12.07.2015 Views

11 - Tribunal Supremo de Elecciones

11 - Tribunal Supremo de Elecciones

11 - Tribunal Supremo de Elecciones

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ISSN 1659-2808NÚMERO<strong>11</strong>PRIMERSEMESTRE20<strong>11</strong>


PRESENTACIÓNLa Constitución Política <strong>de</strong> 1949 otorgó al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>una posición <strong>de</strong> privilegiada in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia frente a los po<strong>de</strong>resLegislativo, Ejecutivo y Judicial. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la organización, direccióny vigilancia <strong>de</strong> los actos relativos al sufragio y la prestación <strong>de</strong> los servicios<strong>de</strong> registración civil e i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la ciudadanía, los constituyentesatribuyeron al <strong>Tribunal</strong> faculta<strong>de</strong>s jurisdiccionales en materia electoral. Así,por ejemplo, en el artículo 102 inciso 3) incluyeron entre las funciones <strong>de</strong>l TSEinterpretar “en forma exclusiva y obligatoria las disposiciones constitucionalesy legales referentes a la materia electoral”. Adicionalmente, en el artículo103 se indica que: “Las resoluciones <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> notienen recurso, salvo la acción por prevaricato”.La creación <strong>de</strong> la Sala Constitucional, por reforma constitucional <strong>de</strong>l 18<strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1989, constituye una <strong>de</strong> las mayores revoluciones jurídicasexperimentadas por el país en toda su historia. Ella asumió el control<strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normas jurídicas, la tutela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosfundamentales mediante la resolución <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong> hábeas corpus y <strong>de</strong>amparo y dirimir los conflictos <strong>de</strong> competencia entre los Po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado,así como con otras entida<strong>de</strong>s y órganos públicos.En la década <strong>de</strong> 1990 se presentaron algunos casos que pusieron en evi<strong>de</strong>nciala necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>limitar las fronteras competenciales entre el TSE y la SalaConstitucional. Pero en el último <strong>de</strong>cenio el tema tomó mayor relevancia porel amplio <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la jurisdicción electoral a partir <strong>de</strong> jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>la propia Sala y <strong>de</strong>l TSE, lo cual <strong>de</strong>sembocó en la inclusión <strong>de</strong> un capítulosobre la jurisdicción electoral, compuesto por 51 artículos, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l CódigoElectoral promulgado en setiembre <strong>de</strong> 2009.Entre los institutos <strong>de</strong> mayor <strong>de</strong>sarrollo jurispru<strong>de</strong>ncial y legislativo duranteese período sobresale el recurso <strong>de</strong> amparo electoral, mediante el cual el TSEasumió la tutela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos fundamentales en materia electoral, comoexcepción a la competencia genérica <strong>de</strong> la Sala. Adicionalmente, en algunasocasiones el TSE ha <strong>de</strong>saplicado normas estatutarias en casos concretos, porconsi<strong>de</strong>rarlas contrarias a la Constitución.Con el objeto <strong>de</strong> propiciar una discusión reposada y <strong>de</strong> alto nivel académicosobre este tema, la Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral cumple su quinto aniversariocon una Sección Especial <strong>de</strong>dicada a analizar cómo se articulan lascompetencias <strong>de</strong> la Sala Constitucional y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>en materia electoral. El antece<strong>de</strong>nte inmediato que motiva esta discusión es elvoto 13313-10 <strong>de</strong> la Sala Constitucional que anuló el proceso <strong>de</strong> referénduminiciado por el TSE, en torno a la Ley <strong>de</strong> unión civil entre personas <strong>de</strong>l mismoNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 1


sexo. Con la colaboración <strong>de</strong>l Proyecto Estado <strong>de</strong> la Nación, la Revista<strong>de</strong> Derecho Electoral N.° <strong>11</strong> incorpora las perspectivas <strong>de</strong> los abogadosconstitucionalistas Bernal Arias Ramírez y Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>z.Como es habitual, la Revista abre con la sección Autor Invitado que en estecaso contiene un estudio <strong>de</strong>l reconocido académico colombiano Humberto <strong>de</strong>la Calle Lombana, intitulado “La relevancia <strong>de</strong> la transparencia en la rendición<strong>de</strong> cuentas, y sus efectos sobre la legitimidad <strong>de</strong> los partidos políticos”, quetrata sobre la polémica relación entre el dinero y la política.La sección Aportes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el TSE incorpora un artículo <strong>de</strong> Luis Diego BrenesVillalobos sobre “El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoral como variable<strong>de</strong>pendiente”, que constituye un aporte metodológico al estudio <strong>de</strong> losorganismos electorales. A<strong>de</strong>más, Gustavo Román Jacobo ofrece un valiosoestudio <strong>de</strong> alguna reciente jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l TSE bajo el título “Invocación<strong>de</strong> motivos religiosos en propaganda política. Análisis <strong>de</strong> la resoluciónN.° 3281-E1-2010 <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010”.En esta ocasión, el apartado <strong>de</strong> Colaboraciones Externas cuenta con cincoartículos, que <strong>de</strong>notan la vocación <strong>de</strong> la Revista por compren<strong>de</strong>r el fenómenoelectoral <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva multidisciplinaria y comparada. Juan IgnacioGarcía Rodríguez es autor <strong>de</strong> “Los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> los organismos electoraleslatinoamericanos en el siglo XXI y la incorporación <strong>de</strong> la tecnología”; MaríaJosé Cascante reflexiona sobre “La competencia electoral en Costa Rica yNicaragua: diferencias multinivel”; Vanesa Valver<strong>de</strong> Camiña aporta el estudio<strong>de</strong>nominado “Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administración electoral. El casoargentino a examen”; Amelia Brenes Barahona es la autora <strong>de</strong> “Estrategiasconceptuales sobre populismo: un estado <strong>de</strong> la cuestión”; finalmente, NicolásPrado Hidalgo ofrece el estudio “La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho comparado”.La sección Reseña Bibliográfica incluye el libro <strong>de</strong> Isabel Torres García, “CostaRica: sistema electoral, participación y representación política <strong>de</strong> las mujeres”, yel estudio editado por Olman Ramírez Moreira <strong>de</strong>nominado “Comportamiento<strong>de</strong>l electorado costarricense: elecciones <strong>de</strong>l 2006”. A<strong>de</strong>más, se incorporanreseñas <strong>de</strong> la Revista Mundo Electoral N.° 9 <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoral <strong>de</strong> Panamáy <strong>de</strong> la Revista Justicia Electoral N.° 5 <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoral <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial<strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración Mexicana.Finalmente, con ocasión <strong>de</strong>l quinto aniversario <strong>de</strong> la Revista <strong>de</strong> DerechoElectoral, se anexa a este número un catálogo temático y <strong>de</strong> autores quecompren<strong>de</strong> todos los trabajos publicados hasta la fecha.La DirecciónSan José, 26 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 20<strong>11</strong>2NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


AutorINVITADO


La relevancia <strong>de</strong> la transparencia en la rendición<strong>de</strong> cuentas, y sus efectos sobre la legitimidad <strong>de</strong>los partidos políticos *Humberto <strong>de</strong> la Calle Lombana **Nota <strong>de</strong>l Consejo EditorialRecepción: 3 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 20<strong>11</strong>.Revisión, corrección y aprobación: 14 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 20<strong>11</strong>.Resumen: Exposición que en una primera parte presenta los resultados <strong>de</strong> la “Encuesta sobre la financiación<strong>de</strong> las campañas electorales y la corrupción política en Colombia”. Mientras que en una segunda parte,<strong>de</strong>talla una serie <strong>de</strong> mecanismos utilizados para el control y la transparencia, tanto en la financiación,como en el manejo <strong>de</strong> fondos <strong>de</strong> los partidos políticos.Palabras clave: Financiamiento <strong>de</strong>l partido político / Control financiero / Manejo <strong>de</strong> fondos / Transparencia/ Sociedad civil.Abstract: This paper presents a first part with the results of the “Survey on Funding of Electoral Campaignsand Political Corruption in Colombia”. The second part provi<strong>de</strong>s information regarding the mechanismsused for control and transparency both in the funding systems as well as in the management of funds ofpolitical parties.Key words: Competence / Political Party Funding / Financial Control / Management of funds/Transparency/ Civil Society* Ponencia presentada en el “Taller <strong>de</strong> Financiamiento para Partidos Políticos”, 1 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2010, San José, C.R.** Colombiano. Doctor en Derecho con vasta experiencia en políticas y asuntos públicos, <strong>de</strong>recho constitucional y administrativo.En su condición <strong>de</strong> Ministro <strong>de</strong> Gobierno, actuó a nombre <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> Colombia en la Asamblea Constitucional queexpidió la Constitución <strong>de</strong> 1991. Director <strong>de</strong>l Organismo Electoral; como tal, redactó el borrador <strong>de</strong>l actual Código Electoraly condujo varios comicios. Es consultor internacional en asuntos electorales. Presidió las <strong>de</strong>liberaciones que condujeron a laaprobación <strong>de</strong> la Carta Democrática Interamericana en la OEA. Fue elegido Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Colombia y ha sido Embajador,profesor universitario y autor <strong>de</strong> varios libros y ensayos. Hoy se <strong>de</strong>sempeña como periodista en la ca<strong>de</strong>na radial RCN ycolumnista en el semanario El Espectador.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 5


Humberto <strong>de</strong> la Calle LombanaEn las legislaciones sobre financiación <strong>de</strong> la política, abundan las normas prohibitivas.Todas ellas cumplen sin duda un papel importante, pero la experiencia muestra que son tambiénimportantes los mecanismos <strong>de</strong> transparencia; y que la sola proliferación <strong>de</strong> restricciones yprohibiciones <strong>de</strong> difícil control es poco realista y bastante insuficiente. Hay una ten<strong>de</strong>nciairrefrenable al fetichismo legal, esa creencia <strong>de</strong> que cada problema se soluciona con unaley. Estas acciones suelen crear una sensación pasajera <strong>de</strong> que el asunto ha sido controlado,pero sabemos que los problemas <strong>de</strong> la financiación <strong>de</strong> la política ordinariamente resisten y seacomodan a los cambios legales.La dirección <strong>de</strong>l esfuerzo <strong>de</strong>be ir a la búsqueda <strong>de</strong> transparencia, la generación <strong>de</strong>incentivos hacia la misma y la pedagogía que le dé relieve a estas materias. No basta trabajar enel campo <strong>de</strong> la ley (aunque es un instrumento fundamental), sino que se <strong>de</strong>ben atacar las raícesculturales <strong>de</strong> los comportamientos.La transparencia en el financiamiento es clave para el mejoramiento <strong>de</strong> la calidad<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. Hay un riesgo escalonado: plutocracia, dinero como protagonista <strong>de</strong> lapolítica pública (aún dinero “bueno”), corrupción administrativa, dinero negro (narcotráfico),narco<strong>de</strong>mocracia. Este escalonamiento ostenta diversos grados en los diferentes países <strong>de</strong> laRegión latinoamericana, pero es una realidad tangible.I. Aún el dinero bueno genera problemasUna segunda cara <strong>de</strong> esta compleja situación: ahora hay que tomar en consi<strong>de</strong>raciónel influjo <strong>de</strong> dineros legítimos en la política, algo que sólo tangencialmente se ha estudiado. Elefecto <strong>de</strong> tales aportes coloca un signo <strong>de</strong> interrogación sobre la manera cómo las donacionesinci<strong>de</strong>n en la formulación <strong>de</strong> políticas públicas.Es en ese contexto en el que la Universidad <strong>de</strong> Estocolmo -Departamento <strong>de</strong> Criminología-,bajo la dirección <strong>de</strong> la profesora Nubia Evertsson, y con el auspicio <strong>de</strong> la Agencia Sueca <strong>de</strong>Cooperación Internacional, realizó una encuesta con empresarios (donantes y no-donantes)colombianos, cuyos resultados confirman un hecho que pue<strong>de</strong> ser común a una variedad <strong>de</strong>países: que las donaciones a las campañas se hacen, en muchas ocasiones, a la espera <strong>de</strong>obtener <strong>de</strong>cisiones favorables <strong>de</strong> los ciudadanos elegidos, y que, por tanto, hay una relación <strong>de</strong>proximidad importante entre tales donaciones y algunos procesos <strong>de</strong> corrupción política. Pasoentonces a reseñar algunos <strong>de</strong> los principales hallazgos <strong>de</strong>l estudio. <strong>11</strong> Evertsson, Nubia. Informe <strong>de</strong> la Encuesta sobre la financiación <strong>de</strong> las campañas electorales y la corrupción política enColombia. Departamento <strong>de</strong> Criminología. Universidad <strong>de</strong> Estocolmo. 2009.6NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Humberto <strong>de</strong> la Calle LombanaSólo un 22.9% <strong>de</strong> los encuestados tiene una política empresarial institucional para laentrega <strong>de</strong> donaciones. Únicamente el 59.6% lleva registros contables <strong>de</strong> los aportes y sóloun 51.4% verifica que el receptor haya registrado <strong>de</strong>bidamente la donación ante la autorida<strong>de</strong>lectoral. Las donaciones generalmente se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n ad hoc, en cada caso. El 40% entregadonaciones a candidatos que tienen la misma línea política <strong>de</strong> la junta directiva y otro 40% acandidatos que tienen una conexión personal con los directivos o propietarios <strong>de</strong> la compañía.El 12% apoya a los que consi<strong>de</strong>ran candidatos honorables y 8% a los que van encabezando lasencuestas.En cuanto a las motivaciones concretas, 38.4% <strong>de</strong> los encuestados aducen quesus empresas entregan donaciones porque buscan apoyar a sus familiares o amigos; 15.8%porque esperan recibir algo a cambio y 16.4% porque apoyar las campañas forma parte <strong>de</strong> suresponsabilidad social.C. Te doy para que me <strong>de</strong>sEl 15.8%, como se dijo, espera alguna retribución <strong>de</strong> los elegidos. Al 10.1% le ofrecieronbeneficios y, <strong>de</strong> éste, al 45.5% se les prometió la celebración <strong>de</strong> contratos estatales y al 36.4%el nombramiento <strong>de</strong> un familiar o alguien cercano, en un cargo público. Al 72.7% <strong>de</strong> lasorganizaciones que se les prometió alguna retribución, se les indicó también cómo obtenerlo prometido. Al 50% se les dijo que <strong>de</strong>bían entrar en contacto con la persona que recibióla donación y al otro 50% que buscara a un miembro <strong>de</strong> alto nivel <strong>de</strong> la campaña. El 87.5%<strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> enlace fueron contactadas, pero sólo el 50% manifestó haber recibido lascompensaciones ofrecidas. Luego, a un nivel alto <strong>de</strong> expectativa sobre ventajas particulares, sesuma un claro incumplimiento <strong>de</strong> los elegidos.Con relación al nivel <strong>de</strong> influencia sobre la legislación general mediante apoyosa las campañas, las respuestas fueron las siguientes. En cuanto a los alcal<strong>de</strong>s, 49.5% <strong>de</strong> losencuestados cree que la influencia alcanzada pue<strong>de</strong> ser mucha o mo<strong>de</strong>rada. El 19.3% cree quees poca o ninguna. En cuanto al Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, un 43.1% dice que la influenciapue<strong>de</strong> ser mucha o mo<strong>de</strong>rada, mientras el 33.9% afirma que poca o ninguna.Por sectores empresariales, se observa que para los encuestados los contratistas estatales,las multinacionales y los gran<strong>de</strong>s grupos empresariales son los que <strong>de</strong>rivan la mayor influencia<strong>de</strong> las donaciones: 81.1%, 84.2% y 90.7% respectivamente.8NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Humberto <strong>de</strong> la Calle Lombana• Se <strong>de</strong>tectaron varios casos <strong>de</strong> violaciones legales. En primer lugar, al momento <strong>de</strong> laencuesta, las donaciones a campañas presi<strong>de</strong>nciales estaban prohibidas. No obstante,como se vio, 12.5% <strong>de</strong> los encuestados las llevó a cabo. De igual modo, aunque laley exige que los aportes sean aprobados por la junta directiva/asamblea, en el 20%<strong>de</strong> los casos fueron las cabezas <strong>de</strong> las empresas quienes tomaron la <strong>de</strong>cisión, muchasveces haciendo donaciones aparentemente a título personal aunque con dineros <strong>de</strong> laorganización.• Frente a todo este preocupante panorama, se observa un cumplimiento muy débil <strong>de</strong> laley y unas instituciones electorales sin mayor capacidad real <strong>de</strong> control.La Transparencia <strong>de</strong>l financiamiento colabora con lo siguiente:1. Mejora la calidad <strong>de</strong> la información elector/ciudadano.2. Descubre vinculación entre políticos y sectores <strong>de</strong> interés.3. Genera incentivos para <strong>de</strong>scubrir re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> corrupción.4. O al menos dificulta la corrupción.5. Genera incentivos para el control <strong>de</strong> unos partidos/candidatos a otros.6. Brinda información para valorar los propósitos en las <strong>de</strong>cisiones públicas.II.Fases históricasEn una primera etapa se acudió a la rendición <strong>de</strong> cuentas, pero los escándalos sucesivosmostraron que esto no bastaba. En los años noventas se acuñó y profundizó un esquema <strong>de</strong>divulgación <strong>de</strong> la información.El siguiente paso fue la utilización <strong>de</strong> fuentes alternativas <strong>de</strong> información. Ingresan lasONG, prensa y <strong>de</strong>más medios <strong>de</strong> comunicación y las organizaciones ciudadanas.A. Rendición <strong>de</strong> cuentas- ¿Qué se <strong>de</strong>be reportar? Tanto los aportes públicos como los privados. Esta fuente bifrontepermite contrastar las cifras y valorar la exactitud <strong>de</strong> las mismas. Lo privado <strong>de</strong>be serreportado en forma exhaustiva porque normalmente no hay don<strong>de</strong> conseguirlo. La únicafuente suele ser la propia rendición <strong>de</strong> cuentas, a diferencia <strong>de</strong> lo que ocurre con losdineros públicos.Una fórmula que merece estudio es la creación <strong>de</strong> ventajas fiscales para incentivarrevelación <strong>de</strong> datos.10NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Humberto <strong>de</strong> la Calle Lombana- ¿Quién <strong>de</strong>be rendir cuentas? Se <strong>de</strong>be involucrar a todos los actores: Partidos, candidatos,financiación pública, medios (tarifas), fundaciones y ONG que canalizan recursos.Pese a que las elecciones son candidato-céntricas, solo un tercio <strong>de</strong> los países obligan alos candidatos a rendir cuentas.Lo más grave son las tesorerías separadas <strong>de</strong> las campañas (a título <strong>de</strong> fundaciones,socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> amigos, etc.) que reciben dineros paralelamente a los partidos. El exCanciller Helmut Kohl ocultó en Alemania aportaciones por 12 millones <strong>de</strong> marcos quefueron canalizadas por tesorerías paralelas.Varias legislaciones, siguiendo los pasos <strong>de</strong> Gran Bretaña, introdujeron el concepto <strong>de</strong>“agente”: todo el que maneje fondos para la política (mandataire en Francia) y en EstadosUnidos los Political Action Comitte (PAC). Deben inscribirse ante la autoridad y cumplirciertos formalismos. Pero la clave es que haya incentivos tributarios. Aún así, hay mucharecolección <strong>de</strong> fondos locales sin control (Dinero y contienda…Nassmacher).En segúndo lugar, el voto preferente contribuye a la dispersión <strong>de</strong> ingresos. De don<strong>de</strong> se<strong>de</strong>duce que el sistema electoral tiene influencia en esta materia.- Cuenta única y tesorero único. Esto evita diluir responsabilidad, pero su lado negativoes que también sirve <strong>de</strong> excusa porque muchas veces los candidatos se refugian enel tesorero para eludir sus propias responsabilida<strong>de</strong>s. “A mis espaldas” es la respuestatípica <strong>de</strong> muchos candidatos. Vargas Llosa dijo que or<strong>de</strong>nó a su campaña no informarle<strong>de</strong> financiación para evitar quedar inconscientemente comprometido con financiadores.Un gesto muy noble y romántico, pero en verdad no <strong>de</strong>be aceptarse que el candidato seexcuse en la ignorancia.- ¿Cuándo se <strong>de</strong>be informar? La regla general es mensual o anualmente para los gastospermanentes y con posterioridad a la elección en cuanto a este tipo <strong>de</strong> financiamiento.Argentina, Brasil y Costa Rica exigen cuentas parciales con anterioridad a la elección, locual contribuye a la mejor información <strong>de</strong>l votante. Cabe indicar que aún así, aunque lainformación posterior no contribuye al voto informado, sí contribuye a valorar posiblesconflictos <strong>de</strong> interés.- Autoridad <strong>de</strong> control y faculta<strong>de</strong>s. Las notas características <strong>de</strong> la autoridad <strong>de</strong> control<strong>de</strong>ben ser la idoneidad y la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. En este punto, se <strong>de</strong>be insistir en que elorigen partidista <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los consejos electorales no es conveniente, al menospara estas funciones <strong>de</strong> control y vigilancia. Sostengo que el problema se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong> unaconjunción <strong>de</strong> funciones disímiles en la competencia <strong>de</strong> dichos consejos. En primertérmino, está la preparación y la administración <strong>de</strong> las elecciones, campo en el cual lapresencia <strong>de</strong> voceros, miembros o personas diputadas por los partidos es conveniente.Pero en cambio, cuando se trata <strong>de</strong> las tareas <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la financiación, e incluso, lasrelacionadas con la justicia electoral, la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l órgano frente a los partidosse convierte en una necesidad.12NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La relevancia <strong>de</strong> la transparencia en larendición <strong>de</strong> cuentas, y sus efectos sobre lalegitimidad <strong>de</strong> los partidos políticosEn algunos países existen controles cruzados a cargo <strong>de</strong>l órgano electoral y <strong>de</strong> otrasentida<strong>de</strong>s, tales como la Contraloría o el Ministerio Público. Esta circunstancia atenúa laposible falta <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.Otro elemento preocupante es que son comunes los consejos electorales sin faculta<strong>de</strong>s<strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra investigación, bien porque carecen en absoluto <strong>de</strong> faculta<strong>de</strong>s investigativas,o porque para a<strong>de</strong>lantar las pesquisas están obligados a acudir a otros órganos. Aún eneste último caso, al menos <strong>de</strong>be establecerse que los requerimientos <strong>de</strong> la autorida<strong>de</strong>lectoral son obligatorios para la entidad <strong>de</strong>stinataria. Igualmente, se le oponen reservas(bancaria, intimidad, etc.) a las indagaciones <strong>de</strong>l órgano electoral. En Colombia no esoponible reserva alguna. Tampoco en México se pue<strong>de</strong> oponer reserva bancaria porquese asimila a autoridad fiscal.El mejor control es el centralizado en cabeza <strong>de</strong>l órgano electoral.B. Divulgación <strong>de</strong> la informaciónPara el logro <strong>de</strong> un marco <strong>de</strong> transparencia no basta con rendición <strong>de</strong> cuentas, esnecesaria la divulgación.- ¿Quién difun<strong>de</strong>? En general, el órgano <strong>de</strong> control. En Argentina el que rin<strong>de</strong> cuentas<strong>de</strong>be llevarlo simultáneamente a la internet e informar la dirección electrónica a través<strong>de</strong> los medios.- ¿Cuándo? Salvo los países que dan información antes <strong>de</strong> la elección, en los <strong>de</strong>más hayplazos variables: Brasil 3 meses, Colombia 2 meses, México 6 meses y medio.- ¿Por qué medio? La legitimación ciudadana para pedir <strong>de</strong>be ser la más amplia. Brindarinformación no <strong>de</strong>be ser discrecional, sino obligatorio. Es conveniente evitar elformalismo burocrático. En Estonia, por ejemplo, hay acceso a la información, pero nose pue<strong>de</strong>n tomar fotocopias. Internet ha abierto puertas. Así ocurre en Argentina, Brasil,Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador y México.C. Ley y culturaNo todo lo pue<strong>de</strong> la ley. Hay una larga tradición <strong>de</strong> prestar poca atención a estos temas.De paso, más bien existe una cultura <strong>de</strong> la permisividad en nuestra región, y es común quepasadas las elecciones, estas cuestiones <strong>de</strong>saparezcan en la discusión pública. Se trata <strong>de</strong> temasque solo logran fijar la atención <strong>de</strong>l grueso público en períodos muy cortos. Para combatir ese<strong>de</strong>sapego hay que mostrar que no sólo se trata <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> recursos, sino también <strong>de</strong> loscircuitos <strong>de</strong> corrupción que se generan y el entorno plutocrático, temas ligados a la solvencia ylegitimidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 13


Humberto <strong>de</strong> la Calle LombanaLiteratura consultadaCarrillo, Manuel; Lujambio, Alonso; Navarro, Carlos & Zovatto, Daniel (2003). Dinero yContienda Político-Electoral: Reto <strong>de</strong> la Democracia. México D.F.: Fondo <strong>de</strong> CulturaEconómica.Evertsson, Nubia (2009). Informe <strong>de</strong> la Encuesta sobre la financiación <strong>de</strong> las campañas electoralesy la corrupción política en Colombia. Departamento <strong>de</strong> Criminología. Universidad <strong>de</strong>Estocolmo.Griner, Steven & Zovatto, Daniel, eds. (2004). De las Normas a las Buenas Prácticas: El Desafío<strong>de</strong>l Financiamiento Político en América Latina. San José, OEA-IDEA.Zovatto, Daniel (2007. “El financiamiento electoral: subvenciones y gastos”. En: Dieter Nohlen,Daniel Zovatto, Jesús Orozco y José Thompson, eds. Tratado <strong>de</strong> Derecho ElectoralComparado <strong>de</strong> América Latina. México D.F.: Fondo <strong>de</strong> Cultura Económica.16NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


AportesDESDE EL TSE


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendienteJusticia (<strong>Tribunal</strong> <strong>de</strong> Constitucionalidad en Costa Rica) y aunque sus competencias no son entodo semejantes, la lógica <strong>de</strong> los estudios realizados sobre ésta resulta aplicable -bajo ajustesnecesarios- al primero.Precisamente, a propósito <strong>de</strong> cómo conceptualizar y medir el rol político en tribunalesconstitucionales y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los pocos trabajos que en forma sistemática se ocupan <strong>de</strong> ello,Martínez Barahona (2007) propone un mo<strong>de</strong>lo en su tesis doctoral «Seeking the political roleof the third government branch. A comparative approach to high courts in Central America».Dicho mo<strong>de</strong>lo (Figura 1), aplicado entre otros a la Sala Constitucional costarricense, cruza dosdimensiones que mi<strong>de</strong>n la calidad y el impacto <strong>de</strong> la actividad judicial: intervención política ein<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia judicial (Martínez Barahona, 2007:37).Figura 1. Mo<strong>de</strong>lo para el rol político <strong>de</strong> la judicatura en Martínez BarahonaFuente: Modificación y simplificación a esquema en Martínez Barahona, 2007:79.Según el mo<strong>de</strong>lo en referencia, la intervención política refiere al grado <strong>de</strong> efectivida<strong>de</strong>n el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Constitucional en la arena política; es <strong>de</strong>cir, cómo esos tribunalesproducen resultados políticamente significativos. Su formulación obe<strong>de</strong>ce a tres indicadores:NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 21


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendienteDe hecho, en el caso costarricense, la suma <strong>de</strong> factores propiamente jurisdiccionalespotencia esa in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia formal, ya que en su favor se pon<strong>de</strong>raría la irrecurriblidad <strong>de</strong> sussentencias, su ubicación fuera <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial, competencias administrativas y judicialesconcentradas, interpretación <strong>de</strong> la ley electoral en forma exclusiva y rango <strong>de</strong> Po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Estado,todos elementos favorables en términos <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia judicial electoral, institucionalmenteentendida.Como elemento controversial respecto <strong>de</strong> esa in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, estarían los conflictos <strong>de</strong>competencia entre el TSE y la Sala Constitucional, o bien intromisiones <strong>de</strong> ésta, que muestrenuna afectación a <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong>l primero. Ahora bien, aquellas <strong>de</strong>cisiones adoptadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laSala Constitucional y que se estimen contrarias a resoluciones <strong>de</strong>l propio <strong>Tribunal</strong> Electoral, no<strong>de</strong>vienen un factor que se <strong>de</strong>ja al margen <strong>de</strong>l estudio, sino que se entien<strong>de</strong> como una afectacióna su función como cuasilegislador, una <strong>de</strong> las dimensiones que se propone para el rol político<strong>de</strong>l juez electoral y que viene a cumplir labores similares al Policy-review function antesmencionado para los tribunales constitucionales.De esta manera, asumiendo la dimensión <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia judicial electoral enlas reglas institucionales para el TSE, y con la aclaración <strong>de</strong>bida <strong>de</strong> no preten<strong>de</strong>r una simpleequiparación <strong>de</strong> ésta con la propia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una percepción sobre el órgano, contrario al mapa <strong>de</strong>ejes bidimensionales formulados por Martínez Barahona (2007), se propone un único plano quecentrado en la intervención política, permita formular sobre éste un esquema tridimensional 6para la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l rol político <strong>de</strong>l tribunal electoral.Consecuentemente, el espacio tridimensional que se propone se ubica en un áreaexclusiva <strong>de</strong> mayor o menor judicialización <strong>de</strong> la política (cuadrantes superiores en figura 1),<strong>de</strong>jando <strong>de</strong> lado el estudio <strong>de</strong> escenarios propios <strong>de</strong> una eventual politización <strong>de</strong> la justicia. Es<strong>de</strong>cir, el mo<strong>de</strong>lo que ahora se propone se centra en un continuo sobre la intervención política<strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoral que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un rol débil o apolítico a uno fuerte o proactivo, nuevaformulación que también varía los indicadores a emplear, dada la naturaleza, características,competencias y diferencias que acompañan al <strong>Tribunal</strong> Electoral costarricense frente alConstitucional, así como en razón <strong>de</strong>l carácter diacrónico y comparativo que en el tiempoprocura la presente investigación.6 El esquema tridimensional propuesto se explica en <strong>de</strong>talle más a<strong>de</strong>lante en el apartado tercero.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 23


Luis Diego Brenes VillalobosEn aras <strong>de</strong> una <strong>de</strong>limitación previa <strong>de</strong> la variable <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> este trabajo, se haceentonces referencia al rol que conlleva que un tribunal electoral incremente su presencia políticay social, sea el grado <strong>de</strong> su intervención legítima en <strong>de</strong>cisiones políticas (Martínez Barahona,2007:37), intervención que -<strong>de</strong>be remarcarse- no se preten<strong>de</strong> únicamente <strong>de</strong> sus sentencias,empero también <strong>de</strong> su conducta y acciones entorno a éstas.2. Dimensiones: conceptualización y medidaEn un intento por sopesar campos <strong>de</strong> acción que superan el estricto cumplimiento <strong>de</strong>la ley para permitir en cada uno <strong>de</strong> ellos el propio sello que cada juez quiera imprimirle, lastres dimensiones que se proponen para el estudio <strong>de</strong>l rol político <strong>de</strong>l tribunal electoral son: 1)Función <strong>de</strong> Cuasilegislador, 2) Accountability y 3) Responsiveness. Las dos últimas <strong>de</strong> particularrelevancia a propósito <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r al sistema <strong>de</strong> justicia electoral no solo como po<strong>de</strong>r político,empero también en su consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> servicio público (Ramos, s.f.: 3), pero a<strong>de</strong>más cual<strong>de</strong>marcación <strong>de</strong> un juez electoral que pueda también estudiarse en su perfil <strong>de</strong>mocrático. 72.1. Cuasilegislador (d1)Del artículo 102.3 <strong>de</strong> la Constitución Política se <strong>de</strong>riva la competencia interpretativa quesobre la materia electoral, tanto respecto <strong>de</strong> disposiciones constitucionales como legales, ostentael TSE en forma exclusiva y obligatoria. En aras <strong>de</strong> no propiciar confusiones, siguiendo a Sobrado(2005:16), se prefiere hacer referencia a esta competencia como una labor «cuasilegislativa» <strong>de</strong>l<strong>Tribunal</strong> Electoral, esto para diferenciarla <strong>de</strong> las labores típicamente legislativas que únicamentecorrespon<strong>de</strong>n a un Congreso.La jurispru<strong>de</strong>ncia 8 constitucional costarricense reconoce la exclusividad y obligatoriedadque tiene el TSE en cuanto a la interpretación <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico electoral. De estamanera, según lo ha expresado la propia Sala Constitucional:“En el sistema <strong>de</strong> la Constitución, su interpretación vinculante sólo está atribuidaa dos órganos <strong>de</strong>l Estado, a saber: a la Sala Constitucional, en el ejercicio <strong>de</strong>su función jurisdiccional constitucional, y al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>,7 La mención <strong>de</strong> un juez <strong>de</strong>mocrático no alu<strong>de</strong> a la elección <strong>de</strong> éste por vía popular, empero a un actuar responsable en lopropio a rendición <strong>de</strong> cuentas a la ciudadanía, canales <strong>de</strong> comunicación con ésta y atención <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>mandas.8 En a<strong>de</strong>lante el presente estudio entien<strong>de</strong> por jurispru<strong>de</strong>ncia la doctrina que emana <strong>de</strong> las sentencias <strong>de</strong> los tribunales.24NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendienteen lo relativo a la organización, dirección y fiscalización <strong>de</strong> los actos relativosal sufragio. Esto equivale a <strong>de</strong>cir que el <strong>Tribunal</strong> interpreta la ConstituciónPolítica en forma exclusiva y obligatoria, en el ejercicio <strong>de</strong> sus competenciasconstitucionales y legales en materia electoral, y, por tanto, no cabe suponerque esa interpretación pueda ser fiscalizada por otra jurisdicción, así sea laconstitucional, porque, aún en la medida en que violara normas o principiosconstitucionales, estaría, como todo tribunal <strong>de</strong> su rango, <strong>de</strong>clarando el sentidopropio <strong>de</strong> la norma o principio, por lo menos en cuanto no hay en nuestroor<strong>de</strong>namiento remedio jurisdiccional contra esa eventual violación...” (SalaConstitucional, sentencia N.º 3194-92, posteriormente reafirmada en votosN.º 540-98 y N.º 557-98).Es lo cierto que la interpretación en manos <strong>de</strong>l TSE no pue<strong>de</strong> calificarse estrictamente -oal menos doctrinariamente- como auténtica, ya que ésta no emana <strong>de</strong>l órgano que inicialmentela dictó (Asamblea Legislativa); sin embargo, en tanto media una competencia exclusiva yexcluyente para sí, el alcance <strong>de</strong> la interpretación que realiza el TSE sobre la normativa electoraltendría aquella misma fuerza y vinculatoriedad que si lo hiciese el órgano legislativo. Nóteseque la Constitución Política costarricense al tratar las atribuciones <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa(art. 121.1) expresamente limita su competencia al indicarle que le correspon<strong>de</strong>: «Dictar lasleyes, reformarlas, <strong>de</strong>rogarlas y darles interpretación auténtica, salvo lo dicho en el capítuloreferente al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>».La interpretación que le otorga la Constitución Política al TSE se realiza a través <strong>de</strong> losactos, disposiciones o resoluciones concretas <strong>de</strong> ejercicio <strong>de</strong> su competencia electoral. Conello, el numeral 12.c <strong>de</strong>l Código Electoral reafirma tal competencia, advirtiendo a<strong>de</strong>más quetales interpretaciones pue<strong>de</strong>n darse <strong>de</strong> oficio o a solicitud <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong>l Comité EjecutivoSuperior <strong>de</strong> los partidos políticos inscritos, con lo cual dichas <strong>de</strong>claraciones interpretativaspue<strong>de</strong>n incluso producirse al margen <strong>de</strong> cualquier controversia concreta, Sobrado (2005:57 ySala Constitucional, sentencia N.º 3194-92).Consecuentemente, las resoluciones <strong>de</strong>l TSE por su naturaleza y supremacía enel or<strong>de</strong>namiento electoral costarricense, son vinculantes erga omnes (arts. 3 y 221, CódigoElectoral) 9 , característica que arraiga, no por excepción en cuanto a la interpretación auténtica9 Por efectos «erga omnes» la jerga jurídica refiere a un alcance amplio (para todos) en los efectos <strong>de</strong> una sentencia, contrarioa aquellos que lo son únicamente para la resolución <strong>de</strong> un caso en concreto.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 25


Luis Diego Brenes Villalobos<strong>de</strong> las leyes, sino por el mandato constitucional expreso que <strong>de</strong>ja a cargo <strong>de</strong>l TSE en formaexclusiva y obligatoria la interpretación <strong>de</strong> la materia electoral.Sin duda, el carácter vinculante que emana <strong>de</strong> la interpretación y función cuasilegislativaque realiza el TSE garantiza el principio <strong>de</strong> especialidad y autonomía en materia electoral,fortaleciendo la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> criterio y favoreciendo la hermenéutica jurídica electoral;aunando a<strong>de</strong>más al juez electoral un amplio campo <strong>de</strong> acción para su labor interpretativa, entanto se limite a la materia electoral. Como bien apunta el jurista italiano Taruffa:“En esta operación el juez dispone <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r discrecional muy amplio. Nose trata <strong>de</strong> un po<strong>de</strong>r arbitrario porque la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>be ser racionalizada ycontrolable y <strong>de</strong>be seguir cánones hermenéuticos y estándares valorativos que eljuez <strong>de</strong>be i<strong>de</strong>ntificar y enunciar. Sin embargo, es claro que el campo <strong>de</strong> elecciónpolítica (en sentido amplio) <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones que el juez lleva a cabo es muyamplio y diversificado” (2005: 28).Otras funciones no meramente interpretativas -pero orientadas al control <strong>de</strong>l quehacerlegislativo- también permiten al TSE un papel relevante en la creación <strong>de</strong> la ley electoral,<strong>de</strong>stacando a un mismo tiempo su rol como actor político. Para la discusión y aprobación<strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> ley relativos a materias electorales, la Asamblea Legislativa <strong>de</strong>be consultarcon anterioridad al TSE (art. 97 constitucional), <strong>de</strong> manera que el <strong>Tribunal</strong> tiene la potestad <strong>de</strong>emitir criterios sobre la oportunidad o conveniencia <strong>de</strong> los proyectos leyes en materia electoral,criterio que la Asamblea <strong>de</strong>be respetar y que sólo podrá omitir mediante votación <strong>de</strong> las dosterceras partes <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> sus miembros.Es <strong>de</strong>cir, en Costa Rica existe una clara limitación <strong>de</strong>l Congreso frente al Po<strong>de</strong>r Electoral,en tanto la consulta obligada a éste refiere a un paso obligatorio en el procedimiento legislativoque si se omite, no se pue<strong>de</strong> emitir válidamente ley electoral alguna (Araya, 2001:523). Incluso,<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los seis meses anteriores y los cuatro posteriores a la celebración <strong>de</strong> una elecciónpopular, la Asamblea Legislativa no pue<strong>de</strong> aprobar leyes sobre materias respecto <strong>de</strong> las cualesel TSE se hubiese manifestado en <strong>de</strong>sacuerdo, <strong>de</strong>sarrollándose así una especie <strong>de</strong> veto a leyesdurante la campaña electoral que le ubica en una posición senatorial (Sobrado, 2005:18) porcuanto su criterio <strong>de</strong>viene vinculante en modo absoluto.En síntesis, tres serían las atribuciones que como parte <strong>de</strong> la competencia interpretativay control sobre la materia legislativa electoral cumple el TSE: la interpretación exclusiva y26NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendienteobligatoria <strong>de</strong> la normativa electoral, la emisión <strong>de</strong> criterios sobre la oportunidad o conveniencia<strong>de</strong> los proyectos <strong>de</strong> ley en materia electoral, y finalmente, la posibilidad <strong>de</strong> oposición a leyesen época electoral.Asimismo, aunque en una valoración negativa respecto <strong>de</strong> su papel como cuasilegislador,si bien la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Sala Constitucional avala la competencia interpretativaexclusiva <strong>de</strong>l TSE, <strong>de</strong>terminadas resoluciones <strong>de</strong> esa Sala podrían estimarse contrarias aresoluciones <strong>de</strong>l propio <strong>Tribunal</strong> Electoral, afectación directa a su in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia judicial.Esas resoluciones afirmativas o contradictorias <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>ben tambiénpon<strong>de</strong>rarse, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> que su alcance lo sea para cuestiones concretas y que nose puedan generalizar en un período <strong>de</strong> estudio. De hecho, la creación <strong>de</strong> la Sala Constitucionalen Costa Rica lo es <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1989, y aunque con anterioridad a esa fecha la Corte Suprema <strong>de</strong>Justicia era la encargada <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> constitucionalidad, no se conocen fallos judiciales queafecten en el resto <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> estudio (1953-1989) las competencias <strong>de</strong>l TSE.Si se preten<strong>de</strong> revisar cómo dicha competencia interpretativa favorece el rol político <strong>de</strong>ljuez electoral, necesariamente <strong>de</strong>be proce<strong>de</strong>rse a la lectura <strong>de</strong> las sentencias <strong>de</strong>l TSE bajo unprisma propio al <strong>de</strong> la judicialización <strong>de</strong> la política, sea mediante un estudio <strong>de</strong> esas sentenciasque trascienda la disputa legal <strong>de</strong> un conflicto concreto y pon<strong>de</strong>re el rol <strong>de</strong>sempeñado por eljuez electoral cual actor político.La interpretación <strong>de</strong> una norma pue<strong>de</strong> conllevar una toma <strong>de</strong> posición, <strong>de</strong> allí queesa interpretación podría superar la simple aclaración o ambigüedad <strong>de</strong> la norma existente, paraconllevar la creación <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho, <strong>de</strong> forma tal que esa nueva norma represente a su vez unanueva <strong>de</strong>cisión política. En palabras <strong>de</strong> Guarnieri y Pe<strong>de</strong>rzoli (1999: 16): «Al interpretar la ley eljuez concurre <strong>de</strong> hecho a crear <strong>de</strong>recho», elemento que muestra la relevancia <strong>de</strong> ese juez comoactor político. En igual sentido:“En esta actividad <strong>de</strong> interpretación, el juez lleva a cabo una función que es muycreativa porque no se trata solamente <strong>de</strong> <strong>de</strong>scifrar lo que la norma dice <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unpunto <strong>de</strong> vista literal, sino <strong>de</strong> atribuirle, una y otra vez, significados diferentes yvariables en los que se reflejan valores morales, necesida<strong>de</strong>s sociales, criterios <strong>de</strong>justicia <strong>de</strong> los que el juez es portador al realizar su función. El aspecto creativo<strong>de</strong> esta función es particularmente evi<strong>de</strong>nte en los casos –que son cada vez másfrecuentes– en los que las normas se formula en términos precisos y rigurosospero incluyen términos vagos, conceptos in<strong>de</strong>terminados o cláusulas generales.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 27


Luis Diego Brenes VillalobosDe hecho, en estos casos, el legislador <strong>de</strong>lega al juez el po<strong>de</strong>r y la carga <strong>de</strong><strong>de</strong>cidir la policy que el propio legislador no ha querido o no ha podido elegiral crear la norma. En dichos casos se habla <strong>de</strong> supletoriedad <strong>de</strong>l legislador porparte <strong>de</strong>l juez, precisamente para subrayar que el juez <strong>de</strong>be formular <strong>de</strong>cisionespolíticas que correspon<strong>de</strong>rían al legislador si éste hubiera sido capaz <strong>de</strong> realizara<strong>de</strong>cuadamente su función institucional. Tenemos, pues, que son muchos losaspectos por los que el juez que interpreta el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>sempeña directamenteun papel <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisor político” (Taruffo, 2005:27-28).De esta manera, el estudio jurispru<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong>l presente trabajo pasa por un análisis <strong>de</strong>las principales resoluciones interpretativas adoptadas por el juez electoral, pero centrándose enaquellas que ante un vacío normativo colman éste con una <strong>de</strong>cisión creadora <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho, seacon una <strong>de</strong>cisión en esencia política que <strong>de</strong>bió ser adoptada al momento <strong>de</strong> crearse la normapor el propio legislador. Para esta pon<strong>de</strong>ración, se recurre a una valoración cualitativa <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el investigador que supera reducir el análisis a un simple indicador, por ejemplo la mención<strong>de</strong> la ausencia o presencia <strong>de</strong> la citada competencia, y en su lugar, se dirige a verificar la realexistencia y ejercicio <strong>de</strong> esa atribución, mediante el análisis coyuntural y político <strong>de</strong> la soluciónfinalmente adoptada. De esta manera, la calificación <strong>de</strong>l juez a su vez interesa respecto <strong>de</strong>lcambio o no <strong>de</strong>l statu quo, lo que la doctrina entien<strong>de</strong> por activismo judicial versus judicial selfrestraint (Garapon, 2004: 79), prefiriéndose la traducción <strong>de</strong> ésta como auto-restricción judicial(Courtis, 2004).Siguiendo las líneas generales <strong>de</strong>l andamiaje teórico que sobre activismo y autorestricciónjudicial formula Courtis (2004:396-410), la motivación <strong>de</strong> la auto-restricción judicialse centra en dos aspectos: 1) virtu<strong>de</strong>s pasivas <strong>de</strong> los jueces que muestran la mayor <strong>de</strong>ferenciaposible para con los otros po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado y 2) evolución gradual en su jurispru<strong>de</strong>ncia dada lamarcada ten<strong>de</strong>ncia a rechazar cambios <strong>de</strong> postura. En sentido contrario, el activismo judicial semotiva en: 1) virtud activa <strong>de</strong>l juez como contrapeso <strong>de</strong> mayorías políticas e incluso salvaguardia<strong>de</strong> la supremacía constitucional, 2) economía y relajamiento <strong>de</strong> requisitos procesales ante losexcesivos rituales por la forma y 3) comprensión <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> criterio como necesidad paraadaptar la interpretación legal o constitucional a las circunstancias históricas.Importa diferenciar y no confundir la actitud y posicionamiento <strong>de</strong>l juez en sujurispru<strong>de</strong>ncia interpretativa (activista/auto-restringido) frente a las inclinaciones políticoi<strong>de</strong>ológicas(progresista/conservador) <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ésta, toda vez que lo segundo or<strong>de</strong>na i<strong>de</strong>ntificar<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cada resolución los intereses preservados.28NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendiente“No existe un nexo necesario entre activismo judicial y progresismo político,o entre autorrestricción judicial y conservadurismo político. La calificación <strong>de</strong>activismo o autorrestricción judicial sólo informa acerca <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> lostribunales frente al statu quo: el análisis <strong>de</strong> la ten<strong>de</strong>ncia política manifestada porlos tribunales <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> aquellos valores confirmados o revertidos con laactuación judicial, por acción o inacción” (Courtis, 2004:4<strong>11</strong>).Contraria a la advertencia en i<strong>de</strong>ología, sí existiría paralelismo en la tipología activistay auto-restringida si se compara con los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> juez, según la comprensión que éste tengasobre el Derecho. De esta forma, siguiendo los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> juez formalista versus realista quepropone Atienza (2004), el juez formalista facilitaría un rol auto-restringido, mientras que elrealista potenciaría por sus características el perfil activista. 10Las categorías <strong>de</strong> juez activista o auto-restringido quedan entonces reservadas a la esfera<strong>de</strong>l juez en su dimensión <strong>de</strong> cuasilegislador, aclaración que <strong>de</strong>viene <strong>de</strong> importancia a efectos <strong>de</strong>no confundir éstas con las tipologías proactivas, mo<strong>de</strong>radas y limitadas que plantea el estudiopara el rol político <strong>de</strong>l juez electoral en su integridad.Asimismo, dada la medición cualitativa que se procura respecto <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>resoluciones judiciales o casos concretos a examinar, también resulta oportuno, en caso <strong>de</strong>existir imprecisión o duda en la lectura política que se preten<strong>de</strong>, acudir a una mayor formalidady enten<strong>de</strong>r la presencia <strong>de</strong> judicialización cuando el juez abandona una actitud pasiva frente alas partes.Jurídicamente hablando, esto plantearía que el juez supera su rol entre las partes,propiciando una ruptura que pue<strong>de</strong> percibirse, siguiendo a Pásara (2008), <strong>de</strong> tres formas: a)al momento <strong>de</strong> la resolución <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado conflicto, el juez aplica y acu<strong>de</strong> a una leyque no había sido <strong>de</strong>mandada por las partes; b) el juez resuelve más allá <strong>de</strong> lo pedido (ultra10 Mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> juez en cuanto tipos i<strong>de</strong>ales siguiendo dos características concepciones <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho. Juez formalista: «1) el<strong>de</strong>recho es básicamente un sistema general <strong>de</strong> normas, obra <strong>de</strong>l legislador, y que, por tanto, preexisten al juez; el <strong>de</strong>rechotien<strong>de</strong> a i<strong>de</strong>ntificarse así con la ley, pero ésta no es vista simplemente como producto <strong>de</strong>l legislador histórico, sino más bien<strong>de</strong>l legislador racional; 2) el <strong>de</strong>recho tiene un carácter cerrado y permite alcanzar una solución correcta para cada caso: unsupuesto no regulado explícitamente -o regulado insatisfactoriamente- pue<strong>de</strong>, sin embargo, resolverse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema,merced a la labor <strong>de</strong> los científicos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho -y <strong>de</strong> los propios jueces- y que consiste en “<strong>de</strong>sarrollar” los conceptoscreados por el legislador, 3) en consecuencia, la función <strong>de</strong>l juez es la <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir el <strong>de</strong>recho y aplicarlo a los casos queha <strong>de</strong> enjuiciar, pero no la <strong>de</strong> crear <strong>de</strong>recho». Juez realista: «a) el <strong>de</strong>recho es una realidad dinámica, in fieri; obra no tanto<strong>de</strong>l legislador, cuanto <strong>de</strong>l juez; b) el <strong>de</strong>recho tiene un carácter abierto, in<strong>de</strong>terminado: el juez no pue<strong>de</strong> realizar su tarea <strong>de</strong>resolver los casos que se le presentan sin salirse <strong>de</strong>l sistema, esto es, sin recurrir a criterios <strong>de</strong> carácter económico, político omoral, y c) la función <strong>de</strong>l juez, al menos en un aspecto muy importante, consiste en crear nuevo <strong>de</strong>recho, y no simplementeen aplicar el ya existente» (M. Atienza, 2004:<strong>11</strong>-12).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 29


Luis Diego Brenes Villalobospetita), entiéndase: el juez consiente en su resolución <strong>de</strong>mandas que no se habían formuladoinicialmente; y, c) el juez va más allá <strong>de</strong>l caso concreto y no solamente resuelve respecto <strong>de</strong> esecaso, sino en abstracto respecto <strong>de</strong> ese tipo <strong>de</strong> casos.Consecuentemente, serán entonces únicamente aquellas resoluciones interpretativas quese estimen como relevantes, sensibles en su <strong>de</strong>cisión política, o claves en los diferentes procesosque dirige el TSE, sean electivos o consultivos, las que se privilegian en la presente investigación.Lo anterior sin <strong>de</strong>mérito <strong>de</strong> cuantificar el total <strong>de</strong> esas resoluciones interpretativas, criterios <strong>de</strong>oportunidad vertidos u oposiciones formuladas a proyectos <strong>de</strong> ley en época electoral, así comosu porcentaje respecto <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong> procesos que configuran la jurisdicción electoral.2.2 Accountability (d2)La técnica constitucional costarricense mol<strong>de</strong>ó un diseño institucional para el Po<strong>de</strong>rElectoral que le elevó al rango <strong>de</strong> Po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la República, pero a<strong>de</strong>más motivó una dinámicaque le inserta en la doctrina clásica <strong>de</strong> pesos y contrapesos (checks and balances) junto a losotros po<strong>de</strong>res estatales: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, propiciándose controles entre sí, perotambién «inmunización frente a controles interorgánicos usuales» (Sobrado, 2005:24).Si bien no existe acuerdo tácito en la traducción al castellano <strong>de</strong> «accountability», apesar <strong>de</strong> su importante generalización como «rendición <strong>de</strong> cuentas» o «responsabilidad», sí hayconsi<strong>de</strong>rable unanimidad en la aca<strong>de</strong>mia en cuanto a que la existencia <strong>de</strong> esos mecanismos <strong>de</strong>control entre los po<strong>de</strong>res constituyen elementos claves <strong>de</strong>l buen funcionamiento y calidad <strong>de</strong>la <strong>de</strong>mocracia (O’Donnell, 1999; Manin, Przeworski y Stokes, 1999; Schedler, 1999 y Levine yMolina, 2007, entre otros).Para Schedler (1999:26), la accountability política es un concepto bidimensional que<strong>de</strong>nota tanto «answerability» como «enforcement»; la primera sería la rendición <strong>de</strong> cuentasentendida como la obligación <strong>de</strong> oficiales públicos <strong>de</strong> informar sobre sus activida<strong>de</strong>s yjustificarlas, mientras la segunda refiere a la aplicación y capacidad <strong>de</strong> imponer sancionesnegativas a personas en cargos públicos que violan ciertas reglas <strong>de</strong> conducta.“A is accountable to B when A is obliged to inform B about A’s (past or future)actions and <strong>de</strong>cisions, to justify them, and to suffer punishment in the case ofeventual misconduct. In experiences of political accountability, usually all threedimensions -information, justification, and punishment- are present” (Schedler,1999:17).30NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendienteDe igual forma, O’Donnell consi<strong>de</strong>ra que en una <strong>de</strong>mocracia, hay tres tipos <strong>de</strong>accountability (PNUD, 2004:58): a) la «vertical–electoral», que resulta <strong>de</strong> eleccionestransparentes y competitivas don<strong>de</strong> los ciudadanos seleccionan a sus partidos y potencialesfuncionarios <strong>de</strong> gobierno, ya sea votando por su permanencia o su cambio; b) la «vertical <strong>de</strong>tipo societal», que la ejercen los individuos o grupos con el objetivo <strong>de</strong> movilizar al sistemalegal para plantear <strong>de</strong>mandas al Estado cuando hay acciones (u omisiones) ilegales por parte<strong>de</strong> funcionarios estatales; c) la «horizontal», que es cuando instituciones <strong>de</strong>l Estado actúanpara prevenir, in<strong>de</strong>mnizar o sancionar acciones u omisiones ilegales <strong>de</strong> otras instituciones ofuncionarios estatales.El último <strong>de</strong> los tipos propuestos por O’Donnell (accountability horizontal), i<strong>de</strong>ntificablecon la accountability política expuesta por Schedler, constituye precisamente la dimensión queinteresa respecto <strong>de</strong>l rol político <strong>de</strong>l juez electoral, dada su inmediatez con los checks andbalances o controles interorgánicos <strong>de</strong>l diseño institucional en Costa Rica.Es <strong>de</strong>cir, interesa la capacidad <strong>de</strong> controlar el abuso en el ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r por parte<strong>de</strong> otras ramas <strong>de</strong>l gobierno y cómo un tribunal influye en los comportamientos políticos dadasu condición <strong>de</strong> «última autoridad» (Martínez Barahona, 2007:41-42). Como ejemplo <strong>de</strong> estafunción se muestran los procesos <strong>de</strong> beligerancia política que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el TSE se formulan contramiembros <strong>de</strong> los supremos po<strong>de</strong>res (enforcement), o bien la rendición <strong>de</strong> cuentas que losmagistrados electorales presentan ante la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia (answerability), órgano que esel encargado <strong>de</strong> su nombramiento y eventual reelección o <strong>de</strong>stitución en el cargo (enforcement).Consecuentemente, se siguen los dos tipos <strong>de</strong> instituciones que para el accountability horizontaldistingue O’Donnell (2007), sean éstas las «<strong>de</strong> balance» y las agencias «asignadas». Por lasprimeras se entien<strong>de</strong>n los clásicos po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), al cualel caso costarricense incorpora al propio <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en calidad <strong>de</strong> Po<strong>de</strong>rElectoral; mientras que las segundas refieren a las instituciones que complementan aquel primercontrol <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res, incluyéndose así fiscalías, auditorías, contralorías, conseils d’etat,ombudsmen y similares (O’Donnell, 2007:139).En lo que refiere a los nombramientos y reelecciones o no <strong>de</strong> los magistrados electoralespor parte <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia, importa revisar la existencia o no <strong>de</strong> informes propios<strong>de</strong> rendición <strong>de</strong> cuentas y comparecencias ante ella. De igual forma, interesan comparecenciaso llamadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Asamblea Legislativa, informes a la Contraloría General <strong>de</strong> la República,por oficio o motivados por éste, así como la valoración y pertenencia a la Red InterinstitucionalNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 31


Luis Diego Brenes Villalobos<strong>de</strong> Transparencia existente en Costa Rica, tanto en el momento <strong>de</strong> su inserción, como lascondiciones para tal ingreso.Respecto <strong>de</strong> casos <strong>de</strong> beligerancia política contra miembros <strong>de</strong> los supremos po<strong>de</strong>restramitados por el propio TSE, las estadísticas judiciales constituyen un indicador, así como el<strong>de</strong>sglose <strong>de</strong> éstas respecto <strong>de</strong> su resultado final: sanción, <strong>de</strong>claratoria sin lugar o archivo. Interesapor igual si éstas se inician <strong>de</strong> forma oficiosa o bien por <strong>de</strong>nuncia presentada al efecto.2.3. Responsiveness (d3)La inserción <strong>de</strong>l Judicial Politics en la Ciencia Política ha permitido superar el estudio<strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial únicamente en lo que refiere al po<strong>de</strong>r político per se, propiciando tambiénlecturas sobre el rendimiento <strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong> la justicia como un servicio público (eficiencia,eficacia y acceso a la justicia), don<strong>de</strong> el centro <strong>de</strong> atención <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser el profesional <strong>de</strong> lajusticia (juez), frente al ciudadano-usuario que adquiere un importante protagonismo (Ramos,s.f.:2-3).La i<strong>de</strong>alización que respecto <strong>de</strong> una política pública formulan Manin, Przeworski yStokes (1999) ayuda a compren<strong>de</strong>r el marco <strong>de</strong> la «responsiveness», al tiempo que liga ésta conla accountability. Para estos autores, una política pública es un proceso que supera varias etapasy que en forma lineal se representaría como lo muestra la figura 2.Figura 2. Política Pública en Manin, Przeworski y Stokes. Responsiveness y Accountability.Fuente: Modificación a esquema en Manin, Przeworski y Stokes, 1999: 9.32NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendienteSin pormenorizar <strong>de</strong> momento cada uno <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong> este proceso, así como ladiversidad <strong>de</strong> relaciones que <strong>de</strong> éste se generan, importa advertir únicamente las dos relaciones<strong>de</strong> interés a las dimensiones que aquí se plantean.Por un lado, la relación entre respuestas y sanciones es lo que antes se explicaba parala accountability, mientras que la propia entre las señales y las políticas sería lo que ahorase muestra bajo el nombre <strong>de</strong> responsiveness. Siguiendo a Manin, Przeworski y Stokes: «Agovernment is “responsive” if it adopts policies that are signaled as preferred by citizens. (…)Hence, the concept of responsiveness is predicated on the prior emission of messages bycitizens» (1999:8-9).Accountability y responsiveness no <strong>de</strong>vienen entonces en contra-caras, empero enconductas que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la institucionalidad se entien<strong>de</strong>n la primera como la responsabilidad enla respuesta ante otras instituciones (rendición <strong>de</strong> cuentas), y la segunda en la receptividad quepara con las preferencias <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la ciudadanía tienen los gobernantes, políticos y lí<strong>de</strong>res, lo quelleva también a enten<strong>de</strong>rla como una respuesta pero a la voluntad popular (Levine y Molina,2007:27). Precisamente, Levine y Molina reiteran el esquema <strong>de</strong> Manin, Przeworski y Stokes(1999) dado que advierten que la respuesta a la voluntad popular se refiere a las políticas, no alos resultados, <strong>de</strong> suerte que:“Un gobierno que responda a la voluntad popular podría aplicar políticasapoyadas por la mayoría, pero éstas podrían a su vez conducir a resultadosinsatisfactorios, que probablemente reduzcan la popularidad <strong>de</strong> los funcionarios.Respon<strong>de</strong>r a la voluntad popular no es tampoco idéntico con cumplimiento <strong>de</strong>promesas electorales, un gobierno que cambie <strong>de</strong> política luego <strong>de</strong> convencer<strong>de</strong> la bondad <strong>de</strong> ello a la mayoría <strong>de</strong> los ciudadanos podría ser culpable <strong>de</strong>engaño electoral pero no <strong>de</strong> falta <strong>de</strong> respuesta a la voluntad popular” (Levine yMolina, 2007:28).Tanto la accountability como la responsiveness constituyen dos <strong>de</strong> las cinco dimensionesque agregadas a <strong>de</strong>cisión electoral, participación y soberanía, conforman el Índice <strong>de</strong> Leviney Molina para medir la calidad <strong>de</strong> la Democracia en América Latina (2007), <strong>de</strong> esta formasu pon<strong>de</strong>ración ahora como dimensiones <strong>de</strong>l rol político <strong>de</strong>l tribunal electoral, preten<strong>de</strong> a unmismo tiempo <strong>de</strong>stacar la concepción también <strong>de</strong>mocrática en la que se enmarca ese juez.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 33


Luis Diego Brenes VillalobosComo se intuye <strong>de</strong> la figura 2, accountability y responsiveness se relacionan entre sí,al punto que una <strong>de</strong>terminada responsiveness bien podría ser la consecuencia <strong>de</strong> eventossuscitados por la ausencia o <strong>de</strong>terminada política en accountability; o a la inversa, enten<strong>de</strong>rque la falta o una concreta responsivennes sea la que (primero en sus políticas, luego en susresultados) conlleve a una <strong>de</strong>terminada sanción.Entendida la responsiveness como «receptividad» institucional ante las <strong>de</strong>mandas que sele formulen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la ciudadanía, interesa pon<strong>de</strong>rar todas aquellas activida<strong>de</strong>s llevadas a cabopor el TSE en su atención, superándose la resolución concreta a un caso, para compren<strong>de</strong>r lageneralidad <strong>de</strong> la jurisdicción electoral propiamente dicha. Es <strong>de</strong>cir, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>lfondo <strong>de</strong> la resolución mediante sentencia a un conflicto en concreto, importan las estadísticasy políticas institucionales para su resolución, atención <strong>de</strong> usuarios, consulta <strong>de</strong> expedientes yjurispru<strong>de</strong>ncia, así como eventuales proyectos institucionales dirigidos más a la formación ocapacitación tales como cursos, conferencias, seminarios, digesto <strong>de</strong> jurispru<strong>de</strong>ncia o revistaespecializada.La presencia y conducción en medios <strong>de</strong> comunicación <strong>de</strong>viene por igual en unelemento importante a evaluar. Tanto la presencia en periódicos mediante artículos <strong>de</strong> opinión,campos pagados, o bien ca<strong>de</strong>nas televisivas y programas <strong>de</strong> radio. En este sentido, se sugiereuna revisión en su actuar como comunicador político, tanto en su lectura sobre las diversas<strong>de</strong>mandas ciudadanas como en su respuesta, lo que institucionalmente conlleva la revisión<strong>de</strong> eventuales oficinas <strong>de</strong> prensa, vocerías, e incluso alternativa <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> medios electrónicoscomo página web y re<strong>de</strong>s sociales.2.4 MediciónDimensión Indicadores (+/–)*D1: Cuasilegislador - Sentencias interpretativas <strong>de</strong>l TSE.- Sentencias <strong>de</strong>claratorias <strong>de</strong> inconstitucionalidad enmateria electoral <strong>de</strong> la Sala Constitucional.- Criterios <strong>de</strong> oportunidad <strong>de</strong>l TSE sobre proyectos <strong>de</strong>ley.- Oposiciones <strong>de</strong>l TSE a proyectos <strong>de</strong> ley.- Oposiciones legislativas a criterios <strong>de</strong>l TSE.Grado <strong>de</strong>presencia**NuloPresente(Auto-restringido/Activista)34NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendienteDimensión Indicadores (+/–)*D2: Accountability - Informes <strong>de</strong> rendición <strong>de</strong> cuentas ante Corte Suprema<strong>de</strong> Justicia y Ciudadanía.- Comparecencias ante Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia yAsamblea Legislativa.- Pertenencia a Red Interinstitucional <strong>de</strong> Transparencia.- Denuncias y sentencias <strong>de</strong>l TSE en beligeranciapolítica contra miembros <strong>de</strong> los otros po<strong>de</strong>res.- Reelecciones aprobadas por la Corte Suprema <strong>de</strong>Justicia para el cargo <strong>de</strong> magistrado electoral.D3: Responsiveness - Políticas institucionales para atención <strong>de</strong> usuarios,consulta <strong>de</strong> expedientes y jurispru<strong>de</strong>ncia.- Proyectos institucionales dirigidos a ciudadanía paracapacitación en materia <strong>de</strong> justicia electoral (cursos,conferencias, seminarios, digesto <strong>de</strong> jurispru<strong>de</strong>ncia orevista especializada).- Políticas en atención y presencia en medios <strong>de</strong>comunicación (artículos <strong>de</strong> opinión, campos pagados yca<strong>de</strong>nas televisivas).- Políticas institucionales para oficina <strong>de</strong> prensa yvocerías.- Plataformas electrónicas y re<strong>de</strong>s sociales.BajaAltaBajaAltaGrado <strong>de</strong>presencia**Fuente: elaboración propia. Notas: *Valoración <strong>de</strong> cada indicador positiva o negativa según presencia o ausencia. **Grado <strong>de</strong>intervención política en cada dimensión.3. Una tipología <strong>de</strong> escenarios <strong>de</strong> acción políticay jueces electoralesConforme a un único espacio <strong>de</strong> intervención política para los tribunales electorales,se proponen tres nuevas dimensiones (d1= Cuasilegislador, d2= Accountability y d3=Responsiveness) que bien pue<strong>de</strong>n enten<strong>de</strong>rse en forma individual o incluso sobreponerse entresí generando diferentes escenarios <strong>de</strong> maniobra política para el tribunal electoral. Entendida laintervención política como el grado <strong>de</strong> efectividad en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> ese tribunal electoral, lastres dimensiones propuestas representan entonces los escenarios don<strong>de</strong> éste produce resultadospolíticamente significativos.Según las dimensiones en juego <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo (Figura 3), se propician un total <strong>de</strong> 8escenarios: A, B, C, D, E, F, G y H.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 35


Luis Diego Brenes VillalobosEl primer escenario (A) correspon<strong>de</strong>ría al encuentro <strong>de</strong> las tres dimensiones <strong>de</strong>l rolpolítico <strong>de</strong>l tribunal electoral. Los tres siguientes (B, C y D) a escenarios don<strong>de</strong> solo estánpresentes dos <strong>de</strong> las dimensiones, mientras que los tres restantes (E, F y G) representan aquellosespacios don<strong>de</strong> una sola dimensión <strong>de</strong>viene significativa. Por su parte, el escenario H sería elcaso en que ninguno <strong>de</strong> las alternativas mencionadas esté presente.Figura 3. Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> escenarios en las dimensiones <strong>de</strong>l rol político <strong>de</strong>l juez electoralFuente: Elaboración propia. Nota: Respecto <strong>de</strong> las dimensiones: d1= Cuasilegislador,d2= Accountability y d3= Responsiveness. A, B, C, D, E, F, G y H= diferentes escenariosposibles.La formulación <strong>de</strong> los diferentes escenarios que el mo<strong>de</strong>lo propone, permiten a su vezclasificar al juez electoral en 5 tipos. La presencia <strong>de</strong> las tres dimensiones (escenario A) lleva aun juez proactivo, juez que incluso calificaría como político y <strong>de</strong>mocrático (Tabla 1).En tanto sean dos las dimensiones en juego, tres son las combinaciones (escenarios B,C y D), don<strong>de</strong> <strong>de</strong>staca la propia entre accountability y responsiveness, la cual por su naturalezafavorece un perfil <strong>de</strong> fuerte corte <strong>de</strong>mocrático, las dos restantes llevan a una tipología mo<strong>de</strong>rada.Por su parte, la existencia <strong>de</strong> una sola dimensión (escenarios E, F y G) sugieren un juez limitadoen su campo <strong>de</strong> acción político, mientras que un juez ausente <strong>de</strong> todos los escenarios calificaríacomo apolítico (escenario H).36NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendienteTabla 1. Tipologías en el rol político <strong>de</strong>l juez electoralEscenarios <strong>de</strong>acción políticaTipología <strong>de</strong> juez electoralClasificaciónVariableDependiente*A= d1+d2+d3 Juez proactivo Juez 1 1B= d1+d2 Juez mo<strong>de</strong>rado Juez 2 1C= d2+d3 Juez mo<strong>de</strong>rado Juez 3 0D= d1+d3 Juez mo<strong>de</strong>rado Juez 2 1E= d1 Juez limitado (cuasilegislador activista) Juez 4 1F= d2 Juez limitado Juez 4 0G= d3 Juez limitado Juez 4 0H= -d Juez apolítico Juez 5 0Fuente: Elaboración propia. Nota: Respecto <strong>de</strong> las dimensiones: d1= Cuasilegislador, d2= Accountability y d3= Responsiveness.* La variable <strong>de</strong>pendiente se muestra en clave dicotómica: 0=ausencia, 1=presencia.Evi<strong>de</strong>ntemente será la evaluación sobre la presencia o no <strong>de</strong> los indicadores para cadauna <strong>de</strong> las dimensiones en el rol político <strong>de</strong>l tribunal electoral la que finalmente <strong>de</strong>termine sugrado <strong>de</strong> significación.Ahora bien, en lo que interesa a la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l concepto sobre rol político <strong>de</strong>l tribunalelectoral, la dimensión cuasilegislativa <strong>de</strong>viene ineludible e insustituible en ella, al punto quela presencia <strong>de</strong> la variable <strong>de</strong>pendiente se entien<strong>de</strong> únicamente respecto <strong>de</strong> los escenarios <strong>de</strong>acción política que incluyan dicha dimensión (escenarios A, B, D y E), es <strong>de</strong>cir en aquellos enque el juez se califica como proactivo, mo<strong>de</strong>rado, o bien limitado, aunque esta última tipologíarefiera únicamente al caso <strong>de</strong> un cuasilegislador activista.Se formula así un concepto <strong>de</strong> la variable <strong>de</strong>pendiente por conjunción <strong>de</strong> dimensiones,don<strong>de</strong> siempre resulta necesaria la presencia <strong>de</strong> la dimensión cuasilegislativa, sea solo ésta(escenario E), su combinación con una <strong>de</strong> las otras dos (escenarios B o D), o bien <strong>de</strong> todas ellas(escenario A). Este último escenario lleva al ápice <strong>de</strong> juez político que propone el mo<strong>de</strong>lo.Accountability y responsiveness son entonces dimensiones sustituibles en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>lconcepto por conjunción que se propone.Consecuentemente, el rol político <strong>de</strong>l tribunal electoral se <strong>de</strong>fine respecto <strong>de</strong> suproducción <strong>de</strong> resultados políticamente significativos. Dicho rol se torna efectivo en su funcióncomo cuasilegislador, pero aumenta su intervención política al constituirse también en un juez<strong>de</strong> accountability y responsiveness, según el grado <strong>de</strong> presencia <strong>de</strong> éstas (nula/baja/media/alta).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 37


Luis Diego Brenes Villalobos4. Referencias bibliográficasAlcántara, Manuel. “El Sistema Político”. En: Gobernabilidad, crisis y cambio. México, Fondo<strong>de</strong> Cultura Económica, 2ª reimpresión. 1995.Alcántara, Manuel. “Luces y sombras <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América Latina”. En:Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral, N.º 6, 2008.Atienza, Manuel. Virtu<strong>de</strong>s judiciales. Sobre la selección y formación <strong>de</strong> los jueces en el Estado <strong>de</strong>Derecho. En Carbonell, Miguel, Fix-Fierro, Héctor y Vázquez, Rodolfo (compiladores).Jueces y Derecho. Problemas Contemporáneos. México: Editorial Porrúa. 2004.Araya Pochet, Carlos. En colectivo: Constitución Política Comentada <strong>de</strong> Costa Rica, 1ª edición,México: Editorial McGraw-Hill Interamericana Editores, 2001.Brenes Villalobos, Luis Diego. Jurisdicción constitucional electoral. Tesis para optar al título <strong>de</strong>Licenciado en Derecho, Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica, San José.2002.Constitución Política <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Costa Rica. San José: Editorial Investigaciones JurídicasS.A.. 2005.Código Electoral. Ley N.º 8765 <strong>de</strong>l 19 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>l 2009, publicada en el Alcance N.º 37 alDiario Oficial La Gaceta N.º 171 <strong>de</strong>l 2 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong>l 2009.Courtis, Christian. Reyes <strong>de</strong>snudos. “Algunos ejes <strong>de</strong> caracterización <strong>de</strong> la actividad política<strong>de</strong> los tribunales”. En: Carbonell, Miguel, Fix-Fierro, Héctor y Vázquez, Rodolfo(compiladores). Jueces y Derecho. Problemas Contemporáneos. México: EditorialPorrúa. 2004.Domingo, Pilar. “Relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, justicia y nuevos actores”. E: Pásara, Luis (editor). Losactores <strong>de</strong> la justicia latinoamericana. Salamanca: Ediciones Universidad <strong>de</strong> Salamanca.2007.Diccionario <strong>de</strong> la Lengua Española. Real Aca<strong>de</strong>mia Española (RAE), vigésima segunda edición.2001.Garapon, Antoine. “El po<strong>de</strong>r inédito <strong>de</strong> los jueces”. En: Carbonell, Miguel, Fix-Fierro, Héctory Vázquez, Rodolfo (compiladores). Jueces y Derecho. Problemas Contemporáneos.México: Editorial Porrúa. 2004.Guarnieri, Carlo y Pe<strong>de</strong>rzoli, Patricia. Los jueces y la política. Po<strong>de</strong>r judicial y <strong>de</strong>mocracia.Madrid: Taurus. 1999.38NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


El Rol Político <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoralcomo variable <strong>de</strong>pendienteLevine, Daniel H. y Molina, José Enrique. “La calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América Latina: unavisión comparada”. En: América Latina Hoy, N.º 45. 2007.Manin, Bernard; Przeworsky, Adam y Stokes, Susan (editores). Democracy, Accountability andRepresentation. Cambridge: Cambridge University Press. 1999.Maravall, José María. El control <strong>de</strong> los políticos. Buenos Aires, Taurus. 2003.Martínez Barahona, Elena. Seeking the political role of the third government branch. Acomparative approach to high courts in Central America. VDM Verlag. 2009.O’Donnell, Guillermo. Horizontal Accountability in New Democracies. En Schedler, Andreas;Diamond, Larry y Plattner, Marc F (eds.). The Self-Restraining State: Power andAccountability in New Democracies. London: Lynne Riener Publishers. 1999.O’Donnell, Guillermo. Disonancias: críticas <strong>de</strong>mocráticas a la <strong>de</strong>mocracia. Buenos Aires:Prometeo Libros. 2007.Pásara, Luis. Curso Ciudadanía y Estado <strong>de</strong> Derecho. Doctorado en Procesos PolíticosContemporáneos. Área <strong>de</strong> Ciencia Política y <strong>de</strong> la Administración. Universidad <strong>de</strong>Salamanca. 2008.Picado León, Hugo. Calidad <strong>de</strong> las elecciones en América Latina: la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia formal <strong>de</strong>los tribunales en México, Centroamérica y Panamá. Encuentro <strong>de</strong> LatinoamericanistasEspañoles: Viejas y nuevas alianzas entre América Latina y España. 2006. Disponible enhttp://halshs.archives-ouvertes.fr/halshs-00104361/en/PNUD. La <strong>de</strong>mocracia en América Latina: hacia una <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> ciudadanas y ciudadanos.Nueva York/Buenos Aires: PNUD/Taurus. 2004. Disponible en http://www.gobernabilidad<strong>de</strong>mocratica-pnud.org/publicaciones.phpRamos, Marisa. “El Po<strong>de</strong>r Judicial: la Justicia”. En: Materiales Docentes, Doctorado en ProcesosPolíticos Contemporáneos, Área <strong>de</strong> Ciencia Política y <strong>de</strong> la Administración, Universidad<strong>de</strong> Salamanca, Salamanca, España. S.f.. Disponible en http://www.usal.es/~dpublico//areacp/materiales_docentes.htmlSala Constitucional <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia <strong>de</strong> la república <strong>de</strong> Costa Rica. Sentencia N.º3194-92 <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1992.Schedler, Andreas. Conceptualizing Accountability. En Schedler, Andreas; Diamond, Larry yPlattner, Marc F. (editores). The Self-Restraining State: Power and Accountability in NewDemocracies. London: Lynne Riener Publishers. 1999.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 39


Luis Diego Brenes VillalobosSobrado González, Luis Antonio. La justicia electoral en Costa Rica. San José: InvestigacionesJurídicas. 2005.Taruffo, Michele. “Jueces y política: <strong>de</strong> la subordinación a la dialéctica”. En: Ojesto, Fernando,Orozco Henríquez, Jesús y Vásquez, Rodolfo (Coordinadores). Jueces y Política. México:Editorial Porrúa. 2005.40NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Invocación <strong>de</strong> motivos religiososen propaganda políticaAnálisis <strong>de</strong> la resolución N.° 3281-E1-2010 <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010 *Gustavo Román Jacobo **Nota <strong>de</strong>l Consejo EditorialRecepción: 24 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010.Revisión, corrección y aprobación: 8 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2010.Resumen: Describe los aspectos esenciales <strong>de</strong> la resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong>Costa Rica, número 3281-E1-2010 <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010, en la cual se resuelve el tema sobre lainvocación <strong>de</strong> motivos religiosos en la propagranda política. A la vez explica la lógica básica que losustenta conceptualmente.Palabras clave: Derecho al sufragio / Derechos políticos / Libertad <strong>de</strong> elección / Iglesia Católica / Clero /Resoluciones electorales.Abstract: It <strong>de</strong>scribes the essential aspects of the <strong>de</strong>cision of the Supreme Electoral <strong>Tribunal</strong> number3281-E1-2010 May 3, 2010, which resolved the issue on the invocation of religious reasons in politicalpropagranda. At the same time explains the basic logic behind it conceptually.Key words: Voting rights / Political rights / Freedom of choice / Catholic Church / Clergy / Electoral caselaw.* Ponencia presentada en la Mesa Redonda: “Política y religión: Análisis <strong>de</strong>l fallo <strong>de</strong>l TSE en el caso <strong>de</strong> Monseñor José FranciscoUlloa, Obispo <strong>de</strong> Cartago” Colegio <strong>de</strong> Abogados <strong>de</strong> Costa Rica, 12 <strong>de</strong> agosto, 2010.** Letrado <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Licenciado en Derecho por la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica. Estudiante <strong>de</strong> la Licen-Letrado <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Licenciado en Derecho por la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica. Estudiante <strong>de</strong> la Licenciaturaen Ciencias Bíblicas <strong>de</strong> la Universidad Bíblica Latinoamericana. Profesor <strong>de</strong> Derecho Constitucional en la Universidad<strong>de</strong> Costa Rica.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 41


Gustavo Román JacoboLa resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> costarricense (TSE), N.º 3281-E1-2010<strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010, es relevante <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diferentes ópticas. Lo es <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la comprensión<strong>de</strong>l ejercicio armónico <strong>de</strong> distintos <strong>de</strong>rechos fundamentales, como la libertad <strong>de</strong> expresión y lalibertad <strong>de</strong>l sufragio 1 ; y lo es para el estudio <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong>l Derecho Electoral costarricense.La resolución se presta, a<strong>de</strong>más, para discusiones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n sociológico y se inserta en la historia<strong>de</strong> la relación entre la Iglesia Católica y el Estado costarricense.El propósito <strong>de</strong> mi exposición será <strong>de</strong>scribir los aspectos esenciales <strong>de</strong>l fallo y explicitarla lógica básica que lo sustenta conceptualmente. Si con ello facilito el <strong>de</strong>bate <strong>de</strong> fondo entremis compañeros <strong>de</strong> la Mesa, me daré por satisfecho.A) Los hechos y la <strong>de</strong>nunciaEl hecho, tenido por cierto, se remonta al 6 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong> 2009, cuando el señor JoséFrancisco Ulloa, Obispo <strong>de</strong> Cartago, en la homilía <strong>de</strong> una actividad religiosa conocida como “lapasada <strong>de</strong> la Virgen <strong>de</strong> los Ángeles”, hizo un llamado en los siguientes términos:“Estamos frente a una campaña política, en don<strong>de</strong> <strong>de</strong>bemos escoger muy bien aquienes nos van a gobernar. Candidatos que niegan a Dios y <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n principiosque van contra la vida, contra el matrimonio y contra la familia. Ya los estamosconociendo. Por lo tanto, <strong>de</strong>bemos ser coherentes con nuestra fe y en concienciano po<strong>de</strong>mos darles un voto. Los invito a todos uste<strong>de</strong>s, aquí a los pies <strong>de</strong> nuestraSeñora <strong>de</strong> los Ángeles, Reina y Patrona <strong>de</strong> Costa Rica, título con que el CongresoConstituyente <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Costa Rica, la <strong>de</strong>claró “Patrona oficial <strong>de</strong> CostaRica”, en 1824 y que lo ratificó el mismo Congreso en 1924 y en el 2002, paraque nos comprometamos a luchar todos juntos para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r estos valores queson el fundamento <strong>de</strong> nuestra querida Patria y que algunos preten<strong>de</strong>n <strong>de</strong>struirlos,cosa que no lograrán porque somos la mayoría y porque Jesús el Señor <strong>de</strong> CostaRica y Nuestra Señora <strong>de</strong> los Ángeles están con nosotros. Gritemos con fuerza ysin miedo contra estas políticas, antihumanas, anticristianas y ateas, que algunosnos quieren imponer(…)”Tres ciudadanos interpusieron, entonces, un recurso <strong>de</strong> amparo electoral, argumentandoque lo ocurrido quebrantaba las prohibiciones <strong>de</strong>l artículo 28 constitucional, párrafo tercero,1 Los dos, en el ámbito <strong>de</strong>l Derecho Internacional <strong>de</strong> los Derechos Humanos, consi<strong>de</strong>rados <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> primera generación o<strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la libertad.42NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Invocación <strong>de</strong> motivos religiosos enpropaganda política.Análisis <strong>de</strong> la resolución Nº 3281-E1-2010 <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong>mayo <strong>de</strong> 2010y 136, párrafo segundo, <strong>de</strong>l Código Electoral, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> afectar el ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechoselectorales, pues “coarta la libre <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> las personas a la hora <strong>de</strong> emitir su voto”.Las dos normas invocadas dicen:“Artículo 28.-Nadie pue<strong>de</strong> ser inquietado ni perseguido por la manifestación <strong>de</strong> sus opinionesni por acto alguno que no infrinja la ley....No se podrá, sin embargo, hacer en forma alguna propaganda política porclérigos o seglares invocando motivos <strong>de</strong> religión o valiéndose, como medio, <strong>de</strong>creencias religiosas”.“ARTÍCULO 136.-Libertad para difundir propaganda…Es prohibida toda forma <strong>de</strong> propaganda en la cual, valiéndose <strong>de</strong> las creenciasreligiosas <strong>de</strong>l pueblo o invocando motivos <strong>de</strong> religión, se incite a la ciudadanía,en general, o a los ciudadanos, en particular, a que se adhieran o se separen <strong>de</strong>partidos o candidaturas <strong>de</strong>terminadas”.B) La admisibilidadLa proporción <strong>de</strong> espacio que la resolución <strong>de</strong> cuarenta y cinco páginas <strong>de</strong>dica a laadmisibilidad anuncia que, si bien no es éste el tema <strong>de</strong> fondo, su importancia es capital en elanálisis jurídico <strong>de</strong>l fallo. Para conocer por el fondo el recurso <strong>de</strong> amparo planteado, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>lo relativo a la legitimación pasiva, el <strong>Tribunal</strong> es profuso en sus consi<strong>de</strong>raciones en torno a lalegitimación activa, respecto <strong>de</strong> la cual la resolución es, ciertamente, extraordinaria.Detengámonos, entonces, en el análisis <strong>de</strong> la legitimación activa. La resolución recuerdaque, en un principio, la Sala Constitucional redujo el “cualquier persona” <strong>de</strong>l artículo 33 <strong>de</strong> laLey <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional, a “titular <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho vulnerado” o a quien recurriereen favor <strong>de</strong> éste. El TSE, al crear por jurispru<strong>de</strong>ncia el amparo electoral bajo las reglas básicas<strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional, asumió esa línea y, con ello, cerró la puerta <strong>de</strong>lNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 43


Gustavo Román Jacoboamparo electoral respecto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> intereses difusos. En la jurisdicción electoral seexigió siempre, no sólo concretar el acto u omisión lesiva, sino precisar la forma en que éstosafectaban directamente al recurrente o a la persona a favor <strong>de</strong> quien recurría.No obstante que podamos apreciar la razonabilidad <strong>de</strong> esa modulación jurispru<strong>de</strong>ncial,convengamos en que la disposición legal no estableció ese límite. Por el contrario, legalmente, elartículo 75, párrafo segundo, <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional, legitima la interposición<strong>de</strong> acciones <strong>de</strong> inconstitucionalidad en <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> intereses difusos, y la Sala Constitucional,posteriormente, interpretando el “cualquier persona” en sentido amplio, ha admitido, también,recursos <strong>de</strong> amparo para la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> intereses difusos.A pesar <strong>de</strong> esta progresiva ampliación <strong>de</strong> la legitimación activa para recurrir en amparo(en tutela <strong>de</strong> intereses difusos como la protección <strong>de</strong>l ambiente 2 ), el TSE, en la resolución bajoanálisis, entien<strong>de</strong> que tal alternativa ha quedado vedada en esa se<strong>de</strong>. Lo anterior, por <strong>de</strong>venirla Ley <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional, a partir <strong>de</strong> 2009, en norma supletoria y regularseexpresamente la legitimación activa <strong>de</strong>l amparo electoral en el numeral 227 <strong>de</strong>l Código Electoral.Este artículo sólo abre la puerta <strong>de</strong>l amparo electoral a la persona directamente agraviada(titular <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho vulnerado), o a la que recurre a favor <strong>de</strong> otra en esa misma condición.Es <strong>de</strong>cir, la nueva legislación electoral positivó la interpretación restrictiva original <strong>de</strong> la SalaConstitucional, agregándole, a<strong>de</strong>más, el requisito <strong>de</strong> la ratificación por parte <strong>de</strong>l afectadocuando lo interponga un tercero.La resolución tiene en cuenta toda esta evolución en el instituto <strong>de</strong> la legitimación activaen materia <strong>de</strong> amparo, en se<strong>de</strong> constitucional y electoral (evolución que contradice la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>que lo admisible e inadmisible está escrito en piedra). Y tiene en cuenta, también, el principioacuñado por la Sala Constitucional, según el cual “Los procesos <strong>de</strong> tutela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosfundamentales, pertenecientes a la... jurisdicción <strong>de</strong> la libertad, se caracterizan precisamentepor ser sumamente amplios en lo referente a la legitimación para accionar” (Voto 2001-03825<strong>de</strong>l <strong>11</strong> <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2001). Es entonces cuando el fallo nos dice que estas reglas restrictivas <strong>de</strong>admisibilidad no pue<strong>de</strong>n clausurar la competencia <strong>de</strong> la jurisdicción electoral para la <strong>de</strong>fensa2 No cabe mayor amplitud que ésta: “... en tratándose <strong>de</strong>l Derecho al Ambiente, la legitimación correspon<strong>de</strong> al ser humanocomo tal(...)” Voto 4422-93 <strong>de</strong> la Sala Constitucional.44NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Invocación <strong>de</strong> motivos religiosos enpropaganda política.Análisis <strong>de</strong> la resolución Nº 3281-E1-2010 <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong>mayo <strong>de</strong> 2010plenaria <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos político-electorales en circunstancias extraordinarias como las <strong>de</strong>lcaso concreto.Nos dice que en estos supuestos <strong>de</strong> excepción se justifica que “cualquier persona”,entendido como “cualquier ciudadano”, pueda interponer el amparo electoral, no por la figuralegitimante <strong>de</strong>l interés difuso, sino por la <strong>de</strong> la afectación refleja <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos fundamentales.Es ésta una noción utilizada (ciertamente <strong>de</strong> forma excepcional), por la Sala Constitucional, ysignifica que <strong>de</strong>terminadas conductas, activas u omisivas, contrarias a disposiciones normativas,violentan o amenazan, <strong>de</strong> forma refleja, liberta<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>rechos fundamentales que subyacen,como bienes tutelados, en esos numerales.La resolución señala, entonces, que frente a casos excepcionales <strong>de</strong>be hacerse un juicio<strong>de</strong> legitimación “más flexible y menos formalista”. La sentencia estima, digámoslo <strong>de</strong> unavez, que la trasgresión normativa acusada amenaza el <strong>de</strong>recho al sufragio activo <strong>de</strong> los fielescatólicos (que <strong>de</strong>be ser libre), el <strong>de</strong>recho al sufragio pasivo <strong>de</strong> candidatos a puestos <strong>de</strong> elecciónpopular (que sean i<strong>de</strong>ntificables con aquellos a favor <strong>de</strong> los cuales el recurrido llamó a no votar),y que vulnera el sistema <strong>de</strong> equilibrios que nuestro or<strong>de</strong>namiento establece entre la libertad <strong>de</strong>expresión y el <strong>de</strong>recho al sufragio. Equilibrio que, según el fallo, es cardinal <strong>de</strong> nuestro sistema<strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1895. Concluye, así, que los recurrentes se encuentran legitimados por sucondición <strong>de</strong> “ciudadanos, aptos para votar”.Como en toda resolución importante, hay aquí un aspecto polémico. Ciertamente, lalógica <strong>de</strong> la admisibilidad guarda alguna similitud con la <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> intereses difusos.Pero dista mucho <strong>de</strong> implicar, como se ha reclamado 3 , una “acción popular electoral”. Ni seconsi<strong>de</strong>ra que los recurrentes ostenten una suerte <strong>de</strong> representación popular ni se acoge elamparo por la sola trasgresión normativa, como si se tutelara un <strong>de</strong>recho a la legalidad perse 4 . Esos serían los rasgos <strong>de</strong> la supuesta “acción popular”, pero no son, en ningún sentido, losaducidos en el juicio <strong>de</strong> admisibilidad que nos ocupa.In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> que pueda cuestionarse la admisibilidad <strong>de</strong> esta resolución,po<strong>de</strong>mos convenir en varios puntos: 1) La <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos político-electorales ha sido3 Rueda, Paul. Noveda<strong>de</strong>s electorales. La Nación. 15 <strong>de</strong> mayo, 2010.4 La Sala Constitucional también lo ha llamado “<strong>de</strong>recho público a litigar” que ostentaría todo individuo para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r lasupremacía constitucional.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 45


Gustavo Román Jacoboincluida por la jurispru<strong>de</strong>ncia constitucional como interés difuso (para efectos <strong>de</strong> legitimaciónen acciones <strong>de</strong> inconstitucionalidad). 2) La Sala Constitucional ha admitido (si bienextraordinariamente) recursos <strong>de</strong> amparo bajo la figura <strong>de</strong>l interés difuso. 3) Mediante el recurso<strong>de</strong> amparo ordinario es posible conocer la violación al principio <strong>de</strong> legalidad, siempre que seaen forma concomitante a la infracción <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho fundamental (criterio <strong>de</strong> admisibilidadque, básicamente, se inspira en el mismo principio que la doctrina <strong>de</strong> la afectación refleja).4) Si la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong>l sufragio, que la Constitución comisiona al TSE, le impone el<strong>de</strong>ber <strong>de</strong> proteger al elector <strong>de</strong> cualquier forma <strong>de</strong> presión, amenaza o violencia, y sustentóinobjetablemente la creación jurispru<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> amparo electoral, ¿podría unformalismo respecto <strong>de</strong> un aspecto <strong>de</strong> admisibilidad, cual es la legitimación activa, paralizar alTSE frente a una amenaza real <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho al sufragio?De la legitimación pasiva es menos lo que resulta necesario precisar. Para el fallo, elamparo lo es contra un sujeto privado que, <strong>de</strong> hecho, se encuentra en una posición <strong>de</strong> po<strong>de</strong>rcapaz <strong>de</strong> afectar, con una actuación material (los hechos acusados), el ejercicio legítimo <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho al sufragio.C) La valoración <strong>de</strong> fondo <strong>de</strong> los hechosSuperado lo relativo a la admisibilidad, en el fallo se pon<strong>de</strong>ra si proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar conlugar el recurso. No <strong>de</strong>be per<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> vista que el amparo lo es a partir <strong>de</strong> (no por) la violación<strong>de</strong> una norma <strong>de</strong> la parte dogmática <strong>de</strong> la Constitución. Por ello, la resolución abunda sobreel sentido <strong>de</strong> la prohibición constitucional <strong>de</strong>l artículo 28 párrafo tercero; su sentido históricoy su sentido <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una comprensión sistemática <strong>de</strong> la Constitución y sus mecanismos <strong>de</strong>resguardo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos fundamentales.La conclusión a la que arriba la sentencia es que, con la prohibición referida, se buscóalejar <strong>de</strong> las campañas políticas las pasiones religiosas y, esto, en resguardo <strong>de</strong>l libre ejercicio<strong>de</strong>l sufragio por parte <strong>de</strong> los ciudadanos. A<strong>de</strong>más, al tratarse <strong>de</strong> una limitación a la libertad <strong>de</strong>expresión 5 contenida, precisamente, en una <strong>de</strong> las normas que la consagra, se visualiza comoelemento sustancial <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> equilibrio <strong>de</strong>l régimen electoral costarricense. En síntesis,5 La infracción a la limitación <strong>de</strong>l artículo 28 constitucional <strong>de</strong>be leerse en relación con la advertencia constitucional (artículo29) <strong>de</strong> que, si bien el goce <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho (libertad <strong>de</strong> expresión) <strong>de</strong>be ser sin censura previa, los abusos que se cometan en suejercicio acarrean responsabilidad.46NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Invocación <strong>de</strong> motivos religiosos enpropaganda política.Análisis <strong>de</strong> la resolución Nº 3281-E1-2010 <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong>mayo <strong>de</strong> 2010se lee la prohibición constitucional a la luz <strong>de</strong> un dato sociológico (el peso <strong>de</strong> los sentimientosreligiosos en la conciencia y voluntad <strong>de</strong> los ciudadanos) y a la luz <strong>de</strong> la necesaria protección<strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho fundamental (el sufragio que, para calificar como tal, <strong>de</strong>be ser libre) 6 .Es en ese marco conceptual que la resolución lee los hechos acaecidos aquel 6 <strong>de</strong>setiembre <strong>de</strong> 2009. Entien<strong>de</strong> la excitativa 7 <strong>de</strong>l Obispo Ulloa como una coacción psicológicaque por su componente religioso (Dios y mi conciencia no quedan fuera <strong>de</strong>l recinto secreto <strong>de</strong>votación), atenta contra la libertad <strong>de</strong>l sufragio y, por eso mismo, también contra el <strong>de</strong>recho aser electos <strong>de</strong> los candidatos a los cuales se llama a no apoyar, y contra el sistema <strong>de</strong> equilibrio<strong>de</strong> valores <strong>de</strong>mocráticos ya referido.La actuación material (invocación <strong>de</strong> motivos religiosos), a<strong>de</strong>más, es juzgada a la luz <strong>de</strong>elementos contextuales: se hace en una actividad religiosa, con apelación a símbolos sensibles<strong>de</strong> la religiosidad popular (Virgen <strong>de</strong> los Ángeles), reforzado con la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> un compromisoreligioso-político <strong>de</strong> los fieles, y todo esto en los umbrales <strong>de</strong> la campaña política y cuando seestá discutiendo una propuesta <strong>de</strong> reforma constitucional (para la aconfesionalidad <strong>de</strong>l Estado),sobre la cual ya se habían manifestado distintos candidatos presi<strong>de</strong>nciales y diputados que (enla imagen <strong>de</strong>l electorado), también representan a sus partidos políticos.Por todo lo anterior, la resolución compren<strong>de</strong> que lo ocurrido amenaza (<strong>de</strong> maneracierta, real, efectiva e inminente) los <strong>de</strong>rechos fundamentales mencionados, y, en consecuencia,<strong>de</strong>clara con lugar el recurso <strong>de</strong> amparo.6 Tómese en cuenta, que las presiones y amenazas contrarias a la libertad <strong>de</strong>l sufragio pue<strong>de</strong>n ser físicas o morales.7 La resolución advierte que, para efectos <strong>de</strong>l amparo, entien<strong>de</strong> el término propaganda <strong>de</strong>l artículo 28, párrafo tercero,constitucional, “en su acepción más amplia”, <strong>de</strong> cara al contexto <strong>de</strong> los hechos. En relación con la valoración <strong>de</strong> la conducta<strong>de</strong>l recurrido, el señor Paul Rueda señaló (Noveda<strong>de</strong>s electorales. La Nación. 15 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010), que el TSE obvió elhecho <strong>de</strong> que el artículo 136 <strong>de</strong>l Código Electoral explicita que la limitación a la invocación <strong>de</strong> motivos religiosos lo es,únicamente, cuando se emplee para favorecer o atacar candidaturas <strong>de</strong>terminadas. Sobre el particular, cabe aclarar que enel fallo el TSE no realiza análisis <strong>de</strong> tipicidad a la luz <strong>de</strong>l artículo 136 <strong>de</strong>l Código Electoral, pues éste ilícito se conoce en unexpediente separado relativo a la eventual comisión <strong>de</strong> una falta electoral y en virtud <strong>de</strong> que en el amparo, lo que interesa,es si la conducta contraria al numeral 28 constitucional (más amplio que la norma legal), lesiona <strong>de</strong> manera refleja los<strong>de</strong>rechos fundamentales que inspiran la prohibición. Asimismo, apunta el señor Rueda, que la prohibición <strong>de</strong>l artículo 28constitucional, en su origen, no tuvo otra finalidad que la <strong>de</strong> impedir la conformación <strong>de</strong> partidos políticos por parte <strong>de</strong>l clerocatólico y que una interpretación actual <strong>de</strong> la norma <strong>de</strong>bería limitar su sentido a ese alcance. Al respecto, <strong>de</strong>be indicarseque la interpretación histórica no autoriza <strong>de</strong>saten<strong>de</strong>r el claro sentido literal <strong>de</strong> las normas en función <strong>de</strong> un supuesto sentidooculto contrario a aquél. Aún más, el artículo 28 constitucional no impi<strong>de</strong>, contrario a esa otra lectura, que el clero católicoconforme partidos políticos, solamente que se invoquen motivos <strong>de</strong> religión en propaganda política y esto sin diferenciar entreclérigos y seglares, o entre católicos y no católicos.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 47


Gustavo Román JacoboD) Conclusión¿Restringe la resolución la libertad <strong>de</strong> expresión en el <strong>de</strong>bate político electoral 8 ? Sí, perolo hace en la medida en que la Constitución lo dispone para garantizar la libertad <strong>de</strong>l sufragio 9 .Así se reconoce, incluso, en el comunicado oficial emitido por la Conferencia Episcopal sobreeste fallo, que, en el punto dos, protesta: “el párrafo tercero <strong>de</strong>l artículo 28 <strong>de</strong> la Constitución,es una odiosa discriminación, que amerita una reforma” 10 .¿Es esa limitación apenas un tímido asomo <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>bería ser un Estado laico, comolo manifiesta don Christian Hess <strong>11</strong> , o nuestra <strong>de</strong>mocracia, <strong>de</strong> acuerdo a sus principios liberalesy republicanos, <strong>de</strong>bería evolucionar hacia la supresión <strong>de</strong> esas proscripciones, como opina donEduardo Ulibarri 12 ? Respondo diciendo dos cosas: Una, esa discusión sobre si la norma anunciael futuro hacia el que <strong>de</strong>bemos encaminarnos o expresa un pasado que <strong>de</strong>bemos superar es,naturalmente, ajena al TSE. Dos, más allá <strong>de</strong> esta resolución y sus tecnicismos forenses, esa esla cuestión <strong>de</strong> fondo 13 .La relación entre la disposición constitucional y el contenido naturalmente religioso <strong>de</strong>la ética social que difundan las organizaciones religiosas, así como el lugar que en el <strong>de</strong>batepúblico <strong>de</strong>ban tener esos discursos son dimensiones <strong>de</strong>l tema que si bien revisten la mayorimportancia (para la discusión política e i<strong>de</strong>ológica), están fuera <strong>de</strong> las pon<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> un8 Es claro que nuestro or<strong>de</strong>namiento jurídico entien<strong>de</strong> acá la libertad <strong>de</strong> expresión, en tensión con el <strong>de</strong>recho al sufragio. Elloimpone, que tanto los <strong>de</strong>sarrollos legales <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos fundamentales, como su tratamiento jurispru<strong>de</strong>ncial, tengan encuenta, respeten y expresen, esa suerte <strong>de</strong> bipolaridad equilibrada <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos.9 La Sala Constitucional, en el histórico Voto 1997-1750 que <strong>de</strong>claró la inconstitucionalidad <strong>de</strong> varias normas <strong>de</strong>l CódigoElectoral por suponer censura previa, reconoció la vali<strong>de</strong>z genérica <strong>de</strong> las limitaciones a la libertad <strong>de</strong> expresión: “resultaun tanto paradójico el hecho <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> propaganda electoral, como manifestación específica <strong>de</strong> la libertad <strong>de</strong>expresión e información, pueda restringirse <strong>de</strong>bido a la existencia <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s imperiosas <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n público estructural(...)”.10 Conferencia Episcopal <strong>de</strong> Costa Rica (10 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010). Hugo Barrantes Ureña y Oscar Fernán<strong>de</strong>z Guillén, Presi<strong>de</strong>ntey Secretario <strong>de</strong> la CECOR, respectivamente.<strong>11</strong> Hess, Christian. La libertad <strong>de</strong> religión y el Estado confesional en la Constitución <strong>de</strong> 1949. Aparecido en “Constitución yJusticia Constitucional”. San José, 2009. Coherentemente, el señor Hess entien<strong>de</strong> en la disposición <strong>de</strong>l artículo 28 párrafotercero, una limitación, también, a la libertad religiosa en su dimensión externa.12 Ulibarri, Eduardo. Tiempo para la igualdad. La Nación, 15 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010. Cabe aclarar que el señor Ulibarri abogapor la abrogación <strong>de</strong> ésta limitación siempre que sea paralela a la eliminación <strong>de</strong> la confesionalidad católica <strong>de</strong>l Estadocostarricense.13 La limitación a la libertad <strong>de</strong> expresión que entraña el 28 constitucional <strong>de</strong>bería ser revisada, al menos, a la luz <strong>de</strong> los criteriosestablecidos por la Corte Interamericana <strong>de</strong> Derechos Humanos, en el sentido <strong>de</strong> que, para ser consi<strong>de</strong>rada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los“límites tolerables en <strong>de</strong>mocracia” (Ulibarri Bilbao, 2009) <strong>de</strong>be perseguir un fin legal y ser la menor restricción posible paraalcanzarlo, entre otros.48NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Invocación <strong>de</strong> motivos religiosos enpropaganda política.Análisis <strong>de</strong> la resolución Nº 3281-E1-2010 <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong>mayo <strong>de</strong> 2010Órgano <strong>de</strong>l Estado, como es el TSE, al que el pueblo soberano, mediante sus representantesconstituyentes, le mandó cumplir y hacer cumplir el or<strong>de</strong>namiento jurídico costarricense. Eso,justamente, fue lo que hizo el TSE: hacer cumplir un mandato constitucional.Literatura consultadaConferencia Episcopal <strong>de</strong> Costa Rica. Pronunciamiento oficial <strong>de</strong> la Iglesia Católica Costarricenseante la resolución N.º 3281-E1-2010 <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Firmado porlos señores Hugo Barrantes Ureña, Presi<strong>de</strong>nte y Oscar Fernán<strong>de</strong>z Guillén, Secretario.San José, 10 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010.Hess, Christian. La libertad <strong>de</strong> religión y el Estado confesional en la Constitución <strong>de</strong> 1949.Aparecido en “Constitución y Justicia Constitucional”. Po<strong>de</strong>r Judicial, Sala Constitucional<strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia, Escuela Judicial <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial, Colegio <strong>de</strong> Abogados<strong>de</strong> Costa Rica. San José, 2009.Rueda, Paul. Noveda<strong>de</strong>s electorales. La Nación. 16 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010.Ulibarri, Eduardo. Tiempo para la igualdad. La Nación, 16 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010.Ulloa, José Francisco. Homilía <strong>de</strong> la celebración “la pasada <strong>de</strong> la Virgen <strong>de</strong> los Ángeles”. Cartago,6 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong> 2009.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 49


Los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> los organismos electoraleslatinoamericanos en el siglo XXIy la incorporación <strong>de</strong> la tecnología *Juan Ignacio García Rodríguez **Nota <strong>de</strong>l Consejo EditorialRecepción: 25 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2010.Revisión, corrección y aprobación: 4 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2010.Resumen: El artículo analiza lo que representa el cambio tecnológico para los organismos electorales;y cómo dichos cambios se <strong>de</strong>ben realizar con la <strong>de</strong>bida cautela para no provocar <strong>de</strong>sconfianza en elelector y en armonía con los procesos <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l Estado. El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevas tecnologíasinvolucra un proceso <strong>de</strong> revisión paulatina <strong>de</strong> las normas electorales; ya que ellas en general, estánrelacionadas con el manejo manual <strong>de</strong> los sistemas, como consecuencia lógica la legislación electoralexistente no prevé tales innovaciones, por lo que si se da una mirada horizontal a cualquier legislaciónelectoral, se encuentra con que cada una <strong>de</strong> sus etapas para llegar a la elección se ven afectadas por<strong>de</strong>cisiones tecnológicas, como son: la inscripción automática <strong>de</strong> la ciudadanía, los padrones fotográficos,las firmas digitales, los a<strong>de</strong>lantos en la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> personas y tantos otros elementos que configuranel proceso electoral.Palabras clave: Cambio tecnológico / Tecnologías <strong>de</strong> información / Automatización <strong>de</strong> los procesoselectorales / Internet / Voto electrónico /Proceso electoral / Organismos electorales.Abstract: The article analyzes what technological changes represent to the electoral bodies, and howsuch changes must be ma<strong>de</strong> with caution not to cause distrust in the voters and in or<strong>de</strong>r to maintainharmony with the processes of mo<strong>de</strong>rnization of the State. The <strong>de</strong>velopment of new technologies involvesa gradual process of revision of electoral rules since they are generally associated with manual handlingof the systems. Consequently, the current electoral legislation does not contemplate such innovations.Thus, a horizontal look at any electoral legislation will show that each of the stages prior to the electionis affected by technological <strong>de</strong>cisions such as: automatic enrollment of citizenry, photo ID roster, digitalsignatures, progress ma<strong>de</strong> in the i<strong>de</strong>ntification of people and so many other elements that make up theelectoral process.Key words: Technological change / Information technology / Automation of the electoral process /Internet / Electronic voting / Electoral process / Electoral bodies.* Ponencia presentada en la XXIV Conferencia <strong>de</strong> la Asociación <strong>de</strong> Organismos Electorales <strong>de</strong> Centro América y el Caribe –Protocolo <strong>de</strong> Tikal-, celebrada <strong>de</strong>l 27 al 29 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2010 en Guatemala** Director <strong>de</strong>l Servicio Electoral <strong>de</strong> ChileNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 53


Juan Ignacio García Rodríguez1. IntroducciónEs indiscutible que los avances tecnológicos se han incorporado <strong>de</strong> un modo casiindispensable a los quehaceres <strong>de</strong> la vida cotidiana. Las nuevas generaciones los manejan contotal naturalidad y las <strong>de</strong>más no pue<strong>de</strong>n discutir que su empleo otorga mayor eficiencia a suslabores y una apreciable simplificación <strong>de</strong> éstas.El avance tecnológico se manifiesta principalmente en tres áreas. En la información, lascomunicaciones y la automatización. Lo anterior lo po<strong>de</strong>mos apreciar en nuestra vida diaria.Nos estamos informando, ya no sólo en la radio o en la televisión, sino que en internet, enlos web sites y otros <strong>de</strong> similar potencial. Basta citar a Facebook, Twitter, Internet y muchosotros. Estamos usando cada día más sistemas automatizados en todo or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> aparatos <strong>de</strong> usodoméstico. Y ni para qué mencionar el tema <strong>de</strong> la telefonía móvil tan incorporada a nuestroquehacer diario.Los procesos electorales no están ajenos a ello. Es así como la forma <strong>de</strong> votar y lossistemas <strong>de</strong> recuento <strong>de</strong> votos no son indiferentes a este progreso <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace ya algunos años.Del mismo modo es indiscutible que la incorporación <strong>de</strong> nuevas tecnologías al ámbitocomunicacional, también ha adquirido inci<strong>de</strong>ncia en este aspecto. Es así como Internet se haconvertido en un vasto sistema <strong>de</strong> información, comunicación e incluso <strong>de</strong> emisión <strong>de</strong> sufragio.Esto es posible en atención a la a<strong>de</strong>cuación normativa pertinente en cada uno <strong>de</strong> los países, a lacada vez mayor certeza <strong>de</strong> fiabilidad <strong>de</strong> los datos transmitidos <strong>de</strong> este modo, a la generalizadaaceptación <strong>de</strong> la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> la firma digitalizada, y a su respaldo a través <strong>de</strong> las certificacionesdigitales.2. La universalización <strong>de</strong> InternetLa mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l Estado y por en<strong>de</strong> <strong>de</strong> la organización electoral trae entre susfines la expansión <strong>de</strong> nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información y <strong>de</strong> la comunicación. En estesentido, resulta fundamental enten<strong>de</strong>r que el Estado posee diversos mecanismos para expandirradicalmente la presencia y uso significativo <strong>de</strong> esas nuevas tecnologías.En los próximos años, el <strong>de</strong>safío es la universalización <strong>de</strong> Internet. Por ello, resultaconveniente que el Estado y los organismos electorales, movilicen los mecanismos disponibles54NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Juan Ignacio García RodríguezEste sistema se enmarca <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las formas remotas <strong>de</strong> votación, ya que no se trata<strong>de</strong> emplear <strong>de</strong>terminadas terminales <strong>de</strong> votación como ocurre en la actualidad, sino que la redInternet transporta las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> los electores en formato digital <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cierto terminal haciauna urna electrónica. Es sin duda el sistema <strong>de</strong> votación electrónica que más comodidad traeráa los electores al po<strong>de</strong>r sufragar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su hogar, la oficina, etc.Su implementación necesariamente requiere:a) Plataformas <strong>de</strong> emisión <strong>de</strong>l voto. Compuestas por algún tipo <strong>de</strong> dispositivohardware y el software a<strong>de</strong>cuado que posibilite la emisión <strong>de</strong>l voto, adaptablesa computadores personales e incluso a teléfonos móviles que cuenten conconexión a Internet.b) Servidores para recepcionar y almacenar los sufragios emitidos, previa aceptación<strong>de</strong> la conexión <strong>de</strong> los votantes y registro <strong>de</strong> sus preferencias.c) Mecanismos que garanticen la privacidad <strong>de</strong> la información transmitida porInternet, esto es, secreto <strong>de</strong>l voto y <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong>l votante. Debe ser imposiblecorrelacionar los votos con los respectivos electores que los han emitido;solamente aquellos electores que cumplan con los requisitos legales, esto esque se encuentren habilitados para emitir su sufragio, podrán hacerlo y sólo poruna vez en cada evento eleccionario; y <strong>de</strong>ben ser capaces <strong>de</strong> comprobar, <strong>de</strong>manera in<strong>de</strong>pendiente, que el voto ha sido oportunamente emitido. Esto pue<strong>de</strong>conseguirse a través <strong>de</strong> métodos tales como:i. Uso <strong>de</strong> passwords o claves <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación. Es un método sencillo<strong>de</strong> implementar y <strong>de</strong> usar, pero que no ofrece garantía suficiente <strong>de</strong>i<strong>de</strong>ntificación y a<strong>de</strong>más es susceptible <strong>de</strong> numerosos ataques.ii. Uso <strong>de</strong> firma digital. Ésta pue<strong>de</strong> emplearse a través <strong>de</strong> software o <strong>de</strong>tarjetas inteligentes. Si bien revisten mayor seguridad, su implementaciónes más compleja al igual que sus costos.iii. Uso <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación biométricos, tales como los <strong>de</strong> patrón<strong>de</strong>l iris, huella dactilar, reconocimiento <strong>de</strong> la voz, etc. Estos sistemas sonseguros en la medida que puedan garantizar que el patrón que se estáverificando ha sido muestreado en ese mismo momento, y no se trata <strong>de</strong>una copia utilizada previamente. Estos sistemas también son <strong>de</strong> difícilimplementación y alto costo.56NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> los organismos electoraleslatinoamericanos en el siglo XXI y laincorporación <strong>de</strong> la tecnologíad) Mecanismos que garanticen una a<strong>de</strong>cuada protección en contra <strong>de</strong> ataquescibernautas (hackers) que busquen impedir el funcionamiento regular <strong>de</strong>l sistema<strong>de</strong> votación, atentar contra la confi<strong>de</strong>ncialidad <strong>de</strong>l voto y, en último término,modificar los resultados <strong>de</strong> las elecciones.e) Mecanismos que garanticen un correcto escrutinio susceptible <strong>de</strong> verificación<strong>de</strong> resultados y auditoría externa. Los resultados <strong>de</strong> la votación <strong>de</strong>ben sercorrectos, en el sentido <strong>de</strong> que todos los votos validados <strong>de</strong>ben aparecer sinninguna alteración en el recuento final, y <strong>de</strong> que ningún voto pue<strong>de</strong> ser añadidoo preterido en forma fraudulenta.f) Mecanismos que garanticen la no influencia. Las ten<strong>de</strong>ncias que se vayanalzando durante el proceso eleccionario no <strong>de</strong>ben darse a conocer antes <strong>de</strong>su culminación, todos los votos <strong>de</strong>ben mantenerse en secreto hasta el fin <strong>de</strong> lavotación para no afectar la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> los electores que no hayan sufragado.g) Mecanismos para evitar el cohecho o cualquier otra forma <strong>de</strong> coerción. Debeser imposible para los votantes <strong>de</strong>mostrar cuál ha sido su voto, para evitar lacompra <strong>de</strong> votos, la extorsión o cualesquier otros ilícitos.4. Sociedad <strong>de</strong> la informaciónLas Tecnologías <strong>de</strong> Información y Comunicaciones, y su aplicación al GobiernoElectrónico, han sido capaces <strong>de</strong> generar cambios profundos en la manera en que las personasinteractúan <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la sociedad y la forma en que ellas involucran a los individuos, gobiernosy organizaciones. Frente a este tipo <strong>de</strong> cambios, se ha establecido el término Sociedad <strong>de</strong>la Información, como un estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social, caracterizado por la capacidad <strong>de</strong> susmiembros para obtener y compartir información, conocimiento e interrelaciones. En estaSociedad <strong>de</strong> la Información surge una nueva estructura social <strong>de</strong>nominada la “Sociedad Red”,que crea un espacio <strong>de</strong> flujos que supera el espacio físico <strong>de</strong> los lugares, rompiendo la baseen que la cultura y las instituciones se manifiestan. Todo lo que está en la red cuenta; lo queno está en ella no cuenta. Aquello que la red necesita, lo absorbe; aquello que no necesita, loexcluye. Los nodos son importantes, unos más que otros, pero todos se necesitan. Si no sonnecesarios, se excluyen.5. Relaciones con partidos políticos y ciudadaníaLa aplicación <strong>de</strong> las nuevas tecnologías a los procesos electorales necesariamenteimplican replantearse la concepción <strong>de</strong>mocrática, pues influyen directamente en lo que se<strong>de</strong>nomina <strong>de</strong>mocracia representativa, ya que conllevan una nueva concepción <strong>de</strong>l conceptoNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 57


Los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> los organismos electoraleslatinoamericanos en el siglo XXI y laincorporación <strong>de</strong> la tecnologíanuevas formas <strong>de</strong> difusión <strong>de</strong> la información son más influyentes y efectistas en la sociedad yalgún día serán <strong>de</strong>terminantes en forma absoluta en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones.7. Re<strong>de</strong>sUno <strong>de</strong> los fenómenos más potentes <strong>de</strong> los últimos años ha sido la crecienteparticipación y empo<strong>de</strong>ramiento <strong>de</strong> los ciudadanos-usuarios en diferentes áreas <strong>de</strong> la vidasocial: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las protestas estudiantiles y la agregación <strong>de</strong> intereses para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r una zonaurbana, hasta la creación y distribución <strong>de</strong> contenido a través <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s sociales; pasando porinnovación en productos y servicios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la propia actividad <strong>de</strong> los usuarios. Debido a lasnuevas tecnologías <strong>de</strong> la información y comunicación, y a un cambio cultural-generacional,los ciudadanos-usuarios tienen el po<strong>de</strong>r para crear valor, agregar intereses, producir sus medios<strong>de</strong> comunicación y, por ello, influir en asuntos públicos.La mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong> los organismos electorales <strong>de</strong>ben tomar ventaja <strong>de</strong>estas nuevas condiciones: la mo<strong>de</strong>rnización no sólo <strong>de</strong>be provenir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro, sino <strong>de</strong>s<strong>de</strong>afuera <strong>de</strong>l sistema. Esto es, abrir las compuertas <strong>de</strong> la participación electrónica, en red y viral<strong>de</strong> los ciudadanos-usuarios como método <strong>de</strong> transparencia, control <strong>de</strong> gestión y mejora <strong>de</strong> losprocesos <strong>de</strong>l Estado. De lo que se trata en a<strong>de</strong>lante es <strong>de</strong> la construcción y mantenimiento <strong>de</strong>re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ciudadanos-usuarios activos que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus posiciones e intereses, no sólo participenen la esfera pública, sino que colaboren y controlen la gestión institucional <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>los cuales son <strong>de</strong>positarios.8. Implementación <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> auditoría remotaLos partidos políticos, como estructuras organizadas, son y han sido los principales entesfiscalizadores <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo y resultado <strong>de</strong> los procesos electorales.Dentro <strong>de</strong> este marco han implementado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre sistemas <strong>de</strong> recuentos paralelos<strong>de</strong> votos, basándose en los recuentos manuales efectuados por las entida<strong>de</strong>s receptoras <strong>de</strong>sufragios (Mesas Receptoras <strong>de</strong> Sufragios en el caso chileno).Con la adopción <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> votación electrónica y <strong>de</strong> escrutinio automatizado,correspon<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong> transparencia <strong>de</strong>l proceso eleccionario, el establecimiento <strong>de</strong>NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 59


Juan Ignacio García Rodrígueza<strong>de</strong>cuados métodos <strong>de</strong> auditoría externa a cargo <strong>de</strong> entes especializados e in<strong>de</strong>pendientes, sinperjuicio <strong>de</strong> las faculta<strong>de</strong>s que correspondieren a los diversos partidos participantes.9. Creación y mantención <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> recuento y escrutinioComo se señaló con anterioridad, correspon<strong>de</strong> que un transparente sistema <strong>de</strong> votaciónentregue las facilida<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>cuadas <strong>de</strong> fiscalización, entre las que <strong>de</strong>staca la entrega <strong>de</strong> informaciónrelativa al número <strong>de</strong> votos emitidos, sus características y sus contenidos. Sin embargo, enaras <strong>de</strong> una auténtica imparcialidad, esta información <strong>de</strong>be entregarse conjuntamente a todosquienes la requieran, sólo una vez totalmente finalizada la emisión <strong>de</strong> los sufragios y previo asu almacenamiento.En esta perspectiva, las nuevas tecnologías aportan programas estadísticos que permitenmarcar ten<strong>de</strong>ncias y realizar proyecciones que ayu<strong>de</strong>n a realizar contrastes entre los resultadosoficiales y los manejados por los entes contralores.Correspon<strong>de</strong>, sin lugar a dudas a los partidos políticos, el empleo <strong>de</strong> estos sistemas en lacreación y sostenimiento <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> recuento <strong>de</strong> votos o escrutinios paralelos para asumirla legitimidad <strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong> cada proceso.10. Emisión <strong>de</strong>l sufragioLa aplicación <strong>de</strong> nuevas tecnologías a los procesos electorales en lo relativo a laemisión <strong>de</strong>l sufragio dice tener relación con el <strong>de</strong>nominado voto electrónico, que ya hemosconceptualizado, cuyos objetivos principales son:a) Facilitar la emisión <strong>de</strong>l sufragio. Debe consi<strong>de</strong>rarse que cualquiera que seael método a adoptar, es necesario realizar estudios sociológicos previos paragarantizar que los ciudadanos estén en condiciones <strong>de</strong> emplear el sistema y <strong>de</strong>asumirlo como transparente y confiable. Se <strong>de</strong>be tener presente que todos ellos,en mayor o menor medida, necesitarán <strong>de</strong> asesoría para votar correctamente, enespecial la población <strong>de</strong> mayor edad y la que habite centros que no constituyanpolos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo que, per se, requieran <strong>de</strong> explicaciones menos técnicas yreiteradas en el tiempo.60NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> los organismos electoraleslatinoamericanos en el siglo XXI y laincorporación <strong>de</strong> la tecnologíab) Garantizar la transparencia. Los criterios <strong>de</strong> excelencia y operatividadtecnológica <strong>de</strong>ben ir acompañados <strong>de</strong> los <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z y fiabilidad operativa, ya quela asequibilidad económica y tecnológica no bastan para legitimar la adopción<strong>de</strong> estos sistemas, los que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>ben ser social y políticamente aceptados, enatención al resguardo <strong>de</strong> la certeza <strong>de</strong> los resultados y a la legitimidad <strong>de</strong> origen<strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s elegidas a través <strong>de</strong> ellos. Debe evitarse, en lo posible, laexistencia <strong>de</strong> cualquier recelo o <strong>de</strong>sconfianza en el método adoptado, teniendoen consi<strong>de</strong>ración que las probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> manipulación o alteración, o <strong>de</strong> unposible frau<strong>de</strong>, estarán siempre latentes en algún sector <strong>de</strong> la población.c) Lograr inmediatez en el escrutinio. Quizás sea este uno <strong>de</strong> los objetivos quemás se publicite respecto <strong>de</strong> la adopción <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> votaciónelectrónica, ello en atención a que los sistemas manuales <strong>de</strong> recuento tienen,generalmente, el inconveniente <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>rse por períodos <strong>de</strong> tiempos muysuperiores, los que a su vez se duplican o triplican respecto <strong>de</strong> lugares alejados<strong>de</strong> los centros urbanos o <strong>de</strong> difícil acceso. En cambio, los sistemas automatizadosreducen el tiempo <strong>de</strong> espera que existe entre el cierre <strong>de</strong> los colegios electoralesy el recuento <strong>de</strong> los votos, ofreciendo las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> contraste entre elrecuento manual y el recuento electrónico <strong>de</strong> sufragios, y la auditoría <strong>de</strong> éstos.d) Rapi<strong>de</strong>z en la difusión <strong>de</strong>l resultado. Unido a lo anterior, la implementación <strong>de</strong>algún sistema <strong>de</strong> votación electrónica trae consigo la necesaria aplicación <strong>de</strong>re<strong>de</strong>s informáticas y <strong>de</strong> comunicaciones que redundan en sistemas <strong>de</strong> difusión<strong>de</strong> resultados que, en mayor o menor medida, logran satisfacer las <strong>de</strong>mandasinformativas <strong>de</strong> un evento electoral. Lo anterior se logra mediante el diseño eimplementación <strong>de</strong> bases <strong>de</strong> datos idóneas, dotadas <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> consultay proceso <strong>de</strong> datos, <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los estadísticos <strong>de</strong> proyección, y <strong>de</strong> dispositivos<strong>de</strong> seguimiento <strong>de</strong> resultados que sirvan <strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuado soporte a los recuentosoficiales, para permitir su pronta difusión.<strong>11</strong>. Control <strong>de</strong>l escrutinioLas nuevas tecnologías pue<strong>de</strong>n incorporarse a los procesos eleccionarios en lo relativoa los procedimientos <strong>de</strong> captación y recuento <strong>de</strong> votos, previa adaptación <strong>de</strong> la normativavigente, garantizándose con ello una ilimitada accesibilidad a los resultados electorales en todomomento y, eventualmente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cualquier parte <strong>de</strong>l mundo, permitiendo, en todo caso laauditoría <strong>de</strong> ellos.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 61


Juan Ignacio García RodríguezAl reemplazarse el conteo o recuento manual <strong>de</strong> votos por un sistema electrónico, sereduce notoriamente el tiempo que media entre el término <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> emisión <strong>de</strong>l sufragioy la obtención <strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong>l proceso eleccionario.12. Formas <strong>de</strong> Implementación1. Sistemas AutomatizadosSe trata <strong>de</strong> sistemas que, empleando software, hardware, recursoscomunicacionales y humanos, instauran sistemas <strong>de</strong> captación y recuentoautomático <strong>de</strong> los mismos, susceptibles <strong>de</strong> transmisión segura e inmediata a uncentro <strong>de</strong> transferencia que es objeto <strong>de</strong> constante auditoría.2. Sistemas Semi AutomatizadosSe trata <strong>de</strong> sistemas que, empleando software, hardware, recursoscomunicacionales y humanos, instauran sistemas <strong>de</strong> captación tradicional<strong>de</strong> votos (papeletas) y recuento automático <strong>de</strong> los mismos, susceptibles <strong>de</strong>transmisión segura e inmediata a un centro <strong>de</strong> transferencia que es objeto <strong>de</strong>constante auditoría.Cualquiera que sea el sistema adoptado, éste <strong>de</strong>be ofrecer la posibilidad <strong>de</strong> constanteauditoría externa e in<strong>de</strong>pendiente, con la posibilidad <strong>de</strong> contrastar, en caso <strong>de</strong> dudas, el recuentoautomático con uno manual, para garantizar su transparencia, eficiencia y confiabilidad.13. Criterios a consi<strong>de</strong>rar ante la adopción <strong>de</strong> algún sistema<strong>de</strong> votación electrónicaprincipios:Para conjugar tradición y tecnología, necesariamente <strong>de</strong>ben garantizarse los siguientesa) El secreto y la autenticidad <strong>de</strong>l voto.b) La autenticidad <strong>de</strong>l votante.c) La fiabilidad <strong>de</strong> los resultados escrutados.d) El principio <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> participación.e) Obtención <strong>de</strong> la máxima aceptación social basada en la eficiencia y credibilidad.f) Los costos <strong>de</strong> implementación <strong>de</strong>ben constituir una inversión amortizable.62NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Juan Ignacio García Rodrígueztecnología es válida para implantar en una sociedad. Esto es un asunto <strong>de</strong>l todosubjetivo, que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la historia, tradición, cultura, realida<strong>de</strong>s e idiosincrasia<strong>de</strong> cada pueblo.• El éxito <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> las tecnologías no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> ellas. No importa quétan sofisticadas o simples éstas sean, o si son muy costosas, o muy complejas, o sirequieren mucha instalación previa, etc. El éxito no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la tecnología ensí misma, tampoco <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la etapa <strong>de</strong>l proceso electoral en que se utiliza.Sólo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la sociedad misma, que la acepta y valida legitimando losresultados obtenidos a través <strong>de</strong> ella.Por tanto, po<strong>de</strong>mos concluir que “No hay una receta mágica, cada sociedad <strong>de</strong>be buscary aplicar en sus procesos electorales el sistema que más le acomo<strong>de</strong>, que represente mejor surealidad y a su pueblo”. No sirve copiar las experiencias <strong>de</strong> otros países, ya que éstos cuentancon historia, cultura, tradiciones y realida<strong>de</strong>s muy diversas.15. Consecuencias para las normas electoralesTodo lo <strong>de</strong>scrito en cuanto al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevas tecnologías, involucra un proceso <strong>de</strong>revisión paulatina <strong>de</strong> las normas electorales ya que ellas, en general, están relacionadas con elmanejo manual <strong>de</strong> los sistemas, como consecuencia lógica <strong>de</strong> que nuestra legislación electoraldifícilmente pudiera prever tales innovaciones.Al mismo tiempo todo lo que se refiere a la información electoral, tan trascen<strong>de</strong>ntalcomo es en un proceso electoral, <strong>de</strong>be ser revisado a la luz <strong>de</strong> las nuevas tecnologías. Citemos,por ejemplo, lo que representan los sitios web para la información <strong>de</strong>l ciudadano elector, loque representan los programas <strong>de</strong> información <strong>de</strong>sarrollados por los organismos electoralescon la colaboración <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s internacionales, y que se han transformado ya en re<strong>de</strong>s <strong>de</strong>información que van más allá <strong>de</strong> las fronteras <strong>de</strong> los propios países.Si le damos una mirada horizontal a cualquier legislación electoral, nos vamosa encontrar con que cada una <strong>de</strong> sus etapas para llegar a la elección, se ven afectadas por<strong>de</strong>cisiones tecnológicas. Baste señalar la inscripción automática <strong>de</strong> la ciudadanía, los padronesfotográficos, las firmas digitales, los a<strong>de</strong>lantos en la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> personas y tantos otroselementos que configuran el proceso electoral.64NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> los organismos electoraleslatinoamericanos en el siglo XXI y laincorporación <strong>de</strong> la tecnologíaPor todo lo expuesto, <strong>de</strong>bemos mirar con optimismo lo que representa el cambiotecnológico en nuestros organismos electorales. Tendrá que hacerse con la <strong>de</strong>bida cautela,para no provocar <strong>de</strong>sconfianza en nuestra clientela natural que es el elector, y en armoníacon los procesos <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong>l Estado en que están empeñados la mayor parte <strong>de</strong> losGobiernos. Ello permitirá que las leyes y los propios organismos se a<strong>de</strong>cuen en tiempo y formaa esas nuevas tecnologías.Junio <strong>de</strong> 2010NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 65


La competencia electoral en Costa Ricay Nicaragua: diferencias multinivel *María José Cascante **Nota <strong>de</strong>l Consejo EditorialRecepción: 26 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 2010.Revisión, corrección y aprobación: 20 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2010.Resumen: La presente investigación <strong>de</strong>scribe el modo en que se estructura la competencia electoral enlos sistemas <strong>de</strong> partidos en territorios unitarios y explica por qué en contextos similares existen estructurasy dinámicas <strong>de</strong> competencia diferentes. La investigación muestra que la competencia electoral <strong>de</strong> CostaRica es incongruente, a diferencia <strong>de</strong> Nicaragua don<strong>de</strong> la competencia es congruente. Se exploranhipótesis <strong>de</strong> tipo institucional y sociológico para explicar las diferencias entre Costa Rica y Nicaragua.Palabras clave: Competencia electoral / Sistema <strong>de</strong> partidos / Partidos políticos / Dimensión vertical /Dimensión horizontal / Costa Rica / Nicaragua.Abstract: This research <strong>de</strong>scribes the way in which electoral competition is structured in party systemsin unitary territories. It explains the reasons why there are different competition structures and dynamicsin similar contexts. The research shows that electoral competition in Costa Rica is incongruent. Onthe other hand, in Nicaragua electoral competition is congruent. Several institutional and sociologicalhypotheses are explored to explain the differences between Costa Rica and Nicaragua.Key words: Electoral competition / Party system / Political parties / Vertical dimension / Horizontaldimension / Costa Rica / Nicaragua.* Ponencia presentada en XIV Encuentro <strong>de</strong> Latinoamericanistas Españoles Congreso Internacional 1810-2010: 200 años <strong>de</strong>Iberoamérica Santiago <strong>de</strong> Compostela, 16-18 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2010 Área Temática 14: Nuevos y viejos actores: partidospolíticos y sistemas <strong>de</strong> partidos en América Latina.** Docente <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Ciencias Políticas, Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica. Estudiante <strong>de</strong>Doctorado <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Salamanca. mariajosecascante@gmail.comNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 67


María José CascanteI. IntroducciónLos partidos políticos compiten entre sí por ganar cargos <strong>de</strong> representación popular yacce<strong>de</strong>r al gobierno, interactúan en un escenario en el que buscan que los electores apoyen suspropuestas. La interacción regular y recurrente entre partidos en un escenario dado constituyeun sistema <strong>de</strong> partidos (Wolinetz, 2006: 51). Esta competencia se estructura alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> laselecciones que son “el alma <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mocracias, generando <strong>de</strong>bate público, formando la agendapolítica, seleccionando los representantes, <strong>de</strong>terminando la composición <strong>de</strong> los parlamentos einfluenciando la distribución <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r en los gobiernos” (LeDuc et al, 2002: 1). El estudio <strong>de</strong> laestructura 1 y la dinámica <strong>de</strong> la competencia es clave para compren<strong>de</strong>r el sistema <strong>de</strong> partidos 2 .En la literatura comparada, el estudio <strong>de</strong> la competencia se ha dirigido fundamentalmentea conocer cómo era la estructuración <strong>de</strong>l sistema, a partir <strong>de</strong> los conflictos que divi<strong>de</strong>n la sociedady que <strong>de</strong>terminan el origen <strong>de</strong>l Estado-nación. Estos estudios se centraron en dos dimensiones:la primera es la horizontal, como el proceso <strong>de</strong> homogeneización territorial, con respecto alcomportamiento y las actitu<strong>de</strong>s políticas. Es un proceso <strong>de</strong> penetración y estandarización <strong>de</strong> lasperiferias en la consolidación <strong>de</strong>l Estado-nación. La segunda es la vertical, que es un proceso<strong>de</strong> dislocación <strong>de</strong> las cuestiones, organizaciones, competencias y lealta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> lo local a lonacional, en un proceso <strong>de</strong> formación <strong>de</strong>l centro (Caramani, 2004: 32).La presente investigación tiene tres objetivos específicos. El primero es <strong>de</strong>scribir lacompetencia electoral, tanto en su estructura como en su dinámica, en sistemas <strong>de</strong> partidoscon estructuras <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r unitarias 3 , cuando tradicionalmente esto ha sido estudiado sólo parasistemas fe<strong>de</strong>rales. Un segundo objetivo es comparar en qué medida Costa Rica y Nicaraguatienen semejanzas y diferencias en la competencia electoral. Se trata <strong>de</strong> conocer las dinámicas<strong>de</strong> competencia en clave comparada. El último objetivo es explicar las razones por las que difierela competencia, tanto en su estructura como en su dinámica, en Costa Rica y Nicaragua. Para1 La estructura se conceptualiza como una “red <strong>de</strong> relaciones entre los sujetos comprometidos en un proceso <strong>de</strong> interacción(…) las uniformida<strong>de</strong>s observables, más precisamente, un conjunto <strong>de</strong> funciones relacionadas entre sí” (Bobbio, et al. 1997:595-596). Para Mair (2002: 88) “la noción misma <strong>de</strong> sistema <strong>de</strong> partidos está centrada en la asunción <strong>de</strong> que existe unaestructura estable <strong>de</strong> la competencia” los aspectos cambiantes <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> la competencia serán vistos en este trabajocomo la dinámica.2 Para ver la diferencia entre estructura y dinámica referirse a Caramani (2008).3 “La <strong>de</strong>nominación Estado unitario se justifica porque en esta forma política el Po<strong>de</strong>r es uno en su estructura, en su elementohumano y en sus límites territoriales (…) es compatible con la separación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res y con la existencia <strong>de</strong> una pluralidad <strong>de</strong>órganos que ejercen el po<strong>de</strong>r unitario <strong>de</strong>l Estado” (Ferrando Badia, s.f: 17).68NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelesto se exploran factores institucionales y sociológicos que explican las diferencias, siguiendo lahipótesis que maneja la política comparada.Este trabajo es el resultado <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> interrogantes que son claves para la políticacomparada: cómo es la competencia electoral <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos, e i<strong>de</strong>ntificar en quémedida es posible que sistemas unitarios tengan competencia electoral multinivel, en quémedida se pue<strong>de</strong> medir la competencia en un sólo nivel o es necesario incluir más niveles, enqué medida el andamiaje teórico que se ha estudiado para sistemas fe<strong>de</strong>rales 4 se pue<strong>de</strong> llevar asistemas unitarios y encontrar claves explicativas <strong>de</strong> los procesos que se dan. La hipótesis básica<strong>de</strong> este trabajo sostiene que: en estados unitarios don<strong>de</strong> la Ley Electoral permita la competenciamultinivel, y existan cleavages que incluyan nuevos actores partidistas, se pue<strong>de</strong> fomentar unacompetencia horizontal y vertical que no responda a una lógica nacionalizada y congruente.La organización <strong>de</strong> este trabajo es la siguiente: la primera sección es la discusión teóricometodológica. Luego se proce<strong>de</strong> a <strong>de</strong>scribir la competencia vertical y horizontal en cada caso.Analizar los factores institucionales que explican las diferencias entre la competencia <strong>de</strong> lossistemas <strong>de</strong> partidos <strong>de</strong> Costa Rica y Nicaragua. En seguida los factores sociológicos que explicanlas diferencias entre la competencia <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> partidos <strong>de</strong> Costa Rica y Nicaragua.Finalmente se presentan las conclusiones exploratorias.II.Las dimensiones <strong>de</strong> la competencia electoralLa competencia electoral pue<strong>de</strong> ser estudiada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos dimensiones. En relacióncon la dimensión vertical 5 algunos trabajos incluso conciben estudiar los sistemas <strong>de</strong> partidos4 Acerca <strong>de</strong>l fe<strong>de</strong>ralismo y América Latina se encuentra el trabajo editado por Gibson (2004a) que incluye los casos <strong>de</strong> Brasil,Venezuela, Argentina y México. Calvo y Escolar (2005), Cameron y Falleti (2005) y Leiras (2009). Estos estudios se hanenfocado en los realineamientos partidarios, la separación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res, las transferencias <strong>de</strong> votos y los efectos <strong>de</strong> esto sobreel territorio, como en el caso Argentino y como este ejemplo se <strong>de</strong>svía <strong>de</strong> los cleavages territoriales tradicionales propuestospor Rokkan.5 Los estudios sobre la competencia territorial y lo municipal que exploran los contextos <strong>de</strong> competencia en los diferentesniveles <strong>de</strong> gobierno tienen consecuencias sobre los partidos y las municipalida<strong>de</strong>s (Suárez-Cao et al. 2010). En Costa Ricaeste tema también ha sido explorado (Hernán<strong>de</strong>z, 2005; Alfaro y Zeledón, 2005; Alfaro, 2002; Blanco, 2002; Rivera et al.2005) <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> que los partidos políticos locales son entes para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong>l país. En el caos<strong>de</strong> Nicaragua los estudios son más recientes y limitados, cuando mencionan el tema municipal forman parte <strong>de</strong> análisis másamplios sobre <strong>de</strong>mocratización (Andreson y Dodd, 2009; Greene, 2009).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 69


María José Cascanteo partidos en lógica multinivel 6 . En América Latina estos estudios son recientes y centradosfundamentalmente en casos fe<strong>de</strong>rales, don<strong>de</strong> la competencia multinivel y en el territorio generanun <strong>de</strong>bate muy amplio e interesante. En Centroamérica las comparaciones con respecto a lacompetencia electoral son escasas 7 , aunque al tratarse <strong>de</strong> una región con realida<strong>de</strong>s diversas,pue<strong>de</strong> ofrecer resultados y contrastes atractivos para la investigación en muchos aspectos. Enalgunas ocasiones se han centrado excesivamente en el efecto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scentralización sobre elsistema <strong>de</strong> partidos, sin incluir nuevos factores causales para la configuración <strong>de</strong> la competenciaelectoral 8 .Para el estudio <strong>de</strong> la dimensión vertical se utiliza el índice <strong>de</strong> congruencia 9 , quebusca conocer el grado <strong>de</strong> congruencia <strong>de</strong> la interacción existente entre el nivel nacional y elsubnacional <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los casos. Una mirada a profundidad <strong>de</strong> lospartidos políticos que compiten para elegir al presi<strong>de</strong>nte y a los alcal<strong>de</strong>s suministra informaciónútil acerca <strong>de</strong> los actores que concursan en cada nivel y así <strong>de</strong>terminar si son coordinadoslos niveles con relación a los actores, si la incongruencia no sólo está <strong>de</strong>terminada por unadiferencia en la competencia, sino por la presencia <strong>de</strong> nuevos actores.6 Otra aproximación al problema <strong>de</strong> estudio se enfoca en la política multinivel y las dinámicas <strong>de</strong> competencia entre lospartidos políticos como sistemas complejos y en múltiples niveles (Deschouwer, 2006). En España se han realizado vastasinvestigaciones con respecto a este tema (Barrio et al, 2009; Hopkins y Barbera, 2009; Sánchez, 2010; Muñoz, Sáenz <strong>de</strong> Ogery Gómez Fortes, 2009). En sistemas políticos unitarios la competencia multinivel es un tema poco estudiado, ya que se esperaque los partidos políticos sean homogéneos a lo largo <strong>de</strong>l territorio y que la estructura <strong>de</strong> la competencia sea la misma parala elección <strong>de</strong> todos los representantes sin tomar en cuenta los niveles estatales, ni los escenarios locales o regionales don<strong>de</strong>se da la competencia.7 Las excepciones en los casos <strong>de</strong> Costa Rica y Nicaragua son: Alfaro (2009), Sánchez (2007), Rovira Mas (2007), Alfaro (2002),Alfaro y Zeledón (2005), Rivera (2005), Alfaro Salas (2001), Santiúste (2001), Blanco (2001), Artiga (2000), Alcántara (1999),Alcántara y Llamazares (1997), Rojas (1996).8 Algunos estudios se enfocan en los cambios en los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralización fiscal (Leiras, 2009). Aunquese sostiene que esta hipótesis tiene un alto grado <strong>de</strong> coherencia, la misma no tiene suficiente respaldo empírico.Falleti (2003) también se adscribe a esta discusión con el cuestionamiento <strong>de</strong> ¿en qué medida la <strong>de</strong>scentralizacióntransmite po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la centralidad a los gobernadores? Llegando a la misma conclusión <strong>de</strong> que el solo hecho<strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralizar no necesariamente se refleja en una transferencia real <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r.9 IC = [1/N * Σ(si - n)]2 + 1/(N-1) * Σ([si – promedio(s)]2), don<strong>de</strong> N: número <strong>de</strong> sistemas subnacionales, n:número efectivo <strong>de</strong> partidos a nivel nacional, s: número efectivo <strong>de</strong> partidos a nivel subnacional. Para calcularel número efectivo <strong>de</strong> partidos tanto nacional como subnacional se utiliza la fórmula <strong>de</strong> Laakso y Taagapera(1979), basado en el cálculo <strong>de</strong> Fragmentación <strong>de</strong> Rae (1967), don<strong>de</strong> F =1-Σ(vi) 2 , NEP = 1/1(1-F) (Gibson ySuárez-Cao, 2007). Este índice calcula el nivel <strong>de</strong> congruencia que existe entre el Número Efectivo <strong>de</strong> PartidosElectoral (NEPE) <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales y el NEPE en cada uno <strong>de</strong> los municipios para las elecciones<strong>de</strong> alcal<strong>de</strong>, por año. Con ello se muestra en qué medida la competencia <strong>de</strong> uno y otro nivel se correspon<strong>de</strong>n. Sebusca visualizar si el sistema <strong>de</strong> partidos compite <strong>de</strong> manera similar en el nivel nacional y el nivel subnacional,a través <strong>de</strong> una medida comparativa <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> la competencia partidista en los niveles nacionales ysubnacionales, (dimensión vertical) (Gibson y Suárez-Cao, 2010: 1-2).70NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


María José Cascantepuesto <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> (Araya, 2005:1) 13 . Para el nicaragüense se han seleccionado las eleccionespresi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> 1996, 2001 y 2006 14 .Tabla I: Calendario ElectoralAñoCosta RicaPrimeraVueltaPresi<strong>de</strong>ncialSegundaVueltaDiputadosNacionalesAlcal<strong>de</strong>sConcejalesMunicipales2002 3 <strong>de</strong> febrero 7 <strong>de</strong> abril 3 <strong>de</strong> febrero 1 <strong>de</strong> diciembre 1 <strong>de</strong> diciembre2006 5 <strong>de</strong> febrero 5 <strong>de</strong> febrero 3 <strong>de</strong> diciembre 3 <strong>de</strong> diciembreNicaragua1996 5 <strong>de</strong> noviembre 5 <strong>de</strong> noviembre 5 <strong>de</strong> noviembre 5 <strong>de</strong> noviembre2000 5 <strong>de</strong> noviembre 5 <strong>de</strong> noviembre2001 4 <strong>de</strong> noviembre 4 <strong>de</strong> noviembre2004 7 <strong>de</strong> noviembre 7 <strong>de</strong> noviembre2006 5 <strong>de</strong> noviembre 5 <strong>de</strong> noviembreFuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l TSE y el Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en Nicaragua 1990-2006, Instituto para elDesarrollo y la Democracia.* Con 10 meses <strong>de</strong> diferencia.13 En este caso el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo lo dirige el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República que es electo directamente por los ciudadanos. En elnivel legislativo intermedio se eligen por representación proporcional a los 57 diputados nacionales, en representación <strong>de</strong>las 7 provincias, aunque las mismas no tienen relevancia administrativa. En el nivel local el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo es <strong>de</strong>tentado porel Alcal<strong>de</strong>, que se elige directamente por cada cantón, y a un síndico y su suplente por cada distrito. La rama legislativa <strong>de</strong>lmunicipio se configura por los Concejos Municipales que se eligen directamente. En casos especiales se elige un ConcejoMunicipal <strong>de</strong> Distrito y un Inten<strong>de</strong>nte (Constitución Política <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Costa Rica, Código Electoral <strong>de</strong> Costa Rica yCódigo Municipal).14 El Po<strong>de</strong>r Ejecutivo nicaragüense está encabezado por el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República que es electo directamente por losciudadanos. En el nivel legislativo intermedio se eligen por representación proporcional a los 92 diputados nacionales,en relación a los 15 <strong>de</strong>partamentos. Existen también dos Regiones Autónomas <strong>de</strong> la Costa Atlántica con jurisdicción paraadministrar sus asuntos bajo sus propias formas <strong>de</strong> organización, conforme a sus tradiciones y culturas, don<strong>de</strong> el Presi<strong>de</strong>ntenombra a un Coordinador Regional (Ejecutivo) y se elige un órgano legislativo <strong>de</strong>nominado Consejo Regional Autónomo. Encada municipio se elige a un Alcal<strong>de</strong> (Ejecutivo) y a un Vicealcal<strong>de</strong> por mayoría simple, también a un Concejo Municipal (elnúmero <strong>de</strong> concejales <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la población <strong>de</strong>l municipio y correspon<strong>de</strong>rá al órgano legislativo) (Constitución Política<strong>de</strong> Nicaragua y Ley Electoral <strong>de</strong> Nicaragua). Se incluyen las elecciones locales para alcal<strong>de</strong> <strong>de</strong> 1996, 2000 y 2004, <strong>de</strong>bido ala importancia <strong>de</strong> la reforma a la Constitución Política <strong>de</strong> Nicaragua <strong>de</strong> 1995 en materia <strong>de</strong> elección directa <strong>de</strong> los Alcal<strong>de</strong>sy Vicealcal<strong>de</strong>s (Constitución Política, 2000). Hay que señalar que los datos sobre los resultados finales obtenidos para laselecciones municipales <strong>de</strong>l año 2004 no se encuentran <strong>de</strong>sagregados para todos los partidos políticos que participaron,sino solamente para el Frente Sandinista <strong>de</strong> Liberación Nacional (FSLN) y el Partido Liberal Constitucional (PLC) y “otros”.El Instituto para el Desarrollo y la Democracia (IPADE) ha intentado subsanar esto con informes preliminares <strong>de</strong> la CorteSuprema Electoral (CSE) que se encuentran <strong>de</strong>sagregadas en todos los partidos políticos y fueron las que se utilizaron para laelaboración <strong>de</strong> los índices (IPADE, 2000: 2). Las elecciones municipales <strong>de</strong>l 2008 no fueron incluidas en el presente estudioporque los resultados disponibles solamente incluyen 146 municipios <strong>de</strong> los 153 y han sido muy cuestionados <strong>de</strong>bido ainconsistencias tanto en el proceso electoral como en los resultados mismos (IPADE, 2009:5).72NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelUna vez <strong>de</strong>scrita la competencia electoral en Costa Rica y Nicaragua, se i<strong>de</strong>ntifican lassemejanzas y diferencias y se analizan diversos factores que puedan explicarlas (ley electoral,presencia <strong>de</strong> cleavages).III¿Cómo es la competencia electoral <strong>de</strong> los sistemas<strong>de</strong> partidos <strong>de</strong> Costa Rica y Nicaragua?1. La dimensión vertical: la interacción <strong>de</strong> los niveles<strong>de</strong> competencia1.1. Mayor congruencia <strong>de</strong> Nicaragua versus mayor incongruencia <strong>de</strong> Costa RicaEn el caso Nicaragüense, el antece<strong>de</strong>nte directo <strong>de</strong> las elecciones <strong>de</strong> 1996 es el gobiernoelecto en 1990 <strong>de</strong> Violeta Chamorro; <strong>de</strong>nominado como un gobierno <strong>de</strong> “transición” luego <strong>de</strong>los procesos <strong>de</strong> paz y fin <strong>de</strong> la guerra en este país. El resultado <strong>de</strong> esta elección presi<strong>de</strong>ncialfavoreció a Arnoldo Alemán (PLC), cuyo partido a<strong>de</strong>más controlaba 91 alcaldías. Estas eleccionesque fueron concurrentes con las elecciones municipales, legislativas y presi<strong>de</strong>nciales sufrieronun alto grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n y poca confianza, <strong>de</strong>bido principalmente a la nueva Ley Electoralque contenía una alta cantidad <strong>de</strong> irregularida<strong>de</strong>s e imprecisiones, las cuales provocaron una<strong>de</strong>sarticulación <strong>de</strong>l CSE. Nicaragua se encontraba dividida entre los liberales y los sandinistas,aunque en ambos bandos abundaban los conflictos internos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las mismas ten<strong>de</strong>ncias(Equipo, Nitlápan-Envío, 1996a, 1996b).Las elecciones municipales <strong>de</strong> 2000 se a<strong>de</strong>lantaron un año a las presi<strong>de</strong>nciales en lasque se eligió como presi<strong>de</strong>nte a Enrique Bolaños, el PLC aumentó el caudal <strong>de</strong> alcaldías a 94,aunque el FSLN obtuvo el control <strong>de</strong> la alcaldía <strong>de</strong> Managua 15 . El análisis <strong>de</strong> los datos refleja uncambio sustancial entre el índice <strong>de</strong> congruencia entre 1996 y el 2000.15 El municipio <strong>de</strong> Managua se ha convertido en un campo <strong>de</strong> disputa muy importante para los partidos políticos nicaragüenses.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 73


María José CascanteGráfico I: Índice <strong>de</strong> Congruencia Costa Rica-NicaraguaFuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Costa Rica y <strong>de</strong>l Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>en Nicaragua 1990, Instituto para el Desarrollo y la Democracia.* En el cálculo <strong>de</strong>l Índice <strong>de</strong> Congruencia en la elección <strong>de</strong> 1996 <strong>de</strong> Nicaragua no se incluyen los municipios <strong>de</strong> Larreynaga, León,El Jicaral y La Paz Centro; ya que no fue posible obtener los resultados <strong>de</strong> las elecciones para Alcal<strong>de</strong> en estos municipios.** Las elecciones municipales nicaragüenses <strong>de</strong> 2000 se compararon con las presi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> 2001 y las elecciones municipales<strong>de</strong> 2004 se compararon con las presi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> 2006.En el 2004 se evi<strong>de</strong>ncia una mayor congruencia con relación a las dos eleccionesanteriores, y un aumento <strong>de</strong>l NEPE presi<strong>de</strong>ncial en el 2006 refleja que ambos escenarios seencaminan hacia un mayor pluralismo político en la competencia electoral. El cálculo <strong>de</strong>líndice para el periodo <strong>de</strong> estudio (Gráfico I) indica que la relación vertical <strong>de</strong>l caso nicaragüensepresenta una ten<strong>de</strong>ncia a una competencia partidista congruente entre el nivel nacional y elsubnacional. Se observa cierta estabilidad entre la elecciones <strong>de</strong> 1996 (NEPE presi<strong>de</strong>ncial<strong>de</strong> 2,46) y el 2000 (NEPE presi<strong>de</strong>ncial para el 2001 <strong>de</strong> 2,02), con un claro aumento <strong>de</strong> lacongruencia entre los niveles para el 2004 (con un NEPE presi<strong>de</strong>ncial para el 2006 <strong>de</strong> 3,31) 16 .16 en un escenario en que “las atrocida<strong>de</strong>s políticas y jurídicas <strong>de</strong>l pacto continúan esencialmente vigentes” aunque “podráncompetir casi 30 partidos que habían perdido su personería, los liberales están divididos y la sociedad en su conjunto no cesa<strong>de</strong> dar muestras <strong>de</strong> estar harta <strong>de</strong> la clase política” (Grigsby, 2004).74NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelLa dimensión vertical muestra diferencias al ser observada en Costa Rica y Nicaragua, apartir <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong> congruencia (2010) 17 . Los datos exponen que los niveles <strong>de</strong> la competenciatienen funcionamientos distintos, lo que significa que se encuentran diferentes estructuras <strong>de</strong>la competencia en cada nivel. Esto es lo que Gibson y Suárez-Cao (2010) han <strong>de</strong>nominado“sistemas incongruentes”. En las elecciones presi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> 2002 <strong>de</strong> Costa Rica, se le otorga lavictoria en segunda ronda a Abel Pacheco. Des<strong>de</strong> las elecciones <strong>de</strong> 1998, en que resultó electoMiguel Ángel Rodríguez como presi<strong>de</strong>nte, se ha evi<strong>de</strong>nciado un “<strong>de</strong>bilitamiento progresivo <strong>de</strong>lbipartidismo estructurado con base en el Partido Liberación Nacional (PLN) y el Partido UnidadSocial Cristiana (PUSC), la emergencia <strong>de</strong> nuevas fuerzas políticas y el incremento notorio <strong>de</strong>labstencionismo” (Rovira, 2007: <strong>11</strong>8). La información <strong>de</strong> las elecciones <strong>de</strong> 2002 en Costa Ricapresenta una estructura <strong>de</strong> la competencia mucho más dividida en comparación con las épocas<strong>de</strong>l tradicional bipartidismo costarricense.En el año 2006 para la elección presi<strong>de</strong>ncial resultó electo Óscar Arias, con un estrechomargen <strong>de</strong> victoria <strong>de</strong> 1,1% <strong>de</strong> los votos. En el índice se observa un aumento bastante fuerte<strong>de</strong> la incongruencia con respecto a los NEPE <strong>de</strong> los 81 cantones. Anteriormente en Costa Ricaera sencillo pre<strong>de</strong>cir los resultados electorales que se basaban en la alternancia entre el PLN yel PUSC, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> una “relativa estabilidad partidaria” en la competencia, con respecto a lospartidos tradicionales. En las elecciones municipales, el PLN aumentó el caudal <strong>de</strong> alcaldías ensu control mientras que para el PUSC disminuyeron consi<strong>de</strong>rablemente 18 .Es claro que la elección <strong>de</strong> 2006 <strong>de</strong> Costa Rica presenta el punto más alto <strong>de</strong> incongruenciapara los casos analizados y una diferencia sustancial con respecto al 2002. Aunque en laselecciones nicaragüenses <strong>de</strong> 1996 y 2000 se observa que la incongruencia es bastante alta,el índice disminuye notablemente en el 2004 alcanzando el punto más congruente en todo elperiodo para ambos casos.El sistema <strong>de</strong> partidos en Costa Rica se ha ido haciendo menos congruente a lo largo <strong>de</strong>lperiodo seleccionado. Esto se refiere a que en la primera elección <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> que se produjoen el 2002, el NEPE <strong>de</strong> esta elección era más congruente con el NEPE a nivel nacional (que era17 Cuanto más cercano es a cero más congruente es y cuanto más se aleja <strong>de</strong> cero aumenta la incongruencia.18 “Los resultados <strong>de</strong> los comicios <strong>de</strong> 2002 y sobre todo los <strong>de</strong> 2006 hicieron añicos –literalmente- uno <strong>de</strong> los ciclos políticopartidariosmás prolongados <strong>de</strong> la historia electoral reciente y abrieron así una nueva etapa <strong>de</strong> la recomposición <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>partidos políticos [se observa que] las elecciones municipales y legislativas son los procesos electorales en los que intervienenuna mayor cantidad <strong>de</strong> agrupaciones políticas”. Esto se <strong>de</strong>be a que hay una mayor posibilidad <strong>de</strong> obtener puestos <strong>de</strong> elecciónpopular y una menor complejidad en la inscripción partidista. (Alfaro, 2009:57)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 75


María José Cascante<strong>de</strong> 3,18) a diferencia <strong>de</strong>l 2006 (2,98). En cuatro años se incrementó la incongruencia entre losniveles, en más <strong>de</strong> un punto porcentual. Estos datos son significativos ya que el índice muestraque los niveles <strong>de</strong> la competencia presentan una estructura <strong>de</strong> la competencia diferente, a pesar<strong>de</strong> ser sistemas unitarios 19 .El caso costarricense se dirige hacia una competencia partidista que pue<strong>de</strong> presentardiferentes combinaciones en diversos municipios, es <strong>de</strong>cir, una presencia <strong>de</strong> actores que pue<strong>de</strong>nser importantes en algunos cantones y no existir en otros, que se estudiará a profundidad en lasiguiente sección. En los casos estudiados se observa que la dimensión vertical en sistemasunitarios pue<strong>de</strong> tener ten<strong>de</strong>ncias distintas. Así, en Nicaragua al inicio <strong>de</strong>l periodo <strong>de</strong> estudioexisten mayores niveles <strong>de</strong> incongruencia aunque ha ido variando en el tiempo -mientrasaumenta el NEP aumenta la congruencia <strong>de</strong>l sistema- y en Costa Rica la competencia electoral<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva vertical tien<strong>de</strong> a una mayor incongruencia.1.2. ¿Dón<strong>de</strong> compiten los partidos? Los partidos políticos en los niveles <strong>de</strong>l sistemaEn esta sección se analiza la presencia <strong>de</strong> los partidos políticos en la competencia electoralen la dimensión vertical. En primer lugar, en la Tablas II y III se resumen los partidos políticospresentes en la competencia electoral <strong>de</strong> Costa Rica y Nicaragua en el periodo <strong>de</strong> estudio. Sehan clasificado los partidos en tres categorías: (a) “nacionales”, a los partidos políticos quecompiten tanto en la arena nacional como subnacional, (b) “netamente nacionales”, cuando setrata <strong>de</strong> partidos políticos que sólo compiten en la arena nacional y (c) “locales” que se refierea los partidos políticos que compiten sólo en el espacio local 20 .19 El índice en otros sistemas unitarios como República Dominicana presenta altos niveles <strong>de</strong> congruencia 0,62 para laselecciones <strong>de</strong> 2008 (Ramírez, 2010), al otro extremo el caso <strong>de</strong> Bolivia en el 2004 presenta altos niveles <strong>de</strong> incongruenciacon 9,23 (Pérez, 2010).20 Se estudian aquellos partidos políticos que hayan recibido votos en las elecciones.76NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelTabla II: Partidos políticos nacionales, netamente nacionales y locales en Costa Rica,por año <strong>de</strong> elecciónPARTIDOS POLÍTICOSNACIONALES2002 2006NETAMENTENACIONALESLOCALESNACIONALESNETAMENTENACIONALESIntegración Nacional X XRenovación Costarricense X XCoalición Izquierda UnidaXRenovación Nacional X XPartido Liberación Nacional X XMovimiento Libertario X XUnión Patriótica X XFuerza Democrática X XPartido Acción Ciudadana X XPartido Unidad Social Cristiana X XPatria Primero X XUnión Nacional X XUnión para el Cambio X XAlianza Nacional CristianaXFuerza Agrícola <strong>de</strong> los CartaginesesXPatriótico NacionalXConvergencia NacionalXAgrario NacionalXAlianza Democrática NacionalistaXPartido Del SolXAlianza por San José X XYunta Progresista Escazuceña X XCurridabat Siglo XXI X XAlianza por AvanzarXSan José Somos TodosXHumanista <strong>de</strong> Montes <strong>de</strong> OcaXMovimiento CurridabatXCambio YaXAuténtico ParaiseñoXIn<strong>de</strong>pendiente BelemitaXHumanista <strong>de</strong> HerediaXAuténtico SarapiqueñoXGuanacaste In<strong>de</strong>pendienteXAcción QuepeñaXConciencia LimonenseXNuevo CorredoresXRenacer SantacruceñoXGarabito EcológicoXAcción Cantonal SiquirresIn<strong>de</strong>pendienteIzquierda UnidaXXLOCALESNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 77


María José Cascante2002 2006PARTIDOS POLÍTICOSNACIONALESNETAMENTENACIONALESLOCALESNACIONALESNETAMENTENACIONALESLOCALESPartido Accesibilidad sin ExclusiónXUnión Agrícola CartaginésXMovimiento <strong>de</strong> Trabajadores yCampesinosXAcción Democrática AlajuelenseXFuerza Agrícola <strong>de</strong> los CartaginesesXAuténtico HeredianoXAuténtico Turrialbeño CartaginésXNueva Liga FeministaXComunal Pro-CurriXFuerza Comunal Desampara<strong>de</strong>ñaXGoicoechea en AcciónXEl Puente y los Caminos <strong>de</strong> MoraXMoravia ProgresistaXAuténtico SantaneñoXUnión PalmareñaXUnión PoaseñaXSolidaridad RamonenseXAuténtico Turrialbeño CartaginésXAuténtico PilaricoXOrganización Laborista <strong>de</strong> AguirreXVanguardia PopularXIntegración BarbareñaXPatria PrimeroXAutónomo OromontanoXAcción Cantonal SiquirresIn<strong>de</strong>pendienteXFuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l TSE.Tabla III: Partidos políticos nacionales, netamente nacionales y locales en Nicaragua,por año <strong>de</strong> elecciónPARTIDOS POLÍTICOS 1996 2000-2001 20004-2006NACIONALESNETAMENTENACIONALES LOCALES NACIONALES NETAMENTENACIONALESLOCALES NACIONALES NETAMENTENACIONALESLOCALESFrente Sandinista para laLiberación NacionalX X XAlianza Nacional X XPartido Conservador <strong>de</strong>NicaraguaX X X XUnión Nacional Opositora X X78NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelPARTIDOS POLÍTICOS 1996 2000-2001 20004-2006Camino CristianoNicaragüenseProyecto NacionalMovimiento RenovaciónSandinistaPartido ResistenciaNicaragüenseAlianza NacionalConservadoraNACIONALESNETAMENTENACIONALES LOCALES NACIONALES NETAMENTENACIONALESLOCALES NACIONALES NETAMENTENACIONALESX X X XXX X XX X X XXXLOCALESPartido <strong>de</strong> la U X XPartido LiberalIn<strong>de</strong>pendienteXXAlianza PAN-FUERZA X XPartido JusticiaNacionalistaPartido Unión LiberalAlianza PopularConservadoraPartido Comunista <strong>de</strong>NicaraguaPartido UnidadNicaragüense ObrerosPartido AcciónDemocráticaMovimiento <strong>de</strong>Renovación NacionalPartido SocialistaNicaragüensePartido Integracionista <strong>de</strong>América CentralMovimiento <strong>de</strong> SalvaciónLiberalMovimiento <strong>de</strong> AcciónPopular Marxista LeninistaPartido AlianzaDemocráticaNicaragüenseXXXXXXXXXXXXPartido ConservadorPartido NacionalPartido LiberalConstitucionalistaXXX X XNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 79


María José CascantePARTIDOS POLÍTICOS 1996 2000-2001 20004-2006Partido IndígenaMultiétnicoPartido Movimiento <strong>de</strong>Unidad CosteñaPartido Movimiento <strong>de</strong>Salvación LiberalNACIONALESNETAMENTENACIONALES LOCALES NACIONALES NETAMENTENACIONALESLOCALES NACIONALES NETAMENTENACIONALESLOCALESX X XX X XXAlianza por la República X XPartido LiberalNacionalistaAlternativa por el CambioXXXAlianza LiberalXNicaragüenseFuente: Construcción propia con base en la información <strong>de</strong>l Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en Nicaragua 1990-2006, Institutopara el Desarrollo y la Democracia.1.2.1. Los partidos “locales”Se i<strong>de</strong>ntifica una amplia presencia <strong>de</strong> partidos políticos locales 21 en las elecciones <strong>de</strong>2002 y 2006 (Tabla IV y V). Cuando la dinámica <strong>de</strong> la competencia electoral en la dimensiónvertical no se ve opacada por el nivel nacional, sino que se integran en el estudio más completo<strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos, aunque se configuran <strong>de</strong> forma diferente, <strong>de</strong> acuerdo con el nivel y entreniveles.Tabla IV: Partidos que ganaron AlcaldíasCOSTA RICAPARTIDO POLÍTICO ELECCIONES 2002 ELECCIONES 2006Renovación Costarricense 1Partido Liberación Nacional 27 59Partido Acción Ciudadana 1 5Partido Del Sol 1Partido Unidad Social Cristiana 47 <strong>11</strong>Curridabat Siglo XXI 1 1In<strong>de</strong>pendiente Obrero 1Auténtico Paraiseño 121 Por partido político local se entien<strong>de</strong> aquellos que solo obtuvieron votos en las elecciones municipales para la elección <strong>de</strong>alcal<strong>de</strong> y no en las nacionales (presi<strong>de</strong>nte y congreso) en el periodo <strong>de</strong> estudio.80NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelCOSTA RICAPARTIDO POLÍTICO ELECCIONES 2002 ELECCIONES 2006Guanacaste In<strong>de</strong>pendiente 1Movimiento Libertario 1Unión para el Cambio 1Unión Nacional 1Organización Laborista <strong>de</strong> Aguirre 1Acción Cantonal Siquirres In<strong>de</strong>pendiente 1NICARAGUAELECCIONES1996ELECCIONES2000ELECCIONES2004Alianza Liberal 91Frente Sandinista para la LiberaciónNacional50 52 88Partido Liberación Nacional 94 57Partido Conservador 5Alianza por la República 4Partido Indígena Multiétnico 2Partido Movimiento <strong>de</strong> Unidad Costeña 1Fuente: Construcción Propia con datos <strong>de</strong>l TSE y el Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en Nicaragua 1990-2006, Instituto para elDesarrollo y la Democracia.La Tabla IV presenta los partidos políticos que han ganado alcaldías en las eleccionesestudiadas en cada país. Es posible observar que en el caso costarricense, tanto en el 2002 comoen el 2006, no solamente los partidos nacionales han ganado alcaldías, sino también partidospolíticos locales, aunque estos partidos tienen éxito en un solo municipio. Entre las eleccionesmunicipales <strong>de</strong> 2002 y 2006 el PLN ha aumentado en más <strong>de</strong>l doble la cantidad <strong>de</strong> alcaldíasque controla, mientras que para el PUSC éstas han disminuido consi<strong>de</strong>rablemente 22 . El contrasteque se pue<strong>de</strong> realizar con el caso nicaragüense es muy claro, en este escenario las alcaldías songanadas por los partidos políticos nacionales. Aunque en el 2004 se pue<strong>de</strong> observar un leveaumento en la cantidad <strong>de</strong> partidos políticos que ganan alcaldías, lo que se pue<strong>de</strong> explicar porel cambio en la ley electoral en el 2000 que se analizará a continuación.22 Los partidos políticos cantonales en Costa Rica han proliferado, logrando a<strong>de</strong>más resultados electorales satisfactorios paramuchos <strong>de</strong> ellos. El origen y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los partidos cantonales es primordialmente urbano que representan intereseslocales (Blanco, 2001). De acuerdo con Sánchez (2007: 303) esto pue<strong>de</strong> ser consecuencia <strong>de</strong> las “malas” administraciones<strong>de</strong>l PUSC en manos <strong>de</strong> Miguel Ángel Rodríguez y Abel Pacheco, que han ido erosionando el apoyo tradicional <strong>de</strong>l partidopolítico. El retorno <strong>de</strong> Oscar Arias a la arena política es un aspecto que ha significado una revaloración <strong>de</strong>l PLN por parte <strong>de</strong>los electores y que claramente ha tenido un efecto <strong>de</strong> “arrastre” sobre las elecciones municipales <strong>de</strong>l 2006.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 81


María José CascanteTabla V: Porcentaje <strong>de</strong> votos obtenidos en los cantones don<strong>de</strong> fue votadocada partido político localPARTIDO POLÍTICONÚMERO DECANTONESDONDE OBTUVOVOTOSPORCENTAJE DE VOTOSOBTENIDOS EN ESE MUNICIPIO*Costa Rica2002Partido Del Sol 1 29,85Alianza por San José 1 13,84Yunta Progresista Escazuceña 1 39,32Curridabat Siglo XXI 1 24,32Alianza por Avanzar 1 15,95San José Somos Todos 1 2,75Humanista <strong>de</strong> Montes <strong>de</strong> Oca 1 4,44Movimiento Curridabat 1 10,49Cambio Ya 1 3,03Auténtico Paraiseño 1 47,42In<strong>de</strong>pendiente Belemita 1 15,23Humanista <strong>de</strong> Heredia 1 1,08Auténtico Sarapiqueño 1 14,06Acción Quepeña 1 26,06Nuevo Corredores 1 5,30Garabito Ecológico 1 26,39Guanacaste In<strong>de</strong>pendiente 1 39,92Conciencia Limonense 1 2,93Renacer Santacruceño 1 6,15Acción Cantonal Siquirres In<strong>de</strong>pendiente 1 26,18Total 20 Media 17,742006Partido Del Sol 1 23,14Alianza por San José 2 23,89*Yunta Progresista Escazuceña 1 43,52Curridabat Siglo XXI 1 46,28In<strong>de</strong>pendiente Belemita 1 15,85Comunal Pro-Curri 1 12,92Fuerza Comunal Desampara<strong>de</strong>ña 1 2,09Goicoechea en Acción 1 13,76El Puente y los Caminos <strong>de</strong> Mora 1 31,96Moravia Progresista 1 8,27Auténtico Santaneño 1 6,45Unión Palmareña 1 26,28Unión Poaseña 1 5,5682NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelPARTIDO POLÍTICONÚMERO DECANTONESDONDE OBTUVOVOTOSPORCENTAJE DE VOTOSOBTENIDOS EN ESE MUNICIPIO*Solidaridad Ramonense 1 33,23Auténtico Turrialbeño Cartaginés 5 1,26*Auténtico Pilarico 1 4,29Organización Laborista <strong>de</strong> Aguirre 1 32,75Vanguardia Popular 2 1,44*Integración Barbareña 1 38,88Patria Primero 1 4,71Autónomo Oromontano 1 8,42Acción Cantonal Siquirres In<strong>de</strong>pendiente 1 23,83Total 22 Media 18,58Nicaragua1996No hay2000Camino Cristiano Nicaragüense 148 5,42*Partido Indígena Multiétnico <strong>11</strong> 9,75*Partido Movimiento <strong>de</strong> Unidad Costeña 5 7,14*Total 3 Media 7,442004Partido Movimiento <strong>de</strong> Salvación Liberal 123 0,50*Partido Conservador <strong>de</strong> Nicaragua 1 1,04Camino Cristiano Nicaragüense 152 1,19*Alianza por la República 150 8,65*Partido Liberal Nacionalista 122 0,98*Partido Resistencia Nicaragüense 146 5,23*Partido Liberal In<strong>de</strong>pendiente 125 0,68Partido Indígena Multiétnico 15 13,21*Partido Movimiento <strong>de</strong> Unidad Costeña 6 4,97*Total 9 Media 4,05Fuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l TSE y el Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en Nicaragua 1990-2006, Instituto para elDesarrollo y la Democracia.* En caso <strong>de</strong> ser más <strong>de</strong> un municipio se presenta una media promedio <strong>de</strong> los votos.La Figura I es una ayuda a la interpretación <strong>de</strong> la diferencia entre los casos <strong>de</strong> CostaRica y Nicaragua. A lo interno <strong>de</strong>l círculo (que representa el sistema <strong>de</strong> partidos <strong>de</strong> cada país),se observan dos trapecios, esto representa el conjunto <strong>de</strong> partidos políticos locales. La base <strong>de</strong>ltrapecio es la base <strong>de</strong> partidos políticos locales, más amplia en Costa Rica que en Nicaragua, eneste primer caso se observa la presencia <strong>de</strong> entre 20 y 22 partidos políticos que solo obtienenvotos para las elecciones locales, mientras que en el caso <strong>de</strong> Nicaragua pasan <strong>de</strong> 0 en 1996, 3en el 2000 y 9 en el 2004 (Tabla VI).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 83


María José CascanteTabla VI: Cantidad <strong>de</strong> partidos políticos locales y media promedio <strong>de</strong> votosCosta RicaCANTIDAD DE PARTIDOSPOLÍTICOS LOCALESMEDIA PROMEDIO DEVOTOS2002 20 17,742006 21 18,58Nicaragua1996 0 02000 3 7,442004 9 4,05Fuente: Construcción Propia con datos <strong>de</strong>l TSE y el Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> enNicaragua 1990-2006, Instituto para el Desarrollo y la Democracia.La parte superior <strong>de</strong>l trapecio es una aproximación a la media <strong>de</strong> porcentajes <strong>de</strong> votosobtenidos en los municipios (también más amplio en el caso costarricense que en el nicaragüenseque se acerca mucho más a cero, aunque algunos partidos políticos se presenten en muchosmunicipios).Figura I: Partidos locales en Costa Rica y Nicaragua** Partidos Políticos Locales84NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelSe podría especular si los partidos políticos locales en Costa Rica se encuentraninstitucionalizados, ya que han logrado establecer raíces en la sociedad, es <strong>de</strong>cir, que seencuentran institucionalizados <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos, que se mantienen a lo largo <strong>de</strong>ltiempo y obtienen una cantidad <strong>de</strong> votos importantes en los municipios don<strong>de</strong> se presentan(Mainwaring y Torcal, 2006: 209). Aunque este tipo <strong>de</strong> análisis no se haya hecho con partidos<strong>de</strong> tipo local, es claro que estos se han establecido en la competencia costarricense.1.2.2. Los partidos “netamente nacionales”En esta sección se analiza la presencia <strong>de</strong> aquellos partidos políticos que obtienenvotos a nivel nacional y no a nivel subnacional. A diferencia <strong>de</strong> partidos políticos analizadosanteriormente, la presencia <strong>de</strong> estos partidos pue<strong>de</strong> provocar incongruencia en la competenciaelectoral vertical, pero <strong>de</strong> manera inversa: aumentando el NEPE a nivel nacional sin afectar elresultado a nivel subnacional (La Tabla VII).Tabla VII: Porcentaje <strong>de</strong> votos obtenidos por los partidos políticos netamente nacionales,Costa Rica2002 2006PARTIDO POLÍTICO% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESPRESIDENCIALES% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESLEGISLATIVAS% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESPRESIDENCIALES% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESLEGISLATIVASAlianza Nacional Cristiana 0,08 0,45Patriótico Nacional 0,<strong>11</strong> 0,47Convergencia Nacional 0,09Agrario Nacional 0,17Fuerza Agrícola <strong>de</strong> los Cartagineses 0,09Coalición Izquierda Unida 0,14 0,36Unión Patriótica 0,<strong>11</strong> 0,53Rescate Nacional 2,04Partido Accesibilidad sin Exclusión 1,59Unión Agrícola Cartaginés 0,58Acción Democrática Alajuelense 0,49Auténtico Herediano 0,22Nueva Liga Feminista 0,15Movimiento <strong>de</strong> Trabajadores yCampesinos0,09Fuerza Agrícola <strong>de</strong> los Cartagineses 0,09Auténtico Turrialbeño Cartaginés 0,06Fuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l TSENÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 85


María José CascanteEl análisis <strong>de</strong> estos datos evi<strong>de</strong>ncia un efecto inverso (Tabla VII) entre los casos a lo largo <strong>de</strong>lperiodo <strong>de</strong> estudio. Mientras que en Costa Rica han aumentado al doble el número <strong>de</strong> partidospolíticos netamente nacionales, en Nicaragua se ha reducido consi<strong>de</strong>rablemente el número <strong>de</strong>estos partidos políticos. En Costa Rica estos partidos obtienen porcentajes <strong>de</strong> votos muy bajos,a diferencia <strong>de</strong> la ten<strong>de</strong>ncia nicaragüense en don<strong>de</strong>, aunque son pocos, el porcentaje <strong>de</strong> votosobtenido es mucho mayor, por lo menos en el caso <strong>de</strong> ALN.Tabla VIII: Porcentaje <strong>de</strong> votos obtenidos por los partidos políticos netamente nacionales,NicaraguaPARTIDO POLÍTICO% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESPRESIDENCIALES1996 2001 2006% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESLEGISLATIVAS% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESPRESIDENCIALES% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESLEGISLATIVAS% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESPRESIDENCIALES% DE VOTOSOBTENIDOSEN LASELECCIONESLEGISLATIVASAlianza Pan y Fuerza 0,41 0,57Partido JusticiaNacional0,32 0,47Partido Unión Liberal 0,46Alianza PopularConservadora0,27 0,39Partido Comunista <strong>de</strong>NicaraguaPartido UnidadNicaraguenseObrerosPartido AcciónDemócrata0,27 0,370,33 0,330,15 0,31Movimiento <strong>de</strong>Renovación Nacional0,21 0,29Partido SocialistaNicaragüense0,08 0,17Partido Integración<strong>de</strong> América Central0,<strong>11</strong> 0,1786NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelPARTIDO POLÍTICOAlianza DemocráticaNicaragüense% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESPRESIDENCIALES1996 2001 2006% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESLEGISLATIVAS0,05 0,10% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESPRESIDENCIALES% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESLEGISLATIVAS% DE VOTOSOBTENIDOS ENLAS ELECCIONESPRESIDENCIALES% DE VOTOSOBTENIDOSEN LASELECCIONESLEGISLATIVASMovimiento AcciónRenovadoraMovimiento <strong>de</strong>Acción PopularMarxista-Leninista0,09 0,140,14 28,30 26,78Alianza LiberalNicaragüenseMovimientoRenovación6,30SandinistaFuente: Construcción propia con el Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en Nicaragua 1990-2006, Instituto para el Desarrollo y la Democracia.La Figura II trata <strong>de</strong> explicar <strong>de</strong> una manera visual las diferencias <strong>de</strong>stacadas en ladiscusión correspondiente a la dimensión vertical. Los partidos políticos netamente nacionalesse representan ahora en las bases <strong>de</strong> las figuras, que se ubican en la parte superior <strong>de</strong>l círculo. Enel caso costarricense, los partidos políticos netamente nacionales aumentan en número pero noobtienen un porcentaje <strong>de</strong> votos alto, por eso tiene forma <strong>de</strong> triángulo invertido (siendo la puntael bajo porcentaje <strong>de</strong> votos, que acerca cada vez más al eje que es cero). En el caso nicaragüense,los partidos políticos netamente nacionales son menos, pero aumentan el porcentaje <strong>de</strong> votosobtenidos (se presenta como un trapecio invertido).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 87


María José CascanteFigura II: Partidos locales y netamente nacionales en Costa Rica y Nicaragua** Partidos Políticos Nacionales - - -Partidos Políticos Locales —La Figura II no es un reflejo <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos para cada uno <strong>de</strong> loscasos, sino <strong>de</strong> la presencia a lo interno <strong>de</strong> cada sistema, <strong>de</strong> partidos políticos locales y netamentenacionales (incongruencia vertical en los actores <strong>de</strong> la competencia). Esta última representaciónsintetiza aspectos <strong>de</strong> los partidos políticos para formarse una i<strong>de</strong>a global <strong>de</strong> las diferencias entrelos casos. La representación muestra que los niveles opuestos (netamente nacional y local) enCosta Rica se expan<strong>de</strong>n, mientras que en Nicaragua se contraen.En el caso costarricense, la presencia <strong>de</strong> los partidos políticos tanto locales comonetamente nacionales, parece tener un efecto centrífugo en la competencia electoral. Mientrasque para Nicaragua se manifiesta un efecto centrípeto <strong>de</strong> acercamiento al centro con la reducción<strong>de</strong> los partidos netamente nacionales y locales, en Costa Rica se muestra una fuerte presencia<strong>de</strong> partidos nacionales que compiten en ambos niveles (congruencia). Aunque como se haevi<strong>de</strong>nciado a lo largo <strong>de</strong>l trabajo, la competencia partidista en Nicaragua es bastante fluida 23 .23 Aunque el ejemplo <strong>de</strong> estas figuras es netamente ilustrativo.88NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivel1.3. La dimensión horizontal: la distribución territorial <strong>de</strong> los apoyos hacia los partidosy el sistema <strong>de</strong> partidos1.3.1. Costa Rica y Nicaragua: dos sistemas nacionalizadosOtra dimensión importante a tomar en cuenta en el estudio <strong>de</strong> la competencia electorales la distribución territorial <strong>de</strong> los apoyos, en este estudio se mi<strong>de</strong> la nacionalización <strong>de</strong> esosapoyos, que permite medir la dimensión horizontal 24 . El índice <strong>de</strong> nacionalización se compone<strong>de</strong> dos elementos: la nacionalización <strong>de</strong> los partidos políticos y la nacionalización <strong>de</strong>l sistema<strong>de</strong> partidos.Tabla IX: Resultado <strong>de</strong>l cálculo <strong>de</strong> nacionalización <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidosCosta Rica- NicaraguaCosta Rica<strong>Elecciones</strong> 2002 0,83<strong>Elecciones</strong> 2006 0,79Nicaragua<strong>Elecciones</strong> 1996 0,75<strong>Elecciones</strong> 2001 0,86<strong>Elecciones</strong> 2006 0,74Fuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l TSE y el Catálogo Estadístico<strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en Nicaragua 1990-2006, Instituto para el Desarrollo y laDemocracia.* Se incluyeron en el cálculo <strong>de</strong> nacionalización <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> partidos alos partidos políticos con un porcentaje <strong>de</strong> votos <strong>de</strong> más <strong>de</strong> un 1%.Ambos sistemas tienen niveles <strong>de</strong> nacionalización relativamente altos y constantes,ya que los <strong>de</strong>scensos no son muy significativos (Tabla IX y el Gráfico II). Aunque Costa Ricaexperimenta una disminución <strong>de</strong> la congruencia en el sistema <strong>de</strong> partidos, en la dimensiónvertical esto no necesariamente se refleja en una segmentación horizontal <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>partidos. De acuerdo con Jones y Mainwaring (2003), los sistemas nacionalizados gozan <strong>de</strong> unamayor estabilidad política; estos autores habían clasificado los casos como sistemas “bastante”nacionalizados 25 .24 De acuerdo con Jones y Mainwaring (2003:1), los sistemas <strong>de</strong> partidos políticos nacionalizados cuentan con un porcentaje<strong>de</strong> votos constante en toda unidad geográfica, mientras que en sistemas <strong>de</strong> partidos menos nacionalizados el porcentaje <strong>de</strong>votos obtenidos varía a lo largo <strong>de</strong>l territorio. Mientras más se acerque el Índice a 1 más nacionalizado se encuentra el partidopolítico o el sistema <strong>de</strong> partidos.25 Aunque los casos no llegan al percentil 0.9-1, en el que se ubican los sistemas <strong>de</strong> partidos políticos altamente nacionalizados.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 89


María José CascanteGráfico II: Nacionalización <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos Costa Rica-NicaraguaFuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l TSE y el Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en Nicaragua 1990-2006, Instituto para el Desarrollo y la Democracia.A continuación se presenta (Gráficos III y IV) la nacionalización <strong>de</strong> los partidos políticosmayoritarios para Costa Rica y Nicaragua.Gráfico III: Índice <strong>de</strong> nacionalización <strong>de</strong> los partidos políticos mayoritarios<strong>de</strong> Costa Rica, 2002-2006Fuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>.90NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelCosta Rica tienen una distribución homogénea <strong>de</strong> los apoyos en el territorio (GráficoIII). Es posible observar que el PLN es un partido altamente nacionalizado (con 0,88 y 0,91respectivamente), mientras que el PUSC ha sufrido una importante caída entre el 2002 y el2006, que ha beneficiado, en la extensión territorial <strong>de</strong>l apoyo, especialmente al PLN, perotambién al PAC (que pasa <strong>de</strong> un 0,75 a un 0,87). En lo que a Nicaragua respecta, a pesar <strong>de</strong>la alta nacionalización <strong>de</strong>l AL en 1996, el partido <strong>de</strong>saparece a partir <strong>de</strong>l 2001 convirtiéndoseen el PLC (Gráfico IV). El índice <strong>de</strong> nacionalización <strong>de</strong>l PLC se mantiene en el 2001, perodisminuye en el 2006, en la clara división <strong>de</strong> la <strong>de</strong>recha nicaragüense con el ALN, “en 1990,1996 y 2001 todo fue polarizado, bipartidista y el electorado se fraccionó entre sandinismoy antisandinismo, izquierda y <strong>de</strong>recha: era más sencillo elegir. El FSLN es un partido políticoque se encuentra fuertemente nacionalizado a lo largo <strong>de</strong>l territorio nicaragüense, a pesar <strong>de</strong> lapresencia <strong>de</strong>l MRS” 26 .Gráfico IV: Índice <strong>de</strong> nacionalización <strong>de</strong> los partidos políticos mayoritarios<strong>de</strong> Nicaragua, 1996-2004Fuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en Nicaragua1990-2006, Instituto para el Desarrollo y la Democracia.Se observa cómo la nacionalización para ambos casos forma casi una línea recta enel Gráfico V entre el 0,5 y el 1, <strong>de</strong>jando clara la similitud más importante encontrada en lacompetencia electoral entre Costa Rica y Nicaragua. Los índices <strong>de</strong> congruencia se ubican porencima <strong>de</strong>l 1,5; ya que no presentan una ten<strong>de</strong>ncia similar en ningún caso, excepto las dos26 En las elecciones <strong>de</strong> 2006, la crisis que ha acumulado el pacto Alemán-Ortega produjo un cambio: la aparición <strong>de</strong> dos fuerzas“emergentes” una en la <strong>de</strong>recha, otra en la izquierda” (Equipo, Nitlápan-Envío, 2006).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 91


María José Cascanteprimeras elecciones nicaragüenses. La diferencia más notable se observa en la elección 2004<strong>de</strong> Nicaragua en que el índice disminuye, es <strong>de</strong>cir aumenta la congruencia, mientras que en laselecciones 2006 <strong>de</strong> Costa Rica el índice aumenta y se ubica en la parte superior <strong>de</strong>l Gráfico.Gráfico V: Comparación <strong>de</strong> los Índice <strong>de</strong> Congruencia y Nacionalización<strong>de</strong> Costa Rica y NicaraguaFuente: Construcción propia con datos <strong>de</strong>l TSE y el Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> enNicaragua 1990-2006, Instituto para el Desarrollo y la Democracia.Luego <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir estos casos surge la interrogante ¿a qué se <strong>de</strong>be esta incongruencia enla competencia electoral en el caso costarricense? ¿Qué explica la diferencia con Nicaragua? Loscapítulos III y IV exploran diversas explicaciones para conocer las diferencias en la competencia<strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos.92NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelIV. Explicando las Diferencias1. Factores que explican las diferencias1.1. Factores institucionales que explican las diferencias <strong>de</strong> congruencia entre la competencia<strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> partidos <strong>de</strong> Costa Rica y NicaraguaEsta sección preten<strong>de</strong> explicar diferencias en la dimensión vertical <strong>de</strong> la competencia,a la luz <strong>de</strong> la Ley Electoral <strong>de</strong> Costa Rica y Nicaragua. Se sostiene que la Ley Electoral pue<strong>de</strong>favorecer la incongruencia en Costa Rica y la congruencia en Nicaragua, a través <strong>de</strong> la flexibilida<strong>de</strong>n la inscripción <strong>de</strong> los partidos políticos. La Ley Electoral representa una institución políticaque <strong>de</strong>termina las “reglas <strong>de</strong>l juego” en que <strong>de</strong>ben competir los partidos políticos. El enfoqueinstitucional busca explicar las diferencias que existen en estas regulaciones y su impacto sobrela competencia electoral.Un aspecto interesante <strong>de</strong> la legislación electoral es la conversión <strong>de</strong> votos a escaños(elección <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> y presi<strong>de</strong>nte) por medio <strong>de</strong> una fórmula mayoritaria relativa 27 , es <strong>de</strong>cir,<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> que el candidato pueda reunir la mayoría exigida y ganar o per<strong>de</strong>r todo (Nohlen,2003:74, 86). En este aspecto la Ley Electoral presenta similitu<strong>de</strong>s con respecto a los casos y alos niveles estudiados.Algunas diferencias resaltan en la Ley Electoral <strong>de</strong> Nicaragua, la cual limita la creación<strong>de</strong> partidos políticos locales, ya que no hace diferenciación <strong>de</strong> requisitos en la inscripción <strong>de</strong>estos con respecto a los partidos <strong>de</strong> carácter nacional 28 . Mientras que los indicadores <strong>de</strong>l casocostarricense <strong>de</strong>jan claro una flexibilidad <strong>de</strong> normas para partidos políticos, con diferenciación<strong>de</strong>l nivel territorial <strong>de</strong> competencia. Aunque en ambos casos se expresa una libertad para la27 La elección <strong>de</strong> los alcal<strong>de</strong>s y los síndicos municipales, se efectuará por mayoría relativa <strong>de</strong> cada cantón y distrito respectivamente(Art.134, Código Electoral <strong>de</strong> Costa Rica). Resultarán electos Alcal<strong>de</strong>s y Vicealcal<strong>de</strong>s los candidatos que obtengan la mayoríarelativa en el escrutinio <strong>de</strong> los votos en cada Municipio <strong>de</strong>l país (Art. 154, Ley Electoral).28 Requisitos para inscribir partidos políticos: 6) Constituir Directivas Nacionales con un número no menor <strong>de</strong> nueve miembros.7) Constituir Directivas Departamentales y <strong>de</strong> las Regiones Autónomas conforme a la División Político Administrativa, conun número no menor <strong>de</strong> siete miembros. 8) Constituir Directivas Municipales, con un número no menor <strong>de</strong> cinco miembros,en todos los municipios <strong>de</strong>l país. 9) Presentar documento <strong>de</strong>bidamente autenticado que contenga el respaldo <strong>de</strong> al menosel tres por ciento (3%) <strong>de</strong> firmas <strong>de</strong> ciudadanos, correspondiente al total <strong>de</strong> registrados en el Padrón Electoral <strong>de</strong> las últimaselecciones nacionales. En las Regiones Autónomas <strong>de</strong> la Costa Atlántica podrán formarse partidos regionales, cuyo ámbito<strong>de</strong> acción estará limitado a sus circunscripciones. Los requisitos serán los mismos establecidos para los partidos nacionales,pero remitidos a la división político administrativa <strong>de</strong> las Regiones Autónomas. En el caso <strong>de</strong> las organizaciones indígenaspara que formen los partidos regionales se respetará su propia forma natural <strong>de</strong> organización y participación. Los partidosregionales podrán postular candidatos para Alcal<strong>de</strong>s, Vicealcal<strong>de</strong>s y Concejales Municipales y para Concejales y Diputados<strong>de</strong> las Regiones Autónomas. (Art. 65, Ley Electoral).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 93


María José Cascantecreación <strong>de</strong> partidos políticos, la ley solo en el caso <strong>de</strong> Costa Rica hace aclaraciones entre partidospolíticos nacionales, provinciales y locales. Al mismo tiempo en cantones que son centros<strong>de</strong>nsos urbanos la aplicación <strong>de</strong> la norma pue<strong>de</strong> incentivar la creación <strong>de</strong> partidos políticosnacionales sobre los locales. De acuerdo con esto, en el caso nicaragüense existen limitantesacerca <strong>de</strong> quiénes compiten, que lo diferencian claramente <strong>de</strong> Costa Rica, específicamente enlo que estructura la competencia a nivel subnacional 29 .Se analiza este indicador en correspon<strong>de</strong>ncia con la información presentada en elCapítulo II, se observa que: es precisamente Costa Rica el país que tiene regulaciones másflexibles para la inscripción <strong>de</strong> partidos políticos locales y que presentan en los resultadoselectorales una mayor presencia. Ahora bien, este indicador parece fundamental para explicarla incongruencia en la competencia entre los niveles <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos, ya que no existenfacilida<strong>de</strong>s que incentiven la creación <strong>de</strong> partidos políticos locales es menos probable que estosparticipen.En correspon<strong>de</strong>ncia con lo anterior, el tercer indicador muestra que en Nicaragua lacancelación <strong>de</strong> la personería jurídica <strong>de</strong> los partidos políticos también respon<strong>de</strong> a una visiónnacional <strong>de</strong> la competencia partidista 30 . Mientras que, en el caso costarricense la norma es másflexible 31 . Esta evi<strong>de</strong>ncia está en perfecta coordinación con el argumento anterior, parece serque la visión <strong>de</strong> la ley electoral nicaragüense se encuentra enfocada totalmente a fomentar unsistema <strong>de</strong> partidos con competencia multinivel uniforme. Se <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jar claro que no es que en29 “Los ciudadanos tendrán el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> agruparse en partidos para intervenir en la política nacional. (Art. 96, ConstituciónPolítica <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Costa Rica). […] Para este efecto, todo grupo <strong>de</strong> electores no menor <strong>de</strong> cincuenta podrá constituirun partido político, si concurre ante un notario público a fin <strong>de</strong> que éste inserte en su protocolo el acta relativa a eseacto (Art. 57, Código Electoral). Los partidos tendrán carácter nacional cuando se formen para la elección <strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>nte yVicepresi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la República, Diputados a la Asamblea Legislativa o a una Asamblea Constituyente. Serán <strong>de</strong> carácterprovincial cuando se propongan intervenir solo en la elección <strong>de</strong> Diputados y tendrán carácter cantonal cuando se fun<strong>de</strong>núnicamente para las elecciones <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong> municipal, regidores, síndicos municipales y miembros <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Distrito.(Reformado mediante Ley n.º.7794 <strong>de</strong> 30 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1998, “La Gaceta” n.º.94 <strong>de</strong> 18 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1998). (Art. 63 CódigoElectoral). (Necesitan)[…] Tres mil adhesiones <strong>de</strong> electores inscritos en el Registro Civil a la fecha <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong>l partido,si se tratare <strong>de</strong> partidos a nivel nacional. Para inscribir partidos <strong>de</strong> carácter provincial, se necesitará un número <strong>de</strong> adhesionesequivalente al uno por ciento (1%) <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> electores inscritos en la respectiva provincia; para los partidos cantonales,el mismo porcentaje <strong>de</strong> los electores inscritos en el cantón (Art. 64, Código Electoral). En algunos casos la norma pue<strong>de</strong> ser“un contrasentido, puesto que en algunos casos, como en la provincia <strong>de</strong> San José, que cuenta en la actualidad con más <strong>de</strong>800,000 electores inscritos, resulta más fácil inscribir un partido a nivel nacional que provincial” (Hernán<strong>de</strong>z Valle, 2000: 14).30 Es posible per<strong>de</strong>r la personería jurídica en caso <strong>de</strong>: 4) No participar en las elecciones que se convoquen(…) y en el caso <strong>de</strong>haber participado, no obtener al menos el 4% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> votos válidos <strong>de</strong> las elecciones nacionales (Art. 72, Ley Electoral <strong>de</strong>Nicaragua).31 “El Registro Civil cancela, sin más trámite, las inscripciones <strong>de</strong> los partidos políticos que no hayan participado en la elecciónrespectiva o no hayan obtenido un número <strong>de</strong> votos igual o superior al número <strong>de</strong> adhesiones exigidas, según el artículo64 <strong>de</strong>l Código Electoral. También se cancela la inscripción <strong>de</strong> un partido cuando así lo acordara la Asamblea Nacional y elComité Ejecutivo Superior lo solicitare al Registro Civil” (Hernán<strong>de</strong>z Valle, 2000:42).94NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivellos niveles subnacionales <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos nicaragüense no exista competencia, sino queésta se encuentra coordinada con el nivel nacional.En el caso costarricense, la visión <strong>de</strong> la Ley Electoral refleja cierta flexibilidad haciala competencia multinivel <strong>de</strong> distintos actores, que ha incentivado la creación <strong>de</strong> partidospolíticos, que compiten en ambos niveles, sólo en el subnacional y netamente nacional. Es<strong>de</strong>cir, la incongruencia que se ha producido en el sistema <strong>de</strong> partidos costarricense, a la hora<strong>de</strong> estudiar las elecciones <strong>de</strong> presi<strong>de</strong>nte y alcal<strong>de</strong>, se <strong>de</strong>be a que la Ley Electoral permite unacompetencia multinivel con diversos actores. De no ser por estas diferencias la Ley Electoralentre los casos es bastante similar y respon<strong>de</strong> a una lógica <strong>de</strong> tipo nacional en la estructuración<strong>de</strong> la competencia electoral.La Ley Electoral que se aprobó en Nicaragua en el 2000 ha modificado algunos aspectos<strong>de</strong> la distribución territorial <strong>de</strong> los partidos, especialmente para las Regiones Autónomas <strong>de</strong> laCosta Atlántica. Esta modificación flexibiliza la inscripción <strong>de</strong> partidos políticos locales en esteespacio territorial y se evi<strong>de</strong>ncia en las elecciones nicaragüenses <strong>de</strong>l 2000 y <strong>de</strong>l 2004, con lapresencia <strong>de</strong> partidos políticos como el PIM y el PAMUC que surgen en las elecciones locales<strong>de</strong>l 2000 y en el 2004 logran alcaldías.Existen diferencias sustanciales en cada uno <strong>de</strong> los casos. Estas diferencias condicionan laestructura <strong>de</strong> competencia multinivel. En el caso nicaragüense, el sistema <strong>de</strong> partidos mantieneuna nacionalización <strong>de</strong> la política que ha encaminado el sistema hacia una homogenización <strong>de</strong>lnivel nacional y el subnacional (Daalfer, 1990: 84).2. Factores sociológicos que explican las diferencias <strong>de</strong>congruencia entre la competencia <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong>partidos <strong>de</strong> Costa Rica y NicaraguaLuego <strong>de</strong> conocer la estructura horizontal y vertical <strong>de</strong> la competencia <strong>de</strong> los sistemas<strong>de</strong> partidos en Costa Rica y Nicaragua y <strong>de</strong>scubrir las diferencias existentes en la dimensiónvertical, se quiere observar qué procesos han sido esenciales para el “<strong>de</strong>sarrollo y cristalización<strong>de</strong> los sistemas partidistas en una configuración concreta específica” (Bartolini, 1988: 219).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 95


María José CascanteLos cleavages 32 pue<strong>de</strong>n existir en países distintos y ser <strong>de</strong> mayor o menor intensidad. Unaruptura social inclusive pue<strong>de</strong> no politizarse o pue<strong>de</strong> estar presente a través <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> unaserie <strong>de</strong> <strong>de</strong>mandas y acción colectiva sin que haya organización partidista. No obstante, interesaconocer si existe alguna cuestión o issue que haya influenciado lealta<strong>de</strong>s políticas distintas queestructuren la competencia en Costa Rica y en Nicaragua (Daal<strong>de</strong>r, 1990: 87). Batlle (2008:13) analiza y confirma que la presencia <strong>de</strong> cleavages regionales influye sobre sistemas <strong>de</strong> bajanacionalización en los casos <strong>de</strong> Ecuador, Perú y Honduras. En esta investigación se preten<strong>de</strong>ver en qué medida los cleavage influyen en la competencia electoral en su dimensión vertical.El caso costarricense parece ir evolucionando en contra <strong>de</strong>l cleavage tradicional queestructuraba la competencia, lo que pue<strong>de</strong> explicar la incongruencia <strong>de</strong> la dimensión vertical.De acuerdo con Alfaro y Zeledón (2005: 94-95) a partir <strong>de</strong> 1982 la competencia local ha entradoen un nuevo ciclo en que: “las agrupaciones cantonales manifiestan mayor permanencia en elsistema <strong>de</strong> partidos, pues superan el umbral <strong>de</strong> participación en una sola elección”. La elecciónpopular <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong>s en Costa Rica inició en el 2002; no obstante, <strong>de</strong> acuerdo con estos autoreshay una “creciente y gradual ten<strong>de</strong>ncia a la aparición <strong>de</strong> partidos políticos cantonales en cadavez más localida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l país, tanto urbanos como rurales”, ¿es posible que este cambio provenga<strong>de</strong> una nueva ruptura que estructure la competencia?La mayoría <strong>de</strong> los estudios acerca <strong>de</strong> la temática local en Costa Rica (Rivera et al, 2005;Alfaro, 2009; Alfaro y Zeledón, 2005) coinci<strong>de</strong>n en que las razones <strong>de</strong> esta ruptura se <strong>de</strong>bena una creciente erosión <strong>de</strong>l apoyo a los partidos tradicionales (PLN y PUSC), como formas <strong>de</strong>canalizar <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> servicio y problemas <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la falta <strong>de</strong> apoyo <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r central.Visualizando una ruptura <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo local al predominio <strong>de</strong>l bipartidismo, que ha sido estudiadamás recientemente con respecto a la competencia nacional 33 , a partir <strong>de</strong> un surgimiento <strong>de</strong>opciones alternativas para buscar respuestas a los problemas locales.32 Los estudios más amplios con relación al enfoque genético se basan en líneas <strong>de</strong> ruptura o cleavages que surgen <strong>de</strong> conflictosfuertes en el seno <strong>de</strong> un Estado. Siempre <strong>de</strong>jando claro que es concebible que una organización política pue<strong>de</strong> surgir y<strong>de</strong>saparecer <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l cleavage (Mair, 1990:209). Esto quiere <strong>de</strong>cir que aunque un cleavage estructurala competencia <strong>de</strong> los partidos no necesariamente son los mismos que compiten, estos pue<strong>de</strong>n renovarse y mantener unaestructura central alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> esa ruptura.33 Sánchez (2007) <strong>de</strong>ja claro que existe un cambio en la competencia electoral en Costa Rica <strong>de</strong>nominado “<strong>de</strong>salineamientoelectoral” que ya no se explica por el cleavage <strong>de</strong> la guerra civil <strong>de</strong> 1948; atribuye el cambio electoral al eclipse <strong>de</strong> las antiguasdivisiones y a la emergencia <strong>de</strong> un electorado más exigente, mejor informado, más hábil políticamente y más in<strong>de</strong>pendiente.Des<strong>de</strong> 1998 se ha i<strong>de</strong>ntificado el cambio electoral a nivel nacional; no obstante este <strong>de</strong>scontento parece reflejarse tambiénen el espacio subnacional. Este investigador lo observa a través <strong>de</strong>l 1. aumento <strong>de</strong>l abstencionismo, 2. creciente apoyoa terceros partidos frente a los partidos tradicionales, 3. auge <strong>de</strong>l voto dividido y 4. creciente volatilidad electoral. “Losprocesos electorales municipales están arrojando resultados diferentes a lo que ha dado en <strong>de</strong>nominarse como predominiohegemónico-bipartidista” (Alfaro y Zeledón, 2005:125). Las pocas investigaciones con respecto al fenómeno local en CostaRica se han enfocado en la existencia y permanencia <strong>de</strong> los partidos políticos locales, no obstante la presente investigaciónrevela que en índices agregados existe un proceso <strong>de</strong> segmentación en la competencia política vertical costarricense que noha sido estudiada anteriormente, pero que refuerza los argumentos <strong>de</strong> los investigadores con respecto a la configuración <strong>de</strong>una competencia <strong>de</strong> carácter local en Costa Rica, que no se observa en el caso nicaragüense.96NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelEste cleavage es nuevo, ya que el cleavage tradicional costarricense estructuraba lacompetencia alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> una competencia bipolar centrada en las elecciones nacionales conla presencia <strong>de</strong>l PUSC y el PLN. No obstante, la competencia a nivel local permite la inserción<strong>de</strong> nuevos actores que no se trasladan al espacio nacional y cuyos objetivos son <strong>de</strong> carácternetamente subnacional. La nueva dinámica <strong>de</strong> la competencia respon<strong>de</strong> en la incapacidad <strong>de</strong>los partidos tradicionales <strong>de</strong> resolver <strong>de</strong>mandas, y es esta nueva ruptura social la que estructura<strong>de</strong> ahora en a<strong>de</strong>lante la competencia en todos los niveles “la estabilidad electoral y el apoyogeneral a los partidos políticos mayoritarios fueron cuestionados” (Sánchez, 2007:141).La competencia electoral en Nicaragua mantiene la estructura <strong>de</strong> un cleavage que sevisualizó en la guerra y que se “congeló” luego <strong>de</strong>l proceso electoral <strong>de</strong> 1990 con el gane <strong>de</strong>Violeta Chamorro como candidata <strong>de</strong> la Unión Nacional Opositora (UNO) sobre el FSLN; y quese mantiene como “una estructura <strong>de</strong> competencia política marcadamente bipolar y un alto grado<strong>de</strong> fraccionalización partidista”. Aunque la competencia electoral se distribuye básicamente endos polos, en los partidos políticos existen múltiples divisiones internas (Santiúste, 2000:77-88).En el caso <strong>de</strong> Nicaragua esta ruptura es <strong>de</strong> tipo i<strong>de</strong>ológica 34 .En ambos casos se evi<strong>de</strong>ncia la presencia <strong>de</strong> un cleavage que afecta la estructura yla dinámica <strong>de</strong> la competencia. En el caso costarricense, el nuevo cleavage incentiva laparticipación <strong>de</strong> partidos políticos no tradicionales, mientras que en Nicaragua se mantienecongelada la bipolaridad entre sandinismo-antisandinismo, que efectivamente <strong>de</strong>sincentiva lapresencia <strong>de</strong> partidos políticos locales.V. Conclusiones exploratoriasEl presente trabajo realiza una aproximación al estudio <strong>de</strong> la competencia en unaperspectiva territorial en sistemas políticos unitarios.Para ello explora dos dimensiones <strong>de</strong> la competencia la territorial y la multinivel. Paramedir las dinámicas <strong>de</strong> competencia electoral se han utilizado dos índices que tienen en cuentala competencia entre niveles administrativos y a lo largo <strong>de</strong>l territorio.34 “En el caso <strong>de</strong> Nicaragua, tras la celebración <strong>de</strong> varios procesos electorales, lo que se observa es una estructura competitiva<strong>de</strong> signo centrífugo, como consecuencia <strong>de</strong> una fuerte oposición bilateral entre dos diferentes opciones políticas mutuamenteexcluyentes: sandinismo (izquierda política) y antisandinismo (<strong>de</strong>recha política). Esto es, un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> competencia bipolar,que margina <strong>de</strong> manera sistemática a las oposiciones <strong>de</strong> centro <strong>de</strong> conseguir mejores resultados electorales y eleva por encima<strong>de</strong> todo una situación <strong>de</strong> oposición entre dos polos políticos” (Santiúste, 2000:84).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 97


María José CascantePara medir la dimensión vertical, el índice <strong>de</strong> congruencia mi<strong>de</strong> la competencia en losdiversos niveles y ha sido fundamental para i<strong>de</strong>ntificar que, en el caso <strong>de</strong> Costa Rica, el sistema<strong>de</strong> partidos multinivel ha tenido una ten<strong>de</strong>ncia en el periodo 2002-2006 hacia un menor nivel<strong>de</strong> congruencia, es <strong>de</strong>cir, “diferentes combinaciones [<strong>de</strong> la competencia] pue<strong>de</strong>n darse a nivelsubnacional” (Suárez-Cao, 2009:7). Mientras que para el caso nicaragüense, en el periodo 1996-2004 ha evolucionado hacia mayores niveles <strong>de</strong> congruencia en la competencia partidista.Luego <strong>de</strong> estudiar los partidos políticos en competencia se observa que en Costa Rica existe unamayor presencia <strong>de</strong> partidos políticos locales y netamente nacionales que no se observa en elcaso nicaragüense.El índice <strong>de</strong> nacionalización mi<strong>de</strong> la dimensión horizontal <strong>de</strong> la competencia <strong>de</strong>l sistema<strong>de</strong> partidos. En un primer momento, se utiliza para observar la distribución territorial <strong>de</strong> losapoyos <strong>de</strong> los partidos políticos nacionales en elecciones presi<strong>de</strong>nciales y con base en esto lanacionalización <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> partidos. Se pue<strong>de</strong> concluir que tanto en Costa Rica como enNicaragua los partidos políticos mayoritarios tien<strong>de</strong>n a ser nacionalizados. De los resultados<strong>de</strong> la agregación <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong> nacionalización <strong>de</strong> los partidos políticos, se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> que enambos casos los sistemas se encuentran nacionalizados y que esto es constante a lo largo <strong>de</strong> laselecciones estudiadas.La presencia y mantenimiento en el tiempo <strong>de</strong> partidos políticos locales y el surgimiento<strong>de</strong> nuevos partidos políticos netamente nacionales en un fenómeno centrífugo <strong>de</strong> la competencia(Costa Rica). En el caso nicaragüense, se observa una ten<strong>de</strong>ncia hacia una competencia más<strong>de</strong> tipo centrípeta <strong>de</strong> los nuevos actores locales o netamente nacionales (poca presencia), yuna flui<strong>de</strong>z en la competencia nacional que compite en todos los niveles que aunque tieneten<strong>de</strong>ncia bipolar se encuentra altamente fragmentada.Para explicar las diferencias se han utilizado factores institucionales y sociológicos.Sobre los factores institucionales se estudió con <strong>de</strong>talle la Ley Electoral <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong> los casosy se observa que existe una diferencia muy sutil entre los casos, que se <strong>de</strong>staca con respectoa la flexibilidad para presentar y cancelar las personerías <strong>de</strong> los partidos políticos. En CostaRica existe una mayor flexibilidad para presentar candidaturas y mantener los partidos políticoscomo actores <strong>de</strong> la competencia a lo largo <strong>de</strong>l tiempo. Mientras que en Nicaragua el sistemamantiene una estructura más nacionalista con respecto a la inscripción <strong>de</strong> los partidos políticosy las limitaciones para mantenerse compitiendo en el tiempo.98NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelLos cleavages estudiados explican que en Costa Rica la dinámica <strong>de</strong> la competenciatradicional bipartidista ha tenido una ten<strong>de</strong>ncia a erosionarse. De acuerdo con la perspectiva<strong>de</strong> Sánchez (2007) esto se <strong>de</strong>nomina “<strong>de</strong>salineamiento electoral”, y se percibe como un<strong>de</strong>scontento en relación a las limitaciones <strong>de</strong> los partidos políticos tradicionales para respon<strong>de</strong>ra las <strong>de</strong>mandas ciudadanas. Dentro <strong>de</strong> esta nueva dinámica, aparecen partidos políticos quevan a buscar solventar las nuevas necesida<strong>de</strong>s, estos pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong> carácter nacional o inclusivelocal. La competencia electoral en Nicaragua, en cambio, se mantiene congelada en un cleavageque polariza las elecciones, en un continuo que tradicionalmente era <strong>de</strong> izquierda-<strong>de</strong>recha,pero que ha pasado a convertirse en sandinismo-antisandinismo (Santiúste, 2000).La competencia en el espacio local en sistemas unitarios continúa siendo un tema pocoexplorado. Luego <strong>de</strong> la investigación realizada se observa la necesidad <strong>de</strong> incluir medidas quepresten atención a la dimensión horizontal <strong>de</strong> la competencia en el espacio municipal. Conesto se podrían <strong>de</strong>terminar las diferencias <strong>de</strong> la competencia electoral entre las provincias o losmunicipios, es <strong>de</strong>cir, en la dimensión horizontal <strong>de</strong>l nivel subnacional.Las elecciones directas <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong>s, tanto en Costa Rica como en Nicaragua, son procesosrecientes y la introducción <strong>de</strong> estos puestos <strong>de</strong> elección popular es un espacio casi inexplorado<strong>de</strong> la competencia en estos países. Las similitu<strong>de</strong>s que este puesto comparte con la elección <strong>de</strong>presi<strong>de</strong>nte han enriquecido esta investigación al contribuir en la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> sutilezas queexpliquen las diferencias entre los casos. Vale la pena hipotetizar con respecto a lo que pue<strong>de</strong>nsignificar sistemas incongruentes para la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia y para la relación entre losdirigentes locales y nacionales <strong>de</strong> los partidos.La presencia <strong>de</strong> partidos políticos locales representa una ventaja para que los votantestengan una mayor cantidad <strong>de</strong> opciones a la hora <strong>de</strong> tomar <strong>de</strong>cisiones políticas. En los espacioslocales la competencia se estructura tomando en cuenta necesida<strong>de</strong>s ciudadanas más directascon la convivencia local. La presencia <strong>de</strong> una “competencia incongruente” con partidospolíticos locales que busquen solventar <strong>de</strong>mandas ciudadanas directas, pue<strong>de</strong> significar unamejor calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.En el extremo netamente nacional, el aumento <strong>de</strong> la incongruencia con respecto a laaparición <strong>de</strong> un exceso <strong>de</strong> partidos políticos nacionales, pue<strong>de</strong> ser un riesgo para la estabilidad<strong>de</strong>mocrática. Ya que un exceso <strong>de</strong> partidos políticos tan tradicionales y nuevas opcionespartidistas pue<strong>de</strong> suponer una multiplicación <strong>de</strong> los actores en un aumento <strong>de</strong>sproporcionado<strong>de</strong>l NEP que vuelva ingobernable la política nacional, especialmente si esto se traduce en unmultipartidismo extremo en el Congreso.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 99


María José CascanteVI. Referencias BibliográficasAn<strong>de</strong>rson, Leslie y Dodd, Lawrence. 2009. “Taking the Study of Nicaragua Politics Seriously: AResponse to Greene on the 2008 Municipal Elections”. En: Journal of Democracy, July,vol. 20. n.º 3.Alcántara, Manuel. 1999. Sistemas políticos <strong>de</strong> América Latina. Volumen II México, AméricaCentral y el Caribe. Madrid: Editorial Tecnos.Alcántara, Manuel y Llamazares, Iván. 1997. “Partidos Políticos, Élites Parlamentarias y ClasesSociales en Centroamérica”. En: América Latina Hoy, agosto, vol. 16:57-64.Alfaro, Ronald. 2009. “<strong>Elecciones</strong> a mitad <strong>de</strong> la Primera Década <strong>de</strong>l Siglo XXI en Costa Rica”. En:Rojas, Manuel y Castro, Mariela (comps.). <strong>Elecciones</strong> 2006 y Referéndum: perspectivasdiversas. San José: FLACSO: 57-92.Alfaro, Ronald. 2002. “<strong>Elecciones</strong> municipales y <strong>de</strong>bilitamiento <strong>de</strong>l respaldo electoral bipartidistaen Costa Rica periodo 1986-2002”. En: Anuario <strong>de</strong> Estudios Centroamericanos, 28 (1-2):89-135.Alfaro, Ronald y Zeledón, Fernando, 2005. “Ten<strong>de</strong>ncias en la historia electoral municipalcostarricense 1953-2002”. En: Rivera, Roy. Los Partidos Locales y la Democracia en losMicroterritorios en Costa Rica (Retrospección y perspectivas. San José: FLACSO: 93-136.Alfaro Salas, Sergio. 2001. Costa Rica en Alcántara, Manuel y Frei<strong>de</strong>nberg, Flavia. 2001. Partidospolíticos <strong>de</strong> América Latina: Centroamérica, México y República Dominicana. México:FCD, IFE.Araya, Óscar. 2005. Recopilación <strong>de</strong> Leyes Conexas con la Legislación Municipal y suconcordancia con las normas <strong>de</strong>l Código Municipal. San José: Unión Nacional <strong>de</strong>Gobierno Locales <strong>de</strong> Costa Rica.Artiga, Álvaro. 2000. La política y los sistemas <strong>de</strong> partidos <strong>de</strong> Centroamérica. San Salvador:FUNDAUNGO.Barrio, Astrid; Baras, Montserrat; Barberá, Óscar y Rodríguez, Juan. 2009. Partidos <strong>de</strong> ámbito noestatal y gobernabilidad multinivel: El caso <strong>de</strong> España (1977-2008). Málaga: IX CongresoEspañol <strong>de</strong> Ciencia Política y <strong>de</strong> la Administración, <strong>de</strong>l 23 al 25 <strong>de</strong> setiembre.Barrio, Astrid; Rodríguez, Juan; Baras, Montserrat y Barberá, Óscar. 2009 Las respuestasestratégicas <strong>de</strong> los partidos <strong>de</strong> ámbito estatal a los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> la competición multinivel:la política <strong>de</strong> alianzas <strong>de</strong>l PP y el PSOE en las Comunida<strong>de</strong>s Autónomas <strong>de</strong> España100NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivel(1980-2008). Málaga: IX Congreso Español <strong>de</strong> Ciencia Política y <strong>de</strong> la Administración. ,<strong>de</strong>l 23 al 25 <strong>de</strong> setiembre.Bartolini, Stefano. 2002. Electoral and Party Competition: Analytical Dimensions and EmpiricalProblems. En Gunther, Richard et al. Political Parties: Old Concepts and New Challenges.Oxford: Oxford University Press.Bartolini, Stefano. 1988. Partidos y Sistemas <strong>de</strong> Partidos. En Pasquino, Gianfranco et al. Manual<strong>de</strong> Ciencia Política. Madrid: Alianza Universidad Textos.Batlle, Margarita. 2008. Distribución territorial <strong>de</strong> los apoyos electorales en América Latina: loscasos <strong>de</strong> Ecuador, Perú y Honduras. Trabajo <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> Máster <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Iberoamérica.Universidad <strong>de</strong> Salamanca.Bento, Allyson. 2003. “Presi<strong>de</strong>ntes fuertes, provincias po<strong>de</strong>rosas: la economía política <strong>de</strong> laconstrucción <strong>de</strong> partidos en el sistema fe<strong>de</strong>ral argentino”. En: Política y Gobierno, vol.X, n.º. 1: 103-120.Blais, André y Massicotte, Louis. 2002. “Electoral Systems”. En: LeDuc, Lawrence; Niemi, Richardy Norris, Pippa (eds.). Comparing Democracies 2. New Challenges in the Study ofElections and Voting. California: Sage Publications.Blanco, Randall. 2001. “Los partidos cantonales en el marco <strong>de</strong>l bipartidismo costarricense”. En:Rovira Mas, Jorge. La <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> Costa Rica ante el siglo XXI. San José: Editorial <strong>de</strong>la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica: 293-305.Bobbio, Norberto; Matteucci, Nicola y Pasquino, Gianfranco. 1997. Diccionario <strong>de</strong> Política.México: Editorial Siglo XXI. Décima edición.Calvo, Ernesto y Escolar, Marcelo. 2005. “Crisis política, cambio partidario y reformaselectorales”. En: Calvo, Ernesto y Escolar, Marcelo. La nueva política <strong>de</strong> partidos enla Argentina: Crisis política, realineamientos partidarios y reformas electorales. BuenosAires: Prometeo Libros: 21-64Caramani, Daniele. 2008. Comparative Politics. Oxford: Oxford University Press.Caramani, Daniele. 2004. The Nationalization of Politics. The Formation of National Electoratesand Party Systems in Western Europe. Cambridge: Cambridge University Press.Cavarozzi, Marcelo y Abal Medina, Juan. 2002. “Elementos teóricos para el análisis contemporáneo<strong>de</strong> los partidos políticos: un reor<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong>l campo semántico”. En: Cavarozzi,Marcelo y Abal Medina, Juan (eds.). El asedio a la política. Los partidos latinoamericanostras la década <strong>de</strong>l neoliberalismo. Rosario: Homo Sapiens: 33-54.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 101


María José CascanteChhibber, Pra<strong>de</strong>ep y Kollman, Ken. 2004. The Formation of National Party System. Fe<strong>de</strong>ralismand Party Competition in Canada, Great Britain, India and the United States. New Jersey:Princeton University Press.Daalfer, Hans. 1990. “The “reach” of the Party System”. En: Mair, Peter (ed.). The West EuropeanParty System. Oxford: Oxford University Press.: 79-90Deschouwer, Kris. 2006. Political parties as multi-level organizations. En Katz, Richards y Crotty,William (eds.). Handbook of Party Politics. London: Sage Publications.Equipo, Envío. 2000. “<strong>Elecciones</strong> Municipales: lo bueno, lo malo y lo incierto”. En: Revista Envío,n.º 224. Disponible en www.envio.org.ni. Visitada el 18 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010 a las 19:30.Equipo, Nitlápan-Envío, 2006. La clave: una <strong>de</strong>recha dividida política y socialmente. RevistaEnvío, n.º 296. Disponible en www.envio.org.ni. Visitada el 18 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010 a las19:03.Equipo, Nitlápan-Envío. 1996a. El nuevo escenario nacional. En: Revista Envío, n.º 176. Disponibleen www.envio.org.ni. Visitada el 18 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010 a las 19:32.Equipo, Nitlápan-Envío. 1996b. Las raíces <strong>de</strong> la crisis electoral. En: Revista Envío, n.º 176.Disponible en www.envio.org.ni. Visitada el 18 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010 a las 19:33.Estudio sobre <strong>de</strong>scentralización, Database of the Americas. Página Web http://pdba.georgetown.edu/Decen/Nicaragua/nicaragua.html#divisionpolitico visitada el <strong>11</strong> <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010a las 19:16.Falleti, Tulia. 2003. Of Presi<strong>de</strong>nts, Governors, and Mayors: The Politics of Decentralization inLatin America. Dallas: Latin American Studies Association.Ferrando Badia, Juan. s.f. El estado unitario. Madrid: Centro <strong>de</strong> Estudios Políticos y Constitucionales.Gibson, Edward (ed.). 2004a. Fe<strong>de</strong>ralism and Democracy in Latin America. Baltimore: The JohnsHopkins University Press.Gibson, Edward. 2004b. Subnational Autoritarianism: Territorial Strategies of Political Control inDemocratic Regimes. Annual Meeting American Politicasl Science Association, <strong>de</strong>l 2 al5 <strong>de</strong> setiembre.Gibson, Edward y Suárez-Cao, Julieta. 2010. Fe<strong>de</strong>ralized Party Systems and Subnational PartyCompetition: Theory and an Empirical Application to Argentina. Forthcoming inComparative Politics.102NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelGuinjoan, Marc. 2009. Cleavages y sistemas electorales: una nueva aproximación. Revista <strong>de</strong>Estudios Políticos, abril-junio, n.º 144: 87-121.Grigsby, William. 2004. <strong>Elecciones</strong> municipales 2004: ¿un cuadro “casi” rayado? Revista Envío,n.º 262. Disponible en www.envio.org.ni. Visitada el 18 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010 a las 19:22.Greene, Samuel. 2009. “Learning the wrong lessons about Nicaraguan Democracy: a response toAn<strong>de</strong>rson and Dodd”. En: Journal of Democracy, July, vol. 20. n.º 3.Georgetown University, Database of the Americas. Disponible en http://pdba.georgetown.edu/Hernán<strong>de</strong>z, Óscar. 2005. Inconsistencias en el total <strong>de</strong> votos recibidos para presi<strong>de</strong>nte, diputadosy munícipes. Costa Rica 1978-2002. Revista <strong>de</strong> Ciencias Sociales, 109-<strong>11</strong>0: 31-39.Hernán<strong>de</strong>z Valle, Rubén. 2000. Regulación jurídica <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa Rica.Georgetown University, Database of the Americas. Disponible en http://pdba.georgetown.edu/Hopkin, Jonathan y Barberá, Óscar. 2009. Partidos <strong>de</strong> ámbito estatal (PANE) en España y el ReinoUnido: Una perspectiva comparada. Málaga: IX Congreso Español <strong>de</strong> Ciencia Política y<strong>de</strong> la Administración, <strong>de</strong>l 23 al 25 <strong>de</strong> setiembre.IPADE. 2009. <strong>Elecciones</strong> Municipales: 2008/2009. Managua: IPADE.IPADE. 2000. Catálogo Estadístico <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Nicaragua 1990 – 2006. Managua: IPADE.Jones, Mark. 2007. Political Parties and Party Systems in Latin America. Houston: Rice University.Jones, Mark y Mainwaring, Scott. 2003. “The nationalization of parties and party systems: anempirical measure an application to the Americas”. En: Party Politics, Vol. 9, n.º 2: 139-166.Kasuya, Yuko y Moenius, Johannes. 2007. The nationalization of party systems: Conceptual issuesand alternative district-focused measures. Tokyo: Keio University.Laakso, Markku y Taagapera, Rein. (1979) Effective number of parties: A mesure with applicationto West Europe. Comparative Political Studies.LeDuc, Lawrence; Niemi, Richard y Norris, Pippa. 2002. “Introduction: Comparing DemocraticElections”. En: LeDuc, Lawrence; Niemi, Richard y Norris, Pippa (eds.). ComparingDemocracies 2. New Challenges in the Study of Elections and Voting. California: SagePublications.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 103


María José CascanteLeiras, Marcelo. 2009. Los procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralización y la nacionalización <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong>partidos en América Latina. Río <strong>de</strong> Janeiro: Congreso Latin American Studies Association,<strong>de</strong>l <strong>11</strong> al 14 <strong>de</strong> junio.Lipset, Seymour y Rokkan, Stein. “Estructuras <strong>de</strong> división, sistemas <strong>de</strong> partidos y alineamientoselectorales”. En: Battle, Albert (coord.). Diez textos básicos <strong>de</strong> Ciencia Política. España:Ariel: 231-273.Mainwaring, Scott y Torcal, Mariano. 2006. “Party System Institutionalization and Party SystemTheory after the Third Wave of Democratization”. En: Katz, Richards y Crotty, William(eds.). Handbook of Party Politics. London: Sage Publications: 204-227.Mair, Peter. 2006. Party System Change. En Katz, Richards y Crotty, William (eds.). Handbookof Party Politics. London: Sage Publications: 371-375.Mair, Peter. 2002. “Comparing Pary Systems”. En: LeDuc, Lawrence; Niemi, Richard y Norris,Pippa (eds.). Comparing Democracies 2. New Challenges in the Study of Elections andVoting. California: Sage Publications.Mair, Peter. 1996. “Party Systems and Structure of Competition”. En: LeDuc, Lawarence; Niemi,Richard; Norris, Pippa. Comparing Democracies: Elections and Voting in GlobalPerspective. California: Sage Publications: 83-105.Mair, Peter. 1990. “Parameters of change”. En: Mair, Peter (ed.). The West European Party System.Oxford: Oxford University Press: 208-217.Muñoz, Jordi; Boso, Alex y Pallarés, Francesc. Nationalization of Party Systems The Spanish case(1979-2004). Málaga: IX Congreso Español <strong>de</strong> Ciencia Política y <strong>de</strong> la Administración,<strong>de</strong>l 23 al 25 <strong>de</strong> setiembre.Nohlen, Dieter. 2003. Sistemas electorales y reforma electoral. Primer curso <strong>de</strong> especializaciónsobre Régimen Electoral, Gobernabilidad Democrática y Resolución <strong>de</strong> Conflictos. Del27 al 29 <strong>de</strong> marzo y <strong>de</strong>l 3 al 5 <strong>de</strong> abril.Pérez, Javier. 2010. Estructura territorial y multinivel <strong>de</strong> la competencia partidista en Bolivia(1995-2005). Trabajo <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> Máster <strong>de</strong> Ciencia Política, Universidad <strong>de</strong> Salamanca.Pérez-Liñán, Aníbal. 2007. El Método Comparativo: Fundamentos y Desarrollos Recientes.Departamento <strong>de</strong> Ciencias Políticas, Universidad <strong>de</strong> PittsburghRae, Douglas. 1967. The Political Consequences of Electoral Laws. New Haven: Yale UniversityPress.104NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La competencia en Costa Rica y Nicaragua:diferencias multinivelRamírez, Adriana. 2010. El Sistema <strong>de</strong> Partidos en República Dominicana: una <strong>de</strong>scripciónintegrando los niveles nacional y subnacional, 1978-2008. Trabajo <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> Máster <strong>de</strong>Ciencia Política, Universidad <strong>de</strong> Salamanca.Rivera, Roy. 2005. Los Partidos Políticos Locales y La Democracia en los Microterritorios <strong>de</strong>Costa Rica (Retrospección y Perspectiva). San José, Costa Rica: FLACSO.Rokkan, Stein y Urwin, Derek. 1983. Economy, Territory, I<strong>de</strong>ntity. California: Sage Publications.Rojas, Manuel. 1996. Sistemas <strong>de</strong> partidos y crisis <strong>de</strong> representación en Centroamérica.Presentación realizada en San Cristóbal <strong>de</strong> Las Casas, Chiapas, México, 14 <strong>de</strong> marzo<strong>de</strong> 2005.Rovira Mas, Jorge. 2007. “El sistema <strong>de</strong> partidos en <strong>de</strong>venir”. En: Rovira Mas, Jorge. DesafíosPolíticos <strong>de</strong> la Costa Rica Actual. San José: Editorial UCR: 109-136.Sáenz <strong>de</strong> Oger, Sonia y Gómez Fortes, Braulio. 2009. Partidos nacionales en elecciones regionales:¿coherencia territorial o programas a la carta? Málaga: IX Congreso Español <strong>de</strong> CienciaPolítica y <strong>de</strong> la Administración, <strong>de</strong>l 23 al 25 <strong>de</strong> setiembre.Sánchez, Fernando. 2007. Partidos Políticos, <strong>Elecciones</strong> y Lealta<strong>de</strong>s partidarias en Costa Rica:erosión y cambio. Salamanca: Ediciones Universidad <strong>de</strong> Salamanca.Santiúste, Salvador. 2001. “Nicaragua”. En: Alcántara, Manuel y Frei<strong>de</strong>nberg, Flavia. 2001.Partidos políticos <strong>de</strong> América Latina: Centroamérica, México y República Dominicana.México: FCD, IFE.Santiúste, Salvador. 2000. “Una piedra en el camino: el sistema <strong>de</strong> partidos <strong>de</strong> la nueva<strong>de</strong>mocracia electoral nicaragüense <strong>de</strong> los noventa”. En: Perfiles latinoamericanos, n.º16 (junio): 77-98.Sartori, Giovanni. 1976. Partidos y Sistemas <strong>de</strong> Partidos. Madrid: Alianza Editorial. SegundaEdición.Schattschnei<strong>de</strong>r, Elmer. 1960. The Semi-Sovereign People. New York: Holt, Rinehart and Winston.Siavelis, Peter. 2006. Party and Social Structure. En Katz, Richards y Crotty, William (eds.).Handbook of Party Politics. London: Sage Publications: 359-370.Strokes, Donald. 1967. “Parties and the Nationalization of Electoral Forces”. En: Chamber,William y Burham, Walter. The American Party Systems: Stages of Political Development.New York: Oxford University Press: 182-202.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 105


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administración electoral.El caso argentino a examenNota <strong>de</strong>l Consejo EditorialRecepción: 23 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong> 2010.Revisión, corrección y aprobación: 22 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2010.Vanesa Valver<strong>de</strong> Camiña *Resumen: Los regímenes <strong>de</strong>mocráticos <strong>de</strong> América Latina han superado en una gran mayoría la fase<strong>de</strong> consolidación <strong>de</strong>mocrática, lo que actualmente sitúa su análisis en una cuestión <strong>de</strong> calidad. Si bienla calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia es un concepto que parte indudablemente <strong>de</strong> los principios poliárquicos(Alcántara, 2008), éste abarca múltiples elementos entre los que la Administración Electoral juega unpapel <strong>de</strong>terminante como garantizadora <strong>de</strong> unas verda<strong>de</strong>ras elecciones limpias, libres e imparciales. LaAdministración Electoral en la región latinoamericana se presenta en diversos mo<strong>de</strong>los que se articulan enun continuo cuyos extremos están marcados por la total in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia formal-legal <strong>de</strong> los Organismos <strong>de</strong>Gestión Electoral –OGE- y la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> éstos respecto <strong>de</strong> los Po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado. Consi<strong>de</strong>rando quela literatura al respecto apuesta por la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> estos OGE para su correcto <strong>de</strong>sempeño (Hartlyn,McCoy y Mustillo, 2008), en este trabajo se preten<strong>de</strong> llevar a cabo un análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> losciudadanos y legisladores argentinos <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> administración electoral argentino, que se caracterizapor cierta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sus OGE respecto <strong>de</strong>l Ejecutivo y <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial (López Pintor, 2000), paraobservar si esta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia tiene relación con el acusado <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la participación electoral en lasúltimas elecciones presi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2007, cuyo porcentaje (76,20%) es el menor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elregreso a la <strong>de</strong>mocracia.Palabras clave: Calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia/Administración electoral/Organismos electorales/Administraciónelectoral/Cultura política/Argentina.Abstract: The majority of <strong>de</strong>mocratic regimes in Latin America have overcome the phase of <strong>de</strong>mocraticconsolidation, which means that the focus of studies is currently on their quality. Although the qualityof <strong>de</strong>mocracy is a concept that is undoubtedly based on the principles of poliarchy (Alcántara 2008), italso consi<strong>de</strong>rs many other aspects, including Electoral Administration, due to its key role in guaranteeingtransparent, free and impartial elections. Electoral Administration in Latin America follows differentmo<strong>de</strong>ls, which can be placed on a continuum whose extreme si<strong>de</strong>s range from complete formal/legalin<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce from Bodies of Electoral Management (BEM) to their <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce on the powers of theState. Taking into account that the literature on this topic claims that these bodies need to be in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntif they are to function properly (Hartlyn, McCoy y Mustillo, 2008), this study aims to analyze from theperspective of Argentine citizens and legislators of the mo<strong>de</strong>l of electoral administration in Argentina,which is characterized by a certain <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nce of their BEMs on the Executive and Judicial Powers (LópezPintor, 2000) in or<strong>de</strong>r to see if there is any relationship between this <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncy and the consi<strong>de</strong>rable fallin electoral participation in the last presi<strong>de</strong>ntial elections (held in October 2007), as the turnout of 76.20%is the lowest since the country’s return to <strong>de</strong>mocracy.Key words: Quality of Democracy/Electoral bodies/Electoral administration/Political culture/Argentina.*Candidata a Doctor en Procesos Políticos Contemporáneos <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Salamanca, España. Escuela <strong>de</strong> EstudiosHispano-Americanos (CSIC). vaneval4@hotamil.comNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 107


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaI. IntroducciónEn América Latina el nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>mocrático alcanzado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la terceraola <strong>de</strong>mocratizadora, se <strong>de</strong>bate entre una fase <strong>de</strong> consolidación y otra fase <strong>de</strong> calidad.Indudablemente, algunos sucesos acaecidos en los últimos meses <strong>de</strong>l presente año, como elgolpe <strong>de</strong> estado <strong>de</strong> Honduras 1 , ponen <strong>de</strong> manifiesto la heterogeneidad regional en términos<strong>de</strong> estabilidad institucional. Sin embargo, esta diversidad <strong>de</strong>mocrática matiza la necesidad <strong>de</strong>llevar a cabo investigaciones comparativas que puntualicen sobre la especificidad <strong>de</strong> los casos.En tal sentido, el caso <strong>de</strong> estudio que ocupa este trabajo es el argentino, país quese caracteriza por un <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>mocrático consolidado, que superó una profunda crisiseconómica en el año 2001 2 , y que se encuentra entre el grupo <strong>de</strong> países <strong>de</strong> la región que tienenuna calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia media-alta. Sin embargo, los datos <strong>de</strong> participación electoral <strong>de</strong>los últimos años muestran una ten<strong>de</strong>ncia negativa que pue<strong>de</strong> terminar en <strong>de</strong>safección política y,por lo tanto, en cambios <strong>de</strong> comportamiento y cultura política.Sin necesidad <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lantar suposiciones, el objetivo <strong>de</strong> este trabajo es analizar laadministración electoral, tanto en su perspectiva institucional como política, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto<strong>de</strong> vista <strong>de</strong> los ciudadanos y <strong>de</strong> los legisladores argentinos, para observar si ésta tiene algunarelación con la marcada ten<strong>de</strong>ncia a la baja <strong>de</strong> la participación electoral.Esta hipotética relación parte <strong>de</strong> supuestos teóricos establecidos respecto a laadministración electoral. Los estudios al respecto han venido afirmando que los Organismos <strong>de</strong>Gestión Electoral que gozan <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia formal-legal plena contribuyen a la mejora <strong>de</strong>procesos electorales limpios, justos y libres (Hartlyn, McCoy y Mustillo, 2008; Urruty Navatta,2007 y López Pintor, 2004). En tal sentido, el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> administración electoral argentinopresenta cierta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Ejecutivo, lo que pue<strong>de</strong> limitar la transparencia y efectividad <strong>de</strong>los organismos electorales y ello repercute negativamente en la participación electoral.La justificación <strong>de</strong> este estudio radica en que va más allá <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> la administraciónelectoral en función <strong>de</strong>l diseño institucional, aunque este también es un aspecto <strong>de</strong>terminante,1 Un análisis sobre la crisis <strong>de</strong> Honduras en el marco <strong>de</strong> Centroamérica lo encontramos en “Un intento <strong>de</strong> explicación <strong>de</strong> lacrisis <strong>de</strong> Honduras <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mirada <strong>de</strong> sus legisladores” Alcántara (2009) disponible en http://americo.usal.es/oir/elites/2 Sobre la crisis económica que vivió argentina en 2001 véase CARRERA, M (2004). “La <strong>de</strong>uda externa en América latina, veinteaños <strong>de</strong>spués: una nueva media ”. En: Investigación Económica, núm. 274, enero-junio.108NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examencentrándose en las percepciones y actitu<strong>de</strong>s que los ciudadanos y los legisladores argentinosmuestran frente al monitoreo ejercido sobre las elecciones. Las fuentes que permiten llevara cabo esta investigación son la base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong>l Banco Interamericano <strong>de</strong> Desarrollo,DATAGOB 3 , que recoge múltiples indicadores relativos a la gobernabilidad a nivel mundial,entre los que encontramos aspectos directos sobre la administración electoral. Asimismo, lavisión <strong>de</strong> los ciudadanos se complementa con el barómetro para América Latina <strong>de</strong>l Proyecto<strong>de</strong> Opinión Pública <strong>de</strong> América Latina (LAPOP) 4 <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Van<strong>de</strong>rbilt. Y finalmente,las percepciones <strong>de</strong> los diputados argentinos son extraídas <strong>de</strong>l Proyecto <strong>de</strong> Elites ParlamentariasLatinoamericanas (PELA) 5 <strong>de</strong>l Instituto Iberoamericano <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Salamanca 6 .La búsqueda <strong>de</strong> congruencia entre las percepciones <strong>de</strong> los ciudadanos y los legisladores,con base en estudios <strong>de</strong>moscópicos, resulta una herramienta analítica <strong>de</strong> gran utilidad paraobservar la realidad política <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos ángulos muy diferentes. Asimismo, el análisis se veenriquecido por su carácter comparativo en términos regionales.La estructuración <strong>de</strong> este trabajo se presenta en cuatro apartados que le siguen a estabreve introducción. En un primer apartado se analizará conceptualmente la complejidad <strong>de</strong>ltérmino calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia y se acudirá a los diferentes indicadores <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia existentes, para ver qué posición ocupa en ellos Argentina y qué elementos odimensiones la <strong>de</strong>finen. El segundo apartado correspon<strong>de</strong> a la parte institucional, pues aquíse <strong>de</strong>scribe comparativamente la administración electoral argentina, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vistatanto gerencial como jurisdiccional. En el tercer apartado se <strong>de</strong>sarrolla el análisis propiamentedicho con base en las valoraciones y opiniones que los ciudadanos y electores han realizado <strong>de</strong>lsistema electoral, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las elecciones y <strong>de</strong> los organismos electorales propiamentedichos. Finalmente, el cuarto apartado recoge las conclusiones más tentativas <strong>de</strong> la cuestión eindica posibles campos <strong>de</strong> estudio.3 http://www.iadb.org/datagob/home_esp.html.4 www.AmericasBarometer.org5 http://americo.usal.es/oir/elites/6 Los análisis <strong>de</strong> las primeras oleadas <strong>de</strong> entrevistas realizadas a legisladores latinoamericanos pue<strong>de</strong>n consultarse en el Libro<strong>de</strong> Alcántara (2008) Políticos y Política en América Latina.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 109


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaII.Calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia: precisiones conceptualese indicadoresEn este trabajo se parte <strong>de</strong>l supuesto <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> una relación concluyenteentre calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia y administración electoral. Efectivamente, aún consi<strong>de</strong>randola complejidad <strong>de</strong>l término calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, ésta está directamente vinculada a losprocesos mediante los cuales la población elige y controla a sus representantes, procesos que,sin lugar a dudas, competen a la administración electoral.Una precisión conceptual <strong>de</strong>l término <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia implica, tal y comoestablece Alcántara, enten<strong>de</strong>rla <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva poliárquica <strong>de</strong> Dahl (1989). Así, se parte<strong>de</strong> la premisa <strong>de</strong> que la <strong>de</strong>mocracia pue<strong>de</strong> medirse en términos <strong>de</strong> calidad si se satisfacen ochodimensiones. Cinco <strong>de</strong> ellas tienen carácter procedimental: el imperio <strong>de</strong> la ley, la participación,la competición, la responsabilidad vertical y la responsabilidad horizontal. Dos tienen caráctersustantivo. Respeto a las liberta<strong>de</strong>s civiles y políticas y la implementación progresiva <strong>de</strong>mayor igualdad política (y subsiguientemente social y económica). Finalmente se encuentra ladimensión “responsiveneness” que enlaza las dimensiones procedimentales con las sustantivas,proveyendo una base para medir más o menos cuántas políticas públicas (incluyendo leyes,instituciones y gastos) correspon<strong>de</strong>n a las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> los ciudadanos según han sido agregadasa través <strong>de</strong>l proceso político (Alcántara, 2008:2-3).Otra concepción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> vista multidimensional es la <strong>de</strong>Levine y Molina (2007), quienes compren<strong>de</strong>n la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia como un continuoque varía con base en el nivel alcanzado en cinco dimensiones interrelacionadas: <strong>de</strong>cisiónelectoral, participación, respuestas a la voluntad popular, responsabilidad y soberanía. Estosautores consi<strong>de</strong>ran que la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia se refiere al proceso <strong>de</strong> participación einfluencia política <strong>de</strong> la ciudadanía. Concretamente, <strong>de</strong>finen la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia:“…como la medida en que los ciudadanos participan informadamenteen procesos <strong>de</strong> votación libres, imparciales y frecuentes, influyen en la toma <strong>de</strong><strong>de</strong>cisiones política, exigen responsabilida<strong>de</strong>s a los gobernantes, y en que estosúltimos son quienes efectivamente toman las <strong>de</strong>cisiones y lo hacen respondiendoa la voluntad popular” (Levine y Molina, 2007:42, <strong>de</strong>finición apuntada porAlcántara, 2008:8).<strong>11</strong>0NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenEstas <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia como las <strong>de</strong> los teóricos Altmany Pérez Liñan (2002) o Diamond y Morlino (2004), se basan en puntos comunes entre losque <strong>de</strong>staca la premisa, bajo diferentes <strong>de</strong>nominaciones, <strong>de</strong> elecciones limpias y libres. Noobstante, la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en la mayoría <strong>de</strong> países, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este punto, ha tenido queser asegurada mediante la creación o <strong>de</strong>signación <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas instituciones para el control<strong>de</strong> los procesos electorales. Este conjunto <strong>de</strong> órganos en el aparato <strong>de</strong>l Estado encargado <strong>de</strong>lcontrol <strong>de</strong> las elecciones ha sido <strong>de</strong>nominado Administración Electoral. Dentro <strong>de</strong> la cual seincluyen Cortes, <strong>Tribunal</strong>es, Consejos Electorales, etc.En América Latina, la creación <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> Organismos <strong>de</strong> Gestión Electoral, que enel presente trabajo <strong>de</strong>nominaremos bajo las siglas OGE, tuvo lugar a partir <strong>de</strong> los años veinte,en países como Chile, Uruguay, Nicaragua y Brasil. A medida que ha ido evolucionando laadministración electoral, se han ido creando, en la práctica, en la totalidad <strong>de</strong> la región, OGEespecializados. De tal manera que todos los países, a excepción <strong>de</strong> Argentina, que únicamenterecoge constitucionalmente la parte jurídica <strong>de</strong> la administración electoral, contemplan en susconstituciones OGE encargados <strong>de</strong> toda la supervisión <strong>de</strong> los diferentes procesos electorales.Esta primera matización indica que existen diferentes tipos <strong>de</strong> administracioneselectorales en función <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> que se trate. De manera que estas diferencias pue<strong>de</strong>n influiren los procesos electorales <strong>de</strong>terminantemente. Así, se preten<strong>de</strong> analizar el caso <strong>de</strong> Argentina,don<strong>de</strong> el acusado <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la participación electoral en los últimos comicios presi<strong>de</strong>nciales,pue<strong>de</strong> estar directamente ligado al diseño institucional <strong>de</strong> su administración electoral.Efectivamente la administración electoral argentina presenta rasgos particulares. Así, losOGE argentinos son organizados por el Ministerio <strong>de</strong> Interior, aunque vigilados por un órganocolegiado integrado por actores jurídicos. Este mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> administración electoral es máspróximo a los <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> países europeos que a los <strong>de</strong> la región. Sin embargo, Argentinatambién comparte rasgos <strong>de</strong> diseño institucional con sus países vecinos como Brasil. En amboscasos los OGE cumplen funciones <strong>de</strong> carácter administrativo y jurisdiccional electoral, pero sontemporales, estableciéndose dos meses antes <strong>de</strong> la celebración <strong>de</strong> elecciones y disolviéndoseuna vez concluidas éstas. Asimismo, en Argentina y Brasil no se pue<strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> organismosnetamente autónomos, puesto que los OGE pertenecen a la rama jurisdiccional ordinaria, y,a<strong>de</strong>más, en el caso <strong>de</strong> Argentina, sus miembros son <strong>de</strong>signados por la Asamblea Legislativa.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> <strong>11</strong>1


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaLa literatura sobre los organismos electorales se inclina hacia la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> suin<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia como mecanismo garantizador <strong>de</strong> un control imparcial para la celebración <strong>de</strong>elecciones limpias y libres 7 . Concretamente, en un estudio reciente sobre los OGE, Hartlyn,McCoy y Mustillo (2008) analizan la administración electoral en 19 países <strong>de</strong> América Latina ysus efectos sobre las elecciones presi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1980, cuyos resultados, tras la realización<strong>de</strong> diferentes pruebas estadísticas multinivel, establecen que los organismos electoralesin<strong>de</strong>pendientes y profesionales <strong>de</strong>sempeñan un papel positivo e importante en los procesoselectorales examinados 8 .Aun consi<strong>de</strong>rando siempre la importancia <strong>de</strong>l contexto sociopolítico, observamos quela in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los OGE es un factor clave para garantizar la legitimidad y calidad <strong>de</strong> losprocesos electorales (Hartlyn, McCoy y Mustillo, 2008,4-5; López Pintor, 2004). Esta afirmaciónsitúa al caso argentino en un peldaño institucional por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>la región, a pesar <strong>de</strong> que América Latina parte <strong>de</strong> bases comunes <strong>de</strong>finidas por normas <strong>de</strong><strong>de</strong>rechos electorales y monitoreo <strong>de</strong> elecciones <strong>de</strong>finidas por la OEA y por la Carta DemocráticaInteramericana.No obstante, siguiendo las argumentaciones <strong>de</strong> Hartlyn, McCoy y Mustillo, estosconsi<strong>de</strong>ran que las comisiones electorales u OGE no pue<strong>de</strong>n ser examinadas sin tener enconsi<strong>de</strong>ración el contexto socio-político en el que se circunscriben. De manera que, lain<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia institucional formal-legal que resulta un factor <strong>de</strong>terminante para el correcto<strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> la labor administrativa electoral y, por en<strong>de</strong>, <strong>de</strong> la garantía <strong>de</strong> la celebración <strong>de</strong>elecciones limpias y libres, <strong>de</strong>be estar ligada al respeto <strong>de</strong> las reglas <strong>de</strong>mocráticas contextuales(Hartlyn, McCoy y Mustillo, 2008:3).En tal sentido, si bien Argentina es un país que presenta rasgos <strong>de</strong> cierta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nciapolítico-jurídica en cuanto a sus organismos electorales, también es un país que en datoscomparativos muestra un <strong>de</strong>sarrollo institucional importante corroborado por su posición en losdiferentes índices existentes <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. Por ejemplo, en el índice FreedomHouse, Argentina se sitúa en el primer grupo <strong>de</strong> países consi<strong>de</strong>rados países libres, junto a Chile,Costa Rica, Uruguay y Panamá. Esto significa que la puntuación que Argentina ha obtenido en la<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos políticos y las liberta<strong>de</strong>s civiles es bastante alta. A<strong>de</strong>más, en el Índice <strong>de</strong>7 Véase al respecto autores como López Pintor (2000), Mozaffar y Scheldler (2002) o Lehouucq (2002).8 Conclusión reforzada por el análisis <strong>de</strong> López Pintor (2004) sobre la administración electoral a nivel mundial llevado a cabopara el PNUD.<strong>11</strong>2NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenDesarrollo Democrático (IDD) (Fundación Konrad A<strong>de</strong>nauer y Polilat), Argentina tiene un valormedio-alto, junto a Panamá y México, en sus cuatro dimensiones: 1. elecciones libres, sufragiouniversal y participación plena; 2. respeto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos políticos y liberta<strong>de</strong>s civiles; 3.calidadinstitucional y eficiencia política; 4. el ejercicio <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r efectivo para gobernar, entendidocomo capacidad para generar políticas que aseguren el bienestar y la eficiencia económica. Yfinalmente, en el índice <strong>de</strong> Levine y Morlino, Argentina se sitúan entre el grupo <strong>de</strong> países concalidad <strong>de</strong>mocrática alta, junto a Costa Rica, Chile, México y Panamá 9 .Sin embargo, en un último índice <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, The Economist IntelligenceUnit (EIU), Argentina aparece situada en el grupo <strong>de</strong> países <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracias <strong>de</strong>valuadas. Esteíndice contextualiza a 19 países <strong>de</strong> América Latina en el panorama mundial, y es el resultado<strong>de</strong> la integración <strong>de</strong> cinco factores: procesos electorales y el pluralismo, el funcionamiento<strong>de</strong>l gobierno, la participación política y la cultura política y las liberta<strong>de</strong>s civiles. Cuandoun país es categorizado en el grupo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracias <strong>de</strong>valuadas, se <strong>de</strong>be a que éste falla enparticipación política y en cultura política. De ahí, que estos sean puntos <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong>estudio, observándolos tanto como variables <strong>de</strong>pendientes y variables in<strong>de</strong>pendientes.III. La administración electoral argentinaA lo largo <strong>de</strong> estas primeras páginas ya se ha <strong>de</strong>scrito ligeramente el tipo <strong>de</strong> administraciónelectoral argentina, principalmente se ha señalado que los OGE argentinos no gozan <strong>de</strong> plenaautonomía y por tanto <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia formal-legal total. También se ha plasmado la ten<strong>de</strong>nciateórica a consi<strong>de</strong>rar que la autonomía y profesionalización <strong>de</strong> las comisiones u organismoselectorales garantizan en mayor medida la celebración <strong>de</strong> elecciones justas y libres.Según un importante estudio llevado a cabo por López Pintor (2004) para el PNUD, <strong>de</strong>carácter comparativo para la administración electoral a nivel mundial, se pue<strong>de</strong>n distinguir trestipos <strong>de</strong> administraciones electorales en las que se encuadran todos los países:1. Un tipo <strong>de</strong> administración en la que el gobierno administra plenamente laselecciones. Aquí existe total <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los organismos electorales yencontramos a países latinoamericanos como Antigua y Barbuda, Granada,9 Los datos para los tres índices correspon<strong>de</strong>n al año 2007 y se pue<strong>de</strong>n consultar en el artículo <strong>de</strong> Alcántara (2008) “Luces ysombras <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América Latina”. En Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. Costa Rica. P.15.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> <strong>11</strong>3


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaAraba y San Vicente. Este sería, por lo tanto, el caso menos favorable para lacelebración <strong>de</strong> elecciones limpias e imparciales.2. Un segundo tipo <strong>de</strong> administración electoral se caracteriza porque el gobiernoadministra las elecciones bajo la supervisión <strong>de</strong> una comisión. En este grupo,también el segundo en mayoría <strong>de</strong> países, se encuentra Argentina. Es <strong>de</strong>cir, aquísí existe cierto grado <strong>de</strong> in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia mediante la creación <strong>de</strong> organismos ycomisiones electorales, pero siempre bajo la atenta mirada <strong>de</strong>l gobierno, que enocasiones pue<strong>de</strong> ser subjetiva y limitar el correcto <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las elecciones.3. Finalmente, el último tipo <strong>de</strong> administración electoral es el que cuenta conmayor número <strong>de</strong> países, principalmente <strong>de</strong> América Latina, y se caracteriza porque una comisión electoral in<strong>de</strong>pendiente; tiene todas las competencias sobrelas elecciones.El análisis comparativo a nivel mundial permite a López Pintor (2004:14-16) afirmarque lo óptimo para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> unas elecciones limpias y justas, y <strong>de</strong> menor coste, seda con mayores garantías cuando el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> administración electoral correspon<strong>de</strong> al tipotres; es <strong>de</strong>cir, cuando es una comisión electoral in<strong>de</strong>pendiente la encargada <strong>de</strong>l monitoreo<strong>de</strong> las elecciones, sobretodo en aquellos países en plena fase <strong>de</strong> consolidación <strong>de</strong>mocráticao en aquellos cuya trayectoria <strong>de</strong>mocrática en sus inicios se vio interrumpida por periodosdictatoriales, como pue<strong>de</strong> ser el caso argentino.En términos específicos para nuestro caso <strong>de</strong> estudio, conviene puntualizar ciertos rasgoscaracterísticos <strong>de</strong>l diseño institucional argentino en materia <strong>de</strong> administración electoral, paracompren<strong>de</strong>r su funcionamiento y sentido. De tal forma, Argentina se caracteriza, como ya se haapuntado, por la administración <strong>de</strong> las elecciones por parte <strong>de</strong>l gobierno bajo la supervisión <strong>de</strong>una comisión. Este organismo es la Dirección Nacional Electoral (DINE), <strong>de</strong> carácter permanente,que se enmarca administrativamente bajo la Subsecretaría <strong>de</strong> Asuntos Políticos y Electorales.La Subsecretaría <strong>de</strong> Asuntos Políticos y Electorales es el organismo nacional encargado<strong>de</strong> la implementación <strong>de</strong> los mecanismos que garanticen el pleno ejercicio <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia yla vigencia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos constitucionales 10 . Esta Subsecretaría está integrada por diferentesDirecciones Nacionales: la Dirección Nacional Electoral (DINE), la Dirección Nacional <strong>de</strong>Asuntos Políticos (DINAP), la Dirección Nacional <strong>de</strong> Relaciones con la Comunidad (DINARC),10 Toda la información sobre la Subsecretaría <strong>de</strong> Asuntos Políticos se presenta ampliamente diseminada en la página web <strong>de</strong>lMinisterio <strong>de</strong> Interior: http://www.mininterior.gov.ar/elecciones/<strong>11</strong>4NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a exameny el Instituto Nacional <strong>de</strong> Capacitación Política (INCAP). Todos ellos se encargan <strong>de</strong> fortalecerel sistema <strong>de</strong>mocrático. Sin embargo, es la Dirección Nacional Electoral (DINE), la encargada<strong>de</strong> establecer las directrices en materia electoral a nivel nacional. Por lo tanto, es la DINE, elorganismo electoral <strong>de</strong> carácter administrativo que diseña el programa electoral que se ha <strong>de</strong>implementar a nivel nacional para garantizar la transparencia, equidad y seguridad <strong>de</strong>l procesoelectoral.En el sentido en el que la DINE se enmarca bajo la supervisión <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> AsuntosPolíticos y Electorales, la autonomía <strong>de</strong> ésta queda reducida notablemente. Afirmación que noimplica que no pueda llevar a cabo un correcto <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> sus funciones e imparcialidad<strong>de</strong> las mismas. Concretamente, las funciones generales que <strong>de</strong>finen a un OGE son: garantizar laimparcialidad a través <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> todos los partidos políticos, asegurar la transparenciaen todo el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l proceso electoral, respon<strong>de</strong>r ante el legislativo y ante la ciudadanía,facilitar la información a los electores y recurrir a medidas reductoras <strong>de</strong> costes (López Pintor,2004:16).Por otra parte, el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> administración electoral argentino también se caracterizapor la creación <strong>de</strong> un órgano <strong>de</strong> carácter jurídico que controle el proceso electoral y <strong>de</strong>cida enaquellas circunstancias controvertidas. Así, la administración electoral argentina, al igual quela mayoría <strong>de</strong> administraciones electorales <strong>de</strong> América Latina, se caracteriza por sustentarse endos pilares, uno gerencial y otro jurisdiccional.La parte jurisdiccional en materia electoral correspon<strong>de</strong> a la Cámara Nacional Electoral(CNE), que tiene jurisdicción en toda la República, siendo la máxima autoridad en términoselectorales, tal y como refleja la Ley 19.108, modificada por la ley 19.27; sus resolucionesson doctrina obligatoria para los tribunales <strong>de</strong> primera instancia. Estos tribunales son el otroelemento que compone la justicia electoral nacional argentina. Se trata <strong>de</strong> 24 juzgados fe<strong>de</strong>rales<strong>de</strong> primera instancia con competencia en las 23 provincias y la Ciudad <strong>de</strong> Buenos Aires <strong>11</strong> .Esta centralidad <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r electoral bajo la Cámara Nacional Electoral (CNE), se distancia<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo anglosajón caracterizado por la <strong>de</strong>scentralización en cuestiones jurídicas electoralesy se aproxima más al mo<strong>de</strong>lo europeo occi<strong>de</strong>ntal, don<strong>de</strong> se persigue evitar controversias<strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> diferentes interpretaciones <strong>de</strong>l contencioso electoral.<strong>11</strong> Toda esta información se encuentra ampliamente <strong>de</strong>tallada en la página web oficial <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial argentino: http://www.pjn.gov.ar/NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> <strong>11</strong>5


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaFinalmente, la parte jurídica <strong>de</strong> la administración electoral argentina queda <strong>de</strong>finidaconstitucionalmente en el artículo <strong>11</strong>6, don<strong>de</strong> se establece que la justicia nacional electoralintervendrá sólo ante la existencia <strong>de</strong> un “caso”, “causa” o “controversia” <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho electoralentre partes contrarias. Esta <strong>de</strong>limitación constitucional supone una garantía en términoselectorales que mejora sustancialmente el correcto <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong> justiciaelectoral en la celebración <strong>de</strong> los comicios electorales (López Pintor, 2004).IV. Marco analítico: la administración electoral argentinaa examen1. Perspectivas ciudadanasEn la introducción <strong>de</strong> este trabajo ya se apuntaba el hecho <strong>de</strong> que la participaciónelectoral argentina muestra en los últimos años una ten<strong>de</strong>ncia negativa, tal y como se observaen el gráfico 1, la participación electoral <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> 2007, ha sido lamenor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que se reinstauró la <strong>de</strong>mocracia.Gráfico 1: participación en las elecciones presi<strong>de</strong>nciales argentinasFuente: elaboración propia con base en datos <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Interior. Dirección Nacional ElectoralEsta ten<strong>de</strong>ncia paulatina a la baja <strong>de</strong> la participación electoral resulta un caso <strong>de</strong> estudioimportante, sin embargo, sin la intención <strong>de</strong> precisar cuáles son todos los factores explicativos<strong>de</strong>l suceso, en el presente trabajo se preten<strong>de</strong> analizar el diseño institucional <strong>de</strong> la administraciónelectoral argentina, para observar si éste tiene alguna influencia.<strong>11</strong>6NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenNo sólo se preten<strong>de</strong>n <strong>de</strong>scribir los organismos electorales comparativamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> elpunto <strong>de</strong> vista institucional, sino también comprobar la percepción que los ciudadanos y lospropios hacedores <strong>de</strong> la política argentina tienen <strong>de</strong> los mismos. Así, con base en fuentes yestudios existentes, como son diferentes bases <strong>de</strong> datos <strong>de</strong>l Banco Interamericano <strong>de</strong> Desarrolloy <strong>de</strong>l LAPOP, se observará el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> ciudadanos argentinos sobre su administraciónelectoral, mientras que en función <strong>de</strong>l estudio llevado a cabo bajo el Proyecto <strong>de</strong> ÉlitesParlamentarias Latinoamericanas, se analizarán las percepciones y actitu<strong>de</strong>s que los legisladoresargentinos mantienen frente al entramado institucional <strong>de</strong>l que forman parte en lo relativo amateria electoral.En tal sentido, los datos ofrecidos por la base DATAGOB 12 <strong>de</strong>l Banco Interamericano<strong>de</strong> Desarrollo, ponen <strong>de</strong> manifiesto que los argentinos consi<strong>de</strong>ran que en los últimos años laintegridad electoral <strong>de</strong>l país ha <strong>de</strong>scendido consi<strong>de</strong>rablemente, incluso por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la mediaregional, tal y como se observa en el gráfico 2. La misma ten<strong>de</strong>ncia negativa muestra la opiniónsobre la celebración <strong>de</strong> elecciones limpias. De manera que, aun superando la media calculadapara toda América Latina y el Caribe, los argentinos en el 2006 consi<strong>de</strong>raron, en casi cuatropuntos y medio, que las elecciones nacionales eran menos limpias que lo que consi<strong>de</strong>raban elaño anterior (gráfico 3).Gráfico 2: integridad electoralFuente: elaboración propia con base en datos. Del indicador <strong>de</strong> Calidad Regulatoria <strong>de</strong> DATAGOB12 DATAGOB es una base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong>l Banco Interamericano <strong>de</strong> Desarrollo que cuenta con unos 400 indicadores <strong>de</strong>gobernabilidad que provienen <strong>de</strong> 25 fuentes diferentes <strong>de</strong> información. Estos indicadores han sido producidos por organismosmultilaterales, ONG, instituciones académicas y compañías privadas. Los datos están disponibles, en versión española, en lapágina web: http://www.iadb.org/datagob/home_esp.html.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> <strong>11</strong>7


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaGráfico 3: elecciones limpiasFuente: elaboración propia con base en datos. Del indicador <strong>de</strong> Calidad Regulatoria <strong>de</strong> DATAGOBEsta ten<strong>de</strong>ncia hacia el <strong>de</strong>scontento con la administración electoral entre los argentinos,se profundiza fuertemente a la hora <strong>de</strong> mostrar su opinión sobre el sistema electoral. De maneraque, tal y como refleja el gráfico 4, en un solo año (<strong>de</strong> 2006 al 2007) la credibilidad sobre latransparencia y efectividad <strong>de</strong>l sistema electoral ha <strong>de</strong>scendido en casi más <strong>de</strong> un 30%, lo queindica que este es un punto <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> análisis para compren<strong>de</strong>r las razones <strong>de</strong> este giroen la participación y cultura políticas en los últimos años 13 .Gráfico 4: transparencia y efectividadFuente: elaboración propia con base en datos. Del indicador <strong>de</strong> Calidad Regulatoria <strong>de</strong> DATAGOB13 Evi<strong>de</strong>ntemente, la grave crisis económica <strong>de</strong> 2001 minó fuertemente la capacidad gestora <strong>de</strong> todas las administraciones, loque explica en gran medida la ten<strong>de</strong>ncia generalizada hacia el <strong>de</strong>scontento y la <strong>de</strong>sconfianza en todos los aspectos <strong>de</strong> la vidapolítica.<strong>11</strong>8NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenGráfico 5: po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong>l sistema electoral argentinoFuente: elaboración propia con base en datos. Del indicador <strong>de</strong> Calidad Regulatoria <strong>de</strong> DATAGOBComo refleja el gráfico cuatro, a pesar <strong>de</strong> que la ten<strong>de</strong>ncia para el conjunto <strong>de</strong> países <strong>de</strong>la región también ha conllevado un <strong>de</strong>scenso importante sobre la efectividad y la transparencia<strong>de</strong> los sistemas electorales nacionales en el 2007 frente al año anterior, esa ten<strong>de</strong>ncia ha sidomayor para el caso argentino, cuya posición está doce puntos porcentuales por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> lamedia regional.No obstante, y en sintonía a las posiciones medias <strong>de</strong> Argentina en los diferentes índices<strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>mocrática mostrados anteriormente, los argentinos siguen consi<strong>de</strong>rando que elvoto tiene un valor <strong>de</strong>terminante en un sistema <strong>de</strong>mocrático y superan la media Latinoamérica,afirmando que mediante el voto sí se pue<strong>de</strong> hacer la diferencia. Sin embargo, esta opinión ha<strong>de</strong>scendido ligeramente en los dos últimos años (gráfico 5), que se corrobora con los resultadosque el país ha obtenido en términos <strong>de</strong> participación electoral que observábamos en el gráficouno.Por otra parte, y bajo las premisas enunciadas sobre la limitada autonomía <strong>de</strong> losOGE argentinos respecto al po<strong>de</strong>r legislativo y al Po<strong>de</strong>r Judicial, la opinión sobre los mismos<strong>de</strong> la ciudadanía también supone un factor añadido a la explicación <strong>de</strong> su efecto sobre elcomportamiento electoral. A tal respecto resulta necesario observar la evolución <strong>de</strong> la opiniónque los argentinos tienen sobre los partidos políticos, el Congreso y el Po<strong>de</strong>r Judicial.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> <strong>11</strong>9


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaGráfico 7: confianza en los partidos políticosFuente: elaboración propia con base en datos. Del indicador <strong>de</strong> Calidad Regulatoria <strong>de</strong> DATAGOBGráfico 8: confianza en el congresoFuente: elaboración propia con base en datos. Del indicador <strong>de</strong> Calidad Regulatoria <strong>de</strong> DATAGOBGráfico 9: confianza en el sistema judicialFuente: elaboración propia con base en datos. Del indicador <strong>de</strong> Calidad Regulatoria <strong>de</strong> DATAGOBLos gráficos siete, ocho y nueve ponen <strong>de</strong> manifiesto importantes evi<strong>de</strong>ncias, ya que enlos tres casos, la confianza a partir <strong>de</strong> 2002, año en el que alcanza sus peores cifras, muestrauna ten<strong>de</strong>ncia creciente que se mantiene en la actualidad. A pesar <strong>de</strong> que la media regionalsea superior a la argentina y que ésta se mantenga en porcentajes relativamente bajos, estos120NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examendatos revelan que la baja participación electoral en función <strong>de</strong> la gestión electoral, no pue<strong>de</strong> serplenamente explicada por <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias partidarias (partidocracia) o jurídico-legislativas quelimiten la autonomía profesional <strong>de</strong> los organismos electorales. De ahí que sea necesario buscarlas razones <strong>de</strong> este comportamiento electoral o en aspectos políticos externos a la administraciónelectoral o en cuestiones muy concretas <strong>de</strong> la misma <strong>de</strong> carácter normativo, como pue<strong>de</strong> serel tipo <strong>de</strong> sistema electoral, que anteriormente ya se manifestaba que no era consi<strong>de</strong>rado muyefectivo o transparente.Asimismo, y tras este análisis contextual sobre la opinión que los ciudadanos muestran<strong>de</strong> los distintos tipos <strong>de</strong> factores implicados o influyentes en la administración electoral <strong>de</strong> unpaís, resulta imprescindible analizar en <strong>de</strong>talle la percepción que los ciudadanos tienen <strong>de</strong>los OGE nacionales, que son los verda<strong>de</strong>ros responsables <strong>de</strong> garantizar la concurrencia <strong>de</strong>elecciones limpias y libres. A tal respecto, el gráfico 10 muestra la opinión que los argentinostienen <strong>de</strong> la efectividad <strong>de</strong> la Dirección Nacional Electoral en términos comparados con laevaluación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más organismos electorales encargados <strong>de</strong>l monitoreo <strong>de</strong> las elecciones enel resto <strong>de</strong> América Latina y el Caribe.Gráfico 10: efectividad <strong>de</strong>l OGE 14Fuente: elaboración propia con base en datos. Del indicador <strong>de</strong> Calidad Regulatoria <strong>de</strong> DATAGOB14 [Tal y como se indica en DATAGOB] Este es un indicador compuesto por 5 sub-indicadores que evalúan si la agencia<strong>de</strong> monitoreo <strong>de</strong> las elecciones es efectiva: 1) En la ley, la agencia o conjunto <strong>de</strong> agencias/entida<strong>de</strong>s que monitorean laselecciones se encuentran protegidas contra la interferencia política; 2) En la práctica, los nombramientos <strong>de</strong> la agencia (oconjunto <strong>de</strong> agencias/entida<strong>de</strong>s) que monitorea las elecciones son realizados garantizando la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la agencia;3) En la práctica, la agencia o conjunto <strong>de</strong> agencias/entida<strong>de</strong>s que monitorean las elecciones tiene un personal profesionaly <strong>de</strong> tiempo completo; 4) En la práctica, la agencia o conjunto <strong>de</strong> agencias/entida<strong>de</strong>s que monitorean las elecciones realizainformes a tiempo y disponibles públicamente siguiendo el ciclo electoral; y 5) En la práctica, cuando es necesario, la agenciao conjunto <strong>de</strong> agencias/entida<strong>de</strong>s que monitorean las elecciones impone penalida<strong>de</strong>s hacia los <strong>de</strong>lincuentes. Los indicadoresen la Ley proveen <strong>de</strong> una evaluación objetiva sobre la existencia <strong>de</strong> ciertos códigos legales, <strong>de</strong>rechos fundamentales,instituciones <strong>de</strong> gobierno y regulaciones. http://www.iadb.org/DataGob/NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 121


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaLos datos que ofrece DATAGOB parten <strong>de</strong> 2004, año en el que po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar queArgentina comienza a ver la Luz tras la <strong>de</strong>sestructuración plena que sufrió en el año 2001, <strong>de</strong> ahíque se consi<strong>de</strong>re normal que la valoración <strong>de</strong> los argentinos <strong>de</strong> la efectividad <strong>de</strong> su OGE en esemomento fuera ciertamente inferior a la valoración media <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la región. Sin embargo,resulta llamativo cómo solo dos años <strong>de</strong>spués la media argentina superaba ligeramente al resto,continuando esta tónica en la actualidad. Es <strong>de</strong>cir, a pesar <strong>de</strong> que haya disminuido levementela opinión sobre la efectividad <strong>de</strong> la Dirección Nacional Electoral en el 2007 frente al 2006, loque en cierta medida pue<strong>de</strong> estar asociado a la baja participación electoral <strong>de</strong> ese año, llamala atención que Argentina en un breve periodo <strong>de</strong> tiempo haya superado la media regional, loque da muestra <strong>de</strong>l fortalecimiento institucional <strong>de</strong>l país que viene <strong>de</strong>finido por el respeto a lasreglas <strong>de</strong>l juego y, por en<strong>de</strong>, por su posicionamiento entre los grupos <strong>de</strong> países con una calidad<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia al alza.Otra fuente <strong>de</strong> datos que da cuenta <strong>de</strong> las percepciones que los ciudadanoslatinoamericanos tienen <strong>de</strong> las instituciones que les ro<strong>de</strong>an es el Proyecto <strong>de</strong> Opinión Pública<strong>de</strong> América Latina (LAPOP), <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Van<strong>de</strong>rbilt. En tal sentido, un análisis recientellevado a cabo por uno <strong>de</strong> sus miembros, Daniel Montalvo (2009) 15 , pone <strong>de</strong> manifiesto laevaluación sobre la confianza que los ciudadanos latinoamericanos tienen en sus tribunaleselectorales. Los resultados que el autor presenta muestran una realidad que corrobora en granmedida las afirmaciones realizadas hasta el momento con base en los datos <strong>de</strong> DATAGOB.Así, Montalvo (2009:1) apunta que el promedio <strong>de</strong> confianza en el tribunal electoral argentino(Cámara Nacional Electoral) es <strong>de</strong>l 38%, situándose junto a Haití y Paraguay, entre los trespaíses que menos confianza tienen en los tribunales electorales, incluso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarfactores individuales <strong>de</strong>l país 16 . Este dato concuerda con los presentados en el gráfico 9, don<strong>de</strong>la evolución <strong>de</strong> la valoración sobre el sistema judicial argentino siempre ha estado por <strong>de</strong>bajo<strong>de</strong> la media regional.Teniendo en cuenta que los datos que ofrece el Barómetro <strong>de</strong> las Américas por LAPOPson más actuales que los <strong>de</strong> DATAGOB, se podría consi<strong>de</strong>rar que la evaluación o confianzasobre la parte jurídica <strong>de</strong> la administración electoral argentina está experimentando unaten<strong>de</strong>ncia negativa. No obstante, estos datos se contraponen a las posiciones alcanzadas por15 Este análisis es el número 23 <strong>de</strong> la serie Perspectivas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el barómetro <strong>de</strong> las Américas que pue<strong>de</strong> consultarse en http://www.van<strong>de</strong>rbilt.edu/lapop/studiesandpublications.16 Tras consi<strong>de</strong>rar las características particulares <strong>de</strong> Argentina, el porcentaje <strong>de</strong> confianza en el tribunal electoral sólo aumentaen seis décimas, situándose en 38.6% (Montalvo, 2009:2).122NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenArgentina en los índices <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. El propio Montalvo (2009:4) toma enconsi<strong>de</strong>ración este hecho y argumenta que Argentina parece ser inconsistente con su posiciónen estos rankings, <strong>de</strong> manera que sería un outliers cuya explicación <strong>de</strong>bería buscarse en otrosfactores contextuales.En tal sentido, este autor lleva a cabo un análisis multinivel <strong>de</strong> los <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong>la confianza en los tribunales electorales en América Latina. Los <strong>de</strong>terminantes que consi<strong>de</strong>raen el análisis son participación electoral, género, edad, educación, ingresos, tamaño <strong>de</strong> laciudad y calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, según el índice <strong>de</strong> Freedom House (2007). Y los resultadosque obtiene permiten afirmar que el tamaño <strong>de</strong> la ciudad, el género, la edad y la participaciónelectoral a nivel individual son factores explicativos <strong>de</strong> la confianza en los tribunales electorales(Montalvo, 2009:3-4). De ahí, la necesidad <strong>de</strong> analizar <strong>de</strong>talladamente cada uno <strong>de</strong> ellos encada país y la relevancia <strong>de</strong> la participación electoral frente al resto <strong>de</strong> variables <strong>de</strong> caráctersocio<strong>de</strong>mográfico.En síntesis, los análisis presentados sobre la administración electoral argentina <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lamirada <strong>de</strong> sus ciudadanos ponen <strong>de</strong> manifiesto que ésta requiere <strong>de</strong> un cambio, principalmenteen su parte jurídica. Los niveles alcanzados en términos <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia hangarantizado el respeto por las reglas <strong>de</strong>l juego, <strong>de</strong> ahí que la total in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia formal-legal<strong>de</strong> los OGE para el caso argentino, no haya sido una condición necesaria para su correctofuncionamiento. Sin embargo, tal y como suce<strong>de</strong> en Brasil, en Argentina el carácter temporal<strong>de</strong> las comisiones electorales podría transformarse en permanente para mejorar las elecciones,pues como señalan Hartlyn, McCoy y Mustillo:“…se consi<strong>de</strong>ra que estas comisiones electorales permanentes son <strong>de</strong> particularimportancia en aquellas situaciones en las que el Estado tenga poca capacidadadministrativa y haya un alto grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconfianza entre los actores políticos,con pocos o ningún mecanismo alternativo que pueda contribuir a garantizarelecciones honestas e imparciales”. (Hartlyn, McCoy y Mustillo, 2008:6)2. Congruencias: ciudadanos versus legisladoresOtra forma innovadora <strong>de</strong> analizar la administración electoral <strong>de</strong> un país parte <strong>de</strong> lavisión que <strong>de</strong> ella tengan los hacedores <strong>de</strong> la política. En tal sentido, tal y como se apuntabaen la introducción, este trabajo tiene doble carácter comparativo. Por un lado, se compara laNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 123


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenGráfico 12: Confianza <strong>de</strong> los legisladores argentinos en el Parlamentoargentino en el Po<strong>de</strong>r JudicialFuente: elaboración propia a partir <strong>de</strong> PELA (2006-2008)En términos más específicos relativos al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las últimas elecciones presi<strong>de</strong>ncialescelebradas en Argentina en 2007, los diputados han <strong>de</strong>clarado en un amplio margen tenermucha confianza en el transcurso y resultados <strong>de</strong> la misma (gráfico 13). En este punto, loslegisladores <strong>de</strong>stacan frente a los ciudadanos, puesto que la valoración <strong>de</strong> los ciudadanos queconsi<strong>de</strong>raba la celebración <strong>de</strong> elecciones limpias no llegaba al 50%, aunque mostraban unaten<strong>de</strong>ncia positiva sobre la valoración <strong>de</strong> las elecciones en el último año (gráfico 3).Esta posición <strong>de</strong> los procuradores se confirma ampliamente con la confianza que<strong>de</strong>positan en el tribunal calificador <strong>de</strong> elecciones, que para el caso argentino es la CámaraNacional Electoral (gráfico 14). Más <strong>de</strong> un 70 % manifiesta tener bastante o mucha confianzaen este organismo electoral judicial. No obstante, no se pue<strong>de</strong> eludir el porcentaje <strong>de</strong>l 20% quele otorga poca confianza, lo que pue<strong>de</strong> explicar, en parte, la <strong>de</strong>sconfianza manifestada frente alPo<strong>de</strong>r Judicial anteriormente.Gráfico 13: Confianza <strong>de</strong> los legisladoresFuente: elaboración propia a partir <strong>de</strong> PELA (2006-2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 125


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaGráfico 14: Confianza <strong>de</strong> los legisladores en las últimas elecciones presi<strong>de</strong>nciales en laCámara Nacional ElectoralFuente: elaboración propia a partir <strong>de</strong> PELA (2006-2008)Por otra parte, el análisis llevado a cabo por Brenes (2009), con base en los datos <strong>de</strong>lPELA sobre la confianza en los organismos y procesos electorales en América Latina, ofrece unapanorámica <strong>de</strong> la región que permite analizar las perspectivas <strong>de</strong> los legisladores argentinos entérminos comparados. De manera que resultan reveladores los datos para Argentina, pues sóloun 4,3% <strong>de</strong> los diputados argentinos contesta en primer lugar la opción <strong>de</strong> procesos electoraleslimpios y libres, situándose en la última posición <strong>de</strong> la tabla a la pregunta ¿Qué característicacree ud. que es más importante para la consolidación <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en su país?. Esto pue<strong>de</strong>tener sentido en la medida en que Argentina ocupa posiciones altas en los índices <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong>la <strong>de</strong>mocracia, lo que implicaría que este tipo <strong>de</strong> aspectos están intrínsecamente garantizadosy, por en<strong>de</strong>, no es necesario prestar atención a cuestiones consolidadas. Sin embargo, en paísescomo Uruguay o Costa Rica, que ocupan puestos superiores a Argentina en términos <strong>de</strong> calidad<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, sus diputados contestaron, en un porcentaje bastante mayor 16.5 y 28.1respectivamente, en primer lugar la opción <strong>de</strong> procesos electorales limpios y libres.Por otra parte, en términos comparativos respecto a la opinión que los legisladoreslatinoamericanos tienen <strong>de</strong> sus organismos electorales, los datos sitúan a Argentina entre elgrupo <strong>de</strong> países cuyos legisladores otorgan más confianza a sus OGE. Específicamente, Argentinapresenta un porcentaje <strong>de</strong> un 80,8% en 2007, junto a Chile con un 84,2%, Uruguay, 87% yPanamá, 98,5%. Siendo Paraguay el país con el menor porcentaje, un 25%, <strong>de</strong> legisladores quemanifiestan tener bastante o mucha confianza en los organismos electorales nacionales (Brenes,2009:3).126NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenGráfico 15: Tipo <strong>de</strong> sistema electoralFuente: elaboración propia a partir <strong>de</strong> PELA (2006-2008)Gráfico 16: Tipo <strong>de</strong> votoFuente: elaboración propia a partir <strong>de</strong> PELA (2006-2008)Entre los aspectos analizados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> los ciudadanos, llamabafuertemente la atención la valoración que estos tienen sobre la transparencia y efectividad <strong>de</strong>lsistema electoral argentino. El gráfico 4 indicaba que existía una ten<strong>de</strong>ncia marcada hacia el<strong>de</strong>scrédito <strong>de</strong>l sistema electoral en el año 2007. Partiendo <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que el sistema electoralargentino se caracteriza por la elección <strong>de</strong> sus legisladores mediante la fórmula electoralD`Hondt a través <strong>de</strong> listas cerradas y bloqueadas (Payne, Zovatto, Mateo Díaz (2006), resultansignificativas las percepciones mostradas por los legisladores al respecto. Si bien una ampliamayoría está a favor <strong>de</strong> un sistema proporcional que garantice la representación equitativa,como el que en la actualidad tienen, es relevante el hecho <strong>de</strong> que existe cierta confusión entorno al tipo <strong>de</strong> voto que prefieren los legisladores, pues como muestra el gráfico 14 no existeuna ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>finida que se postule hacia un voto personalizado o hacia la lista cerrada. Deahí, que sea en este punto en el que pueda encontrarse la explicación al <strong>de</strong>scrédito ciudadanoNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 127


Vanesa Valver<strong>de</strong> Carmiñasobre la transparencia y efectividad <strong>de</strong>l sistema electoral argentino <strong>de</strong>bido a pautas clientelarescaracterísticas <strong>de</strong> la realidad política argentina.Respecto a la elección <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte, el sistema electoral argentino se <strong>de</strong>fine por elballotage o doble vuelta con umbral reducido. Esto es así <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1994 cuando Argentina cambió<strong>de</strong> mayoría simple a segunda vuelta con umbral reducido (el 45% o el 40% y ventaja <strong>de</strong>l 10%sobre el contendiente más cercano); también <strong>de</strong> votación indirecta a directa (Payne, Zovatto yMateo Díaz, 2006).Concretando, el <strong>de</strong>scontento con la transparencia y efectividad <strong>de</strong>l sistema electoralmostrado por los argentinos pue<strong>de</strong> estar relacionado con el tipo <strong>de</strong> voto mediante listas cerradasy bloqueadas, dada la inconsistencia en las preferencias expresadas por los parlamentariosrespecto a los procedimientos mediante los que los electores seleccionan a los candidatos. Noobstante, si bien este punto se i<strong>de</strong>ntifica como uno <strong>de</strong> los posibles indicadores <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scontentociudadano, su relación con el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la participación electoral en Argentina requeriría <strong>de</strong>un análisis posterior que corroborara esta hipotética relación.El análisis comparado entre las percepciones que los ciudadanos y parlamentariosargentinos tienen <strong>de</strong> su administración electoral ha reflejado cierta <strong>de</strong>safección institucional(Gunther, Montero y Linz, 2002). A pesar <strong>de</strong> que las valoraciones <strong>de</strong> los legisladores siempre hansido positivamente superiores a las <strong>de</strong> los ciudadanos, se ha constatado que las percepcionessobre el sistema electoral, en términos <strong>de</strong> transparencia, efectividad y procedimientos <strong>de</strong>selección <strong>de</strong> candidatos, están siendo cuestionados por la población y por los propiosparlamentarios. Asimismo, la percepción <strong>de</strong> los ciudadanos sobre la integridad electoral y lacelebración <strong>de</strong> elecciones limpias pone <strong>de</strong> manifiesto cierto <strong>de</strong>scontento político que podríaterminar convirtiéndose en <strong>de</strong>safección política tal y como parece indicar la ten<strong>de</strong>ncia a la baja<strong>de</strong> la participación electoral.Por otra parte, a pesar <strong>de</strong> que Argentina se sitúa entre los países con una calidad <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocracia medio-alta, en los distintos indicadores <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, el indicador <strong>de</strong>The Economist Intelligence Unit (EIU) que mi<strong>de</strong> esta calidad en función <strong>de</strong> cinco dimensiones,señala que Argentina pertenece al grupo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracias <strong>de</strong>valuadas porque falla en lo relativoa la participación política y cultura política. Asimismo, este hecho se ha visto corroborado porel análisis estadístico llevado a cabo por Montalvo (2009) con base en los datos <strong>de</strong> LAPOP,don<strong>de</strong> se indicaba que la participación electoral es un factor explicativo <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sconfianza en128NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenlos tribunales electorales. Sin embargo, en términos específicos relativos a la valoración <strong>de</strong> losciudadanos y legisladores sobre los OGE argentinos, tanto para la Cámara Nacional Electoralcomo para la Dirección Nacional Electoral, la valoración mostrada ha sido bastante positiva.Esto indica que quizás el <strong>de</strong>sconcierto ciudadano frente a las elecciones argentinas venga tanto<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l propio sistema electoral, tal y como se ha indicado, como <strong>de</strong> la temporalidad<strong>de</strong> las comisiones que se crean previamente para el control específico <strong>de</strong>l transcurso <strong>de</strong> laselecciones, pues tal y como afirman Hartlyn, McCoy y Mustillo (2008), la permanencia <strong>de</strong> lascomisiones electorales mejora la celebración <strong>de</strong> elecciones libres y justas.Finalmente, si bien las posiciones en cuanto a calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia alcanzadaspor Argentina han permitido el respeto <strong>de</strong> las reglas <strong>de</strong>l juego <strong>de</strong> manera que la autonomíaformal-legal <strong>de</strong> los OGE no fuera una condición necesaria, tras observar las valoraciones quelos ciudadanos y los propios hacedores <strong>de</strong> la política tienen <strong>de</strong> la administración electoral,resultaría más propicio para la garantización <strong>de</strong> elecciones limpias y libres la implantación <strong>de</strong>OGE plenamente autónomos, profesionales e imparciales, para evitar las influencias jurídicopartidariasque pue<strong>de</strong>n perturbar la justa concurrencia <strong>de</strong> los comicios electorales, máximesiendo Argentina un país tradicionalmente <strong>de</strong>finido por la organización política en torno a re<strong>de</strong>sclientelares.V. ConclusionesLos teóricos sobre la administración electoral comparten mayoritariamente la afirmación<strong>de</strong> que para evitar efectos negativos como la partidocracia y garantizar la transparencia eimparcialidad <strong>de</strong> los comicios electorales, es preferible, aunque no <strong>de</strong>terminante, la creación <strong>de</strong>Organismos <strong>de</strong> Gestión Electoral (OGE) in<strong>de</strong>pendientes y profesionales. En tal sentido se postulaque estos han <strong>de</strong> estar garantizados constitucionalmente y han <strong>de</strong> tener carácter permanente.En este trabajo se ha analizado la administración electoral argentina constatándose quelos OGE argentinos no gozan <strong>de</strong> plena autonomía, ya que respon<strong>de</strong>n al tipo <strong>de</strong> administraciónelectoral en la que el gobierno administra electoralmente a través <strong>de</strong> la supervisión <strong>de</strong> un órganoelectoral. Este órgano es la Dirección Nacional Electoral (DINE), que administrativamente seencuadra bajo la supervisión <strong>de</strong> la Subsecretaria <strong>de</strong> Asuntos Políticos y Electorales. La DINEelabora la política nacional electoral que ha <strong>de</strong> ser implementada en las provincias.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 129


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaJunto a la parte gerencial, la administración electoral argentina se sustenta con otraparte jurídica. Así, la Cámara Nacional Electoral (CNE) es el órgano supremo encargado <strong>de</strong>monitorear los procesos electorales y sus resoluciones son <strong>de</strong> obligatorio cumplimiento para lostribunales <strong>de</strong> primera instancia.Esta limitada autonomía <strong>de</strong> los organismos electorales no ha resultado ciertamente unproblema en el caso argentino, dado que su posición en términos <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaentre los países latinoamericanos con un nivel medio-alto ha garantizado el respeto por lasreglas <strong>de</strong>l juego electoral. No obstante, el índice <strong>de</strong> The Economist Intelligence (EIU) (datos2007) <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en torno a cinco dimensiones, sitúa a Argentina entreaquellas <strong>de</strong>mocracias <strong>de</strong>valuadas, indicando que falla en la dimensión <strong>de</strong> participación ycultura política. Lo que se ha corroborado con la ten<strong>de</strong>ncia a la baja que está experimentandola participación electoral argentina en los últimos años, cuyo porcentaje <strong>de</strong> 70,20% en laselecciones presi<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> 2007 es el menor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el retorno a la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>l país.En función <strong>de</strong> estos hechos y <strong>de</strong> las conclusiones establecidas por los análisis comparativossobre la administración electoral <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el diseño institucional hasta las percepciones <strong>de</strong> losciudadanos y legisladores argentinos, se consi<strong>de</strong>ra que Argentina precisa <strong>de</strong> una renovaciónen términos administrativos <strong>de</strong> carácter electoral. Renovación que ha <strong>de</strong> inclinarse hacia lain<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia plena <strong>de</strong> sus organismos electorales, con carácter permanente, para así garantizaren mayor medida el libre y justo <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los procesos electorales.Esta consi<strong>de</strong>ración se ha visto doblemente afirmada mediante el análisis llevado a cabosobre las percepciones que los ciudadanos y legisladores argentinos tienen <strong>de</strong> la administracióny sistema electoral. Principalmente se ha constatado que existe una ten<strong>de</strong>ncia generalizadahacia la <strong>de</strong>sconfianza en la integridad, transparencia y efectividad <strong>de</strong>l sistema electoral porparte <strong>de</strong> los ciudadanos, que se corrobora en torno a la in<strong>de</strong>cisión mostrada por los legisladoresfrente a la preferencia sobre los mecanismos <strong>de</strong> selección <strong>de</strong> candidatos.Asimismo, a pesar <strong>de</strong> que los legisladores muestren una actitud marcadamente máspositiva que los electores frente a la confianza que les confiere el Po<strong>de</strong>r Judicial y el Congreso,en los últimos años se aprecia cierto <strong>de</strong>scontento respecto al sistema judicial tanto por losciudadanos como por parlamentarios. Hecho que se confirma con el análisis sobre la confianzaen los tribunales electorales llevado a cabo por Montalvo (2009) con base en datos <strong>de</strong>l Proyecto<strong>de</strong> Opinión Pública <strong>de</strong> América Latina (LAPOP), don<strong>de</strong> Argentina se sitúa entre los tres países,130NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenjunto a Haití y Paraguay, que menor porcentajes <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong>positan en su tribunal electoral,en este caso ese tribunal es la Cámara Nacional Electoral.No obstante, en términos generales, tanto ciudadanos como parlamentarios consi<strong>de</strong>ranque las últimas elecciones presi<strong>de</strong>nciales celebradas en argentina fueron limpias y, a<strong>de</strong>más,muestran bastante confianza en la Dirección Nacional Electoral, aunque estos porcentajes sonmenores a porcentajes expresados en años anteriores.En <strong>de</strong>finitiva, Argentina, para superar los indicadores <strong>de</strong> <strong>de</strong>safección institucionalmostrados por los ciudadanos en materia electoral, ha <strong>de</strong> caminar hacia una mayor autonomía yprofesionalización <strong>de</strong> sus organismos electorales, lo que repercutirá positivamente a <strong>de</strong>sacelerarla marcada ten<strong>de</strong>ncia a la baja <strong>de</strong> la participación electoral <strong>de</strong> los últimos años. Pues si bieneste aspecto no es un requisito imprescindible, las mejores posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> celebrar eleccioneslibres, justas y efectivas existen en aquellos lugares don<strong>de</strong> los órganos electorales no sóloson in<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo, sino también don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>n contar con un personalprofesional permanente (López Pintor, 2004:13).VI. Literatura consultadaALCÁNTARA, Manuel, ed. (2006). Políticos y política en América Latina. Siglo XXI FundaciónCarolina. Madrid.ALCÁNTARA, Manuel, (2008). “Luces y sombras <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en AméricaLatina”. En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral, San José. p.15.ALCÁNTARA, Manuel, (2009). “Un intento <strong>de</strong> explicación <strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong> Honduras <strong>de</strong>s<strong>de</strong>la mirada <strong>de</strong> sus legisladores” En: Boletín datos <strong>de</strong> opinión. Elites parlamentariaslatinoamericanas. Nº <strong>11</strong>. Disponible en http://americo.usal.es/oir/elites/ALTMAN, David y PÉREZ-LIÑAN, Aníbal (2002). “Assessing the Quality of Democracy:Freedom, Competitiveness, and Participation in Eighteen Latin American Countries”. En:Democratization, 9( 2):85-100.BRENES, Diego (2009). “(Des) confianza en los organismos y procesos electorales en AméricaLatina”. En: Boletín datos <strong>de</strong> opinión. Elites parlamentarias latinoamericanas. N.º 10.Disponible en http://americo.usal.es/oir/elites/NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 131


Vanesa Valver<strong>de</strong> CarmiñaCARRERA, Miguel, (2004): “La <strong>de</strong>uda externa en América latina, veinte años <strong>de</strong>spués: una nuevamedia ”. En: Investigación Económica, núm. 274, enero-junio.DAHL, Robert (1989). La poliarquía. Madrid. Tecnos.DIAMOND, Larry y MORLINO, Leonardo (2004). “The Quality of Democracy. An Overview”.En: Journal of Democracy. 15(4):20-31.GUNTHER, MONTERO y LINZ, eds., (2002) Political Parties: Oíd Concepts and New Challenge,Oxford University Press, Oxford.HARTLYN, Jonathan, McCOY, Jennifer y MUSTILLO, Thomas M. (2008). “La importancia <strong>de</strong> lagobernanza electoral y la calidad <strong>de</strong> las elecciones en la América Latina contemporánea”.En: Comparative Political Studies.LEVINE, Daniel H. y MOLINA, José Enrique (2007). Notas sobre la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaen América Latina: índice específico y evaluación comparada <strong>de</strong> los países. Ponenciapresentada en el Congreso <strong>de</strong> Latin American Studies Association celebrado en Montreal,septiembre <strong>de</strong> 2007.LÓPEZ PINTOR, Rafael (2004). Electoral management Bodies and institutions of governance.New York. Programa <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong> las Naciones Unidas (PNUD).LÓPEZ PINTOR, Rafael (2004). “Administración Electoral y consolidación <strong>de</strong>mocrática”. En:Biblioteca <strong>de</strong> la Reforma Política. Nº 6. IDEA. Transparencia. Lima.MONTALVO, Daniel (2009). “Confianza en los tribunales electorales”. En Perspectivas <strong>de</strong>s<strong>de</strong>el barómetro <strong>de</strong> las Américas: 2009. Por LAPOP, n.º 23. Disponible en http://www.van<strong>de</strong>rbilt.edu/lapop/studiesandpublications.PAYNE, J Mark, ZOVATO, Daniel y MATEO Díaz, Merce<strong>de</strong>s, (2006). La política importa.Democracia y <strong>de</strong>sarrollo en América Latina. Banco Interamericano <strong>de</strong> Desarrollo y elInstituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral. Washington, D.C.PICADO, Hugo (2006a). “Administración electoral y élites parlamentarias en Latinoamérica”.Ponencia presentada en el Seminario <strong>de</strong> Investigación <strong>de</strong>l Doctorado en ProcesosPolíticos Contemporáneos <strong>de</strong>l área <strong>de</strong> Ciencia Política y <strong>de</strong> la Administración <strong>de</strong> laUniversidad <strong>de</strong> Salamanca.URRUTY NAVATTA, Carlos Albert (2007). “La importancia <strong>de</strong> los organismos electorales”. En:Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. Costa Rica. N.º 3.132NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Definiendo mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> administraciónelectoral. El caso argentino a examenIndicadores <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia3. Freedom House:http://www.freedomhouse.org/template.cfm?page=365&year=20074. Índice <strong>de</strong> Desarrollo Democrático (IDD):http://www.idd-lat.org/Edicion%202006.htm5. Índice <strong>de</strong> Democracia <strong>de</strong> EIU:http://www.economist.com/media/pdf/DEMOCRACY_INDEX_2007_v3.pdfBases <strong>de</strong> datos6. DATAGOB: http://www.iadb.org/datagob/home_esp.html.7. LAPOP:www.AmericasBarometer.orghttp://www.van<strong>de</strong>rbilt.edu/lapop/datasets8. PELA: http://americo.usal.es/oir/elites/Web oficiales• Po<strong>de</strong>r Judicial: http://www.pjn.gov.ar/• Ministerio <strong>de</strong> Interior: http://www.mininterior.gov.ar/elecciones/NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 133


Estrategias conceptuales sobre populismo:un estado <strong>de</strong> la cuestiónAmelia Brenes Barahona *En fin: le populisme partout.C. Vilas, 1988Pronounced <strong>de</strong>ad, buried, unlamented, with a stake through the heart,populism returns, like the living <strong>de</strong>ad of Latin American politics,to haunt the sentient world, un<strong>de</strong>terred by the bright dawnof <strong>de</strong>mocracy and neo-liberalism.A. Knight, 1998Nota <strong>de</strong>l Consejo EditorialRecepción: 2 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2010.Revisión, corrección y aprobación: 26 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2010.Resumen: Si bien la palabra populismo se emplea hoy en día con frecuencia, es un concepto que haresultado poco claro para las ciencias sociales. En razón <strong>de</strong> ello, este artículo presenta un estado <strong>de</strong>la cuestión que tiene como propósito analizar las estrategias conceptuales que distintos autores hanutilizado para su <strong>de</strong>finición. La revisión bibliográfica se ha centrado en estudiosos clásicos <strong>de</strong>l populismo,así como otros más recientes sobre el tema. Asimismo, se incorporan análisis tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la economíacomo <strong>de</strong> la historia, la sociología y la ciencia política.Palabras clave: Populismo / Democracia / Ciencias políticas.Abstract: Even though populism is a word that is frequently employed, it is a concept that has remainedunclear in the social sciences. Thus, this article reviews the literature on the matter, analyzing the conceptualstrategies that different authors have used for its <strong>de</strong>finition. This review has taken into consi<strong>de</strong>ration bothclassic and recent studies of populism. The analysis presents different perspectives, such as economy,history, sociology and political science.Key words: Populism / Democracy / Political science.* Máster y candidata a Doctor en Estudios Latinoamericanos <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Iberoamérica <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Salamanca,España. Licenciada en Derecho y Bachiller en Ciencias Políticas por la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica. Becaria <strong>de</strong> la AgenciaEspañola <strong>de</strong> Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) e Investigadora en el Instituto <strong>de</strong> Iberoamérica, Universidad<strong>de</strong> Salamanca. ameliabrenes@gmail.comNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 135


Amelia Brenes BarahonaI. IntroducciónIntroducir un estado <strong>de</strong> la cuestión sobre populismo tiene una sensación <strong>de</strong> llover sobremojado. Sin embargo, pese a que el concepto es empleado actualmente para <strong>de</strong>scribir regímenesdiversos entre sí, <strong>de</strong> su uso queda clara una elasticidad conceptual que pue<strong>de</strong> incluso llegar avaciarlo <strong>de</strong> contenido. La literatura sobre el tema es extensa y proviene <strong>de</strong> diversas disciplinascomo la economía, la sociología, la historia o la ciencia política. De ahí que se consi<strong>de</strong>renecesario realizar un repaso <strong>de</strong>l estado <strong>de</strong> la cuestión sobre el populismo, a efecto <strong>de</strong> estudiarlos elementos comunes en sus distintas <strong>de</strong>finiciones. En este sentido, uno <strong>de</strong> los autores queestudian el fenómeno, J. Crabtree, expone una <strong>de</strong> las razones que ha llevado a una continuaexploración <strong>de</strong> qué es populismo. Indica que, al final <strong>de</strong> cuentas:“los conceptos viven o mueren en razón <strong>de</strong> la utilidad que tengan y, como AlanKnight (1998) ha argumentado, la noción <strong>de</strong> populismo sigue viviendo porqueretiene alguna utilidad, al menos cuando interpretado sueltamente y no elevadoal plano <strong>de</strong> alta teoría”. (Crabtree, 2000:164)Si bien esa no es una razón muy alentadora, sí lo es más que lo dicho en su momento porM. Canovan, calificada como “<strong>de</strong>rrotista” por otros autores, por haber concluido que elaboraruna teoría general <strong>de</strong>l populismo era casi inviable. Tampoco sería alentador lo señalado poruno <strong>de</strong> los autores clásicos sobre populismo, E. Laclau, quien indicaba que el populismo es unconcepto vacío <strong>de</strong> contenido.“Debe, en consecuencia, ser eliminado <strong>de</strong>l vocabulario <strong>de</strong> las ciencias sociales yreemplazado por un análisis directo <strong>de</strong> los movimientos hasta ahora calificados<strong>de</strong> populistas en función <strong>de</strong> su naturaleza <strong>de</strong> clase” (Laclau en Moscoso, 1990:94-95).La razón <strong>de</strong> su estudio tampoco es particularmente alegre si se toma en cuenta que elpopulismo “ha sido consi<strong>de</strong>rado siempre como un pariente pobre <strong>de</strong> la teoría política” (Moreanoy Donoso, 2006:122); o incluso que para América Latina, el populismo “tiene mayor importanciaen el campo político como instrumento <strong>de</strong> <strong>de</strong>scalificación <strong>de</strong> las opciones <strong>de</strong>safiantes al statuquo que la capacidad explicativa que pueda tener <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la aca<strong>de</strong>mia” (Sáenz <strong>de</strong> Tejada,2007:316-317).136NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Estrategias conceptuales sobre populismo:un estado <strong>de</strong> la cuestiónEl escenario da un giro <strong>de</strong> ciento ochenta grados cuando se indica que “el populismolatinoamericano es un fenómeno político producto <strong>de</strong> una forma particular <strong>de</strong> incorporación <strong>de</strong>la gente común a la comunidad nacional” (De la Torre, 2001:171) o, como lo expresa la autoraF. Frei<strong>de</strong>nberg:“…el populismo ha sido una fuerza fundamental en la <strong>de</strong>mocratización <strong>de</strong>América Latina y en la incorporación simbólica y efectiva <strong>de</strong> sectores quese encontraban excluidos tanto política como económicamente <strong>de</strong>l sistemapolítico” (Frei<strong>de</strong>nberg, 2006:12).Tomando en consi<strong>de</strong>ración lo anterior, se partirá <strong>de</strong> la base <strong>de</strong> que el estudio científico<strong>de</strong>l populismo <strong>de</strong>be enfrentarse a la imprecisión, la ambigüedad, la vaguedad, lo peyorativo,pero que al mismo tiempo se trata <strong>de</strong> un fenómeno <strong>de</strong>terminante en los sistemas políticoslatinoamericanos. Como punto <strong>de</strong> inicio, se consultó el diccionario político <strong>de</strong> referenciaobligatoria (Bobbio et.al., 1988), en el cual se <strong>de</strong>fine al populismo como:“…aquellas fórmulas políticas por las cuales el pueblo, consi<strong>de</strong>rado comoconjunto social homogéneo y como <strong>de</strong>positario exclusivo <strong>de</strong> valores positivos,específicos y permanentes, es fuente principal <strong>de</strong> inspiración y objeto constante<strong>de</strong> referencia” (Incisa en Bobbio et. al., 1988:1247).¿Es esta <strong>de</strong>finición suficiente? Para la mayoría <strong>de</strong> autores consultados, la respuesta seríaque no. Por ello se analizarán las distintas estrategias conceptuales que se han utilizado parasistematizar la multiplicidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>finiciones que se han dado <strong>de</strong>l fenómeno.Así mismo, es indispensable aclarar que para efectos <strong>de</strong>l presente estado <strong>de</strong> la cuestión, setratará el concepto propiamente <strong>de</strong> “populismo”, entendiendo que la acepción “neopopulismo”correspon<strong>de</strong> a la continuación en el tiempo <strong>de</strong>l primero (el resurgimiento <strong>de</strong>l populismo enlas últimas dos décadas). Esto es, se trata <strong>de</strong> los “nuevos populismos”, tal como es expuestopor Frei<strong>de</strong>nberg: el llamado neopopulismo respon<strong>de</strong> a “un criterio temporal en el <strong>de</strong>sarrollohistórico <strong>de</strong> la política latinoamericana” (2006:12).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 137


Amelia Brenes BarahonaII. ¿Cuáles estrategias conceptuales?Los distintos autores construyen su propio concepto <strong>de</strong> populismo a partir <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadascaracterísticas que consi<strong>de</strong>ran esenciales; a partir <strong>de</strong> <strong>de</strong>finiciones anteriores que consi<strong>de</strong>ranerróneas o incompletas; y, a partir <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada disciplina o “dominio”. Sin embargo,no todos los autores están <strong>de</strong> acuerdo con –o son conscientes <strong>de</strong>- ser parte <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminadaestrategia conceptual.La autora S. Torres, en un intento <strong>de</strong> sistematización <strong>de</strong> las distintas acepciones<strong>de</strong> populismo, clasificó tales <strong>de</strong>finiciones según fuesen <strong>de</strong>sarrolladas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una teoríaespecífica. De esta forma, presenta inicialmente tres apartados que correspon<strong>de</strong>n: a) populismoy mo<strong>de</strong>rnización; b) populismo y marxismo; c) populismo y nacionalismo. Finalmente, la autoracrea otro apartado en el cual propone su propia <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> populismo, <strong>de</strong>nominándolo como“populismo, movimiento y retórica” (Torres, 1987:171).Posteriormente, el autor C. Moscoso elaboró en el año 1990 su propia clasificación <strong>de</strong>los conceptos <strong>de</strong>l populismo, según la teoría a la que estos pertenecieren. Para él, las distintas<strong>de</strong>finiciones se catalogan según correspondan a:a) Teorías formalistas, son aquellas que <strong>de</strong>scriben y analizan los rasgos típicos <strong>de</strong>lpopulismo, las distintas formas que han asumido y si tienen o no un grado teóricoavanzado (Moscoso, 1990:45). En esta categoría, Moscoso sitúa a la mayoría <strong>de</strong>autores que han trabajado populismo.b) Teoría estructural-funcionalista, la cual –en esencia- “reflexiona sobre la base <strong>de</strong>las funciones <strong>de</strong>l objeto que se analiza, renunciando a su sustancia” (Moscoso,1990:70). En esta teoría es don<strong>de</strong> Moscoso ubica a los académicos G. Germaniy T. Di Tella.c) Teorías evasivas, que rechazan la posibilidad <strong>de</strong> elaborar un concepto teórico <strong>de</strong>populismo en razón <strong>de</strong>l gran abanico <strong>de</strong> casos que pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>nominarse comotal. Como principales exponentes, Moscoso señala a M. Canovan y a E. Laclau.A este último lo <strong>de</strong>nomina <strong>de</strong> la corriente <strong>de</strong> “nihilismo populista” (Moscoso,1990:94-95).d) Teoría <strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong>sarrollista (teoría <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia), según la cual elpopulismo se entien<strong>de</strong> como parte <strong>de</strong> una propuesta <strong>de</strong> “análisis integrado <strong>de</strong>l<strong>de</strong>sarrollo” para la comprensión <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s iberoamericanas tomando en138NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Estrategias conceptuales sobre populismo:un estado <strong>de</strong> la cuestióncuenta la relación: proceso económico, condiciones estructurales y situaciónhistórica” (Moscoso, 1990:103). Quienes <strong>de</strong>sarrollan este concepto <strong>de</strong> populismoson F.H. Cardoso y E. Faletto.e) Teoría <strong>de</strong> alianza policlasista, según la cual “el populismo iberoamericano espresentado como un arma organizacional para sincronizar grupos <strong>de</strong> interesesdivergentes, y se aplica a cualquier movimiento no basado en una clase socialespecífica” (Moscoso, 1990:<strong>11</strong>9). Para Moscoso, el representante académico <strong>de</strong>esta teoría es O. Ianni.f) Teoría posmarxista, <strong>de</strong> la cual consi<strong>de</strong>ra a E. Laclau como su principal exponente.Sin embargo, el esquema elaborado por Moscoso no resuelve teóricamente el problema.Un ejemplo <strong>de</strong> ello es que Laclau es citado en dos teorías distintas, lo cual refleja una ambigüedadconceptual. Posteriormente, el estudioso <strong>de</strong>l populismo Kurt Weyland concluye que:“…la confusión conceptual prevalece cuando diferentes académicos hacenénfasis en atributos divergentes como las características que <strong>de</strong>finen unconcepto. Este problema es particularmente agudo cuando los autores estánen <strong>de</strong>sacuerdo sobre el dominio <strong>de</strong>l concepto, ya sea si se <strong>de</strong>be <strong>de</strong>finir comopolítico, económico, social, discursivo o multidominio” (Weyland, 2001:2).Por ello, Weyland <strong>de</strong>sarrolla una nueva clasificación <strong>de</strong> las estrategias <strong>de</strong>conceptualización <strong>de</strong>l populismo. Esta misma clasificación será adaptada por la autora FlaviaFrei<strong>de</strong>nberg en su reciente estudio <strong>de</strong>l año 2006. La sistematización en cuestión propone quehay tres estrategias para aclarar el concepto <strong>de</strong> populismo: a) La estrategia acumulativa, segúnla cual la <strong>de</strong>finición se construye por la presencia simultánea <strong>de</strong> características <strong>de</strong> distintosdominios (Weyland, 2001:2; Frei<strong>de</strong>nberg, 2006:21); b) La estrategia <strong>de</strong> adición, que “conecta”los atributos <strong>de</strong> los distintos dominios <strong>de</strong> manera que una <strong>de</strong>finición requiere tener al menosuna <strong>de</strong> las características <strong>de</strong>finitorias (Weyland, 2001:2; Frei<strong>de</strong>nberg, 2006:22); c) La estrategia<strong>de</strong> re<strong>de</strong>finición (<strong>de</strong>l concepto ubicándolo en un solo dominio), mediante la cual se i<strong>de</strong>ntifica eldominio primario <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las distintas esferas propuestas por distintos académicos, <strong>de</strong>scartandocaracterísticas <strong>de</strong> otros dominios (Weyland, 2001:2; Frei<strong>de</strong>nberg, 2006:23).La autora Frei<strong>de</strong>nberg enfatiza por qué las primeras dos estrategias presentan problemaspara una construcción teóricamente satisfactoria <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> populismo. En el primercaso, el resurgimiento <strong>de</strong>l populismo en los años ochenta acabó con las concepciones iniciales<strong>de</strong> éste, pues éstas se vieron restringidas frente a las diversas manifestaciones <strong>de</strong>l fenómeno,NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 139


Amelia Brenes Barahonacomprobando lo dicho por Weyland sobre su “limitado uso empírico” (Frei<strong>de</strong>nberg, 2006:22;Weyland, 2001:2). La segunda estrategia –que lleva a <strong>de</strong>finiciones múltiples– “abusa <strong>de</strong> laelasticidad conceptual” (Vilas en Frei<strong>de</strong>nberg, 2006:23).Por ello, tanto Weyland como Frei<strong>de</strong>nberg se <strong>de</strong>cantan por utilizar la estrategia <strong>de</strong>re<strong>de</strong>finición, tal como se podrá observar en sendas <strong>de</strong>finiciones más a<strong>de</strong>lante. En este sentido,rechazan cualquier <strong>de</strong>finición que venga <strong>de</strong> otros dominios, siendo el más usual el campoeconómico, tal como lo entendieron los teóricos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia Cardoso y Faletto, u otrosautores como Dornbusch y Edwards (1991), Kauffman y Stallings (1991) y Fernán<strong>de</strong>z (1991).III. La estrategia acumulativaSegún Frei<strong>de</strong>nberg (2006: 22), los autores que han empleado la estrategia acumulativafueron aquellos pertenecientes a las corrientes teóricas relativas a la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, sub<strong>de</strong>sarrolloy lo socioeconómico, en tanto fueron las teorías predominantes en las décadas <strong>de</strong> 1960 a 1980,época durante la cual predominó este tipo <strong>de</strong> estrategia conceptual.Entre los teóricos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, se encuentra la <strong>de</strong>finición clásica <strong>de</strong> Cardoso yFalleto, para quienes el “populismo <strong>de</strong>sarrollista” es“…una respuesta a la crisis <strong>de</strong> legitimidad ocasionada por dos fenómenos: elafán <strong>de</strong> industrialización en la fase <strong>de</strong> consolidación <strong>de</strong>l mercado interno y laincorporación <strong>de</strong> las masas al sistema <strong>de</strong> producción y al sistema político. Estosupone: 1) la constitución <strong>de</strong> una alianza política entre fuerzas contradictorias,reservándose el papel <strong>de</strong> grupo dominante <strong>de</strong> esta alianza al sector empresarialo burguesía naciente; 2) el pacto será, sobre todo, económico, basado en unprograma <strong>de</strong> apoyo a la industrialización y <strong>de</strong> distribución equitativa <strong>de</strong> lasganancias; 3) la incorporación <strong>de</strong> las masas a la vida económica y política <strong>de</strong>beráser gradual”. (Cardoso y Falleto en Moscoso, 1990:<strong>11</strong>3).Otro ejemplo <strong>de</strong> <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> populismo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el dominio económico sería la <strong>de</strong>Dornbusch y Edwards, quienes analizan el populismo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva macroeconómica.Para estos autores: “economic populism is an approach to economics that emphasizes growthand income redistribution and <strong>de</strong>emphasizes the risks of inflation and <strong>de</strong>ficit finance, externalconstraints, and the reaction of economic agents to aggressive nonmarket policies” (Dornbuschy Edwards, 1991:9).140NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Estrategias conceptuales sobre populismo:un estado <strong>de</strong> la cuestiónEn la misma obra, se encuentran otras <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> populismo que siguen una líneaeconómica “pura y dura”. Por ejemplo: “We <strong>de</strong>fine populism as an approach that emphasizesincome redistribution by government expenditures and income policies and <strong>de</strong>emphasizes theproblems of <strong>de</strong>ficit financing and inflation” (Fernán<strong>de</strong>z, 1991:121). Sin embargo, también seencuentra un ensayo <strong>de</strong> los autores Kaufman y Stallings, quienes hacen una pequeña vinculación<strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición económica <strong>de</strong> populismo con el dominio <strong>de</strong> la política.“Populism involves a set of economic policies <strong>de</strong>signed to achieve specificpolitical goals. These political goals are: 1) mobilizing support within organizedlabor and lower-middle class groups. 2) obtaining complementary backing fromdomestically oriented business; and 3) politically isolating the rural oligarchy,foreign enterprises, and large scale domestic industrial elites” (Kaufman yStallings, 1991:15-16).A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> populismo que siguen una orientación económica, seencuentran otros autores como Germani o Di Tella, más propios <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnización(Frei<strong>de</strong>nberg, 2006:22). Para el primero, el populismo es un “movimiento <strong>de</strong> manipulación <strong>de</strong>masas en base a apelaciones tradicionales y mo<strong>de</strong>rnas en una época <strong>de</strong> transición don<strong>de</strong> laintegración no se verifica según el mo<strong>de</strong>lo europeo.” (Moscoso, 1990:82). Di Tella, siguiendo lalínea teórica <strong>de</strong> Germani, indica que:“El populismo, por consiguiente, es un movimiento político con fuerte apoyopopular, con la participación <strong>de</strong> sectores <strong>de</strong> clases no obreras con importanteinfluencia en el partido, y sustentador <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ología anti-status quo. Susfuentes <strong>de</strong> fuerza o “nexos <strong>de</strong> organización” son: (i) Una élite ubicada en losniveles medios o alto <strong>de</strong> la estratificación y provista <strong>de</strong> motivaciones anti-statusquo, (ii) una masa movilizada formada como resultado <strong>de</strong> la “revolución <strong>de</strong> lasaspiraciones”, y (iii) una i<strong>de</strong>ología o un estado emocional difundido que favorezcala comunicación entre lí<strong>de</strong>res y seguidores y cree un entusiasmo colectivo. (…)El populismo se <strong>de</strong>fine como el tipo <strong>de</strong> movimiento político basado en el apoyo<strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s masas <strong>de</strong> población, pero que no extrae su po<strong>de</strong>r principal <strong>de</strong> lasestructuras organizacionales autónomas <strong>de</strong> estos grupos” (Di Tella, 1965:9).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 141


Estrategias conceptuales sobre populismo:un estado <strong>de</strong> la cuestiónlas características político- i<strong>de</strong>ológicas <strong>de</strong> la estrategia, y sus alcances ylimitaciones” (Vilas, 1988:38-39).Finalmente, una <strong>de</strong>finición que pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse como acumulativa, pero que se sale<strong>de</strong>l período en el cual tales concepciones eran más comunes, es la dada por el autor R. Mayorga:“El concepto <strong>de</strong> populismo tiene un núcleo significativo con tres dimensionesque son su marco <strong>de</strong> referencia central: a) una dimensión política en cuantomovimiento social conformado alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> lí<strong>de</strong>res carismáticos que nose apoyan en estructuras intermedias partidarias, sino precisamente en lamovilización <strong>de</strong> sectores populares, b) una dimensión i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong>finida poruna orientación nacionalista <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l Estado con el pueblo, y c) uneje <strong>de</strong> política económica caracterizado por la puesta en práctica <strong>de</strong> políticastanto <strong>de</strong> control estatal <strong>de</strong> sectores económicos consi<strong>de</strong>rados estratégicos como<strong>de</strong> redistribución <strong>de</strong> ingresos” (Mayorga, 1995:29).IV. La estrategia <strong>de</strong> adiciónEl autor Roberts hace uso <strong>de</strong> la estrategia <strong>de</strong> adición para proponer una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>populismo, o como indican Weyland y Frei<strong>de</strong>nberg, un “concepto radial”.“En esta línea Roberts (1999: 88) propuso una conceptualización radial <strong>de</strong>populismo en base a cinco rasgos prototípicos: a) un estilo <strong>de</strong> li<strong>de</strong>razgopersonalista y paternalista; b) una coalición política heterogénea y policlasistaque le sostiene; c) un proceso <strong>de</strong> movilización política, que pasa por alto lasformas institucionalizadas <strong>de</strong> mediación; d) una i<strong>de</strong>ología ecléctica y e) unproyecto económico que utiliza métodos redistributivos o clientelistas, con el fin<strong>de</strong> crear una base material para el apoyo <strong>de</strong> las capas populares” (Frei<strong>de</strong>nberg,2006:22).Roberts hace mención <strong>de</strong> la sistematización realizada por Weyland, llamando a sutercera estrategia <strong>de</strong> conceptualización “Weyland’s political-institutional approach” (Roberts,2006:135). Si bien Roberts no se manifiesta a favor <strong>de</strong> la estrategia <strong>de</strong> re<strong>de</strong>finición, inclusoseñalándole <strong>de</strong>ficiencias, <strong>de</strong> su trabajo se podría interpretar que al menos consi<strong>de</strong>ró los posiblesefectos <strong>de</strong> una re<strong>de</strong>finición política:NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 143


Amelia Brenes Barahona“Even with a reductionist political <strong>de</strong>finition –un<strong>de</strong>r which the essential core ofpopulism is un<strong>de</strong>rstood to be the political mobilization of mass constituenciesby personalistic lea<strong>de</strong>rs who challenge established elites– a broad range oforganizational outcomes fit un<strong>de</strong>r the rubric of populism” (Roberts, 2006:127).Otro autor que emplea una <strong>de</strong>finición aditiva <strong>de</strong> populismo es J. Dugas. Si bien sutrabajo inicia repasando el tratamiento que se le ha dado a éste concepto partiendo <strong>de</strong> una<strong>de</strong>finición acumulativa 2 , y pese a que reconoce que en forma creciente los cientistas socialesenfatizan el dominio político <strong>de</strong>l populismo –consi<strong>de</strong>rando las bases económicas, sociológicase históricas como inci<strong>de</strong>ntales y no inherentes–, el autor ofrece una <strong>de</strong>finición acumulativa <strong>de</strong>populismo, acudiendo a autores como Weyland y De la Torre:“First, populism is characterised by a personalistic form of political lea<strong>de</strong>rship,usually charismatic in nature, in which the lea<strong>de</strong>r arouses exceptionally fervent<strong>de</strong>votion and enthusiasm among followers. Second, populism works through amulti-class political coalition heavily <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nt upon lower-class individuals.The specific sociological base of the coalition tends to vary—it may inclu<strong>de</strong>strong support from organised labour or it may rely largely upon self-employedindividuals in the informal sector of the economy. What appears key is that thesepeople ‘feel exclu<strong>de</strong>d or marginalized from national political life’ (Weyland,2001: <strong>11</strong>4). Third, populism entails a political strategy of mobilisation thatfavours direct, unmediated ties to followers over highly organised politicalparties. Such a vertical strategy of mobilisation differs from clientelism in that itemploys techniques to foster a sense of direct contact between the lea<strong>de</strong>r and hisfollowers. Moreover, patronage benefits are used to reinforce allegiance to thenational lea<strong>de</strong>r, rather than to the local political broker (Mouzelis, 1985: 334).Finally, populism often lacks a coherent i<strong>de</strong>ology, but invariably employs ananti-elitist political discourse. This discourse tends to be Manichaean in nature,presenting ‘the struggle between the people and the oligarchy as a moral an<strong>de</strong>thical fight between good and evil, re<strong>de</strong>mption and downfall” (De la Torre,2000: 140) (Dugas, 2003:<strong>11</strong>19).2 El autor toma como base inicial la siguiente <strong>de</strong>finición acumulativa <strong>de</strong> populismo (Dugas, 2003:<strong>11</strong>18): “In the context of LatinAmerica, ‘populism’ traditionally referred to political movements or regimes led by a charismatic lea<strong>de</strong>r who mobilised largemasses of primarily lower class people in a personalistic fashion, without recourse to a highly organised or i<strong>de</strong>ologically rootedpolitical party. (…) populist movements were multi-class in nature, including middle class professionals and even marginalupper class elites. Populist lea<strong>de</strong>rs employed nationalistic and anti-oligarchic discourses. In the economic realm, they enacte<strong>de</strong>xpansionary policies often rooted in import substituting industrialisation”.144NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Estrategias conceptuales sobre populismo:un estado <strong>de</strong> la cuestiónAsimismo, el autor Crabtree brinda una re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> populismo,insertándolo en el dominio político. Dicho autor es enfático en señalar que la <strong>de</strong>finicióndada sí difiere sustancialmente <strong>de</strong> las anteriores que se encuentran en la literatura y brindavarias razones para ello: a) es una <strong>de</strong>finición política, superando los elementos meramenteeconómicos; b) no se le brinda una orientación i<strong>de</strong>ológica <strong>de</strong>terminada, para po<strong>de</strong>r encuadrarlos casos <strong>de</strong> populismo tanto <strong>de</strong> <strong>de</strong>recha como <strong>de</strong> izquierda; c) no se entien<strong>de</strong> únicamentecomo la consecuencia <strong>de</strong> períodos <strong>de</strong> quiebres económicos o políticos, sino que el populismopue<strong>de</strong> tener continuidad y convertirse en una característica <strong>de</strong>finitoria <strong>de</strong> una cultura política(Crabtree, 2000:164-165). De esta forma:“…populism is (…) a political phenomenon which <strong>de</strong>velops in specificcircumstances, and our un<strong>de</strong>rstanding of what it is (or is not) <strong>de</strong>pends on ourability to i<strong>de</strong>ntify those circumstances. (…) Populism needs to be assessed in thelight of the changing relationship over time between the state and society andhow this <strong>de</strong>fines the space within which politics is carried out. Our starting pointis to affirm that populism may embody many or all of the attributes listed above,but that its core characteristic is the attempt to channel and direct mass politicalparticipation in such a way as to absorb pressures from below. (…) It is thus amethod by which elites (often narrow ones) seek to legitimise themselves througha direct appeal to the people. Ultimately, it is a means of social control ratherthan mobilisation, typically involving a complex web of clientelist relationshipsat all levels of society” (Crabtree, 2000:164).Por su parte, M. Conniff adopta una “<strong>de</strong>finición operativa” <strong>de</strong> populismo.“Lo <strong>de</strong>finimos [el populismo] como un movimiento político encabezado por unlí<strong>de</strong>r carismático, con seguidores <strong>de</strong> todas las clases sociales, y cuya actuaciónprodujo una gran expansión electoral. Sus programas prometían reforma, y suslí<strong>de</strong>res apelaron a la cultura <strong>de</strong>l pueblo como fuente <strong>de</strong> legitimidad” (Conniff,2003:32).Si bien se centra en características políticas y minimiza otros factores, el autor siempretoma en consi<strong>de</strong>ración otros elementos ajenos al dominio político como cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>finitorias.Por ejemplo, Conniff hace una distinción entre el populismo y el neopopulismo, tomando comoclave para ello el factor “políticas económicas” (Conniff, 2003:34).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 145


Amelia Brenes BarahonaV. La estrategia <strong>de</strong> re<strong>de</strong>finiciónQuien propone la estrategia conceptual <strong>de</strong> re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>fine el populismo como“a specific way of competing for and exercising political power” (Weyland, 2001:<strong>11</strong>), y mása<strong>de</strong>lante como:“…a political strategy through which a personalistic lea<strong>de</strong>r seeks or exercisesgovernment power based on direct, unmediated, uninstitutionalized support fromlarge numbers of mostly unorganized followers” (Weyland, 2001:14; Weyland,2003:1097).Otro estudioso <strong>de</strong>l populismo, C. De la Torre, también brinda una re<strong>de</strong>finición política<strong>de</strong>l populismo. En el año 2004, indicaba lo siguiente:“Entiendo el populismo, clásico o contemporáneo, como un estilo políticoque tiene las siguientes características: 1) El discurso populista es un discursomaniqueo que presenta la lucha <strong>de</strong>l pueblo con la oligarquía como una luchamoral y ética entre el bien y el mal, entre la re<strong>de</strong>nción y la ruina. 2) Un lí<strong>de</strong>res socialmente construido como el símbolo <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción, mientras que susenemigos son creados como la encarnación <strong>de</strong> todos los problemas <strong>de</strong> la nación.El lí<strong>de</strong>r dice ser un hombre común <strong>de</strong>l pueblo que, <strong>de</strong>bido a sus esfuerzossobrehumanos, se ha convertido en una persona extraordinaria. En lugar <strong>de</strong><strong>de</strong>sarrollar una i<strong>de</strong>ología, pi<strong>de</strong> a sus seguidores que confíen en su honestidad yen su <strong>de</strong>dicación a los intereses <strong>de</strong> la patria y <strong>de</strong>l pueblo. 3) La política populistatiene una relación ambigua con la <strong>de</strong>mocracia. Por un lado, los partidos ymovimientos populistas han incorporado a sectores previamente excluidos <strong>de</strong> lapolítica. Pero, por el otro lado, estos movimientos no siempre han respetado lasnormas y procedimientos <strong>de</strong>mocráticos ni los <strong>de</strong>rechos civiles <strong>de</strong> sus opositores”(De la Torre, 2001:177; De la Torre, 2004:90).Tres años más tar<strong>de</strong>, hace un ensayo para sintetizar la <strong>de</strong>finición anterior:“El populismo es un estilo político basado en un discurso maniqueo que presentala lucha <strong>de</strong>l pueblo en contra <strong>de</strong> la oligarquía como una lucha moral y éticaentre el bien y el mal, la re<strong>de</strong>nción y la ruina. El lí<strong>de</strong>r es socialmente construidocomo el símbolo <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción, mientras que sus enemigos son creados comola encarnación <strong>de</strong> todos los problemas <strong>de</strong> la nación. El lí<strong>de</strong>r dice ser el hombrecomún <strong>de</strong>l pueblo que, <strong>de</strong>bidamente a sus esfuerzos sobrehumanos, se ha146NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Estrategias conceptuales sobre populismo:un estado <strong>de</strong> la cuestiónni una <strong>de</strong>sviación <strong>de</strong> patrones <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocratización (…) el populismo es parte constitutiva <strong>de</strong>la <strong>de</strong>mocracia” (De la Torre, 2007:78). El mismo “nihilista <strong>de</strong>l populismo”, Laclau, indica: “Elcorolario es que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi punto <strong>de</strong> vista, la categoría <strong>de</strong> populismo no implica necesariamenteuna evaluación peyorativa, lo que no significa, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, que todo populismo sea, por<strong>de</strong>finición, bueno” (Laclau, 2006:57).En este sentido, el populismo resulta una opción muy clara para los ciudadanoslatinoamericanos. Como señala Frei<strong>de</strong>nberg, éste se presenta como “instrumento <strong>de</strong> incorporaciónsimbólica <strong>de</strong> sectores que no se sentían incluidos en la comunidad política existente”; al mismotiempo, también es una “respuesta a la frustración <strong>de</strong> las clases populares y las clases mediasfrente a una élite política que no les ha podido resolver los problemas sociales y económicosbásicos” (Frei<strong>de</strong>nberg, 2006:<strong>11</strong>).Partiendo <strong>de</strong> las anteriores consi<strong>de</strong>raciones, resultaría casi obvio que el populismo<strong>de</strong>be ser estudiado –y conceptualizado– principalmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el dominio político. Los factoreshistóricos, económicos o sociológicos adicionales no <strong>de</strong>ben ser ignorados; son –si se quiere– lacereza encima <strong>de</strong>l pastel. Pero la parte sustantiva es aquella que refiere a los aspectos políticos<strong>de</strong>l fenómeno. A<strong>de</strong>más, como señalan Weyland y Frei<strong>de</strong>nberg, una <strong>de</strong>finición minimalista que secentre en lo político es lo que hace al concepto ser capaz <strong>de</strong> vincular el fenómeno “populismo”,tal como se ha presentado a lo largo <strong>de</strong>l tiempo, dando una aproximación más <strong>de</strong>finitiva pararesolver un continuo problema que recurrentemente se presenta ante la comunidad académica.VI. Literatura consultadaAibar Gaete, Julio (coordinador). Vox Populi: populismo y <strong>de</strong>mocracia en Latinoamérica. SerieDilemas <strong>de</strong> la Política en Latinoamérica. México D.F.: Flacso-Se<strong>de</strong> Académica <strong>de</strong>México, 2007.Álvarez Junco, José (compilador). Populismo, caudillaje y discurso <strong>de</strong>magógico. Madrid: Centro<strong>de</strong> Investigaciones sociológicas, 1987.Bobbio, Norberto; Matteuci, Nicola y Pasquino, Gianfranco. Diccionario <strong>de</strong> Política. Madrid:Siglo Veintiuno, 1988.Conniff, Michael. “Neo-populismos en América Latina: La década <strong>de</strong> 1990 y <strong>de</strong>spués”. En:Revista <strong>de</strong> Ciencia Política, 2003, Vol. XXIII (1): 31-38.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 149


Amelia Brenes BarahonaCrabtree, John. “Populisms old and new: the Peruvian case”. En: Latin American Research, 2000,Vol. 19: 163-176.Dàbène, Olivier. Amérique Latine, les élections contre la démocratie ? París: Sciences Po LesPresses, 2007.De la Torre, Carlos. “Re<strong>de</strong>ntores populistas en el Neoliberalismo: nuevos y viejos populismoslatinoamericanos”. En: Revista Española <strong>de</strong> Ciencia Política, (4): 171-196, abril, 2001.De la Torre, Carlos. “Polarización populista y <strong>de</strong>mocracia en Ecuador”. En: Diálogo Político,4:89-<strong>11</strong>3, 2004.Di Tella, Torcuato S. “Populismo y reforma en América Latina”. En: Desarrollo Económico, 4(16):391-425, 1965Dornbusch, Rudiger y Edwards, Sebastian (editores). The Macroeconomics of Populism in LatinAmerica. Chicago: The University of Chicago Press, 1991.Dugas, John C. “The emergence of Neopopulism in Colombia? The case of Álvaro Uribe”. En:Third World Quarterly, 24(6):<strong>11</strong>17-<strong>11</strong>36, 2003.Frei<strong>de</strong>nberg, Flavia. La tentación populista: una vía al po<strong>de</strong>r en América Latina. Madrid: EditorialSíntesis, 2006.Hermet, Guy. “El populismo como concepto”. En: Revista <strong>de</strong> Ciencia Política, 23(1):5-18, 2003.Knight, Alan. “Populism and Neo-populism in Latin America, especially Mexico”. En: Journal ofLatin American Studies, 30: 223-248, 1998.Laclau, Ernesto. “La <strong>de</strong>riva populista y la centroizquierda latinoamericana”. En: Nueva sociedad,(205): 56-61, 2006.Mayorga, René Antonio. Antipolítica y Neopopulismo. La Paz: Centro Boliviano <strong>de</strong> EstudiosMultidisciplinarios, 1995.Moreano, Hernán y Donoso, Claudia. “Populismo y Neopopulismo en Ecuador”. En: RevistaÓpera, 6(6):<strong>11</strong>7-140, 2006.Moscoso Perea, Carlos. El Populismo en América Latina. Madrid: Centro <strong>de</strong> EstudiosConstitucionales, 1990.Roberts, Kenneth M. “Populism, Political Conflict, and Grass-Roots Organization in LatinAmerica: A Comparison of Fujimori and Chávez”. En: Comparative Politics, 38(2):127-148, 2006.150NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Estrategias conceptuales sobre populismo:un estado <strong>de</strong> la cuestiónSchamis, Hector E. “A “Left Turn” in Latin America? Populism, Socialism, and DemocraticInstitutions”. En: Journal of Democracy, 17(4):20-34, 2006.Vilas, Carlos M. “El populismo latinoamericano: un enfoque estructural”. En: DesarrolloEconómico, 28(<strong>11</strong>1):323-352, 1988.Weyland, Kurt. “Clarifying a Contested Concept Populism in the Study of Latin American Politics”.En: Comparative Politics, 34(1):1-22, 2001.Weyland, Kurt. ·”Neopopulism and Neoliberalism in Latin America: how much affinity?”. En:Third World Quarterly, 24(6):1095-<strong>11</strong>15, 2003.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 151


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadoNicolás Prado Hidalgo *Nota <strong>de</strong>l Consejo EditorialRecepción: 29 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2010.Revisión, corrección y aprobación: 15 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 20<strong>11</strong>.Resumen: Al terminar el primer referéndum celebrado recientemente en Costa Rica, surgió la duda conrespecto a la participación que <strong>de</strong>berían tener en este tipo <strong>de</strong> procesos los funcionarios pertenecientesal Po<strong>de</strong>r Ejecutivo. A<strong>de</strong>más, se originó la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> si a estos mismos funcionarios se les <strong>de</strong>beaplicar la prohibición que establece el Código Electoral; <strong>de</strong> igual forma que se hace durante los procesos<strong>de</strong> carácter electivo o bien si se les <strong>de</strong>be permitir su participación. El presente trabajo preten<strong>de</strong> analizar, ala luz <strong>de</strong> la doctrina y la normativa internacional con respecto al referendum, las disposiciones que dictóel <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> respecto al tema.Palabras claves: Consulta popular / Referéndum / Participación política / Po<strong>de</strong>r Ejecutivo / Recursospúblicos / Beligerancia política / Neutralidad política / Principio reserva <strong>de</strong> legal / Derecho comparado.Abstract: After the first referendum recently held in Costa Rica, there were some questions as to theparticipation that authorities from the Executive Branch should have in this type of processes. In addition,there was also the issue of whether these authorities should abi<strong>de</strong> by the prohibition that the ElectoralCo<strong>de</strong> establishes during elective processes or whether they should be granted freedom to participate.This paper analyzes the provisions that the Supreme <strong>Tribunal</strong> of Elections established on the topic from aninternational normative perspective.Key words: Public consultation / Referendum / Political participation / Executive / Public resources /Belligerent policy / Political neutrality / Principle legal reserve / Comparative law.* Licenciado en Derecho por la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica. Estudiante <strong>de</strong> la Especialidad <strong>de</strong> Derecho Notarial y Registral <strong>de</strong> laUniversidad Libre <strong>de</strong> Derecho. prado.nicolas@gmail.comNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 153


Nicolás Prado HidalgoI. INTRODUCCIÓNUno <strong>de</strong> los acápites que más generó discordia en el referéndum <strong>de</strong>l pasado 7 <strong>de</strong> octubre<strong>de</strong> 2007, en el cual se sometió a consulta <strong>de</strong>l soberano si el país ratificaba o no el Tratado <strong>de</strong>Libre Comercio entre República Dominicana, los Estados Unidos y Centroamérica (TLC), fue eltema <strong>de</strong> la participación que <strong>de</strong>bía tener el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en este tipo <strong>de</strong> procesos. En esteevento, es necesario ahondar más en el tema para investigar no solo qué tipo <strong>de</strong> participacióncontempla nuestro or<strong>de</strong>namiento con respecto a estos funcionarios públicos, sino, analizarcómo se maneja el tema en el panorama internacional, por medio <strong>de</strong> un estudio <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparado.La razón por la cual este tema, al igual que algunos otros, generó conflictos en lapráctica <strong>de</strong> la figura <strong>de</strong>l referéndum en Costa Rica, se <strong>de</strong>be a las insuficiencias <strong>de</strong> la Ley queviene a regular dicha figura (Ley número 8492), tal como lo señalan los señores Ludovico Feoliy Constantino Urcuyo: “La Ley carece <strong>de</strong> directrices claras y tiene vacíos que no pue<strong>de</strong>n serllenados <strong>de</strong>l todo mediante interpretación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> o aplicaciones supletorias <strong>de</strong>l CódigoElectoral” 1 .Ejemplo <strong>de</strong> lo anterior fueron las reiteradas consultas que se canalizaron al <strong>Tribunal</strong><strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, las cuales giraron en dos sentidos:1. ¿En qué términos aplica lo contemplado en el artículo 88 <strong>de</strong>l Código Electoral 2 alos funcionarios públicos <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en el proceso <strong>de</strong> referéndum?1 FEOLI, y URCUYO (2009, P.10).2 El Código Electoral antes <strong>de</strong> las modificaciones que sufriera en el año 2009, el cual cita:Artículo 88: Prohibición para empleados y funcionarios públicos: Prohíbase a los empleados públicos <strong>de</strong>dicarse a trabajos odiscusiones <strong>de</strong> carácter político electoral, durante las horas laborales y usar su cargo para beneficiar a un partido político.El Presi<strong>de</strong>nte y los Vicepresi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la República, los Ministros y Viceministros, el Contralor y Subcontralores Generales <strong>de</strong>la República, el Defensor y el Defensor Adjunto <strong>de</strong> los Habitantes, el Procurador General y el Procurador General Adjunto,los presi<strong>de</strong>ntes ejecutivos, directores ejecutivos y gerentes <strong>de</strong> las instituciones autónomas, los gobernadores, los oficialesmayores <strong>de</strong> los ministerios, los miembros <strong>de</strong> la Autoridad <strong>de</strong> Policía, los agentes <strong>de</strong>l Organismo <strong>de</strong> Investigación Judicial,los Magistrados y empleados <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, los Magistrados y funcionarios <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial queadministren justicia, el Director y empleados <strong>de</strong>l <strong>de</strong> Registro Civil, y quienes tienen prohibición en virtud <strong>de</strong> otras leyes,no podrán participar en las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los partidos políticos, asistir a clubes ni reuniones <strong>de</strong> carácter político, utilizar laautoridad o influencia <strong>de</strong> sus cargos en beneficio <strong>de</strong> los partidos políticos, colocar divisas en sus viviendas o vehículos nihacer ostentación partidista <strong>de</strong> cualquier otro género.No Podrán presentarse a emitir su voto portando armas los miembros <strong>de</strong> la Autoridad <strong>de</strong> Policía, los agentes <strong>de</strong>l Organismo<strong>de</strong> Investigación Judicial ni quienes <strong>de</strong>sempeñen funciones semejantes <strong>de</strong> autoridad.En materia electoral los funcionarios incluidos en los párrafos segundo y tercero <strong>de</strong> este artículo, únicamente podrán ejercersu <strong>de</strong>recho a emitir el voto el día <strong>de</strong> las elecciones, en la forma y condiciones ejercidas en este Código.154NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparado2. ¿En qué términos se <strong>de</strong>sarrolla la utilización o no <strong>de</strong> recursos públicos por parte<strong>de</strong> los funcionarios públicos?El <strong>Tribunal</strong> se ve obligado a llenar esos vacíos normativos que <strong>de</strong>ja la Ley y, por medio<strong>de</strong> resoluciones, comienza a resolver los conflictos y dificulta<strong>de</strong>s que se iban presentando conla puesta en práctica <strong>de</strong>l proceso refrendario.Como nos indica Víquez Jiménez refiriéndose al tema:“El <strong>Tribunal</strong> se <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>r como un operador <strong>de</strong> la ley y no le correspon<strong>de</strong>legislar sino aplicarla. Empero cuando hay vacíos, se ve en la obligación <strong>de</strong>tratar <strong>de</strong> llenarlos hasta don<strong>de</strong> la normativa lo permita y, al emitir este tipo <strong>de</strong>resoluciones, se expone a la crítica <strong>de</strong> un sector u otro, según se sientan o noafectados por lo que el TSE (<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>) resuelva” 3 .II.Posición <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>El <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, en virtud <strong>de</strong> su naturaleza jurídica como órganoconstitucional con potestad exclusiva para regular y controlar todo lo referente a la materiaelectoral costarricense, <strong>de</strong>sarrolla y aclara los alcances, limitaciones y contenidos <strong>de</strong> laparticipación que pue<strong>de</strong>n tener los funcionarios <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en los procesos <strong>de</strong>referéndum 4 .3 VÍQUEZ JIMÉNEZ (2009, p.52).4 Actualmente, la Sala Constitucional <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia emitió el por tanto <strong>de</strong> la resolución número 13313-2010,por medio <strong>de</strong>l cual se anula la resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número 3401-E9- 2008 <strong>de</strong> las 9:10 horas <strong>de</strong>l30 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong> 2008, que autorizó la recolección <strong>de</strong> firmas para convocar a un referéndum <strong>de</strong> iniciativa ciudadanapara que se apruebe o impruebe el proyecto legislativo <strong>de</strong>nominado “Ley <strong>de</strong> unión civil entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo”.Esto <strong>de</strong>bido a que un ciudadano alegó que se le violentaron sus <strong>de</strong>rechos humanos como minoría, ya que si se <strong>de</strong>cidía estetema vía referéndum, una mayoría iba a <strong>de</strong>cidir sobre los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> una minoría. La Sala llega a esta conclusión pese a lossiguientes alegatos que emite el <strong>Tribunal</strong>: 1) La competencia exclusiva que le otorga la Constitución Política en el artículo102 inciso 3 <strong>de</strong> interpretar disposiciones constitucionales y legales referentes a la materia electoral, 2) Que en reiteradasresoluciones <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong>, se ha establecido que el referéndum es materia electoral, por en<strong>de</strong>, los actos relacionados al mismoson <strong>de</strong> competencia exclusiva <strong>de</strong>l Órgano Electoral, 3) Que la potestad <strong>de</strong> legislar resi<strong>de</strong> en el pueblo soberano quien <strong>de</strong>legaesta potestad en la Asamblea Legislativa por medio <strong>de</strong>l sufragio, por lo que no se podría argumentar que el representante seacompetente <strong>de</strong> algo que el Soberano no pueda, 4) Que el objeto <strong>de</strong> la consulta no es si las parejas <strong>de</strong>l mismo sexo tienen ono <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> establecer relaciones o si a esas relaciones <strong>de</strong>be <strong>de</strong> tutelárseles una serie <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos civiles y patrimoniales,lo que se consulta es si un esquema legal específico para regular esas relaciones <strong>de</strong>be aprobarse o improbarse, 5) Que no seestablece en el or<strong>de</strong>namiento jurídico un procedimiento especial para la aprobación <strong>de</strong> normas que amplíen el ámbito <strong>de</strong>protección <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las minorías, por lo que no hay impedimento para que vía legislativa o vía referéndum se puedaaprobar el proyecto <strong>de</strong> ley en cuestión.Una vez emitidos los consi<strong>de</strong>randos <strong>de</strong> esta resolución, será <strong>de</strong> suma importancia analizar los razonamientos que aplica laSala para llegar a esta conclusión, ya que está poniendo en entredicho el carácter electoral que nuestro or<strong>de</strong>namiento al igualque el <strong>de</strong>recho comparado analizado en la presente investigación, le ha otorgado al instituto <strong>de</strong> referéndum.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 155


Nicolás Prado HidalgoEn resolución número <strong>11</strong>19-E-2007 <strong>de</strong> las 14 horas con 20 minutos <strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong> mayo<strong>de</strong> 2007, el <strong>Tribunal</strong> dimensionó los principios generales sobre los cuales se fundaba laparticipación que pue<strong>de</strong>n tener dichos funcionarios. Como consecuencia, la Magistratura llegaa las siguientes conclusiones:“1) Las restricciones y sanciones que establece el artículo 88 <strong>de</strong> Código Electoral noson <strong>de</strong> aplicación a los funcionarios públicos, incluidos los servidores judiciales,en el proceso consultivo para someter a referéndum la aprobación o rechazo <strong>de</strong>lTLC, lo que implica que en ese proceso, o en cualquier otro <strong>de</strong> índole consultiva,dichos funcionarios pue<strong>de</strong>n participar <strong>de</strong> su etapa previa (recolección <strong>de</strong> firmas)o <strong>de</strong> posteriores disertaciones o campañas a favor o en contra <strong>de</strong>l tema sometidoa consulta, incluida una eventual labor <strong>de</strong> los <strong>de</strong>legados o miembros <strong>de</strong> mesa,con las restricciones legales y laborales <strong>de</strong>l caso.2) Dicha participación, empero, <strong>de</strong>be ser acor<strong>de</strong> con las obligacionesfuncionariales <strong>de</strong> cada servidor, lo que incluye la prohibición <strong>de</strong> utilizar recursospúblicos que, directa o indirectamente, favorezcan las campañas a favor o encontra <strong>de</strong>l proyecto consultado; cada administración y, en el ámbito <strong>de</strong> sucompetencia, las Auditorias Internas <strong>de</strong>berán velar por el respeto riguroso <strong>de</strong> estarestricción, <strong>de</strong>biendo reportar a la Contraloría General <strong>de</strong> la República cualquieranomalía que pueda presentarse sobre el particular.3) Los miembros <strong>de</strong> las fuerzas <strong>de</strong> policía tienen impedimento absoluto paraparticipar en el proceso <strong>de</strong> referéndum, salvo la emisión <strong>de</strong>l voto; prohibiciónque no aplica a los servidores que realizan labores estrictamente administrativas.4) La inaplicabilidad <strong>de</strong> las normas <strong>de</strong> neutralidad política establecidas en elCódigo Electoral y normas conexas para el proceso consultivo <strong>de</strong> referéndumsobre el TLC está condicionada a que los funcionarios públicos con prohibiciónabsoluta <strong>de</strong> participación político-electoral no expresen, <strong>de</strong> alguna manera,adhesión o simpatía por los partidos políticos, ni favorezcan las estrategias que,sobre el acuerdo comercial, han implementado esas agrupaciones.5) Se llama la atención a los funcionarios electorales para que se abstengan, aligual que los miembros <strong>de</strong> los cuerpos policiales, <strong>de</strong> participar en <strong>de</strong>liberaciones,manifestaciones o <strong>de</strong>claraciones en torno al tema sometido al proceso consultivo<strong>de</strong>l referéndum” 5 .5 Ver resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número <strong>11</strong>19-E8-2007 <strong>de</strong> las 14 horas con 20 minutos <strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong>2007.156NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadoLo anterior fue reiterado en distintos acuerdos y resoluciones propiciando la mayorparticipación posible <strong>de</strong> todos los ciudadanos, incluidos los funcionarios públicos (con excepción<strong>de</strong> miembros <strong>de</strong> la fuerza pública y empleados electorales, los cuales <strong>de</strong>berán limitarse <strong>de</strong>cualquier tipo <strong>de</strong> participación salvo la emisión <strong>de</strong> su voto), siempre y cuando esa participaciónse limitara a no utilizar recursos públicos que, directa o indirectamente, favorezcan las campañasa favor o en contra <strong>de</strong>l proyecto consultado.Es objeto <strong>de</strong>l presente artículo, previo a realizar el análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho comparado,proce<strong>de</strong>r a <strong>de</strong>sarrollar un breve estudio sobre los siguientes aspectos que motivaron lasconclusiones a las cuales llegó el <strong>Tribunal</strong> en la resolución antes citada.a) Prohibición <strong>de</strong> utilizar recursos públicosLa prohibición <strong>de</strong> utilizar recursos públicos que se establece en el anterior voto, seencuentra igualmente contemplada en el artículo 20 <strong>de</strong> la “Ley <strong>de</strong> Regulación <strong>de</strong>l Referéndum”(Ley <strong>de</strong> la República n.º 8492) 6 , y su aplicación <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse en un contexto propagandísticoen el cual medien acciones concretas que directa o indirectamente revelen, <strong>de</strong>n noticia odifundan opiniones mensajes a favor o en contra <strong>de</strong>l tema objeto <strong>de</strong> consulta; con el ánimo<strong>de</strong> captar la atención <strong>de</strong> la ciudadanía y estimularla a sufragar en <strong>de</strong>terminada dirección, en<strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong> rectitud, buena fe, y correcta administración <strong>de</strong> los recursos.Se establece a<strong>de</strong>más, que el Primer Mandatario y <strong>de</strong>más funcionarios cubiertos por lanorma <strong>de</strong>ben mantener una actitud <strong>de</strong> probidad <strong>de</strong> acuerdo con lo que establecen los artículos3 y 4 <strong>de</strong> la “Ley contra la corrupción y el enriquecimiento ilícito en la función pública” 7 , paraque las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l quehacer gubernamental no <strong>de</strong>generen en activida<strong>de</strong>s con finespropagandísticos. Como lo señala el propio <strong>Tribunal</strong>: “evitando que los recursos públicos seconstituyan en un medio y la propaganda en un fin” 8 .6 Por ley 8281 <strong>de</strong>l 28 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2002, se incluye en nuestro or<strong>de</strong>namiento jurídico la figura <strong>de</strong>l referéndum, pero su entradaen vigor queda sujeta a la aprobación <strong>de</strong> la ley 8492. Esta se aprobaría hasta el 8 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong>l 2006, tras una acción <strong>de</strong>constitucionalidad por omisión <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa planteada por Defensoría <strong>de</strong> los Habitantes y acogida por la SalaConstitucional.7 Ley <strong>de</strong> la República n.º 8422 <strong>de</strong>l 14 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2004.8 Ver resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número 2458-E-2007 <strong>de</strong> las 14 horas con 05 minutos <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong> setiembre<strong>de</strong> 2007.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 157


Nicolás Prado HidalgoEntre las conductas que entien<strong>de</strong> el TSE como excesos proselitistas por parte <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte<strong>de</strong> la República y <strong>de</strong>más funcionarios públicos que contempla la norma antes mencionada, secitan:a. Confección y distribución <strong>de</strong> volantes o impresos que promuevan el voto enfavor <strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> las posiciones.b. Contratación, fabricación y repartición <strong>de</strong> signos externos (emblemas, ban<strong>de</strong>ras,camisetas, ban<strong>de</strong>rines, calcomanías, etc.) que se i<strong>de</strong>ntifiquen con alguna <strong>de</strong> lasopciones sometidas a referéndum.c. La contratación <strong>de</strong> presentaciones artísticas, musicales o culturales, en general,que busquen la promoción <strong>de</strong>l voto en favor <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> las tesis.d. La utilización <strong>de</strong> vehículos, choferes o tiempo laboral <strong>de</strong> funcionarios públicospara la elaboración, transporte o distribución <strong>de</strong> los elementos mencionados enlos puntos anteriores.e. El uso <strong>de</strong> edificios, oficinas, bo<strong>de</strong>gas y <strong>de</strong>más recintos que albergan <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nciaspúblicas para preparar o almacenar signos externos y <strong>de</strong>más emblemas <strong>de</strong>l tipoindicado.f. La contratación <strong>de</strong> pauta publicitaria y la incorporación en anuncios o en ca<strong>de</strong>nanacional <strong>de</strong> radio o televisión, <strong>de</strong> información e imágenes que documenten lapromoción que realice el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo, en giras o activida<strong>de</strong>s oficiales, <strong>de</strong>alguna <strong>de</strong> las opciones sometidas a consulta 9 .b) Parcialidad y participación políticaEl <strong>Tribunal</strong> <strong>de</strong>fine parcialidad como conductas <strong>de</strong> acción u omisión que <strong>de</strong>noten unclaro interés o, por lo menos, la intención <strong>de</strong> beneficiar a <strong>de</strong>terminada ten<strong>de</strong>ncia o partidopolítico por intermedio <strong>de</strong> su autoridad o <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong> sus cargos 10 .Por otra parte, el mismo <strong>Tribunal</strong> precisa el concepto <strong>de</strong> participación políticaentendiéndose como provecho o amparo hacia los partidos políticos que se ve reflejado en lasactuaciones materiales evi<strong>de</strong>ntes, <strong>de</strong> mayor especificidad o <strong>de</strong> mera constatación, particularmente9 Ver resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número 2534-E-2007 <strong>de</strong> las 15 horas <strong>de</strong>l 21 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong> 2007.10 Por su carácter estrictamente conductual no es <strong>de</strong> extrañar que la parcialidad política, en <strong>de</strong>terminados momentos, seconfigure <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un marco <strong>de</strong> clan<strong>de</strong>stinidad, ocultamiento, reserva o disimulo, pues estamos en presencia <strong>de</strong> un fuerointerno <strong>de</strong>l individuo.158NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadolas que <strong>de</strong>talla el antiguo artículo 88 <strong>de</strong>l Código Electoral en su párrafo segundo. (Hoy el 146<strong>de</strong>l Código Electoral) <strong>11</strong> .Como se <strong>de</strong>talla por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> ambas <strong>de</strong>finicionescomparten, como elemento subyacente, una acción política que irrumpe contra el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong>rectitud e imparcialidad, la cual comporta, consecuentemente, la verificación simultánea <strong>de</strong> unposible beneficio a las agrupaciones políticas, provenientes <strong>de</strong>l funcionario público, así como lapresunta actuación e injerencia <strong>de</strong> dicho servidor en el quehacer propio <strong>de</strong> estos conglomeradospolíticos.c) La intención <strong>de</strong>l LegisladorUn análisis concienzudo que <strong>de</strong>be realizar el juez a la hora <strong>de</strong> enfrentarse ante unasituación en don<strong>de</strong> se le presenten normas contradictorias, o como es el caso en estudio anteun vacío normativo, es proce<strong>de</strong>nte a conocer cuál fue la intención <strong>de</strong>l legislador a la hora <strong>de</strong>la creación <strong>de</strong> la norma. Por en<strong>de</strong>, cumpliendo con su labor ética y responsable, el <strong>Tribunal</strong>se dio a la tarea <strong>de</strong> investigar las actas <strong>de</strong> la comisión <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa que aprobóel proyecto <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>l referéndum, constatando con esto que los diputados fueron contestesal señalar que siempre y cuando no se utilizaran fondos públicos, la participación <strong>de</strong> estosservidores públicos no se les estaba vetada y por lo contrario, se esperaba una participaciónactiva <strong>de</strong> los mismos para enriquecer el <strong>de</strong>bate sobre el tema a consultar 12 .d) Distinción entre procesos electivos y procesos consultivosEn las votaciones <strong>de</strong> carácter electivo se proce<strong>de</strong> a <strong>de</strong>signar a los representantespopulares, convergen tres <strong>de</strong>rechos fundamentales <strong>de</strong> carácter político: el <strong>de</strong>recho a elegir, el<strong>de</strong>recho a ser electo, y el <strong>de</strong>recho a formar partidos políticos.En las votaciones <strong>de</strong> carácter consultivo como el referéndum, el Soberano,excepcionalmente, a través <strong>de</strong>l sufragio avoca el ejercicio <strong>de</strong> legislar, aprobar o <strong>de</strong>rogar leyes<strong>11</strong> Ver resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número <strong>11</strong>19-E-2007 <strong>de</strong> las 14 horas con 20 minutos <strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong>2007 referente al tema <strong>de</strong> parcialidad y participación política.12 Ver resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número 2534-E-2007 <strong>de</strong> las 15 horas <strong>de</strong>l 21 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong> 2007 en laque se consulta el acta <strong>de</strong> sesión ordinaria n.º 16 <strong>de</strong> la Comisión Permanente <strong>de</strong> Asuntos Jurídicos <strong>de</strong> la Asamblea Legislativacelebrada el 5 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2005.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 159


Nicolás Prado Hidalgoy hacer reformas parciales a la Constitución, y <strong>de</strong> esta manera po<strong>de</strong>r contribuir y controlar laformación y ejecución <strong>de</strong> las políticas públicas o <strong>de</strong>cisiones estatales <strong>de</strong> importancia 13 .Por lo tanto, la gran diferencia entre ambos tipos <strong>de</strong> procesos es que ambos persiguenfines distintos: en el caso <strong>de</strong> los procesos electivos, entiéndase el <strong>de</strong>recho que tiene cadaciudadano a elegir y ser electo y a la formación <strong>de</strong> partidos políticos y, para el caso <strong>de</strong> losprocesos consultivos, el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> participar en la formación y ejecución <strong>de</strong> políticas públicaspor medio <strong>de</strong>l sufragio directo, <strong>de</strong> ahí la especial importancia <strong>de</strong> fomentar la mayor participaciónposible <strong>de</strong>l electorado, para enriquecer el <strong>de</strong>bate que gira entorno a temas <strong>de</strong> relevancia parael país.e) El principio <strong>de</strong> neutralidadEste principio se encuentra contemplado en el artículo 95 inciso 3) <strong>de</strong> la ConstituciónPolítica, y <strong>de</strong>talla las garantías <strong>de</strong> libertad, or<strong>de</strong>n, pureza e imparcialidad que <strong>de</strong>ben existir enel ejercicio <strong>de</strong>l sufragio por parte <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s gubernamentales.Nuestro or<strong>de</strong>namiento jurídico, tanto a nivel normativo como jurispru<strong>de</strong>ncial, ha tomadovariadas medidas para velar por el resguardo <strong>de</strong> este principio constitucional, tales como:1. La prohibición <strong>de</strong> participación política contemplada en el antiguo artículo 88<strong>de</strong>l Código Electoral (hoy el 146 <strong>de</strong>l Código Electoral).2. La veda a la publicidad gubernamental contemplada en el antiguo artículo 85inciso j) <strong>de</strong>l Código Electoral (hoy el 142 <strong>de</strong>l Código Electoral).3. La obligación <strong>de</strong> renunciar que tienen los funcionarios públicos que quieranoptar por un cargo <strong>de</strong> carácter eleccionario (entiéndase para diputado o regidor)regulada en los artículos 109 <strong>de</strong> la Constitución y 23 <strong>de</strong>l Código Municipal.Lo anterior se plantea con la finalidad <strong>de</strong> garantizar la equidad en la contienda políticay evitar la perpetuación <strong>de</strong>l partido <strong>de</strong> Gobierno. Como señala el <strong>Tribunal</strong> su función es: “(…)13 Esta distinción la realiza el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en la resolución número <strong>11</strong>19-E-2007 <strong>de</strong> las 14 horas con 20minutos <strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007.160NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadoasegurar institucionalmente que dichas autorida<strong>de</strong>s no favorezcan a los candidatos oficiales(…)” 14 .Para los procesos <strong>de</strong> carácter electivo, este principio <strong>de</strong> neutralidad procura que nose realice beneficio alguno por parte <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s gubernamentales a las ten<strong>de</strong>nciaspartidarias, protegiendo <strong>de</strong> esta manera la pureza <strong>de</strong> las elecciones, la equidad en la contienday evitando se pueda dar la perpetuación <strong>de</strong> partido <strong>de</strong> Gobierno. Dichas situaciones no aplicanpara un proceso <strong>de</strong> carácter consultivo como el referéndum, don<strong>de</strong> se entien<strong>de</strong> suficientementegarantizado con la prohibición <strong>de</strong> utilizar los presupuestos públicos para hacer campañas afavor o en contra <strong>de</strong> los textos o proyectos sometidos a consulta.f) Los principios <strong>de</strong> tipicidad y reserva <strong>de</strong> leyCon la finalidad <strong>de</strong> brindar seguridad jurídica no solo al individuo, sino también alsistema en sí, nuestro or<strong>de</strong>namiento jurídico, establece que para la imposición <strong>de</strong> una pena,necesariamente <strong>de</strong>be existir una ley previa que <strong>de</strong>scriba, en forma <strong>de</strong>tallada y clara, la conductaque se reprocha. Conocido como principio <strong>de</strong> tipicidad (nullum crimen, nulla pena sine legepraevia, scripta et stricta)” 15 , éste se constituye en una proyección específica <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong>legalidad, reserva <strong>de</strong> ley o exigencia <strong>de</strong> ley habilitante que implica:a) La necesidad <strong>de</strong> que toda la conducta que se pretenda reputar como falta, <strong>de</strong>be<strong>de</strong> estar prevista en una ley.b) La ley en que se disponga el presupuesto <strong>de</strong> la sanción, la conducta ilícita,infracción o falta, así como la correlativa sanción, necesariamente <strong>de</strong>be serescrita y anterior a la comisión <strong>de</strong>l hecho.c) Las normas jurídicas en que se prevea una falta electoral y su sanción sólo admitenuna interpretación y aplicación exacta y estricta (odiosa sunt restringenda),quedando así proscrita la analogía, ya que se trata <strong>de</strong> limitaciones o restricciones<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. 1614 Ver resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número 1310-E-2000 <strong>de</strong> las 15 horas con 50 minutos <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>2000.15 Principio contemplado en el artículo 39 <strong>de</strong> la Constitución Política <strong>de</strong> la República.16 Silva Adaya, citado en resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número <strong>11</strong>19-E-2007 <strong>de</strong> las 14 horas con 20 minutos<strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 161


Nicolás Prado HidalgoSegún lo anterior, el principio <strong>de</strong> parcialidad o participación política, expresado en elartículo 88 <strong>de</strong>l Código Electoral anterior, la acción sujeta a sanción correspon<strong>de</strong> a aquella en lacual se constate un beneficio a alguno <strong>de</strong> los partidos políticos; por en<strong>de</strong>, la participación activa<strong>de</strong> estos funcionarios públicos en los procesos <strong>de</strong> referéndum, ya sea <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la recolección <strong>de</strong>firmas hasta su intervención en disertaciones o <strong>de</strong>bates a favor o en contra <strong>de</strong>l tema sometidoa consulta, no se constituye en un acto violatorio <strong>de</strong> la norma ni merecedor <strong>de</strong> sanción y, al noestar consentida <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento alguna regulación expresa por parte <strong>de</strong>l legisladorcon respecto a la aplicación <strong>de</strong> dicho principio <strong>de</strong> parcialidad o participación política a la hora<strong>de</strong> la puesta en práctica <strong>de</strong> figura <strong>de</strong>l referéndum, por lo que el <strong>Tribunal</strong> entien<strong>de</strong> que no cabeaplicarlo supletoriamente 17 .III. Manejo <strong>de</strong>l tema en el panorama Internacionala) Caso UruguayEl país que cuenta con mayor experiencia en institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa en América Latinaes Uruguay. González Risoto expresa que:“Uruguay es uno <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>l mundo que tiene una larga y rica tradición enel uso <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa. Des<strong>de</strong> la primera mitad <strong>de</strong>l sigloXX ha sabido combinar y articular a<strong>de</strong>cuadamente los po<strong>de</strong>res representativoscon la <strong>de</strong>mocracia directa” 18 (p. 1).En la República Oriental <strong>de</strong>l Uruguay, la figura <strong>de</strong>l referéndum se encuentra reguladaen la Constitución Política, en la Ley <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (Ley número 7.812 y modificada por Leynúmero 16.017) y en la Ley número 17.244, conocida como Recurso <strong>de</strong> Referéndum contra lasLeyes.El referéndum en Uruguay, es un referéndum “<strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo” 19 , es <strong>de</strong>cir, son los propiosciudadanos quienes proponen la iniciativa <strong>de</strong> llevar a cabo un referéndum. Éste se caracteriza17 Ver resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número 639-E-2004 <strong>de</strong> las 10 horas con 05 minutos <strong>de</strong>l <strong>11</strong> <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong>2004, con respecto al tema <strong>de</strong> tipicidad en materia electoral.18 GONZÁLEZ RISOTO (2009, p.1).19 Ver ZOBATTO GARETTO (2007, p.8-9).162NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadopor ser exclusivamente <strong>de</strong> carácter abrogativo 20 y para po<strong>de</strong>r interponer el recurso, <strong>de</strong>be <strong>de</strong>hacerse por parte <strong>de</strong> un 25% <strong>de</strong>l padrón electoral y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la promulgación <strong>de</strong> la ley que sequiera <strong>de</strong>rogar.Con respecto al tema <strong>de</strong> la regulación <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum, el or<strong>de</strong>namiento jurídico uruguayo es omiso al hacer mención o alregular este tema expresamente; sin embargo, a los procesos <strong>de</strong> referéndum les son aplicables,en lo pertinente, las normas que correspon<strong>de</strong>n a los procesos electorales; por en<strong>de</strong>, les sonaplicables las prohibiciones establecidas en los incisos 4 y 5 <strong>de</strong>l artículo 77 <strong>de</strong> la ConstituciónPolítica. En tal sentido, dicho artículo establece:“Artículo 77.- Todo ciudadano es miembro <strong>de</strong> la soberanía <strong>de</strong> la Nación; comotal es elector y elegible en los casos y formas que se <strong>de</strong>signarán.El sufragio se ejercerá en la forma que <strong>de</strong>termine la Ley, pero sobre las basessiguientes:(…) 4º) Los magistrados judiciales, los miembros <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>de</strong> lo ContenciosoAdministrativo y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>de</strong> Cuentas, los Directores <strong>de</strong> los Entes Autónomosy <strong>de</strong> los Servicios Descentralizados, los militares en actividad, cualquiera sea sugrado, y los funcionarios policiales <strong>de</strong> cualquier categoría, <strong>de</strong>berán abstenerse,bajo pena <strong>de</strong> <strong>de</strong>stitución e inhabilitación <strong>de</strong> dos a diez años para ocupar cualquierempleo público, <strong>de</strong> formar parte <strong>de</strong> comisiones o clubes políticos, <strong>de</strong> suscribirmanifiestos <strong>de</strong> partido, autorizar el uso <strong>de</strong> su nombre y, en general ejecutarcualquier otro acto público o privado <strong>de</strong> carácter político, salvo el voto. No seconsi<strong>de</strong>rará incluida en estas prohibiciones, la concurrencia <strong>de</strong> los Directores<strong>de</strong> los Entes Autónomos y <strong>de</strong> los Servicios Descentralizados a los organismos <strong>de</strong>los partidos que tengan como cometido específico el estudio <strong>de</strong> problemas <strong>de</strong>gobierno, legislación y administración.Será competente para conocer y aplicar las penas <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>litos electorales, laCorte Electoral. La <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong>berá ser formulada ante ésta por cualquiera <strong>de</strong> lasCámaras, el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo o las autorida<strong>de</strong>s nacionales <strong>de</strong> los partidos.Sin perjuicio <strong>de</strong> lo dispuesto anteriormente, en todos los casos se pasarán losantece<strong>de</strong>ntes a la Justicia Ordinaria a los <strong>de</strong>más efectos a que hubiere lugar.5º) El Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República y los miembros <strong>de</strong> la Corte Electoral no podránformar parte <strong>de</strong> comisiones o clubes políticos, ni actuar en los organismos20 Ver ZOBATTO GARETTO (2007, p.10).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 163


Nicolás Prado Hidalgodirectivos <strong>de</strong> los partidos, ni intervenir en ninguna forma en la propagandapolítica <strong>de</strong> carácter electoral. (…)”. (El resaltado es propio).La jurispru<strong>de</strong>ncia uruguaya nos da razones <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> este artículo para losprocesos <strong>de</strong> referéndum en la resolución número 24942 <strong>de</strong> la Corte Electoral <strong>de</strong> Uruguay <strong>de</strong>l 17<strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1990, la cual señala:“La evolución <strong>de</strong> nuestro régimen institucional permite apreciar una gradualconstitucionalización <strong>de</strong> las normas relacionadas con el sufragio, en un procesoque se inicia en 1917, se consolida en 1934 y culmina en 1952. Adquieren,<strong>de</strong> este modo, la máxima jerarquía normativa disposiciones que contribuyen,al mismo tiempo que las bases <strong>de</strong>l sufragio, las garantías <strong>de</strong> su pureza. Seencuentran entre ellas los numerales 4 y 5 <strong>de</strong>l artículo 77. Estos preceptosprocuran preservar la libertad e in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l elector poniéndolo a cubierto<strong>de</strong> la coacción o simplemente <strong>de</strong> la influencia que sobre él pueda ejercer quiense encuentra ubicado en una situación preeminentemente, sea por la funciónque le ha sido encomendada (magistrados, militares en actividad o policías) seapor la posibilidad <strong>de</strong> ejercer presión sobre sus subordinados que les permite elcargo que ocupan (Directores <strong>de</strong> Entes Autónomos y Servicios Descentralizados,<strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>de</strong> lo Contencioso Administrativo o <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>de</strong> Cuentas).A fin <strong>de</strong> preservar al votante <strong>de</strong> esa influencia se establece, con carácter generaly absoluto, la prohibición a los titulares <strong>de</strong> los cargos o funciones alcanzados porla norma, <strong>de</strong> ejecutar cualquier acto público o privado <strong>de</strong> carácter político, conuna única excepción: el voto. Se trata sin duda <strong>de</strong> una restricción <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechoscívicos <strong>de</strong> un sector <strong>de</strong> los ciudadanos que no respon<strong>de</strong>, evi<strong>de</strong>ntemente, ala intención <strong>de</strong> construir distintas categorías <strong>de</strong> éstos, sino a la necesidad <strong>de</strong>preservar la libertad por mayor número” (El resaltado es propio).En tal sentido, se establece expresamente que el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República no podráintervenir, <strong>de</strong> ninguna forma, en la propaganda política <strong>de</strong> carácter electoral. Los otrosfuncionarios <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo, a los que les alcanza una prohibición, inclusomás estricta que la <strong>de</strong>stinada al Presi<strong>de</strong>nte, son los militares en actividad, cualquiera sea sugrado, y los funcionarios policiales <strong>de</strong> cualquier categoría, quienes <strong>de</strong>berán abstenerse, bajopena <strong>de</strong> <strong>de</strong>stitución e inhabilitación <strong>de</strong> dos a diez años para ocupar cualquier empleo público,<strong>de</strong> formar parte <strong>de</strong> comisiones o clubes políticos, <strong>de</strong> suscribir manifiestos <strong>de</strong> partido, autorizar164NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadoel uso <strong>de</strong> su nombre y, en general ejecutar cualquier otro acto público o privado <strong>de</strong> carácterpolítico, salvo el voto 21 .Por medio <strong>de</strong> la resolución antes citada, es que la Corte Electoral con<strong>de</strong>na a un militar porviolentar el artículo 77 inciso 4 <strong>de</strong> la Constitución, al haber firmado una solicitud <strong>de</strong> referéndum.En dicha resolución no solamente queda claro que efectivamente se aplica <strong>de</strong> manera supletoriaesta norma constitucional para los procesos <strong>de</strong> referéndum, sino que, a<strong>de</strong>más, nos indica quéentien<strong>de</strong> el Órgano Electoral por acto político, aclaración que se constituye <strong>de</strong> gran importancia,ya que nos permite enten<strong>de</strong>r por qué es con<strong>de</strong>nado este funcionario militar por participar en unproceso <strong>de</strong> referéndum y, sobre lo anterior, cita:“Es claro, por consiguiente, que cuando se alu<strong>de</strong> a actos <strong>de</strong> carácter político no serepara ni en la forma ni en la materia <strong>de</strong>l acto, sino en el fin al cual está dirigido,en el objeto que con el mismo se persigue. Así lo expresa el Dr. Echegoyen enla Comisión <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong> la Convención Nacional Constituyente <strong>de</strong>1934. “La calificante “<strong>de</strong> carácter político” <strong>de</strong>svanece el temor <strong>de</strong> que puedapreten<strong>de</strong>rse aplicar la prohibición a una conversación familiar. Debe tenersepresente el motivo <strong>de</strong>l acto, que se dirija a un fin <strong>de</strong> calidad política”. (El resaltadoes propio).constitucional:Y agrega, más a<strong>de</strong>lante, refiriéndose a la inclusión <strong>de</strong> los actos privados en la prohibición“En cuanto a las modificaciones propuestas, cree que es mejor mantener lanueva fórmula, pues <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la representación nacionalista,no interesa que el acto sea público o privado, lo que importa es que la finalidadsea política. Se pue<strong>de</strong> realizar un acto privado con fines públicos.Se ha discutido si la política es una ciencia o un arte. Quienes sustentan una uotra posición coinci<strong>de</strong>n, sin embargo, en que pertenece al ámbito <strong>de</strong> la políticalo que se relaciona con el gobierno y la administración <strong>de</strong>l Estado, con suestructura orgánica, con la actividad <strong>de</strong> sus órganos, la tranquilidad y el or<strong>de</strong>npúblico.Aceptando el vocablo en su sentido natural y obvio, no pue<strong>de</strong> discutirse quela iniciativa popular tendiente a lograr la incorporación <strong>de</strong> una nueva normaconstitucional, legal o administrativa, al or<strong>de</strong>n jurídico, se incluye en el ámbito21 De acuerdo a conversación sostenida vía correo electrónico el 27 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2010 con el Dr. Wilfredo Penco, actualVicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Corte Electoral <strong>de</strong> Uruguay.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 165


Nicolás Prado Hidalgo<strong>de</strong> la conducta política. A la misma conclusión <strong>de</strong>be llegarse cuando la iniciativapopular está dirigida a suprimir una norma jurídica aprobada por los órganosrepresentativos. Se incursiona, en ambos casos, en forma directa, en el gobierno<strong>de</strong>l Estado.”. (El resaltado es propio).En cuanto al financiamiento <strong>de</strong> las campañas <strong>de</strong> referéndum, rige el principio <strong>de</strong> la másamplia libertad para que las personas <strong>de</strong>sarrollen sus activida<strong>de</strong>s proselitistas. Sin embargo,son los promotores <strong>de</strong>l referéndum quienes <strong>de</strong>ben conseguir el financiamiento para hacer lapublicidad necesaria, para movilizarse y para otros rubros. El Estado no financia a los promotores<strong>de</strong>l referéndum 22 .b) Caso SuizaEl uso <strong>de</strong> instrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa por parte <strong>de</strong> la Confe<strong>de</strong>ración Suiza essumamente amplio, por lo cual se constituye en la nación con la más extensa experiencia anivel mundial en la utilización <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> mecanismos. La aplicación <strong>de</strong> figuras como elreferéndum en la organización <strong>de</strong>mocrática suiza no es <strong>de</strong> reciente origen, por el contrario, esun país que lleva décadas utilizando estos mecanismos para <strong>de</strong>jar en manos <strong>de</strong>l propio pueblola toma <strong>de</strong> importantes <strong>de</strong>cisiones políticas.A diferencia <strong>de</strong> otros países, en Suiza no es el gobierno el que <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> si se lleva acabo un referéndum sobre un tema; las circunstancias en que los referendos se utilizan estánclaramente prescritas en la Constitución <strong>de</strong>l país. La propia Constitución establece dos tipos <strong>de</strong>referendum, el primero <strong>de</strong>nominado obligatorio y el segundo <strong>de</strong>nominado facultativo (Reguladosen los artículos 140 y 141 respectivamente) y estos pue<strong>de</strong>n producir tres efectos: innovativo,suspensivo o <strong>de</strong>rogatorio 23 .Suiza, a pesar <strong>de</strong>l frecuente y perdurable uso <strong>de</strong> instrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia directa tales comola iniciativa popular, el referéndum y el referéndum obligatorio, no ha <strong>de</strong>sarrollado, como sepodría pensar, una regulación amplia para las campañas <strong>de</strong> referéndum, incluyendo normasreferentes a financiación <strong>de</strong> las campañas y acceso a los medios <strong>de</strong> comunicación.22 Ver GONZÁLEZ RISSOTO (2008, p.17).23 Ver ROBLES LEAL (2009, p.<strong>11</strong>6).166NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadoComo se infiere, el referéndum a nivel fe<strong>de</strong>ral se rige por las disposiciones <strong>de</strong> laConstitución Fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> la Confe<strong>de</strong>ración Suiza y por la Ley Fe<strong>de</strong>ral sobre Derechos Políticos,y en ninguno <strong>de</strong> los anteriores se estipulan artículos relativos propiamente a las campañas <strong>de</strong>referéndum.Es, por lo anterior, que las autorida<strong>de</strong>s gubernamentales están autorizadas para tomaruna posición y recomendar la aprobación o el rechazo <strong>de</strong>l tema sometido a referéndum. Sinembargo, cualquier tipo <strong>de</strong> propaganda política por parte <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s políticas seríacontraria a la garantía constitucional <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos políticos, más aún si los fondos públicosfueran utilizados para dicha propaganda. Es prohibido también la concesión <strong>de</strong> fondos públicosa los comités <strong>de</strong> consulta privada 24 .Esta facultad <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s, incluidos los miembros <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo, <strong>de</strong>externalizar su posición respecto al tema objeto <strong>de</strong> referéndum, se <strong>de</strong>be a que la propiaConstitución garantiza un libre <strong>de</strong>bate, al contener y tutelar principios tales como: la libreformación <strong>de</strong> la opinión <strong>de</strong> los ciudadanos y la inalterable expresión <strong>de</strong> su voluntad. Intenta,a<strong>de</strong>más, velar por <strong>de</strong>rechos fundamentales tales como la libertad <strong>de</strong> opinión y <strong>de</strong> información,la libertad <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> comunicación, la libertad <strong>de</strong> reunión y la libertad <strong>de</strong> asociación,pero esto se da sin existir una regulación específica sobre la financiación <strong>de</strong> las campañas <strong>de</strong>referéndum por parte <strong>de</strong> los partidos políticos y otros grupos <strong>de</strong> la sociedad civil.En este marco cabe mencionar también que la financiación <strong>de</strong> los partidos políticos noes regulada en Suiza. Los partidos políticos no reciben fondos públicos para sus activida<strong>de</strong>s.Como resultado, ellos se financian a sí mismos con las cuotas <strong>de</strong> afiliación, con donaciones <strong>de</strong>miembros <strong>de</strong>l partido, los no miembros, las empresas privadas y organizaciones, así como conlas contribuciones <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong> gabinete 25 .Este mismo proce<strong>de</strong>r aplica para los procesos <strong>de</strong> referéndum, como nos continúaseñalando Serdült:“Ningún fondo público pue<strong>de</strong> ser utilizado para propaganda política. Elpresupuesto en las campañas es ilimitado y no hay obligación <strong>de</strong> los activistas24 SERDÜLDT (2007, p.10).25 SERDÜLDT (2007, p.<strong>11</strong>).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 167


Nicolás Prado Hidalgoen revelar quiénes son sus donantes o la cantidad <strong>de</strong> dinero gastado en unacampaña para el referéndum” 26 .Como se nota a nivel, no existen normas <strong>de</strong> financiamiento claramente establecidasen el or<strong>de</strong>namiento jurídico. Sin embargo, advirtiendo esta falencia normativa, dos cantoneshan <strong>de</strong>cidido introducir normas <strong>de</strong> transparencia y regulación <strong>de</strong> la materia: 1) En el cantón<strong>de</strong> Tesino, las donaciones <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 10.000 francos suizos a los partidos políticos tienen queser publicadas. 2) En el cantón <strong>de</strong> Ginebra, las donaciones anónimas están prohibidas y lasnormas <strong>de</strong> transparencia se aplican no sólo a los partidos políticos; sino también a otros grupospolíticos que participan en las campañas. Pero, por el momento, estas normas siguen siendo laexcepción.c) Caso EspañaEl or<strong>de</strong>namiento jurídico español ha marcado una gran influencia en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l<strong>de</strong>recho costarricense, a<strong>de</strong>más, la puesta en práctica <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> figuras <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocraciadirecta no es ajena para los españoles, cuyo primer antece<strong>de</strong>nte en la regulación <strong>de</strong>l instituto<strong>de</strong>l referéndum data <strong>de</strong> 1931, por lo que su estudio es <strong>de</strong> suma importancia para la presenteinvestigación.El referéndum en España actualmente se encuentra regulado en la Constitución y en laLey Orgánica <strong>de</strong> Referéndum (Ley # 2/1980).Existen tres modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> referéndum contempladas en la Constitución: 1) ordinario(Artículo 92), 2) para la reforma constitucional (Artículos 166, 167 y 168) y 3) municipal(Artículo 149 inciso 32), y su convocatoria es <strong>de</strong> competencia exclusiva <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>sgubernamentales, es <strong>de</strong>cir, es un referéndum que proviene <strong>de</strong>s<strong>de</strong> “arriba”.El referéndum ordinario en España, como la misma Constitución menciona, es <strong>de</strong> carácterconsultivo, el referéndum <strong>de</strong> reforma constitucional es <strong>de</strong> ratificación y según López González:“El referéndum municipal, cabe catalogar como consultivo y facultativo (…)” 27 .26 SERDÜLDT (2007, p.<strong>11</strong>).27 LÓPEZ GONZÁLEZ (2005, p.79).168NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadoEn cuanto al procedimiento para la celebración <strong>de</strong>l referéndum, es importantemencionar que las campañas <strong>de</strong> propaganda se encuentran sometidas al régimen electoral,según lo establece el artículo <strong>11</strong> <strong>de</strong> la Ley Orgánica <strong>de</strong> Referéndum (Ley 2/1980) 28 .Igualmente, esta ley prevé en los artículos 14 y 15 para las campañas electorales <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> referéndum, que durante la campaña <strong>de</strong> propaganda, los medios <strong>de</strong> difusión<strong>de</strong> titularidad pública <strong>de</strong>berán conce<strong>de</strong>r espacios gratuitos y solo tendrán <strong>de</strong>recho al uso <strong>de</strong>espacios gratuitos los grupos políticos con representación en las cortes generales. En el supuesto<strong>de</strong> que la consulta se extienda a todo el territorio <strong>de</strong>l estado, se conce<strong>de</strong>rán espacios <strong>de</strong> alcancenacional. El reparto <strong>de</strong> los espacios se efectuará en proporción al número <strong>de</strong> diputados que seobtuvieron en las últimas elecciones generales.En las restantes modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> referéndum previstas por la ley, los grupos políticosdispondrán <strong>de</strong> espacios en los medios <strong>de</strong> comunicación en horas <strong>de</strong> gran audiencia o enpublicaciones que se reciban en las provincias en las que se va a realizar la consulta. Ladistribución <strong>de</strong> espacios se hará <strong>de</strong> acuerdo con el número <strong>de</strong> diputados obtenidos por elgrupo político a través <strong>de</strong> cualesquiera <strong>de</strong> las provincias a las que afecta el referéndum, y en laasamblea legislativa <strong>de</strong> la comunidad autónoma o, en <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> ésta, en cualesquiera <strong>de</strong> lasdiputaciones provinciales <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l ámbito territorial que vaya a afectar el referéndum.Este <strong>de</strong>recho aplica para los partidos políticos que hayan obtenido una representaciónparlamentaria o que hayan obtenido al menos un 3% <strong>de</strong> los sufragios válidamente emitidoscuando sea un referéndum <strong>de</strong> ámbito nacional 29 .Se pue<strong>de</strong> notar la prepon<strong>de</strong>rancia que tienen los partidos políticos en España en lo querespecta a campañas consultivas, garantizándoles incluso que podrán acce<strong>de</strong>r a los medios <strong>de</strong>comunicación <strong>de</strong> titularidad pública, <strong>de</strong>jando en manos <strong>de</strong> estas agrupaciones políticas, <strong>de</strong>manera exclusiva, el protagonismo en la campaña electoral.Como anteriormente se mencionó, para los procesos <strong>de</strong> referéndum se aplica, <strong>de</strong> manerasupletoria, los principios establecidos en la Ley Orgánica <strong>de</strong>l Régimen Electoral General, la cualnos menciona:28 Ver artículo<strong>11</strong> inciso 1 <strong>de</strong> la Ley Orgánica <strong>de</strong>l Referéndum <strong>de</strong> España (Ley 2/1980).29 Ver artículo<strong>11</strong> inciso 2 <strong>de</strong> la Ley Orgánica <strong>de</strong>l Referéndum <strong>de</strong> España (Ley 2/1980).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 169


Nicolás Prado Hidalgo“Artículo 52: Se prohíbe a todo miembro en activo <strong>de</strong> las Fuerzas Armadas o <strong>de</strong>los Cuerpos y fuerzas <strong>de</strong> Seguridad <strong>de</strong>l Estado, <strong>de</strong> las Policías <strong>de</strong> las Comunida<strong>de</strong>sAutónomas o Municipales, a los Jueces, Magistrados y Fiscales en activo y losmiembros <strong>de</strong> las Juntas Electorales, difundir propaganda electoral o llevar a cabootras activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> campaña electoral.”.Dicha prohibición no incluye al Po<strong>de</strong>r Ejecutivo; sin embargo, el or<strong>de</strong>namiento jurídicoespañol previó la prohibición <strong>de</strong> realizar campañas institucionales en periodo electoral porparte <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos (incluyendo el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo), esto lo hizo por medio <strong>de</strong> la Ley<strong>de</strong> publicidad y comunicación institucional (Ley 29/2005).Según nos indica en la exposición <strong>de</strong> motivos <strong>de</strong> dicha ley:“La utilidad pública como objetivo <strong>de</strong> estas campañas implica la erradicación <strong>de</strong>aquellas que tengan como finalidad ensalzar la labor <strong>de</strong> Gobierno. Se garantizaasí que la campaña sirva a sus <strong>de</strong>stinatarios legítimos, que son los ciudadanos, yno a quien las promueve” (El resaltado es propio).Esta ley, en su artículo número 10, establece lo siguiente:“Artículo 10: Procesos electorales y <strong>de</strong> referéndum.Las campañas institucionales reguladas en esta ley y realizadas durante unproceso electoral o <strong>de</strong> referéndum se sujetarán, a<strong>de</strong>más, a la normativa especialprevista en la Ley Orgánica 5/1985 <strong>de</strong> 19 <strong>de</strong> junio, <strong>de</strong>l Régimen ElectoralGeneral, y en la Ley Orgánica 2/1980, <strong>de</strong> 18 <strong>de</strong> enero, sobre regulación <strong>de</strong> lasdistintas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> referéndum.Sin perjuicio <strong>de</strong> lo previsto en el párrafo anterior, los po<strong>de</strong>res públicos y lasentida<strong>de</strong>s a los que se refiere el artículo 1 <strong>de</strong> esta Ley, 30 se abstendrán <strong>de</strong> realizarcampañas institucionales en período electoral, entendiendo por tal el lapsotemporal comprendido entre la convocatoria <strong>de</strong> elecciones y el día mismo <strong>de</strong> lavotación (…) 31 ” (El resaltado es propio).30 Esta ley establece el régimen jurídico <strong>de</strong> las campañas institucionales <strong>de</strong> publicidad y comunicación promovidas o contratadaspor la Administración General <strong>de</strong>l Estado y por las <strong>de</strong>más entida<strong>de</strong>s integrantes <strong>de</strong>l sector público estatal.31 Lo anterior con las excepciones que establece la normativa electoral en relación con la información <strong>de</strong> los ciudadanos sobrela inscripción en las listas <strong>de</strong> censo electoral o las <strong>de</strong>más previstas en el artículo 50.1 <strong>de</strong> la LOREG y aquellas que puedanresultar imprescindible para salva guarda <strong>de</strong>l interés público o para el correcto <strong>de</strong>senvolvimiento <strong>de</strong> los servicios públicos.170NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadoDe la anterior exposición <strong>de</strong> motivos y <strong>de</strong> la redacción <strong>de</strong> esta ley, se <strong>de</strong>riva que elor<strong>de</strong>namiento jurídico español previó la influencia que podría llegar a tener el Gobierno <strong>de</strong>ntro<strong>de</strong> una campaña política o un proceso <strong>de</strong> referéndum, y salvaguardó, con este artículo, laimparcialidad que <strong>de</strong>be tener el Estado en estos temas, en aras <strong>de</strong> garantizar la pureza <strong>de</strong>la información que reciben los ciudadanos, prohibiendo expresamente que el Estado puedapublicitar campañas que puedan promover una actitud <strong>de</strong> cambio en la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l electorado.IV. ConclusionesDe lo anterior, se pue<strong>de</strong> observar que, por un lado, algunos países poseen pocoscontroles, prefiriendo así <strong>de</strong>jar abierta la campaña para la participación libre <strong>de</strong> los contendores.De esta manera, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l referéndum se respalda en <strong>de</strong>rechos tales como la libertad <strong>de</strong>expresión y <strong>de</strong> información, y principios como la libre formación <strong>de</strong> la opinión <strong>de</strong> los ciudadanosy la inalterable expresión <strong>de</strong> su voluntad o el principio <strong>de</strong> pro-participación. Por otro lado,algunos países optan por: ser más rigurosos con sus controles, buscando garantizar una mayortransparencia e igualdad, procurando así, resguardar la integridad <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong> cada individuo.Consi<strong>de</strong>rar cuál <strong>de</strong> estos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> regulación <strong>de</strong> las campañas es más eficiente, justoy <strong>de</strong>mocrático, es entrar en una discusión valorativa. La realidad muestra cómo las distintassocieda<strong>de</strong>s les dan más valor a unos principios por sobre otros tratando <strong>de</strong> alcanzar un equilibrio.De esta forma, se quiere obtener el mejor <strong>de</strong> los resultados para su respectivo país, regulando ylegislando acor<strong>de</strong> con su sociedad.El <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> sustenta <strong>de</strong> modo cabal la posición que asume conrelación al tema objeto <strong>de</strong> la investigación, al consi<strong>de</strong>rar que: no existe una norma en nuestroor<strong>de</strong>namiento jurídico que prohíba la participación <strong>de</strong> los funcionarios <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo enlos procesos <strong>de</strong> referéndum; no fue la intención <strong>de</strong>l legislador la <strong>de</strong> prohibir la participación<strong>de</strong> estos funcionarios (como se <strong>de</strong>mostró por medio <strong>de</strong> la lectura <strong>de</strong> las actas <strong>de</strong> la comisión<strong>de</strong> la Asamblea Legislativa que aprobó el proyecto <strong>de</strong> ley <strong>de</strong> referéndum); los procesos <strong>de</strong>carácter consultivo y electivo persiguen finalida<strong>de</strong>s distintas, por en<strong>de</strong>, no se pue<strong>de</strong> aplicarsupletoriamente la prohibición que contempla en el antiguo artículo 88 <strong>de</strong> Código Electoral(una interpretación contraria implicaría una confrontación con los principios <strong>de</strong> tipicidad,legalidad y reserva <strong>de</strong> ley); la labor <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en la puesta en marcha<strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> referéndum es fomentar la mayor participación <strong>de</strong> los ciudadanos y el <strong>de</strong>batepolítico que se pueda generar en relación con el tema objeto <strong>de</strong> consulta (en aplicación <strong>de</strong>lNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 171


Nicolás Prado Hidalgoprincipio <strong>de</strong> pro-participación); prohíbe el uso <strong>de</strong>l erario público para favorecer a cualesquiera<strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias en disputa, evitando con esto que el Estado eche mano <strong>de</strong> su enorme po<strong>de</strong>reconómico para hacer propaganda, ya que cuenta con los fondos suficientes para <strong>de</strong>sbalancearcualquier campaña e influir directamente en la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l electorado. Sin embargo, parabrindar una mayor claridad y seguridad durante el proceso <strong>de</strong> referéndum, se recomienda queen el futuro se contemplen normativamente dichas disposiciones para originar reglas claras a lascuales los ciudadanos puedan acudir en caso <strong>de</strong> duda.V. Literatura consultadaLIBROSConfe<strong>de</strong>ración Suiza. 1999. Constitución Fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> la Confe<strong>de</strong>ración Suiza. Consejo Fe<strong>de</strong>ral.Constitución Política <strong>de</strong> Costa Rica. 1949. Vigésimo tercera Edición. San José: EditorialInvestigaciones Jurídicas S.A.Constitución Española. 1978. Madrid, España: Junta Electoral Central. Feoli, Ludovico. Jornada<strong>de</strong> análisis sobre el Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica yRepública Dominicana. San José, Costa Rica.: 2009.López González, José Luis. El Referéndum en el Sistema Español <strong>de</strong> Participación Política.Valencia, España.: Editorial <strong>de</strong> la UPV, 2005.República Oriental <strong>de</strong>l Uruguay. 1967. Constitución Política <strong>de</strong> la República Oriental <strong>de</strong>lUruguay <strong>de</strong> 1967. Corte Electoral.Sobrado González, Luis Antonio. Código Electoral. San José, Costa Rica.: Editorial InvestigacionesJurídicas S.A., 2009.Sobrado González, Luis Antonio. La Justicia Electoral en Costa Rica. San José, Costa Rica.:Editorial Investigaciones Jurídicas S.A., 2005.Solano Mojica, Moisés. Código Municipal. San José, Costa Rica.: Editorial InvestigacionesJurídicas S.A., 2010.Soriano, R. y Rasilla, L. Democracia Vergonzante y Ciudadanos <strong>de</strong> Perfil. Granada, España:Editorial Comares, 2002.172NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


La participación <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ejecutivo en losprocesos <strong>de</strong> referéndum: análisis <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechocomparadoTRABAJOS FINALES DE GRADUACIÓNRobles Leal, Alejandro José. 2009. El control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normas sometidas areferéndum. Tesis para optar al título <strong>de</strong> Licenciado en Derecho, Cuidad UniversitariaRodrigo Facio Brenes: Universidad <strong>de</strong> Costa Rica.REVISTASEsquivel Faerron, Max ALberto. “Referéndum en Costa Rica: La Primera Experiencia”. En: Revista<strong>de</strong> Derecho Electoral, 1(6):1-46, (Segundo Semestre, 2008).García, R y González, J. “Repaso histórico <strong>de</strong> los Institutos <strong>de</strong> Democracia Semidirecta en CostaRica”. En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral, 1(5):1-41, (Primer Semestre, 2008).González Risoto, Rodolfo. “La Democracia Directa en Uruguay”. En: Revista <strong>de</strong> DerechoElectoral, 1(6):1-46, (Segundo Semestre, 2008).González Risoto, Rodolfo. “Los institutos <strong>de</strong> Democracia Directa en Uruguay”. En: El MundoElectoral, 1(4):1-3. (Enero, 2009).Sobrado González, Luis Antonio. “Primera experiencia <strong>de</strong> Referéndum en Costa Rica”. En:Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral, 1(4):1-19, (Segundo Semestre, 2007).Urruty Navatta, Carlos Alberto. “El Plebiscito y el Referéndum en la Constitución Uruguaya”. En:El Mundo Electoral. 1(6):1-5, (Septiembre, 2009).Urruty Navatta, Carlos Alberto. “Primera experiencia <strong>de</strong> Referéndum en Costa Rica”. En: Revista<strong>de</strong> Derecho Electoral, 1(4):1-13, (Segundo Semestre, 2007).Zobatto Garetto, Daniel. “Las Instituciones <strong>de</strong> la Democracia Directa a Nivel Nacional enAmérica Latina: Un Balance Comparado: 1978-2007”. En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral,1(4):1-51, (Segundo Semestre, 2007).SITIO WEBSerdült, Uwe. “La Democracia directa en Suiza: El malestar.” http://www.dd-la.ch/download/Serdult_Uwe.pdf. 18 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong>l 2010.JURISPRUDENCIACorte Electoral <strong>de</strong> Uruguay. Sentencia número 24942 <strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1990.Corte Electoral <strong>de</strong> Uruguay. Sentencia número 26789 <strong>de</strong>l 7 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2007.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 173


Nicolás Prado HidalgoLa Sala Constitucional <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia. Sentencia número 3173-93 <strong>de</strong> las 14:57horas <strong>de</strong>l 6 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1993.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 004-1996 <strong>de</strong> las 9:30 horas <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong> enero<strong>de</strong> 1996.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 2618-E-2005 <strong>de</strong> las 12:30 horas <strong>de</strong>l 7 <strong>de</strong>noviembre <strong>de</strong> 2000.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 3384-E-2006 <strong>de</strong> las <strong>11</strong>:00 horas <strong>de</strong>l 24 <strong>de</strong>octubre <strong>de</strong> 2006.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 847-E7-2008 <strong>de</strong> las 9:25 horas <strong>de</strong>l 5 <strong>de</strong>marzo <strong>de</strong> 2008.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número <strong>11</strong>19-E-2007 <strong>de</strong> las 14:20 horas <strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong>mayo <strong>de</strong> 2007.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 2458-E-2007 <strong>de</strong> las 14:04 horas <strong>de</strong>l 18 <strong>de</strong>setiembre <strong>de</strong> 2007.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 639-E-2004 <strong>de</strong> las 10:05 horas <strong>de</strong>l <strong>11</strong> <strong>de</strong>marzo <strong>de</strong>l dos mil cuatro.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 3706-E-2006 <strong>de</strong> las 9:50 horas <strong>de</strong>l 25 <strong>de</strong>noviembre <strong>de</strong> 2006<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 1310-E-2000 <strong>de</strong> las 15:50 <strong>de</strong>l 27 <strong>de</strong> junio<strong>de</strong>l 2000.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 2534-E-2007 <strong>de</strong> las 15:00 horas <strong>de</strong>l 21 <strong>de</strong>setiembre <strong>de</strong> 2007.<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Sentencia número 0<strong>11</strong>9-E8-2008 <strong>de</strong> las 9:45 horas <strong>de</strong>l 16 <strong>de</strong>enero <strong>de</strong> 2008.174NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Sección EspecialDeslin<strong>de</strong> <strong>de</strong> competencias entreel <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>y la Sala Constitucional


Bernal Arias RamírezIntroducciónHace varios años se ha venido observando el activismo <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>Costa Rica respecto <strong>de</strong> la admisión y sustanciación <strong>de</strong> asuntos relativos a la materia electoral;lo que suscita un análisis particular, pues habría que preguntarse si esa competencia ha sidoadquirida por el Po<strong>de</strong>r Constituyente originario o bien por el Po<strong>de</strong>r Constituyente reformador, alcrearse dicho órgano en 1989.Por otro lado, se ha <strong>de</strong> indagar sobre otras competencias <strong>de</strong> órganos superiores como esel caso <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> que, ante el avance <strong>de</strong> la jurisdicción constitucionalen estos asuntos, ha visto disminuidas sus capacida<strong>de</strong>s, aun cuando el inciso 3) <strong>de</strong>l artículo102 <strong>de</strong> la Constitución expresa como función “Interpretar en forma exclusiva y obligatoria lasdisposiciones constitucionales y legales referentes a la materia electoral 1 ”, y el Código Electoral 2 ,en su artículo 12 inciso e) instituyó como atribución;“Garantizar, mediante el recurso <strong>de</strong> amparo electoral, el ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechoselectorales previstos en la Constitución Política y los tratados internacionalesvigentes en Costa Rica, la ley, los reglamentos y los estatutos <strong>de</strong> los partidospolíticos para el caso concreto, con motivo <strong>de</strong> la actividad electoral. El amparoelectoral se tramitará según lo dispuesto en este Código y, en su <strong>de</strong>fecto, según elprocedimiento establecido en la Ley <strong>de</strong> la jurisdicción constitucional”.Ese examen hay que plantearlo necesariamente, para establecer el marco sobre el cualla Sala Constitucional emitió el Voto N.º 13313-10 respecto <strong>de</strong> la anulatoria <strong>de</strong> la resolución<strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> N.º 3401-E9-2008 <strong>de</strong> las 9:10 hrs. <strong>de</strong>l 30 <strong>de</strong> septiembre<strong>de</strong> 2008, que autorizó la recolección <strong>de</strong> firmas para convocar a un referéndum <strong>de</strong> iniciativa1 Esa facultad constitucional <strong>de</strong> interpretación <strong>de</strong> la norma fue complementada en el Código Electoral, Ley N.º 8765,específicamente en el artículo 12 inciso c), al atribuirle el legislador al TSE: “Interpretar, en forma exclusiva y obligatoria,y sin perjuicio <strong>de</strong> las atribuciones <strong>de</strong> la Sala Constitucional en materia <strong>de</strong> conflictos <strong>de</strong> competencia, las disposicionesconstitucionales y las <strong>de</strong>más <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico electoral, <strong>de</strong> oficio o a instancia <strong>de</strong>l comité ejecutivo superior <strong>de</strong>cualquiera <strong>de</strong> los partidos políticos inscritos. La resolución final que se dicte en esta materia será publicada en el diario oficialLa Gaceta y se comunicará a todos los partidos políticos.2 Cuerpo normativo recién reformado integralmente mediante Ley N.º 8765, <strong>de</strong>l <strong>11</strong> <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2009.178NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!ciudadana para que se apruebe o impruebe el Proyecto Legislativo N.º 16.390 <strong>de</strong>nominado“Ley <strong>de</strong> unión civil entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo” 3 .Aquí se quiere advertir <strong>de</strong> inicio que, precisamente por carecer la Sala Constitucional<strong>de</strong> un plazo que obligue a la jurisdicción a redactar la totalidad <strong>de</strong> la sentencia en un tiempopru<strong>de</strong>ncial y razonable, a la fecha <strong>de</strong> la elaboración <strong>de</strong> este documento, se contó únicamentecon los elementos que se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l “Por Tanto” <strong>de</strong>l Voto citado en el párrafo anterior. Senos ha indicado que la sentencia está en la fase <strong>de</strong> “recolección <strong>de</strong> firmas”. Esto, sin duda, noes motivo o impedimento para hacer la presente reflexión.Dado lo anterior, este ensayo se propone plantear tres partes, la primera <strong>de</strong>sarrolla¿cuáles son las competencias dadas por la Constitución y por la ley a la Sala Constitucionalfrente al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>?, asimismo damos respuesta a otra interrogante ¿quéórgano tiene la capacidad <strong>de</strong> convocatoria o anulación <strong>de</strong> un proceso eleccionario o consultivo,incluidos los actos previos o posteriores?; en segundo lugar, analizar, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestra óptica,si la jurisdicción constitucional violentó con su voto <strong>de</strong> mayoría el Derecho <strong>de</strong> la Constituciónal emitir la Sentencia 13313-10 que anula la Resolución <strong>de</strong>l TSE N.º 3401-E9-2008 –Referendum-,y si es posible, por la vía <strong>de</strong> la interpretación judicial agregar texto a la ConstituciónPolítica, lo que incluye la relación con las excepciones establecidas en el artículo 105 <strong>de</strong> laCarta Magna, así como el examen <strong>de</strong> los contenidos puntuales <strong>de</strong>l “Por Tanto” <strong>de</strong> la citadasentencia judicial. Posteriormente, en una tercera parte, abordamos un asunto reciente queinteresa comentar, como fue el Voto N.º <strong>11</strong>352-10 relativo a la Acción <strong>de</strong> Inconstitucionalidad<strong>de</strong> la ex diputada Mauren Ballestero Vargas contra el art. 262 <strong>de</strong>l Código Electoral, pues tantola sentencia <strong>de</strong> análisis como ésta tienen un vértice en común que se explicará. Para finalizar,tendremos alguna conclusión.Ahora bien, no quisiéramos terminar esta breve introducción sin señalar que este trabajose enmarca en la invitación cursada por el Programa Estado <strong>de</strong> la Nación en Desarrollo Humano3 La Comisión Permanente Especial <strong>de</strong> Derechos Humanos <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa archivó finalmente el Expediente <strong>de</strong>disputa <strong>de</strong>l Referéndum, pues en el folio N.º 5328, <strong>de</strong>l Tomo N.º XVII <strong>de</strong>l trámite constaba que los proponentes <strong>de</strong> lainiciativa, ex diputados Ana Helena Chacón, Carlos Manuel Gutiérrez y José Merino, mediante nota al ex presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> laAsamblea Legislativa Francisco Antonio Pacheco retiraban sus firmas, cuando indicaron: “Por este medio, la suscrita diputaday los suscritos diputados, proponentes <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> ley que se tramita bajo el expediente N.º 16.390, manifestamosexpresamente nuestra voluntad <strong>de</strong> retirar nuestras firmas <strong>de</strong>l citado proyecto <strong>de</strong> ley para su correspondiente archivo.” Enel mismo oficio el ex presi<strong>de</strong>nte Pacheco Fernán<strong>de</strong>z avaló la gestión dando Visto Bueno el retiro <strong>de</strong> las firmas y el archivo<strong>de</strong>l expediente. Al asumir la nueva Asamblea Legislativa funciones 2010-2014, los diputados <strong>de</strong> ese panel, agotando actosprevios, aprobaron una moción basada en un Acuerdo <strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> 1991 (Acta aprobada N.º 81) enviando, como sedijo, al archivo la iniciativa <strong>de</strong> ley.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 179


Bernal Arias RamírezSostenible 4 que, junto con el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, preten<strong>de</strong>n documentar diferentesvisiones jurídicas respecto a esta espinosa situación competencial.Adicionalmente, quien elabora estas líneas lo hace gustoso y a título gratuito por tenerun carácter especial <strong>de</strong> tipo académico sobre esta inacabada disputa y contradicción entre dosórganos fundamentales en la vida <strong>de</strong>mocrática <strong>de</strong> la Nación.I. Marco constitucional y legalA. Competencia electoral <strong>de</strong>l TSE y <strong>de</strong> la Sala ConstitucionalEl <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> fue fruto <strong>de</strong> las discusiones surgidas en el seno <strong>de</strong>la Asamblea Nacional Constituyente <strong>de</strong> 1949, mecanismo jurídico-sociológico <strong>de</strong> producciónoriginaria <strong>de</strong> Derecho 5 que remozó la Constitución Política <strong>de</strong> 1871; en tal sentido, se pue<strong>de</strong>afirmar que la pureza <strong>de</strong>l sufragio y las competencias <strong>de</strong> un nuevo órgano electoral in<strong>de</strong>pendienteque se creaba son consecuencia, y uno <strong>de</strong> los puntos fundamentales <strong>de</strong> la Revolución armada <strong>de</strong>1948. A diferencia <strong>de</strong>l organismo electoral, la jurisdicción constitucional (Sala IV) surge por lavía <strong>de</strong> una Asamblea ordinaria con Po<strong>de</strong>r Constituyente Reformador, mediante reforma parciala los artículos 10, 48, 105 y 128 <strong>de</strong> la Constitución Política, Ley N.º 7128 <strong>de</strong>l 19 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>1989, en aplicación <strong>de</strong>l procedimiento dispuesto en el artículo 195 <strong>de</strong> la Carta fundamental.Este encuadre nos da una naturaleza o carta <strong>de</strong> origen distinta entre uno y otro<strong>Tribunal</strong>; no obstante, se ha <strong>de</strong> indicar que ambos estructuralmente están constitucionalizados,respondiendo a la más genuina expresión <strong>de</strong> soberanía.4 Invitación cursada por el Dr. Jorge Vargas Cullel, Subdirector <strong>de</strong>l PEN, y el Master Steffan Gómez Campos, Investigador <strong>de</strong>lPrograma, bajo la premisa <strong>de</strong> producir <strong>de</strong>bate sobre la temática a publicarse en la Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral <strong>de</strong>l TSE omediante una edición especial.5 Hay una interesante discusión entre constitucionalistas no zanjada hasta la fecha, en cuyas apreciaciones se tiene quela Asamblea Nacional Constituyente <strong>de</strong> 1949 actuó como especie <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r reformador al adoptar como texto base <strong>de</strong>discusión la Constitución <strong>de</strong> 1871, mientras otro grupo aduce que, si bien esa situación se dio, fue un asunto <strong>de</strong> oportunidadpolítica adoptar esa Constitución como base, sin <strong>de</strong>mérito <strong>de</strong> la esencia escrupulosa y formal <strong>de</strong> una Asamblea Constituyentecon po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> reforma total, propuesta que, dicho sea <strong>de</strong> paso, difería <strong>de</strong> aquella trabajada por una Comisión bipartitapreparatoria, documento apoyado por la Junta Fundadora <strong>de</strong> la Segunda República. La <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> trabajar sobre la base <strong>de</strong>la Constitución preexistente, vista la correlación <strong>de</strong> fuerzas en ese contexto, hizo que dominara en la Asamblea una corrienteo grupo conservador, el cual prevaleció sobre los escasos diputados constituyentes progresistas. Esta característica coyunturalno prejuzga los importantes y complejos temas introducidos vía moción, asuntos <strong>de</strong> fuerte alcance jurídico constitucionalcomo el régimen autonómico <strong>de</strong> instituciones y empresas públicas, el reforzamiento <strong>de</strong>l Servicio Civil, la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> y las garantías electorales, el régimen <strong>de</strong> contratación administrativa, el reforzamiento <strong>de</strong> losentes <strong>de</strong> control, como la Contraloría General <strong>de</strong> la República, la abolición <strong>de</strong>l ejército, entre otros.180NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!La potencia <strong>de</strong> las atribuciones dadas al TSE en la Asamblea Nacional Constituyente<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> los años cuarenta, otorgan exclusividad en materia <strong>de</strong> sufragio y dirección <strong>de</strong> losactos relativos a él, gozando <strong>de</strong> absoluta in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en el <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> sus cometidosy <strong>de</strong>cisiones (Art. 99 CP), inclúyase el tema <strong>de</strong> la dirección y organización <strong>de</strong> un procesoconsultivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semi-directa como el Referéndum (legislativo y abrogativo) 6 , creadomediante Reforma Constitucional en el año 2002 (Ley N.º 8281 <strong>de</strong> 28 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2002).Sin embargo, una <strong>de</strong> las mayores <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> arquitectura constitucional con las quese enfrenta el <strong>Tribunal</strong> Electoral radica en el modo en que se integra ese máximo organismo,que si bien tiene rango <strong>de</strong> cuarto po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la República (art. 9 <strong>de</strong> la CP), el nombramiento <strong>de</strong>sus miembros <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong> los Magistrados <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia, entiéndaseel voto parcial <strong>de</strong> los siete Magistrados <strong>de</strong> la Sala Constitucional.Se podría interpretar que los Magistrados <strong>de</strong> la Corte están en una posición másfavorable, pues hacen control periódico <strong>de</strong> las actuaciones <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong>l TSE cuandopostulan sus nombres para reelección. Esta situación, para quien escribe el ensayo, tieneindirectamente inci<strong>de</strong>ncia en el tema competencial, puesto que la ventaja <strong>de</strong> “superior” enor<strong>de</strong>n a nombramiento, por en<strong>de</strong> “control <strong>de</strong> sus actos”, permite ciertas “licencias” como elarrogarse admisibilida<strong>de</strong>s en materia electoral, aun cuando la Constitución es clara en el sentido<strong>de</strong> que la Sala Constitucional no tiene competencias expresas para dar el consentimiento oimpedir la convocatoria <strong>de</strong> un proceso eleccionario <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s, o bien <strong>de</strong> tipo consultivocomo es el caso que nos ocupa, relativo al proceso referendario sobre el Proyecto <strong>de</strong> Ley sobreuniones civiles <strong>de</strong>l mismo sexo que se iba a realizar la primera semana <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2010.Hay una enorme contradicción en la Constitución Política que tien<strong>de</strong> a confundir lospapeles <strong>de</strong> la Sala Constitucional como órgano especializado en control <strong>de</strong> constitucionalidad<strong>de</strong> las normas y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. Por un lado el Constituyente reformador<strong>de</strong>l 89 redactó que la Sala Constitucional pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar la inconstitucionalidad <strong>de</strong> normasy actos sujetos al Derecho Público (art. 10 <strong>de</strong> la CP); pero, por otro, el Constituyente <strong>de</strong>l 49,quebrando la dogmática jurídico-constitucional, le brindó al <strong>Tribunal</strong> Electoral la prerrogativa6 La adjetivación <strong>de</strong>l referéndum legislativo y abrogativo únicas modalida<strong>de</strong>s existentes en la Constitución costarricense, nosdan el calificativo <strong>de</strong> consulta semi-directa, puesto que antes <strong>de</strong>l acto referendario han participado los representantes <strong>de</strong>lpueblo (diputados), sea en actos parlamentarios previos (Proyectos <strong>de</strong> Ley) o bien con el dictado <strong>de</strong> la ley que se somete aabrogación.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 181


Bernal Arias Ramírez<strong>de</strong> “Interpretar en forma exclusiva y obligatoria las disposiciones constitucionales y legalesreferentes a la materia electoral” 7 (Vid. inciso 3) <strong>de</strong>l artículo 102 <strong>de</strong> la C. P.).También el legislador, en la partición <strong>de</strong> atribuciones <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> la Ley, otorga a laSala Constitucional mecanismos o instrumentos como la resolución <strong>de</strong> Recursos <strong>de</strong> Amparo y<strong>de</strong> Acciones <strong>de</strong> Inconstitucionalidad (Ley N.º 7135), pero <strong>de</strong> igual forma, el parlamento, en elaño 2009, dio al TSE la facultad <strong>de</strong> sustanciar y resolver recursos <strong>de</strong> Amparo Electoral (Vid. Art.12 inciso e) 8 <strong>de</strong>l Código Electoral, Ley N.º 8765).Con los anteriores ejemplos <strong>de</strong> nivel constitucional y <strong>de</strong> rango legal, se nota que ellegislador siempre ha dado exclusividad al TSE <strong>de</strong> la materia electoral, no sólo en la interpretación<strong>de</strong> normas electorales, sino en las garantías <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos electorales por medio<strong>de</strong>l Amparo Electoral 9 . Ciertamente el artículo 48 <strong>de</strong> la Constitución Política no da la pauta paraque las personas acudan en amparo ante la Sala Constitucional para restablecer los <strong>de</strong>rechoselectorales aunque aparece <strong>de</strong> modo genérico en restablecimiento <strong>de</strong> los “<strong>de</strong>rechos consagradosen esta Constitución y los <strong>de</strong> carácter fundamental”. No obstante, como máxima en Derecho,<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros cursos que lleva un(a) estudiante, siempre se le dice, y esto lo sabe cualquier7 Esta norma constitucional encuentra <strong>de</strong>sarrollo en el inciso c) <strong>de</strong>l artículo 12 <strong>de</strong>l Código Electoral, Ley N.º 8765 al señalar:“c) Interpretar, en forma exclusiva y obligatoria, y sin perjuicio <strong>de</strong> las atribuciones <strong>de</strong> la Sala Constitucional en materia <strong>de</strong>conflictos <strong>de</strong> competencia, las disposiciones constitucionales y las <strong>de</strong>más <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico electoral, <strong>de</strong> oficio o ainstancia <strong>de</strong>l comité ejecutivo superior <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> los partidos políticos inscritos. La resolución final que se dicte enesta materia será publicada en el diario oficial La Gaceta y se comunicará a todos los partidos políticos.8 A la letra dice: ARTÍCULO 12.-Atribuciones <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> Al TSE le correspon<strong>de</strong>, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lasatribuciones que le confieren la Constitución, este Código y <strong>de</strong>más leyes, lo siguiente: (…/ e) Garantizar, mediante el recurso<strong>de</strong> amparo electoral, el ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos electorales previstos en la Constitución Política y los tratados internacionalesvigentes en Costa Rica, la ley, los reglamentos y los estatutos <strong>de</strong> los partidos políticos para el caso concreto, con motivo<strong>de</strong> la actividad electoral. El amparo electoral se tramitará según lo dispuesto en este Código y, en su <strong>de</strong>fecto, según elprocedimiento establecido en la Ley <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional.9 Antes <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>l año 2009, el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> venía resolviendo amparos electorales, atribución auto<strong>de</strong>clarada vía jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> esa jurisdicción. En efecto, mediante Resolución 0393-E-2000 <strong>de</strong> las 13:15 horas <strong>de</strong>l 15 <strong>de</strong>marzo <strong>de</strong>l 2000, el TSE fijó su competencia en aplicación analógica <strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> amparo constitucional en materia electoral,expresando “Conforme el <strong>Tribunal</strong> ha venido asumiendo su verda<strong>de</strong>ro rol, en concordancia con las nuevas circunstancias,se ha visto en la necesidad <strong>de</strong> recurrir a las normas <strong>de</strong> procedimiento establecidas en otras materias, especialmente a las<strong>de</strong> la Ley General <strong>de</strong> Administración Pública y, en los últimos tiempos y muy especialmente, a la Ley <strong>de</strong> la JurisdicciónConstitucional en cuanto al procedimiento <strong>de</strong> amparo, que es el trámite que mejor se ajusta a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un procesoexpedito y acor<strong>de</strong> con las faculta<strong>de</strong>s constitucionales y legales <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong>, puesto que, el amparo, es un recurso previstopara la protección <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos consagrados por la Constitución Política y los <strong>de</strong>rechos humanos reconocidos por elDerecho Internacional vigente en Costa Rica (Artículo 2°, inciso a) <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional), entre ellos,los <strong>de</strong>rechos electorales. Es así como el <strong>Tribunal</strong> se ha encargado <strong>de</strong> conocer y resolver reclamos mediante un procedimientoque se ha <strong>de</strong>nominado “amparo electoral”, cuando se trata <strong>de</strong> violación <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos fundamentales (constitucionales) enmateria electoral, aparte <strong>de</strong> que la Sala Constitucional, en jurispru<strong>de</strong>ncia reiterada, ha sostenido que, en esa materia y en elprocedimiento <strong>de</strong> amparo, sólo asume la competencia cuando el propio <strong>Tribunal</strong> la ha <strong>de</strong>clinado. Por lo tanto, con base enla jurispru<strong>de</strong>ncia que comparten ambos <strong>Tribunal</strong>es, el recurso <strong>de</strong> amparo regulado en la Ley <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional,cuando se trata <strong>de</strong> materia electoral, es el TSE la instancia competente para conocerlo y resolverlo.”182NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!abogado, que la norma o materia especial prevalece sobre la general. Así <strong>de</strong>be interpretarseeste asunto competencial entre Sala y TSE, aunque no siempre es así; veamos un pasaje <strong>de</strong> laSentencia 1073-96 <strong>de</strong> la Sala Constitucional, en que ese órgano basa su competencia en unanorma <strong>de</strong> rango legal (LJC) sobre las normas <strong>de</strong> carácter constitucional en que se sustenta lajurisdicción electoral:“…si bien el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, conforme lo ha resuelto en otroscasos, no tiene competencia para resolver el conflicto <strong>de</strong> constitucionalidad quepudiera surgir entre una norma estatutaria <strong>de</strong> un partido y los valores, principiosy normas constitucionales, lo cual correspon<strong>de</strong> a la Sala Constitucional <strong>de</strong>conformidad con el art. 73 inc. a) <strong>de</strong> su Ley, sí tiene la facultad, por medio <strong>de</strong>lRegistro Civil, <strong>de</strong> negar la inscripción <strong>de</strong> cualquier norma estatutaria que violela Constitución o la Ley(…)”Contrario a lo antes dicho, rescatamos el olvidado y ambivalente Voto <strong>de</strong> la SalaConstitucional N.º 3194-92 10 que atribuía, supuestamente, en primerísima instancia elconocimiento y resolución <strong>de</strong> la materia electoral al TSE y solo excepcionalmente y en lahipótesis <strong>de</strong> que no resultara competente el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, entraría la Salaa conocer el asunto, órgano que reservaba su intervención por virtud <strong>de</strong> lo dispuesto en elartículo 48 <strong>de</strong> la Constitución Política ya traído aquí a colación, y ello en procura <strong>de</strong> reparar unaviolación a los <strong>de</strong>rechos fundamentales.Al compendiar normas y jurispru<strong>de</strong>ncia, para quien escribe estas líneas, no existe enmateria electoral competencia residual, entendida como aquella resultante <strong>de</strong> omisiones o falta<strong>de</strong> atribuciones específicas o <strong>de</strong> un fondo genérico que permita sustracciones competenciales.Todo lo contrario, hay un núcleo duro garantizado en la Constitución y en la Ley, que otorganexclusivamente la competencia, la interpretación y las garantías electorales al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, ergo, a ningún órgano más ni una dualidad <strong>de</strong> ellos.10 Este Voto tiene una cara <strong>de</strong> infortunio pues mediante él la Sala Constitucional <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia eludióparcialmente la intención <strong>de</strong>l Constituyente y se apropió <strong>de</strong> competencias no atribuidas en la Constitución Política al indicar:“En el caso <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, en materia electoral, no son impugnables ante la Jurisdicción Constitucionalsus actos subjetivos administrativos, sus disposiciones reglamentarias autónomas y sus resoluciones jurisdiccionales —enel llamado contencioso electoral, que sí le correspon<strong>de</strong>n exclusivamente—, aunque sí lo son, naturalmente, las normas,incluso electorales, <strong>de</strong> carácter legislativo o ejecutivo —sujetas al control <strong>de</strong> constitucionalidad previsto por los arts. 10 <strong>de</strong> laConstitución y 73ss. <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional— , así como, en su caso, las normas no escritas originadas ensus prece<strong>de</strong>ntes o jurispru<strong>de</strong>ncia —art. 3º <strong>de</strong> la misma Ley—; todo ello con las salveda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l artículo 74 <strong>de</strong> esta última(…)El hecho <strong>de</strong> que el artículo 10 excluya <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> constitucionalidad la <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> elecciones y los <strong>de</strong>más actosque <strong>de</strong>termine la ley, emanados <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, no implica que el legislador, en función constituyente,hubiera confundido ambas dimensiones <strong>de</strong> la Justicia Constitucional(…)” (Voto. N.º 3194-92, 16:00 hrs. 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>1992).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 183


Bernal Arias RamírezEn esas contradicciones competenciales no cabe duda que la Sala Constitucional ha<strong>de</strong>ducido que tiene faculta<strong>de</strong>s para resolver cualquier asunto relacionado con <strong>de</strong>rechos civilesy políticos, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los cuales están los <strong>de</strong> tipo electoral.Para seguir metiendo sal en la llaga, hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que el discurso jurispru<strong>de</strong>ncial hatenido atisbos no llevados ulteriormente a la práctica, tal es el caso <strong>de</strong> la Sentencia N.º <strong>11</strong>650-01don<strong>de</strong> reitera el criterio, en el sentido <strong>de</strong> que correspon<strong>de</strong> al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> yno a la Jurisdicción constitucional dilucidar los conflictos que en general se susciten en materiaelectoral, pero(…) y, en particular, la resolución <strong>de</strong> las <strong>de</strong>nuncias por violación a <strong>de</strong>rechosfundamentales las asume como suyas. Precisamente esta apostilla <strong>de</strong> alcances abstractos ygenéricos <strong>de</strong> interpretación amplia le permite a la jurisdicción constitucional asumir roles <strong>de</strong> lajurisdicción electoral cuando subjetivamente así lo <strong>de</strong>see sin un parámetro objetivo manifiesto,con lo cual la supuesta regla <strong>de</strong> prioridad competencial <strong>de</strong>l TSE, se fractura <strong>11</strong> . El siguientecuadro muestra la asunción <strong>de</strong> competencias que le correspondían al TSE pero que fuerondictadas por la Sala Constitucional, reflejo <strong>de</strong> lo que se viene comentando líneas arriba.Corte Suprema <strong>de</strong> JusticiaSala Constitucional(Selección <strong>de</strong> sentencias relacionadas con materia electoral)N.º <strong>de</strong>Sentencia9340-10Con lugarTema ElectoralsustanciadoESTRUCTURADE PARTIDOSPOLÍTICOSAsunto que trataAcción <strong>de</strong> Inconstitucionalidad en contra <strong>de</strong>l Código Electoral(Artículo 60). La norma se cuestiona –únicamente-, en cuanto imponea los partidos políticos una estructura partidaria, diseñada a partir <strong>de</strong> ladivisión administrativa <strong>de</strong>l país, que exige la celebración <strong>de</strong> asambleasdistritales, cantonales, provinciales y una asamblea general, en la quese establece un número <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> representantes sin aten<strong>de</strong>r alnúmero <strong>de</strong> electores <strong>de</strong> cada circunscripción territorial8297-10Con lugarCONFORMACIÓNDE JUNTASRECEPTORAS DEVOTOSAcción <strong>de</strong> Inconstitucionalidad contra el Artículo 41 <strong>de</strong>l CódigoElectoral. La norma se impugna en cuanto limita la conformación<strong>de</strong> las juntas receptoras <strong>de</strong> votos a la representación <strong>de</strong> los partidosinscritos a escala nacional, lo cual afecta a los partidos cantonales, alno tomarlos en consi<strong>de</strong>ración.<strong>11</strong> En una Resolución medrosa, el TSE fijó su competencia interpretativa <strong>de</strong> la Constitución Política y ley en materia electoral y <strong>de</strong>estatutos <strong>de</strong> partidos políticos. Sin embargo, lo hizo frente a los partidos políticos y no frente a la jurisdicción constitucional.Vid. 3278-E-2000 <strong>de</strong> las 13:05 horas con <strong>de</strong>l 22 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong>l 2000.184NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!N.º <strong>de</strong>SentenciaTema ElectoralsustanciadoAsunto que trata8920-09 CONFLICTO DECOMPETENCIAENTRECONTRALORÍAGENERAL DELA REPÚBLICAY TRIBUNALSUPREMO DEELECCIONESConsi<strong>de</strong>ra la Contraloría que es su competencia y no <strong>de</strong>l TSE, lapotestad para <strong>de</strong>clarar y aplicar la prohibición <strong>de</strong> ingreso o reingresoa un cargo <strong>de</strong> la Hacienda Pública, aún tratándose <strong>de</strong> la postulación yeventual ejercicio posterior <strong>de</strong> cargos <strong>de</strong> elección popular. Se dirime elconflicto <strong>de</strong> competencia entre la Contraloría General <strong>de</strong> la Repúblicay el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el sentido <strong>de</strong> que el <strong>Tribunal</strong><strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> tiene competencias suficientes, con asi<strong>de</strong>roconstitucional, para interpretar el artículo 72 <strong>de</strong> la Ley Orgánica <strong>de</strong> laContraloría General <strong>de</strong> la República, inaplicando la prohibición allíprevista respecto <strong>de</strong> la postulación y el eventual ejercicio posterior <strong>de</strong>cargos <strong>de</strong> elección popular.8284-09Rechazado porel fondo9582-08Con lugarSISTEMA DEELECCIÓN DEDIPUTADOS 12PARTICIPACIÓNDE MUJERES ENPUESTOS DEELECCIÓN EN ELPLNAcción <strong>de</strong> Inconstitucionalidad contra el Artículo 138 <strong>de</strong>l CódigoElectoral. Ley N.º 1536 <strong>de</strong>l 10 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1952 y sus reformas.Los artículos impugnados establecen el subcociente como una barrera<strong>de</strong> ingreso al sistema <strong>de</strong> adjudicación <strong>de</strong> las plazas que quedan sinllenar por conciente. Sobre el tema, se citan las sentencias 3194-92y 6050-08.Acción <strong>de</strong> Inconstitucionalidad contra los artículos 85 y 88 <strong>de</strong>l Estatuto<strong>de</strong>l Partido Liberación Nacional. Las normas se impugnan en cuantose establece en el segundo párrafo que en el caso <strong>de</strong> las mujeres, sedividirán el número <strong>de</strong> votos válidos que obtenga cada candidata entreel número <strong>de</strong> circunscripciones electorales siendo este resultado lacifra utilizable para establecer el or<strong>de</strong>n a seguir en la papeleta, lo quesignifica que los votos válidos son tomados en cuenta para <strong>de</strong>clararlaganadora pero no para posicionarla en forma real (como resultado)y legítima <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la papeleta en los primeros puestos elegibles aligual que los hombres.15960-06Con lugarINSCRIPCIÓNDE PARTIDOSPOLÍTICOSPROVINCIALESAcción <strong>de</strong> Inconstitucionalidad contra el artículo 64 <strong>de</strong>l CódigoElectoral. Alegan los recurrentes que la normativa impugnada exige,para inscribir partidos a escala provincial, un número <strong>de</strong> adhesionesequivalente al uno por ciento (1%) <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> electores inscritosen la respectiva provincia, lo cual, en algunos casos implica unaexigencia <strong>de</strong> un mayor número <strong>de</strong> adhesiones <strong>de</strong> las requeridas parainscribir un partido a escala nacional, con la consecuente infracción <strong>de</strong>los principios constitucionales <strong>de</strong>mocráticos, igualdad, razonabilidady proporcionalidad; por cuanto esta exigencia se constituye en unatraba irrazonable que limita y <strong>de</strong>sincentiva la conformación <strong>de</strong> nuevasopciones políticas en los ámbitos provincial y cantonal, con lo que seperpetúa la hegemonía <strong>de</strong> los partidos mayoritarios tradicionales12 Ya se había rechazado por el fondo el mismo tema en las Sentencias N.º 6050-08, N.º <strong>11</strong>272-07 y N.º 12396-06.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 185


Bernal Arias RamírezN.º <strong>de</strong>Sentencia9705-04 13Con lugarTema ElectoralsustanciadoCUENTASCORRIENTESDE PARTIDOSPOLÍTICOS.SECRETO BANCARIOAsunto que trataBanco Banex no le da información a periodistas sobre cuentascorrientes <strong>de</strong>l PLN. Se <strong>de</strong>clara parcialmente con lugar el recurso,únicamente en cuanto a la solicitud <strong>de</strong> información acerca <strong>de</strong> lascuentas corrientes que tienen a su nombre en el Banco recurrido lasociedad “Proyecciones Nuevo Siglo R.A.M.M., S.A.” y el señor EmilioBaharet Shields.2771-03 14Con lugarREELECCIÓN.Se <strong>de</strong>claran con lugar las acciones. En consecuencia, se anula lareforma efectuada al artículo 132 inciso 1) <strong>de</strong> la Constitución Política,mediante Ley Número 4349 <strong>de</strong>l <strong>11</strong> <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1969, por lo queretoma vigencia la norma según disponía antes <strong>de</strong> dicha reforma. Estasentencia tiene efecto <strong>de</strong>clarativo y retroactivo a la fecha <strong>de</strong> entradaen vigencia <strong>de</strong> la norma anulada. De conformidad con el artículo 91<strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional se dimensionan los efectos<strong>de</strong> esta sentencia en el sentido que los actos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la reforma<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la vigencia <strong>de</strong> la ley 4349 hasta esta anulación, son válidosFuente: Arias Ramírez 2010, basado en datos producidos por la Sala Constitucional <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia.El actual proyecto <strong>de</strong> ley <strong>de</strong> Reforma <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong> Jurisdicción Constitucional que setramita en la Comisión Permanente Ordinaria <strong>de</strong> Asuntos Jurídicos <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa 12plantea el asunto competencial en el inciso e) <strong>de</strong>l artículo 30 propuesto, a cuyo tenor se recogelo siguiente:15“Artículo 30.- No proce<strong>de</strong> el amparo:(…)e) Contra los actos o disposiciones <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> enmateria electoral. No obstante lo anterior, se podrá conocer a través <strong>de</strong>l amparo<strong>de</strong> las transgresiones a los <strong>de</strong>rechos fundamentales <strong>de</strong> tipo electoral o político enaquellos casos en que el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> resuelva en firme quesu conocimiento no le correspon<strong>de</strong>”.13 En el mismo sentido SC Voto N.º 9707-04. Diputado solicitó información sobre cuentas corrientes <strong>de</strong>l PLN al Banco Banexy no le fue entregada. Se <strong>de</strong>clara con lugar el recurso. Se or<strong>de</strong>na al Gerente General y Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Operaciones,ambos <strong>de</strong>l Banco Banex S.A., suministrar <strong>de</strong> forma inmediata al recurrente la información requerida acerca <strong>de</strong> las cuentaspertenecientes a la sociedad Proyecciones <strong>de</strong>l Nuevo Siglo RAMM S.A. También el Voto N.º 9706-04. Banco <strong>de</strong> San José leniega información sobre cuentas corrientes <strong>de</strong> partido político, solicitada por Diputado. Se <strong>de</strong>clara con lugar el recurso. Se leor<strong>de</strong>na al Gerente General <strong>de</strong>l Banco <strong>de</strong> San José S.A., o a quien ocupe su puesto, a suministrarle al recurrente la informaciónrequerida por oficio <strong>de</strong>l 1º <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 200314 En sentido inverso que no permitió la reelección en un primer intento se tiene el Voto N.º 7818-00.15 Redactado así en el último texto sustitutivo aprobado el 23 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2010, Proyecto <strong>de</strong> Ley N.º 17.743 que se tramitaen el primer lugar <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l día <strong>de</strong> la Comisión Permanente Ordinaria <strong>de</strong> Asuntos Jurídicos <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa.186NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!Esta feliz redacción <strong>de</strong>l Expediente N.º 17.343 contiene el clamor <strong>de</strong> lo que venimosapuntando, ya que la norma, si se aprobara con esa modificación, vendría a or<strong>de</strong>nar el problemacompetencial, puesto que la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong>l TSE en materia electoral estaría sobre cualquier acciónque pretenda precipitadamente <strong>de</strong>sarrollar la Sala Constitucional, entendida como sus miembros.Finalmente, en este apartado, se quiere hacer notar que al hacer lectura <strong>de</strong>l inciso a) <strong>de</strong>lart. 10 <strong>de</strong> la Constitución, comúnmente se ha creído que dirimir los conflictos <strong>de</strong> competenciaentre po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado, incluido el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, coloca a la jurisdicciónconstitucional en una posición superior, <strong>de</strong> gobierno y árbitro <strong>de</strong> todos los temas y <strong>de</strong> dominiosobre el otro órgano <strong>de</strong>l Estado, reservándose mediante este canal y la jurispru<strong>de</strong>ncia respectiva,atributos o faculta<strong>de</strong>s que no están claramente especificadas en la Constitución para lajurisdicción constitucional, pero que sí están diseñadas con claridad para el Alto organismoelectoral.B. ¿Qué órgano tiene la capacidad <strong>de</strong> convocatoria oanulación <strong>de</strong> un proceso eleccionario o consultivo,incluidos los actos previos o posteriores?El artículo 102 inciso 1) <strong>de</strong> la Carta Magna confiere al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>la función <strong>de</strong> “convocar a elecciones populares”, que se ve cumplimentada con el artículo 147<strong>de</strong>l Código Electoral. Esta misma capacidad tiene el <strong>Tribunal</strong> Electoral en lo que respecta a laconvocatoria a Referéndum, al especificar el inciso 9) <strong>de</strong>l art. 102 <strong>de</strong> la Constitución Política,que el TSE no podrá convocar más <strong>de</strong> un referendo al año; tampoco durante los seis mesesanteriores ni posteriores a la elección presi<strong>de</strong>ncial. Ciertamente, integrando estas funcionescon lo establecido en el artículo 103 constitucional, éste último numeral nos indica que“Las resoluciones <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> no tienen recurso, salvo la acción porprevaricato.” Este numeral no se refiere específicamente a la <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> elección, se refiereen general a las resoluciones <strong>de</strong>l TSE, sean preparatorias <strong>de</strong> actos comiciales o bien concluyentesy <strong>de</strong>finitorios.Siendo eso así, cuando el TSE emite la Resolución N.º 3401-E9-2008 <strong>de</strong> las 9:10 hrs. <strong>de</strong>l30 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2008, que autorizó la recolección <strong>de</strong> firmas para convocar a un referéndum<strong>de</strong> iniciativa ciudadana para que se apruebe o impruebe el proyecto legislativo <strong>de</strong>nominado“Ley <strong>de</strong> unión civil entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo”, dicho acto resolutivo no tenía recurso anteNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 187


Bernal Arias Ramírezninguna instancia o jurisdicción distinta al TSE <strong>de</strong> acuerdo con lo explícitamente preceptuadoen el artículo 103 <strong>de</strong> cita constitucional. La Sala Constitucional <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justiciano tenía capacidad <strong>de</strong> admisibilidad, ni quien recurrió legitimación activa en esa instanciajudicial, por virtud <strong>de</strong> que ese órgano no cuenta con competencias para anular una Resolucióndictada por la jurisdicción electoral en la esfera <strong>de</strong> su “ratione materiae”. Se reitera que cuandohablamos <strong>de</strong> resoluciones <strong>de</strong>l TSE nos referimos a las vinculadas con la organización <strong>de</strong> procesoscomiciales o referendarios, obviamente no ingresarían aquí las <strong>de</strong> tipo administrativo o laboral.A contraluz <strong>de</strong> lo anterior, hay que preguntarse ¿tiene la Sala Constitucional po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>nulidad <strong>de</strong> convocatoria <strong>de</strong> un proceso eleccionario o consultivo? Evi<strong>de</strong>ntemente no cuentacon esa facultad, pues tampoco tiene atribución <strong>de</strong> convocatoria <strong>de</strong>l soberano a manifestarseen las urnas. Ni la Constitución ni la Ley <strong>de</strong> Jurisdicción Constitucional permiten a la SalaConstitucional <strong>de</strong>sautorizar los actos previos o posteriores que emita el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong><strong>Elecciones</strong> como garante <strong>de</strong> los procedimientos y <strong>de</strong> la legalidad electoral en el marco <strong>de</strong> unaconsulta popular.De igual forma se ha creído que lo único que no pue<strong>de</strong> “tocar” la Sala Constitucional esla <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> Elección; es <strong>de</strong>cir, la <strong>de</strong>claratoria y acreditación <strong>de</strong>l ganador en una contienda.Interpretación absolutamente alejada y restrictiva <strong>de</strong> la normativa constitucional y legal, comolo hemos venido <strong>de</strong>mostrando en las líneas anteriores.188NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!II.VOTO DE LA SALA IV N.º 13313-10 QUE ANULALA RESOLUCIÓN DEL TSE N.º 3401-E9-2008A. ¿Es posible vía interpretación judicial agregar textoa la Constitución Política?En el caso concreto bajo examen, que trata sobre el Referéndum a iniciativa ciudadana(instado por al menos el 5% <strong>de</strong> ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral), que tenía comoobjetivo consultar al electorado el Proyecto <strong>de</strong> Ley sobre unión civil <strong>de</strong> personas <strong>de</strong>l mismosexo, proceso anulado por la Sala Constitucional en el Voto N.º 13313-10 en cuyo punto c) <strong>de</strong>l“Por Tanto” 16 estimó que,“…los límites explícitos por materia establecidos al referéndum en el artículo105, párrafo 3°, no son consi<strong>de</strong>rados, pues, según el <strong>Tribunal</strong> Constitucionalel párrafo 1° <strong>de</strong>l mismo artículo, establece una limitación general a cualquierfunción legislativa –incluso la que ejerce el Pueblo por vía <strong>de</strong> referéndumqueson los <strong>de</strong>rechos humanos y fundamentales contenidos en los tratados yconvenios <strong>de</strong>l Derecho Internacional Público”.Esta interpretación evi<strong>de</strong>ntemente es un añadido, un agregado que no está i<strong>de</strong>ntificadoo establecido como una excepción en la normativa constitucional, y que no fue motivo <strong>de</strong><strong>de</strong>bate ni consta en las actas <strong>de</strong>l expediente legislativo <strong>de</strong> reforma constitucional que introdujoen la Constitución Política el Referéndum.Yendo concretamente a la letra, lo que plasmó el Constituyente reformador en el art.105 fue la tasación <strong>de</strong> algunas excepciones, dicho <strong>de</strong> otra forma, las únicas excepcionesquedaron redactadas así: “El referéndum no proce<strong>de</strong>rá si los proyectos son relativos a materiapresupuestaria, tributaria, fiscal, monetaria, crediticia, <strong>de</strong> pensiones, seguridad, aprobación <strong>de</strong>empréstitos y contratos o actos <strong>de</strong> naturaleza administrativa”.16 En la <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> los recursos acumulados:A) Se anula la resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> N.º 3401-E9-2008 <strong>de</strong> las 9:10 hrs. <strong>de</strong> 30 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2008,que autorizó la recolección <strong>de</strong> firmas para convocar a un referéndum <strong>de</strong> iniciativa ciudadana para que se apruebe o impruebeel proyecto legislativo <strong>de</strong>nominado “Ley <strong>de</strong> unión civil entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo”.B) Se le or<strong>de</strong>na al Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> abstenerse <strong>de</strong> incurrir en las conductas que dieron méritopara acoger este recurso.C) La Magistrada Calzada coinci<strong>de</strong> con la <strong>de</strong>claratoria con lugar <strong>de</strong>l recuso y da razones diferentes. El Magistrado Cruzconsigna nota. El Magistrado Castillo salva el voto y <strong>de</strong>clara sin lugar el recurso en todos sus extremos. El Magistrado Armijosalva el voto y <strong>de</strong>clara sin lugar el recurso, en virtud <strong>de</strong> que el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> es el único competente parapronunciarse sobre materia electoral.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 189


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!<strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos inherentes a su condición como persona humana,por cuanto los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las minorías como la homosexual, no pue<strong>de</strong>n serllevados a un referéndum, en el cual <strong>de</strong>cidiría una mayoría heterosexual, lo cual-en su criterio- es discriminatorio.• Establece que el artículo 105 <strong>de</strong> la Constitución Política estipula las materiasen las cuales no proce<strong>de</strong> el referéndum, pero <strong>de</strong>be hacerse una integración <strong>de</strong>normas, pues estima, que sería imposible llevar un tema <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanosa un referéndum, en vista <strong>de</strong> que en este caso se brinda una protección mayora los <strong>de</strong>rechos que como minoría tienen los homosexuales en los diferentesinstrumentos internacionales emitidos por Organismos Internacionales <strong>de</strong> loscuales Costa Rica forma parte.Ambos argumentos se alejan <strong>de</strong>l valor o principio <strong>de</strong> igualdad, enfatizando, en ese caso,el principio <strong>de</strong> diferencia entre la persona homosexual y la persona heterosexual. Asimismose señala algo que es absolutamente falso y que consiste en que Costa Rica forma parte <strong>de</strong>instrumentos internacionales que estampan como <strong>de</strong>recho la homosexualidad. Todos losinstrumentos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos que ha suscrito y ratificado el país <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n la dignidad ynaturaleza humana y privilegian la familia y la unión entre hombre y mujer.El único documento en este momento circulando a nivel internacional que no llega atratado y que hasta la fecha no ha firmado Costa Rica, surge a partir <strong>de</strong> la <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> laONU sobre orientación sexual e i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> género, que es una iniciativa francesa, presentadaante la Asamblea General <strong>de</strong> las Naciones Unidas el 18 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2008. La <strong>de</strong>claración,originalmente propuesta como resolución, provocó otra <strong>de</strong>claración en sentido opuestopromovida por varios países. Ambas <strong>de</strong>claraciones permanecen abiertas a nuevas firmas.Obviamente el país no penaliza ni sanciona la homosexualidad como sí ocurre en 77 países <strong>de</strong>lorbe; en tal sentido cada persona por auto<strong>de</strong>terminación y libertad, pue<strong>de</strong> elegir o escoger sumo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> vida sin ningún impedimento <strong>de</strong> tercero o <strong>de</strong>l Estado.Asimismo, la Sala Constitucional <strong>de</strong>claró con lugar los amparos acumulados, señalandoalgunos puntos que citaremos, haciéndose comentario separado para cada uno <strong>de</strong> ellos.a) Que el tema planteado se trata <strong>de</strong> materia legislativa y no electoral, por cuanto,el ejercicio material <strong>de</strong> tal función es <strong>de</strong>l pueblo y al TSE lo que se le encomendófue, únicamente, la organización, dirección y fiscalización <strong>de</strong>l proceso. En esteNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 191


Bernal Arias Ramírezpunto, el Magistrado Castillo se unió a la mayoría y el Magistrado Armijo estimóque sí es material electoral.No es <strong>de</strong>l todo cierto que al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> el Constituyente leatribuyera únicamente la organización, dirección y fiscalización <strong>de</strong> un proceso eleccionario, ledio a<strong>de</strong>más la facultad <strong>de</strong> interpretar y examinar las normas electorales y garantizar los <strong>de</strong>rechosrelacionados con el sufragio.Es absurdo el argumento que dice que por ser lo planteado una materia legislativa no esmotivo para llevar a consulta ciudadana. Precisamente una tipología <strong>de</strong> Referéndum en CostaRica es el <strong>de</strong> carácter legislativo, dígase la consulta al pueblo <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> ley, siempre ycuando sus contenidos no encajen en una <strong>de</strong> las excepciones establecidas en el artículo 105 <strong>de</strong>la Constitución Política.La administración <strong>de</strong> justicia <strong>de</strong>be adoptar <strong>de</strong>cisiones que satisfagan criterios <strong>de</strong> seguridadjurídica y <strong>de</strong> aceptabilidad racional, el planteado supra no reúne ni una ni otra condición.b) En cuanto al fondo, la mayoría consi<strong>de</strong>ró que los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las minoríasque surgen <strong>de</strong> reivindicaciones contra-mayoritarias no pue<strong>de</strong>n ser sometidos aun proceso <strong>de</strong> referéndum don<strong>de</strong> se imponen las mayorías.Esta premisa parte <strong>de</strong> un supuesto i<strong>de</strong>al no concreto que consi<strong>de</strong>ra que siempre lasmayorías van a afectar a las minorías, bajo esta equivocada perspectiva el partido que ganaprocesos eleccionarios, por ejemplo, la convocatoria a <strong>Elecciones</strong> para Alcal<strong>de</strong>s <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong>2010, don<strong>de</strong> el PLN aplastó con casi 60 Alcaldías <strong>de</strong> las 81 disponibles sería un proceso viciadoe ilegítimo, cuestión que naturalmente no es así. La Sala con esa apreciación está sustituyendola voluntad <strong>de</strong>l elector, su intención, incluso negando <strong>de</strong>recho al sufragio, cuestión sumamentegrave. ¿Dón<strong>de</strong> queda el llamado juez en <strong>de</strong>mocracia? Tan llevado y traído últimamente encírculos judiciales y académicos.c) Se estimó que, los límites explícitos por materia establecidos al referéndumen el artículo 105, párrafo 3°, no son consi<strong>de</strong>rados en este caso, pues el párrafo1° <strong>de</strong>l mismo artículo, establece una limitación general a cualquier funciónlegislativa –incluso la que ejerce el Pueblo por vía <strong>de</strong> referéndum- que son los<strong>de</strong>rechos humanos y fundamentales contenidos en los tratados y convenios <strong>de</strong>lDerecho Internacional Público.192NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!Causa cierta gracia que ahora la “pomada canaria” para resolver cualquier caso don<strong>de</strong>se quebrantan y doblan normas constitucionales, es echando mano <strong>de</strong> la trillada teoría <strong>de</strong> loslímites explícitos. En utilización <strong>de</strong> esa teoría se reinventa la Constitución, se agrega o eliminatexto constitucional y se abusa <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong> intérprete <strong>de</strong> normas. En este caso, el discursono es convincente porque el artículo 105, párrafo 3º es explícito (utilizando el mismo término)en omitir lo que la Sala está inventando que dice.Adicionalmente hay que sentar la i<strong>de</strong>a que en función legislativa <strong>de</strong> aprobación <strong>de</strong>tratados y convenios internacionales en <strong>de</strong>rechos humanos, todos y cada uno <strong>de</strong> los suscritosy ratificados por Costa Rica contienen el instituto <strong>de</strong> la familia, el matrimonio y sus hijos comovalores universales en la relación ética y espiritual <strong>de</strong> los seres humanos y como autoconciencia<strong>de</strong> unidad <strong>de</strong> los sexos naturales 17 , contrario a otros antivalores como el emparejamiento y lasrelaciones sexuales entre personas <strong>de</strong> un mismo género.Así como el ser humano individual, por sus <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s, va vaciando o extinguiendo susvalores, su ética y su espíritu, quienes están a cargo <strong>de</strong> interpretar los valores superiores sobrelos que se ha edificado esta Nación costarricense, es <strong>de</strong>cir su sociedad, también pue<strong>de</strong>n caeren el error y la tentación <strong>de</strong> facilitar la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> los valores sociales y morales a cambio<strong>de</strong> las “reivindicaciones contra-mayoritarias”, cuando <strong>de</strong>berían ser los primeros en guardar celo<strong>de</strong> la codificación histórica <strong>de</strong> las conductas aceptadas y trasmutadas en normas jurídicas <strong>de</strong> lageneración presente y las que nos han precedido.d) Finalmente, la Sala estimó que las personas que tienen relaciones con una <strong>de</strong>lmismo sexo son un grupo en <strong>de</strong>sventaja y objeto <strong>de</strong> discriminación que precisa<strong>de</strong>l apoyo <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos para el reconocimiento <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechosconstitucionales o infraconstitucionales.Este argumento tiene un alcance cuestionable, por un lado manifiesta que las relaciones<strong>de</strong> personas <strong>de</strong> un mismo sexo es un grupo en <strong>de</strong>sventaja. No es un grupo en <strong>de</strong>sventaja, essimplemente un grupo. En <strong>de</strong>sventaja están los mendigos <strong>de</strong> la calle, los pobres, los enfermoscrónicos, los niños abandonados, los que comen una vez al día, etc. Hay que <strong>de</strong>cir las cosascomo son y en su justa dimensión, es un grupo que ha <strong>de</strong>sviado su sexualidad por diferentescausas o motivos, voluntarios o involuntarios, que tienen <strong>de</strong>rechos como cualquier otro ser17 Para mayor abundamiento léase a HEGEL, Georg W., “Rasgos Fundamentales <strong>de</strong> la Filosofía <strong>de</strong>l Derecho o compendio <strong>de</strong>Derecho Natural y Ciencia <strong>de</strong>l Estado”, Editorial Biblioteca Nueva S.L, Madrid, 2000, pp 232 y ss.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 193


Bernal Arias Ramírezhumano, no cabe duda, pero que, por el hecho <strong>de</strong> su homosexualidad <strong>de</strong>ben ser los primeros(as)en contar con el apoyo <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos es otra cuestión distinta. Esto lo tiene queresolver la sociedad en su conjunto, no un juez en su visión intersubjetiva.Se comparte el tema que estos grupos diversos, como cualquier otro grupo, por ejemplo,los extranjeros, no <strong>de</strong>ben ser discriminados. No obstante, colocar su situación y preferencia porencima <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más no es más que generar disfunciones y patologías sociales avaladas por eldictado <strong>de</strong> las normas y la jurispru<strong>de</strong>ncia.Como comentario final, algo ocurrió en la Sala Constitucional aun no comprendido,pues en cuestión <strong>de</strong> pocos días hubo un giro <strong>de</strong> 180º. Evi<strong>de</strong>ntemente se consigna que la Salarechazó <strong>de</strong> plano mediante voto <strong>11</strong>349-10 y <strong>11</strong>350-10 18 intentos <strong>de</strong> la comunidad lésbico gay<strong>de</strong> evitar el referéndum, respuesta positiva que logran en el Voto N.º 13313-10 que anula laResolución <strong>de</strong>l TSE N.º 3401-E9-2008. Los entretelones <strong>de</strong> esas contradictorias <strong>de</strong>cisiones los<strong>de</strong>sconocemos; aunque intuimos que el cambio se da por algo totalmente externo a un análisisnormativo, cual fue aparentemente una ina<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong>claración ante la opinión pública <strong>de</strong>un alto funcionario <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> electoral, <strong>de</strong>tonante, a la larga, <strong>de</strong> esa última sentencia. Sieso primó no es <strong>de</strong> recibo por parte <strong>de</strong> quien escribe estas líneas. Como no es <strong>de</strong> recibo lareprimenda que se expresa en una parte <strong>de</strong> esa Sentencia respecto <strong>de</strong> dichas <strong>de</strong>claracionespúblicas.Otro caso que ha llamado la atención recientemente fue el <strong>de</strong> la Acción <strong>de</strong>Inconstitucionalidad <strong>de</strong> Mauren Ballestero Vargas, tema don<strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>ja“mal parado” al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> y se confronta con el Po<strong>de</strong>r Reformador <strong>de</strong>la Asamblea Legislativa. Dado esos elementos nos ha interesado abordarlo en este pequeñoestudio.18 Rechazo <strong>de</strong> Plano, Votos <strong>11</strong>349-10, y <strong>11</strong>350-10. Acción <strong>de</strong> Inconstitucionalidad contra <strong>de</strong>l artículo 2 <strong>de</strong> la Ley Reguladora<strong>de</strong>l Referéndum N.º 8492. Interpretación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en resolución número 3401-E9-2008 <strong>de</strong>l 30-09-08. Se someterá a referéndum el Proyecto <strong>de</strong> Ley <strong>de</strong> Unión Civil entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo. Se consi<strong>de</strong>ra que existe unaomisión legislativa <strong>de</strong> excluir como materia <strong>de</strong> referéndum, los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las minorías o grupos que históricamente han sidodiscriminados y excluidos <strong>de</strong> la sociedad costarricense, pues consi<strong>de</strong>ra que eso constituye una violación <strong>de</strong> los instrumentosinternacionales <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos y que la figura no pue<strong>de</strong> ser empleada para <strong>de</strong>finir la titularidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, puesesa es una discusión relevante únicamente para los miembros <strong>de</strong> los grupos afectados, por lo que consi<strong>de</strong>ra que se viola el<strong>de</strong>recho a la igualdad y la prohibición <strong>de</strong> realizar discriminaciones contrarias a la dignidad humana, contenidas en el artículo33 <strong>de</strong> la Constitución Política. Con base en las consi<strong>de</strong>raciones dadas en la sentencia, se rechaza <strong>de</strong> plano la acción. ElMagistrado Jinesta, y la Magistrada Pacheco salvan el voto y or<strong>de</strong>nan dar curso a la acción.194NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!III. El caso <strong>de</strong> la Accion <strong>de</strong> Inconstitucionalidad <strong>de</strong> BallesteroVargas contra el art. 262 <strong>de</strong>l Código ElectoralSumado al caso <strong>de</strong>l Referendo sobre el Proyecto <strong>de</strong> Ley <strong>de</strong> Unión <strong>de</strong> Personas <strong>de</strong>l mismoSexo, recién salía <strong>de</strong>l horno el asunto <strong>de</strong> pérdida <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> diputados a raíz <strong>de</strong>l Voto <strong>de</strong>la Sala Constitucional <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia sobre la Acción <strong>de</strong> Inconstitucionalidad<strong>de</strong> Ballestero Vargas contra el artículo 262 <strong>de</strong>l Código Electoral 19 .La Sala <strong>de</strong>cidió que el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> no tiene competencia paraacordar la pérdida <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>nciales en supuestos creados por ley; pues la Constitución Políticaes la que señala las faltas o conductas por las cuales un legislador pier<strong>de</strong> su status como tal.En efecto, los artículos <strong>11</strong>1 y <strong>11</strong>2 <strong>de</strong> la Carta fundamental establecen algunos tipos <strong>de</strong>conducta que originan la pérdida <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>nciales, veamos:a. Cuando un diputado(a) acepte <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> juramentado un cargo o empleo<strong>de</strong> otros Po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado o <strong>de</strong> instituciones autónomas, a excepción <strong>de</strong> unMinisterio <strong>de</strong> Gobierno (art. <strong>11</strong>1 CP).b. Cuando un diputado(a) celebre contratos con el Estado directa o indirectamenteo bien por representación (art. <strong>11</strong>2 CP).c. Cuando un diputado(a) obtenga una concesión <strong>de</strong> bienes públicos que impliqueprivilegio (art. <strong>11</strong>2 CP).19 Voto N.º <strong>11</strong>352-10. Acción <strong>de</strong> Inconstitucionalidad en contra <strong>de</strong>l artículo 262 <strong>de</strong>l Código Electoral. La norma impugnadaotorga la facultad al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> cancelar las cre<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>s Po<strong>de</strong>res,en contra <strong>de</strong> la competencia exclusiva y excluyente <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa. Refiere que el constituyente estableciótaxativamente las causales por las cuales los Miembros <strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>s Po<strong>de</strong>res pue<strong>de</strong>n per<strong>de</strong>r su cre<strong>de</strong>ncial. En consecuencia,la norma impugnada incurre en una clara violación <strong>de</strong>l citado principio constitucional <strong>de</strong> que las causales para la pérdida <strong>de</strong>cre<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> los Miembros <strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>s Po<strong>de</strong>res, las cuales son taxativas y reguladas directamente por la Constitución.Ninguna <strong>de</strong> las normas constitucionales le asignan al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> la competencia <strong>de</strong> dictar la sentencia osanción final en casos <strong>de</strong> <strong>de</strong>nuncias contra los diputados ni contra los otros Miembros <strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>s Po<strong>de</strong>res, ni permitenque sea cancelada la cre<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> un diputado. Se <strong>de</strong>clara parcialmente con lugar la acción. En consecuencia, se anula porinconstitucional la frase que indica: “... sin perjuicio <strong>de</strong> lo que establece el artículo 68 <strong>de</strong> la Ley orgánica <strong>de</strong> la ContraloríaGeneral <strong>de</strong> la República.” contenida en el Código Electoral, Ley N.º 8765 <strong>de</strong> 19 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2009, publicado en el Alcance37 a La Gaceta N.º 171 <strong>de</strong>l 2 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2009. Se le da un plazo <strong>de</strong> treinta y seis meses a la Asamblea Legislativa paraque dicte la reforma parcial a la Constitución Política y la reforma a su Reglamento para incorporar el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> probidadcomo una causal <strong>de</strong> cancelación <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>ncial y otras sanciones. Esta sentencia tiene efectos <strong>de</strong>clarativos y retroactivos a lafecha <strong>de</strong> vigencia <strong>de</strong> la norma impugnada, sin perjuicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos adquiridos <strong>de</strong> buena fe y las situaciones jurídicasconsolidadas. En lo <strong>de</strong>más, se <strong>de</strong>clara sin lugar la <strong>de</strong>manda. Los Magistrados Armijo Sancho y Pacheco Salazar salvan el votoy <strong>de</strong>claran sin lugar la acción. El Magistrado Cruz Castro y la Magistrada Calzada Miranda ponen nota.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 195


Bernal Arias Ramírezd. Cuando un diputado(a) intervenga como director, administrador o gerente enempresas que contranten con el Estado, obras, suministros o explotación <strong>de</strong>servicios (Art. <strong>11</strong>2 CP).Ahora bien, la Constitución no señala con claridad a cuál órgano Superior <strong>de</strong>l Estado lecorrespon<strong>de</strong> llevar a<strong>de</strong>lante el procedimiento. En otras palabras, la atribución <strong>de</strong> expedientarel caso no está <strong>de</strong>bidamente calibrada en la Carta Magna en el sentido si le correspon<strong>de</strong> a lamisma Asamblea Legislativa incoarlo por el procedimiento <strong>de</strong> “Acusación contra un miembro<strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>s Po<strong>de</strong>res”, o bien, si tal procedimiento le correspon<strong>de</strong> al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, laguna igualmente existente, ya que tampoco la Constitución señala atribuciónespecífica a ese Alto Organismo Electoral, al menos así se <strong>de</strong>duce <strong>de</strong>l artículo 102 <strong>de</strong> laConstitución Política, don<strong>de</strong> el Constituyente hasta ahora no le confirió tal potestad.El vacío constitucional lo vendría a suplir el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la ley subalterna (CódigoElectoral) mediante el inciso h) <strong>de</strong>l artículo 12, al darle el legislador al TSE la atribución <strong>de</strong>conferir las cre<strong>de</strong>nciales respectivas a los representantes electos, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong>elección. Entonces, por lógica inversa el mismo legislador ordinario confirió al TSE la potestad<strong>de</strong> llevar a<strong>de</strong>lante el procedimiento para acordar la pérdida <strong>de</strong> la cre<strong>de</strong>ncial. Fue así como laAsamblea <strong>de</strong>sarrolló en la ley electoral el inciso f) <strong>de</strong>l artículo 220 que dice:ARTÍCULO 220.-Atribuciones <strong>de</strong> la jurisdicción electoralSin perjuicio <strong>de</strong> las otras atribuciones que le confiere la Constitución Política yla ley, la función jurisdiccional <strong>de</strong>l TSE compren<strong>de</strong> la tramitación y la resolución<strong>de</strong> lo siguiente:(...)f) La cancelación o anulación <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>nciales.(...)Siendo insuficiente la simple atribución, el mismo Código Electoral contendría unasección completa que prescribe un procedimiento para la “Cancelación <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> losmiembros <strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>s Po<strong>de</strong>res”, cuestión que se halla explícita en los artículos 262 al 264.El artículo 262 <strong>de</strong> la ley electoral era en términos generales conteste con la ConstituciónPolítica en cuanto a las conductas arriba indicadas <strong>de</strong>venidas <strong>de</strong>l <strong>11</strong>1 y <strong>11</strong>2 <strong>de</strong> la CP, salvo cuando196NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!se aparta <strong>de</strong> ellas, creando un nuevo supuesto vía ley que es la relación que hace el CódigoElectoral (norma <strong>de</strong> cita) con el artículo 68 <strong>de</strong> la Ley Orgánica <strong>de</strong> la Contraloría General <strong>de</strong> laRepública 20 (<strong>de</strong>ber <strong>de</strong> probidad), por trasgresión <strong>de</strong> las normas que integran el or<strong>de</strong>namiento<strong>de</strong> control y fiscalización, provocando lesión a la Hacienda Pública. Evi<strong>de</strong>ntemente ese últimosupuesto <strong>de</strong> la ley no está <strong>de</strong>bidamente <strong>de</strong>lineado en el cuerpo normativo <strong>de</strong> máxima jerarquía<strong>de</strong>l país –la Constitución–.Volviendo al tema <strong>de</strong> la Sala Constitucional, esta jurisdicción <strong>de</strong>terminó (Resolución 10-0447-007-CO) que al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> no le correspon<strong>de</strong> levantar cre<strong>de</strong>ncialesa un miembro <strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>s Po<strong>de</strong>res. Justamente, el órgano expresó que el artículo 262 <strong>de</strong>lCódigo Electoral que autoriza al TSE para cancelar las cre<strong>de</strong>nciales a los diputados,“…incurre en una clara violación <strong>de</strong>l citado principio constitucional <strong>de</strong> quelas causales para la pérdida <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> los Miembros <strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>sPo<strong>de</strong>res son taxativas y reguladas directamente por la Constitución”. Y, agregó“Ninguna <strong>de</strong> las normas constitucionales le asignan al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong><strong>Elecciones</strong> la competencia <strong>de</strong> dictar la sentencia o sanción final en casos <strong>de</strong><strong>de</strong>nuncias contra los diputados ni contra los otros Miembros <strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>sPo<strong>de</strong>res, ni permiten que sea cancelada la cre<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> un diputado”.Hay que leer estos párrafos <strong>de</strong> la sentencia en el sentido <strong>de</strong> que el alcance <strong>de</strong> pérdida <strong>de</strong>cre<strong>de</strong>ncial relacionado con el artículo 262 <strong>de</strong>l Código Electoral, no solo era inconstitucional poraplicable a los diputados(as) sino también por cubrir la pérdida <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte(a),20 El artículo <strong>de</strong> la Ley N.º 7428 “Ley Orgánica <strong>de</strong> la Contraloría General <strong>de</strong> la República” indica: ARTÍCULO 68.-POTESTAD PARA ORDENAR Y RECOMENDAR SANCIONES La Contraloría General <strong>de</strong> la República, sin perjuicio<strong>de</strong> otras sanciones previstas por ley, cuando en el ejercicio <strong>de</strong> sus potesta<strong>de</strong>s <strong>de</strong>termine que un servidor <strong>de</strong> los sujetospasivos ha cometido infracciones a las normas que integran el or<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> control y fiscalización contemplado enesta Ley o ha provocado lesión a la Hacienda Pública, recomendará al órgano o autoridad administrativa competente,mediante su criterio técnico, que es vinculante, la aplicación <strong>de</strong> la sanción correspondiente <strong>de</strong> acuerdo con el mérito <strong>de</strong>lcaso. La Contraloría formará expediente contra el eventual infractor, garantizándole, en todo momento, un proceso <strong>de</strong>bido yla oportunidad suficiente <strong>de</strong> audiencia y <strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa en su favor.La autoridad competente <strong>de</strong>l sujeto pasivo requerido <strong>de</strong>berá cumplir, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l plazo que le establezca la Contraloría,con la recomendación impartida por esta; salvo que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l término <strong>de</strong> ocho días hábiles contados a partir <strong>de</strong> lacomunicación <strong>de</strong>l acto, se interponga una gestión <strong>de</strong> revisión, <strong>de</strong>bidamente motivada y razonada, por parte <strong>de</strong>l jerarca <strong>de</strong>lsujeto pasivo requerido. En este caso y una vez resuelta la gestión indicada, <strong>de</strong>berá cumplir, sin dilación, con lo dispuesto enel pronunciamiento técnico jurídico final <strong>de</strong> la Contraloría, so pena <strong>de</strong> incurrir en el <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> <strong>de</strong>sobediencia, sin perjuicio <strong>de</strong>lrégimen <strong>de</strong> prescripciones contemplado en esta Ley.La expiración <strong>de</strong>l plazo fijado por la Contraloría General <strong>de</strong> la República para que el sujeto pasivo imponga la sanciónor<strong>de</strong>nada, no hará prescribir, por sí, la responsabilidad <strong>de</strong>l servidor ni caducar el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l sujeto pasivo a imponer dichasanción, sin perjuicio <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong> prescripciones contemplado en esta Ley.El <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la Contraloría General <strong>de</strong> la República a ejercer, en el caso concreto, la potestad para recomendar u or<strong>de</strong>nar laaplicación <strong>de</strong> sanciones prescribirá en el término <strong>de</strong> dos años contados a partir <strong>de</strong> la iniciación <strong>de</strong>l expediente respectivo.El inicio <strong>de</strong>l expediente se enten<strong>de</strong>rá con la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la oficina competente <strong>de</strong> la Contraloría para comenzar la investigación<strong>de</strong>l caso, en relación con <strong>de</strong>terminados servidores.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 197


Bernal Arias Ramírezy los Vicepresi<strong>de</strong>ntes, lo cual violenta expresamente el inciso 9) <strong>de</strong>l Articulo 121 <strong>de</strong> laConstitución Política, pues son atribuciones <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Legislativo y <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial y no acargo <strong>de</strong>l Organismo Electoral.Dado ese marco, el grueso <strong>de</strong>l análisis viene a partir <strong>de</strong> las siguientes líneas. La Sala,en visión <strong>de</strong> este ensayista, cometió un error grave, un atrevimiento mayor que consiste enobligar a la Asamblea (Po<strong>de</strong>r Constituyente Reformador), a que realice una Reforma Parcial a laConstitución en el plazo máximo <strong>de</strong> 36 meses para que incluya en la Carta Magna la pérdida<strong>de</strong> cre<strong>de</strong>ncial a miembros <strong>de</strong> los <strong>Supremo</strong>s Po<strong>de</strong>res por faltas al <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> probidad. No esque se esté en contra <strong>de</strong> la causal perse o <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> concebir a futuro la reformaconstitucional, cuando a bien lo tengan las y los diputados constituyentes <strong>de</strong>rivados, sino, elmodo en que un órgano inferior –constituido- trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>safiar y obligar a uno superior, quetiene la competencia <strong>de</strong> las competencias, es <strong>de</strong>cir, al Po<strong>de</strong>r Constituyente reformador.Hasta hace poco, era jurídicamente aceptable que la Sala Constitucional obligara a unaAsamblea ordinaria a dictar un texto legal que <strong>de</strong>sarrollaba una norma Constitucional (V.gr. Unaley que regulara el referéndum) que por omisión no se había aprobado en Asambleas ulteriores,y que era una exigencia que venía impuesta por el mismo constituyente reformador, cuandoaprobó la reforma constitucional respectiva.El supuesto bajo análisis es distinto, pues la imposición <strong>de</strong> la Sala Constitucional en elVoto “Ballestero Vargas” es a todas luces inaceptable e impertinente por violentar los artículos 9,195 y el Título IX <strong>de</strong> la Constitución Política, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> generar un conflicto <strong>de</strong> competenciasentre la Sala Constitucional y la Asamblea Legislativa.Somos <strong>de</strong>l criterio, junto con otros profesionales en Derecho que se manifestaronen medios <strong>de</strong> prensa, que la Sala, en este Voto, comprometió su autocontrol, cometiendo“exceso judicial”, absolutamente cuestionable, colocándose por encima <strong>de</strong> las atribucionesconstitucionales <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Constituyente Reformador y <strong>de</strong> alguna manera rozando el artículo<strong>11</strong> <strong>de</strong> la CP, el cual establece que los funcionarios públicos no pue<strong>de</strong>n arrogarse faculta<strong>de</strong>s noconcebidas en la Constitución y en la Ley, ello en relación con el artículo 154 <strong>de</strong>l mismo textoconstitucional 21 .21 ARTÍCULO 154.- El Po<strong>de</strong>r Judicial sólo esta sometido a la Constitución y a la ley, y las resoluciones que dicte en los asuntos<strong>de</strong> su competencia no le imponen otras responsabilida<strong>de</strong>s que las expresamente señaladas por los preceptos legislativos.198NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!Entonces, no basta hacer control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las leyes o <strong>de</strong>l trámite seguidopara la formación <strong>de</strong> ellas, sino, ahora, los Magistrados(a) <strong>de</strong> la jurisdicción constitucional vena la Asamblea como un inferior, al cual se le or<strong>de</strong>na, no solo la materia a reformar, sino el plazomismo para que lo haga, lo que en Derecho Constitucional Comparado o <strong>de</strong> or<strong>de</strong>namientosjurídicos extranjeros es una competencia inexistente. Nuestro Derecho <strong>de</strong> la Constitucióntampoco lo preceptúa como atribución <strong>de</strong> la Corte.Hecha esta somera mención al caso <strong>de</strong> pérdida <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>nciales se <strong>de</strong>duce que, tanto el<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> como el Po<strong>de</strong>r Constituyente Reformador, <strong>de</strong>ben ser blindados<strong>de</strong> manera que ningún otro órgano se arrogue sus competencias.ConclusiónEn nuestra opinión las constantes irrupciones <strong>de</strong> la Sala Constitucional en materiaelectora,l no se observan como colaboración razonable entre jurisdicciones o po<strong>de</strong>res, sinocomo una especie <strong>de</strong> cortapisa que tiene el TSE que se ve afectado cada vez que se resuelvecon lugar un caso en la Sala IV. Sin embargo también hay que <strong>de</strong>cir que el grado <strong>de</strong> timi<strong>de</strong>zo <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong>l TSE existente, provoca que el ciudadano(a) intente llevar su asunto a la otrainstancia, por ello la reforma a la Ley <strong>de</strong> Jurisdicción constitucional es más que necesaria.Lamentablemente, la fragilidad <strong>de</strong> la jurisdicción electoral no surge <strong>de</strong>l respaldonormativo con que cuenta el órgano, que es ampliamente sólido en el nivel constitucional ylegal, sino en la personificación <strong>de</strong>l órgano y sus características <strong>de</strong> actuación.En el caso que se analizó, se vulneró la fortaleza <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoral pues posterioral fallo, suponemos, para evitar un conflicto, se aceptó llanamente y a regañadientes lo que su“superior” le dictó. Ponemos “superior” entrecomillado porque ciertamente no lo es, en talsentido, la reacción <strong>de</strong>l TSE <strong>de</strong>bió ser enérgica, valiente y segura, cuestión que no se sintió, perono dudamos cambiará a futuro.Por otro lado, el Derecho Electoral es una disciplina especial <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Ciencia <strong>de</strong>lDerecho que compren<strong>de</strong> no solo el conjunto <strong>de</strong> normas que <strong>de</strong>sarrollan esa materia, sino que esparte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los ciudadanos a participar en los asuntos públicos, para lo cual el sistemaha dispuesto que es un organismo electoral, ningún otro órgano, el que organiza y arbitra esosprocesos, quedando vedado a órganos judiciales sustituirle recurrente o selectivamente.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 199


Bernal Arias RamírezMaterialmente el Derecho Electoral y su interpretación fue convenido en la Constitucióna la jurisdicción electoral que <strong>de</strong>be hacerse cargo <strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong> las prescripciones y losprocedimientos, sea para procesos eleccionarios <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s o consultivos. No se <strong>de</strong>be, poren<strong>de</strong>, permitir que otro órgano le anule <strong>de</strong>cisiones dadas en firme, utilizándose los <strong>de</strong>rechoshumanos como mecanismo “bisagra” que justifique puntos <strong>de</strong> vista o convicciones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nsubjetivo, pues, por ese canal, se estaría inmiscuyendo ahora y en el futuro en reglas internas <strong>de</strong>funcionamiento y planificación <strong>de</strong> procesos eleccionarios llevados a<strong>de</strong>lante por el TSE.Tanto el caso <strong>de</strong> la anulación <strong>de</strong> recolección <strong>de</strong> firmas para realizar la consulta sobreuniones <strong>de</strong> personas <strong>de</strong>l mismo sexo, como el tema <strong>de</strong> anulación <strong>de</strong> norma <strong>de</strong>l Código Electoralsobre pérdida <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>nciales <strong>de</strong> una ex diputada, tienen en común asuntos don<strong>de</strong> el TSE teníaactuación material protagónica. No obstante, en el segundo asunto, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> afectarse eltrabajo <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> electoral, también se vulneró el po<strong>de</strong>r constituyente reformador al imponerleun po<strong>de</strong>r constituido –la Sala- un plazo para que aprobara la reforma constitucional respectiva,cuestión <strong>de</strong>licada para el equilibrio que <strong>de</strong>ben tener los po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> la República.La creencia <strong>de</strong> tener absoluta apertura como intérprete constitucional aleja a laspersonas –jueces- <strong>de</strong>l principio o máxima <strong>de</strong> hermenéutica, el cual se entien<strong>de</strong> que, comoregla <strong>de</strong>l Derecho, quien lo interpreta siempre ha <strong>de</strong> optar por lo mejor que se acomo<strong>de</strong> a losdictados constitucionales y no añadirlos inventivamente, es lo que se ha llamado interpretaciónconforme, que protege la unidad y los valores contenidos en el or<strong>de</strong>namiento jurídico (la familiacomo base <strong>de</strong> la sociedad). Crear artificialmente una excepción más en el artículo 105 <strong>de</strong> laConstitución Política <strong>de</strong> los temas que no se pue<strong>de</strong>n enviar a referéndum es diferenciar don<strong>de</strong>la norma no diferencia, dándose un proceso <strong>de</strong> apertura <strong>de</strong> norma no compatible con el textoconstitucional.Se negó realizar un referéndum, ahora no sabemos si por esa vía se van a negar otrasposibles iniciativas ciudadanas o a instancia <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res públicos (legislativo y ejecutivo)en temas controversiales como eutanasia, fertilización in vitro, clonación humana, etc.Indiscutiblemente esto sí pue<strong>de</strong> repercutir negativamente en nuestra <strong>de</strong>mocracia que se precia<strong>de</strong> garantista aun cuando en unas ocasiones seamos minoría y en otras mayoría.Para finalizar, la interpretación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos fundamentales tiene la peculiaridad <strong>de</strong>expresar una parte espiritual y digna <strong>de</strong>l ser humano que compren<strong>de</strong> e integra valores, sobre todolos positivizados. La homosexualidad, según enten<strong>de</strong>mos, no es un valor que esté catalogado en200NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


¡La competencia electoral <strong>de</strong> la SalaConstitucional <strong>de</strong> Costa Rica!el or<strong>de</strong>namiento jurídico, sino que es parte <strong>de</strong> una realidad conductual libre en nuestro medio.En otras palabras, la certeza jurídica establece una jerarquía <strong>de</strong> valores que tien<strong>de</strong>n a completarla <strong>de</strong>mocracia como lo son la cultura <strong>de</strong>l respeto por la familia natural, el amor, la procreación,la protección <strong>de</strong> los infantes y su filiación, como cláusulas sociales generales. Esto no obstapara enten<strong>de</strong>r que hay personas en nuestro país, que en uso <strong>de</strong> su libertad <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> vida,han optado por un tipo <strong>de</strong> pareja distinta y un modus vivendi diferente, parte <strong>de</strong>l elemento<strong>de</strong> tolerancia histórica que ha tenido este pueblo a lo largo <strong>de</strong> los años. Privilegiar este tipo<strong>de</strong> unión sobre la primera o ponerla bajo un mismo estatuto era el tema sobre el cual <strong>de</strong>bíamanifestarse el pueblo, asunto negado, <strong>de</strong> ahí la discrepancia con el voto <strong>de</strong> mayoría en el caso<strong>de</strong> análisis que sustanció la Sala Constitucional.Ha habido una ruptura que aún no tiene remedio, porque unos no lograron lo pretendido(realizar el referéndum), ni los otros, hasta ahora, la ley que les equipare con las parejasheterosexuales en sus <strong>de</strong>rechos civiles y patrimoniales.Referencias documentales y bibliográficasAsamblea Legislativa• Actas <strong>de</strong> la Asamblea Nacional Constituyente <strong>de</strong> 1949• Constitución Política <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Costa RicaLeyes• Ley N.º 8765, Código Electoral• Ley N.º 7128 <strong>de</strong> 19 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1989, Creación Sala Constitucional• Ley N.º 8281 <strong>de</strong> 28 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2002, Creación <strong>de</strong>l Referéndum e IniciativaPopular• Ley N.º 7135, Ley <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional• Ley N.º 7428, Ley Orgánica <strong>de</strong> la Contraloría General <strong>de</strong> la República• Ley N.º 8492, Ley Regulación <strong>de</strong>l ReferéndumProyectos <strong>de</strong> Ley• Expediente N.º 16.390 "Ley <strong>de</strong> unión civil entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo”• Expediente N.º 17743 “Ley <strong>de</strong> Reforma <strong>de</strong> la Jurisdicción Constitucional”NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 201


Bernal Arias RamírezSala Constitucional <strong>de</strong> la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia• Voto N.º 13313-10• Voto N.º <strong>11</strong>352-10• Voto N.º <strong>11</strong>350-10• Voto N.º <strong>11</strong>349-10• Voto N.º 8297-10• Voto N.º 9340-10• Voto N.º.8920-09• Voto N.º 8284-09• Voto N.º 9582-08• Voto N.º 9707-04• Voto N.º 15960-06• Voto N.º 9705-04• Voto N.º 2771-03• Voto N.º <strong>11</strong>650-01• Voto N.º 3194-92<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>• Resolución N.º 3401-E9-2008 <strong>de</strong> las 9:10 hrs. <strong>de</strong> 30 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 2008HEGEL, Georg W. Rasgos Fundamentales <strong>de</strong> la Filosofía <strong>de</strong>l Derecho o compendio <strong>de</strong> DerechoNatural y Ciencia <strong>de</strong>l Estado. Madrid: Editorial Biblioteca Nueva S.L, 2000.202NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Delimitación <strong>de</strong> competencias entrela Sala Constitucional y el <strong>Tribunal</strong><strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>z *Nota <strong>de</strong>l Consejo EditorialRecepción: 03 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 20<strong>11</strong>.Revisión, corrección y aprobación: 10 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 20<strong>11</strong>.Resumen: Este artículo <strong>de</strong>scribe en forma general las competencias <strong>de</strong> la Sala Constitucional y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong><strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> como un primer paso para abordar el tema <strong>de</strong> los posibles roces y, finalmente,<strong>de</strong>limitar los ámbitos competenciales <strong>de</strong> ambos órganos.Palabras clave: Competencia / Control <strong>de</strong> constitucionalidad / Tutela <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y liberta<strong>de</strong>s fundamentales/ Conflicto <strong>de</strong> competencias / Función Electoral / Amparo Electoral / <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> /Sala Constitucional.Abstract: This article <strong>de</strong>scribes, in general, the powers of the Constitutional Court and the Supreme<strong>Tribunal</strong> of Elections as a first step in addressing the issue of possible friction between and finally i<strong>de</strong>ntifythe areas of competence of both bodies.Key words: Competence / Control of constitutionality / Guardianship of fundamental rights and freedoms/ Conflict of competence / Electoral Function / Electoral Injunction / Supreme <strong>Tribunal</strong> of Elections /Constitutional Court.* Doctor en Derecho por la Universidad Carlos III <strong>de</strong> Madrid. Profesor Asociado <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica. Coordinador<strong>de</strong> la Maestría en Derecho Ambiental <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica. Procurador. Actualmente presta servicios comoconsultor para el Programa <strong>de</strong> Regularización <strong>de</strong>l Catastro y Registro.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 203


Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>zPor disposición constitucional, el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> tiene, entre susfunciones, la <strong>de</strong> interpretar en forma exclusiva y obligatoria las normas <strong>de</strong> rango constitucionaly legal sobre materia electoral. A<strong>de</strong>más, entre los procesos que conoce la jurisdicciónelectoral, está el llamado recurso <strong>de</strong> amparo electoral, cuyo objeto es la tutela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosfundamentales <strong>de</strong> naturaleza político-electoral. Inevitablemente, esto trae consigo roces <strong>de</strong>competencias con el órgano que, también por disposición constitucional, tiene la potestad <strong>de</strong>ejercer el control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normas y la <strong>de</strong> tutelar los <strong>de</strong>rechos fundamentales:la Sala Constitucional.El propósito <strong>de</strong> este artículo es analizar los ámbitos en que pue<strong>de</strong>n plantearse conflictos<strong>de</strong> competencias entre el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> y la Sala Constitucional, y sugerir unaposible <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong> competencias. Esto implica que es necesario <strong>de</strong>terminar si la normativaconstitucional y legal que regula las potesta<strong>de</strong>s y competencias <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> y la Sala generaámbitos <strong>de</strong> conflictos.Para lo anterior, hay que empezar por <strong>de</strong>finir con claridad en qué consiste la potestado las potesta<strong>de</strong>s que la Constitución atribuye a la Sala Constitucional y al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong><strong>Elecciones</strong>, para enten<strong>de</strong>r mejor el contenido <strong>de</strong> las competencias <strong>de</strong> ambos órganos. Este esun primer paso para ir <strong>de</strong>limitando los espacios en que pue<strong>de</strong>n darse los conflictos. El segundopaso consiste en <strong>de</strong>scribirlos y caracterizarlos; es <strong>de</strong>cir, concretar los tipos <strong>de</strong> conflictos <strong>de</strong>competencias que se pue<strong>de</strong>n generar para, finalmente, fundamentar una <strong>de</strong>limitación. Estoúltimo, en el entendido <strong>de</strong> que un conflicto <strong>de</strong> competencias se soluciona con la prevalencia <strong>de</strong>un órgano sobre el otro, según la materia <strong>de</strong> que se trate.I. La potestad y las competencias <strong>de</strong> la Sala ConstitucionalLa naturaleza <strong>de</strong> la potestad pública ejercida por la Sala Constitucional es claramentejurisdiccional. Esto resulta obvio simplemente por su pertenencia al Po<strong>de</strong>r Judicial como una <strong>de</strong>las Salas <strong>de</strong> que está constituida la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia, tal y como lo establece el artículo10 <strong>de</strong> la Constitución Política. Pero, en todo caso, por la naturaleza <strong>de</strong>l órgano y su funciónla potestad que ejerce es claramente jurisdiccional, aunque no perteneciese al Po<strong>de</strong>r Judicial,como ocurre con los tribunales constitucionales europeos 1 .1 FAVOREU (1994, pág.34)204NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Delimitación <strong>de</strong> competencias entre la SalaConstitucional y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>La potestad jurisdiccional atribuida a la Sala Constitucional se concreta básicamente entres tipos <strong>de</strong> competencias: el control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normas y actos <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechopúblico no impugnables por la vía <strong>de</strong>l amparo; la tutela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos fundamentales; y laresolución <strong>de</strong> conflictos <strong>de</strong> competencias entre po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado, incluido el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, y entre estos y la Contraloría General <strong>de</strong> la República y <strong>de</strong>más entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><strong>de</strong>recho público, así como los conflictos <strong>de</strong> cualesquiera <strong>de</strong> estas entida<strong>de</strong>s entre sí.En concordancia con lo anterior, la Sala Constitucional ejerce sus competenciasmediante tres tipos básicos <strong>de</strong> procesos: los procesos <strong>de</strong> control <strong>de</strong> constitucionalidad, esto es,las llamadas cuestiones <strong>de</strong> constitucionalidad que incluyen la acción <strong>de</strong> inconstitucionalidad ylas consultas <strong>de</strong> constitucionalidad, tanto la judicial como la legislativa; los procesos <strong>de</strong> tutela<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos fundamentales que incluyen los <strong>de</strong>nominados recursos <strong>de</strong> amparo y <strong>de</strong> hábeascorpus; y los procesos <strong>de</strong> resolución <strong>de</strong> conflictos constitucionales.Para los propósitos <strong>de</strong> este ensayo, interesa caracterizar y acotar las competenciasatribuidas a la Sala Constitucional tanto en el ámbito <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> lasnormas, como en el <strong>de</strong> la tutela o protección <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos fundamentales.1. El control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normasEl artículo 10 constitucional, establece que correspon<strong>de</strong> a la Sala Constitucional <strong>de</strong>clararla inconstitucionalidad <strong>de</strong> las normas <strong>de</strong> cualquier naturaleza; así como la <strong>de</strong> los actos sujetosal <strong>de</strong>recho público. Esta norma consagra un control concentrado <strong>de</strong> constitucionalidad, ya queatribuye como competencia exclusiva <strong>de</strong>l órgano que crea la <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> inconstitucionalidad<strong>de</strong> las normas.Ahora bien, se trata <strong>de</strong> un control concentrado que ya había sido establecido <strong>de</strong>s<strong>de</strong>1937, con las reformas introducidas en ese año al Código <strong>de</strong> Procedimientos Civiles, mediantelas cuales se estableció el recurso <strong>de</strong> inconstitucionalidad en vía inci<strong>de</strong>ntal; y las reformasa la Ley Orgánica <strong>de</strong> <strong>Tribunal</strong>es vigentes entonces, por medio <strong>de</strong> las cuales se supeditó lainaplicación <strong>de</strong> las normas inconstitucionales por el juez ordinario a que se produjese la previa<strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> inconstitucionalidad <strong>de</strong> éstas por la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia 2 . En todo caso, lorelevante es que, con dichas reformas, se atribuyó a la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia la competencia2 JURADO FERNÁNDEZ (2003, pág. 163).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 205


Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>zpara <strong>de</strong>clarar la inconstitucionalidad <strong>de</strong> las normas en forma exclusiva. Lo que vino a hacer lareforma al artículo 10 constitucional <strong>de</strong>l año 1989 fue atribuir esa misma competencia al órganoque, por su medio, se estaba creando, esto es: la Sala Constitucional.La competencia atribuida a la Sala por el artículo 10 constitucional consiste en la<strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> inconstitucionalidad <strong>de</strong> las normas <strong>de</strong> cualquier rango. Este artículo noasocia dicha <strong>de</strong>claratoria a su nulidad, pero la implica, junto con su inaplicación. Es <strong>de</strong>cir, la<strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> inconstitucionalidad es un presupuesto lógico y jurídico tanto <strong>de</strong> la anulación <strong>de</strong>la norma como <strong>de</strong> su inaplicación por lo que, al no concretar o especificar el artículo cuál es laconsecuencia asociada a la competencia que atribuye a la Sala, ha <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse que se trata <strong>de</strong>ambas. Pero, como la nulidad <strong>de</strong> la norma es una consecuencia con efectos más amplios que lasimple inaplicación, ya que conlleva su eliminación <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídico, la nulidad <strong>de</strong> lanorma como efecto asociado a su <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> inconstitucionalidad subsume la inaplicación.Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> los métodos <strong>de</strong> control <strong>de</strong> constitucionalidad, en Costa Ricarige un control muy semejante al mo<strong>de</strong>lo europeo <strong>de</strong> control <strong>de</strong> constitucionalidad, aunque aeste respecto habría que hacer un par <strong>de</strong> salveda<strong>de</strong>s. En primer lugar, a pesar <strong>de</strong> no ser la másimportante, en Europa los tribunales constitucionales no forman parte <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial. Ensegundo lugar, y esto sí es relevante, que a raíz <strong>de</strong> la interpretación que la Sala Constitucionalhizo <strong>de</strong>l artículo 8.2 <strong>de</strong> la Ley Orgánica <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial en relación con el 13 <strong>de</strong> la Ley <strong>de</strong>la Jurisdicción Constitucional, ésta señaló que los jueces ordinarios tienen la competencia parainaplicar aquellas normas, incluida la ley, que estimen contraviene la jurispru<strong>de</strong>ncia o algúnprece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Sala Constitucional 3 .En resumen, el artículo 10 constitucional otorga en exclusiva a la Sala Constitucionalla competencia para <strong>de</strong>clarar la inconstitucionalidad <strong>de</strong> las normas, con todos los efectos queesta <strong>de</strong>claratoria implique. Lo que significa que, con la salvedad hecha, únicamente la SalaConstitucional pue<strong>de</strong> ejercer control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normas en forma directa, conexclusión todo otro órgano, sea que ejerza funciones jurisdiccionales o no.3 Ibid, pag. 182.206NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Delimitación <strong>de</strong> competencias entre la SalaConstitucional y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>2. La tutela <strong>de</strong> los Derechos FundamentalesEl artículo 48 constitucional establece como garantía jurisdiccional <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosfundamentales, ya sean los consagrados en la Constitución como los establecidos en losinstrumentos internacionales sobre <strong>de</strong>rechos humanos, a los recursos <strong>de</strong> hábeas corpus yamparo. Este artículo, a<strong>de</strong>más, atribuye su conocimiento a la Sala Constitucional.A diferencia <strong>de</strong> como ocurre con el control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normas, enmateria <strong>de</strong> tutela <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos fundamentales, la competencia <strong>de</strong> la Sala Constitucional no esexclusiva. Todos los órganos <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial, y aquellos que aún no siéndolo ejercen funciónjurisdiccional en <strong>de</strong>terminadas materias, como es el caso <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>,son competentes para tutelar los <strong>de</strong>rechos fundamentales.Ahora bien, esta no exclusividad a favor <strong>de</strong> la Sala Constitucional en materia <strong>de</strong> tutela<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos fundamentales, <strong>de</strong>be ser precisada en dos aspectos: en primer lugar, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> unpunto <strong>de</strong> vista sustancial, la no exclusividad lo es para los casos en que tales <strong>de</strong>rechos se tutelanfrente a actos <strong>de</strong> aplicación individual, porque si lo es frente a normas jurídicas, <strong>de</strong> cualquierrango, estamos frente al control <strong>de</strong> constitucionalidad que, con la salvedad hecha supra, es <strong>de</strong>competencia exclusiva <strong>de</strong> la Sala Constitucional en el tanto que, por disposición <strong>de</strong>l artículo 10,sólo esta pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>clarar la inconstitucionalidad <strong>de</strong> las normas.En segundo lugar, aunque no menos importante, procesalmente la tutela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosfundamentales mediante los procesos sumarios <strong>de</strong>nominados amparo y hábeas corpus estáatribuida a la Sala Constitucional por el artículo 48 constitucional. Esto pue<strong>de</strong> llevar a pensar quela situación es similar a la <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> inconstitucionalidad <strong>de</strong> las normas como competenciaexclusiva <strong>de</strong> la Sala, sólo que en relación con la tutela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos fundamentales por medio<strong>de</strong> procesos sumarios, como son los llamados recursos <strong>de</strong> amparo y hábeas corpus.El artículo 48 garantiza, frente al legislador, básicamente dos cosas: primero,que in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> si existen otros medios procesales para tutelar los <strong>de</strong>rechosfundamentales, siempre podrán ser protegidos por medio <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong> amparo y hábeascorpus, como procesos sumarios por antonomasia. Y, segundo, que la Sala Constitucional <strong>de</strong>beconocer esos recursos. Esto quiere <strong>de</strong>cir que los <strong>de</strong>rechos fundamentales pue<strong>de</strong>n ser tuteladospor otros medios y procesos que no sean el amparo y el hábeas corpus. Incluso, pue<strong>de</strong> tratarse <strong>de</strong>procesos sumarios tramitados en otros ór<strong>de</strong>nes jurisdiccionales, como suce<strong>de</strong> actualmente conNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 207


Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>zel llamado amparo <strong>de</strong> legalidad o como en su momento se utilizaron los procesos interdictalescontra la vía <strong>de</strong> hecho administrativa. Pero siempre <strong>de</strong>ben existir el recurso <strong>de</strong> amparo y el <strong>de</strong>hábeas corpus como procesos sumarios <strong>de</strong> tutela a cargo <strong>de</strong> la Sala Constitucional.En resumen, lo que el artículo 48 constitucional establece es la garantía jurisdiccionalmínima que el or<strong>de</strong>namiento jurídico otorga a los <strong>de</strong>rechos fundamentales.No está por <strong>de</strong>más señalar que lo anterior se <strong>de</strong>riva <strong>de</strong>l carácter o naturaleza normativa<strong>de</strong> la Constitución. Al ser consi<strong>de</strong>rada la Constitución una norma jurídica, la norma suprema <strong>de</strong>lor<strong>de</strong>namiento jurídico, pero norma al fin, tiene eficacia jurídica plena y es <strong>de</strong> aplicación directae inmediata. Esto quiere <strong>de</strong>cir que, en principio, las disposiciones que contiene la Constituciónson útiles y suficientes para resolver conflictos intersubjetivos pues, son <strong>de</strong> aplicación asituaciones concretas.En principio, porque ello <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> también <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> la norma jurídica a seraplicada, esto es, <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> concreción en su formulación; sin embargo, <strong>de</strong>bemos tenerpresente que <strong>de</strong> las distintas disposiciones <strong>de</strong> una constitución, aquellas que establecen los<strong>de</strong>rechos fundamentales, particularmente los individuales, suelen ser lo suficientementeconcretas en su formulación como para ser aplicadas a situaciones jurídicas individuales sindificultad 4 .El carácter normativo <strong>de</strong> la Constitución <strong>de</strong>bería también dar lugar a que el control <strong>de</strong>constitucionalidad no sea <strong>de</strong> exclusiva competencia <strong>de</strong> la Sala Constitucional. Y este es, enrealidad, el punto <strong>de</strong> partida <strong>de</strong>l método difuso <strong>de</strong> control <strong>de</strong> constitucionalidad y, en ciertamedida, el <strong>de</strong>sarrollo más consecuente <strong>de</strong> dicho carácter; sin embargo, los países que hanadoptado un método concentrado han reservado para un único órgano dicha competencia enforma expresa.Es lo que la doctrina alemana <strong>de</strong>nomina como el establecimiento a favor <strong>de</strong> un órganojurisdiccional <strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> rechazo <strong>de</strong> las normas inconstitucionales 5 . Tal es el caso <strong>de</strong>Costa Rica. Tal y como se ha explicado, el artículo 10 constitucional establece a favor <strong>de</strong> la4 RUBIO LLORENTE (1993, pág. 90).5 GARCÍA <strong>de</strong> ENTERRÍA (1985, pág. 66).208NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Delimitación <strong>de</strong> competencias entre la SalaConstitucional y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>Sala, precisamente, el monopolio <strong>de</strong> rechazo <strong>de</strong> las normas inconstitucionales al atribuirle lacompetencia para <strong>de</strong>clarar la inconstitucionalidad <strong>de</strong> las normas.3. La interpretación <strong>de</strong> la ConstituciónPor su naturaleza normativa, con la Constitución suce<strong>de</strong> lo mismo que con cualquier otranorma jurídica: su aplicación, ya sea en un juicio abstracto <strong>de</strong> control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong>normas o en un concreto <strong>de</strong> tutela <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos fundamentales, requiere <strong>de</strong> su interpretación. Locual, a<strong>de</strong>más, resulta particularmente necesario <strong>de</strong> cara a un texto jurídico cuyas disposicionesnormativas suelen ser muy generales, con una estructura que no <strong>de</strong>fine una hipótesis fáctica,como es el caso <strong>de</strong> los valores y principios.Tomando lo anterior como punto <strong>de</strong> partida, lo relevante es precisar que si bien laSala Constitucional es el intérprete supremo <strong>de</strong> la Constitución, no es el intérprete exclusivo.Nuevamente, hay que extraer todas las consecuencias <strong>de</strong> la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la Constitucióncomo una norma jurídica <strong>de</strong> aplicación directa e inmediata.Si la Constitución es una norma jurídica en el pleno sentido <strong>de</strong> la expresión, entoncespue<strong>de</strong> (y <strong>de</strong>be) formar parte <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> normas que cualquier órgano jurisdiccional toma encuenta a la hora <strong>de</strong> resolver un caso concreto. Es más, por la posición que ocupa la Constituciónen el or<strong>de</strong>namiento jurídico como norma <strong>de</strong> rango superior a todas las <strong>de</strong>más normas, losórganos jurisdiccionales están en la obligación <strong>de</strong> incorporarla en el juicio que realizan 6 .En principio, <strong>de</strong>ben hacerlo utilizando a la Constitución como parámetro <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z<strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> las normas jurídicas que <strong>de</strong>be aplicar en el caso concreto. De esta forma, elórgano jurisdiccional realiza un juicio <strong>de</strong> constitucionalidad sobre las normas a aplicar. Estejuicio pue<strong>de</strong> ser positivo sobre la constitucionalidad <strong>de</strong> las normas a aplicar, o dar lugar a unainterpretación <strong>de</strong> estas que sea conforme con la Constitución, o ser negativo, lo que obligaríaal órgano a formular la consulta judicial respectiva a la Sala Constitucional, o, a inaplicar lanorma respectiva con base en la aplicación <strong>de</strong> algún prece<strong>de</strong>nte o la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la SalaConstitucional, si se trata <strong>de</strong> un órgano jurisdiccional <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial, todo <strong>de</strong> conformidadcon lo que señaló la Sala Constitucional en la sentencia número <strong>11</strong>85-95.6 Jurado Fernán<strong>de</strong>z (1998, págs. 2<strong>11</strong>-212)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 209


Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>zPero, a<strong>de</strong>más, los órganos con potestad jurisdiccional <strong>de</strong>ben utilizar a la Constitucióncomo norma <strong>de</strong> aplicación directa cuando ello no implique la inaplicación <strong>de</strong> una norma <strong>de</strong>rango inferior a aquella, pues en tal caso se estaría ejerciendo control <strong>de</strong> constitucionalidad y sólopodría aplicarse la Constitución en forma preferente, <strong>de</strong>saplicando la norma inconstitucional,en la hipótesis <strong>de</strong> que se aplique algún prece<strong>de</strong>nte o la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Sala.Es claro, entonces, que cualquier órgano que ejerza funciones jurisdiccionales <strong>de</strong>beaplicar la Constitución y que, en ese tanto, <strong>de</strong>be y pue<strong>de</strong> interpretarla. Lo que suce<strong>de</strong> es que, porla función <strong>de</strong> la Sala Constitucional como contralor <strong>de</strong> la constitucionalidad <strong>de</strong> las normas, conla competencia exclusiva para <strong>de</strong>clarar su inconstitucionalidad, su interpretación sobre el textoconstitucional, sus valores y principios, se impone sobre la interpretación que haga cualquierotro órgano en el ejercicio <strong>de</strong> la función jurisdiccional. Por eso se dice que la Sala Constitucionalsi bien no es el intérprete exclusivo <strong>de</strong> la Constitución sí es su intérprete supremo.II.Potesta<strong>de</strong>s y competencias <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong>De <strong>Elecciones</strong>El <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> es un órgano constitucional cuya función principaly fundamental es la organización, dirección y vigilancia <strong>de</strong> los actos relativos al sufragio, tal ycomo lo establece el artículo 99 constitucional. Podría <strong>de</strong>cirse que la potestad pública que ejerceel <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, <strong>de</strong> la cual se <strong>de</strong>rivan sus competencias, es sui génerisis encomparación con las potesta<strong>de</strong>s administrativas, jurisdiccional y legislativa, y que consiste en elejercicio <strong>de</strong> la función electoral.Lo que pueda enten<strong>de</strong>rse por función electoral a partir <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong>l artículo 99constitucional es difícil <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir, dada la redacción técnicamente <strong>de</strong>ficiente, por ambigua, quedé este numeral en relación con lo que le correspon<strong>de</strong> hacer al <strong>Tribunal</strong>.No está claro si la organización, dirección y vigilancia <strong>de</strong> los actos relativos al sufragiohace referencia al ejercicio <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho subjetivo, el <strong>de</strong> elegir y se electo a cargos públicos o si,en un sentido más amplio, comprehensivo <strong>de</strong> aquél, se refiere a la organización y administración<strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> los órganos <strong>de</strong> representación política. Lo cual es reflejo <strong>de</strong> laambigüedad que afecta al concepto mismo <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho electoral, entre un sentido restringido,210NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Delimitación <strong>de</strong> competencias entre la SalaConstitucional y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>como <strong>de</strong>recho individual y un sentido amplio, como regulación <strong>de</strong> los procesos para la elección<strong>de</strong> los órganos representativos en un sistema <strong>de</strong>mocrático 7 .Pero como el concepto amplio es más relevante en tanto atien<strong>de</strong> a aquellos temasorganizativos y administrativos <strong>de</strong> los cuales <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>, en todo caso, el ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rechoal sufragio como <strong>de</strong>recho subjetivo, la interpretación que se impone en atención al principio<strong>de</strong>mocrático recogido por la Constitución, es el <strong>de</strong> la función electoral como la actividad <strong>de</strong>organización y administración <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> los órganos <strong>de</strong> representaciónpolítica 8 .El <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> ejerce, junto a la función electoral, otras funcionesen forma excepcional y específica. Así, ejerce función administrativa, lo cuál hace que sele consi<strong>de</strong>re, en tanto órgano constitucional, parte <strong>de</strong>l Estado como ente público mayor oadministración pública centralizada 9 . Pero también ejerce función jurisdiccional y, según comose le mire, función legislativa. De estas tres potesta<strong>de</strong>s públicas clásicas, junto con la electoralsi po<strong>de</strong>mos hablar <strong>de</strong> una potestad <strong>de</strong> este tipo, que sería la que da sentido al <strong>Tribunal</strong>, se<strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n o <strong>de</strong>rivan las competencias <strong>de</strong> este órgano.Las competencias asociadas a la función electoral, entendiendo por dicha funciónlo relativo a la organización y administración <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> los órganos <strong>de</strong>representación política, son la convocatoria a elecciones; el nombramiento <strong>de</strong> los miembros<strong>de</strong> las juntas electorales; el dictado <strong>de</strong> las medidas necesarias para que los procesos electoralesse <strong>de</strong>sarrollen en condiciones <strong>de</strong> libertad, lo cual incluye asumir en conjunto con el Po<strong>de</strong>rEjecutivo, el mando <strong>de</strong> la fuerza pública; el escrutinio <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> los procesos electorales; yla respectiva <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong> elección, según lo dispone el artículo 102 constitucional en susincisos 1, 2, 6, 7 y 8. Hay que agregar lo relacionado con el financiamiento <strong>de</strong> los partidospolíticos (artículo 96 constitucional).Estas competencias aunque materialmente son administrativas, no lo son formalmente,ya que no son expresión <strong>de</strong> la función administrativa que el <strong>Tribunal</strong> realiza como parte <strong>de</strong> laAdministración Central.7 NOHLEN y SABSAY (1998, págs. 14-15).8 Ibid.9 Jinesta Lobo (2007, pág.161).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 2<strong>11</strong>


Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>zLas competencias <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong> una función administrativa por parte <strong>de</strong>l<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> son las relacionadas con la actividad registral <strong>de</strong>l registro civily el registro electoral 10 , así como la elaboración <strong>de</strong> su presupuesto. Forma parte <strong>de</strong> este tipo<strong>de</strong> competencias, la organización, dirección, fiscalización, escrutinio y <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> losresultados <strong>de</strong> un referéndum (artículo 102, inciso 9 <strong>de</strong> la Constitución Política). Esto último,aunque como se verá más a<strong>de</strong>lante ha sido consi<strong>de</strong>rado por el <strong>Tribunal</strong> materia electoral enrealidad no lo es, pues se trata <strong>de</strong> una manifestación <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r o función legislativa. El <strong>Tribunal</strong>en este tema realiza funciones administrativas organizando y fiscalizando el ejercicio <strong>de</strong> estafunción directamente por el pueblo.El <strong>Tribunal</strong> tiene, a<strong>de</strong>más, funciones legislativas o “cuasilegislativas”. El artículo 97constitucional establece la consulta obligada <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong><strong>Elecciones</strong> respecto <strong>de</strong> aquellos proyectos relativos a la materia electoral. La norma estableceuna mayoría calificada para po<strong>de</strong>r apartarse <strong>de</strong>l criterio <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> y la imposibilidad <strong>de</strong>aprobar una ley sobre esta materia en contra <strong>de</strong> dicho criterio durante los seis meses anterioresy los cuatro posteriores a un proceso electoral.Contrario a lo que sostiene una parte <strong>de</strong> la doctrina <strong>11</strong> , no es correcto sostener que <strong>de</strong> lodispuesto en los artículos 121.1 y 102.3 constitucionales, correspon<strong>de</strong> al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong><strong>Elecciones</strong> la interpretación auténtica <strong>de</strong> las leyes.En realidad, la disposición clave en este tema es el citado artículo constitucional 121.1cuya redacción, ciertamente, es algo confusa. Este numeral, luego <strong>de</strong> establecer lo esencial <strong>de</strong>la función legislativa que correspon<strong>de</strong> ejercer a la Asamblea Legislativa, esto es, la aprobación<strong>de</strong> las leyes, obviamente su reforma y <strong>de</strong>rogatoria, y su interpretación auténtica, indica unasalvedad respecto a dicha interpretación: lo dicho en el capítulo referente al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong><strong>Elecciones</strong>. Esto <strong>de</strong>be interpretarse en el sentido en que no proce<strong>de</strong> la interpretación auténtica,que es la que realiza la Asamblea Legislativa, respecto <strong>de</strong> la legislación ordinaria que <strong>de</strong>sarrollela materia electoral, y nada más, tal y como lo señaló la Sala Constitucional en su sentencianúmero 3194-92.10 JINESTA LOBO (2007, pág. 164).<strong>11</strong> Tales son los caso <strong>de</strong> HERNÁNDEZ VALLE (2004, págs. 207-208) y SOBRADO GONZÁLEZ (2005, pág. 24).212NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Delimitación <strong>de</strong> competencias entre la SalaConstitucional y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>Lo dispuesto en el artículo 102.3 constitucional no pue<strong>de</strong> ser calificado comointerpretación auténtica <strong>de</strong> las leyes, porque la interpretación auténtica es la que hace el propioórgano que dicta la norma 12 . Lo que suce<strong>de</strong> es que este numeral, al tiempo que otorga al <strong>Tribunal</strong>la competencia para interpretar las normas legales y constitucionales <strong>de</strong> materia electoral almargen <strong>de</strong> la resolución <strong>de</strong> un contencioso o <strong>de</strong> su aplicación a un caso concreto, estableceque dicha competencia es exclusiva <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> y que lo que éste diga es <strong>de</strong> acatamientoobligatorio, es <strong>de</strong>cir, que tiene efectos erga omnes. Esto hace que la interpretación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong><strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> las normas legales –y constitucionales- tenga, en la práctica, losmismos efectos que una interpretación auténtica.Finalmente, el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> también tiene competenciasjurisdiccionales. El artículo 102.4 constitucional le atribuye el conocimiento en alzada <strong>de</strong> lasresoluciones <strong>de</strong>l Registro Civil y <strong>de</strong> las juntas electorales que tengan apelación. Y el inciso 5<strong>de</strong> ese mismo artículo, le otorga la competencia para resolver las <strong>de</strong>nuncias formuladas porlos partidos políticos sobre parcialidad política <strong>de</strong> los funcionarios públicos, o sobre actividadpolítica <strong>de</strong> aquellos funcionarios que tienen prohibición para ello.El título V <strong>de</strong>l Código Electoral regula lo relacionado con la jurisdicción electoral quees aquella que tiene por objeto garantizar la correcta aplicación <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>namiento jurídicoelectoral, tal y como reza el artículo 219 <strong>de</strong> ese cuerpo <strong>de</strong> ley.En el ejercicio <strong>de</strong> esta jurisdicción, el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> es competentepara conocer <strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> amparo electoral; <strong>de</strong> la impugnación <strong>de</strong> acuerdos <strong>de</strong> asambleas<strong>de</strong> partidos políticos en los procesos <strong>de</strong> constitución e inscripción; <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong> nulidad <strong>de</strong>acuerdos partidarios; <strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> apelación electoral; <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> nulidad relativa aresultados electorales; <strong>de</strong> la cancelación o anulación <strong>de</strong> cre<strong>de</strong>nciales; y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>nuncia porparcialidad o beligerancia política (artículo 220, Código Electoral).La <strong>de</strong>nominada <strong>de</strong>nuncia por parcialidad o beligerancia política que regula el capítuloVIII <strong>de</strong>l Código Electoral es el instrumento procesal establecido por la legislación ordinaria paralo señalado en el artículo 102.5 constitucional.12 BETTI (1975, pág.177).NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 213


Delimitación <strong>de</strong> competencias entre la SalaConstitucional y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>1. El control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normas electoralesLa Sala Constitucional ejerce en forma exclusiva el control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong>todas las normas, tal y como se ha explicado supra. Esto incluye a la normas <strong>de</strong> naturalezaelectoral. En realidad, en este punto, no <strong>de</strong>bería haber conflicto alguno. La distribución <strong>de</strong>competencias que hace la Constitución, en primer lugar, y luego las normas <strong>de</strong> rango legales clara. El monopolio <strong>de</strong> rechazo <strong>de</strong> las normas que el artículo 10 constitucional establecea favor <strong>de</strong> la Sala hace que el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> no tenga competencias paraejercer control <strong>de</strong> constitucionalidad. En todo caso, una competencia <strong>de</strong> este tipo tendría queestar establecida a nivel constitucional y ninguna <strong>de</strong> las normas <strong>de</strong> la Constitución referidas al<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> lo establece.Esta competencia exclusiva a favor <strong>de</strong> la Sala Constitucional en materia <strong>de</strong> control<strong>de</strong> constitucionalidad incluye el control <strong>de</strong> la potestad reglamentaria que le reconoce elCódigo Electoral (artículo 12, incisos i, ñ y r) en relación con las disposiciones legales sobre elfinanciamiento público y privado <strong>de</strong> los partidos políticos y en relación con su organización, yla <strong>de</strong> aquellos órganos subordinados a éste, como el Registro Civil y la juntas electorales.2. Sobre la interpretación <strong>de</strong> la ConstituciónComo se indicó líneas arriba, el artículo 102. 3 constitucional establece que el <strong>Tribunal</strong><strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> tiene como competencia exclusiva la <strong>de</strong> interpretar las normasconstitucionales y legales <strong>de</strong> naturaleza electoral. Esto plantea una situación conflictiva respecto<strong>de</strong> la competencia, también exclusiva, que tiene la Sala Constitucional para ejercer el control<strong>de</strong> constitucionalidad cuando este control se refiere a normas <strong>de</strong> naturaleza o materia electoral.Es claro que en el ejercicio <strong>de</strong>l control <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normas, la SalaConstitucional <strong>de</strong>be interpretar no sólo a la ley que juzga sino, a<strong>de</strong>más, la normativa constitucionalque utiliza como parámetro <strong>de</strong> vali<strong>de</strong>z. Cabe, entonces, la posibilidad <strong>de</strong> un conflicto <strong>de</strong>competencias en la medida en que, en principio, tanto la Sala como el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong><strong>Elecciones</strong> interpretan las normas <strong>de</strong> rango constitucional y legal en materia electoral, a pesar<strong>de</strong> que la propia Constitución señala que el <strong>Tribunal</strong> ejerce, en esta materia, una competenciaexclusiva y <strong>de</strong> acatamiento obligatorio, es <strong>de</strong>cir, con efectos erga omnes.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 215


Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>zLa regulación constitucional <strong>de</strong> este tema <strong>de</strong>be interpretarse a partir <strong>de</strong> los fines quela Constitución asume en su normativa y en los principios y valores constitucionales. En estesentido, el principio <strong>de</strong>mocrático que informa al texto constitucional es <strong>de</strong> especial importanciaen este tema, toda vez que el sistema electoral es el mecanismo por medio <strong>de</strong>l cual el puebloejerce su soberanía en el nombramiento <strong>de</strong> quienes le han <strong>de</strong> representar en los órganos <strong>de</strong>po<strong>de</strong>r político.Es claro el fin buscado por la Constitución en la regulación sobre el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>: la instauración <strong>de</strong> órgano <strong>de</strong> rango constitucional in<strong>de</strong>pendiente en el ejercicio<strong>de</strong> la función electoral. Lo dispuesto en el ya citado artículo 102.3 respecto a la competenciaexclusiva para interpretar la normativa constitucional y legal en materia electoral, es una garantía<strong>de</strong> dicha in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Des<strong>de</strong> este punto <strong>de</strong> vista, lo dispuesto en esta norma constituye unasalvedad a la tesis <strong>de</strong> que, si bien la Sala Constitucional no es el intérprete exclusivo <strong>de</strong> laConstitución, sí es el intérprete máximo, pues en materia electoral no lo sería.Ahora bien, un correcto planteamiento <strong>de</strong> este tema <strong>de</strong>be contener la siguiente precisión:lo establecido en el artículo 102.3 constitucional implica que la Sala Constitucional, al ejercer elcontrol <strong>de</strong> constitucionalidad <strong>de</strong> las normas <strong>de</strong> materia electoral, <strong>de</strong>be respetar la interpretaciónque el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> haya hecho en relación con las normas que juzga o queutiliza como parámetro <strong>de</strong> control en el caso <strong>de</strong> las normas constitucionales.Por otra parte, la exclusividad a que hace referencia el numeral 102.3 constitucionalce<strong>de</strong> ante el ejercicio <strong>de</strong> una competencia propia <strong>de</strong> la Sala Constitucional, cual es el control <strong>de</strong>constitucionalidad. Sostener lo contrario, implicaría que en materia electoral la Sala no podríaejercer el control <strong>de</strong> constitucionalidad en la medida en que le estaría vedado interpretar lanormativa constitucional y legal <strong>de</strong> esa materia, y como el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> notiene competencia para <strong>de</strong>clarar la inconstitucionalidad <strong>de</strong> las normas, la normativa electoral<strong>de</strong> rango legal quedaría sustraída al control <strong>de</strong> constitucionalidad, lo cual sería contrario alprincipio <strong>de</strong>l Estado Constitucional como máxima expresión <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Derecho.Lo anterior da pie a otra precisión importante: si en el ejercicio <strong>de</strong>l control <strong>de</strong>constitucionalidad <strong>de</strong> las normas <strong>de</strong> naturaleza electoral la Sala Constitucional interpreta lanormativa constitucional y legal sobre esta materia, esa interpretación se impone y el <strong>Tribunal</strong><strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong>be asumir dicha interpretación, si ejerce la competencia <strong>de</strong>l artículo102.3.216NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Delimitación <strong>de</strong> competencias entre la SalaConstitucional y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>3. La tutela <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos fundamentales político-electoralesEl <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> tiene, en relación con la tutela <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechosfundamentales <strong>de</strong> carácter político-electoral, competencia exclusiva. La propia SalaConstitucional así lo ha entendido, pues en reiterada jurispru<strong>de</strong>ncia ha señalado que:“En principio, los actos emanados <strong>de</strong> la asamblea <strong>de</strong> un partido político versaránsobre materia electoral, toda vez que las <strong>de</strong>cisiones que orientan la actividadpolítica <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> agrupaciones son dictadas precisamente por estos órganos<strong>de</strong>l partido. Sobre esta materia, ya el propio <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> haexpresado su criterio en el sentido <strong>de</strong> que “Por obvio que resulte, es preciso<strong>de</strong>jar claro, sin embargo, que al <strong>de</strong>cir la Constitución Política “actos relativos alsufragio” <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la competencia atribuida al <strong>Tribunal</strong>, no sólo se compren<strong>de</strong>nlos propios <strong>de</strong> la emisión <strong>de</strong>l voto, sino todos aquellos <strong>de</strong>scritos en la propiaConstitución o en las leyes electorales y que, directa o indirectamente serelacionen con todo el proceso electoral, incluidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, la constitución,organización, dirección y funcionamiento en general <strong>de</strong> los partidos políticosy la elección y ejercicio <strong>de</strong>l cargo <strong>de</strong> sus representantes o candidatos, siempreque, por su naturaleza, sean actos regulados por las leyes electorales o sean“relativos al sufragio con los alcances ya señalados a éste término.” (Sentencia<strong>de</strong>l T.S.E. N° 4 <strong>de</strong> las 9:25 hrs. <strong>de</strong>l 3 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1996). De conformidadcon todo lo dicho, estima la Sala que si a juicio <strong>de</strong> un militante <strong>de</strong> cualquierpartido un acuerdo adoptado por alguna <strong>de</strong> las asambleas <strong>de</strong> éste infringe sus<strong>de</strong>rechos fundamentales -<strong>de</strong> carácter político electoral- pue<strong>de</strong> reclamar la tutela<strong>de</strong> esos <strong>de</strong>rechos directamente ante <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, que esel competente para conocer <strong>de</strong> una gestión <strong>de</strong> esa naturaleza en razón <strong>de</strong> lamateria, que le ha sido encargada por la Constitución Política con carácter <strong>de</strong>exclusividad. Sin perjuicio <strong>de</strong> lo anterior, cabe advertir que ya la jurispru<strong>de</strong>ncia<strong>de</strong> esta Sala se ha pronunciado en el sentido <strong>de</strong> que, si bien la Constituciónle atribuye una competencia exclusiva al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> entodos los asuntos relacionados con materia electoral –lo que ciertamente ha<strong>de</strong>terminado el rechazo <strong>de</strong> plano <strong>de</strong> recursos <strong>de</strong> amparo relacionados con estamateria-, en el caso <strong>de</strong> que la gestión sea planteada ante el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> y éste <strong>de</strong>cline expresamente su competencia, esta Sala conservasus atribuciones para entrar a resolver el asunto, cuando exista <strong>de</strong> por medio lalesión <strong>de</strong> un <strong>de</strong>recho fundamental, con apoyo en la amplia competencia que leacuerda el artículo 48 constitucional.” (Sentencia número 2000-<strong>11</strong>036 <strong>de</strong> 13 <strong>de</strong>diciembre <strong>de</strong> 2000.)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 217


Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>zEl propio <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong>fine si en un caso <strong>de</strong> tutela <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechosfundamentales se está o no en presencia <strong>de</strong> materia electoral. De no ser así, la Sala Constitucionalsimplemente ejerce su competencia en este campo por medio <strong>de</strong> recurso <strong>de</strong> amparo. En todocaso, es necesario tener presente que, en aplicación <strong>de</strong> lo dispuesto en el artículo 102.3 sobrela competencia para interpretar en forma exclusiva la normativa constitucional y legal <strong>de</strong>naturaleza electoral, lo que el <strong>Tribunal</strong> <strong>de</strong>fina como materia electoral se impone a lo que en estemismo tema señale la Sala Constitucional en la tramitación <strong>de</strong> los amparos. Esto es, que a lahora <strong>de</strong> tramitar o no un amparo que en principio pue<strong>de</strong> versar sobre <strong>de</strong>rechos fundamentales<strong>de</strong> carácter político-electoral, la Sala Constitucional ha <strong>de</strong> atenerse a la interpretación contenidaen la jurispru<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> sobre lo que ha <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse, formaparte <strong>de</strong>l objeto <strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> amparo electoral.4. Los alcances <strong>de</strong>l artículo 103 constitucionalSe ha señalado que un conflicto <strong>de</strong> competencias particularmente grave es aquel quepue<strong>de</strong> producirse cuando la Sala Constitucional ejerce sus competencias a propósito <strong>de</strong> actos<strong>de</strong>l propio <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>.En principio, esto no <strong>de</strong>bería ocurrir respecto <strong>de</strong> aquella materia que <strong>de</strong>fine un ámbito<strong>de</strong> competencia exclusiva <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong>, es <strong>de</strong>cir, la materia electoral.La doctrina nacional ha señalado que la imposibilidad <strong>de</strong> recurrir las resoluciones <strong>de</strong>l<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> se refiere únicamente a la materia electoral. De tal suerte, losactos y resoluciones <strong>de</strong> <strong>Tribunal</strong> en ejercicio <strong>de</strong> su función meramente administrativa, comolo es la registral, pue<strong>de</strong>n ser impugnados en la vía ordinaria <strong>de</strong> la jurisdicción contenciosoadministrativoo por medio <strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> amparo, si está <strong>de</strong> por medio la tutela <strong>de</strong> un <strong>de</strong>rechofundamental que no sería <strong>de</strong> naturaleza político-electoral 13 .De conformidad con esta interpretación, lo dispuesto en el numeral 103 constitucional,que prescribe la imposibilidad <strong>de</strong> recurrir las resoluciones <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>,se circunscribe a las <strong>de</strong> carácter electoral, pero con la advertencia <strong>de</strong> que el vocablo “resolución”<strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse en sentido amplio, no como la que se produce en ejercicio <strong>de</strong> la potestadjurisdiccional, sino como actos en general, incluyendo todos aquellos relacionados con lamateria electoral o con la administración <strong>de</strong> los procesos electorales, como la convocatoria <strong>de</strong>13 SOBRADO GONZÁLEZ (2005, pág.24).218NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Delimitación <strong>de</strong> competencias entre la SalaConstitucional y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>elecciones, la integración <strong>de</strong> la Juntas Electorales, el escrutinio <strong>de</strong>l sufragio, la <strong>de</strong>claratoria <strong>de</strong>elecciones, a que hace referencia el artículo 102 <strong>de</strong> la Constitución Política.Obviamente, es <strong>de</strong> aplicación lo dispuesto en el artículo 103 constitucional a lasresoluciones <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> dictadas en el ejercicio <strong>de</strong> su potestadjurisdiccional, cuando la materia sobre la cual versa la resolución es <strong>de</strong> naturaleza electoral.Esto hace que no sean recurribles las resoluciones producidas en los procesos que se tramitan enla jurisdicción electoral, esto es, los que establece el artículo 220 <strong>de</strong>l Código Electoral.Finalmente, habría que señalar que, por no ser materia electoral lo relacionado con laorganización <strong>de</strong> los referendos, no le es aplicable lo dispuesto en el artículo 103 constitucional.Y, para los efectos, tampoco lo dispuesto en el artículo 102.3 <strong>de</strong> la Constitución ni las resolucioneso actos producidos a propósito <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> la normativa que lo regula (ley número 8492<strong>de</strong> 9 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2006) objeto <strong>de</strong>l recurso <strong>de</strong> amparo electoral.Sin embargo, la anterior no es la interpretación que ha hecho el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> sobre la naturaleza o carácter <strong>de</strong> la normativa que regula el referéndum. En laresolución número 3384-E-2006, el <strong>Tribunal</strong> claramente expresó que lo relacionado con elreferéndum era materia electoral. Señaló el <strong>Tribunal</strong>:“En virtud <strong>de</strong> que la solicitud preten<strong>de</strong> que se autorice la celebración <strong>de</strong> unaconsulta popular no vinculante, en la que se apliquen las disposiciones <strong>de</strong> la Leyque dispone la Regulación <strong>de</strong>l Referéndum, la gestión constituye materia electoralque se ubica en el ámbito <strong>de</strong> competencias otorgadas constitucionalmente aeste <strong>Tribunal</strong> (…) Bajo este concepto <strong>de</strong> sufragio, la realización <strong>de</strong> una consultapopular para pronunciarse sobre un tema <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia nacional, como loes el TLC, aun cuando sus resultados no sean vinculantes para la AsambleaLegislativa, <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rada materia electoral y por en<strong>de</strong>, es este <strong>Tribunal</strong>el que <strong>de</strong>be pronunciarse sobre la proce<strong>de</strong>ncia o no <strong>de</strong> la petición que aquí seformula” (Resolución número 3384-E-2006 <strong>de</strong> 24 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 2006).Esta interpretación fue reiterada en la resolución número 790-E-2007, mediante la cualse resolvió la gestión para que se autorizara la recolección <strong>de</strong> firmas para la convocatoria areferéndum relacionado con el Tratado <strong>de</strong> Libre Comercio República Dominicana, Centroaméricay Estados Unidos. En esta resolución, al <strong>de</strong>cidir sobre la admisibilidad <strong>de</strong> la gestión, se señalóque resolver sobre la misma era parte <strong>de</strong> las competencias electorales <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong>.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 219


Julio Jurado Fernán<strong>de</strong>zSe pue<strong>de</strong> señalar al respecto que, aunque la organización <strong>de</strong> los referendos y el escrutinio<strong>de</strong> sus resultados estén atribuidos por la Constitución al <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, estono le da carácter <strong>de</strong> materia electoral. La Constitución pone bajo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> alRegistro Civil y ello no implica que la materia registral sea <strong>de</strong> naturaleza electoral.El referéndum es una forma <strong>de</strong> ejercer la potestad legislativa, tal y como lo establece elartículo 105 constitucional. Ciertamente, es una forma <strong>de</strong> participación ciudadana en el ejercicio<strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r político, como lo es la elección <strong>de</strong> quienes integran los órganos <strong>de</strong> representaciónpolítica, como la Asamblea Legislativa. Pero una cosa es la elección <strong>de</strong> los representantespopulares llamados a ejercer las diversas potesta<strong>de</strong>s públicas, como la legislativa, y otra cosaes el ejercicio <strong>de</strong> esas potesta<strong>de</strong>s. El referéndum es el ejercicio <strong>de</strong> la potestad <strong>de</strong> legislar comotal. Aunque sea una forma <strong>de</strong> participación ciudadana, no es un acto <strong>de</strong> elección, es un acto <strong>de</strong>legislación.En la sentencia número 13313-10 la Sala Constitucional anuló la resolución <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong><strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> número 3401-E9-2008, mediante la cual había autorizado la recolección<strong>de</strong> firmas para convocar un referéndum sobre el proyecto <strong>de</strong> ley <strong>de</strong>nominado “Ley <strong>de</strong> unión civilentre personas <strong>de</strong>l mismo sexo”. Aunque los consi<strong>de</strong>randos <strong>de</strong> este voto no están redactadosal momento <strong>de</strong> escribirse este artículo, si la Sala Constitucional reitera su jurispru<strong>de</strong>ncia, <strong>de</strong>bióaceptar el conocimiento <strong>de</strong>l asunto bajo la premisa <strong>de</strong> que no se está frente a materia electoral.El único problema <strong>de</strong> esta tesis es que la propia Sala Constitucional ha señalado que es el<strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> el que <strong>de</strong>fine qué es y qué no es materia electoral, y en el tema<strong>de</strong> referendos ya había calificado dicha regulación como materia electoral.En todo caso, y al margen <strong>de</strong> la opinión que se pueda tener en relación con la interpretaciónque el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> hizo sobre la normativa que regula lo relacionado conel referéndum, lo cierto es que en este tema ya había ejercido la competencia que le otorgala Constitución en el artículo 102.3 y había <strong>de</strong>finido su propia competencia material en eltema, calificando como electoral lo relacionado con el referéndum. A partir <strong>de</strong> ese momento,a las resoluciones <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> sobre gestiones para convocar a referéndum, y <strong>de</strong>más actos yresoluciones relacionadas con dicha normativa las cubre lo dispuesto en el artículo 103, por loque la Sala Constitucional no <strong>de</strong>bió darle curso al amparo que llevó al voto 13313-10. En esto,<strong>de</strong>bió respetar su propia jurispru<strong>de</strong>ncia, a menos que haya procedido a reformarla.220NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Delimitación <strong>de</strong> competencias entre la SalaConstitucional y el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>Literatura consultadaBetti, Emilio. Interpretación <strong>de</strong> la ley y <strong>de</strong> los actos jurídicos. Madrid: Editorial Revista <strong>de</strong>Derecho Privado, 1975.Favoreu, Louis. Los <strong>Tribunal</strong>es Constitucionales. Barcelona: Editorial Ariel, 1994.García <strong>de</strong> Enterría, Eduardo. La Constitución como norma y el <strong>Tribunal</strong> Constitucional. Madrid:Editorial Civitas, 1985.Hernán<strong>de</strong>z Valle, Rubén. Derecho electoral costarricense. San José: Editorial Juricentro, 2004.Jinesta Lobo, Ernesto. Tratado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho administrativo. San José: Investigaciones Jurídicas,2007.Jurado Fernán<strong>de</strong>z, Julio. Consi<strong>de</strong>raciones generales sobre la aplicación <strong>de</strong> la Constitución porlos jueces ordinarios, en la jurisdicción constitucional y su influencia en el Estado <strong>de</strong><strong>de</strong>recho. San José: UNED, 1998.Jurado Fernán<strong>de</strong>z, Julio. Jueces y Constitución. San José: Editorial Juricentro, 2003.Nohlen, Dieter; Picado Sonia; y Zovatto, Daniel. Tratado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho electoral comparado <strong>de</strong>América Latina. México: Fondo <strong>de</strong> Cultura Económica, 1998.Rubio Llorente, Francisco. La forma <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r. Madrid: Centro <strong>de</strong> Estudios Constitucionales,1993.Sobrado González, Luis Antonio. La justicia electoral en Costa Rica. San José: InvestigacionesJurídicas, 2005.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 221


ReseñaBIBLIOGRÁFICA


Revista Mundo Electoral (2010), año 3, Número 9, Setiembre <strong>de</strong>2010. Panamá.La Revista Mundo Electoral No.9, editada por el <strong>Tribunal</strong> Electoral <strong>de</strong> Panamá, presentaen este número un análisis <strong>de</strong> Pablo Gutiérrez, Director <strong>de</strong>l Departamento para la Cooperación yla Observación Electoral <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> Estados Americanos (OEA), sobre la experiencia<strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoral <strong>de</strong> Panamá en el proceso que culminó con la obtención <strong>de</strong>l certificado<strong>de</strong> calidad bajo normas internacionales ISO 9001 en cuatro direcciones <strong>de</strong> esta institución: laDirección <strong>de</strong> Informática; la Dirección Nacional <strong>de</strong> Registro Civil; la Dirección Nacional <strong>de</strong>Cedulación y la <strong>de</strong> Organización Electoral.El autor <strong>de</strong>staca que esta certificación representa un salto cualitativo y trascen<strong>de</strong>ntalpara el órgano electoral panameño, al convertirse en el primer organismo electoral <strong>de</strong> la regiónen contar con un certificado <strong>de</strong> calidad <strong>de</strong> sus procesos a nivel nacional. Asimismo, señala larelevancia <strong>de</strong> este esfuerzo por buscar formas innovadoras <strong>de</strong> mejorar la gestión pública enbeneficio <strong>de</strong> los ciudadanos.El artículo <strong>de</strong>scribe las etapas <strong>de</strong>l proceso iniciado en 2007 y que culminó en mayo<strong>de</strong> 2010 cuando el <strong>Tribunal</strong> Electoral recibió la certificación. El autor reflexiona sobre los<strong>de</strong>safíos enfrentados y las lecciones aprendidas en el proceso, <strong>de</strong>stacando la relevancia <strong>de</strong> estaexperiencia para motivar otras similares en los organismos electorales <strong>de</strong> la región.En el artículo “Cabizbaja: una Democracia en<strong>de</strong>udada y avergonzada”, el Magistrado<strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> Electoral <strong>de</strong> Panamá, Gerardo Solís, señala que el sistema político panameño <strong>de</strong>bemejorarse para garantizar los <strong>de</strong>rechos políticos <strong>de</strong> las mujeres. Destaca que Panamá ocupa elúltimo lugar en materia <strong>de</strong> igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s para las mujeres en relación con el accesoa la Asamblea Nacional, y que es urgente la aplicación <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> inclusión que haganobligatoria la aplicación <strong>de</strong> medidas correctivas.Solís analiza algunas alternativas que ofrecen los sistemas electorales para asegurar laparticipación política femenina, <strong>de</strong>stacando el sistema <strong>de</strong> elección mediante listas cerradas conmandato <strong>de</strong> ubicación forzosa en las listas, y el sistema <strong>de</strong> selección mediante listas abiertas sinNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 225


ubicación forzada, como las alternativas que más favorecen una efectiva representación <strong>de</strong> lasmujeres a nivel legislativo nacional. Indica que lo i<strong>de</strong>al sería aplicar una norma <strong>de</strong> acatamientoobligatorio para todos los partidos, tanto a lo interno como a lo externo, al momento <strong>de</strong> presentarsus precandidatos y candidatos, <strong>de</strong> forma tal que si los estatutos <strong>de</strong> los partidos no exigen larealización <strong>de</strong> elecciones primarias, <strong>de</strong>ben cumplir obligatoriamente con la cuota <strong>de</strong> mujerespostuladas para la elección general. En caso contrario, si el partido contempla la realización <strong>de</strong>primarias para <strong>de</strong>finir las candidaturas, se aplica una acción afirmativa para el proceso primario,con una cuota más alta que para la elección general. Esto con el fin <strong>de</strong> que los resultadosproyectables reflejen un cumplimiento <strong>de</strong> la acción afirmativa a aplicar en la elección general.Por su parte, Pierre Garrone, Jefe <strong>de</strong> la División <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> y Referéndums <strong>de</strong> laComisión <strong>de</strong> Venecia, Consejo <strong>de</strong> Europa, presenta un artículo sobre el estatus internacional<strong>de</strong> los observadores electorales. El autor explica que a pedido <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Europa y <strong>de</strong>su Asamblea Parlamentaria, la Comisión <strong>de</strong> Venecia preparó un informe sobre un estatusinternacional reconocido para los observadores internacionales. El informe se <strong>de</strong>sarrolló entres etapas, e incluyó una serie <strong>de</strong> directrices y principios generales referidos a la función <strong>de</strong>los observadores, sus <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres. Concluye el autor indicando que el asunto estápendiente ante la Asamblea Parlamentaria <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Europa, con vistas a la adopción <strong>de</strong>una resolución y recomendaciones <strong>de</strong> los Estados miembros.En la sección La pluma invitada, Oscar Sittón, Decano <strong>de</strong> Postgrado <strong>de</strong> la UniversidadEspecializada <strong>de</strong> las Américas (UDELAS), expone sobre la reciente creación <strong>de</strong> la Maestría enEstudios Electorales, producto <strong>de</strong> un convenio <strong>de</strong> cooperación interinstitucional suscrito por el<strong>Tribunal</strong> Electoral <strong>de</strong> Panamá y esa Universidad. El autor <strong>de</strong>staca que el programa <strong>de</strong> maestríapreten<strong>de</strong> generar un espacio académico a nivel superior <strong>de</strong>dicado a las cuestiones electorales,que garantice una a<strong>de</strong>cuada educación en materia electoral y contribuya al fortalecimiento <strong>de</strong>la vida en <strong>de</strong>mocracia. El texto <strong>de</strong>talla los antece<strong>de</strong>ntes y objetivos <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> maestría,así como los componentes principales <strong>de</strong>l currículum <strong>de</strong> estudios.En el artículo “La profesión electoral como disuasivo <strong>de</strong>l frau<strong>de</strong>”, Rafael López Pintorexpone sobre la necesidad <strong>de</strong> consolidar la profesión electoral en las nuevas <strong>de</strong>mocracias.El autor indica que en la medida en que los administradores electorales, en su condición<strong>de</strong> profesionales, puedan disuadir o revertir la interferencia política in<strong>de</strong>bida en el procesoelectoral, se está fortaleciendo el proceso <strong>de</strong>mocrático. Señala que la mera invocación porparte <strong>de</strong>l funcionario <strong>de</strong> estándares profesionales con los que se sienta éticamente obligado, ycuya infracción le pueda acarrear sanciones <strong>de</strong> su asociación profesional, pue<strong>de</strong> constituirse enuna barrera frente a presiones in<strong>de</strong>bidas <strong>de</strong> manipulación <strong>de</strong> cualquier elemento <strong>de</strong>l procesoelectoral. En ese sentido, reitera la importancia <strong>de</strong> que la profesión sea i<strong>de</strong>ntificada públicamentey alcance soli<strong>de</strong>z institucional.Félix Ulloa, exmagistrado <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> Electoral <strong>de</strong> El Salvador, aporta un artículosobre la relevancia <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l Derecho Electoral para consolidar el conocimiento, <strong>de</strong>finicióny observancia <strong>de</strong> los principios, normas y procedimientos que informan los valores y prácticas<strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. El autor enfatiza en la necesidad que los actores políticos, los administradoresy operadores <strong>de</strong> los sistemas electorales, así como los formadores <strong>de</strong> profesionales que trabajan226NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


en este campo, conozcan el universo que regula las instituciones y los sistemas electorales.Ulloa expone los antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l Derecho Electoral, y hace aportes sobre su autonomía y sui<strong>de</strong>ntidad como rama <strong>de</strong>l Derecho.De particular interés, por la novedad a que hace referencia, es el artículo <strong>de</strong> Jorge Bravosobre las elecciones en la Comarca Ngöbe Buglé y el reto que su organización representó parael <strong>Tribunal</strong> Electoral panameño. El autor explica que esa comarca es una jurisdicción especialequivalente a una provincia, creada mediante Ley en marzo <strong>de</strong> 1997. Al lado <strong>de</strong> ser una <strong>de</strong> lasregiones <strong>de</strong> más difícil acceso en el país, es la comarca más extensa y con mayor cantidad <strong>de</strong>habitantes. Tiene, asimismo, una forma <strong>de</strong> gobierno muy particular: a diferencia <strong>de</strong> las provinciasque sólo cuentan con un gobernador, alcal<strong>de</strong>s representantes y corregidores en cada uno <strong>de</strong> losdistritos, también tiene un gobierno comarcal <strong>de</strong>nominado Autorida<strong>de</strong>s Tradicionales, el cual,hasta 2010, era electo por una asamblea <strong>de</strong>l pueblo. A partir <strong>de</strong> 2010, y por común acuerdoentre el pueblo Ngöbe Buglé y el <strong>Tribunal</strong> Electoral <strong>de</strong> Panamá, se hizo una reforma a su CartaOrgánica Administrativa para armonizar el proceso electoral con el Código Electoral Nacional yla Constitución Política. En consecuencia, se <strong>de</strong>positó la confianza en el <strong>Tribunal</strong> Electoral parala organización, reglamentación y supervisión <strong>de</strong> las elecciones en la comarca, manteniendosu forma <strong>de</strong> gobierno tradicional. El proceso <strong>de</strong> organización <strong>de</strong> las elecciones y los retos queimpuso al órgano electoral son <strong>de</strong>scritos por el autor.El expresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Comisión Justicia y Paz, y exrector <strong>de</strong> la Universidad Católica SantaMaría La Antigua, Stanley Muschett, expone sobre los orígenes y los efectos <strong>de</strong>l compromisoético electoral <strong>de</strong> Santa María la Antigua, suscrito en Panamá en mayo <strong>de</strong> 1993. El autor explicael rol <strong>de</strong> la Comisión Justicia y Paz en la elaboración <strong>de</strong> la propuesta para adoptar un compromisoético que diese un elemento <strong>de</strong> fuerza moral a la conducta electoral, las negociaciones que sedieron para su adopción, y los efectos que el compromiso adoptado han tenido en la culturaelectoral <strong>de</strong> los panameños.En relación con la experiencia electoral en otros países, María Novais, juez <strong>de</strong> primerainstancia en lo electoral <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Paraguay, expone sobre el sistema electoral paraguayo,sus principales instituciones y funciones. Por su parte, Manuel Carrillo, Coordinador <strong>de</strong> AsuntosInternacionales <strong>de</strong>l Instituto Fe<strong>de</strong>ral Electoral <strong>de</strong> México (IFE), analiza el proceso electoralcelebrado el 4 <strong>de</strong> julio pasado en 14 <strong>de</strong> los 32 estados mexicanos. Carrillo explica el contextopolítico en que se realizó la elección, y brinda algunos datos relevantes sobre la participaciónelectoral, los resultados electorales y los <strong>de</strong>safíos presentes en términos <strong>de</strong> gobernabilidad.Finalmente, Rodolfo González, Ministro <strong>de</strong> la Corte Electoral <strong>de</strong>l Uruguay, analiza el rol <strong>de</strong>las encuestas y su inci<strong>de</strong>ncia en los procesos electorales, con particular referencia al procesoelectoral <strong>de</strong> Colombia <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010.Otros artículos <strong>de</strong> interés son el <strong>de</strong> Andrés Sossa, que trata sobre las re<strong>de</strong>s sociales ylas nuevas formas <strong>de</strong> hacer política; y el <strong>de</strong> Adalberto Chávez, que abunda sobre el rol <strong>de</strong>lRegistrador Auxiliar, <strong>de</strong>stacando su función en el proceso <strong>de</strong> inscripción manual <strong>de</strong> los hechosvitales, en particular en zonas <strong>de</strong> difícil acceso.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 227


Finalmente, la revista contiene los discursos <strong>de</strong> Gary Corb y <strong>de</strong>l Magistrado ErasmoPinilla, con ocasión <strong>de</strong> la entrega <strong>de</strong>l certificado <strong>de</strong> normas <strong>de</strong> calidad ISO 9001 al <strong>Tribunal</strong>Electoral <strong>de</strong> Panamá.La Revista reseñada contiene a<strong>de</strong>más otras secciones complementarias con informaciónelectoral y política, entre ellas “Quién es quién”, “Electotips”, “Glosario” y el calendarioelectoral 2010.Ileana Aguilar Olivares228NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Revista Justicia Electoral, Cuarta Época, Vol.1, Núm.5, 2010.México: <strong>Tribunal</strong> Electoral <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración.La Revista Justicia Electoral, Núm.5 <strong>de</strong> 2010, contiene cinco secciones: Doctrinal,Estados, Documental, Entrevista y Bibliográfica. La primera abre con la conferencia <strong>de</strong> DieterNohlen <strong>de</strong>nominada “¿Cómo enten<strong>de</strong>r, analizar y observar las elecciones en los países árabes eislámicos?” y el artículo <strong>de</strong> Daniel Tacher Contreras sobre “Los <strong>de</strong>rechos políticos en el ámbito<strong>de</strong>l Derecho Internacional”.A<strong>de</strong>más, esa sección contiene tres artículos relacionados con la propaganda política:Manuel González Oropeza y Carlos Báez Silva sistematizan las principales resoluciones endon<strong>de</strong> el <strong>Tribunal</strong> Electoral <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Judicial <strong>de</strong> la Fe<strong>de</strong>ración se ha pronunciado sobre laprohibición <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong> símbolos, expresiones, alusiones o fundamentaciones <strong>de</strong> carácterreligioso en la propaganda política y electoral; Marco Antonio Baños y Luis Miguel Carreidocomparten la autoría <strong>de</strong>l artículo “Distorsiones <strong>de</strong> la propaganda política”; Adrián Gimate-Welsh y Guillermina Martínez Bermú<strong>de</strong>z escriben “Comunicación política, sistema electoral yequidad en las elecciones <strong>de</strong> 2006 y 2009”.Por su parte, Jorge Alberto Zamacona Madrigal analiza las características <strong>de</strong>l Sistema<strong>de</strong> Representación Proporcional alemán y las ventajas que representa para el principio <strong>de</strong>proporcionalidad; Ernesto Hernán<strong>de</strong>z Norzagaray y Lorena Schobert Lizárraga plantean unapropuesta <strong>de</strong> índice heterodoxo aplicada a las 32 entida<strong>de</strong>s fe<strong>de</strong>rativas con el objeto <strong>de</strong>analizar la variedad <strong>de</strong> diseños institucionales y sus efectos en la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracialocal; mientras que Arturo Ramos Sobarzo es autor <strong>de</strong>l artículo “La in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia judicial:perspectivas conjugadas en contextos <strong>de</strong> consolidación <strong>de</strong>mocrática”.La sección Estados se compone <strong>de</strong> siete artículos: Raúl Montoya Zamora escribe “Acerca<strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> las acciones por omisión legislativa como medio <strong>de</strong> control constitucionalen materia electoral”; Silvia Rodarte Nava y otros reflexionan sobre “El problema <strong>de</strong> la<strong>de</strong>terminancia cuantitativa y una propuesta <strong>de</strong> solución parcial”; José Lorenzo Álvarez Monteroescribe “Principios y fundamentos para el <strong>de</strong>bate sobre el fe<strong>de</strong>ralismo judicial”; Alma DeliaEugenio Alcaraz es autor <strong>de</strong> “El nuevo fe<strong>de</strong>ralismo: fortalecimiento <strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong> lasNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 229


entida<strong>de</strong>s fe<strong>de</strong>rativas”; Carla Humphrey Roldán expone sobre las “Deficiencias jurídicas <strong>de</strong>lprocedimiento sancionatorio previsto en el artículo 61 <strong>de</strong>l Código Electoral <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>raly sus implicaciones en el ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos político electorales <strong>de</strong>l ciudadano”; LuisAntonio Corona Nakamura ofrece su trabajo “Asignación <strong>de</strong> regidurías <strong>de</strong> representaciónproporcional en el estado <strong>de</strong> Jalisco”; finalmente, Reynaldo Lazcano Fernán<strong>de</strong>z escribe “Laapertura <strong>de</strong> paquetes electorales en el estado <strong>de</strong> Puebla”.La sección Doctrinal ofrece tres documentos sobre la forma en que se organizaban laselecciones en 1821, introducidos por Rafael Caballero Álvarez. En la sección Entrevista sepresenta la realizada a José Wol<strong>de</strong>nberg Karakowsky, quien fuera Consejero Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>lInstituto Fe<strong>de</strong>ral Electoral. Finalmente la sección Bibliográfica cuenta con dos reseñas <strong>de</strong> librospublicados en 2009, “México, el nuevo escenario político ante el bicentenario”, publicacióncoordinada por Manuel Alcántara Sáez y Ernesto Hernán<strong>de</strong>z, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> “Transición.Conversaciones y retratos <strong>de</strong> lo que se hizo y se <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> hacer por la <strong>de</strong>mocracia en México”,libro <strong>de</strong> Carmen Aristegui y Ricardo Trabulsi.230NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Torres García, Isabel. “Costa Rica: sistema electoral, participación yrepresentación política <strong>de</strong> las mujeres”. UN-INSTRAW, RepúblicaDominicana. Agosto, 2010.Resumen ejecutivoJustificación. El <strong>de</strong>bate contemporáneo sobre la <strong>de</strong>mocracia centra su atención enla capacidad o incapacidad <strong>de</strong>l sistema político para gestionar y representar los interesesy necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la población consi<strong>de</strong>rando su diversidad, así como en su capacidad paraneutralizar las expresiones históricas estructurales <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad y <strong>de</strong> discriminación haciaamplios sectores poblacionales. Uno <strong>de</strong> los aspectos centrales en discusión se relaciona con elgoce y ejercicio pleno <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos por parte <strong>de</strong> las diversida<strong>de</strong>s sociales, partiendo <strong>de</strong>l hechoque la diferencia no <strong>de</strong>be suponer <strong>de</strong>sigualdad.La reducción <strong>de</strong>l “déficit <strong>de</strong>mocrático” implica la eliminación <strong>de</strong> la ausencia o subrepresentación<strong>de</strong> sectores o poblaciones históricamente excluidas, como los pueblosindígenas o la población afro<strong>de</strong>scendiente o las mujeres, últimas que forman parte <strong>de</strong> todos loscolectivos sociales y representan la mitad <strong>de</strong> la humanidad. La igualdad y la prohibición <strong>de</strong> ladiscriminación son las dos piedras angulares <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho y <strong>de</strong> la cultura <strong>de</strong> lalegalidad. La <strong>de</strong>mocracia es un sistema <strong>de</strong> gobierno y <strong>de</strong> convivencia don<strong>de</strong> tanto la voluntadcomo las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las personas, así como los beneficios a que acce<strong>de</strong>n, se consi<strong>de</strong>ranen un marco <strong>de</strong> igualdad. Siendo regla <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia la distribución y reconocimiento <strong>de</strong>po<strong>de</strong>res, recursos y oportunida<strong>de</strong>s para todos los seres humanos, su principal reto es la inclusión<strong>de</strong> todos los intereses sociales en los procesos <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión política, reconociendo supluralidad, diversidad y autonomía Una <strong>de</strong>mocracia plenamente igualitaria no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong>lado la participación y representación <strong>de</strong> los intereses y necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> la población.El objeto <strong>de</strong> estudio y la metodología. La estructura legal <strong>de</strong> un país es fundamental parael diseño <strong>de</strong> una <strong>de</strong>mocracia, ya que or<strong>de</strong>na y organiza los procesos <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones. Elsistema electoral es uno <strong>de</strong> los componentes <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia representativa que ejerce unainfluencia significativa en el acceso <strong>de</strong> las mujeres a los puestos <strong>de</strong> elección popular, a esosespacios <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones mediante los cuales la clase política representa yacoge las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong>l espejo social. Se parte <strong>de</strong> la premisa <strong>de</strong> que los sistemas electoralesno son neutros a la construcción <strong>de</strong> género, a esas características atribuidas a mujeres yhombres, <strong>de</strong>finidas socialmente y mol<strong>de</strong>adas por factores culturales, que originan <strong>de</strong>sigualdady discriminación.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 231


El Instituto Internacional <strong>de</strong> Investigaciones y Capacitación para la Promoción <strong>de</strong> laMujer <strong>de</strong> las Naciones Unidas (UN-INSTRAW) propicia la presente investigación, que tienecomo objeto analizar el sistema electoral <strong>de</strong> Costa Rica a fin <strong>de</strong> conocer y visibilizar los diferentesmecanismos o elementos que lo conforman y su influencia en la participación y representaciónpolítica <strong>de</strong> las mujeres. Para ello utiliza a OLYMPIA: Herramienta tecnopolítica, la cual ofreceinformación sistematizada y rigurosa, mediante las nuevas tecnologías <strong>de</strong> información ycomunicación, que facilite el análisis en la materia:– Información electoral sistematizada y organizada mediante matrices <strong>de</strong>scriptivasy analíticas <strong>de</strong>nominadas Ficha-país, que contienen información sobre el sistemaelectoral y la participación política <strong>de</strong> las mujeres, estructurada en cincosecciones temáticas: Datos país, Ingeniería electoral, Resultados electorales,Marco jurídico nacional y Marco jurídico internacional. La información seorganiza por países y por niveles <strong>de</strong> representación (nacional, intermedio ylocal).– Estudios <strong>de</strong> caso a realizarse en varios países y don<strong>de</strong> Costa Rica es uno <strong>de</strong>ellos, constituyen herramientas <strong>de</strong> investigación empírica sobre los efectos <strong>de</strong>los sistemas electorales en la participación y representación <strong>de</strong> las mujeres,permitiendo analizar sus distintas expresiones según el contexto, <strong>de</strong>scribirlos,explicarlos y compararlos.El caso <strong>de</strong> Costa Rica. El país cuenta con una larga tradición <strong>de</strong>mocrática y <strong>de</strong> respetoa los <strong>de</strong>rechos humanos, en la cual se enmarcan las acciones legislativas y <strong>de</strong> política públicatendientes a garantizar los principios <strong>de</strong> igualdad y no discriminación entre mujeres y hombres,tal como consigna la Constitución Política (1949) y los diferentes instrumentos internacionales<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos <strong>de</strong>l sistema universal e interamericano ratificados por el Estado, tantolos generales como los específicos: la Convención sobre la Eliminación <strong>de</strong> Todas las Formas<strong>de</strong> Discriminación contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar yErradicar la Violencia contra la Mujer.El <strong>de</strong>recho al sufragio para las costarricenses se reconoce hasta 1949. El 30 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>1950, un año <strong>de</strong>spués, 348 mujeres <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> La Tigra y La Fortuna emitieron su<strong>de</strong>recho al voto por primera vez, durante un plebiscito; en las elecciones <strong>de</strong> 1953 las mujerescostarricenses votan a nivel nacional. Sin embargo, alcanzar el reconocimiento jurídico y social<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a elegir no significó el mismo efecto en el <strong>de</strong>recho a acce<strong>de</strong>r y a participar en ladirección <strong>de</strong> los asuntos públicos; las tres manifestaciones <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos políticos.232NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Si bien, las mujeres constituyen la mitad <strong>de</strong> la población costarricense, pasaron muchosaños para que ellas fueran incorporadas por los partidos políticos en la fórmula presi<strong>de</strong>ncialsujeta a elección popular, siendo hasta 1986 que se elige a la primera mujer Vicepresi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong>la República (periodo 1986-1990). Es a partir <strong>de</strong> la aplicación en las elecciones nacionales <strong>de</strong>1998 <strong>de</strong>l mecanismo <strong>de</strong> acción afirmativa (reformas al Código Electoral <strong>de</strong> 1996 que establecenuna cuota mínima <strong>de</strong>l 40% <strong>de</strong> mujeres), que se propicia la incorporación <strong>de</strong> mujeres en lafórmula, al menos para una <strong>de</strong> las dos vicepresi<strong>de</strong>ncias; en las elecciones nacionales <strong>de</strong> febrero<strong>de</strong> 2010 se elige a la primera Presi<strong>de</strong>nta <strong>de</strong> la República, Laura Chinchilla, quien toma posesiónel 8 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2010. En cuanto a la Asamblea Legislativa, en 1953 las mujeres alcanzaronun 7% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> diputaciones, cifra que se mantiene con altibajos hasta 1986, en que seincrementa al 12%; es a partir <strong>de</strong> la implementación <strong>de</strong> la cuota electoral, que la representación<strong>de</strong> las mujeres va en ascenso hasta alcanzar el 38.6% (2006 y 2010).En el ámbito <strong>de</strong> los gobiernos locales, por ejemplo en las Regidurías (electas popularmente<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1844), en las elecciones <strong>de</strong> 1953 resultaron electas 3 mujeres, cifra que fue subiendolentamente hasta alcanzar 71 (14.2%) mujeres <strong>de</strong> 500 puestos en 1998. Nuevamente, laimplementación <strong>de</strong>l mecanismo <strong>de</strong> cuota electoral marcó la diferencia: en las Regidurías en el2002 se alcanzó un porcentaje <strong>de</strong> 46.3% en propiedad y <strong>de</strong> 53.9% en suplencia; en el 2006 un40.8% y 46%, respectivamente; en el 2010 resultaron electas 38% <strong>de</strong> Regidoras en propiedady 47.3% en suplencia. Sin embargo, en los puestos uninominales, el número <strong>de</strong> mujeres no hasido sustantivo: en las elecciones municipales <strong>de</strong>l 2002, <strong>de</strong> los 81 puestos en propiedad paraAlcal<strong>de</strong> resultaron electas 7 mujeres, número que sube ligeramente en las elecciones <strong>de</strong>l 2006,a 9 (<strong>11</strong>.1%) Alcal<strong>de</strong>sas; sin embargo, para las Alcaldías en suplencia, en el año 2006 resultaronelectas 84 (51.9%) mujeres, <strong>de</strong> 162 puestos disponibles.La <strong>de</strong>scripción y análisis <strong>de</strong>l sistema electoral se realiza con base en OLYMPIA:Herramienta tecnopolítica y la Ficha-país Costa Rica, en su sección temática “Ingenieríaelectoral”:NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 233


Tipo <strong>de</strong> sistema electoral: según su nivel <strong>de</strong> representación (mayoritario, proporcional o mixto) y enlos ámbitos nacional y local.Mecanismos electorales: componentes técnicos y constitutivos <strong>de</strong>l sistema electoral.• Barrera electoral (natural o legal).• Fórmula electoral.• Magnitud <strong>de</strong> las circunscripciones electorales y tipo <strong>de</strong> circunscripción (uninominal oplurinominal).• Formas <strong>de</strong> candidaturas (listas cerradas y bloqueadas).Acciones afirmativas temporales (cuotas) o permanentes (paridad).Financiación política estatal.Página 292 <strong>de</strong> 8El sistema electoral costarricense. Los articulados pertinentes <strong>de</strong> la Constitución Política(1949) y el Código Electoral (Ley Nº 8765, 2009) son los que rigen en materia electoral. Laentidad encargada <strong>de</strong> la organización, dirección y vigilancia <strong>de</strong> los actos relativos al sufragioes el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, órgano constitucional que tiene rango e in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nciapropios <strong>de</strong> los Po<strong>de</strong>res <strong>de</strong>l Estado y jurisdicción electoral.El sistema <strong>de</strong> partidos políticos compren<strong>de</strong> la composición estructural <strong>de</strong> la totalidad<strong>de</strong> partidos políticos en un Estado, los cuales tienen como funciones principales las <strong>de</strong> actuarcomo mediadores entre la sociedad y el Estado, articulando los diversos intereses <strong>de</strong> los distintosactores sociales, con el propósito <strong>de</strong> proponer un proyecto colectivo para toda la sociedad.Según el marco jurídico nacional, los partidos políticos gozan <strong>de</strong> protección constitucional yla participación ciudadana en la vida política es exclusivamente por ese medio. Su estructurainterna y funcionamiento <strong>de</strong>berá regirse bajo los principios <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia y autorregulación.El <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> tiene registrados, a mayo <strong>de</strong> 2010, 55 partidos políticos;<strong>de</strong> ellos, 9 <strong>de</strong> escala nacional, 9 provinciales y los restantes 33 son cantonales, muchos <strong>de</strong> loscuales han evi<strong>de</strong>nciado una participación y representación creciente en los gobiernos locales,principalmente a partir <strong>de</strong> las elecciones municipales <strong>de</strong>l 2002 y 2006.El financiamiento estatal a los partidos políticos consiste en el conjunto <strong>de</strong> recursoseconómicos que corren por cuenta <strong>de</strong>l Estado, para el cumplimiento <strong>de</strong> los fines previstos en elor<strong>de</strong>namiento jurídico. El sistema <strong>de</strong> financiamiento en Costa Rica es mixto (público y privado),si bien para fines <strong>de</strong>l estudio sólo se consi<strong>de</strong>ra el estatal. Constitucionalmente se estable elmonto (0,19% <strong>de</strong>l Producto Interno Bruto) y los gastos a que <strong>de</strong>be contribuir: los procesoselectorales, las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> capacitación y la organización política en periodo electoral y noelectoral; los partidos tienen la obligación <strong>de</strong> fijar en sus estatutos los porcentajes que <strong>de</strong>stinaránpara cada uno <strong>de</strong> esos tres rubros, <strong>de</strong>sarrollando el Código Electoral (2009) las regulaciones en234NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


la materia. La barrera electoral para el acceso a los recursos estatales es <strong>de</strong> al menos un 4% <strong>de</strong>los sufragios válidamente emitidos a escala nacional o provincial. El Código vigente contempla,por primera vez, la contribución a los procesos electorales municipales (0,03 <strong>de</strong>l ProductoInterno Bruto), <strong>de</strong>biendo alcanzar al menos un 4% <strong>de</strong> los sufragios válidamente emitidos aescala cantonal; ello se implementará en las elecciones municipales <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2010.Igualmente el Código Electoral establece la obligación <strong>de</strong> que el rubro <strong>de</strong> capacitación seautilizado <strong>de</strong> manera paritaria, tanto para hombres como para mujeres. Los partidos políticos<strong>de</strong>ben rendir informes financieros <strong>de</strong> los gastos <strong>de</strong> la contribución estatal y el incumplimiento,genera sanciones <strong>de</strong> índole administrativa (multas) y hasta penal; <strong>de</strong>ben a su vez, mostraren sus liquidaciones que los gastos están siendo <strong>de</strong>stinados a la formación y promoción <strong>de</strong>ambos géneros en condiciones <strong>de</strong> igualdad, <strong>de</strong> no hacerlo el <strong>Tribunal</strong> no autorizará el pagorespectivo. Cabe señalar que para las elecciones municipales, el financiamiento sólo se refierea los gastos originados por la participación en el proceso electoral y en ese rubro, no se aplicanlas disposiciones <strong>de</strong> utilización <strong>de</strong> manera paritaria.Tipos <strong>de</strong> sistema y mecanismos electorales. El sistema electoral se entien<strong>de</strong> como elconjunto <strong>de</strong> principios, leyes, normas y mecanismos por medio <strong>de</strong> los cuales se seleccionan losli<strong>de</strong>razgos <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s o gobiernos. En Costa Rica, a nivel nacional, el Po<strong>de</strong>r Ejecutivo loejerce una Presi<strong>de</strong>ncia y dos Vicepresi<strong>de</strong>ncias, elegidas mediante el sistema <strong>de</strong> representaciónpor mayoría relativa y en circunscripciones uninominales, necesitando obtener al menos un40% <strong>de</strong> los votos válidos emitidos en primera vuelta; <strong>de</strong> no alcanzarse esta mayoría, se realizauna segunda elección popular (doble ronda). El Parlamento es unicameral y se elige medianteel sistema <strong>de</strong> elección proporcional y en circunscripciones plurinominales; la AsambleaLegislativa se compone <strong>de</strong> 57 diputaciones nacionales, elegidas por provincias (7 en total: SanJosé, Alajuela, Cartago, Heredia, Guanacaste, Puntarenas y Limón). En el nivel local, la elección<strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los gobiernos locales combina el sistema <strong>de</strong> representación por mayoríay circunscripción uninominal en el caso <strong>de</strong> Alcaldía, Sindicaturas e Inten<strong>de</strong>ncias y el sistema<strong>de</strong> representación proporcional y circunscripción plurinominal para los puestos <strong>de</strong> Regiduría,Concejos <strong>de</strong> Distrito y Concejos Municipales <strong>de</strong> Distrito (las 7 provincias se divi<strong>de</strong>n en 81cantones, que correspon<strong>de</strong>n a igual número <strong>de</strong> Municipalida<strong>de</strong>s, y éstos en 470 distritos). Seutilizan listas cerradas y bloqueadas, es <strong>de</strong>cir, que se vota por partidos y se sigue el or<strong>de</strong>n enque se colocan las candidaturas <strong>de</strong> cada partido en la papeleta para adjudicación <strong>de</strong> escaños,sin po<strong>de</strong>r ser modificado.La fórmula electoral, procedimiento matemático que permite convertir votos en escaños,es mayoritaria en las circunscripciones uninominales (don<strong>de</strong> solo se elige una candidatura yquien obtiene más votos gana el puesto) y proporcional en las circunscripciones plurinominales(distribuye escaños en magnitu<strong>de</strong>s mayores a uno). En Costa Rica se utiliza la fórmula Haremodificada, consistente en dividir la votación total entre las plazas a llenar en la respectivacircunscripción, siguiendo la regla <strong>de</strong>cisoria <strong>de</strong> cociente (total <strong>de</strong> votos válidos emitidos entreel número <strong>de</strong> plazas a llenar) y subcociente (total <strong>de</strong> votos emitidos que sin llegar a la cifra <strong>de</strong>cociente, alcanza o supera el 50% <strong>de</strong> éste), siendo el último el que constituye la barrera efectivapara acce<strong>de</strong>r a la distribución <strong>de</strong> plazas.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 235


Acciones afirmativas temporales (cuota) o permanentes (paridad). La cuota electoralpara las mujeres es una medida afirmativa temporal y transitoria, tendiente a corregir unasituación <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad y discriminación, constituyendo un mecanismo inclusivo para elfortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. El Código Electoral <strong>de</strong> 1996 establecía una cuota <strong>de</strong> al menos40% <strong>de</strong> mujeres, que se aplica inefizcamente en las elecciones <strong>de</strong> 1998, pues los partidospolíticos les colocaron en las suplencias o en posiciones con pocas o nulas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>elección; y aplicaron la cuota en la sumatoria <strong>de</strong> todas las mujeres propuestas, sin consi<strong>de</strong>rarlas papeletas por separado y cada municipio y provincia también por separado. Para corregiresa situación ante la imprecisión <strong>de</strong> la legislación electoral, mediante diferentes resoluciones,el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> establece la aplicación en puestos elegibles, el método paraello (criterio histórico) y las sanciones ante incumplimiento: no inscripción <strong>de</strong> las nóminas <strong>de</strong>candidaturas, ni acreditación <strong>de</strong> las reformas estatutarias ni <strong>de</strong> las actas <strong>de</strong> las asambleas. Ellomarcó la diferencia en el incremento <strong>de</strong> la representación <strong>de</strong> las mujeres, como fue señalado alinicio.La paridad, acelerador <strong>de</strong> la igualdad <strong>de</strong> facto y medida <strong>de</strong>finitiva que busca laincorporación <strong>de</strong> la diferencia sexual en la <strong>de</strong>mocracia, es un instrumento para garantizar elprincipio <strong>de</strong> igualdad. El salto cualitativo <strong>de</strong> la cuota a la paridad se establece en las reformasal Código Electoral <strong>de</strong> 2009 (en vigencia): el principio <strong>de</strong> paridad consiste en la integración<strong>de</strong> las nóminas por un 50% <strong>de</strong> hombres y un 50% <strong>de</strong> mujeres; y para su realización práctica,la regla <strong>de</strong> la alternancia por sexo (mujer-hombre u hombre-mujer). La legislación electorales clara al respecto, así como en establecer sanciones ante incumplimiento: la no inscripción(o renovación) <strong>de</strong> los partidos políticos y los estatutos, así como <strong>de</strong> las nóminas <strong>de</strong> elecciónpopular y a cargos en órganos <strong>de</strong> dirección y representación política, que no cumplan conla participación paritaria y alterna. Esto es particularmente importante consi<strong>de</strong>rando que el 5<strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2010 se realiza la convocatoria para las elecciones municipales <strong>de</strong> diciembre<strong>de</strong>l mismo año, en las que se aplicará por primera vez la paridad y la alternancia (y <strong>de</strong> ahí ena<strong>de</strong>lante, para todos los procesos electorales).Sistema electoral, participación y representación política <strong>de</strong> las mujeres. En cuantoa los sistemas <strong>de</strong> representación, en el <strong>de</strong> representación por mayoría, el voto es para la o elcandidato, implicando una relación más estrecha entre quien es elegida o elegido y las personaselectoras; solamente un partido político será el ganador y sólo una persona resultará electa.Este sistema funciona mediante puestos uninominales, siendo la cultura política predominante<strong>de</strong>mostrativa <strong>de</strong> la preferencia hacia los hombres en la postulación, por lo tanto las mujeres vendisminuidas sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso. En el sistema <strong>de</strong> representación proporcional se votapor las listas que presentan los partidos políticos, don<strong>de</strong> todo voto cuenta y la personalidad<strong>de</strong> las o los candidatos individuales tiene menos importancia. La expresión <strong>de</strong> este sistemaen circunscripciones plurinominales hace posible que se elija más <strong>de</strong> una representación porpartido, teniendo éste la posibilidad <strong>de</strong> lograr un equilibrio entre mujeres y hombres en sus listas<strong>de</strong> candidaturas. La proporcionalidad aumenta las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso <strong>de</strong> las mujeres, lacual se refuerza mediante la aplicación <strong>de</strong> la cuota electoral con mandato <strong>de</strong> posición o <strong>de</strong> laparidad mediante el mecanismo <strong>de</strong> alternancia por sexo.236NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Circunscripciones y fórmula electoral. El sistema proporcional aplicado a circunscripcionesgran<strong>de</strong>s o medianas favorecen la elección <strong>de</strong> mujeres, en la medida que al aumentar el número<strong>de</strong> escaños a distribuir, si los partidos políticos equilibran sus listas en la representación por sexo,aumenta el número <strong>de</strong> candidatas postuladas y por ello la posibilidad <strong>de</strong> que resulten electas(siempre y cuando se garantice que las mujeres sean colocadas en las listas en los puestoselegibles). Sin embargo, en las circunscripciones pequeñas las posibilida<strong>de</strong>s disminuyen, sóloque la candidata sea colocada en primera posición pue<strong>de</strong> resultar electa y como se ha dicho, laten<strong>de</strong>ncia es a la <strong>de</strong>signación masculina.Estructura <strong>de</strong>l voto y listas. Utilizando el sistema electoral <strong>de</strong> representación proporcionaly las listas cerradas y bloqueadas, la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> mandato <strong>de</strong> posición en la aplicación <strong>de</strong> lacuota electoral o el mecanismo <strong>de</strong> paridad-alternancia por sexo garantiza como resultado larepresentación <strong>de</strong> las mujeres.Barrera o umbral electoral. La combinación <strong>de</strong> los distintos elementos <strong>de</strong>l sistemaelectoral con un umbral electoral alto, favorece más a las mujeres que los umbrales más bajos,puesto que estos últimos permiten que los partidos pequeños obtengan una limitada cantidad <strong>de</strong>escaños y como ya fue apuntado, la ten<strong>de</strong>ncia es que sean ocupados por hombres.Conclusiones generales. El análisis evi<strong>de</strong>ncia que el sistema electoral presenta mejorescondiciones para la participación y representación <strong>de</strong> las mujeres en los órganos representativos<strong>de</strong> <strong>de</strong>liberación política a nivel nacional (Asamblea Legislativa) o local (concejos municipalesy concejos <strong>de</strong> distrito), mediante el tipo <strong>de</strong> representación proporcional y la utilización <strong>de</strong> losmecanismos <strong>de</strong> circunscripción plurinominal, y listas cerradas y bloqueadas. Fundamental paraello han sido las regulaciones claras y específicas sobre el mandato <strong>de</strong> posición en la aplicación<strong>de</strong> la acción afirmativa expresada en la cuota electoral para las mujeres, así como las sancioneseficaces ante su incumplimiento.Las mayores dificulta<strong>de</strong>s se presentan en el acceso por parte <strong>de</strong> las mujeres a lospuestos <strong>de</strong> mayor concentración <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, como son aquellos <strong>de</strong> representación por mayoríay en circunscripciones uninominales: a nivel nacional, la Presi<strong>de</strong>ncia y Vicepresi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>la República y a nivel local, la Alcaldía. En el sistema <strong>de</strong> representación proporcional y encircunscripciones plurinominales, como en las diputaciones a nivel nacional, las mujeres tienenmayores posibilida<strong>de</strong>s. La combinación <strong>de</strong> sistemas en el nivel local, <strong>de</strong> representación pormayoría en el caso <strong>de</strong> la Alcaldía, Sindicaturas e Inten<strong>de</strong>ncias (uninominales) y la proporcionalpara los puestos <strong>de</strong> Regiduría, Concejos <strong>de</strong> Distrito y Concejos Municipales <strong>de</strong> Distrito(plurinominales), evi<strong>de</strong>ncia la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> mayores dificulta<strong>de</strong>s para los primeros y mayorpresencia <strong>de</strong> mujeres en los segundos, sobre todo en las suplencias. La cuota no logró superar losobstáculos estructurales y subjetivos que excluyen a las mujeres <strong>de</strong> los cargos <strong>de</strong> representaciónpor mayoría y en circunscripciones uninominales, particularmente a nivel municipal.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 237


La paridad y la alternancia, tal como legisla el Código Electoral vigente (2009), ubica enel centro <strong>de</strong> la discusión su aplicación en los puestos uninominales y en los encabezamientos<strong>de</strong> las papeletas <strong>de</strong> elección popular en los puestos plurinominales; correspon<strong>de</strong> a los partidospolíticos, con su potestad autorregulatoria, a<strong>de</strong>cuar su normativa interna (estatutos y reglamentos)para establecer los mecanismos que consi<strong>de</strong>ren convenientes para su cumplimiento. Se señalaque tanto para las diputaciones como para las alcaldías, el número total a elegir es impar (57para las primeras y 81 para las segundas), por lo que no se lograría un 50% <strong>de</strong> representacióny sí un porcentaje mayor o menor, según sea el nivel; cobra entonces mayor relevancia elencabezamiento <strong>de</strong> las papeletas, así como que la paridad y la alternancia sea respetada en cadapapeleta. La posibilidad <strong>de</strong> que sea <strong>de</strong>clarada inconstitucional la alternancia -que es la regla <strong>de</strong>aplicación práctica <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> paridad-, al no asegurar el a<strong>de</strong>cuado posicionamiento <strong>de</strong>las candidaturas femeninas en las papeletas <strong>de</strong> elección popular, convertiría a la paridad en unmecanismo completamente simbólico y lesionaría el principio constitucional <strong>de</strong> igualdad.Es conocido que en los partidos políticos, la primera barrera que enfrentan las mujerespara llegar a los espacios <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión es el proceso <strong>de</strong> selección interno, en la nominación <strong>de</strong>las candidaturas. Superado ello, llega el momento <strong>de</strong> enfrentar el proceso <strong>de</strong> votación, cuyosresultados se ven influidos por el sistema electoral. La inclusión en el sistema electoral <strong>de</strong>lmecanismo <strong>de</strong> cuota obligó a los partidos a incorporar esa acción afirmativa para garantizar laefectiva integración <strong>de</strong> las mujeres en los procesos <strong>de</strong> elecciones internas o <strong>de</strong> <strong>de</strong>signación <strong>de</strong>candidaturas y en las instancias <strong>de</strong> representación en cargos <strong>de</strong> responsabilidad y <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r enla estructura partidaria. El nuevo escenario que plantea la paridad y la alternancia coloca en lospartidos la responsabilidad <strong>de</strong> la implementación eficaz <strong>de</strong> esas disposiciones, en concordanciacon los principios constitucionales y electorales <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia e igualdad. La experiencia enla aplicación <strong>de</strong> mecanismos que propicien la participación y representación política <strong>de</strong> lasmujeres ha <strong>de</strong>mostrado que es más probable que ellas resulten beneficiadas si el partido políticotiene procedimientos regulados y <strong>de</strong>finidos <strong>de</strong> selección <strong>de</strong> candidaturas, en lugar <strong>de</strong> un sistema<strong>de</strong> “lealtad” e “influencias” hacia quienes se encuentran en el po<strong>de</strong>r. Un <strong>de</strong>safío adicionalpara los partidos es el cumplimiento <strong>de</strong> la obligación <strong>de</strong> utilizar el financiamiento estatal enla capacitación política (en periodo electoral y no electoral), <strong>de</strong> manera paritaria; a<strong>de</strong>más, elfortalecimiento en la formación, <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos y <strong>de</strong> la igualdad<strong>de</strong> género, contribuiría al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una cultura política más igualitaria. En este últimosentido, la creación <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Formación y Estudios en Democracia <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> y el inicio <strong>de</strong> sus operaciones en junio <strong>de</strong> 2010 constituye una oportunidad que<strong>de</strong>be aprovecharse.La experiencia costarricense ha <strong>de</strong>mostrado el papel central que tiene la actuaciónpositiva <strong>de</strong> la institucionalidad en la garantía <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos políticos y ciudadanía <strong>de</strong> lasmujeres en condiciones <strong>de</strong> igualdad y no discriminación En primer lugar, <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong><strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, en el marco <strong>de</strong> sus atribuciones y competencias; y en segundo lugar, <strong>de</strong>l InstitutoNacional <strong>de</strong> las Mujeres, mediante su labor <strong>de</strong> monitoreo constante y también <strong>de</strong> intervenciónpara generar jurispru<strong>de</strong>ncia por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong>. No pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>jarse <strong>de</strong> lado, a<strong>de</strong>más, el aporte<strong>de</strong> instancias como la Defensoría <strong>de</strong> los Habitantes en el seguimiento y promoción <strong>de</strong> ese238NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


conjunto <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. Se hace necesario en ese marco, el fortalecimiento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la sociedadcivil y su movimiento <strong>de</strong> mujeres, <strong>de</strong>l control sobre la implementación <strong>de</strong> la paridad y laalternancia. En todo esto, es necesario generar mayor información y también procesos <strong>de</strong> análisise investigación (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la institucionalidad, aca<strong>de</strong>mia y sociedad civil) sobre: las posibilida<strong>de</strong>s<strong>de</strong> acceso <strong>de</strong> las mujeres a cargos <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión, la postulación efectiva <strong>de</strong> ellas en los diversosprocesos electorales para puestos nacionales y municipales, y los resultados electorales.Finalmente, la participación y representación política <strong>de</strong> las mujeres -en condiciones<strong>de</strong> igualdad y no discriminación- remiten a la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>l sistema políticoy <strong>de</strong>l papel <strong>de</strong>l Estado y sus instituciones, como responsables <strong>de</strong> generar los mecanismoslegales y <strong>de</strong> política pública que conduzcan a una igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso a lasoportunida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> resultados. Ahora bien, ni las cuotas electorales ni la paridad, por sí mismas,garantizan la calidad <strong>de</strong> la representación; este es un <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia contemporáneay <strong>de</strong> los propios partidos políticos. El <strong>de</strong>safío se plantea entonces hacia la clase política en suconjunto, para reconstruir su imagen y su credibilidad, lo que implica transformaciones en lasprácticas tradicionales <strong>de</strong>l quehacer político, el fortalecimiento <strong>de</strong> las bases <strong>de</strong>mocráticas y larepresentación efectiva <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s e intereses <strong>de</strong> las poblaciones en su pluralidad ydiversidad. El <strong>de</strong>safío es también para la sociedad, <strong>de</strong> manera que el respeto y garantía <strong>de</strong> laigualdad y la no discriminación sean parte <strong>de</strong> la vida cotidiana <strong>de</strong> todos los seres humanos y nouna aspiración inalcanzable.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 239


Comportamiento <strong>de</strong>l electorado costarricense: elecciones <strong>de</strong>l2006Olman Ramírez Moreira (editor)Editorial <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica2010Mariela Castro Avila 1En el 2010 la Editorial <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica publicó el libro “Comportamiento<strong>de</strong>l electorado costarricense: elecciones <strong>de</strong>l 2006”, producto <strong>de</strong> una investigación dirigida por elInstituto <strong>de</strong> Investigaciones Sociales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica, con el apoyo económico<strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, y con el apoyo institucional <strong>de</strong> la Asamblea Legislativa.Los resultados <strong>de</strong> la investigación son producto <strong>de</strong> una encuesta a nivel nacional, quepermitió un acercamiento con las personas que ejercieron o no su <strong>de</strong>recho al voto, esto conla pretensión <strong>de</strong> profundizar en el comportamiento electoral <strong>de</strong> la población costarricense,específicamente en las elecciones <strong>de</strong> 2006, ante el <strong>de</strong>scenso continuo en la participaciónelectoral, el incremento en la volatilidad electoral, la apatía en la filiación partidaria y la erosión<strong>de</strong>l voto.Respecto a la estructura <strong>de</strong>l libro, el Capítulo 1 profundiza en los elementos históricosy conceptuales sobre el tema electoral; así como los elementos metodológicos que dieronfundamento a la investigación. Entre ellos el son<strong>de</strong>o telefónico llevado a cabo la semana posteriora las elecciones y la aplicación <strong>de</strong> encuestas domiciliaras en el primer trimestre <strong>de</strong>l 2007.El Capítulo 2, elaborado por Ciska Raventós Vorst, busca conocer los conceptos, afectos,actitu<strong>de</strong>s y valores <strong>de</strong>l costarricense respecto <strong>de</strong> la política y la participación ciudadana. Planteaaproximaciones <strong>de</strong> la cultura política nacional, es <strong>de</strong>cir, las distintas formas <strong>de</strong> participación enla esfera política.El Capítulo 3, elaborado por Ana Lucía Gutiérrez Espeleta y Mauricio Molina Delgado,ahonda sobre el grado <strong>de</strong> confianza que las y los costarricenses tienen hacia las instituciones yla forma en que esto impacta en el comportamiento político electoral. A<strong>de</strong>más revisa el tema <strong>de</strong>la simpatía partidaria y las posibles causas <strong>de</strong>l comportamiento partidario electoral.1 Politóloga <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Formación y Estudios en Democracia, y profesora <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Costa Rica.NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 241


El Capítulo 4, elaborado por Olman Ramírez Moreira, parte <strong>de</strong> una medición concreta<strong>de</strong>l comportamiento electoral, basado en la participación <strong>de</strong>l electorado en las urnas, entre losaños 1994 y 2006, que pasa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los materiales y métodos <strong>de</strong>l proceso electoral, los niveles yten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la participación electoral, hasta los factores socio<strong>de</strong>mográficos y políticos <strong>de</strong> esaselecciones.El Capítulo 5, elaborado por Olman Ramírez Moreira, busca la relación que existe entrela gestión electoral que lleva a cabo el <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, y la percepción <strong>de</strong> laciudadanía respecto a la eficacia <strong>de</strong>l voto como mecanismo <strong>de</strong> participación.El Capítulo 6, elaborado por Luis Paulino López Fernán<strong>de</strong>z, presenta los resultados <strong>de</strong>la investigación respecto al papel <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>, y la valoración que tienela ciudadanía sobre esta institución, particularmente respecto a la confianza y credibilidad quegenera el TSE.El Capítulo 7, elaborado por Ronald Alfaro Redondo, ahonda en los factores <strong>de</strong>lcomportamiento electoral en las elecciones municipales <strong>de</strong>l 2006, proceso que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 2002se realiza separadamente <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales y legislativas.Por último, el Capítulo 8, elaborado por Olman Ramírez Moreira, es una reflexiónfinal que reúne los principales hallazgos <strong>de</strong> los investigadores e investigadoras, en cuatro ejesprincipales: volatilidad <strong>de</strong> las <strong>de</strong>cisiones, concepción <strong>de</strong> la participación, valoración <strong>de</strong> lagestión <strong>de</strong>l proceso electoral y participación en elecciones locales.La lectura <strong>de</strong> este libro es fundamental e indispensable para aquellos que tieneninterés en profundizar sobre las transformaciones en el comportamiento electoral <strong>de</strong> las y loscostarricenses, específicamente en las elecciones <strong>de</strong>l 2006.242NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


ANEXOS


Abarca Guzmán, Gerardo FelipeCatálogo <strong>de</strong> AutorLa propaganda electoral en el Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Aguilar Herrera, GabrielaReformas a las elecciones municipales : ¿verda<strong>de</strong>ra necesidad o retórica política?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 2 (Jul.-Dic., 2006)Alcántara Sáez, ManuelLuces y sombras <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)Los mecanismos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa : argumentos a favor y en contra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)Alfaro Cal<strong>de</strong>rón, EstebanLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Alonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Bachelet Jeria, MichelleDemocracia y géneroEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)Bareiro, LineEl camino hacia la paridad : evaluación <strong>de</strong> las cuotas <strong>de</strong> participación política <strong>de</strong> las mujeresen América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 245


Beers González, Robert FPartidos políticos en el ámbito localEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 2 (Jul.-Dic., 2006)Bolaños Barquero, ArletteLas cuotas <strong>de</strong> participación Política <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica, 1996 - 2005En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 1 (Ene.-Jun., 2006)Garantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)Bolaños Bolaños, Luis AntonioLey <strong>de</strong> paternidad responsable y Registro CivilEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettyResultados electorales ajustados : el caso <strong>de</strong> Costa Rica, elecciones presi<strong>de</strong>nciales 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Derechos humanos electorales : el caso Yatama contra el Estado <strong>de</strong> Nicaragua, análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong>l sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)Sistema electoral costarricense, seis décadas <strong>de</strong> probada efectividadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Justicia electoral en el nuevo códigoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Boza Oviedo, EugeniaPercepciones y representaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en las personas jóvenes adultas costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)Brenes Montoya, María MartaAbstencionismo en las elecciones municipalesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 2 (Jul.-Dic., 2006)246NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Brenes Villalobos, Luis DiegoRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 1 (Ene.-Jun., 2006)Matemáticas electorales : distribución <strong>de</strong> escaños en elecciones diputadiles costarricenses <strong>de</strong>l2006 (análisis comparativo)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 3 (Ene.-Jun., 2007)La teoría colomeriana <strong>de</strong>l votante mediano en las Instituciones PolíticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)Chavarría Chavarría, DaniloRégimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Costa Rica. <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. BibliotecaHistoria <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales 1824-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)Ellis, AndrewThe use and <strong>de</strong>sign of referendums an International IDEA working paperEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)Esquivel Faerron, Max AlbertoReferéndum en Costa Rica : la primera experienciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)Reforma al Código Electoral : cambios en las funciones y estructura <strong>de</strong>l TSEEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Fernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 1 (Ene.-Jun., 2006)Fonseca Montoya, OscarJosé Figueres Ferrer y su aporte al sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 3 (Ene.-Jun., 2007)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 247


Frei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 1 (Ene.-Jun., 2006)García Pandolfi, Rebeca MaríaRepaso histórico <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semidirecta en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)García Soriano, María VicentaUna reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las garantías electorales ante las nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> (E-)votaciónEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)González Montero, JéssicaRepaso histórico <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semidirecta en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)González Rissoto, RodolfoLa <strong>de</strong>mocracia directa en UruguayEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)Guzmán Herrera, José JoaquínJusticia electoral en el nuevo códigoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Herrera Loaiza, EdgarSufragio y principio <strong>de</strong>mocrático : consi<strong>de</strong>raciones sobre su existencia y vinculanciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 1 (Ene.-Jun., 2006Madriz Pérez, PaolaLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Marenghi, PatriciaLos mecanismos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa : argumentos a favor y en contra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)248NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Marshall Barberán, PabloSinopsis <strong>de</strong> la justicia electoral en ChileEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)Matheus Brito, DavidLa regulación <strong>de</strong>l referendo revocatorio <strong>de</strong> mandato en Venezuela y en ColombiaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)Montanaro Lacayo, IreneLey <strong>de</strong> paternidad responsable y Registro CivilEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)Montero Solano, Rocío, comp.Hechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Mora Chinchilla, CarolinaLa creación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Costa Rica en 1949 : sus antece<strong>de</strong>ntes ysignificado en la institucionalidad nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Mora Mora, VinicioRuptura <strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> los partidos políticos en la postulación <strong>de</strong> candidatos a cargosmunicipales <strong>de</strong> elección popularEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 2 (Jul.-Dic., 2006)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)Núñez Jiménez, ArturoLa experiencia mexicana en materia <strong>de</strong> reforma política-electoral (1977-2008)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)Ochoa Chaves, LuisaPercepciones y representaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en las personas jóvenes adultas costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 249


Orozco Henríquez, José <strong>de</strong> JesúsLas reformas electorales en perspectiva comparada en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Orozco Solano, VíctorLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Ojesto Martínez Porcayo, José FernandoJurispru<strong>de</strong>ncia electoral, aporte para el fortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Paramio Rodrigo, LudolfoPartidos y ciudadanía en el siglo XXIEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)Patiño Cruz, SilviaLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Picado León, HugoEntre inercias y renegociaciones : análisis <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales y legislativascostarricenses <strong>de</strong> 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 3 (Ene.-Jun., 2007)La negociación <strong>de</strong> la reforma al código electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Implicaciones jurídicas <strong>de</strong>l sistema electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)Reforma al Código Electoral : cambios en las funciones y estructura <strong>de</strong>l TSEEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 1 (Ene.-Jun., 2006)250NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Revocatoria <strong>de</strong>l mandato para funcionarios <strong>de</strong> elección popular en los gobiernos localesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 2 (Jul.-Dic., 2006)Posibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)La propaganda electoral en el Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Robles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normassometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)Román Jacobo, GustavoDemocracia electoral e inclusión social : a propósito <strong>de</strong> la obra “Demoperfectocracia. La<strong>de</strong>mocracia pre-reformada en Costa Rica (1885-1948)” <strong>de</strong> Iván Molina JiménezEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 3 (Ene.-Jun., 2007)Monopolio <strong>de</strong> los partidos políticos sobre la presentación <strong>de</strong> candidaturas a los cargos <strong>de</strong>elección popular : reseña <strong>de</strong> dos resoluciones emblemáticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)Segunda ronda electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)Régimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Romero Ballivián, SalvadorLa <strong>de</strong>mocracia directa en BoliviaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)Rosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 251


Sánchez Campos, FernandoLa creación <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Formación y Estudios en Democracia y la importancia <strong>de</strong> lacapacitación políticaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 3 (Ene.-Jun., 2007)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema¿Quién ganó las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007 enEspaña?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén¿Quién ganó las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007 enEspaña?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Las elecciones generales <strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2008 : la clave estuvo en Cataluña y País VascoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)<strong>Elecciones</strong> en España al Parlamento Europeo : unos comicios en clave nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema¿Quién ganó las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007 enEspaña?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Las elecciones generales <strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2008 : la clave estuvo en Cataluña y País VascoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)<strong>Elecciones</strong> en España al Parlamento Europeo : unos comicios en clave nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)Sobrado González, Luis AntonioLas alianzas electorales en la perspectiva jurídica costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 1 (Ene.-Jun., 2006)La inscripción automática <strong>de</strong> electores en el or<strong>de</strong>namiento electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)252NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Primera experiencia <strong>de</strong> referéndum en Costa Rica : regulación y alcancesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)Experiencia costarricense <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong> personas privadas <strong>de</strong> libertadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 3 (Ene.-Jun., 2007)Coyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Educación cívico-<strong>de</strong>mocrática y su abordaje a través <strong>de</strong>l IFEDEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Los organismos electorales : autonomía, formación electoral y <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)La jurispru<strong>de</strong>ncia electoral como factor <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)La financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)El régimen electoral en la Constitución <strong>de</strong> 1949En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)La financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Sojo Obando, CarlosDiálogo social y <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>liberativaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)Una iniciativa para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> Estado en apoyo al fortalecimiento <strong>de</strong> los partidospolíticos y la cultura cívica <strong>de</strong> Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 5 (Ene.-Jun., 2008)Thompson Jiménez, JoséLa experiencia reciente <strong>de</strong>l voto electrónico en América Latina : avances y perspectivasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 253


Torres García, IsabelEl camino hacia la paridad : evaluación <strong>de</strong> las cuotas <strong>de</strong> participación política <strong>de</strong> las mujeresen América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)Treminio Sánchez, IlkaEl Estado en su dimensión <strong>de</strong> filtro : un breve esbozo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l EstadoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 8 (Jul.-Dic., 2009)Tuesta Sol<strong>de</strong>villa, Fernando<strong>Elecciones</strong> municipales en centros pobladosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 2 (Jul.-Dic., 2006)Urruty Navatta, Carlos AlbertoEl régimen electoral uruguayoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)La importancia <strong>de</strong> los organismos electoralesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 3 (Ene.-Jun., 2007)Villalobos Quirós, EnriqueSufragio y principio <strong>de</strong>mocrático : consi<strong>de</strong>raciones sobre su existencia y vinculanciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 1 (Ene.-Jun., 2006)Wilson, Bruce MObservación <strong>de</strong> las elecciones generales <strong>de</strong>l 2006 en Costa Rica : un ensayo fotográficoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 3 (Ene.-Jun., 2007)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 7 (Ene.-Jun., 2009)El principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 9 (Ene.-Jun., 2010)254NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Zovatto Garetto, DanielDinero y política en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 2 (Jul.-Dic., 2006)Las instituciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa a nivel nacional en América Latina : un balancecomparado : 1978-2007En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 4 (Jul.-Dic., 2007)La reforma político-electoral en América Latina 1978-2007 : evolución, situación actual,ten<strong>de</strong>ncias y efectosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.° 6 (Jul.-Dic., 2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 255


Catálogo <strong>de</strong> MateriaABSTENCIONISMOBrenes Montoya, María MartaAbstencionismo en las elecciones municipalesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Sojo, CarlosUna iniciativa para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> Estado en apoyo al fortalecimiento <strong>de</strong> los partidospolíticos y la cultura cívica <strong>de</strong> Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén<strong>Elecciones</strong> en España al Parlamento Europeo : unos comicios en clave nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)ACCIÓN DE NULIDADBou Valver<strong>de</strong>, Zetty; Guzmán Herrera, José JoaquínJusticia electoral en el nuevo códigoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)ACTO ELECTORALHerrera Loaiza, Edgar; Villalobos Quirós, EnriqueSufragio y principio <strong>de</strong>mocrático : consi<strong>de</strong>raciones sobre su existencia y vinculanciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Urruty Navatta, Carlos AlbertoEl régimen electoral uruguayoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Marshall Barberán, PabloSinopsis <strong>de</strong> la justicia electoral en ChileEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Urruty Navatta, Carlos AlbertoLa importancia <strong>de</strong> los organismos electoralesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 257


ADMINISTRACIÓN ELECTORALFernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)García Soriano, María VicentaUna reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las garantías electorales ante las nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> (E-)votaciónEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Sobrado González, Luis AntonioCoyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)ADMINISTRACIÓN ELECTORALPicado León, HugoImplicaciones jurídicas <strong>de</strong>l sistema electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Thompson Jiménez, JoséLa experiencia reciente <strong>de</strong>l voto electrónico en América Latina : avances y perspectivasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Mora Chinchilla, CarolinaLa creación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Costa Rica en 1949 : sus antece<strong>de</strong>ntes ysignificado en la institucionalidad nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)ALCALDERivera Sánchez, Juan LuisRevocatoria <strong>de</strong>l mandato para funcionarios <strong>de</strong> elección popular en los gobiernos localesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)ALIANZAS ELECTORALESSobrado González, Luis AntonioLas alianzas electorales en la perspectiva jurídica costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)258NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Román Jacobo, Gustavo; Chavarría Chavarría, DaniloRégimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)AMÉRICA CENTRALSobrado González, Luis AntonioCoyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)AMÉRICA LATINAFrei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Zovatto Garetto, DanielDinero y política en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Marenghi, Patricia; Alcántara Sáez, ManuelLos mecanismos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa : argumentos a favor y en contra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Zovatto Garetto, DanielLas instituciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa a nivel nacional en América Latina : un balancecomparado : 1978-2007En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Ellis, AndrewThe use and <strong>de</strong>sign of referendums an International IDEA working paperEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Alcántara Sáenz, ManuelLuces y sombras <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Zovatto, DanielLa reforma político-electoral en América Latina 1978-2007 : evolución, situación actual,ten<strong>de</strong>ncias y efectosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 259


Thompson Jiménez, JoséLa experiencia reciente <strong>de</strong>l voto electrónico en América Latina : avances y perspectivasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sobrado González, Luis AntonioLa jurispru<strong>de</strong>ncia electoral como factor <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sojo Obando, CarlosDiálogo social y <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>liberativaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Orozco Henríquez, José <strong>de</strong> JesúsLas reformas electorales en perspectiva comparada en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)AMPARO ELECTORALBrenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Bou Valver<strong>de</strong>, Zetty; Guzmán Herrera, José JoaquínJusticia electoral en el nuevo códigoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)ASESORÍA ELECTORALFernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)AUTODETERMINACIÓNRivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)AUTOMATIZACIÓNThompson Jiménez, JoséLa experiencia reciente <strong>de</strong>l voto electrónico en América Latina : avances y perspectivasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)260NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


AUTONOMÍASobrado González, Luis AntonioLos organismos electorales : autonomía, formación electoral y <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)AUTORREGULACIÓN PARTIDARIAFrei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)BALLOTTAGERomán Jacobo, GustavoSegunda ronda electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)BARRERA ELECTORALBrenes Villalobos, Luis DiegoMatemáticas electorales : distribución <strong>de</strong> escaños en elecciones diputadiles costarricenses <strong>de</strong>l2006 (análisis comparativo)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)BENEMÉRITO DE LA PATRIAFonseca Montoya, OscarJosé Figueres Ferrer y su aporte al sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)BIPARTIDISMOBeers González, Robert FPartidos políticos en el ámbito localEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Brenes Villalobos, Luis DiegoMatemáticas electorales : distribución <strong>de</strong> escaños en elecciones diputadiles costarricenses <strong>de</strong>l2006 (análisis comparativo)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 261


BOLIVIARomero Ballivián, SalvadorLa <strong>de</strong>mocracia directa en BoliviaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)CALIDAD DE LA DEMOCRACIAAlcántara Sáenz, ManuelLuces y sombras <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)CAMPAÑA POLÍTICARivera Sánchez, Juan Luis; Abarca Guzmán, Gerardo FelipeLa propaganda electoral en el Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)CANCELACIÓN DE CREDENCIALESBou Valver<strong>de</strong>, Zetty; Guzmán Herrera, José JoaquínJusticia electoral en el nuevo códigoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)CANDIDATURASMora Mora, VinicioRuptura <strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> los partidos políticos en la postulación <strong>de</strong> candidatos a cargosmunicipales <strong>de</strong> elección popularEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Román Jacobo, GustavoMonopolio <strong>de</strong> los partidos políticos sobre la presentación <strong>de</strong> candidaturas a los cargos <strong>de</strong>elección popular : reseña <strong>de</strong> dos resoluciones emblemáticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)CAPACITACIÓN ELECTORALFernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Sobrado González, Luis AntonioEducación cívico-<strong>de</strong>mocrática y su abordaje a través <strong>de</strong>l IFEDEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)262NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Sobrado González, Luis AntonioLos organismos electorales : autonomía, formación electoral y <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)CAPACITACIÓN POLÍTICASánchez Campos, FernandoLa creación <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Formación y Estudios en Democracia y la importancia <strong>de</strong> lacapacitación políticaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)CARGOS DE ELECCIÓN POPULARZamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)CAUSA DE CANCELACIÓN DE CREDENCIALESRosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)CÉDULA DE IDENTIDADSobrado González, Luis AntonioLa inscripción automática <strong>de</strong> electores en el or<strong>de</strong>namiento electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Rivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Montero Solano, Rocío, comp.; Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)CENTROS PENITENCIARIOSSobrado González, Luis AntonioExperiencia costarricense <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong> personas privadas <strong>de</strong> libertadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 263


CHILEMarshall Barberán, PabloSinopsis <strong>de</strong> la justicia electoral en ChileEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Bachelet Jeria, MichelleDemocracia y géneroEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Rosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)CIENCIAS POLÍTICASTreminio Sánchez, IlkaEl Estado en su dimensión <strong>de</strong> filtro : un breve esbozo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l EstadoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)CIFRA RESIDUALBrenes Villalobos, Luis DiegoMatemáticas electorales : distribución <strong>de</strong> escaños en elecciones diputadiles costarricenses <strong>de</strong>l2006 (análisis comparativo)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)COALICIONESSobrado González, Luis AntonioLas alianzas electorales en la perspectiva jurídica costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)COALICIÓN DE PARTIDOS POLÍTICOSRomán Jacobo, Gustavo; Chavarría Chavarría, DaniloRégimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)COCIENTE ELECTORALBrenes Villalobos, Luis DiegoMatemáticas electorales : distribución <strong>de</strong> escaños en elecciones diputadiles costarricenses <strong>de</strong>l2006 (análisis comparativo)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)264NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


COLOMBIAMatheus Brito, DavidLa regulación <strong>de</strong>l referendo revocatorio <strong>de</strong> mandato en Venezuela y en ColombiaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)COMFLICTO DE COMPETENCIASBrenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)COMICIOS INTERNOSFrei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)COMPETENCIABolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Robles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normassometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)COMPETENCIA JURISDICCIONAL ELECTORALBrenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)COMPORTAMIENTO DEL VOTOBrenes Montoya, María MartaAbstencionismo en las elecciones municipalesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 265


COMPORTAMIENTO ELECTORALBrenes Montoya, María MartaAbstencionismo en las elecciones municipalesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Picado León, HugoEntre inercias y renegociaciones : análisis <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales y legislativascostarricenses <strong>de</strong> 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)CONCERTACIÓNSojo Obando, CarlosDiálogo social y <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>liberativaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)CONFLICTO DE COMPETENCIASOrozco Solano, Víctor; Patiño Cruz, SilviaLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Robles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normassometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)CONFLICTOS ELECTORALESSobrado González, Luis AntonioCoyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)CONSTITUCIÓN POLÍTICASobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)266NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Román Jacobo, GustavoSegunda ronda electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)CONSULTAS POPULARESRomero Ballivián, SalvadorLa <strong>de</strong>mocracia directa en BoliviaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Marenghi, Patricia; Alcántara Sáez, ManuelLos mecanismos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa : argumentos a favor y en contra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Zovatto Garetto, DanielLas instituciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa a nivel nacional en América Latina : un balancecomparado : 1978-2007En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Ellis, AndrewThe use and <strong>de</strong>sign of referendums an International IDEA working paperEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Sobrado González, Luis AntonioPrimera experiencia <strong>de</strong> referéndum en Costa Rica : regulación y alcancesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)García Pandolfi, Rebeca María; González Montero, JéssicaRepaso histórico <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semidirecta en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)González Rissoto, RodolfoLa <strong>de</strong>mocracia directa en UruguayEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Matheus Brito, DavidLa regulación <strong>de</strong>l referendo revocatorio <strong>de</strong> mandato en Venezuela y en ColombiaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Robles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normasNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 267


sometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Esquivel Faerrón, Max AlbertoReferéndum en Costa Rica : la primera experienciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)CONTEO DE VOTOSBou Valver<strong>de</strong>, ZettyResultados electorales ajustados : el caso <strong>de</strong> Costa Rica, elecciones presi<strong>de</strong>nciales 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)CONTRIBUCIONES PRIVADASSobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)CONTRIBUCIÓN ESTATALSobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Sobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)CONTROL DE CONSTITUCIONALIDADRobles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normassometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)CONTROL FINANCIEROSobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)268NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


CORRUPCIÓNZovatto Garetto, DanielDinero y política en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOSBou Valver<strong>de</strong>, ZettyDerechos humanos electorales : el caso Yatama contra el Estado <strong>de</strong> Nicaragua, análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong>l sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)COSTA RICASobrado González, Luis AntonioExperiencia costarricense <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong> personas privadas <strong>de</strong> libertadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Román Jacobo, GustavoDemocracia electoral e inclusión social : a propósito <strong>de</strong> la obra “Demoperfectocracia. La<strong>de</strong>mocracia pre-reformada en Costa Rica (1885-1948)” <strong>de</strong> Iván Molina JiménezEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Sobrado González, Luis AntonioLos organismos electorales : autonomía, formación electoral y <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Esquivel Faerrón, Max AlbertoReferéndum en Costa Rica : la primera experienciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Costa Rica. <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. BibliotecaHistoria <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales 1824-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettyDerechos humanos electorales : el caso Yatama contra el Estado <strong>de</strong> Nicaragua, análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong>l sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 269


Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)COSTO ELECTORALZovatto Garetto, DanielDinero y política en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)CREDENCIALES MUNICIPALESRosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)CUERPO DE DELEGADOSAlonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)CULTURA DEMOCRÁTICASobrado González, Luis AntonioLos organismos electorales : autonomía, formación electoral y <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Sojo Obando, CarlosDiálogo social y <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>liberativaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Boza Oviedo, Eugenia; Ochoa Chaves, LuisaPercepciones y representaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en las personas jóvenes adultas costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)270NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


CUOTAS DE PARTICIPACIÓN POLÍTICABolaños Barquero, ArletteLas cuotas <strong>de</strong> participación Política <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica, 1996 - 2005En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Bachelet Jeria, MichelleDemocracia y géneroEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Bareiro, Line; Torres García, IsabelEl camino hacia la paridad : evaluación <strong>de</strong> las cuotas <strong>de</strong> participación política <strong>de</strong> las mujeresen América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)CÓDIGO ELECTORALPicado León, HugoLa negociación <strong>de</strong> la reforma al código electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Esquivel Faerron, Max Alberto; Picado León, HugoReforma al Código Electoral : cambios en las funciones y estructura <strong>de</strong>l TSEEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Montero Solano, Rocío, comp.; Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 271


DATOS PERSONALESRivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)DEBATES ELECTORALESBolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)DECLARATORIA DE ELECCIÓNBou Valver<strong>de</strong>, ZettyResultados electorales ajustados : el caso <strong>de</strong> Costa Rica, elecciones presi<strong>de</strong>nciales 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)DELEGADOSAlonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)DELEGADOS ELECTORALESFernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Alonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)DEMOCRACIAZovatto Garetto, DanielDinero y política en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Marenghi, Patricia; Alcántara Sáez, ManuelLos mecanismos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa : argumentos a favor y en contra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)272NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Zovatto Garetto, DanielLas instituciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa a nivel nacional en América Latina : un balancecomparado : 1978-2007En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Ellis, AndrewThe use and <strong>de</strong>sign of referendums an International IDEA working paperEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Sobrado González, Luis AntonioPrimera experiencia <strong>de</strong> referéndum en Costa Rica : regulación y alcancesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Sojo, CarlosUna iniciativa para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> Estado en apoyo al fortalecimiento <strong>de</strong> los partidospolíticos y la cultura cívica <strong>de</strong> Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Alcántara Sáenz, ManuelLuces y sombras <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Sojo Obando, CarlosDiálogo social y <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>liberativaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Treminio Sánchez, IlkaEl Estado en su dimensión <strong>de</strong> filtro : un breve esbozo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l EstadoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Boza Oviedo, Eugenia; Ochoa Chaves, LuisaPercepciones y representaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en las personas jóvenes adultas costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Mora Chinchilla, CarolinaLa creación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Costa Rica en 1949 : sus antece<strong>de</strong>ntes ysignificado en la institucionalidad nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 273


DEMOCRACIA DE LA CALLERomán Jacobo, GustavoDemocracia electoral e inclusión social : a propósito <strong>de</strong> la obra “Demoperfectocracia. La<strong>de</strong>mocracia pre-reformada en Costa Rica (1885-1948)” <strong>de</strong> Iván Molina JiménezEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)DEMOCRACIA DIRECTAMarenghi, Patricia; Alcántara Sáez, ManuelLos mecanismos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa : argumentos a favor y en contra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Zovatto Garetto, DanielLas instituciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa a nivel nacional en América Latina : un balancecomparado : 1978-2007En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Ellis, AndrewThe use and <strong>de</strong>sign of referendums an International IDEA working paperEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Sobrado González, Luis AntonioPrimera experiencia <strong>de</strong> referéndum en Costa Rica : regulación y alcancesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)García Pandolfi, Rebeca María; González Montero, JéssicaRepaso histórico <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semidirecta en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Esquivel Faerrón, Max AlbertoReferéndum en Costa Rica : la primera experienciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Romero Ballivián, SalvadorLa <strong>de</strong>mocracia directa en BoliviaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)González Rissoto, RodolfoLa <strong>de</strong>mocracia directa en UruguayEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)274NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Matheus Brito, DavidLa regulación <strong>de</strong>l referendo revocatorio <strong>de</strong> mandato en Venezuela y en ColombiaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Orozco Henríquez, José <strong>de</strong> JesúsLas reformas electorales en perspectiva comparada en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)DEMOCRACIA ELECTORALRomán Jacobo, GustavoDemocracia electoral e inclusión social : a propósito <strong>de</strong> la obra “Demoperfectocracia. La<strong>de</strong>mocracia pre-reformada en Costa Rica (1885-1948)” <strong>de</strong> Iván Molina JiménezEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)DEMOCRACIA INTERNA DEL PARTIDO POLÍTICOFrei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)DEMOCRACIA PARTICIPATIVAGarcía Pandolfi, Rebeca María; González Montero, JéssicaRepaso histórico <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semidirecta en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Alfaro Cal<strong>de</strong>rón, Esteban; Madriz Pérez, PaolaLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Orozco Henríquez, José <strong>de</strong> JesúsLas reformas electorales en perspectiva comparada en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)DEMOCRACIA SUSTANCIALRomán Jacobo, GustavoDemocracia electoral e inclusión social : a propósito <strong>de</strong> la obra “Demoperfectocracia. La<strong>de</strong>mocracia pre-reformada en Costa Rica (1885-1948)” <strong>de</strong> Iván Molina JiménezEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 275


DERECHO AL SUFRAGIOHerrera Loaiza, Edgar; Villalobos Quirós, EnriqueSufragio y principio <strong>de</strong>mocrático : consi<strong>de</strong>raciones sobre su existencia y vinculanciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Román Jacobo, GustavoMonopolio <strong>de</strong> los partidos políticos sobre la presentación <strong>de</strong> candidaturas a los cargos <strong>de</strong>elección popular : reseña <strong>de</strong> dos resoluciones emblemáticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)DERECHO CONSTITUCIONALRomero Ballivián, SalvadorLa <strong>de</strong>mocracia directa en BoliviaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)González Rissoto, RodolfoLa <strong>de</strong>mocracia directa en UruguayEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)DERECHO DE FAMILIAMontanaro Lacayo, Irene; Bolaños Bolaños, Luis AntonioLey <strong>de</strong> paternidad responsable y Registro CivilEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)DERECHO DE LA PERSONARivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)DERECHO DE PARTICIPACIÓNBou Valver<strong>de</strong>, ZettyDerechos humanos electorales : el caso Yatama contra el Estado <strong>de</strong> Nicaragua, análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong>l sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)276NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


DERECHO ELECTORALFrei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)DERECHO ELECTORAL COMPARADOFrei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Sobrado González, Luis AntonioLas alianzas electorales en la perspectiva jurídica costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Brenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Bolaños Barquero, ArletteLas cuotas <strong>de</strong> participación Política <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica, 1996 - 2005En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Herrera Loaiza, Edgar; Villalobos Quirós, EnriqueSufragio y principio <strong>de</strong>mocrático : consi<strong>de</strong>raciones sobre su existencia y vinculanciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Urruty Navatta, Carlos AlbertoEl régimen electoral uruguayoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Marshall Barberán, PabloSinopsis <strong>de</strong> la justicia electoral en ChileEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Urruty Navatta, Carlos AlbertoLa importancia <strong>de</strong> los organismos electoralesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Sobrado González, Luis AntonioExperiencia costarricense <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong> personas privadas <strong>de</strong> libertadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 277


Sobrado González, Luis AntonioCoyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Romero Ballivián, SalvadorLa <strong>de</strong>mocracia directa en BoliviaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)González Rissoto, RodolfoLa <strong>de</strong>mocracia directa en UruguayEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Román Jacobo, GustavoSegunda ronda electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)DERECHO POLÍTICOTreminio Sánchez, IlkaEl Estado en su dimensión <strong>de</strong> filtro : un breve esbozo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l EstadoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)DERECHOS FUNDAMENTALESBrenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Román Jacobo, GustavoMonopolio <strong>de</strong> los partidos políticos sobre la presentación <strong>de</strong> candidaturas a los cargos <strong>de</strong>elección popular : reseña <strong>de</strong> dos resoluciones emblemáticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)DERECHOS HUMANOSZamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)278NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


DERECHOS POLÍTICOSRomán Jacobo, GustavoMonopolio <strong>de</strong> los partidos políticos sobre la presentación <strong>de</strong> candidaturas a los cargos <strong>de</strong>elección popular : reseña <strong>de</strong> dos resoluciones emblemáticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)DERECHOS REALESZamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)DESAPLICACIÓN DE NORMASOrozco Solano, Víctor; Patiño Cruz, SilviaLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)DESARROLLO DE LA DEMOCRACIAAlcántara Sáenz, ManuelLuces y sombras <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Esquivel Faerrón, Max AlbertoReferéndum en Costa Rica : la primera experienciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Sobrado González, Luis AntonioLa jurispru<strong>de</strong>ncia electoral como factor <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sojo Obando, CarlosDiálogo social y <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>liberativaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Boza Oviedo, Eugenia; Ochoa Chaves, LuisaPercepciones y representaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en las personas jóvenes adultas costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Sobrado González, Luis AntonioNÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 279


El régimen electoral en la Constitución <strong>de</strong> 1949En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettySistema electoral costarricense, seis décadas <strong>de</strong> probada efectividadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Mora Chinchilla, CarolinaLa creación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Costa Rica en 1949 : sus antece<strong>de</strong>ntes ysignificado en la institucionalidad nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Alonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)DEUDA POLÍTICASobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Sobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)DIVISIÓN POLÍTICA TERRITORIALTuesta Sol<strong>de</strong>villa, Fernando<strong>Elecciones</strong> municipales en centros pobladosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)DIVISIÓN TERRITORIAL ELECTORALMontero Solano, Rocío, comp.; Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)DOCUMENTACIÓN ELECTORALFernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)280NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


DOMICILIO ELECTORALSobrado González, Luis AntonioLa inscripción automática <strong>de</strong> electores en el or<strong>de</strong>namiento electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)EDUCACIÓN CÍVICASobrado González, Luis AntonioEducación cívico-<strong>de</strong>mocrática y su abordaje a través <strong>de</strong>l IFEDEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sojo, CarlosUna iniciativa para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> Estado en apoyo al fortalecimiento <strong>de</strong> los partidospolíticos y la cultura cívica <strong>de</strong> Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)ELECCIONESFernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Picado León, HugoEntre inercias y renegociaciones : análisis <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales y legislativascostarricenses <strong>de</strong> 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén¿Quién ganó las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007 enEspaña?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Costa Rica. <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. BibliotecaHistoria <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales 1824-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, RubénLas elecciones generales <strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2008 : la clave estuvo en Cataluña y País VascoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén<strong>Elecciones</strong> en España al Parlamento Europeo : unos comicios en clave nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 281


ELECCIONES DE DIPUTADOBrenes Villalobos, Luis DiegoMatemáticas electorales : distribución <strong>de</strong> escaños en elecciones diputadiles costarricenses <strong>de</strong>l2006 (análisis comparativo)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)ELECCIONES LOCALESTuesta Sol<strong>de</strong>villa, Fernando<strong>Elecciones</strong> municipales en centros pobladosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Aguilar Herrera, GabrielaReformas a las elecciones municipales : ¿verda<strong>de</strong>ra necesidad o retórica política?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Brenes Montoya, María MartaAbstencionismo en las elecciones municipalesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Rivera Sánchez, Juan LuisRevocatoria <strong>de</strong>l mandato para funcionarios <strong>de</strong> elección popular en los gobiernos localesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén¿Quién ganó las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007 enEspaña?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)ELECCIONES MUNICIPALESTuesta Sol<strong>de</strong>villa, Fernando<strong>Elecciones</strong> municipales en centros pobladosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Aguilar Herrera, GabrielaReformas a las elecciones municipales : ¿verda<strong>de</strong>ra necesidad o retórica política?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Brenes Montoya, María MartaAbstencionismo en las elecciones municipalesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)282NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Beers González, Robert FPartidos políticos en el ámbito localEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Mora Mora, VinicioRuptura <strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> los partidos políticos en la postulación <strong>de</strong> candidatos a cargosmunicipales <strong>de</strong> elección popularEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Rivera Sánchez, Juan LuisRevocatoria <strong>de</strong>l mandato para funcionarios <strong>de</strong> elección popular en los gobiernos localesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)ELECCIÓN POR COCIENTE Y RESIDUOBrenes Villalobos, Luis DiegoMatemáticas electorales : distribución <strong>de</strong> escaños en elecciones diputadiles costarricenses <strong>de</strong>l2006 (análisis comparativo)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)ELECTORESSobrado González, Luis AntonioLa inscripción automática <strong>de</strong> electores en el or<strong>de</strong>namiento electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)EMPADRONAMIENTO ELECTORALSobrado González, Luis AntonioLa inscripción automática <strong>de</strong> electores en el or<strong>de</strong>namiento electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)ESCRUTINIO ELECTORALBou Valver<strong>de</strong>, ZettyResultados electorales ajustados : el caso <strong>de</strong> Costa Rica, elecciones presi<strong>de</strong>nciales 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)ESPAÑASánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén¿Quién ganó las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007 enEspaña?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 283


Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, RubénLas elecciones generales <strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2008 : la clave estuvo en Cataluña y País VascoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén<strong>Elecciones</strong> en España al Parlamento Europeo : unos comicios en clave nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)ESTADOTreminio Sánchez, IlkaEl Estado en su dimensión <strong>de</strong> filtro : un breve esbozo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l EstadoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)ESTATUTOSOrozco Solano, Víctor; Patiño Cruz, SilviaLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)ESTRATEGIAS ELECTORALESRivera Sánchez, Juan Luis; Abarca Guzmán, Gerardo FelipeLa propaganda electoral en el Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)ESTRUCTURA DEL PARTIDO POLÍTICOZamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Román Jacobo, Gustavo; Chavarría Chavarría, DaniloRégimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)EVALUACIÓN DE LA DEMOCRACIAAlcántara Sáenz, ManuelLuces y sombras <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)284NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


EXPRESIDENTES DE LA REPÚBLICAFonseca Montoya, OscarJosé Figueres Ferrer y su aporte al sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)FIGUERES FERRER, JOSÉFonseca Montoya, OscarJosé Figueres Ferrer y su aporte al sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)FILIACIÓNMontanaro Lacayo, Irene; Bolaños Bolaños, Luis AntonioLey <strong>de</strong> paternidad responsable y Registro CivilEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)FINANCIAMIENTO DEL PARTIDO POLÍTICOZovatto Garetto, DanielDinero y política en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)FINANCIAMIENTO DIRECTOZovatto Garetto, DanielDinero y política en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)FINANCIAMIENTO INDIRECTOZovatto Garetto, DanielDinero y política en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 285


FINANCIAMIENTO DEL PARTIDO POLÍTICOSobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Sobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)FINANCIAMIENTO DIRECTOSobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)FISCALIZACIÓN ELECTORALAlonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)FORMACIÓN DEL PARTIDO POLÍTICORomán Jacobo, Gustavo; Chavarría Chavarría, DaniloRégimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)FORTALECIMIENTO DE LA DEMOCRACIABou Valver<strong>de</strong>, ZettySistema electoral costarricense, seis décadas <strong>de</strong> probada efectividadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Alonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)FOTOGRAFÍAWilson, Bruce MObservación <strong>de</strong> las elecciones generales <strong>de</strong>l 2006 en Costa Rica : un ensayo fotográficoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)286NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Rivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)FUNCIONARIOS ELECTORALESFernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)FUNCIONARIOS MUNICIPALESRivera Sánchez, Juan LuisRevocatoria <strong>de</strong>l mandato para funcionarios <strong>de</strong> elección popular en los gobiernos localesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Rosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)FUNCIONES DE LOS ORGANISMOS ELECTORALESUrruty Navatta, Carlos AlbertoEl régimen electoral uruguayoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Marshall Barberán, PabloSinopsis <strong>de</strong> la justicia electoral en ChileEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Urruty Navatta, Carlos AlbertoLa importancia <strong>de</strong> los organismos electoralesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Sobrado González, Luis AntonioEl régimen electoral en la Constitución <strong>de</strong> 1949En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)FUNCIONES DEL TRIBUNAL SUPREMO DE ELECCIONESEsquivel Faerron, Max Alberto; Picado León, HugoReforma al Código Electoral : cambios en las funciones y estructura <strong>de</strong>l TSEEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 287


FUSIÓN DE PARTIDOS POLÍTICOSRomán Jacobo, Gustavo; Chavarría Chavarría, DaniloRégimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)GARANTÍAS CONSTITUCIONALESBolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)GARANTÍAS ELECTORALESHerrera Loaiza, Edgar; Villalobos Quirós, EnriqueSufragio y principio <strong>de</strong>mocrático : consi<strong>de</strong>raciones sobre su existencia y vinculanciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)García Soriano, María VicentaUna reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las garantías electorales ante las nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> (E-)votaciónEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Alonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)GASTO ELECTORALSobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)GÉNEROBolaños Barquero, ArletteLas cuotas <strong>de</strong> participación Política <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica, 1996 - 2005En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Bachelet Jeria, MichelleDemocracia y géneroEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Bareiro, Line; Torres García, IsabelEl camino hacia la paridad : evaluación <strong>de</strong> las cuotas <strong>de</strong> participación política <strong>de</strong> las mujeresen América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)288NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


GOBERNABILIDADZovatto, DanielLa reforma político-electoral en América Latina 1978-2007 : evolución, situación actual,ten<strong>de</strong>ncias y efectosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)GOBIERNO LOCALTuesta Sol<strong>de</strong>villa, Fernando<strong>Elecciones</strong> municipales en centros pobladosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Rivera Sánchez, Juan LuisRevocatoria <strong>de</strong>l mandato para funcionarios <strong>de</strong> elección popular en los gobiernos localesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)HISTORIACosta Rica. <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. BibliotecaHistoria <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales 1824-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)HISTORIA ELECTORALBolaños Barquero, ArletteLas cuotas <strong>de</strong> participación Política <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica, 1996 - 2005En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Fonseca Montoya, OscarJosé Figueres Ferrer y su aporte al sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Sobrado González, Luis AntonioEl régimen electoral en la Constitución <strong>de</strong> 1949En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Mora Chinchilla, CarolinaLa creación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Costa Rica en 1949 : sus antece<strong>de</strong>ntes ysignificado en la institucionalidad nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 289


HISTORIA POLÍTICAMontero Solano, Rocío, comp.; Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)HÁBEAS DATARivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)IDENTIDAD PERSONALRivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)IGUALDADBachelet Jeria, MichelleDemocracia y géneroEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Bareiro, Line; Torres García, IsabelEl camino hacia la paridad : evaluación <strong>de</strong> las cuotas <strong>de</strong> participación política <strong>de</strong> las mujeresen América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)IGUALDAD DE OPORTUNIDADESZamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)INCLUSIÓN SOCIALRomán Jacobo, GustavoDemocracia electoral e inclusión social : a propósito <strong>de</strong> la obra “Demoperfectocracia. La<strong>de</strong>mocracia pre-reformada en Costa Rica (1885-1948)” <strong>de</strong> Iván Molina JiménezEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)290NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


INCONSTITUCIONALIDADOrozco Solano, Víctor; Patiño Cruz, SilviaLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)INCUMPLIMIENTO DE DEBERESRosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)INDÍGENASBou Valver<strong>de</strong>, ZettyDerechos humanos electorales : el caso Yatama contra el Estado <strong>de</strong> Nicaragua, análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong>l sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)INSCRIPCIÓN DE CANDIDATOSMora Mora, VinicioRuptura <strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> los partidos políticos en la postulación <strong>de</strong> candidatos a cargosmunicipales <strong>de</strong> elección popularEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)INSTITUCIONES POLÍTICASBrenes Villalobos, Luis DiegoLa teoría colomeriana <strong>de</strong>l votante mediano en las Instituciones PolíticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)INSTITUCIONES PÚBLICAS DEL ESTADORivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)INSTITUTO DE FORMACIÓN Y ESTUDIOS PARA LA DEMOCRACIASobrado González, Luis AntonioEducación cívico-<strong>de</strong>mocrática y su abordaje a través <strong>de</strong>l IFEDEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 291


INTENCIÓN DE VOTOBrenes Montoya, María MartaAbstencionismo en las elecciones municipalesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)JORNADA ELECTORALWilson, Bruce MObservación <strong>de</strong> las elecciones generales <strong>de</strong>l 2006 en Costa Rica : un ensayo fotográficoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)JURISDICCIÓN CONSTITUCIONALRobles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normassometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)JURISDICCIÓN ELECTORALBrenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Urruty Navatta, Carlos AlbertoEl régimen electoral uruguayoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Marshall Barberán, PabloSinopsis <strong>de</strong> la justicia electoral en ChileEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Urruty Navatta, Carlos AlbertoLa importancia <strong>de</strong> los organismos electoralesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Osejo Martínez Porcayo, José FernandoJurispru<strong>de</strong>ncia electoral, aporte para el fortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sobrado González, Luis AntonioLa jurispru<strong>de</strong>ncia electoral como factor <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática en América Latina292NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Rosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Robles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normassometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Bou Valver<strong>de</strong>, Zetty; Guzmán Herrera, José JoaquínJusticia electoral en el nuevo códigoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONALBolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)JURISPRUDENCIA ELECTORALRivera Sánchez, Juan Luis; Abarca Guzmán, Gerardo FelipeLa propaganda electoral en el Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Brenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Osejo Martínez Porcayo, José FernandoJurispru<strong>de</strong>ncia electoral, aporte para el fortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sobrado González, Luis AntonioLa jurispru<strong>de</strong>ncia electoral como factor <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettyDerechos humanos electorales : el caso Yatama contra el Estado <strong>de</strong> Nicaragua, análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong>l sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 293


Bolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)JUSTICIA ELECTORALOsejo Martínez Porcayo, José FernandoJurispru<strong>de</strong>ncia electoral, aporte para el fortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Núñez Jiménez, ArturoLa experiencia mexicana en materia <strong>de</strong> reforma política-electoral (1977-2008)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Sobrado González, Luis AntonioLa jurispru<strong>de</strong>ncia electoral como factor <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Bou Valver<strong>de</strong>, Zetty; Guzmán Herrera, José JoaquínJusticia electoral en el nuevo códigoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)JUVENTUDBoza Oviedo, Eugenia; Ochoa Chaves, LuisaPercepciones y representaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en las personas jóvenes adultas costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)LEGISLACIÓN ELECTORALUrruty Navatta, Carlos AlbertoEl régimen electoral uruguayoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Marshall Barberán, PabloSinopsis <strong>de</strong> la justicia electoral en ChileEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Urruty Navatta, Carlos AlbertoLa importancia <strong>de</strong> los organismos electoralesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Picado León, HugoLa negociación <strong>de</strong> la reforma al código electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)294NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Zamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Rosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Orozco Henríquez, José <strong>de</strong> JesúsLas reformas electorales en perspectiva comparada en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Román Jacobo, Gustavo; Chavarría Chavarría, DaniloRégimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Rivera Sánchez, Juan Luis; Abarca Guzmán, Gerardo FelipeLa propaganda electoral en el Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Montero Solano, Rocío, comp.; Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)LEGITIMACIÓNBolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)LEY DE PARTIDOS POLÍTICOSPicado León, HugoLa negociación <strong>de</strong> la reforma al código electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 295


LEY DE PATERNIDAD RESPONSABLEMontanaro Lacayo, Irene; Bolaños Bolaños, Luis AntonioLey <strong>de</strong> paternidad responsable y Registro CivilEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)LIBERTAD DE EXPRESIÓNSojo Obando, CarlosDiálogo social y <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>liberativaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Rivera Sánchez, Juan Luis; Abarca Guzmán, Gerardo FelipeLa propaganda electoral en el Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)MAGISTRADOSMontero Solano, Rocío, comp.; Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)MEDIOS DE COMUNICACIÓNBolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Rivera Sánchez, Juan Luis; Abarca Guzmán, Gerardo FelipeLa propaganda electoral en el Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)MÉXICONúñez Jiménez, ArturoLa experiencia mexicana en materia <strong>de</strong> reforma política-electoral (1977-2008)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)MUJERESBolaños Barquero, ArletteLas cuotas <strong>de</strong> participación Política <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica, 1996 - 2005En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)296NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Zamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)MÁQUINAS PARA VOTARGarcía Soriano, María VicentaUna reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las garantías electorales ante las nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> (E-)votaciónEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)NACIÓNTreminio Sánchez, IlkaEl Estado en su dimensión <strong>de</strong> filtro : un breve esbozo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l EstadoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)NICARAGUABou Valver<strong>de</strong>, ZettyDerechos humanos electorales : el caso Yatama contra el Estado <strong>de</strong> Nicaragua, análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong>l sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)NULIDAD ELECTORALBou Valver<strong>de</strong>, Zetty; Guzmán Herrera, José JoaquínJusticia electoral en el nuevo códigoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)OBSERVACIONES ELECTORALESWilson, Bruce MObservación <strong>de</strong> las elecciones generales <strong>de</strong>l 2006 en Costa Rica : un ensayo fotográficoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)OPINIÓN PÚBLICAParamio Rodrigo, LudolfoPartidos y ciudadanía en el siglo XXIEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 297


ORGANISMOS ELECTORALESUrruty Navatta, Carlos AlbertoEl régimen electoral uruguayoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Marshall Barberán, PabloSinopsis <strong>de</strong> la justicia electoral en ChileEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Urruty Navatta, Carlos AlbertoLa importancia <strong>de</strong> los organismos electoralesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Osejo Martínez Porcayo, José FernandoJurispru<strong>de</strong>ncia electoral, aporte para el fortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sobrado González, Luis AntonioCoyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sobrado González, Luis AntonioLos organismos electorales : autonomía, formación electoral y <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Núñez Jiménez, ArturoLa experiencia mexicana en materia <strong>de</strong> reforma política-electoral (1977-2008)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Sobrado González, Luis AntonioEl régimen electoral en la Constitución <strong>de</strong> 1949En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettySistema electoral costarricense, seis décadas <strong>de</strong> probada efectividadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Mora Chinchilla, CarolinaLa creación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Costa Rica en 1949 : sus antece<strong>de</strong>ntes ysignificado en la institucionalidad nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)298NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Alonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Esquivel Faerron, Max Alberto; Picado León, HugoReforma al Código Electoral : cambios en las funciones y estructura <strong>de</strong>l TSEEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Montero Solano, Rocío, comp.; Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO POLÍTICOFrei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Román Jacobo, Gustavo; Chavarría Chavarría, DaniloRégimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)ORGANIZACIÓN ELECTORALFernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Wilson, Bruce MObservación <strong>de</strong> las elecciones generales <strong>de</strong>l 2006 en Costa Rica : un ensayo fotográficoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Sobrado González, Luis AntonioCoyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Esquivel Faerrón, Max AlbertoReferéndum en Costa Rica : la primera experienciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 299


ORIENTACIÓN DEL VOTOPicado León, HugoEntre inercias y renegociaciones : análisis <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales y legislativascostarricenses <strong>de</strong> 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)PADRÓN ELECTORALSobrado González, Luis AntonioLa inscripción automática <strong>de</strong> electores en el or<strong>de</strong>namiento electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)PANAMÁSobrado González, Luis AntonioCoyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)PARIDAD POLÍTICABachelet Jeria, MichelleDemocracia y géneroEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Bareiro, Line; Torres García, IsabelEl camino hacia la paridad : evaluación <strong>de</strong> las cuotas <strong>de</strong> participación política <strong>de</strong> las mujeresen América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)PARLAMENTO EUROPEOSánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén<strong>Elecciones</strong> en España al Parlamento Europeo : unos comicios en clave nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)300NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


PARTICIPACIÓN CIUDADANABrenes Montoya, María MartaAbstencionismo en las elecciones municipalesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Beers González, Robert FPartidos políticos en el ámbito localEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Sánchez Campos, FernandoLa creación <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Formación y Estudios en Democracia y la importancia <strong>de</strong> lacapacitación políticaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)García Pandolfi, Rebeca María; González Montero, JéssicaRepaso histórico <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semidirecta en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Alfaro Cal<strong>de</strong>rón, Esteban; Madriz Pérez, PaolaLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sojo, CarlosUna iniciativa para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> Estado en apoyo al fortalecimiento <strong>de</strong> los partidospolíticos y la cultura cívica <strong>de</strong> Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Zovatto, DanielLa reforma político-electoral en América Latina 1978-2007 : evolución, situación actual,ten<strong>de</strong>ncias y efectosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Paramio Rodrigo, LudolfoPartidos y ciudadanía en el siglo XXIEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sojo Obando, CarlosDiálogo social y <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>liberativaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Boza Oviedo, Eugenia; Ochoa Chaves, LuisaPercepciones y representaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en las personas jóvenes adultas costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 301


Sobrado González, Luis AntonioEl régimen electoral en la Constitución <strong>de</strong> 1949En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettySistema electoral costarricense, seis décadas <strong>de</strong> probada efectividadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Alonso Quesada, Elena IsabelSemblanza Cuerpo Nacional <strong>de</strong> DelegadosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)PARTICIPACIÓN ELECTORALPicado León, HugoEntre inercias y renegociaciones : análisis <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales y legislativascostarricenses <strong>de</strong> 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)PARTICIPACIÓN POLÍTICABolaños Barquero, ArletteLas cuotas <strong>de</strong> participación Política <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica, 1996 - 2005En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Sojo, CarlosUna iniciativa para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> Estado en apoyo al fortalecimiento <strong>de</strong> los partidospolíticos y la cultura cívica <strong>de</strong> Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sobrado González, Luis AntonioLa jurispru<strong>de</strong>ncia electoral como factor <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettyDerechos humanos electorales : el caso Yatama contra el Estado <strong>de</strong> Nicaragua, análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong>l sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)302NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Boza Oviedo, Eugenia; Ochoa Chaves, LuisaPercepciones y representaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en las personas jóvenes adultas costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)PARTIDOS POLÍTICOSFrei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Sobrado González, Luis AntonioLas alianzas electorales en la perspectiva jurídica costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Beers González, Robert FPartidos políticos en el ámbito localEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)PARTIDOS POLÍTICOS CANTONALESBeers González, Robert FPartidos políticos en el ámbito localEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Mora Mora, VinicioRuptura <strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> los partidos políticos en la postulación <strong>de</strong> candidatos a cargosmunicipales <strong>de</strong> elección popularEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Sánchez Campos, FernandoLa creación <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Formación y Estudios en Democracia y la importancia <strong>de</strong> lacapacitación políticaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Orozco Solano, Víctor; Patiño Cruz, SilviaLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sojo, CarlosUna iniciativa para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> Estado en apoyo al fortalecimiento <strong>de</strong> los partidospolíticos y la cultura cívica <strong>de</strong> Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 303


Picado León, HugoImplicaciones jurídicas <strong>de</strong>l sistema electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettyDerechos humanos electorales : el caso Yatama contra el Estado <strong>de</strong> Nicaragua, análisis <strong>de</strong>s<strong>de</strong> laperspectiva <strong>de</strong>l sistema electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Román Jacobo, GustavoMonopolio <strong>de</strong> los partidos políticos sobre la presentación <strong>de</strong> candidaturas a los cargos <strong>de</strong>elección popular : reseña <strong>de</strong> dos resoluciones emblemáticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Paramio Rodrigo, LudolfoPartidos y ciudadanía en el siglo XXIEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, RubénLas elecciones generales <strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2008 : la clave estuvo en Cataluña y País VascoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)PATERNIDAD RESPONSABLEMontanaro Lacayo, Irene; Bolaños Bolaños, Luis AntonioLey <strong>de</strong> paternidad responsable y Registro CivilEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)PENSAMIENTO POLÍTICOTreminio Sánchez, IlkaEl Estado en su dimensión <strong>de</strong> filtro : un breve esbozo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l EstadoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)304NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


PERÚTuesta Sol<strong>de</strong>villa, Fernando<strong>Elecciones</strong> municipales en centros pobladosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)PLEBISCITORivera Sánchez, Juan LuisRevocatoria <strong>de</strong>l mandato para funcionarios <strong>de</strong> elección popular en los gobiernos localesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Marenghi, Patricia; Alcántara Sáez, ManuelLos mecanismos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa : argumentos a favor y en contra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Zovatto Garetto, DanielLas instituciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa a nivel nacional en América Latina : un balancecomparado : 1978-2007En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)García Pandolfi, Rebeca María; González Montero, JéssicaRepaso histórico <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semidirecta en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Romero Ballivián, SalvadorLa <strong>de</strong>mocracia directa en BoliviaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)González Rissoto, RodolfoLa <strong>de</strong>mocracia directa en UruguayEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)PODER REFORMADORAlfaro Cal<strong>de</strong>rón, Esteban; Madriz Pérez, PaolaLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)POLÍTICABolaños Barquero, ArletteLas cuotas <strong>de</strong> participación Política <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica, 1996 - 2005En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 305


Brenes Villalobos, Luis DiegoLa teoría colomeriana <strong>de</strong>l votante mediano en las Instituciones PolíticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)POLÍTICA SOCIALBrenes Villalobos, Luis DiegoLa teoría colomeriana <strong>de</strong>l votante mediano en las Instituciones PolíticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)PRESIDENTE DE LA REPÚBLICACosta Rica. <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. BibliotecaHistoria <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales 1824-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)PRINCIPIO DE IGUALDADBolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)PRINCIPIO DE LIBERTADBolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)PRINCIPIOS CONSTITUCIONALESHerrera Loaiza, Edgar; Villalobos Quirós, EnriqueSufragio y principio <strong>de</strong>mocrático : consi<strong>de</strong>raciones sobre su existencia y vinculanciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)PRIVADOS DE LIBERTADSobrado González, Luis AntonioExperiencia costarricense <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong> personas privadas <strong>de</strong> libertadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)306NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


PROCEDIMIENTOS LEGISLATIVOSPicado León, HugoLa negociación <strong>de</strong> la reforma al código electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)PROCESO ELECTORALFernán<strong>de</strong>z Masís, HéctorEl proceso electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Aguilar Herrera, GabrielaReformas a las elecciones municipales : ¿verda<strong>de</strong>ra necesidad o retórica política?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Sobrado González, Luis AntonioExperiencia costarricense <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong> personas privadas <strong>de</strong> libertadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Wilson, Bruce MObservación <strong>de</strong> las elecciones generales <strong>de</strong>l 2006 en Costa Rica : un ensayo fotográficoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Sobrado González, Luis AntonioCoyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Esquivel Faerrón, Max AlbertoReferéndum en Costa Rica : la primera experienciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Thompson Jiménez, JoséLa experiencia reciente <strong>de</strong>l voto electrónico en América Latina : avances y perspectivasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Román Jacobo, GustavoSegunda ronda electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 307


Sobrado González, Luis AntonioEl régimen electoral en la Constitución <strong>de</strong> 1949En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Montero Solano, Rocío, comp.; Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)PROGRAMAS DE CAPACITACIÓNSobrado González, Luis AntonioLos organismos electorales : autonomía, formación electoral y <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)PROPAGANDA ELECTORALRivera Sánchez, Juan Luis; Abarca Guzmán, Gerardo FelipeLa propaganda electoral en el Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)PROTECCIÓN DE LOS DATOS PERSONALESRivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALESRivera Sánchez, Juan LuisPosibilidad <strong>de</strong> brindar información contenida en la cédula <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad a otras instituciones <strong>de</strong>lEstado, concretamente, la fotografíaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)PROYECTO DE LEYTuesta Sol<strong>de</strong>villa, Fernando<strong>Elecciones</strong> municipales en centros pobladosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Picado León, HugoLa negociación <strong>de</strong> la reforma al código electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)308NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


PUESTOS DE ELECCIÓN POPULARMatheus Brito, DavidLa regulación <strong>de</strong>l referendo revocatorio <strong>de</strong> mandato en Venezuela y en ColombiaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Mora Mora, VinicioRuptura <strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> los partidos políticos en la postulación <strong>de</strong> candidatos a cargosmunicipales <strong>de</strong> elección popularEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Rosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)RECONOCIMIENTO DEL HIJOMontanaro Lacayo, Irene; Bolaños Bolaños, Luis AntonioLey <strong>de</strong> paternidad responsable y Registro CivilEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)RECURSO DE AMPARO ELECTORALBrenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Orozco Solano, Víctor; Patiño Cruz, SilviaLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)REFERÉNDUMRivera Sánchez, Juan LuisRevocatoria <strong>de</strong>l mandato para funcionarios <strong>de</strong> elección popular en los gobiernos localesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Marenghi, Patricia; Alcántara Sáez, ManuelLos mecanismos <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa : argumentos a favor y en contra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong> la<strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 309


Zovatto Garetto, DanielLas instituciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia directa a nivel nacional en América Latina : un balancecomparado : 1978-2007En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Ellis, AndrewThe use and <strong>de</strong>sign of referendums an International IDEA working paperEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Sobrado González, Luis AntonioPrimera experiencia <strong>de</strong> referéndum en Costa Rica : regulación y alcancesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)García Pandolfi, Rebeca María; González Montero, JéssicaRepaso histórico <strong>de</strong> los institutos <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia semidirecta en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Alfaro Cal<strong>de</strong>rón, Esteban; Madriz Pérez, PaolaLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Esquivel Faerrón, Max AlbertoReferéndum en Costa Rica : la primera experienciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Romero Ballivián, SalvadorLa <strong>de</strong>mocracia directa en BoliviaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)González Rissoto, RodolfoLa <strong>de</strong>mocracia directa en UruguayEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Matheus Brito, DavidLa regulación <strong>de</strong>l referendo revocatorio <strong>de</strong> mandato en Venezuela y en ColombiaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Robles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normassometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)310NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


REFERÉNDUM LEGISLATIVOAlfaro Cal<strong>de</strong>rón, Esteban; Madriz Pérez, PaolaLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)REFORMA CONSTITUCIONALAlfaro Cal<strong>de</strong>rón, Esteban; Madriz Pérez, PaolaLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)REFORMA POLÍTICANúñez Jiménez, ArturoLa experiencia mexicana en materia <strong>de</strong> reforma política-electoral (1977-2008)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Zovatto, DanielLa reforma político-electoral en América Latina 1978-2007 : evolución, situación actual,ten<strong>de</strong>ncias y efectosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Orozco Henríquez, José <strong>de</strong> JesúsLas reformas electorales en perspectiva comparada en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)REFORMAS ELECTORALESAguilar Herrera, GabrielaReformas a las elecciones municipales : ¿verda<strong>de</strong>ra necesidad o retórica política?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Picado León, HugoLa negociación <strong>de</strong> la reforma al código electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Núñez Jiménez, ArturoLa experiencia mexicana en materia <strong>de</strong> reforma política-electoral (1977-2008)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 3<strong>11</strong>


Zovatto, DanielLa reforma político-electoral en América Latina 1978-2007 : evolución, situación actual,ten<strong>de</strong>ncias y efectosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Orozco Henríquez, José <strong>de</strong> JesúsLas reformas electorales en perspectiva comparada en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettySistema electoral costarricense, seis décadas <strong>de</strong> probada efectividadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Mora Chinchilla, CarolinaLa creación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Costa Rica en 1949 : sus antece<strong>de</strong>ntes ysignificado en la institucionalidad nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Esquivel Faerron, Max Alberto; Picado León, HugoReforma al Código Electoral : cambios en las funciones y estructura <strong>de</strong>l TSEEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)REFORMAS LEGISLATIVASZamora Chavarría, Eugenia MaríaDerechos políticos <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica : 1986-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)RÉGIMEN ELECTORALRomán Jacobo, GustavoDemocracia electoral e inclusión social : a propósito <strong>de</strong> la obra “Demoperfectocracia. La<strong>de</strong>mocracia pre-reformada en Costa Rica (1885-1948)” <strong>de</strong> Iván Molina JiménezEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)REGISTRO CIVILMontanaro Lacayo, Irene; Bolaños Bolaños, Luis AntonioLey <strong>de</strong> paternidad responsable y Registro CivilEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)312NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


REGISTRO ELECTORALSobrado González, Luis AntonioLa inscripción automática <strong>de</strong> electores en el or<strong>de</strong>namiento electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)RENOVACIÓN DE ESTRUCTURAS PARTIDARIASRomán Jacobo, Gustavo; Chavarría Chavarría, DaniloRégimen organizativo <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)REPRESENTACIÓN POLÍTICAParamio Rodrigo, LudolfoPartidos y ciudadanía en el siglo XXIEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)REPRESENTACIÓN POLÍTICAPicado León, HugoImplicaciones jurídicas <strong>de</strong>l sistema electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)REPRESENTACIÓN POLÍTICAZovatto, DanielLa reforma político-electoral en América Latina 1978-2007 : evolución, situación actual,ten<strong>de</strong>ncias y efectosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)REPRESENTACIÓN POLÍTICARomán Jacobo, GustavoMonopolio <strong>de</strong> los partidos políticos sobre la presentación <strong>de</strong> candidaturas a los cargos <strong>de</strong>elección popular : reseña <strong>de</strong> dos resoluciones emblemáticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 313


Bachelet Jeria, MichelleDemocracia y géneroEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Bareiro, Line; Torres García, IsabelEl camino hacia la paridad : evaluación <strong>de</strong> las cuotas <strong>de</strong> participación política <strong>de</strong> las mujeresen América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)REQUISITOS PARA SER CANDIDATOMora Mora, VinicioRuptura <strong>de</strong>l monopolio <strong>de</strong> los partidos políticos en la postulación <strong>de</strong> candidatos a cargosmunicipales <strong>de</strong> elección popularEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Román Jacobo, GustavoMonopolio <strong>de</strong> los partidos políticos sobre la presentación <strong>de</strong> candidaturas a los cargos <strong>de</strong>elección popular : reseña <strong>de</strong> dos resoluciones emblemáticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)RESOLUCIONES ELECTORALESOsejo Martínez Porcayo, José FernandoJurispru<strong>de</strong>ncia electoral, aporte para el fortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sobrado González, Luis AntonioLa jurispru<strong>de</strong>ncia electoral como factor <strong>de</strong> profundización <strong>de</strong>mocrática en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)RESOLUCIÓN DE CONFLICTOSSobrado González, Luis AntonioCoyuntura electoral 2005-2006 : lecciones aprendidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> la organización<strong>de</strong> los procesos electorales y la resolución <strong>de</strong> sus conflictos en Centroamérica y PanamáEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)RESULTADOS ELECTORALESPicado León, HugoEntre inercias y renegociaciones : análisis <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales y legislativascostarricenses <strong>de</strong> 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)314NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Bou Valver<strong>de</strong>, ZettyResultados electorales ajustados : el caso <strong>de</strong> Costa Rica, elecciones presi<strong>de</strong>nciales 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén¿Quién ganó las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007 enEspaña?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Costa Rica. <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>. BibliotecaHistoria <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales 1824-2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, RubénLas elecciones generales <strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2008 : la clave estuvo en Cataluña y País VascoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén<strong>Elecciones</strong> en España al Parlamento Europeo : unos comicios en clave nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)REVOCATORIA DEL MANDATORivera Sánchez, Juan LuisRevocatoria <strong>de</strong>l mandato para funcionarios <strong>de</strong> elección popular en los gobiernos localesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Matheus Brito, DavidLa regulación <strong>de</strong>l referendo revocatorio <strong>de</strong> mandato en Venezuela y en ColombiaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)SALA CONSTITUCIONALBrenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Orozco Solano, Víctor; Patiño Cruz, SilviaLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 315


Alfaro Cal<strong>de</strong>rón, Esteban; Madriz Pérez, PaolaLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Bolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Robles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normassometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)SANCIONESSobrado González, Luis AntonioLa financiación <strong>de</strong> los partidos políticos en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Zamora Chavarría, Eugenia MaríaEl principio <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en el nuevo Código ElectoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)SENTENCIAOsejo Martínez Porcayo, José FernandoJurispru<strong>de</strong>ncia electoral, aporte para el fortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)SISTEMA DE PARTIDOS POLÍTICOSBeers González, Robert FPartidos políticos en el ámbito localEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)Sánchez Campos, FernandoLa creación <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Formación y Estudios en Democracia y la importancia <strong>de</strong> lacapacitación políticaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)316NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Picado León, HugoEntre inercias y renegociaciones : análisis <strong>de</strong> las elecciones presi<strong>de</strong>nciales y legislativascostarricenses <strong>de</strong> 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Núñez Jiménez, ArturoLa experiencia mexicana en materia <strong>de</strong> reforma política-electoral (1977-2008)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Paramio Rodrigo, LudolfoPartidos y ciudadanía en el siglo XXIEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, RubénLas elecciones generales <strong>de</strong>l 9 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 2008 : la clave estuvo en Cataluña y País VascoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén¿Quién ganó las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007 enEspaña?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Orozco Henríquez, José <strong>de</strong> JesúsLas reformas electorales en perspectiva comparada en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettySistema electoral costarricense, seis décadas <strong>de</strong> probada efectividadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)SISTEMAS DE CUOTASFrei<strong>de</strong>nberg, FlaviaDemocracia interna : reto ineludible <strong>de</strong> los partidos políticosEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Bolaños Barquero, ArletteLas cuotas <strong>de</strong> participación Política <strong>de</strong> la mujer en Costa Rica, 1996 - 2005En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 317


SISTEMAS DE GOBIERNOSánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén¿Quién ganó las elecciones autonómicas y municipales celebradas el 27 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 2007 enEspaña?En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)SISTEMAS ELECTORALESBrenes Villalobos, Luis DiegoMatemáticas electorales : distribución <strong>de</strong> escaños en elecciones diputadiles costarricenses <strong>de</strong>l2006 (análisis comparativo)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Picado León, HugoImplicaciones jurídicas <strong>de</strong>l sistema electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Orozco Henríquez, José <strong>de</strong> JesúsLas reformas electorales en perspectiva comparada en América LatinaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Sobrado González, Luis AntonioEl régimen electoral en la Constitución <strong>de</strong> 1949En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettySistema electoral costarricense, seis décadas <strong>de</strong> probada efectividadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)Mora Chinchilla, CarolinaLa creación <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> <strong>de</strong> Costa Rica en 1949 : sus antece<strong>de</strong>ntes ysignificado en la institucionalidad nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)SUBCOCIENTE ELECTORALBrenes Villalobos, Luis DiegoMatemáticas electorales : distribución <strong>de</strong> escaños en elecciones diputadiles costarricenses <strong>de</strong>l2006 (análisis comparativo)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)318NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


SUFRAGIOHerrera Loaiza, Edgar; Villalobos Quirós, EnriqueSufragio y principio <strong>de</strong>mocrático : consi<strong>de</strong>raciones sobre su existencia y vinculanciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Sobrado González, Luis AntonioExperiencia costarricense <strong>de</strong>l voto <strong>de</strong> personas privadas <strong>de</strong> libertadEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén<strong>Elecciones</strong> en España al Parlamento Europeo : unos comicios en clave nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)SUFRAGIO PASIVORomán Jacobo, GustavoMonopolio <strong>de</strong> los partidos políticos sobre la presentación <strong>de</strong> candidaturas a los cargos <strong>de</strong>elección popular : reseña <strong>de</strong> dos resoluciones emblemáticasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)SUSTITUCIÓN DEL TITULARRosales, Carlos ManuelAnálisis crítico <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s edilicias en la jurispru<strong>de</strong>ncia electoralchilenaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓNGarcía Soriano, María VicentaUna reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las garantías electorales ante las nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> (E-)votaciónEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)TECNOLOGÍAS DE INFORMACIÓNThompson Jiménez, JoséLa experiencia reciente <strong>de</strong>l voto electrónico en América Latina : avances y perspectivasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 319


TEORÍA DEL ESTADOTreminio Sánchez, IlkaEl Estado en su dimensión <strong>de</strong> filtro : un breve esbozo <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l EstadoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)TRATADO DE LIBRE COMERCIOEsquivel Faerrón, Max AlbertoReferéndum en Costa Rica : la primera experienciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)TRIBUNAL SUPREMO DE ELECCIONESBrenes Villalobos, Luis Diego; Rivera Sánchez, Juan LuisRecurso <strong>de</strong> amparo electoralEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Montanaro Lacayo, Irene; Bolaños Bolaños, Luis AntonioLey <strong>de</strong> paternidad responsable y Registro CivilEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Sánchez Campos, FernandoLa creación <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Formación y Estudios en Democracia y la importancia <strong>de</strong> lacapacitación políticaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 3 (Ene.-Jun., 2007)Bou Valver<strong>de</strong>, ZettyResultados electorales ajustados : el caso <strong>de</strong> Costa Rica, elecciones presi<strong>de</strong>nciales 2006En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Picado León, HugoLa negociación <strong>de</strong> la reforma al código electoral costarricenseEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Orozco Solano, Víctor; Patiño Cruz, SilviaLa <strong>de</strong>saplicación <strong>de</strong> normas estatutarias por parte <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong>En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Alfaro Cal<strong>de</strong>rón, Esteban; Madriz Pérez, PaolaLa reforma realizada en el año 2002 al artículo 195 <strong>de</strong> la constitución política : la posibilidad<strong>de</strong> someter a referéndum una reforma constitucionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)320NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>


Sobrado González, Luis AntonioLos organismos electorales : autonomía, formación electoral y <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)Murillo Montoya, Carlos AlbertoRelevancia <strong>de</strong> un registro electoral confiable en los procesos electorales costarricensesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Bolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)Robles Leal, AlejandroUn criterio propuesto para distinguir las competencias <strong>de</strong> control <strong>de</strong> la Sala Constitucional <strong>de</strong>la Corte Suprema <strong>de</strong> Justicia y <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> en el caso <strong>de</strong> las normassometidas a referéndum en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)TRIBUNALES ELECTORALESOsejo Martínez Porcayo, José FernandoJurispru<strong>de</strong>ncia electoral, aporte para el fortalecimiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocraciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)UNIÓN EUROPEASánchez Me<strong>de</strong>ro, Gema; Sánchez Me<strong>de</strong>ro, Rubén<strong>Elecciones</strong> en España al Parlamento Europeo : unos comicios en clave nacionalEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)URNA ELECTRÓNICAGarcía Soriano, María VicentaUna reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las garantías electorales ante las nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> (E-)votaciónEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Thompson Jiménez, JoséLa experiencia reciente <strong>de</strong>l voto electrónico en América Latina : avances y perspectivasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)URUGUAYUrruty Navatta, Carlos AlbertoEl régimen electoral uruguayoEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong> 321


González Rissoto, RodolfoLa <strong>de</strong>mocracia directa en UruguayEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)VALORES DEMOCRÁTICOSSobrado González, Luis AntonioEducación cívico-<strong>de</strong>mocrática y su abordaje a través <strong>de</strong>l IFEDEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 5 (Ene.-Jun., 2008)Bolaños Barquero, ArletteGarantías constitucionales y principios <strong>de</strong>mocráticos en los <strong>de</strong>bates electorales en Costa RicaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 8 (Jul.-Dic., 2009)VENEZUELAMatheus Brito, DavidLa regulación <strong>de</strong>l referendo revocatorio <strong>de</strong> mandato en Venezuela y en ColombiaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 6 (Jul.-Dic., 2008)VOTOBrenes Montoya, María MartaAbstencionismo en las elecciones municipalesEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 2 (Jul.-Dic., 2006)VOTO ELECTRÓNICOGarcía Soriano, María VicentaUna reconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las garantías electorales ante las nuevas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> (E-)votaciónEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 4 (Jul.-Dic., 2007)Thompson Jiménez, JoséLa experiencia reciente <strong>de</strong>l voto electrónico en América Latina : avances y perspectivasEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 7 (Ene.-Jun., 2009)VOTO FEMENINOHerrera Loaiza, Edgar; Villalobos Quirós, EnriqueSufragio y principio <strong>de</strong>mocrático : consi<strong>de</strong>raciones sobre su existencia y vinculanciaEn: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 1 (Ene.-Jun., 2006)Montero Solano, Rocío, comp.; Zamora Guzmán, Katia, compHechos relevantes <strong>de</strong>l <strong>Tribunal</strong> <strong>Supremo</strong> <strong>de</strong> <strong>Elecciones</strong> (1946-2009)En: Revista <strong>de</strong> Derecho Electoral. -- N.º 9 (Ene.-Jun., 2010)322NÚMERO <strong>11</strong> / PRIMER SEMESTRE 20<strong>11</strong>

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!