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PnudPrograma de lasNaciones Unidaspara el DesarrolloAño 1—Número 2,abril de 2005ISSN 1794-9408AsdiEl primer escalón del desarrollo humano es la seguridadhumana. Y el primer deber del Estado es proteger a susasociados. En eso consiste el pacto mínimo de ciudadanía.EditorialEl desplazamientoforzado, tragediahumanitaria.P. 19La página humanitariaLa situación de la niñezsegún el representantedel pma de la onu.P. 16El invitadoLuis Carlos Villegas,presidente de la Andi.P. 15Buenas prácticasEl ejemplo de laComunidad de Paz deSan José de ApartadóP. 20Así vamosP. 12Plata, piñata y guerra:el caso de las regalíasLas regalías petroleras fueron de 1 billón 694mil millones de pesos en 2004. Impedir el desvíode estos recursos hacia la corrupción yla guerra requiere fortalecer el control y lavigilancia, y otro diseño de su asignación.¿Cómo nos ven?P. 8El conflicto colombiano antelos procesos de paz del mundoColombia tiene ante sí un modelo de procesode paz para desarrollar: el que se refiere a “pazpor democracia”. Así lo propone en Hechosdel Callejón Vicenç Fisas, el reconocido investigadorsobre procesos de paz del mundoy director de la Escuela de Cultura de Paz dela Universidad Autónoma de Barcelona.¿Y al fin qué?P. 2Cifras sobre homicidio: descensoy nuevas opciones de seguridadEl homicidio en Colombia está en descenso porvarios factores, entre ellos, la Política de SeguridadDemocrática del Gobierno y opcionesexitosas de seguridad ciudadana de ciudadescomo Bogotá y Medellín.La Comunidad de Paz de San José de Apartadó se sigue resistiendo a la muerte y exige respeto a su neutralidad. Página 20Cortesía El Tiempo • Julio César HerreraLo humanitario:entre acuerdos ydesacuerdosAdemás de la “voluntad política”, los acuerdos y desacuerdosentre el Gobierno y las Farc sobre un posible intercambiode secuestrados por guerrilleros presos consisten en eldónde, el cómo, las condiciones, los voceros y las garantíaspara llevarlo a cabo. Pocos le ven futuro a un acuerdo, aunque“la luz de esperanza”, dicen analistas, radica en el procesoelectoral en marcha y la presión que puedan ejercer lasociedad civil y la comunidad internacional. Página 5

¿y al fin qué?Los homicidios: entresu descenso y las nuevasopciones de seguridadEl homicidio en Colombia está en descenso por varios factores, entre ellos la política de seguridad democráticadel gobierno y opciones exitosas de seguridad ciudadana de ciudades como Bogotá y Medellín.micidio así como el número de casos y víctimasde masacres (ver cuadros 1 y 4).En los dos casos, asegura el Gobierno, la disminuciónse debe a la Política de Seguridad Democráticay a hechos como el fortalecimientode las Fuerzas Militares —en un proceso que vienedesde el Gobierno anterior—; el aumento delnúmero de efectivos de la Fuerza Pública en 96mil hombres; la presencia de la Policía en 168cabeceras municipales; el incremento del gastomilitar del 2,8 al 3,3 por ciento del pib en losúltimos cinco años; la creación de 7 batallonesde alta montaña; 15 brigadas móviles; 14 gruposde fuerzas antiterroristas urbanas y 32 gruposGaula, entre otros.Para el Gobierno, en dicha reducción ha influidoel proceso de paz con las AutodefensasUnidas de Colombia y el cese al fuego decreta-Dos son las realidades sobre la tendencia reciente delhomicidio en Colombia. Una, que las cifras revelan unadisminución de los homicidiosen el país durante los dos últimosciudadescapitales se han consolida-Cuadro 1 • Homicidios en Colombiado opciones exitosas para reducir la violencia, Año Homicidio Tasa x 100 habit.opciones diferentes a la Política de Seguridad 1995 25.398 66Democrática.1996 26.642 68Así lo demuestra el análisis de las estadísticasrealizado con representantes del Gobierno,1997 25.379 63analistas y ong ante las polémicas presentaciones1998 23.096 57de las cifras de homicidio. La controver-1999 24.358 59sia más reciente dejó en el aire la sentencia: “Una 2000 26.540 63cosa es hablar de política de derechos humanosy otra, muy distinta, es hacer política con2001 27.841 652002 28.837 66los derechos humanos”.La frase es del politólogo y abogado Rafael 2003 23.214 52Merchán, quien en “ong: ¿Objetividad no garantizada?”2004 20.167 44hace fuertes reparos al manejo deFuente: Dijínlas cifras por parte de algunas ong. El Cinep yla Comisión Colombiana de Juristas, reconocidas por sus bases de datosdo por este grupo ilegal desde diciembre del 2003.sobre violencia sociopolítica en Colombia, defendieron la veracidodad y el rigor de la labor que desempeñan, y han expresado dudassobre las cifras oficiales.En esta ocasión las diferencias sobre el tema no se centran en sihay o no una reducción de los homicidios en Colombia, aspecto en elque se coincide, sino en la magnitud de dicha disminución y, especialmente,en la razón de la misma.Si se tiene en cuenta las estadísticas de la Dirección Central de laCuadro 2 • Homicidios por ciudadesPolicía Judicial (Dijín) —que a diferencia de cualquier otra entidad oficiallleva el registro de homicidios en Colombia desde 1965 y de masacresdesde 1994— en el 2004 se redujo el ho-Otros factoresEn el análisis de la reducción de homicidios también hay que tener encuenta otros factores, en lo que coinciden diferentes analistas consultados.El primero, la significativa reducción de los niveles de homicidiosen ciudades como Bogotá y Medellín en el 2004 y que confirmala tendencia a la baja desde los últimos años: en la capital desde 1994y en la ciudad antioqueña desde el 2003. Estos niveles tienen un im-Ciudad 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004Medelín 5.284 5.285 5.257 4.478 4.083 4.288 4.296 4.610 4.697 2.679 1.517Bogotá 3.664 3.385 3.296 2.810 2.483 2.409 2.264 2.052 1.898 1.605 1.571Cali 2.498 2.267 2.187 1.794 1.871 2.181 2.249 2.299 2.315 2.328 2.402Fuente: Dijín2 • hechos del callejón

En el 2004 se presentaron 20.167 homicidiosen Colombia, cifra que revela unadisminución de los homicidios en el país.pacto en las estadísticas nacionales si se tieneen cuenta que las dos ciudades representan,sólo para el año pasado, el 15,3% de los homicidiosocurridos en el país y para el 2003, el18,2%.Mientras Valle registró el mayor númerode homicidios en el 2004 (3.955) con un aumentodel 7%, Antioquia le siguió (2.702) conuna disminución del 39%, la más baja en eldepartamento en los últimos 14 años, comolo revela el último informe de la Vicepresidenciade la República. El hecho de que Medellínconcentre 40% de los homicidios departamentalesy que en 2003 se haya desmovilizado elBloque Cacique Nutibara ayudan a explicanla reducción en el total de Antioquia (ver cuadro 3).El segundo factor a analizar es la reducción de la violencia en estasciudades como resultado más de las políticas adoptadas por los últimosmandatarios locales —políticas de seguridad ciudadana y convivencia,acciones preventivas, la “hora zanahoria”, el programa de culturaciudadana— que de la Política de Seguridad Democrática del GobiernoNacional. Medellín y Bogotá han optado por fórmulas que no necesariamentecorresponden a los parámetros de la política de seguridaddemocrática y que, por ahora, les están dando resultado, como afirmael analista Álvaro Camacho.Un tercer elemento a tener en cuenta en medio de los números escómo mientras en las grandes ciudades se registra una reducción delos homicidios, la violencia parece “desplazarse” a pequeños municipioscuyas estadísticas no tienen un impacto tan evidente en las cifrasnacionales. Por ejemplo, las más altas tasas en el ámbito municipal seconcentraron en Antioquia, Arauca, Boyacá, Casanare, Meta, Norte deSantander y Risaralda. Y la más alta del 2004 se registró en San Juande Arama (Meta) con 410 homicidios por 100 mil habitantes, aunquedisminuyó con respecto al 2003, según un informe de la Vicepresidencia.Las tasas más altas corresponden a municipios del departamentodel Meta: El Castillo, Fuente de Oro, El Dorado, Vistahermosa y Mesetas,éstos dos últimos ex municipios de la zona de distensión duranteel proceso de paz del Gobierno de Andrés Pastrana.La intensificación del conflicto y el aumento de homicidios tambiénse registró en Tame, Puerto Rondón (Arauca); Tibú, El Tarra (Norte deSantander); San Francisco, Argelia (Antioquia); Balboa (Risaralda);Aguazul (Canasare) y Labranzagrande (Boyacá).Precisamente Caquetá, uno de los departamentos dentro del PlanPatriota —ofensiva del Gobierno lanzada a finales del 2003 en el surdel país— registra un aumento de homicidios en el 2004 con relaciónal 2003, mientras que otros presentan un descenso (ver cuadro 3).Cuadro 3 • Homicidios en departamentos del Plan Patriota2000 2001 2002 2003 2004Caquetá 345 427 618 325 380Guaviare 116 170 148 149 134Meta 333 526 570 741 672Putumayo 277 189 183 273 249Cundinamarca 819 847 1126 1014 581Vaupés 0 1 4 0 0Vichada 10 11 7 2 5Totalal 1.900 2.17171 2.656 2.504 2.021Fuente: DijínDecisiones estratégicasLa violencia responde también a decisiones estratégicas de los gruposarmados, factor que es necesario tener en cuenta en el análisis de lasestadísticas.Desde diciembre del 2003 las auc llamaron a un cese al fuego queaunque incumplido varias veces, como lo ha reconoció el propio Gobierno,ha contribuido a que haya menos muertos en el país. Así lodemuestra, además, la disminución de las cifras de masacres que históricamentehan tenido como principales responsables a estos gruposilegales. Precisamente en 2001 y 2002 (ver cuadro 3) se registró el mayornúmero de masacres de los últimos 12 años como estrategia de losparamilitares en contra del proceso de paz del presidente Pastranacon las farc. Posteriormente, dichas masacres se redujeron durantelo que lleva el proceso de paz del Gobierno con las auc.Por otra parte, también está lo que algunos analistas llaman el “repliegue”de las farc, que para el Gobierno no existe. “Aquí no huborepliegue del terrorismo. Aquí lo que ha habido es acción de la Fuerza© Cortesía Oacnuth • Foto: Kim ManresaCuadro 4 • MasacresAño 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004Casos107 86 81 110 114 115 168 236 185 115 94 46Víctimas 530 448 457 572 563 682 929 1.403 1.039 680 504 263Fuente: Dijín3 • hechos del callejón

¿y al fin qué?Recuadro 1 • unificación de metodologíasEs necesario “el establecimiento en Colombia de un sistema deestadísticas oficiales que recojan más adecuadamente las violacionesde los derechos humanos y las infracciones del derechointernacional humanitario”, afirmó la Alta Comisionada de las NacionesUnidas para los Derechos Humanos en su informe sobre lasituación de derechos humanos y derecho internacional humanitarioen Colombia dado a conocer el 11 de marzo de 2005. Así,dijo, se podrán tener “mejores elementos para la formulación ypuesta en práctica de políticas públicas integrales en la materia”.El Observatorio Presidencial de Derechos Humanos y DIH de laVicepresidencia de la República está trabajando en la recoleccióny contraste de las estadísticas que recibe de las diferentes entidadesoficiales, “tarea que no ha sido fácil”, como lo reconoce lacoordinadora de dicho Observatorio, Anne Sylvie Sanz. “Hemosavanzado pero aún falta por hacer”, asegura.La primera tarea tendrá que ser unificar la información teniendoen cuenta diferentes variables:1. En el caso de los homicidios, organismos oficiales manejan distintascifras: en las estadísticas del 2003 la Dijín registra 23.214 homicidios;el vicepresidente sostiene que son 23.031 y el ministro deDefensa, 23.509. Diferencias menores también se observan en otrosaños, incluyendo masacres. Para Sanz y el jefe de estadísticas de laDijín, intendente Ferney Rodríguez, esto se debe a que las cifras sevan actualizando a medida que se conocen nuevos hechos o lajusticia se pronuncia sobre casos que están en investigación. Además,advierte el intendente, desde el 2002 la Policía cuenta con elSistema de Información Estadístico Delincuencial, Contravencionaly Operativo, siedco, que procesa la información de 36 unidades depolicía de todo el país, lo que ha permitido avances en la sistematizacióny confiabilidad de dicha información.2. En las estadísticas de homicidios comunes la Dijín incluye losmuertos en combate —guerrilleros, autodefensas y miembros dela Fuerza Pública—, mientras que para el Observatorio esa es unaseparación indispensable y necesaria para conocer la realidad encuanto a violaciones de los derechos humanos e infracciones alderecho internacional humanitario.3. Aunque la Dijín incluye en sus estadísticas sobre homicidios alos miembros de la Fuerza Pública que mueren en combate reconoceque las Fuerzas Militares —Ejército— no le reportan dicha información,lo que estaría provocando un subregistro. La mismadeficiencia la señala el Observatorio.4. Las estadísticas de los diferentes organismos oficiales presentanla situación de violencia en el país por departamentos y, de maneradiferenciada, por las áreas metropolitas de Bogotá, Cali y Medellín.A partir de 1991 la Dijín incluye a Urabá como una nueva áreaterritorial, mientras que en los informes del Observatorio esa informacióndel Urabá antioqueño y el Urabá chocoano se distribuyeen los dos departamentos.5. La desaparición forzada no aparece en los registros de la PolicíaNacional, lo que estaría provocando un desconocimiento de losniveles de ese tipo de violencia en el país.Pública y jamás habrá en Colombia repliegue popular para derrotar elterrorismo”, señaló el presidente Uribe el pasado 21 de febrero, paradesestimar análisis que señalaban que la reducción de la violencia sedebía al “silencio armado” de la guerrilla en el último año.Sobre homicidios “políticos” y de sindicalistasNo es fácil distinguir entre muertes debidas al conflicto y aquellaspor “violencia ordinaria”, como lo señala el Informe Nacional de DesarrolloHumano, El Conflicto: callejón con salida, debido a los híbridosy nexos que existen entre violencia ordinaria y conflicto:• Asesinatos ordinarios cometidos por algún actor armado• Delincuencia común al servicio de grupos armados• Aprendizaje social de la violencia entre unos y otros• Reducción de la capacidad del Estado para hacerle frente al crimen.Así, por ejemplo, la categoría de “homicidio político” no está contempladaen las estadísticas de los organismos oficiales, que para elCinep y la Comisión Colombia de Juristas es una información necesariapara conocer los homicidios perpetrados por individuos que pertenecena organismos del Estado u originados por motivaciones políticas,discriminación social y causados por el conflicto interno.Las dos ong se han caracterizado por estudiar ese tipo de violenciausando para ello diferentes categorías y metodologías. El Cinep, comoseñala el investigador Teófilo Vásquez, cuenta con el Banco de Datosde Derechos Humanos y Violencia Política desde 1988, cuyo órgano dedifusión es la revista Noche y Niebla, mientras la Comisión Colombianade Juristas, dice su director Gustavo Gallón, hace un seguimientoal fenómeno desde 1988, el cual está sistematizado a partir de 1996.En su informe, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para losDerechos Humanos llama la atención sobre el hecho de que en lasestadísticas oficiales no se “discrimina adecuadamente si el autor hasido un agente del Estado o un particular actuando con el consentimientoo aquiescencia de éste”.En el caso de los sindicalistas la situación es otra. El ObservatorioPresidencial de Derechos Humanos y dih, que se ha caracterizado porpresentar las estadísticas discriminadas de homicidios de alcaldes, concejales,sindicalistas, maestros, periodistas e indígenas, ha señaladoque la violencia contra los sindicalistas disminuyó, y que entre 2003 y2004 se registró una disminución del 16% en los homicidios contra estapoblación.Sin embargo, como advierte la coordinadora del Observatorio, AnneSylvie Sanz, desde el 2003 hay un cambio en la metodología para elprocesamiento de dicha información. En la base de datos ya no se incluyenlos maestros entre los sindicalistas asesinados, sino que esa informaciónse presenta aparte: en una tabla se registran los sindicalistasasesinados y en otra, los maestros tanto sindicalizados como nosindicalizados. La coordinadora Sanz reconoce que centrales obrerasy ong no están de acuerdo con esta metodología, pero ella advierte:“la idea no es manipular las cifras sino mostrar la realidad, porque notodos los maestros están sindicalizados. La separación es necesariapara un mejor estudio de la situación”.Cada uno de esos aspectos, las metodologías que se emplean pararecolectar la información, las variables que se definen y los conceptosque cada entidad maneja son guías para conocer las tendencias de laviolencia en Colombia, su aumento o su real descenso. ◗4 • hechos del callejón

El debateLo humanitario: entreacuerdos y desacuerdosAdemás de la “voluntad política”, los acuerdos y desacuerdos entre el Gobierno y lasFARC sobre un posible intercambio de secuestrados por guerrilleros presos consistenen el dónde, el cómo, las condiciones, los voceros y las garantías para llevarlo a cabo.Pocos le ven futuro a un acuerdo, aunque “la luz de esperanza”, dicen analistas, radicaen el proceso electoral en marcha y la presión que puedan ejercer la sociedad civil y lacomunidad internacional.Hasta hoy en lugar de acuerdo entre el Gobierno ylas farc ha primado el desacuerdo humanitario.Los cálculos sobre ganancias y pérdidas de caráctermilitar y político mantienen alejadas las posibilidadesde libertad para 63 civiles y militares en poderde ese grupo guerrillero.El Gobierno, el grupo guerrillero, la Iglesia, la sociedad civil, la comunidadinternacional, las víctimas y sus familiares también han expresadodistintas opiniones acerca de los aspectos operativos de un eventualintercambio: dónde y cómo dialogar, ¿en una “iglesita” o en una embajada?,¿con una zona desmilitarizada?, y ¿por cuánto tiempo?Diversos analistas sostienen que el llamado acuerdo humanitarioes una cuestión de voluntades, por lo cual se deberían afrontar y minimizarlos costos de toda gestión humanitaria, costos que el InformeNacional de Desarrollo Humano El Conflicto: callejón con salida clasificaen cuatro categorías: éticos, políticos, jurídicos y militares.La cuestión es de carácter político más que jurídico, más de quererque de métodos. Por eso, como dijo el experto Alejo Vargas, “el problemaes fundamentalmente de decisión política a la cual a posteriori sele busca una formalización jurídica”. Y en este proceso, ha advertidola oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidaspara los Derechos Humanos, deberán respetarse las normatividadesnacional e internacional.En el pasado las partes lograron superar los “costos” de una gestiónhumanitaria, y fue así como en 1997, 70 soldados e infantes de marinarecuperaron la libertad, y en el 2001 un intercambio humanitario dio lalibertad a 300 soldados y policías a cambio de 13 guerrilleros detenidos.Actualmente, el desacuerdo sobre un posible intercambio se debe sobretodo a lo que cada una de las partes cree que ganaría o perdería.El Gobierno lograría la liberación de 63 secuestrados, según el últimocomunicado del 20 de diciembre, y respondería a los familiares delas víctimas, que poco a poco han ido perdiendo la esperanza y la paciencia,según declaraciones de algunos de ellos. Y atendería, también,el llamado de la comunidad internacional—unos países más que Los familiares de los policías y militaresen poder de las Farc siguen exi-otros—, que sigue insistiendo en unasalida. Sin embargo, el temor a un giendo, sin cansancio, la liberación deacuerdo radica en la desmoralización sus seres queridos a través de unde las Fuerzas Militares y el debilita-acuerdo humanitario.miento de la Política de Seguridad Democrática, uno de los ejes delGobierno de Álvaro Uribe.Las farc, por su parte, se juegan su reconocimiento como actorpolítico, más teniendo en cuenta la posición del Gobierno de llamarlosterroristas y de insistir en que en Colombia no hay conflicto armadosino amenaza terrorista. Buscan, además, un “aire” en caso de queel Plan Patriota efectivamente esté aminorando la capacidad militarguerrillera. Lograrían, así mismo, un triunfo simbólico sobre el Gobierno.Es poco lo que tienen que perder.En todo caso, es al Estado a quien le “compete siempre... buscaropciones y alternativas para lograr, en satisfactorias condiciones deEl principal desacuerdo5 • hechos del callejón

El debateLa cuestión es de carácter político más que jurídico, másde querer que de métodos. El desacuerdo sobre un posibleintercambio se debe sobre todo a lo que cada una de laspartes cree que ganaría o perdería”.seguridad, la liberación de esas personas”, como señaló la oficina enColombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los DerechosHumanos en sus “Diez puntos de orientación en la búsqueda dela libertad de las personas en poder de los grupos armados ilegales”.De esta forma, dice el Informe de Desarrollo Humano, “el Estado re-“fuerza su legitimidad realizando gestiones humanitarias. Éstas amplían,además, la dimensión política de la mentalidad guerrillera y paramilitary pueden acercar la hora de la negociación de paz”.Los otros desacuerdosAdemás de la “voluntad”, otros aspectos sobre los cuales no hay acuerdoentre las partes se podrían resumir en los temas de los liberados, elinterlocutor, los voceros de cada parte y las garantías para realizar sulabor, el dónde y el cómo, las condiciones y la reciprocidad de actoshumanitarios.1. Los liberados: i) serían liberados los ex diputados del Valle, el exgobernador del Meta, los ex ministros, policías y militares, la ex candidataIngrid Betancourt, tres norteamericanos y un alemán enpoder de las farc, algunos de ellos desde hace más de siete años.¿Qué pasa con los otros secuestrados y qué implica que no se incluyanen el intercambio?; ii) hay dos temas que se convierten enun desacuerdo —por el momento— irreconciliable. Uno, que losguerrilleros prisioneros por rebelión son los únicos que puedenser liberados en un eventual intercambio humanitario según lasnormas del derecho internacional humanitario. Y dos, la condiciónde las farc de que se libere a dos guerrilleros que ya han sidoextraditados a Estados Unidos, Simón Trinidad y Sonia.2. Interlocutor. El Gobierno ha avanzado en proponer un encuentrocara a cara con las farc y en no limitar los contactos vía internet,lo que ayudaría a generar mayor confianza y a matizar con másfacilidad posiciones radicales.3. La desmilitarización. Aunque tanto el Gobierno como las farc hanido generando diferentes propuestas, la diferencia irreconciliable—hasta el momento— radica en la desmilitarización. “El Gobiernono puede aceptar desmilitarizar zonas”, insistió el presidente ÁlvaroUribe en diciembre del 2004, posición que asumió desde su campañapor la presidencia. Para las farc, por el contrario, el cese deacciones militares en algunas áreas del país es indispensable paragarantizar la vida de los secuestrados y de sus voceros. Dichas garantíasde seguridad para los guerrilleros que asistan al lugar deldiálogo, según los comunicados oficiales, estará a cargo de la Iglesia(la primera propuesta hablaba de la Cruz Roja Internacional).¿Y dónde? ¿en el exterior, en una embajada o una iglesia? El Gobiernoha sido creativo en generar opciones, dice el mayor general(r) Eduardo Herrara Vergel, asesor de la oficina del Alto Comisionado,quien asegura que se trata de propuestas viables aunqueotros opinen lo contrario.6 • hechos del callejón4. Facilitadores. Hay consenso entre las partes en contar con facilitadoresy con buenos oficios. Se ha consolidado el papel de la Iglesia,que por un tiempo fue dejada de lado para que la facilitaciónquedara en manos de Suiza. La onu, por su parte, anunció en enerodel 2005 la terminación de las funciones de James Lemoyne comoasesor especial, pero aclaró que los buenosoficios continuarán a disposición de Colombiay habría una colaboración más activa “sise produjera un cambio de circunstancias yhubiera un pedido explícito de las partes”.Los ex presidentes han sido otros protagonistaspor sus propuestas y su presión parabuscar una salida: en julio del 2003 los expresidentes Turbay, López, Samper y Lemmos afirmaron que era“jurídicamente viable y políticamente conveniente” un intercambiode secuestrados por guerrilleros presos. Después han seguidoexpresando opiniones y propuestas. Dos ejemplos: la iniciativa delex presidente López (agosto del 2004) de pedir asesoría de la Comisiónde Encuesta, y la de él y Samper (septiembre 2004) de conveniruna “zona de aseguramiento” y acordar una “zona de despejehumanitario” por un plazo no superior a 30 días para asegurar lalibertad y la vida de las personas objeto de intercambio. López hapropuesto, además, prescindir del nombre “acuerdo humanitario”,por su alcance limitado, y a cambio hablar de principio o propósitohumanitario.Algunos interrogantesEn el debate sobre el llamado acuerdo humanitario es necesario plantearalgunos interrogantes:1. Que el acuerdo se restrinja a los políticos y militares secuestradosy teniendo en cuenta que las farc son el grupo armado ilegal quecomete el mayor número de secuestros en Colombia —959 en el2002 y 675 en el 2003—, ¿plantea o no la existencia de secuestradosde primera y segunda clase? ¿O significa que un secuestro políticodebe tener una solución política?2. Insistir en la liberación de la totalidad de los secuestrados ¿es unaposición maximalista que garantiza la no liberación de ninguno ybloquea las posibilidades de una perspectiva gradual?3. ¿Las contraprestaciones a la guerrilla para concretar el acuerdopueden convertirse en un incentivo para secuestros posteriores,de la misma manera que ocurre con el pago de un secuestro extorsivo?O, por el contrario, ¿la posible ganancia en términos de reconocimientode su dimensión política inhibiría a la guerrilla devolver a secuestrar, por lo que en este caso no operaría el mismomecanismo que opera en el secuestro económico?Muy pocos analistas ven factible un “acuerdo humanitario”, aunque,según algunos, hay dos motivos de esperanza. El primero, para elprofesor Jaime Zuluaga Nieto, es el proceso electoral en marcha: “esde esperar que las vicisitudes del proceso electoral que abrió la aprobaciónde la reelección presidencial lejos de apagarla contribuya amantenerla encendida. No hay que equivocarse en este asunto, ni olvidarque lo humanitario está subordinado a los intereses políticos enjuego”. El segundo, según el ex consejero de paz Daniel García Peña,sería la presión que puedan ejercer la sociedad civil y la comunidadinternacional sobre las partes en desacuerdo. ◗

El debatesobre la justiciaTEMALiberadosGOBIERNOMilitares y policías en poder de la guerrilla, 12 diputados del Valle, dos ex ministros,el ex gobernador del Meta, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y tresnorteamericanos. En diciembre del 2004 el Gobierno habló de 63 personas.FARCEn 2002 y 2003 las farc hablan de todos los guerrilleros. En el 2004 incluyen aSimón Trinidad y se refieren a 500 combatientes. En el 2005 (cuando ya hanextraditado a Trinidad) adicionan a Ricardo González y a Sonia.En 2002 pide gestión de buenos oficios a la onu y condiciona el acuerdo al inicio deconversaciones de paz y cese de hostilidades.En el 2002 proponen diálogos en Colombia retomando la agenda de negociaciónfirmada con el Gobierno de Andrés Pastrana, con la participación de lasociedad civil, con garantías para sus voceros y la desmilitarización de losdepartamentos de Putumayo y Caquetá.Propuestas y condicionesEn 2003 anuncia criterios para un acuerdo: participación de la onu, liberación detodos los secuestrados, liberación de guerrilleros quienes no podrán delinquir yquedarán bajo tutela de un país amigo. No habrá despeje.Agosto 2004: propone liberar 50 guerrilleros presos por rebelión, quienes debenviajar al exterior o hacer parte del programa de reinserción. A cambio las farcliberarán “a los secuestrados políticos y a los miembros de la Fuerza Pública en supoder”. En octubre concreta la propuesta: liberación de 15 guerrilleros por “igualnúmero” de personas secuestradas por las farc; reunión cara a cara en Bogotá y nosuspensión de acciones militares en ningún lugar del país. No se exige que losguerrilleros liberados viajen a exterior pero sí que hagan parte del programa dereinserción.Septiembre de 2004: proponen la desmilitarización de Cartagena del Chairá ySan Vicente del Caguán, en Caquetá, por tiempo indefinido.Noviembre del 2004: proponen despeje de los municipios de Florida yPradera, en el Valle.2 diciembre del 2004: indulta a 23 guerrilleros en espera de un acto humanitario delas farc. 20 diciembre: anuncia que revocará extradición de Simón Trinidad si antesdel 30 de diciembre las farc liberan a 63 colombianos y extranjeros secuestrados.Para tal fin propone un encuentro de las partes en cualquier iglesia y el traslado demiembros de las farc bajo la protección de la Iglesia.En febrero de 2005 condicionan la entrega de secuestrados a que el Gobiernodeje en libertad a todos los guerrilleros, incluidos Simón Trinidad (yaextraditado), Ricardo González y Sonia. En la zona desmilitarizada seentregarán y recibirán los “prisioneros de guerra” de las dos partes.Interlocutor y facilitadoresEn el 2002 solicita los buenos oficios de la onu, funcion que posteriormente lidera laIglesia. 2003: nombra una comisión facilitadora. Agosto del 2004: dice que Suizareemplazará a la Iglesia en el papel de facilitadora, aunque luego le vuelve a otorgardicho rol. Señala que los facilitadores han sido, además, dignatarios nacionales ygobiernos extranjeros, Suiza, Francia y la Cruz Roja Internacional.2002: insisten en diálogos directos con el Gobierno. Les proponen a los expresidentes Ernesto Samper y Alfonso López un encuentro. Noviembre 2004:solicitan que Iglesia realice los contactos iniciales y explore la vinculación de laonu, países amigos y la Cruz Roja Internacional. En diciembre especifican que lafacilitación y acompañamiento debería ser de la onu, del Vaticano y paísesamigos liderados por Francia, Suiza, España, Cuba, Venezuela, Argentina,Uruguay y Brasil, apoyados por la Cruz Roja Internacional y la Iglesia.Voceros ygarantíasDónde2004: el vocero es el Alto Comisionado para la Paz. En octubre propone que para lareunión en Bogotá el transporte de ida y regreso de los guerrilleros corra por cuentade la Cruz Roja Internacional, y en diciembre dice que el traslado a una iglesia estébajo la protección de la Iglesia.Octubre del 2004: propone un diálogo inmediato con las farc en una embajada enBogotá —tiempo no mayor de cinco días—, que podría ser la sede de la NunciaturaApostólica para “perfeccionar” el acuerdo. Insiste en que no se suspenderánacciones en ninguna parte del país. El 20 diciembre insiste en una reunión inmediatacon las farc en cualquier iglesia rural o urbana del país si el grupo guerrillero libera,como gesto de buena voluntad, un primer grupo de secuestrados.Abril del 2003: nombran a sus voceros: Carlos Antonio Lozada, Simón Trinidady Domingo Bihojó. Febrero del 2004: anuncian nuevos “negociadores”: FabiánRamírez, Carlos A. Lozada y Felipe Rincón. Como garantía de seguridad parasus hombres hablan de la zona desmilitarizada.En el 2002 hablan de diálogos con desmilitarización de los departamentos dePutumayo y Caquetá. En septiembre del 2004 proponen desmilitarizarCartagena del Chairá y San Vicente del Caguán, en Caquetá, por tiempoindefinido. En noviembre piden despeje de los municipios de Florida yPradera, en el Valle. En febrero del 2005 condicionan la entrega de secuestradosa que el Gobierno deje en libertad a todos los guerrilleros, incluidosSimón Trinidad, Ricardo González y Sonia.CómoEn el 2004 dice que por internet se pueden adelantar las conversaciones sobre elacuerdo; luego habla de encuentro inmediato y directo cara a cara.Piden diálogo directo con el Gobierno, con ayuda de facilitadotes y en unazona desmilitarizada.“Acto humanitario”En diciembre del 2004 firma 23 indultos por el delito de rebelión como actohumanitario unilateral en espera de un acto de las farc.En mayo de 2004 niegan que estén pidiendo indultos o amnistías para suscombatientes presos.7 • hechos del callejón

¿Cómo nos ven?El conflicto colombianoante los procesos de pazdel mundo actualDe cinco modelos de paz, Colombia tiene ante sí un claro modelo para desarrollar: el de “paz por democracia”,es decir, un pacto global que permita la dejación de las armas a cambio del desarrollo de lademocracia política y social. Esto incluye no sólo un ajuste maquillado de la arquitectura políticainstitucional, sino una seria planificación económica que contribuya a reducir los actuales niveles depobreza y exclusión social.Poror Vicenç Fisas 1Si observamos los procesos de paz más recientes o algunos quepodrían iniciarse en un próximo futuro es posible hacer unaprimera catalogación de los mismos en función de lo que persiguen,dándose al menos cinco modalidades bien diferentes.Un primer tipo de proceso sería el que está centrado en la desmovilizacióny reintegración de los combatientes; después de llegar a unalto al fuego, proceder a una amnistía, integrar parte de los combatientesa las Fuerzas Armadas gubernamentales y conceder algunosprivilegios políticos o económicos a los líderes de los grupos desmovilizados,como en los casos del flec-fac de Angola (Cabinda) y las miliciasNinjas del Congo. Aunque hay algunas concesiones políticas, éstasson mínimas. La estructura de este tipo de procesos no suele ser muycompleja, limitándose a la facilitación de un tercero y la presión de lasociedad civil.Un segundo modelo, más habitual, es el que implica un reparto delpoder político, económico o militar,y como puede suponerse porsu naturaleza, es mucho más complejo,lento y difícil. Casos comoel de Burundi, Côte d’Ivoire, Liberia,rd Congo o Somalia, con todassus diferencias, entrarían eneste tipo. El futuro reparto del poderimplica luchas continuas entrelos numerosos grupos que selo quieren disputar al gobiernocentral (cuatro grupos principalesen Burundi, tres en Côte d’Ivoire,dos en Liberia, un mínimo de nueveen la rd Congo y un mínimo deocho en Somalia), lo que convierteestos procesos en sumamentefrágiles por la contaminación de1. Director de la Escuela de Cultura dePaz, Universidad Autónoma de Barcelonala violencia, las disidencias, los intereses económicos, las luchas por elliderazgo, etc. Aunque en la mayoría de estos casos hay una mediacióncentralizada, también hay una multiplicidad de actores que intentanfacilitar (o complicar en ocasiones) los diálogos de paz.En estos casos se trata de países que han de hacer una transiciónpolítica, y no sólo cesar los combates, y en donde es habitual que variosgrupos alcancen con cierta rapidez un acuerdo con el gobierno,mientras otros continúan alzados en armas para conseguir una mejorposición en el momento en que entren a negociar. El riesgo de esta estrategiaes que algunos grupos pueden quedar completamente marginadosdel proceso de paz y sean luego atacados por el resto, unidos yaen un nuevo gobierno de transición o reconciliación. También observamosla marginación a que son sometidoslos grupos políticos no armados,que aun teniendo más legi-de más de 22 mil colombianos muestraLa muerte violenta en un año —2004—timidad que los armados para gobernar,acaban relegados frente al flicto que ya lleva cuatro décadas y afec-la necesidad de buscar salidas a un con-reparto de poder de quienes han ta a toda la población, sin excepciones.Cortesía Oacnuth • Foto: Aymer Álvarez8 • hechos del callejón

Para miles de colombianos víctimas de la violencialos movimientos en contra de la violencia lideradospor la sociedad civil siguen siendo una esperanza.usado la violencia. De ahí suele derivarse también untratamiento condescendiente, cuando no de impunidadabsoluta, para estos actores armados una vez alcanzanentre ellos un acuerdo político. Son, por tanto, procesosde paz sumamente frágiles, con problemas para alcanzaruna verdadera reconciliación e instaurar regímenesrealmente democráticos, por lo que existirá siempre elriesgo de que en un futuro no lejano se reanuden losenfrentamientos o crezca con fuerza el descontento popular.En todo caso, el logro de la paz no tiene nada quever con el simple reparto del botín económico o delpoder político, sino con la consecución de una justiciasocial y el desarrollo de un sistema democrático en elpaís.El tercer modelo es el del intercambio, esto es, ellogro de un acuerdo por el que se hacen concesionesde una parte y de otra. Una primera clasificación didáctica(hay más, por supuesto) es la que representaría elconflicto actual entre la rpd de Corea y Estados Unidos,que a pesar de no ser un conflicto armado, incorporaelementos de tensión militar muy importantes.Aquí, lo que se intercambia es un compromiso de noagresión de parte de Estados Unidos por un compromisode desarme nuclear por parte de Corea del Norte.Como en una balanza, ambos países suman amenazas yprovocaciones, que actúan como detonantes, y que lesllevan a ser exigentes para después realizar concesiones.Una segunda variante de este modelo de intercambiosería la de “paz por democracia”, como es el casodel Nepal durante el primer semestre de 2003, dondesin mediación externa la guerrilla maoísta demandóelecciones inclusivas a cambio de paz. Es de notar quedicha guerrilla ha reiterado varias veces la necesidadde una mediación de Naciones Unidas para garantizarun proceso que ahora se encuentra completamente deteriorado. Eneste tema, una pregunta pertinente sería la de si las guerrillas colombianasse conformarían con estar en este bloque (quizás el eln conmediación externa y las farc sin este tipo de facilitación), o si por elcontrario además de “paz por democracia” exigirían participar en el repartodel poder político y militar y crear nuevas condiciones de redistribucióndel ingreso.La tercera variante sería la ya conocida de “paz por territorios”, queafecta, por ejemplo, a Israel y Palestina. En este caso, además de laHoja de Ruta impulsada desde diciembre de 2002 por el Cuarteto Diplomático,resalto aquí los compromisos que propone la Iniciativa deGinebra, de finales de 2003.Una cuarta variante del modelo de intercambio sería la de “paz porreconocimiento de derechos”, en particular el derecho a la autodeterminación,que incluiría casos como el vasco y el irlandés. Es un modeloabierto que admite múltiples matices, dadas las diferencias de unoscasos y otros. No obstante, de la misma manera que en otros apartadosme he referido a las arquitecturas políticas intermedias, en estoscasos lo que parece determinante serían las “arquitecturas en la tomade decisiones”, es decir, la capacidad de pactar consensos suficientespara tomar decisiones que resulten vinculantes y que permitan transformardeterminados estatus políticos. En Irlanda del Norte, con todassus deficiencias, se dio un paso importante en este sentido.El cuarto modelo sería el basado en el establecimiento de medidasde confianza. Desde 2002, por ejemplo, India y Pakistán han puesto enmarcha varias iniciativas tendientes a reducir la tensión nuclear provocadapor ellos mismos. Vale decir también que el lanzamiento demedidas de confianza no basta por sí solo y mucho menos si van acompañadasde “medidas generadoras de desconfianza”. En el caso de laIndia y Pakistán no es muy prometedor combinar medidas de confianzacon amenazas nucleares, o los intentos de mediación de algunospaíses que a la vez suministran armas a alguno de los dos países, o losintentos de desmilitarizar Cachemira con el incremento de la ayudamilitar por parte de Estados Unidos hacia Pakistán y de Rusia e Israela la India. El rearme de la zona, en definitiva, puede estar bloqueandoel resultado de las medidas de confianza.El quinto modelo de procesos de paz es el basado en la búsquedade fórmulas de autogobierno y afecta a casos como los de Filipinas,Indonesia, Sáhara Occidental, Sri Lanka, Sudán o Senegal, la mayoríade ellos con facilitación externa y que guardan cierta relación con elCortesía Oacnuth • Foto: Julio César Herrera9 • hechos del callejón

¿Cómo nos ven?modelo de “paz por reconocimiento de derechos”. Los procesos condemandas territoriales, sea de independencia, autonomía o autogobierno,son siempre sumamente complicados y frágiles y en ocasioneshan de superar el estigma de haber calificado como terroristas a losgrupos que protagonizan estas demandas de autogobierno. En el casofilipino, y después de tres años de negociaciones, el gobierno ha ofrecidoal milf un grado de autonomía para la isla de Mindanao, en unproceso que cuenta con la facilitación de Malasia. En la región de Aceh,en Indonesia, el proceso que estaba facilitado por el Centre Henry-Dunant, de Ginebra, quedó completamente roto en mayo de 2003, medioaño después de firmarse un Acuerdo Marco de Cese de Hostilidadesentre el gobierno y el gam, grupo que aceptó la autonomía como puntode partida para la negociación, pero sin renunciar en ningún momentoa sus aspiraciones de independencia.En Sri Lanka, en marzo de 2003, el gobierno y el ltte llegaron a unprimer acuerdo para desarrollar un sistema federal basado en la autodeterminacióninterna en el marco de una Sri Lanka unida, y en estosmomentos continúan negociando el establecimiento de una administracióninterina en la zona tamil, con competencias para el ltte.Aunque el proceso es complejo y puede resultar contaminado de formanegativa por el fracaso de Aceh, la estructura negociadora es relativamentesimple y está basada en la facilitación del gobierno noruego.El caso del Sudán es particularmente interesante, pues el procesode paz puede poner fin a una de las guerras más crueles de la historia,con 20 años de duración y más de un millón y medio de muertos. Elproceso actual se inició a mediados de 1999, cuando el gobierno sudanésy el spla firmaron una primera declaración de principios de laigad, que actúa como organización facilitadora, para celebrar un referéndumsobre la unidad o la separación en el sur del país.Dentro de estos modelos de búsqueda de autogobierno, cada casotiene su propia personalidad. La mayoría no están en la agenda delConsejo de Seguridad de Naciones Unidas (Filipinas, Senegal, Indonesia,Sri Lanka y Sudán), siendo la excepción el caso del Sáhara Occidental,aunque a pesar de haber transcurrido más de una década desde quese decretó el alto el fuego, Naciones Unidas no ha encontrado la manerade hacer llegar un acuerdo entre Marruecos y el Frente Polisario.En síntesis, pues, hay al menos cinco modelos diferentes de procesosde paz en función de los temas sustantivos a negociar. Hay casosdonde la negociación es directa y casos donde se necesitan facilitacionesexternas (en la mayoría de los casos), dando una variedad deposibilidades. Lo importante, en definitiva, es acertar con el modeloque conviene a un país por su contexto, su historial conflictivo y lanaturaleza y disposición de las partes.Las características de cada conflicto armado determinan, en buenamedida, la naturaleza de cada proceso de paz y los esfuerzos para abrircaminos de negociación. Ha de tenerse en cuenta que la casi totalidadde los conflictos armados actuales son intraesta-tales; en este sentido,el conflicto colombiano tiene una personalidad única, muy distintivaa la de otros conflictos que se desarrollan en la actualidad. Esmás, hay muy pocos conflictos armados en los que se solapen al menosestas diez características:• La extensión del fenómenoparamilitar, en décadas ha dejado miles de muertos y destrucción,El conflicto colombiano, que en sus más de cuatrosu dimensión económica, es muy distinto a otros en el mundo y por eso de élpolítica, social y militar. se dice que “tiene una personalidad única”.10 • hechos del callejónCortesía Oacnuth • Foto: John Bonilla• La dimensión del narcotráfico y su papel como alimentador de laguerra.• La existencia de varios grupos armados y de naturaleza tan diferenciada.• La duración del conflicto y la tradición de entablar negociacionescon los grupos armados y de lograr incluso numerosas desmovilizacionesde los mismos.• El dominio territorial de los grupos armados.• La magnitud del secuestro y la degradación de la guerra.• El potencial económico del país y su capacidad teórica para superarla pobreza.• La riqueza cultural del país y la dinámica de su sociedad civil y desus movimientos populares.• La existencia de unos mínimos democráticos, pero sin capacidadsuficiente para garantizar la seguridad de la población y especialmentede determinados colectivos.• El empuje de los grupos políticos de izquierdas.No hay tampoco muchos precedentes de grupos armados como losque hay en la Colombia actual, llenos de paradojas y contradicciones,con un eln que parcialmente desarrolla un discurso más propiode un movimiento ecopacifista que de una guerrilla clásica; unas farcque aspiran a la toma del poder y que al mismo tiempo mantienen

una agenda perfectamenteasumible desde cualquier proyectopolítico de corte socialdemócrata,y unas auc que desmontansu aparato militar altener consolidada su proyecciónpolítica y social. La mayorparadoja, sin embargo, es quedesde diferentes ópticas y espacios,tarde o temprano, todoslos grupos armados tendránque pensar en un escenario depaz que permita discutir la manerade fortalecer el Estado(entendido como tal, no comogobierno o como expresión deun presidente) y aumentar laeficacia del sector público paracombatir los males endémicos y estructurales del país.A pesar de las paradojas, la Colombia de 2005 podría estar viviendoun momento histórico muy especial en cuanto a posibilidades y oportunidadesy por diversos motivos, de los que menciono sólo tres, perobastante significativos: un contexto internacional en el que se multiplicanlas experiencias de negociación con grupos armados, incluidosvarios que están en las listas de grupos terroristas; la maduración delas izquierdas políticas y la existencia de espacios de poder políticobajo su gestión, y el principio histórico (aunque no sea una ley histórica)de que no se negocia con las izquierdas, sino con las derechas ocon grupos de centro, pues la izquierda política siempre consideraráque tiene la legitimidad suficiente para desarrollar los cambios socialesy estructurales con métodos exclusivamente democráticos, sin lapresión ni menos la imposición de los proyectos que puedan tener losgrupos armados. Dicho en otras palabras, a las iz-“quierdas les corresponde lograr un “acuerdo político”que ponga fin a los enfrentamientos, pero es al“establecimiento” a quien le tocaría en todo caso“negociar” los cambios de fondo con los grupos armados,en un contexto que supera a dichos grupos yque busca un “acuerdo nacional” que incluye a laizquierda democrática y no armada.De los cinco modelos de paz señalados, desde mi punto de vistaColombia tiene ante sí un claro modelo para desarrollar, el que serefiere a “paz por democracia”, esto es, un pacto global que permita ladejación de las armas a cambio del desarrollo de la democracia políticay social, que incluye no sólo un ajuste maquillado de la arquitecturapolítica institucional, sino una seria planificación económica quepermita reducir de forma acelerada los actuales niveles de pobreza yexclusión social. Las características de la sociedad colombiana no permiten,creo, plantear el modelo típico de muchos países africanos de“reparto del poder político y militar”, propio de países descolonizadoshace pocas décadas y sin vivencia y cultura democráticas. El proceso aconstruir en Colombia, por tanto, habrá de tener una naturaleza completamentepolítica y democrática, alejado del simple reparto de prebendasy escaños que tanto ha dañado a falsos procesos de paz quehay en el mundo de hoy.La satisfacción de las necesidades básicas de Este horizonte futuro delos ciudadanos es otra expresión de la paz proceso inevitablemente habráde estar precedido de unaentendida como justicia social y desarrollosostenible de cada uno de los colombianos. etapa de negociación igualmentede contenido político,en la que los temas de desarme y desmovilización aparecerán sólo alfinal y después de haber obtenido plenas garantías de participaciónpolítica, sin riesgo alguno de retaliaciones como las que se han vistoen el pasado y con un pacto razonable y generoso en cuanto a verdad,justicia y reparación se refiere, sólo posible con estos calificativos unavez se logre poner fin de manera definitiva a todos los enfrentamientosarmados. Probablemente, esta negociación que ha de abrir camino alproceso necesitará de acompañamiento internacional, tanto en su faseexploratoria como con las facilitaciones pertinentes y los posterioresLas características específicas de cada conflicto armadodeterminan, en buena medida, la naturaleza decada proceso de paz y de los esfuerzos para abrir caminosde negociación”.mecanismos de verificación sobre lo acordado. El Sistema de NacionesUnidas podría tener un papel esencial en este acompañamiento,así como los compromisos derivados de los diferentes países amigosque sigan el proceso.La paz, entendida como justicia social, como satisfacción de las necesidadesbásicas de la población, como democracia participativa,como desarrollo sostenible y como desmilitarización ha de ser posibleen Colombia. Países con un largo historial de enfrentamientos armadoshan sido capaces de encontrar una salida política negociada para ponerfin a dichos enfrentamientos y concertar un proceso de desarrollodemocrático, económico y social. La historia así lo muestra y la tremendariqueza de experiencias de paz que hay ahora en el mundoconstituyen el espejo donde mirarse para que Colombia recorra supropio camino hacia la construcción de una paz verdadera que désentido a todos. ◗11 • hechos del callejónCortesía. Oacnuth • Foto: Edgar Domínguez

Así vamosPlata, piñata y guerra:el caso de las regalíasImpedir el desvío de las regalías hacia la corrupción y la guerra requiere no sólo del fortalecimientodel control y vigilancia sino de un diseño diferente de la asignación. Es urgente la revisión de la distribuciónde las regalías para quitarle oportunidad y pretexto a los grupos armados.Por Mauricio Uribe López 1Motivo y oportunidad son —en palabras de Collier y Hoeffler— requisitospara la comisión de un crimen y para la rebelión. Es frecuenteque la búsqueda de reivindicaciones guíe el comportamiento de losgrupos armados. Pero no basta. También cuenta la viabilidad de larebelión determinada por la disponibilidad de recursos y una geografíafavorable 2 .El enfoque económico de las guerras civiles señala la correlaciónempírica que existe entre el potencial predatorio de los grupos insurgentesy la ocurrencia y duración de unaguerra interna. Aún cuando El Conflicto:callejón con salida señaló el caráctermultifacético de los grupos armados, tambiénrecalcó que el pillaje es condición yresultado de la guerra, que los recursosson fuente de mayor capacidad militar yésta de mayor capacidad de extorsión.Para fortuna de las guerrillas, y luegode los paramilitares, los recursos y la geografíacoincidieron. Las mayores bonanzas—legales e ilegales— han tenido lugaren los márgenes lejanos, fuera del eje territorialsobre el cual el Estado ejerce mayorfuerza cohesiva 3 .En los márgenes lejanos la distorsióndel carácter público de las finanzas territorialescrece con la precariedad de lapresencia estatal y con el tamaño de latorta. Precisamente en las regionesinstitucionalmente más débiles, los presupuestoshan sido catapultados por lasregalías derivadas de la explotación de recursosno renovables, principalmente de hidrocarburos.Las auditorias de la Contraloría General de la República (CGR) hanrevelado una amplia gama de mecanismos para la caza del botín: predominiode la contratación directa y fraccionamiento de contratos;contratación de cooperativas de papel; vagas definiciones en las finalidadesde los contratos; emprendimiento de obras sin licencia ambientalni estudios de factibilidad; innumerables contratos de publicidad,celebraciones, festividades, compras de combustibles y de repuestos;alquiler de vehículos; pago de nóminas docentes y de salud con recursosde regalías y no con los que provienen de las participaciones enlos ingresos corrientes; pagos de intereses moratorios por demoras enlas erogaciones, etc. 4Los yacimientos del Piedemontellanero –Caño Limón en su fortalecimiento económico gracias aLos grupos armados ilegales han logradoArauca, Cusiana y Cupiagua en recursos legales como el de las regalías.Casanare y Apiay en Meta– han constituido la médula espinal de laexplotación petrolera en las dos últimas décadas, período que correspondea la expansión e intensificación del conflicto armado en esasregiones.© Cortesía Oacnuth • Foto: John Bonilla1. Magíster en Economía de la Universidad Nacional de Colombia.2. Collier, Paul; Hoeffler, Anke (2001), Greed and Grievance in Civil War. http://www.worldbank.org/research/conflict/papers/greedandgrievance3. Rangel, Alfredo (2004), Naturaleza y dinámica de la guerra en Colombia, en M. Cárdenasy M. Rodríguez (eds.) Guerra, sociedad y medio Ambiente, Bogotá, Foro NacionalAmbiental, p. 53.4. Restrepo, J., O. Velandia y J. Toro (2002), “¿Para qué han servido las regalías? Propuestade redistribución”, en Revista Economía Colombiana y Coyuntura Política,N° ????, enero-febrero, Bogotá, Contraloría General de la República, p. 5-16.12 • hechos del callejón12-14-asi vamos.p651229/03/2005, 04:13 p.m.

En primer término, en Arauca, “los grandes ganaderos que dominabanla clase política local, centralizados en la capital del departamento,se apropiaron de las regalías” 5 . Entre los intersticios de esa clasepolítica penetra la guerrilla del ELN y se configura un escenario declientelismo armado: una intrincada mezcla de extorsión y complicidadpara la apropiación del presupuesto entre el depredador armadoy el no armado.Un paso adelante y dos atrásLa publicitada suspensión de giros de regalías al departamento deArauca a comienzos de 2003 forma parte de una lista de suspensionesy cambios de ejecutor, hechas por la Comisión Nacional de Regalíasconforme al artículo 10 de la ley 141 de 1994 modificado por el artículo5 de la ley 756 de 2002.Esa modificación resultó ser un avance normati-“vo en tanto que agregó a las funciones de “practicar,directamente o a través de delegados, visitasde inspección a la entidades territoriales beneficiariasde las participaciones y las asignaciones provenientesdel Fondo Nacional de Regalías” la posibilidadde “suspender el desembolso de ellas cuandose haya comprobado que la entidad territorialesté haciendo uso de las mismas en forma ineficienteo inadecuada, hasta tanto quede superada la situación”.Pero ese avance quedó en entredicho con la expedición del decreto149 del 21 de enero de 2004 que suprime y ordena la liquidación —enun año— de la Comisión Nacional de Regalías (cnr). Recientemente seexpidió un nuevo decreto, el 71 de 2005, que prorroga el plazo porcinco meses más.Las funciones de la Comisión fueron trasladadas al DepartamentoNacional de Planeación (dnp). Para desarrollar esta labor el decreto195 dispuso la creación de un Consejo Asesor del Fondo Nacional deRegalías (fnr) compuesto por nueve miembros: el director (osubdirector) del dnp; los ministros (o viceministros) de Minas y Energía;Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial; Transporte; un representantedel presidente; dos gobernadores y dos alcaldes.El traslado de las funciones de control y vigilancia sobre el uso deregalías de la Comisión al dnp y la creación del Consejo Asesor nogarantizan mejores resultados ya que una estructura centralizada yreducida no es apropiada para monitorear y evaluar un gasto que porsu magnitud (las regalías provenientes sólo del petróleo sumaron 1billón 694 mil millones de pesos en 2004) y dispersión territorial requiereno sólo de personal suficiente sino también mayor presenciaregional y capacidad de sanción.Si una entidad especializada como la cnr apenas alcanzaba a revisar43% de los aproximadamente 70 mil contratos anuales, es de esperarque el nuevo diseño enfrente mayores dificultades para vigilar nosólo las regalías directas, sino también las indirectas que son distribuidasentre todas las regiones a través del fnr.Adicionalmente, en la composición del Consejo Asesor no tienenasiento los organismos de control. Su presencia daría mayores elementosde juicio para la decisión de suspender giros y aplicar las sancionescorrespondientes. Los informes que recibe este Consejo no deberíanprovenir sólo del dnp sino también de la cgr e, incluso, de lasveedurías ciudadanas debidamente inscritas y reconocidas por lasCámaras de Comercio.Las veedurías tienen entre sus funciones la de “remitir a las autoridadescorrespondientes los informes que se desprendan de la funciónde control y vigilancia en relación con los asuntos que son objeto deveeduría” 6 . Adicionalmente, deberían pertenecer al Consejo Asesor lasredes de veedurías definidas en la ley 7 y la Unidad de Análisis Financierodel Ministerio de Hacienda.Los yacimientos del Piedemonte llanero han constituidola médula espinal de la explotación petroleraen las dos últimas décadas, período que correspondea la expansión e intensificación del conflicto armadoen esas regiones.La cgr puede ejercer control fiscal de los proyectos financiadoscon regalías directas o con recursos del fnr sólo excepcionalmente apetición de la autoridad competente o de la comunidad 8 . Las interventoríasadministrativas y financieras contratadas por la cgr tienenla dificultad de ser posteriores a la ejecución de los recursos 9 .Para que la vigilancia y control de las regalías sea más eficaz ElConflicto: callejón con salida recomendó ampliar el rol que correspondea la cgr. Propuso mejorar la coordinación entre la cnr y la cgry dotar a esta última del “personal y los medios necesarios para examinarla adjudicación y ejecución de contratos suscritos por las administracioneslocales” y señaló que “métodos de muestreo y de investigaciónde operaciones deberían ser usados a la hora de escoger cuálescontratos revisar con detenimiento” 10 .Con la supresión y liquidación de la cnr, la coordinación entre dnpy la cgr podría ayudar a superar las restricciones que una estructuracentralizada y reducida enfrenta para ejercer el control en las regiones,siempre y cuando se le delegue también a la cgr la potestad desuspender giros y nombrar ejecutores ad hoc.Recursos excesivos, mayor depredaciónImpedir el desvío de las regalías hacia la corrupción y la guerra requiereno sólo del fortalecimiento del control y vigilancia sino de undiseño diferente de la asignación.En efecto, las leyes 141 de 1994 y 756 de 2002 se excedieron en laconcesión de regalías directas. Si bien es cierto que la explotación delos recursos debe estar aparejada con la compensación, no es menos5. Avellaneda, Alfonso (2004), “Petróleo, ambiente y conflicto en Colombia”, en: M.Cárdenas y M. Rodríguez, op. cit., p. 486.6. Ley 850 de 2003, artículo 15, literal h.7. Ley 850 de 2003, artículo 21.8. Ley 141 de 1994, artículo 64.9. Restrepo, J., O. Velandia y J. Toro, op. cit.10. pnud (2003), El Conflicto: callejón con salida, Bogotá, Informe Nacional deDesarrollo Humano Colombia 2003, p. 292.13 • hechos del callejón12-14-asi vamos.p651329/03/2005, 04:13 p.m.

Así vamoscierto que la asignación debe promoverla convergencia regional. Ésta se buscócon la figura del escalonamiento mediantela cual los municipios no productoresdel mismo departamento o los departamentosno productores de la mismaregión de planificación económicay social pueden acceder a recursos adicionalescuando la producción superelos primeros 100 mil barriles bpmd 11 enlos municipios productores y los primeros180 mil en los departamentos productores(ver cuadro).Sin embargo, el escalonamiento noes suficiente. Sólo tres departamentos(y sus municipios productores) Arauca,Casanare y Meta —con 2,9% de la poblacióndel país— percibieron en 2004según la Agencia Nacional de Hidrocarburos45,3% de las regalías petroleras. Esa avalancha de recursos enterritorios con baja capacidad de gestión y precaria autoridad del Estado—más que favorecer su desarrollo— consolidó mafias enquistadasen la administración pública y estimuló la expansión de los gruposarmados y su influencia en estas zonas.En el caso de las regalías, la codicia de los actores armados ha opacadosus reivindicaciones y ha degradado significativamente su actuación.Prueba de ello son las guerras entre guerrillas y entre paramilitares. En1997, cuando las Farc ingresaron a Arauca atraídas por los ingresos querecibía el eln, aumentaron las voladuras del oleoducto con el propósitode sacar del camino a los elenos y tomar su papel en el clientelismoarmado. El eln, que modulaba los atentados para no cortar el flujo delas regalías, perdió terreno frente a las Farc y luego frente a los paramilitares,que provenientes de Casanare intensificaron su presencia apartir de 2001 desde el municipio araucano de Tame.En Meta la guerra entre paramilitares ha sido muy intensa y enCasanare ha creado un escenario dantesco. La enconada lucha entreurabeños (Bloque Centauros) y buitragueños (Autodefensas Campesinasde Casanare) llevó al ex presidente Alfonso López a afirmar enjulio de 2004 que se trataba de “la batalla más grande de toda la historiade Colombia”.Clientelismo “para”La influencia sobre el presupuesto que la guerrilla alcanzó en Araucala han alcanzado también los paramilitares en Casanare. Un funcionariode la Secretaría de Hacienda del Departamento declaró a la prensaque 70% de la contratación la manejan testaferros de paramilitares deuno y otro bando 12 . El pasado 22 de diciembre el Gobernador fue afectadocon medida de aseguramiento por presunto enriquecimiento ilícito,tras lo cual se ha desatado una agria disputa por la gobernaciónsustentada en acusaciones recíprocas.Límite de las 0-10.000 10.001- 20.001- 0-100.000 100.001- 180.001- +600.000participaciones BPMD 20.000 50.000 BPMD % 180.000 600.000 0 BPMD% % BPMD % BPMD % BPMD % % %Los Excedenteprimeros20.000Deptos.productores 47,5 52 47,5 47,5 47,5 47,5 4,75 4,05Municipiosproductores 12,5 32 25 25 12,5 1,25 1,25 1,25FNR 32 8 19,5 19,5 32 36,5 64 65Deptos noproductores 15 15Municipios noproductores 6,7 6,7 6,7Municipiosportuarios 8 8 8 8 8 8 8 8Total 100 100 100 100 100 100 100 100Fuente: MinminasLa magnitud de las regalías es tal que aun así se registran mejorasen algunos de los indicadores sociales de las zonas productoras. Meta,Casanare y Arauca —en ese orden— tienen tasas de mortalidad infantilpara menores de un año inferiores a la de Bogotá. La tasa de mortalidadmaterna en Casanare bajó de 143,3 en 1998 a 17,2 en 2001 (aunqueen ese mismo período subió de 38,7 a 188,6 en Arauca, y de 112,6 a147,8 en Meta) 13 . Sin embargo, “cientos de habitantes de la capital deCasanare, a los que se ha sumado un número considerable de desplazados,viven a diario con el temor de que un aguacero eche a tierra loque ellos llaman casas. La mayoría son de láminas de cinc, no cuentancon servicios sanitarios y en ellas se ven estopas verdes para improvisaralgo semejante a un baño” 14 .Las principales víctimas de la concesión excesiva de regalías directashan sido los propios habitantes de los departamentos y municipiosproductores puesto que dicho exceso ha propiciado el derramamientode sangre y ha comprometido la viabilidad económica y social deestas regiones. Sólo entre 1993 y 2000 el saldo de la deuda pública deCasanare aumentó 1.092% 15 . Una vez agotadas las reservas se esfumarála riqueza por no haber invertido los recursos en la construcción deinfraestructura productiva. Habrá, en palabras de Collier, más motivoy menos oportunidad.El Conflicto: callejón con salida insistió en la necesidad de destinarparte de las regalías a un fondo de inversiones productivas decarácter sectorial administrado conjuntamente por el dnp, el fnr y lasentidades territoriales. Éste podría ser complementado por el uso productivode parte de los recursos del Fondo de Ahorro y EstabilizaciónPetrolera. Sin embargo, en la actual coyuntura cambiaria esto últimono parece viable. En cualquier caso una revisión de la distribución delas regalías es urgente para quitarle oportunidad y pretexto a los gruposarmados. ◗11. bpmd: Barriles Promedio Mensual Diario.12. Revista Semana, mayo 3 de 2004. En: http:// seguridadydemocracia.org/fundacionprensa/Año2004/13. Naciones Unidas, pndh, acci, Las regiones colombianas frente a los objetivos deDesarrollo del Milenio, Bogotá, Naciones Unidas, 2004.14. El Espectador, “Todos quieren con Casanare”, marzo 2 de 2005, http://elespectador.com15. J. Restrepo, O. Velandia y J. Toro, op. cit., p. 9.14 • hechos del callejón12-14-asi vamos.p651429/03/2005, 04:13 p.m.

El invitadoMadurez de la sociedadcivil colombianaPor Luis Carlos Villegas*El dos de febrero pasado tuve la oportunidad,en nombre de los empresarios colombianosy en compañía de Confecámaras, deayudar a producir en Cartagena un hecho desuma importancia para el país. Tal vez no fueel más difundido en los medios, pero su valorcívico es muy grande.Ese día se suscribió por parte de los más representativos sectores dela sociedad civil colombiana un documento que contiene veintitrés visionesde consenso en temas decisivos para nuestro presente y futuro.En buena medida este documento y el desarrollo de la reunión del2 de febrero crearon un ambiente muy positivo para el encuentro deldía siguiente entre el Gobierno colombiano y la comunidad internacional,encarnada en el G-24, para tratar temas claves de la cooperación,es-pacio al cual fuimos invitados los sectores signatarios del documentode consenso.Sin embargo, el hecho político y social que significó el documentode consenso no es algo totalmente novedoso o extraño a las relacionesque se han venido tejiendo entre los sectores de sociedad civilcolombiana en los últimos años. Lo que sí representa es el avance a unpeldaño superior de esa relación, con enormes beneficios para la construcciónde una mejor sociedad y un Estado más sólido y eficaz.Recordemos a modo ilustrativo el Mandato Ciudadano por“la Paz, el acompañamiento al proceso de paz en el anteriorGobierno, la Declaración de Suecia del 2002, el gran número deforos y escenarios compartidos desde 1998 abogando por unasalida política al conflicto colombiano, la condena a la violenciacomo instrumento de acción política, todo lo anterior conel concurso mayoritario de los diferentes sectores representativosde nuestra sociedad civil.Ya en el presente Gobierno, y como antecedente inmediato de Cartagena,tenemos el texto denominado Coincidencias de la sociedadcivil colombiana en la reunión del 9 de julio de 2003 en Londres, cuyalectura muestra claramente su carácter de columna básica para el textode Cartagena.Así, el trabajo conjunto de la sociedad civil colombiana no es nuevo,tiene ya una historia.El proceso preparatorio de Cartagena podría definirse como de escuchay aprendizaje mutuo. Muchos y muy diversos sectores sociales sereunieron en largas jornadas a intercambiar opiniones alrededor dela cooperación internacional y de los temas centrales de ésta, que enúltimas son los temas de la agenda nacional.Defensores de derechos humanos, organizaciones de mujeres, elConsejo Gremial Nacional, las Centrales Sindicales, organizaciones so-* Presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (andi).ciales, la Iglesia Católica, el Consejo Nacional de Planeación, organizacionesde paz, fundaciones empresariales, la Federación de Municipios,la Confederación de ong plantearon sus visiones sobre asuntosmuy diversos para llegar al final a esos consensos que, es menesterdecirlo, deberían guiar la vida nacional en los temas referidos.Este ejercicio político, democrático, de participación, es prueba fehacientede la inutilidad de ejercer la violencia como instrumento deacción social y política, a no ser que la agenda de quien ejerza la políticasea la negación de esa democracia y de esa sociedad diversa, ricay unida.¿Y qué nos dicen los consensos de Cartagena? Que se reafirma lacondición de Colombia como Estado de Derecho. Que la democracia,la pluralidad y el respeto por la diferencia son activos fundamentalesde la Nación. Que la violencia y el terrorismo, con motivación políticao sin ella, son ilegítimos y rechazables. Que el conflicto armado sigueafectando de manera injusta y preferente a sectores muy vulnerablesde la población. Que la sociedad entera rechaza el secuestro, el desplazamiento,la extorsión y demás acciones de los grupos armados ilegales.Que el monopolio de las armas para el Estado es fundamental parala paz. Que el respeto a los Derechos Humanos es perentorio para elEstado. Que la negociación política es el instrumento más idóneo parasuperar la violencia y acabar el conflicto interno. Que hay que trabajarcon ahínco para superar la pobreza, exclusión y miseria que afectaComo sociedad civil tenemos dos tareas adelante:conservar y fomentar el trabajo hombro ahombro entre los sectores e intereses sociales yser vehementes en los consensos logrados”.a millones de colombianos. Que los procesos de negociación políticade la paz deben contar con marcos jurídicos universales, con fuenteinternacional y que permitan la justicia, la verdad y la dignidad. Ymuchas cosas más.En resumen, esta sociedad civil diversa, distinta, dinámica, expresóel sentir de los colombianos respecto al país, sus valores, sus activossociales, sus problemas, la violencia y el conflicto y la salida a muchasdificultades nacionales. La sociedad civil le dijo al mundo y al Gobiernolo que piensa, lo que cree y lo que quiere.La gran lección de Cartagena es que los colombianos sí nos podemosponer de acuerdo alrededor de unos elementos fundamentalespara la dignidad, la convivencia, el desarrollo, el bienestar y el progresode todos. Unas bases sobre las cuales las diferencias no nos dañen,no nos excluyan, no nos enfrenten en enconada rivalidad.Como sociedad civil tenemos dos tareas adelante: conservar y fomentareste trabajo hombro a hombro entre los sectores e intereses socialesy ser vehementes en los consensos logrados, en los cuales está expresadoel compromiso ciudadano con la civilidad y la paz de Colombia. ◗15 • hechos del callejón

La página humanitariaLa alimentaciónescolar en ColombiaEn periodos de emergencia, conflicto o de difícil situación económica los niños y niñascolombianas sufren de hambre y, por lo tanto, de un retraso en su desarrollo como seres humanos.Por Peter GoossensRepresentante del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas en Colombia 1Cortesía PmaLa difícil situación de emergencia humanitaria que enfrenta Colombiala convierte en una de las naciones con mayor número de personasdesplazadas internamente en el mundo.Aunque no existen cifras precisas sobre el desplazamiento en Colombia,se calcula que a la fecha más de 2 millones de colombianos sehan visto obligados a abandonar sus lugares de origen para reubicarseen cinturones de miseria y áreas marginales de muchos pueblos y ciudadescolombianas.Infortunadamente, y ante la imprecisión de los datos sobre la situaciónhumanitaria en el país, es imposible calcular el número exacto deniñas y niños que hacen parte de esta población itinerante y que porcausa del desplazamiento se ven obligados a dejar atrás su hogar ytambién la escuela.El desplazamiento genera desarraigo, pérdida de identidad, pobreza,miseria y hambre. Cuando el hambre se abate sobre una población,los más perjudicados son los niños y niñas, a quienes se les quita lavoluntad y la capacidad de aprender. Para un niño con hambre, ir a laescuela no es tan importante como tener algo que comer. De los 300millones de niños con hambre crónica que hay hoy en el mundo, 170millones no reciben comidas durante la jornada escolar y 130 millonessencillamente no van a la escuela.En periodos de emergencia, de conflicto o de difícil situación económica,los hogares pobres carecen de alimentos suficientes. Los niñosy niñas, cuando no han comido, se distraen fácilmente y no puedenconcentrarse debidamente en clase. Esta situación de hambre transitorialimita la capacidad de aprendizaje del estudiante y sus logros.La malnutrición grave provoca retraso en el crecimiento mental y físico,lo que luego es una carga para las naciones.Infortunadamente en Colombia la situación no es diferente. Cientosde miles de niños y niñas desplazados deben ayudar a sus familias aganar el sustento diario. Muchas veces estos pequeños no pueden asistira la escuela porque deben quedarse en casa cuidando a sus hermanosmenores o deben dedicar el tiempo en que deberían estar estudiandoa buscar recursos y, en el peor de los casos, a mendigar o a prostituirse.Así pues, un elevado número de niños y niñas en Colombia no tienenel tiempo, los medios económicos o la energía necesaria para asistira la escuela.1. El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas es la organización deayuda humanitaria más grande del mundo. La misión del pma es luchar contra elhambre en el planeta.El desarrollo escolar se traduce El Programa Mundial de Alimentos(pma) inició desde el año 2001en resultados tangibles en la educaciónde los niños y niñas colombianasy, por lo tanto, en la pliar el acceso a la educación a mi-una campaña en Colombia para am-evolución de la sociedad. les de menores desplazados y, a lavez, mejorar la calidad de la educaciónque reciben. En asocio con el icbf, la Red de Solidaridad Social y elapoyo financiero de usaid enfoca sus esfuerzos en zonas con tasas deescolaridad bajas y en aquellas donde la alimentación escolar tendrámayor repercusión. En esas escuelas pobres, el pma contribuye a quecerca de 135.000 alumnos reciban diariamente una comida caliente yrefrigerios nutritivos y sobre todo ayuda a que estos niños y niñas sesientan motivados a seguir educándose.Se ha demostrado que las tasas de deserción disminuyen y el rendimientode los alumnos aumenta de manera significativa cuando en laescuela se proveen alimentos. Según investigaciones realizadas, cuandose proporciona una comida en la escuela la matrícula puede llegar a duplicarseen el curso de un año, es posible una mejora de hasta el 40% delrendimiento académico de los alumnos y la deserción escolar se reduceen un 90%.16 • hechos del callejón

Una encuesta sobre la eficienciade la Alimentación Escolar 2llevada a cabo por el ProgramaMundial de Alimentos en Colombiay en otros países muestra quela Tasa de Escolarización Primariaes similar para niños y niñas(50% para cada género), lo que setraduce en igualdad de oportunidadespara hombres y mujeres enel futuro cercano. Niños y niñaseducados juntos significa un paíscon menos desigualdades.Las niñas y los niños sientende inmediato el beneficio de recibiralimentos en la escuela: yano necesitan preocuparse por lacomida y pueden concentrarseen aprender. En muchos paísesse ha demostrado que cuando no se da una comida en la escuela losniños dejan de asistir y sólo regresan cuando ésta vuelve a ofreceralimentos. Brindar alimentos en la escuela beneficia asimismo a lospequeños que diariamente tienen que caminar largas distancias con elestómago vacío.Los padres también reconocen los beneficios de la alimentación escolar.Saben que si mandan a sus hijos a clase, éstos tendrán al menosuna comida nutritiva al día, lo que se traducirá en un ahorro para elpresupuesto familiar.Aunque la ayuda alimentaria del pma está pensada para incentivarla asistencia de los escolares a clases, en ocasiones el organismo entregaraciones para llevar a casa a los estudiantes, las cuales puedencompartir con sus familias. Así, la ayuda alimentaria se convierte en unincentivo aún mayor para los padres, especialmente si los productoscontribuyen a que otros miembros de la familia también se alimenten.La meta de la Iniciativa de Alimentación Escolar del pma es ayudar asatisfacer necesidades básicas en salud, nutrición y educación (porejemplo, promover mejoras en la calidad de las aulas, mejores unidadessanitarias y la capacitación de los docentes), de modo que un mayornúmero de niños pobres no sólo esté bien alimentado sino tambiénmejor educado.La alimentación escolar mejora la calidad de vida de las personas ycrea sociedades instruidas. Usar alimentos para atraer a los niños yniñas de escasos recursos a la escuela y lograr que asistan regularmentea clase puede parecer una forma sorprendentemente sencilla de obtenerresultados. Sin embargo, para un alumno pobre una comida nutritivaes hoy fundamental para que mañana pueda convertirse en unadulto instruido y autónomo.La alimentación escolar se traduce en resultados tangibles para todala sociedad. Al reducir el hambre en los niños y mejorar sus posibilidadesde educación se crea la infraestructura humana que necesita Colombiapara prosperar.Si logramos que los niños y las niñas asistan a la escuela y ademásde educación les garantizamos alimentos diarios, podemos hacer quesus vidas giren en torno a la esperanza y las posibilidades, en lugar delhambre, la pobreza y la violencia. ◗Cortesía Oacnuth • Foto Carolina ReyLa situación en cifrasDiversos estudios llevados a cabo por el Pma en Colombia demuestran que:• De cada 4 niños desplazados uno no asiste a un establecimiento educativo.• En los proyectos de alimentación escolar en Colombia la relación número de alumnos por maestro disminuyóaumentando las posibilidades de un mejor aprendizaje.• Por lo menos el 50% de la población desplazada es menor de 15 años.• Una tercera parte es menor de 10 años.• Al entregar alimentación en las escuelas las tasas de matrícula y de asistencia aumentan significativamente,disminuyendo al mismo tiempo la deserción escolar.• Se brinda a las niñas la oportunidad de ir a la escuela y aprender. Tal vez de otra forma muchas de ellasnunca saldrían de sus hogares.• Se reduce la tasa de embarazos en adolescentes.• Se incentiva a los padres a enviar a sus hijos a la escuela en lugar de hacerlos trabajar• En situaciones de emergencia o de emergencia humanitaria, la alimentación escolar garantiza que no se interrumpael proceso educativo.• El Programa Mundial de Alimentos atiende actualmente a cerca de 135.000 niños y niñas en Colombia a través dela iniciativa de alimentación escolar.17 • hechos del callejón

Buenas prácticasComunidad de Paz de San José de Apartadó:Ocho años resistiendo a la“creatividad de la muerte”[viene de la página 20]• Un recuento miope si no pusiera juntas, una a una, las circunstanciashistóricas que les permitieron descubrir en la resistencia civil la mejorsalida del callejón del conflicto.• Una descripción incompleta si no reseñara, documentara, analizara yentendiera los hechos que alimentan la desconfianza de esta poblaciónno sólo frente a las guerrillas y paramilitares sino también haciala Fuerza Pública y el sistema judicial colombiano.• Un obituario si apenas mostrara los estragos directos de la guerra, exhibiendoen público la dignidad lacerante y vulnerada de las víctimas.• Un texto sin alma si dejara a un lado los hechos, los símbolos y losimaginarios que prueban cómo y porqué esta Comunidad de Pazforcejea para no sucumbir ante la estigmatización y la multitud de laspresiones armadas.• Y quizá una sucesión de testimonios sueltos si no develara el proyectode vida, de libertad, de solidaridad y de resistencia desarmada quesí construye Estado Social de Derecho, sí propicia aprendizajes deinclusión y participación de toda la gente y sí genera oportunidadespara el desarrollo humano. ◗Ideas para un Manual de Resistencia Civil*La Comunidad de Paz de San José de Apartadó se gestó entre 1995 y 1997 en • Grupos de trabajo sectoriales en salud, educación, economía, deporte, cultura,género, formación y recreación, entre otros. Es notable el impacto delplena expansión de las fuerzas paramilitares en el Urabá antioqueño, en elcorazón de una zona de influencia guerrillera, especialmente de las farc. Centro de Formación Aníbal Jiménez (líder asesinado). La emisora Voces deEn 1996 la idea fue pensada como zonala Paz espera licencia gubernamental.neutral para proteger a los civiles, pero fue• Reglamento Interno. Incorporó la prohibiciónde participar en el conflicto arma-descartada porque el gobernador deAntioquia, Álvaro Uribe Vélez, la impulsabatambién bajo un concepto de neutralinitariosy la decisión de acoger transitoriado,la obligatoriedad de los trabajos comudadque no abarcaba a todos los actoresmente a población desplazada.armados y recaía sobre territorios y no sobrecomunidades. La zona era creada porSalir en grupos; crear los Comités de Vigi-Prácticas de resistencia civildecreto. En cambio, la Comunidad de Pazlancia y de alimentos; distribuir pitos paraponía de presente a personas que buscabansoluciones pacíficas y exigían ser disdos;no transitar por zonas controladas poravisar sobre el ingreso de actores armatinguidasde los combatientes.actores armados; aceptar el acompañamientopermanentes de organizacionesLa Declaración, de apenas 7 artículos,definió el concepto, los principios rectoresnacionales e internacionales; orar en comunidad;reunirse al alba y al anochecer para verificar la ausencia de algunay una sencilla estructura administrativa. Más tarde, la Comunidad enriqueciósu propuesta de construcción de paz, identificó sus símbolos, publicó un reglamentointerno, fortaleció las prácticas de resistencia civil y desarrolló meca-transparentes en los compromisos y no vender ni consumir licor.persona; informar cuando una persona se ausenta de la comunidad; sernismos de economía solidaria.CompromisosPrincipios rectores• Participar en trabajos comunitarios.• Neutralidad como mecanismo de protección frente a todos los actores armados,cerrándoles cualquier espacio.sos y el precio justo de los productos.• Impulsar una economía de resistencia, la distribución equitativa de los ingre-• Solidaridad como fortalecimiento de lazos comunitarios.• No tolerar la injusticia y la impunidad.• Libertad como autonomía individual y comunitaria en la toma de decisiones. • No participar en la guerra en forma directa o indirecta.• Diálogo transparente soportado en la verdad y en la decisión de no• No portar armas.colaborarles a los actores armados.• No manipular ni entregar información a los actores armados.• Respeto a la pluralidad como derecho a disentir y a plantear alternativas. Sus principios rectores, su organización, sus prácticas de resistencia civil y• Resistencia y justicia como derechos a la defensa pacífica frente a la injusticia. sus compromisos con las propias creencias y proyectos han convertido a SanOrganizaciónJosé de Apartadó en una Comunidad de Paz y un ejemplo de cómo sí es• Consejo Interno. Es un órgano de representación y consulta interna y externa. posible resistirle a esa “creatividad de la muerte”.* Este texto se inspira en el capítulo 6 del libro Resistencia civil artesana de la paz, de Esperanza Hernández Delgado (2004).Cortesía archivo El Tiempo • Foto Julio César Herrera18 • hechos del callejón

Editorial“Olores olvidados”:el fenómeno del desplazamiento, una tragedia humanaEl fenómeno del desplazamiento forzado es tanantiguo como son los propios conflictos. Las personasse ven forzadas a huir de sus lugares deorigen dejando, en la mayoría de los casos, susescasas pertenencias. Irónicamente, el desplazamiento—que es una violación de derechos— a lavez se convierte en un medio de protección de lavida para aquellos que lo padecen.En este marco hablamos de personas internamentedesplazadas por la violencia, de aquellaspoblaciones que se ven forzadas a moverse dentrode sus propias fronteras, y de Refugiados,quienes se ven obligadas a salir de sus países deorigen. En Colombia existen ambas categoríaspero aquí se tratará solamente la primera.En Colombia, dependiendo de la fuente, hay entre 2.000.000y 3.000.0000 de personas desplazadas internadamente por laviolencia que genera el conflicto armado. Sin embargo, en muchasocasiones el fenómeno —en su conjunto— noshace olvidar las tragedias que cada uno de estos desplazadosvivió, está viviendo o vivirá. Detrás de cadapersona internamente desplazada hay una historiamuy similar a la mía o a la de usted: hay un lugar denacimiento, unos recuerdos de infancia, unos olorescaracterísticos, unos sabores especiales, un orgullode tierra, etc. Pero a estas etapas de una vida, comocualquier otra, se le suman momentos de inmensodolor y que dejan marcas eternas.Cuando uno se desplaza, aparte de tener que vivirlas calamidades por el abandono —en su gran mayoría—de los pocos medios materiales, tiene que dejaratrás los mil y un signos de vida en una tierra de laque se aleja quizá para siempre. Con el paso del tiempolos recuerdos se hacen más y más distantes, sevan transformando y llegan a obsesionar constantementea la memoria: el semáforo se convierte entotumo, las migajas de pan en tamal y así sucesiva-mente, hasta convertir la realidad en un mundo de ilusionesperdidas.Y lo peor de todo es que la dignidad de trabajar la tierra seconvierte en el desánimo de extender la mano…y con la manose va el orgullo. Orgullo sembrado en una tierra que les vio crecer,pero que probablemente no podrá ofrecerles espacio paradescansar al lado de sus ancestros.Para un país el fenómeno del desplazamiento representa, másque un hecho de violencia, una realidad: la desarticulación deuna sociedad. Rehabilitar las estructuras físicas de un país escuestión de meses, tal vez años. Rehabilitar la compleja red deelementos que componen una sociedad necesita muchos másesfuerzos.El desplazamiento afecta de manera general a toda la sociedadcolombiana y no sencillamente a una familia desconocidaen una esquina de la ciudad. Es entonces esta misma sociedad laque, en su totalidad, debe no sólo ser solidaria sino, más aún,debe sentirse responsable ante esos millones de colombianos —lainmensa mayoría, modestos y humildes— que han sufridoen sus propias carnes una violencia ajena, cruely surrealista.Colombia ha sido un país pionero en el marco legaly de atención a la población desplazada. Pero estono ha sido y no es suficiente. Las colombianas y loscolombianos deben y pueden buscar soluciones paraencontrarse con el país que se merecen: un país prospero,justo e igualitario. El encuentro de ese país pasaineludiblemente por la solución a la problemática deesta población.Todos, incluyendo a la comunidad internacional,tenemos la obligación de aportar algo para ese encuentro:encuentro con la tierra, con los olores, conlos sabores, con las tradiciones y con los rastros delos recuerdos de toda una vida. En definitiva, unreencuentro con todo aquello que hace que cada ciudadanode este país, sin excepción alguna, se sientaplenamente orgulloso y feliz de ser colombiano. ◗Las opiniones y planteamientos expresados no reflejan necesariamente las opiniones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, su junta directiva, ni los estados miembrosAlfredo Witschi-Cestari, Representante Residente Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD • Producido por: Área de Desarrollo Humano PNUD • Director Académico:Hernando Gómez Buendía • Asesor Especial: Mauricio Uribe • Editora: Olga González Reyes • Colaboradores: Ocha-Ssh, Pma, Ignacio León, Andrea Arboleda, Carlos Chica, MaríaVictoria Duque • Agradecimientos: Periódico El Tiempo • Concurso de reportaje gráfico sobre derechos humanos organizado por la Fundación Dos Mundos y la Oficina en Colombiadel Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos • Diseño Gráfico: Editorial El Malpensante S.A. • Impresión: Panamericana Formas e Impresos S. A. • BoletínHechos del Callejón: Carrera 11 N° 82-76, Oficina 501B, Bogotá, Colombia • Teléfono: 6364750 extensión 205–208–202• Fax: 6364750 extensión 209 • Comentarios ysugerencias:olga.gonzalez@undp.org, indh2003@undp.org • Visite nuestra página de internet: www.pnud.org.co/indh200319 • hechos del callejón

Buenas prácticasComunidad de Paz de San José de Apartadó:Ocho años resistiendo a la“creatividad de la muerte”Esta es la historia de un colectivo humano que mediante trabajo comunitario, pedagogía ciudadana,participación política, resistencia civil no violenta y economía solidaria lucha para deshacer la marañade obstáculos que lo jalonan hacia el callejón del conflicto armado*.Por Carlos Alberto Chica 1Es una historia en el sentido pleno de la palabra y no uninforme estadístico. Sin embargo, esta historia de laComunidad de Paz de San José de Apartadó podría apenasser:• Un relato incomprensible si no mencionara que el 23de marzo de 1997, cuando se proclamó la Comunidadde Paz, solo estaban allí para resistir civilmente a laguerra 11 de las 32 comunidades asentadas en 1995.• Un asunto del pasado si no precisara que en el últimoaño las 98 familias de la vereda Mulatos fueron víctimasde ocho desplazamiento forzados.• Un caso más de policía si desconociera que han sido asesinadas 146personas (el 10 por ciento de su población), entre ellas 16 líderes(seis del consejo interno –máximo órgano comunitario de representacióny consulta– y 10 coordinadores del proceso).• Una burla a las víctimas y un acto de complicidad con los victimariossi no exigiera verdad, justicia y reparación en 380 casos de violacionesa los derechos humanos o de infracciones al derecho internacionalhumanitario.• Un asunto doméstico si omitiera cuatro resoluciones de la Corte Interamericanade Derechos Humanos requiriéndole al Estado colombianoque proteja sin dilaciones la vida y la integridad personal desus habitantes.• Un informe más si subestimara el coraje de las primeras cinco personasque ante la primera matanza después de proclamada la Comunidadde Paz osaron romper el miedo generado por la primera matanzaencontrándose para un trabajo comunitario en la misma carretera dondesus victimarios suelen instalar retenes, controlarla provisión de alimentos y medicinas, robarlessus productos, insumos, torturarlas, desa-masacres como la deAnte la violencia yparecerlas e intimidarlas física o verbalmente. febrero, la comunidadde San José de• Un escrito taquigráfico si no descifrara el valorde una olla comunitaria que mitiga el hambre Apartadó se sigue resistiendoa la “creati-en un proceso de retorno o cuando la comunidades bloqueada por los victimarios.vidad de la muerte”.*. “Creatividad de la muerte”, expresión usada en la página web de la Comunidad dePaz, www.cdpsanjose.org1. Coordinador de Comunicaciones del Área de Desarrollo Humano del Pnud/Colombia.• Una torre de babel si no entendiera que la resistencia civil comporta,además de una declaración de principios y valores éticos, mecanismosconcretos como los 55 grupos de trabajo que hoy constituyentrincheras de resistencia a las lógicas y dinámicas de la guerra• Un registro de página social si no destacara que 50 mujeres comenzaronimpulsando huertas caseras o galpones para gallinas ponedorasy de engorde; que hoy 17 son líderes en procesos productivos, pedagógicos,organizativos y comunicativos; y que hoy tienen voz y votoen el consejo interno, el máximo órgano de representación y consultade la comunidad.[pasa a la página 18]Cortesía archivo El Tiempo • Foto Julio César Herrera20 • hechos del callejón