99 (1991) - Sociedad Española de Estudios Clásicos

3 2 M.a JOSÉ VEGALa cuestión de la lengua se dirime en obras específicas de defensadel vernacular y en apologías de las lenguas clásicas, y dejasu huella en escritos de varia lección 2. La valoración de las posibilidadesy carencias de las lenguas vulgares en los aspectos gramaticales,elocutivos y poéticos, o como vehículos precisos de conocimiento,son los puntos principales de la querella. Los textos de lasdefensas emprenden la legitimación teórica de las lenguas vernáculasy (más acusadamente en el dominio italiano) suelen adoptar laforma del diálogo, presentando la oposición de las distintas tesisde modo dramático y personalizado. Aunque estos textos realizanreferencias fidedignas a personas existentes y acontecimientos reales,hay que precaver acerca del grado de representatividad y de suvalor como documento descriptivo de los progresos efectivos delvulgar. Por una parte, la forma dialógica favorece la radicalidady simetría en la presentación de las distintas tesis (Le., favorece suformulación en oposiciones netas) 3, por otra, los autores de defensastienen conciencia de la serie textual y de sus convenciones.Además de notables semejanzas en la presentación y el marco, eshabitual que los personajes de un diálogo repliquen a personajesde otro u otros, o que los incorporen directamente como interlocutores4.La serie formada por las Prose della volgar lingua (1525),nal literatures was certainly long -perhaps too long- in coming, but having come, it hasclosed to us most important Renaissance books, and even books written up to the eighteenthcentury in surprisingly large quantities. The national literatures campaigns have convinced usthat Latin books are not even there)). (Ong, 195811983, 10).' V. Cian estudió la controversia desde el punto de vista de las defensas del latín. Su relaciónde apologistas es la que siguen, en lo fundamental, Migliorini y Vitale. El más mencionadoen las defensas del vernacular es Romulo Amaseo, que pronunció un discurso De linguaeLatinae usu retinendo en el año académico de 1529 en el Archiginnasio de Bologna. A estaobra siguen, cronológicamente, la prolusio de Carlo Sigonio, De Latinae linguae usu retinendo(1566) y el diálogo De Iinguae Latinae usu et praestantia (1574) de Umberto Foglietta. La nóminapodría completarse con prólogos y cartas de Francesco Florido, Celio Calcagnini, FrancescoBellatini y Lazzaro Buonamico (que será uno de los interlocutores del Dialogo de Speroni)."a critica suele presentar una visión agonística del proceso que ha consolidado la impresiónde que latín y vulgar estuvieran en abierta oposición (especialmente en las obras de Ciany Rossi) o que su uso fuera excluyente. A esto se añade la implicación casi personal de algunosinvestigadores en la cuestión de la lengua, que toman partido (generalmente a favor de un progresismovulgar) en la discusión. Tanto Kristeller (1946) como Baron (1955, 11, p. 581) presentanun panorama muy diferente. Este último puso en duda hasta qué punto la oposición era productode una visión critica simplificadora (el pregiudizio umanistico), y adujo textos significativospara mostrar posiciones más complejas y matizadas defendidas por algunos humanistas delos siglos xv y xvi. Habria que añadir a esto que no sólo la critica presenta una visión agonísticadel proceso: también la serie de las defensas favorece los planteamientos antitéticos y, muyprobablemente, ha contribuido a forjar este juicio.G. C. Trissino, autor del diálogo II Castellano, es interlocutor (junto a Bembo y Castiglione)de II Cesano de C. Tolomei. A su vez, Trissino y Tolomei son interlocutores del Dia-