posible sacar algunas conclusiones.En primer lugar, es necesario recordar la literatura que acreditaque la corrupción afecta más gravemente a los más pobres <strong>de</strong> lasociedad. Esto se explica porque son ellos quienes más sufren lacarencia <strong>de</strong> recursos por parte <strong>de</strong>l Estado –bienes y dinero <strong>de</strong>sviados<strong>de</strong>l Estado por efecto <strong>de</strong> la corrupción-; porque son quienesse ven más afectados por las formas cotidianas <strong>de</strong> corrupción; yporque ante la presencia <strong>de</strong> corrupción el sistema institucionallos priva <strong>de</strong> herramientas <strong>de</strong> rendición <strong>de</strong> cuentas, participación,transparencia e inclusión. Actos corruptos tales como el soborno,el clientelismo y el requerir exigencias in<strong>de</strong>bidas para acce<strong>de</strong>r aprogramas sociales 27 impactan <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>sproporcionada a lospobres. Transparencia Internacional ha constatado que la corrupciónactúa como un impuesto regresivo sobre los pobres, pues roba27 Un estudio <strong>de</strong> TI – México, <strong>de</strong>l año 2005, reveló que el 25% <strong>de</strong> los ingresos correspondientesa hogares pobres fue <strong>de</strong>stinado al pago <strong>de</strong> sobornos para acce<strong>de</strong>r a serviciospúblicos. TI aña<strong>de</strong> que “quienes no pue<strong>de</strong>n afrontar el pago <strong>de</strong> sobornos son aún más marginados,no pue<strong>de</strong>n acce<strong>de</strong>r a <strong>de</strong>terminados servicios y se convierten en ciudadanos olvidados”,TRANSPARENCIA INTERNACIONAL. Pobreza y Corrupción: Documento <strong>de</strong> Trabajo#02/2008. Berlín, Transparencia Internacional, 2008.175


ecursos <strong>de</strong> hogares sobre los que ya pesa una importante cargaeconómica 28 . Esto se ha visto confirmado en mediciones comoel Barómetro Global <strong>de</strong> la Corrupción, el que en su versión 2009constata que “los resultados <strong>de</strong>muestran que es más probable quelos encuestados que pertenecen a hogares <strong>de</strong> bajos ingresos, antesque los <strong>de</strong> altos ingresos, paguen sobornos cuando realizan gestionesante las fuerzas policiales, el po<strong>de</strong>r judicial, los servicios <strong>de</strong>administración <strong>de</strong> tierras o incluso el sistema educativo” 29 .A partir <strong>de</strong> esta constatación es posible sostener que la corrupciónafecta <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>sproporcionada a las mujeres, ya que sonellas quienes constituyen la mayoría <strong>de</strong> la población afectada porla pobreza 30 . Esto respon<strong>de</strong> a la exclusión que viven muchas mujeresen términos <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s sociales, acceso a los mediosproductivos, a educación, discriminación en el sector laboral,entre otros factores. En este sentido, la corrupción constituye unobstáculo adicional para las mujeres, quiénes ya se ven enfrentadasa todo tipo <strong>de</strong> discriminación en el plano social, económico ypolítico. Esto también lleva a plantear que los estudios que abor<strong>de</strong>nla problemática <strong>de</strong> la corrupción <strong>de</strong>ben consi<strong>de</strong>rar factores yvariables como las mencionadas. No se pue<strong>de</strong>n reducir los análisisa la condición sexual <strong>de</strong> los sujetos.Junto con lo señalado, resulta pertinente preguntarse si lasmujeres enfrentan formas diferentes o específicas <strong>de</strong> corrupción.De acuerdo a un informe <strong>de</strong> la GTZ sobre Género y Corrupciónlas mujeres, por su mayor vulnerabilidad y <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> losprogramas sociales estatales, se ven especialmente expuestas ala corrupción en el sector <strong>de</strong> la educación, salud u otros sectoressociales 31 . A esto cabe añadir al menos dos consi<strong>de</strong>raciones adi-28 Ver Ibid..29 Ver TRANSPARENCIA INTERNACIONAL. Barómetro Global <strong>de</strong> la Corrupción 2009.Berlín, Transparencia Internacional, 2009.30 De acuerdo al informe: GTZ. Corruption and Gen<strong>de</strong>r. Approaches and Recommendationsfor TA. Op. cit., la mayoría <strong>de</strong> los 1.5 billones <strong>de</strong> personas que a lo largo <strong>de</strong>l mundoviven con un dólar al día o menos, son mujeres. Aún más, la proporción entre mujeres yhombres pobres sigue aumentando, dando lugar a lo que se conoce como “femenización<strong>de</strong> la pobreza”.31 GTZ. Corruption and Gen<strong>de</strong>r. Approaches and Recommendations for TA. Op. cit., p. 8.176


cionales. En primer lugar, las mujeres están expuestas a una formaparticular <strong>de</strong> corrupción basada en el acoso y/o abuso sexual (porejemplo si se acu<strong>de</strong> a éste como exigencia para acce<strong>de</strong>r a <strong>de</strong>terminadosservicios), el cual pue<strong>de</strong> presentarse tanto vinculado ala corrupción en el sector <strong>de</strong> los servicios sociales como en cualquierotro ámbito <strong>de</strong> corrupción (policial, judicial o política). Peroa<strong>de</strong>más, el rol social <strong>de</strong> la mujer la coloca en una situación másvulnerable a la corrupción. Por ejemplo su rol reproductivo y <strong>de</strong>cuidado implica una mayor necesidad <strong>de</strong> recursos y servicios parapo<strong>de</strong>r aten<strong>de</strong>r el embarazo, el parto, la lactancia y la crianza engeneral 32 .Tener en cuenta el impacto diferenciado que la corrupción tienesobre las mujeres implica incorporar perspectiva <strong>de</strong> género quepue<strong>de</strong> influir <strong>de</strong>cisivamente en la generación y aplicación <strong>de</strong> políticaspúblicas <strong>de</strong>stinadas a combatir la corrupción y promover latransparencia. En cierto sentido significa cambiar la perspectiva:en vez <strong>de</strong> plantear la pregunta <strong>de</strong> qué pue<strong>de</strong>n hacer las mujeres(supuestamente más probas que los hombres) por el Estado; implicapreguntarse qué <strong>de</strong>be hacer el Estado por las mujeres (comovíctimas <strong>de</strong> la corrupción) 33 . Lamentablemente esta perspectivaaún no ha sido muy <strong>de</strong>sarrollada, aunque existen ciertas iniciativasque han intentado incorporar una visión sensible al género almomento <strong>de</strong> pensar en políticas anticorrupción 34 .32 Asimismo, existen socieda<strong>de</strong>s que cargan a la mujer con la responsabilidad <strong>de</strong> conseguirel agua, siendo éste un bien sumamente escaso, lo que también las coloca en unasituación <strong>de</strong> vulnerabilidad.33 En algún sentido es lo que Anne Marie Goetz plantea al criticar el <strong>de</strong>bate que <strong>de</strong>sarrolladoen la primera parte <strong>de</strong> este trabajo. Ver: GOETZ, Anne Marie. Political cleaners: howwomen are the new anti-corruption force. Does the evi<strong>de</strong>nce wash? Brighton, Institute ofDevelopment Studies, University of Sussex, 2003, pp. 15 y ss.34 Existen novedosos estudios en este sentido en el contexto africano. Entre otros pue<strong>de</strong>nmencionarse los siguientes: AGBALAJOBI, Damilola Taiye. Gen<strong>de</strong>r and corruption:insights from Nigeria Democracy (1999-2008); EVINA, Hon. Ndo y GALEGA, Pru<strong>de</strong>nce.Mainstreaming gen<strong>de</strong>r equality in anti corruption measures. A challenging experience forCameroon; KARIUKI, Ngotho wa. Impact of corruption on women. Economic empowermentin Africa. Todos en: WORKSHOP Gen<strong>de</strong>r and Corruption in Development Cooperation(10-11 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2008, GTZ Headquarter, Eschborn, Alemania). European Associationof Development Research and Training Institutes (EADI), 2008177


ConclusionesA lo largo <strong>de</strong> este trabajo he intentado reflexionar en torno a distintasposibilida<strong>de</strong>s que permitan incorporar la perspectiva <strong>de</strong>género en el campo <strong>de</strong> lucha contra la corrupción y promoción<strong>de</strong> la transparencia. Para ello comencé exponiendo una línea <strong>de</strong>investigación que recomienda aumentar la participación política<strong>de</strong> las mujeres como medio <strong>de</strong> lucha contra la corrupción, basadaen diversas investigaciones empíricas que <strong>de</strong>mostrarían quelas mujeres son menos corruptas que los hombres. Sin embargo,estos estudios han sido objeto <strong>de</strong> múltiples críticas, entre las que<strong>de</strong>stacan las referidas al carácter esencialista <strong>de</strong> sus análisis.Pero la reflexión en torno a la perspectiva <strong>de</strong> género en el ámbito<strong>de</strong> lucha contra la corrupción no se agota en la revisión <strong>de</strong> silas mujeres serían más o menos corruptas, o <strong>de</strong> si es válido a partir<strong>de</strong> ahí promover su participación política. También es necesarioanalizar cómo se manifiesta la corrupción y especialmente cómoimpacta en las mujeres. En este contexto es posible constatar quela corrupción impacta <strong>de</strong> forma diferenciada a las mujeres, en tantoson ellas quienes constituyen la mayoría <strong>de</strong> la población pobre,grupo que a su vez es quién más sufre los efectos <strong>de</strong> la corrupción.Pero a<strong>de</strong>más, las mujeres resultan ser víctimas más vulnerablesfrente la corrupción ya que respecto <strong>de</strong> ellas ésta pue<strong>de</strong> asumirnuevas formas vinculadas a acosos y abusos sexuales. Pero sobretodo,es fundamental enten<strong>de</strong>r que la corrupción se transformaen un obstáculo adicional que se suma a las discriminaciones <strong>de</strong>or<strong>de</strong>n social, económico, político y cultural que <strong>de</strong>ben enfrentarlas mujeres. Estos factores implican también una mayor dificultadpor parte <strong>de</strong> las mujeres para enfrentar y superar la corrupción.Incorporar la perspectiva <strong>de</strong> género es aún un <strong>de</strong>safío pendientepara los investigadores y las investigadoras y para quienesson responsables <strong>de</strong> generar y aplicar políticas anticorrupción. Es<strong>de</strong> esperar un <strong>de</strong>sarrollo progresivo <strong>de</strong> estudios en este sentido,en tanto muchos <strong>de</strong> los temas usualmente abordados en el campo<strong>de</strong> lucha contra la corrupción (iniciativas <strong>de</strong> mayor accountability,acceso a la información, financiamiento político, etc.), pue<strong>de</strong>nenriquecerse con el análisis <strong>de</strong> esta perspectiva.178


El Sistema <strong>de</strong> Comunicaciones Individualesante el Comité CEDAW: ten<strong>de</strong>nciasjurispru<strong>de</strong>nciales y <strong>de</strong>safíos futuros.Nicole Lacrampette P.Abogada, Universidad <strong>de</strong> Chile. Colaboró como ayudante <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong><strong>Humanos</strong> (CDH) <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile.Fue asistente <strong>de</strong>l Programa Mujeres <strong>de</strong>l CDH colaborando en distintos proyectoscomo la “Iniciativa Latinoamericana para el avance <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos<strong>de</strong> las mujeres” y el Diploma <strong>de</strong> Postítulo <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> y Mujeres:Teoría y Práctica.ResumenEl trabajo busca realizar un análisis crítico <strong>de</strong> la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>lComité para la Eliminación <strong>de</strong> la Discriminación contra la Mujercon miras a <strong>de</strong>terminar, por una parte, los criterios utilizados enlas <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> admisibilidad, y por otra, establecer los razonamientosque subyacen a las <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> violación <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<strong>de</strong> la Convención sobre la eliminación <strong>de</strong> todas las formas<strong>de</strong> discriminación contra la mujer. Se sostiene que las <strong>de</strong>cisionesrelativas a la admisibilidad ratione temporis han mostrado ciertainconsistencia en cuanto a la aplicación <strong>de</strong> la excepción <strong>de</strong> violacionescontinuas, puesto que el alcance y contenido <strong>de</strong> este conceptoparece ser bastante flexible. El trabajo sostiene también, enmateria <strong>de</strong> agotamiento <strong>de</strong> recursos internos, que existen ciertasreglas <strong>de</strong>sarrolladas por la vía jurispru<strong>de</strong>ncial, <strong>de</strong>stacando que,para el Comité, para dar cumplimiento al requisito <strong>de</strong> agotamiento<strong>de</strong> los recursos internos, no basta con interponer todas las accionesjurisdiccionales disponibles a nivel nacional, sino que almismo tiempo se <strong>de</strong>ben plantear a nivel interno las alegacionessustantivas que se preten<strong>de</strong>n ante el Comité. En cuanto a las <strong>de</strong>cisionessobre el fondo, específicamente sobre el tema <strong>de</strong> violencia179


doméstica, el Comité ha ido estableciendo una serie <strong>de</strong> principiosque <strong>de</strong>finen el alcance y contenido <strong>de</strong> las obligaciones estatales enesta materia, las cuales compren<strong>de</strong>n la prevención <strong>de</strong> la violenciay protección <strong>de</strong> las víctimas, la formulación <strong>de</strong> leyes y políticaspúblicas para tales fines, el proveer acceso efectivo a los procedimientoslegales o <strong>de</strong> otra índole establecidos para dar respuesta ala violencia y el actuar con la <strong>de</strong>bida diligencia para proteger a lasvíctimas y aten<strong>de</strong>r a sus necesida<strong>de</strong>s específicas.IntroducciónEl Protocolo Facultativo <strong>de</strong> la Convención sobre la eliminación<strong>de</strong> todas las formas <strong>de</strong> discriminación contra la mujer otorgaal Comité para la Eliminación <strong>de</strong> la Discriminación contra laMujer (en a<strong>de</strong>lante, “El Comité”) la facultad para examinar comunicaciones“presentadas por personas o grupos <strong>de</strong> personasque se hallen bajo la jurisdicción <strong>de</strong>l Estado Parte y que aleguenser víctimas <strong>de</strong> una violación por ese Estado Parte <strong>de</strong> cualquiera<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos enunciados en la Convención, o en nombre <strong>de</strong>esas personas o grupos <strong>de</strong> personas” (artículo 2° <strong>de</strong>l ProtocoloFacultativo). Dicho Protocolo entró en vigencia el 22 <strong>de</strong> diciembre<strong>de</strong>l año 2000, y a la fecha cuenta con 79 Estados signatariosy 96 Estados parte.A la fecha 1 , el Comité se ha pronunciado sobre un total <strong>de</strong> 11comunicaciones individuales, encontrando 6 <strong>de</strong> ellas inadmisibles,<strong>de</strong>clarando violaciones a <strong>de</strong>rechos contenidos en la Convenciónsobre la eliminación <strong>de</strong> todas las formas <strong>de</strong> discriminacióncontra la mujer (en a<strong>de</strong>lante, “CEDAW”) en 4 casos y noencontrando violaciones en uno.1 “Este artículo fue redactado con la jurispru<strong>de</strong>ncia disponible al mes <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>2009. Con posterioridad, el Comité ha emitido 9 sobre comunicaciones individuales,<strong>de</strong>clarando inadmisibles cuatro <strong>de</strong> ellas (U.N. Docs.: CEDAW/C/44/D/12/2007 - CEDAW/C/44/D/13/2007 - CEDAW/C/50/D/26/2010 - CEDAW/C/50/D/27/2010) y examinando elfondo en cinco casos (U.N. docs.: CEDAW/C/49/D/17/2008 - CEDAW/C/46/D/18/2008 -CEDAW/C/49/20/2008 - CEDAW/C/49/D/23/2009 - CEDAW/C/50/D/22/2009), encontrandoen todos ellos violaciones a <strong>de</strong>rechos contenidos en la CEDAW.”180


A la luz <strong>de</strong> los antece<strong>de</strong>ntes recién señalados, este trabajopreten<strong>de</strong> efectuar un análisis crítico <strong>de</strong> la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>lComité disponible a la fecha, con miras a <strong>de</strong>terminar, por unaparte, los criterios utilizados en las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> admisibilidad,y por otra, establecer los razonamientos que subyacen a las <strong>de</strong>claraciones<strong>de</strong> violación <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la CEDAW, comparandoestos aspectos, en lo que resulte pertinente, con otros mecanismosinternacionales <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos (enparticular, los sistemas Interamericano, Europeo y <strong>de</strong> NacionesUnidas). A partir <strong>de</strong> este análisis se preten<strong>de</strong> esbozar unaevaluación <strong>de</strong> la eficacia <strong>de</strong>l procedimiento <strong>de</strong> comunicacionesindividuales ante el Comité, e i<strong>de</strong>ntificar ciertas ten<strong>de</strong>ncias jurispru<strong>de</strong>ncialesútiles para prever posibles <strong>de</strong>cisiones futuras.Las <strong>de</strong>cisiones sobre admisibilidadLos requisitos <strong>de</strong> admisibilidad <strong>de</strong> las comunicaciones individualespresentadas ante el Comité se encuentran en el artículo4 <strong>de</strong>l Protocolo Facultativo. Las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> inadmisibilidadhasta le fecha se han fundado en los requisitos <strong>de</strong> agotamiento<strong>de</strong> los recursos internos y ratione temporis. El análisis que sepresenta a continuación, se referirá a estos dos requisitos <strong>de</strong> admisibilidad.Admisibilidad en razón <strong>de</strong>l tiempo.El artículo 4.2 e) <strong>de</strong>l Protocolo Facultativo señala:“El Comité <strong>de</strong>clarará inadmisible toda comunicación que:[…]e) Los hechos objeto <strong>de</strong> la comunicación hayan sucedido antes <strong>de</strong> lafecha <strong>de</strong> entrada en vigor <strong>de</strong>l presente Protocolo para el Estado Parteinteresado,salvo que esos hechos continúen produciéndose <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> esa fecha.”El fundamento <strong>de</strong> esta regla <strong>de</strong> admisibilidad en razón <strong>de</strong>ltiempo -o ratione temporis -fluye <strong>de</strong>l principio generalmente re-181


conocido <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho internacional relativo a que los tratados internacionalesno tendrán efectos retroactivos. 2 Sin embargo, la noaplicación retroactiva <strong>de</strong>l Protocolo admite una excepción, en elcaso <strong>de</strong> las llamadas “violaciones continuas” 3 , consistente en laadmisibilidad ratione temporis <strong>de</strong> aquellas comunicaciones en lascuales los hechos que se invocan se han iniciado con anterioridada la entrada en vigencia <strong>de</strong>l Protocolo en un Estado, pero continúanproduciéndose o tienen efectos que en sí mismos configuranviolaciones, con posterioridad a esa fecha. En relación a estaexcepción, el Comité ha señalado que en ella “se codifica un importanteaspecto <strong>de</strong>rivado <strong>de</strong> la práctica <strong>de</strong>l Comité <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong><strong>Humanos</strong>, al especificarse que el Comité para la Eliminación <strong>de</strong> laDiscriminación contra la Mujer podrá <strong>de</strong>clarar admisible una comunicaciónsi los hechos han continuado produciéndose <strong>de</strong>spués<strong>de</strong> la fecha <strong>de</strong> entrada en vigor <strong>de</strong>l Protocolo. También aplica estanorma la Comisión <strong>Interamericana</strong> <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>, queadoptó expresamente la práctica <strong>de</strong>l Comité <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>y <strong>de</strong> la Comisión Europea <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>” 4 .Las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l Comité CEDAW relativas a la admisibilidadratione temporis han mostrado una cierta inconsistencia en cuantoa la aplicación <strong>de</strong> la excepción <strong>de</strong> violaciones continuas, puesto2 JOSEPH, Sarah, SCHULTZ, Jenny, CASTAN, Melissa. The International Covenant onCivil and Political Rights. Cases, materials and commentary. New York, Oxford UniversityPress, 2000, p.33.3 En relación al alcance <strong>de</strong> la excepción <strong>de</strong> violaciones continuas en el Sistema Interamericano,ver: MEDINA, Cecilia y NASH, Claudio. Sistema Interamericano <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>:Introducción a sus Mecanismos <strong>de</strong> Protección. Santiago <strong>de</strong> Chile, Centro <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong><strong>Humanos</strong>, Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile, 2007, pp.84 y ss. En el SistemaEuropeo, ver: ZWART, Tom. The admissibility of human rights petitions: the case law ofthe European Commission of Human Rights and the Human Rights Committee. Dordrecht,Holanda, Martinus Nijhoff Publishers, 1994, pp.126 y ss.4 COMITÉ PARA LA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER. Cuestionesplanteadas con arreglo al Protocolo Facultativo <strong>de</strong> la Convención sobre la eliminación<strong>de</strong> todas las formas <strong>de</strong> discriminación contra la mujer. 30° Período <strong>de</strong> sesiones, 12 al30 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2004. U.N. Doc. CEDAW/C/2004/I/WP.2182


que el alcance y contenido <strong>de</strong> este concepto parece ser bastanteflexible. 5En el caso B.J. v. Alemania 6 , la autora <strong>de</strong>nunció ser víctima <strong>de</strong>discriminación en función <strong>de</strong> género a causa <strong>de</strong> las leyes relativasa las consecuencias jurídicas <strong>de</strong>l divorcio <strong>de</strong> su país. El Comitéestableció que los hechos que constituían el objeto <strong>de</strong> la comunicaciónse referían a “las consecuencias <strong>de</strong>l divorcio, en particulara la distribución equitativa <strong>de</strong> los bienes acumulados, la equiparación<strong>de</strong> las pensiones y la pensión compensatoria tras la disolución<strong>de</strong>l matrimonio” 7 , sin embargo, sostuvo que el divorcio <strong>de</strong>la autora se concretó <strong>de</strong>finitivamente en una fecha anterior a laentrada en vigencia <strong>de</strong>l Protocolo Facultativo en Alemania, y quela autora no presentó argumentos convincentes que indicaran quelos hechos continuaron produciéndose <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esa fecha, <strong>de</strong>clarandoen consecuencia la inadmisibilidad ratione temporis <strong>de</strong>la comunicación.Por el contrario, en el caso A.S v. Hungría 8 , la autora <strong>de</strong> la comunicación<strong>de</strong>nunció haber sido sometida a esterilización sin haberotorgado su consentimiento informado para dicho procedimientoquirúrgico, el cual tuvo lugar el 2 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2001. Esta fecha esanterior al 22 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2001, día que entró en vigor el ProtocoloFacultativo en Hungría. No obstante, la autora solicitó al Comitéque <strong>de</strong>terminara si ciertos <strong>de</strong>rechos que le confiere la Convenciónfueron y continuaron siendo violados como consecuencia <strong>de</strong>5 Al respecto, ver: BYRNES, A. y BATH, E. Violence against women, the obligation of duediligence, and the Optional Protocol to the Convention on the Elimination of All Formsof Discrimination against Women - Recent Developments. Human Rights Law Review8(3):517-533, 2008, pp. 531 y ss.; JOHNSTON, Zannah. Decisions of the CEDAW Committee:lack of consistency in admissibility <strong>de</strong>cisions. [En Línea] 2009 John and Mary YaremkoForum on Multiculturalism and Human Rights: Stu<strong>de</strong>nt Symposium on Women’s HumanRights. Universidad <strong>de</strong> Toronto, Facultad <strong>de</strong> Derecho, 6 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2009. [Consulta: 28<strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010]6 B.J. v. Alemania. Comunicación No. 1/2003, U.N. Doc. CEDAW/C/36/D/1/2003.7 Ibid., párr. 8.4.8 Andrea Szijjarto (A.S.) v. Hungría. Comunicación No. 4/2004, U.N. Doc. CEDAW/C/36/D/4/2004.183


la esterilización. El Comité estimó que en este caso se presentaronargumentos convincentes respecto a que la esterilización <strong>de</strong>beríaconsi<strong>de</strong>rarse permanente y, en consecuencia, consi<strong>de</strong>ró que loshechos objeto <strong>de</strong> la comunicación eran <strong>de</strong> carácter permanente ypor tanto se justificaba la admisibilidad ratione temporis. Al igualque en el caso anterior, aquí se trataba <strong>de</strong>l carácter permanente<strong>de</strong> las consecuencias <strong>de</strong> los hechos invocados en la <strong>de</strong>nuncia, sinembargo las conclusiones alcanzadas por el Comité son opuestasen ambos casos.Por otro lado, en A.T. v. Hungría 9 , la autora <strong>de</strong>nunció servíctima <strong>de</strong> violencia doméstica grave y reiterada <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> suconcubino, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1998 hasta la fecha <strong>de</strong> la comunicación (10 <strong>de</strong>octubre <strong>de</strong> 2003). A pesar <strong>de</strong> que ella se mudó <strong>de</strong> la resi<strong>de</strong>nciafamiliar el mismo año en que se iniciaron los abusos, éstos siguieronproduciéndose continuamente, <strong>de</strong>jándola varias veceshospitalizada. Aunque la mayor parte <strong>de</strong> los episodios <strong>de</strong> violenciatuvieron lugar con anterioridad a la fecha en que el ProtocoloFacultativo entró en vigencia en Hungría, la autora afirmó queéstos constituían elementos <strong>de</strong> un cuadro claro <strong>de</strong> violencia domésticasistemática y que su vida seguía estando en peligro. ElComité se <strong>de</strong>claró competente ratione temporis para examinarla comunicación en su totalidad, en razón <strong>de</strong> que “los hechos aque se refiere abarcan la presunta falta <strong>de</strong> protección o la inacciónculpable <strong>de</strong>l Estado Parte en relación con la serie <strong>de</strong> agresionesgraves y amenazas <strong>de</strong> violencia que ha caracterizado <strong>de</strong>manera ininterrumpida el período comprendido entre el inicio<strong>de</strong> las agresiones en 1998 y el momento actual.” 10El Comité, en consecuencia, “aplicó la ‘cláusula <strong>de</strong> violacióncontinua’ a la Sra. A.T. pero no a la Sra. B.J. Asume que las consecuenciaspara la Sra. B.J. terminaron al momento <strong>de</strong> su divorcio.Esta fecha podría consi<strong>de</strong>rarse tan arbitraria e irreal comola fecha en la que la Sra. A.T. se separó <strong>de</strong> su concubino abusivo.9 A.T. v. Hungría. Comunicación No. 2/2003, U.N. Doc. CEDAW/C/36/D/2/2003.10 Ibid., párr. 8.5.184


La diferencia tal vez refleja la relativa invisibilidad <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sventajasfinancieras en comparación al peligro físico” 11 , lo cuala primera vista podría ser corroborado por el hecho <strong>de</strong> que ningúncaso <strong>de</strong> violencia doméstica presentado al Comité ha sidorechazado por motivos <strong>de</strong> admisibilidad ratione temporis, y <strong>de</strong>los cuatro que ha conocido sobre esta materia, ha <strong>de</strong>clarado violacionesen tres <strong>de</strong> ellos.Sin embargo, lo anterior se ve refutado en el caso Kayhan v.Turquía 12 , en el que la autora alegó ser víctima <strong>de</strong> discriminaciónpor motivos <strong>de</strong> sexo en el empleo y en su libertad <strong>de</strong> religióny pensamiento por parte <strong>de</strong>l Estado, a causa <strong>de</strong> haber sido<strong>de</strong>stituida en junio <strong>de</strong>l año 2000 <strong>de</strong> su condición <strong>de</strong> funcionariapública por haber usado un velo, prenda <strong>de</strong> uso exclusivo <strong>de</strong> lamujer, mientras se <strong>de</strong>sempeñaba como profesora <strong>de</strong> escuelas<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Educación. El Protocolo entróen vigencia en Turquía en enero <strong>de</strong> 2003. Al consi<strong>de</strong>rar la admisibilidad<strong>de</strong> la comunicación, el Comité señaló que como consecuencia<strong>de</strong> la <strong>de</strong>stitución <strong>de</strong> la autora estaban en juego “losefectos <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong> su condición, es <strong>de</strong>cir, su medio <strong>de</strong> subsistenciaen gran medida, las <strong>de</strong>ducciones que se acreditaríana su pensión <strong>de</strong> jubilación, los intereses sobre su sueldo y susingresos, su subsidio <strong>de</strong> educación y su seguro médico” 13 . En razón<strong>de</strong> ello, el Comité consi<strong>de</strong>ró que los hechos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>nunciacontinuaron produciéndose <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la entrada en vigor <strong>de</strong>lProtocolo en el Estado y por ello se justificaba la admisibilidadratione temporis, sin perjuicio <strong>de</strong> que la comunicación fue en<strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong>clarada inadmisible por otros motivos. En este caso,el Comité consi<strong>de</strong>ró que las consecuencias patrimoniales <strong>de</strong>lhecho <strong>de</strong>nunciado por la autora eran <strong>de</strong> naturaleza continua, locual contradice sustancialmente la <strong>de</strong>cisión adoptada en B.J. v.Alemania, puesto que no parecen existir razones <strong>de</strong> peso para11 JOHNSTON, Zannah. Op. cit, p. 8 (traducción propia).12 Rahime Kayhan v. Turquía. Comunicación No. 8/2005, U.N. Doc. CEDAW/C/34/D/8/200513 Ibid., párr. 7.4.185


sostener que los perjuicios económicos que puedan surgir comoconsecuencia <strong>de</strong> un divorcio tienen un alcance temporal más reducidoque aquellos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> un <strong>de</strong>spido.Por último, en los casos Muñoz-Vargas y Sainz <strong>de</strong> Vicuña v. España14 y Ragan v. Reino Unido 15 , el Comité optó por establecer claramentela fecha <strong>de</strong> los hechos pertinentes <strong>de</strong> cada caso y a partir<strong>de</strong>l establecimiento <strong>de</strong> la fecha, examinar la admisibilidad rationetemporis. El primer caso se refiere a la <strong>de</strong>sventaja <strong>de</strong> la autora,como mujer, frente a su hermano menor, quien por ser hombrepudo suce<strong>de</strong>r en el título nobiliario <strong>de</strong> su padre, y el segundo, a lainhabilidad <strong>de</strong> la autora para transmitir su nacionalidad británicaa su hijo <strong>de</strong> padre extranjero, dado que ésta sólo se transmitía porla vía paterna al momento <strong>de</strong> nacer su hijo mayor. En el primercaso, el Comité estableció que el hecho pertinente para efectos <strong>de</strong>la admisibilidad correspondía al momento en que se adjudicó alhermano <strong>de</strong> la autora el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> sucesión al título nobiliario<strong>de</strong>l padre <strong>de</strong> ambos, mientras que en el segundo, consi<strong>de</strong>ró que lapresunta discriminación alegada por la autora cesó en la fecha enque su primogénito alcanzó la mayoría <strong>de</strong> edad. Dado que ambasfechas eran anteriores a la entrada en vigencia <strong>de</strong>l Protocolo y queel Comité consi<strong>de</strong>ró que los hechos no eran <strong>de</strong> carácter continuo,ambos casos fueron <strong>de</strong>clarados inadmisibles.Agotamiento <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong> la jurisdicción interna.El artículo 4.1 <strong>de</strong>l Protocolo Optativo establece:“El Comité no examinará una comunicación a menos que se haya cerciorado<strong>de</strong> que se han agotado todos los recursos <strong>de</strong> la jurisdiccióninterna, salvo que la tramitación <strong>de</strong> esos recursos se prolongue injustificadamenteo no sea probable que brin<strong>de</strong> por resultado un remedioefectivo.”14 Cristina Muñoz-Vargas y Sainz <strong>de</strong> Vicuña v. España. Comunicación No. 7/2005, U.N.Doc. CEDAW/C/39/D/7/2005.15 Constance Ragan Salgado v. Reino Unido. Comunicación No. 11/2006, U.N. Doc.CEDAW/C/37/D/11/2006.186


La regla <strong>de</strong>l agotamiento <strong>de</strong> los recursos internos es tambiéncomún a los procedimientos <strong>de</strong> comunicaciones individuales seguidospor los <strong>de</strong>más órganos <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> Naciones Unidas,por la Comisión <strong>Interamericana</strong> <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> 16 y por la<strong>Corte</strong> Europea <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> 17 . El Comité <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong><strong>Humanos</strong> ha señalado que el propósito <strong>de</strong> esta norma “es, entreotros, lograr que las posibles víctimas <strong>de</strong> violaciones <strong>de</strong> lasdisposiciones <strong>de</strong>l Pacto, procuren, en primer lugar, satisfacción<strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s competentes <strong>de</strong>l Estado Parte y, al mismotiempo, hacer que los Estados Partes examinen, sobre la base<strong>de</strong> reclamaciones individuales, la aplicación, en su territorio ypor sus órganos, <strong>de</strong> las disposiciones <strong>de</strong>l Pacto y, sí es necesario,remediar las violaciones que ocurren antes <strong>de</strong> que el Comité seocupe <strong>de</strong>l asunto” 18 .El tratamiento <strong>de</strong> este requisito por parte <strong>de</strong>l Comité CEDAWha ido estableciendo ciertas reglas relativas al contenido <strong>de</strong> laobligación <strong>de</strong> agotamiento <strong>de</strong> los recursos internos. A continuaciónse examinan dos <strong>de</strong> ellas, que resultan relevantes en atencióna que han sido fundamentos frecuentes <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones<strong>de</strong>l Comité sobre este requisito <strong>de</strong> admisibilidad.La primera <strong>de</strong> estas reglas es que el requisito <strong>de</strong> agotamiento<strong>de</strong> los recursos internos contiene la obligación <strong>de</strong> plantear anivel nacional los argumentos <strong>de</strong> discriminación por razones <strong>de</strong>género.Este criterio se ha aplicado en los casos Kayhan v. Turquía,N.F.S. v. Reino Unido y Zheng v. Países Bajos. En el primero, lainadmisibilidad se sostuvo en la constatación <strong>de</strong> que, al recurrira las instancias nacionales, la autora no planteó ante ellasla cuestión <strong>de</strong> la discriminación en razón <strong>de</strong> género que presentóante el Comité, a raíz <strong>de</strong> lo cual éste concluyó que “antes16 Artículo 46.1 a) <strong>de</strong> la Convención Americana sobre <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong>.17 Artículo 35.1 <strong>de</strong> la Convención Europea para la Protección <strong>de</strong> los <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> ylas Liberta<strong>de</strong>s Fundamentales.18 COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS. T.K. v. Francia. Comunicación No. 220/1987, U.N.Doc. CCPR/C/37/D/220/1987, párr. 8.3.187


<strong>de</strong> presentar una comunicación al Comité, la autora <strong>de</strong>beríahaber presentado a los órganos administrativos a los que acudió,argumentos relativos a la cuestión <strong>de</strong> la discriminaciónpor motivos <strong>de</strong> sexo” 19 . Resulta curioso que el Comité fundósu <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> inadmisibilidad en esta constatación a pesar <strong>de</strong>que el Estado no invocó este argumento en sus observacionessobre la admisibilidad <strong>de</strong> la comunicación, en circunstanciasque lo usual en <strong>de</strong>recho internacional es que el Estado es quien<strong>de</strong>be alegar la falta <strong>de</strong> agotamiento <strong>de</strong> los recursos internos yquien tiene la obligación <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostrar que dichos recursos nohan sido agotados. 20El mismo criterio fue aplicado en N.F.S. v. Reino Unido 21 , enel cual la autora era una mujer pakistaní víctima <strong>de</strong> violencia,abusos y amenazas graves por parte <strong>de</strong> su marido, a causa <strong>de</strong> locual <strong>de</strong>bió huir <strong>de</strong> Pakistán al Reino Unido, en don<strong>de</strong> solicitóse le concediera asilo y posteriormente un permiso <strong>de</strong> estadíatemporal por motivos humanitarios, los cuales le fueron <strong>de</strong>negados.En su <strong>de</strong>cisión sobre la admisibilidad, el Comité señalóque “el Estado Parte sostiene que la autora nunca presentó una<strong>de</strong>nuncia por discriminación sexual y, en consecuencia, ni lasautorida<strong>de</strong>s ni los tribunales nacionales han tenido todavía laoportunidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir sobre una alegación <strong>de</strong> ese tipo […]. Porlo tanto, y en vista <strong>de</strong> que el Estado Parte consi<strong>de</strong>ra que una <strong>de</strong>nunciapor discriminación sexual sería importante para que latuviera en cuenta el Ministerio <strong>de</strong>l Interior […], el Comité piensaque la autora <strong>de</strong>bería aprovechar ese recurso” 22 , razón por lacual <strong>de</strong>clara la inadmisibilidad <strong>de</strong> la comunicación.19 Rahime Kayhan v. Turquía, párr. 7.7.20 INTERNATIONAL WOMEN’S RIGHTS ACTION WATCH (IWRAW) ASIA PACIFIC. TheOP-CEDAW as a mechanism for implementing women’s human rights: An analysis of thefirst five cases un<strong>de</strong>r the communications procedure of the OP-CEDAW. [En Línea] IWRAWAsia Pacific Occasional Paper Series No. 1, 2008 [Consulta: 28 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010], pp. 40-41.21 N.F.S. v. Reino Unido. Comunicación No. 10/2005, U.N. Doc. CEDAW/C/38/D/10/2005.22 Ibid., párr. 7.3.188


En Zheng v. Países Bajos 23 , la autora era una mujer china solicitante<strong>de</strong> asilo, viviendo a la fecha <strong>de</strong> la comunicación en losPaíses Bajos, lugar al cual fue traficada en conjunto con variasotras personas con el propósito <strong>de</strong> prostituirlas. El Estado rechazósu solicitud <strong>de</strong> asilo y le negó el permiso <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia.En su <strong>de</strong>cisión sobre la admisibilidad, el Comité observó que laautora invocó el artículo 6 <strong>de</strong> la CEDAW, y que “no ha planteadolas cuestiones incluidas en esta disposición ante las autorida<strong>de</strong>s<strong>de</strong>l Estado parte, que la autora admite que la trata <strong>de</strong> personaso mujeres pue<strong>de</strong> constituir fundamento para obtener elpermiso <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia y que la autora no ha aprovechado estaposibilidad <strong>de</strong>nunciando su caso a la policía. El Comité hacereferencia a su jurispru<strong>de</strong>ncia según la cual la autora <strong>de</strong>beríahaber planteado a nivel interno el fondo <strong>de</strong> la cuestión que<strong>de</strong>sea someter al Comité para que las autorida<strong>de</strong>s o tribunalesnacionales tengan oportunidad <strong>de</strong> ocuparse <strong>de</strong> la cuestión” 24 ,remitiéndose a los casos Kayhan y N.F.S. En consecuencia, lacomunicación fue <strong>de</strong>clarada inadmisible por no haberse agotadolos recursos internos.La segunda regla establece que no se requiere agotar procedimientosextraordinarios, inusuales o ineficaces.El Comité ha sostenido que no se requiere que las autorasagoten procedimientos internos extraordinarios o inusuales,ni procedimientos constitucionales que tomarían años en resolverse<strong>de</strong>finitivamente y en ningún caso proporcionarían unremedio real a la violación <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos alegada. 25 Este criteriose ha aplicado para fundar la admisibilidad <strong>de</strong> los casos Goekcev. Austria 26 y Yildirim v. Austria 27 .23 Zheng v. Países Bajos. Comunicación No. 15/2007, U.N. Doc. CEDAW/C/42/D/15/2007.24 Ibid., párr. 7.3.25 BYRNES, A. y BATH, E. Op. cit, p.533.26 Şahi<strong>de</strong> Goekce v. Austria. Comunicación No. 5/2005, U.N. Doc. CEDAW/C/39/D/5/2005.27 Fatma Yildirim v. Austria. Comunicación No. 6/2005, U.N. Doc. CEDAW/C/39/D/6/2005.189


En dichos casos, ambas víctimas habían sido asesinadaspor sus respectivos cónyuges, tras vivir un periodo <strong>de</strong> agresionesgraves y reiteradas y <strong>de</strong> haber sido amenazadas <strong>de</strong> muerte.En ambos casos, la policía había solicitado la <strong>de</strong>tención <strong>de</strong> losagresores, tras las respectivas <strong>de</strong>nuncias <strong>de</strong> las víctimas, sinembargo dichas solicitu<strong>de</strong>s fueron <strong>de</strong>negadas por los fiscalesencargados <strong>de</strong> cada caso. En relación a la admisibilidad, el Estadoseñaló en los dos casos, entre otros argumentos, que lascomunicaciones eran inadmisible por no haberse agotado todoslos recursos internos, ya que las víctimas podrían haberpresentado una <strong>de</strong>nuncia ante el Tribunal Constitucional paraimpugnar la disposición legal que les impedía apelar las <strong>de</strong>cisiones<strong>de</strong>l fiscal <strong>de</strong> no dictar una or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> <strong>de</strong>tención contralos agresores y que, suponiendo que pudieran <strong>de</strong>mostrar uninterés directo y actual en el efecto preventivo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>rogación<strong>de</strong> la disposición pertinente, sus here<strong>de</strong>ros vivos aún podríanutilizar tal recurso. Al respecto, el Comité consi<strong>de</strong>ró que dichoprocedimiento constitucional “no podía ser consi<strong>de</strong>rado un recursoque probablemente brindara un remedio efectivo a unamujer víctima <strong>de</strong> una amenaza peligrosa punible <strong>de</strong> muerte. ElComité tampoco consi<strong>de</strong>ró probable que ese recurso internobrindara un remedio efectivo en el caso <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scendientes<strong>de</strong> la difunta a la luz <strong>de</strong>l carácter abstracto <strong>de</strong> dicho recursoconstitucional” 28 , y por lo tanto <strong>de</strong>sestimó las alegaciones <strong>de</strong>lEstado a este respecto, <strong>de</strong>clarando la admisibilidad <strong>de</strong> ambascomunicaciones.28 Şahi<strong>de</strong> Goekce v. Austria, párr. 7.5. En el mismo sentido: Fatma Yildirim v. Austria, párr.7.5.190


Decisiones sobre el fondo <strong>de</strong> las comunicaciones:las obligaciones internacionales <strong>de</strong> los Estados respectoal tratamiento <strong>de</strong> la violencia contra la mujeren el ámbito doméstico.El Comité <strong>de</strong>claró violaciones a los <strong>de</strong>rechos reconocidos en laCEDAW en los casos Goekce v. Austria, Yildirim v. Austria, A.T. v.Hungría y A.S. v. Hungría. Los tres primeros casos correspon<strong>de</strong>na <strong>de</strong>nuncias <strong>de</strong> violencia doméstica grave y reiterada en contra<strong>de</strong> las víctimas, mientras que en el último es un caso <strong>de</strong> esterilizaciónsin el consentimiento <strong>de</strong> la víctima.Por razones <strong>de</strong> espacio, en esta sección se abordan únicamentelas <strong>de</strong>cisiones respecto a los casos <strong>de</strong> violencia doméstica,consi<strong>de</strong>rando a<strong>de</strong>más que esta es la única materia en queexiste un cierto <strong>de</strong>sarrollo jurispru<strong>de</strong>ncial.En el examen <strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong> las comunicaciones sobre violenciadoméstica, el Comité aplicó su Recomendación General N°19 29 , que <strong>de</strong>sarrolla la inclusión <strong>de</strong> la violencia contra la mujer enla Convención a partir <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> discriminación:“6. El artículo 1 <strong>de</strong> la Convención <strong>de</strong>fine la discriminación contra lamujer. Esa <strong>de</strong>finición incluye la violencia basada en el sexo, es <strong>de</strong>cir,la violencia dirigida contra la mujer porque es mujer o que la afectaen forma <strong>de</strong>sproporcionada. Incluye actos que infligen daños o sufrimientos<strong>de</strong> índole física, mental o sexual, amenazas <strong>de</strong> cometer esosactos, coacción y otras formas <strong>de</strong> privación <strong>de</strong> la libertad. La violenciacontra la mujer pue<strong>de</strong> contravenir disposiciones <strong>de</strong> la Convención, sintener en cuenta si hablan expresamente <strong>de</strong> la violencia.7. La violencia contra la mujer, que menoscaba o anula el goce <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechoshumanos y sus liberta<strong>de</strong>s fundamentales en virtud <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho internacionalo <strong>de</strong> los diversos convenios <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos, constituyediscriminación, como la <strong>de</strong>fine el artículo 1 <strong>de</strong> la Convención.”29 COMITÉ PARA LA ELIMINACIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER. RecomendaciónGeneral N° 19: “La violencia contra la mujer”. 11° período <strong>de</strong> sesiones, 1992, U.N.Doc. HRI\GEN\1\Rev.1.191


En particular, respecto a la responsabilidad <strong>de</strong> los Estados porlos actos <strong>de</strong> violencia contra la mujer en el ámbito doméstico, laRecomendación establece que “la discriminación no se limita alos actos cometidos por los gobiernos o en su nombre” y que “losEstados también pue<strong>de</strong>n ser responsables <strong>de</strong> actos privados si noadoptan medidas con la diligencia <strong>de</strong>bida para impedir la violación<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos o para investigar y castigar los actos <strong>de</strong> violenciae in<strong>de</strong>mnizar a las víctimas”. Este tipo <strong>de</strong> responsabilidadinternacional, que se configura en base a una omisión o negligencia<strong>de</strong>l Estado, cuenta con <strong>de</strong>sarrollo previo en la jurispru<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong>l Sistema Interamericano y <strong>de</strong> Naciones Unidas. En el primero,a modo <strong>de</strong> ejemplo, la <strong>Corte</strong> <strong>Interamericana</strong> ha señalado que:“[U]n hecho ilícito violatorio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos que inicialmenteno resulte imputable directamente a un Estado, por ejemplo, por serobra <strong>de</strong> un particular o por no haberse i<strong>de</strong>ntificado al autor <strong>de</strong> la trasgresión,pue<strong>de</strong> acarrear la responsabilidad internacional <strong>de</strong>l Estado, nopor ese hecho en sí mismo, sino por falta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>bida diligencia paraprevenir la violación o para tratarla en los términos requeridos por laConvención.” 30Dentro <strong>de</strong> este marco, la interpretación <strong>de</strong> la Convención queha hecho el Comité al examinar el fondo <strong>de</strong> las comunicacionessobre violencia, ha ido estableciendo una serie <strong>de</strong> principiosque <strong>de</strong>finen el alcance y contenido <strong>de</strong> las obligaciones estatalesen esta materia, las cuales compren<strong>de</strong>n la prevención <strong>de</strong> laviolencia y protección <strong>de</strong> las víctimas, la formulación <strong>de</strong> leyesy políticas públicas para tales fines, el proveer acceso efectivo alos procedimientos legales o <strong>de</strong> otra índole establecidos para darrespuesta a la violencia y el actuar con la <strong>de</strong>bida diligencia paraproteger a las víctimas y aten<strong>de</strong>r a sus necesida<strong>de</strong>s específicas. Acontinuación, se examina el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> estas obligaciones enla jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Comité.En primer lugar, respecto a los estándares <strong>de</strong> <strong>de</strong>bida diligenciaen el tratamiento <strong>de</strong> la violencia doméstica, en A.T. v. Hungría,30 CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS. Caso Velásquez Rodríguez Vs.Honduras. Fondo. Sentencia <strong>de</strong> 29 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1988. Serie C No. 4. Párr. 172.192


el primer caso en que examinó el fondo <strong>de</strong> una comunicación, elComité <strong>de</strong>claró que las obligaciones estatales establecidas en losapartados a), b) y e) <strong>de</strong>l artículo 2 <strong>de</strong> la Convención “se extien<strong>de</strong>na la prevención y la protección <strong>de</strong> la violencia contra la mujer” 31 .Debe consi<strong>de</strong>rarse que, en este caso, el Estado contaba con unaestructura jurídica e institucional que no le permitía garantizar <strong>de</strong>forma coordinada, general y eficaz la protección y el apoyo que,según las normas internacionales, <strong>de</strong>ben prestarse a las víctimas<strong>de</strong> violencia doméstica. En efecto, no existía legislación relativa aór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> protección o <strong>de</strong> prohibición <strong>de</strong> acercamiento ni procedimientosjudiciales efectivos para la protección <strong>de</strong> las víctimas<strong>de</strong> violencia doméstica, lo cual fue admitido por el Estado. Enconsecuencia, esta <strong>de</strong>claración es relevante en cuanto sienta unabase sólida para fundar futuros casos en los que, como en éste,el Estado no cuente con mecanismos para respon<strong>de</strong>r a<strong>de</strong>cuadamentea las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> prevención y protección <strong>de</strong> las mujeresagredidas.Un marco <strong>de</strong> análisis distinto presentan los casos Goekce v.Austria y Yildirim v. Austria. Dado que Austria cuenta con un mo<strong>de</strong>loamplio para hacer frente a la violencia contra la mujer en elámbito doméstico, las <strong>de</strong>nuncias en ambos casos se refieren a laviolación por parte <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> los artículos 1, 2, 3, y 5 <strong>de</strong> la CE-DAW, fundadas en que el Estado no adoptó <strong>de</strong> manera activa todaslas medidas positivas necesarias y a<strong>de</strong>cuadas para proteger el<strong>de</strong>recho a la vida y a la seguridad personal <strong>de</strong> las víctimas 32 , puestoque aun existiendo una serie <strong>de</strong> recursos judiciales y medidascontempladas en la legislación para la protección <strong>de</strong> las mujeresvíctimas <strong>de</strong> violencia, éstas no fueron capaces, en la práctica, <strong>de</strong>resguardar la seguridad <strong>de</strong> las víctimas ni <strong>de</strong> impedir finalmentesus muertes a manos <strong>de</strong> los agresores.En relación a lo anterior, el Comité <strong>de</strong>sarrolló el alcance <strong>de</strong> laobligación <strong>de</strong> <strong>de</strong>bida diligencia que <strong>de</strong>ben ejercer los Estados al31 A.T v. Hungría, párr. 9.3.32 Şahi<strong>de</strong> Goekce v. Austria, párr. 3.1 y Fatma Yildirim v. Austria, párr. 3.1.193


egular la violencia contra la mujer y otorgar protección a las víctimas.En el contexto <strong>de</strong> la Convención, la <strong>de</strong>bida diligencia no sólorequiere que el Estado formule leyes y políticas, sino que tambiénrequiere que provea acceso a ellas 33 , para lo cual es imprescindible“contar con el apoyo <strong>de</strong> agentes estatales que respeten las obligaciones<strong>de</strong> diligencia <strong>de</strong>bida <strong>de</strong>l Estado Parte” 34 . En los dos casosque se comentan, el Comité concluyó que el Estado había violadosu obligación <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>r con la <strong>de</strong>bida diligencia para proteger aambas víctimas, puesto que las autorida<strong>de</strong>s sabían, o <strong>de</strong>beríanhaber sabido, que las víctimas corrían un peligro grave. En el caso<strong>de</strong> Şahi<strong>de</strong> Goekce, sostuvo que la policía era responsable <strong>de</strong> nohaber actuado con la <strong>de</strong>bida diligencia para protegerla, puestoque la Sra. Goekce llamó al servicio <strong>de</strong> llamadas <strong>de</strong> emergenciapocas horas antes <strong>de</strong> su muerte y no se envió, pese a ello, un autopatrullero al lugar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito. En relación a Fatma Yildirim, el Comitéconsi<strong>de</strong>ró que el Fiscal no <strong>de</strong>bería haber negado los pedidos<strong>de</strong> la policía <strong>de</strong> arrestar a al marido <strong>de</strong> la víctima, y que ello constituyóuna violación <strong>de</strong> la obligación <strong>de</strong>l Estado Parte <strong>de</strong> proce<strong>de</strong>rcon la <strong>de</strong>bida diligencia para protegerla.En consecuencia, se constató una negligencia <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> losagentes estatales responsables <strong>de</strong> ejecutar las leyes y políticas <strong>de</strong>prevención y protección frente a la violencia doméstica, particularmente,la policía en el primer caso y el Fiscal a cargo en elsegundo. Ambos contaban con suficientes antece<strong>de</strong>ntes para enten<strong>de</strong>rque las víctimas se encontraban en una situación <strong>de</strong> riesgograve, en virtud <strong>de</strong> lo cual podrían haber aplicado las medidascontempladas en la legislación para protegerlas, pero sin embargooptaron por <strong>de</strong>sestimar sus peticiones, tras lo cual ambas víctimasfueron asesinadas. Dicha negligencia es atribuible al Estado y33 INTERNATIONAL WOMEN’S RIGHTS ACTION WATCH (IWRAW) ASIA PACIFIC. TheOP-CEDAW as a mechanism for implementing women’s rights: An analysis of <strong>de</strong>cisions6-10 of the CEDAW Committee un<strong>de</strong>r the Communications procedure of the OP-CEDAW.[En línea] IWRAW Asia Pacific Occasional Paper Series N°13, 2009 [Consulta: 28 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010], p. 16 (traducciónpropia).34 Şahi<strong>de</strong> Goekce v. Austria, párr.12.1.2.194


esulta suficiente para comprometer su responsabilidad internacional.Al respecto, y en relación con los artículos 1 y 5 <strong>de</strong> la Convención,los autores <strong>de</strong> las comunicaciones argumentaron queambos asesinatos constituyen “un ejemplo trágico <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong>seriedad reinante con que se toman los casos <strong>de</strong> violencia contrala mujer, tanto por la población en general como por las autorida<strong>de</strong>saustríacas. El sistema <strong>de</strong> justicia penal, especialmente losfiscales y los jueces, consi<strong>de</strong>ran la cuestión un problema social odoméstico, un <strong>de</strong>lito menor o una infracción que ocurre en <strong>de</strong>terminadasclases sociales. No aplican la legislación penal a ese tipo<strong>de</strong> violencia porque no se toman en serio el peligro que representay consi<strong>de</strong>ran los miedos y las preocupaciones <strong>de</strong> las mujeres confalta <strong>de</strong> seriedad” 35 .En segundo lugar, el Comité se refirió también al tratamiento<strong>de</strong> los agresores en los casos <strong>de</strong> violencia doméstica y la problemáticaque ocasiona la tensión entre los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> éstos frentea los <strong>de</strong> las víctimas. En Yildirim v. Autria, el Estado argumentó, enrelación a la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l fiscal <strong>de</strong> no <strong>de</strong>tener al marido <strong>de</strong> la víctima,que estas <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>ben pon<strong>de</strong>rar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l presuntoautor a la libertad personal y a un juicio imparcial, que no pue<strong>de</strong>aplicarse el arresto como medida preventiva en casos <strong>de</strong> violenciadoméstica puesto que ello contradice el principio <strong>de</strong> presunción<strong>de</strong> inocencia y el <strong>de</strong>recho a una audiencia justa y que por ello, <strong>de</strong>haberse arrestado al marido <strong>de</strong> la víctima, se habrían violado éstosy otros <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos básicos, dado que sobre la base <strong>de</strong> lainformación <strong>de</strong> que disponían el fiscal <strong>de</strong>l caso y el juez <strong>de</strong> instrucción,una medida cautelar parecía ser suficiente para protegera la víctima. Al respecto, el Comité señaló que “si bien el EstadoParte sostiene que, en ese momento, una or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> arresto parecía<strong>de</strong>sproporcionadamente invasiva, el Comité opina, como seexpresa en sus opiniones sobre otra comunicación relativa a violenciadoméstica, que los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l autor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito no pue<strong>de</strong>n<strong>de</strong>jar sin efecto los <strong>de</strong>rechos humanos a la vida y a la integridad fí-35 Ibid., párr. 3.6, y en términos muy similares: Fatma Yildirim v. Austria, párr. 3.6.195


sica y mental <strong>de</strong> la mujer” 36 . La opinión anterior a la que se refiereel Comité es la <strong>de</strong>l caso A.T. v. Hungría 37 , respecto al cual el Comité<strong>de</strong>claró que “los <strong>de</strong>rechos humanos <strong>de</strong> la mujer a la vida y a la integridadfísica y mental no pue<strong>de</strong>n ser anulados por otros <strong>de</strong>rechos,como el <strong>de</strong>recho a la propiedad y el <strong>de</strong>recho a la intimidad”.Finalmente, el Comité no se pronunció respecto a la alegadainfracción <strong>de</strong>l artículo 5 <strong>de</strong> la Convención en los casos <strong>de</strong> violencia,pese a que reconoció que “existen vinculaciones entre la violenciadoméstica y las actitu<strong>de</strong>s tradicionales que consi<strong>de</strong>ran a lamujer como una persona subordinada al hombre” 38 . Hubiese sido<strong>de</strong>seable una <strong>de</strong>claración expresa <strong>de</strong>l Comité respecto a los prejuiciosy estereotipos que inci<strong>de</strong>n en la violencia contra la mujer, <strong>de</strong>manera <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir con mayor especificidad las obligaciones quecompeten al Estado respecto a los funcionarios públicos que ejecutanlas leyes y políticas <strong>de</strong> respuesta a la violencia. No obstante,entre las recomendaciones <strong>de</strong>l Comité a Austria se incluye la <strong>de</strong>fortalecer los programas <strong>de</strong> capacitación y formación sobre violenciadoméstica para los jueces, abogados y oficiales encargados<strong>de</strong> hacer cumplir la ley, incluso en lo que respecta a la CEDAW, larecomendación general 19 <strong>de</strong>l Comité y el Protocolo Facultativo. 39ConclusionesLa jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Comité ha mostrado seguir <strong>de</strong> cerca las ten<strong>de</strong>nciasestablecidas por los órganos <strong>de</strong> los sistemas Interamericano,Europeo y <strong>de</strong> Naciones Unidas, aunque en ciertos casos haaplicado criterios bastante disímiles en sus <strong>de</strong>cisiones, principalmenteen las relativas a la admisibilidad ratione temporis, lo queha ocasionado una cierta inconsistencia en su jurispru<strong>de</strong>ncia en36 Fatma Yildirim v. Austria, párr. 12.1.5.37 A.T. v. Hungría, párr. 9.3.38 Şahi<strong>de</strong> Goekce v. Austria, párr. 12.2 y en términos muy similares: Fatma Yildirim v. Austria,párr. 12.2.39 Şahi<strong>de</strong> Goekce v. Austria, párr. 12.3.d) y Fatma Yildirim v. Austria, párr. 12.3.d).196


este aspecto. Particularmente confusa resulta la pon<strong>de</strong>ración queefectúa el Comité para establecer que <strong>de</strong>terminados hechos, <strong>de</strong>nunciadosen las comunicaciones individuales, constituyen o no,violaciones continuas. Es <strong>de</strong> esperar que las futuras <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>lComité establezcan criterios certeros en este sentido, favoreciendoasí la previsibilidad <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones sobre la admisibilidad rationetemporis.Por otro lado, es posible concluir que para dar cumplimientoal requisito <strong>de</strong> agotamiento <strong>de</strong> los recursos internos no bastacon interponer todas las acciones jurisdiccionales disponibles anivel nacional, sino que al mismo tiempo se <strong>de</strong>ben plantear anivel interno las alegaciones sustantivas que se preten<strong>de</strong>n anteel Comité. Es <strong>de</strong>cir, los argumentos planteados en los recursosinternos <strong>de</strong>ben incluir aquellos relativos a las violaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechosreconocidos en la CEDAW, puesto que el Comité consi<strong>de</strong>raque los Estados <strong>de</strong>ben tener la oportunidad <strong>de</strong> tratar internamentelas <strong>de</strong>nuncias <strong>de</strong> discriminación por motivos <strong>de</strong> género,lo que resulta consistente con la experiencia <strong>de</strong> otros órganosinternacionales <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos.Finalmente, en cuanto al examen <strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong> las comunicaciones,el mayor <strong>de</strong>sarrollo jurispru<strong>de</strong>ncial se ha <strong>de</strong>senvuelto entorno al tema <strong>de</strong> la violencia doméstica. Respecto a los estándares<strong>de</strong> <strong>de</strong>bida diligencia en el tratamiento <strong>de</strong> la violencia contrala mujer en el ámbito doméstico, pue<strong>de</strong> concluirse que el cumplimiento<strong>de</strong> las obligaciones estatales en relación a la prevención<strong>de</strong> la violencia doméstica y la protección efectiva <strong>de</strong> las mujeresvíctimas <strong>de</strong> ella, no se agota en la adopción <strong>de</strong> legislaciónespecífica ni en el hecho <strong>de</strong> que existan medidas <strong>de</strong> proteccióndisponibles para las víctimas. Si las medidas que pone a disposiciónel Estado para enfrentar la violencia doméstica no resultanefectivas para la protección <strong>de</strong> mujeres como las víctimas <strong>de</strong> lascomunicaciones examinadas, el Estado está incumpliendo susobligaciones internacionales en esta materia. Las medidas <strong>de</strong>protección, procedimientos judiciales, actuaciones policiales ycualquier otra medida que provea el Estado, no sólo <strong>de</strong>ben existiren la legislación, sino que a<strong>de</strong>más las víctimas <strong>de</strong>ben po<strong>de</strong>r197


acce<strong>de</strong>r efectivamente a tales mecanismos y éstos <strong>de</strong>ben ser capaces<strong>de</strong> proporcionar soluciones eficaces y oportunas para laprotección <strong>de</strong> las mujeres afectadas. En este sentido pue<strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rseque el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> <strong>de</strong>bida diligencia <strong>de</strong>l Estado, en estamateria, se acerca bastante a una obligación <strong>de</strong> resultados, en elsentido que “los indicadores <strong>de</strong>l progreso <strong>de</strong>l Estado, a los ojos<strong>de</strong> la CEDAW, no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n sólo <strong>de</strong> lo que el Estado hace, sino <strong>de</strong>lo que logra en términos <strong>de</strong> un cambio real para las mujeres” 40 .En consecuencia, la adopción <strong>de</strong> legislación y políticas públicaspara hacer frente a la violencia constituye sólo el primer paso enel cumplimiento <strong>de</strong> las obligaciones estatales en esta materia, unmínimo que por sí solo no supone el cumplimiento <strong>de</strong> los estándares<strong>de</strong> <strong>de</strong>bida diligencia que emanan <strong>de</strong> la CEDAW.40 INTERNATIONAL WOMEN’S RIGHTS ACTION WATCH (IWRAW) ASIA PACIFIC. TheOP-CEDAW as a mechanism for implementing women’s rights: An analysis of <strong>de</strong>cisions6-10 of the CEDAW Committee un<strong>de</strong>r the Communications procedure of the OP-CEDAW.Op. cit, p. 17, nota 21 (traducción propia).198


Hoja finalEl Centro <strong>de</strong> <strong>Derechos</strong> <strong>Humanos</strong> <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile es unainstitución académica <strong>de</strong> alcance regional vinculada a la Facultad<strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile, cuya misión es promoverlos <strong>de</strong>rechos humanos vinculados al fortalecimiento <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mocraciasen América Latina mediante la: educación y capacitación<strong>de</strong> excelencia a actores relevantes provenientes <strong>de</strong>l Estado y la sociedadcivil; investigación enfocada en las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la realidadregional en materia <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos; articulación <strong>de</strong>re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> instituciones y personas que trabajan en <strong>de</strong>rechos humanosa nivel regional y apoyo a iniciativas locales; y coordinación<strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s estratégicas a nivel regional.Red Alas tiene como objetivos promover la reforma <strong>de</strong> la enseñanza<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho en Latinoamérica para incorporar las perspectivas<strong>de</strong> género y sexualida<strong>de</strong>s discriminadas en los contenidos ylas metodologías <strong>de</strong> todas las áreas <strong>de</strong> la carrera; generar recursosbibliográficos y materiales <strong>de</strong> enseñanza que las incorporen; llevara cabo investigaciones y activida<strong>de</strong>s académicas sobre justicia,género, sexualidad y <strong>de</strong>rechos reproductivos que <strong>de</strong>n cuenta <strong>de</strong>la situación jurídica <strong>de</strong> las mujeres y las minorías sexuales <strong>de</strong> laregión; asegurarles la asistencia jurídica gratuita en las faculta<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>recho; y promover la reflexión y la articulación <strong>de</strong> estrategiaspara la protección <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos en general, y los <strong>de</strong>rechosreproductivos en particular, en el ámbito latinoamericano.199


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