99 (1991) - Sociedad Española de Estudios Clásicos

EL TÓPOS DE LA MUERTE DE LAS LENGUAS CLÁSICAS 43laisser a leur posterite les exemples de vertu que les preceptes)), 1,3, 26).El tópos que opone el hacer al decir tiene vigencia supranacionaly justifica el descuido de las artes sermocinales: los pueblosque hacen, no hablan. Ilumina también la analogía -menos asimilativaque la digestión de los clásicos- del robo y del despojo:Du Bellay trata el enriquecimiento del francés mediante las metáforasdel viaje, del exilio, y del posterior retorno con cosas peregrinas(cf. Ferguson, 1983, p. 47). El saqueo de la latinidad se cifraen analogías bélicas y como una hazaña nacional. El modelo deDu Bellay es, significativamente, el de la entrada gala en Roma(«La donq', Francoys, marchez couraigeusement vers cette superbecité Romaine: & des serves depouilles d'elle (comme vous avezfait plus d'une fois) ornez vous temples & autelz)), Du Bellay,1972, 1 10, p. 47) de tal modo que la oposición justificativa entre elhacer y el decir, y entre las armas y las letras, se resuelve mediantela épica de la lengua (esto es, mediante la identificación analógicade lengua y nación). El decir es también una forma de hacer y elenriquecimiento del vulgar es un hecho de armas. Si el modelo dela entrada gala en Roma es el que propone la identificación nacionalistade Du Bellay, Herrera trata las innovaciones métricas deSantillana en términos afines, si bien, en este caso, el modelo nacionales el descubrimiento y la conquista. Los logros métricos deSantillana están así descritos: (c.. el Marqués de Santillana, grancapitán español y fortísimo caballero, tentó primero con singularosadía y se arrojó venturosamente en aquel mar no conocido, yvolvió a su nación con los despojos de las riquezas peregrinas; testimoniode esto son algunos sonetos suyos dignos de veneraciónpor la grandeza del que los hizo, y por la luz que tuvieron en lasombra y confusión de aquel tiempo» (~errera, 1972, H-1, p.314).La oposición entre lenguas vivas y muertas se manifiesta tambiénen el debate sobre la vulgarización de las disciplinas. Los argumentosprovulgares se caracterizan por el intento de romper laasociación entre las palabras y las cosas, o entre la expresión y lasabiduría, para demostrar que ninguna lengua significa mejor queotra (Speroni, 1542, pp. 122r-129v; Du Bellay, 1972, 1 10, pp. 49y 11, p. 55; Ronsard, 1969, p. 418). Cuando Ronsard alaba la traducciónde Hamelin de Tito Livio (L'excellence de Iésprit deI'homme, 1578) -escritura no precisamente científica- hace lasiguiente declaración de principios (Ronsard, 1969, p. 418):